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Comentarios sobre los criterios de un sistema mental

según Gregory Bateson

Introducción
Este apartado se propone resumir algunas ideas sobre el contexto de construcción y
propuesta de este modelo mental con algunos comentarios sobre los criterios que se
consideran en Comunicación. Un paradigma de la mente de Martin Wainstein (2997/2006).

Gregory Bateson fue un antropólogo inglés que pasó toda su vida estudiando
“comunicación” en diversos sistemas animales y en diversos sistemas de agrupación
humana. En 1948 y durante unos años participa de las Conferencias Macy promovidas por
la fundación homónima donde toma contacto con los pensadores más brillantes en
diferentes ciencias que, inclusive, marcaron el nacimiento de las ciencias más actuales como
la cibernética, la información y los sistemas e impactaron en todo el conocimiento que se
tenía hasta el momento sobre el ser humano.

El puente que construirá Bateson permitirá observar los fenómenos de la realidad, y en


especial, la conducta humana, que es el tema que nos reúne a todas y todos en esta carrera;
con una nueva lente donde se observarán conexiones entre diferentes organizaciones
complejas; desde micropartículas hasta culturas y países (Bateson, 1972; Bateson, 1979).

Desarrollo
El gran logro, si se quiere, “artístico” del autor, es haber propuesto una manera totalmente
distinta a la de su época de pensar qué es una mente y cómo funciona. Se dice “artístico”
en sentido metafórico, porque en los criterios para los cuales concibe qué es una mente
incluye de manera armoniosa las teorías que se estuvieron desarrollando hasta el momento
haciéndolas interactuar en todas sus complejidades a la manera de una “selección natural
de las ideas” o de generar verdaderas transdisciplinas (Bateson, 1979). El modelo es
publicado en la obra Espíritu y naturaleza de 1979, en las postrimerías de su vida, y refleja
con una amplia calidad de integración los resultados de su observación a lo largo de más de
cincuenta años de trabajo y de la capacidad metateórica a la que llevaron sus reflexiones.
Si fuera requerido, una manera sencilla y simplificada de acercarse a esto es el documental

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publicado por su hija Nora, “An ecology of mind” del año 2012 que se puede ver de manera
gratuita en una de las plataformas más populares de publicación de videos.

En este sentido, se comentan los criterios para facilitar la articulación con las teorías.

Primer criterio. “Una mente es un agregado de partes o componentes interactuantes”


(Wainstein, 1997/2006, p. 153). En este criterio integra la teoría general de los sistemas con
todas las propiedades. Por lo tanto define a la mente como un sistema.

Segundo criterio. “La interacción de las partes de la mente es desencadenada por la


diferencia, y la diferencia es un fenómeno no sustancial, no localizado en el espacio o el
tiempo; la diferencia se relaciona con la negentropía y la entropía, no con la energía” (p.
155). Integra la teoría de la información. En la explicación de ése criterio, el autor Wainstein
incluirá la importancia de la teoría del observador, o la inclusión del observador en el
sistema que observa; salto epistemológico que quiebra el paradigma de la ciencia positiva
y da origen al pensamiento complejo. La importancia que reviste este salto para el tema
que se desarrolla es entender, y ustedes deberán comprender para poder resolver con
eficacia el entendimiento de qué es una mente; que los sistemas mentales son
construcciones que realizan los observadores, sean estos un individuo, un auditorio de clase
o una sociedad. Es una abstracción conceptual. Entonces, la mente no existe como
fenómeno observable, sino como emergente interaccional de la observación que realiza un
observador que se encuentra en el proceso de interacción con la imposibilidad de “verlo”
desde afuera.

El tercer criterio versa “el proceso mental requiere energía colateral” (p. 162). Si bien el
concepto de energía fue reemplazado por el concepto de información con la segunda ley
de la termodinámica, nunca fue abandonado por el antropólogo porque sin energía los
organismos vivientes no pueden existir. Piénsese usted mismo como un “observador” de
un proceso mental. Para poder hacer esa construcción usted debería haber incorporado
energía a partir del consumo de glucosa. De lo contrario se llevaría a cabo un proceso de
desorganización máxima (entropía) hasta producir su deceso. Pasaría a formar parte de la
materia orgánica que alimenta los organismos del suelo, que lo convierten en materia
inorgánica que luego será aprovechada, si tiene suerte, por las raíces de los árboles para ser
reciclado en forma de alimento para estos en combinación con otros factores que derivan
de la fotosíntesis, y como consecuencia se produce la clorofila que alimenta el árbol. En
resumidas cuentas, sin energía, ni la vida ni un sistema mental funcionan.

El cuarto criterio postula que “el proceso mental requiere cadenas circulares (o más
complejas aún) de determinación” (p.163). Aquí, Bateson integra la teoría cibernética al

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hablar de la estructura de causalidad que gobierna la “máquina” que está “creando”. Con
esto también integra la conceptualización acerca de los tipos de cambio diferenciales
conceptualizados entre las décadas de 1950 y 1970 del siglo pasado. Para más información
se puede el lector remitir a Watzlawick (1976). 0

El quinto criterio dice que “en todo proceso mental, los efectos de la diferencia deben
considerarse como transformas (o sea como versiones codificadas de sucesos que los
precedieron). Las reglas que rigen tal transformación deben ser comparativamente estables
(o sea, más estables que el contenido), pero en sí mismas están sujetas a transformación”
(p. 163). Remite por un lado a una característica de la información y a su vez al sexto criterio
que postulará. Respecto de lo primero, el ejemplo que encontrarán en el libro, que es muy
ilustrativo, explica que para producir una sinapsis entre neuronas (forma de comunicación
digital tipo “si/no” o “abierto/cerrado”); la célula requiere el intercambio de minerales
(forma analógica) a través de las bombas de sodio-potasio para producir el llamado
potencial sináptico. Ambas formas, la de los minerales y la eléctrica sináptica, son
diferencias que generan diferencias (información) en diferentes formas. De allí la palabra
“transforma”. De “transformación”. De diferente forma.

Y respecto del sexto criterio que se anticipaba antes, refiere “la descripción y clasificación
de estos procesos de transformación revelan una jerarquía de tipos lógicos inmanentes en
el fenómeno” (p. 169). Aquí Bateson aplica la teoría de los tipos lógicos de Bertrand Russell,
filósofo inglés, quien en sus Principia Matemática construye una teoría sobre las
clasificaciones categoriales que le lleva a conceptualizar y formalizar la noción de paradoja.
En la misma, una categoría no puede ser elemento y miembro de sí misma al mismo tiempo.
Por ejemplo. Uno puede imaginar una ciudad. En la ciudad se construye un cine. Luego se
construyen cien cines. Después surge la app del “cine 1” para obtener entradas en forma
remota. Y así la del “cine 2” y “cine 3”… Hasta el “cine 100”. Y luego, el conocimiento sobre
programación le permitirá a un programador crear al app que permita sacar entradas de
cine en cualquiera de las cien salas de la ciudad encontrando el mejor lugar. Y a su vez esa
app podría ser mejorada por una app mundial que permita sacar entradas en cualquier cine
del planeta. Llega un momento en que la clasificación categorial se vuelve imposible de
realizar, es allí a donde se crea la paradoja lógica. En los sistemas comunicacionales del tipo
sistemas consultantes, las paradojas están a la orden del día por ejemplo cuando tomamos
una palabra que pertenece a diferentes campos semánticos organizados. Como cuando
decimos “estrella” por el cuerpo celeste y “estrella” por figura importante del cine o de la
farándula local. A los y las profesionales de la astronomía probablemente les interesen las
dos. La palabra es la misma. “Alumno” no puede definir “conjunto de alumnos”. En todo

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caso “aula” contendrá al “conjunto de los alumnos” más el o la profesor o profesora. Lo
mismo, no hay nada que uno o dos adultos, un niño y dos niñas diga que se trata de una
familia. “Familia” será considerada a partir de las relaciones entre ellos. Si en esas
interacciones, el miembro adulto realiza acciones como las de alimentar, vestir, proteger,
dar afecto a al niño y a las niñas; se podrá decir que allí emerge una “familia”. Entonces,
este último criterio da cuenta de la organización en mayores niveles de complejidad de las
interacciones entre elementos.

Todos estos criterios deben cumplir un sistema para considerarlo mental.

Resumen final
En este apunte se trabajaron algunos comentarios y ejemplos extra para comprender y
acceder mejor al conocimiento de qué es una mente para Bateson y para la materia que
están cursando. Luego, será importante ver cómo se aplica esto al estudio de la conducta,
que es lo que nos atañe siendo la carrera que eligieron; sea en una persona, en una pareja,
en una familia u organización.

Se espera que de aquí accedan luego a entender de a poco cómo pensar una situación de
psicoterapia en sus características más realistas y también otros fenómenos que nos rodean
en la vida cotidiana.

Fuentes
 Bateson, G. (1972). Pasos hacia una ecología de la mente. Una aproximación
revolucionaria hacia la autocomprensión del hombre. Carlos Lohlé.
 Bateson, G. (1979) Espíritu y naturaleza. Amorrortu.
 Wainstein, M. (1997/2006). Comunicación. Un paradigma de la mente. JCE
Ediciones.
 Watzlawick, P., Fisch, R. & Weakland, J. (1976). Cambio. Formación y solución de los
problemas humanos. Herder.

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