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III MEDIO
―.. Al parecer Augusto a la puerta de su casa extendió el brazo derecho, con la mano palma abajo
y abierta, y dirigiendo los ojos al cielo quedóse un momento parado en esta actitud estatutaria y
augusta. No era que tomaba posesión del mundo exterior, sino que observaba si llovía…‖
Miguel de Unamuno: Niebla.
Esta es la relación de cómo todo estaba en suspenso, todo Cuando los Selk’nam habitaban Tierra de Fuego se
en calma, en silencio; todo inmóvil, callado, y vacía la agrupaban en diversas tribus, dos de ellas se encontraban
extensión del cielo. en gran
Esta es la primera relación, el primer discurso. No había conflicto, los jefes de ambas comunidades se odiaban
todavía un hombre, ni un animal, pájaros, peces, cangrejos, hasta la muerte. Uno de ellos tenía un joven hijo, que
árboles, piedras, cuevas, barrancas, hierbas ni bosques: sólo gustaba de
el cielo existía. recorrer los campos. En una ocasión se encontró con una
No se manifestaba la faz de la tierra. Sólo estaban el mar en bella niña de ojos negros intensos y se enamoró de ella.
calma y el cielo en toda su extensión. Lamentablemente, era la hija del enemigo de su padre, la
No había nada que estuviera en pie; sólo el agua en reposo, única manera de verse era a escondidas, pero el brujo de
el mar apacible, solo y tranquilo. No había nada dotado de la
existencia. tribu de la niña los descubrió. Vio sin embargo, que no
Solamente había inmovilidad y silencio en la obscuridad, en podría separarlos y condenó a la niña, transformándola en
la noche. Sólo el Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz, una
los Progenitores, estaban en el agua rodeados de claridad. planta que conservó toda la belleza de sus ojos negros,
Estaban ocultos bajo plumas verdes y azules, por eso se les pero con espinas, para que el joven enamorado no pudiera
llama Gucumatz. De grandes sabios, de grandes pensadores tocarla. Pero el amor era tan fuerte que el joven nunca se
es su naturaleza. De esta manera existía el cielo y también separó de esta planta y murió a su lado.
el Corazón del Cielo, que éste es el nombre de Dios. Así Por eso cada quien que logre comer el fruto de este
contaban. arbusto estará destinado a regresar a la Patagonia, pues
Llegó aquí entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y uno no
Gucumatz, en la obscuridad, en la noche, y hablaron entre sí puede separarse del poder de amor que hay en el calafate,
Tepeu y Gucumatz. Hablaron, pues, consultando entre sí y nos atrae a él y no nos permite que nos marchemos por
meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y mucho tiempo.
su pensamiento.
Entonces se manifestó con claridad, mientras meditaban,
que cuando amaneciera debía aparecer el hombre.