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TEMA 12.

HISPANIA ROMANA

1. LOS PUEBLOS PRERROMANOS

Se conocen como pueblos prerromanos a aquéllos que ocupaban la península


ibérica antes de la llegada de los romanos.
Vivían en aldeas independientes amuralladas y situadas en alto, dirigidas por un
caudillo o rey con el apoyo de la aristocracia guerrera.
Vivía de la agricultura y la ganadería siendo su economía autosuficiente, es
decir, producían lo que necesitaban para mantenerse a sí mismos.
Durante el primer milenio a.C. en nuestra península se formaron dos grandes
regiones culturales: la de los pueblos iberos y la de los pueblos celtas.

1.1 Los celtas


Antes del primer milenio a.C. pueblos celtas procedentes de Europa se
asentaron en el norte y oeste de la península ibérica, mezclándose con otros
pueblos que ya había aquí.
Los celtas trajeron el uso del hierro y habitaban en poblados fortificados
llamados castros, en viviendas circulares.
Tenían sacerdotes llamados druidas y realizaron esculturas en piedra de
toros denominadas verracos.

1.2 . Los iberos

Habitaban el sur y este de la península e islas Baleares, en poblados también


amurallados, en viviendas de planta rectangular.
Comerciaban con metales con otros pueblos del Mediterráneo, como los
griegos o los fenicios, de los que adoptaron la escritura y la moneda.
Sus representaciones artísticas más famosas fueron unas esculturas en forma
de mujer llamadas damas.
De todas estas culturas, destacó la tartésica, con centro en la ciudad de
Tartessos, gracia a su riqueza en metales, aunque desconocemos mucho
sobre ella.
En el centro y oeste de la península, la cultura ibera y la celta se mezclaron,
formando los pueblos celtíberos.

2. LOS PUEBLOS COLONIZADORES

Durante la primera mitad del I milenio a.C. comerciantes fenicios, griegos y


cartagineses llegaron por mar a la península en busca de metales,
estableciendo aquí asentamientos permanentes y ejerciendo una gran influencia
cultural sobre todo sobre los pueblos iberos.

Fenicios y griegos

Los fenicios llegaron por el sur en el siglo VIII a.C; fundaron enclaves
comerciales por la costa andaluza como Gadir (Cádiz), Malaca (Málaga), Sexi
(Almuñécar) y Abdera (Adra), convertidos más tarde en colonias y ciudades.
Los griegos eran rivales comerciales de los fenicios y llegaron en el siglo VII
a.C., fundando colonias en las costas catalana y valenciana como Emporio
(Ampurias), Rhode (Rosas) y Hemeroskopeion (Denia)
En estas colonias, la sociedad se dividía como en sus lugares de origen; había
ciudadanos con todos los derechos, hombres libres sin derechos y esclavos.

Cartagineses

Los cartagineses procedían de Cartago, una antigua colonia fenicia en el norte


de África que había conseguido desarrollar un gran poderío militar que les llevó
a dominar el Mediterráneo, acabando con los fenicios.
Tras ser derrotados por los romanos en la Primera Guerra Púnica y expulsados
de Sicilia, Cartago decidió instalarse en la península ibérica por su riqueza
agrícola y minera. Sus tropas, lideradas por sus famosos generales Amílcar y
Asdrúbal, conquistaron el sur y este de la península y fundaron Cartago Nova
(Cartagena), desde entonces capital cartaginesa en este territorio.
Sin embargo, llegó un nuevo enfrentamiento contra los romanos, preocupados
por el engrandecimiento de los cartagineses; a esta nueva guerra se la conocerá
como la Segunda Guerra Púnica.
3. ANDALUCÍA PRERROMANA

3.1. Tartessos

Fue un reino además de la cultura prerromana más importante de la península.


Se cree que estuvo ubicada entre las actuales provincias de Huelva, Sevilla y
Cádiz y tuvo su máximo esplendor entre los siglos VIII y VII a.C.,
desapareciendo a finales del VI a.C.
Sus características eran:
- estaba gobernado por reyes y tenía leyes propias
- su economía se basaba en la minería, y luego en la agricultura, ganadería y
pesca
- la abundancia de metales le permitió desarrollar un gran comercio con los
pueblos colonizadores, como fenicios y griegos
- tenían su propia escritura
- fueron también grandes orfebres, como demuestra el llamado Tesoro de El
Carambolo

3.2. Los pueblos colonizadores

Los fenicios visitaron la península desde el siglo VIII a.C. buscando metales y
fundaron Gadir (Cádiz) así como Malaca (Málaga), Sexi (Almuñécar) y Abdera
(Adra). Desde ellas, comerciaron con tartesios e iberos hasta que fueron
sustituidos por los cartagineses, que ejercieron un dominio militar del territorio.
Los griegos, por su parte, fundaron en Andalucía Mainake (en Málaga)

3.3. Los iberos

Tras la desaparición de Tartessos se desarrollaron por territorio andaluz varios


pueblos iberos, como los turdetanos, bastetanos, oretanos,…
Se organizaban en ciudades-estado, gobernadas por reyes y vivían de la
agricultura, la ganadería, el comercio y la metalurgia.

4. LA CONQUISTA DE HISPANIA

La Segunda Guerra Púnica y la conquista del sur y del levante


Esta guerra volvió a enfrentar a romanos y cartagineses, en esta ocasión, por ver
quién se hacía con la península ibérica.
La guerra comenzó en el 219 a.C. cuando el ejército cartaginés, liderado por
Aníbal, atacó y destruyó Sagunto, ciudad ibera aliada de Roma. Después, cruzó
los Alpes con un numeroso ejército y atacó a Roma en su propio territorio.
Los romanos decidieron entonces llevar la guerra a Hispania, por lo que
enviaron un ejército a Emporion, aunque hasta entonces todo fueron derrotas
romanas.
Todo cambió cuando Escipión el Africano se hizo con el mando de las tropas
romanas; conquistó Cartago Nova y se hizo en dos años con todos sus territorios
en la península.
Las guerras lusitanas

Vencidos los cartagineses, los romanos se lanzaron a conquistar el resto de


Hispania; lucharon contra los lusitanos, que aunque pusieron gran resistencia
con su líder Viriato, acabaron siendo dominados.

Las guerras celtíberas


Algo parecido ocurrió con los pueblos celtíberos, siendo especialmente dura la
conquista de Numancia, capital de los arévacos, tras un gran asedio que duró
años. Tras esto, consiguieron controlar el resto de la Meseta.

Las guerras cántabras

Finalmente, entre los años 29 y 19 a.C. el emperador Octavio Augusto sometió


personalmente a los pueblos del norte: astures, cántabros y galaicos. Así, toda la
península quedaba bajo el poder de Roma.

A medida que conquistaba el territorio, Roma organizaba el mismo en


provincias, para administrarlas mejor, estando al mando de cada una de ellas un
gobernador.
En principio, hubo dos, la Hispania Citerior (con capital en Tarraco) y la
Hispania Ulterior (con capital en Corduba)
Tras completar la conquista, el emperador Augusto dividió Hispania en tres
provincias: la Tarraconense (capital Tarraco), la Lusitania (capital Emerita
Augusta) y la Bética (capital Corduba)
Por último, durante el Bajo Imperio, se añadieron otras tres: la Gallaecia
(capital Bracara), la Cartaginense (capital Cartago Nova) y la Baleárica
(capital Palma)

5. LA ROMANIZACIÓN DE HISPANIA

Tras años de guerra, la población hispana se romanizó, es decir, adoptó poco a


poco la cultura y forma de vida de los romanos.
El proceso de romanización se aceleró a partir del siglo I a.C., una vez
completada la conquista, siempre más rápido y profundo en el litoral
mediterráneo y más lento y menos intenso en el interior y el norte.
El latín se convirtió en el idioma de Hispania, sustituyendo a las lenguas iberas
y celtas.
Las aldeas iberas y celtas bajo control romano se convirtieron en municipios;
las que se rindieron voluntariamente gozaron casi de los mismos derechos que
las ciudades de Italia.
Además, se fundaron colonias, ciudades para alojar a los veteranos de guerra
romanos, como Itálica y otras se convirtieron en ciudades a partir de antiguos
campamentos militares como Legio (León)
En Hispania nacieron emperadores importantes como Trajano, Adriano o
Teodosio.
5.1. La sociedad hispana
Se dividió en varios grupos sociales:
 patricios: de origen romano, controlaban los cargos importantes.
 ciudadanos ricos: de origen hispano, poseían grandes propiedades agrícolas
e imitaban el modo de vida romano.
 plebeyos: vivían humildemente, trabajando para los ciudadanos ricos.
 esclavos: eran la parte más baja de la jerarquía social.

La economía de Hispania
Los romanos se dedicaron a explotar los recursos de Hispania en su beneficio.
Destacó la actividad agrícola y la ganadera, obteniéndose cereales, aceite y
vino sobre todo.
La minería tuvo también un gran desarrollo, extrayéndose oro, plata, plomo y
mercurio, con los que se acuñaba moneda.
Estos productos se exportaban al resto del imperio gracias al comercio,
distribuidos desde las ciudades y utilizando la extraordinaria red de calzadas
que tenían, como la Vía Augusta o la Vía de la Plata.
De Hispania se exportaban metales, aceite, vino, salazones, garum y cerámica, y
se importaban productos artesanales.

6. ANDALUCÍA ROMANA

Lo que hoy es Andalucía fue ocupada por los romanos tras derrotar a los
cartagineses en la primera fase de la conquista de Hispania.
Así, Andalucía quedó incluida en la Hispania Ulterior en la primera división
provincial, y en época de Augusto se incluyó en la Bética, con capital en
Corduba.
Esta zona se romanizó rápidamente y propició un gran desarrollo urbano, con
ciudades como Itálica, Corduba, Hispalis, Astigi o Gades.
Sus fértiles tierras le dieron una gran importancia económica, desarrollándose
cultivos de secano (cereales, vid y olivo) y de regadío (hortalizas, frutas), a lo
que se unía una abundante ganadería y pesca y una gran riqueza minera (plata,
cobre, mercurio, plomo)
Todo esto generó un gran desarrollo del comercio; se enviaban a Roma materias
primas (metales) y productos de origen agrícola (cereales, aceite, vino) y se
recibían artículos ya elaborados.
Desde el punto de vista cultural, la Bética aportó figuras relevantes como
Séneca, Columela o el geógrafo Pomponio Mela; en arte, se han conservado
obras importantes como puentes (Corduba), teatros, anfiteatros o termas (Baelo
Claudia)

7. CULTURA Y ARTE EN HISPANIA


Los hispanos mezclaron su antigua religión con la politeísta romana, incluyendo el
culto al emperador. Más tarde, el cristianismo se extendió con mucho éxito por
toda la provincia de Hispania.
En Hispania nacieron personalidades importantes de la cultura romana como el
filósofo Séneca, los poetas Lucano y Marcial o el agrónomo Columela.
Además, en las ciudades hispanas se construyeron el mismo tipo de edificios que en
las romanas, tales como
- acueductos: Segovia o el de los Milagros (Mérida)
- teatros: Mérida
- anfiteatros: Mérida, Itálica, Tarragona
- murallas: Lugo
- puentes: Alcántara (Cáceres), Córdoba
- templos: Mérida
- termas: Itálica, Baelo Claudia
- arcos: Bará (Tarragona)
- faros: de Hércules (A Coruña)
- circos: Mérida, Tarragona
- monumentos funerarios: torre de los Escipiones (Tarragona)
Por último, en Hispania también se han encontrado numerosa esculturas y relieves,
pinturas, objetos de cerámica y mosaicos.

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