Está en la página 1de 336

Mi jefe es un idiota

Carolina Gutiérrez

1
Copyright Information

This ebook was automatically created by FicLab


v1.0.65 on February 23rd, 2022, based on content
retrieved from www.wattpad.com/story/230467593.
The content in this book is copyrighted by Carolina
Gutiérrez or their authorised agent(s). All rights are
reserved unless explicitly stated otherwise. Please do
not share or republish this work without the express
permission of the copyright holder.
If you are the author or copyright holder, and would
like further information about this ebook, please read
the author FAQ at www.ficlab.com/author-faq.
This story was first published on July 25th, 2020, and
was last updated on January 30th, 2022.
FicLab ID: LEeGZUXv/l008im9d/B0700E5

2
Table of Contents

Cover
Title Page
Copyright Information
Table of Contents
Summary
Personajes
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.

3
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Final.

4
Summary

title Mi jefe es un idiota


author Carolina Gutiérrez
source https://www.wattpad.com/story/230467593
published July 25th, 2020
updated January 30th, 2022
words 48,544
chapters 35
status Complete
rating Unknown
Amor-odio, Amorinesperado, Complete, Enemigos,
tags
Jefe, Romance

Description:
Sara Sanderson es una chica que tiene el trabajo de sus sueños,
con el mejor jefe que puede existir.
Todo cambia cuando su jefe decide dejarle la empresa a su hijo
Mart Welker, un tipo arrogante que sacará la peor parte de Sara.

5
Personajes

Sara Sanderson.
Mart Welker.
Sra. Sanderson.
Sr. Welker.
Sra. Welker.
Melissa.
Esteban.
Tiffany.

6
Capítulo 1.

Hoy me levanté temprano, ya que tengo una junta


muy importante, me da un poco de pereza pero todo
vale la pena.
Tengo 25 años y tengo el trabajo que soñé en la
Welker’s, la empresa más importante de ropa, soy la
asistente del presidente.
Tuve que esforzarme mucho en la universidad para
graduarme con el mejor promedio y poder entrar a
esta empresa y para hacer sentir orgullosa a mi
mamá, ella ha sacrificado mucho por mí, no es fácil
ser madre soltera con tan solo 17 años con todas las
personas juzgando en lugar de ayudar, pero aún así
ella logró darme todo lo que necesité, logró ser
dueña de una pequeña cafetería con la que me sacó
adelanté, en la cual, algunas veces le ayudo a
atender.
Pero en fin, tengo que apurarme porque no quiero
llegar tarde al trabajo y menos hoy que el señor
Welker nos dará un aviso importante.
Al llegar a la sala ví a mamá en la cocina
haciendo el desayuno.

7
— Buenos días mamá ¿Cómo amaneciste?
— Hola hija, muy bien gracias, ya está el
desayuno, siéntate.
— Lo siento mamá pero ya me voy, hoy tengo
que estar media hora antes para supervisar que la
sala de juntas esté lista.
— Está bien, pero comes algo allá y ten cuidado -
dijo dándome un beso en la mejilla-.
— Lo prometo mamá, te quiero.
— Yo también pequeña.
Salí acomodando mi saco y tome un taxi, cuando
me subí revisando las cosas que ya estaban listas y
lo que falta.
Confirmar asistencias ✓
Comida para la junta✓
Carpetas✓
Encontré muchas otras cosas, no sé porque el señor
Welker se toma tantas molestia en ésta junta,
supongo que este cliente es muy importante.
Cuando iba a bajar del taxi recibí una llamada de
Melissa, la recepcionista de la empresa en el piso
que trabajo y mi mejor amiga.

8
—¿Bueno?— dije al responder.
—¿Cuanto falta para que llegues ?
—Cómo 10 segundos — dije bajando del taxi —
¿por qué?
— Genial, te necesitamos para que órdenes todo
aquí, nadie sabe dónde va cada cosa.
— Dejé la hoja donde lo indica en tu escritorio.
— ¿Cuál ho… esa hoja.
— Voy a colgar, ya estoy en el ascensor.
Y así es como empieza otro día de trabajo, sí no
amara este trabajo y no tuviera al mejor jefe ya
habría renunciado en el primer mes.
— Perdón amiga por lo de la hoja, te juro que no
la ví — dijo Mel cuando entré.
— No te preocupes, solo hay que apresurarnos
para tener todo listo.
— A la orden jefa — dijo haciendo un saludo
militar — pero mientras lo hacemos cuéntame
porqué hacemos todo esto.
— Ni yo misma lo sé, el señor Welker solo dijo
“en una semana daré la junta más importante que he

9
dado, así que, te pido que hagas cargo de todo para
que salga perfecto”
— Solo espero que sea una gran noticia, nunca
habíamos trabajado tanto en una junta.
— Lo sé, ahora tengo que ir a acabar de organizar
todo.
Fui a ver qué todo estuviera en orden, llevo
planeándolo una semana y aún así estoy preocupada.
En eso llegó el señor Welker tan sonriente como
siempre.
— Buenos días señor.
— Buenos días señorita Sanderson, veo que ya
está todo listo.
— Sí señor, la comida llegará a las 10,
confirmaron todos los inversionistas y los lugares ya
están asignados.
— Perfecto, en media hora compensará la junta,
voy a mi oficina, me llamas cuando todos estén en
su lugar. Compermiso.
De todos los días que he trabajado aquí es la
primera vez que solo me tengo que encargar de una
junta y estoy más estresada que todos los demás días
juntos, estoy muy nerviosa porque al parecer esto es

10
muy importante y el hecho de hacer algo mal y que
por culpa de ello esto salga mal es horrible.
Recuerdo mi primer día aquí, me equivoqué de
junta e hice que fuéramos al lugar incorrecto.
Creí que me despediría después de eso, pero solo me
dijo “no te preocupes, eso le pudo pasar a
cualquiera, solo reprograma la junta y trata que esto
no pase de nuevo” después de eso me esforcé más
hasta que me volví muy capas.
Salí de mis pensamientos por unos gritos.
Cuando salí para ver lo que sucedía ví a un chico
alto, de cabello castaño, con rasgos definidos pero lo
que más me llamó la atención fueron sus hermosos
ojos azules.
________________&&&_________________
Aquí el primer capítulo, espero les guste el
primer capítulo y lo disfruten tanto como yo al
escribirlo.
Trataré de subir uno o dos capítulo por
semana, dependiendo la inspiración.

11
Capítulo 2.

El chico de lindos ojos le estaba gritando a


Melissa.
— ¿Qué te pasa, tienes idea de cuánto cuesta este
traje?
— Lo siento de verdad — dijo ella asustada.

— Pasa que ésta inepta manchó de café mi traje


— mencionó el chico muy molesto
— No era mi intención, es solo que usted salió de
la…
— ¡Ahora es mi culpa su incompetencia!.
— Señor, podemos mandar a la tintorería su traje
pero no es necesario los insultos — dije tratando de
solucionar esto.
— ¿Usted cree que con solo mandarlo a la
tintorería bastará? Es igual de incompetente que su
compañera-.

12
— Mire, es la única solución que le puedo ofrecer
y exijo que sea más respetuoso, ya le pidió disculpas
y nos ofrecimos a reparar el daño ¿Qué más desea?
— Ya estaba molesta y levanté la voz
— ¿Tiene idea de quién soy?
— Al parecer una persona que no tiene la más
mínima idea sobre educación — dije ya furiosa
— Le exijo que se disculpe.
— Usted es el que se debe disculpar, además, no
tengo porqué disculparme con un…— en eso sonó la
alarma de que empezaría la junta — no tengo tiempo
de discutir con usted.
Sin más me fui a la oficina de mi jefe para
avisarle que la junta empezaría dentro de 10 minutos
y teníamos que estar en la sala de juntas.
— Está bien, vamos— me dijo el señor Welker.
De camino a la sala de juntas solo podía pensar
en quien era ese idiota y qué hacía en las empresas
Welker. Espero no sea el importe inversionista de
hoy, porque de seguro me despedirán, aunque
pensándolo bien… sería que no quiera hacer la
inversión aquí.

13
— Bueno, como saben ésta reunión es muy
diferente a las otras que hemos hecho y se
preguntarán la razón, sin embargo, quiero empezar
por recordar todos los logros de la empresa para ser
lo que es ahora— dijo el señor Welker con una
sonrisa característica de él — señorita Sanderson me
hace el favor de proyectar el vídeo.
“Así que eso contiene el vídeo” pensé, pues
desde hace una semana me lo entregó y me dijo que
no lo viera hasta la junta.
Sin más puse el vídeo donde pasaban a los
abuelos del señor Welker cuando recién empezaron
la empresa y como poco a poco lo fue progresando,
empezó a crecer y teniendo mayor importancia en el
mundo de la moda hasta lograr lo que ahora es, pero
lo que nadie entendió fue el final, ya que tenía un
escrito que decía “es hora de dar paso a una nueva
generación”.
— Espero fuese de su agrado ésta pequeña reseña
de la historia de la empresa, sé que se preguntarán
sobre a qué hace referencia al final y eso es la razón
por la que estmos reunidos hoy — hizo una pausa—
he decidido dejar la presidencia de las empresas
Welker y dejar a cargo a mi hijo Mart Welker, él ha
estudiado en las mejores escuelas y ha estado en

14
muchos eventos que sin duda respaldan mi decisión,
sin más, les presento a su nuevo presidente.
Cuando se abrió la puerta para que entrara el
nuevo presidente, vi esos ojos azules que tanto
detesto, efectivamente era el patán de esta mañana.
Creo que acabo de dejar de respirar, por favor
díganme que es una pesadilla. Ese idiota no puede
ser mi nuevo jefe.
— Gracias papá por tan buena presentación. Será
un placer para mí ocupar un puesto tan importante—
volteó a vernos y cuando me vio su sonrisa se
agrandó — las cosas cambiarán, pero no se
preocupen, que será para mejorar.
— ¿Qué le pasó a tu saco? — pregunto el señor
Welker señalando la mancha de café.
— Solo un pequeño incidente papá— dijo
volteando a verme.
Creo que mi cara justo ahora es roja y no sé si de
la vergüenza o de enojo por lo de ésta mañana.
— Está bien, continuemos. Confío plenamente en
que le darán el mismo apoyo que me han dado a mí
y también confío en mi hijo que ayudará a crecer
esta empresa.

15
Con lo idiota que es lo dudo, pensé.
— Dijo algo señorita Sanderson— dijo el señor
Welker.
Dios, pensé en voz alta, algo peor que este día no
existe. Pero sigue creyendo que levantarte con el pie
izquierdo es solo superstición…
— Nada señor Welker, solo pensaba.
— Bueno, ahora presentaré a todos— empezó a
decir nuestros nombres y cargos.
— Sin más me retiró señores, dejaré que mi hijo
les dé instrucciones y terminando está preparado un
almuerzo.
Todos esperamos en silencio a que el señor
Welker salga y que el… Esperen, también es señor
Welker ¿Ahora qué? Bueno, el joven Walker dé
instrucciones.
— Bien como ya lo mencioné las cosas van a
cambiar, ya he visto el trabajo de todos y me
gustaría tener una reunión mañana con los
inversionistas que hoy están presentes para aclarar
algunas cosas, los trabajadores lo veremos después
del almuerzo, pueden retirarse — me levanté para
irme pero su voz me lo impidió— usted la asistente.

16
Es tan tonto que no puede recordar mi nombre,
valla.
Volteo a verlo con la sonrisa más fingida que puede
existir.

— La espero en mi oficina cuando termine de


recoger aquí — sin más, se fue.
Después de 15 minutos que organicé lo de la
comida y todos ya comiendo, me fui a la oficina del
señor Welker. Toqué y escuché un “adelante”
— Ya estoy aquí joven Walker.
— Al fin, empezamos por aclarar que no voy a
dejar pasar sus insultos de esta mañana.
— Lo entiendo señor — Estoy despedida.
— Ahora que sabe quién soy ¿Va a disculpase?
— No— dije muy segura — si lo hago es aceptar
que hice mal al defender a alguien y decir que está
bien que insulte a las personas. Además, su cargo no
justifica lo que hizo, nada lo hace.
— Perfecto, entonces está despedida— me quedé
paralizada con esa frase — ¿ahora si tiene algo qué

17
decirme?
— Lo lamento… — el sonrió.

18
Capítulo 3.

— Lo lamento— el sonrió
— Al fin entra en…— lo interrumpí.
— Lamento que el señor Welker deje a un idiota
como usted la presidencia.
— ¿Cómo se atreve?— dijo muy sorprendido.
— ¿Era todo lo que necesitaba? porque tengo
mucho que recoger.
Salí de la oficina totalmente enojada, bueno,
también triste porque ya perdí el trabajo por el que
tanto me esforcé.
— ¿Qué pasó Sara? — me preguntó preocupada
Melissa cuando me vio salir de la oficina.
La abracé fuerte y ella me correspondió.
— Creo que ya no nos veremos más en el trabajo
— dije sonriendo.
— ¿Por qué?
— Me acaban de despedir.

19
— El señor Welker nunca haría eso.
— Lo sé, pero el nuevo presidente es su hijo, el
tipo al que le tiraste el café.
— ¡Dios!, esto pasó por mi culpa ¿verdad?.
— Claro que no, soy adulta y tomo mis
decisiones.
— Si tú te vas, yo también.
— Tú no te vas, tu familia necesita el dinero.
— Pero eres mi amiga y no te dejaré sola.
— Prométeme que no vas a renunciar y mejor
ayúdame a empacar todo.
— Pero…— la vi con cara de “no acepto un
no”— está bien.
Entramos a mi oficina a guardar todo y entre risas
que me hicieron olvidar esto, terminamos.
Al salir de la oficina vi al señor Welker que venía
para acá y me miró confundido.
— ¿Te mudas de oficina?
— Emmm…

20
— La acaban de despedir— dijo mi amiga y yo la
fulmine con la mirada.
— ¿Eso es cierto? — dijo serio, pocas veces lo he
visto así.
— Sí, pero no se preocupe…— no me dejó
terminar.
— Él me va a escuchar, será el jefe, pero no
puede llegar y despedir a alguien en su primer día.
— Técnicamen…— me miró como diciendo
“cállate” — está bien, no dije nada.
Se fue a la oficina de su hijo.
Espero no ocasionar problemas, yo fui la que no
quiso disculparse y no me arrepiento, pero si el
señor Welker me defiende va a parecer que fui
corriendo con el chisme para que me defienda.
— ¿Por qué le dijiste?
— Lo lamento, pero él puede evitar que te
despidan.
— Ya te había dicho que yo soy responsable de
mis acciones, ahora espero que esto no salga mal.
— Despedida ya estás, ¿Qué más te puede pasar?

21
— No sé, tal vez que el señor Welker peleé con
su hijo y se divida la familia.
— Ya, tranquila, mejor vamos por un té para que
te relajes.
— Está bien.
Llegamos a la cafetería de la empresa y pedimos
dos tés y nos sentamos en una mesa.
— Creo que moriré sola — dijo dramáticamente
mi amiga después de contarme el desastre de cita
que tuvo ayer.
— Tal vez no es el momento, relájate, ya llegará
el indicado.
— ¿Y tú? ¿para cuándo una cita?
— Eso no va a suceder, de lunes a sábado trabajo
aquí y el domingo trabajo con mamá, no tengo
tiempo.
— La vida es más que trabajo, sal y compórtate
como la joven que eres.
— Creo que después de hoy tendré mucho tiempo
para eso — dije riendo.

22
— Ya verás que el señor Welker solucionará todo,
es más, creo que es hora de regresar y saber que
pasó.
— Eres una chismosa, pero vamos.
No hablé de camino de regreso; ciento de
imágenes de el señor Welker y su hijo peleando me
pasaron por la mente, de mí siendo aún más odiada
por Mart Welker, ya no sé qué pensar de cómo salió
esto, pero creo que lo menos que sucederá es que
regrese al trabajo.
Al llegar a la recepción vi al señor Welker salir
junto a su hijo a la recepción.
— Todo listo señorita Sanderson— dijo el señor
Welker — pasa a hablar con mi hijo a la oficina.
Esto en lugar de relajarme me asustó más, voltee
a ver a Mel y ella solo me levanto el pulgar como
signo de apoyo, no muy convencida fui a la oficina,
me sentía como si fuera por mi sentencia.
— Cierre la puerta después de entrar — dijo el
señor Mart — tome asiento.
Le hice caso y me senté en frente de él, yo ya
estaba rogando salir viva de aquí.
— ¿Qué sucede?

23
— No te hagas la inocente, sabías que no te
puedo despedir hasta dentro de dos años y por eso
me hablaste así.
— ¿De qué habla?
— Finge que no lo sabes, pero no te creo nada y
encima vas de chismosa con mi papá, claro, como ya
no pudiste contra mí, fuiste a hacerte la víctima.
— No le voy a permitir que me hable así por más
mi jefe que sea.
— ¿Qué vas a hacer? Contarle a mi padre,
adelante, pero que te quede claro que te voy hacer la
vida imposible hasta que renuncies.
— Sabe que no desisto fácil, buena suerte.
— Te diría lo mismo, pero yo no te deseo suerte,
ya puede regresar a hacer lo que es su trabajo.
Regresé a acomodar todas mis cosas y continuar
con los pendientes, porque dudo que el señor Welker
vaya a las juntas planeadas de hoy.
__________________&&&_______________
Perdón por apenas subirlo, pero apenas pude
hacerlo.

24
Espero les guste.

25
Capítulo 4.

Desperté por el sonido de la alarma, por primera


vez desde que trabajo en empresas Welker no tengo
esa alegría de ir al trabajo.
Me levanté, me bañé y me puse el uniforme que
me mandó el joven Walker, la verdad no es tan malo,
ya que, es muy formal al igual que la ropa que
siempre llevo al trabajo.
— Buenos días mamá.
— Buenos días hija ¿Hoy si desayunas aquí?
— Sí, tengo tiempo. Gracias.
Mamá me sirvió unos deliciosos hot cakes con un
batido de fresa.
— Ayer no me contaste cómo te fue en la junta.
— La junta salió bien — “lo único que salió
bien” pensé.
— ¿Pero?
— ¿Cómo sabes que hay un pero?
— Te conozco ¿Qué sucedió?

26
— El señor Welker dejó de encargado a su hijo y
digamos que es una persona complicada.
— Es una pena que el señor Welker se vaya —
Mamá lo conoce porque un día vino a comer aquí
junto a su esposa y se hicieron amigos — Pero si es
hijo de él entonces debe tener algo de su padre.
— Espero que sí, de lo contrario será muy
complicado.
— Ya verás que solo es cuestión de tiempo.
— Gracias mami, bueno, ya me voy.
— Adiós, ten cuidado.
Salí de casa y tomé el taxi, mientras estaba de
camino pensé en lo que dijo mamá, es cierto, el
señor Welker debe tener algo de su papá o mamá y
los dos son muy buenas personas, así que solo tengo
que encontrar algo bueno en él.
Llegué a la oficina 20 minutos, se nota que me
levanté temprano. Al llegar encuentro a Melissa
contestando el teléfono.
— Hola Mel — dije cuando colgó.
— Hola Sara, te tengo malas noticias.

27
— ¿Qué sucede?
— Adivina quién me acaba de llamar molesto y
te espera en su oficina.
— ¿QUÉ? ¿Ya llegó? — bueno, es obvio que sí.
— Sí y es mejor que no lo hagas esperar.
— Está bien, te veo al rato.
Caminé hasta la oficina del jefe y toqué tratando
de que mis golpes no demostrarán mi enojo solo
escuché su “pasé”.
— Buenos días señor.
— Buenas tardes dirá. ¡Llega tarde!
No entiendo nada, según yo, no es cambio de
horario, así que incluso es temprano, para
comprobar mire mi reloj y marcaba las 7:49 estaba a
tiempo.
— Disculpe pero no entiendo, mi hora de llegada
es a las 8:00 y todavía faltan 10 minutos.
— Se equivoca, su hora de entrada es media hora
antes de que yo llegue, no importa si yo quiero
llegar a las 6 de la mañana ¿Me entendió?

28
— ¿Para que llegar media hora entes? Y ¿Cómo
se la hora a la que debo llegar?
— Quiero todo listo cuando llegue, no como hoy
que no tiene ni las juntas programadas ya le mandaré
un día antes a su teléfono un mensaje con la hora —
apenas iba a preguntar cómo tiene mi teléfono
cuándo el responde— si se pregunta cómo lo tengo,
está en su expediente.
— Está bien, pero sí tengo programadas las
juntas.
— ¿En serio? Quiero verlas.
Le entregué la libreta donde están todas las juntas
de esta semana ya programadas.
— Está mal — ¿Qué le pasa? Si yo las verifiqué
el fin de semana — éstas son las juntas de mi padre.
— Pero…
— Pero nada, quiero que cancele todas las juntas
y agregue solo las que le diga.
— Señor, son juntas importantes.
— Le estoy dando una orden, no le pregunté si
estaba de acuerdo.

29
Tranquila Sara, respira, recuerda que matar a
alguien es un delito y no quieres ir a prisión.
— Está bien señor — como a usted no le costó el
fin de semana para confirmar— ¿necesita algo más?
— Sí, quiero un café con leche y dos cuadras de
azúcar, espumoso y no lo quiero demasiado caliente.
— Ahora lo mando a pedir.
— Quiero que usted vaya por él, que para eso se
le pago — Me dan ganas de traer el bendito café
caliente y tirarlo directo en su cara — ¿Qué espera?
¡Es para hoy!
— Me retiro — porque si escucho otra palabra de
él me va a dar igual terminar en prisión.
Salí de la oficina echando humo por el enojó, es
un odioso niño rico, si tiene algo bueno está muy
muy dentro de él.
— ¿Ahora qué te dijo?
— Me dijo que llegue tarde, después me hizo
cancelar las juntas que tanto me costaron conseguir
y luego me mandó a traer un café.
— Tranquila ¿Quieres que pida el café?

30
— No, quiere que yo vaya por él y el problema
no es lo que me pide, sino su manera de pedir, sé
que es mi jefe, pero me pide las cosas como si me
quisiera humillar.
— Nada que ver con su papá.
— Lo sé, bueno, me voy por su café antes de que
se enoje.
Fui a la cafetería que está enfrente y pedí el café
tal cual dijo, revisé que estuviera bien y me fui a
pagar.
La verdad me sorprendió que pidiera ese café, con
su forma de ser pensé que me pediría uno negro, sin
azúcar que coincide con él, pero bueno, incluso se
me antojó, así que pedí otro para mí.
Llegué y lo lleve directo a su oficina, toqué y su
típico “pase” se escuchó.
— Aquí está señor — le entregué su café y
cuando iba a salir su voz me detuvo.
— Quiero que sea la última vez que escucho que
me compara con mi padre— Al principio no entendí,
pero supongo que se refiere a mi conversación con
Melissa— supongo que le tiene aprecio, pero
ahora… yo soy su jefe.

31
Tiene razón, no tiene comparación, jamás llenará
el lugar de su padre — pensé.
— ¿Qué ha dicho? — ¡No! volví a pensar en voz
alta
_________________&&&________________
El problema entre ellos apenas comienza.
Espero les guste este capítulo, está vez sí está
puntual.

32
Capítulo 5.

— ¡Vuelva a repetirlo! ¿o es que no se atreve?—


agregó él molesto.
— No era mi intención… — dije apenada.
— Pero es lo que piensa ¿No? — ¿ahora qué
hago?— dejeme decirle que lo que usted opine me
tiene sin cuidado, puede que yo no sea como mi
padre, pero aún así soy mejor que usted y que todos
los trabajadores de este lugar.
Es la persona más arrogante e idiota que he
conocido en mi vida, cómo se atreve a menospreciar
a las personas así.
— Sabe, algo que debe tener un líder es que
reconoce el valor de las demás personas y no solo el
suyo — mencioné.
— Sabe, algo importante en los empleados es que
cumplan las órdenes y respeten a sus superiores—
dijo molesto.
Suspiré, sé que si discuto con él solo me meteré
en problemas y eso es lo que menos quiero ahora.

33
— Si no desea algo más, me retiro.
— Espero que termine lo que le pedí antes de la
hora de comida. Váyase.
No dije nada más y me retiré, sé que pensaran
que enfrentar a su jefe es tonto y la verdad lo es,
pero ¿Qué se supone que debo hacer cuando alguien
humilla a los demás?
Al salir de la oficina me encontré con un chico
alto, no tanto como el idiota de mi jefe pero alto,
cabello negro y sedoso, ojos cafés obscuros y labios
gruesos.
Sonrió al verme y se acercó.
— Hola, ¿Cómo te llamas preciosa?— dijo de
manera coqueta.
— Deja de coquetear con mi asistente— dijo mi
jefe en tono molesto mientras salía de su oficina.
— Hola Esteban ¿Cómo has estado? ¿Qué tal el
viaje? Bien, gracias por preguntar— dijo sarcástico
el chico que supongo se llama Esteban.
— Lo siento Esteban ¿Quieres pasar a mi
oficina?

34
— Ahora el señor formal tiene oficina— dijo
haciendo una cara rara de “elegancia” y no pude
evitar reír.
— Esteban ¡ya!, a mi oficina ahora — Dijo
Welker molesto
— Hasta tu asistente es más divertida que tú.
Chócala — no dije nada y solo chocamos las palmas
de nuestras manos.
— Señorita Sanderson, según recuerdo, tiene
mucho trabajo y si no le es suficiente le puedo dar
más, ahora vaya al piso de abajo por unos papeles
que están en la oficina del señor Miller.
— Con permiso — dije y me retiré.
— Me debes tu nombre hermosa— yo solo reí y
me fui de allí.
Llegué al elevador para ir por los papeles que
necesito y justo ahora recordé por qué casi no vengo
aquí.
— ¿A qué se debe que nos honres con tu
presencia? — dijo Andrea sarcásticamente como
siempre, la secretaria del señor Miller.
— No sabía que amaras tanto mis visitas, ahora
vendré más seguido— dije — vengo por unos

35
papeles que el señor Welker me encargó.
— Hablas de tu nueva víctima.
— No, hablo de mi jefe.
— O vamos, ambas sabemos que te vas a meter
con él igual que con el otro señor Welker — dijo
sonriendo — aunque no te culpo él es muy guapo.
Hasta yo lo haría.
Para que entiendan lo que pasa y porqué nos
llevamos mal, ella es tres años mayor que yo y al
igual que a mí le dieron la oportunidad de trabajar
aquí, pero el puesto que yo tengo, en ese momento
no estaba vacante y por ello le dieron el que tiene,
cuando despidieron al antiguo asistente del señor
Welker ella pensó que era su oportunidad para tener
el puesto, pero el señor Welker decidió contratar a
alguien mas. Ahí es donde entro yo, me contrataron
a mí y ella dijo que fue por acostarme con el jefe, lo
cual obviamente es mentira.
— Mira, no todas somos como tú y créeme que si
pudiera te cambiaría de puesto. Ahora, ¿puedes
hacer tu trabajo y traerme los papeles?
Al fin se levantó por los papeles y me lo trajo.
— Ten, para que sigas fingiendo trabajar.

36
— A diferencia de tí, yo tengo mucho trabajo.
Me fui directo a mi oficina, este día no puede ser
más estresante, no me quejo del trabajo que tengo
que hacer porque el trabajo es una bendición, pero
siempre he tenido que lidiar con Andrea y su odio y
por si fuera poco, mi nuevo jefe también me odia.
Me la pasé toda la tarde en la oficina, no salí a
comer, pues tenía que terminar de posponer las
juntas y revisar los papeles, terminé comiendo en la
oficina, pero al fin termine con los pendientes.
Llegué a su oficina para entregarle los papeles y
mostrarle la nueva agenda, para mi suerte no tuve
que tocar, ya que él estaba saliendo.
— Señor, ya terminé lo que me pidió.
— No los puedo revisar ahora, me voy a comer,
se tardó mucho.
¿Es en serio? No salí a comer para terminar esto,
para que me dijera que no las va a revisar.
— Pero…— me interrumpió de nuevo.
— Nada señorita, tendrá que traerlos a las cinco
en punto y ahora valla hacer lo que era su trabajo
para hoy.

37
Solo me quedé parada viendo como se iba y me
dejaba con todo mi trabajo.
________________&&&_________________
Sé que no es el mejor capitulo pero me quedé
sin inspiración.
Espero les guste.

38
Capítulo 6.

Han pasado dos semanas desde que Mart Welker


es mi jefe, cada vez es peor aguantarlo.
Unos días me deja trabajo como para una semana
que tengo que hacer en unas horas, otras no me pone
a hacer nada en todo el día mas que solo el café,
pero aún así estoy aquí en cuanto me envía mensaje
que son incluso a las 6:30 a.m. ¿Qué demonios hace
él aquí a las 6:30?
Las horas de salida van desde las 6 p.m. que es
mi horario, hasta algunas ocasiones a las 10 p.m.,
pero ni crea que me voy a rendir tan fácil.
También está el hecho que no sé que voy a hacer
en el día, ya que algunas veces me satura de trabajo,
hasta el punto de explotar y otros solo ignora mi
existencia y no hago nada en todo el día, eso me
hace sentir inútil.
Lo peor es que no he asistido a ninguna reunión,
porque siempre me dice que no soy necesaria, por
ejemplo, ahora solo me ha pedido su café y se ha
metido en su oficina todo el día.

39
— Hola Sara — me dice Andrew, un amigo que
es encargado de producción.
— Hola Andrew— le regresé el saludo.
— Te traje los informes de esta semana.
— Gracias, pero sabes que pudiste mandar a
alguien a traerlos— Por su cargo sé que traerme las
cosas él le trae algunas complicaciones, así que por
eso prefiero que los mande.
— Lo sé, pero aprovecho para verte— dijo tan
coqueto como siempre— Y también para invitarte a
salir, ya que siempre me dices que no.
Apenas iba a responder cuando escucho la voz
muy conocida y detestable desde la entrada de mi
oficina.
— Están en horas de trabajo, si desean coquetear
hágalo cuando terminen. Que no les pago por hablar
— Así es, mi “querido” jefe es quien responde.
— Lo siento señor no era mi… — estaba
diciendo Andrew hasta que el señor Mart lo
interrumpe.
— No me importan sus excusas, ya están
advertidos los dos.

40
Después de eso todos quedó en un silencio
demasiado incómodo y tenso
— ¿Necesita algo señor? — dije yo para salir de
este incómodo momento.
— Sí, vengo por los informes de producción.
— Justo los estaba entregando a Sara— comenta
Andrew.
— No sabía que tenían tanta confianza que
incluso se dice por sus nombres — responde Welker
con una mirada amenazante a Andrew.
Al parecer el jefe encontró a alguien que odia a
más que a mí, la pregunta es ¿Por qué? Conmigo lo
entiendo, pero él no ha hecho nada.
— Lo siento, no sabía que había problema.
— Pues sí lo hay, no permito ni quiero que entre
empleados se traten con tanta confianza porque
fomenta las relaciones ente empleados y están
prohibidas.
Andrew no responde nada, ya que está algo
desconcertado por lo que ha dicho.
— Señor si no necesita nada más le entrego los
informes para que no pierda su tiempo — Agregué

41
intentado no sonar molesta y que deje de insistir con
el tema.
— Por lo visto tiene prisa en que me vaya.
Tomando en cuenta lo insoportable que es ¿Quién
no? Pensé
— No señor — que mentirosa soy— solo lo digo
porque tiene mucho trabajo.
— Y usted también lo tiene, venga a mi oficina y
traiga los informes.
Andrew me dió los informes y le dije gracias,
para que solo él escuchara, no vaya a ser que Welker
también se enoje por eso.
— De ahora en adelante me traerá los informes a
mí— dijo Welker a Andrew.
— Claro señor, con permiso— Se despide
Andrew antes de salir de mi oficina algo nervioso.
— Ahora, vamos a la oficina— me dijo.
— No, podemos hablarlo aquí, creo es lo mejor
tomando en cuenta que está aquí— Sugiero.
— Ya regresó la chica rebelde— responde
sarcástico — NO, ahora vamos a la oficina.

42
No quise decir más y fuimos a su oficina, no
entiendo su afán por venir aquí pero bueno.
— Tome asiento — dijo cuando llegó a su lugar.
— ¿Ya me va a decir para que me habló? —
¿ahora de que demonios se va a quejar?
— Ha hecho un buen trabajo estoy días. Nunca
debí intentar despedirla.
Espera que ¿Quién es él y qué hizo con el tipo de
hace 5 minutos?
— Muchas gracias señor, no me esperaba que…
— No se ha entrometido y no se ha quejado por
no hacer nada, no tenía que despedirla, solo tengo
que evitar que haga algo.
Me está jodiendo, se está burlando de mí, pero no
se lo voy a permitir.
—Ahora entiendo todo ¿Creé que es divertido
que solo me tenga aquí para que su papá no le diga
nada? Es un idiota.
— No me falte al respeto.
— Usted no merece que le tenga respeto cuando
no lo tiene por mí, me juzga sin siquiera ver mi

43
trabajo. Lo único que hace es molestarme.
— Si no le parece mi manera de trabajar puede
renunciar.
— No le voy a dar el gusto.
— Entonces no me reclame por como la trato que
para eso le pago.
Es que este tipo es insufrible, cómo se le ocurre
pensar que porque tiene dinero puede tratar a las
personas así.
Pero no estoy aquí solo por dar mi opinión, soy
astuta, así que tengo una mejor manera de arreglar
nuestras diferencias por lo menos en el trabajo.
— Mire señor, al parecer no vamos a llegar a
ningún lado con este comportamiento, así que le
propongo algo.
Perece que tenía un debate mental sobre escuchar
mi propuesta o no.
— Está bien, la escucho.
— Déjeme acompañarlo con el cliente de hoy y
usted evalúa mi desempeño, si ve que soy buena en
mi trabajo me dejará trabajar tranquila.

44
— ¿Y si no es así?— pregunta curioso.
— Le presentaré mi renuncia está misma tarde—
agrego con un suspiro.
— Acepto— dijo sonriendo con superioridad.
Espero no arrepentirme de esto porque estoy
poniendo en juego el trabajo por el que tanto me he
esforzando.
_________________&&&________________
Regresé porque sus comentarios me motivan.
Ahora estaré editando los capítulos para que
tengan una mejor experiencia al leerlo.

45
Capítulo 7.

— Bueno, tiene dos horas para prepararse,


después de ello viene a buscarme para irnos.
— Sí señor, con permiso.
Después de esa pequeña discusión con el señor
Welker me fui a mi oficina para poder preparar todo
para la reunión.
Ésta reunión está programada desde antes que
cambiara de jefe, por lo cual estoy más que
preparada.
Me sorprende que no cambiara esa reunión, pero
supongo que es porque son clientes muy
importantes.
Después de organizar todo revise la hora para ir
con el señor Welker, así que fui a su oficina.
Toqué pero nadie respondió, vuelvo a tocar y
obtengo la misma respuesta. ¿Debería tocar otra
vez? Bueno, toco ésta vez y si no responde abro la
puerta.

46
Vuelvo a tocar y tampoco responden, así que abro
la puerta y allí entiendo porque estaba tan
“ocupado”.
Se estaba tragando a besos con una tipa, al ver
eso me molesté demasiado ¿Cómo se atreve a hacer
esto en la empresa? Y luego dice que yo soy la
coqueta.
Me aclaro la garganta para que se den cuenta de
mi presencia y ellos se separan.
— ¿Quién eres tú y qué haces en la oficina de MI
novio? — Me dijo la mujer con la que se estaba
besando.
— Señorita Sanderson ¿Por qué entra sin avisar?
— se queja Welker.
— Toque 5 veces y no respondió, creí que no
había nadie — sé que solo fueron tres pero es para
dramatizar.
— ¿Y entrar le pareció la mejor opción?
— Entré a corroborar, no sabía que estaba tan
ocupado — dije irónica— es que aquí se viene a
trabajar.
— Ya basta Sanderson ¿A qué viene? Porque
dudo mucho que solo a arruinar el momento.

47
— Tenemos que ir a la reunión con un cliente
¿Recuerda?
— Tu tonta reunión puede esperar, ahora lárgate
— dijo su novia.
Es que entre estos dos no haces uno.
— Tiffany — le dijo en modo de advertencia mi
jefe — Señorita Sanderson salga y espéreme en
recepción, ahora voy.
Cuando salí de allí la tal Tiffany me dió una
sonrisa de triunfo, de verdad que tanto tinte ya le
dañó el cerebro, si es que alguna vez tuvo.
Al llegar a recepción estaba allí Mel y al verme
supo que algo me pasaba.
— Siempre sales de malas de esa oficina pero
hoy es exagerado ¿Qué pasó ahora?
— Entré y el tipo se estaba tragando a besos con
su noviecita.
— Y eso te molesta ¿Por…?
— Hace rato regañó al pobre de Andrew por
invítame a salir, dijo “Están en horas de trabajo”
pero él si va y se besa.
— Ajá, ¿segura que no son celos?

48
— ¿Celos? Por favor, es un cretino.
— Del odio al amor solo hay un paso amiga.
— Te escuchas como señora.
— Eres malvada, cambiado de tema ¿Cuándo vas
a aceptar salir con Andrew?
— No lo sé, tal vez…
— Ya nos vamos señorita Sanderson— dijo
Welker.
¿Acaso está siempre pendiente en interrumpirte?
no recuerdo una solo conversación dónde no lo
haga.
— Sí señor, adiós Mel.
— Adiós Sara, suerte.
Mi jefe y yo caminamos al elevador en silencio
hasta que se cerraron las puertas de éste y él habló.
— Que buena amiga tiene, deseándole suerte,
porque créame que lo necesitara, son clientes
complicados.
Por raro que suene eso no se escuchó burlesco o
grosero

49
— Usted créame que estoy muy preparada— dije
indiferente.
Después de ello seguimos en silencio que ya me
estaba empezando a incomodar, es extraño que no
me respondiera de manera sarcástica.
Al llegar a la entrada del edificio ya estaba un
auto esperándonos, así que iba a subir al auto en los
asientos de atrás, pero Welker me detuvo.
— Suba en la parte del copiloto— ordenó.
Supongo que no quiero que valla a su lado, solo
rodé los ojos e hice caso.
Al entrar me doy cuenta que el chófer no está
¿No debería estar ya aquí? Algo no está bien.
Entonces entra Welker en el asiento del
conductor.
— ¿Usted va a manejar? — pregunto mientras él
arranca.
Que tonta, pregunto lo obvio.
— Sí, ¿Tiene algún problema con ello?
Muchos pensé, pero ya estaba aquí.
— No, ninguno, solo que creí que tiene chófer.

50
— Tener chofer es un desperdicio, yo puedo
manejar y no se preocupe, sé hacerlo— dijo
sonriendo.
— No lo dudo señor, solo me tomó por sorpresa.
Al parecer somos pésimos para conversar, ya que
otra vez nadie dice nada más, así que solo me
dediqué a ver por la ventana.
Entonces escuché la canción Happy de Pharrell
Williams, ¡me encanta esa canción!
— Espero no le moleste que ponga música, pero
el camino es largo y me aburre no escuchar nada.
— No se preocupe, amo esa canción.
Me sorprendí al decir eso, ya que no lo tenía
pensado, pero al parecer fue bueno, ya que él subió
más el volumen.
— Yo también, la letra es genial— empezó a
cantarla como si no estuviera — ¿Se la sabe? —
dijo.
— ¿Disculpe?
— Que si se sabe la canción

51
— C… claro— no sé porque me puse nerviosa,
pero mi cara era un tomate.
— Cante conmigo entonces.
Estaba un tanto insegura de hacer caso o no, ya
que es una petición bastante extraña, pero no me
pude resistir.
Así que le hice caso y empecé a cantarla, al
principio me daba pena pero después agarre
confianza y canté a todo pulmón.
Cualquiera que nos viera diría que somos buenos
amigos.
Al terminar la canción nos empezamos a reír y
una vez que dejamos de reír él habló.
— Canta muy bien señorita Sanderson— al
perecer lo dijo sin pensar porque luego corrigió—
para ser una asistente.
— ¿Gracias? — la verdad no sabía que decir.
— ¿Qué otras canciones le gustan?
— La verdad es que no me limito en géneros, me
gustan todas las que tienen sentimiento y linda letra.
— Creí que respondería algo cliché.

52
— ¿Me considera una persona cliché?— dije
siguiéndole el juego.
— La verdad no, es una persona fuera de serie.
— ¿Eso es algo bueno a malo?
— Depende…
— ¿De qué?
— Nada olvídelo, mejor hablemos de este cliente
para llegar listos.
Así que eso hicimos lo que restaba de camino.
Llegamos a el restaurant dónde será la junta. Al
llegar vi a un señor que se veía algo grande, cómo de
unos 55 con una cara muy sería.
Espero que todo salga bien porque si no perderé
el trabajo de mis sueños y la empresa una gran
oportunidad.
_________________&&&________________
Espero les guste este capítulo, la verdad a mi
me gustó escribirlo.
El siguiente capítulo lo va a narrar nada más y
nada menos que nuestro querido Mart Welker y
entenderán su cambio de actitud.

53
Capítulo 8.

Narra Mart Welker.


Estaba en la oficina lleno de trabajo, pero prefería
esto a dejar que la odiosa de mi asistente haga algo.
Sé que es tonto que no la ponga a trabajar,
después de todo le pago por ello, pero no lo hago
porque sé que le dirá a mi papá todo lo que haga. Mi
padre no confía en mí y dejó a esa tipa para que me
cuide.
Como se dan cuenta no me llevo muy bien con
mi papá, pero tengo toda la razón al no llevarme
bien con él, ya que, por su culpa y la de mi hermano
pasé toda mi adolescencia lejos de mi familia.
Se preguntarán el porqué, pues alguien tenía que
hacerse cargo de las empresas Welker y mi hermano
mayor prefirió buscar su felicidad y dejarme las
responsabilidades a mí mientras él se va a disfrutar
del dinero de mis padres, pude haber renunciado
pero mi hermana menor sería la perjudicada y
prefiero ser infeliz el resto de mi vida a verla triste.
Mi hermana es la razón de soportar todo, es mi
motivación.

54
Escuché el sonido de mi teléfono que me sacó de
mis pensamientos.
— ¿Bueno?— dije.
— Hola Hermano— era Estaban, mi mejor
amigo.
— ¿Qué necesitas? — respondí.
— ¿No puedo solo marcarte porque soy buen
amigo?
— Sí puedes pero nunca lo haces.
— Okay, me conoces bien— contesta rendido —
necesito el nombre y número de tu…
— Si dices asistente te mato.
— Oye tranquilo, no seas celoso, me refería a la
recepcionista.
— No estoy celoso, solo que me cae muy mal y
no quiero que te relaciones con ella. Le contará todo
lo que le digas a mi papá.
— Ah, claro — dijo sarcástico — no te creo
nada, para mí que Sara te interesa.
— Sabes que tengo novia.

55
— A la cuál no amas.
— No necesito amarla.
— Algún día llegará alguien que te hará darte
cuenta de tu error y hablando de tu asistente, creo
que la estás juzgando mal.
— Claro que no, deberías escuchar cómo me
compara con papá, cómo desafía mis órdenes y
cómo la defiende mi papá.
— A ver, respóndeme esto ¿Tú papá te ha dicho
algo de la empresa?— no supe que responder porque
la verdad mi papá se ha mantenido al margen.
— ¿Y si solo finge confiar en mí?
— A ver si entiendo ¿tratas mal a la pobre chica
solo por un “y si”? Vamos, eres mejor que eso —
Este tipo sabe como hacer que dude de mí.
— A ver me hablaste para conseguir un nombre y
un número, no para decirme que hago mal — dije
molesto, pero en el fondo sabía que tenía razón— te
mando todo por mensaje, adiós — colgué antes de
que agregar algo más, le mandé lo que pidió y me
quedé pensando en lo que dijo.
Todo esto empezó porque ella defendió a su
amiga, aunque después lo razoné y ella tenía razón

56
pero soy muy orgulloso para acéptalo.
Luego fue lo de mi padre que la defendió como
nunca lo hizo conmigo y que al parecer ella es la que
me supervisa para decirle todo a papá porque no
encuentro otro motivo para insistir en dejarla aquí.
Por último, ella siempre me considera inferior a
mi padre y es complicado vivir bajo su sombra.
Pero hasta ahora mi papá no se a quejado de
cómo trato a Sanderson y tampoco los cambios en
los contratos.
Quizá de verdad estoy equivocado, la pondré a
prueba con la junta de hoy y sabré la verdad.
Así que fui a su oficina, pero escuché que estaba
hablando con alguien.
— Gracias, pero sabes que pudiste mandar a
alguien a traerlos.
— Lo se pero aprovecho para verte— dijo
coqueto el tipo este — Y también para invitarte a
salir, ya que siempre me dices que no.
Que les pasa, los tengo para que trabajen y se
ponen a coquetear.

57
—Están en horas de trabajo, si desean coquetear
háganlo cuando terminen. Que no les pago por
hablar.
— Lo siento señor no era mi… — ¿Qué, es
sordo? Es un idiota, no entiendo como le gusta a
Sanderson
— No me importan sus excusas, ya están
advertidos los dos.
Después de eso todo quedó en un silencio
demasiado incómodo y tenso. Que interrumpió la
señorita Sanderson.
— ¿Necesita algo señor?.
— Sí, vengo por los informes de producción —
mentí.
— Justo los estaba entregando a Sara.
¿Por qué carajos le dice por su nombre? Este tipo
es cada vez más insoportable.
— No sabía que tenían tanta confianza que se
dicen por sus nombres — lo miré mal.
Después de ello empezamos otra discusión, la
cual hizo enojarme más, sobre todo porque trata de

58
defender a ese idiota, al final la llevé a mi oficina
con tal de alejarla de ese tipo.
Cuando la felicité por su trabajo se vio
sorprendida y algo feliz, si no estuviera enojado lo
dejaría así, pero no, ahora me va a conocer.
Después de otro largo rato discutiendo llegamos
al acuerdo que yo ya tenía pensado, con eso ella se
fue a su oficina.
Después de un rato de estar entre papeles escuché
que abrieron la puerta y supuse que era Sanderson.
— ¿Por qué entro sin tocar? — dije.
— Porque soy tu novia y no tu empleada— dijo
alguien, levanté la mirada y efectivamente era mi
novia.
— Creí que eras alguien más.
— Me di cuenta— dijo sonriendo — en fin,
salimos esta noche.
— No puedo, tengo trabajo
— Siempre tienes, anda amorcito. Desde que
llegaste aquí siempre estás trabajando.

59
— Comprende que soy un hombre ocupado, así
que adiós.
— Que malo— dijo haciendo puchero de niña
pequeña, odio que lo haga, se ve muy inmadura—
me voy si le das un besito.
Rodé los ojos y le di un beso pero ella lo
profundizó, yo solo quería separarme.
Escuché a alguien aclarando la garganta, no sé
quién fue pero le debo un favor por separarme de
Tiffany.
Me arrepentí de decir eso cuando la vi.
Después de otra discusión y ver como Tiffany la
trató, me sentí mal al recordar que yo la traté igual.
Salí para buscarla y por fin irnos a la reunión
antes de que sea tarde.
Al llegar a recepción escuché una conversación.
— Del odio al amor solo hay un paso amiga.
¿De quién estarán hablando? ¿Será que
Sanderson tiene otra conquista? Vaya que tiene
muchas.

60
— Te escuchas como señora — dijo Sanderson
riendo.
— Eres malva— responde su amiga— cambiado
de tema ¿Cuándo vas a hacer salir con Andrew.
— No lo sé, tal vez..
¿Ella de verdad va a salir con ese tipo? No me
voy a quedar a escucharlo.
Así que la interrumpí, la verdad me gusta mucho
hacerlo y ver su cara de fastidio.
Llegamos abajo donde ya estaba el auto
esperándonos y al parecer le sorprendió que supiera
manejar.
De verdad quería llevarme bien con ella, ya que
se lo debo pero era bastante complicado.
Ya había intentado sacarle conversación, pero
nada funciona así que puse una canción que me
gusta mucho y al parecer no soy él único, ya que se
notaba que a ella también le gustaba.
No me resistí y empecé a cantarla.
— ¿Se la sabe?— pregunté.
— ¿Disculpe?

61
— Qué si se sabe la canción
— C… claro.
— Cante conmigo.
Así que empezamos a catar y al fin el ambiente se
aligeró, haciéndonos parecer amigos de años o
pareja.
Al caer en cuenta de lo que imaginé me puse
nervioso.
Ignoré lo último que pensé y seguimos hablando
hasta que preguntó algo que hace que me incomode,
porque justo ahora no sé que creer de ella y
terminaré diciendo algo de lo que me arrepienta.
Cambié de tema para hablar de el cliente y así
podré probar su capacidad.
_________________&&&________________
¿Qué opinan ahora de Mart?
Gracias de verdad porque vaya que está
recibiendo apoyo.

62
Capítulo 9.

Narra Sara.
Al llegar vi a un señor que se veía algo grande de
edad, cómo de unos 55 años, con una cara muy
seria.
Al ver su cara muero de nervios, justo ahora me
estoy arrepiento de haber apostado mi trabajo por
una reunión, pero ya estamos aquí
Al parecer Welker lo notó, ya que me volteó a ver
con una sonrisa de “todo va a salir bien”
— Confío en usted señorita Sanderson, sé que no
me decepcionará.
Por más extraño que suene, sus palabras me
dieron confianza. Suspiro y le sonrio.
Llegamos a la mesa del señor Evans y nos
saludamos muy cortésmente para luego tomar
asiento.
— Me disculpo por la ausencia de mi esposa,
pero tuvo que ir al médico, en un momento llegará
— Menciono el señor Evans de manera amable.

63
— No se preocupe señor Evans, para mí es un
honor que nos citaran— respondió Welker
cortésmente.
— Bueno, pero al parecer usted sí trajo a su
pareja — dijo el señor Evans ocasionando un
notable sonrojo en mis mejillas.
— Eee… nosotros… no— exclamamos ambos
sumamente nerviosos.
— No somos pareja— al fin logro decir Welker.
— Soy su asistente— aclaré.
No sé quién de los dos estaba más incómodo;
después de que nadie agregó nada, el señor Evans
solo soltó una carcajada.
— Lo siento, es que lo imaginé porque se ven
lindos juntos, algún día deberían intentarlo.
— Lamento decirle que yo ya tengo pareja —
respondió Welker.
Eso me recordó el por qué estaba molesta con él
y lo odiosa que es su novia ¿Cómo se soportan
mutuamente?
— Bueno, creo que será mejor comenzar con esto
— pedí buscando cambiar de tema.

64
— Claro. Me encanta todo de esto y a mi esposa
también le agrada, solo tenemos una pregunta y
petición.
— ¿Qué es lo que sucede? — preguntó mi jefe.
— ¿Por qué nuestra empresa y no cualquier otra?
— Está no es como las demás, está tiene todo lo
necesario para poder obtener beneficios para ambas
empresas.
— ¿Qué nos asegura que no se irá de aquí cuando
otra empresa les dé una mejor propuesta o cuando
puedan poner sus propias tiendas? — preguntó una
mujer muy elegante de unos 50 años a nuestras
espaldas — y bien, espero su respuesta.
— Querida, deja que se les pase la sorpresa—
contestó el señor Evans a la que al parecer es su
esposa.
Eso hizo que saliera de mi asombro y pueda
responder.
— Nuestra empresa lleva tiempo intentando
unirse con ustedes, eso habla de lo importante que es
esta unión, créame que nunca cometeríamos el error
de dejarlos, sobre las tiendas, no es algo muy
conveniente, tiene más ventajas que ustedes hagan la

65
distribución, si no cree en mi palabra podemos
realizar un contrato del tiempo que gusten para que
ninguno abandone la unión, pero no será necesario.
— Al parecer cree firmemente en la empresa,
¿estaría dispuesta a arriesgar todo por ellas?—
contraatacó ella y esto ya pareció una disputa entre
nosotras.
— Por supuesto, llevo tres años trabajando aquí y
siempre han cumplido los acuerdos.
— Pero nos estamos arriesgando al saber que
hubo cambio de presidente, uno inexperto y que
hasta donde sé, no es como su padre.
— Señora yo…— iba a decir Welker, pero la
señora Evans lo interrumpió.
Al fin alguien lo interrumpe, para que sepa lo que
yo siento, aunque el pobre parece niño regañado.
— Estoy hablando con su asistente— Menciona
con una sonrisa de triunfo.
Vaya que la señora tiene carácter, aunque es
necesario si está en un trabajo rodeada de hombres.
— Tiene razón, no es como su padre — eso
pareció dolerle a Welker, seguro imaginó cosas —
Él es diferente, pero eso no significa que no haga las

66
cosas muy bien, este tiempo trabajando con él he
notado lo capaz que es, no le importa llevar trabajo
extra para él con tal de que todo esté a tiempo, ha
hecho muchas cosas a su manera teniendo resultados
exitosos, confío en él a ciegas — no estoy
mintiendo, este tiempo solo podía ver lo duro que
trabajaba y las muchas horas extras que hacía con tal
de que todo salga bien— Si no se arriesga por él,
entonces podría arrepentirse.
Welker me volteó a ver y sonrió, al perecer hice
todo bien. Después de un rato de silencio la señora
Evans habló.
— Me agrada esta chica — mencionó ya más
relajada — trato hecho señores.
— Gracias, no se arrepentirá señora Evans —
dijo Welker.
— De gracias a su asistente, no la dejes ir
muchacho — ella y su esposo sonrieron.
— Créame que no señora y señor Evans—
después de decir eso me guiñó el ojo.
— Pues bueno, pidan de comer que muero de
hambre— mencionó el señor Evans.

67
Así pasamos toda la comida hablando de cosas
triviales y riendo de las anécdotas que contaban los
señores Evans.
Incluso nos contaron su hermosa historia de amor
y todo lo que tuvieron que enfrentar.
Pues cada uno tiene un carácter algo fuerte y que
sus empresas fueran rivales no ayudaba mucho. Pero
al final pudieron encontrar sus límites.
Después partimos de regreso; en el camino a la
empresa estábamos conversando de cosas triviales.
— Quiero agradecerle por decir que confía en mí
y hablar tan bien de mí— Mencionó de repente mi
jefe.
Eso me tomó por total sorpresa, pues creí que ya
lo había olvidado.
— No tiene nada que agradecer señor, sé muy
bien lo mucho que usted se esfuerza, ha hecho mi
trabajo ¿Recuerda? — bromeó para aligerar la
conversación.
— Si, bueno, a partir de mañana tendrá mucho
trabajo — respondió sonriendo— quiero dormir
ocho horas mínimo.
— Yo también.

68
— Sobre eso, tiene que seguir estando diez
minutos antes que yo en la empresa, pero ya llegará
a la hora normal, no se preocupe.
— Debí apostar con usted desde antes — ambos
reímos ante este comentario
— Hoy anda muy bromista ¿No?
— Siempre lo soy, pero todas nuestras
conversaciones terminan mal.
Eso parece que le afectó porque todo quedó en
silencio y él miro fijamente la carretera.
— Intentaré que eso no vuelva a pasar— al fin
respondió.
— Bueno, ya que usted quiere que nos llevemos
bien, yo también pondré de mi parte.
Después de esto seguimos hablando hasta que
llegamos a la empresa, el entró a su oficina y yo fui
con Mel.
— Hola Mel.
— ¿Por qué esa sonrisa?, y no creas que no me di
cuenta que tú y el jefe venían hablando.

69
— Pues no se bien porqué, pero él empezó a ser
amable y pues yo no quería ser grosera, así que
comenzamos a hablar.
— A lo mejor es el efecto de su amorcito en él—
dijo guiñando un ojo.
— No me recuerdes esa horrible escena.
De solo recordar a esa chica y lo odiosa que es
me comienza a doler la cabeza.
— Okay, pero no sé porqué te molesta, después
de todo es la novia del jefe.
— Es que tú no viste como se comporta.
— Tranquila, cambiando de tema para olvidar tu
mal momento— dijo sin dejarme responder—
Adivina quién tiene una cita.
— ¿Tú?
— Síp, y con el amigo del jefe.
— La que ya no quería saber del amor hace un
mes — Mencioné riendo por el dramatismo de mi
amiga.
— Que mala, tú deberías seguir mi ejemplo.
— Otra vez con lo mismo.

70
— Seguiré hasta que consigas una cita.
— Mejor me voy a trabajar, adiós
Sin esperar respuesta fui a mi oficina a adelantar
algo para mañana y matar el tiempo hasta que mi
jefe se vaya.
Me quedé tanto rato organizando todo hasta que
escucho que alguien toca la puerta de la oficina.
— Adelante— digo.
— Es hora de irnos señorita Sanderson— dice mi
jefe después de entrar.
— ¿Tan pronto? — respondo sorprendida.
— Ya son las 9:00.
— ¡Santo cielo!— exclamé— se me pasó el
tiempo.
— Lo noté.
Él se fue y yo empecé a guardar mis cosas; al
llegar a la puerta para tomar un taxi me encontré con
Andrew que iba en su auto.
— Hola Sara.

71
— Buenas noches Andrew, ¿Qué haces aquí tan
tarde?
— Trabajo extra, ya sabes, ¿Quieres que te lleve?
— Gracias, pero…
— Pero ella se irá contigo— dijo una voz a mis
espaldas, una voz que conozco muy bien.
___________________&&&______________
Les aviso que actualizo cada semana como
mínimo, normalmente son los lunes porque es
cuando más tengo tiempo, pero
siempre actualizo.
Espero les guste el capítulo y cuídense.

72
Capítulo 10.

—Gracias, pero…
— Pero ella se irá conmigo— dijo una voz a mis
espaldas, una voz que conozco muy bien.
Al darme la vuelta comprobé que si es mi jefe el
que dijo eso, la pregunta es ¿Por qué?
— ¿No dijiste que te ibas a ir en taxi?— preguntó
Andrew.
— Sí.— respondí— Por eso no quería que te
molestaras en llevarme, no tarda en aparecer uno.
— Pero, ya que la vi decidí llevarla — respondió
Welker.
— Yo también puedo llevarte Sara.
— Eee…— ahora que hago.
— Yo soy su jefe, yo debo llevarla.
— Yo me ofrecí primero, además, si usted la
lleva, los empleados empezaran a crear rumores y no
creo que le sea conveniente— contradijo Andrew.

73
Se quedan viendo de manera amenazante que a
cualquiera les daría miedo, hasta que al fin responde
Welker.
— No me interesa, dije que la llevo y eso haré.
— Creo que la Sara puede elegir quien quiere que
la lleve.
Y así ambos me voltearon a verme esperando una
respuesta.
— La verdad yo prefiero ir en taxi— dije al fin
— de hecho allá viene uno.
— Vamos a mi auto Sanderson, es una orden—
me ordena con cara sería y algo molesta.
— Por si no lo notó — contesto Andrew — ya no
está trabajando, no puede darle órdenes.
— Es mi empleada hasta que un día ella renuncie
y no creo que eso suceda, así que vamos Sanderson.
Me da una mirada de no aceptar réplica y como
no quería seguir con esto, me despedí de Andrew y
me fui al auto de Welker.
El camino estaba en silencio, solo hablamos para
que pusiera la dirección en el GPS, aunque no del
todo porque la radio estaba prendida.

74
— Su novio es bastante celoso — Mencionó
Welker.
— No es mi novio, es un gran amigo.
— No creo que él solo quiera una amistad con
usted — su comentario se escuchó más como
reproche, pero creo que es su manera de hablar.
— Bueno, creo que tengo un jefe que me dejó
claro que no intente nada con alguien de la empresa
— bromeé.
— Es por el bien de la empresa, tal vez algún día
la deje si demuestra que no afectará su rendimiento
— respondió igual que yo, más relajado.
Entonces decido hacerle la pregunta que ha
estado rondado por mi cabeza todo el día.
— ¿Puedo preguntarle algo?
— Adelante.
— ¿Por qué su cambio de actitud?
Noté que se ponía tenso y no respondió nada.
— Porque creo que eso es lo mejor para la
empresa— responde simple.

75
Todo lo que ronda por su cabeza es la empresa.
Con ese pensamiento llegamos a mi casa y él detiene
el auto.
— Gracias por traerme.
Iba a bajarme del auto pero su mano me detuvo.
— Espere— al notar el agarre me suelta—
perdón, de ahora en adelante la traeré a casa, para
que me espere por favor.
— Okay, gracias de nuevo.
Así me fui adentro de la casa donde me esperaba
mi mamá con una cena deliciosa.
— Hola mami — dije al darle un beso en la
mejilla.
— Al perecer hoy te fue bien.
— ¿Por qué lo dices?— pregunté sonriendo.
— Vienes con una enorme sonrisa.
— Es que tenías razón y todas las personas tienen
algo bueno.
— Supongo que te refieres a tu jefe— yo asiento
— Bueno, ahora lávate las manos para cenar.

76
— Sí ¿Necesitas ayuda en algo? — pregunté
desde la cocina.
— No, gracias, ya tengo todo listo.
Empezamos a cenar y platicar sobre el día y
cosas tribales, me encanta esta parte del día porque
aquí nos contamos todo, tenemos una gran
confianza.
— Me voy a descansar, buenas noches mami —
dije levantándome de la mesa.
— Espera ¿Podrías ir este fin de semana a
atender la cafetería? Es que una de las que atiende
acaba de dar a luz.
— Claro que sí mami, solo me recuerdas, buenas
noches.
— Ahora sí, buenas noches.
Llegué a mi habitación, me bañé y me fui a
dormir, en cuanto me acosté me quedé dormida.
Al despertar me arreglé y llegué con tiempo
suficiente, todavía no llegaba mi jefe, así que fui con
Mel.
— Hola Mel.

77
— Sara, que milagro que llegué después de ti.
— No me lo vas a creer, pero ya voy a entrar a la
hora de siempre.
— Gracias a Dios, tienes unas ojeras horrorosas.
— Que amable— respondo sarcásticamente— en
lugar de decirme algo positivo.
— Lo siento amiga, pero sabes lo honesta que
soy.
— Demasiado, cambiando de tema, ¿Cómo está
eso de que vas a tener una cita?
— Te lo conté ayer y apenas preguntas.
— Perdón, pero ayer me cambiaste de tema y
luego tuve trabajo.
— Okay, solo por eso te voy a contar —
Mencionó sonriendo — Resulta que me llego una
llamada a mi cel, al responder era él, entonces me
pidió una cita y yo dude pero al final le dije que sí.
—¡Que emoción!, se ve que es mejor que el patán
de tu ex.
— Ni me lo recuerdes, el punto es que este fin
vamos a salir, si quieres le puedo decir que lleve a

78
un amigo y tú también vienes.
— Sigues… no gracias, a parte tengo que trabajar
en la cafetería.
— La cafetería, claro, allí podemos ir primero, tu
mamá dice que ha visto muchas historias de amor
formadas allí.
— Si quieres puedo apartarte la mesa que tanto
amas.
— ¿Harías eso por mí?
— Claro, por eso somos amigas.
— Muchas gracias.
Seguimos hablando hasta que llegó Welker con
dos cafés y me guió a su oficina.
— Le traje un café— dijo ya que me senté— no
sabía cómo le gusta así que traje uno igual al mío, si
no lo agrada no se preocupe, solo déjelo ahí.
— Muchas gracias señor— respondí y bebí un
poco de café— está delicioso.
— Que bueno que le gustó. En fin, tenemos
mucho trabajo, así que lo mejor será que trabajemos
juntos en mi oficina.

79
— De acuerdo, solo voy por mi laptop.
Así nos la pasamos todo el día trabajando hasta la
hora de comida.
— Si gusta ir a comer vaya, yo me quedo a ver
las adecuaciones a estos contratos.
— Pero señor, tiene que comer algo.
— No es la primera vez que no como, no se
preocupe.
Eso es aún peor, nunca noté que no comía por
adelantar trabajo, así que decidí ir por comida para
los dos.
— Está bien, ahora vuelvo.
Salí de la oficina buscando a Mel, pero al parecer
ya bajó así que me dirigí al restaurante de enfrente y
compré dos hamburguesas, espero le guste, porque
¿A quién no le gustan?
Volví a subir hasta la oficina de mi jefe y toqué.
— Adelante — respondió.
— Regresé — dije sonriendo y mostrando la
hamburguesa — y le traje algo.
— ¿Qué es?

80
— Una hamburguesa — su cara cambio a una
indescifrable— ¿No le gustan?
— No es eso, es que tengo años sin comer una.
— Pues va a amar éstas.
Le di su hamburguesa y esperé a que la probara.
— ¿y bien?
— Es…
________________&&&_________________
Espero les guste éste capítulo.
Estoy al pendiente de sus comentarios, muchas
gracias por ellos.

81
Capítulo 11.

Después de comer una deliciosa hamburguesa


volvimos a hacer todo el trabajo que teníamos
pendiente.
Pasamos toda la semana con reuniones, revisión
de la próxima colección y más reuniones.
No mintió al decir que teníamos mucho trabajo,
pero juntos es más fácil e incluso adelantamos
trabajo.
Seguimos saliendo juntos de la empresa y me
lleva a mi casa, eso ha ayudado a que nos llevemos
mejor.
Hoy por fin es sábado y no voy a la empresa,
pero tengo que ir a la cafetería para trabajar, lo
bueno de la cafetería es que me puedo robar uno que
otro pastel.
— Hola mami.
— Hola amor — respondió mi mamá— ¿Ya estás
lista para irnos?
— Sí.

82
La cafetería está a solo dos calles de dónde
vivimos, en frente de un hermoso parque, por ello es
que vamos caminando.
— Buenos días — dijimos mí mamá y yo a la
chica, ella es morena con unos hermosos ojos cafés
claros, con el cabello rizado y dos chico que son los
otros trabajadores, uno es David que es alto, cabello
negro que siempre está despeinado, ojos casi negros
y una hermosa sonrisa. André es estatura promedio,
cabello rubio y ojos verdes.
— Buenos días — respondieron.
— Vine a ayudarte a lidiar con ellos dos Ale—
Le dije a la chica, los chicos solo me miraron mal.
— De verdad que te necesito — respondió ella
siguiéndome el juego.
— Muy graciosas— dijo sarcástico David.
— Pero así los amo chicos — repliqué yo.
— Ya nos faltaba tu energía aquí Sara —
Mencionó David.
— Perdón, es que he tenido mucho trabajo.
— Pero una vuelta por acá no hace daño.

83
— Dejen de platicar y pongan manos a la obra —
nos regaño mi mamá.
— A la orden jefa — respondimos y empezamos
a arreglar todo para abrir
Abrimos a las ocho y allí empezó el trabajo,
siempre está lleno aquí, ya que la comida es
deliciosa.
Pasando las diez, veo a Mel llegar y a su lado
estaba Esteban.
— Hola — saludé yo.
— Hola amiga — respondió Mel.
— No sabía que trabajas aquí — dijo Esteban.
— Solo soy el repuesto, así que corrieron con
suerte al encontrarme — bromeo.
— Es una verdadera sorpresa — dijo… ¿Mi jefe?
¿Qué hace aquí? Y con su novia.
— Bueno, amiga podemos ir a nuestra mesa —
cambió de tema Mel al notar mi sorpresa.
Los llevé a la mesa que ya le tenía apartada a Mel
y les entregue el menú, todo iba bien hasta que habló
la novia de mi jefe.

84
— Pobre de ti, tienes que trabajar en un lugar
como este para poder vivir— menciona con
prepotencia.
— Tiffany — advirtió Welker.
— Es la verdad amor ¿No te da pena que tu
asistente sea una mesera?
Me molestó mucho ese comentario porque no
tiene nada de malo ser mesera, pero me molestó más
que mi jefe no dijera nada, solo volteó la mirada.
— Eso también explica tu fea y corriente ropa —
volvió a hablar Tiffany.
— Mire señorita, no debería denigrar ningún
trabajo, ya que, todos son necesarios e importantes.
— Clásica excusa de alguien de tu clase.
— No voy a permitir que me hable así — dije ya
bastante molesta.
— Tranquilas quieren, Tiffany no seas grosera —
intervino Esteban.
— Como siempre defendiendo a todos, se
entiende porque tienes esa triste excusa de cita.

85
— ¡Tiffany ya! — hablo por fin Welker — solo
traiga nuestros pedidos Sanderson.
Me retire de allí muy molesta, esa “Tiffany” es
una verdadera molestia ¿Cuál es su problema? Es
una superficial.
Al llegar a la cocina mi mamá vio que tenía una
cara de molestia, le entregué la orden y ella la
empezó a preparar para después preguntarme.
— ¿Qué sucede?
— Nada mamá, solo un cliente difícil, ya sabes.
— Son odiosos, dan ganas de no atenderlo y
correrlo a patadas — bromeó — por eso contraté a
quien los soporte por mí.
— Lastima que a mí no me pagas — seguí la
broma.
— Si logras soportarlo te guardaré un pedazo de
pastel de chocolate.
— ¿Y un batido?
— ¿Tan insoportable es?
— Con decir que te estoy pidiendo poco.
— Entonces es un trato, ahora lleva esto .

86
Llevé la orden rogando porque la tipa esa no
estuviera pero para mi mala suerte allí seguía, en
cuanto me vió le dió un beso a Welker.
Que asco, bueno aunque creo, mi jefe debe dar
besos deliciosos, con esos labios tan rellenos, que
parecen deliciosos y deseab… ¿Qué estoy
pensando? Dios ya me volví loca.
— Aquí está lo que ordenaron — dije cuando
llegué y se separan mi jefe y su novia.
— Gracias amiga, ¿Necesitas ayuda? — Preguntó
Mel cuando empecé a dejar los pedidos.
— No, gracias.
— Las dos son igual de ordinarias ¿Quién viene a
una cafetería y les ayuda a atender?
Preferí no responder y Meli menos, ella prefiere
evitar problemas.
Cuando ya le iba a entregar el café a mi jefe
“alguien” (Tiffany) me movió y provocó que le
cayera el café en el hombro de mi jefe, manchando
su pecho y parte de su espalda gracias a Dios que el
café era frío.
— Lo siento señor, de verdad que lo lamento —
le dejé muy apenada y asustada ya que él tenía la

87
cara roja de enojo.
— Mejor dígame dónde me puedo ir a limpiar.
— Oh, claro — lo llevé a los baños y yo fui a la
cocina por un trapo.
Al llegar vi a mi mamá haciendo algo, aproveche
que estaba distraída y fui por el trapo, si se entera de
lo que hice ya no me dará pastel y se molestará,
faltaba poco para salir y ella me vio.
— ¿Adónde con tanta prisa?
— Este… Te cuento al rato, esto es una
emergencia.
Salí corriendo al baño donde estaba mi jefe y
vaya sorpresa me lleve al verlo sin camisa y
mostrando ese espectacular torso.
— ¡Sanderson! — me grita.
— Disculpe — respondí saliendo del trance.
— Que si me puede dar el trapo.
— Ah, claro, perdón — le di el trapo y él empezó
a limpiar su torso.
— Me ayuda con la espalda por favor.

88
— Es lo mínimo que puede hacer — me acerco a
él y empiezo a limpiar la espalda— primero me
miente, después pelea con mi novia y para terminar
me avienta el café.
— En primera, no le mentí, segunda, su novia
empezó todo y lo del café fue un accidente.
— Claro que sí, no me dijo que era una… Una…
— ¿Mesera? ¿Le molesta?
— Claro que sí ¿Qué van a decir de la empresa si
se enteran que la segunda al mando es una mesera?
¿Necesita que le pague más? Si lo necesita solo
dígalo, pero no necesita trabajar aquí.
Ya regresó el idiota que siempre fue, no entiendo
que le moleste, a la que juzgarían es a mí.
Dejé de limpiar su espalda para mirarlo de
frente.
— Nada relevante, dígame ¿Ser mesera cambia el
hecho de haber estudiado y graduado con un
excelente promedio o disminuye mi eficiencia en mi
Trabajo?
— No — respondió simple.

89
— Entonces ¿Cuál es el problema?
Se quedó callado un rato por lo cual pensé que
sería mejor irme, iba a salir pero un agarre en le
brazo me detuvo.
— ¿Mi padre lo sabe? — pregunto él.
— Desde que me contrató.
Se volvió a formar un silencio.
— El problema es que no me lo dijo, de verdad
que quiero llevarme bien con usted, pero es que
simplemente no sé como debo actuar ante ti, — ¿Me
tuteó? O solo lo imaginé — tan diferente que me
haces complicarme y solo quiero conocerte para…
Solo, lo siento ¿Si? De verdad que no me molesta
que sea mesera, de hecho me encanta el lugar, se ve
muy hogareño.
Esto me ha dejado en total shock, él nunca se
disculpa y ahora lo hizo y no solo eso, sus palabras
tan honestas.
— No se preocupe, si algo le molesta o quiere
saber algo de mí solo pregunte.
__________________&&&_______________

90
Espero les guste el capítulo, les recuerdo que
actualizo los lunes y martes.
Gracias a mis seguidores, seguidoras y a todos
por su apoyo, cuídense.

91
Capítulo 12

Salimos de los baños, yo le conté lo sucedido a


mamá y aunque al principio se molestó, por ocultar
lo sucedido, después habló con mi jefe y al parecer
se llevaron bien y lo más importante, me dio mi
pastel.
Me quedé conversando con ellos aprovechando
que Tiffany se fue y así pasé la mañana hasta que
ellos se fueron.
El resto del fin de semana solo me dediqué a la
cafetería y vi algunas series con mi mamá mientras
comíamos helado.
Es lunes y llegué a la oficina con mucha energía,
para empezar Mel me va a contar lo que pasó en su
cita, ya que no quiso hacerlo por teléfono el
domingo, después tengo que ayudar a Welker con la
supervisión del proyecto y los próximos contratos,
esto me emociona porque el evento de primavera es
muy hermoso.
Cuando llego Melissa ya está allí y al verme
sonríe como el gato de Alicia.

92
— Cuéntame todo — le digo cuando llegó a su
lado.
— Primero se dice “hola” — bromea.
— No esperes que sea cortes después de dejarme
todo el fin de semana con la intriga.
— Tienes un punto, pues bueno — comenzó —
después de ir a la cafetería nos despedimos de “el
jefe” y me llevó a un hermoso parque de diversiones
dónde nos la pasamos muy bien, ganó un osos
gigante para mí, en la casa del terror se asustó por un
zombie y se vio tan tierno — contó suspirando —
después comimos hot dog’s y terminamos en la
rueda de la fortuna para ver el atardecer.
Mi amiga se ve tan feliz que es imposible no
emocionarme junto con ella.
—Eso suena super cliché — respondí, la verdad
no soy muy fan de lo cliché— pero me encanta verte
feliz, así que por ti apoyaré las historias así.
— Eres tan amable— dice con sarcasmo— pero
¿Segura que solo por mí?
Mi amiga está muy extraña y siempre me dice
cosas que no entiendo.
— ¿A qué te refieres? — preguntó.

93
— A que podrías tener una historia cliché con el
jefe— levanta sus cejas.
Definitivamente está loca ¿De dónde saca eso?
Apenas me estoy llevando bien con él y ella ya se
creó una historia.
— Claro que no ¿Por qué lo dices?
— A ver, el sábado se tardaron mucho en el baño,
luego me dijo que te invitara a sentarte con nosotros
e incluso te lo pidió él y para terminar, te defendió
de tu mamá.
— En primera señorita Paterson ( Mel) — dijo
una voz a nuestras espaldas, que para mí desgracia
es mi jefe — nos tardamos porque era mucho lo que
me ensucié, segunda, solo le dije que debería
invitarla en la conversación, no que la invitara a la
mesa y no “la defendí de su mamá” solo dije la
verdad — termina de decir.
Trágame tierra, que pena, ¿Por qué entro justo en
el momento en el que Mel dijo eso?
— Perdón — dijimos
— Ahora si ya terminaron, podrían empezar a
trabajar — a pesar de que sus palabras aparentaban
molestia en realidad lo dijo divertido — señorita

94
Sanderson, me trae mi café por favor y trae otro para
usted porque es mucho trabajo.
Me fui por su café a dónde siempre, al principio
me molestaba esto, ahora lo veo rutinario, aunque no
siempre pide café, algunas veces son batidos o
frappé, al parecer ama los bebidas dulces.
Al llegar a su oficina toco y él me abre la puerta
mientras atiende una llamada y me hace la señal
para que deje el café en la mesa, iba a salir pero él
me detiene.
— Espere, recuerde que tenemos que ver lo que
nos falta.
— Sí, solo voy por mi portátil.
Fui a mi oficina y traje la laptop, últimamente
utilizo más la oficina de Welker que la mía, pero no
me quejo, el trabajo juntos es mejor.
Al regresar a su oficina él ya está sentado
esperando.
— Bien, empecemos porque quiero terminar para
la hora de la comida.
Nos la pasamos trabajando y comparando puntos
de opinión, solo nos faltaba revisar y mandar los
contratos a los inversionistas pero no los encontraba.

95
— No señor, no están aquí — dije.
— ¡No! — exclamó.

— Los deje en la casa ¿Cómo se me pudo


olvidar?
— Eso le pasa a cualquiera, quizás puede ir por
ellos y traerlos.
Se quedó pensando un momento hasta que al
parecer tuvo una idea.
— Tengo una mejor idea, vamos juntos, pasamos
a comer y analizamos algunos y el resto los traemos
aquí.
— Está bien.
Así que bajamos al estacionamiento y de allí
manejo a su casa, íbamos hablando de los detalles
que se beben cambiar en el evento hasta llegar a la
casa de mi ex jefe, el señor Welker.
Es una casa enorme con un jardín precioso.
Bajamos y entramos, es impresionante por dentro
la casa, no es la primera vez que vengo, pero
siempre me parece maravillosa.

96
—Tome asiento y espere aquí en lo que voy al
despacho— ordenó mi jefe.
Así que me senté en el sillón y admiraba la casa,
hasta que una voz femenina se escucha, entonces
aparece una chica de cabello castaño, ojos azules y
piel clara hablando por teléfono, algo parecida a
Welker.
— Ya busqué y no encuentro apartamentos para
tres personas cerca de la universidad de vida marina,
medicina o de administración que acordamos, el más
cercano está a una hora de camino en auto— dijo la
chica, para luego percatarse que estoy yo.
Podría ayudarla ya que tengo una posible
solución, pero veré que opina.
— Te hablo luego — dijo y colgó — Hola.
— Hola— le regreso el saludo— escuché lo que
sucede y creo que te tengo una solución.
— ¿En serio? — dijo con emoción y una sonrisa.
— Sí, conozco a una señora que tiene un
departamento así, yo viví allá cuando iba a la
universidad, no lo renta porque no quiere que le
suceda algo pero si yo le digo seguro que te lo renta.
— ¿Harías eso? — volvió a decir con emoción.

97
— Claro, solo pásame tu número para acordar la
cita.
— Muchas gracias de verdad — me abrazó.
Escuchamos pasos y nos separamos, veo a mi
jefe con unos papeles.
— Vaya a mí no me has abrazado después de que
llegué de España y a mi asistente la acabas de
conocer y ya la abrazas — dijo “indignado”.
— Es que ella se ve más simpática que cierto
hermano amargado que tengo — respondió— ¿Eres
su asistente?
— Sí — contesto.
— Aquí entre nos ¿Cómo lo soportas? — dijo y
ya no pude aguantar la risa.
— Amanda — la reprende Welker.
— Ya, lo siento, ya me voy para que no te enojes.
No decimos nada hasta que la vemos desaparecer
por las escaleras.
— Perdone la conducta de mi hermana, está un
poco loca.
— Escuché eso— grita su hermana.

98
— Pues para que lo sepas.
Los dos reímos y es la prime vez que lo veo reír
así.
— Su hermana es muy simpática— respondo con
una sonrisa.
— Sí, bastante— dijo eso con algo de melancolía
— en fin, ya nos podemos ir a comer.
Caminamos a la salida y me abre la puerta para
salir, pero apenas di un paso afuera ahí estaban el
señor y la señora Welker.
— Sara ¿Qué te trae por acá? — me pregunta
muy amable el señor Welker.
— Vine con su hijo por unos papeles — respondí
y mi jefe al fin se asoma.
— Hola padres — saluda algo nervioso —
nosotros ya nos vamos.
— Nada de eso querido — dijo la señora Welker
— quédense a comer, justo traje lasaña.
— No podemos — responde Welker.
— No era pregunta, se quedan, deja descansar a
Sara, pobre chica se la vive trabajando— le contesta

99
ella.
— Está bien — dijo resignado.
Entramos todos y mi jefe se acerca y me susurra
un “lo siento” y nos sentamos a la mesa.
_________________&&&________________
Aquí el otro capítulo, vaya que esto tenía
muchos errores pero ya quedó.
Me alegro que les guste, los leo luego.

100
Capítulo 13.

Entramos al comedor, me senté al lado de mi jefe


y la señora Welker empezo a servir la comida.
— Mart ¿Puedes ir por Amanda? Por favor—
dijo la mamá de este
— Sí, ahora vuelvo, permiso.
Así él se marchó dejándome con sus padres.
— ¿Cómo va la empresa? — pregunta el señor
Welker.
— De maravilla, dejó la empresa en muy buenas
manos— respondí segura.
— Tomé la mejor decisión al traerlo de España—
dijo él refiriéndose a su hijo.
— Tomamos querido — lo corrige su esposa y él
sonríe asintiendo— también es gracias a ti, Sara.
— ¿A mí? ¿Cómo?
Apenas iba a responder la señora Welker cuando
la puerta del comedor se abrió dejando entrar a mi
jefe y Amanda.

101
— ¡Lasaña! — grita Amanda emocionada.
— Ya está servida, solo lávate las manos para
comenzar— demanda su mamá.
Así empezamos una charla muy amena mientras
disfrutábamos la lasaña, pero seguía con la duda de
qué hice para que Welker esté aquí.
— ¿Cómo está tu mamá Sara?— cuestiona la
señora.
— Muy bien, gracias— respondí con una sonrisa
— llena de trabajo en la cafetería.
— Me alegra oír eso— dice ella— por cierto…
haces falta en la cafetería, nadie hace los batidos
como tú.
Solo atiene a sonreír y sonrojarme un poco.
— Gracias, de hecho allí estoy, ya que una
mesera acaba de dar a luz y voy a suplirla.
— Allí nos tendrás este fin de semana—
respondió amable el señor Welker.
Así continuamos hasta que llegó la hora de irnos
a la empresa y aunque los señores Welker nos
querían ahí más tiempo, entendieron que teníamos
mucho trabajo.

102
Al llegar a la empresa me sorprendió no ver a
Mel, pero supuse que debía estar en su hora de
descanso.
Entramos directo a la oficina y continuamos
trabajando el resto del día hasta que sin esperarlo, ya
era la hora de salida.
— Es hora de irnos señorita Sanderson— me dice
él.
— ¡Genial!, ya estoy algo cansada— suspiro al
levantarme.
— Le dije que es mucho trabajo.
— Y no mintió.
Welker y yo caminamos al estacionamiento para
subirme al auto de este para ir a mi casa, ya que él
sigue insistiendo en llevarme y no me permite irme
por mi cuenta.
Íbamos en total silencio hasta que él lo rompió.
— ¿Por qué no tiene auto?
Me sorprendió mucho su pregunta pues no la
esperaba.
—Yo… — me da tanta pena decirlo.

103
— ¿Es por el suelo? La empresa le puede otorgar
un préstamo para cómpralo.
— No es eso…— mi piel ardía de vergüenza — a
todo esto ¿Por qué la pregunta? ¿Ya se enfado de
tráeme?
— Al contrario, disfruto mucho el pasar tiempo
con usted— me sorprendió su respuesta y al parecer
a él también— me refiero a que las charlas son
agradables y ya sabe.
Parece nervioso y me pareció gracioso. Después
de todo no todos los días lo veo así.
— ¿Está bien? — pregunto con burla.
— ¿Yo? No, digo… sí— parece confundido—
deje de desviar el tema y dígame por qué no tiene
auto.
Ahí es donde dejé de reír y me puse nerviosa yo
de nuevo.
— No sé manejar— dije rápido.

— No se manejar, lo dije ¿Feliz?— respondo


derrotada.

104
— ¿Por qué?
— Bueno, mi mamá no sabe manejar, Mel no
tiene auto y son las únicas personas cercanas de las
que puedo aprender porque no tengo tiempo para
lecciones de manejo entre semana y aquí no hay
lección el fin de semana.
Él perece sorprendido, como si no se imaginara
lo poco social que soy.
— Si me permite, yo podría enseñarla— agrega
dudoso.
— ¿En serio? — pregunté emocionada.
— Por supuesto, pero no será gratis.
Lo suponía, sonaba demasiado bueno.
— ¿Cuál es el costo?— No tengo problema en
pagar porque de verdad quiero aprender, así podría
salir a donde sea.
— Un batido por clase, mamá dice que son
deliciosos y ella sabe de eso— sonríe de lado.
— Me parece justo— dije antes de que el auto
dejara de moverse al llegar a mi casa.

105
— Es un trato, el sábado después de su trabajo
comenzamos.
Nos despedimos para irnos, yo llegue sumamente
emocionada porque al fin aprendería a manejar,
¡adiós a los taxis!, ya no los necesitaré.
Estaba tan emocionada que no me di cuenta lo
rápido que pasó la semana hasta que ya era sábado y
me estaba vistiendo para ir a la cafetería.
La cafetería hoy estaba tranquila, pero eso no
quita que tengamos muchos clientes.
Estaba terminando de limpiar la mesa y veo
entrar a la familia Welker.
— Bienvenidos familia Welker— dije cuando
ellos tomaron asiento.
— Hola querida — saluda la señora Welker y
luego los demás integrantes de la familia.
— ¿Qué van a ordenar? — pregunto.
— Sorpréndeme Sanderson — dice mi jefe. Ante
ese comentario intercambiaron miradas los señores
Welker y su hija.
Ellos empezaron a decirme lo que cada uno
quería mientras anotaba en una libreta.

106
— En seguida lo traigo.
Fui a la cocina para llevarle la orden a mi mamá
y así le preparara.
— ¿Y esa sonrisa? — Pregunta mi mamá
mientras sirve el pedido y yo hago los batidos.
— ¿Cuál? — respondo.
— Esa de enamorada que tienes, parece que viste
a un ángel.
Pues mi jefe tiene cara de uno pero no es por él…
esperen ¿Por qué pensé en él? Esto me está pasando
seguido después de la vez que le tiré el café.
— Por nada mamá, simplemente es un buen día y
me enamoré del clima.
Ella finge que me cree y solo me da la orden para
llevarla.
— Esta vez no tires nada— se burla.
— Lo intentaré.
Camino de regreso a la mesa de los Welker
pensando en lo que mamá dijo.
— Aquí está— digo cuando llego a la mesa de
los Welker y les doy su pedido.

107
— Vaya Sara, hiciste que me enamorara —
Asegura Amanda al probar la comida.
Yo solo reí al igual que todos en la mesa.
— Bueno, me retiro, si necesitan algo solo me
hablan — Mencioné para ir a atender otras mesas.
Atendí mesas y ayude en la cocina hasta que la
familia Welker me habló para pedir la cuenta.
— Estuvo delicioso como siempre— dice el
señor Welker.
— Me alegra que les gustara.
Ellos empezaron a salir, pero antes de salir se
regresó Welker y camina a dónde estoy.
— Casi se me olvida— empieza a decir — la
espero a la hora de la salida, aquí abajo para
empezar sus clases.
Sin dejarme responder salió corriendo de nuevo.
Espero no haberme equivocado al aceptar esto, la
verdad me da nervios no aprender o hacer que
Welker se desespere al enseñarme.
Seguí trabajando entre bromas de mi mamá y los
demás meseros sobre la presencia de Welker aquí

108
que hacían aumentar mis nervios.
Aunque actuaba molesta ante sus comentarios por
dentro moría de risa, pues cómo no hacerlo con sus
“te espero a la salida mi amor” que decían ellos
intentando imitar la voz de él.
A la salida tal como me dijo, se encontraba mi
jefe en su auto del cuál bajó para recibirme.
— ¿Lista para irnos señorita?
— Sí.
Subí al auto y cuando ya estaba en movimiento
me di cuenta que no sabía a dónde íbamos.
— ¿A dónde vamos? — pregunté.
— A una carretera no tan transitada para que no
choque.
Me quedé seria al darme cuenta de la poca fe que
me tiene, pero no lo puedo juzgar, dentro de mí sé
que voy a chocar con algo.
— Es broma, confío en usted— me dice.
— Es un alivio, la verdad ni yo confío en mí.
— Lo hará bien a parte no pienso dejarla sola al
volante en su primera clase.

109
Llegamos a la carretera que no está muy lejos de
aquí y me empezó a explicar.
________________&&&_________________
Dejen les cuento que mi mamá está leyendo
esto y pues me reclamó que no he actualizado, así
que aquí me tienen.
Gracias por leer y espero les agrade esté
capitulo.

110
Capítulo 14.

Han pasado dos semanas desde que tomé mi


primera lección y ya he aprendido, Welker me ha
enseñado muy bien y ahora solo me falta aprender a
estacionarme.
Hoy es viernes y estábamos trabajando en su
oficina, porque a pesar de que ya no tenemos tanto
trabajo, él prefiere que trabajemos aquí excepto
cuando nos encargamos de cosas diferentes.
— Entonces ya solo falta entregar las
invitaciones señor— digo.
— ¿Tenemos todo listo para el evento del
próximo mes?
— Solo falta que usted confirme a su pareja del
evento y ver el resultado de marketing con el señor
Miller.
Porque en el marketing, está la odiosa de Andrea
y es a la última persona que quiero ver.
— Todavía no puedo confirmar lo de mi
acompañante, pero sí voy a ir por lo del marketing.

111
— ¿Mando a llamar al señor Miller?
— No, prefiero ir, ese piso lo he dejado olvidado
y creo que es buen momento de conocerlo.
— Okay, si no necesita nada más, me retiro.
— Sí, te llamo ya que lo supervise.
Salí de la oficina feliz porque no me voy a
encontrar a Andrea, ya tenemos todo listo para el
próximo evento y todo va de maravilla ¿Qué puede
salir mal?
— Sara — me llamó Mel.
— Mandé.
— ¿Vamos juntas a comer? Ya tiene mucho que
no me acompañas.
Tiene razón, llevo sin comer con ella desde que
me llevo bien con mi jefe y de eso ya hace algunas
semanas.
— Claro y me cuentas que tal vas con tu amado
— respondo.
— Tengo mucho que contarte— menciona con
una gran sonrisa— nos vemos en unas horas.

112
Me encanta verla feliz, ya que ella a sufrido
mucho. Para empezar tuvo que dejar a su familia
para poder estudiar y su papá ya no le habla por eso,
cuando la conocí tenía un novio que la maltrataba y
la hacía sentir menos hasta que ya no pudo más y lo
terminó.
Pero no fue fácil pues el seguía insistiendo y tuvo
que conseguir una orden de restricción, pero ahora
se ve feliz.
Su familia se enteró de esto y la comenzó a
proteger más, así que el hecho de tener pareja
complicará un poco las cosas.
Llegué a mi oficina para mandar a entregar las
invitaciones y dar autorización a las demás áreas
para poder empezar los preparativos del evento.
Tiempo después fui con Mel para ir a comer.
Bajamos a la cafetería de la oficina para así tener
más tiempo para hablar.
— Cuéntamelo todo — dije cuando llegó nuestra
comida.
— Pues hemos tenido más citas igual de
maravillosas y ya conocí a su familia — después de

113
eso se puso seria — él quiere conocer a la mía, pero
sabes que mi papá no va a querer.
— Creo que es hora de que le digas esa parte de
tu pasado.
— Lo sé, pero entonces también tendría que
contarle sobre mi ex y no me siento lista.
— Poco a poco, recuerda — aconsejo— si él de
verdad quiere intentar algo, entonces te tendrá
paciencia y no le importará tu pasado o problemas.
— Gracias Sara. Siempre sabes que decir—
sonríe— Lo intentaré pero… Si sale mal ¿Puedes
estar para mí?
— Siempre estaré para ti.
Nos dimos un abrazo y seguimos comiendo y
hablando hasta que llegó la hora de regresar.
Apenas llegué a mi oficina cuando llamaron al
teléfono de mi oficina.
— Diga— respondo.
— Venga a mi oficina ¡Ya! — y sin más colgó.
Sabía que era Welker pero ¿Ahora qué sucedió?
Está de muy mal humor.

114
Fui a su oficina muy nerviosa, lo que sea que me
va a decir no será nada bueno.
— Pase — me dice después de que toqué.
— ¿Qué necesita? — pregunto después de cerrar
la puerta y estar frente a su escritorio.
— ¡Es usted una cualquiera!
¿Cómo me dijo? Estoy tan sorprendida que no
supe que hacer.
— ¿Disculpe?— pregunto cuando reacciono.
— ¿Cuándo cree que me iba a tardar en
enterarme de porque mi papá la cuida tanto?
— No entiendo.
— Sigue fingiendo, muy bien, voy a ser más
claro — dice muy molesto — Hablo de que usted se
acostó con mi papá para conseguir su puesto.
¿Qué le pasa? Está dudando de algo que le he
demostrado con hechos y me levanta falsos. Además
de dañar la reputación del señor Welker.
— Mire señor, yo no necesito hacer tal
barbaridad para conseguir este puesto, me he
esforzando como todos.

115
— Claro, porque es normal que le den un cargo
tan importante a una recién graduada— responde
con sarcasmo.
— No sé los motivos de su padre para
contratarme pero no tiene nada que ver con lo que
dice.
— Ya no le creo nada, es una trepadora,
cualquiera, una…
No terminó de decir el siguiente insulto porque le
di una bofetada que bien merecido la tiene.
— No le voy a permitir que me hable así, debí
suponer que solo me era amable conmigo por el
proyecto, es peor de lo que creí.
— ¿Ahora es usted la enojada? Me tiene sin
cuidado la opinión que tenga sobre mí, no es quien
para reclamar después de lo que hizo. Solo por el
estúpido contrato no la despido, el que por cierto lo
hizo mi padre para proteger a su amante.
— No pienso seguir escuchando sus tonterías, le
he soportado sus malos tratos, su arrogancia y el que
me quiera humillar, pero nunca voy a dejar que diga
eso de mí, renuncio.

116
En ese momento la oficina quedo en total silencio
y Welker parece sorprendido pero no dice nada.
— Antes de irme — rompo el silencio— piense
en si de verdad cree que su papá sea capaz de eso,
tal vez dude de mí porque no me conoce, pero su
papá ha estado allí para usted.
Con esas palabras salí de su oficina bastante
molesta pero creo que más allá del enojo me sentía
decepcionada, pues no es la primera vez que alguien
se aleja de mí después de conseguir lo que quiere.
No sé cómo pude confiar en él, soy una tonta,
solo era cuestión de tiempo para que volviera a ser el
idiota de siempre.
Voy directo a mi oficina para guardar todo, al
final él ganó y terminé renunciado, pero ya no
soporté más.
Tengo unas enormes ganas de llorar, pero eso lo
haré en mi habitación cuando esté sola, no puedo
permitir que alguien me vea así.
Salí de mi oficina, cuando Melissa me vio su
sonrisa desapareció y corrió a mi lado, es irónico
que yo soy siempre la que la ve mal y ahora es al
revés.

117
— ¿Qué sucedió? ¿Por llevas tus cosas?
— Él me… — no soporte más y mi voz se
quebró.
— Tranquila, ven dame un abrazo— hice lo que
pidió— llora si así lo deseas, aquí estoy para ti.
Lloré a más no poder, es que estoy tan dolida por
sus palabras, su cara de desprecio y toda la situación
es horrible.
Después de desahogarme Melissa me acompaño a
la entrada de la puerta para de allí irme a mi casa.
— ¿Segura que no quieres que vaya contigo? —
Pregunta ella.
— Sí, ya es suficiente con lo que has hecho y
necesito estar sola.
Ella no muy convencida me dejó ir a mi casa y
ahí aproveche que no está mi mamá para robar
helado e ir a mi habitación, colocarme la pijama y
deprimirme.
__________________&&&_______________
Me pasó algo genial mientras corregía esto,
porque cuando escribo la escena dónde Welker
dice sus horribles cosas me imaginé la emoción.

118
Hoy que la corregí tuve que leer esto y les juro
que me enojé con Sara.
Espero también les transmita emociones como
a mí porque de eso tratan las historias.

119
Capítulo 15.

Eran las diez de la noche cuando el sonido del


celular me despertó.
— ¿Bueno?— respondo.
— Abre la puerta, te tengo una sorpresa — dice
Mel.
— Dios Melissa ¿No puedes esperar a mañana?
Muero de sueño.
— No, ahora abre— sin más colgó.
Bajé las escaleras y llegué a la entrada y abrí.
— Melisa dónde no sea algo…— guarde silencio
por la sorpresa que me llevé, pues no era Melissa.
Narra Mart.
Estaba en mi oficina trabajando con Sara, ésta
chica de verdad es increíble, hace un excelente
trabajo, ahora entiendo porqué mi papá no la quería
despedir.
Gracias a ella hemos logrado contratos que
ayudan mucho al crecimiento de la empresa y mi

120
agenda es perfecta.
Estos días que la conozco un poco más me ha
agradado bastante, pues es muy decidida en lo que
ama.
— Entonces ya solo falta entregar las
invitaciones señor— dijo.
— ¿Tenemos todo listo para el evento del
próximo mes?
— Solo falta que usted confirme a su pareja del
evento y ver el resultado de marketing con el señor
Miller.
No le he dicho nada a Tiffany del evento porque
probablemente no esté en el país y porque no sé si
quiero que esté en ese evento.
Creo que lo del señor Miller si podré hacerlo, ya
que, he estado en cada piso de la oficina conociendo
a todos menos ese y este es un buen momento. Así
que decido ir.
Se retira la señorita Sanderson y yo aprovecho
para terminar los trámites para que ella pueda tener
su auto.
Le está yendo de maravilla en las lecciones que
creo que es momento de darle su auto.

121
Al terminar esto fui al piso de marketing donde
me encontré al la secretaria del señor Miller.
— Buenas tardes, avísale por favor al señor
Miller que necesito verlo.
— Disculpe, pero ¿Tiene cita?— me responde
indiferente.
— No, pero no lo veo necesario, ya que soy el
dueño de esta empresa— sonrío al ver su expresión.
— Lo siento señor, ahora mismo lo hago pasar.
Es la típica que solo es “amable” con el jefe
porque busca algo de ellos, se nota por su
comportamiento.
— Gracias.
Entro a la oficina del señor Miller y le explico la
razón por la que estoy aquí.
— Aquí está lo que pidió señor ¿Ya lo
empezaremos a presentar?
— Si es posible, por favor.
— Muy bien, ahora mismo lo mando.
Le agradezco y salgo para ir a mi oficina, pero la
secretaria ¿Andrea? Creo se llama, me detiene.

122
— ¿Ya hace el trabajo de su asistente? —
Pregunta con sarcasmo.
— No es de su incumbencia — respondo.
— Al parecer ya lo conquistó al igual que a su
padre, con sus cuentos de la niña con problemas, que
es súper lista y dedicada.
— ¿De qué habla?
— ¿No lo sabe?, yo iba a ser la asistente de su
padre, pero casualmente después de la entrevista de
ella me quitaron mi puesto.
— Quizá porque ella era mejor capacitada — ésta
señora me está empezando a enfadar ¿Cómo insinúa
eso?
— ¿Usted lo cree? Tengo más tiempo trabajando
aquí, así que tengo mayor experiencia y tengo
excelentes referencias, ella era un recién llegada ,
una niña— comenta mordaz.
— Eso no prueba nada.
— Pues también es muy sospechoso que le
adelantó el pago a solo tres días de trabajar aquí,
toda la empresa sabe que entre su padre y Sara pasa
algo raro. También se dice que algunas veces salían
a “juntas” y no regresaban en todo el día.

123
No lo puedo creer, esto debe ser una broma, no
puedo confiar de nuevo en alguien que me terminó
mintiendo y usando.
Tampoco lo esperé de mi padre, siempre aparenta
amar tanto a mi madre ¿Qué clase de hombre se
convirtió en estos últimos ocho años sin verlo? Sino
es que siempre lo fue.
Me siento muy decepcionado de ambos, por fin
descubro quienes son en realidad.
— Ella es así, se les mete por los ojos y logra que
hagan lo que ella quiere o le regalen cosas para
“ayudarla” pero ya que tiene lo que quiere los deja
— continúa Andrea.
Caí directo en su trampa ¿Cómo fui tan estúpido
de nuevo?
— ¡Ya basta!, no quiero que vuelva a repetir eso
— le dije antes de irme a mi oficina y enfrentar a
Sara, pero tuve que esperar porque estaba en su hora
de comida, en cuanto llegó la llamé.
— ¿Qué necesita? — Pregunta cuando entra.
— ¡Es usted una cualquiera! — le gritó sin poder
contener más la molestia.
— ¿Disculpe?— Pregunta sorprendida.

124
— ¿Cuánto cree que me iba a tardar en
enterarme de porque mi papá la cuida tanto?
— No entiendo.
— Sigue fingiendo, muy bien, voy a ser más
claro — digo muy molesto — Hablo de que usted se
acostó con mi papá para conseguir su puesto.
— Mire señor, yo no necesito hacer tal
barbaridad para conseguir este puesto, me he
esforzando como todos.
Vaya descaro tiene al decir eso.
— Claro, porque es normal que le den un cargo
tan importante a una recién graduada—
— No sé los motivos de su padre para
contactarme, pero no tiene nada que ver con lo que
dice.
— Ya no le creo nada, es una trepadora,
cualquiera, una…
No termino de decir el siguiente insulto porque
me dio una cachetada.
— No le voy a permitir que me hable así, debí
suponer que solo era amable conmigo por el
proyecto, es peor de lo que creí.

125
¿Ella es la enojada? Clásico de éstas mujeres que
se victimizan .
— ¿Ahora es usted la enojada? Me tiene sin
cuidado la opinión que tenga sobre mí, no es quien
para reclamar después de lo que hizo. Solo por el
estúpido contrato no la despido, el que por cierto
hizo lo padre para proteger a su amante.
— No pienso seguir escuchando sus tonterías, le
he soportado sus malos tratos, su arrogancia y el que
me quiera humillar, pero nunca voy a dejar que diga
eso de mí, renuncio.
Nunca me esperé su renuncia y menos esas
palabras, me empecé a sentir arrepentido pero
recordé que traiciono la confianza de mi familia y la
mía.
— Antes de irme — rompió el silencio— piense
en si de verdad cree que su papá sea capas de eso, tal
vez dude de mí porque no me conoce, pero su papá
ha estado allí para usted.
Mi papá lleva años sin estar para mí, así que no lo
puedo decir nada.
Solo veo como Sara se va.
Tengo que hablar con mi papá, él tiene que
afrontar lo que hizo ante mi madre.

126
Cuando iba a salir me encontré con una horrible
escena. Sara estaba llorando en el hombro de su
amiga, se veía tan destrozada.
Regresé a mi oficina porque si seguía viendo eso
iba a terminar arrepentido y no podré enfrentar a mi
padre.
Después de volver a recordarme el motivo de mi
enojo fui a enfrentar a mi papá.
— Voy a salir, así que dile a mi siguiente cita que
será pospuesta la reunión — le digo a la
recepcionista.
— Ese es trabajo de la asistente, la cual ya no
tiene — responde enojada.
Vaya, ella nunca me responde así, pero no tengo
tiempo para remordimiento.
Subí a mi auto y conduzco hasta el límite de
velocidad para llegar a la casa de mis padres.
Al llegar me bajo y voy directo al estudio dónde
efectivamente está mi Papá.
— Hijo ¿Qué haces tan temprano?— preguntó
sorprendido.
— Vengo a exigir explicaciones.

127
— ¿Qué sucede? — responde tranquilo.
— Pasa que ya me enteré que engañas a mi mamá
con tu ex-asistente.
— ¿De dónde sacas eso?
— Toda la oficina lo sabe, excepto yo, claro,
porque todos me ven la cara ¿Cómo pudiste?
— Yo amo a tu mamá desde antes de casarnos,
nunca le haría eso ¿Crees más en los tontos rumores
de la empresa que en tu propio padre?
— Porque no te conozco, la última vez que
hablamos fue hace ocho años y solo para decime que
me tendría que ir del país.
— Tú elegiste eso, te dije que tu hermana podría
encargarse de la empresa.
— Ella no podría elegir lo que le gusta, ella no
podía pasar por esto. Pero no es el tema a discusión.
— Cuántas veces te tengo que decir que nunca
engañé a tu madre y menos con Sara, ella es como
mi hija, los de la empresa creen que tengo algo con
ella por el puesto que le di a una recién graduada o
porque le adelanté su paga en sus primeros días,
pero ellos no saben lo que pasó, tu mamá sí, ella fue
la primera en ofrecerle ayuda.

128
— Entonces no tendrás problema en que le
pregunte— lo reto.
— No necesitas preguntarme nada, yo te lo diré
— dice mi mamá al entrar al estudio.
— ¿Entonces qué sucedió?— pregunto.
— Comprenderás que no es adecuado que cuente
la vida de alguien, pero ten por seguro que no es lo
que todos rumoran. En estos tres años nos ha
ayudado con las discusiones que tenemos tu padre y
yo— responde mi mamá.
—Por no mencionar que ella me ayudó a darme
cuenta que no estuve bien al enviarte lejos por tantos
años— dice papá.
— ¿Entonces aceptas que no debiste hacerlo? —
pregunto.
— Sí, pero eso lo discutiremos cuando estés
preparado, aún estás muy alterado. Hijo has
convivido con ella, sabes que ella se ganó el cargo
que tiene y es imposible que no lo notes— responde
él.
No supe que responder, era cierto, ella me
demostró con hechos por qué mi papá la tiene de

129
asistente, ha estado para mí a pesar de la manera en
que la trate.
Recordé cuando la vi llorar estar tarde y me sentí
más culpable, debo arreglar las cosas con ella y
devolverle su trabajo.
Así que no dude más, fui a su casa para
convencerla de que regrese a la empresa y me
perdone mi imprudencia.
En el camino llamé a la amiga de Sara para que la
convenza de escucharme.
—¿Quien habla?— pregunta al responder.
— Soy Mart Welker, necesito que por favor haga
que su amiga me escuche.
— No creo que lo merezca— responde.
— Lo sé, pero quiero disculparme, fui un tonto.
— Idiota diría ella.
— Sí, eso, pero le juro que si ella me escucha no
la volveré a decepcionar.
— Está bien, haré lo que pueda pero si le hace
algo no crea que las cosas se quedarán así— no
espera mi respuesta y cuelga.

130
_________________&&&________________
Aquí está para que se les baje el enojo y no
quieran ahorcar al pobre Mart.
Ximena1978losangeles, tus sospechas eran
ciertas. Si no entienden, vayan a leer su
comentario en el capítulo anterior 😉😉😉

131
Capítulo 16.

Bajé las escaleras y llegué a la entrada y abrí.


— Melisa dónde no sea algo…— guardé silencio
por la sorpresa que me llevé, pues no era Melissa.
— Buenas noches, ¿Puedo pasar? — Pregunta mi
jefe o mejor dicho ex-jefe.
— ¿Ustedes que hace aquí? ¿No es suficiente la
humillación de esta tarde ? ¿Qué más quiere?
— Lamento mucho lo de esta tarde de verdad que
no…
— Sus disculpas no van a solucionar nada, si es
todo, le voy a pedir que se vaya— dije para cerrar la
puerta, pero el pie de mi jefe no me dejó.
— Espere, déjeme hablar sólo cinco minutos por
favor, después de eso me voy si así lo desea.
— No, no quiero escucharlo.
— Por favor, solo eso.
Este hombre no entiende, pero le daré sus cinco
minutos, después de eso ya no sabré de él.

132
— Adelante — dije abriendo la puerta para que
pase.
— Como le dije lamento mucho mi
comportamiento de…
— Ya lo dijo, le recomiendo que no desperdicie
el tiempo.
— Por favor déjeme terminar, después dirá lo que
desea.
Yo solo asentí para que continuara.
— Sé que lo que dije es horrible, me porté como
un verdadero patán, un idiota como usted diría. pero
después de reflexionar me di cuenta de que era
absurdo que usted haga algo tan ruin, el poco tiempo
que he convivido con usted me he dado cuenta que
es una maravillosa persona, dedicada, que siempre
da lo mejor de usted. Es un verdadero honor que
trabaje para mí, corrección, que trabajemos juntos.
Es imposible que quien me esté hablando ahora
sea el mismo idiota de esta tarde, pero no me voy a
dejar convencer por palabras bonitas, no otra vez.
— ¿Ahora, ya terminó?
— Al parecer no me perdonará fácil.

133
— No— respondí cortante.
— Está bien, solo una última cosa. ¿Podría venir
a una reunión de suma importancia para la empresa?
sin usted no sé si podría lograrlo.
Pensé en decirle que no, pero le debo mucho a la
empresa y a la familia Welker.
— Está bien, pero solo lo hago por su familia.
Ahora sí, adiós.
— Paso por ustedes a las 9:30 a.m. es en un
parque, así que vista casual.
Él salió de mi casa y yo me dirijo a mi habitación
para dormir y tener todo listo para mañana.
Me quedé profundamente dormida hasta el
siguiente día, desperté a las 7:30 para vestirme y
acomodar mis cosas.
Decidí ponerme un vestido que compré hace un
mes y nunca usé.
Dejaré suelto mi cabello y listo.
Estoy sumamente nerviosa y no se el porqué,
supongo que después de todo lo de ayer es
comprensible.

134
Después de arreglarme vi a mi mamá en la cocina
haciendo su té, aquí viene lo complicado, le tengo
que avisar que hoy no podré ir a la cafetería.
— Buenos días mamá.
— Buenos días mi niña.
— Mamá este… Hoynopodréestarenlacafetería -
dije rápido para que no entendiera.
— Más despacio Sara, no te entendí.
Respira Sara, tú puedes, Vamos.
— No puedo ir a la cafetería hoy, porque tengo
una importante junta, apenas te estoy avisando
porque cuando me dijeron, tú estabas dormida.
— Está bien, ya sabía— responde simple.
— ¿Tú qué? ¿Cómo?
— Dejamos esto para después, debo ir a la
cafetería.
Se despidió dejándome totalmente confundida
¿Habrá escuchado la conversación de anoche con
Welker?, Pero ella tiene el sueño pesado.
No cabe duda de que las mamás son adivinas.
El timbre me interrumpió y fui a abrir.

135
— Buenos días..— saluda mi jefe— se ve
diferente, estoy acostumbrada a verla con ropa
formal y su cabello atado.
— Emmm… Gracias — contesté nerviosa— ¿ya
nos vamos?
— Claro, adelante— me abre la puerta del auto y
él se sube al otro lado.
El viaje pasa en un incómodo silencio y el
ambiente algo tenso.
— Señorita Sanderson, como lo he dicho lamento
mucho lo de ayer y si pudiera hacer cualquier cosa
para repararlo lo haré, pero por favor no deje la
empresa.
— Es irónico que se esforzó tanto en hacer que
deje la empresa y cuando lo logra ya no quiere —
respondo sarcástica.
— Me he dado cuenta de su importancia y la gran
persona que es.
— Será mejor que dejemos el tema y sigamos en
silencio hasta la reunión.
Sé que estoy siendo muy grosera, pero es lo
mínimo que merece después de lo que me hizo.

136
Al llegar vi un hermoso parque lleno de muchos
árboles y un hermoso puente.

— Lo sé, aquí venía con mi familia cuando era


niño — menciona con melancolía.
Su voz me recordó que estamos aquí por trabajo
y no para un día de campo.
— ¿Dónde está la reunión?— Cambio el tema.
— Oh claro, por aquí— me guía hasta otra parte
del parque donde estamos más cerca del lago, pero
en la sombra.
— ¿Quién es la persona que estamos esperando?
— pregunto por fin, la verdad moría de curiosidad.
— Es una chica que le debo una disculpa por ser
un verdadero idiota por mucho tiempo con ella.
— Vaya, al parecer no soy la única.
Él soltó una risita cautivadora.
— Al parecer sí, porque estamos aquí para
arreglar las cosas.

137
Eso sí que no lo esperaba, no sé si debería estar
feliz, halagada o molesta .
— ¿Qué es lo que planea?
— En primer lugar, darle esto — me entrega una
llaves de un auto— el auto en el que venimos es
suyo y antes de que diga algo, esto no es para que
me disculpe, es algo que llevo planeando desde la
semana pasada.
— Gracias, pero aún así no lo voy a aceptar.
— Hágalo por favor, es por parte de toda mi
familia— me dice con una sonrisa— en segundo
lugar, las disculpas van más allá de lo de ayer, es por
todo lo que le he hecho desde que llegó, por favor
deme una segunda oportunidad, deje demostrarle
quién realmente soy.
¿Por qué se me hace tan difícil negarme?, verlo
así de amable y tratando de arreglar todo.
— ¿Por qué hace esto?
— Lo hago porque es lo correcto, porque
reconozco que me equivoqué y porque de verdad
quiero que volvamos a tener la relación antes de que
le gritara todas esas tonterías.
— ¿Qué me asegura que no lo hará de nuevo?

138
Él se quedó un poco pensativo.
— Tengo una idea, para que ninguno crea las
mentiras de los demás entonces debemos conocernos
mejor y qué mejor manera que haciendo preguntas,
usted pregunta algo y yo respondo con toda
honestidad y yo a usted ¿ Le parece?
Es algo muy de adolescentes y no me agrada del
todo la idea.
Lo pensé un momento y al final accedí, sé que lo
perdoné muy fácil, pero no me gusta el rencor y
también ha hecho cosas muy buenas por mí.
— Me perece bien señor Welker.
— Mart.
— ¿Disculpe?
— Solo Mark, si vamos a tener confianza
háblame de tú.
— Está bien Mark — esto es muy extraño.
— ¿Me permite tratarla de tú?
— Claro, entonces ¿Quién empieza?
— Ust… Tú.

139
— ¿Por qué me trataba mal?
— Porque el día que te conocí tuve un muy mal
día y luego me molestó tu actitud de parecer la líder
de allí, como las señoras de otras empresas que se
creen las dueñas y luego el hecho de que mi papá la
proteja tanto.
— En mi defensa, me molestó su manera de
llegar y por eso mi comportamiento.
— No te culpo, ¿Por qué te adelantaron el sueldo
cuando recién entraste a la empresa?
— Pues verás… Una semana antes de graduarme
mi abuela enfermó y estuvo en el hospital, cuando
entré a la empresa ella tenía dos semanas de haber
fallecido, teníamos muchas deudas y necesitaba
dinero para que no le cerraran la cafetería a mi
mamá, tu padre al escuchar una llamada del banco le
contó a tu mamá, así que me adelantó el sueldo e
incluso le encargaron a mi mamá un gran evento, tu
hermano Cris también se ofreció a llevar todos los
platillos y servirlos junto a mí.
Vi cómo se tensó al escuchar el nombre de su
hermano.
— Lamento haberte juzgado sin conocerte.

140
— No importa, ¿Por qué te disgusta la mención
de tu hermano?
— Es algo complicado, como te has a dado
cuenta él es el primogénito, se supone que él
quedaría encargado de la empresa, pero fue tan
egoísta que prefirió seguir su sueño y hacer que yo
me alejara de mi familia por varios años, la última
vez que lo vi se estaba besando con mi novia, así
que desde allí no lo quise ver ni tener pareja.
— Pero tienes novia ¿No?
— Sí, pero estoy con ella porque se lo debo,
abandonó todo para seguirme hasta España y
apoyarme, aunque yo no lo pedí.
— Pero si ella lo hizo porque así lo quiso,
entonces no le debes nada. Creo que si sigues así la
vas a lastimar.
— Que sabia es en eso del amor— responde
sonriendo— su novio debe de ser muy afortunado.
— No tengo pareja— Mencioné ruborizada.
— ¿Y el tipo de la otra vez que la invitó a salir?
— Es solo un amigo, he tenido mala suerte en el
amor.

141
— Puedes contarme si lo deseas.
— Pues nada del otro mundo ¿conoces las
novelas cliché dónde el chico popular se enamora de
la nerd por una apuesta?
— Sí, Amanda las ama.
— Pues me pasó algo igual, solo que en mi caso
no se enamoro de mí— dije desilusionada.
— No deberías cerrarte solo por eso, eres joven y
debe haber un chico indicado para ti, solo debes
intentar. Te prometo que te conseguiré una cita.
— ¿Ahora eres cupido? — contesto en broma.
— Algo así, seré tu cupido personal.
— Sabes que es absurdo que me recomiendes
seguir adelante en el amor cuando tú haces lo mismo
que yo— estallamos en carcajadas.
— Tienes razón, pero es que no quiero que
termines como yo.
Seguimos con la plática y se dejó de lado en plan
inicial de las preguntas, pero así es más ameno.
_________________&&&________________

142
Yo sé que creen que no es momento de
perdonarlo, pero ya les falta un momento de paz
a este par.
Espero les guste el capítulo, que para mí es
uno de mis favoritos y la razón de esta novela.
Los amo y cuídense.

143
Capítulo 17.

Estoy en la oficina de Mart, es extraño decirle por


su nombre, pero ya me estoy acostumbrando, desde
el sábado pasado nuestra relación va mejor e incluso
ya somos amigos.
— Sara ¿Ya tienes quién te acompañe a la
presentación de la próxima temporada? — pregunta
Mart.
— No, soy tu asistente, así que tengo que estar al
pendiente de todo y con un acompañante no podría
hacer eso.
— ¿Pero si ésta vez no tuvieras que encargarte de
eso?
— Aunque eso sucediera no llevaría
acompañante, mi vida social es muy escasa—
bromeo.
— Si alguien te invita ¿Aceptarías?
Esto me parece sumamente extraño, no entiendo
para qué tanta pregunta, tal vez ya me consiguió una
cita, como lo prometió.

144
— ¿Quieres ir directo al punto?— le respondo.
— ¿Quieres ir al evento conmigo?— al decirlo se
mostró un poco nervioso.
Eso me dejó en shock ¿De verdad me está
invitando?
— Ella no puede ir contigo porque me llevarás a
mí— Esa odiosa voz tenía que interrumpir.
— Tiffany ¿Qué haces aquí?— pregunta él.
— ¿No es obvio? Vengo a visitar a mi novio —
recalcó el “mi novio”
— Sara ¿Podrías darnos un momento?, por favor
— Me dice mi jefe.
— Estaré en mi oficina, con permiso— me fui a
mi oficina a terminar lo que estaba haciendo y
esperar nuevas órdenes.
Estaba terminado de organizar y veo que Mel
entra a mi oficina algo desanimada.
— ¿Qué te pasa Melissa?
— ¿Recuerdas que Esteban quería conocer a mis
padres?
— Sí, ¿Salió mal?

145
— Para nada, se llevaron bien, pero Hernán me
vio salir con Esteban y ahora me está molestando.
Hernán es su ex, que la lastimó y separó de sus
padres, ya que, él fue el que insistió en que ella
trabaja aquí.
— No sé por qué ese patán sigue libre, después
de lo que te hizo debería estar en prisión, pero ese es
otro tema ¿Qué te ha dicho?
— Que yo soy de él y qué no puedo tener a
alguien más y esas tonterías de siempre. Lo peor es
que me dijo que le dirá todo a Esteban.
— Es un idiota ¿Cómo se atreve? Lo mejor es
que le digas tú la verdad a Esteban y puedes
quedarte de nuevo en mi casa si lo necesitas.
— Gracias, le diré lo más pronto posible, pero
aún no me siento preparada.
— Toma tu tiempo, es algo complicado, pero él
sabrá entender, ya verás— eso pareció animarla un
poco.
Nuestra conversación fue interrumpida por el
llamado del teléfono.
— Sara, ven por favor a mi oficina— ordena mi
jefe por el teléfono.

146
— Ahora voy— respondo y cuelgo.
— Vaya, ya se hablan de tú ¿Eso cuándo pasó?—
Cuestiona Mel.
— Este sábado, era lo que quería contarte, pero
estabas con tus padres— le cuento en lo que salgo de
la oficina.
— Me lo debes— grita ella antes de que yo salga.
Llego a la oficina de Mart y abro la puerta, me
encontré una escena inesperada.
Tiffany está sentada en las piernas de Welker y
dándose un apasionado beso.
— Ya basta Tiffany— dice mi jefe cuando se
despega del beso — no voy a cambiar de decisión,
vete.
— Te dejaré por ahora Mart, pero volveré.
Sale de la oficina mirándome mal y azotando la
puerta muy molesta.
— Lamento que presenciara eso. Es que…—
comienza mi jefe pero lo interrumpo.
— No tienes porque explicarme, es tu empresa y
sabes lo que haces— respondo indiferente.

147
— Quiero hacerlo — me dice y vuelve a
comenzar— Pensé en lo que hablamos el sábado y
decidí terminar con ella.
— Vaya manera de hacerlo — Mencioné con
ironía.
— Ella ya estaba fuera de mi oficina y de la nada
entró y se aventó sobre mí, te juro que no te pedí que
vinieras para que vieras eso.
— Está bien, no te preocupes.
No sé porque al escucharlo decir eso sentí un
gran alivio y no esperaba que él quisiera darme
explicaciones, pero es algo considerado de su parte.
— Y ahora ¿Podrías responde la pregunta de hace
un rato?
— ¿Cuál?— me confundí.
— ¿Quieres ser mi acompañante en la
presentación?
No sé que responder, ya que toda la prensa se
dará cuenta de que yo soy su acompañante y no su
novia, también debo estar a su lado, así que, dará
mucho de que hablar.
— ¿Sara?— me llama para que responda.

148
— Sí, acepto ser su acompañante, pero no me
deje sola por favor.
— Le prometo no alejarme — me responde con
una sonrisa.
Seguimos trabajando con tranquilidad hasta
terminar, cada uno se fue por su auto, extraño no
tener auto, ya que así pasaba más tiempo con Mark.
No lo digo en sentido de adolescente enamorada,
es solo que es un buen amigo y me gusta pasar
tiempo con él.
Entre los dos hemos logrado grandes cosas para
la empresa y prueba de ello es la próxima gala.
Llego a mi casa, hablo con mamá y preparamos
la cena para después ir a dormir.
Comienza el viernes y tengo mucho trabajo, ya
que, mañana en la noche es la gala y a pesar de que
ya tenemos todo planeado, en la empresa todo es un
caos.
— Señor aquí está su café— le dije entrando a la
oficina del jefe y continué mientras él tomaba café -
la prensa ya llamó para confirmar al igual que todos
los invitados y su padre me notificó que su hermano
Cris estará presente.

149
Al mencionar el nombre de su hermano, Mart
escupió el café con bastante sorpresa.
— ¿Está bien señor?
— Dos cosas, uno, ¿Por qué la formalidad? Y dos
¿Cómo es que mi hermano viene?
— Lamento ser formal, es que estoy nerviosa por
lo de mañana, nunca he estado como invitada y eso
hace que me confunda. Sobre su hermano, confirmó
su llegada de último momento y su padre le pidió
que vaya a recogerlo en dos horas.
— Mi padre no me puede hacer esto— exclamó
molesto.
— No pareces muy feliz de ver a tu hermano.
— Claro que no ¿Cómo esperas que esté feliz de
verlo después de lo que me hizo?
— Es tu hermano después de todo, no creo que
Cris hiciera eso solo para molestar. Lo conozco.
— Entonces ¿Cuál es el motivo de que renunciara
a su cargo? ¿Por qué me robó a mi novia cuando el
sabía que la amaba? Y lo más importante ¿Por qué
me abandono cuando más lo necesitaba? — al soltar
cada palabra era notable su dolor y molestia.

150
Verlo así me hizo sentir un dolor en el pecho, sus
ojos se notaba lo lastimado que estaba y su voz se
escuchaba quebrada.
— No lo sé, pero eso debes preguntárselo a él,
debes hablar con Cris, no puedes dejar las cosas así.
Él no respondió nada, solo se queda inmóvil
tratando de tranquilizarse.
— Mejor cambiemos de tema que esto no llevará
a nada— responde tratando de evadir el tema, yo
solo suspiro y accedo a cambiar de tema.
— Los inversionistas estarán en la sala de juntas
en media hora, creo que lo mejor será ir para allá.
— Entonces vamos— dijo saliendo de la oficina
— Una cosa más, cuando vaya por mi hermano ya
no regresaré a la empresa, así que podrás retirarte al
igual que yo.
— Gracias.
Al ir por el pasillo encontré a Melissa que entraba
al baño llorando, no sé que le pasa, pero estoy casi
segura que tiene que ver con su ex.
— Mart, te importaría que me tarde un poco— no
puedo quedarme tranquila viendo así a mi mejor
amiga.

151
— Adelante, solo llega antes de la junta, por
favor.
— Gracias— fui al baño y busque a Mel— sé que
estás aquí Mel ¿Qué tienes?
Ella sale de un cubículo y me abraza mientras
sigue llorando.
— ¿Qué sucede?— pregunto muy preocupada.
— Esteban…— lloro más fuerte.
— ¿Te hizo algo malo?— ella negó —
¿entonces?
— A… ayer Hernán me estaba esperando en mi
casa, traté de alejarme pero él me besó, lo quité y me
metí a la casa. Pero hoy Esteban me hablo porque
supo lo del beso, él cree que lo engañe y me dijo
palabras hirientes. Lo peor es que lo perdí para
siempre — siguió llorando.
— Primero tranquilízate — respira profundo…
se tranquilizó un poco— muy bien, entonces al
terminar la jornada nos iremos a mi casa y te
quedarás allí hasta que encontremos otro
departamento para ti, ya en casa veremos qué hacer
con Esteban y Hernán. Si Esteban no te perdona,
entonces no vale la pena.

152
— Gracias Sara, de verdad que estaría perdida sin
ti.
Después salimos del baño y ella se fue a
recepción y yo a la sala de juntas.
Después de ello me fui a la junta, la cual estaba a
punto de dar inicio. Discutimos temas simples, así
que no se extendió mucho.
Terminó la junta y me fui a esperar que Melissa
saliera para irnos a mi casa.
Ya en casa aprovechamos que mamá no estaba
para meternos a la cocina, preparamos algo y fuimos
a la sala a ver películas.
Después divagamos haciendo planes para que
Esteban la escuche y también qué hacer con Hernán.
— Si eso no funciona siempre puedes recurrir al
síndrome de Estocolmo — dije bromista para
aligerar el ambiente.
— No pienso secuestrar a Esteban — dijo entre
risas, éstas cesaron cuando entró una llamada al
teléfono de Mel.
Ella contestó y por su cara, sé que nos es algo
bueno ¿Quién y para qué le hablan a la 1:39 de la

153
madrugada?
__________________&&&_______________
Espero les guste el capítulo y prepárense para
el siguiente, porque muchas cosas podrán pasar
en la gala.

154
Capítulo 18.

Ella contestó y por su cara sé que no es algo


bueno ¿Quién y para qué le hablan a la 1:39 de la
madrugada?
Terminó la llamada y con la mirada le pregunté
qué le dijeron.
— Era Esteban, se escucha sumamente tomado y
no sabe cómo llegar a casa— me explicó
rápidamente mientras se levanta del sofá e iba a la
puerta.
— ¿A dónde vas?
— Voy por él, le puede pasar algo.
— A ti también, será mejor hablarle a Mart e irá
por él.
— Ese es otro problema, por lo que escuche, el
jefe está igual o peor que Esteban.
— ¿Qué?¿Eso cómo pasó?
— No lo sé, solo los escuché en la llamada.
Okey, vamos por ellos.

155
Dije también levantándome y tomando las llaves
del auto para ir a… Espera ¿A dónde tenemos que
ir?
— ¿Dónde están?— le pregunto a Mel.
— En el bar cerca de la empresa.
Mientras manejo pienso en las razones que tendrá
Mart para embriagarse de tal forma justo a unas
horas antes de la gala.
Es probable que se haya dado cuenta de que en
realidad sí ama a Tiffany y desea regresar con ella,
también está el hecho de la llegada de su hermano y
eso le afecto mucho.
— Tranquila Sara — me dice Mel.
— ¿Por qué lo dices ?— respondo confundida
por sus palabras.
— Estás muy tensa y vas a una velocidad un poco
alta— entonces noto que lo que dice es verdad, bajo
la velocidad y respiro profundo— ¿Qué sucede?
— Es que intento comprender por qué va y se
embriaga sabiendo que mañana es la gala y la prensa
está al pendiente de cada movimiento.

156
— Lo mismo me pregunto de Esteban, son
estresantes, pero creo que puedo aprovechar esto
para arreglar las cosas con él.
— Sé que te entenderá, Mart me preguntó por ti y
supongo que le contó a Esteban.
En ese momento llegamos al bar y bajamos, a
pesar de ser un bar no es un ambiente de perdición
como lo imaginé.
— Ahí están— menciona mi amiga cuando los ve
en una mesa con algunas botellas vacías.
Nos dirigimos allí y confirmamos que están en
muy mal estado y no notan nuestra presencia, hasta
que Mart me reconoce.
— Sara, Sarita la bonita — dice en un tono
gracioso y arrastrando la lengua.
— Mart ¿Qué haces aquí? — le pregunto.
— Relajándome con mi mejor amigo— dice
abrazando a Esteban.
— Esteban— lo llama Mel.
— Veniste por mí— dice el feliz — Al parecer ya
te cansó el tipo ese — responde ahora con reproche.

157
Eso parece que le afectó a mi amiga, yo le doy
una mirada de apoyo, suspira un poco para volver a
hablar.
— Voy a aclararte eso, pero no en este lugar y tú
en ese estado, dame las llaves de tu auto para
llevarte a casa— contesta ella y sorpresivamente él
le hace caso.
— Aquí están— le extiende las llaves.
— ¿También llevamos al jefe?— pregunta Mel.
— Creo que lo llevo yo. Tú lleva a Esteban,
quiero bajar su ebriedad y esté bien para mañana.
— Está bien, te llamo cuando esté en casa de
Esteban, creo que me quedaré ahí para cuidarlo.
— Cualquier cosa me llamas.
Ella se va con un Esteban que apenas se mantiene
en pie.
— ¿Quiere un trago?— pregunta Mart, que todo
éste tiempo se había quedado viendo lo sucedido,
aunque creo que perdido en sus pensamientos.
— No, será mejor que nos vayamos.

158
— Pero si la noche aún es joven— dice haciendo
un lindo puchero, se nota que está muy alcoholizado
porque nunca se comporta así.
— Ya es tarde, vamos — insisto.
— No, es la única oportunidad que tengo para
escapar de mis problemas.
— Eso no soluciona nada, pero si nos vamos
ahora te prometo que organizaré unas vacaciones y
ayudaré con tus problemas.
— ¿Vendrás conmigo?
— Alguien tiene que encargarse de la empresa en
su ausencia— intento convencerlo.
— Por favor, di que sí y ahora mismo pido la
cuenta— insiste.
— De acuerdo, ahora vamos— no tengo nada que
perder, dudo que mañana se acuerde de algo.
Pide la cuenta y después lo llevo a mi auto, ya
que él no trae el suyo y lo llevo a su casa. Se ve
sumamente tranquilo.
En el transcurso no digo nada y él tampoco, me
concentro en el camino y pienso en cómo va a entrar
a su casa sin que los señores Welker lo vean.

159
Porque dudo mucho que sus papás les agrade la
idea de verlo así.
— Llegamos — le digo cuando llegamos a su
casa, pero él no responde— Mart.
— Ah sí, gracias— se baja del auto y al dar un
paso casi cae, bajo a ayudarlo.
— ¿Tienes las llaves de la casa?
— No— ríe.
— ¿Cómo vamos a entrar? — Escucho un ruido
dentro de la casa y se habré la puerta dejando ver a
Amanda.
— Hola — me dice con una sonrisa que se borra
el ver a su hermano— ¿Qué tiene Mart? — pregunta
preocupada.
— Solo está algo, muy tomado— respondo
simple.
— Que extraño, él nunca toma, solo unas copas
en eventos especiales.
— Hermanita, cuánto tiempo— dice él y se ríe,
Dios parece un niño.

160
— Déjame ayudarte — me dice ella y lo
llevamos a su cuarto.
Lo dejamos en su cama y justo cuando estábamos
por salir él habla.
— Sara por favor quédate, no me dejes solo.
Volteo a ver a Amanda pidiendo ayuda y ella solo
sonríe.
— Quédate, yo los cubro y gracias por traerlo—
me da un abrazo y se va.
Suspiro sin saber qué hacer, pero bueno, ya estoy
aquí, además no tardará mucho en quedarse
dormido.
— Sara.

— Siéntate a mi lado, por favor.


Le hago caso y me siento con él, sé que es
absurdo que le haga caso y no debería estar en la
casa de mi jefe a estas horas, pero él me necesita, he
notado que es solitario y su único amigo es Esteban.
— Perdón por hacerte venir hasta acá y te tengas
que quedar conmigo pero tú me transmites

161
tranquilidad y tener fe en las personas, gracias por
estar para mí.
En el momento en que termina de hablar siento
sus labios sobre los míos y los une en un beso.
_________________&&&________________
Ayer iba a subirlo y me quedé superó dormida,
pero ya volví.
Mañana no puedo actualizar pero el jueves
aquí tendrán su segundo capítulo.

162
Capítulo 19.

Cris es multimedia.
Narra Mart.
Despierto por los rayos del sol que se filtran en
mi habitación por la ventana, abro los ojos por
completo y siento un mareo.
Voy a matar a Esteban por convencerme de ir al
bar, aunque lo necesitaba después de ver a mi
hermano.
Espera ¿Cómo estoy en mi habitación? Lo último
que recuerdo es a Esteban y yo bebiendo bastante.
— Hola hermano, al fin despiertas— dice
Amanda entrando al cuarto.
— ¿Cómo llegue aquí?— le pregunto.
— Tu linda asistente te trajo. Pobre chica, mira
que traerte hasta acá.
¿Sara fue por mí? ¿Cómo se enteró? Mi mente se
llenó de preguntas sobre Sara y lo que hizo por mí.

163
— Hermanito ¿Me escuchas?— me saca de mis
pensamientos Amanda.
— Sí, lo siento, me quedé pensando ¿Dónde está
Sara?
— En su casa, supongo— responde simple.
— ¿Cómo que “supones”? — pregunto exaltado.
— Pues te trajo hasta tu cuarto, después yo fui
por algo y cuando ya iba de regreso, ella se despidió
de mí y salió de la casa. No sé lo que hiciste pero
creo que debes disculparte.
Genial, apenas estamos llevándonos bien y se me
ocurre ponerme alcoholizado para hacer quién sabe
qué y arruinar todo de nuevo.
— ¿Qué crees que le hice?— pregunto a mi
hermana en busca de ayuda.
— Quizá le dijiste algo ofensivo, por su cara sé
que le afectó mucho. Ahora me voy porque tengo
que prepararme para la gala. Dejé medicamento para
la resaca en el comedor— menciona para luego salir.
¿Qué le habré dicho? Creo que esta vez no
funcionarán las disculpas, tendré que hacer algo para
recompensarla y sepa que lo que sea que le dije, es
mentira.

164
Ahora tengo que ponerme presentable y bajar a
almorzar.
Me doy una larga ducha para relajarme y recordar
la planeación de hoy, todo tiene que ser perfecto, ya
que de esto depende que la empresa siga con las
excelentes ganancias que llevamos hasta ahora.
Salgo de la ducha y bajo a la cocina por la
pastilla y algo de almorzar, marco el número de Sara
y responde un tono antes de que me mande a buzón.
— ¿Bueno?.
— Buenos días Sara.
— ¿Qué necesitas?— me responde con un tono
algo diferente, inclusive parece nerviosa.
— Espero no molestar pero ¿ya confirmaste que
todo esté listo para hoy?
— Desde luego, todo saldrá perfecto, no te
preocupes.
— Gracias, espero que tengas razón porque es de
suma importancia.
— No es el primer evento que superviso Marck—
añade con burla— aunque sí el primero que no iré
como asistente.

165
— Sobre eso también quería hablar ¿A qué hora
te recojo?
— Preferiría que nos encontremos allá, si me
disculpas, tengo que colgar— sin esperar respuesta
colgó.
No parece molesta conmigo pero su
comportamiento tampoco es el usual, normalmente
espera a que sea yo el que termine la llamada. Sin
mencionar que no me dejó responder si estoy de
acuerdo en verla allá.
— Vaya hermanito ya te vez mejor— la voz de
mi hermana me trae a la realidad.
— ¿Dónde están nuestros padres?— pregunto
ignorando su comentario.
— Tienes suerte de que ayer los invitaron a una
reunión a las afueras de la ciudad y llegarán hasta la
gala.
— Al fin algo de suerte — digo irónico.
— Por ende me llevarás tú a la gala junto a Cris
— dice sonriente.
— Soy el anfitrión, voy a ir antes y no me gusta
estar cerca de tu hermano

166
— Dos cosas: 1) Tenemos que ir juntos como los
hermanos que somos, los tres— remarca que somos
tres— y 2) No me importa su absurda pelea, no
tengo culpa alguna, así que hoy se llevarán bien por
mí y no te estoy preguntando.
Mi hermana definitivamente tiene el carácter de
mi mamá, siempre tan determinada y no hay forma
de decir que no.
— Apenas entro y ya se escuchan regaños— Dice
burlón Cris entrando a la cocina.
— Eso también va para ti Cris— responde mi
hermana de manera amenazante.
— Está bien hermanita — contesta y le acaricia
la cabeza — ahora dame un abrazo, que tengo meses
sin verte.
Se dan un abrazo que me hace sentir sumamente
incómodo, así que decido ir al estudio, pero antes de
salir me detiene la voz de Amanda.
— ¿A dónde crees que vas? Únete al abrazo—
me dice extendiendo sus brazos.
Antes de que pueda protestar o si quiera
reaccionar mis hermanos me jalan a ellos y me dan

167
un largo abrazo cálido y muy reconfortante, nos
separamos. Utilizo esto para reponerme.
— ¿Me puedo retirar ahora?— pregunto irónico.
— En realidad Mart, quiero hablar contigo— por
primera vez mi hermano me dirige la palabra.
— Quizá en otro momento, como sabes hoy
habrá un evento y estoy muy ocupado — Noto que
sus facciones cambian a una desanimadas, pero aún
así me retiro sin esperar respuesta.
Llego al estudio y reviso el discurso que tengo
preparado, lo que usaré y reviso que nadie tenga
algún inconveniente en la empresa durante unas
horas.
Cuando tengo un momento de descanso pienso de
nuevo en Sara.
Ella ha puesto mi mundo de cabeza, desde que
apareció en mi vida me ha hecho salir de mis zonas
de confort, la relación con mi padre ha mejorado
bastante y estoy siendo mejor persona gracias a su
apoyo.
Creo que ya entiendo porqué papá hizo que se
quedara, sin ella, el manejar la empresa sería
sumamente complicado y no solo eso, también el

168
convivir con mi papá o solo el hecho de regresar a
esta ciudad.
No sé en qué momento empecé a sentir algo por
ella, no sé si es amor, pero sé que nunca lo he
sentido.
Reviso la hora y faltan dos horas para el evento,
subí de nuevo a mi habitación, tome una ducha para
luego comenzar a vestirme.
Bajé para irme y al estar en la cochera veo a mis
hermanos con una vestimenta muy elegante.
— Nos iremos contigo— menciona Amanda
sonriente al verme.
— Claro que no, ya te lo dije, voy antes porque
soy el anfitrión, ustedes irán en una hora—
respondo.
— En realidad es un evento de la empresa
familiar y nosotros somos parte de la familia—
argumenta Cris. Como siempre él fastidiando.
— Sí hermano, aparte no te dejaremos solo en tu
primera gala— me regala una cálida sonrisa de
apoyo.
— Está bien, suban— me resigno— pero yo
manejo y ustedes van atrás.

169
— Nunca dejas que alguien maneje tu auto o se
siente al frente, así que nada nuevo— responde
Amanda indiferente.
Se suben y me pongo en marcha para irnos, en el
camino se escuchan risas desde la parte trasera, ya
que mis hermanos no dejan de bromear e incluso yo
me río de alguna.
Su relación siempre es así, ellos suelen bromear y
agradar a los demás.
Bajo del auto y le abro la puerta a mi hermana y
entramos los tres al lugar con la prensa tomando
fotos.
Busco a Sara con la mirada hasta que la
encuentro con un hermoso vestido azul y plateado,
su cabello suelto como nunca lo vi y una sonrisa
encantadora que se hace más grande al estar más
cerca.
Se ve deslumbrante, siento que mi pulso se
acelera cuando estamos a unos cuantos pasos y justo
cuando me acerco ella, se aleja y le da un gran
abrazo a Cris ¿Qué acaba de suceder?
Ver eso solo hace que deteste más la idea de tener
aquí a Cris

170
— Te extrañé tanto Cris— dice Sara— que bueno
que regresaste.
— Yo también pequeña— responde él.
¿Por qué le está diciendo pequeña? Es odioso,
tengo una horrible opresión en el pecho. Solo pude
aclarar mi garganta para hacerme notar.
— Mart, ya realicé la supervisión y todo va
perfecto, como querías — me dice.
Solo con notar la manera de hablarme me doy
cuenta que a pesar de mis intentos por que ella deje
de verme como su jefe eso no va a pasar, porque
Sara es tan eficiente que nunca confundirá nuestra
relación.
— Gracias, iré a tomar aire fresco antes de que
esto comience y no pueda hacerlo.
— Cualquier cosa, aquí estoy— responde.
Desearía que sus palabras no solo se refiriera a lo
profesional.
Llegué al hermoso jardín y seguí perdido en mis
pensamientos, pensamientos sobre Sara.
Lo mejor será que acepte que solo me ve como
jefe y yo esforzarme por verla como mi asistente, no
puedo dejar que la empresa se vea afectada por mí.

171
— Mart, creo que es un excelente momento para
hablar— dice Cris a mis espaldas.
— No me importa lo que tengas que decir—
respondo sin voltear.
— Mart, por favor escúchalo — dice la voz de
Sara y es cuando volteo— Recuerda que yo te
escuché cuando discutimos y gracias a ello ahora
formamos un gran equipo.
— Sara no te ofendas pero esto solo nos incumbe
a Cris y a mí— ella se acerca a mí, suspira y vuelve
a hablar.
— Entonces no hagas esto por él, tienes que
hacerlo por ti— habla más bajo para que solo
escuche yo— sé que te sientes traicionado y que
nada de lo que te diga cambiará sus acciones, pero
también sé que si lo escuchas te ayudará a sanar las
heridas y poder vivir sin ataduras.
Definitivamente Sara es mi debilidad, pues solo
ella puede convencerme de lo que sea con solo
pedirlo.
— Lo haré, hablaré contigo Cris — aparece una
sonrisa en la cara de ambos — pero después vamos a
hablar tú y yo Sara, tenemos el tema pendiente de
ayer.

172
Ella asiente un poco nerviosa y Cris se acerca
más a nosotros.
— Me retiro— menciona Sara— recuerden lo
que les dije.
Esperamos a que se fuera y desaparecía tras la
puerta trasera para ir a seguir revisando todo, merece
paga extra siempre trabaja demasiado.
— Bien ¿Qué es eso tan urgente que me tienes
que decir? — pregunto para que Cris empiece a
hablar.
— Lamento mucho todo lo que te he hecho pasar
Mart, sé que no estuvo bien que siguiera mi sueño y
dejarte a ti una responsabilidad tan grande, por mí te
alejaron de nuestra familia y no supe lo que hice
hasta que vi el odio en tu mirada. Creí que cuando
fueras adulto lo entenderías, pero al ver que nada
cambió cuando me recibiste en el aeropuerto entendí
que de verdad te defraudé.
Lo que me dijo me dejó sin palabras, esperaba
cualquier cosa de él, pero nunca que me pediría
disculpas.
— ¿Por qué dices esto? ¿Por qué ahora?—
pregunto.

173
— Ya te lo dije, creí que al ser adultos y
encontrarnos entenderías que todo lo que hice era
por tu bien pero..— lo interrumpo.
— ¿Era por mi bien que abandonarlas tus
responsabilidades? ¿Era por mi bien que me alejara
de todos para ir a otro país desconocido? ¿Era por
mi bien que me quitaras al amor de mi juventud?
¿También lo era cuándo me dejaste solo cuando más
te necesité?— respondo diciendo lo que por años
guarde.
— Sé que te dejé mi responsabilidad, pero no era
porque soy un irresponsable, es que desde niño
jugabas a ser líder de la empresa, decías que algún
día serías como papá y al ver que siempre fuiste el
responsable, el de las buenas notas, el hijo perfecto,
me di cuenta que el mejor para eso eras tú, yo solo
soy el hijo que decepcionada a sus padres — dice
con la voz quebrada— te juro que intenté varias
veces que no te mandaran a España, pero no lo
logré, te fallé como siempre.
Su cara demostraba arrepentimiento, vi a mi
hermano tan lastimado, como nunca antes lo vi.
— Sé también que no estuvo bien coquetear y
besar a la única chica que amaste, pero es que no
encontré otra manera de que vieras que ella no te

174
amaba, solo te quería por tu dinero, me enteré
cuando la escuché hablar por teléfono y decir que
solo quería un esposo rico.
— ¿Por qué no me lo dijiste?— hablé por fin.
— No me creerías, nuestra relación ya estaba
fracturada, si te decía creerías que era mentira— en
eso tiene algo de razón— Lo que si no tiene excusa
es que no te apoyé, pero no sabía cómo acercarme a
ti.
Todo lo que me dijo me hizo sentir culpable,
porque él intentó hablar conmigo antes y siempre lo
alejaba, quizá si lo hubiera dejado hablar nuestra
hermandad estaría reparada desde hace años.
— Está bien hermano, yo también fui culpable al
encerrarme en mi burbuja de rencor y alejarte—
llevo años sin decirle hermano, pero creo que llegó
la hora de dejar ir mi rencor.
— Gracias hermano, me siento como adolescente
hormonal — dice con burla.
— No quería decirlo pero sí— continúe la broma,
extrañaba esto.
— Otra cosa Mart, tu ex besaba horrible , es el
peor beso de mi vida— reí al ver su cara de asco.

175
— No seas exagerado.
— Es la verdad, no sabes elegir pareja, la
próxima vez yo elegiré tu cita— pone cara pícara —
como una linda asistente que conozco y se nota que
estás loco por ella.
— Yo creo que está más interesada en ti que en
mí, además, para ella solo soy su jefe— digo algo
desanimado.
— Ella jamás de fijaría en mí. Sabe que soy gay y
por su acercamiento no creo que te vea solo como su
jefe.
—Eso significa que quizá tenga una oportunidad
con ella— respondo sin pensar.
— Vaya, pensé que solo escucharías la parte
donde te digo que me gustan los hombres, pero es lo
que menos te importa.
— ¿Lo dices en serio?— pregunto.
— Sí— dice algo apenado— lo descubrí después
de besar a algunas chicas en la preparatoria y no me
gustara.
— Vaya, sí que no me has contado muchas cosas.

176
— Tenemos tiempo para hablar, pero ahora
vamos adentro porque esto ya va a comenzar— dice
caminando adentro— por cierto, no se lo digas a
nuestros padres, se los diré yo cuando esté listo-
susurra para irse y yo busco a Sara de nuevo.
_________________&&&________________
Creo que es el capítulo al que le he hecho más
cambios, pero estoy muy contenta con el
resultado.
Espero les guste y perdonen por tardar.

177
Capítulo 20.

(Vestido de Sara en multimedia)


Narra Sara.
— Gracias Sara por lograr que mis hermanos
hablen, no tienes idea de las veces que intenté que
pasara— me dice Amanda ya que estoy de regreso.
— Espero eso ayude en algo, desde que Mart me
contó he intentado encontrar la manera en que
hablen.
— Ya verás que sí, Mart es terco pero también
muy prudente— contesta con una sonrisa—
Cambiando de tema ¿Sabes qué le vas a responder a
mi hermano si pregunta por el beso?
Les explico, después del beso que me dio Mart
salí de allí exaltada y afuera estaba Amanda y se dio
cuenta de lo que pasó, pero ella prometió guardarme
el secreto y apoyarme.
— No, le he dado vueltas todo el día y hasta
ahora solo se me ocurrió evitarlo.
— ¿Quieres que él sepa la verdad?— me
pregunta más seria.

178
— No lo sé yo…— no pude responder porque
estoy sumamente confundida— Si sabe la verdad me
dirá que fue un error y se alejará de mí y no quiero
que eso suceda, pero si no le digo y se entera, será
muy incómodo.
— No creo que se aleje de ti por eso, se ve muy
preocupado por ti. Él cree que te hizo daño.
— Pero no puedes besar a alguien y fingir que
nada pasó.
— Buen punto. ¿Qué te parece si vemos si lo
recuerda?, aunque lo dudo, y si no es así le inventas
algo para explicar tu comportamiento.
Analizo lo que me dice Amanda y creo que es
una buena opción, si no recuerda entonces todo
seguirá igual y si lo recuerda entonces él será el
responsable.
— Es muy buena opción, gracias por escucharme
y apoyarme.
Después está a punto de comenzar el evento y
entonces veo entrar a mi jefe con una gran sonrisa.
Desde el beso de ayer no puedo dejar de pensar
en lo que siento por él y al tenerlo tan cerca me hace
confundir más.

179
Sé que no debería fijarme en Mart porque es mi
jefe y éstas parejas están destinadas al fracaso, pero
con él aquí siento que todo es posible y me dan
ganas de arriesgarme.
— Sara ¿Estás bien?— Mart me saca de mis
pensamientos.
— Mmm, sí ¿Por qué lo preguntas?
— Te he hablado tres veces y no respondías.
— Ooo, lo lamento, es que éste evento me tiene
preocupada— No es del todo mentira, la verdad
estoy nerviosa.
Mart me sonríe de manera dulce y toma mis manos.
— Tranquila, tienes a un organizador de fiestas y
no es tu primer evento ¿lo recuerdas? — nos vemos
a los ojos y me hacen confiar— eres increíble y me
has demostrado que haces un trabajo impecable,
todo estará bien.
— Gracias Mart, creo que es lo que necesitaba
porque ya estoy mejor— De verdad que sabe lo que
necesito.
— Ahora… tenemos una conversación pendiente
señorita— me dice con burla.

180
— Lo lamento señor, pero ya vamos a comenzar
y eres al anfitrión así que ve y haz tu deber.
— ¿En serio Sara?— pregunta él.
— Sí, vamos.
Recorrimos el lugar saludando a todos los
invitados y entablando una pequeña conversación
con los grupos de personas.
Llegamos a dónde se encontraban los padres de
Mart y también se unieron los hermanos de él.
— Sara, un gusto verte — me saluda la señora
Welker.
— Igualmente, espero disfruten la velada.
— Es maravillosa la decoración y la
organización, has hecho un buen trabajo hijo—
menciona el señor Welker a mi jefe.
— Gracias padre, aunque no puedo tomar todo el
crédito, sin la ayuda de Sara esto sería un desastre
— responde con una sonrisa.
— Hacen un gran equipo— comenta Cris y le
guiña un hijo a Mart. Él solo le da una mirada de
reclamo.

181
— En efecto, solo necesitamos tiempo para
adaptarnos — respondo simple— ahora nos
retiramos porque tenemos que ir a nuestros lugares.
— Adelante, regresen pronto— responde
Amanda.
Nos vamos a nuestro lugar a esperar que el
evento comience y mientras esperamos Mart habla.
— ¿En qué momento podemos hablar?
— Cuando termine la pasarela y el discurso,
ahora guarda silencio que va a comenzar.
Él solo se queda callado y vemos al frente, pero a
pesar de estar aquí, mi mente se encuentra vagando
en qué hacer ¿Será correcto mentirle?
No solo eso me preocupa, también el hecho de no
saber lo que él sintió con ese beso, porque no
importa lo que yo siento si Mart no siente lo mismo.
Así comienza la pasarela y se habla de todo el
proceso de ésta para lograrlo, siempre es maravilloso
pues se muestra el esfuerzo de todos y se les felicita.
Al final mi jefe sube para dar el discurso de
presentación y agradecimiento.
— Ésta colección ha pasado por un largo proceso,
ya que tuvimos que lidiar con el cambio de

182
presidencia y también el adaptarnos mutuamente a la
nueva manera de trabajo, sin embargo, el resultado
es mejor de lo esperado, excelente, pero todo esto no
se hubiese logrado sin la ayuda de cada uno de
ustedes, muchas gracias por su esfuerzo y
dedicación en su trabajo, quiero agradecer
especialmente a mi asistente que me estuvo
apoyando todo el tiempo y se ha esforzando hasta el
triple de ser necesario.
Sube aquí Sara.
Cuando termina de decir eso me quedo
confundida sin saber qué hacer, no esperaba que
hiciera tal cosa.
Hago lo que me dice y subo a su lado, así todos
aplauden y yo estoy ansiosa por bajar.
Al terminar trato de bajar rápidamente y alejarme
de Mart, pero él al parecer no quiere dejarme y me
toma la mano para guiarme a una parte del jardín
algo apartada.
— Ahora ya podemos hablar— asegura él.
— Cla… claro— respiro hondo para aliviar mi
nerviosismo.
— Antes de que me digas algo, quiero decirte que
lo que sea que haya dicho o hice fue un grave error,

183
no era consiente de ello, estaba tan mal que no
calculé mis acciones y sé que no es una justificación,
pero por favor perdóname.
Escuchar que no lo hizo consiste y que para él
solo es un error me ha hecho sentir un dolor en el
pecho, pero no puedo reclamar nada, ya que, sabía
que eso iba a suceder, soy una ilusa por creer que tal
vez podíamos tener algo.
— Mart, tranquilo, no hiciste nada malo.
— ¿Entonces por qué me esquivas y te fuiste así
anoche?— pregunta sin creerme.
¡Dios! ¿Qué le respondo?, estaba planeado una
mentira cuando me llega un mensaje de número
desconocido, así que me disculpo con Mart y lo
abro.
Sé que hablas con mi hermano e imagino de
qué, dile que lo viste cambiarse y te dio pena.
Por cierto, soy Amanda.
Esa niña sí que sabe salvarme de situaciones
incómodas.
— Sara, aún no me respondes— menciona Mart.

184
— Lo siento, lo que pasó es que te querías
cambiar en frente de mí y eso me llena de pena— al
responder esto él se sonroja y voltea la mirada.
— Esto es vergonzoso, que idiota soy, perdón de
verdad.
— No pasa nada, solo no lo vuelvas a hacer.
— Te lo juro.
Después de esto nos regresamos a la fiesta y me
senté con toda la familia Welker, es primera vez que
estoy en esta mesa, pero es increíble, hablo con
todos y pasamos una noche amena.
Llega la hora de irme y me despido de todos,
pero mi jefe me detiene
— Espera Sara, permíteme llevarte a casa.
— Traje el auto y no puedo dejarlo — respondo.
— No hay problema, mis hermanos se llevan mi
auto y yo te acompaño en el tuyo.
— ¿Estás seguro? Tendrás que tomar un taxi.
— Sí, no es correcto dejarte ir sola— dice con su
encantadora sonrisa, que me convence.

185
Debo dejar de pensar así de él, esto es su culpa
por ese maldito beso.
— ¿Quieres manejar tú?— le pregunto.
— Como gustes, me adapto.
— Muy bien, entonces manejas tú, me matan
estos tacones— le entrego las llaves del auto.
Nos subimos a éste y me quito los zapatos, en el
camino a casa tenemos una plática amena hasta que
llegamos en frente de la puerta.
Él quita las llaves del auto para entregarlas pero
se caen, entonces ambos nos agachamos a tomarlas,
nuestras manos se juntan y levantamos la mirada.
Nuestras miradas conectan y veo esos hermosos
ojos grises que me tienen hechizada, no estoy
pendiente de nuestra cercanía hasta que estamos a
punto de unir de nuevo nuestros labios.
_________________&&&________________
Hoy sí actualice temprano.
Creo que es de los capítulos que más disfruté
escribir y dejarles con el suspenso.
Los quiero y cuídense mucho.

186
Capítulo 21.

Nuestras miradas se juntan y veo esos hermosos


ojos grises que me tienen hechizada, no estoy
pendiente de nuestra cercanía hasta que estamos a
punto de unir de nuevo nuestros labios.
El sonido del teléfono nos interrumpió el
momento, Mart toma su teléfono
— Disculpa— dice separándose y contesta su
teléfono— ¿Bueno?.
— ¿Qué pasa Tiffany?— pregunta él.
casualmente nos interrumpió su ex.
— ¿Por qué llevaste a esa al evento de hoy? —
escuché que ella dijo.
— No tengo porqué darte explicaciones—
responde él.
— Mart, si quieres darme celos tendrás que
esforzarte más, tu asistente me es indiferente. Adiós
querido, tengo cosas que hacer— Termina la
llamada.

187
Escuchar que solo quiere darle celos a su ex me
hace sentir usada, se supone que él no la ama pero
nunca negó que la quiera y ella es hermosa, famosa
y muy importante. Cualquiera estaría encantado de
ser pareja de ella.
— Lamento que escuches eso Sara, es que
Tiffany algunas veces tiende a ser muy… ella.
— No tienes que disculparte, ahora me voy—
dije abriendo la puerta del auto.
— Espera— me toma de la muñeca
delicadamente— ¿Te gustaría… salir a
unacitaconmigo? — dice rápido y algo nervioso.
Su cara nerviosa es muy tierna, ya que tiene un
leve sonrojo en sus mejillas que hace resaltar sus
ojos.
— No entendí, ¿podrías repetirlo?— respondo
neutra.
Él suelta un largo suspiro y responde.
— ¿Te gustaría salir a una cita conmigo la
próxima semana?
Estoy sumamente sorprendida, no puedo creer
que me pida una cita, ¡él de verdad me pidió una
cita!

188
Pero la emoción baja al recordar que esto es solo
parte de su plan para darle celos a su ex, en realidad
no me ve como algo más.
— Mart, sé que somos amigos y nos apoyamos,
pero no puedo ayudarte a darle celos a Tiffany. Eso
es absurdo.
— ¿Qué?— pregunta sorprendido— No lo hago
por ella, creo que dejé en claro que no la veo como
algo más que una amiga, si te pido una cita es
porque de verdad quiero tenerla.
Sus ojos muestran honestidad, pero aún estoy
dudosa porque vamos ¿Por qué quiere una cita
conmigo si no es por eso?
— Sara, me conoces, sabes que nunca utilizaría a
alguien porque sé lo que se siente ser utilizado y
también sé lo que has pasado.
Eso es cierto, algo que he aprendido de nuestras
charlas es que a ambos nos han utilizado, sufrimos el
que nos vean como una cosa y por ello sé que nunca
hará algo así.
Además podría intentarlo, creo que me gusta y
quiero conocerlo más ¿Qué es lo peor que puede
pasar?

189
— Acepto— una hermosa sonrisa apareció en su
rostro — No tan rápido, tengo una condición.
— Claro, la que sea.
— Yo elijo el lugar— le extiendo la mano para
“cerrar el trato” él acepta mi mano.
— No esperaba ello, pero está bien.
— Es un placer hacer tratos con usted— digo en
broma— ahora sí, adiós, porque muero de sueño.
— Está bien, adiós— nos despedimos con una
sonrisa.
Entro a mi casa, llego a mi cuarto y grito de
emoción tal cual una adolescente cuando la invitan a
su primera cita.
Ahora que lo pienso, llevo años sin ir a una cita
¿Qué acabo de hacer? Estaba tan emocionada que no
me percaté que voy a tener una cita con alguien que
acaba de terminar con su novia, el cuál odiaba y que
es mi jefe. Realmente no pensé las cosas
Pero es que no me podía negar después de ver la
cara nerviosa que puso y sus ojos, eso ojos que
mostraban honestidad pura. Así que no me
arrepiento de nada.

190
Quiero marcarle a Melissa para contarle lo que
acaba de pasar, pero ella está en su propia burbuja de
amor y no creo que sea prudente.
Creo que lo mejor será esperar a mañana, así que
voy a desmaquillarme y cambiarme.
En cuanto me iba a acostar me entra una llamada,
respondo si mirar.
— Sarita, tenemos que hablar— dice Amanda.
— ¿Sobre qué?— pregunto sin entender.
— ¿Qué tan cierto es que vas a tener una cita
con mi hermano?
— ¿Quién te dijo? — cuestiono sorprendida.
— ¡Eso es un Sí!— afirmo alegre y del otro lado
se escucho un “demonios”— así es hermanito
mayor, me debes un reto.
—¿Qué sucede? No entiendo nada— intento que
me respondan.
— Cris no creía que mi hermano tenía la valentía
de invitarte a una cita, así que apostamos y gracias
Sara porque ¡Gané! — Grita de nuevo con emoción
— ahora te dejo dormir.

191
Sin dejar que responda corta la llamada y veo que
ya es muy tarde, en cuanto mi cabeza toca la
almohada quedo totalmente dormida.
Al siguiente día desperté y noté que ya era algo
tarde, puesto que la luz se filtraba por la ventana,
suerte que mi mamá ya no me necesita porque si no
sería una muerta viviente, por el cansancio o porque
mi mamá se enojó conmigo.
Me levanto de la cama para ir a almorzar algo,
porque mi estómago me exige comida.
Al llegar a la sala veo un hermoso ramo de
girasoles con una tarjeta que decía “para la mejor
asistente, de su idiota jefe” no puede contener la riza
al leer lo último, pues era su insulto oficial.
Nuestra relación ha tenido muchos giros desde
que nos conocemos, pero es lo maravilloso de la
vida, que nunca sabes qué esperar.
El sonido de mi estómago me saca de mis
pensamientos para terminar de ir a la cocina y
encontrar huevos con tocino en el refrigerador.
Mientras como, pienso en dónde debería ir a mi
primera cita, el cine parece tentador, pero casi no
hablaríamos y no es lo que quiero, a la feria nos
vería mucha gente y luego llegarán los rumores a la

192
empresa, lo mejor que se me ocurre es ir a un lago
que está a unas dos horas de aquí y dónde mi abuela
tenía una cabaña.
Termino de comer y decido que definitivamente
iremos a la cabaña, recojo un poco la casa y reviso
los periódicos para ver que dicen del evento de ayer,
todo al parecer salió de maravilla y dicen cosas
grandiosas.
_________________&&&________________
Tarde pero llegué, perdón pero he tenido una
semana super ocupada y apenas te tenido tiempo.
Les quiero, cuídense.

193
Capítulo 22.

Es lunes, cuando entré a la empresa Melissa me


ve con su mirada acusatoria y una sonrisa.
— ¿Cuándo pensabas decirme?— pregunta de la
nada.
— ¿Qué?— respondo confundida.
— Que vas a salir de cita con el jefe.
Cierto, no le dije nada a ella porque se
desapareció todo el fin de semana y no quería
molestarla.
— Te lo hubiese dicho pero no regrésate a casa y
supuse que estabas ocupada.
— Perdón, es que arreglé todo con Esteban, al
final le dije la verdad— al decir eso sonríe.
— ¿Cómo reaccionó?
— Se disculpó por lo que dijo, me consoló y me
mimó — sus ojos brillan, se nota que está
enamorada y él parece también estarlo — Debí
hacerte caso antes.

194
— Me alegro mucho por ti, espero no vuelvan a
pelear.
—Pero no me cambies de tema ¿Cómo fue que
terminó pidiéndote una cita?
— Pues ya me iba a casa, me detuvo y me pidió
una cita, dudé un poco, pero me convenció y accedí
a cambio de que yo eligiera el lugar.
— Que lindo, aceptando tus términos solo por
tener una cita.
— Sí, bueno, la verdad me siento más cómoda si
sé a donde vamos— suspiré— ahora me voy porque
tengo trabajo y Mart siempre nos ve platicando.
— Jajaja cierto, siempre llega al chisme, debe
tener un sexto sentido.
— ¿Quién tiene un sexto sentido? Señorita—
pregunta Mart
Nos pusimos rojas, nos miramos y empezamos a
reír.
— No entiendo— dice otra vez Mart.
— Nada jefe, es que Sara está muy contenta. Me
pregunto la razón— dice sarcástica, a lo que yo le
doy un codazo discreto.

195
— Broma de amigas — le respondo simple —
¿Vamos a la oficina?
— Sí, pero no crean que olvidaré esto tan fácil.
Caminamos a su oficina y no podía evitar sonreír
al notar que definitivamente Mart llega siempre en la
mejor parte de la conversación.
— ¿Y esa sonrisa Sara? — me dice él cuando
entramos a la oficina.
— Es que todo va de maravilla y el día es
precioso ¿No te parece?
— ¿Solo eso? — me sonríe
— ¿Por qué más lo estaría?
— No sé, tal vez por una cita que tendrás esta
semana.
Al escucharlo decir eso no puede evitar jugarle
una broma.
— Sobre eso, creo que no podré ir— al terminar
de decir eso sus ojos muestran desilusión.
— Está bien, igual podemos posponerlo—
contesta resignado.

196
Me encanta ese lado de Mart, porque se ve
sumamente tierno, casi nunca es así con los demás y
me siento dichosa al ver esa parte.
— Es broma.
Muestra una cara de alivio para después quejarse.
— A veces eres malvada ¿sabías?
— Jajaja, ya en serio, te tengo una sorpresa que
espero te guste.
— Confío en ti, nunca me decepcionas —
sostiene mi mano de manera cariñosa.
Pero tenemos mucho trabajo, así que tendré que
romper este hermoso momento.
— Bueno jefe, tenemos mucho trabajo y usted
solo me distrae— suelto su mano.
— Cierto, tenemos que empezar con el
lanzamiento de la línea, así que empezamos,
también tienes que hacer el itinerario de las
próximas juntas y eventos.
Para muchos esto sería aburrido, pero para mí es
emocionante, no podemos evitar que el tiempo
avance o se detenga pero sí puedo organizarlo.

197
Así pasamos la mañana trabajando y
apoyándonos en lo que necesitamos hasta la hora de
la comida.
— ¿Mart vas a bajar a comer o quieres que te
traiga algo?
— Mmmm ¿A dónde vamos? — preguntó
levantándose.
— No lo sé ¿De qué tienes ganas?— se queda
pensando.
— Tengo una idea, así que vamos, no hay tiempo
que perder.
Salimos y nos encontramos a Melissa que
también estaba a punto de irse.
— Señorita Melissa ¿A dónde va?— la detiene
él.
—A comer, ya es mi hora de comida.
— Venga con nosotros— le ordenó.

— Vamos a comer, así que vamos— responde.

198
Sin decir nada nos siguió, así bajamos hasta el
estacionamiento para ir los tres en el auto de mi jefe.
Mart nos abre abre la puerta a Mel y a mí, yo en
el copiloto y ella atrás, por último él se sube en el
asiento del conductor para llevarnos a un restaurante
muy colorido.
— Mi hermana dijo que aquí sirven comida
coreana, nunca la he probado pero es momento de
intentar— nos cuenta Mart.
Entramos al restaurante y tenía una hermosa
decoración en colores pastel, nos sentamos a una
mesa y luego de unos minutos llegó un mesero, nos
da el menú y se va.
— Mart, no sé que ordenar— le susurro.
— Podemos pedir la especialidad, es más
probable que nos guste — sugiere.
Llega el mesero y después de unos minutos llega
la comida.
— Fue buena idea jefe — le dice Melissa—
saben, creo que me iré a otra mesa, me incómoda
estar con ustedes.
— ¿Por qué?— pregunto confundida.

199
— Porque me siento como el mal tercio, como
que me trajeron solo por lastima.
— No es eso Melissa— le responde él— es para
que no sienta que le robo a su amiga.
— Demasiado tarde jefecito, desde que llegó a la
empresa se la vive ocupada con usted, ya hasta
deberían irse a vivir juntos.
— Melissa— le reclamo.
— Pues es que estamos en confianza, tenía que
decirlo— es inevitable no reír con eso.
Veo que llega Esteban y le tapa los ojos a Mel e
intenta besarla.
— Suéltame idiota, tengo novio — dice ella
enojada sin saber que es Esteban.
— Al parecer insultan igual— me dice Mart.
— Sí, aprendí de ella— le respondo riendo.
— Es bueno saber que solo te dejas besar por mí
— responde él destapando sus ojos.
— Amor, no sabía que eres tú.
— Pues Mart dijo que viniera aquí y te vi, así que
vine— le cuenta.

200
Así pasamos hablando los cuatro sobre temas
triviales, Melissa se ve feliz con Esteban a su lado y
está muy relajada, por mi parte estoy tranquila y
apreciando éstos momentos.
Llegó la hora de irnos y Esteban se llevo a Mel
en su auto, Mart y yo subimos a su auto y
regresamos a la empresa.
— ¿Te gustó la comida?— me pregunta Mart.
— Sí, es muy rica, Gracias.
— Mi hermana lleva tiempo insistiendo en venir
porque aparece en sus doramas o algo así, cosas de
adolescentes. Así que le llevo comida.
— Que buen hermano eres.
— Lo intento, al final solo tengo una hermana
menor— dice con mucha alegría en su voz.
Llegamos a la empresa y seguimos trabajando,
hasta la hora de salida donde nos despedimos pero
sucedió algo inesperado.
Me dio un abrazo que no vi venir, pude sentir el
calor de su cuerpo y olí su perfume que me encanta.
_________________&&&________________

201
Yo sé que este capítulo no es muy interesante
pero necesitaba relleno así que una salida de
amigos me aprecio buena idea.
Les quiero, cuídense.

202
Capítulo 23.

Es sábado y me estoy preparando para la salida


de hoy, tengo planeado irnos hoy a las 8 AM paga
llegar a las 10 AM y regresar mañana a las 6 pm.
Tocan el timbre y escucho cómo mamá abre la
puerta y luego escuchar pasos acercándose, se abre
la puerta de mi cuarto y veo a Mart.
— Buenos días— me dice— tu mamá me dejó
pasar y vengo a ayudar.
— Gracias, ya tengo todo listo, solo falta subir
esto y algunos postres que están en la cocina.
— Okey, entonces yo bajo tus maletas y tú los
postres ¿De acuerdo?
— Sí, conociéndote no llegarán todos los
pastelillos — digo en broma, bueno no totalmente,
ya que él realmente ama comer postres.
— Es tu culpa por hacerlos tan deliciosos-dice
continuando la broma.
Bajamos las escaleras y él acomodó todo en su
camioneta mientras yo me despedía de mamá.

203
— Cuídate hija y abrígate bien porque allá hace
mucho frío.
— Sí mamá, te prometo que nada me pasará.
— Me marcas para saber cómo llegaron.
— Sí, bueno, me voy porque quiero llegar a la
hora del almuerzo.
— Adiós— se despide de los dos y comenzamos
el camino a la cabaña.
— Te va a encantar a dónde vamos — le digo.
— Lo que sea que tengas planeado será
asombroso, será el mejor fin de semana en mi vida
— dice sonriendo.
Continuamos el resto del camino conversando,
entre ellas de la empresa, ya que no me pude resistir,
así llegamos a la cabaña.
— ¡Llegamos!— digo bajando del auto.
— Es…¿Cómo decirlo?— se asombra y lo que
pienso es que me equivoqué y no le gusta.
— ¿Qué?— pregunto.
— Es perfecta— responde y todas las dudas se
van— Siempre quise ir a una así, pero mi familia

204
prefiere la playa.
— Me alegra que te agrade, la verdad me sentía
un poco insegura si era el lugar correcto—
menciono.
— Pues hiciste lo correcto al traerme, es el lugar
correcto para desestresarme y pasar el fin de
semana.
— Muy bien, pues vamos adentro, la conoces y
elijes la habitación.
Así entramos y él se sorprende más al verlo por
dentro, parece niño pequeño en juguetería.
Hago el recorrido por la casa, solo son 3 cuartos,
la cocina y la sala, así que terminamos rápido.
— Eso es todo, estará mejor el recorrido por el
campo — cuento.
— Podemos ir después del almuerzo— propone.
— Sí, creo que podemos llevar comida para hacer
un picnic allá.
— Me agrada la idea.
Limpio la mesa y Mart coloca las cosas para
hacer sándwiches, comemos entre bromas y en

205
cuanto terminamos vamos ansiosos al bosque.
Ya extrañaba estar aquí, solía venir con mi mamá
y mi abuela en vacaciones, nadaba, jugaba con los
animales y subía a los árboles, pero después de la
muerte de mi abuela ya nada fue igual.
— Mira— Mart me saca de mis pensamientos
para señalarme una ardilla.
— Verás muchas por aquí— le digo sonriendo y
su emoción crece.
— Las últimas que vi fue cuando estaba en
preparatoria e iba a un parque— comenzamos a
caminar de nuevo.
— Yo no vengo aquí desde la muerte de mi
abuela, venir aquí parecía estar mal e incluso
pensamos mi mamá y yo vender la casa, pero ella la
amaba.
— ¿Qué tan cercanas eran? — me pregunta.
— Demasiado, desde que tengo memoria éramos
mi mamá, ella y yo, nunca necesité nada más.
— ¿Nunca sentiste curiosidad por tu padre?
— Sí, cuando era niña y veía a los demás niños
con sus padres. Siempre le preguntaba a mamá pero

206
ella decía que él no podía estar cerca de nosotras,
nuca lo entendí pero luego dejé de preguntar.
— ¿Qué harías si lo encontraras?
— Te despertaste muy curioso — bromeo — no
lo sé, para mí nunca existió, así que no se cómo
reaccionaría.
Al caminar reconozco un columpio y sé que
estamos cerca del río.
— Ya casi llegamos, corre— le digo y
comenzamos a correr— es aquí.
— Wow, ésta agua se ve tan pura y cristalina que
parece ser un espejismo.
— Sí, es una reserva que está muy escondida y
difícil de encontrar, por eso es que se mantiene así—
tomamos asiento en la orilla del río y mojamos
nuestras piernas.
— Debió ser increíble crecer cerca de un lugar
así.
— Los mejores veranos los pasé aquí, es mi
refugio, cuando sufrí mi primera decepción amorosa
y sentía que todo iba mal me quedé aquí una
semana.

207
— Estar aquí hace que seas más transparente—
menciona — me gusta.
— Es imposible no estar así con un ambiente tan
relajante, pero es mi turno de preguntar.
— Adelante, pregunta lo que quieras.
— ¿Por qué de la nada me invitas a una cita?
— No fue de la nada, se escuchará tonto, pero
desde que te vi por primera vez con esa valentía para
defender a tu amiga, cuando supiste que era tu jefe
no cambiaste o te arrepentiste por cómo me trataste
y eso hizo que llamaras mi atención. Sé que empecé
mal, pero volvería a hacer todo si eso me permite
estar aquí hoy, contigo.
Es tan romántico, si alguien me hubiera dicho
hace algunos meses que me iba a enamorar del
idiota de mi jefe, creería que estaba demente.
— Eso y que nunca me hubieran dicho idiota —
continúa riendo.
— En mi defensa debo decir que te portaste como
uno— respondo y él solo suelta una carcajada.
— Lo admito señorita Sanderson, pero en mi
defensa debo decir que me encontraba con muchos

208
problemas en mi familia que resolví gracias al apoyo
de una rebelde y lista asistente.
Me encanta pasar el rato así, hablando de cosas
que sentimos sin miedo a lo que los demás piensen.
Llega la hora de la comida y hacemos el picnic
aquí, nos levantamos y acomodamos todo.
Comemos tranquilos y después comemos los
pastelillos, Mart deja de hablar y me mira fijarme.
— Tienes algo de betún en los labios, déjame
limpiarlo — se acerca y limpia mis labios
dejándome sin habla— ya está — dice con una
sonrisa y me sonrojo.
— Gra… Gracias— respondo nerviosa.
— Te ves hermosa sonrojada— eso provoca que
mi sonrojo aumente.
Iba a responder, pero una gota de agua cae en mi
cabeza y luego le siguen otras, dándonos cuenta de
que está lloviendo.
Nos apresuramos a guardar todo y corremos entre
risas a la cabaña, pero no sirve de mucho ya que
estamos muy mojados.

209
Parecíamos niños pequeños jugando bajo la
lluvia, riendo sin preocupación alguna.
— ¡Dios! quedamos empapados — digo ya
entrando a la casa.
— Jajaja, deberíamos hacerlo más seguido.
— Claro que no, nos podemos resfriar, tomaré
una ducha y te recomiendo que hagas lo mismo.
— Está bien, no me regañes— me dice.
Me despido y entro a mi cuarto, preparo la tina
con agua caliente y me meto en ella.
Recuerdo todo el día con Mart y no puedo evitar
sonreír, no sé en qué momento empecé a sentir algo
por él, pero sé que es alguien que vale la pena.
Salgo de la tina, me seco para colocarme la
pijama, salir y buscar a Mart.
— Hola— digo al verlo en la cocina preparando
algo.
— Creí que tardarías más, así que estoy
preparando la cena y prendí la chimenea para que
haga más calor.
— Muchas gracias ¿Qué preparas?

210
— Panqueques, espero te gusten.
— No sabía que sabes cocinar.
— No soy experto, pero si puedo sobrevivir—
dice en broma.
— Eres una caja de sorpresas ¿Te ayudo en algo?
— No, pero puedes ir buscando una película.
— Está bien.
Voy y tomo unas mantas para abrigarnos y
empiezo a buscar algo bueno para ver, me decido
por ver Cartas a Julieta.
Entra Mart con la cena y la colocamos enfrente
de nosotros, nos acomodamos y empieza la película,
pero a los 15 minutos la televisión se apaga y las
luces también, solo se escucha la lluvia.
— Creo que se fue la luz— digo lo obvio.
— Eso parece y no hay señales de que regrese
pronto —
Se escucha un relámpago y me asusto, sé que es
tonto que me asuste, pero no lo puedo evitar. Mart se
da cuenta y me abraza.

211
— Tranquila, podemos ir a la chimenea para estar
alumbrados y estar cerca del fuego — propone.
— Si, pero no me sueltes, me da miedo.
Él sonríe de manera tierna y entre los dos
movemos las cobijas cerca de la chimenea para
acostarnos allí.
El ambiente se vuelve tranquilo y aunque todavía
hay relámpagos Mart me tranquiliza.
— Quisiera quedarme así para siempre— Mart
habla soltando un suspiro.
Yo solo me acurrucó más y sin darme cuenta
caigo en un profundo sueño.
_________________&&&________________
Se supone que lo iba a subir la otra semana
pero vaya que estuvo ocupada, pero aquí se los
traigo.
Gracias por su apoyo que cada vez son más las
personas que se unen a esta historia.

212
Capítulo 24.

Narra Mart
Despierto y noto un peso en mi pecho, abro los
ojos para encontrar el motivo de ello y me encuentro
la mejor imagen que pude encontrar al despertar.
Sara estaba recostada en mi pecho, con un su
cabello desordenado y su rostro transmitiendo
mucha paz, quisiera despertar así cada mañana.
Ella comienzan a despertar un poco confundida
hasta que su mirada da con la mía y se sonroja, retiro
lo dicho, verla sonrojada es mejor.
— Buenos días bella durmiente— bromeo.
— No puedo creer que dormimos aquí.
— Sí, creo que ver la fogata no era la cosa más
interesante, aunque no fue buena idea, me duele la
espalda.
— Que delicado, yo dormí muy bien.
— Tal vez porque dormiste encima de mí— le
recuerdo.

213
Sara se sonroja aún más y voltea la mirada como
una niña regañada.
— En mi defensa debo decir que no lo hice
consciente, ahora levántate, tenemos que comer —
ella se levantó y fue a la cocina.
— Oye, espérame y no cambies de tema.
Me levanto yo también, voy a dónde ella para
seguir molestando y ayudarle un poco con la
comida.
Cada vez voy mejorando en cocinar, pretendo
cocinar bien para la sorpresa que le daré a Sara.
— Ven y ayúdame a picar esto — me dice ella
sacándome de mis pensamientos
— ¿Ahora me das órdenes?— la cuestiono.
— Sí, mi casa, mis reglas— asegura.
— Eres malvada, pero está bien.
Ella estaba haciendo una masa para los
panqueques y yo picaba las fresas, no pude evitar
comerme una.
— Son para el desayuno, así que no te las comas
— me regaña Sara.

214
— Vaya que sí eres mandona.
Acomodé los platos mientras terminan de hacerse
los panqueques, Sara los ama, así que los hizo.
Nos sentamos a comer y ella rompió el silencio.
— Si no te molesta, quiero ir a un lugar antes de
que nos vayamos.
— Claro que no, vengo a conocer más de ti y
cada lugar de aquí te trae recuerdos.
— Perdón por estar melancólica, es solo que
siento que aquí está mi abuela y antes de irme quiero
ir a su lugar favorito para despedirme — su rostro se
ilumina al hablar de su abuela.
— Debió ser una persona maravillosa.
— Sí, era un ángel, su muerte nos trajo las peores
crisis— suspira, sé que aún le cuesta hablar de esto.
Intento acercarme para consolarla pero se aleja y
me sonríe.
— Mejor vamos ya porque se nos hará tarde—
me dice.
Limpiamos la cocina de manera rápida para
después tomar camino a… No sé exactamente

215
dónde.
No entiendo qué sucede pero ella se aleja y se va
por delante de mí, todo el camino está lejana.
La conozco y sé que está mal por su abuela, pero
también sé que no es de las personas a las que les
gusta demostrar que esté mal, puede tener el peor día
de su vida y ella puede seguir fingiendo que está
bien.
Llegamos a un lugar maravilloso dónde hay
muchas aves, son maravillosas, se encuentran de
todo tipo, tamaños y colores.
Volteo a ver a Sara y ella tiene la mirada fija en
un ave, era la más pequeña de todas, pero sus
colores eran cautivantes.
Mis pensamientos son interrumpidos al escuchar
un sollozo, Sara se encuentra sentada en el suelo,
llorando. Verla así es horrible, saber que la persona
que amas está mal y no saber qué hacer da una
enorme impotencia.
Así que hago lo único que se me ocurre, la
abrazo, sé que no va a ayudar mucho, pero no se me
ocurre algo mejor.

216
— La extraño tanto— dice entre el llanto— ella
siempre sabía que decirme cuando tenía crisis.
— Ella está siempre en tus recuerdos, sé que no
le gustaría que cada que la recuerdes te pongas mal.
— Gracias por estar aquí, sé que no es
exactamente lo que tenías pensado.
— Siempre voy a estar para ti, incluso si un día
no quieres ver a nadie, yo voy a estar allí y sí, no es
lo que tenía en mente, pero es mejor, porque ahora te
conozco complemente y es mejor que todo.
Beso su frente y ella esconde su cabeza en mi
cuello, espero a que ella poco a poco se tranquilice.
Me duele verla tan vulnerable, ella que siempre
está para todos y nuca se detiene, que nada le afecta,
porque al parecer lo que le decía solo incentivó sus
ganas de estar allí, pero verla aquí, así, me hace
sentir culpable.
— No me mires— habla Sara.
— ¿Qué? ¿Por qué?— pregunto confundido.
— Debo verme horrible después de tanto llorar y
tú me ves mucho — voltea su rostro.
— A ver, levanta el rostro.

217
— ¿No me escuchas? dije que me veo fatal.
— Y yo te dije que levantes el rostro, vamos,
anda.
Pongo la mano en su mentón y la levanto poco a
poco.
Sus mejillas y nariz están rojos al igual que sus
ojos, sus ojos rojos y sus mejillas con algunas
lágrimas que limpio con mis pulgares.
— Te ves hermosa, no te diré que es bonito verte
llorar porque estaría mintiendo, pero siempre te ves
deslumbrante.
— Eres un mentiroso— responde como niña
pequeña.
— ¡Hey! no soy mentiroso y menos contigo, así
que ahora regálame una sonrisa o te haré cosquillas.
Ella no responde, así que comienzo a hacerle
cosquillas hasta que la escucho reír.
Después de un momento la dejo y va sonriendo
de manera tímida, cuando menos lo pienso me
empuja y se separa del abrazo dejándome
confundido.

218
— Eres un tramposo, la riza por cosquillas no
cuenta.
— Sí, claro que sí.
— Que no.
— Bueno acepto mi trampa si me das un beso.
— No, ni lo pienses, no te daré beso hasta que
seamos pareja— dice muy segura.
— ¿Acaso me estás manipulando para que te pida
ser mi novia?
— ¿Qué? No, me refería a que— se sonroja y
habla rápido — que no es correcto besar a alguien a
menos que sean pareja.
— Nuca dije que en la boca— digo en tono
coqueto.
Ella se sonroja más y no puedo evitar reír por lo
incómoda que se ve en este momento.
— Es tu culpa por no especificar, pero igual no te
daré nada.
— Eso cree usted señorita Sara — rápidamente le
soy un beso en los labios y me alejo.

219
— Mejor regresemos a la cabaña o te juro que no
te dejo entrar.
Así regresamos a la cabaña entre risas y bromas,
esa es la Saga que conozco, empacados todo y
emprendimos el camino de regreso.
________________&&&_________________
Amo este capítulo, no sé ustedes, pero me da
como mucha ternura y demuestra el apoyo de
pareja, que no importa que no sepa qué hacer
para ayudar mientras estén allí.
Muchas gracias a las y los que leen y por sus
hermosos comentarios, me encantan.

220
Capítulo 25.

Han pasado dos semanas desde que fuimos a la


cabaña Mart y yo, en este tiempo la relación que
tenemos va mejorando, tenemos citas sin serlo del
todo puesto que salimos por el trabajo.
Bueno, aunque estos días son sumamente
estresantes, pasado mañana iremos a la semana de la
moda en Madrid, por lo cual tenemos que dejar los
pendientes terminados, así que vamos de reunión en
reunión.
— Sara ¿Mañana hay más reuniones?— pregunta
Mart.
— Ninguna, hoy terminamos con las reuniones,
mañana solo será firmar unos acuerdos y dejar las
instrucciones para la próxima semana.
— Me alegra, ya estoy cansado de todo esto.
— Y luego será la semana de la moda.
— Ni que lo digas, creo que tomaremos
vacaciones después de esto.

221
— Claro que no, aún no confío en que ni tú ni yo
estemos en la empresa por una semana y tú quieres
más días.
— Claro que se puede, estamos alistando todo,
tranquila.
— Insisto en que debería quedarme.
— No, te necesito allá, eres la que me ayuda a
que todo salga bien.
— Pero aquí puedo evitar que algo malo suceda.
— Si pasa algo te llamarán y podrás regresar,
aunque confío en todos— se levanta y me da un
abrazo y besa mi frente, me encanta que haga eso.
— Está bien, ahora continuemos porque aún falta
mucho.
Así seguimos trabajando, no tenemos tiempo para
nada, es la rutina de despertar, trabajar sin tiempo de
salir a comer y llegar a dormir.
El día siguiente fue igual de complicado, aún
peor, no hablamos con Mart más allá del trabajo, por
más que quisiéramos no podíamos.
Por fin llegó la hora del viaje, bajé a tomar un
taxi y así no tener que dejar el auto en un

222
estacionamiento.
— Ya me voy mamá.
— Ten mucho cuidado, te voy a extrañar mucho.
— Yo también, por primera vez me iré una
semana.
Siempre salgo a reuniones y viajes de trabajo,
pero nunca me voy por más de dos días, así que esto
será algo nuevo.
— Confío en que todo saldrá bien, me saludas a
Mart, dile que él te tiene que traer de regreso y
llévate sus panecillos favoritos para que coman en la
espera— río ante su comentario, porque vaya que a
ella le agrada Mart.
— Claro mamá, ahora me voy para no llegar
tarde — nos despedimos y tomé el taxi.
Cuando avanza el auto empiezo a revisar que
todo esté en completo orden y no haga falta nada.
Me interrumpe el sonido de mi celular, al tomarlo
veo que me habla Melissa.
— ¡Amigaaaa!— grita del otro lado de la
llamada.

223
— Me vas a dejar sorda— le digo.
— Lo siento, es que hoy te vas y no me pude
despedir— me siento un poco culpable, ya que toda
esta semana apenas y cruzamos palabra.
— Perdón por tenerte tan abandonada Melissa,
es que este viaje me ha absorbido por completo,
pero te prometo que al volver recuperaremos el
tiempo.
— Está bien, muero por qué me cuentes que tal te
va con el jefe — dice pícara.
— Es un viaje de negocios.
— Ajá, voy a decir fingir que te creo, ahora adiós
porque mi amorcito llegó por mí— sin dejarme
despedirme me cuelga.
Su relación es cada vez más fuerte, no han vuelto
a discutir y su confianza ha aumentado mucho.
El taxista me avisa que llegamos, pago y me bajo
para buscar a mi jefe que se encuentra en los
asientos cercanos a nuestra sala de abordaje.
— Buenos días— le digo.
— Buen día para ti también— responde Mart.

224
— ¿Cuánto falta para abordar? — pregunto.
— En veinte minutos, tenemos tiempo de comer
algo ¿Vamos?
— Está bien.
Fuimos a la cafetería del aeropuerto por comida,
ya que el vuelo es a las doce y no comimos antes.
— Debo decir que ésta comida no es tan buena
como la de tu mamá— me dice.
— Mamá estaría maravillada de escuchar eso, le
agradas bastante.
— Me agrada saber eso, tu madre es encantadora,
igual que tú — al escuchar eso último no puede
evitar sonrojarme — Me encanta verte sonrojada.
— Ya se te está haciendo costumbre hacerlo, eres
malo.
— Tengo que tomar las oportunidades de verte
así, te ves muy tierna. Ahora vamos a tomar el
avión.
Nos levantamos y en el camino seguimos
hablando de mi mamá y lo bien que se llevan pues
parece más mamá de él que mía.

225
Tomamos el avión y al despegar fue importante
despegar la vista de la ventana, ver todo desde otra
perspectiva es de las cosas más maravillosas que he
visto.
— ¿Te gusta la vista?— pregunta él.
— Es sorprendente.
— La primera vez que viajé en avión quedé
fascinado todo el viaje con la misma vista.
— Es mi primera vez viajando en avión—
confesé.
— ¿De verdad?
— Lo juro.
— Me alegra ser parte de esta experiencia.
— También me alegra que estés aquí, me has
ayudado a salir de mi zona de confort.
— Tú has logrado que deje los fantasmas de mi
pasado.
— Creo que hemos aprendido uno del otro.
— Y aún nos falta mucho más, bueno, ya
avanzamos bastante — dice con una sonrisa
encantadora.

226
Estar aquí con él, pensando en todo lo que ha
pasado en nuestras vidas desde que nos conocimos
hace darme cuenta que esto es una verdadera locura.
Locura porque no es como que uno vaya por la
vida odiando a alguien para luego ser tan unidos que
ambos saben el desastre que es el otro. Vernos en
nuestro peores momentos y a pesar de ello se
arriesgan a intentar algo.
— Mart, ¿puedo preguntar algo?.
— Claro, adelante.
— ¿Qué te hizo cambiar tu comportamiento hacia
conmigo?
Se queda pensando algunos momentos hasta que
al parecer tiene respuesta.
— Como ya lo he dicho, me molestaba pensar
que creías que jamás sería como mi papá y también
que él te dejo allí para cuidar lo que hacía.
Entonces cuando ya llevaba tiempo Esteban me hizo
notar que no tenía mucho sentido lo que pensé y el
verte todos los días esforzándote a pesar de lo que
hacía me hizo recapacitar.
— Bueno, aceptas que eras un idiota— digo en
broma.

227
— Vocabulario señorita.
— Es que no existe otra manera de expresarlo, a
parte dentro de ti te gusta escuchar eso de mí.
— Bueno sí, me recuerda cuando nos conocimos.
Así pasamos el viaje entre bromas y recuerdos
tanto buenos como malos, sobre lo pensó que fue el
tirarle una taza de café o la vez que me enseñó a
conducir.
Cuando menos lo pienso comienzo a quedarme
dormida, me acomodo un poco y descanso.
_________________&&&________________
Este capítulo es más de relleno que nada, pero
tiene detalles lindos que me hizo dejarlo.
Espero les guste y esperen el próximo capítulo
que es muy largo.

228
Capítulo 26.

Desperté y me percaté que estaba recostada en el


pecho de Mart de nuevo, así que me separé exaltada.
— Veo que ya estás despierta— dice él con una
sonrisa.
— Lamento acostarme en ti, fue algo involuntario
— respondo tímida.
Aunque en realidad no lo lamento, estar así es
realmente cómodo, sin olvidar que huele realmente
bien, es exquisito.
— No me molestan en absoluto, verte así es…
Olvídalo, está bien.
Mart luce algo nervioso desde que subimos al
avión, aunque ignoré ese detalle al pensar que solo
eran imaginaciones mías, pero ahora estoy más
segura de ello.
— Y ¿Cuánto falta para aterrizar?— pregunto
para cambiar de tema y él se relaja.
— Estamos a unos minutos, de hecho estaba a
punto de despertarte.

229
Veo por la ventana la ciudad y es maravillosa, ver
la ciudad siendo alumbrada por las luces y la luz de
la luna, me llena de paz.
Empezamos a descender y cada vez se ve mejor
la ciudad, hasta que aterrizamos y se pierde la
imagen.
— Sara— me habla Mart — antes de ir al hotel
me gustaría ir a un restaurante.
— Está bien, tengo una lista de los restaurantes
más famosos, quizá podremos ir a alguno— sugiero.
— En realidad me gustaría ir al que iba cuando
estaba en preparatoria ¿Está bien?
— Vaya, que quisquilloso eres— bromeo.
— En efecto, pero solo contigo— continúa.
Así tomamos un taxi para ir a aquel lugar, al ser
mi primera visita aquí es inevitable querer mirar a
todos lados y apreciarlo.
Sus construcciones son grandiosas y tienen un
estilo diferente, hay edificios verdaderamente
imponentes que son muy llamativos.
Poco a poco nos alejamos de esos edificios para
llegar a otros más pequeños y simples, pero no

230
menos increíbles.
Bajamos del taxi, cuando llegamos a un
restaurante pequeño pero bastante hogareño, era
perfecto.
Cuando entramos veo que un señor de la edad
aproximada de mi mamá se acerca a él y lo saluda
con un abrazo.
— Mart, que gusto verte de nuevo, pensé que no
regresarías— dice el señor.
— Vine por cosas de la empresa, pero primero
quise venir aquí, al mejor restaurante de todo el país.
— La familia estará feliz de saber que viniste, te
extrañamos— Es increíble la buena relación que
tienen.
— Yo también estaré feliz de verlos ¿Dónde
están?
— En casa, ya es tarde, así que fueron a
descansar — cuenta David y su mirada recae en mí
— vaya muchacho, hasta que traes una novia aquí.
— No soy su novia— aclaro.
— Por ahora— me susurra, aquello me sonroja
demasiado— David, te presento a la mujer más
maravillosas, mi amiga y asistente, Sara.

231
Al parecer tiene muchas ganas de halagar, pues
en una sola oración hizo que me sonrojara dos veces.
— Un gusto— dice él y extiende su mano para
saludarme.
— El gusto es mío— respondo tomando su mano
para responder el saludo
— Bueno, ya que vinieron aquí por comida los
llevaré a su mesa— dice David.
Nos guía hasta el segundo piso y nos colocamos
en una mesa que da una maravillosa vista a la cuidad
y el cielo estrellado.
Me quedo observado todo, definitivamente fue
buena idea venir primero aquí.
— ¿Te gusta?— pregunta Mart y allí me percato
que el señor ya se fue dejándonos solos.
— Me fascina, es de las mejores cosas que he
visto en mi vida.
— Me enamoré de esta vista la primera vez que
vine y luego se volvió mi lugar favorito— comenta.
Llega nuestra comida y comemos mientras
hablamos de cosas triviales, unos momentos después

232
se une David para hablarme de las cosas que hacia el
Mart adolescente y cómo él lo ayudaba.
Tienen muy buenas anécdotas, no dejé de reír en
el tiempo que estuve allí.
Llegó el momento de irnos al hotel para
descansar y el día siguiente comenzar un día lleno
de trabajo.
— Me despido David, muchas gracias por todo—
Dice Mart.
— Espero regresen pronto.
— Cuente con ello — respondo yo.
— Bueno cuídense y Mart, no olvides lo que te
dije.
Llegamos al hotel y paso a recepción por nuestras
llaves, le indico a mi jefe cuál es su habitación que
es al lado de la mía y subimos al ascensor.
Llegamos a la entrada de mi habitación y por
ende es momento de irnos, pero ninguno quiere
hacerlo.
— Hasta mañana— Me animo a decir.

233
— Descansa— me giro a abrir la puerta y allí
recuerdo que no le di las indicaciones de mañana.
— Casi lo olvido, mañana tienes reunión con los
otros empresarios a las 12:00 pm y después
podemos ir a conferencias y demás cosas necesarias
para la empresa, ya señalé unos que son los más
importantes, pero si así lo deseas lo puedo cambiar o
agregar algún otro.
— No, está bien, confío en tu criterio, entonces te
veo a las 11:30 AM para irnos.
— Yo debo estar allí desde las 10, pero con gusto
iremos juntos a los demás eventos.
Eso parece decepcionarlo un poco, pero aún así
asiente y nos despedimos para entrar cada uno a su
respectivo cuarto.
Me doy un baño rápido para ponerme la pijama e
ir a mi cama a descansar de este largo día, aunque
aún rondan en mi mente las cosas que dijo Mart en
el restaurante.
Poco a poco me voy quedando dormida.
Despierto por el sonido del despertador, me
despierto aún medio adormecida y camino al baño a
alistarme para ir a la reunión de unas horas.

234
Una vez lista bajo a la parte de restaurante del
hotel para comer y poder ubicar mi día.
Termino de comer y tomo un taxi para llegar a la
sede del evento donde ya están algunos asistentes de
los demás empresarios listos para la siguiente junta y
escuchar las instrucciones que se nos darán.
Luego de dos horas acordado los lugares que
tendrá cada jefe. Viendo que todo esté listo para la
junta y que agendemos las próximas reuniones y
eventos importantes a los que asistirán, empieza la
justa.
Veo entrar a Mart y me busca con la mirada, al
encontrar nuestras miradas veo como se relaja y
camina hasta conmigo.
— Buenas tardes— me dice.
— Hola, ven, te llevo a tu lugar— camino hasta
dos sillas que son los lugares que elegí y nos
sentamos a esperar que se terminen de acomodar
— No entiendo porque éste año vinieron los
asistentes primero— menciona pensativo.
— No soy experta, pero creo que siempre es así
— respondo. Cuando supe que iba a venir me
informé antes del viaje.

235
— Los demás años me mandaba papá desde
temprano, así que lo dudo— allí es donde caigo en
cuenta que el señor Welker utilizaba a su hijo de
asistente y por eso yo no venía a estos viajes.
— Lamento decir que eras asistente— digo en
broma. Él parece darse cuenta de lo mismo que yo y
habré los ojos.
— Papá me escuchará cuando…— es
interrumpido por alguien que dice mi nombre, volteo
y veo al dueño de la empresa donde hice mis
prácticas. Es de mi edad, ya que cursamos la
universidad juntos, es alto, con sus característicos
rizos. Bastante atractivo.
— Sara, vaya sorpresa el encontrarte después de
tantos años— dice Eduart.
— Lo mismo digo, estás muy cambiada— nos
damos un gran abrazo porque vaya que lo extrañaba,
pero este es interrumpido por un carraspeo a
nuestros espaldas proveniente de Mart.
— Edy te presento a mi jefe, el señor Welker—
Mart él es mi primer jefe, Eduart Turner.
— Un gusto señor Turner— responde serio.

236
— Lo mismo digo señor Welker— responde de la
misma manera y el ambiente se siente un poco tenso,
por suerte la junta empieza y me despido de Edy
para sentarnos en nuestros lugares.
Toda la junta avanza de manera rápida y tomo
nota de todo para asegurar que no se me pase ningún
detalle.
Al terminar nos dirigimos a la primera
conferencia de la semana.
— Parece que tienes una estrecha relación con tu
ex jefe— me dice Mart.
— Sí, éramos mejores amigos— respondo
simple.
— ¿A qué se debe que no estés trabajando con
él?
Su cuestionamiento me deja con poco confundida
pero aún así decido contar, pero alguien responde
por mí.
— Trabajó un tiempo allí, pero ella no estaba
cómoda en trabajar en un lugar donde su jefe era su
amigo y menos después de que me fui por un tiempo
de la cuidad.

237
Mart y yo nos damos la vuelta para ver a Eduart y
el ambiente se pone un poco tenso de nuevo. Ellos
parecían querer matarse con la mirada y yo me
empezaba a incomodar.
— Sí, estaba allí solo por tu insistencia, así que
no había razones para quedarme— respondí para
tratar de aligerar el ambiente, cosa que estuve lejos
de lograr porque la mirada de mi jefe se intensificó.
— Pero ya estoy de regreso y tú puedes regresar
cuanto quieras— sonríe al decirme eso.
— Gracias, pero estoy bien donde trabajo.
— Podrías estar mejor— intenta convencerme.
— Creo que ya quedó claro que no, así que si esa
era la razón de su interrupción señor Turner nos
retiramos— Contesta con desagrado Mart.
— Cierto, llegaremos tarde a la conferencia— me
excuso— Adiós Eduard, nos vemos después.
— Hasta pronto.
Nos despedimos y nos dirigimos a la conferencia,
intenté concentrarme en ella, pero era bastante difícil
analizando todo lo sucedido con Mart y Eduard.

238
Pasamos el día entre más eventos y
afortunadamente no nos hemos vuelto a encontrar a
Edy, pero después de la discusión de hace unas horas
Welker parece más distante.
— ¿Estás bien?— pregunto por fin.
— Sí ¿Por qué lo preguntas?
— Te ves pensativo y casi no has dicho nada en
el día sin mencionar que a la hora de la comida
comiste poco.
Susurra algo que no logro comprender, para
después verme directamente a los ojos.
— Si Turner te ofrece una mejor oferta de trabajo
¿Aceptarías?
— ¿A qué viene esto?— cuestiono.
— Responde por favor— lo dice con un tono de
súplica.
— Claro que no, de verdad estoy en el trabajo
que deseo, no niego que hace unos meses lo haría
sin dudar, pero ahora no me imagino lejos de la
empresa, lejos de mis compañeros y lejos de ti— eso
último lo digo un poco dudosa y con un tono más
bajo.

239
Al parecer le agradan mis palabras, pues su
sonrisa regresa y deja de estar tenso.
— Agradezco lo que dices, la verdad que no sé
que sería de la empresa sin ti.
Regresamos de nuevo al hotel donde nos
despedimos con un “descansa” para ir a dormir, así
terminamos el primer día de una larga semana.
_________________&&&________________
Este capítulo era muy extenso, así que lo dividí
en dos, pero tiene mucho qué ser corregido.
Espero mañana poder subir el siguiente. No
dejen de darle apoyo que ya viene las mejores
partes.

240
Capítulo 27.

Los demás días pasan sin mayores sorpresas, de


verdad que Melissa estará muy decepcionada, pues
mientras ella se imaginaba cientos de ideas
románticas que se podrían realizar nada de eso ha
sucedido.
Tengo más trabajo que en la empresa y se nos
pasan los días en juntas, reuniones y conferencias
sumamente agotadoras, por otro lado, están los
pocos encuentros que tienen Turner y Welker dónde
cada vez me dejan más cansada.
Solo quiero que esta semana termine para
regresar a la rutina y aunque intenté negarlo,
regresar a tener tiempo de hablar con Mart algo
fuera del trabajo o de sus discusiones con Edy. Para
mi suerte y salud mental hoy es el último día, solo
hay un almuerzo y el evento de clausura.
Después de arreglarme salgo de mi cuarto para ir
al de Mart a verificar que esté listo para irnos al
almuerzo de hoy.
— Mart— toco la puerta.
— Adelante— responde.

241
Entro y nada me preparó para lo que vería al
entrar, está Mart con el torso al descubierto
dejándome ver su definida figura.
— !Sara!— me llama y eso me saca de mi
ensoñación.

— Preguntaba ¿Qué necesitas?


— Solo era para asegurarme de que estés listo
para irnos al almuerzo.
— Solo termino de ponerme la camisa.
No sé si no se dio cuenta de mi delicada
observación a su ser o simplemente decidió
ignorarlo, pero agradezco mucho que no lo
mencione, suficiente pena siento ya.
Él termina de arreglar su camisa y bajamos a
dónde ya están algunos empresarios, entre ellos
Edward, el cual se acerca a saludarnos.
— Hola Sara, tan hermosa como siempre— dice
Edy.
— Hola, tú tan halagador como siempre—
respondo siguiendo el juego.

242
Escuchamos una aclaración de garganta, que, sin
dudar sé que es de Mart.
— Sara, iré a mi lugar ¿Vienes?— es una
pregunta que parece más una orden.
— Sí Mart, es por aquí— después de despedirme
de Edward le indico a Mart su lugar.
— No me agrada Turner— comenta mi jefe.
— Es una gran persona, solo tienes que tomarte
el tiempo de conocerlo.
— Créeme que no.
— Sí, no niego que cuando lo conocí parecía
igual de arrogante que el resto de mis compañeros
de la universidad, pero al hablar con él, cambió mi
pensamiento.
— Hablas como si fuera tu hombre ideal— dice
sarcástico y con algo de reproche — sabes mejor
cambiemos de tema.
Su actitud es tan extraña que inclusive parece
celoso, lo cual sería tonto porque solo tengo una
amistad con Edy, además él y yo no somos pareja.
Empieza otra reunión donde agradecen la
presencia de cada uno de ellos en este evento y

243
desean prosperidad en las empresas, en realidad
nada relevante. La dan por terminada y nos
levantamos.
Cuando voy hacía el ascensor la mano de Mart
sobre mi hombro me detiene.
— Ya que no hay más eventos por hoy ¿Te
gustaría ir a recorrer la ciudad?
— ¡Sí!— dije emociona, emoción que él, notó
porque su sonrisa incrementó— solo debo
cambiarme, tengo la ropa de oficina y no es nada
cómoda.
— Sí, igual planeo hacer lo mismo.
Subimos y cada uno se va a su habitación para
cambiarse y encontrarnos en media hora.
Decido ponerme jeans y una blusa de manga
corta, ya que hoy el día está soleado, cambio mis
tacones por otros más cómodos y abro la puerta
donde ya se encuentra Mart, también con ropa más
cómoda.
— ¿A dónde vamos?— pregunto, ya que estamos
en la entrada del hotel.
— Podemos ir a los centros turísticos para
después llevarte a uno de mis lugares favoritos.

244
— Sí, me agrada la idea.
Tomamos un taxi que nos deja en la plaza mayor,
es increíble la belleza arquitectónica que tiene este
lugar, volteo a todos lados admirando su grandeza.
— Es grandiosa— suspiro.
— Vaya que lo es, a unos pasos de aquí también
hay cosas que sé que vas a amar.
— Estoy ansiosa por conocer todo.
Caminamos para seguir recorriendo la plaza y
conocer un poco más de ella, después nos fuimos a
la plaza del sol, según entendí en ese lugar todos los
día da el sol y de allí su nombre.
Vimos una hermosa estatua de un oso, la del
mejor alcalde que tuvieron aquí y una placa de los
cero kilómetros, todo tiene una historia muy
interesante y me motiva a querer seguir conociendo.
Mart no se ha apartado de mí en ningún momento
y me guía por cada cosa que me parece interesante.
Llegamos otra construcción aún más increíble
que la plaza mayor, según Mart es un museo y no
solo eso, es de los más importantes de todo el
mundo.

245
Pasamos y veo maravillosas obras de arte por
todos lados, son asombrosas, desde que entro me
cautiva. Llegamos al final de ésta con obras igual de
magníficas.
— No sabía que te apasionaba el arte— menciona
Mart una vez que salimos y fuimos a comer.
— No soy experta, pero con esas obras es
imposible no querer perderte entre todas las cosas
por ver.
— Te doy la razón, es increíble.
— Aunque debo admitir que eres un excelente
guía, conoces todo a la perfección— le produje un
sonrojo y ríe
— No a la perfección, pero después de vivir
tanto tiempo aquí aprendí mucho.
— ¿Qué es lo que más te gusta de este lugar?
— Un parque que está cerca del colegio donde
estudiaba, allá me perdía horas y estudiaba— sus
ojos irradian luz al hablar de aquel lugar— así que
es nuestra próxima parada, te va a encantar.
Tomamos otro taxi que nos deja en la entrada de
un parque bastante hermoso, lleno de plantas verdes
y flores que hace un mágico contraste.

246
Caminamos por allí hablando de trivialidades y
muchas, demasiadas bromas que nos hacen reír hasta
doler nuestros estómagos.
Sin darme cuenta el tiempo aquí se va volando y
al darme cuenta de la hora, sé que tenemos que
irnos.
— Mart son las 7:30 así que tenemos que
regresar al hotel y cambiarnos para ir a la fiesta de
clausura.
— Espera unos minutos más por favor, después
tendremos que irnos y no podré disfrutar de esto.
— No, en serio tenemos que irnos, no tarda en
ponerse obscuro y llegaremos tarde al evento.
— Te propongo un trato— dice con una sonrisa
que me hace dudar.

— Aquí hay un laberinto gigante, así que cundo


llegues al centro nos podemos ir sin más objeciones
de mi parte. Yo no entraré porque me lo sé de
memoria y es trampa, pero te esperaré afuera.
Dudo por unos minutos porque la cara de mi jefe
me asegura que algo trama, pero a la vez quiero

247
hacerlo porque ¡Es un laberinto gigante! ¿Quién no
querría entrar?, además creo que no tengo nada que
perder.
— Está bien, pero si ves que tardo mucho entras
por mí— agrego.
— Está bien, vamos— me guía hasta la entrada
del laberinto y vaya que es enorme, pero sé que lo
lograré.
Entro allí después de despedirme de Mart y justo
el primer camino que tomo hace que me encuentre
con una pared de césped.
Intento por otro lado y ahora sí voy por el camino
más abierto, doy vuelta en el lugar equivocado y hay
otra pared, creo que será más difícil de lo planeado.
Ahí paso varios minutos sin saber si voy bien,
cada vez estoy más cerca, estoy segura. Bueno, no
tanto porque no puedo ubicarme.
Unos minutos más y por fin puedo llegar al
centro donde encuentro a Mart ahí de pie, junto a
una mesa para dos, adornada de manera muy
romántica y una cena que huele realmente delicioso.
— ¿Cómo llegaste allí? Espera… ¿Cómo llegó
eso allí?— señalo a él y la cena totalmente

248
confundida mientras él me hace sentar en una silla.
— Digamos que tengo mis maneras de entrar y
salir rápido para que mientras tú te perdías, yo
acomodaba todo. Así que, bienvenida a nuestra cita.
— Quedó fantástico ¿De verdad lo hiciste tú?
— Bueno en realidad me ayudó David y su
familia, pero yo tuve la idea.
— Es un gran detalle, gracias.
— No tienes nada que agradecer. Ahora a comer
antes de que se enfrié.
Como deleitándome con la comida, vaya que ese
restaurante tiene la mejor comida del país.
Llega la hora del postre y aparece un delicioso
pastel de chocolate. Mi favorito.
— Vaya que me estás mimando hoy Mart.
— Es que mereces esto y más, por todo lo que
has hecho por mí desde que te conozco.
Me sirve el postre y empezamos a comer
hablando de sus grandes detalles hacía conmigo.
— Bueno Sara, ahora que terminamos hay algo
que quiero decir y que llevo planeando toda la

249
semana— su semblante cambia a uno más serio—
Sé que cuando nos conocimos no te di la mejor
impresión, en realidad fue muy mala, pero aún así
me diste tu perdón por mis arrebatos y lograste que
fuera alguien mucho mejor, que busca sus ideales y
sabe perdonar, gracias por siempre estar para mí.
Yo estoy sin palabras y con una sonrisa boba.
— Así que después de ver todo eso me di cuenta
que sería un tonto si por cobarde te dejo ir y puede
que se escuche tonto pero… Sara Sanderson
¿Aceptas ser mi novia?
Me tiro a él y lo abrazo como si de ello
dependiera mi vida, entierro mi cabeza en su cuello
y respondo.
— Sí Mart, quiero ser tu novia— así unimos
nuestros labios en un beso que demuestra lo que
sentimos.
__________________&&&_______________
Este capítulo tenía mucho que editar. Para las
que lo leyeron antes recordarán que este y el otro
era un solo capítulo pero no me gustó y aquí está
este.

250
Capítulo 28.

Mart y yo en estos momentos estamos en el


balcón de la habitación de él viendo lo hermosa que
está la luna mientras yo me acurrucó en su pecho.
Después de su declaración y el beso regresamos
al hotel porque estaba obscuro y estaba haciendo
frío, así que me puse pijama y nos venimos al
balcón.
Veo luces en el cielo y allí es cuando recuerdo
que no acudimos al evento de clausura.
— Mart— lo llamo.
— Mhm— responde.
— No fuimos al evento de clausura.
— Ya estaba avisado que no iríamos “nos surgió
un imprevisto”
— Eres un mentiroso— digo con una sonrisa por
su ocurrencia.
— No mentí, tú no tenías previsto la sorpresa—
reímos por su broma— además estaba entre cambiar

251
una aburrida fiesta llena de gente falsa o la
oportunidad ser pareja de la mujer que amo.
Sus palabras son tan encantadoras que es
inevitable darle un beso.
— Dilo otra vez— le pido.
— ¿Qué? ¿Fiesta aburrida?— bromea.
— Sabes a lo que me refiero.
— Está bien ¡Te amo!— lo grita.
— Yo también te amo, mucho.
Nos quedamos más tiempo acurrucados como los
novios que somos.
Que bien suena esa palabra “novios”.
Me deleitó al pensarlo, no sé en que momento me
enamoré, pero no me arrepiento.
— Por cierto amor ¿Ya tienes todo listo para
mañana?— me pregunta.
— Sí, no saqué mucho y lo demás lo acomode
por la mañana.
El volver me emociona por qué extraño mucho a
mamá y a Mel, pero ahora que lo pienso, tendremos

252
que darle la noticia a nuestras familias y no sé cómo
reaccionen.
— ¿En qué piensas?— cuestionó.
— ¿Cómo crees que reaccione tu familia al
enterarse de lo nuestro?
— Estarán encantados, les agradas a todos, mis
papás te consideran otra hija, eres la mejor amiga de
mi hermana y mi hermano, eso sin mencionar que
Amanda siempre ha querido que seamos pareja.
— Pero…¿ y si creen que es muy repentino o
algo así?
— No lo harán, créeme que se pondrán felices—
me acerca más a él— ahora la verdadera pregunta es
¿Cómo reaccionará tu mamá?
— Le agradas bastante, dice que eres de esos
chicos que valen la pena, así que tampoco le
molestará— veo la hora en mi celular y noto que ya
es muy tarde— me voy, porque es bastante noche y
tengo que dormir.
Antes de levantarme Mart me toma del brazo con
cuidado para detenerme.
— Quédate por favor, la cama es muy grande y
podemos dormir juntos. No haré nada malo—

253
agrega levantando las manos en señal de rendición.
Lo dudo por unos minutos, pero termino
accediendo porque vamos, me encanta dormir con él
cerca.
Me acomodo en la cama y después siento a Mart
acomodarse del otro lado, me toma de la cintura y
dormimos.
Pasé la mejor noche de mi vida durmiendo a su
lado.
Me despierto con el sonido de mi alarma, intento
levantarme, pero siento que algo me detiene, ahí
recuerdo que dormí con Mark.
— Mart, Mart— Lo llamo para que despierte y
pueda apagar la alarma.
— Déjame dormir más por favor— dice
tapándose con la almohada y permitiéndome
levantarme.
Tomo mi celular para apagar la alarma y volver a
intentar que se despierte mi novio.
— Mart, levántate amor, recuerda que tienes que
estar listo para el viaje de regreso.

254
Insistí pero él seguía dormido, sin hacer caso a mi
petición. Una idea cruza por mi mente.
— Está bien, si no quieres levantarte entonces no
habrá besos hoy— lo amenazo.
— Está bien, está bien— dice comenzando a
levantarse al igual que yo.
— Ya me voy a mi cuarto, vendré en una hora
para de allí irnos a comer y luego al aeropuerto—
aviso.
— Ajá— contesta-Podemos ir al restaurante de
David? Quiero despedirme.
— Por supuesto, me agrada y la comida es
deliciosa.
Nos despedimos con un hermosos beso para
empezar a arreglarnos.
Yo ya tengo todo empacado, así que tomo una
ducha para comenzar a arreglarme.
Una vez lista reviso mi reloj notando que todavía
falta media hora, reviso que no olvide nada. Pero ya
está todo listo.
Comienzo a pensar todos los cambios que ha
tenido mi vida desde que Mart llegó a ella, desde

255
aquella pequeña discusión que ahora recordarlo me
da gracia.
Después de unos minutos escucho que llaman a
mi puerta, abro y ahí está Mart con su encantadora
sonrisa.
— Que hermosa te ves— me dice.
— Gracias, tú también te ves bien.
— Solo digo lo que veo — me sonrojo — ¿Nos
vamos?
—Ah, sí.
Tomé mis maletas y cerré la puerta, iba a avanzar
pero Mart me pidió llevar mis maletas, lo discutimos
por un instante hasta que él se llevó una.
Llegamos a recepción, dejamos las llaves y nos
fuimos a la entrada para tomar un taxi al restaurante.
En el trayecto estábamos conversando de cosas
triviales y uno que otro beso, llegamos al restaurante
y ya estaba el señor David con su amable sonrisa.
— Buenos días jóvenes— saluda.
— Buenos días— respondemos.

256
— Vengo por el desayuno de siempre y para
despedirme, hoy sale el vuelo de regreso— responde
Mart.
— Espero tenerte de vuelta pronto muchacho,
sabes que siempre serás bienvenido aquí al igual que
tú Sara.
— Muchas gracias David, prometo venir pronto
— le digo.
— Lo mismo digo David, este es mi segundo
hogar— responde Mart.
— Bueno, pero vamos, vayamos a una mesa que
está aquí— nos guía a la mesa de la otra vez y trae
una deliciosa comida.
Pasamos el momento entre conversaciones y
planeando cosas de la próxima colección, ya que yo
no podía olvidar el tema.
Al momento de irnos nos despedimos de toda la
familia del señor David, muy feliz de haberlos
conocido.
— ¿Cuánto falta para llegar al aeropuerto?— le
pregunto a Mart, ya que estamos en el taxi de
camino al aeropuerto.

257
— Menos de 15 minutos, vamos a tiempo no te
preocupes— me tranquiliza.
— Muy bien, en cuanto llegue a casa dormiré
como un oso en invierno— bromeo.
— Yo que planeaba llevarte a nuestra primera cita
de pareja.
— Lo lamento, pero no creo que pueda durar más
de una hora despierta.
— Está bien, te comprendo, pero después de
descansar no podrás escapar, pasaré por ti a tu casa.
— De acuerdo, estaré lista.
Llegamos al aeropuerto y bajamos, llegando
hasta el área para abordar el avión.
Abordamos el avión y a pesar de que él quería
seguir hablando sobre nuestra próxima cita lo
convencí de seguir con la planeación del evento.
— Llegando podemos empezar a ver lo que
planean los diseñadores y los de publicidad—
comenta él
— Según me informaron ya los diseñadores tiene
un gran avance, pero tienes que aprobar los diseños
— continuo.

258
Seguimos viendo los asuntos que faltan por
cubrir y qué haremos en cuanto regresemos porque
el trabajo no termina.
_______________
El avión aterrizó después de un largo viaje,
bajamos del avión tomados de la mano y al voltear
vinos a mi mamá junto con la familia Welker,
Melissa y Esteban.
— ¡Bienvenidos!— gritaron todos cuando
estábamos enfrente de ellos y nos dieron un abrazo
grupal.
— Gracias — digo al separarnos del abrazo— No
imaginé que estarían aquí, ya que es bastante noche.
— Queríamos ser lo primero que vieran al llegar
— responde mi mamá.
— Además, tenemos mucho sin hablar amiga—
dice Melissa.
— Te prometo que te pondré al corriente de todo
— no quepo de felicidad, todos están aquí.
— ¿Qué les parece si vamos a cenar y nos
cuentan todo?— propone el señor Welker.
— Yo estoy de acuerdo papá pero… Sara ¿Tú
quieres?— me pregunta Mart— dijiste que estabas

259
cansada, así que está bien si no quieres.
Es el mejor novio, se preocupa por mí y está al
pendiente de lo que digo.
— Está bien, solo es una cena, se los debo por
venir hasta acá a estás horas— respondo.
— De acuerdo, pero nos iremos en cuanto gustes
¿Está bien?— me dice Mart, así que asiento.
Nos vamos en la camioneta de los señores Welker
y en el camino no dejamos de hablar.
Supongo que los papás de Mart se deben estar
arrepintiendo de llevar a Melissa, Amanda y Cris en
el mismo lugar, pues no dejan de hacer bromas y
riendo de todo, de verdad que son un peligro.
— Amor, creo que en la cena será buen momento
para decirles sobre lo nuestro— me susurra Mart.
— Por supuesto, en cuanto antes, mejor.
Llegamos a un restaurante, bajamos, nos
acomodamos en la mesa, mi mamá a mi lado y Mart
a mi otro lado.
Ordenamos y cuando se va el mesero Mart me
hace una seña para preguntar si puede empezar la
conversación, a lo que asiento.

260
— Mmm— se aclara la garganta— Es un gusto
tenerlos reunirlos aquí y darles una noticia muy
importante para mí y Sara.
— ¿Al fin son pareja?— pregunta Amanda con
una gran sonrisa.
Mart y yo nos quedamos e shock al no saber qué
hacer ante esa pregunta.
— Amanda, arruinas la sorpresa— la reprende
Cris— Pero…¿Es eso?
— Mmm… Sí— respondo tímida.
—Ya era hora— responde la señora Welker.
— Sí hija, quiero conocer a mis nietos y tú no te
das prisa— continúa mi mamá bromeando.
— Es que ya estábamos ideando un plan por si no
regresaban del viaje como pareja— Comenta el
señor Welker.
— Felicidades hermano, siempre supe que sentías
algo por ella— Dice Esteban
Esperaba todo menos eso, todos en esta mesa dan
comentarios sobre que era de esperar la noticia y
muchas felicitaciones.

261
— Ya quiero ver lo que dirán los periódicos—
comenta Amanda soñadora.
— Vas a ser la envidia en la empresa— Agrega
Melisa.
En ese momento es cuando me cae como un
balde de agua fría, los comentarios en la prensa se
relacionara con mi posición social, en la empresa me
juzgarán como ya lo hacían, no estoy lista para
afrontar esto.
— Con permiso, tomaré un poco de aire— digo.
Salgo al balcón del restaurante y trato de pensar
en cómo solucionar esto y cómo manejar la
situación.
— Sara ¿Qué te sucede?— pregunta Mart
caminado hasta a mí.
— ¿Podemos evitar hacer pública la relación?
Por lo menos hasta que me sienta preparada.
— Está bien… pero ¿por qué?— dudo un poco
en si decirle la verdad, pero sé que él entenderá.
— Se que me van a juzgar y los comentarios no
serán positivos, no me siento preparada para eso—
bajo la mirada.

262
— Amor, mírame— me dice, pone sus manos en
mi barbilla y levanta mi rostro — No importa lo que
digan, la gente siempre te va a juzgar por todo, lo
importante es que estés bien contigo misma y si te
llegas a sentir mal que lo dudo porque eres la mujer
más fuerte que conozco, aquí me tendrás.
Al terminar sus calidad palabras me reanima y le
doy un beso en agradecimiento, regresamos a la
mesa.
— Les agradecería si mantiene esto entre
nosotros, aún no queremos hacer la relación pública
— pide Mart.
Todos aceptaron comprensivos y nos brindaron
su apoyo, después de terminar la comida nos
llevaron a nuestras casas a descansar.
— Hija sé que estás cansada, pero quiero decirte
que estoy feliz de que tengas pareja, él es un gran
muchacho que se ve que te ama, espero seas feliz.
Nos damos un abrazo dónde expresamos todo lo
que nos extrañamos, lo que nos amamos y nos
fuimos a dormir.
__________________&&&_______________

263
Se me olvidó por completo subir capitulo esta
semana, pero aquí está.
Ya no tarda en terminar la novela, así que
muchas gracias por el apoyo que le están dando a
esta historia.

264
Capítulo 29.

Me despierto más temprano de lo usual porque


hoy se cumple un mes desde que estoy saliendo con
Mart, así que planeamos una cita especial y planeo
verme mejor. Así que saliendo de la oficina será
nuestra gran cita.
Hasta ahora la relación va de maravilla, pudimos
encontrar un equilibrio entre el trabajo y nuestra
relación para que siga en secreto, aunque eso no
evita que nos demos uno que otro beso en la oficina.
Me despido de mi mamá con una gran sonrisa y
emoción para irme a la empresa.
Al llegar me recibe Mel con una gran sorpresa al
verme más arreglada.
—Te ves increíble Sara, vaya que te sienta bien el
enamoramiento.
— Gracias, la verdad no quise verme exagerada
para no levantar sospechas.
— Sobre eso ¿Cuándo planean decirlo?—
pregunta ella.

265
— No lo sé, aún no estoy lista— bajé la cabeza
ante lo último.
—Te daré un consejo. Si dejas que el “que dirán”
domine tu vida entonces nunca podrás vivir.
Vaya que es un buen consejo, porque
honestamente la opinión de los demás aún me
afecta, no entiendo porqué la gente no se mente en
sus asuntos y critica a los demás.
— Gracias Melissa, no sé que haría sin ti.
— Ya verás que todo saldrá bien, pase lo que
pase aquí me tienes.
— Y a mí— dice Mart que recién llegó y me
abraza por la espalda.
— Oye, es de mala educación meterte en las
conversaciones privadas— le reprendo.
— Yo no me metí, solo me uní que es diferente—
Argumenta.
— La verdad Jefe sí nos interrumpe, siempre—
contra ataca mi amiga.
— Está bien, sí las interrumpo, pero es porque
siempre están hablando cuando llego. Deberían dar
gracias que no les digo nada.

266
— Gracias Sara por enamorar al Jefe para que
nos permita hablar en horas de trabajo— me
agradece de manera cínica Melissa.
— Oye, no me refería a eso señorita— le reclama
mi novio.
— Igual tiene sentido señor— continúa ella.
— Con usted no se puede, no sé cómo te controla
Esteban— dice Mart— en fin, yo solo quería saludar
a mi novia, pero termine con una discusión.
—Perdón amor ¡Feliz mes juntos!— cambio de
tema abrazándolo— te tengo un regalo pero está en
el auto porque no tendría como justificarlo.
— Gracias princesa, porque hace un mes me
hiciste el hombre más feliz y continuar hasta ahora
— ante sus dulces palabras me emociono y nos
damos un beso.
Escuchamos como alguien aclara su garganta,
miramos hacía allá y vemos a Mel algo roja
— Es algo incómodo, sin mencionar que alguien
puede ver sus demostraciones de amor en la oficina
— recrimina ella.
Sin agregar nada Mart y yo nos vamos a su
oficina un poco sonrojados por las palabras de mi

267
amiga.
Desde que supo nuestro romance no deja de
molestar con ello, argumentando que ella lo sabía.
— Te traje un pequeño obsequio— me dice Mart
cuando entramos a su oficina.
Me entrega una pequeña caja roja que tenía en su
saco, la tomo con algo de curiosidad y emoción.
Al abrirlo veo que es un hermoso brazalete
dorado con un dije de una mariposa.

— Es digno de ti, elegí a la mariposa porque en


algunas culturas se cree que tiene la habilidad de
cambiar y hacer cambiar a las personas y tú has
hecho que cambie para ser mejor, pero sé que no
eres muy fan de los collares así que me pareció
mejor un brazalete.
Al terminar su explicación quedo sorprendida y
encantada por lo que describe, porque me recuerda
el impacto que tuve en su vida y el que Mart tuvo en
la mía.
— Tú también me has hecho ser mejor Mart, me
has enseñado que no tengo que quedarme solo con la

268
primera impresión y que hay segundas
oportunidades que vale la pena dar.
— Gracias a ti por darme esa segunda
oportunidad.
Nos damos un último beso antes de empezar a
trabajar, no tenemos muchos pendientes, pero no
podemos atrasarnos, en poco tiempo será la
presentación de la nueva colección.
Así pasamos horas de trabajo y reuniones dónde
tomábamos cualquier distracción para darnos una
muestra de afecto.
Sé que para muchas no les parece nada lindo
pasar su primer mes juntos trabajando, pero a mí no
me desagrada la idea porque aquí nos conocimos y
comenzó todo.
Termino de arreglar las últimas cosas de hoy para
volver a la oficina del jefe e irnos a nuestra cita.
— ¿Ya terminaste amor?— le pregunté después
de estar a su oficina.
— Sí, solo terminaré de leer esto y lo firmo—
responde.
— Vaya, siempre tan aplicado en el trabajo— me
burlo.

269
— Es que tengo una asistente que me hace
esforzarme, se enoja si no hago mi parte.
— ¿Qué dirá tu asistente al saber que hablas así
de ella?— continúo.
— Bien porque sabe que es la verdad.
— ¿En serio soy tan exigente?— hago un
puchero.
— Sí, eso es otra de las cosas que me enamoró—
me roba un beso— ahora ya podemos irnos tengo
una idea de a dónde ir.
Bajamos al estacionamiento, al darnos cuenta que
ya no había nadie nos tomamos de las manos y cada
uno subió a su auto para irnos a dónde Mart me
guiaría.
Avanzamos por unos largos momentos y no podía
con el nerviosismo de saber qué lugar eligió.
Entramos a una zona con muchas casas y nos
dijimos a una en específico, aparcamos allí y
bajamos.
— ¿Qué hacemos aquí?— pregunto confundida.
— Lo sabrás al entrar.

270
Regreso al auto para tomar mi bolsa y veo el
regalo de Mart en los asientos de atrás.
— Me había olvidado de entregarte esto— digo
entregando el regalo a mi novio.
— A ver ¿Qué me regaló mi hermosa novia?—
dice mientras desenvuelve el regalo con cuidado—
¿Una agenda?
Pregunta algo desconcertado al ver el regalo, debí
hacerle caso a Melissa y elegir otro regalo.
— Es que nos conocimos mientras yo cargaba
una agenda igual a esa, le agregué las fechas que
señalan algo importante en nuestra relación con
algunas imágenes o algo en relación con el evento,
como la vez que cantamos en el auto, también
puedes agregar más cosas— digo tímida— pero si
no te agrada puedo…
Me calla con un beso lleno de amor, sin prisas.
— Es perfecta, muchas gracias, es el mejor regalo
que me han dado— me mira a los ojos y sonrío—
Pensaste en todo, qué maravilloso detalle.
Sonrío por su comentario y me hace sentir más
segura.

271
—Ahora vamos que quiero mostrarte la casa—
Me dice.
Entramos y todo estaba apagado, Mart enciende
las luces y se comienza a iluminar poco a poco
permitiéndome ver y analizar cada cosa del lugar.
Es bastante amplia con una estructura moderna
pero hogareña, perfecta para una familia.
— Es mi nueva casa y espero que en un futuro
nuestro hogar — susurra en mi oído Mart— pero
puedes venir cuando quieras.
— Es… Es ideal, me gusta— aseguro.
— Me alegra, aunque aún no la has visto.
Con esas palabras comienza a guiarme por toda la
casa, primero por el segundo piso donde está una
habitación principal y tres recamaras con baño cada
una. En la planta baja está la sala, el baño, un cuarto
de invitados, el comedor y la cocina.
El recorrido termina en el patio trasero donde la
luna ilumina el lugar dejando ver una mesa para dos.
— Ahora a cenar amor— menciona Mart y
recorre la silla para mí.
— Muchas gracias… por todo— respondo.

272
Así pasamos nuestro primer aniversario, con
mucho amor que va creciendo cada vez más.
__________________&&&_______________
Por fin a tiempo.
Intentaré no retrasarme otra vez aunque no
prometo mucho.
Muchas gracias por todo el amor que le dieron
al capítulo pasado, vaya que les gustó.

273
Capítulo 30.

La semana siguiente de nuestro aniversario ha ido


muy bien, estamos progresando mucho para el
próximo desfile.
Justo ahora voy entrando a la oficina donde se
siente un poco extraño, todos están murmurando
cosas y tienen miradas que no logro entender.
Llego hasta el último piso, sorpresivamente no
está Melissa. Eso me confunde algún más.
Entro a mi oficina con la enorme sorpresa de que
allí está mi amiga junto a mi jefe esperándome.
— Sara ¿ya te enteraste?— pregunta ella.
— ¿Sobre qué?— respondo.
— No, al parecer no— confirma Mel.
— La prensa está diciendo que hemos robado los
diseños de otra empresa, eso sin mencionar que
mostraron fotos de nosotros.
Ahí es donde comprendo la extraña actitud de
todos en la empresa, para estos momentos ya se debe
saber de la relación entre Mart y yo.

274
— ¿Qué haremos?— pregunté.
— No lo sabemos, te esperamos para crear un
plan— contesta Mel.
Tomamos asiento en la oficina y analizamos la
situación. Lo más importante es la acusación de los
diseños, ya que esto procederá legalmente.
— ¿Cuáles son las pruebas de la acusación?—
digo.
— Después de que mostramos la publicidad con
algunos de los diseños, otra empresa con menor
prestigio mostró bocetos de los diseños— Cuenta
Mart.
— Entonces debemos hablar con los diseñadores,
si de verdad es plagio entonces tendrán que
responder por ello— Propongo
— Una vez nos cuenten lo sucedido hablaremos
con la prensa para aclarar la situación— finaliza él.
— Todo muy bonito… pero aún falta resolver el
hecho de que todos saben su relación— recuerda mi
amiga.
— Cierto, casi lo olvidamos— continúo.

275
— Primero debemos aclararlo ante los
trabajadores para que dejen los rumores y en la
rueda de prensa también lo haremos ¿Estás de
acuerdo amor?— pregunta Mart.
— Está bien, igual en algún momento se iba a
saber— sonrío — creo que entonces todo estará
resuelto. Ahora convoco a todos para la reunión y
después de la junta hablamos con los diseñadores.
Después de eso cada uno se retira a su puesto de
trabajo, no podemos detenernos con todo lo que está
sucediendo.
Por lo menos teníamos el trabajo adelantado así
no nos vamos a presionar por los cambios que
haremos.
Llamo a todos los encargados de piso para que
todos estén en la sala de juntas más amplia en media
hora.
Una vez todo listo me voy a la sala de juntas, al
llegar todos me observan y luego se voltean para
continuar con el murmuro.
— Tranquila, todo va a salir bien— me alienta
Melissa.
— Gracias.

276
Después de unos minutos llega Mart con una
mirada seria e imponente que hace a todos guardar
silencio.
— Me alegra que todos estén aquí— comienza él
— Sé que han escuchado muchas cosas el día de
hoy, así que mi deber es informarles y desmentir las
cosas.
Todos comenzaron a hablar otra vez, ahora con
preguntas hacia Mart.
— Silencio por favor, resolveré preguntas al final
— los corto él— Lo primero es aclarar sobre mi
nueva relación. En efecto, estoy saliendo con mi
asistente, la señorita Sanderson.
— Eso explica sus tiempos libres y el mucho
tiempo que pasan juntos— dice Andrea.
— Andrea tenía razón— continúa otra.
Abro la boca para defenderme de las acusaciones,
pero la mirada de mi novio me detiene.
— Nadie va a hablar así de mi novia, sus
acusaciones no tiene el más mínimo sentido. Sara
gana lo mismo que antes de mi llegada, trabaja el
doble de lo que ustedes lo hacen y además tiene que

277
cargar con sus acusaciones ¿Entonces cuál es su
problema?
— Ninguna persona íntegra sería pareja de su jefe
— Argumenta Andrea.
— Ya basta señorita, solo les aclaro esto para que
no hablen a espaldas de nosotros, pero que quede
claro que no les debo explicación a ninguno y si no
les parece la relación pueden irse, todos son
importantes mas no vitales— contesta firme— Una
última cosa, escucho otra crítica para Sara y serán
despedidos.
Con eso deja a todos con un gran silencio.
— Felicidades jefe, se lleva a una gran mujer—
comenta Andrew y termina el silencio.
Se escuchan risas en toda la sala y se quita lo
tenso del ambiente llenándose de felicitaciones.
— Ahora con el primer punto aclarado les pido a
los diseñadores que vayan a la oficina principal—
Pido y nos despedimos para que todos regresen a sus
responsabilidades.
Los diseñadores un poco nerviosos caminan atrás
de mí hasta llegar a la oficina de Mart, donde nos
espera.

278
— Bien ¿Quién es el responsable de los diseños?
— pregunta.
— Yo señor— responde una chica algo tímida.
— Entonces explicamos qué sucedió— ordena él.
— Yo… Perdí los bocetos hace algunas semanas,
pero no le di importancia, ya que tenía remplazo en
la computadora.
— ¿Por qué no nos dijiste Tania?— pregunta una
compañera.
— Te hubiéramos apoyado— Agrega otro.
— Es que pensé que no pasaría nada, de verdad
lo lamento, pero puedo demostrar que son míos.
— ¿Cómo?— pregunto tranquila.
— Tengo los bocetos con fecha y una pequeña
firma en cada uno, no se pueden percatar a simple
vista así que no lo pudieron borrar.
—Eres brillante— Cometa el jefe más tranquilo
— Necesito que reúnas las pruebas para dentro de
dos horas y además hables para la prensa ¿Podrías?
— Claro señor, no tengo problema— responde
feliz.

279
— Muy bien, espero que no se repita porque es
algo muy delicado— Dice él.
— Lo prometemos— aseguran los tres y se van
de la oficina quedando Mart y yo solos.
— Vaya que hacemos buen equipo, ya resolvimos
esto— comento.
— Lo sé, podemos afrontar lo que sea— se
acerca a mí y me da un beso, uno que afirma que
juntos podremos afrontar lo que sea.
— Bueno señor Welker tengo mucho trabajo por
hacer y usted también porque después de aclarar esto
tendremos el trabajo para la próxima gala.
Bajo hasta donde será la rueda de prensa junto
con un equipo organizador para comenzar a trabajar.
Tardamos un poco, pero logramos que todo esté
listo para cuando las primeras personas comiencen a
llegar.
— Les quedó muy bien— murmuro para el
equipo de pues de ver el resultado.
Acomodo a todas las personas que van llegando
hasta que aparece Mart con un semblante más serio
que el de hace unas horas.

280
— ¿Estás listo para hacer esto una vez más?— le
pregunto cuando llega a mi lado.
— Sí, no es la primera vez que me enfrento a
escándalos, pero igual necesito mi beso de la suerte
— Menciona de manera diferente y sin esperar que
diga algo más lo beso esta vez yo.
— Listo, ahora ve— Lo motivo después de
separamos y hace caso, camina hasta el frente del
escenario y toma el micrófono.
— Aclararé cada una de sus preguntas en este
momento, pero en orden por favor— Da comienzo.
— ¿Es verdad que robaron diseños?— se hace la
primera pregunta.
— No, somos una empresa que lleva años en el
mercado y nunca hemos o haremos algo así. En unos
momentos presentaremos las pruebas pertinentes.
— ¿Planean seguir con la gala a pesar de esto?—
pregunta alguien más.
— En efecto, esto no representa una
problemática.
Pasa el tiempo entre más preguntas relacionadas
con el escándalo de los diseños y lo afectado que se

281
verá la empresa, después presentan las pruebas y se
habla de una posible contra demanda.
Hasta que llegan al tema donde me involucra.
— ¿Engaña a Tiffany con la mujer que se le vio
en las fotos?
— No, nunca haría tal barbaridad, la señorita
Tiffany y yo terminamos nuestra relación hace
bastantes meses y después comencé la relación con
mi actual pareja.
— ¿Es verdad que dejo a la modelo Tiffany por
su actual pareja?
Esa pregunta nunca me la había planteado, debo
admitir que puedo sacar información de aquí.
— No, nuestra relación no podía continuar, ya
conocía a mi actual pareja, pero no fue el principal
motivo.
— Se tiene muchas especulaciones de quién es la
afortunada ¿Podría decirnos quién es?
En ese momento Mart me voltea a ver para saber
que debe responder. Decido ir a su lado para
presentarme.

282
— Sara Sanderson, mi asistente y la mejor mujer
que puede haber conocido— Me presenta cuando
llegué junto a él y uno nuestras manos.
— ¿Cuánto llevan de relación?
— Poco más de un mes— respondo segura.
— ¿Tienen planes a futuro?
— Sí, laborales y personales— Asegura Mart.
Así entre una lluvia de preguntas que ambos
respondemos hasta que todos van por un bocadillo y
nosotros también.
Tomo un sándwich y justo cuando iba a ser el
primer mordisco suena mi teléfono, me aparto para
contestar en un lugar con menor ruido.
— Bueno— respondo.
— Sara soy Eduard— se escucha del otro lado.
— Hola ¿Qué necesitas?
— Se quién es tu papá.
________________&&&_________________
Tengo sueño, pero creo que a pesar de eso
quedó decente.

283
Muchas gracias por sus votos y comentarios
que siempre leo aunque no los contesto.

284
Capítulo 31.

—¿Qué estás diciendo?— pregunto confundida.


— Lo que escuchas, sé quién es tu papá.
— ¿Cómo lo sabes?
— No te lo puedo decir por llamada, te espero
mañana en el restaurante cerca de la empresa de mi
tío— sin esperar respuesta solamente cuelga.
Me quedo inmóvil analizando lo que acabo de
escuchar llenándome de preguntas sobre si debería ir
o no.
Escucho pasos cerca de mí, siento unas calidad
manos en mis hombros que me tranquiliza un poco.
— ¿Qué pasa Sara?— me preguntó Mart.
— Edu… Edward…— no puedo continuar.
— ¿Qué te dijo ese tipo?— cuestiona con voz
molesta.
— El encontró a mi papá— suelto por fin entre
suspiros.

285
— ¿Qué? ¿Quién es él? ¿Por qué apenas aparece?
— Dice las mismas preguntas que yo tenía.
— No lo sé, dijo que mañana debo ir a verlo para
que me diga lo que sabe.
— ¿Irás?
— No lo sé, una parte de mí dice que no, porque
él nunca se interesó en mí, abandonó a mamá, pero
otra quiere saber qué paso y que responda todas mis
dudas.
— Deberías ir, es algo muy importante para ti—
motiva animado.
Lo pienso por unos minutos analizando sus
palabras cuidadosamente.
— ¿Me acompañas por favor?— me decido a
preguntar.
—Claro que sí pequeña, siempre estaré cuando
me necesites.
Con esas palabras me quedo el resto del día,
sabiendo que a pesar de que las cosas sean muy
complicadas allí estará Mart dándome su apoyo.
Estoy en mi oficina trabajando todo lo que puedo
para no seguir pensando en el tema de mi papá y

286
hacerme ideas erróneas, aunque es casi imposible no
pensar en ello.
Desde que mamá me contó su historia de cómo
quedó embarazada no he querido buscarlo o siquiera
preguntar más, pero ahora que estoy tan cerca de
conocerlo surgen emociones que no sabría como
describirlas.
— Sara— habla mi novio entrando a la oficina—
sigues pensando en tu papá— Menciona al ver mi
rostro.
— Sí, no creo que sea buena idea ir, después de
todo él fue quien nos dejó y nunca se preocupó por
nosotras.
— No sabes sus motivos— intenta razonar.
— No existe justificación para lo que hizo, solo
demostró que no le importé.
— Tranquila, sé que es un tema complicado…
— Es absurdo que me afecte tanto, nunca le di
mucha importancia hasta ahora y no tiene sentido—
al verme así, toma mis manos y hace que lo mire
directamente.
— Hey, es normal que lo tomes así, ignoraste esto
por muchos años, ahora están saltando todas esas

287
emociones. Vayamos mañana, lo conoces y cierras
ese ciclo, cuando sientas que ya no puedes soportar
más nos vamos.
Después de esas palabras nos quedamos en
silencio esperando a que pueda hablar.
— Gracias— digo entrecortado— no sabría que
hacer sin ti en estos momentos.
— Ambos sabemos que no es cierto, mírate justo
hoy resolviste una de las peores situaciones por las
que ha pasado la empresa, eso sin mencionar que
también podrías salir perjudicada — menciona con
algo de diversión.
— Tienes razón, soy increíble— continúo la
broma, a lo que él asiente mientras ríe.
— Lo eres— asegura y me besa la frente.
— Una cosa más— agrego— podrías evitar
comentarlo, no quiero que nadie más sepa, sobre
todo por mamá, le podría afectar.
— Está bien, no queremos que le pase algo a mi
suegra, me agrada.
Salimos de mi oficina para ir al estacionamiento,
hoy iría directo a mi casa, ya que estaba demasiado

288
cansada para ir a casa de Mart o que él este en la
mía.
— Adiós amor, nos vemos mañana— me despido
de él con un beso.
— Buenas noches, paso por ti mañana temprano.
Llego a casa dode mi mamá ya me está esperando
con una gran sonrisa.
— ¿Cómo estuvo tu día? Me enteré de todo el
escándalo del robo de diseños y qué ya todos saben
tu relación con ese muchacho— comenta ella.
— Bastante bien a decir verdad, logramos
resolverlo a tiempo— sonrío al final de decirlo.
— ¿Entonces a qué se debe esa cara?— pregunta.

— Pareces algo desanimada y confundida.


Vaya que a las madres no se les pude mentir, me
leyó tan rápido que no sabía que responder.
— Estuve pensando en…— no sabía si decirle la
verdad.
— Vamos, dilo.

289
— En…¿Qué pasaría si vieras a mi papá?
Ella se sorprende bastante por mi pregunta y se
queda sin habla por unos momentos.
— Nada, él ya tiene su propia familia y yo
aprendí a estar sin él— responde algo desanimada—
Ahora iré a dormir, la cena está en la mesa.
Después de eso como un poco y acomodo el resto
para irme a descansar también.
_____________
Despierto o mejor dicho, me levanto porque no
pude dormir toda la noche pensando en el encuentro
de hoy.
Comienzo a vestirme, después bajo a desayunar y
encuentro la comida en la mesa, ya que mamá se fue
más temprano hoy, espero no sea relacionado con lo
que pasó ayer.
Escucho mi teléfono sonar así que contesto.
— Hola hermosa— Saluda Mart del otro lado—
ya estoy afuera esperándote.
— Ya salgo— termino la llamada para tomar mis
cosas he irme.
—Hola— saluda cuando ya estoy fuera de casa.

290
— Hola, lamento la tardanza-Entro a su auto y
comenzamos el viaje.
Él intenta que me mantenga animada así que
pone música mientras hablamos de cosas triviales.
El camino se pasa demasiado rápido, así que
cuando por fin logré estar tranquila escucho a Mart
decir que hemos llegado.
— ¿Lista?— pregunta.
— No, pero ya estamos aquí.
Al bajar del auto toma mi mano para transmitir
confianza y tranquilidad, algo que funciona.
Una vez en la entrada del lugar busco con la
mirada a Edward, él levanta la mano y vamos hacia
allá.
— Hola— saluda cortes.
— Hola— respondemos Mart y yo.
— Me enteré ayer de su relación, felicitaciones,
son una linda pareja.
— Gracias— dice Welker con una sonrisa.
— Al punto por favor Ed, quiero saber quién es
mi padre.

291
— Tranquilízate…— me sugiere.
— No pretendas que después de decir que
conoces a mi papá esté tranquila.
— Está bien. Tu papá, es alguien que conoces y
probablemente te decepcione mucho saber esto, pero
es mi tío, Eliot Turner.
Estoy completamente sorprendida, me imaginaba
que fuera cualquier hombre de negocios egocéntrico
que solo busca su bien propio, pero no un hombre
que siempre mostró apoyo y empatía.
— Espero entiendas que si no te lo dije antes fue
porque lo prometí.
— ¿Hace cuánto lo sabes?
— Desde que hablamos por primera vez, mi tío
me pidió que te cuidara, él siempre ha sabido que
eres su hija.
Eso explica porqué me ayudaba y se comportaba
tan agradable, solo era porque soy su hija y se sentía
culpable.
— ¿Qué cambió? ¿Por qué me lo dices ahora?—
me animo a preguntar.

292
— Él está muy enfermo y su deseo es que vayas a
visitarlo, por favor ve y dale consuelo.
— ¿Me pides que vaya a consolar al hombre que
dañó tanto a mi familia?— pregunto sarcástica—
Fue un error venir, adiós.
Sin esperar respuesta o algo más salgo de allí
sumamente molesta y con una gran decepción.
______________________________________
¿Qué opinan del papá de Sara? ¿Debería
perdonarlo?
Espero les guste el capítulo y sigan
comentando que amo todo lo que dicen.

293
Capítulo 32.

Estaba adentro del auto, tratando de


tranquilizarme y decidir qué es lo que debo hacer,
pero el sonido de la puerta siendo abierta me hace
voltear.
— ¿Cómo te sientes Sara?— me pregunta Mart
cuando entra.
— Tan bien como se puede estar cuando te
enteras quién es tu padre— respondo irónica.
Después de decir eso él no responde, solo se baja
del auto rápidamente.
Creo que se enfadó de soportar tanto drama, no lo
culpo, no es nada agradable la situación y mi
comportamiento tampoco. Estoy siendo odiosa.
Estoy a punto de también bajarme y pedirle
disculpas cuando mi puerta es abierta para luego
sentir unos brazos rodearme, dándome tranquilidad.
Últimamente lo hacen seguido.
— Hice una tonta pregunta, solo debí darte el
abrazo que necesitas— susurra mi novio.

294
— Creí que te habías ido, mi actitud no fue la
mejor, lo lamento.
— Hey, te entiendo ¿Quién podría estar
sonriendo después de lo que te pasó? Pero aquí voy
a estar para ti siempre.
— Gracias, de verdad.
— Para eso soy tu novio.
Me da un pico y nos acurrucamos unos minutos
más en el asiento logrando que termine de
tranquilizarme.
— Te amo— le digo cuando ya estoy bien
— También te amo.
Nos damos un último beso antes de que él regrese
a su lugar para ir a la empresa a trabajar.
— ¿Segura que quieres ir? Puedes tomarte el día
— me pregunta por quinta vez.
— Sí, quiero ir— insisto— además mañana es fin
de semana y quiero adelantar trabajo, el evento será
pronto.
— Está bien, ya no diré nada.

295
Cuando entramos al edificio aún nos miran
extrañados de nuestra relación, pero aún así nadie
hace un comentario. Creo que sí quedo claro lo que
dijo el jefe.
Llegamos a nuestro piso para ver a Melissa
dándome una mirada acusatoria.
— La cara de tu amiga dice que pase directo a mi
oficina y no diga nada— me susurra Mart para irse y
ese comentario me hace reír.
Melisa se acerca a mí y me jala del brazo para
llevarme a mi oficina sin dejarme reaccionar.
—¿Qué pasa Melissa?— al fin pregunto cuando
me suelta.
— Eso es lo que pregunto ¿Qué pasa? Desde ayer
estás distraída, ahora llegas con una cara de no
dormir y junto al jefe.
Vaya que está al pendiente de mí y no debería
ocultar algo así a ella, pero es algo demasiado
complicado, además se preocuparía por mí y justo
ahora está tranquila, no quiero arruinarle eso.
—Es.. sobre— comienzo con tono dudoso
pensando en qué decir.

296
— Antes de que se te ocurra mentirme, déjame
decir que te conozco muy bien , así que la verdad.
— Mi papá apareció, me enteré hoy que mi padre
es el tío de Eduard, la primera persona que creyó en
mí. Además está enfermo y quiere que vaya a verlo
— le resumo la historia.
Al voltear a verla parece que sus ojos se van salir
de la impresión, tarda en procesar la información
hasta que al fin sale de su sorpresa.
— ¿Por qué no me dijiste antes? Estás pasando
por un mal momento y no estaba allí para apoyarte
— es lo primero que dice después de recuperarse.
— No quiero arruinar tu tranquilidad.
— Tú estuviste conmigo y me ayudaste cuando
también tenías muchos problemas, yo también
quiero estar para ti.
— Muchas gracias.
— Entonces ¿Qué piensas hacer?
— No lo sé, estoy muy confundida.
— Tomate tu tiempo sé que tomarás la decisión
correcta— me dice con una sonrisa— ahora a
trabajar.

297
— Está bien, vamos.
Me pongo al corriente con lo atrasado y
comienzo a trabajar sin mayores contratiempos.
Mart y yo pasamos la tarde en su oficina, ya que
teníamos que ver algunos puntos y variantes que
debemos tomar en cuenta, al igual que cientos de
reuniones que me hacían evitar pensar en lo de hoy.
Solo tomamos breves pausas que utilizamos para
comer o distraernos, ya que de verdad teníamos
mucho trabajo.
Llega la hora de irnos y sorpresivamente Melissa
me está esperando para irnos juntas.
— Lo lamento jefe pero voy a robarme a su novia
— habla ella cuando nos tiene enfrente.
— Solo la ciudad bien— le responde antes de
despedirnos y él irse.
Volteo a ver a Mel con duda, ya que es muy
extraño que me espere y además no hable frente a mi
novio.
— Planee una pijamada mientras tenía tiempo
libre, así que ¡noche de chicas!— grita emocionada.
— Supongo que en mi casa ¿Verdad?

298
— Sí, tu mamá siempre tiene comida y es más
fácil planear allí.
Nos vamos y en todo el camino a casa no deja de
poner música que nos gusta a las dos para cantar, sé
que hace esto para distraerme, cosa que aprecio
mucho.
Al llegar a casa baja rápido del auto y va a
saludar a mi mamá con un efusivo abrazo.
— Tengo mucho sin verla señora— le dice
cuando la suelta.
— Sí, hasta que te apareces muchacha— contesta
mamá.
— Lo siento, es que el trabajo— se excusa.
— Pretextos, sé perfectamente que es el novio—
Mel se sonroja y mamá y yo reímos.
— Hola mamá, pretendía avisarte que Melisa se
quedaba, pero ella se anunció sola— bromeo.
— No importa, me encanta tenerlas juntas, son
como adolescentes.
Sin más voy a mi cuarto a cambiarme y Melisa al
de invitados, ya que allí tiene ropa que deja cuando
viene de visita.

299
Bajamos ya cambiadas a la sala donde nos espera
la deliciosa cena de mamá y un maratón de
películas.
— Gracias mamá ¿Te quieres unir al maratón de
películas?— la invito.
— Solo a la primera porque ustedes se desvelan y
no soy tan joven para hacer eso— dramatiza mamá.
— Nada de eso señora, usted es joven.
— Igual, no quiero desvelarme y ustedes
tampoco— agrega.
— Hoy solos veremos tres— respondo inocente.
Así comienza nuestra pijamada y tal cual dice
mamá, se va después de la primera película.
En algún momento me quedo muy dormida en el
sillón, solo me doy cuenta que estoy allí al día
siguiente.
Me levanto y me estiro, ya que el sillón no es
muy cómodo, Melisa por su lado está hecha bola en
el otro sillón.
— Mel, Mel— la muevo para que despierte—
vamos despierta.

300
— Ya, ya desperté ¿Qué pasa?— responde con
sueño.
— Voy a ir con mamá a la cafetería, ve cuando te
de hambre— me voy, y ella vuelve a dormir.
Me cambio rápidamente, ya que es algo tarde,
corro a la cafetería y para mi suerte apenas están
habiendo.
— Hola, lamento la tardanza me quedé dormida
— cuento apurada.
— Está bien, lo importante es que estés aquí—
responde una chica.
Pasamos al local para organizarnos y tener todo
listo cuando los clientes comienzan a llegar.
Entre bromas se pasan las horas hasta que llega
mi amiga arreglada, nada que ver con el desastre que
era en la mañana.
Comemos juntas para que después ella se una a
nosotras en el trabajo y vaya ayudar a mamá.
Después de atender a alguien me llega un
mensaje extraño de Mart.
“Te veo en 10 minutos, quiero que conozcas a
alguien”

301
Era todo lo que decida, dejándome muy
confundida, así que me comía la intriga.
Pasan los diez minutos que me parecieron una
eternidad y veo a Mart entrar junto a una señora de
más o menos de edad de mi mamá.
— Hola amor— le saludo— Buen día señora.
Con la mirada le pregunto a Mart quién es la
señora que lo acompaña y él parece entender.
— Amor quiero presentarte a la señora Turner, la
esposa de tu papá.
Me va a dar un colapso nervioso por todas las
sorpresas que me he llevado esta semana.
— Un gusto Sara, tienes la mirada de tu padre—
eso me sorprende más, se ve muy feliz de conocer a
la hija ilegítima de su esposo ¿Quién reacciona así?
— Un gusto también ¿En qué puedo ayudarle? —
pregunto.
— En realidad quiero hablar contigo sobre tu
papá, es importante.
Estoy un tanto insegura de hacerlo, pero debo
hacerlo, si no conozco su versión estaría siendo
injusta.

302
— Está bien, vamos a una mesa para estar
cómodos— caminamos a una mesa del fondo y
tomamos asiento.
— Te dejo hablar con ella, iré a esperar a Esteban
— se despide Mart dándome privacidad.
Lo vemos marchar y cuando desaparece de
nuestro campo visual ella habla por fin.
— Sé que crees que tienes al peor padre del
mundo por todo lo que pasó, pero no es así, él no se
alejó, las circunstancias lo hicieron.
— No comprendo señora ¿Podría ser más clara?
— Es una historia muy larga y complicada, pero
intentaré hacerla más simple— suspira para
continuar— Conozco a tu papá desde que éramos
niños, crecimos juntos y éramos mejores amigos, así
que cuando conoció a tu mamá me contaba de lo
feliz que era a su lado, que podía pasar horas y horas
hablando y nunca se cansaría de escucharla.
Así que comenzaron una relación, pero tenían
que tener una relación secreta, pues tu abuelo no le
gustaba que su hijo se relacionara con los becados,
según él no eran dignos de su familia.

303
Así pasaron algunos meses dónde todo era
perfecto, pero como Eliot, tu padre, era uno de los
chicos más codiciados, le dijeron a tu abuelo lo de
su noviazgo con tu mamá, para entonces ella ya
tenía la sospecha del embarazo así que cuando tu
abuelo se enteró de su relación también lo hizo del
embarazo.
Tu abuelo y él discutieron bastante después de
ello, pues Eliot no quería dejar sola a tu madre,
menos con un embarazo. Tu abuelo lo amenazó con
la herencia, la escuela y sus cosas, pero a él poco le
importó— sonríe al recordar aquello.
Hasta que lo amenazó con algo que de verdad le
importaba, tú. Le dijo que si no renunciaba a tu
madre y a ti, te alejaría de los dos y él se iba a
asegurar de que no te vieran de nuevo.
Eliot aceptó renunciar a ustedes para protegerlas.
A los meses lo comprometieron conmigo, pero su
corazón siempre fue de tu mamá, por eso es que
nunca tuvimos hijos.
Sé que parece una mala novela dramática, pero es
la verdad, no hay día que él no se arrepienta—
termina su relato.

304
— Pero el Papá del señor Turner murió hace ya
varios años y aún así no nos busco— argumento.
— Él siempre estuvo presente ¿Cómo crees que
tu familia compró esté local? El seguro médico de tu
abuelo materno no era tan alto o ¿Por qué crees que
te eligieron a ti tan rápido para ser becada? ¿De
dónde crees que salían los uniformes que “te
regalaba la escuela”? Todas son farsas que Eliot se
inventó para cuidarlas desde lejos.
Si no las buscó antes es porque tenía miedo de su
reacción, a qué lo rechazaran como lo haces ahora.
No puedo creer que todo este tiempo él estuvo al
pendiente de nosotras con pequeñas acciones que
nos ayudaron bastante.
Sé que es tonto que crea así de rápido, pero
cuando confíe en Mart las cosas salieron bien, creo
que es momento de hacerlo de nuevo.
— ¿Dónde está?— pregunto.
— En el hospital central, puedo esperar y llevarte
cuando cierren aquí— me propone.
— ¿De verdad?
— Por supuesto, pero… ¿crees que pueda hablar
con tu madre?

305
La miro un poco dudosa pero al final accedo.
— Le preguntaré, pero no aseguro nada.
— Está bien.
Me retiro a la cocida dónde está mamá y Mel
haciendo un rico pastel.
— Mamá, hay una mujer que quiere verte.
— ¿Quién es?— pregunta confundida.
— Una vieja amiga, te espera en la mesa del
fondo.
Ella sale con una gran sonrisa y Mel me mira con
intriga. Pero continúa decorando el pastel.
— Es la esposa de papá— respondo a su pregunta
no hecha, provocando que tire el merengue por
aplastar demás la manga pastelera.
— ¿Crees que sea buena idea?
— Sí, es una buena persona y le ayudará a mamá.
Ahora ¿Qué te parece ir con nuestras parejas que
están esperando en tu mesa favorita?.
— ¿Esteban esta aquí?— cuestiona mientras se
“peina” con las manos.

306
— Sí, lo vi cuando venía para acá.
— No se diga más, vamos-corremos a dónde
están nuestros novios hablando de sabrá Dios qué.
— ¿Qué tal estás ahora Sara?— me pregunta
Mart al verme.
— Mucho mejor, gracias— me siento en su
regazo para darle un abrazo.
— Esa es mi chica.
— Hey par de tortolitos, no nos ignoren— se
queja Esteban.
Pasamos un lindo rato hablando de cosas sin
importancia pero para nosotros muy entretenido,
pero desde la distancia veía a mamá hablando con la
señora.
Cuando noto que terminan su conversión voy con
ella a la cocina.
— ¿Qué sucede mamá?.
— ¿Tú sabes quién es ella?
— Me enteré antes de que fueras con ella.
— Entonces supongo que ya te contó lo de tu
papá.

307
— Sí— contesto en lo bajo.
— ¿Quieres ir a verlo?
— Sí, quiero escuchar la historia de sus labios.
— Entonces iremos— asegura.
Ella va a acompañarme, es la mejor mamá,
siempre preocupada por lo que yo opine.
— ¿No te molesta?
— Para nada, también tengo cosas que decirle a
ese viejo— bromea.
— Eres única mamá, entonces me apuro para
terminar pronto.
Melisa, Esteban y Mart se quedan mientras sigue
avanzando el día Porque también quieren
acompañarme, no sé qué haría sin ellos.
Al fin llega la tan esperada hora y siento los
nervios a flor de piel, tantos años sin verlo y por fin
podré hablar con él como padre e hija.
Llegamos al hospital y bajo más ansiosa, camino
tan rápido como puedo hasta llegar a su puerta.
Toco y sale Eduard muy sorprendido de mi
presencia.

308
— Sara si vienes a reclamarle será mejor que te
vayas, está delicado y eso le hará más daño— me
dice triste.
— En realidad vengo porque merece una
oportunidad— respondo tímida.
Eso hace que cambie su expresión y me mire
como una sonrisa.
— Adelante, pasa, él te espera.
Entro y lo veo, allí en la cama, se levanta un poco
para verme mejor y su sonrisa crece.
— Hija, estoy muy feliz de verte aquí, no sabes el
miedo que me dio saber que podía morir sin tu
perdón.
No le dejo continuar porque le doy un abrazo
compartiendo también mi felicidad.
— Queda todo olvidado, ahora sé que no era tu
culpa alejarte.
Se tensa un poco, aclara su garganta y habla.
— ¿Ella te lo contó verdad?
Sin que me diga nombres sé a lo que se refiere,
así que asiento.

309
— No quería que te enteraras sin perdonarme
primero, pero estoy feliz de que estés aquí, he
seguido cada una de las cosas que has hecho y estoy
muy orgulloso, tu mamá hizo un gran trabajo.
— Gracias, también fue de gran ayuda tu apoyo.
— Solo fue una ayudita, tú eres muy inteligente,
sé que saldrían adelante sin mí. Pero antes de que lo
olvide ¿Dónde está ese muchacho con el que estas
saliendo?
— Oh, está afuera ¿Quieres que venga?
Él asiente y entonces salgo del cuarto para llamar
a Mart que está entretenido hablando con mamá.
— Mart, mi papá quiere verte.
— Vaya amigo, al final no te salvaste del suegro
— Se burla Esteban.
— Que gracioso “amigo”— responde irónico
haciendo que Esteban ría más.
Mart se levanta y caminamos juntos al cuarto de
papá.
— Ya está aquí— le digo

310
— Déjame advertirte algo Welker— comienza mi
papá serio— Apenas conozco a mi niña, pero si la
haces llorar te irá muy mal.
Mart traga saliva un tanto nervioso, pero se
anima a hablar.
— Nunca le haría algo a su hija, la amo
demasiado— con esas hermosas palabras suspiro.
— Me alegra oírlo, bienvenido a la familia— se
dan la mano.
— Bueno papá, creo que también debes hablar
con mamá, así que la haré pasar.
— ¿En serio está aquí?— pregunta con una gran
sonrisa.
— Sí y sé que quiere hablar contigo.
Mart y yo nos retiramos con la promesa de volver
mañana y voy en busca de mamá.
— Es tu turno mamá.
— Gracias— no digo dos veces y va al cuarto de
papá.
Nos quedamos a esperar a mamá en una amena
conversación.

311
— Mart— lo llamo.
— Mmm— responde.
— Todo lo que ha pasado me hizo pensar que el
amor está lleno de obstáculos, pero lo importante es
superarlo juntos y creo que es exactamente lo que
hacemos.
— Es verdad, tú eres mi soporte y yo el tuyo,
pase lo que pase estaré para ti.
Nos quedamos abrazados con un cómodo
silencio, no necesitamos agregar nada más.
__________________&&&_______________
Esto si que tenía mucho que ser corregido,
pero es que no debo escribir con sueño.
En fin, gracias por leer y estar al pendiente de
las actualizaciones.

312
Capítulo 33.

Han pasado unos meses desde que mi papá


apareció en nuestras vidas y sí fue algo incómodo
las primeras salidas o comidas que tenía con él, pero
poco a poco hemos mejorado nuestra relación.
Mamá también mejoró la relación con él.
Después de hablar con él en hospital y saber que no
fue su culpa el dejarnos, hizo que comenzaran una
gran amistad e incluso he notado cierto coqueteo.
Mart por su lado le encanta verme con él y
aunque papá siempre le está incomodando tienen
una buena relación.
Ahora estoy sentada en mi cuarto esperando a
que Amanda y Melissa terminen de decidir cómo me
van a arreglar.
Hoy es el aniversario de la empresa y también
presentaremos la nueva línea de ropa.
Así que Melissa y Amanda llegaron muy
emocionadas diciendo que debo lucir mejor que
siempre, ya que será el primer evento como pareja
de Mart y están decidiendo que debo usar, el

313
maquillaje, el vestido, los zapatos y muchas cosas
más.
— Decidido será el rojo— dicen por fin.
— ¿Y mi opinión no cuenta?— pregunto.
— No en esta ocasión cuñada— me da una
sonrisa característica de los Welker.
— Confía en nosotras Sara.
— Ustedes dos juntas no dan mucha confianza—
argumento.
Se miran entre ellas y después me voltean a ver
con caras indignadas.
— ¿Se les olvidó la broma que le hicieron a Cris
y Esteban solo por no guardarles palomitas?— les
recuerdo.
La verdad fue muy graciosos, una vez al mes nos
reunimos todos en la casa de Mart para ver películas.
Siempre hacemos palomitas pero esa vez Cris y
Esteban se terminaron todas, así que Amanda y
Melissa esperaron hasta la siguiente reunión para
preparar palomitas dónde les pusieron algo para que
les diera malestar estomacal así que duraron dos días
sin comer bien.

314
— Pero a ti jamás te haríamos algo parecido, te
queremos— asegura Mel.
— Además suficiente haces con soportar a mi
hermano.
— Mart no es insoportable— aseguro, pero ellas
levantan su ceja— No ahora.
Después de reírnos un poco y hacer que mis
nervios bajen, ambas comienzan su trabajo y debo
decir que parecen profesionales.
Melissa se encarga de mi maquillaje y Amanda
de mi cabello, tienen una gran coordinación pues
ninguna invade el espacio de la otra y trabajan
tranquilamente.
En lo que tomo mi tiempo para ir por agua o algo,
les digo que yo sola me puedo poner el vestido.
Ellas también se arreglan, ya que nos iremos juntas.
— Ya esta— dice Mel.
— Yo solo termino este rizo.
Terminan de arreglarme después de unas horas y
ellas también están están casi listas.
— Solo falta el vestido, así que corre que apenas
alcanza el tiempo.

315
Voy al baño de mi habitación y veo cómo
ponerme esto sin arruinar lo que me hicieron.
Al salir las veo con unos preciosos vestidos,
Amanda trae uno rosa mientras que Melissa uno
azul.
— Cuando mi hermano te vea se va deslumbrar
con tu belleza— asegura Amanda.
— Gracias— digo sonrojada por sus palabras—
Ustedes están increíbles, me encanta el contraste
que hacen sus vestidos.
Nos damos un gran abrazo para después
apresurarnos a bajar porque afuera nos esperaba un
auto con un conductor.
Todo el camino ellas estaba mensajeando y
dándose miradas que solo ellas comprendían,
confirmando que definitivamente traman algo.
— Okey ¿Quién es su víctima y por qué?— les
pregunto a ambas.
— Nadie— sueltan las dos algo nerviosas.
— Sé que no me dirán nada así que les advierto
ahora, que no sea contra alguien importante, menos
para tus hermanos Amanda, que no sea demasiado
público y traten de contenerse lo más que puedan.

316
— Lo siento amiga, pero no podemos prometer
nada.
— Solo diremos que no es nada malo, relájate —
dice Amanda.
Llegamos al lugar del evento, bajamos, primero
ellas y después yo, allí estaba Esteban, Cris y mi
novio a nuestra espera.
Mart solo voltea a verme y parece estar perdido
en sus pensamientos hasta que habla Cris.
— Hermanito se te cae la baba.
Eso parece ser suficiente para que Mart reaccione
y se acerque a mí.
— Estás preciosa amor— me sonrojo bastante
pero le agradezco.
— Tú también, te queda muy bien ese traje.
— Sí sí, todos somos hermanos, ahora vamos a
adentro— nos interrumpe Cris.
Hacemos caso y pasamos a una mesa donde se
encuentra la familia Welker, para mí sorpresa está
mamá, papá y Edward.
— Buenas noches— dicen todos.

317
— Buenas noches— respondemos nosotras.
— Padres no quiero parecer grosera pero ¿Qué
hacen aquí?— pregunto después de tomar asiento.
— Bueno, pues, ya que trabajamos en el mismo
mercado estamos pensando en hacer un trabajo
juntos— responde papá.
— A mí me invitó la señora Welker y sería una
falta de respeto no aceptar— argumenta ahora
mamá.
— ¿Por mi no vas a preguntar primita?— habla
Edward.
— Lo siento Edward, es que sé que donde está
papá estás tú.
— Eso es cierto— me da la razón.
Continuamos hablando de cosas que iban
surgiendo y todos participamos con algún
comentario, definitivamente parecíamos una familia,
una bastante grande.
Después de ello comienza el desfile de la nueva
ropa para estas temporadas las cuales son
asombrosas.

318
Al terminar sirven una deliciosa cena para
celebrar la nueva colección y un año más de la
empresa.
Llega el momento en el que el director de la
empresa da unas palabras de agradecimiento y veo
cómo Mart se levanta bastante nervioso.
— Sara, tienes que ir con él— dice el señor
Welker.
— Al ser su novia tienes que estar a su lado—
continúa la señora Welker.
Me levanto y camino a la dirección que él fue,
cuando estoy un poco alejada Melissa dice un “esto
va a ser genial”
Cuando Mart me ve sonríe y me toma la mano
para estar más cerca.
— Es mi primer discurso— me susurra él.
— Todo saldrá bien, confía— le aseguro.
Las luces bajan un poco su luminosidad y se
enciende una que solo nos alumbra a Mart y a mí.
— Muchas gracias a cada uno de ustedes por
estar esta noche aquí, donde recordamos todo el
esfuerzo que llevó realizar esta gran empresa.

319
—Gracias por cada uno de sus aportes para crecer
cada vez más, porque sin ustedes no podría
funcionar la empresa como ahora.
—También uno de los factores más importantes
para ser lo que somos ahora son las mujeres que han
acompañado a la familia, a mi abuela y mi madre
que siempre le dieron apoyo a sus esposos, que se
involucraron.
—Cuando ellos las conocieron supieron que
estaban frente a las mujeres correctas y no dudaron
en pedirles matrimonio, y yo también aprendí a ver
aquello. Es por ello que aquí frente a todos Sara
Sanderson quiero pedirte que me hagas el honor de
ser mi esposa.
Después de decir aquello se arrodilla frente a mí
y saca una cajita negra dónde trae un precioso anillo.
Estoy sumamente sorprendida, por más que
quiero hablar no puedo, siento que me falta el aire,
así que bajo mi rostro hasta estar frente a la de Mart
y uno nuestros labios.
Nos separamos del beso por la falta de aire y
conectamos nuestras miradas.
— ¿Eso es un sí?— pregunta sonriendo.

320
— Por supuesto que sí, te amo.
Comienza a escucharse de fondo la canción de
Happy, sé que no es muy romántica, pero es la
canción que nos hizo acercarnos.
Después de eso todos comienzan a felicitarnos,
en especial nuestras familias que estaba igual de
emocionados que nosotros.
— Sara siempre supe que serías parte de nuestra
familia— dice el señor Welker.
— Felicidades mi niña hermosa— mamá me
felicita y me abraza.
— Hija te acabo de conocer cuando comenzarás
tú familia, pero aquí estaré cuando lo necesites—
también me abraza— Y tú Mart cuídala con tu vida.
— Nunca lo dude señor.
— Eso espero, porque mi primita merece lo
mejor— se une Edward.
— ¿Ves que no está nada mal?— pregunta
Melissa.
— Lamento dudar de ustedes— sonrió ante ello.

321
Esperamos las felicitaciones de los demás y
después de ello Mart y yo vamos a fuera dónde hay
menos ruido.
— ¿Cómo se te ocurrió esto?— pregunto.
— Tenía tiempo queriendo hacerlo, pero tenía
mis dudas porque no llevamos mucho de pareja,
pero al recordar que nos conocimos mostrando
nuestros peores lados y que conocemos nuestros
defectos, caí en cuenta que nos saltamos el
enamoramiento y los “te amo” son auténticos.
Así que puse manos a la obra, pedí ayuda de todos y
así terminó.
— Muchas gracias, fue perfecto todo, pensaste en
cada detalle.
— Gracias a ti por aceptar
Nos damos un encantador beso bajo la luz de la
luna y las estrellas sellando nuestro amor.
_________________&&&________________
Ya es el penúltimo capítulo.
Muchas gracias por seguir leyendo a pesar de
que algunas veces me tardo en actualizar.
Espero les guste. L@s leo

322
Final.

Después de un año por fin fijamos fecha para la


boda, así que comenzamos los preparativos y aquí
estoy preparándome para el día más feliz de mi vida
hasta ahora.
Luego de buscar muchos lugares para hacerla
decidimos que la cabaña de mi abuela es el lugar
perfecto.
Desearía que ella estuviera aquí para
acompañarme, por ello es que quise hacerlo en su
lugar especial para tenerla conmigo.
Además allí fue nuestra primera cita y la ves en la
que me mostré ante él tal cual soy. Volviéndose mi
lugar especial también.
Ahora estamos en la cabaña las damas de honor
Amanda y Tamara, una de las hijas del señor David.
También estaba Melissa que será mi madrina
(después de todo es mi mejor amiga), y mi mamá,
que está sumamente emocionada.
Mart está en un hotel cerca, ya que si veníamos
desde la casa no tendríamos tiempo de nada.

323
También se encuentra su familia y Esteban que
no podía faltar, que también elegimos de padrino.
Después de unas largas horas por fin terminan de
arreglarme, con un maquillaje no muy cargado y
sencillo.
Mi cabello está semi recogido, ya que no quería
algo que me complicará la movilidad y me
permitiera disfrutar.
El vestido es espectacular, recorrimos algunas
tiendas para encontrarlo pero valió la pena porque es
perfecto.
— Hija, estás preciosa— Dice mi mamá al verme
con el vestido, con algunas lágrimas en sus ojos
amenazando con salir.
— Gracias mamá, por todo, es gracias a ti que
alcancé mis metas y ahora estoy a punto de casarme
con el hombre de mi vida.
Nos damos un gran abrazo dónde las dos
intentamos contener las lágrimas de emoción.
— Sara, yo también tengo mucho que agradecer
— comienza Amanda— Desde que llegaste a
nuestra familia nos has ayudado a mejorar.

324
— Estoy encantada de regresar un poco de lo que
tu familia ha hecho por mí.
— Te mereces toda la felicidad amiga, mucha
suerte— Me dice Melissa.
— Yo apenas he convivido contigo Sara, pero soy
testigo de su amor, así que les deseo lo mejor —
Agrega Tamara.
Al final todas nos abrazamos antes de partir en un
auto especial para estos caminos.
Cuando llego todas se van a sus lugares y veo el
camino que va al altar, en el inicio de éste se
encuentra mi papá con una gran sonrisa y hasta el
final se encuentra Mart con sus hermosos ojos
brillantes.
Mi papá me toma del brazo para llevarme al altar.
— Te ves preciosa hija, gracias por permitirme
ser parte de este momento.
— Eres mi papá, tenías que estar aquí después de
todo— le sonrío después de decir eso.
Seguimos caminando hasta que llego frente a
Mart y me suelta papá.
— Te la entrego, pero cuídala mucho.

325
— Con mi vida señor.
Camino de la mano de Mart y nos ponemos
frente al altar donde comienza la boda.
Me es muy difícil estar concentrada, primero por
los nervios y después por la mirada de él sobre mí,
no la ha apartado desde que me vio.
— Pon atención— le susurro.
— No puedo si te ves así, te ves maravillosa.
Además lo único que me importa escuchar es el
“puede besar a a la novia”.
— Basta, me harás sonrojar.
— Es bien, pero después de la ceremonia no
evitarás que no aparte la mirada de ti.
Definitivamente es el hombre ideal, siempre tiene
algún halago para mí y está para mí al igual que yo
para él.
Continúa la ceremonia y me pongo aún más
nerviosa, no tendría porqué pero no lo puedo evitar.
— Sara Sanderson ¿Aceptas a Mart Welker para
amarlo, respetarlo y cuidarlo hasta que la muerte los
separe?

326
— Sí, acepto— digo sin dudar.
— Ahora Mart Welker ¿Aceptas a Sara
Sanderson para amarla, respetarla y cuidarla hasta
que la muerte los separe?
— Sí, acepto— Responde seguro.
— Si hay algún motivo por el que este
matrimonio no se pueda llevar acabo que hable
ahora o calle para siempre.
Me da miedo que algo pueda pasar en esto
momentos, así que se vuelven los minutos más
largos de mi vida hasta que termina.
— Por el poder que me concede los declaro
marido y mujer. Puedes besar a la novia.
Nos damos el beso más largo y lento dónde
transmitimos todo nuestro amor, nos alejamos poco
a poco.
Al separarnos llegan los gritos de emoción por
parte de los invitados.
Llegamos a nuestra mesa donde también se
encuentran nuestras familias.
— Ahora eres la señora Welker— Me habla Mart.

327
— Así es señor Welker— le sigo.
— Sigo sin creer que ya seas mi esposa, eres el
mejor regalo que me ha dado la vida.
— Y tú eres justo lo que necesitaba y necesito,
mientras te ayudaba me ayudaba a mí misma.
— Te amo.
— También te amo.
Nos damos otro beso que esta vez es
interrumpido por los comentarios de nuestras
familias.
— Esperen a la luna de miel— dice Amanda.
— Sí hermanito, la pobre de Sara ya tiene los
labios inflamados— agrega Cris.
— Mamá, regaña a tus hijos que arruinan el
momento— se queja Mart.
— Solo le pedía a Dios hijos normales— se burla
la señora Welker.
Seguirían las burlas de no ser porque hablaron a
través del micrófono.
— Le pedimos a los padrinos que vengan a decir
algunas palabras— Esteban y Mel se levantan de la

328
mesa y caminan allá.
— Mart, Sara— comienza Esteban— Primero
debo decir que… Mart, acepta que siempre tuve
razón y debías darle una oportunidad para conocer a
Sara— Mi esposo sonríe y levanta su copa el señal
de darle la razón.
Melissa lo reprende dándole un suave codazo en
su vientre y dando una mirada de desaprobación.
— Ya, continúo— comienza de nuevo— Su
historia de amor es totalmente sorprendente, no
pretendían enamorarse y miren, aquí recién casados.
Soy testigo de su gran amor y de las complicaciones
que superaron juntos para ofrecerse mutuamente una
mejor etapa de ustedes mismos.
— Sara, siempre te molestaba con que tuvieras
citas— Dice Melissa— me preocupaba porque no
tuvieras alguien que te amara como lo mereces.
En el momento en que Mart llegó a tu vida supe que
puso tu mundo de cabeza, siempre renegando de lo
que te hacía y él disfrutando de ello, lo que ustedes
no veían y los demás sí es que no era por molestar,
era porque querían convivir y no sabían cómo.
— Esto no es el final de su historia, es su nuevo
inicio dónde los espera un gran futuro — Esteban

329
nos dice.
— Ahora para comenzar con esta etapa les
pedimos que pasen al frente para su primer baile
como esposos.
Mart y yo caminamos tomados de la mano,
llegamos al centro y How You Feel de Ed Sheeran
comienza a sonar.
Al estar aquí entre sus brazos y ver a todas las
personas importantes en nuestras vidas viéndonos
con emoción, me hace sentir plena.
Aún tenemos mucho camino por recorrer y cosas
que aprender, pero sé que a su lado es más fácil.
Comienzo a sentir una suave brisa sobre mi
rostro, alzo la vista para ver que están cayendo
pequeñas gotas de lluvia, pero ésta me relaja.
Continuo bailando con mi mirada puesta en mi
ahora esposo.
— Baila muy bien señora Welker— me susurra
Mart mientras seguimos bailando.
— De verdad que te gusta llamarme así— le
aseguro.

330
— No tienes idea. Eso me recuerda que ya eres
mi esposa.
— Se escucha tan bien esa palabra “esposos”
— Así como te prometí ser el mejor novio,
intentaré ser mejor esposo, uno digno de ti.
— Gracias, eres mi esposo ideal. Y pensar que
todo comenzó pensando en que mi jefe es un idiota.
— Espero que ya no.
— Ahora no, solo era cuestión de conocerte y
darme cuenta de cuánto te amo.
Termina la canción y nos damos un último beso.
Cuando llega el momento de aventar el ramo me
acerco a Melisa para entregarlo, ella me mira
confundida.
Esteban se arrodilla frente a ella y le pide
matrimonio con un hermoso anillo.
— Melissa ¿Te casarías conmigo?
Ella no cabe de la emoción y brinca sobre el
diciendo sí.
_________________&&&________________

331
Aquí termina esta novela, porque amo los
finales felices y ellos merecen uno, por más cliché
que sea.
Espero les guste tanto como a mí, muchas
gracias por leer hasta aquí y por la paciencia.

332
Table of Contents
Title Page 1
Copyright Information 2
Table of Contents 3
Summary 5
Personajes 6
Capítulo 1. 7
Capítulo 2. 12
Capítulo 3. 19
Capítulo 4. 26
Capítulo 5. 33
Capítulo 6. 39
Capítulo 7. 46
Capítulo 8. 54
Capítulo 9. 63
Capítulo 10. 73
Capítulo 11. 82
Capítulo 12 92

333
Capítulo 13. 101
Capítulo 14. 111
Capítulo 15. 120
Capítulo 16. 132
Capítulo 17. 144
Capítulo 18. 155
Capítulo 19. 163
Capítulo 20. 178
Capítulo 21. 187
Capítulo 22. 194
Capítulo 23. 203
Capítulo 24. 213
Capítulo 25. 221
Capítulo 26. 229
Capítulo 27. 241
Capítulo 28. 251
Capítulo 29. 265
Capítulo 30. 274
Capítulo 31. 285
Capítulo 32. 294

334
Capítulo 33. 313
Final. 323

335

También podría gustarte