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Apuntes sobre el manejo de la

información en los ecosistemas


dominados por el hombre

Leonardo Tyriania*

o es casual que en una época de crisis como la nuestra, en la que se ha hecho

N evidente que la tesis del crecimiento sin límites es insostenible, se realicen


esfuerzos por compaginur los resultados de diversos discursos cientlficos
con las leyesgenerales de la kvmodindmica.** Los trabajos de Prigogine en física
y química, de Georgescu-Roegen en economía, de Margalef en ecología, de
Batesoqen epistemología y de Adams en antropología, representan algunos de los
esfuerzos pioneros en esta línea de investigación. El último de estos autores elabora
un modelo para la investignción de los fenómenos sociales que pretende respetar
los principios de la termodinámica y -al mismo tiempo-ser aplicable al estudio
de la evolución social. En términos generales, se trata de explicar la cultura en
“clave energética” y, paralelamente, los procesos informáticos como codificado-
res de la auto-organización de los sistemas. Este enfoque abre nuevas perspectivas
pdra la antropología ecológica: en el contexto de la “termodinámica de los procesos
irreversibles”, la política se entiende no como mero ejercicio del gobierno, sino
wmo la regulación de los flujos energeticos que las sociedades humanas metabo-

* Departamento de Antropología,iJAM-lzt;ipalapti.
* * Agradezco al müestru José de Jesús Álvarez la revision del texto y las correcciones. Muchas de las
ideas del presente trabajo i‘uercin discutidas en un seminario sobre procesos energéticos y sociales
dirigidc por el propio maestro Alvarez, en el Depurtaniento de Antropología de la UAh4-I durante el
trimestre 91-1.

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lizan. El poder (y el saber), como una forma especí- trorín de sistemas. El intento de Adams consiste en
ficamente humana de organizar el mundo, “resui- volver operativo el pensamiento abstracto de Bate-
ta de la necesidad de luchar contra la entropía y el son aplicándolo a casos concretos.
desorden” (Balandier citado por Adams 1988). Materia, energía e información fueron reconoci-
El primer antropólogo que se propuso revisar los dos desde un principio como componentes esencia-
conceptos de la “ciencia de la cultura” a la luz de la les (necesarios e indivisibles) de los sistemas. Sin
termodinámica fue Leslie White. El parecía creer embargo, n pesar de que la relación entre materia y
que la biosfera es una excepción dentro de la reali- energía pudo establecerse con claridad, la informa-
dad física: ción siempre recibió un tratamiento independiente.
El idealismo, implantado con firmeza en la ciencia
(...)en un minúsculo sector del cosiiios, a saber, eii Iiis por Descartes, deificó la información. El manejo
sistemas materiales vivientes, el sentido del proceso separado de los conceptos información y materia ha
cósmico parece iiiveriido: la orgaiiizacióii de la iiiate- conducido a contradicciones irresolubles. En térmi-
ria y Ir concentración de la energía se hacen cada vez nos de la termodinámica se diría, según Boulding
más elevadas. La vida es uii proceso de coiistruccióii (1968:162), que la “flecha del tiempo” de los proce-
y estructuración. La evoiucióii biológic;~es seiicilla- sos físicos apunta siempre hacia “abajo”, de acuerdo
inente una expresión del proceso terinodiiiáiiiico que con la famosa y deprimente segunda ley; la entropía,
corre eii sentido opuesto a aquel especificado por la esto es, la desorganización, aumenta constantemen-
segunda ley para el C O S ~ O Scomo uti todo (1974340). te, mientras que la disponibilidad de energía decli-
na y la potencia se va perdiendo. Por el contrario, la
Hoy prevalece la opinión de que la evolución ”flecha del tiempo” del proceso evolutivo de la vida
orgánica y la social obedecen a leyes físicas desco- apunta hacia “arriba”, es decir, hacia el desarrollo
nocidas (Shrodinger 1984), pero que de alguna ma- de formas siempre más complejas y menos pro-
nera deben estar ligadas, aunque nadie sepa cómo, a bables. La teoría de la evolución propone esta ley
la ley de la entropía. En particular, como la suprema ley de la naturaleza. Desde la
perspectiva de las ciencias exactas, sin embargo,
(...) la paradoja Caniot o Danviii permanece sin solu- la biosfera aparece como una especie de singulari-
ción: todavía no tenemos un nexo de uiiióii entre la dad inexplicable.
aparición de formas naturales organizadas, por una Nunca se negó que, para operar, la información
parte, y la tendencia hacia la desorgaiii7;icióii o eiiiro- necesita un soporte material y supone un gasto de
pía por otra (Prigoginc y Steiigers 1983:142). energía; sin embargo, esto se consideraba como u n
dato trivial, que carecfa de relevancia teórica. La
La propuesta de Adams está relacionada con una teoría de sistemas propone penslir la información no
nueva “definición” de la información. Su concep- por oposición a la materia, sino por oposición a la
ción se inspira en la epistemología de Bateson (1989), entropía y al desorden. Mejor dicho, por analogía,
que tiene como base una amplia perspectiva de la porque de igual modo que la entroph, Pa información

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EN ECOSISTEMAS
MANEJO DE LA INFORMACI~N

es un aspecto del acontecimiento energético. Los Influidos por la dicotomía cartesiana, los funda-
componentes de los sistemas sólo pueden concebirse dores del funcionalismo habían sostenido el supues-
en contraste c o n el equilibrio termodinámico, y la to de que la cultura es una realidad sui generis. Dado
información es lo que permite que materia y energía que la cultura fue concebida como una realidad
permanezcan unidas, incluso en formas estadística- ontológicamente distinta de la naturaleza, no se po-
mente improbables. día proceder a una explicación de los fenómenos
socioculturales a partir de la física o de la biología.
Hablamos de información o de forma pan referirnos White (1974) compartía también la opinión de que
a la manera como la energía y la materia se combinan la cultura sólo se explica por la cultura. De sostener-
y se extienden en el espacio. se esta posición podría llegar a encerrar en un ghetto
a las ciencias sociales. La teoría de sistemas ofrece
La información es una propiedad de todo aquello que una posible salida. Ya se trate de átomos o de gala-
está formado por partes distintas (Margalef 1980: 17,19). xias, de células o de poblaciones, de individuos o de
sociedades, todos estos fenómenos pueden ser abor-
La teoría general de sistemas se impuso en la dados mediante la dicotomía sistema/entorno. Des-
antropología ecológica como consecuencia del fun- de esta perspectiva, la evolución de los sistemas
cionalismo. Como macroteoría, el funcionalismo sociales guarda una “relación sinóptica” (Margalef
había sido sometido a una crítica devastadora por 1980) c o n la evolución de la materia y la de la vida,
propios y extraños; aun así sobrevivió como método en el sentido de que comparte los mismos principios
que se sigue practicando en distintas áreas de la formales, aunque proceda por medios distintos. Esta
ciencia para solucionar ciertos problemas. visión permite pensar en ciertas homologías entre
los distintos niveles estructurales que se pueden
distinguir en la naturaleza. Así, el mundo es visto
como

...una coleccih de sistemas complejos, con distintos


grados de estabilidad; cada uno de estos sistemas,
entre los que se encuentra el hombre, sólo puede
perdurar como una llama en interacción continua con
los sistemas adyacentes (Passinore 1978:208).

La cultura puede ser concebida como una fase,


entre otras, del sistema de respuestas adaptativas,
organizadas jerárquicamente en relación con deter-
minados problemas ambientales (Martínez 1978).
Estas respuestas y la jerarquización misma pueden

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analizarse como efecto de los cambios que ocurren entre las imágenes culturales de la naturaleza y la
en la relación energética entre sistema y entorno. organización real de la misma son notables. “Éste es
Veamos el siguiente ejemplo, que es muy senci- un problema crítico para la humanidad y uno de los
llo. Partiendo de algunos presupuestos teóricos ela- problemas centralesde la antropología ecológica”
borados por Vayda, el geógrafo Waddel realizó un (1975:246).
estudio en la montaña de Nueva Guinea entre los La cosmología maring, investigada por Rapps-
fringe enga. La agricultura de este lugar se enfrenta port, no es una excepción y a cualquier extraño le
al problema de las heladas, y los enga poseen una resulta a1 menos exótica. Según ella el mundo es
tecnología apropiada para contrarrestar sus efectos. habitado por ciertos espíritus que los hombres deben
Aun así, se dan años en los que la cosecha no se rehpetar, aunque no puede someterse a la comproba-
logra. La solución de este problema es cultural: ción empírica. Lo que s í se puede observar es el
cuando tal año se acerca se hacen regalos a IUS comportamiento, en este caso el rito, el cual conecta
vecinos que viven tierra abajo. El don provoca que las creencias con la realidad ecológica. Los tsembaga
el agraciado caiga “bajo la sombra del agradeci- maring son horticultores de roza y quema. Como
miento”, según una expresión de Sahiins, y se vea todo grupo humano establecen c o n el medio una
obligadoa retribuir. Esta sencilla política de recipro- relación polifacética de competencia, depredación,
cidad es una respuesta cultural a una fluctuación del parasitismo y simbiosis. A pesar de todo su agroe-
medio. La sociedad humana como sistema posee cosistema tiene una extraordinaria longevidad: son
cierta capacidad y margen de anticipición ante los capaces de mantenerse en un estado de equili-
cambios energéticos en el entorno (Waddel 1975, brio con su medio durante milenios y la pregunta es
resumido por Martínez 1978). cómo lo consiguen. Según Rappaport, el mecanismo
La cultura, parafraseando la famosa definición de responsable de mantener las variables dentro de SUS
Tylor, es u n medio de transmisión de la información límites es el ritual kaiko. Dicho ritual regula ciclos
por vías no genéticas. ia especificidad de la cultura, relativamente largos, de 20 años y más, cumpliendo
constituida por “creencias, convencionalismos, co- con las siguientes funciones: (a)exhibe el estadodel
nocimientos, técnicas y artefactos dependientes de sistema, esto es, la población humana en relación
la invención y uso de símbolos”, radica en que “por con l a animal y lavegetal, el rendimientodel trabajo,
medio de los símbolos su alcance se libera de lo el número de aliados y enemigos, el territorio dispo-
inmediato y presente, ya que por medio de ellos nible y otras variables cuantitativas; (b) articula el
puede acumularse y transmitirse una enorme a n t i - subsistema local con el regional y (c) traduce la
dad de información” (Rappaport 1975:264). información cualitativa en información cuantitativa
El modelo cibernético de Rappaport trata de so- (1 97564). Para tomar cualquier decisión importan-
lucionar la siguiente dificultad: cómo es p m M e te, una gran cantidad de datos tiene que ser reducida
manejar sisiemas ecológ¿cos de los que depende el a un 6if(sí o no). El ritual, reforzado por la autoridad
hombre, cuando son de una complejidud y suiilezu de la creencia compartida, trasmite señales inequí-
tales que rebusun lu comprensión. Las divergencias vocas. Además, se trata de un proceso de toma de

XZ
.. I .

MANDO DE LAINFORMACI~NEN ECOSISTEMAS

decisiones bastante democrático: todo el mundo tie- fuerza de u n nuevo flujo energético -el de la cafe-
ne acceso a la información, sólo hay que conocer el ticultura, estimulada por el mercado capitalista in-
código y participar en la vida ritual del grupo. ternacional-, debido a lo cual han ocurrido proce-
La tesis central puede resumirse así: los intercam- sos de reorganización del sistema, pero a un costo
bios en el complejo ecológico-social son regulados humano muy alto.
por el ritual a m o si éste fuera un homeostato. Es fácil aplicar el modelo cibernético en la ver-
sión propuesta a sistemas sociales “de baja energía”,
Toda la operación del cicloes cibernética, eii respuesta esto es, a los que funcionan con recursos renovables
a las seíiales del ecosistema(...) se emprenden acciones y se encuentran relativamente aislados. La entropía
rituales concernientes a lo sobrenatural(...) pero esías que producen estos sistemas en particular no pare-
acciones tienen efectos correctivos sobre el ecosiste- ce teiier importancia teórica ni práctica. Por otra
ma (1975286). parte, hay sistemas que, aun utilizando recursos
renovables, resultan tan complejos o siguen líneas
El cúmulo de funciones de este mecanismo es evolutivas tan intrincadas, que hacen imposible la
impresionante: ayuda a evitar la degradación del identificación de mecanismos de autorregulación.
medio, ajusta la relación hombre-tierra, limita y Pongamos como ejemplo cualquier ecosistema com-
regula incursiones intergrupales, facilita el inter- plejo. ¿Quién manda en la selva? ¿Tiene el ecosis-
cambio, redistribuye los recursos naturales y nivela tema un modelo de funcionamiento? Habría dos
las diferencias que amenazan la estructura igualita- posibilidades de respuesta: suponer que el procesa-
ria del grupo. Estas funciones de regulación pueden miento de la información y sus retroalimentaciones
atribuirse a la cultura en general, la cual, según una representan una característica ubicua del sistema,
definición de Geertz, es o que la convergencia de estados ordenados no es
más que el resulbido estadístico de comportamien-
(...) una sene de mecanismos de control -planes, tos individuales. Martínez (1978) observa que en
recetas, fórmulas, reglas, insinmiones (lo que los ambos casos se puede ofrecer una descripción del
ingenieros en computación iiainan “programas”)- sistema utilizando la teoría de la información, pero
que gobiernan la conducta (198750). esto no garantiza resultados interesantes.
Sin embargo, el verdadero problema con el que
Rappaport estimuló con sus ideas muchos tra- topan los marcos teóricos derivados del funcionalis-
bajos de campo. Como ejemplo se puede citar el mo es el de la conceptualización del cambio. Para la
de Greenberg (1987), realizado entre los chatinos de teoría de sistemas el cambio no es solamente un
Oaxaca. El autor llega a la conclusión de que los ajuste cíclico a la manera de u n “eterno retorno”.
mecanismos tradicionales de regulación no resisten Tanto el sistema como el medio pueden activar, en
por mucho tiempo el impacto del mercado moderno. determinadas circunstancias, mecanismos de retroa-
En el caso de los chatinos, hablando en terminos limentación positiw, es decir, inducir cambios que
figurativos, los circuitos de control no resistieron la exigen compensaciones en otros elementos del sis-

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tema, hasta el punto de modificar la estructura. AI
aplicar el enfoque sistémico a la evolución social de
la humanidad, Flannery (1975) da algunos ejemplos
sencillos de retroalimentación positiva. Sin embar-
go, la verdad es que estos cambios no fueron
abordados por los primeros partidarios del enfo-
que sistémico con el mismo entusiasmo que los de
naturaleza cíclica. L i i segunda generación de analis-
tas sistérnicos hace de los cambios creativos su
objeto de estudio (Adams 1988361). Incluso, parece
que está naciendo una “ciencia nueva” con el nom-
hre de sinergéticu, cuyo objeto de estudio son Ius
sistemas de auto-organización (Haken 1986).
Rappaport (1979) recoge las críticas que se le
hicieron y se afianza en su posición original. Está hiúticas por unidad de flujo” (Odum 1972); es decir,
convencido de que la elaboración de mitos y creen- el estado estacionario de crecimiento cero con la
cias, a la cual tanto tiempo dedica la humanidad, es máxima biodiversidad. Eso se traduce en la propues-
un asunto de sobrevivencia. Estas creencias envuel- ta de Iii “alta civilización” c o n todas sus ventajas,
ven a la naturaleza en los velos de lo sagrado y así pero que esté operando con bajos costos energéticos.
la protegen de una depredación peligrosa. Como L í i pregunta es si se pueden equiparar sin precau-
tales, constituyen una codificación funcional de ciones procesos evolutivos de escalas de tiempo tan
la realidad; esto no se puede afirmar, sin m i s , de la diferentes: el largo proceso evolutivo de los ecosiste-
ciencia moderna. Rappaport no tiene la menor mas y la corta presencia del hombre en la biosfera.
duda en calificar algunos resultados tecnológicos de El problema es que entre los objetivos humanos y
la ciencia y de la industria moderna que la emplea, los de la naturaleza hay una diferencia irreductible:
corno manifeshciones patológicas de la evoluci(jn.
Ni el incremento de la energía per cupilu, corno lu (...) la estrategia de la protección máxima - e s t o es,
propuso White, n i el de la organización o compleji- lraiar de obtener el apoyo iiiáxiiiio de estructuras com-
dad aseguran por sí solos la sobrevivenciti. Esto es plejas de biotnasa, que caracteriza el desanolb ecoló-
indudable. Eis posible que la antropología ecológica gico- entra a iiieiiudu eii coiiílicto c o n el objetivo
o la ecología en general puedan aportar criterios para Iiuiiiiiiio de In produccióii máxima --tratar de obtener
esta discusión. el iiisyor rendiniieiito posible a corto plazo (Odum
Los ecologistas proponen a los problemas de Iíi 1Y72: 796).
humanidad la misma solución que encontró la natu-
raleza para los ecosistemas : “un miximo de bioma- Este autor, al igual que los clásicos de la antropo-
sa o alto contenido inforniativo y de funciones sirn- logía ecológica, cree que es posible un sistema de

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MANEJO DE LA INFORMACI~NEN ECOSISTEMAS

compromiso entre el hombre y la biosfera. Los pri- cifin. Como Rappaport en la protección de lo sagra-
meros trabajos en antropología ecológica reafirma- do, así los odum parecen creer en la magia de la
ron esta creencia en la posibiliúad de compromiso educación. Su libro Hombre y naiuraleza ( 1 9 9 ) es
al ofrecer descripciones de sistemas genuinamente un excelente manual de ecología en el nivel de la
adaptativos, que son los que “mantienen la estructu- educación media. L a cantidad de información que
ra prexistente del ecosistema natural sobre la cual se puede manejar la conciencia humana es relativa- .
proyectan” (Geertz 1963). mente pequeña, de ahí la tendencia a recurrir al
El argumento se resume a esto: los recursos mun- pensamiento mágico,religioso en el buen sentido de
diales no renovables están disminuyendo. Actual- esa palabra. La magia ha sfdo definida como “la
mente ninguna fuente produce suficiente energía expresión institucionalizada del optimismo humano,
neta como para comenzar un nuevo crecimiento. Si de las esperanzas creativas que se sobreponen a
estas apreciaciones son erróneas y se encuentra una la duda y al pesimismo” (Malinowksi 1974). Al-
nueva fuente de energía barata (por ejemplo, la guien ha dicho que la esperanza es la forma más sutil
fusión a temperatura ambiente), esto sólo permitiría de IÍI energía.
una nueva explosión demográfica y todas las ame- Sin embargo; podemos preguntar seriamente si
nazas al medio natural ya conocidas aumentarían el estado estable es atractivo para la humanidad. Los
proporcionalmente. Hay que entenderde una vez por estudios antropolfigicos demuestran que las únicas
todas que el problema que enfrenta la expansión de sociedades humanas que vivían en un estado cuasi
la civilización noson las fuentes, sino los sumideros estíihle fluctuante eran los cazadores recolectores de
de energía degradada. la Edad de Piedra, los de la “prístina sociedad opu-
lenta” (Sahlins 1977). Por lo que sabemos de la
(...) se han propuesto distintas políticas pan poder evolución no es posible el regreso a etapas tan tem-
aumentar la energía y continuar así creciendo; estas pranas. El cambio de sociedades modernas por otras
políticas son incorrectas. Dcheinos acepiar la disini- “más simples” exigiría pagar el precio de la irre-
nución de energía y hacer plaiies en fuiicióii de esto. versibilidad, lo cual representa gastos energéticos
Las necesidades más urgentes, taiito eii el iiivel iiacio- increíblemente altos, mucho mayores de los que
ual como internacioiial, son las de crear uiia traiisicibii exige la expansión. Existen todavía en la actualidad
ordenada hacia un estado de ineiior energía seguido de algunos ejemplos de “adaptación genuina”, sufi-
un estado estacionario (Oduin y Oduin 1981). ciente como para estudiarlos si es que nos interesan
el equilibrio y el estado estable. El verdadero pro-
blema es el del resto de las sociedades, embargadas
En este esquema como en los informes del Club todas ellas en la loca carrera del armamentismo y el
de Roma, el poder social parece depender de una consumismo. La cuestión es cómo ajustar la demo-
“voluntad política”. Por inmadurez o por falta de grafía a la capacidad de sustentación de una agricul-
información la humanidad está errando el camino. tura oryinica y las aspiraciones de la gente a las
Para despertar la conciencia es importante la educa- posibilidades reales del mundo en el que vive.

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Quizá el destino del hoinbre sea teiier una corta pero conocidas. Paradójicamente, el acoplamiento huma-
ferol, excitante y extravagante vida, eii vez de una no con los sistemas artificiales podría representar un
existencia larga, vegetativa y sin sobresaltos (Geor- camino hacia la “descentralización”, pero“quizá sea
geücu-Roegeii 1977:35). demasiado pedir al hombre, si quiere sobrevivir,
que deje de ser humano” (Adams 1983:339).
Otro economista (Keynes) lo dijo así: “a largo La teoría de los sistemas disipativos puede pro-
plazo todos estaremos muertos”. porcionar cierta claridad conceptual en esta discu-
Otra buena pregunta (Adams 1983:223) es si los sión. En primer lugar, en el a s o de sistemas com-
sistemas antropodntricos maduros son viables. Es- plejos o conjuntos de sistemas heterogéneos, ia
tamob tan acostumbrados a oír que el hombre es el hipdtesis del equilibrio resulta pobre (Adams 1988:
amo del universo, que la pregunta parece una imper- 27). Cuando un sistema alcanza la fase clímax, la de
tinencia. En la naturaleza no hay ningún ejemplo de mínima producción de entropía, su estado de estabi-
un ecosistema maduro controlado por una sola espe- lidad o virtud es más bien el resultado de su incapa-
cie. Los ecólogos suelen ver en la “utopía del clí- cidad de encontrar nuevas fuentes energéticas. Los
max” la salvación y su argumento parte de la idea de sistemas pueden mantenerse lejos del equilibrio ter-
que la unidad de sobrevivencia no es la especie, sino modinámico y hasta desafiar -por lo menos durante
la biosfera. L o s seres vivos evolucionan hacia la algún tiempo- la segunda ley, acoplándose con
estahilidad mediante procesos simbióticos. La cen- otras formas energéticas, esto es, transfiriendo la
tralización de la toma de decisiones que realiza la entropía a otros sistemas. Complicarse o morir, ésa
sociedad humana es ciertamente una novedad en es la consigna.
e l marco de la evolución de la biosfera terrestre. En las ciencias exactas, la estabilidad es un fenó-
La tendencia que se perfila es la dependencia de la meno local‘y temporal, no una tendencia universal
humanidad respecto de las máquinas y b u subordi- como la postuló Aristóteles. En las ciencias sociales,
nación a las mismas. El desarrollo tecnológico ha influenciadas todavía por la física del equilibrio, el
modificado los códigos informáticos de l a suciedad concepto tiene tantas connotaciones ideológicas que
a tal punto que nos plantea la necesidad de redefinir su uso se vuelve problemático incluso en su forma
la unidad evolutiva. Ni el hombre n i los grupos de entelequia. Couldner (citado por Hewitt 1988:
sociales en sí mismos son unidades de sohrevi- 122) resume el problema así: el funcionalismo tie-
vencia, puesto que no cuentan c o n información su- ne por premisa el principio de reciprocidad, según
ficiente pra manejarse en el mundo “posmoderno”: el cual toda acci6n entre individuos o grupos consis-
hay que incluir en el análisis a la tecnología que, a te en u n intercambio de bienes y servicios igual-
partir de la revolución de la informitica, adquirió mente apreciados. La persistencia misma del sistema
su propia dinámica evolutiva. La tecnología parece se considera como prueba de la existencia de una
obra enteramente humana, pero de hecho represenhi reciprocidad básicamente equilibrada. Según esto,
una nueva etapa evolutiva y las restricciones ener- la explotición es, por definición, imposible. En cam-
géttcas “reales” en las que se desenvuelve, s»n de\- hio, el marxismo supone que una reciprocidad en

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MANDO DE LA INFORMACI~NEN ECOSISTEMAS

extremo desequilibrada podría mantenerse durante y la auto-organización de sistemas en unidades de


largos periodos mediante el recurso a la violencia. sobrevivencia más complejas se da como respuesta
Desde l a perspectiva de la dinámica del no equi- al problema de la entropía. La disipación de la ener-
librio, sin embargo, resulta claro que el problema gía - q u e caracteriza a los sistemas abiertos- tiene
debe plantearse en otros thninos. Ya no es posible un efecto contradictorio sobre la evolución: los flu-
la construcción de esquemas generales y totalizado- jos energéticos transportan información, de manera
res, basados en leyes eternas. La certidumbre de un que no todo está perdido para siempre. La investiga-
mundo que sigue reglas inmutables, como la del c i h realizada para validar el modelo trata de deter-
progreso inevitable, parece haber desaparecido para minar los pntrones que sigue l a información.
siempre. Para Prigogine, quien desarrolla estas ideas Los códigos informáticos pueden asumir formas
en las ciencias “duras”, la asimetría, inestabilidad, muy variadas, tales como los genes, los ecosiste-
irreversibilidad y otros mecanismos generadores del mas, los individuos o las instituciones sociales. Estos
orden en la trama del caos, son conceptos que se patrones se producen por selección: nunca es posible
pueden extender a las ciencias sociales. Los sistemas recuperar toda la información que acompaña a las
disipativos tienen en común ciertas características transformaciones energéticas. La información codi-
en su trayectoria. LImás importante es ésta: el costo fica la experiencia del pasado no como un reflejo fiel
del mantenimiento del sistema aumenta niás riípida- de I;i realidiid, sino en el sentido de que recupera una
mente que la totalidad de la energía procesada, I0 estructura eficaz: el orden en el que se relacionan las
cual conduce a l sistema hacia u n estado f1uctu;inte partes del sistema (la mente del sistema, en la termi-
de “mínima producción de entropía compatihle con nología de Biiteson, 1972). Desde esta perspectiva,
las ligaduras impuestas por el entorno” (teorem;i de I;i evoliiciíin se concibe como interacción entre u n i -
entropía mínima de Prigogine). Por su pirte, 10s diides de diferente complejidad estructural, y n o
ecólogos descubrieron esta regularidad ;iI estudiar la como unit teiidencia universal iil equilibrio, ni mu-
sucesión y el estado estable, que se dio en llamar cho menos como el dominio progresivo de un siste-
también “equilibrio dinámico”. Si bien este estado m;i particular, la humanidad, sobre l a naturaleza.
puede concebirse como un ideal, la mayor parte del En I;i teoría de los sistemas disipativos, la infor-
tiempo los sistemas están sometidos a una dinámica mación es el impacto que tiene una forma energética
de fluctuaciones y tienen que luchar por sobrevivir sobre otra. Resulta frecuente que, en la naturaleza,
fuera del equilibrio. L a propuesta metodológica una forma energética sirva como mecanismo regu-
de Adams (1988), relacionada con el teorema, puede lador (trigger rnechunisrn) de otra forma energética
entenderse así: el análisis de los sistemas sociales (Adzims 1988), formándose ensambles de sistemas
debe tomar en cuenta que el cociente producciódman- heterogéneos. Así por ejemplo, la miniaturización
tenimiento es el indicador clave del estado del siste- de los procesos de regulación en forma de genes
ma. Para cada etapa de sucesión existe una deter- o de neuronas, permite que el costo energético de su
minada proporción entre la producción total y l a operación sea insignificante en relación c o n la can-
energía destinada a la regulación. La reproducción tidad de energía que liberan o inhiben.

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Una pequeña chispa enciende un bosque inmeilso, una falseables, entonces la crítica de la omnipotencia del
sola plabrn mueve al muodo a la guerra, un pequeño pensamiento es justa y no se necesitan m i s comen-
escrúpuio hace de OOSO~IUS filósofos o idiotas. (Msx- tarios. Ya no es posible mantener la ilusión raciona-
well, citado de memoria) lista de obtener y manejar información completa
sobre cualquier suceso; en cuanto al pasado, s610
Estas observaciones tienen importancia para puede pretenderse hacer una “arqueología del sa-
la definicióndel concepto de cultura. A d a m (1987) ber”. En esto reside la importancia teórica y práctica
desarrolla la idea de que los mismos procesos meta- de las leyes de la entropía.
bólicos que se sirvieron como ordenadores tan com- No todas las estructuras, apunta Adams (1988),
plejos como los genes, prepararon el escenario para toman o entregan energía e información c o n la mis-
la evolución de formas energéticas más complejas ma facilidad. La interacción entre ellas se rige por
en el sentido de que integraron elementos físicos, una asimetría básica expresada en el principio de
seres vivos y la inteligencia humana c o n sus produc- Lotka, según el cual la selección promueve justa-
l nuevo escenario corresponde, en este caso, a
tos. E mente al sistema que logra captar y transformar
un ambiente benigno para el ensamblaje de formus mayor cantidad de flujos energéticos. Margalef
energéticas heterogéneas: la cultura. (1980) adapta el mismo principio a los procesos
En un principio, la pareja epistemológic mate- informáticos para decir que la selección natural fa-
ria/información parecía reafirmar el dilema natu- vorece al mejor informado: en la interacción &
ra/cultura compartido por muchas escuelas antro- sistemas de diferente complejidad, el más organiza-
pológicas. Pero la cultura, capacidad humana de do tiene ventaja (en el caso de una confrontación de
procurar información y de reorganizar el mundo, la que dependa la sobrevivencia). No se debe pensar
no tiene por qué concebirse como algo incorpóreo exclusivamente en competencia y aniquiiacibn: tra-
espiritual: tándose de intercambio de informaci6n, todo es
cuestión de grado. El sistema más simple, el que
(...)en su forma más extema( ...) la pmposicióii de que cede más fácilmente la energía y la información,
la cultura es simplemente un mecanismo para proce- puede quedar subsumido, subordinado, asimilado,
sar energía y materiales es manifiestamente ridlcula etc., y aquí cabe todo aquello que abarca la categoría
(Ellen 1982 117). de la especialización (Haken 19%). Así surgen las
lerarquías y la “estabilidad estratificada”. Este prin-
La forma extrema significa aquí precisamente cipio general de convivencia o simbiosis, dice Mar-
esto: la concepción de la cultura como una especie galef (1980), es conocido como el principio de San
de entidad ideal diferente de los flujos de materia y Mateo, en honor de un cobrador de impuestos quien
energía a los que “gobierna”. Es la convicción de lo formuló así: al que más tiene, más se le dará.
que las ideas mueven al mundo y de que es posible En ciencias sociales hay muchas y muy elabora-
un conocimiento perfecto de los fenómenos. Si la das variaciones sobre el tema; por citar sólo dos
ciencia consiste en la formulación de proposiciones ejemplos, piénsese en la teoría de la dependencia y

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MANWO DE LA INFORMACI~N
EN ECOSISTEMAS

en la acumulación del capital. Sería interesante Respecto de los problemas morales e ideológicos
comparar todas las versiones del principio de San que plantea la ecología humana, hay que tomar en
Mateo para definir sus semejanzas y diferencias, así cuenta lo siguiente. Cuantas más transformaciones
como para determinar las circunstancias en las que energéticas ocurran en el sistema, tantas más deci-
puede ser invertido o neutralizado. Lo que por ahora siones habrá que tomar. La capacidad humana de
interesa es ilustrar cómo procede el pensamiento por disociar en el tiempo y el espacio la toma de deci-
analogía, que es la base de todo procesamiento de siones respecto de los controles da lugar a la elabo-
información por medios humanos. Me refiero a las ración de sistemas políticos increíblemente com-
formulaciones binarias del pensamiento, esto es, a plejos y barrocos. Estos sistemas y sus ideologías
la capacidad de identificar las cosas como similares correspondientes, sean de derecha o de izquierda,
y diferentes a la vez. Toda ambigüedad tiene que llevan a la humanidad por el mismo derrotero: el de
ordenarse, es decir, descomponerse en términos de la conversión a escala industrial de los recursos, con
semejanzas y diferencias, y volver a colocarse en todos los problemas para el medio que esto acarrea.
una jerarquía de valores para adquirir sentido (Bate- Pero, según apunta Adams, éste es precisamente
son 1989). De ahí que para los humanos cualquier el papel de las ideologías: prestar servicio a la
problema ecológico se convierta en un problema expansión, dividir en bloques al mundo complejo y
ético y político: éste es el contexto específico y mantener viva la esperanza.
significativo que proporciona la cultura para dirimir La pregunta que se plantea desde el enfoque ener-
cuestiones de sobrevivencia. gético en torno al procedimiento de la información
es, en el fondo, la pregunta por un modelo ecológico
de desarrollo. Mucho se habla de que ya es tiem-
po de sustituir la economía por la ecología y el
crecimiento sostenido por el “sustentable”; sin em-
bargo, es difícil concebir una economia de estado
estable o una “economía budista” que cea practica-
ble en u n mundo en crisis. El modelo energético
aplicado a los fenómenos sociales explica muy bien
por qué la economía sólo funciona al servicio de
sistemas en expiinsión y por qué el crecimiento y el
desarrollo son vistos como la única solución. Las
sociedades humanas pretenden hallar la ventaja
lotkiana para solucionar sus problemas de sobrevi-
vencia. La humanidad siempre se las arregló para
evitar los estados de equilibrio practicando la huida
hacia adelante. La evolución social se desencade-
na sólo con el incremento del flujo energético, pero

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en nuestro mundo ya es difícil concebir mayor ex- estudia sistemas internamente tlexibles, de fronteras
pansión en cuanto al consumo de energía se refiere. discontinuas, que sólo pueden perpetuarse como
Como ya se ha dicho, el problema no reside en el sistemas fuera de equilibrio y cuya evolucidn no
descubrimiento y explotación de nuevas fuentes, es del todo predecible porque, entre otras cosas,
sino en el sumidero de la energía degradada. Este depende de una gran variedad de códigos. La cultura
hecho tiene que tomarse muy en cuenta a la hora de no sigue linealmente las determinaciones de natura,
concebir cualquier utopía. ni -por otra parte- puede reprogramar enteramen-
En sentido estricto, las sociedades humanas no te los procesos físicos en su propio beneficio. Noes
son estructuras disipitivas, ni ecosistemas, ni orga- posible que una teoría de sistemas abiertos diga la
nismos. hi teoría de los sistemas disipativos repre- última palabra sobre la evolución, ni que pretenda
senta un esfuerzo por construir un modelo de lo ofrecer una solución general para todos los proble-
realidad sociul, y no hay que confundir al mode- mas sociales. El estudio de las “fórmulas de éxito en
lo con la realidad misma. De acuerdocon este modelo, lit naturaleza” no garantiza un punto de vista supe-
Ids sociedades humanas son arreglos específicos rior u objetivo, debido a que cualquier concepto de
de formas energéticas, es decir, una combinación de naturaleza que empleemos será una creación cultu-
energía humana con energía no-humana. El proce- ral. El recuento de las reglas ecológicas del juego no
samiento de información que realiza. la cultura noes proporciona por s í mismo un modelo de desarrolb
el mismo que hacen los genes, ni las neuronas, ni las sostenido, sustentable ni global. Para concebir un
máquinas. En algún nivel abstracto, todiis las inte- modelo de estas características, los términos del
racciones son energéticas. “La naturdeza no tiene lenguaje sist6mico resultan insuficientes. El mismo
costuras”, dice Georgescu-Roegen (1976). Sin em- enfoque reconoce las propiedades emergentes de los
bargo, aunque optemos por el monismo, hay que sistemas, aquellas que definen cada nuevo nivel de
reconocer que no todos los sucesos pueden explicm- integrticiún. La cultura es un nivel de integración
se en términos energéticos (Adams 1983:307). SI de sistemas disipativos humanos y no humanos; un
fuera de otro modo, las ciencias sociales y las hum+ nivel en el que abundan los dispositivos reguladores
nidades, que abordan muy diversos objetos de estu- que flotan libremente (freeJEoalUig irigger mecha-
dio, no tendrían razón de ser como disciplinas autó- nisms):en ella pueden coexistir descripciones realis-
nomas. tas de la naturaleza con mundos imaginarios.
La contribución de la antropología al estudio de El enfoque sistémico, combinado con la termodi-
los procesos energ6ticos e informáticos puede ser námica de los procesos irreversibles, ayuda a plan-
interesante no porque examine situaciones simples te<irciertos problemas con precisión y, cuando rne-
de grupos primitivos, sino porque agrega uii nuevo nos, permite evitar fantasías tales como la de la “alta
corolario al estudio de los sistemas auto-organizati- civilización a bajo costo”, la tendencia universal al
vos: ayuda a comprender en qué medida los modelos equilibrio y el antropocentrismo en el manejo de los
culturales influyen en la realidad y cómo se acoplan ecosktemas. La idea de que la humanidad es capaz
entre s í los sistemas complejos. La antropología de dominar al mundo, y de que debe hacerlo, es

‘>O
MANEJO DE LA INFOKMACI~NEN ECOSISTEMAS

todavía tan fuerte que sigue orientando la “conquista las coiilribuciones del hombre a su conformación, es
de la naturaleza”. La civilización de la máquina se utisistema iiatural cuyas dimensiones mayores están
relaciona con la naturaleza sobre la base de la simple deteriiiiiiadas por leyes y factores que escapan a su
destreza tecnológica y de la codicia. El mismo cre- coutrol (Adams 1978:20).
cimiento exponencial de la tecnología proporciona
una ilusión infantil de omnipotencia, aunque se En la expaiisióii de sistemas energéticos, los procesos
trate más bien, en realidad, de un acelerado proceso iiifoniiiíticos(...) representan uua dinámica de auto-or-
de deshumanización. L o s economistas dicen “Come gaiiimcióii que es a la vez maravillosa y terrible;
what may, we shallfind u way” (Georgescu-Roegen iiiaravillosa por sus realizaciones excepcionales, y
1976), pero la situación entrópica de la humanidad terrible porque su organización está más allá de un
no es nada sencilla: coiiirol coiisisieiite de cualquier proceso humano o
rcoldgico conocido (Adaiiis 1988:76).
(...) aunque el hombre retmaliinente sus descos al
mundo que va couforinando, este inundo, iucluyeiido

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