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LA ALABANZA Y LA ADORACIÓN
1- PREPARAR CON TIEMPO EL SISTEMA DE SONIDO Y LOS INSTRUMENTOS
Se debe probar con tiempo el sistema de sonido.
Hacer todas las conexiones con tiempo.
Por lo general ya queda todo armado, es lo ideal si se usan siempre los mismos
equipos, pero si por razones de seguridad, se guardan todas las cosas, hay que
armarlas con tiempo. Se debe hacer la prueba de sonido antes de que entre la
gente.
Revisar que todo funcione.
Armar con tiempo los instrumentos, sobre todo aquellos que necesitan afinación.
Que los cantantes puedan hacer ejercicios de calentamiento para preparar la voz.
La tarea es triple
I- En la Dimensión Vertical
PRIMERA REGLA: La alabanza debe ser estar enfocada en dirección vertical. La
dimensión vertical es la que representa la búsqueda, la comunión y la interacción con Dios,
con el que está arriba, en los cielos, el Altísimo, el Alto y Sublime. La verticalidad es la relación
directa con Dios.
Tenemos entonces una primera regla: la alabanza debe estar enfocada en dirección vertical.
Es decir, la alabanza debe estar dirigida a Dios, la alabanza se tiene que centrar en Dios, se
tiene que enfocar en Dios, tiene que apuntar hacia arriba como dice el salmista en el salmo
123.1: A ti alcé mis ojos, A ti que habitas en los cielos.
En otras palabras, cuando alabamos y adoramos la alabanza y adoración tiene que estar
enfocada en Dios.
Salmo 42:4 Me acuerdo de estas cosas y derramo mi alma dentro de mí, de cómo
yo iba con la multitud y la conducía hasta la casa de Dios, entre voces de alegría
y de alabanza del pueblo en fiesta.
Cuando los ministros están enfocados en Dios. Cuando los ministros están
concentrados en entrar en la presencia de Dios, en ese ambiente se puede sentir la
presencia de Dios y en ese ambiente el pueblo puede entrar en la presencia de Dios.
A veces estamos tan pendientes del pueblo de la gente, que perdemos de
vista la presencia de Dios.
2- SE PIERDE EL ENFOQUE VERTICAL CUANDO SE MINISTRA POR
MOTIVOS EGOCÉNTRICOS. Lamentablemente nunca podemos escapar de
gente que busca el ministerio por motivos egocéntricos. Gente que no busca darle la
gloria a Dios, son ministerios que no están enfocados en la dimensión vertical. El
apóstol Pablo decía: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria antes bien con
humildad”. Tristemente hay muchos elementos en el ministerio que se mueven por
vanagloria y por contienda es decir compitiendo por ser el mejor.
Recapitulando:
La primera dimensión que tenemos que buscar es la vertical.
El enfoque tiene que estar en Dios, en agradar a Dios, en entrar en su presencia.
No debemos perder el enfoque:
- No podemos estar más pendientes de la gente que de Dios. Servimos a Dios.
- No podemos ministrar con motivaciones mal dirigidas.
- Nuestro enfoque no está en confrontar al enemigo sino en exaltar a Dios.