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El Dominio Marítimo

Dr. RAUL PERRERO

1. Aparición del concepto de libertad de los mares.

En la antigüedad, la navegación en alta mar era libre. También lo fue en la primera mitad de la
Edad Media. Según Ulpiano, la naturaleza había abierto el mar para todos. Celso aseveró que, al
igual que el aire, el mar era común a toda la humanidad (Maris communem usum omnibus
hominibus ut aeris). En la segunda mitad del medioevo comienzan a plantearse pretensiones
nacionales sobre el dominio del mar, al menos sobre una parte de alta mar.

Así, Venecia señoreaba sobre todo el Adriático y Génova sobre el mar de Liguria. Portugal quiso
que se le reconociera imperio sobre el Océano Indico y sobre una parte del Atlántico, próxima a
Marruecos. A su vez, Suecia y Dinamarca, así como España e Inglaterra, pretendieron dominio
sobre el mar frontero en una extensión considerable.

La soberanía marítima se manifestaba en el ceremonial, pues los barcos debían saludar el


pabellón de la potencia que se arrogaba d dominio. Sin embargo, cuando el Embajador de
España protestó contra las incursiones del corsario Drake en el Pacífico, en 1580, la Reina Isabel
de Inglaterra manifestó que los buques de todas las naciones podían navegar libremente por el
Océano, ya que ni la naturaleza ni el interés público justificaban la posesión exclusiva del mar,
cuyo uso debía ser común a todos, lo mismo que el aire. La libertad de los mares abiertos
comenzó a admitirse desde entonces y de modo progresivo, si bien durante más de un siglo se
respetaron los derechos que la tradición había impuesto sobre ciertas partes de alta mar.

Con motivo de la captura de una barca portuguesa durante la guerra de Holanda con España, la
Compañía de las Indias Orientales Holandesas pidió a Grocio un informe jurídico. El informe
determinado ''De juré Pradae Commentariu~"~ fue concluido en 1605. Cuatro años más tarde
se publicó, por separado, su capítulo más importante con el nombre de “Mare Liberum".

La doctrina de Grocio acerca de la Libertad de los Mares impugnó el presunto monopolio que
pretendían imponer sobre los grandes espacios marítimo las potencias navales de la época, o
sea España, Portugal, lnglaterra y Venecia. El Mare Liberum, se funda principalmente en .el
hecho de que los mares no son susceptibles de ocupación y por tanto, no está sometidos al
dominio, a la jurisdicción ni a la pesca exclusiva de un Estado. Las ideas de Grocio tienen su
antecedente en la obra de los juristas españoles del siglo XVI, Vitoria y Vásquez de Menchaca.
Para refutar la posición sostenida por Grocio, el inglés· John Selden escribió en 1618 un folleto
titulado "Mare Clausum”, que fue publicado en 1635.

Sostenía que los mares adyacentes a las costas tienen una situación distinta a la del Alta Mar y
tomaba como base para señalar d límite entre una y otra zona el alcance de la vista desde la
playa: agregaba que sobre ciertas extensiones marítimas, en virtud de razones históricas,
Inglaterra posee derechos exclusivos.

La posición sostenida por Grocio prevaleció en los medios jurídicos de la época y continuó
afirmándose considerablemente, a partir del siglo XVIII. Cornelio van Bynkershoek, jurista
holandés, publicó en 1702 la obra intitulada "Dominio de los Mares'' en la que se sostiene el
principio de la - libertad de los mares desde un punto de vista práctico, a diferencia de Grocio
que lo había fundado doctrinalmente. En opinión de van Bynkershbek, el Estado- costero tiene
derecho al dominio del mar hasta el alcance de un cañón emplazado en la costa. El matemático
siciliano Galleani tradujo ese principio en la medida de 3 millas marinas que se hizo clásica.

2. La condición Jurídica del Alta Mar y la Resolución del Instituto de Derecho Internacional.

Dado que, por su naturaleza, el alta mar no es susceptible de comercialización ni de apropiación,


se ha desechado la expresión de "res nullíus", así como la denominación dé "res communis",
que entrañá la idea de condominio al modo del derecho privado.

Ambas denominaciones han sido tomadas prestadas del derecho civil La locución "res communis
usus" es de mayor aplicación, pero tampoco refleja la condición jurídica sui generis de alta mar
y refleja una nomenclatura propia más bien del derecho privado. El Instituto de Derecho
lnternacional, en su reunión de Lausana, en 1927, estimó que era preferible prescindir de las
fórmulas jurídicas que caracterizan al derecho privado, y, precisar, más bien, los derechos
atribuidos por igual a todos los Estados en razón del principio de Libertad de Alta Mar. Tales
derechos son los siguientes: navegación y aéreo navegación; pesca y caza; inmersión de cables
y consiguiente utilización del suelo.

3. Plataforma Continental.

Los continentes están rodeados de un rellano submarino poco profundo, de pendiente escasa y
constante. Tal es la Plataforma submarina o zócalo continental de una anchura variable puesto
que comprende desde la línea de baja mar hasta unos doscientos metros de profundidad, a
partir de los cuales se inicia un brusco cambio de pendiente que señala el comienzo del talud
continental.

Es una zona de interés especial, por los yacimientos petrolíferos y porque determina riqueza
pesquera en las aguas supra yacentes. Los sondeos ultrasónicos y las exploraciones submarinas
han permitido reconocer que la plataforma continental es tan accidentada como los continentes
emergidos, con los cuales guarda relación geológica. En su formación han: intervenido acciones
tectónicas, así como las incidencias del oleaje y la aportación de sedimentos.

Se estima que todas las plataformas continentales representan como un 5% de la superficie del
globo; su anchura es grande frente a la costa oriental de América del Norte, en donde se
extiende a centenares de kilómetros. El mar Adriático y el mar del Norte son epicontinentales·.
pues se extienden totalmente sobre la plataforma continental. También lo es el Atlántico en la
parte situada entre Argentina y las islas Malvinas.

Con frecuencia, los Estados explotan el suelo y el subsuelo adyacentes al litoral, por medio de
sus nacionales; La efectividad de la ocupación o del aprovechamiento deben ser apreciadas en
relación con el grado en que sean posibles por la naturaleza de la región. A diferencia del
subsuelo de las aguas territoriales, ·que constituye parte inseparable del territorio, el subsuelo
de alta mar no es inseparable de ésta ni existe respecto de él la razón que hace libre el alta mar:
la condición de ruta internacional. Por ello, es "res nullius" y los Estados ribereños pueden
apropiarse de una parte por medio de túneles o minas que se extiendan desde el litoral.

Desde luego, es inadmisible toda ocupación que pudiera obstaculizar la navegación en alta mar.
Se ha aceptado, en doctrina y en la convención de Ginebra de 1958, que la plataforma
continental o superficie submarina costera constituye la extensión natural del territorio del
Estado.
4. El Régimen Jurídico del Mar, las Naciones Unidas y la O.E.A.

La actitud conjunta adoptada por los tres países del Pacífico Sur -Perú, Chile y Ecuador-
proclamando con la llamada "Declaración de Santiago (1952), la doctrina de que su Zona
Marítima se extendía hasta 200 millas de la línea de la baja marea de sus costas, tal como habían
enunciado separadamente cada uno de ellos, causó impacto en la conciencia jurídica universal.

El apresamiento de la flota ballenera de Onassis por barcos de la Armada Peruana, en 1954,


constituye un caso sonado respecto al problema del Derecho del Mar. En las Naciones Unidas,
por intermedio de la Comisión de Derecho Internacional, se preparó un anteproyecto de
convenio sobre régimen jurídico del mar, habiéndose convocado la Conferencia mundial de
Ginebra para 1958. Entre tanto, los "principios de México", aprobados en la reunión que
celebrara el Consejo Interamericano de Jurisconsultos en enero de 1956, por convocatoria de la
O.E.A., enunciaron que la anchura del mar territorial podía ser establecida por cada país "dentro
de límites razonables'', atendiendo a factores geográficos y biológicos, así como a las
necesidades económicas.

Los principios de México reconocen el derecho preferente del Estado costero para explotar las
especies marinas relacionadas con las necesidades de vida de su población. · En la Conferencia
de Ciudad Trujillo, reunida también por la O.E.A. dos meses después, se dio marcha atrás.

Se reconoció el "interés especial" del país ribereño sobre la conservación de los recursos vivos
del mar, .pero se especificó que no existía acuerdo acerca de la naturaleza y alcances de dicho
interés especial. La Undécima Conferencia Interamericana de Abogados reunida en Miami, en
1959, aprobó una resolución que admite el derecho de los países a fijar unilateralmente la
anchura del mar territorial, así como el interés especial de los Estados costeros en la
preservación de los recursos próximos a su litoral.

5. Las Convenciones de Ginebra.

El año 1958 se reunió en Ginebra una Conferencia Mundial. No se llegó a fijar la anchura del mar
territorial, pues faltó un voto para alcanzar los dos tercios que habrían determinado un límite
de seis millas, así como una anchura igual para la zona contigua.

Se aprobaron las siguientes Convenciones, que se hallan en trámite de ratificación por los países
signatarios:

- Mar territorial y Zona Contigua


- Alta Mar
- Plataforma Continental
- Pesca y Conservación de los Recursos Vivos del Mar.

La controversia sobre el mar territorial quedó indecisa. Tuvo que ser referida, como problema
específico, a la segunda Conferencia de Ginebra; ésta se realizó en 1960 y no pudo alcanzar
ningún acuerdo.
Transcribimos a continuación algunos de los artículos contenidos en las Convenciones
aprobadas en la Conferencia de Ginebra de 1958:

1.- Convención sobre el Mar Territorial y la Zona Contigua. Mar Territorial.

Art. ·1. “ La Soberanía de un Estado se extiende, fuera de su territorio y de sus aguas interiores,
a una zona de mar adyacente a sus costas, designada con el nombre de mar territorial. Esta
soberanía se ejerce de acuerdo con las disposiciones de estos artículos y las demás normas de
derecho internacional".

Art. 2. "La soberanía del Estado ribereño se extiende al espacio aéreo situado sobre el mar
territorial, así como al ·lecho y subsuelo de ese mar".

Art. 14. 1. Sin perjuicio de lo dispuesto en estos artículos, los buques de cualquier Estado, con
litoral marítimo o sin él, gozan del derecho de paso inocente a través del mar territorial.

2. Se entiende por paso el hecho de navegar por el mar territorial, ya sea para atravesarlo sin
penetrar en las aguas interiores, ya sea para dirigirse hacia estas aguas, ya sea para dirigirse
hacia alta mar viniendo de ellas.

3. El paso es inocente mientras no sea perjudicial para la paz, el orden o la seguridad del Estado
ribereño. Tal paso se efectuará con arreglo a estos artículos y a otras disposiciones de derecho
internacional. }

5. No será considerado inocente el paso de buques de pesca extranjeros que no cumplan las
leyes y reglamentaciones dictadas y publicadas por el Estado ribereño a fin de evitar que tales
buques pesquen dentro del mar territorial. }

6. Los buques submarinos tienen la obligación de navegar en la superficie y de mostrar su


bandera"

Zona Contigua

Art. 24. "1. En una zona de alta mar contigua a su mar territorial, el Estado ribereño podrá
adoptar las medidas de fiscalización necesarias para:

a) Evitar las infracciones a sus leyes de policía aduanera fiscal, de inmigración y sanitaria
que pudieran cometerse en su territorio o en su mar territorial. Reprimir las infracciones
de esas leyes, cometidas en su territorio o su mar territorial.

2. La zona contigua no se puede extender más allá de doce milla8 contadas desde la línea de
base desde donde se mide la anchura del mar territorial.

2.- Convención sobre la Alta Mar

Art. 1. "Se entenderá por "Alta Mar" la parte del mar no perteneciente al mar territorial ni a las
aguas interiores de un Estado''.

Art. 2. "Estando la Alta Mar abierta a todas las naciones, ningún Estado podrá pretender
legítimamente someter cualquier parte de ella a su soberanía. La libertad de la alta mar se
ejercerá en las condiciones fijadas por estos artículos y por las demás normas del derecho
internacional. Comprenderá, entre otras, para los Estados con litoral o sin él:

I. La libertad de Navegación
II. La libertad de Pesca
III. La libertad de colocar cables y tuberías submarinas
IV. La libertad de volar sobre la alta mar.

"Estas libertades y otras reconocidas por los principios generales del derecho internacional,
serán ejercitadas por todos los Estados con la debida consideración para con los intereses
de otros Estados en su ejercicio de la libertad de alta mar.

3.- Convención sobre la Plataforma Continental

Art. l. Para los efectos de estos artículo, la expresión "Plataforma Continental" designa:

a) El lecho del mar y el subsuelo de las zonas submarinas adyacentes a las costas pero situadas
fuera de la zona del mar territorial, hasta una profundidad de 200 metros o más allá de este
límite, hasta donde la profundidad de las aguas supra yacentes permita la explotación de los
recursos naturales en diversas zonas;

b) El lecho del mar y el subsuelo de las regiones submarinas análogas, adyacentes a las costas
de islas.

4.- Convención sobre Pesca y Conservación de los recursos vivos de Alta Mar.

Art. 1. "Todos los Estados tienen el derecho de que sus nacionales se dediquen a la pesca en alta
mar, a reserva de:

a) sus obligaciones convencionales;

b) los intereses y derechos del Estado ribereño que se estipulan en la presente Convención, y

c) las disposiciones sobre conservación de los recursos vivos de la alta mar que figuran en los
artículos siguientes".

Art. 6. 1 . El Estado ribereño tiene un interés especial en el mantenimiento de la productividad;


de los recursos vivos en cualquier parte de la alta mar adyacente a su mar territorial".

Consideraciones actuales sobre el Mar Territorial

La práctica ha demostrado que no tiene razón de ser el concepto sostenido por algunos autores
del siglo pasado, de que los recursos del mar son "inagotables y suficientes para todo el mundo
pues muchas de Ias especies animales que en él habitan son susceptibles de aniquilamiento si
su explotación no se lleva a cabo dentro de pautas científicas determinadas.

En virtud de ello se ha venido desarrollando en el campo del Derecho Internacional una


verdadera legislación especial constituida, en su primera etapa por Tratados o Convenciones
bilaterales y multilaterales y, posteriormente-, a partir de 1945, por Decretos o Proclamaciones
de los Estados ribereños que, siguiendo métodos diferentes (determinación de Zonas de
Protección y Control de las Pesquerías o la simple ampliación del límite de su Mar Territorial),
tratan de reservar la primacía de la explotación a sus nacionales y de establecer un control
indispensable para evitar la exterminación de las especies.

El procedimiento adoptado en la primera etapa mostró fehacientemente su ineficacia pues


estaba a merced de los egoísmos particulares de los Estados, ya que bastaba que uno de ellos,
cuyos nacionales practicasen la pesca con métodos aniquiladores, rehusase participar en el
sistema de acuerdos, para que la utilización de los convenios resultara gravemente
comprometida.
La disciplina que se imponían los contratantes servía únicamente para asegurar a los no
contratantes un beneficio ilegítimo. Como una reacción a la ineficacia de dicho sistema, el
Presidente Truman emitió en setiembre de 1945 dos proclamas: una sobre plataforma
submarina y otra sobre determinación de zonas de protección y control de pesquerías. Las
mencionadas proclamas constituyeron el primer paso en el esfuerzo aislado de cada Estado para
proteger las riquezas existentes en las áreas adyacentes a sus costas.

La jurisdicción marítima al momento de establecerse las tres millas como límite del Mar
Territorial, tenía un carácter puramente estratégico como lo revela el hecho de haberse tomado
como base el alcance de un tiro de cañón de la época. Hoy en día el panorama es muy diferente,
debiéndose tomar en cuenta, además del carácter de seguridad enunciado anteriormente,
consideraciones económicas, sociales, biológicas, geológicas y geográficas.

Posición Peruana respecto al Límite del Mar Territorial

Deseamos precisar que el Decreto Supremo de 1 de Agosto de 1947 estableció la posición


peruana respecto a dos realidades diferentes:

a) Plataforma Submarina.- La soberanía y jurisdicción del Perú se extienden a la plataforma


submarina, cualesquiera que sean la profundidad y la extensión que ella abarque.

b) Zona de Soberanía Marítima.- Debe advertirse que la expresión 'mar territorial no ha sido
usada por la Cancillería y que la anchura de tres millas fijada por el Reglamento de Capitanías no
fue modificada hasta varios años después.

Según dispone el mencionado decreto, el Perú ejerce su soberanía y jurisdicción sobre el mar
adyacente a las costas en la extensión necesaria para reservar, proteger, conservar y utilizar los
recursos y riquezas naturales que se encuentran en o debajo del mar adyacente.

En consecuencia establecerá zonas de protección y control de esas riquezas; entre tanto, señala
una zona comprendida entre las costas Y una línea imaginaria paralela a ellas y trazada sobre el
mar a una distancia de doscientas millas marinas, medidas siguiendo la línea de los paralelos
geográficos.

Respecto de las islas nacionales, la demarcación se traza señalándose una zona de mar contigua
a las costas de las islas hasta una distancia de doscientas millas marinas medidas desde cada uno
de los puntos del contorno de ella. García Sayán, con posterioridad al decreto que refrendara en
1947, o sea con ocasión del estudio que publicara en 1955, ha denominado "Zona de soberanía
marítima" al área peruana de jurisdicción en el mar.

Las razones que fundamentaron la dación del Decreto Supremo mencionado, fueron: la
necesidad de que el Estado protegiese los recursos pesqueros y otras riquezas naturales que se
encuentran en las aguas nacionales,· a fin de que no sean explotados en perjuicio de la economía
y de la alimentación de nuestro pueblo; la reinvindación para el patrimonio nacional de los
recursos de la plataforma submarina (tales como depósitos de petróleo cuya existencia ha sido
comprobada por los pozos perforados) y el imperativo de fijar el dominio marítimo del Perú en
una extensión adecuada para conservar y proteger las riquezas del mar y de la Plataforma
submarina.

En 1952, se promulgó la llamada "Ley de Petróleo" cuyo Artículo demarca la extensión de 200
millas de nuestra Plataforma Submarina diciendo: "es una línea imaginaria trazada mar afuera a
una distancia constante de 200 millas de la baja marea del mar continental".
En el mismo año de 1952, la "Declaración de Santiago" sobre zona marítima, aprobada por la
Conferencia :;obre Explotación y Conservación de las Riquezas Marítimas del Pacífico Sur, a la
que asistieron Perú, Chile y Ecuador, reiteró la anchura de 200 millas de nuestra Zona Marítima,
al expresar que "proclaman como norma de su política internacional marítima la soberanía y
jurisdicción exclusivas que a cada uno de ellos corresponde sobre el mar que baña las costas de
sus respectivos países, hasta una distancia mínima de 200 millas marinas desde las referidas
costas'', con la inclusión del suelo y del subsuelo.

La Declaración de Santiago ha sido aprobada por el Congreso mediante la Resolución Legislativa


N° 12305 , cual aprobó igualmente el Convenio complementario celebrado en la Segunda
Reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia sobre Explotación y Conservación de las
Riquezas Marítimas del Pacífico Sur, habida en Lima en 1954.

DOMINIO MARITIMO

1. EL DERECHO DEL MAR

Se entiende, que son todos aquellos principios y normas que regulan los espacios marinos y las
relaciones entre los sujetos de Derecho Internacional en la utilización del océano mundial, de su
fondo y su subsuelo con fines diferentes.

Los espacios marítimos reconocidos actualmente por el Derecho Internacional del Mar,
obedecen a las condiciones establecidas en las cuatro Convenciones de Ginebra de 1958, y
versan sobre: Mar Territorial y zona contigua, Plataforma Continental, Alta Mar y Pesca y
Conservación de los recursos vivos de la Alta Mar; y el Tratado del Derecho del Mar de 1982.

Los espacios marítimos son:

• El Mar Territorial

• Zona Contigua

• Aguas Interiores

• Plataforma Continentales

• Zona Económica Exclusiva

• Alta Mar

• Fondos Internacionales.

2. EVOLUCION HISTORICA DEL DERECHO DEL MAR

El origen del Derecho Internacional del Mar se encuentra en los escritos de algunos de los

más ilustres juristas del Siglo XVIII:

I. Grocio, en su obra “Mare Liberum”, defiende la libre navegación y la


inapropiabilidad de los espacios marítimos por parte del Estado.
II. Vitoria de Francisco y Fernando Vásquez de Menchaca, defienden la
inapropiabilidad de los espacios marítimos por parte del Estado.
III. Seldem John, en su obra “Mare Clausum”, defiende contrariamente, la apropiación
de los espacios marítimos por parte del Estado.
El Interés por dominar las aguas adyacentes al territorio responde a una necesidad de seguridad,
generalizándose la extensión de 3 millas sobre las que el Estado ribereño podía ejercer su
jurisdicción, coincidiendo esta extensión con el alcance de la bala de un cañón. Esta regla ha
permanecido hasta el Siglo XX, habiendo sido confirmada por un Tribunal Arbitral en 1893,
creado en la controversia sobre las focas del mar de Bering entre Estados Unidos de América y
Gran Bretaña.

3. LAS CODIFICACIONES DEL DERECHO DEL MAR

El progreso de la tecnología hizo aparecer nuevas actividades, como la investigación científica o


aprovechamiento minero, además de originar un movimiento proteccionista del medio
ambiente marino frente a las diversas fuentes de la comunicación. Así, con el fin de adaptar las
normas jurídicas a las nuevas exigencias se ha creado una ruptura de la contraposición
tradicional entre el mar territorial (sometido a la soberanía del Estado Ribereño) y la alta mar
(espacio donde todos los Estados disfrutan de una libertad de utilización, empezando donde
termina el mar territorial).

Con la aparición de estas 2 zonas surge la necesidad de adecuar las normas existentes para
contemperar las actividades desarrolladas en estas zonas. Para solucionar este y otros
problemas, comenzaron los trabajos de Codificación, considerándose el método más apropiado
para poner cierto orden en el Derecho Internacional del Mar.

En la evolución del Derecho del Mar hay tres etapas:

1) Inicios de la sociedad moderna, final de la Segunda Guerra Mundial:

-- Los intereses predominantes son el comercio, las comunicaciones y los descubrimientos

-- El régimen jurídico de los mares y océanos se articuló jurídicamente sobre la distinción de los
espacios, un mar territorial de escasa dimensión (3 millas) y el alta mar más allá del mar
territorial.

-- Las normas que regían eran de carácter consuetudinario.

En 1930 se celebró en La Haya una Conferencia de codificaciones, por iniciativa de la Sociedad


de Naciones, con el objetivo de fijar la extensión del mar territorial y la institución de una zona
contigua, fracaso sin llegar a ningún acuerdo.

2) Periodo entre 1945 y 1970

Los intereses predominantes son los económicos, ya que en los mares y océanos empiezan a
surgir nuevas expectativas de aprovechamiento, debido al aumento de la población (la pesca es
el elemento fundamental para la subsistencia de la población) y al descubrimiento de
importantes recursos energéticos en la plataforma continental (yacimientos de hidrocarburos).

En 1958 se celebró en Ginebra la 1º Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del
Mar, adaptándose cuatro convenios: sobre el mar territorial y la zona contigua; sobre la alta
mar, sobre la pesca y conservación de los recursos de la alta mar; y sobre la plataforma
continental.

Pero la codificación de Ginebra no soluciono el problema de la extensión del mar territorial y


dejo sin recibir la tendencia de 3 países latinoamericanos, Chile, Ecuador y Perú, extender su
soberanía mas allá del mar territorial, estableciendo una zona exclusiva de pesca. Por el
contrario, sí que posibilito a los Estados ribereños el aprovechamiento de los recursos minerales
hallados en los fondos marinos de baja profundidad adyacentes a la plataforma continental.

Pero pronto quedo de manifiesto el envejecimiento de la Conferencia del 1958, debido a la


aceleración de los acontecimientos históricos, por lo que en 1960 se celebró en Ginebra la 2º
Conferencia de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, con el objetivo de fijar la extensión
del mar territorial y de limitar la zona de pesca, pero sin llegar a ningún acuerdo. Son varios los
motivos por los que volvió a revisar de nuevo el Derecho del Mar:

-- Factores económicos: están relacionados con el proceso descolonizador producido en la


década de los sesenta, que supuso el acceso a la independencia de numerosos pueblos que
anteriormente estaban dominados.

Son países en vías de desarrollo, que basados en el principio de soberanía permanente del
Estado sobre sus recursos naturales, impugnaron el régimen de la Conferencia de 1958, por
considerarlo contrario a sus intereses. Estos países reivindican la ampliación del mar territorial
hasta un límite de 12 millas marinas y el establecimiento de una zona económica exclusiva sobre
el cual ejerce derechos soberanos para la explotación de recursos vivos y naturales

-- Factores estratégicos: se refieren a la situación de paz deteriorada y de tensión. Los Estados


Unidos de América y Rusia necesitaban una mayor movilidad para sus efectivos bélicos, pero
esta movilidad se veía obstaculizada por e régimen del Tratado sobre mar territorial y zona
contigua de la Conferencia de 1958, que establecía el derecho de paso inocente por los
estrechos utilizados para la navegación internacional.

-- Factores Tecnológicos: el Tratado sobre plataforma continental de la Conferencia de 1958}


establecía que el Estado ribereño podía explorar y explotar sus recursos naturales hasta 200
metros de profundidad. Pero desde la década del 70, gracias a los avances tecnológicos, se hizo
posible la explotación de los recursos naturales a grandes distancias de la costa y a gran
profundidad. Así se hizo necesario establecer un régimen jurídico para explotar estos fondos
marinos, que habían sido declarados en 1970 “ patrimonio común de la Humanidad ”.

3) Desde 1973 hasta la actualidad:

En 1973 se celebró la 3º Conferencia de Codificación, promovida por las Naciones Unidas, siendo
desarrollada en varias sesiones en Nueva York, Caracas y Ginebra, concluyendo sus trabajos en
Bahía Montego en 1982, con la apertura a la firma de un nuevo tratado de codificación, el
Convenio de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar, compuesto por 320 Art. y 9 anexos,
siendo redactado en 9 lenguas oficiales. Características del Convenio:

-- Consagra el derecho del mar consuetudinario y contribuye a su desarrollo progresivo.

-- Contiene los 2 elementos más importantes que han caracterizado la más reciente evolución
del Derecho del Mar: el patrimonio común de la humanidad y la zona económica exclusiva.

-- Entro en vigor 12 años después de su adopción (el 16 de Noviembre de 1994 )

En esta fase se acordaron 2 sistemas de adopción de decisiones:

-- El consenso: se caracteriza por la ausencia de votación, y porque antes de someter el texto a


los pises ha habido previamente una largas negociaciones. Fue sustituido por la votación.
-- La negociación global: hay que negociar, no por bloques sino en conjunto teniendo que llegar
a una solución global.

El Convenio no pone fin a la evolución del Derecho Internacional del Mar. Prueba de ello son 2
convenios celebrados en la década de los 90:

-- El acuerdo de 1994 sobre la aplicación de la parte 11 del Convenio de 1982

-- El acuerdo de 1995 sobre poblaciones de peces transzonales y altamente migratorios.

4. MAR TERRITORIAL

Naturaleza jurídica del territorio marítimo

EN FUNCION DEL TERRITORIO PROPIAMENTE DICHO:

Según este criterio el Mar Territorial se determina en virtud del Derecho de Propiedad o del
Derecho de Soberanía.

DERECHO DE SOBERANIA:

Se considera el territorio marítimo como un verdadero “territorio sumergido ”, sujeto al


“Imperium Estatal ”.

DERECHO DE PROPIEDAD:

Se aplica el criterio “Dominiun“ . Esta tesis implica el concepto de posesión y conlleva a la


analogía lo que es inconveniente de admitirse en ese criterio, el Estado podrá actuar como
simple propietario y en virtud de ello estaría facultado para cerrar libremente al tránsito la
porción del mar territorial, ejerciendo un verdadero monopolio a través de la prohibición
establecida a la circulación.

Actualmente este criterio se encuentra abandonado por ser insostenible.

EN FUNCION DEL ALTA MAR:

Este criterio ha sido acogido por la Pradelle, de acuerdo a este el mar es una “Res Comunis”
sobre la cual el Estado, como ribereño, solo posee un conjunto de servidumbre. Esta tesis no es
aceptada, ya que la servidumbre como institución limitativa de derechos, implicaría una pérdida
de soberanía, lo cual es inconveniente y discutible desde el punto de vista jurídico.

CRITERIO VIGENTE:

En la actualidad los Estados acogen la tesis de la Soberanía, anunciada por el Convenio de


Ginebra sobre Mar Territorial de 1958, limitando solo su ejercicio al tránsito inocuo, la cual fue
ratificada en la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar de 1982.

5. ZONA CONTIGUA

La zona contigua es una faja anexa a todo lo largo del Mar Territorial, con una anchura de 5 km.
y 556 metros y en el cual el Estado ribereño posee unas competencias rigurosas delimitadas por
el Derecho Internacional, como lo son: Funciones policiales, aduaneras, fiscales, de inmigración
sanitaria, protección y conservación de las riquezas del mar y el petróleo.
Por su naturaleza jurídica, la zona contigua difiere en dos aspectos del mar territorial:

a) Así como este, como su propio nombre lo indica forma parte del territorio del Estado, la zona
contigua

b) Mientras el Estado ribereño ejerce sobre el mar territorial un poder sintético, una
competencia plena, en la zona contigua solo posee competencia limitada, fragmentaria y
especializada que corresponden a una concepción analítica del espacio marítimo que constituye
su objeto.

El origen de la zona contigua esta en las “Hoverings Acts” de Gran Bretaña del siglo XVIII, con las
que pretendió las infracciones de su legislación fiscal y aduanera llevadas a cabo por los buques
que se dirigían a sus puertos nacionales, dentro de la distancia de 12 millas desde la costa.

Pretensiones similares fueron avanzadas por los Estados Unidos, con el objeto de evitar el
contrabando de bebidas alcohólicas.

El convenio de Ginebra no se estableció su extensión máxima, tan solo se estableció que entre
la zona contigua y el mar territorial no se puede superar las doce millas, aquí el Estado ejerce el
derecho de impedir toda información a las leyes fiscales, aduaneras, inmigratorias y sanitarias.

Ha sido el convenio el Naciones Unidas sobre Derechos del Mar de 1982 el que ha ampliado la
extensión de la zona contigua a 24 millas a partir de la línea de base a partir de las cuales se
mide la anchura del mar territorial.

Para que el Estado ribereño tenga derechos sobre la zona contigua, el art. 33 establece que
“puede ejercer el control necesario para prevenir y sancionar las infracciones a sus leyes y
reglamentos aduaneros, fiscales, sanitarios y de inmigración cometidos en su territorio o en su
mar territorial”. Estas competencias han sido ampliadas por el art. 303, que establece que “se
considerará también como una infracción a las normas del Estado ribereño la extracción de
objetos arqueológicos y de origen histórico hallados en la zona contigua”. Estas competencias
“numerus clausus”, habiendo intentado algunos Estados ampliar las competencias sobre esta
zona, en materia de seguridad.

La zona contigua es una zona de carácter residual: todo aquello que el Convenio no regule sobre
la zona contigua, se podrá aplicar sobre ella residual: todo aquello que el Convenio no regule
sobre la zona contigua, se podrá aplicar sobre ella residualmente las normas de la zona
económica exclusiva.

6. ESTADO ACTUAL DEL MAR TERRITORIAL Y DE LA ZONA CONTIGUA.

En materia de mar territorial o jurisdiccional, la Convención de las Naciones Unidas sobre el


Derecho del Mar, establece que la franja del mar adyacente al territorio de un Estado o de sus
aguas interiores o de sus aguas archipielágicas en el caso de un Estado archipielágico, se
denomina mar territorial, extendiéndose sobre el la soberanía del Estado e incluido el espacio
aéreo supra yacente así como el lecho y el subsuelo de ese mar. Esta misma convención expresa
que todo Estado tiene el derecho de fijar la anchura del mar territorial hasta un límite que no
exceda de las 12 millas a partir de la línea de bajamar a lo largo de la costa, salvo que esta costa
tenga profundas aberturas y escotaduras o que haya una franja de islas a lo largo de la costa
situada en su proximidad inmediata, en cuyo caso se usará un sistema de líneas de bases rectas.
Garantiza igualmente el paso inocente de buques a través de dicho mar, previo el cumplimiento
de los requisitos legales del Estado ribereño sometiendo al régimen de aguas interiores a las
contenidas en las bahías que no tengan más de 24 millas marinas de ancho en su boca. Consagrar
también dicha Convención el derecho que tiene el Estado sobre su zona contigua, la cual, según
expresamente lo dispone dicho instrumento no debe exceder de 24 millas contadas desde la
línea de base desde donde se mide la anchura del mar territorial y en cual cada Estado puede
ejercer el derecho de impedir toda infracción a las leyes fiscales, aduaneras, inmigratorias o
sanitarias.

7. ZONA ECONOMICA EXCLUSIVA

Es el espacio que se extiende a las costas continentales de los Estados, donde es Estado ribereño
ejerce derecho de soberanía para los fines de exploración, explotación, conservación y
administración de los recursos naturales, tanto renovables como no renovables del lecho y el
subsuelo del mar y de las aguas subyacentes y otras actividades como la producción de energía
derivada del agua, corrientes y derechos de jurisdicción sobre aquellas actividades que
coadyuvan al aprovechamiento de los recursos. Sobre el establecimiento y utilización de islas
artificiales, instalaciones y estructuras, investigación marina y preservación del medio marino. }

Permitiendo el ejercicio de la navegación, la soberanía y otros casos relacionados con la


navegación y comunicación reconocidas internacionalmente.

La zona económica exclusiva se extiende hasta un limite de 200 millas náuticas es decir 360
kilómetros de la costa, a partir de la línea de base desde la cual se mide la anchura del mar
territorial, es decir, que el mar territorial es de 12 millas marinas, la máxima extensión de la zona
económica exclusiva es de 188 millas.

La zona económica exclusiva fue una de las innovaciones del Convenio de Bahía Montego de
1982, que ha marcado un punto de inflexión en el régimen de la pesca marítima. Evolución de
la zona económica exclusiva:

- En 1945 surgieron los primeros movimientos partidarios de la creación de zonas marítimas


distintas al mar territorial y a la alta mar. La proclamación de Truman sobre pesquerías
estableció el interés del Estado ribereño de explotar los recursos vivos de la alta mar adyacente
a su mar territorial.

- En 1970 se produjeron las primeras reivindicaciones sobre recursos más allá de la alta mar,
provenientes de países en vías de desarrollo. Estos países empezaron a darse cuenta del valor
económico de los caladeros próximos a sus costas, y que eran explotados por los países
desarrollados. Así, amparándose en el principio de la soberanía del Estado sobre recursos
naturales como medio para su desarrollo, comenzaron a reivindicar con fuerza la extensión de
sus competencias más allá de su mar territorial.

- Fue en la 3ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre Derechos del Mar donde se estableció
que la zona económica exclusiva tendrá una extensión máxima de 200 millas, contadas desde la
línea de base. Fue 200 millas porque esta es la distancia media de la plataforma continental,
siendo esta agua el hábitat más adecuado para las principales especies pesqueras.

El Estado ribereño podrá ejercer 2 tipos de competencias:

- Explorar y explotar, conservar y administrar los recursos naturales, tanto vivos como no vivos,
de las aguas, del lecho marino y de su subsuelo, y con respecto a otras actividades con finalidad
económica.}
- Jurisdicción en materia de:

· Establecimiento y utilización de islas artificiales, instalaciones estructuras.

· Investigación científica marina.

· Protección y preservación del medio marino.

A los demás Estados les compete, sin embargo, las libertades de navegación, de sobre vuelo y
de tendido de cables y tuberías submarinos.

Para que un Estado pueda acceder a la flota pesquera de otro Estado, el Estado ribereño debe
fijar el total de capturas admisibles y su capacidad de capturas. Cuando tal capacidad sea inferior
al total de capturas admisibles, el Estado ribereño autorizará a otros Estados a acceder al total
residual de captura. Los Estados admitidos a la pesca en la zona económica ajena deben observar
las medidas de conservación y las demás condiciones establecidas en la normativa del Estado
ribereño.

El Estado ribereño puede tomar todas las medidas necesarias para asegurar el respeto de las
normas que ha adoptado el Convenio de Naciones Unidas de Derecho del Mar, comprendido el
arresto, la inspección, el apresamiento y la iniciación de procedimientos judiciales. Debe, sin
embargo, proceder sin tardanza a revocar el apresamiento de los buques y a liberar a sus
tripulantes, en cuanto se constituya una fianza u otra garantía razonable. Las sanciones
impuestas no pueden comprender ninguna forma privativa de libertad.

El Convenio de Naciones Unidas sobre Derechos del Mar regula la pesca de especies
transzonales, de altamente migratorias (atunes), de mamíferos marinos, y de las especies
anádromas y catádromas (salmones y anguilas).

Entre el mar territorial y la zona económica exclusiva existe una diferencia de carácter jurídico,
mientras el primero es una zona de mar adyacente a la costa, la zona económica exclusiva el
Estado ejerce soberanía para aprovechar los recursos naturales y no puede impedir a los demás
estados la libertad de navegación, el sobrevuelo y tendido de cable y de tuberías submarinas.

Entre la zona económica exclusiva y la plataforma continental difieren ya que la primera es la


extensión sumergida de la masa terrestre hasta el borde exterior del margen continental, o bien
hasta una distancia de 200 millas, mientras que en las zona económica exclusiva se miden 200
millas en forma horizontal a partir de la mismas líneas de base desde las cuales de mide el mar
territorial.

El Estado ribereño goza de jurisdicción referente a la utilización y establecimiento de islas


artificiales investigación científica y preservación del medio marino, esta zona le permite al
Estado costero el utilizarla para fines económicos.

8. PLATAFORMA CONTINENTAL

La plataforma continental es aquel zócalo o costa sumergida en que aparece apoyarse el


continente. Desde el punto de vista geográfico, la plataforma continental pertenece al fondo
oceánico, el cual se compone de la siguientes partes.

1.- Plataforma Continental propiamente dicha

2.- Talud Continental

3.- Cuencas Oceánicas.


La plataforma continental es una llanura sumergida que a determinada profundidad, 200 metros
desciende de forma casi vertical hasta el fondo del mar (isóbara de los 200 metros)

El talud es la profundidad en la cual la plataforma desciende y llega a los 2500 metros. Las
cuencas oceanográficas son de dos clases: pelágicas, hasta los 5000 metros, y abisales, desde
los 5000 metros en adelante. En la plataforma continental es donde se encuentran los recursos
naturales, como calcio, fosfato, hidrocarburos, peces de todas clases y flora en gran cantidad.

El origen de la demarcación de la plataforma continental se da en el año de 1945, con la


proclama del presidente Norteamericano H. Truman. Los EE.UU. fueron los primeros en
reivindicar su jurisdicción sobre los recursos existentes en su plataforma continental. En los años
inmediatamente sucesivos, numerosos países adoptaron medidas análogas, que no encontraron
ninguna objeción.

El Convenio de Naciones Unidas sobre Derechos del Mar de 1958 consagró la existencia de la
plataforma continental. Posteriormente, el Convenio de 1982 definió la plataforma continental
en un sentido geológico, siendo el lecho del mar y el subsuelo de las zonas submarinas
adyacentes a las costas, pero situadas fuera de la zona del mar territorial hasta una profundidad
de 200 metros o, más allá de este límite, hasta donde la profundidad de las aguas suprayacentes
permita la explotación de los recursos naturales de dichas zonas. Con esta nueva definición de
plataforma continental se pretendió dar satisfacción a 2 grupos de Estados:

- A los que no tienen plataforma continental, o si la tienen la tienen pequeña: les garantiza una
extensión máxima de 200 millas.

- A los que tienen plataforma continental muy amplia: les garantiza una extensión máxima de
350 millas.

Los derechos del Estado ribereño sobre la plataforma continental consisten en la exploración y
explotación de los recursos naturales, siendo derechos exclusivos, en el sentido de que nadie
puede emprender ninguna actividad de exploración o de explotación, sin el expreso
consentimiento del Estado ribereño.

Los recursos naturales de la plataforma continental comprenden a los recursos minerales y a los
organismos vivos pertenecientes a las especies sedentarias.

En la plataforma continental, como en la zona económica exclusiva, el Estado ribereño tiene el


derecho exclusivo de construir y de reglamentar la construcción y utilización de islas artificiales,
instalaciones y estructuras destinadas a fines económicos. Alrededor de ellas, el Estado ribereño
puede establecer zonas de seguridad de una anchura de 500 metros. Las instalaciones y
estructuras abandonadas o en desuso deben ser retiradas para garantizar la seguridad de la
navegación.

Los derechos del Estado ribereño sobre la plataforma continental no prejuzgan el régimen de
las aguas supra yacentes ni al del espacio aéreo situado sobre tales aguas. La Convención de las
Naciones Unidas de 1982, modifica el concepto de la plataforma continental substancialmente
considerándola como el lecho y el subsuelo de las áreas marinas más allá de su mar territorial y
a todo lo largo de su prolongación natural de su territorio hasta el borde exterior del borde
continental o bien hasta una distancia de 200 millas marinas contadas desde las líneas de base
a partir de las cuales se mide la anchura del mar territorial, en los casos en que el borde exterior
del margen continental no llegue a esa distancia igualmente se estableció la obligación por parte
de los Estados de demarcar el borde exterior del margen continental en los casos en que dicho
margen se extiendan más de 200 millas contados desde la línea de base. Los puntos fijos que
constituyan la línea del límite exterior de la plataforma continental en el lecho del mar de la
demarcación de la demarcación anteriormente referida deberán estar situados a una distancia
menor de 350 millas contadas desde la línea de base desde la cual se mide la anchura del mar
territorial.

En el caso de las crestas submarinas el limite exterior de la plataforma continental no excederá


las 300 millas salvo que se trate de elevaciones submarinas tales como mesetas, emersiones,
bancos y espolones de dicho margen.

9. DELIMITACIÓN DE LA PLATAFORMA CONTINENTAL Y DE LA ZEE

La delimitación de la plataforma continental o de la zona económica exclusiva entre Estados con


costas adyacentes o situadas frente a frente ha sido objeto de numerosas controversias
internacionales, debido a los grandes intereses económicos que suponen los nuevos espacios
marítimos ganados al mar.

El Convenio de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1958 estableció la regla de la
equidistancia, y posteriormente el Convenio de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de
1982 reguló la delimitación de la zona económica exclusiva en su art.74, y la de la plataforma
continental en el art.86. A los Estados se les requiere que intenten resolver sus controversias
por medios pacíficos(negociaciones, investigación, mediación, conciliación o arbitraje). Ninguna
delimitación podrá realizarse unilateralmente por un Estado, teniendo que ser negociada
presidida por el principio de la buena fe.

La equidad no implica necesariamente la igualdad, ya que lo que se trata es, en presencia de una
situación geográfica de casi igualdad entre varios Estados, reparar una particularidad no
esencial, de la que podría derivarse una diferencia de trato injustificable.

10. LAS CIRCUNSTANCIAS RELEVANTES A LOS FINES DE LA DELIMITACIÓN.

Hay 6 tipos de circunstancias: biológicas y ecológicas, económicas, geológicas, geográficas,


militares y políticas, pero solo vamos hacer referencia a las circunstancias geográficas:

- Método del desplazamiento de la línea equidistante a favor del Estado dotado de costas más
extensas: cuando las fachadas marítimas de los Estados tengan diferente longitud (en el golfo
de Maine).

- Método del pasillo (en la controversia entre Canadá y Francia en las islas de Saint Pierre
Miquelon).

- Método de la perpendicular a la dirección general de la costa (en la controversia entre Guinea


y Guinea Bissau).

- Método de la perpendicular a la línea de cierre de una bahía (el golfo de Maine).

- Método de seguir la línea de costa (en la controversia entre Túnez y Libia).

- Método equitativo: cuando las costas de 2 Estados están frente a frente, de modo lineal o de
modo que la irregularidad del litoral de uno se compensa por la irregularidad del litoral del otro
(en la delimitación del Reino Unido y Francia en el Canal de la Mancha).

- Método proporcional: cuando un Estado tenga una configuración costera particular respecto a
la de sus Estados vecinos:
· En las costas cóncavas, las líneas de la equidistancia tienden a converger para encontrarse a
una distancia próxima a la costa (en el mar del Norte entre Alemania, Dinamarca y los Países
Bajos).

· En las costas convexas, las líneas de la equidistancia tienden a divergir, de modo que la
plataforma se amplía a medida que crece la distancia de la costa.

11. ALTA MAR

El Alta Mar es la faja marítima que se encuentra a partir de cierta medida contada desde la costa
o la línea de base, desde el cual se mide la anchura del mar territorial, es decir, que se extiende
desde el borde de las 200 millas náuticas correspondientes a la zona económica exclusiva.

Se ha considerado que esta faja no pertenece a nadie y es más bien una cosa común a todos los
pueblos de la comunidad internacional.

Este espacio marítimo ha sufrido modificaciones por el desarrollo del derecho del mar, por la
aparición de la zona económica exclusiva le ha quitado a la alta mar, la zona productiva de los
recursos renovables del medio marino.

12. LA NATURALEZA JURÍDICA DE LA ALTA MAR

Principio de la Libertad de los Mares:

El principio fundamental es que la Alta Mar, es libre lo cual significa que no es propiedad de
ningún Estado, y que escapa de cualquier tipo de competencia territorial.

Esta concepción presenta una importante diferencia con relación a ciertas épocas en las que
reinaba la concepción romana del “Dominium Maris”.

Este último criterio prevaleció particularmente en la edad media, durante la cual las nociones
feudales condujeron a los Estados Marítimos a la pretensión de gobernar el mar. Se puede citar
la pretensión inglesa de del dominio de los mares, al estimar que su posición insular le otorgaba
la facultad de dominar las aguas saladas de todo el mundo, como la propagación del territorio
británico o de sus vías naturales de acceso; al principio del siglo XIX, en el momento de
emanciparse las colonias españolas todavía podría oírse que el mar es un elemento que separa
a las naciones unas de otras, y las une a Gran Bretaña.

Sin embargo poco a poco la doctrina sobre el “dominium maris” se fue transformando. El siglo
XVII es un periodo de oposición a las ideas anteriores en el que se rechaza la aplicación de la
teoría del “dominium maris”. En la época actual se ha producido una reaparición de la antigua
concepción exclusivista, con una comunicación que reivindicaba como mares nacionales
soviéticos, sobre lo que U.R.S.S. pretende tener un derecho de soberanía absoluta los cuatro
mares árticos de Kara, de L aptev, de Siberia Oriental y de Chukotsk.

Admitiéndose que el mar no es propiedad de nadie tan pronto se afirma que es una “Res
Nullius”, como que es una “Res Comunis” e incluso los partidarios del sistema ecléctico es una
“Res Nullius Comunis Usus”.

Aunque un gran número de soluciones concretas sean igualmente válidas para ambas
concepciones, si se tiene en cuenta las competencias que se tienen en el mar parece lo más
exacto afirmar que es una “Res Nullius”.

Por lo tanto se afirma:


1.- Que si el mar fuera una “Res Nullius”, estaría sometido a la soberanía común de los Estados
lo que en realidad no sucede.

2.- Si fuese una “Res Comunis” se explicaría la navegación pacífica, pero no la guerra marítima
porque cuando esta se desarrolla en alta mar daña los intereses de las potencias no beligerantes;
sin embargo el alta mar es, de hecho y de derecho teatro de hostilidades.

3.- Si el alta mar fuera una “Res Comunis”, se hallaría sujeta a una administración común
encomendada a un órgano central.

El régimen de alta mar se ha precisado en el convenio de Ginebra del 29 de abril de 1958, en los
siguientes términos:

Art. 1.- Se entiende por alta mar todas las partes del mar que no pertenecen al mar territorial o
las aguas interiores de un Estado.

Art. 2.- El alta mar está abierto a todas las naciones y ningún Estado puede pretender,
legítimamente someter a su soberanía una parte cualquiera del mismo. La libertad del mar se
ejerce en las condiciones que determinan los presentes artículos y las demás normas de Derecho
Internacional. Singularmente, comporta para los Estados, ribereños o no las libertades de:
navegación, pesca, instalar cables y oleoductos marinos y sobre volarlos.

El alta mar es pues una “Res Nullius” lo que quiere decir que los diferentes Estados solo ejercen
una competencia defensiva y una competencia personal relativa a sus súbditos y a los barcos
que llevan su bandera.

El Convenio de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar de 1982 proclama el principio de la
libertad de pesca, teniendo todos los Estados derecho a que sus nacionales se dediquen a la
pesca en alta mar. Pero esta libertad de los Estados no es absoluta, teniendo una serie de
limitaciones:

- Obligación de adoptar todas las medidas necesarias para la conservación de los recursos, y
entre ellas, la obligación destinada a mantener el nivel de peces en niveles óptimos.

- Obligación de cooperar con otros Estados para la adopción de tales medidas, a través de
acuerdos regionales y de las Comisiones Internacionales de Pesquería, que se encargan de:

· Gestionan los recursos pesqueros en zonas geográficas determinadas y la pesca de especies


específicas.

· Establecen las cuotas de captura y los períodos de pesca, y fijan las artes de pesca que pueden
utilizar los buques (el arte de pesca que más problemas ha suscitado ha sido las redes de malla
y deriva, ya que provoca un efecto depredador de capturas indiscriminadamente, por lo que han
sido prohibidas o limitadas en su longitud por los convenios y legislaciones).

En general, la pesca en la alta mar está siendo revisada y debatida, sobre todo en lo referente a
la conservación de los recursos, habiéndose introducido conceptos nuevos, como la pesca
responsable y el uso sostenible de los recursos. Hay que destacar el papel de la FAO,
celebrándose en 1993 un convenio en Roma por el que se acordó...

Una serie de Estados (con grandes fachadas oceánicas)plantearon unas reivindicaciones para
extender su soberanía más allá de las 200 millas de la zona económica exclusiva. En este
contexto de reivindicaciones se adoptó el Convenio de Naciones Unidas de 1995 sobre
poblaciones de peces transzonales y gravemente migratorias, en el que se recogen principios
marcadamente conservadores, consagrando la obligación de los Estados de cooperar a nivel
internacional en esta materia. La novedad de este convenio es el establecimiento de un estricto
régimen de control de los barcos que dirigen sus actividades a estas pesquerías, que incluye la
posibilidad de ejercer jurisdicción sobre estos buques, aunque sean extranjeros. Este convenio
aún no ha entrado en vigor.

13. REGULACIÓN DEL CONVENIO RESPECTO DE LAS DEMÁS LIBERTADES EN

ALTA MAR:

- Libertad de tendido de cable y de tuberías en alta mar (arts.112-115): el 12 convenio confiere


a los Estados una serie de obligaciones (de tipificar como infracción la destrucción y deterioro
de los cables y tuberías de forma negligente).

- Libertad de investigación científica: el convenio reconoce esta libertad no solo a los Estados,
sino también a las Organizaciones Internacionales.

El art.88 del convenio establece que el alta mar será utilizada exclusivamente con fines pacíficos,
no impidiéndose con ello la realización de maniobras militares. En esta materia hay que destacar
algunos convenios, como el de Moscú de 1963, que prohíbe los ensayos con armas nucleares en
la atmósfera.

14. LOS BUQUES

La definición de nave, o buque en algunas legislaciones, es uno de los aspectos fundamentales


del derecho marítimo. La interpretación de esta definición condiciona la aplicación de las
normas de este derecho, debido a que ellas giran alrededor de la nave, por ser ésta su objeto.

La convención de las Naciones Unidas sobre las Condiciones del Matriculación de Naves, firmada
en Ginebra el 07 de febrero de 1986, en su artículo 2 define el termino nave como “ Toda
embarcación de mar apta para navegar por sus propios medios que se utilice en el comercio
marítimo internacional para el transporte de mercancía, pasajeros o mercancía y pasajeros, a
exención de las embarcaciones de menos de 500 toneladas de registro bruto”.

Esta definición condiciona el concepto de nave a tres elementos:

1.- Estructurales, que se trate de una embarcación de mar, y que adicionalmente disponga de
medios propios de propulsión que le permita navegar.

2.- Destino o finalidad, que es el comercio marítimo internacional, netamente el transporte de


personas, cosas o ambas.

3.- Dimensión, las embarcaciones deben ser mayores a 500 toneladas registro bruto.

Las gabarras, grúas, botes, diques y demás construcciones sin autonomía de movimientos, no se
consideraran como buques sino como accesorios de navegación.

15. LA NACIONALIDAD DE LOS BUQUES.

A cada Estado lo corresponde establecer los requisitos necesarios para otorgar su nacionalidad
de una nave, a los fines de que esta pueda enarbolar su pabellón. Sin embargo, este principio
general ha sido objeto de una limitación internacional, en virtud de la preocupación de la
mayoría de los Estados miembros de la Comunidad Internacional, por el poco control ejercido
sobre las naves de algunos Estados al conceder su nacionalidad.
En la actualidad muchos países otorgan su nacionalidad a buques de manera bastante flexible,
dándole el derecho a enarbolar sus banderas.

Estos registros, llamados “Registros Abiertos” o de bandera de convivencia, dan ventaja


considerable, ya que su costo es reducido, gozan de beneficios fiscales, y adicionalmente sus
leyes marítimas, y laborales favorecen a los armadores.

El buque tiene una individualidad, que se manifiesta por el hecho de que lleva un nombre y una
nacionalidad. La determinación de esta nacionalidad ofrece interés desde un triple punto de
vista:

a) El barco se halla bajo el amparo del Estado de cuya nacionalidad posee.

b) Puede, en su caso, reclamar protección diplomática y consular.

c) Les son aplicables los Tratados concluidos por el Estado del que depende.

d) La nacionalidad viene indicada por el pabellón, si bien este no la prueba de un modo absoluto,
la legislación de cada Estado determina libremente las condiciones necesarias para adquirir la
nacionalidad. En todo caso hay que distinguir entre los barcos de guerra y los barcos mercantes.

1. Naves de Guerra

Para estos barcos el criterio de la nacionalidad reside en el hecho de pertenecer a una flota
determinada. La nacionalidad se aprueba enarbolando el pabellón o bandera de combate y
también por la palabra de honor dada por el comandante de hallarse al servicio de un Estado
determinado.

2. Naves Mercantes

Para estos hay que tener en cuenta el país en que el barco se construyó, como la condición de
su propietario, oficialidad y tripulación. Debe de existir un vínculo sustancial entre el Estado y el
navío.

LA PIRATERÍA

La piratería es un delito internacional que debe ser perseguido por todos los estados miembros
de la comunidad internacional. En el caso de apresar un buque pirata puede ser sometido a la
jurisdicción del Estado del Pabellón del buque apresor.

También se define como todo acto de violencia o depredación cometido con fines privados, en
alta mar desde un buque o aeronave contra otro buque o aeronave o contra las personas o
bienes que se encuentra a bordo.

MAR DE GRAU

Mar de Grau es la denominación oficial del dominio marítimo del Perú en el océano Pacífico, es
decir, de los espacios marítimos sobre los que ejerce soberanía y jurisdicción. Su nombre hace
referencia a Miguel Grau, máximo héroe peruano de la Guerra del Pacífico.
No es propiamente un mar en el concepto que da la Organización Hidrográfica Internacional,
esto es, geográfico, sino un mar en sentido jurídico y político. El Mar de Grau posee una gran
variedad de recursos hidrobiológicos y minerales.
Su extensión abarca desde el paralelo de Boca de Capones al norte, y por el sur en el punto en
que el paralelo geográfico que pasa por el Hito Nº 1 se interseca con la línea de baja marea, al
sur de la ciudad de Tacna; formando una línea costera que se extiende 3079,50 km. Ocupa una
zona marítima comprendida por el litoral peruano (hacia el este) y una línea imaginaria a 200
millas de distancia (370,4 km) del punto más cercano de la costa. Ocupando un área geográfica
de 1 140 646,8 km² aproximadamente.
Respecto al límite sur, Perú planteó a Chile una controversia, la cual fue resuelta el 27 de enero
de 2014 mediante una sentencia de la Corte Internacional de Justicia que estableció la frontera
marítima definitiva entre ambos países. Las coordenadas exactas de la frontera marítima
binacional fueron determinadas el 25 de marzo de 2014, mediante la suscripción en Lima de un
acta por representantes de ambos Estados.

DESCRIPCIÓN Y EXTENSIÓN

La línea costera del Perú tiene una extensión de 3079,50 km, desde el límite con Ecuador en
el talweg de la Boca de Capones establecido por el Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río
de Janeiro del 29 de enero de 1942 hasta el límite con Chile en el punto en que la frontera
terrestre llega al mar, según lo establecido por el Tratado de Lima, del 3 de junio de 1929. Su
amplitud es de 200 millas.
La vida y el desarrollo del poblador peruano han estado vinculados al mar y sus recursos desde
tiempos inmemoriales. De ello son testimonio importantes vestigios, como la red de pesca de
los paracas –probablemente la más antigua que se conserva en el mundo- con cerca de
9000 años de antigüedad, así como remos hallados en monumentos arqueológicos (cultura
Chincha) e innumerables representaciones artísticas de animales y aves marinas en textiles y
cerámicas del Antiguo Perú.
El mar adyacente a las costas del Perú, presenta características singulares que determinan la
existencia de una importante biomasa de zooplancton y fitoplancton, más de 600 especies de
peces y una gran variedad y cantidad de mamíferos marinos, moluscos y crustáceos, entre los
géneros más importantes de la fauna marina. Adicionalmente, en su plataforma continental y
otras áreas submarinas, el Perú posee petróleo, gas natural y diversos
recursos minerales y energéticos.
Con el fin de proteger, conservar y reglamentar el uso de los recursos naturales existentes en
dicho mar, el Perú extendió su soberanía y jurisdicción hasta las 200 millas del mar adyacente a
sus costas, mediante el Decreto Supremo Nº 781 del 1 de agosto de 1947. Posteriormente se
suscribiría el 18 de agosto de 1952, entre los gobiernos de Chile, Ecuador y Perú, la Declaración
de Santiago. En ella se ratificó la soberanía sobre el mar adyacente a sus costas hasta una
distancia mínima de 200 millas, dándole a esta tesis un carácter regional. Logrando así un
reconocimiento internacional de la posición de estos países. El Perú se constituyó así, en uno de
los países pioneros junto con Chile, en lo que luego se denominaría “la tesis de las 200 millas”,
adoptada -en sus elementos esenciales- como norma internacional en la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982. Ello no fue producto del azar, sino resultado
de la tenaz defensa internacional desarrollada a lo largo de décadas por los países del Pacífico
sur, tanto de manera individual como a través de la Comisión Permanente del Pacífico Sur.
LÍMITES
En su límite norte, si bien el Perú y Ecuador en la práctica siempre aceptaron que la línea
que sigue el paralelo geográfico constituía su frontera marítima, no fue sino hasta el
año 2011 en que éstos la formalizaron mediante el intercambio de notas diplomáticas idénticas,
donde se describió por primera vez, de manera detallada y con las correspondientes
coordenadas y representaciones gráficas, la frontera marítima entre ambos países. Dicho
acuerdo fue registrado en la Secretaría General de Naciones Unidas como acuerdo
internacional, de conformidad al artículo 102 de la Carta de la ONU.
En el caso de la frontera sur, el gobierno del Perú mantuvo durante años una discrepancia con
su similar de Chile, pues mientras el Perú argumentaba que la frontera no estaba fijada y que
ésta debía establecerse siguiendo una línea equidistante, el gobierno chileno sostenía que ésta
ya existía según acuerdos suscritos entre ambos países, y que la línea fronteriza seguía el
paralelo geográfico hasta las 200 millas. Luego de seguir un largo proceso ante la Corte
Internacional de Justicia de La Haya, ésta sentenció estableciendo de manera definitiva la
frontera marítima común, la cual se inicia en el punto en que el paralelo geográfico que pasa
por el Hito Nº 1 se interseca con la línea de baja marea, y a partir de allí se prolonga hasta las 80
millas, punto en el cual la línea se inclina con dirección suroeste siguiendo una bisectriz hasta
las 200 millas medidas desde las costas de Chile y el Perú.
Hacia el oeste el límite del mar peruano está constituido por una línea perpendicular a sus costas
que se forma a una distancia de doscientas millas marinas medidas desde las líneas de base
aprobadas mediante la Ley Nº 28621.
REGULACIÓN JURÍDICA
La Constitución peruana establece, en su artículo 54, que el «dominio marítimo del Estado
comprende el mar adyacente a sus costas, así como su lecho y subsuelo, hasta la distancia de
doscientas millas marinas medidas desde las líneas de base que establece la ley» y que en dicha
zona «ejerce soberanía y jurisdicción, sin perjuicio de las libertades de comunicación
internacional, de acuerdo con la ley y con los tratados ratificados por el Estado». Mediante la
Ley Nº 23856, de 24 de mayo de 1984, se dio la denominación de «Mar de Grau» al dominio
marítimo del Perú.
Cabe destacar que el Perú no ha firmado la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho
del Mar de 1982, que distingue tres zonas marítimas a los estados: mar territorial, zona
contigua y zona económica exclusiva, además de la plataforma continental. Sin embargo, en el
marco de la controversia de delimitación marítima con Chile, el agente peruano ante la Corte
Internacional de Justicia declaró formalmente, en representación de su gobierno, de que "[e]l
término 'dominio marítimo' utilizado en la Constitución [del Perú] se aplica de una manera
consistente con las zonas marítimas establecidas en la Convención de 1982", de lo cual la Corte
tomó nota, estimando que dicha declaración expresa un compromiso formal por parte del Perú.

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