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Grado Segundo:

II Periodo.
El valor del agradecimiento.
Inicio:
 El propósito es enseñarles a los estudiantes del grado segundo a conocer el valor
del agradecimiento y lo que esto conlleva a la armonía y buena convivencia.
(Fecha por definir):
1. Oración del día (tiempo de duración 5 minutos)
2. Socialización del tema el agradecimiento (que entienden los estudiantes por este
tema) (tiempo de duración 20 minutos)
3. Introducción al tema del agradecimiento (tiempo de duración 30 minutos)
4. Dejar tarea para la siguiente clase (tiempo de duración 10 minutos)
5. Revisión y posterior firmar (tiempo de duración 15 minutos)
Practica 1:
¿Qué es el agradecimiento?: Es apreciar lo que los demás hacen por nosotros, ser
conscientes de su actitud y ayudar creando mutuo compromiso de confianza.
El aprender a dar gracias o agradecer entrega bienestar, como todos los demás valores,
viene de la enseñanza dada en casa. La mejor manera de ser agradecida es dando las
“gracias” y el “por favor”.

TAREA

Traer los siguientes materiales:

 Dos tarros con tapa de plástico medianos.


 Flores hechas con papel seda.
 Colores y plumones de colores.
 Hojas blancas.
 Temperas y pinceles.
 Bata o camisa vieja.

Cierre:
Revisión del cuaderno y fechado con firma.

(Fecha por definir):


1. Oración del día (tiempo de duración 5 minutos)
2. Revisión de los materiales pedidos la clase anterior (tiempo de duración 10 minutos)
3. Realizar la actividad “tarros sobre la gratitud y los deseos” (tiempo de duración 1
hora)
4. Revisión y posterior firmar (tiempo de duración 15 minutos)
Practica 2:
Manualidad sobre el bote de la gratitud y de los deseos:
EJECUCION:

 Pegar en la tapa las flores de papel seda, con silicona.


 Macar en un tarro el nombre del estudiante y la palabra “GRACIAS”. Y en el otro
tarro el nombre del estudiante y la palabra “DESEOS”.
 Decorar con la pintura y pinceles.
 Con las hojas y los plumones los estudiantes escribirán las cosas buenas que les
han pasado a lo largo del año. Ejemplo, hice nuevos amigos, me fue bien en todas
las materias, no he tenido enfermedades, he aprendido nuevas cosas, etc.
 Con las hojas y los plumones los estudiantes escribirán los deseos que tengan para
este 2019.
 Cada 8 días en clase se leerán las cosas por las que están agradecidos.

IMPORTANTE: Pedir la colaboración de los padres de


familia del grado Segundo donde escribirán todos los
días la acción que agradecen, será calificado cada clase
hasta finalizar II periodo.

Cierre:
Revisión del cuaderno y fechado con firma.

(Fecha por definir):


1. Oración del día (tiempo de duración 5 minutos)
2. Video y posteriores preguntas sobre la fábula “La hormiga y la paloma” (tiempo de
duración 1 hora)
3. Revisión y posterior firmar (tiempo de duración 15 minutos)
Practica 3:

https://www.youtube.com/watch?v=V60zA7N6gCQ

La paloma y la hormiga. Obligada por la sed, una hormiga bajó a un arroyo;


arrastrada por la corriente, se encontró a punto de morir ahogada.
Una paloma que se encontraba en una rama cercana observó la emergencia;
desprendiendo del árbol una ramita, la arrojó a la corriente, montó encima a la hormiga y la
salvó. La hormiga, muy agradecida, aseguró a su nueva amiga que si tenía ocasión le
devolvería el favor, aunque siendo tan pequeña no sabía cómo podría serle útil a la paloma.

Al poco tiempo, un cazador de pájaros se alistó para cazar a la paloma. La hormiga, que se
encontraba cerca, al ver la emergencia lo picó en el talón haciéndole soltar su arma. El
instante fue aprovechado por la paloma para levantar el vuelo, y así la hormiga pudo
devolver el favor a su amiga.

Preguntas para contestar:


a) Encierra en un círculo las palabras desconocidas
b) ¿Qué les pareció la fábula?
c) ¿Por qué la hormiga estaba agradecida con la paloma?
d) Cual es la moraleja para ti
e) ¿Qué tiene que ver esta fábula con la gratitud?
f) ¿Qué otro valor encuentras en la fábula?
e) Realiza un dibujo referente a la fábula.
g) Por qué crees que el agradecimiento es importante?
F) Menciona una situación en la que tu hayas sido agradecido o agradecida.

1. Un regalo para una persona especial.


Se realizará una actividad donde los estudiantes creen dibujos, tarjetas o adornos con
colores, pinturas y materiales de la naturaleza para que se los obsequien a las personas
que más quieren como manera de agradecimiento.
MATERIALES:

 Hojas de papel iris.


 Pinturas y pinceles.
 Cinta.
 Colbón.
 Naturaleza (parque).
 Colores y plumones.
EJECUCIÓN:

 Realizar tarjetas, dibujo o adornos para que les regalen a las personas con las que
están agradecidos. CLASE 13 Y 20 DE MAYO.
2. Cuento del gigante generoso:
Contestar las siguientes preguntas:

 ¿Crees que el gigante hizo bien al ayudar a los ratoncitos cuando ellos le robaban
su comida?
 ¿Por qué los ratoncitos ayudaron al gigante cuando este lo necesito?
 ¿Tu harías lo mismo de los ratoncitos por el gigante? ¿Por qué?
 ¿Tu harías lo mismo del gigante con los ratoncitos? ¿Por qué?
 Te gusto el cuento. ¿Por qué?
 Crea una moraleja para este cuento sobre la gratitud.
 Realiza un dibujo sobre este cuento. CLASE 27 DE MAYO.
Había una vez un gigante que vivía oculto en una casa construida
dentro de una cueva en una gran montaña. Con mucho esmero, el
gigante había puesto un suelo de madera para igualar el piso y
había construido una fachada con ventanas y una gran puerta para
aislarse del frío en invierno y evitar que nadie invadiera su hogar.
Durante el invierno, el gigante no podía salir de su casa debido a la
nieve. Por eso, durante la primavera y el verano el gigante se
dedicaba a recoger granos, frutos y hierbas y las almacenaba para pasar el invierno.
También recogía leña para calentarse y compraba leche para hacer queso.
Una día de primavera, cuando el gigante llegó a casa, descubrió unos pequeños agujeros
en el suelo de madera. El gigante observó y vio que una familia de ratones se había
instalado bajo su suelo. El gigante no le dio importancia, y siguió a lo suyo, como siempre.
Al día siguiente, al llegar a casa, observó que el saco que usaba tenía un pequeño agujero
por el que se iban cayendo algunos frutos y granos. El gigante no le dio mucha importancia. Vació
el saco, lo cosió y volvió a bajar a por más.
Pero al día siguiente, cuando regresaba, descubrió que el agujero estaba ahí de nuevo. Lo volvió a
coser, pero al día siguiente volvió a pasar lo mismo.
Así estuvo varios días hasta que descubrió que los ratones hacían el agujero cuando él dejaba el
saco en el suelo para abrir la puerta y así coger los frutos que se caían al suelo.
-¡Ay, picarones! -dijo el gigante-. Si no me volvéis a romper el saco os dejaré un puñado de frutos
para vosotros cada vez que traiga uno.
Cuando al día siguiente el gigante comprobó que su saco no estaba roto cumplió su palabra y dejó
un gran puñado de frutos en el suelo. En cuanto el gigante se escondió, los ratones cogieron lo que
les había dado y se escondieron de nuevo.
En otra ocasión, el gigante observó que las migas de pan y restos del queso que caían al suelo
desaparecían en cuanto se levantaba de la mesa para ir a buscar algo con que limpiarlos. El
gigante no le dio importancia y siguió como siempre.
Pero un día vio que los muchos de los quesos que almacenaba estaban mordisqueados. Y era una
lástima, porque así los quesos se estropearían antes. El pan también estaba mordido y había
muchos agujeros.
-¡Ay, picarones! -dijo el gigante-. Si no volvéis a mordisquear mis quesos y mi pan os cortaré unos
trocitos para vosotros todos los días.
En cuanto los ratones vieron que el gigante dejar trozos de pan y de queso junto a las migas de su
almuerzo no volvieron a mordisquear la comida del gigante.
Finalmente llegó el invierno. El gigante seguía dejando los restos de comida a los ratones y le
ponía un poco más para que no pasaran hambre. Pero ese año fue mucho más largo de lo
habitual, y el gigante empezó a quedarse sin comida.
Los ratones, al darse cuenta de que el gigante les dejaba menos comida, salieron a ver qué
pasaba. Entonces descubrieron que la despensa estaba casi vacía.
Los ratones, preocupados por su amigo el gigante, decidieron ayudarle para que no muriera de
hambre. Y así, todas las noches, los ratones salían de su escondite y subían a la mesa del gigante
frutos, granos y trocitos de queso y de pan que habían almacenado gracias a la generosidad del
gigante.
El gigante se sintió muy afortunado de tener tan bueno compañeros. Y así siguieron conviviendo
por muchos años.

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