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¿Es Colombia biodiversa en biodiversidad pecuaria sin haber domesticador de

especies de alto consumo/importancia?

Universidad Nacional de Colombia-Sede Bogotá

Agrobiodiversidad

Jorge Esteban Rivera Valencia

1. Resumen
El incontrolable ritmo del consumismo y el crecimiento poblacional ha

presionado a la industria pecuaria a producir más en menos tiempo, por esto se

desarrollaron investigaciones en algunas razas de las especies domesticadas para

mejorar sus rendimientos productivos y alcanzar este ritmo de consumo global. Esto

fue una oportunidad inmejorable de entrar al mercado internacional para Colombia,

pues sus condiciones medio ambientales permiten la cría de diversas especies y

razas en su territorio, aprovechando esto se importaron las razas con las cuales hoy

en día se trabaja la producción pecuaria y se exporta en gran cantidad los productos

y subproductos obtenidos. Sin embargo, Colombia en su gran biodiversidad contaba

con razas de las especies más importantes a nivel productivo desde hace cientos de

años, que han pasado por un proceso de adaptación a las condiciones del país, a las

plagas y patógenos presentes en el territorio. Si bien se han realizado estudios para

estas razas, la falta de incentivos para la cría de este recurso zoogenético y la presión

del mercado ha llevado a estos animales al potencial peligro de desaparecer.

2. Palabras clave
Raza, nativo, pecuario, biodiversidad, recurso, economía, zoogenético,

producción.

3. Introducción
La actividad pecuaria en Latinoamérica ha sido transformada por la presión del

mercado agroalimentario global, imprimiendo el funcionamiento y dando un nuevo

orden al sector ganadero por parte del movimiento de capital transnacional. El

crecimiento ha sido exponencial desde mediados del siglo XX convirtiendo a América

Latina en la principal exportadora de carne bovina y avícola a nivel mundial, Böll lo

menciona así “Las cifras indican que el sector pecuario ha crecido a una tasa anual

de 3,7% con exportaciones de carne creciendo a una tasa de 3,2%, superior al

crecimiento de la tasa de producción que fue de 2,75%” (Böll, 2014). Sin embargo, la

actividad agropecuaria no es solo exportadora pues hace parte de la cultura de la

región pues no es simplemente vista como alimento, sino que forma parte del mito y

la tradición reuniendo a los pueblos en una tradición social, familiar y cultural como

ingrediente símbolo de la abundancia. La producción pecuaria es pieza clave de la

alimentación diaria abarcando cerca del 20% en sólo la leche y carne bovina (Böll,

2014). Este crecimiento arrollador del sector ha transformado a la región, pues ha

dejado huella tanto en lo ambiental como en lo social, riesgos tangibles que se

mencionan en la siguiente cita.

El aumento de establecimientos de engorde a corral, la pérdida de variedad genética y la

contaminación que se produce en el suelo y en el agua por la crianza intensiva y el uso de

fármacos para erradicar enfermedades y acelerar el proceso de engorda” (Böll, 2014) van

en detrimento del avance sustentable ambientalmente buscado por la comunidad científica

debido al peligro de la pérdida de biodiversidad y el calentamiento global descontrolado

(Böll, 2014).

La pérdida de la biodiversidad es una problemática que se proyecta en forma de

ciclo con la actividad pecuaria, a modo de causalidad y consecuencia; la pérdida de

biodiversidad afecta la producción pecuaria por erosión del recurso genético, y la


biodiversidad disminuye por cuenta de la huella ambiental que deja la producción

pecuaria; problemáticas tales como la deforestación, contaminación de efluentes y

del suelo, y la selección de especies productivas dando camino a la extinción de otras

sin interés económico ni cultural son consecuencia de la explotación masiva para

consumo de algunas clases sociales.

Colombia no ha sido la excepción a esta corriente global de la erosión genética

por la presión del mercado global y la falta de interés por parte de las entidades

estatales y de las cortes científicas, por el contrario, es claro ejemplo del derroche del

recurso genético y la pérdida de biodiversidad por cuenta del mercado global y las

exigencias de algunas clases sociales. Un claro ejemplo de esto es el BON (ganado

blanco orejinegro) y los ovinos criollos colombianos, especies y razas con un alto

potencial productivo que han quedado relegadas por (en algunos casos) falta de

estudios y desinterés por parte de las entidades estatales encargadas de la fauna

colombiana y el sector pecuario.

4. Desarrollo
La globalización como modelo socioeconómico, tecnológico y cultural, en su

avance sin oposición alguna por el planeta trae consigo cambios, enfocados

especialmente en la producción de alto rendimiento y competitividad. La presión

ejercida por este modelo ha precipitado a los países en desarrollo a adoptar políticas

y procesos que no se adaptan a sus contextos, desconociendo la realidad de sus

territorios y la naturaleza de sus habitantes. Para el caso colombiano, y abordando la

temática del presente texto, la producción pecuaria, en su afán por competir en el

mercado global, de la mano de nefastos dirigentes y grupos al margen de la ley ha

sido causal del despojo de tierras a familias campesinas y comunidades indígenas,

de la destrucción del suelo dando un uso inadecuado y de la erosión genética y


pérdida de especies “criollas” con potencial productivo sin olvidar la destrucción de

ecosistemas.

Diferentes boletines realizados por entidades nacionales reflejan el estado

actual de la producción pecuaria en cuanto a manejo de razas para la explotación y

obtención de los productos y subproductos que se comercializan a nivel local e

internacional. Para analizar esto se debe empezar por una de las especies más

importantes en cuanto a productos y subproductos refiere, el ganado bovino

compuesto por dos especies, Bos taurus y Bos indicus. Gómez afirma que (2013):

La riqueza territorial de Colombia ofrece enormes posibilidades en cría de ganado; esta

condición, que pocos países ganaderos ostentan, brinda herramientas interesantes para

impulsar la producción cárnica, láctea y, en algunos casos y dependiendo del territorio, de

ambos productos en un solo animal, lo que se conoce como producción de doble propósito.

Con base en esto se han importado diferentes razas bovinas para ser explotadas

y comercializar sus productos buscando una mejor rentabilidad. De estas

importaciones de bovinos se destacan cinco razas, que se han convertido en las más

representativas del país según FEDEGAN; Gyr, originaria de Brasil; Holstein,

originaria de Holanda; Jersey, de origen británico; Normando, de origen francés y

Brahman de origen indio cruzado con Bos taurus estadounidense.

Lo anterior ejemplifica una problemática recurrente no solo en Colombia sino a

nivel global, pues en datos

Algunas variedades comerciales proporcionan más de una tercera parte del suministro de

carne de cerdo, a la vez que unas cuantas variedades comerciales de ponedoras

proporcionan alrededor del 85% de la producción de huevos. Algunos cálculos indican que

las variedades de ganado lechero más productivo o sus cruzas producen dos tercios del

suministro mundial de leche (FAO, 2006).


El desarrollo del mejoramiento a nivel de selección o a nivel genético de algunas

razas de especies domésticas si bien ha mejorado increíblemente la productividad,

ha traído consigo una problemática con respecto a las especies nativas de cada

nación

De las 7.616 variedades que figuran en el banco de datos mundiales sobre los recursos

genéticos de los animales de granja, 190 han desaparecido en los últimos 15 años y otras

1500 están consideradas “en riesgo” de extinción. En los informes nacionales preparados

para el primer informe de la FAO sobre La situación de los recursos zoogenéticos

mundiales, se señala que 60 razas de ganado bovino, cabras, cerdos, caballos y aves de

corral se han perdido en los últimos cinco años, a una tasa promedio de una raza al mes

(FAO,2006).

Los pequeños productores se han visto obligados a abandonar las especies

nativas pues no son rentables ante la presión que ejerce la agroindustria con las razas

mejoradas e importadas.

La falta de atención por parte del Gobierno y de las instituciones dedicadas a la

investigación no sólo han detenido el crecimiento de la producción pecuaria con razas

nativas sino que ha acentuado el riesgo de la extinción de algunas razas, además de

esto se tiene otra problemática y es el incentivar al productor a manejar razas nativas

por lo mencionado en el anterior párrafo; el mejoramiento de las razas nativas o

locales “la gestión sostenible y el mejoramiento genético de las variedades locales

son esenciales para que los países satisfagan sus necesidades futuras de alimentos

y respondan a la transformación del entorno productivo” (FAO,2006). Sin embargo,

se siguen prefiriendo las razas producto del mejoramiento extranjero y a su vez

colaborando en incrementar los rendimientos productivos de estos animales. Como

lo informa Villanueva (2018):


Muchas y diferentes especies animales han sido genéticamente modificadas usando

técnicas biotecnológicas y adicionalmente, han sido aprobados con fines biomédicos y

pecuarios (...) Solo un solo animal transgénico, el salmón atlántico AquAdvantage de

rápido crecimiento, ha sido aprobado por la FDA (…) lo anterior implica una serie de

oportunidades en las cuales Colombia, puede lograr grandes desarrollos. Sin lugar a

dudas, esto conlleva a la generación de industrias o por lo menos, la obtención de

productos biotecnológicos que se transfieran (y que generen regalías) a compañías

internacionales para comercializarlos.

Con base en lo anterior se pueden resaltar dos cosas, en primera instancia se

tiene que la investigación a fondo de las razas nativas del país con potencial

productivo por parte de los entes encargados puede ofrecer a Colombia una futura

seguridad alimentaria basada en productos internos, impulsando el campo en el país

y tecnificando la agroindustria. En segunda instancia se tiene que la innovación en el

camino del mejoramiento genético ofrece a Colombia una oportunidad inmejorable de

lanzarse al mercado internacional con un producto totalmente nuevo, apoyando así el

emprendimiento de manera sostenible y teniendo un alto impacto positivo en el

cuidado de la biodiversidad del país. Esto requiere del cambio de las políticas actuales

que promueven el uso de razas importadas, la FAO (2006) afirma:

El primero es una reconsideración de las políticas del sector pecuario que "distorsionan el

campo de acción" en el cual compiten las variedades autóctonas. En muchos países en

desarrollo, las políticas favorecen el uso de material de cría de importación, lo que permite

a los grandes productores comerciales ocupar una gran parte de los mercados internos.

Esa tendencia, así como la aplicación de reglamentos sanitarios más estrictos, está

excluyendo a los pequeños productores, que son los que mantienen la mayor parte de las

variedades locales.
Se debe tener control acerca del estado de los recursos zoogenéticos del país,

tanto su distribución como el número de individuos o poblaciones, conocer las

características y desempeño en su hábitat, sin embargo “pocos países tienen esa

información, lo que representa un obstáculo para que los encargados de elaborar las

políticas decidan cuáles variedades proteger o mejorar y cómo asignar los limitados

fondos disponibles para actividades de conservación” (FAO, 2006). Es importante

asegurar las especies y variedades en peligro de extinción, la conexión entre los

productores pecuarios, la investigación zootécnica y el recurso zoogenético puede ser

el camino para asegurar la preservación de la especie o variedad nativa es así como

“en Japón se han creado mercados especializados para la carne de variedades

autóctonas de bovinos, que atrae a consumidores que pagan efectivamente por su

conservación” (FAO ,2006).

Colombia cuenta con una gran variedad genética de especies con alto potencial

productivo o adaptativo que no han sido llevadas a mejoramiento genético intensivo

o ni siquiera se han estudiado de manera adecuada para poder formular un programa

de mejoramiento que resalte las cualidades productivas y adaptativas de las

variedades y especies nativas. Aún en las especies estudiadas y usadas se ven

deficiencias en cuanto a su uso productivo debido a la presión del mercado y a la

preferencia por las variedades importadas. Un ejemplo claro de esto es la raza bovina

blanco orejinegro (BON) que en su momento era el más numeroso en los hatos de su

región hábitat (Antioquia y Caldas) según reporta un artículo de la revista de la

Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional de Colombia en el año

1936 y hoy día sus poblaciones se resignan a 2451 animales de los millones que se

tienen registrados en el país por el ICA, datos tomados de un reporte que se realizó
teniendo en cuenta productores, planes de fomento de la cría de esta raza y bancos

de germoplasma por Corpoica en 2014.

Esta raza tiene distintas propiedades y características ya estudiadas que

resaltan con respecto a razas importadas, según Cardona et al (2017):

Se han reportado alelos del gen BoLA presentes en el ganado BON asociados con

resistencia a la infestación con ectoparásitos como Dermatobia hominis, L. (Diptera:

Oestridae) y Rhipicephalus microplus, Canestrini (Ixodida: Ixodidae) (antes como

Boophilus microplus) (Martínez et al., 2005a). Estos mismos autores reportan diferencias

significativas en la resistencia a brucelosis de individuos BON puros frente a animales cebú

Brahman y los cruces BON con cebú y HolsteinBON (Martínez et al. 2005b). Por otro lado,

Saldarriaga, Rugeles, Velásquez, Bedoya, y Ossa (1999) reportaron individuos BON con

genotipos homocigotos para alelos asociados con resistencia a Brucella abortus (Schmidt,

1901) Meyer and Shaw, 1920 (Rhizobiales: Brucellaceae), y Salmonella enterica subsp.

enterica serovar Dublin (Enterobacteriales: Enterobacteriaceae), en el gen codificante para

la proteína del macrófago asociada a resistencia natural (Nramp1). López, Zuluaga,

Arango, y Ossa (2000) encontraron una mayor proporción de individuos de la raza BON

resistentes a dos subtipos del virus de la fiebre aftosa en una prueba fenotípica in vitro.

El objetivo de las distintas investigaciones con las razas nativas ha sido el

cruzamiento con las razas foráneas para aportar a estas las características de

adaptabilidad, resistencia y mejorar los parámetros reproductivos para así

incrementar la producción y conforme a esto las ganancias. En la siguiente tabla se

muestran los rendimientos productivos en canal por razas y cruces con razas nativas.
Tabla 1. Grupos raciales en comportamientos productivos y canales.

Raza Edad Peso (kg) Peso Peso Rendimien Rendimien


(meses) canal canal fría to canal to canal
caliente sin grasa caliente fría (%)
(kg) (kg) (%)
Cebú 24 462 219,1 215,5 47,4 46,6
BON 36 429 264 243,5 61,5 56,75
BONxCebú 22 433 248 234,5 57,2 54,15
RomoxCebú 30 485 290 258,1 59,8 53,1
Nota: Cabe resaltar que BON hace referencia a blanco orejinegro y ROMO a la

raza nativa romosinuano.

Fuente:

http://www.livestockdialogue.org/fileadmin/templates/res_livestock/docs/2014_Colom

bia/1_DAY/2.Colombias_native_animal_genetic_resources-Corpoica-

JL_Restrepo.pdf

Además de las razas bovinas, se tienen razas nativas de otras especies

importantes en la producción pecuaria, en las aves de producción se cuenta con la

Gallina Criolla Colombiana, de la cual se han realizado estudios, resaltando un libro

publicado por la Universidad Nacional de Colombia Sede Palmira, en el cual se

compilan los estudios realizados hasta la fecha de realización del libro y se resaltan

las cualidades de la gallina y su relación con las comunidades rurales de Colombia.

Las respuestas son diversas: contribuyen a la seguridad alimentaria de poblaciones

humanas marginadas (producción de huevos, pollos y carne); por tradición forman parte

de la cultura rural; las gallinas mediante el consumo directo de vegetales e insectos en el

campo, controlan en forma natural algunas especies no deseables para cultivos vegetales

de interés económico como el café, la caña de azúcar, los cultivos maderables, entre otros;

son un banco de genes que en un futuro pueden contribuir a resolver problemas a la

avicultura industrial; son ornamentales, y se pueden criar como mascotas productivas

(Valencia, 2011).
Gracias al manejo por parte de comunidades rurales y de unas pocas

instituciones interesadas en salvaguardar el recurso zoogenético de la nación

podemos hoy día tener registro de un gran número de razas nativas de las más

importantes especies usadas para la explotación pecuaria y hacer uso de sus

características especiales para mejorar la actividad industrial. Un ejemplo de esto es

Asocriollanos, asociación de criadores de ganado bovino criollo y colombiano de los

llanos orientales que tienen como misión “la promoción y protección de las

poblaciones de ganados bovinos de diferentes razas criollas y colombianas en los

llanos orientales” (Asocriollanos, 2019).

5. Conclusión
Colombia posee un gran recurso zoogenético nativo respecto a la biodiversidad

pecuaria, recurso que se ha conservado a través del tiempo por las comunidades

rurales y por algunos esfuerzos de entidades gubernamentales y académicas pero

que debido a la presión del mercado se han venido disminuyendo sus poblaciones a

tal punto que hoy podemos hablar de una extinción de estas razas. El gobierno y la

academia se deben encargar de incentivar la cría selectiva de estas razas nativas

para conservarlas y resaltar sus cualidades, la investigación se debe enfocar en

encontrar lo que hace a estas razas especiales para aplicar esto en la agroindustria y

así mejorar la economía del país de una manera sustentable con el medio ambiente

y conservando el recurso zoogenético aplicable a la actividad pecuaria que se tiene.

6. Bibliografía citada
 Böll, H. (2014). ATLAS DE LA CARNE, Hechos y cifras de lo que comemos.

[Archivo PDF] Recuperado de:

https://www.boell.de/sites/default/files/atlasdelacarne.pdf
 Gómez, L. (2013). Informe especial: Conozca las cinco razas bovinas más

representativas de Colombia. Bogotá D.C, Colombia. CONtexto Ganadero.

https://www.contextoganadero.com/ganaderia-sostenible/informe-especial-

conozca-las-5-razas-bovinas-mas-representativas-de-colombia

 FAO. (2006). Biodiversidad pecuaria. Organización de las naciones unidas

para la agricultura y alimentación.

http://www.fao.org/ag/esp/revista/0609sp1.htm

 Villanueva, D. (2018). ESTUDIOS SOBRE BIOECONOMIA como fuente de

nuevas industrias basadas en el capital natural de Colombia fase II. [Archivo

PDF] obtenido de: https://www.dnp.gov.co/Crecimiento-

Verde/Documents/ejes-

tematicos/Bioeconomia/Informe%202/ANEXO%201_An%C3%A1lisis%20sect

or%20agr%C3%ADcola.pdf

 CORPOICA. (2014). Recursos zoogenéticos nativos de Colombia y su

potencial para la ganadería. [Archivo PDF] obtenido de:

http://www.livestockdialogue.org/fileadmin/templates/res_livestock/docs/2014

_Colombia/1_DAY/2.Colombias_native_animal_genetic_resources-Corpoica-

JL_Restrepo.pdf

 Cardona, D., Londoño, M, Echeverri, J & CORPOICA. (2017). Evaluación

comparativa de parámetros productivos en diferentes cruces de ganado

blanco-orejinegro con Holstein. Medellín, Colombia. [Archivo PDF] obtenido de:

http://www.scielo.org.co/pdf/ccta/v18n3/0122-8706-ccta-18-03-00513.pdf

 Valencia, N. (2011). La gallina criolla colombiana. Palmira, Colombia.

Universidad Nacional de Colombia-Sede Palmira. [Archivo PDF] obtenido de:

http://bdigital.unal.edu.co/3412/1/9789588095561.pdf

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