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& Amai Rakuen
Rayne Auster
Mireiyu
Yrathiel
Tigresa
Gaviota_romantica
Herido y traicionado por su mejor amigo,
Avery no se encuentra exactamente en una
búsqueda para encontrar el amor cuando tropieza
literalmente sobre él Dylan Kincaid, su nuevo y
sexy vecino. Avery es rápido en perdonar el hecho
de que la llegada de Dylan trae consigo una serie de
eventos tan desafortunados como para mantener
deprimida a la persona más optimista. Él se propone
acercarse e intentar entrar en los pantalones de
Dylan. Pero el amor no es tan fácil de atrapar, y
Avery tendrá que enfrentarse al pasado de Dylan y
su aversión a los ascensores en su camino a la
felicidad.
4
Capítulo 1 – Entrada forzada1
2
( ) Manifestación, aparición
se cierran a su ritmo habitual, pero por alguna razón,
no se sentía de ese modo. Cada momento parecía
interminable, plagado de tensión y anticipación.
Después del “clic” del cierre, el ascensor comenzó su
agraciado ascenso hacia el piso de mi apartamento, y sí,
adivinaste, se detuvo a mitad del camino. No, no fue
una fallo eléctrico. Podría haber lidiado con otro fallo
eléctrico. Él lo detuvo, apretando el botón de
emergencia. Tú sabes… el que detiene el ascensor
cuando inesperadamente algo va mal. Ok, lo admito,
eso es más cliché que una falla eléctrica, pero con lo
que realmente intento llamar tú atención es con lo que
pasó a continuación.
14
Capítulo 2 – Primero vodka, salud
después
A
l día de hoy, no creo poder olvidar el
horror y la incredulidad que cruzaron a
través de mí con esas últimas e inocentes
palabras. No podía creer haber logrado
quebrar mi tobillo, pero lo peor de esto era, haberlo
hecho sentado. De acuerdo, tuve un poco de ayuda,
pero aun así, no lo podía imaginar sin importar como lo
mirase. Michael saco un par de férulas5 de su pequeño
bolso mágico de la misma manera que un mago saca
conejos de su sombrero. Procedió a vendar mi tobillo
hasta dejarlo ajustado y sólido. Eso fue seguido por mí
siendo elevado otra vez, aunque no estoy seguro si
importa, mis pies no tocaban la tierra en ese momento.
Dylan me cargó hasta el automóvil y Michael se
deslizó en el asiento del conductor. No del todo
romántico, ¿pero quién soy yo para quejarme? Saliendo
del estacionamiento, procedió a llevarme al hospital
más cercano. Yo estaba en el asiento trasero con Dylan
dándome apoyo. Tengo la impresión que quiso apoyar
mi tobillo físicamente o algo, pero el calor de su cuerpo
contra el mío fue un apoyo de un tipo totalmente
diferente. Extrañamente eficaz, su cálido toque me
distraía lo suficiente para mantener mi mente al borde
del pánico, así que felicitaciones por conseguir
eficientemente lo que Michael le pidió.
A mitad de camino a nuestro destino final, si,
quise hacer que la referencia suene un poco tétrica,
me aleje del apoyo de Dylan y toque el hombro de
15
Michael para llamar su atención. —Hay una licorería a
5
Tablilla flexible y resistente que se emplea en el tratamiento de las fracturas.
la vuelta de la esquina del hospital. ¿Te molestaría
hacer un breve desvió para comprar algo de vodka?
Está bien, tal vez esa no era la forma más brillante
de expresar lo que intentaba decir, pero realmente no
esperaba esa reacción. Dylan abrió la boca como un
pez fuera del agua y Michael perdió el control del auto
por un momento, saliéndose a un lado antes de poder
recuperar el control. —Estas bromeando, ¿cierto? —
Michael realmente intento ocultar su incredulidad por
debajo de una fachada calma, pero supongo que lo
conmocioné demasiado para que pudiese logarlo.
—¿Luzco como si estuviera bromeando? —
respondí, inexpresivamente. Lo sé, podría haberlo
sacado de su miseria y decirle realmente porque
deseaba el alcohol, pero estaba divirtiéndome
demasiado para arruinar el momento con la verdad—.
¿Estás loco? —Dylan finalmente encontró su voz.
Estaba tentado a hacerlo regresar a su anterior estado
pero no creo que el apreciase la broma.
Lo miré levantando la ceja, o al menos eso creí, y
entonces él se giro hacia Michael, quien parecía intentar
ganar un concurso de ceños fruncidos. Michael negó
con la cabeza, sus blancos nudillos tensos se
apropiaron de la dirección. —Ni te molestes en discutir
con él, Dylan. La respuesta es no, fin de la discusión.
Me reí. Sí, estoy así de loco, pero para decir
verdad, pienso que fue mas por histeria que por
diversión. Fue allí cuando realmente deje caer la bomba.
—Mira, tengo HM, Mi hermano gemelo murió mientras
le hacían una operación para extraer sus amígdalas a
pesar que fue correctamente diagnosticado y le dieron
Dantrolen6. Ahora sé que hay otros agentes anestésicos
que pueden usarse, pero los más seguros son locales y
16 no trabajan demasiado bien en mi, entonces, o paras
6
El dantroleno es un medicamento que se usa para ayudar a relajar ciertos músculos de su
cuerpo.
por algo de vodka o voluntariamente te vas a unir en
mi experiencia. Si tengo que masticar cuero para
soportar el dolor, entonces vas a sufrir conmigo. Tú
eliges. Aunque déjame advertirte, que no desearas
elegir la segunda opción. Soy un muy mal paciente.
Estaba un poco más que satisfecho con mi victoria
cuando Michael silenciosamente cambio el rumbo y se
dirigió a la licorería. Dylan me miraba como si
repentinamente me hubiesen crecido dos cabezas. Nos
mantuvimos en silencio mientras Michael estacionaba.
Salió, cerró la puerta sin siquiera mirarme, y fue directo.
En el momento en que Michael se fue, Dylan se me
abalanzó. No, no de esa forma, aunque hubiera sido
bueno que el ataque hubiese sido sexual. —¿Qué
demonios está pasando? —demandó, con tono
brusco—. ¿Cómo hiciste para convencer a Michael para
que compre tu vodka, cuando yo no pude lograr que
me permita darte agua porque probablemente
necesitabas ser sometido a un bisturí?
Hice una mueca. No puedo decir que lo haya dicho
de la manera más delicada, y el simple pensamiento de
objetos plateados y filosos sobre mi carne mientras me
sentaba y miraba incómodo, pero realmente no tenía
tiempo para pensar en ello. Dylan, él, bien, ¿cómo
puedo ponerlo sin sonar aún más masoquista de cómo
ya sueno? Qué demonios, todos sabemos que tengo
una mente unilateral. Dylan se veía increíblemente
enojado, el fuego de la pasión ardía en esos ojos claros
que me derribaban con una mirada calculadora. Si no
hubiese estado tan excitado por ella, creo que abría
corrido en la dirección opuesta. Un hombre inteligente
lo hubiese hecho, pero de nuevo, ya establecimos que
tener un alto IQ no te hace necesariamente inteligente.
Presten atención, mis estudiantes: El arte de la
17 distracción, Lección uno. Inclinándome hacia delante,
deslicé mis dedos dentro de las hebras del suave y
sedoso cabello color chocolate y me tiré a reclamar su
boca sin parar a pensar o considerar la gran teoría de
causa y consecuencia. Su reacción inicial fue tensa, la
sorpresa lo mantuvo momentáneamente en su lugar, y
entonces sus labios se separaron, garantizando mi
entrada a la cálida y suave caverna de su boca. Sabia
como vainilla, fresca y sedosamente suave, a pesar que
tal vez fue solo mi fetiche con el helado de vainilla, en
mi cabeza.
7
( ) El chiste era ¿Check IN? Más bien Check OUT pero en español no se entiende
Otro punto para mí. Estaba siendo otra vez el
receptor de su rico sentido del humor cuando se rió de
mi comentario. —No paras, ¿verdad?
—¿Por qué iba a querer hacer algo así?, —Le di el
aspecto más inocente que pude, el cual no era inocente
del todo ya que no podía resistir la tentación de echarle
una mirada intencional. Lo hice para demostrar mi
punto, por supuesto. Que me gustara lo que veía era
solo un bono adicional—. ¿Por qué sigues aquí? —le
pregunté, inclinando mi cabeza hacia un lado por la
curiosidad.
—Me imaginé que ibas a necesitar que te llevaran
a casa, viendo que te trajimos y ya que estamos
saliendo y todo, me imaginé que necesitaba jugar la
parte de tu amante. Dejé a Michael en su casa y volví,
solo por ti. —La mueca en sus labios cuando dijo esto
era prácticamente sádica y aunque fue claramente
evidente que estaba incitándome no podía dejar de
entrar directamente.
—¿Estamos qué?, —escupí. No quiero ni pensar
en la expresión de mi cara en ese momento, sospecho
que le dio a Dylan una venganza de su previa expresión
de pescado.
—¿No lo recuerdas? Eso duele. —Dylan levantó
una ceja y con demasiada calma pronunció las palabras
que me tiraron por completo al caos. Se ve que puede
jugar mi juego tan bien como yo—. —Después de todo
el esfuerzo que te tomó pedirme salir. Fue tan
romántico. Prácticamente caí por ti en el momento en
que te vi. Sellando todo eso con un beso. No puedo
decir que he tenido alguna vez a alguien que se
enfoque tanto en mí, y viendo que eres tan creativo, en
cortesía a tu determinación he decidido llegar a un
22 acuerdo. Vamos, amor. Vamos a casa.
Muy bien, mi cara de pez supero con creces la
suya. Soy un poco perfeccionista, a veces, pero
generalmente no suelo apreciar hacer bien las cosas
malas. No es que importe. Dylan permaneció
inmutable por mi mudez de incredulidad. El silencio no
le molestaba ni un poco, en realidad le daba tiempo
para pagarme con creces por mi anterior acción. Él
recorrió la mirada sobre mi cuerpo, el movimiento era
deliberadamente agresivo y sensual. Cada sencillo
nervio dentro de mí se despertó, prácticamente
hirviendo de tensión.
Él notó mi excitación, aunque no es como para
darle puntos por la hazaña. El bulto en mi pantalón no
era precisamente fácil de evitar. Sus ojos se posaron en
mi entrepierna, y mi humillación aumentó diez veces
cuando mi cuerpo reacciono más, la absoluta intensidad
de mi reacción física actualmente bordeaba el dolor.
Podría haber acabado solo con su mirada.
Afortunadamente, cuando sentí que mi control
comenzaba a ceder, su mirada se movió a la deriva
hasta el yeso que ahora encerraba mi tobillo.
—¿Cómo está el tobillo?, —La mundana pregunta
me sorprendió y me costó un momento ganar el
suficiente ingenio para responderle
—Aparentemente es una fractura limpia, entonces
es fácil de arreglar. Tengo suerte. No necesitaron poner
ninguna pieza de metal para mantenerme unido, y
dijeron que seré capaz de volver a usarlo en seis meses.
—Moví mi muleta mientras hablaba. Probablemente se
vio ridículo, pero realmente no me importa. Soy una
persona expresiva y me gusta usar mis manos cuando
hablo. Una pequeña cosa como tales accesorios no me
va a detener.
24
Capítulo 3 – Marcha suave
34
8
( ) Se refiere al canario Tweety o Piolín
9
( ) Tecnología de la información, ósea, con la computadora
Capítulo 4 – Despiértame antes de
que tú…
44
Capítulo 5 – El arte de la
distracción
11
( ) Él dice literalmente que se preparaba para darle a su visitante una pieza de su mente (“a
45 piece of my mind”), por eso dice luego que en cambio decidí darle una pieza de mi trasero (piece
of my ass) en español pierde un poco el sentido.
12
( ) Jogging o Pants
Dylan recorrió un camino sobre mi cuerpo con su
boca, mordisqueando y besando la piel que encontraba
por el camino, y se encaminó directamente a ese
endemoniado pequeño punto justo detrás de mi oreja
que me derritió al primer contacto. —¿Estás seguro? —
El aire de su susurro envió escalofríos de placer a
través de mí, todos y cada uno dirigiéndose
directamente a mi ingle, creando la necesidad de
liberarme. ¿Estaba prácticamente en sus manos y tenía
la audacia de preguntar eso?
Alcanzándolo, hundí mis dedos dentro de su
cabello y tiré de su rostro hacia mí, presionando mis
labios contra su oreja derecha. —Demonios, sí, —gruñí,
ya sin paciencia. Liberando algo de su cabello, dejé
caer mi mano izquierda y agresivamente la empujé
para abajo hacia el bulto de sus pantalones, la acción
fue esta vez un intento completamente deliberado, de
descifrarlo a él en lugar de a mí.
Podría haber bailado de alegría cuando mi acción
sacó un gemido de su garganta, sus caderas se
levantaron empujando hacia mi mano, pero eso
hubiese requerido dejarlo ir, pero no iba a hacerlo
ahora que lo tenía exactamente donde quería.
—Sssiii. —La palabra salió como un siseo y esta
vez no era yo quien hacía las imitaciones de animales—.
Ay… Ay-very. —Sus manos arañaron las mías,
empujando y tirando de mí a la vez, casi como si no
pudiese decidir si deseaba que parara o continuara—.
¿Ti… tienes… —jadeó—, ¿protección… lubricante? —
Finalmente logré reducirlo a palabras simples, su
elocuencia increíblemente se fue, y ese hecho fue para
mí, un torrente de energía como ningún otro.
Me rendí a lo inevitable y me deslicé de su regazo.
46 Me siguió y usé su agarre en mi caprichosa mano para
guiarlo hacia mi dormitorio. O al menos es lo que
intenté hacer. Me había olvidado completamente del Sr.
Cabeza de Burbuja, y mi tobillo volvió a doler en el
momento en que tocó el suelo.
Afortunadamente para mí, Dylan es de lejos más
grácil y eficiente que yo. Moviéndose conmigo, usó mi
caída para deslizarme de vuelta a mis pies mientras yo
continuaba con mi brillante interpretación de la clásica
damisela en problemas. Se había convertido en un
hábito entre nosotros.
El tiempo parecía haberse detenido, ambos
luchábamos para recuperar la compostura en un
intento de fingir que nada estaba mal.
Desafortunadamente para mí, Dylan se recupera más
rápido.
—Despacio ahí, Tweety. Sé que estás ansioso,
pero seguro que podemos dedicar un momento para
llevarte a la cama de una sola pieza. —Su voz era ronca,
aún llena de deseo pero de lejos más compuesta que lo
que yo deseaba, incluso después de unos momentos
incómodos de silencio en los cuales se recuperó.
El tono bromista provocó un rubor de vergüenza
en mis mejillas. La absoluta indignación anta toda la
situación era una píldora difícil de tragar y mentalmente
maldije la mera existencia del Sr. Cabeza de Burbuja.
Debería haber sido una seducción perfecta, sin
embargo, estaba avergonzado de nuevo mientras mi
sueño húmedo se reía de mí, demasiado compuesto
para mi gusto.
—Vamos, Tweety, no te enfades. —Su risa se
esfumó cuando notó la expresión de mi cara y me
movió a sus brazos. Se tomó un momento para
revolver mi cabello y encaminarse hacia mi dormitorio.
Sin otra palabra, me cargó con confianza hacia mi
propio dormitorio y me dejó sobre mis, aun revueltas,
47
sábanas. Sin pausa para darme tiempo a procesar lo
que estaba ocurriendo, bajó y capturó mis labios, esta
vez tomando el control del beso para retornar a la
exploración a la cual lo había expuesto en el salón.
Justo cuando estaba a punto de perderme
completamente en la textura sutilmente áspera de su
lengua, se reincorporó para quitarse su polo azul. En el
momento en que la camiseta salió, fue hacia mi mesa
de noche e inmediatamente me dio la mayor lección de
vergüenza de mi vida.
Esta es la parte de la que realmente no quiero
hablar, pero por el bien de la precisión, supongo que,
desafortunadamente, lo haré. Veréis, en cuanto Dylan
llegó a mi mesa de noche se puso tenso por un
momento. Fue cuando recordé que había olvidado algo
allí. En el momento en que se recuperó lo suficiente
para moverse, se giró hacia mí y levantó una ceja, una
diversión maligna brillaba en sus ojos. —¿Tienes un
consolador? —lo sostuvo colgando la brillante evidencia
verde-fosforescente delante mío.
Estaba absolutamente mortificado, pero aún así
podía sacar un comentario sarcástico o dos de mi
repertorio. —No es exactamente un pepino, ¿verdad? —
No iba a admitir que eso era la única fuente de acción
que había tenido en mucho tiempo. Dos años, de hecho.
No había dormido con nadie desde que rompí con la
única persona que había dejado que me tocara. Tyler
no era la persona más monógama que existía, y tuve el
privilegio de descubrirlo el día que me dijo que había
contraído SIDA. Los siguientes seis meses fueron los
peores de mi vida, pero no iremos por ahí. Estoy limpio
y ese capítulo de mi vida concluyó hace mucho.
No se me ocurrió preguntarle a Dylan si también
estaba limpio. Él no me parecía el tipo de persona que
pierda el tiempo solo porque sí, y aunque lo hiciese, ya
probó que era de lejos demasiado lógico para hacer ese
48 tipo de estupideces. Obsesivo compulsivo y sexo sin
protección no van realmente de la mano, ¿no? Además,
él quería usar protección.
—No, no es un pepino, —afirmó Dylan,
reclinándose para trazar mi labio inferior—. Un pepino
no sería ni la mitad de divertido. —Él utilizó la punta del
consolador de plástico duro para bajar desde mi pecho
a mi estómago, haciendo círculos lentamente cuando
llegó a su destino. La visión de otra mano que no era la
mía en el juguete, hizo que mi trasero se tensara, mis
músculos estaban ansiosos por ser estirados y llenados,
pero él no había terminado de burlarse de mí todavía—.
Pero primero lo primero… —Palmeó mi erección y volvió
a mordisquear mis labios—. Condones y lubricante.
—Arriba… cajón… —Era mi turno de ser reducido a
palabras simples y pantalones llenos con el deseo de
interrumpir cualquier esfuerzo de hablar con coherencia.
Su murmullo vibraba contra mi piel, testificando lo
cerca que estaban nuestros cuerpos, antes de que
volviera a separarse, arrancando otro gemido de mi
garganta. —Volveré, Tweety. —Pasó su dulce mano
sobre mi pecho. Cuando rozó mis pezones me arqueé
hacia su mano, mi piel quemaba por tener más de ese
toque. Estaba tan perdido en la sensación de este, que
apenas noté cuando su otra mano volvió, ambas
tirando hacia abajo para quitar mi pantalón. El sr.
Cabeza de Burbuja ni si quiera le dio una pausa, y
enseguida me tuvo completamente desnudo.
En el momento en que mis pantalones estuvieron
fuera, se sentó sobre mí y presionó su todavía vestida
erección contra la mía. Sus manos dejaron mi piel y se
movieron a desabotonar sus jeans. Lo hizo, mirándome
con cada movimiento, podría haber muerto como un
hombre feliz, justo en ese momento. Él encarnaba
49 todas mis fantasías.
Cuando desabotonó y bajó el cierre de sus
pantalones, su pene salto libre, la punta ya manchada
con humedad. Ese fue el momento en el que decidí
atacar. Sentándome, lo tomé y lo empuñé, moviendo
mi mano agresivamente arriba y abajo de la dura y
pulsante carne.
Obviamente no iba a ser menos, me empujó hacia
abajo con un gruñido pero dejó mi mano donde estaba.
Presionó sus caderas sobre mis manos y mordió mi
hombro, el dolor me hizo arquearme contra él una vez
más. Mientras todavía estaba perdido en la extraña
sensación de placer que siguió rápidamente al dolor, él
deslizó sus dos rápidos dedos profundamente dentro mí,
matando con eficacia cualquier esperanza de un
pensamiento lógico que pudiera tener.
La invasión no dolió. Mi cuerpo absorbió sus dedos
dentro con facilidad y empujé hacia abajo contra ellos,
seguido por ese placer elusivo que sabía que vendría. Él,
sin embargo, tenía otros planes. Al llegar abajo, sujetó
mis caderas y tomó el control del movimiento,
flexionando y moviendo velozmente sus dedos como
una tijera. Era puro éxtasis y tormento, todo en uno,
porque lo quería y quería más.
Justo cuando estaba a punto de rozar de nuevo mi
próstata, sacó sus dedos, dejándome vacío. Frustración
y desilusión cruzaron a través de mí como si fuese
negado otra vez. Incapaz de soportar más, levanté mis
manos, estirándolas, y las bajé de nuevo contra la
cama, y un gruñido escapó agresivamente de mis labios.
No lo voy a negar. No después de todo el tormento.
Me moví, con la intención de devolver la marca
que había dejado en mi hombro, pero no pude llegar
tan lejos. En el momento en que me moví para
50 morderlo, deslizó mi consolador dentro de mí y la
repentina invasión de ese frío y duro objeto me
sobrecogió. Caí de nuevo en mi cama gritando y
arqueándome una vez más, el ángulo de la penetración
era enteramente una nueva experiencia ahora que no
era mi propia mano la que empujaba.
En otro golpe a mi orgullo masculino, le tomó solo
unos momentos para tenerme rogando por más. Sus
empujes eran firmes y seguros, y cada entrada del
consolador profundamente dentro de mí golpeaba mi
próstata. El plástico duro me llenó una y otra vez,
calentándose rápidamente por la fricción y por mi piel,
y demasiado pronto sentí el principio del fin. Comencé
a sentir un hormigueo en mis bolas y pude notar que
mi orgasmo aumentaba, solo para descubrir que
todavía no había terminado conmigo.
—No todavía, mi pajarito, —susurró, su caliente
respiración una vez más cosquilleaba mi oreja—. No así.
—Sacó el consolador, y mis bolas palpitaron en protesta.
Quería llorar por la pérdida, pero al mismo tiempo,
quería más, al igual que él. Mi cuerpo estaba caliente y
húmedo, cubierto de sudor, semen y lubricante, y yo
quería ser reclamado de la forma más intima posible.
Abrió un preservativo y se lo puso a sí mismo
antes de agarrar el lubricante, aplicando una generosa
cantidad en su mano. Tirando el lubricante a un lado,
se apuró a esparcir la sustancia resbaladiza sobre el
preservativo con un profundo gemido, el simple sonido
estaba teñido de lujuria y hambre.
En cuanto terminó, tomó mis piernas y las empujó
hacia mi cabeza, exponiéndome completamente para la
penetración. Mi ano se agitó en anticipación, y deslicé
mis manos hacia esa parte para abrirme aun más,
tirando de las nalgas de mi trasero separándolas lo más
que pude doblado casi por la mitad sobre mi propia
cama. Otro gemido escapó de su garganta y me
51 penetró profundamente, cada estocada era tan agresiva
como cuando usó el consolador.
Grité y dejé caer mis manos. Apreté las sabanas
cuando el dolor ardió esta vez a través de mí en
venganza. A pesar de que estaba preparado y listo, era
más grande de lo que esperaba, y la repentina
penetración causó que mis músculos quemaran y se
cerraran, olas de tensión atravesaron mi cuerpo.
—Relájate, Tweety. —Mi extraño sobrenombre
quitó algo de tensión de mi cuerpo—. Yo me ocuparé de
ti. —Lamió la parte sensitiva debajo de mi oreja,
distrayéndome exitosamente del dolor de ser
repentinamente llenado por un objeto
considerablemente más grande de lo que estaba
acostumbrado, y balanceó gentilmente sus caderas
hacia mí.
Su movimiento aliviaba el dolor y mi cuerpo
comenzó a abrirse, ajustándose a su circunferencia,
sintiéndome relajado. Lentamente incrementó la
velocidad y profundidad de sus estocadas, y la fricción
del movimiento logró convertir el dolor en placer. En el
momento en que encontró y rozó mi próstata, olvidé
completamente mi malestar y empujé para encontrar
su movimiento.
Eso parecía ser que era lo que estaba esperando.
En el momento en que lo hice se relajó y se dejó ir,
penetrando fuerte y profundo dentro de mi cuerpo.
Consiguiendo un extraño ritmo, encontré y contrarresté
todos sus movimientos y saboreé la forma en que mi
cuerpo se estiraba y quemaba para acomodar cada una
de sus agresivas invasiones, llenándome una y otra vez.
Me gustaría decir que fue una larga experiencia
erótica, pero estaba muy cerca y había pasado
demasiado tiempo como para tener expectativas
razonables. Mi inminente orgasmo se levantó con la
52 velocidad de un tsunami y me vine en un agudo grito
de liberación, torciendo mi cuerpo en la sábana del
placer que me provocaba. Él continúo deslizándose
dentro de mí, y la tensión causada por mi orgasmo
incrementó la fricción una vez más, la quemadura una
dulce adición, hundiéndome en el mar de placer en el
cual ya me estaba ahogando. Él me siguió no mucho
después, y pude sentir cada pulso de su liberación
mientras llenaba el preservativo de látex dentro de mi
cuerpo.
Y ese es el motivo por el qué normalmente
describo mi primera experiencia sexual con él usando
solo una palabra: ¡Alucinante!
53
Capítulo 6 – La verdad al
desnudo
(13) Trabaja con computadoras y se refiere a un código de error como los de las pc y las páginas
58 web. Ejemplo: ERROR HTML 404 Pagina o archivo no encontrado.
(14) ID10T = IDIOT = Idiota, Se usa para los mensajes “para idiotas” o sea tipo “El documento
fue modificado desea guardar <si> <no>”
está entre problemas eléctricos, una falla del ascensor
mismo, o el botón STOP de emergencia. Escenas típicas
de película barata. Los típicos clichés.
—Sip, —Asentí en conformidad, sonriéndole de
hecho. Este debería ser un cuento doloroso de contar,
pero algo acerca de contárselo a Dylan y jugar con él
como estaba haciendo lo hacía gracioso. Olvidé
completamente lo dolido que estaba por ello y me perdí
en el disfrute de jugar con las hipótesis de Dylan—. Así
fue exactamente como paso, y la razón fue un
problema eléctrico.
Podía ver el escepticismo y confusión escrito en
toda su cara, pero dándole vueltas al tema. Tenía toda
la intención de llegar al quid de la cuestión…
eventualmente. —Kayden y yo éramos las únicas
personas en el ascensor en ese momento. —Aparté la
vista, algo dentro de mí haciendo que me asustara
repentinamente de la posible reacción de Dylan.
Aunque, lógicamente, sabía que no tenía razones para
temer el mismo tipo de rechazo que de Kayden—. Las
luces se apagaron y estaba obscuro, me imaginé que
era la oportunidad perfecta para contarle mi único
secreto para el que aún no había encontrado el coraje
para compartir. Verás, éramos los mejores amigos.
Compartíamos todo. Entonces pensé que tal vez era el
momento para decirle que era gay.
—Me quedé en silencio y espere su reacción, a que
dijera algo. Asumo que no se lo tomó muy bien.
—Depende de cómo lo mires, supongo. —Miré a la
nada, completamente perdido en recuerdos que debería
haber dejado marchar. Aún así, algo en ellos realmente
me molestaba. La traición de Kayden hizo a una parte
escondida de mí cuestionarse sobre el núcleo de mi
59 identidad misma. No era algo que estuviera por
admitir, pero no obstante estaba ahí—. No hubo
violencia ni física ni mental. No me gritó ni me golpeó.
Supongo que eso fue parte del problema. Me ignoró
completamente, y pasamos la siguiente hora y media
en un silencio sepulcral. Una vez que volvió la
electricidad y salimos, él caminó pasándome, incluso
tropezó conmigo, sin volver siquiera a mirarme.
—¿Eso fue lo que te molesto tanto anoche?
Su pregunta volvió mi atención a él y negué con la
cabeza. —Nop. —Subí mi tono de voz mientras
hablaba en un esfuerzo por mantener mi respuesta
indiferente. Fallé, pero no entraremos en eso—. Anoche
realmente hubo sexo en ese ascensor. Kayden presiono
el botón de emergencia y tuve el privilegio de tener
asiento de primera fila de “Sexo en la ciudad15” bajo
una luz completamente nueva. No, espera. No eran
asientos de primera fila. Era un espectáculo privado. De
cualquier manera, tuve que ver a Kayden tener sexo
con una prostituta en frente mío.”
Aun mientras hablaba, pude ver el shock e
incredulidad de Dylan. Supongo que no lo vio venir,
pero no lo culpo. Después de todo, no es exactamente
algo que ves todos los días. —¿Estás bromeando, no?
—No, —respondí, en tono irónico. Después de todo,
no era un tema del cual desease hablar—. ¿Por qué
haría bromas sobre tan gran espectáculo?
—Avery.
—Dylan. —Podía escuchar el suave reproche en su
tono pero lo ignoré completamente, copiando su tono
en mi respuesta. En mi opinión, el tema había
terminado. Fin de la historia.
Supongo que se dio cuenta que no iba a dejarlo
ganar, porque no presionó más. En cambio, suspiró,
60 alcanzándome para revolver mi cabello. —Si esto te
15
NC: en España se tituló “Sexo en Nueva York”
hace sentir mejor, te desee desde el momento que
pose mis ojos en ti.
—¿Entonces, por qué te tomo tanto saltar hacia
mí? —Respondí, sintiéndome repentinamente juguetón.
Deseaba olvidar a Kayden para deshacerme de la
tensión que me causaba hablar de él. No valía la pena.
No cuando tenía al dueño de maravillosos y sexis ojos
azules, recostado totalmente desnudo y glorioso en mi
cama. Humm, oh, las infinitas posibilidades.
—Intentaba ser un caballero. —Dylan levanto una
ceja, sus rasgos faciales estaban inexpresivos.
Desafortunadamente para él, pude ver el brillo de
alegría en sus ojos, y eso lo delataba por completo.
Estaba jugando conmigo y, oh, como lo amaba por eso.
Esa debería haber sido mi segunda pista de hacía
donde llevaba todo esto, pero estúpido de mí no estaba
preparado para verlo.
—¿Todavía existen? —Me recosté y le aguijoneé en
el costado, curioso por ver si tenía cosquillas. Deseaba
una ventaja física sobre él, teniendo en cuenta lo bueno
que era para dejarme completamente descompensado
verbalmente. Por desgracia no fue así. Ni se inmutó.
—Por supuesto, pero somos una raza rara, ya ves.
Así que deberías considerarte afortunado por haberme
encontrado, —respondió sin pausa, moviéndose para
aguijonearme a cambio. Y así es como terminamos
revolcándonos en mi cama otra vez. Veras, a diferencia
de él, de hecho tengo cosquillas, y acababa de
delatarme inadvertidamente. Tal vez debería pensar
las cosas antes de actuar en impulsos al azar que
simplemente me meten en problemas cuando estoy
alrededor de Dylan. Por otra parte, quizás no. En algún
lugar en el medio de esta tortura de cosquillas que me
61 infligió, la naturaleza de sus toques cambiaron y pronto
me tenía gimiendo en lugar de riendo y ahí es donde
pasamos el resto del día. ¿No adoras sencillamente los
fines de semana?
62
Capítulo 7 – Honesta
comunicación
66 16
Geek o Nerd, término que se utiliza para referirse a la persona fascinada por
la tecnología y la informática
próxima vez. ¿Tienes algo por el chocolate, no?
Siempre dijiste que era un objetivo para experimentar.
Si quieres podríamos hasta incluir a tu pequeño juguete
de allí y tener un trío, deberíamos considerarlo.
Mi mente corrió y repentinamente pude ver a
Jacey y Dylan, juntos, haciendo cosas que no deseaba
que Dylan hiciera con él. Deseaba que las hiciera
conmigo. Mi corazón se cerró en sí mismo y me dolió el
pecho y fue en ese momento cuando oficialmente tuve
suficiente. Me negué a seguir allí, escuchando al novio
de Dylan hablando de qué tan buena era su vida sexual
cuando parecía que Dylan me había traicionado de la
forma más básica.
Me paré, llamando la atención de Dylan, y por un
momento, quedé atrapado en su mirada sin saber qué
hacer a continuación. Entonces el dolor en mi pecho me
incitó a moverme. Repentinamente enojado con él por
haber jugado conmigo de la forma que lo había hecho,
me estiré y agarré la copa de vino que aún sostenía en
su mano. La tiré en un simple movimiento y la estrellé
contra la mesa en frente suyo, cada línea de mi cuerpo
lo desafió a hacer algo al respecto. Cuando me
encontré solo con silencio, me di la vuelta y caminé sin
más palabras. Ok, tal vez cojeando puede ser una
entrega más apropiada, pero quedémonos con la más
glamorosa de las dos. De hecho, llegué a mitad de
camino por la calle de Michael antes de que Dylan
viniera detrás de mí, con su voz a la deriva por el aire
frío de la noche. —¡Avery! ¡Espera! —gritó con
desesperación, pero lo ignoré. Realmente no quería
hablar con él, no cuando me había herido más de lo
que jamás creí posible, enseñándome el verdadero
significado de hacer añicos un corazón en mil pedazos.
Continúe cojeando y logré avanzar diez pasos,
67 inevitablemente, él me alcanzó. Hice lo que pude para
ignorarlo, pero me agarró por el hombro para poner fin
a todo progreso que pudiese intentar hacer. En cuanto
me tuvo en el sitio, me rodeó para pararse delante de
mí. Quiso hacerme frente mirándome a la cara, pero
volteé mi rostro. No quería que viera lo mucho que
todo esto me afectaba. —Avery. No es lo que crees.
Hizo una pausa, dándome tiempo para responder.
Sin embargo, ignoré por completo la oportunidad que
me dio para protestar. Dylan deseaba hablar y no tenía
ganas de seguirle el juego. Es un hecho conocido que
es difícil convencer a alguien usando la lógica cuando
ese alguien no ofrece puntos que puedan ser
argumentados.
—Vamos, Avery. Háblame. Estoy intentando
decirte que Jacey no es mi novio. —Y fue así como
entré en el juego de Dylan. Cuando pensé que ignorarlo
sería una buena táctica no tuve en cuenta mi propia
naturaleza. Hablo demasiado para que esa táctica sea
viable para mí.
—¿En serio? —Me giré, mirándolo sin antes pensar
mejor en ello—. ¿Eso significa que él es otro de tus
juguetes? ¿Cómo yo? ¿Estás coleccionando tu propio
pequeño harem? ¿Uno para cada día de la semana? ¿O
cada mes? ¿Eso me convierte en el sr. Noviembre? ¿O
es sr. Sábado teniendo en cuenta el día en que me
sedujiste?
—Avery, para. Estás siendo ridículo. Él no es mi
juguete y tú tampoco, y si recuerdo correctamente no
fui yo quien empezó la seducción cuando nos
conocimos. —Aunque mi cabeza sabía que él tenía un
punto, mi corazón no recibía el mensaje. Sabía que lo
estaba acusado injustamente sin darle chances de
explicar la situación, pero no podía sacar la imagen de
Jacey y Dylan juntos fuera de mi cabeza.
68
—¿Entonces ahora es culpa mía? —Perdí la poca
cordura que me quedaba y me las arreglé para fingir
que tenía, y dejé libre todas mis emociones—.
¡Ciertamente, no te quejaste! —En el momento que dije
esto noté que había utilizado el mismo argumento que
Jacey había usado, pero realmente no me importaba—.
¡Si estabas involucrado con otra persona, deberías
habérmelo hecho saber! ¡Y si era solo sexo, no deberías
haberme hecho pensar que querías algo más
poniéndote celoso de que pudiera haber estado
involucrado con Kayden! ¡No puedo creer que fui lo
suficientemente estúpido para haberme enamorado de
ti! —En cuanto esas palabras se escaparon de mis
labios, su significado se hundió en mi mente y en ese
mismo momento murió mi discurso. Acababa de revelar
algo de lo que no me había dado cuenta hasta ese
momento. En algún momento, a pesar del poco tiempo
que había pasado, me había enamorado de Dylan. El
simple pensamiento me hacía desear correr y
esconderme del mundo y de todos los que habitaban en
él—. Verás, puedo jugar a coquetear como el mejor;
comprometerme en una relación real es otra pelota de
un juego totalmente distinto.
—¿Tu qué? —la cuidadosa entonación de Dylan,
dejaba claro que sabía exactamente qué había dicho y
solo estaba pidiendo confirmación con la pregunta, una
confirmación que no tenía intención de darle.
Deseaba tiempo para trabajar mi propio camino, sí,
digan conmigo, epifanía la mía, antes de poder
enfrentarlo y arriesgarme a un posible rechazo una vez
más. Después de todo, no habíamos resuelto la
cuestión del jovencito que había invadido la casa de
Michael para llegar hasta Dylan. —Eso no importa.
Tienes a Jacey. No me necesitas. —Me giré e intenté
alejarme de nuevo, esperando conseguir pasar y
alejarme y así poder curar mi corazón y mi chocante
69 revelación en paz. Tenía toda la intención de organizar
una fiesta de lástima donde el único invitado sería yo.
—No vas a ningún lado. —Era la distintiva orden
en su voz y no su control repentino en mi brazo lo que
me paró una vez más—. Todavía no he terminado
contigo. Solo voy a decir esto una vez, Avery, así que
mejor que escuches y escuches bien. Jacey no es mi
novio, ni mi juguete. No tengo sexo con cualquiera y
créeme que es con una sola persona cada vez. Si,
dormí con Jacey y sí hubo crema y miel esa vez. Estaba
borracho y fuera de mí, y fue un error que intento no
repetir. Nunca. Fue hace seis meses, y cuando volví a
mis sentidos la siguiente mañana rompí con él. No es
que hubiese alguna relación para romper, ya que había
sido cosa de una noche, pero hice todo lo posible para
dejarle claro que no quería involucrarme sexualmente
con él. Desafortunadamente, Jacey, no entendió el
mensaje. Por eso me mudé. Veo que no fue lo
suficientemente lejos, ya que se las arregló para
seguirme la pista de nuevo, pero no me arrepiento. Ni
por un minuto. Te conocí a ti.
Si alguna vez escuché una frase cursi, fue esta
última, pero no encontré la energía necesaria en mi
corazón para encontrarla graciosa. Algo en la situación
y en la manera en que la dijo parecía darle el sentido
que alguna vez tuvo antes que Hollywood la usara
hasta la muerte. —¿Entonces… esto dónde nos deja?
—Te amo, Tweety. ¿Dónde crees que eso nos
deje? —Y así, creo, es como comenzó nuestra relación.
Si fuera por mí, este sería el último capítulo de mi
cuento. Pero Dylan no estaría contento si notaba que
no lo miré hasta que terminó de decirlo de forma tan
natural. Después de todo, todas las cosas deben llegar
al punto de partida para estar realmente completas, y
así es como mi historia termina: donde todo comenzó.
70
Capítulo 8 – TERAPIA
T
res semanas después de sobrevivir el
abominable “Ataque del Jovencito”, como es
llamado actualmente, finalmente me quitaron
el yeso. Cuando digo finalmente me refiero a
eso, porque llevó una semana de más. Durante uno de
mis chequeos, el doctor comentó que la quebradura no
había sanado tan bien como esperaba y recomendaba
que estuviera con el yeso un poco más. No fue un día
feliz para mí. Preví interminables días de tormento y
hasta podía oír al Sr. Cabeza de Burbuja riéndose de
mí. Cuando me enteré de que por fin me sacarían el
yeso, literalmente abracé al pobre hombre de blanco.
Aún escuchar que necesitaría usar las infernales
muletas un poco más mientras me acostumbraba a
caminar de nuevo no me alejó de mi euforia.
Dylan y Michael estaban tan felices como yo. De
acuerdo, ellos no estaban rebotando por las paredes ni
nada de eso, pero realmente estaban felices por mí, y
me invitaron a un almuerzo de celebración. Fue cuando
nos preparábamos para salir, cuando las cosas se
pusieron realmente interesantes.
—Acabo de descubrir algo interesante. —Dylan
asomó su cabeza en su habitación, dónde yo estaba
ocupado escarbando en el ropero en busca de algo que
ponerme. Él me mudó a su departamento tras del
fatídico encuentro con el sr. Miel y Crema, y hemos
estado viviendo juntos desde entonces. Quizás haya
sido repentino el hacer tal compromiso, pero en serio,
71 piensen en ello. Vivíamos uno al lado del otro y de
todas formas la mayoría del tiempo pasábamos la
noche juntos. Desde luego durmiendo juntos. Sin
embargo, no vendí mi departamento y todos los
muebles hasta mucho más adelante, de manera que,
técnicamente, aún no estábamos oficialmente juntos;
todavía tenía una red de seguridad disponible en ese
momento
—¿Hmm? —Usé un momento para hacerle saber
que lo estaba escuchando, a pesar del hecho de que
estaba casi enterrado en mi propia ropa, en búsqueda
de algo adecuado para ponerme, ahora que
nuevamente tenía dos tobillos.
—Michael conoció a alguien. —Con eso sí que logró
conseguir mi total atención. Había descubierto que
Michael, tiene la tendencia de ”disfrutar la vida”, y sí,
eso puede ser interpretado como ”esquivar el
compromiso como si fuera una plaga”. Todo esto lo
supe por Dylan. Michael prefiere mantener las
conversaciones ligeras, y tiende a evitar temas serios.
—¿Conocer a alguien es actualmente como
gustarte alguien lo suficiente para desear algo más que
un compañero de tragos por una noche? —Aunque
Michael procura evitar el compromiso, no duerme con
cualquiera. Tenía que estar muy borracho para tener un
desliz como ese y eso solo pasó una vez en el tiempo
que lo conozco. Por lo que tengo entendido,
generalmente evita la interacción con cualquiera que no
sea un amigo. Yo, siendo la pareja de Dylan, obtengo el
privilegio de su compañía por poderes.
—Sep. —Dylan me sonrió, y el brillo en sus ojos
me dijo que estaba disfrutando demasiado para su
propio bien al contármelo. Lo bueno es que Michael no
estaba ahí para tomar represalias—. En realidad me
pidió un consejo. Quería saber cómo obtener su
atención. Le dije que viva el momento. Quiero decir,
72 que la oportunidad se da ella sola a conocer, y cuando
lo hace, tiene que aferrarse a ella con ambas manos.
Quién sabe, hasta puede toparse con el amor en el
camino. —Lo último lo dijo para molestarme, pero
realmente no me importó. Puedo dejarle pasar a Dylan
bastantes cosas estos días.
—Wow. Le gusta alguien lo suficiente como para
superar su fobia de todo lo que pueda parecerse
potencialmente a una relación. Entonces, ¿Quién es
esta persona que logró conseguir lo imposible?
—No tengo idea. —Dylan se puso detrás de mí
para envolver sus brazos alrededor de mi cintura—.
Pero ya que estamos hablando de fobias, ¿cuándo vas a
superar la fobia a entrar en cierto ascensor? Estoy un
poco cansado de tomar las escaleras, ¿sabes?
—¿Quién te está obligando a subir por las
escaleras? —Pretendí volver a enfocarme en la ropa
que tenía en las manos. No deseaba que Dylan supiera
qué su proximidad me estaba afectando, el calor de su
toque lograba calentar mi piel aún a través de la
camisa que llevaba—. Eres perfectamente bienvenido a
tomar el ascensor mientras voy por las escaleras.
—Entonces estaría solo y sin Tweety. —En ese
momento expiró su respuesta directamente en mi oreja,
tomando total ventaja de mí, ahora, bastante conocida
debilidad.
—Esa es una decisión que vas a tener que tomar,
¿no es así? —Le repliqué, luchando contra el escalofrío
que atravesó mi espalda—. Y mientras estamos en el
tema de los pájaros Tweety y nombres, ¿quién es Avery
Brooks? —Salté a la más aleatoria referencia que pude
encontrar con la esperanza de cambiar de tema,
recordando repentinamente el sobrenombre que Dylan
me puso cuando regresamos a casa.
—Estás intentando distraerme. —La suave queja
73 de Dylan me hizo cosquillas dentro de la oreja mientras
él deslizaba su mano dentro de mi camisa para pasarla
sobre la piel desnuda de mi estómago—. Tut tut,
Tweety malo.
Me arqueé al calor de su tacto, incapaz de
resistirme. —Tú estás haciendo lo mismo. —Mi
respuesta fue corta y agitada, demostrando así que la
táctica de distracción de Dylan era con mucho, más
eficaz que la mía.
—Cierto. —Mi aliento se detuvo cuando succionó el
lóbulo de mi oreja en su boca y lo mordisqueó, su
saliva enfrió mi piel al chocar con el aire que nos
rodeaba—. Pero en eso soy mejor que tú. —Deslizó su
mano sobre mi pecho hacia mis pezones con la misión
de hacer más obvia la prueba de su punto—. ”Avery
Brooks es un actor que trabaja en Star Trek17”.
Y eso lo detuvo todo. —¿Eres un fanático de Star
Trek? ¿Estás bromeando, cierto? —Giré mi cara hacia él,
forzando su mano a deslizarse de mi pezón a mi
espalda—. ¡No puedo creer que seas un Trekkie18!, Por
favor dime que no es assssííííí. —Deliberadamente
resalté la última palabra, usando un tono dramático en
mi voz para molestarlo.
—No me digas que eres un Warrie19, —respondió
Dylan de inmediato, entrando en mi juego justo como
sabía que lo haría. Dylan no puede resistirse a un
debate. Aquí tenemos el arte de la distracción. Lección
tres: Encuentra el punto débil de tu oponente y golpea
justo allí con todas tus fuerzas.
—Pero por supuesto. —Incliné mi cabeza y
pretendí acicalarme, jugando con todo lo que tenía.
Para decir la verdad, no soy ni un Trekkie ni un Warrie.
17
( ) Star Trek o Viaje a las estrellas es una franquicia de series de televisión y películas de ciencia
ficción.
74 18
( ) La palabra trekkie (a veces también trekker) es un término usado para referirse a los fans de
Star Trek.
19
( ) Fanático de Star War
Disfruto de las buenas historias de ciencia ficción pero
no soy un ansioso fanático obsesivo de ninguna, ni Star
Trek, ni Star wars. Ambas series tienen sus puntos
buenos y sus puntos malos. De todas formas, el
conflicto entre los fanáticos de Star Trek y los de Star
War es muy conocido y realmente no podía resistirme a
la urgencia de jugar con eso, viendo como Dylan era lo
bastante fanático como para conocer algo tan
insignificante como los nombres de los actores—.
¿Cómo puedes no ser fanático de Luke Skywalker y
Yoda con toda su sabiduría?
—Yoda es una farsa. No es capaz ni siquiera de
saber cómo crear una oración gramaticalmente correcta
y pretende ser inteligente porque lo habla todo del
revés. —La ávida protesta de Dylan me sacó las
lágrimas, la intensidad de la risa que consiguió era
físicamente dolorosa. Él estaba tan perdido en el
argumento, que le llevó un tiempo darse cuenta de que
en realidad estaba jugando con él, y otro más para
reaccionar.
—¿Tweety, por qué te estás riendo de mi? —
Deslizó su otra mano debajo de mi ropa y se inclinó
para darme un ligero beso sobre el borde de mis
labios—. ¿Estás seguro de que deseas hacer eso?
Deberías reconsiderarlo. —A esto le siguió otro beso, en
el otro lado—. Verás. Cuando se ríen de mí, me da la
repentina necesidad de tomar represalias y creo que se
exactamente cómo... —Y se ve que eso era lo que
estaba esperando.
En cuanto terminó de hablar me levantó y me tiró
sobre su hombro. Desde ese día, todavía me pregunto
cómo puede ser eso físicamente posible. Estaba tan
perdido en las suaves y afectuosas caricias que él
dejaba sobre mi piel, que no lo vi venir. Se encaminó
75 directamente hacia la puerta del departamento y hacia,
sí, lo adivinaron, el temido ascensor.
—¡Oye, Dylan, espera! No voy a entrar en ese
ascensor. —Mis protestas cayeron en oídos sordos. Vale,
tal vez no tan sordos como desobedientes, porque
respondió, aunque no fue para bajarme.
—Lo sé. Te estoy cargando hacia él. No es lo
mismo.
—Dylan, por favor. Lo siento. No volveré a
vacilarte sobre Star Trek nunca más. Lo prometo. Solo
bájame y aléjate del ascensor. —Intenté negociar
usando promesas que sabía que seguramente no
mantendría, pero él ni se molestó en responder. El
ascensor hizo PING, sonando ruidosamente en el
silencio que nos rodeaba. Y fue allí cuando realmente
me di cuenta. Iba a meterme en el ascensor me
gustara o no, y nada que yo dijera o hiciera iba a
hacerlo cambiar de opinión. Sin embargo, ciertamente
eso no iba a evitar que lo intentara. Sucede que tengo
una política personal que me impide abandonar una
lucha.
En el momento en que entró, usé todos mis
esfuerzos en luchar contra su agarre. Parte de mí
deseaba que me bajara y así poder salir corriendo,
mientras que otra parte, la parte más sana, deseaba
que no lo hiciera. Esa parte de mí se dio cuenta de que
si él me soltaba mientras luchaba, las oportunidades de
caer a salvo eran pocas. Y probablemente conocería al
Sr. Cabeza de Burbuja II.
En el momento en que las puertas se cerraron,
accedió a mi pedido y cuidadosamente me colocó sobre
una superficie horizontal y plana nuevamente. Tomó un
gran cuidado al usar su cuerpo para estabilizarme en el
progreso de mi bajada, y cuando mis pies tocaron el
suelo, realmente no tenía la energía para quedar de pie.
76 El ascensor comenzó a descender, y cuando comenzó a
moverse, Dylan se movió junto a mí. Fue allí cuando
descubrí sus verdaderas intenciones. —¡Dylan, no! —las
protestas escaparon de mis labios un segundo tarde, y
vi con horror como su dedo presionaba el botón STOP
de emergencia.
—Y ahora, mi pequeño Tweety, vamos a enseñarte
que no todas las experiencias en el ascensor son malas.
Su áspero susurro envió lujuria a través de mí.
Lamí mis labios, mi mente corría en busca de una
respuesta inteligente que debería haber contribuido en
mi lucha contra él, pero en algún lugar del camino
entre mi cerebro y mis labios el mensaje se mezcló y el
código de error de mi cerebro se atascó. “¿Qué tan
rápido puedo entrar en sus pantalones?” Era bueno
saber que mi mente simple todavía estaba funcionando.
El retraso causado por el mal funcionamiento de
mi cerebro le dio a Dylan el tiempo que necesitaba para
actuar como había prometido, y antes de que pudiera
siquiera presionar el botón ACEPTAR para quitar el
mensaje de error de mi cabeza, me encontré
presionado contra la pared del ascensor con sus
calientes labios sellando firmemente los míos.
Dejándome con poco para decir, él deslizó su lengua
entre mis labios, presionándola profundamente dentro
de mi boca, barriendo la misma sin pausa.
Tuvo éxito dejándome estúpido al besarme,
mordió mi labio inferior y se trasladó a chupar el lóbulo
de mi oreja. —Tenemos que ser rápidos. —Su susurro
cosquilleó mi confundida mente. El significado de esas
palabras y el contexto en el que fueron usadas solo
tenían un sentido parcial para mí, y protesté por la
interrupción en lo que estábamos haciendo, con un
gemido suplicante que nunca volveré a admitir—. Estoy
seguro de que alguien ya estará de camino para
solucionar el problema. —Recorrió mi oreja con su
77 lengua y tomó mis pantalones, sus dedos trabajando
ágilmente sobre los cierres que mantenían la repentina
erección que él acababa de conseguirme.
Mi pene se liberó y bajó mis pantalones,
dejándome medio desnudo en, técnicamente hablando,
un lugar público. Afortunadamente, estaba demasiado
perdido en el deseo como para darme cuenta. De hecho,
lo ayudé levantando mis pies para sacarlos de mis
pantalones y calzoncillos. —Ahora eres un buen Tweety,
—murmuró, volviendo a ponerse de pie. Sacó del
bolsillo de sus pantalones, condones y lubricante. La
sonrisa que tenía en sus labios mientras lo hacía sólo se
podía describir como afectivamente malvada.
—Ahora, el evento principal. —Me tomó de la
mano y puso lubricante en ella. Le tomo solo momentos
desparramar el lubricante en mis dedos y luego mover
mi mano para introducir mis dedos en mi trasero—.
Prepárate a ti mismo, —Ronroneó en mi oído.
Gemí y obedecí, el impulso de presionar contra
mis dedos, ahora en mi trasero, era demasiado intenso
como para resistir la tentación. Inserté mis dedos tan
hondo como pude y los curvé, esparciendo la fría y
resbaladiza sustancia a su alrededor mientras Dylan se
preparaba para mí. Desabotonó sus pantalones y liberó
su erección desenfrenada. El hecho de que había
tomado el mando, me decía que había estado
preparado para ello todo este tiempo, pero en lugar de
molestarme, ese descubrimiento solo logró excitarme
aún más.
En el momento en que tuvo puesto el condón, tiró
de mi mano, sacando mis lubricados dedos de mi
trasero. Levantó mi pierna, la que logre liberar del yeso,
y los músculos de mi trasero se estremecieron en
anticipación de lo que estaba por venir. Lubricándome,
él envistió profundamente dentro de mi cuerpo. Mis
músculos quemaban mientras se estiraban
preparándose para él. El juego previo había sido corto y
78 no logró estirarme lo suficiente, pero no me importó. Le
di la bienvenida al leve ardor, solo en ese momento me
di cuenta de que había perdido el leve sentimiento de
agresión que brotaba de nuestra relación desde la
primera vez que tuvimos sexo.
Sin darle tiempo a mi cuerpo para adaptarse,
comenzó a envestirme en serio, retirándose solo para
volver a envestirme, con un ritmo rápido y desesperado.
Levanté mi pierna y rodeé con ella su cintura, confiando
en que me podría soportar, para que pudiera
penetrarme más profundamente. Grité cuando golpeo
mi próstata, y fue allí cuando perdimos completamente
el control. Nuestro acoplamiento fue rápido y
desgastante, rápidamente perdimos todo ritmo
aparente mientras nos movíamos en un intento
desesperado por acabar. Mi orgasmo me golpeó
repentinamente y la intensidad del mismo me dejó
tembloroso durante un buen rato. Dylan se vino justo
cuando el temblor de mi cuerpo comenzaba a
desvanecerse, y ambos caímos al suelo del ascensor,
ninguno fue capaz de soportar al otro. Los siguientes
breves momentos los gastamos en el silencio que
usualmente le sigue al buen sexo, y seguramente
hubiese seguido una mini sesión de caricias si no
hubiera sido por el hecho de que el ascensor decidió
moverse en ese momento. Sí, es cliché y todo eso, pero,
¿qué puedo decir?
Ahora llegamos a la no tan glamorosa parte de las
retorcidas historias de sexo en el ascensor que nunca
se cuenta. El repentino movimiento del ascensor hizo
que nos moviéramos, y luchamos para volver
rápidamente a nuestras ropas. Dylan lo tuvo más fácil
que yo, viendo que en realidad no estaba desnudo,
mientras que yo tenía que encontrar una forma de
ponerme mi ropa interior y mis pantalones en el poco
tiempo que el ascensor tardaría en llegar a su destino.
79 En realidad, no tenía ninguna oportunidad. Las puertas
del ascensor se abrieron mientras todavía estaba en el
proceso de abotonarme los pantalones, y levanté mi
vista para encontrar los ojos de no otro que: ¡Kayden!
¿Olvidé mencionar que Kayden trabaja reparando
ascensores?
Describir esto como un momento incómodo sería
subestimarlo. Estaba mortificado, y solo después me di
cuenta que en realidad era un dulce momento de
justicia. Parece que lo que pasa una vez, después de
todo, volvía a pasar de nuevo, pero en ese momento no
estaba pensando con claridad. Dylan tomó mi mano y
salimos del ascensor en silencio, olvidé completamente
la necesidad de usar las muletas por un tiempo más. Es
increíble lo que puede lograr la vergüenza, ¿verdad?
Cuando salimos del ascensor, vi a Michael. Él
venía hacia nosotros, pero en vez de detenerse cuando
estaba cerca, continúo en movimiento, su atención no
estaba puesta realmente en nosotros. —A veces solo
tenemos que vivir el momento, —me susurró Michael
cuando pasó por mi lado, chocando contra la espalda
de Kayden. Tropezó y se tambaleó hacia delante,
dentro del ascensor que Dylan y yo acabábamos de
liberar, y Michael entró detrás de él. Las puertas del
ascensor se deslizaron suavemente, y un momento
después, la luz del botón de STOP se volvió a iluminar.
Este edificio realmente debería hacer algo con respecto
a ese ascensor…
FIN
80