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academia de líderes

Años atrás, en Casa de Dios desarrolla-


mos el Modelo de Jesús a través de encuen-
tros y grupos de amistad. Las primeras per-
sonas en asistir a los encuentros eran parte
del liderazgo de la iglesia, personas fieles
ya formadas que únicamente necesitaban
aprender temas de la visión, pero con el cre-
cimiento de las redes, muchas personas ga-
nadas para Cristo comenzaron su proceso en
el discipulado cuando en realidad debían co-
menzar la formación desde un nivel básico.

Entonces, el Señor nos mostró la relevancia


de formar líderes. La Iglesia, al igual que las
naciones y las empresas, llegarán tan lejos
como su nivel de liderazgo lo permita ya que
un equipo con buenos jugadores tiene más
oportunidades de ganar. Debes capacitar a
tu gente para que lleguen a ser los mejores.
Hemos escuchado decir que “los líderes son
la clave o el clavo” en cualquier área; es de-
cir, que el éxito de la congregación depende
de ellos, por lo que es imprescindible formar-
los con Palabra, valores y principios de éxito.

Cuando las personas llegan a una iglesia son


atraídas por las bendiciones de Dios y el de-
seo de encontrar solución a sus problemas.
Llegan sedientas de amor, atención, sanidad
o liberación. Nuestra misión es satisfacer sus
necesidades para que cada demandante se
convierta en un ofertante de lo mismo que re-
cibió. La academia nos permite realizar esta
tarea a través de la formación de obreros.

Enseñanzas

La academia de líderes se formó gradualmen-


te, uniendo los elementos que resultaban exi-
tosos y desechando los que no funcionaban.
Para conformarla tal como la conocemos
ahora, nuestro pastor, una vez más, recurrió
al Señor para saber qué temas debíamos im-
partir y Él le mostró, a través del Evangelio,
lo que enseñó a sus discípulos. Por lo que in-
cluimos principios del creyente, de la visión,
de liderazgo y de éxito para la vida diaria.

De hecho, antes de enviar a sus discípulos,


Jesús les delegó autoridad para echar fuera
demonios, sanar a los enfermos y enseñar.
Los envió de dos en dos y les dio instruccio-
nes sobre qué hacer y cómo proceder. Así
que, fundamentados en Mateo 10, incluimos

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contenido sobre autoridad espiritual y admi-
nistración de la unción además de instruccio-
nes sobre el Modelo de Jesús y los grupos de
amistad.

También desarrollamos enseñanzas sobre la


fe, la oración y la doctrina cristiana ya que Je-
sús también lo hizo. Por ejemplo, en una con-
versación, Marta le demostró que sabía sobre
la doctrina del poder de Dios, la oración y
la resurrección de los muertos, sin embargo,
Jesús le compartió una poderosa lección sobre
la fe.1,2 En otra ocasión vemos que Jesús ense-
ñó a sus discípulos a orar, les mostró que eran
hijos del Padre y que debían servir a su próji-
1
Juan 11:17-27: Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro
días que Lázaro estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de
Jerusalén, como a quince estadios; y muchos de los judíos habían
venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano.
Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle;
pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si
hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Mas también
sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. Jesús le dijo:
Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la
resurrección, en el día postrero. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección
y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo
aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le
dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios,
que has venido al mundo.
2
Juan 11:39-44: Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana
del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro
días. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria
de Dios? Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto
el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias
te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo
dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean
que tú me has enviado. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz:
¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos
y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les
dijo: Desatadle, y dejadle ir.

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mo. La academia se integra por esas valiosas
enseñanzas de nuestro Maestro.

El objetivo es que los temas edifiquen y minis-


tren, además de formar al alumno en conoci-
miento bíblico, para lo cual, las enseñanzas
deben ir acompañada del buen testimonio de
vida de los maestros.3

Estamos convencidos de que adoctrinar no es


lo mismo que discipular. No es posible for-
mar discípulos sin doctrina, pero sí se puede
adoctrinar a alguien sin formarlo como dis-
cípulo. La palabra “discípulo” proviene del
verbo aprender y significa pensar con esfuer-
zo, además, define a alguien que sigue las
enseñanzas de su maestro. Formar personas
no es lo mismo que informarlas. Todo discí-
pulo es un obrero, así lo vemos en la Pala-
bra de Dios donde todo enviado trabaja y
se esfuerza. Por lo tanto, las personas que se
inscriben en la academia de líderes saben
que se están preparando para ser siervos del
Señor y enseñar su Palabra.

Constantemente vemos en el Evangelio a Je-


sús formando y enseñando a sus discípulos.
La Biblia cuenta que Él hablaba a las multitu-
des a través de parábolas, pero en privado,
se las revelaba a los doce. En varias oportu-
3
1 Timoteo 6:1: Todos los que están bajo el yugo de esclavitud,
tengan a sus amos por dignos de todo honor, para que no sea
blasfemado el nombre de Dios y la doctrina.

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nidades, los llevó a un lugar separado y les
enseñó sobre el reino de Dios.4

En nuestro caso, la academia de líderes se


impartió inicialmente al liderazgo más cer-
cano. El pastor Cash Luna convino con el
equipo pastoral que él mismo enseñaría la
mayoría de los temas para poder afianzar el
conocimiento y la motivación de las personas
que integraban el ministerio en ese momen-
to. El equipo pastoral tuvo la idea de grabar
los mensajes para poder transmitirlos a los
demás. De esta idea se han obtenido múlti-
ples beneficios. El primero es que las ovejas
logren mayor identificación con el pastor de
la iglesia, algo importante si trabajamos por
lograr una congregación grande ya que de
esta forma garantizamos que la doctrina se
transmitirá con el mismo sentido a las futuras
generaciones. El segundo beneficio es que
existe la posibilidad de abrir tantas acade-
mias como sean necesarias sin la dificultad
de buscar instructores, ya que se cuenta con
las enseñanzas listas para que los estudian-
tes las aprovechen.

4
Juan 15:15: Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe
lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las
cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.

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Estructura

La academia consta de cuatro módulos que


se imparten simultáneamente, lo que permite
el ingreso constante de nuevos estudiantes.
Al final de cada módulo se realiza una eva-
luación obligatoria para avanzar al siguien-
te, hasta culminar con la preparación para la
graduación y el lanzamiento.

Cada estudiante recibe dos enseñanzas se-


manales. Las sesiones pueden organizarse
en colegios, casas particulares o en las aulas
de la iglesia. Los maestros o coordinadores
de aula deben obtener su material de refuer-
zo y dirigir los períodos de clase, tomar asis-
tencia, responder preguntas y llevar registro
de las notas.

Las personas que hayan aprobado todos los


módulos podrán ser enviadas como líderes.
Este proceso culmina con la participación en
un retiro llamado “Lanzamiento”, al cual pue-
den asistir únicamente si son invitados. Lue-
go, los líderes pueden establecer un grupo
de amistad.

Además, durante esta etapa, cada estudian-


te se beneficia del cercano acompañamiento
de sus líderes. Esto es imprescindible para su
formación personal.

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Estructura de la academia

El maestro

Es la pieza clave dentro de la organización


de la academia. De él depende en gran me-
dida que el liderazgo de la iglesia mantenga
el nivel de excelencia que se espera. También
será el encargado, en primera instancia, de
formar nuevos maestros dentro de su acade-
mia. Para ejercer dicho cargo es necesario
demostrar responsabilidad, entrega y sincero
deseo de servir al Señor y a las personas.

El maestro será un líder comprometido que


enseña a los estudiantes que Dios los esco-
gió, pero ellos deben decidir si responden al
llamado de correr con la visión. Es importan-
te que comprendan que deben buscar al Se-
ñor, no el protagonismo dentro de la iglesia.

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No deben buscar el ministerio sino dejar que
este los encuentre. David era rey, ¡aunque ni
siquiera lo sabía! No busques el liderazgo
ya que este llegará a ti.

El maestro de academia deberá ser muy dili-


gente. Su función no es solamente mostrar el
video de una enseñanza y sentarse a verlo
junto a los alumnos. Debe preparar un breve
resumen didáctico de lo que enseñará, ade-
más de revisar las tareas semanales, cuando
las haya. Se preocupará por sus estudiantes,
los estimulará y velará porque terminen lo
que han iniciado. El maestro es un ejemplo a
seguir, por lo que deberá ser muy cuidadoso
en todos los aspectos de su vida.

Algunas de sus tareas:

• verificar que el material de refuerzo esté


completo.
• ser puntual y respetar los tiempos de la
reunión.
• dar a conocer el objetivo principal de
cada clase.
• aportar material didáctico para reforzar
la enseñanza.
• ministrar cuando sea necesario.
• planificar cada clase anticipadamente.
• identificar y preparar a potenciales maes-
tros.
• calificar las evaluaciones y tareas con la
ayuda del maestro auxiliar.

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• presentar resultados de los exámenes.
• ser puntual al entregar los reportes y
ofrenda semanales.
• entregar al encargado de la red un infor-
me sobre las personas que ya no asistan
a la academia.
• identificar y ayudar a quienes tengan difi-
cultades de aprendizaje.

Perseverancia

Dentro del discipulado, la academia de lí-


deres es la actividad que toma más tiempo,
por lo que se corre el riesgo de perder a las
personas ganadas para Cristo en los grupos
y en los encuentros. Durante estos meses, los
nuevos creyentes se enfrentarán a tentacio-
nes del pasado, su fe será probada o simple-
mente sentirán apatía si son personas acos-
tumbradas a vivir de emociones. Por lo tanto,
es importante que los líderes y los maestros
ofrezcan acompañamiento y seguimiento a
sus ovejas para que se formen en el verdade-
ro carácter de un cristiano hasta convertirse
en líderes.

Presta especial cuidado y atención a esta eta-


pa. Haz todo con excelencia y dedicación.
No descuides ningún detalle y, sobre todo,
persevera junto a tus ovejas hasta verlos al-
canzar exitosamente la meta del liderazgo.
Para Casa de Dios, la academia de líderes

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es la columna vertebral del Modelo de Jesús
porque brinda al creyente la Palabra que lo
sostendrá y motivará para ser un fiel servidor
del Señor.

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MI ENTENDIMIENTO
MI ENTENDIMIENTO

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