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HISPANIA ROMANA
Fenicios y griegos
Los fenicios llegaron por el sur en el siglo VIII a.C; fundaron enclaves
comerciales por la costa andaluza como Gadir (Cádiz), Malaca (Málaga), Sexi
(Almuñécar) y Abdera (Adra), convertidos más tarde en colonias y ciudades.
Los griegos eran rivales comerciales de los fenicios y llegaron en el siglo VII
a.C., fundando colonias en las costas catalana y valenciana como Emporio
(Ampurias), Rhode (Rosas) y Hemeroskopeion (Denia)
En estas colonias, la sociedad se dividía como en sus lugares de origen; había
ciudadanos con todos los derechos, hombres libres sin derechos y esclavos.
Cartagineses
3.1. Tartessos
Los fenicios visitaron la península desde el siglo VIII a.C. buscando metales y
fundaron Gadir (Cádiz) así como Malaca (Málaga), Sexi (Almuñécar) y Abdera
(Adra). Desde ellas, comerciaron con tartesios e iberos hasta que fueron
sustituidos por los cartagineses, que ejercieron un dominio militar del territorio.
Los griegos, por su parte, fundaron en Andalucía Mainake (en Málaga)
4. LA CONQUISTA DE HISPANIA
5. LA ROMANIZACIÓN DE HISPANIA
La economía de Hispania
Los romanos se dedicaron a explotar los recursos de Hispania en su beneficio.
Destacó la actividad agrícola y la ganadera, obteniéndose cereales, aceite y
vino sobre todo.
La minería tuvo también un gran desarrollo, extrayéndose oro, plata, plomo y
mercurio, con los que se acuñaba moneda.
Estos productos se exportaban al resto del imperio gracias al comercio,
distribuidos desde las ciudades y utilizando la extraordinaria red de calzadas
que tenían, como la Vía Augusta o la Vía de la Plata.
De Hispania se exportaban metales, aceite, vino, salazones, garum y cerámica, y
se importaban productos artesanales.
6. ANDALUCÍA ROMANA
Lo que hoy es Andalucía fue ocupada por los romanos tras derrotar a los
cartagineses en la primera fase de la conquista de Hispania.
Así, Andalucía quedó incluida en la Hispania Ulterior en la primera división
provincial, y en época de Augusto se incluyó en la Bética, con capital en
Corduba.
Esta zona se romanizó rápidamente y propició un gran desarrollo urbano, con
ciudades como Itálica, Corduba, Hispalis, Astigi o Gades.
Sus fértiles tierras le dieron una gran importancia económica, desarrollándose
cultivos de secano (cereales, vid y olivo) y de regadío (hortalizas, frutas), a lo
que se unía una abundante ganadería y pesca y una gran riqueza minera (plata,
cobre, mercurio, plomo)
Todo esto generó un gran desarrollo del comercio; se enviaban a Roma materias
primas (metales) y productos de origen agrícola (cereales, aceite, vino) y se
recibían artículos ya elaborados.
Desde el punto de vista cultural, la Bética aportó figuras relevantes como
Séneca, Columela o el geógrafo Pomponio Mela; en arte, se han conservado
obras importantes como puentes (Corduba), teatros, anfiteatros o termas (Baelo
Claudia)