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PROBLEMAS EN LA ADOLESCENCIA

Problemas emocionales y del comportamiento: trastornos del ánimo, trastornos de


conducta alimenticias: anorexia y bulimia, crisis de la adolescencia (aislamiento,
agresividad, rebeldía, ansiedad conflictiva en relación a la identidad y la orientación
sexual) y los trastornos por sustancias como el alcohol y/o las ...

Los trastornos más comunes entre los adolescentes pueden dividirse


también en estas dos categorías:

Problemas emocionales y del comportamiento: trastornos del ánimo,


trastornos de conducta alimenticias: anorexia y bulimia, crisis de la
adolescencia (aislamiento, agresividad, rebeldía, ansiedad conflictiva en
relación a la identidad y la orientación sexual) y los trastornos por
sustancias como el alcohol y/o las drogas.

Problemas escolares y relacionados con el aprendizaje: trastorno de


déficit de atención, que se puede dar con o sin hiperactividad.

TRASTORNOS DE LA CONDUCTA:

AYUDA PROFESIONAL TRASTORNOS EN ADOLESCENCIA

El trastorno de conducta es una alteración del comportamiento, que a


veces es diagnosticada en la infancia. Éste se caracterizada por un
comportamiento antisocial que viola las normas y reglas adecuadas para
la edad.

Entre los comportamientos antisociales podemos citar: la


irresponsabilidad, el comportamiento trasgresor (como las ausencias
escolares o el escaparse), la violación de los derechos ajenos (robo, por
ejemplo) y, o la agresión física hacia otros (asalto o violación).
Estos comportamientos a veces se presentan juntos; pero puede suceder
que aparezca uno o varios de ellos sin estar acompañados por ninguno
de los demás.

LOS PROBLEMAS EN LA ADOLESCENCIA:

Lo que la adolescencia no es La adolescencia no es solo una etapa de transición hacia la


juventud y vida adulta, sino un periodo de la vida con sentido propio y crucial para la vida
posterior. Fisiológica, mental y emocionalmente la adolescencia empieza con la pubertad y
acaba en torno a los 16 o 18 años; pero socialmente se prolonga hoy hasta edades
avanzadas para buena parte de la población, porque en nuestra sociedad no adquieren una
autonomía básica forzando relaciones de dependencia de la familia durante la juventud e
incluso, en no pocos casos, primera parte de la vida adulta. Tampoco es para la mayoría
de adolescentes un periodo tormentoso y conflictivo. No más del 10% o 15% son
adolescentes problemáticos, por lo que no tiene sentido aceptar una visión social negativa
de esta etapa. Lo que la adolescencia es La adolescencia es una etapa de la vida con
sentido propio, que culmina la infancia en cuanto a las capacidades de desarrollo físico,
mental y emocional, prolongada en nuestra cultura durante más años porque la mayoría no
consiguen participar en las decisiones familiares, escolares y sociales, ni se puede
incorporar al mercado laboral, ni están en condiciones de tener autonomía económica. La
adolescencia social prolongada durante años bien porque las sociedad opulentas se lo
pueden permitir alargando la escolarización obligatoria o bien porque las sociedades en
crisis no pueden ofrecer trabajo a buena parte de los adolescentes y jóvenes, es una
creación cultural debida a cambios evolutivos que no son normativos, aunque entre
nosotros estén generalizados. Al final de la primera adolescencia, en torno a los 16 años,
desde el punto de vista anatómico y fisiológico, su desarrollo es prácticamente completo,
aunque su cerebro aún debe madurar funcionalmente, en paralelo a aprendizajes sociales
importantes para evitar riesgos e integrarse de forma plena en la comunidad. La figura
corporal empieza a cristalizar lo que será su imagen juvenil y adulta, mientras las
capacidades sexuales y reproductivas alcanzan también su desarrollo. De hecho, en
nuestra cultura, se da un cierto desequilibrio entre estas capacidades y lo que socialmente
se considera maduración social, con frecuentes tensiones entre lo que desean y de hecho
hacen casi la mitad de los adolescentes y lo que prescriben los padres en materia de
sexualidad. La información sexual no es legitimada por los padres, la escuela y los
profesionales sanitarios y las conductas sexuales que de hecho tienen son furtivas, por lo
que, mientras no cambien estas dos características de la sexualidad adolescente, seguirán
siendo frecuentes los riesgos asociados a su actividad sexual. Desde el punto de vista
mental, sus capacidades hipotético-deductivas y de pensamiento abstracto, le permiten
analizar la realidad familiar, escolar y social y diferenciar claramente entre como son y cómo
podrían ser estas instituciones, adquiriendo una capacidad crítica que, con frecuencia, les
lleva a confrontaciones familiares, escolares y sociales. Es una época de desilusión o de
idealismos, según los casos, siempre sustentada por un sentido de la justicia propio de la
capacidad humana para razonar. Los adolescentes consolidan su sentido de la identidad
personal, sexual y social, construyendo una teoría positiva o negativa sobre sí mismos que
tendrá una importancia decisiva para el resto La adolescencia no es solo una etapa de
transición hacia la juventud y vida adulta, sino un periodo de la vida con sentido propio y
crucial para la vida posterior. No más del 10% o 15% son adolescentes problemáticos, por
lo que no tiene sentido aceptar una visión social negativa de esta etapa. Ponencias
Adolescencia. Necesidades y problemas. Implicaciones para la intervención
ADOLESCERE • Revista de Formación Continuada de la Sociedad Española de Medicina
de la Adolescencia • Volumen III • Mayo 2015 • Nº 2 11 de su vida, ya que en ella se
fundamenta la autoestima y el sentimiento de autoeficacia y de capacidad para gestionar
su propia vida de forma autónoma y responsable. Desde el punto de vista emocional y
afectivo, es una etapa extremadamente rica que acabará consolidando su seguridad o
inseguridad en sí mismo y en los demás. El humor, las emociones y los sentimientos
conforman un mundo emocional muy variable de unos adolescentes a otros, dependiendo
de la herencia, la historia afectiva familiar y de relaciones de amistad, así como de los
aprendizajes personales y sociales. Los afectos sociales (Apego, Amistad, Sistema de
Cuidados y Altruismo), ya presentes desde la primera infancia se conforman de forma
bastante definitiva a los largo de la adolescencia. Los afectos sexuales (Deseo, Atracción y
Enamoramiento) se especifican y consolidan, cambiando su manera de sentir y estar en el
mundo en relación con los demás y muy especialmente en sus relaciones sexuales y
amorosas. Desde el punto de vista social, la adolescencia debería conllevar un cierto grado
de autonomía de la familia en numerosos aspectos de la vida: el vínculo del apego sigue
siendo fundamental pero con menor necesidad de proximidad y presencia familiar. Incluso
son frecuentes las ambivalencias, especialmente cuando cree no necesitar a los padres o
entran en conflicto con ellos., mientras se vuelven muy dependientes si caen enfermos o
tienen problemas. Los amigos y amigas tienen un rol cada vez más importante, tanto para
divertirse, jugar, comunicarse, conformar su identidad de adolescentes y explorar el mundo
físico y social más allá de la familia. Siguen necesitando los cuidados de los padres y los
amigos, a la vez que son capaces de cuidar (Sistema de Cuidados) a los demás, si
encuentran motivación para ello y han desarrollado este sistema a lo largo de la infancia.
Las relaciones con los profesores y compañeros, dentro del sistema escolar, refuerzan la
importancia que éstas ya tenían en primaria, tanto desde el punto de vista de los
conocimientos como de las relaciones. Es el momento de iniciar la primera formación básica
para su integración laboral en un campo u otro, siendo el sistema escolar, entre otras cosas,
un segundo sistema de selección, después de la clase social a la que pertenecen en razón
de su familia. El Deseo sexual tiene una gran eclosión y normalmente se orienta de forma
heterosexual, homosexual o bisexual, aunque puede sufrir cambios en años posteriores. La
Atracción sexual se convierte en una motivación sexual y social de primer orden abriéndose
un número importante de ellos a la actividad sexual en relaciones de pareja u ocasionales.
En no pocos casos tienen lugar fascinaciones amorosas con enamoramientos que les
conmocionan mental, sexual y emocionalmente, formando parejas de muy diversa duración.

NECESIDADES ADOLESCENTES Y ALGUNOS PROBLEMAS


Cada uno de los aspectos antes señalados suponen una serie de necesidades que
deben ser bien resultas para un adecuado desarrollo durante la adolescencia.
Desde el punto de vista físico, además de los problemas o enfermedades bien
conocidas por los pediatras, destacaríamos aquellos que afectan al funcionamiento
saludable de la fisiología y tiene su origen en conductas familiares o personales.
Cuidar el sueño, hacer ejercicio Los adolescentes consolidan su sentido de la
identidad personal, sexual y social, construyendo una teoría positiva o negativa
sobre sí mismos que tendrá una importancia decisiva para el resto de su vida. El
Deseo sexual tiene una gran eclosión y normalmente se orienta de forma
heterosexual, homosexual o bisexual, aunque puede sufrir cambios en años
posteriores.

Adolescencia. Necesidades y problemas. Implicaciones para la intervención

Físico y comer de manera saludable son los factores protectores fundamentales;


mientras el sedentarismo, el dormir poco tiempo o mal y la comida rápida o
inadecuada son los mayores factores de riesgo. Estos factores afectan además al
Humor, las Emociones y los Sentimientos, ya que el mundo emocional depende
también en gran medida del estado del cuerpo. También afectan a otros aspectos
de la vida como el rendimiento escolar (dormir mal se asocia a desayunar mal y a
un mal rendimiento escolar, por ejemplo) y a la estabilidad o inestabilidad emocional.
Las relaciones entre ansiedad y sedentarismo son bien conocidas, por poner un
ejemplo más. A estos problemas habría que unir el consumo precoz de alcohol u
otras drogas y las conductas que puedan conllevar riesgos de un tipo u otro, como
es el caso de los riesgos de la actividad sexual sin protección. La asociación cultural
entre ocio-diversión y consumo de alcohol o drogas es uno de nuestros problemas
de salud más importantes desde la adolescencia. Desde el punto de vista
psicológico y social, es especialmente importante el tema de la figura corporal, en
la sociedad de la imagen. Nuestra cultura propone modelos de belleza muy
exigentes, que generan incomodidad a la mayoría, problemas significativos a una
parte importante de la población y clínicos a una minoría (anorexia bulimia, etc.),
modelos que tienen la finalidad de provocar en las personas el deseo de cambiar
consumiendo todo tipo de productos publicitados por el mercado de la cosmética y
la supuesta belleza. Tal es así que numerosos adolescentes eligen cambiar una o
varias características corporales antes que cualquier otra cosa. Analizar estos
sufrimientos, descubrir los culpables y su valor relativo y cambiante, a la vez que
proponer valores de referencia adecuados (cuerpo saludable, saber gozar y dar
placer, tener gracia interpersonal y tomar decisiones propias de una estética
personalizada) es fundamental en esta sociedad de consumo y presión publicitaria
y cultural. Desde el punto de vista mental, además de las posibles sintomatologías
psiquiátricas o los problemas de aprendizaje escolar, destacamos dos problemas
frecuentes: el fracaso escolar y la falta de una interpretación positiva del sentido y
las posibilidades de la vida. El fracaso escolar se asocia a peor relación con los
compañeros, profesores y padres, porque estamos en una sociedad en la que el
“rendimiento académico” es un valor dominante. Entre las consecuencias destaca
la generalización de la baja autoestima a otros campos, los conflictos con los
profesores y padres y el absentismo escolar, con el riesgo añadido de acabar
teniendo amistades peligrosas e iniciar un camino de marginación. Prevenir el
fracaso analizando las capacidades y dificultades de aprendizaje, no generalizando
sus efectos, aceptando bien a los hijos y alumnos, sea cual sea su rendimiento
escolar, y buscando alternativas profesionales, si fuera necesario, es el camino
adecuado. El maltrato familiar o escolar, la falta de sentido de la vida, la inseguridad
en las relaciones de apego, los sentimientos de soledad, la inestabilidad emocional,
la desconfianza en los seres humanos y en las relaciones afectivas, etc. pueden
provocar sufrimientos emocionales y sociales que pueden favorecer el aislamiento,
la depresión e incluso el suicidio, un tema tabú en nuestra sociedad. Favorecer una
construcción mental positiva de las relaciones de apego y amistad, una visión
positiva del mundo, de las personas y sus relaciones, favorece un sentido positivo
de la vida, la biofilia o sentimiento de entusiasmo por vivir, frente al pesimismo y el
sentimiento del absurdo. Otros riesgos asociados en relación a las necesidades
mentales son el fundamentalismo, el dogmatismo y el racismo, fuentes de prejuicios,
odios y violencia. Sabernos ciudadanos de un mundo diverso y, por ello, rico,
interesante y valioso, fomenta la tolerancia y la aceptación positiva de las
diversidades.

Qué es Bullying:
El bullying o acoso escolar se refiere a un tipo de comportamiento violento e
intimidatorio que se ejerce de manera verbal, física o psicológica entre niños y
adolescentes durante la etapa escolar.
Se trata de una serie de maltratos continuos que son llevados a cabo de manera
intencional por uno o varios agresores, con el propósito de agredir, generar
inseguridad o entorpecer su desenvolvimiento escolar de la víctima.

La palabra bullying deriva del inglés y se puede traducir al español como ‘acoso
escolar’ o ‘intimidación’.

El bullying suele ser practicado contra niños o jóvenes que se caracterizan por ser
sumisos, tener dificultades para defenderse, presentar baja autoestima, ser
inseguros o porque se diferencian de sus compañeros por diversos motivos.

Este tipo de maltrato puede ocurrir en diferentes lugares, como en espacios


públicos o parques, pero fundamentalmente está relacionado con el entorno
escolar, por lo que afecta a niños y adolescentes en sus relaciones con sus
compañeros de estudios.

Generalmente, el bullying comienza con burlas que se van intensificando hasta


que, en muchas ocasiones, derivan en agresiones físicas o verbales que, como
consecuencia generan daños psicológicos y emocionales en el individuo afectado.

Asimismo, el bullying se relaciona con las dinámicas de abuso de poder, mediante


las cuales un individuo humilla a otro para sentirse superior, para ello se vale de
todo tipo de agresiones como burlas, insultos o maltratos físicos. Como resultado
la víctima se siente temerosa de sus agresores y busca evitarlos.

Cabe destacar que las situaciones de acoso que tienen lugar fuera del entorno
escolar, como en el trabajo, espacios de desenvolvimiento humano o episodios
aislados de abuso, no se denominan bullying. En dichos casos, lo correcto sería
hablar de intimidación, acoso, abuso, vejación o violación.

Tipos de bullying
A continuación se presentan los diferentes tipos de bullying que existen:

 Bullying verbal: se caracteriza por el empleo de insultos, burlas, apodos, chismes,


rumores, amenazas y humillaciones que afectan psicológicamente al individuo y conllevan
a la discriminación.
 Bullying físico: es el más común entre los estudiantes. Incluye todo tipo de agresiones
físicas como golpes, patadas o empujones que pueden ser ejecutadas por uno o varios
agresores.
 Bullying social: es aquella que busca aislar o excluir al niño o adolescente de un grupo
social. Esto lo logran a través de la discriminación social o económica, tratos indiferentes,
entre otros.
 Ciberbullying: también conocida como ciberacoso. En este caso el agresor se vale de las
redes sociales y de otros recursos tecnológicos para hostigar a la víctima y enviar
mensajes falsos. Estos canales de comunicación son de amplio alcance y los mensajes
se propagan mucho más rápido.
 Bullying sexual: se trata de un tipo de asedio de connotación sexual o abuso, en los
casos más graves. En este caso, por lo general las niñas son las principales víctimas, así
como los individuos homosexuales.
Vea también Ciberbullying.

Características del bullying


Las principales características del bullying son las siguientes:

 Puede ser realizado por un individuo o un grupo de atacantes.


 Suele practicarse por un período determinado.
 El agresor tiene una sensación de superioridad, que es transmitida por la sumisión o el
temor del individuo acosado.
 Las formas más comunes en que se presenta son agresiones, amenazas insultos, juegos
sucios, trampas, apodos, entre otros.

Consecuencias del bullying


Los individuos víctimas de bullying pueden presentar algunos de los siguientes
síntomas:

 Alteraciones del sueño.


 Trastornos de la alimentación.
 Irritabilidad.
 Depresión.
 Ansiedad.
 Dolor de cabeza.
 Falta de apetito.
 Pensamientos destructivos, como el deseo de morir.
En muchos casos, las víctimas deben ser conducidas a terapia para tratar las
marcas psicológicas dejadas por la agresión.

PROBLEMAS SOBRE EL ENAMORAMIENTO:

Enamoramiento en
adolescencia: causas,
consecuencias
Por

Alejandro Rodriguez Puerta

El enamoramiento en la adolescencia difiere en cierta medida de los


sentimientos experimentados durante la vida adulta. A pesar de que las
emociones sentidas son similares, la fase de la vida en la que se producen,
las circunstancias externas y las formas de ver el mundo modifican la
experiencia hasta hacer necesario su estudio independiente.

La Asociación Nacional para el Estudio de la Salud Adolescente, en Estados


Unidos, descubrió que más del 80% de los jóvenes de 14 años o más se
habían visto envueltos en relaciones románticas. Un pequeño número de
ellos, incluso, lo habían hecho con parejas del mismo sexo
(aproximadamente un 3% de los encuestados).

A pesar de que la mayoría de estas relaciones no habían sido muy


duraderas, el hecho de que se trate de algo tan común nos indica que se
trata de un fenómeno cuyo estudio es importante. En este artículo veremos
cuáles son los últimos datos recopilados sobre el tema del enamoramiento
en la adolescencia.

Causas
Una vez que una persona entra en la pubertad, tanto su cuerpo como su
mente comienzan a experimentar una gran serie de cambios. La mayoría de
ellos están relacionados con la entrada de la persona en la fase reproductiva
de su vida, por lo que en esta etapa el aspecto sexual y romántico cobra una
gran importancia.

Por otra parte, el mundo social en el que se ven envueltos los adolescentes
también es muy diferente al que han experimentado durante la infancia.

Por ello, los factores sociales y los biológicos se combinan durante la


pubertad para configurar cómo viven estas personas el enamoramiento.

Factores biológicos

Lo primero que tenemos que entender es qué papel cumple el


enamoramiento en la vida de las personas. A nivel biológico, este proceso es
fundamental para la formación de parejas estables durante el tiempo
suficiente para que se produzca la concepción y la crianza de un hijo.
A pesar de que este objetivo ya no tiene sentido en el mundo moderno,
nuestro cerebro no lo sabe, y por ello nos hace experimentar las mismas
emociones que sentían nuestros primeros antepasados. Esto hace que el
enamoramiento se produzca de manera extremadamente similar en todas
las personas.

Debido a que el principal objetivo de este conjunto de emociones es fomentar


el nacimiento de un niño, la persona enamorada siente determinados
impulsos:

– Deseo de estar con la persona amada de manera constante.

– Aumento del deseo y de la actividad sexual.

– Desesperación al perder a la pareja debido a una ruptura.

Durante la adolescencia, todos estos impulsos son mucho más fuertes que
en la vida adulta, debido a que las personas más jóvenes aún no han
aprendido a controlarlos. Este es uno de los motivos por los que el
enamoramiento en la adolescencia puede ser una experiencia tan intensa.

Factores sociales

Además de las causas biológicas, el enamoramiento también tiene que ver


con una serie de presiones sociales que empujan a los adolescentes a sentir
esta emoción de manera especialmente fuerte.

Debido a influencias como las películas románticas, la música popular o las


novelas de amor, los más jóvenes tienen una serie de ideas preconcebidas
sobre cómo deben ser las relaciones y el amor. Estas expectativas se van
matizando con la edad, pero en la adolescencia son tremendamente
poderosas.
A continuación veremos algunas de las creencias más comunes sobre el
enamoramiento en la adolescencia.

Confusión del amor con el encaprichamiento

Según los últimos estudios, el amor de verdad tan solo puede surgir en el
transcurso de una relación de más de seis meses, durante los que las dos
personas interactúan de forma constante.

Sin embargo, los más jóvenes creen que el verdadero enamoramiento se


produce incluso antes de comenzar una relación, cuando en realidad lo que
está ocurriendo es que han entrado en una fase conocida como
encaprichamiento o «limerencia».

Visión del amor como una solución a los problemas

Muchas veces, los adolescentes creen que una relación de pareja puede
servirles para solucionar todo tipo de problemas. Desde el aislamiento social
hasta la depresión, el amor aparece como una especie de elixir mágico que
les hará felices instantáneamente.

Sobreestimación de los sentimientos

Debido a que el amor en la adolescencia no se parece en nada a las


emociones experimentadas hasta el momento, puede ser vivido de forma
mucho más intensa que en la vida adulta.

Por ello, durante la pubertad las relaciones cobran una mayor importancia,
además de dársele mucho más peso a elementos como las rupturas, las
infidelidades o los celos.

Procesos
El surgimiento del enamoramiento en la adolescencia sigue una serie de
pasos comunes en la mayoría de las relaciones. A continuación veremos los
más importantes.

Atracción sexual y sentimental

Debido a los cambios hormonales y sociales que experimentan, los


adolescentes comienzan a sentir atracción por miembros del sexo opuesto (o
en el caso de los homosexuales, del propio).

Esta atracción, en un principio, se basa prácticamente por completo en la


atracción sexual, aunque en ocasiones emociones como el apego o el cariño
también pueden estar involucradas.

Idealización

Debido a que los sentimientos experimentados son tan intensos, durante la


adolescencia se tiende a ver a la persona amada como perfecta, como si
fuera la única adecuada para formar una relación con ella. Esta visión
idealizada del otro en general incapacita a la persona para llegar a conocerle
de verdad.

Inseguridad

En la adolescencia, la pareja tiene un poder muy grande sobre los


sentimientos propios debido a la falta de control emocional. Por ello, las
relaciones en general conllevan un grado más o menos alto de inseguridad.

Esta inseguridad puede traducirse en intentos de controlar al otro, celos, baja


autoestima o simplemente desconfianza hacia la pareja.

Consecuencias
Debido a la intensidad con la que se experimenta el enamoramiento en la
adolescencia, la mayoría de los jóvenes que lo viven realizan una serie de
acciones y sienten emociones concretas que pueden perjudicarles en mayor
o menor medida.

Entre las consecuencias más peligrosas se encuentran la violencia dentro de


la pareja, los embarazos no deseados, la depresión tras una ruptura o el
aislamiento social.

Los investigadores siguen investigando sobre las mejores formas de evitar


estas consecuencias negativas del enamoramiento en la adolescencia.

Referencias
L a mejor alternativa el dialogo entre dos personas

El confidente y el adolescente.

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