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Trabajo Convocatoria Ordinaria

DD345- Actitudes y Habilidades para el desempeño de Servicios Psicológicos en el entorno


Socio-Sanitario

Diciembre 2018.

Fundación Universitaria Iberoamericana


Máster en Psicología Clínica y de Salud
Actitudes y Habilidades para el desempeño Servicios Psicológicos en el Entorno
Socio-Sanitario
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1. ¿Cómo abordaría usted el problema al que nos referimos en tanto la asistencia


psicológica incluye (desde la percepción del paciente) inmiscuirse en la individualidad
del cliente de salud, en su personal manera de ser, en la propuesta de que tiene que
cambiar aspectos que por años ha formado parte de su identidad personal?
En cuanto la asistencia psicológica en este caso concreto considero oportuno lo siguiente:
En primer lugar es entender la situación del paciente con la dificultad que está planteando
frente a la necesidad de cambiar su estilo de vida. Esto porque lo que más necesito de mi
paciente es que sea consciente y logre hacer parte de su realidad el cambio nuevo como
parte fundamental de su vida. Puesto que se ha comprobado que los grados de depresión
y de estrés hacen no viable el compromiso del paciente con el compromiso de su nuevo
estilo de vida, mido el grado de depresión y de estrés que esté manejando en este momento.
Es importante que aprenda a identificar los factores psicosociales asociados a la cardiopatía
que ha presentado, teniendo en cuenta que el paciente califica para las características del
Patrón A de conducta, de tal manera que, asimilando los patrones de comportamiento que
había ajustado a su vida consciente o inconscientemente, entienda que debe asumir nuevos
y saludables hábitos de vida a presente y a futuro. Estos pacientes, según los estudios, por
su forma de ser, creen ser insuperables y relativizan su vida misma; desde esa concepción
parecería conveniente terapias de choque que ayuden al paciente a tomar consciencia para
que pueda prolongar su existencia favorablemente. En últimas lo que se debe pretender
aquí es que nuestros pacientes con estas patologías puedan entrenarse en el manejo mismo
de la ansiedad, el estrés y las depresiones que puedan vivir, a través de técnicas psicológicas
que le permitan estar mejor en esos momentos.
Considero oportuno la participación activa y consciente de los familiares: con ellos se
deben descubrir nuevas habilidades de comunicación, cuidado y responsabilidad. Si es una
empresa familiar, por ejemplo, aprender a delegar funciones. Al ismo tiempo que, desde
los otros campos Sanitarios, se continúe el tratamiento recomendado por ellos. Las
siguientes recomendaciones ayudan al trabajo:
1. Uso de comunicación clara y eficaz. Las recomendaciones deberían ser simples y
específicas
2. Organizar citas para valorar adherencia, especialmente en la fase temprana de la práctica
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3. Proporcionar un racionamiento al régimen de tratamiento del paciente, considerando


especialmente aquellas explicaciones que beneficien la comprensión científica del paciente
4. Las sugerencias orales deberían ir seguidas de aclaraciones escritas para reforzar el
mensaje médico
5. Comenzar con micro objetivos para pacientes que son resistentes a modificaciones
conductuales
6. Establecer objetivos y expectativas realistas
7. Involucrar al paciente en la confección de las pautas conductuales en vez de dictaminar
el cambio
8. Sugerir actividades que promuevan sensación de bienestar al paciente
9. Explorar de forma abierta las barreras que impiden la adherencia del paciente (falta de
motivación personal, de tiempo, de soporte familiar, de facilidades o de conocimiento,
miedos, presiones laborales o familiares) y ayudar a pacientes con dificultades para
solucionar problemas
10. Referir a pacientes con falta de soporte social estructural o funcional a programas
Sociales

2. ¿Cómo abordaría usted el dilema de que las resistencias se encuentran bien


argumentadas y cualquier intervención asistencial para corregir los factores
psicológicos de riesgo en el paciente son interpretadas como una invasión a su persona
y un cuestionamiento a su estilo de dirección?
En primer lugar considero oportuno que, tanto las argumentaciones válidas que pueda tener
el paciente como las que le presente desde el ámbito psicológico, apoyadas también desde
la interdisciplinariedad que debe orientar el caso, deben tener total consideración entre las
partes.
Es importante realizar ejercicios primarios de motivación, de tal manera que ayuden al
paciente a lograr el interés, pero sobre todo el compromiso para la adherencia. Creo y estoy
seguro que con objetivos pequeños y concretos se irá logrando prontamente la consciencia
y el compromiso de mi paciente a fin de que vaya sumiendo los cambios en su estilo de
vida con la responsabilidad requerida.
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Ahora bien, es necesario descubrir cuáles son los elementos concretos que llevan a la
resistencia y que están en el fondo de las argumentaciones del paciente que le pesan tanto
que no lo dejan asumir los cambios. Considero que si logro establecer el grado de
resistencia, así mismo sabré cómo ayudar a que se comprometa con la adherencia. En
ciertos casos, estilos de terapias de choque leves ayudan a que aquello que se argumentaba
como principio innegociable, resulte siendo la puerta de entrada a la adherencia del
paciente.

Casos como este son frecuentes en el marco asistencial a cardiópatas. Valore cuáles
podrían ser los argumentos que usted utilizaría para conseguir una adherencia
terapéutica que viabilice la rehabilitación de cardiópatas en situaciones similares.
Con respecto a mis argumentos lo que se sugiere es proveer de oportunidades para que el
paciente pueda “autodirigirse”. Las preguntas auto motivacionales del modelo de la
Entrevista Motivacional (Miller & Rollnick. 2012), se recomiendan altamente para este
tipo de pacientes. Escucha atenta y sin autoritarismos; realizo preguntas abiertas y voy
reflejando las emociones del paciente en sus respuestas, dejo que el paciente vaya
dirigiendo un tiempo considerable a la vez que lo induzco a que introduzca temas con
bastante frecuencia y proponga sus tareas.
En la mayoría de los casos el paciente no es que no quiera cambiar, talvez tiene miedo de
hacerlo o no sabe cómo hacerlo. Lo que yo trataría al máximo con la experiencia y los
recursos que tengo hasta ahora y los que me da el curso es lograr desde el principio que el
paciente entienda qué es lo que se quiere lograr con el tratamiento.

Caso 2
¿Puede el vínculo familiar directo (paterno-filiar) ser un obstáculo al ejercicio
eficiente de la profesión médica?
Dada la objetividad que debe tener el profesional sanitario, su ética, el respeto del escenario
propio de consulta no es conveniente que el profesional médico trate a su paciente padre.
Lo más recomendable sería remitirlo a otro profesional. De hecho el mismo caso plantea
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que la profesional llora al verlo. Definitivamente sí afecta, sí es un obstáculo que se podría


obviar guiando al paciente a otro profesional para su manejo.

Puede ser que el lector no lo considere un impedimento para realizar una extracción
de sangre, pero: ¿Qué decir si la asistencia se refiere a la competencia de una cirugía
con abdomen abierto o la psicoterapia al cliente de salud por problemas de adicciones
a las drogas? ¿Pueden las actitudes profesionales mantener su calidad y carácter en
el ámbito sanitario cuando el cliente de salud tiene un vínculo familiar tan directo?
Reflexione sobre estas cuestiones y valore, si es su decisión, las alternativas de
respuesta; a fin de cuentas, su formación incluye tener respuestas anticipadas a
dilemas potenciales que aparecerán en el desempeño profesional.
Considero que por el bien del paciente-familiar y, a pesar de los criterios que pueda tener
como profesional, teniendo en la cuenta la doctrina que existe sobre ciertos casos, no es
conveniente llevar el tratamiento psicológico con él, incluso ni con amigos muy firmes. Si
bien es cierto existen las habilidades y el desempeño, también lo es el cúmulo de emociones
que se saltan en el momento indicado; supongamos que por la estrecha familiaridad, los
demás familiares quieran saber realidades que no puedo comentar o que se le salieran a
uno en pro de buscar algo mejor para el paciente, entonces mi ética, mis criterios
profesionales los podría exponer y esto no puede suceder en el ámbito profesional. Sí creo
conveniente estar al tanto de la situación tratada por un colega que lleve el caso. Aquí el
manejo de las emociones puede ser más llevadero y no estaría involucrado directamente
con mi familiar paciente. Además por el lado del paciente-familiar habrá más libertad y
confianza al ser tratado por otro profesional y su rehabilitación puede ser de calidad.

Caso 3
Si a usted le aconteciera algo como esto, ¿cree que llegaría a percibir como amenaza
a su labor semejante evento? ¿Por qué?
No considero una amenaza tal comportamiento; debo evitar etiquetar a los pacientes
participantes y, ante una situación tal, buscar la manera de solucionar el conflicto de manera
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personal, dado que el conocimiento grupal y actitudes de los participantes, depende


también de su adherencia al trabajo personal.
Ciertamente en el ejercicio profesional y de trabajo terapéutico existen clientes difíciles
son aquellos cuyas actitudes y comportamientos entorpecen el curso de la terapia. La
pasividad, la indecisión, la falta de cumplimiento, la manipulación, el oposicionismo y las
quejas constantes son algunos de los problemas más frecuentes que presentan.
Siendo esta una posibilidad, el tratamiento con esta persona tendrá en la cuenta qué
situaciones reales está viviendo emocionalmente y conductualmente.
¿Qué explicaciones tentativas procuraría usted de antemano que satisfagan la
comprensión de fenómenos como los que acabamos de mencionar?
Considero que en el trabajo terapéutico, puede suceder que al principio, existan resistencias
de los pacientes, tanto a nivel personal como grupal. La resistencia no necesariamente debe
indicar que el paciente no quiera cambiar.
Pueden identificarse dos tipos de fuentes de resistencia (Beck et al., 1990/1995; Cormier y
Cormier, 1991/1994; Ruiz, 1998; Ruiz y Villalobos, 1994): internas y externas.
Fuentes internas:
- Perseguir otros objetivos distintos de los terapéuticos: descargarse emocionalmente,
buscar una amistad o una relación social, mantener el rol de enfermo en su entorno (con
las ventajas que esto conlleva), buscar atención,, contentar a personas allegadas que
desean que el cliente cambie, buscar la confirmación de que los propios problemas son
incurables y liberarse así de toda responsabilidad, etc.
- Falta de motivación.
- Expectativas negativas de mejora debidas a tratamientos previos sin éxito.
- Expectativas poco realistas de soluciones rápidas y/o de poco esfuerzo personal.
- Falta de credibilidad en el tratamiento o creer que no es necesario hacer terapia.
- Miedo o vergüenza a descubrir a otro la propia intimidad.
- Miedo a perjudicar a otras personas.
- Falta de confianza en el terapeuta, ya sea por las características de este, por miedo a que
se aproveche de las propias debilidades o por haberse sentido traicionado anteriormente
por otros profesionales.
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Fuentes externas (variables ambientales, variables del terapeuta):


- Retirada de reforzamiento social o aplicación de castigos
- Falta de apoyo social para el cambio
- Cambios ambientales como nuevas responsabilidades u obligaciones, problemas
económicos, dificultades en la familia, enfermedad.
- Actuaciones inadecuadas del terapeuta: mala relación con el cliente (falta de empatía,
cordialidad y/o aceptación), selección errónea del problema principal del paciente,
conceptualización inadecuada del problema o imposición de la misma, imposiciones, entre
otras.

¿Qué soluciones inteligentes podrían aplicarse a la situación sin llegar a recurrir a la


aplicación de medidas coercitivas en franco ejercicio de la autoridad que le otorga el
contexto sanitario?
Reforzar verbalmente al cliente por haber venido a terapia e indicarle que esto indica que
se preocupa por sí mismo y que está motivado para solucionar sus problemas.
Explicar al paciente sus roles y los míos clarificando el sentido de la terapia.
Establecer una empatía con el paciente, buen trato, respeto, amabilidad. Escucha,
aceptación mía hacia él sin juicios valorativos.
Reconceptualizar los problemas del cliente de un modo comprensible y plausible para él y
llegar a un acuerdo al respecto. Esta conceptualización implica relacionar los problemas
del cliente con los factores que pueden explicar su origen, desarrollo y, sobre todo,
mantenimiento. Esto porque parte de la Resistencia puede ser porque no se siente con
problemas que hay que solucionar terapéuticamente.
Llegaría a un acuerdo con él, sobre los objetivos de la terapia y el orden que se llevará,
para ello facilitaría que el cliente elabore una matriz de decisiones con las consecuencias
positivas y a largo plazo de resolver y no resolver y valorar dichas consecuencias. Con ello
trabajar las consecuencias positivas con ejemplos claros. Aquí sería muy importante tener
presente que los objetivos no sean problema para el cliente.
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Debo lograr relacionar las metas con el sistema de valores del cliente y con lo que este
pretende en la vida. Puede darse la oportunidad que el grupo empiece a sentir, de manera
anticipada, los beneficios que se buscan, De ninguna manera puedo imponer decisiones.

Caso 4
1. Desde la condición hipotética en la que le hemos puesto, ¿qué consideraciones puede
usted hacer respecto a cuál debería ser la actitud a seguir respecto a asistir
profesionalmente a este cliente?
La asistencia profesional a este cliente, como la de cualquier otro cliente ha de ser de suma
empatía, escucha, respeto, afecto, entre tantas. Considero oportuno establecer la ayuda que
busca, pues en la mayoría de los casos, ellos no buscan cambiar su orientación sexual, sino
que se les ayude a vivir con su estilo de vida que han elegido. A pesar de mi firme
convicción Católica antepongo siempre en los casos que he tratado de esta índole o en
conversaciones simples con personas con esta inclinación el Amor enseñado y vivido por
Nuestro Señor Jesucristo. No me limita una persona con estas características sino que por
el contrario, muestro la verdadera cara de los principios de fe que son de aceptación, de
comprensión y de apoyo, puesto que la Doctrina eclesial no va en contra de ellos como
personas sino en el acto mismo que realizan, que es aún respetable y es falso que satanice
toda clase de creencia religiosa.
Desde lo profesional acompaño al cliente en todos sus requerimientos terapéuticos
necesarios y brindo la oportunidad de acogida y valoración.

2. Desde la misma condición anterior de su persona y en el desempeño como


orientador, ¿cree usted que se sentiría cómodo y/o capaz siendo no directivo en la
relación de ayuda profesional?
Considero que aquí la cuestión no se trata de si se es o no directivo. Hay muchas formas
de ser directos con la persona sin hacerlos sentir mal o en el lugar equivocado. Aquí la
competencia mía debe ser muy profesional, el paciente necesita una orientación acerca de
su relación homosexual de su pareja, está hablando de sus emociones y sentimiento que,
como todo mortal los experimenta, siente vacíos, incomprensiones, celos, tristeza, alegrías,
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superaciones o desilusiones y está buscando ayuda con respecto a eso en concreto. Me


siento cómodo tratando su situación y profesionalmente se le debe ayudar fuera de los
prejuicios que son más sociales que morales.

3. ¿Se considera usted preparado, maduro, cuanto menos en lo referente a las


actitudes para asistir profesionalmente en labores de Orientación Psicológica a
cualquier persona con la que no comparta o bien credos políticos, religiosos o la
orientación sexual? Argumente
Con los elementos recibidos hasta ahora a lo largo de mi vida: formación sacerdotal y
psicológica y desde una profunda experiencia de fe, sí me siento preparado, abierto al
aprendizaje y maduro para tratar cualquier eventualidad en algún caso clínico que pueda
presentarse donde no comparta credo religioso, ni político ni orientación sexual. Cuando
digo que estoy abierto al aprendizaje es porque uno nunca debe sentirse un pozo lleno; si
bien es cierto que la actualidad social que estamos viviendo nos exigirá nuevos retos de
afrontamiento profesional, tengo claro, por convicción, que a quien debo tratar es a un ser
humano lleno de muchas cosas lindas que quizás no ha descubierto en su vida aún, pero
también un ser humano herido, lleno de culpas, complejos, que ha llenado sus vacíos con
compensaciones que le pueden enfermar o que simplemente tiene que aprender a convivir
con ellas mejorando su estilo de vida.
Por último ante cualquier ausencia profesional que pueda tener en algún caso concreto,
buscaría la ayuda de otro profesional con la intención de aprender y ganar experiencia.
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Referencias

Beck, A.T., Freeman, A. y asociados (1995). Terapia cognitiva de los trastornos de


personalidad. Barcelona: Paidós.
Beck, A.T., Rush, A.J. Shaw, B.F. y Emery, G. (1983). Terapia cognitiva de la depresión.
Bilbao: Desclée de Brouwer. Cormier, W. y Cormier, L. (1994). Estrategias de entrevista
para terapeutas: Habilidades básicas e intervenciones cognitivo-conductuales. Bilbao:
Desclée de Brouwer.
Miller, W., & Rollnick, S. (2015). La entrevista motivacional: Preparar para el cambio de
conductas adictivas. Madrid: Paidós.
Rogers, C. (1971) Psicoterapia y relaciones humanas. Madrid: Alfaguara;:28-9.
Rogers, C. (2000). El proceso de convertirse en persona: Mi técnica terapéutica. Madrid:
Paidós

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