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Encíclica; Evangelii,Nunciandi: sobre la evangelizacionen el mundo moderno.

Tercero de Teología A Misionologìa.


Francisco Javier Merlo Rodríguez Pbro. Lic. Edgar Iván Preciado Mariscal.

PREÀMBULO.
La Iglesia tiene el deber de servir a toda la comunidad cristiana.
La Iglesia tiene un principio: la conversión y Reconciliación con Dios.
La Iglesia busca promover el mensaje cristiano a todas partes, inculcando, la fe
(evangelización), reflexionando, la verdad, en el mensaje del Señor.
CAPÍTULO I
Cristo e Iglesia evangelizadores.
Jesús es enviado, por el Padre, por eso es el evangelio mismo, es su misión es la de
anunciar el reino, Lc 4,43 (liberando, al hombre del pecado), la salvación. Se debe vivir
conforme al: Evangelio, a la renuncia y a la cruz. Dios cambia así al hombre (de la mente
y el corazón).
Quienes acogen el mensaje (todos los hombres, de todos los tiempos) deben ser a la vez
evangelizadores. La Iglesia tiene la vocación de evangelizar, tiene una tarea y una misión
en específico (predica, enseña, es canal, gracia y reconcilia con Dios).
La Iglesia tiene una vinculación con la evangelización: nueva presencia de Cristo;
testimonio de Él. Y debe evangelizarse y conservar su frescor para anunciar el evangelio,
demostrando, renovación y conversión.
La Iglesia envía a más evangelizadores.
La Iglesia tiene un nexo intimo entre Cristo, y la evangelización. El mejor testigo de eso
es Pablo (Ef 5,25).
CAPÍTULO II
¿Qué es evangelizar?
No hay una definición que aclare el tema, sin embargo, se ofrecen varias respuestas a esta
tarea, en diferentes documentos de la Iglesia: Ad Gentes; Lumen Gentium; Gaudium et
Spes.
Evangelizar significa: transformar desde dentro. Primero debe de haber hombres nuevos,
es por eso, que la tarea de la evangelización será, ese cambio interior en el hombre (ese
mismo mensaje de la Iglesia es fuerza Divina que actúa). La Iglesia cambia al hombre en:
valores, puntos de interés, fuentes inspiradoras, en pensamientos modernos; en contraste
con la palabra de Dios y la salvación.
El Evangelio debe llegar a las culturas, tomando, como punto de partida a la persona (el
esquema es: Gaudium et Spes). Hay que hacer esfuerzos al evangelizar y encontrarnos
con el Evangelio.
La Iglesia debe ser anunciada bajo el testimonio (proclamación silenciosa). Todos somos
llamados a ese testimonio.
No hay evangelización sin Kerigma; predicación o catequesis; reino y doctrina en Cristo
Jesús. Esto solamente se realiza, evangelizando, a la comunidad, dando como resultado;
Iglesia visible de salvación.
La entrada a la comunidad también deberá abarcar diferentes signos: adhesión a la Iglesia
y la acogida de los sacramentos.
Todos estos puntos son complementarios entre sí.
CAPÍTULO III
Contenido de la evangelización
Contenido en la evangelización: El Padre ha amado al mundo a través de su Hijo.
La evangelización tiene elementos secundarios y cambios de circunstancias.
Centro del mensaje: Cristo, que ofrece la salvación a todos los hombres.
La evangelización comprende predicación de la esperanza: donación; perdón de renuncia
y ayuda al hermano; comunión con Dios. Es por eso que, el núcleo del evangelio es el
amor y se expresa en otros signos de Cristo: viviente y operante en la Iglesia en los
sacramentos.
El evangelio actúa en la vida: social, personal y concreta; tiene un acento pastoral.
El evangelio tiene bases antropológicas y lazos teológicos; por eso se llega a situaciones
concretas, y tiene vínculos de orden en la caridad.
No reducir la evangelización a: un antropocentrismo, ni a simple brecha económica,
política, social, si no debe abarcar a la totalidad del hombre en todas sus dimensiones.
La misión de la Iglesia no se reduce al terreno religioso, sino que reafirma la vocación
espiritual; rechaza proclamación de liberaciones humanas (lleva el germen de su propia
negación, y decae su ideal) y proclama que esa liberación no es completa si se descuidará
anunciar a Jesucristo.
La Iglesia afirma que la liberación de Cristo no es la misma que la del hombre, se requiere
que Cristo: haga su revelación, en experiencia histórica, y tomando, la reflexión de fe del
hombre.
La Iglesia afirma tener estructuras más humanas; estas estructuras pueden convertirse en
déspotas cunado ponen su ideal y no el de Dios, por lo tanto, deben ser saneadas esas
intenciones.
La Iglesia no acepta violencia, pues la violencia crea formas de opresión, y esclavitud;
estas actitudes son contrarias al espíritu cristiano.
La Iglesia es fomentadora de liberación de los cristianos y todo ser humano. La Iglesia da
inspiración de fe, y motivación de amor. La liberación que propone la Iglesia es liberación
como la enseña Cristo, con sacrificio y amor.
Esta liberación está vinculada a la evangelización como medio de fidelidad y libertad de
religión.
CAPÍTULO IV
Medios de evangelización
La búsqueda de medios de la evangelización crea diversas formas de fidelidad al
contenido, y al como comunicar el mensaje evangélico.
Con el testimonio: vida entregada a Cristo; consagrada al prójimo, es decir, santidad. Así
la Iglesia evangeliza al mundo.
La fe se trasmite por medio de: la palabra y la audición de ella.
El hombre moderno, vive cansado de escuchar, y vive la civilización de la imagen. Por
eso hay que utilizar los medios adecuados para la evangelización, en estos tiempos,
acompañado así del poder de Dios.
Hay diversas ocasiones de trasmitir la palabra de Dios; basta una verdadera sensibilidad
espiritual para leer los acontecimientos del mensaje de Dios: liturgia de la palabra; la
homilía, se debe entregar a esa tarea con fuerza y vigor particulares, es una acción
privilegiada para comunicar la palabra de Dios; fiel al magisterio, animada por el ardor
apostólico equilibrado; la liturgia; no debe ser olvidada, tiene un valor propio.
La catequesis se debe enseñar a los jóvenes de manera sistemática (no intelectual); Lugar
de enseñanza: Iglesia, escuelas, y casas; Método: adaptado, a edad. Cultura, capacidad de
personas, memoria, inteligencia y corazón; tarea de evangelización; preparar catequistas,
deseosos de aprender.
Utilización de medios de comunicación social: ellos extienden campos de audición de la
palabra (versión moderna del pulpito). Es un desafío la enseñanza de las consciencias
(con todo lo singular y personal que se tiene).
Contacto personal: tiene su validez en trasmisión de persona en persona.
La función de los sacramentos: conduce a la vida, tiene su expresión en los sacramentos.
La finalidad de los sacramentos educar en la fe.
Piedad popular (religión del pueblo): se descubren expresiones de búsqueda de Dios y la
fe; expuesta a supersticiones, a nivel de cultuales; sin llegar a adhesión de la fe, hay que
ayudarla a que supere riesgos de desviación; cuando esta está bien orientada: tiene
muchos valores; tiene un sentido profundo de los atributos de Dios: paternidad,
providencia, presencia amorosa; engendra actitudes interiores: paciencia, sentido de la
cruz, desapego, aceptación de los demás, devoción.
CAPÍTULO V
Los destinatarios de la evangelización
La palabra del evangelista Marcos, contribuye a la evangelización, a implantar la palabra
de Dios en lugares lejanos.
Hay diversos obstáculos; pero la Iglesia reaviva su profundización.
Programa fundador: la Iglesia lleva el anuncio como, pre-evangelización: tiene varios
medios: predicación explicita, arte, investigación científica, filosófica.
Anuncio al mundo descristianizado: eso es más necesario en la época actual.
La evangelización promueve el acercamiento a las demás religiones no cristianas; ellas
tienden a buscar a Dios de diferentes maneras; pero incompleta; esto suscita cuestiones
delicadas: esto no implica callar el anuncio de Jesucristo. Dios hace que el hombre lo
busque, en su paternidad divina. Nuestra religión instaura una relación auténtica y
viviente con Dios. La Iglesia intensifica el enfoque misionero; prepara apóstoles.
Ayuda a la fe de los fieles: hace su fe más madura, y prepara a la unidad.
La preocupación de la Iglesia se intensifico al secularismo ateo (legitima autonomía de la
cultura); el punto de vista espiritual se debate; Dios es obstáculo.
Formas de secularismo: ateísmo antropocéntrico, pragmático y militante; se nos propone:
el consumo, hedonismo, voluntad de poder y de dominio.
Los no practicantes: no se bautizan; tienen debilidad natural, los cristianos reciben el
influjo de los no creyentes y así aumentan su número. Justifican su padecer con una
religión interior. Otros ya no creen en nada. Hay ausencia en la práctica religiosa en
jóvenes y adultos.
La acción evangelizadora debe buscar los métodos adecuados y el lenguaje apto para que
conozcan a Dios.
La Iglesia anuncia a la muchedumbre: por medio de eficaz predicación evangélica.
Comunidades de base (pequeñas comunidades sociológicas): florecen en la Iglesia; nacen
de la necesidad de la vida de la Iglesia; pueden promulgar: fe, caridad fraterna, oración,
comunión; se quieren reunir, a meditar la Palabra, los sacramentos, y el vínculo de Ágape,
grupos homogéneos por edad, cultura, estado civil o situación social.
Tienen actitud de censura, rechazo a las manifestaciones de la Iglesia: jerarquía y signos,
su inspiración es ideológica.
Se separan de la Iglesia; hostiles a la jerarquía. Estas comunidades pueden ser: lugar de
evangelización; esperanza de la Iglesia universal: buscan su alimento e la palabra de Dios,
evitan espíritu hiper-crítico; pero tiene verdadero espíritu de colaboración; unidas a la
Iglesia local, evitando, creerse la única Iglesia a partir de la Iglesia Universal; no se creen
los únicos agentes de evangelización; crecen en; responsabilidad, celo, compromiso, se
muestran universalistas y no sectarias.
Condiciones fundamentales: propagadoras del Evangelio, y anunciadoras del mismo.
CAPÍTULO VI
Agentes de evangelización.
La Iglesia es misionera: la Iglesia es mandada por Dios.
Tiene acto eclesial: con doble convicción: 1era; evangelizar acto eclesial; 2da; ningún
evangelizador es dueño de su acción evangelizadora.
Perspectiva de la Iglesia universal: reflexión, fe profunda, universal.
Perspectiva particular: se encarna en comunidad concreta con herencia cultural; Iglesia
universal por vocación y misión, echando, raíces en terrenos sociales, culturales y
humanas.
Si se desapega de Iglesia de Cristo perdería su sabor.
En las Iglesias Particulares hay: maneras de orar, amar.
Tienen la función de asimilar mensaje evangélico, y asimilarlo; a través de catequesis,
formulación teológica, estructuras eclesiales, secundarias y ministros.
Lenguaje: toma consideración al pueblo concreto; puede perderse su contenido si se
desvirtúa.
Hay dos peligros a la apertura a la Iglesia de comunidades locales: aislamiento,
desmoronamiento; se puede quedar sola.
La Iglesia Universal supone el lex orandi, y credendi, de la Iglesia particular; y así
componen universalidad. Sera capaz de traducir la fe en: expresiones de fe; de oración,
de culto, de vida, y de comportamientos cristianos.
No se puede alterar la fe: el sucesor de Pedro tiene la función de guardar unidad de las
Iglesias, su contenido, explicado por expresiones teológicos y viendo, símbolos propios
de cada pueblo, enseñar y hace predicar el evangelio.
Los Obispos y sacerdotes: reciben virtud de ordenar a presbíteros; enseñan a la Iglesia la
verdad revelada, asociados al misterio de la evangelización, obran el nombre de Cristo,
educadores del pueblo, alimentan al pueblo de la palabra y los sacramentos.
Los sacerdotes y Diáconos colaboran el ministerio de la caridad.
Los religiosos: signo de total disponibilidad para con Dios; consagrados a la oración,
silencio, penitencia y sacrificio; se lanzan a proclamar el evangelio; hacen votos de
pobreza, castidad y de obediencia; su apostolado, marcado por, originalidad, e
imaginación.
Los seglares: guías.
Su tarea: poner en practica posibilidades cristianas y evangélicas; realidades abiertas al
amor, familia, educación de jóvenes y niños, trabajo profesional, sufrimiento, etc.
La familia (Iglesia domestica): subrayan acción evangelizadora; promotores de Commented [FJMR1]:
vocaciones (sacerdotales, religiosas, soltería), anuncian a sus hijos a Cristo.
Los jóvenes: presencia creciente de la sociedad; formados en la oración.
Ministerios diversificados: presencia activa de los seglares; religiosos, laicos; llamados a
colaborar al servicio de la comunidad; ejerciendo ministerios diversos: ministerios sin
orden sagrado; deben atender a las fuentes: atención a las necesidades actuales;
vinculados e experiencias vividas; en unión; para implantación de vida, y crecimiento de
la Iglesia.
Deber de los Obispos: vigilar formación.
Toda la Iglesia tiene la tarea de evangelizar.
CAPÍTULO VII
El espíritu de evangelización
Llamar a las actitudes interiores.
Ellos siguen el influjo del Espíritu en la elección y misión. Inspira el quehacer de los
evangelizadores; explica el sentido profundo de enseñanzas de Jesús; El Espíritu Santo
agente de evangelización.
Se recalca el testimonio de vida, y animación de comunidades; los pastores son
conscientes del papel de la predicación, de la oración, y de la Eucaristía, en el pueblo de
Dios.
El mundo exige de la Iglesia; sencillez; testimonio de vida; espíritu de oración; caridad
con todos; obediencia y humildad; santidad.
La fuerza de la Iglesia quedará debilitada con: la división.
Los Evangelizadores deben ser: hombres adultos en la fe. Existe un instrumento de
evangelización: unidad de los cristianos; recordad a todos la reconciliación con Dios.
Debemos ser servidores de la verdad: procura la paz, somos depositarios, herederos y
servidores.
Los pastores del pueblo deben ser: promotores de la verdad; defensores; vigilantes; y
predicadores devotos.
La obra de la evangelización tiene necesidad de: labor de investigación, atención y
delicadeza a la verdad.
Los padres y maestros deber ser: descubridores de la verdad.
La evangelización supone: amor fraternal; signo de amor y unidad.
Otros signos de amor: no herir a los demás.
Señal del amor: el esfuerzo de trasmitir la palabra de Dios.
Somos, inspirados en los santos como: grandes evangelizadores.
Obstáculos de la evangelización: falta de fervor, fatiga, desilusión, acomodación en el
ambiente, desinterés, falta de alegría y de esperanza.
Implantar a lugares la palabra de Dios.
Deber del evangelizador: proclamar; la salvación de Dios; conservar alegría de
evangelizar.
CONCLUSIÓN
La evangelización es un aspecto fundamental en la sociedad.
La virgen será nuestra maestra en la evangelización de los pueblo y la estrella que nos
ilumine en nuestra misión como cristianos.

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