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Recopilación y Revisión
Mais & Mew
Diseño
Mew Rincone
Índice
Sinopsis Capítulo 15 Capítulo 30
Capítulo 1 Capítulo 16 Capítulo 31
Capítulo 2 Capítulo 17 Capítulo 32
Capítulo 3 Capítulo 18 Capítulo 33
Capítulo 4 Capítulo 19 Capítulo 34
Capítulo 5 Capítulo 20 Capítulo 35
Capítulo 6 Capítulo 21 Capítulo 36
Capítulo 7 Capítulo 22 Capítulo 37
Capítulo 8 Capítulo 23 Capítulo 38
Capítulo 9 Capítulo 24 Capítulo 39
Capítulo 10 Capítulo 25 Capítulo 40
Capítulo 11 Capítulo 26 Capítulo 41
Capítulo 12 Capítulo 27 El Momento
Capítulo 13 Capítulo 28 Próximamente
Capítulo 14 Capítulo 29
Sinopsis
El rostro cicatrizado de Chloe la hace el fenómeno de la escuela.
Su reflejo es un recuerdo constante de cómo las obtuvo. El
hombre que la marcó no solo caza sus sueños, sino también su
realidad.
Sus pesadillas no se van con la luz del día.
Dos hombres quieren salvarla de sus pesadillas.
Ambos son de la mafia, esperando una puerta que ella no quiere
abrir.
Amo, el soldado y Lucca, el segundo al mando.
La Bestia y el Coco.
¿A quién escogerá?
En la actualidad
Chloe miró fijamente la pared blanca y vacía frente a su cama,
todavía agarrando la chaqueta que Amo había colocado cuidadosamente
sobre sus hombros más temprano esa noche. Algo en su chaqueta estaba
manteniendo a raya a los demonios. Tal vez era el hecho de que olía a él, o
tal vez era el calor que la hacía sentir como si tuviera sus brazos
envueltos…
¡CRACK!
¡SNAP!
Otro destello del bate haciendo contacto con la pierna del hombre, el
hombre que yacía prácticamente sin vida en el suelo, antes de que la pared
se pusiera en blanco otra vez.
Recorrió con el pulgar la tela, sin comprender por qué su cuerpo no
se quedaría inmóvil como el millón de veces que lo había hecho antes
cuando sus pesadillas se habían reproducido frente a sus ojos.
Lo vio agarrar el cuello del bate con una fuerza tan intensa que
estaba segura de que iba a romperse antes de que el bate fuera derribado
por última vez.
¡CRUNCH!
Mientras adormilada trató de abrir sus ojos, vio todo en una niebla.
Luego una figura se movió hacia el espacio por encima de ella.
Su padre solo la sostuvo hacia abajo con más fuerza, usando ambas
manos.
***
—¡D-Detente! —dijo Chloe con voz ahogada por lo que se sintió como
la vez número cien mientras manos la sostenían una vez más.
***
No te muevas.
No llores.
¿Por qué?
—¿Lo atraparon?
—¿Atrapar a quién?
Esta vez, solo una enfermera vino a la habitación con una jeringa,
cerrando la puerta detrás de ella.
—Es una pena que ellos… quiero decir, que ella obtenga el rostro
marcado. Creo que podemos usarlo en nuestra ventaja y convertir esta
situación en algo mejor. —Sus ojos pequeños viajaron hacia abajo—. Sin
embargo, creo que debería mantener cubiertos sus brazos; no queremos
que la gente sienta mucha pena por nosotros.
—Te diría que me dejes por ella pero puedes agradecer a tu hija por
matarla.
***
Ser dada de alta debería haberla puesto feliz, pero esas pequeñas y
blancas pastillas que el doctor le había prescrito, no la dejaban sentir
mucho. No la estaban haciendo sentir un vegetal, incapaz de moverse,
pero la estaban haciendo sentir vacía, como una concha.
—Chloe. Entra.
Ella trató de ser más cuidadosa, pero a este punto, su visión estaba
demasiado nublada por las lágrimas.
—¡Puedo hacerlo!
Era mucho peor de lo que recordaba, pero eso solo podría ser porque
cualquier toque ahora era no bienvenido por Chloe.
***
—¿Dis… cúl-lpame?
—Sí…
Recordó cómo solía verse solo hace un corto tiempo atrás. Solía
pensar en sí misma como bonita.
Ahora todo lo que podía ver era la fealdad que la había tocado.
Capítulo 5
La única palabra que la seguirá para
siempre: “Fenómeno”
—Claro.
Tomando unos cuantos pasos cerca, ella quería romperse y llorar por
la chica, llorar y gritar hasta que alguien viniera a rescatarla. No había
forma de que pudiera patearla.
Dudoso.
—¿Chloe?
Elle podía ver la tortura que Chloe había aguantado. No pensaba que
ella podría haber sobrevivido si hubiese sufrido con el destino de Chloe.
***
Chloe levantó la mirada hacia Elle a través de ojos nublados,
esperando que la llame fenómeno así como los otros. No le dolería más de
lo que ya lo hacía.
Lo merezco de ella.
—¿Estás bien?
Una ligera sonrisa levantó los labios de Chloe por primera vez desde
lo que se sentía como siglos.
—Eso es cierto.
—Ahora, ¿me lo vas a decir o vas a hacerme sentar aquí todo el día?
—De nuevo, esa es una mentira —respondió Elle—. Eres una terrible
mentirosa, lo sabes.
Chloe bajó la mirada a sus manos mientras Elle ligeramente rió ante
sus habilidades mintiendo. Chloe no sabía qué más decir más que lo que
su padre le había clavado en ella desde que se había despertado en el
hospital.
—De acuerdo, bien. —Poniéndose de pie del suelo, Elle comenzó a
limpiarse el polvo que podría haberse pegado a la parte trasera de sus
pantalones vaqueros—. Estuviste en un accidente de auto. Por ahora, de
todos modos… hasta que decidas hablar.
BRRRING.
Estoy tan jodida. ¿Qué está mal conmigo? ¿Cómo se supone que voy a
continuar en la escuela o la vida ahora?
—Está bien. Esperaremos hasta que estés lista para volver ahí.
El primer día de vuelta a la escuela fue tan horrible que Chloe solo
esperaba que su segundo día no saliera tan mal. Sin embargo, mientras se
dirigía al primer periodo, iba exactamente del mismo modo.
No esa noche.
Chloe bajó la mirada a su regazo para ver que estaba enterrando sus
uñas en su piel.
—¿Verdad?
—Su padre ni siquiera obtuvo una cicatriz mientras ella obtuvo todo
su rostro jodido —dijo Sebastián, explotando en risas.
—Así que, mi padre dice que él estaba borracho desde que los
conductores borrachos nunca son los que son heridos por el efecto del
alcohol. Él no puede creer que su padre ganara y odie a todos los que
votaron por…
BRRRING.
Cuando llegaron a la cafetería, era obvio que era día de pizza ya que
la línea era larga y la otra línea de empanadas de pollo y hamburguesas
estaba prácticamente vacía.
Recordó lo mal que solía sentirse por Elle sentándose a solas. Nunca
Chloe se había sentado con ella. Porque tenía miedo.
Adiós pizza.
—Supongo que no te ves afectada por lo que ellos dicen que te pasó,
¿verdad? —continuó Elle.
Desearía.
—S-sí sucedió.
Dándole otra mirada larga, Elle decidió decir algo esta vez:
—No lo recuerdo.
—No le diré a nadie y cuando estés lista para decirme qué pasó,
estoy aquí.
—¿Cómo lo supiste?
Elle necesitaba un libro de su casillero, así que Chloe fue con ella
durante el receso para tomarlo. La última clase del día pareció llegar
rápido después del almuerzo. Sorprendentemente, compartían cada clase
excepto la segunda del día. Mientras tenía arte, Elle tenía clase de salud.
Apestaba no tener el mismo horario, pero por suerte, solo era una clase.
Chloe miró lo que pensó era un pedazo de papel pero realmente era
una fotografía. La foto era de Elle recostada en el pavimento,
ensangrentada y rota, la misma imagen que Chloe había pensado más
temprano. Uno de ellos debe haber tomado una foto de ella cuando Chloe
había estado dirigiéndose de vuelta a la escuela.
—Lo siento.
***
Una gota de agua cayó de su mejilla hacia la foto. No dejes que ellos
te hagan llorar.
Poniéndose de pie, fue hacia su estantería de libros y agarró un
álbum de fotos de allí. Sentándose de vuelta en su cama, pasó las páginas,
mirando las fotos de ella a través de los años.
Nop, no llores.
Cerró el álbum.
—Sobreviviré.
***
—Ve.
Su padre se volvía más aterrador con el paso de los días, cada día
recordándole más y más aquel que le había dado sus pesadillas.
Sus ojos se nublaron, cegando su visión por el camino. Una vez que
llegó a su habitación, cerró la puerta de golpe e inclinó su espalda contra
la puerta antes de caer al suelo, sollozando.
Se había preguntado a sí misma varias veces: ¿Por qué yo? ¿Por qué
me sucedió esto a mí? Pero esta noche, empezó a hacerse una pregunta
diferente: ¿Por qué no pude morir?
Capítulo 9
El recuerdo golpeando en la puerta
No…
BRRRING.
BRRRING.
No terminó su proyecto.
***
Eso fue todo lo que Chloe escuchó antes de que el beep viniera a
través del teléfono, diciéndole que su madre había colgado.
¡Maldición!
DING.
DING.
—Yo puedo…
—Hola, Sr. Ma… Chloe, ¿estás bien? —El rostro de Elle cambió de
una sonrisa a una preocupación tan rápido como su tono lo hizo.
—¿N-no lo re-recuerdas?
Elle esperó hasta que Maxwell ya no era visto y con suerte fuera de
su rango de escucha antes de ir hacia Chloe, susurrando:
—¿Estás bien? ¿Qué sucedió?
—Sí, me tropecé.
Ella podía ver las ruedas girar en la cabeza de Elle antes de asentir.
—Siéntate Chloe.
Deteniéndose de golpe, vio a su padre sentado en la mesa del
comedor. También notó que su tono había cambiado a uno más
placentero. Tal vez quiere disculparse…
Rompiendo en una pequeña sonrisa fue lo mejor que pudo hacer con
sus nervios. Todavía no estaba acostumbrada a mostrar su rostro y no
estaba segura cómo reaccionarían los padres de Elle a sus cicatrices.
Chloe solo asintió con la cabeza, sin querer decir un hola primero a
su padre. Otra cosa sorprendente sucedió cuando él solo asintió con la
cabeza y volvió a observar jugar a su hijo.
Elle sonrió.
—Te daría un abrazo pero Elle ya me advirtió que no eres de las que
abraza como yo.
Genio.
¿Disculpe?
¿Cómo?
Su madre rió.
Dándose cuenta que esto era muy real, rápidamente fue tras Elle,
sin decir otra palabra. Francamente, no tenía ni idea de cómo en la tierra
responder.
—Eh, Elle…
—¿Sí?
—Es un don.
Chloe parpadeó unas cuantas veces más, mirando este lado de ella
que no sabía que existía.
Elle se rió.
—Mejor amiga, sin duda. Por supuesto, quieres que ser mejor amiga
de la chica más popular en la escuela. ¡Duh!
—Solo mientras le digas a todos tus amigos que soy tu mejor amiga.
—Comenzó a reír con ella.
—¡Trato!
—Web MD1
***
—¡Chloe!
Elle rápidamente encendió la luz del lado de la cama así podía ver
que ya no estaba en la pesadilla. Luego corrió al lado de Chloe.
»Mis padres creen cualquier mentira que les digo porque no se han
dado cuenta todavía cómo lidiar con el parálisis de mi padre. Mi padre es
adicto a los analgésicos así que es como si no estuviera aquí, y mi madre
está trabajando tanto como puede para apoyarnos a todos, junto con
cuidar de Josh y ahora papá. Yo ayudo con lo que sea que pueda cuando
llego a casa, pero mayormente desvanezco en segundo plano. Puedo cuidar
de mí misma y pretendo que todo está bien.
Chloe levantó la mirada para ver que algunas lágrimas habían caído
por el rostro de Elle.
—Ahora que sabes todos mis secretos, lo que sea que vayas a
contarme sobre lo que te sucedió o sobre cómo es estar en casa, te juro
que nunca, nunca le diré a nadie. Miento y pretendo todos los días también
y no quiero que mis padres sufran con la verdad y definitivamente no
quiero que Cassandra o Sebastian descubran que mi padre es adicto a las
pastillas. Deseé cada noche encontrar a alguien con quien hablar así sé
que es real y ahora lo puedo hacer contigo.
Chloe quería contárselo, pero temía que una vez que lo dijera en voz
alta, no podría devolverlo. Una vez que las palabras sean dichas…
Entonces es real.
Elle cubrió su boca en shock, sin tener idea de que Chloe había
estado escondiendo más heridas.
—E-el día que fuiste golpeada fue la noche que… obtuve mis
cicatrices.
Capítulo 12
El asesinato de Elle Buchanan
Los locos eventos del fin de semana habían ido y venido así como su
última semana de escuela. Sentándose en clase de ciencia, la última clase
del semestre, entregaron el proyecto que habían terminado en clase de
Elle.
Chloe levantó la mirada hacia Elle. Ella era fuerte mientras que
Chloe no lo era. No mostraba su miedo al mundo, mientras que ella sí. Por
lo tanto, se encontró dependiendo de Elle para sobrevivir este infierno y
mantener su sanidad. A este punto de su vida, en el más bajo, la cosa más
importante para ella era su amistad.
BRRRRING.
Eh…
—¡No…!
—No me digas que no. —Sebastian lanzó el libro hacia atrás y hacia
Elle de nuevo, dándole apenas suficiente tiempo para cubrir su cabeza.
Conectó el libro con el mismo brazo, pero esta vez, el sonido de huesos
rompiéndose fue mucho más fuerte, solidificando una rotura en el brazo.
Eres una pequeña niña con suerte, susurró antes de que sus manos
invisibles desaparecieran lentamente.
Parpadeando fuera las lágrimas en sus ojos que corrían por sus
mejillas haciendo que sus cicatrices brillen de rojo, bajó la mirada a Elle.
Fue capaz de ver la destrucción que Sebastian había causado una vez
más.
Ese era el motivo por el que no tenía ni idea qué lo había hecho
enojar y porqué había querido que mantengan sus bocas cerradas.
Siempre mantenía su cabeza al suelo así que nunca notaba lo que sucedía
en los pasillos y no veía los rostros de aquellos que la llamaban fenómeno.
—No, ella siempre llega una hora tarde. Le enviaré un mensaje que
me recoja allá.
Elle asintió.
Estaba mal reír ante eso, pero las dos tenían que aligerar de algún
modo la situación.
Nadie jodía con los Ross, y nadie lo haría, porque los Ross eran una
de las familias más ricas en Ciudad de Kansas, si es que no era la más
rica.
—¿Hacer qué?
—Detenerlo de golpearme.
—Sí, padre.
Cuando Maxwell estuvo satisfecho, abrió la puerta para que los dos
salieran.
—Disc-cúlpenme.
***
Él tomó un trago de su cerveza y se recostó en su silla, sonriendo a
la pantalla de televisión. La vista de ella la devolvió a los sentimientos que
había tenido la última vez que la había visto. Pensó que su trabajo se veía
hermoso en ella, y se sintió satisfecho de que, cada vez que ella se veía en
el espejo… lo veía a él.
***
BOOM.
—Si no abres esta jodida puerta ahora mismo, que Dios me ayude, lo
haré peor para ti.
BAM.
Una lágrima final corrió por su mejilla. Chloe no lo sabía pero sería
la última lágrima que derramaría.
Sí, era capaz de alejarse del asilo de locos pero esto no era mejor.
¿Cómo se dio cuenta tan rápido? Chloe había pensado que se había
puesto expertamente algo de corrector y base para esconderlo.
—No, yo puedo…
Cuando el niño había corrido con este, riendo, ella quería correr y
decirle a la profesora, pero al ser su primer día de escuela, temía que ellos
comenzaran a llamarla la chismosa y burlarse de ella.
—Chloe.
—¡Lo sé! No puedo esperar. —Sonrió, esperando que todo fuera como
había soñado…
Los recuerdos le hicieron darse cuenta que no era extraño sino
triste. La relación se había ido en picada cuando su padre había
comenzado a aplicar para alcalde en el partido democrático. El padre de
Cassandra, siendo un fuerte republicano, había dicho muchas cosas duras
sobre su padre y eventualmente, ella había creído que había estado
alejando a Cassandra. Entonces, cuando sus sueños se habían vuelto
realidad de convertirse en chicas de primer año, pudo ver que Cassandra
había cambiado durante el receso de verano, Cassandra estaba
determinada a convertir en realidad sus fantasías de la secundaria, sin
importar el costo y quería llevarse a Chloe con ella.
BRRRING.
Tomó asiento al lado de uno de sus mejores amigos que no era tan
alto o tan afortunado de vista como él, Amo.
Amo solo era exactamente como pensarías que un chico de primer
año se vería: extraño.
Mirando de vuelta a su una vez mejor amiga, deseaba que las chicas
se llevaran bien como los chicos lo hacían. Ellos eran simples y no les
importaba cómo se veían sus amigos hombres. Estaba bastante segura
que si uno de ellos llegaba con las cicatrices que ella llevaba, el otro chico
hubiese pensando que era algo fuerte pero fascinante al mismo tiempo.
Chloe pensó sobre la chica que preferiría tener un brazo roto que
verla herida. No lo extrañaba. Ni por un segundo.
***
Todo era una fachada, porque en lo profundo, ella era una pequeña
niña asustada. Sin embargo, Elle tenía un tiempo límite en este lugar
mientras que el de Chloe era infinito. Chloe apenas había mencionado la
posibilidad de transferirse de escuela o incluso tener escuela en casa, y
sus padres la habían despedido a su habitación por el día completo sin
almuerzo o cena.
TIC. TAC.
No mires al reloj.
TIC. TAC.
Este reloj de arena está quieto, roto, y sufriendo del mismo bucle, la
pesadilla solo haciéndose peor.
TIC. TAC.
—¿Con que?
TIC. TAC.
No mires al reloj.
TIC. TAC.
TIC…
Se acabó el tiempo.
Capítulo 18
El final o solo el principio
La parada del autobús hizo que se levantara para salir, y una vez
que se bajó del mismo, comenzó a dudar de todo. El centro de Ciudad de
Kansas no parecía un lugar para una chica de quince años que estaba
sola. Afortunadamente, fue una caminata rápida a su destino.
—Hoy te ves realmente bonita —le dijo una voz dulce que estaba
parada junto ella.
—No entiendo.
—Bueno, obtuve una beca para que mis notas paguen parte de mi
matrícula, y conseguí un trabajo para pagar el resto. —Se sentó frente a
ella—. No pareces muy feliz. Se supone que deberías estar feliz.
—Es por eso que no te dije que iba a volver. Tenía miedo de que
pudieras convencerme de no hacerlo de algún modo.
Elle se rió.
Elle tenía razón; realmente la necesitaba. Elle sabía que esa era la
razón por la que no iba a conseguir una pelea de Chloe.
Nunca olvidaría lo que le había hecho a Elle en el pasado, y ahora
nunca, nunca se iba a perdonar a sí misma por lo que iba a sucederle a
Elle en el futuro.
Chloe estaba tan aturdida como Elle con la actitud de la señora del
almuerzo mientras le daba su propio número.
Le sonrió a Elle.
—De nada.
—Posiblemente.
Elle todavía tenía que apartar sus ojos de él, al igual que todas las
otras chicas en la cafetería.
—¿No lo crees? —preguntó Elle, sin apartar los ojos de Amo ni una
vez.
—Creo que Nero es más atractivo en mi opinión —le dijo con total
naturalidad.
—Lástima que su ego sea tan grande como Amo, lo que hace que
Nero sea un cero de diez.
En la actualidad
Cuando la pesadilla terminó y Chloe se recuperó, se encontró
agarrando la chaqueta alrededor de sus brazos con desesperación.
Rápidamente, fue a secar las lágrimas que se habían escapado durante su
episodio, pero no había ninguna. Fue solo su imaginación. Las lágrimas no
habían cruzado su rostro en años. Sin embargo, todavía podía sentir cómo
salían de sus ojos y bajaban por su cara desde esa noche como si fueran
reales. Ahora no eran más que lágrimas fantasmas.
Con los párpados cada vez más pesados a cada segundo, se acostó
en su cama. No fue hasta que se acurrucó contra la tela e inhaló el aroma
de Amo que se dio cuenta de que estaba usando su chaqueta como si fuera
su manta. No solo eso, sino que todavía tenía que soltar la chaqueta de
Amo desde el momento en que se la había puesto sobre los hombros esa
misma noche.
…
amo…
Capítulo 21
Retrocediendo una vez más
Último año
Chloe no había dormido nada la noche anterior y, al mirar su reflejo
en el espejo, se notaba. Sus ojos grises parecían agotados, y su piel estaba
aún más pálida que de costumbre. En pocas palabras, se veía áspera, y
dudaba mucho que el maquillaje fuera a ayudar. Estaba empezando a
sentirse mal del estómago, pensando en volver una vez más a la escuela.
Después de pasar por esto durante tres años y medio, pensarías que
se había vuelto más fácil, pero no era así. Escuchar la palabra "fenómeno"
todavía se sentía tan hiriente como la primera vez que la había oído salir
de la boca de Cassandra. La única razón por la que había sobrevivido todo
este tiempo era por Elle, y lo sabía.
Chloe aún tenía que perdonarse que Elle todavía asistiera a Legacy
Prep por su culpa. De hecho, todavía se odiaba por ello hasta el día de hoy.
***
Sin siquiera pensarlo, Elle golpeó el plato lo más rápido que pudo, el
contenido cubriendo a Cassandra.
Eso era todo para ellas. No había ningún lugar para esconderse, y no
había forma de…
—Lo siento mucho, Chloe. Fue solo una reacción. No quería que lo
derramara sobre ti —le dijo Elle cuando llegaron a la seguridad del aula.
Todo lo que había querido hacer era mantener la cabeza baja para
que pudieran salir. Estábamos tan cerca.
Capítulo 22
Una Palabra: J.O.D.I.D.O.S
Odiaba esto. Sabía que Elle sonaba fuerte y por lo general era igual
de fuerte, pero podía verlo esta vez: el atisbo de miedo en sus ojos
mientras se alejaba de ella, con prisa por llegar a su clase. Chloe solo
esperaba que pudiera regresar intacta.
Todo había sucedido tan rápido cuando Cassandra había colocado las
tijeras en sus manos. Ni siquiera sabía por qué lo había hecho o para qué
eran. Entonces, antes de que lo supiera, Cassandra había estado peleando
con una chica llamada Elle.
Nada tenía sentido para ella hasta que escuchó la voz de Cassandra:
—Chloe, dámelas.
Sentándose una vez que la liberaron, Elle empezó a llorar entre sus
piernas, sosteniéndolas firmemente delante de ella.
Poco había sabido Chloe, que iba a dejar a Elle en una peor
condición tan solo unas pocas semanas después de la escuela. Sin
embargo, odiaba la parte que había jugado ese día, y todavía se disculpaba
con ella cada vez que notaba cuán largos y bonitos rizos rubios fresa
estaba consiguiendo. La longitud había regresado completamente, y Chloe
notó lo protectora que se había vuelto con su cabello, sin siquiera querer
un corte.
Cassandra fue pura maldad desde ese momento en adelante, junto
con su hermano Sebastian, y después de lo que había pasado en la
cafetería, ellos eran una sola palabra: J.O.D.I.D.O.S.
BRRRING.
Viéndolo más de cerca de lo que solía, pudo decir por qué casi todas
las chicas de la escuela estaban secretamente enamoradas de él.
Ciertamente no se parecía a ningún otro maestro aquí con su corto,
informal cabello rubio y barba. Sus ojos combinaban perfectamente,
pareciendo casi dorados. Sin mencionar, que estaba claramente macizo
debajo de su ropa acicalada.
—N-no, y-yo…
Verás, el Sr. Evans era nuevo este año, y aún no tenía ni idea de
cómo funcionaba esta escuela. Los Ross eran prácticamente los dueños de
esta escuela, y los profesores miraban a otro lado cuando se trataba de
ellos. Como resultado, hablar con él solo iba a traer más peligro para ella.
—Sí, estoy bien, El… —Alzó la mirada y sus ojos se ampliaron tanto
como su estómago. Elle tenía algo manchado en toda su ropa.
—¿Estás bien? ¿Qué pasó? —Poniéndose de pie, se acercó a ella.
—Que tenga buenas noches, Sr. Evans —le dijo Elle mientras salían
del aula para bien esta vez.
—¿Cuál? ¿Ella?
—Al asiento trasero, Leo —le dijo Nero antes de que todos entraran.
—No, la otra.
Stacy.
Por alguna razón, a pesar de que Elle era una gran mentirosa, Chloe
no creía completamente en sus palabras, así que trató de hacerle
entender.
—¿Habla Lucca?
En la parte inferior otra vez, podía ver la forma que había arrojado
más temprano. La sábana había revelado una cara fría y ensangrentada
que tenía una bala entre los ojos.
—En absoluto.
—No, no lo harás.
Iba a tardar un poco más de una hora antes de poder llegar, pero
hacerla esperar por él era la mitad de la diversión. Darle una advertencia
de que iba a arrepentirse de esa declaración era de las mejores cosas que
había hecho en todo el día, e iba cumplir esa promesa.
—Cabrón.
A Lucca no le importaba. El hombre había conseguido lo que
merecía. Lo único que le molestó fue el hecho de que había dejado que el
hombre casi le arrancara la mano de un mordisco.
—Lo último que quiero es que veas mi pene. Además, no tienes que
preocuparte… —Nero destelló una sonrisa—, ya me ocupé de Stephanie, y
aunque acabo de dejarla, estoy seguro de que ya se desmayó.
—De acuerdo y…
***
—¿A quién le importa? Nunca pensé que una persona fuera la única
razón para que la secundaria sea una pesadilla para nosotras. —Lo había
pensado más como que Cassandra, Sebastian, Stacy y Stephanie, además
de todas las personas que querían impresionarlas por burlarle de ella y
Elle.
—Sí, yo tampoco.
Chloe casi se ahoga con su comida cuando giró para ver a Nero con
una bandeja. Pensó que estaba viendo cosas… espera… ¿la acaba de
llamar a Elle “nena”?
—¡Bueno, ya dímelo!
—Cuando me dejaste, fui al pasillo, y él se encontró conmigo. Traté
de disculparme pero me dijo que no me disculpe por algo que no había
hecho. De hecho me habló y no fue grosero.
—De ninguna manera. Él es… —Se detuvo—. Él quiere algo pero voy
a descubrir qué es. Sé exactamente quién es Nero Caruso, y “lindo” es la
última palabra que usaría para describirlo.
—Sí, ¿pero no estás solo un poco curiosa? —Desde que hoy era el
día de sueño libre de Cassandra, se preguntó cómo Elle no parecía nada
interesada—. Yo sé que lo estoy.
BRRRRING.
Chloe había tenido razón en llamarlo una bestia hace tres años
atrás. Solo crecía cada vez más con el paso de los días.
Capítulo 25
Un trato fue encallado
—Sus nombres son Elle y Chloe y las llamarán por sus nombres.
—No, yo dije que tú puedes sentarte aquí. No dije que ellos pudieran.
Ella podía ver el rostro de Elle cuando ella la miró que lo último
había sellado el trato.
Nero asintió hacia su gente para que se acerque de nuevo y con eso,
un trato fue encallado.
Por suerte, todos se unieron a la risa, e incluso ella rió entre dientes.
La conversación había tomado un giro diferente de lo que ella creía. Una
cosa era segura: Leo tenía un montón de carisma para su edad y desde
que era mucho más joven que ella, Chloe se sintió extrañamente cómoda
con él.
Eso…
—¿Eh, caminar?
Fue solo entonces cuando notó que Amo y Vincent sacudían sus
cabezas que tomó un paso para situarse al lado de Elle. Entonces, cuando
Elle asintió para que ella continúe, finalmente, a regañadientes, comenzó a
caminar.
***
Nero esperó hasta que la puerta estaba por cerrarse detrás de ellos.
—Lo que estoy por mostrarles, nunca lo vieron. —Podías decir que él
todavía estaba contemplando mostrarles mientras sacaba su celular y
buscaba—. Se supone que no debía de tomar un video de ello.
Cuando Nero giró su celular, Amo y Vincent pegaron sus ojos a este.
Pensaron que solo era una foto de un callejón al principio, pero entonces
una rubia-fresa en un uniforme de un restaurante apareció con una bolsa
de basura en sus manos.
—¿Ella es Elle?
—Es por eso que tomé este video. Sabía que no me creerían.
Jodidamente no lo creía cuando llegué a la escuela ayer y eso fue después
de que vi el video. —Guardó su celular en su bolsillo después de marcar
unos cuantos botones—. Acabo de eliminarlo.
A él le gusta ella…
Eso iba a ser difícil desde que el hombre que había apretado el
gatillo no solo era el padre de Nero sino Dante Caruso, el jefe de la familia
de la mafia Caruso. Entonces, para mejorarlo, el hombre que lo había
amordazado era su hermano, Lucca Caruso, el maldito segundo al mando.
—Perra.
Capítulo 26
Claramente él es un psicópata
—¿Qué te dije?
—Bien, vamos.
—Eh, sí.
No, no lo estoy.
Elle la miró.
—No, no lo está.
—S-sí.
Tomando solo un paso más cerca a su espalda, pensó que podría ser
capaz de acostumbrarse. Sin duda tenía un cuerpo de guardaespaldas y
nadie siquiera había notado que ella estaba detrás de él desde que era de
estatura baja como la mayoría de los de primer año.
Ella no creía que la campana final fuera a sonar alguna vez. Esta era
la clase más lenta de su vida. Mirando el reloj pasar lentamente,
prácticamente saltó un momento antes de que la campana siquiera
sonara.
Que se joda esto. Chloe decidió tomar el riesgo de correr hacia Elle
en lugar de pasar otro segundo con él.
—Yo no haría eso —la voz de Amo la detuvo antes de que ella
pudiera empezar su caminar—. El casillero de Sebastian está justo fuera
de esa puerta, pero si prefieres tomar tus riesgos con él, entonces sé mi
invitada.
Y-yo…
—Oh, ahora hablas porque Elle está aquí. ¡Te culpo a ti! —Amo
dirigió su dedo hacia Elle.
Nero la detuvo.
No, gracias…
—Chloe, al lado.
—Jesucristo, debo irme de aquí. Llevaré a Leo por ti. Buena suerte
con estas locas.
—Chloe, o irás a casa conmigo y con Elle o Vincent te llevará.
Chloe vio el “buena suerte” que Elle le dijo con los labios mientras
Nero se iba en su gran casa blanca.
Voy a necesitarla.
—Gracias.
Una vez que salió del baño, tomó asiento en su cama, mirando
alrededor de su habitación blanca y vacía. La cama y mesa de noche eran
las únicas piezas de muebles; nada más se necesitaba ya que tenía un
gran armario para guardar su ropa y su baño tenía su maquillaje y otras
cosas de chicas.
Mantener las paredes blancas le hacía más fácil ver reproducirse sus
pesadillas, como una pantalla de televisión, entonces cerraba sus ojos
para ser la estrella en el espectáculo.
Sé que puedes hablar Chloe.
RINNNG.
—Hola.
—Eso es bueno.
Por una vez, Elle estaba obteniendo protección así que Chloe estaba
definitivamente arraigándose a él, aunque sus amigos la hacían sentir
incómoda. Eso era algo a lo que iba a tener que acostumbrarse si
planeaban sobrevivir el semestre.
—Bien.
Mmm.
—¿Solo bien?
¡Qué!
A ella le gustaba más el otro tema, sin querer pensar sobre llegar a
su primer periodo de clase por sí sola.
—Lo sé. —Esperaba que su voz sonara más fuerte de lo que era.
Incapaz de mirar esos ojos malvados por más tiempo, solo había
cerrado sus ojos por un segundo antes de que el susurro de manos
agarrara sus muñecas.
Luchando para abrir sus ojos de nuevo, no tuvo mucho tiempo
hasta…
***
Teniendo que actualizarse en este punto, fue a seguirlo. Tal vez estoy
siendo demasiado dura con él…
No, no lo estoy.
—No, a mi…
—No quise…
***
¿Qué diablos?
—Sip, lo hizo.
Nero lo miró con una expresión seria, tratando de poner las cosas en
perspectiva.
Hijo de puta.
—Christa, ¿eh?
Mirando dentro para ver a Chloe chismeando con Elle, pensó mejor
de ello.
***
—Elle, no puedo lidiar con él. ¡Está loco! —susurró Chloe, sin querer
que Amo posiblemente la escuche. A pesar de ello, era difícil cuando ella
sentía emociones tan fuertes.
—Shh, lo sé, pero estás aquí en una pieza, intocada, ¿verdad? —Elle
se veía preocupada que tal vez alguien la hubiese herido.
Chloe miró a Elle, sin saber cómo responder. Y por la forma en que
Elle rápidamente dejó caer su mano de la de Nero, no sabía cómo
responder esa pregunta mejor que ella.
—No me importa.
Chloe enterró sus uñas en su piel cuando sintió los ojos de Amo
moverse de Elle hacia ella. ¿Por qué de pronto le importa?
—Si las filas están iguales, entonces escogemos la que tenga menos
gente aterradora en ella.
Con fuerza, ella asintió con la cabeza, sin querer que se enoje más.
Él se veía lo suficientemente enojado sobre ello y ella no entendía el
porqué.
Chloe tragó con fuerza. Se ven como que ya están listos para irse a
una fiesta de asesinato.
—De ninguna jodida manera voy a esperar tanto. Sabes que ellos se
quedan sin pizza. Vamos a colarnos.
Este día está saliendo bien después de todo. Chloe casi sonríe
mientras llevaba un pedazo de pizza a sus labios. Comer su comida
alrededor de todos los demás apestaba porque nunca eran capaces de
comer buenas cosas.
***
Hoy, Amo había descubierto lo mal que Chloe y Elle fueron tratadas,
y había retumbado algo en lo profundo de él. Todos estos años, ellos
habían ido a la misma escuela y no habían tenido idea de lo mal que era.
Amo cubrió su boca para apagar los gritos y lo lanzó contra la pared
con tanta fuerza como pudo. Mirándolo, podía ver el miedo crecer a pasos
agigantados en los ojos de Sebastian.
Una vez que dejó ir a Sebastian antes de hacer eso, Sebastian corrió,
esta vez sin duda para no volver a ser atrapado.
Amo trató de calmarse al ver ese cartón de leche correr por el rostro
de Elle en el almuerzo hoy, al punto en que ella sangró. Estaba seguro que
había hecho enojar igual a Nero, pero lo que él no había esperado era la
mirada en los ojos de Chloe. Ella se había quedado allí, sin moverse
después de lo sucedido, claramente pasando a través de confusión interna
y completamente y totalmente asustada. Ni una vez había visto a alguien
realmente asustado hasta que la había mirado a los ojos. Lo que sea que
ella había pasado, lo quería saber. Y después de hoy, no creía que ella
haya estado en un accidente de auto. Ni por un jodido segundo.
Capítulo 30
La bestia podría no ser tan mala después
de todo
—¿Qué? No. Necesitamos caminar todos juntos —le dijo Elle a Nero,
sin querer tomar el riesgo que ellos intentaran algo justo después de
haberlo intentado en el almuerzo.
Chloe quería acordar con su amiga, pero la voz de Amo dijo en voz
baja y en orden:
—Vamos, Chloe.
Podía oír la pequeña pelea que Elle trató de iniciar, pero Nero no iba
a aguantarlo, manteniéndola en su lugar. Era difícil alejarse de ella así.
Pero debo empezar a cortar la cuerda solo un poco… por ella.
—No me hagas mostrarte de nuevo… —Su voz era tan baja que era
como si la estuviera retando.
Ella estaba segura de que había traído sangre a sus palmas con lo
duro que estaba presionándolas. ¡Por favor que termine!
—¡Chloe!
Ella podía sentir la sangre comenzar a gotear por sus uñas a este
punto.
—Mierda.
Ella cerró sus manos con mayor firmeza para detener el sangrado.
BRRRING.
Su rostro cayó.
—¿En serio?
—¿Vienes?
***
El enojo golpeó su punto más alto dentro de Chloe. Pensé que todos
estábamos comenzando a ser amigos.
Ella sabía exactamente quién había jugado el mayor rol aquí. Puedo
verlo en su jodida cara.
Mirando a Amo, dejó hacerle saber que sabía que todo había
sucedido por su culpa.
***
Ella le había culpado por Nero saliendo con otra chica pero la única
razón por la que Nero había salido era porque realmente no había tenido
mucha elección. Él había puesto la cita antes de que Nero se diera cuenta
que realmente la quería. Amo sabía que Nero llegaría a la conclusión de
escoger a Elle sobre el trabajo. Era obvio que le gustaba mucho. Sin
embargo, Nero tenía que pretender hacia el jefe de que no se estaba
enamorando de ella, porque si el jefe descubría sobre ellos y luego ellos
terminaban, se vería sospechoso. El padre de Nero ya estaba escéptico
sobre sus lealtades.
Nero había planeado matar dos pájaros de un tiro esta noche: ganar
la confianza de su padre y poner sus manos en Cassandra. Pero todo se
había ido a la mierda en el momento en que Elle llegó.
Miedo era lo único que él creía vivía en Chloe. Pero, maldición, estaba
equivocado.
Una sonrisa tocó sus labios. Ninguna chica jamás le había retado a
hacer algo como eso. No solo eso, pero él le había dejado vivir. Lo que sea
que había hecho para cambiar su imagen de él había funcionado. No lo
había visto hasta ahora, pero eso era exactamente lo que esperaba.
Girándose, vio a Christa asomando sus senos hacia él para que los
mire. En su lugar, él se dio la vuelta para entrar a su auto.
—No, no lo hice.
Fue duro para ambas cuando llegó el lunes y Nero y Elle todavía no
se hablaban. Incluso fue más rudo considerando que la suspensión de
Cassandra ya había terminado. Con Cassandra de vuelta, habían acordado
dejar que Vincent las acompañe a clase desde que él era al que menos
culpaban, considerando que nunca podía evitarlo. Solo estaba loco.
Tragando saliva con fuerza, asintió con la cabeza como mejor pudo.
BRRRING.
¡Maldición!
En instinto, colocó sus manos bajo la mesa para juguetear con las
mismas.
Cuando ella lo miró, era la primera vez que realmente lo hacía, como
si realmente viera en sus ojos. No era el abismo negro mirándola de vuelta
como siempre había creído. Podrían ser oscuros, pero también tenían una
ligereza en estos. Casi como un destello de plata corriendo a través,
dándoles vida. Eran oscuros pero ligeros, recordándole del yin y yang.
Amo sonrió.
—Gracias.
—N-nada.
Lo último que iba a hacer era decirle que tenía miedo de ir allí.
—P-puedo esperar.
Chloe quería que el suelo la tragara hacia el infierno. Sería más fácil
que las miradas que estaba obteniendo de su fuerte voz. ¿Siempre tiene
que hacer de todo una jodida escena? ¿O a él solo le gusta avergonzarme?
Su voz fue oscura, mirando a las dos chicas que casi tenían a Chloe
en su agarre.
—¿Cómo diablos acabas de llamarla?
—Lo siento.
—Oh…
Apenas Nero cerró la puerta del balcón, Amo deslizó sus manos a la
parte posterior de su cabeza, tomando un gran cúmulo de cabello en sus
manos. De pronto, bajó, escuchando su cuello hacer un ruido en el proceso.
***
Ella no pudo evitar mirarlo ahora para ver que estaba perfectamente
bien, como había sido en el salón.
—E-está bien.
—Todos solo piensan que soy más violento de lo que realmente soy.
—No. —Él dejó de caminar, claramente sin gustarle que ella se ría de
él—. ¿Qué razón te he dado para que creas que soy tal mala persona?
¿Tiene daño cerebral de todas las peleas en las que ha estado? Una
imagen de él haciendo colgar a un adolescente por el cuello destelló ante
ella cuando Elle y ella los atraparon en la pelea en Posion.
—Lo juro. —Amo dejó caer la mano que había sostenido hacia
arriba.
Él le devolvió la sonrisa.
Soy el bueno.
***
Chloe pasó la noche en una cena que sus padres daban para
algunos funcionarios de la ciudad. Se había acostumbrado a pretender que
escuchaba y sonreír a estas cosas si no quería que su padre viniera a por
ella después de que terminara. Por dentro, sin embargo, mantenía su
mente en otra parte, pensando en su encuentro de antes con Amo. Esta
vez, cuando pensó en él, ningún pensamiento del diablo vino a ella, y sus
ojos oscuros no le recordaron ya a los malvados negros.
RINNNG.
—Hola.
—Quiero verla.
Chloe colgó y luego corrió por la casa para agarrar sus llaves. Salió
de la casa, esperando que nadie notara su desaparición. No le importaba lo
que hicieran o si su padre se desquitaba con ella; tenía que asegurarse de
que Elle estuviera bien.
***
Es toda mi culpa. La única razón por la que Elle salió lastimada era
por ella. Si no la hubiera utilizado como escudo en la escuela, estaría en
una escuela pública y no estaría trabajando en una cafetería del centro de
la ciudad. Estaría… a salvo.
—Gracias, Amo.
Nero bajó las escaleras poco después, asintiendo hacia ella igual que
Amo había hecho antes de salir de la habitación.
—Y-yo no lo sé.
—Podría funcionar.
POP. POP.
El disparo más silencioso saludó a sus oídos, seguido por una puerta
chirriando al abrirse.
CRACK.
El sonido de huesos rotos saludó a sus oídos como un bate de béisbol
estrellado contra un cuerpo inerte.
SNAP.
Otro destello del bate haciendo contacto con la pierna del hombre, el
hombre que yacía prácticamente sin vida en el suelo.
Él levantó el bate una vez más, deteniéndose solo para mirarla a los
ojos. Un malvado par de ojos azul-verde la miró, haciendo que se le helara la
sangre. Vio sus manos agarrar el cuello del bate con una fuerza tan intensa
que estaba segura de que iba a romperse antes de bajar por última vez.
CRUNCH.
Él era El Coco.
Ella solo había sido testigo de eso en otro ser en su vida: el diablo.
Capítulo 34
Cuando me vaya
—Vayan a bailar. ¡Yo estaré bien! —Chloe les gritó. Este lugar no era
para una chica como ella.
Ya sea que Elle era la heroína al salvar su día, Chloe era la débil, la
pequeña víctima que solo le traía dolor. Chloe todavía estaba rota más allá
de la reparación, y mientras se quedara aquí, Elle continuaría tratando de
arreglarla.
Por una vez en su vida, necesitaba ser la heroína para Elle así podía
vivir una vida libre de Chloe. Y por una vez, ella necesitaba ser su propia
heroína y dejar a su familia y esta ciudad con todos sus malos recuerdos
así podía encontrar paz.
Amo se arrimó tan cerca de ella como pudo, sin tocarla así podía
escucharlo.
Mirando de nuevo a su mejor amiga, vio que Elle se veía muy libre.
La siguiente canción fue más fuerte que la última, haciendo que Amo
se incline hacia su oreja para susurrarle:
Poniéndose de pie, Amo lideró el camino. Por suerte, era casi tiempo
de cerrar así que todos ya casi se habían ido, y la pista de baile tenía
suficiente espacio para ella.
Vamos, esta es una de las últimas veces que te divertirás con ellos. Se
dio una charla a sí misma para intentarlo de nuevo y se obligó a dejarse ir
por una noche. Finalmente, cuando todos comenzaron a bailar tontamente
como verías en una boda, se relajó lo suficiente.
Mirándolo, vio algo diferente nacer en él. Parecía como si Amo iba a
acercarse… pero entonces la música se detuvo.
—Te llevaré a tu auto —le dijo Amo cuando ella se despidió de él.
—De acuerdo. —Su voz sonaba sin aliento por tanto baile.
Él se rió de vuelta.
Amo se acercó.
—¿Entonces no te irás?
—Entonces no lo hagas.
—Sabes que debo hacerlo Amo… —Él lo hace sonar tan fácil—. Lo
que quise decir es que no quiero dejar a Elle… —Su voz se detuvo para
encontrar el valor de decir las siguientes palabras—, o a ti.
—¿Vas a extrañarme?
—Por supuesto.
***
—Casi. Tengo tanta ropa, no entrará. —Miró las dos maletas que ya
estaban llenas, los cierres amenazando con romperse—. ¿Tienes alguna
maleta que pueda…?
RING.
Chloe de alguna manera había esperado que ella diga eso. No estaba
segura si podía ver a Amo de nuevo, no después de anoche. El casi beso
había sido una decepción para Amo, pero para ella, había sido la única
manera de vivir consigo misma. Quedarse en Ciudad de Kansas no era
una opción. Había observado a Elle protegerla durante la secundaria y no
observaría a otro amigo ser herido por su culpa.
Despídete de él.
Maria era todo lo que una chica quería ser. Era alta, rubia y se veía
como una súper modelo. Chloe estaba convencida de que lo era,
considerando que siempre venía con un guardaespaldas. Aunque
disfrutaba de la compañía de Maria, nunca se sentía cómoda con ella.
Después de todo, no solo casi había muerto la última vez que había
tratado pasar tiempo con ella, pero la mayoría del tiempo, el
guardaespaldas de Maria terminaba siendo Lucca.
—En su mayoría.
—A las o-once.
—¿En la mañana?
—Puedo ir con…
Con solo volviéndose más fuerte, estaba por salirse de la fila cuando
la voz de una mujer la detuvo.
Su corazón golpeó de nuevo y tomó otro paso delante, esta vez hacia
Lucca.
…Cuando una bandeja fue extendida hacia ella, alzó la mirada para
ver a Amo sosteniéndola hacia ella. Era la primera vez que podía ver algo
que parecía casi tan lindo bajo su exterior rudo.
Cuando ella lo miró, era la primera vez que realmente lo hacía, como si
realmente viera en sus ojos. No era el abismo negro mirándola de vuelta
como siempre había creído. Podrían ser oscuros, pero también tenían una
ligereza en estos. Casi como un destello de plata corriendo a través,
dándoles vida. Eran oscuros pero ligeros, recordándole del yin y yang.
…La siguiente canción fue más fuerte que la última, haciendo que
Amo se incline hacia su oreja para susurrarle:
—¿Bailarías conmigo, entonces?
Chloe lo vio moverse; como resultado, con pesar, tuvo que mirarlo de
nuevo. Sostuvo su aliento cuando él colocó su mano en su bolsillo para sacar
algo. Cuando un paquete de cigarros salió, soltó el aliento. Continuó viéndolo
sacar el cigarro y luego sostenerlo entre sus labios mientras guardaba el
paquete de nuevo en su bolsillo. Yendo hacia su otro bolsillo, sacó un
encendedor. Chloe pensó que iba a tener un ataque al corazón si volvía a
tocar su bolsillo.
Lucca tenía el mismo color de piel, pero no podía decir si su cabello era
negro o marrón. Lo mismo con sus ojos; no podía decir si eran azules o
verdes. Podía jurar que eran un color antes que las luces lo hicieran ver de
otro color, cambiando su idea de nuevo. Lucca, sin embargo, era un billón de
veces más aterrador y un millón de veces más guapo que Nero. Se dio
cuenta que tenía que ver con la diferencia de edad, pero una cosa en la que
eran diferentes era sobre la forma en que se vestían. Nero solo usaba
camisas de botones y pantalones mientras Lucca estaba usando una
sudadera negra y pantalones vaqueros oscuros y sueltos.
—¿No tienes frío acá, cariño? —Su voz también brotaba tanta
confianza como la de Nero.
—Sí, lo haces.
Espera, ¿qué?
—Diecisiete, ¿tú?
—Veintisiete.
CRACK.
SNAP.
Otro destello del bate haciendo contacto con la pierna del hombre, el
hombre que yacía prácticamente sin vida en el suelo.
CRUNCH.
Él le devolvió la sonrisa.
El tiempo se congeló. Pateó sus pies fuera del suelo, corriendo hacia
los brazos del hombre que había escogido para que la proteja. Sus brazos
se envolvieron alrededor de ella mientras tomaba una respiración
temblorosa. Eran los primeros brazos en sostenerla luego de años.
—Te tengo.
Capítulo 38
No puedo ser arreglada. No por ti, no
por nadie. Solo estoy rota.
—N-no.
—¿Y qué hay de ti? ¿Qué hay de mí? —Él trató de mantener
tranquila su voz.
Mátalo. Tienes que matar lo que hay entre ustedes así no lo matas a
él…
Amo empalideció.
Sé que no lo hiciste.
—Está bien Amo. Estamos a mano. Te llamé una bestia. —Ella abrió
la puerta, entrando. Entonces buscó cerrar la puerta—. No puedo ser
arreglada. No por ti, no por nadie. Solo estoy rota. —Cerrando la puerta y
su mirada oscura brillante, de alguna manera la rompió aún más de lo que
ya estaba.
***
Chloe rápidamente metió sus maletines en el maletero de su auto,
queriendo estar muy lejos antes de que sus padres vuelvan de una cena
después de su cita del Ayuntamiento. Su última maleta, que de hecho
había tomado del ropero de su mamá desde que no había sido capaz de
recoger la que había comprado, finalmente fue metida.
Había escrito dos notas. Una era para Lana, la que había dejado en
el armario de limpieza, diciéndole que la amaba y que no se preocupe por
ella y también cómo lo sentía no haberse despedido cara a cara. La
segunda nota era para sus padres, diciéndoles que había decidido irse
temprano y que la llave a su auto sería colocada en la caja de llaves
escondida encima de su neumático.
—La ten…
Un cuerpo duro fue envuelto a su alrededor, junto con un paño
cubriendo su boca y nariz. La mano detrás del paño ahogó cualquier grito
o protestas que podría haber hecho y el cuerpo fuerte la mantuvo en su
lugar.
Había sabido que era demasiado bueno para ser real. Su alma
pertenecía al diablo…
Capítulo 39
La historia detrás de la cicatriz: la
historia de tristeza, lamento y tortura
Una rubia-fresa salió del auto. Elle Buchanan. No pudo evitar la cara
de desprecio que colocó en su rostro. Su hermano pequeño estaba en un
jodido gran problema.
Una cosa era segura, la chica iba a morir y nada iba a salvarla. Era
desafortunado que hubiera estado ahí cuando el gatillo había sido jalado,
pero algunas chicas simplemente nacían sin suerte y ésta en particular.
Ella solo iba a lograr sobrevivir un mes más hasta su cumpleaños número
dieciocho.
—¿Es una pieza hermosa, verdad? —la anciana que parecía ser la
dueña le preguntó mientras se acercaba a ella.
—Oh.
La señora sonrió.
Observarla irse fue más difícil de lo que creyó. No sería capaz de salir
de la tienda hasta que ella se fuera. Por lo tanto, tuvo que verla irse hacia
su auto a través de la ventana, y eso no fue suficientemente cerca.
Sal se detuvo.
—¿Cicatriz?
—Sí.
—No parpadees.
—Hola cariño.
Capítulo 41 El momento