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Los juegos de mesa requieren que los jugadores sigan
instrucciones, respeten turnos y planeen estrategias; tres
habilidades que pueden ser difíciles para los niños con
dificultades del funcionamiento ejecutivo. Los siguientes
juegos son fáciles de aprender y entender y cada uno de ellos
entrena diferentes habilidades relacionadas con las funciones
ejecutivas.
Snake Oil (10 años y mayores)
Habilidades de la función ejecutiva: Comenzar una actividad,
pensamiento flexible, organización.
Este es un juego magnífico para los chicos a los que les gusta
jugar a los roles. En cada turno, un jugador diferente de
Snake Oil saca una tarjeta `de cliente`. Esta les indica qué
personaje son: estrellas de rock, payasos, doctores, etc. Los
otros jugadores sacan cartas con palabras que ellos
combinan para crear estrafalarios productos como un `pez
de goma` para venderlo al personaje. Los chicos tienen que
determinar para qué sirve el producto, cómo promocionarlo y
cómo podrían responder sus personajes. Es una manera muy
divertida para hacerlos pensar desde la improvisación.
Quiddler (8 años y mayores)
Habilidades de la función ejecutiva: Organización,
pensamiento flexible, planificación y priorización.
Es un juego de ortografía que no recompensa a los jugadores
por crear las palabras `más complicadas` posibles. En
Quiddler, los jugadores intentan usar todas sus tarjetas de
letras para escribir palabras cortas. A medida que el juego
avanza, los jugadores cogen más cartas para poder crear
varias palabras cortas o palabras más largas. Para los niños
más pequeños, Quiddler Junior ofrece los mismos retos de
ortografía pero emplea palabras más sencillas.
BIBLIOGRAFÍA
WEBGRAFÍA