Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El principal problema es la baja producción esto se debe a diferentes factores como: climáticos,
sociales, económicos, políticos, bajos conocimientos entre muchos otros o mismos propios de las
parcelas: Plagas, Baja fertilidad del suelo, etc. Estos causan una baja producción en La Región de
Tierra Caliente. Esto en el sector Agrícola Ejido.
La baja productividad es causada por muchos factores como hemos visto, afectando a la mayoría
de agricultores de la región puesto que no dejan que sus cultivos no prosperen mucho, en este
caso hablaremos sobre el cultivo del maíz. El cultivo de maíz, sin duda, es el cultivo más extendido
en todo el país, pues se siembra desde pequeñas áreas para la seguridad alimentaria de las
familias y en grandes extensiones. En la última década la producción de este cultivo a decaído
según la información obtenida u proporcionada por los agricultores asido del casi 70%, puesto a
como ellos dicen se invierte mas y sacas poco, muchos de estos agricultores han dicho que ni
siquiera sacan lo que invierten, pero este es un tema que hablaremos mas adelante. Es importante
escuchar cada una de las complicaciones de los agricultores ya que pues gracias a ellos podríamos
hacer que la producción de cultivos mejore y evolucionen aún mas no tan solo del maíz de todos
los cultivos en general.
El proceso de cultivo y producción de maíz se encuentra en riesgo debido a una gran variedad de
amenazas relacionadas con el cambio climático, monocultivo, migración de agricultores y las
especies genéticamente modificadas que reemplazan a las nativas.
Dentro de esta problemática también se consideran los riesgos a la salud por la introducción de
nuevos productos alimenticios industriales que han desplazado la base alimentaria tradicional.
Lo anterior ha ocasionado que las mujeres intervengan y lleven a cabo la producción completa de
la milpa. “Han aprendido y cuando heredan las tierras o sus esposos trabajan por temporadas en
otro lado, ellas se quedan a cargo del proceso de producción de la milpa”.
El cambio climático es otra amenaza de esta actividad milenaria ligada a la riqueza biocultural del
país, pues los huracanes, tormentas, sequías y prolongadas temporadas de lluvia afectan su
producción.
En cuanto al cultivo de maíz transgénico, destacó que es un tema complejo en el que intervienen
varios grupos a su vez divididos, por lo que se requiere una colaboración y revisión, así como
estudios profundos y a largo plazo.
“Lo que ocurre en relación al maíz y a muchas otras especies domesticadas en México a lo largo de
la historia de los pueblos indígenas y campesinos, es que este tipo de especies genéticamente
modificadas las desplazan”; es decir, la agrobiodiversidad se ve disminuida porque estas nuevas
variedades compiten y llegan a ser mucho más fuertes que las criollas.
Asimismo, se habla de una misma especie cultivada de una forma intensiva que normalmente
requiere de productos tóxicos que dañan al medio ambiente y al cuerpo humano como: pesticidas,
abonos y fertilizantes químicos.
Destacó que el maíz está asociado a otras especies que han sido domesticadas a lo largo de la
historia de México, desde la época prehispánica, tales como: calabaza, jitomate y
chile, acompañados de especies silvestres o toleradas que crecen de manera silvestre como los
quelites.
Su producción ha tenido un fuerte impacto, sobre todo en el norte de México; mientras que la de
menor escala se conserva en las regiones campesinas e indígenas, en ejidos,
propiedades colectivas donde la gente tiene pequeños fragmentos de entre una o dos hectáreas.
“Ahí llevan a cabo esta producción de manera más diversa y en condiciones adversas”, expuso la
investigadora.
Las especies que han sido desarrolladas a través procesos de domesticación de larga duración
también son importantes, pues se complementan y benefician con las características físicas de
cada región y están íntimamente ligadas con la cultura, tradiciones gastronómicas, preferencias de
sabores, colores, formas de los maíces que requieren las poblaciones para los diferentes
propósitos y temporalidades a lo largo del año.
“Si hablamos de la milpa, es un sistema que cumple con los requisitos nutricionales necesarios
para la población, pero ahora con el consumo de productos industrializados o procesados, se ven
problemas en la salud de niños y adultos, como obesidad y diabetes.”
Podemos decir que la milpa es un tema central y fundamental que forma parte de la historia de
México, de lo que se refiere a los derechos y alimentación y a un buen vivir, al entorno que se
puede manejar de manera sustentable.
Citlalli López puntualizó que casi todos los pueblos originarios de México tienen historias en donde
el maíz se integra a los mitos, es la planta principal de nuestro país.
Por ello, lamentó que México, siendo el país de domesticación de variedades de maíz y en donde
se ha encontrado el origen que es el teocintle, ahora importe el grano.
Desde hace mucho tiempo, no sólo ya no exporta, sino que ha dejado de ser autosuficiente en
términos de producción. “Se importa de otros países, sobre todo de Estados Unidos, donde se
maneja un producto estandarizado que no se sabe acerca de su calidad y cultivo”.
De ahí la importancia de fortalecer estos sistemas de producción en todos sus distintos aspectos
que tienen que ver con lo cultural, identitario, agroalimentario y agrobiodiversidad.
3.1 JUSTIFICACION
El maíz es una de las especies vegetales que más se cultivan en el mundo, forma parte del selecto
grupo de principales especies que alimentan a los miles de millones de habitantes de este planeta.
En México es la especie más importante para la alimentación humana, pues forma parte de la
dieta básica de sus habitantes; por su superficie cultivada es el producto agrícola más importante,
pues anualmente se estiman que se cultivan casi 8,000,000 de hectáreas y se producen alrededor
de 21,000,000 de toneladas, con un rendimiento promedio de 3.0 t·ha-1. A pesar de que México
es el centro de origen de esta gramínea, su producción y rendimientos son poco significativos en
relación a otros países productores como son Estados Unidos y China; se estima que la demanda
anual nacional está en orden de 28,000,000 de toneladas, el cual hace que se presente un déficit
anual en alrededor de 6,000,000 de toneladas, lo que conlleva a la importación de grano,
principalmente de Estados Unidos.
En el estado de Guerrero, se estima que anualmente se destina en superficie cultivada en
alrededor de 474,865 hectáreas, la producción anual estatal oscila en 1,200,000 toneladas, con
rendimiento promedio de 2.59 t·ha-1. La región de Tierra Caliente, Guerrero, se caracteriza por la
importancia estatal de la producción agrícola y pecuaria; en el caso agrícola, el cultivo de maíz
representa importancia por la superficie sembrada año con año (aproximadamente 70,000
hectáreas), sin embargo, la situación dentro del proceso de producción, en la mayoría de los
productores, se encuentra serias deficiencias que finalmente se ve reflejado en los rendimientos
bajos y las utilidades que obtienen, que muchas veces son negativas.
Existen muchos factores, que en conjunto hacen que la productividad de maíz en esta zona sea
deficiente, entre ellos, está el aspecto socioeconómico, el cual los productores son personas de
escasos recursos económicos, habitan en comunidades marginadas, a veces con subsidios de
gobierno que no son de gran apoyo para la producción, precios de venta muy bajos, ocasionados
por las políticas neoliberales que permiten el libre comercio e importación de otros países
altamente subsidiados y tecnificados, con alta productividad y a bajo costo, que entrando a
nuestro país afecta directamente a los pequeños productores, ya que es un maíz mucho más
barato y con las facilidades que los diferentes niveles de gobierno permiten, todo en colectiva
complicidad.
4.1 HIPOTESIS
En gran parte de la región de tierra caliente se estima que su baja producción se deriva por tener
un clima cálido, esto quiere decir que sus temperaturas son altas al igual que sus sequias, otra son
el tipo de suelo ya sea arcilloso, alcalino incluso acido por la mala fertilidad del suelo, esto también
es otro problema ya sea por el uso de agroquímicos, como fertilizantes, semillas alteradas, uso de
controlantes químicos, esto causa mas problemas como: bajar la fertilidad del suelo por lo tanto
afectan el ambiente; mayor incremento de gastos. Etc. Los escases de agua es otro problema ya
que algunas partes de la región se utiliza en la gran parte de temporada de sequias el sistema de
riego, esto se deriva ya sea por causa natural o por políticas, sociales; ya sea por problemas
sociales como: conflictos dentro la comunidad agrícola, o la misma comunidad del lugar, o ya se
por desacuerdos en alguna organización rural si la hay. Se planteó en este diagnóstico para
conocer el rendimiento del grano de diversos maíces cultivados en la región Tierra Caliente y
cuales son causas de su baja producción, o porque los productores se quejan. Se llevó a cabo en
los municipios de Ajuchitlán del Progreso, Arcelia, Coyuca de catalán, Cutzamala de Pinzón,
Pungarabato, San Miguel Totolapan, Tlalchapa, Tlapehuala y Zirándaro, correspondientes a la
región Tierra Caliente, Guerrero, donde participaron 35 agricultores, 5 personas de servicios
profesionales (PSP) y 1 alumno del CBTA 289, quienes trabajaron en localidades de nueve
municipios. Los PSP Junto a los agricultores brindaron la información general y el tipo de
problemas al sembrar maíz; asimismo, el alumno del CBTA 289 visito los terrenos de los
agricultores y recabo la información necesaria.
4.2.1 CLIMA
El clima en la región de tierra caliente es un factor fundamental, ya que en esta región se siembra
mayormente en temporada de lluvias y en temporada de riego siendo estos sus principales
prácticas de cultivo.
Esta practica esta presente todo el tiempo, pero su mayor presencia es en la temporada de sequia
o cuaresma como se conoce, esto se refiere en la temporada que no hay lluvias, el problema de
ahora de esta practica son los cambios drásticos de clima, puesto que ahora las temperaturas
superan los 42° o más, hay más sequias, mayores escases de agua, mayor movimiento en el suelo
y esto genera otro problema: incremento de plagas, mayor inversión en agroquímicos o
maquinaria. Etc.
4.2.2 PLAGAS
Derivado del cambio climático, las plagas y las enfermedades de los cultivos, entre ellos el maíz,
son más frecuentes y resistentes, además de que están en continua evolución, por ello, una
oportuna identificación de plagas ayuda a hacer un adecuado control, mucho más fácil y eficaz,
además permite emitir la alerta fitosanitaria a los productores para mitigar su impacto.
Mucho trabajo existe alrededor de la identificación de las plagas y enfermedades que atacan al
maíz, entre ellas:
Muestreo del terreno, se hace un barrido por el predio a cultivar con la intención de verificar que
no existen organismos que pudieran estar en una etapa inactiva y que al sembrar siguiera su
evolución como patógeno.
En este punto es importante resaltar que en los cultivos siempre hay todo tipo de insectos y
organismos invertebrados, con más beneficio o daño para la plantación, según los casos. El
problema surge cuando hay desequilibrios y desajustes en el ecosistema, y estos agentes se
reproducen de una forma descontrolada.
Control químico complementario, utilizar insecticidas autorizados para el cultivo de maíz (dosis
recomendada por el fabricante): no exceder la dosis y, de preferencia, no realizar mezclas de
insecticidas para control de una sola especie plaga.
Rotación de cultivos esta práctica agroecológica es un medio primario para mantener la fertilidad
del suelo, disminuir y controlar malezas, plagas y enfermedades en los sistemas agrícolas.
Manejo adecuado del rastrojo, el uso del rastrojo como material de cobertura del suelo durante la
etapa invernal, ha resultado ser de las medidas más efectivas, no sólo para evitar la erosión por su
acción protectora, también mejorando la retención de humedad.
4.2.2.1 Tipos de plagas
Gallina ciega
Gusano de alambre
Diabrotica
Gusano cogollero
Gusano elotero
Gusano soldado
Araña roja
4.2.2.2 Enfermedades
A raíz de la crisis de la deuda externa de México en 1982, la política agrícola y alimentaria que se
había caracterizado por un elevado grado de regulación e intervencionismo gubernamental, inicia
un proceso de cambio como efecto de la aplicación de programas de ajuste estructural de corte
neoliberal. Los tres ejes centrales de este proceso han sido el redimensionamiento del Estado, la
liberalización comercial y la reforma a la legislación agraria (Appendini, 2014; Echánove, 2013a;
Yuñez, 2008). Así, durante los años ochenta del siglo pasado inicia la desaparición de empresas
paraestatales y la consiguiente eliminación o reducción de diversos subsidios para los productores
agropecuarios (al crédito, adquisición de insumos, aseguramiento, almacenamiento, etc.); se
suprimen los precios de garantía (precios mínimos de compra) para la mayoría de los granos;
arranca la liberalización del mercado para los productos agrícolas mediante la adhesión de México
al GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio) (1986); inicia el abandono del gobierno en
extensionismo e investigación, y se desploma la inversión pública en el sector. Durante los años
noventa, se da continuidad a varias de esas medidas, a las que se añaden la profundización de la
apertura comercial mediante la incorporación de México al TLCAN (1994) y, en 1995, la
eliminación de los precios de garantía de dos granos muy relevantes en la dieta mexicana: maíz y
frijol. Igualmente se abandona la política de control de precios al consumidor de los alimentos
básicos, entre los que figura la tortilla, cuyo precio se liberaliza en 1999. Sin embargo, todo lo
anterior no ha significado el fin de la intervención gubernamental, ni de su política de subsidios a
la producción y el mercado doméstico agrícola, sino un cambio en el grado y amplitud en el que lo
hacía, así como en su enfoque e instrumentos, sobre todo en el caso de los granos, que
tradicionalmente han sido los bienes con mayor regulación oficial. A partir de mediados de los
noventa, los apoyos del gobierno se consolidan en programas que se centran en tres rubros
principales: pagos directos a los productores, adquisición de infraestructura y equipo productivo, y
apoyos a la comercialización. Los primeros de ellos se contienen en el programa PROAGRO
Productivo, el más relevante en cuanto a número de productores apoyados y Geographicalia, 67,
2015: 53-76 F. Echánove Huacuja 54 presupuesto asignado, dirigido a todo tipo de productor,
incluyendo los de autoconsumo. En contraste, los otros subsidios, plasmados en los programas
actualmente denominados Apoyos a la Inversión en Equipamiento e Infraestructura, y Prevención
y Manejo de Riesgos, están dirigidos a productores comerciales, beneficiando mayoritaria mente a
los que cuentan con cierto grado de capitalización y organización. Los apoyos del gobierno a la
comercialización de granos empezaron a adquirir relevancia a partir de 1995, pero solo hasta 2003
se empieza a aplicar una política integral que en la última década se ha centrado en el
otorgamiento de subsidios a productores y compradores de granos para protegerse de los riesgos
de mercado, particularmente de las fluctuaciones de los precios internacionales. El programa
mediante el cual se proporcionan dichos subsidios se denomina “agricultura por contrato” (AC), y
son los apoyos gubernamentales que mayor dinamismo han presentado en los últimos años. Sin
embargo, y a pesar de su importancia, son pocos los académicos que los han estudiado (véase
Appendini, 2014; Echánove, 2013b, 2009; Lence, 2012; Fox y Haight, 2010; Steffen y Echánove,
2005), por lo cual resulta relevante que dichos apoyos constituyan nuestro objeto de estudio. Por
ello, analizaremos en este artículo las características del mencionado programa, sus limitantes o
vulnerabilidades, y sus efectos en los productores y empresas involucradas. Elegimos como caso
de estudio el maíz blanco producido en el estado de Puebla, no solo porque conforma el principal
grano producido en México y un buen ejemplo para estudiar la AC, sino porque aporta
conocimientos sobre cómo los subsidios gubernamentales influyen en el destino o mercado de los
productos agrícolas. La metodología utilizada en la investigación incluyó recopilación de
información estadística y hemerográfica, observación participante, y la realización de 45
entrevistas directas a los diversos actores que intervienen en la cadena producción-consumo del
maíz de Puebla, como son productores y sus organizaciones, empresas comercializadoras, firmas
pecuarias compradoras del grano y funcionarios gubernamentales. Esto, con el objetivo de
conocer directamente de dichos agentes su apreciación sobre el programa de AC y sus
experiencias en torno a los efectos (positivos y/o negativos) de estos apoyos. En el segundo
apartado proporcionaremos un breve marco conceptual sobre la AC y su proceso de expansión,
mientras que en el tercero y cuarto reseñaremos la relevancia de la importación de maíz amarillo
en la dependencia alimentaria de México y el papel jugado por la industria de alimentos animales.
En un quinto apartado se describirá la producción de maíz bajo contrato de Puebla y, en un sexto,
se analizarán las características, importancia y estrategias del sector pecuario de Puebla, para en
un séptimo reseñar el funcionamiento y vulnerabilidades del programa. Finalmente, se presentan
las reflexiones finales de la investigación.
Si no tan solo es un problema que afecta a lo social, si no que, en la región de tierra caliente, estos
grupos de personas por así decirlo, toman control sobre la población, ya que estos toman posesión
de algunas jurisdicciones, haciéndose pasar por supuestas empresas agrícolas, aumentando el
precio de insumos exageradamente como: Abonos, plaguicidas, maíces transgénicos, entre otros.
Alternando el flujo de comercio ya sea comprando el maíz de los agricultores a un precio muy bajo
y a su venta un precio elevado para el consumo, mientras que los productores son obligados a
venderles solo a ellos.
Es peor que los daños de un desastre natural. Es otra plaga que pierde las cosechas, ultraja a los
productores, tiene a raya a los campesinos.
El abandono del campo por parte del gobierno federal, en los últimos 30 años, le abrió la puerta al
crimen organizado en el sector.
Por ello, Suárez subraya que la actividad delictiva es un factor de empobrecimiento añadido a las
circunstancias de abandono social.
"Siete de cada diez habitantes rurales están considerados como pobres y esto ha generado la
presión de migrar a ciudades de Estados Unidos, pero al mismo tiempo se ha generado el ciclo
perverso de que los jóvenes se tienen que enrolar al crimen organizado, lo que contribuye al
abandono del gobierno al campo", explica.
"Les pagan 5, 8 o 10 mil pesos mensuales por las tareas más básicas de la estructura del crimen y
de ahí pues ya tienen una perspectiva de ascenso, mientras que el joven, en labores agrícolas, no
tiene perspectiva".
El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) ha sostenido que el quebranto al campo por el crimen
organizado asciende a más de 2 mil 220 millones de pesos anualmente.
"El escenario se repite en varias entidades y en todas las regiones de cultivo de diversos
productos, al grado que comunidades enteras se están desbaratando por la violencia. Es una
realidad que está afectando quizá todavía más que los desastres naturales en términos de su
impacto a largo plazo", consideró el Congreso federal en un punto de acuerdo del 10 de enero
pasado, aprobado a raíz de la denuncia del CNA.
Según la denuncia del Consejo Nacional Agrario, los dueños de tierras llegan a pagar al
crimen 120 pesos por cada hectárea de cultivo al mes, 100 pesos por cada tonelada de grano
embodegada, y un mínimo de mil pesos por hectárea de maíz cosechada, según estimaciones
hechas llegar al Congreso.
En Tamaulipas, el crimen afectó la producción de maíz, sorgo y naranja, por lo que tan sólo en el
municipio de Padilla, la parálisis en la zona citrícola dejó pérdidas de 200 millones pesos en 2017.
En la zona citrícola de esta entidad, los productores y sus familias son víctimas de plagios y
extorsiones por parte del crimen organizado, advirtió en febrero el general Enrique Covarrubias
López, al asumir la comandancia de la Zona de Acción Centro de Ciudad Victoria.
Productores de aguacate revelaron que el cobro de piso persiste en la región y abarca desde
cortadores, hasta empacadores y transportistas.
En Morelos, la producción de aguacate es acaparada por grupos del crimen organizado, por la
compra en efectivo del total de cosechas y hasta parcelas, de acuerdo con una denuncia de
organizaciones campesinas.
En Puebla, los robos de granos en vías ferroviarias han puesto en jaque a los avicultores y
porcicultores de la entidad.
Los amapoleros de Guerrero enfrentan una nueva crisis, pues tanto el precio de la goma de opio
como la demanda de esa resina de amapola -para producir heroína- cayó en los últimos meses.
Según reportes de autoridades federales, mientras el año pasado el kilo de goma costaba
alrededor de 20 mil pesos, este año el precio ronda los 8 mil pesos.
Especialistas han advertido que el desplome del precio y la demanda podría traer serias
implicaciones para cientos de familias de la zona amapolera del estado que dependen
económicamente de la producción de goma.
En Zacatecas, los moches impuestos por el crimen organizado han mermado, y por periodos
paralizado, la producción de frijol y chile, sobre todo en la región sur del estado.
http://www.seguridadjusticiaypaz.org.mx/seguridad/1537-en-mexico-el-campo-le-pertenece-a-
los-criminales
5.1 OBJETIVOS
Reducir el uso de agroquímicos dañinos, reducir la inversión por parte de los agrónomos. Etc.