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JUEGO,

PENSAMIENTO
Y LENGUAJE
“La cultura humana ha surgido de la
capacidad del hombre para jugar,
para adoptar una actitud lúdica”
Huizinga
El objetivo de la siguiente presentación
es retomar algunos de los
planteamientos del padre de la
psicología cognitiva, Jêrome Bruner,
acerca de la relación entre Juego,
pensamiento, y lenguaje.
Para Joyce,
el juego es una
epifanía de lo
ordinario, una
idealización,
un puro
dilema.
Para Jêrome Bruner estos son algunos aspectos
fundamentales del juego infantil:
• El juego supone reducción de las
consecuencias que pueden derivarse de
los errores que cometemos. No tiene
consecuencias frustrantes para el niño,
aunque se trate de una actividad seria.

• La actividad lúdica se caracteriza por una


pérdida de vínculo entre los medios y los
fines,(esto habla más de la flexibilización
que de la ausencia); por esta razón, el
juego se convierte no sólo en un medio
para la exploración sino también para la
invención.
• El juego no sucede al azar o por
casualidad. Al contrario, se desarrolla
más bien en función de algo a lo que
Bruner ha llamado “un escenario”.

• Es una proyección del mundo interior y se


contrapone al aprendizaje, en el que se
interioriza el mundo externo hasta llegar a
hacerlo parte de uno mismo.
• Proporciona placer. Los
obstáculos que puedan
presentarse dentro del juego son
necesarios para mantener la
motivación en él. Comparte esta
cualidad con otras actividades
como la resolución de problemas,
pero de una forma mucho más
interesante.
Bruner también habla de la utilización que hacemos del juego para
obtener otros fines, ya que con ello se corren ciertos riesgos que se
deben tener en consideración. Por ejemplo:

• Sin desconocer que el juego es un modo de


socialización que prepara para la adopción de
papeles en la sociedad adulta, al instruir a los
niños sobre los valores de nuestra cultura
podemos fomentar en exceso la competitividad
en ellos.
• También hay que ser cuidadosos cuando
pensamos en el juego con un valor terapéutico
porque, aunque jugar con otros niños resulta
benéfico, corremos el riesgo de privarlos de su
iniciativa.
• El juego es un medio para mejorar la
inteligencia, de acuerdo con los usos
que hagamos de él […] Hay por tanto,
múltiples razones para aconsejar que
dejemos al niño libre, en un medio
honesto y rico en materiales, con
buenos modelos culturales a los que
poder imitar.
Utilización del juego como
dispositivo para el aprendizaje
de la lengua y desarrollo del
pensamiento

¿Por qué los seres humanos son


capaces de llegar a dominar algo
tan complejo como la lengua
materna?
Existe, sin duda, un aspecto innato en el
lenguaje. Pero recordemos también que hay
una parte de él que ha de ser adquirida a
través del ensayo y de la experiencia.

La lengua materna se domina más rápidamente


cuando su adquisición tiene lugar en medio de una
actividad lúdica. Sucede a menudo que las formas
gramaticales más complejas y los usos
pragmáticos más complicados, aparecen en
primer lugar en contextos de juego.
Cabe subrayar que para el dominio que el niño
logrará de su propia lengua, es importante que no
se deriven consecuencias graves de los errores
que pueda cometer.

Otro aspecto importante para fomentar la


adquisición del lenguaje en sus primeras etapas
es el tipo de habla que utiliza la madre (el habla
infantil). Es un tipo de habla que se establece al
mismo nivel del niño y que ya es capaz de
entender.
¿Cómo puede entonces aprender su lengua a
partir de expresiones que YA entiende?
La importancia de este lenguaje infantil
consiste en que le permite intentar combinar,
de formas distintas, los elementos del
lenguaje que ya conoce, para producir
emisiones más complejas y para conseguir
cosas distintas de las que ya ha logrado.
El niño no sólo está aprendiendo el lenguaje
sino que está aprendiendo a utilizarlo como
un instrumento del pensamiento y de la
acción de un modo combinatorio.
Para llegar a ser capaz de hablar sobre el mundo
de esta forma combinatoria, el niño necesita haber
sido capaz de jugar, con el mundo y con las
palabras, de un modo flexible: exactamente del
modo que la actitud lúdica permite.
… no es tanto la instrucción ni en el lenguaje ni en
el pensamiento lo que permite al niño
desarrollar sus poderosas capacidades
combinatorias, sino la honesta oportunidad
de poder jugar con el lenguaje y con su
propio pensamiento”.
Jêrome Bruner está convencido
de que un juego más elaborado,
más rico y más prolongado, da
lugar a que crezcan seres
humanos más completos que los
que se desarrollan en medio de
un juego empobrecido, cambiante y
aburrido.
… No dejemos que la escuela cultive
únicamente la espontaneidad del
individuo, porque los seres humanos
necesitamos también la negociación
del diálogo. Éste le proporcionará al
niño modelos y técnicas con las
cuales operar por sí mismo.
El juego que está controlado por el
propio jugador, le proporciona a
éste la primera y más importante
oportunidad de pensar, de hablar e
incluso de ser él mismo.
Presentación tomada de: Bruner, Jêrome:
Juego, pensamiento y lenguaje en Revista
Infancia: Educar de 0 a 6 años,
No.78,marzo-abril, 2003

La revista extrae este artículo de Bruner


de su libro titulado Acción, pensamiento
y lenguaje, Madrid, Alianza Editorial,
2002 (7ª. reimpresión), págs.211-219

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