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EL PROPÓSITO DE LA FAMILIA EN LA ACTUALIDAD VENEZOLANA

Virginia Satir fue una terapeuta estadounidense que revolucionó las pautas de la
terapia familiar. De hecho, hoy por hoy es considerada como una de las figuras
más importantes en la historia de la terapia sistémica. Fue la creadora del
«modelo de proceso de cambio de Virgina Satir» que aún se emplea en la
actualidad, tanto en el marco de la atención de familias, como en el plano
organizacional.

Para Virginia Satir, la familia es un microcosmos que representa el mundo en el


cual habita. Por tanto, nuestra representación del mundo y lo cómo lo habitamos
proviene de lo que aprendimos dentro de ella.

Modelo de crecimiento que perseguía cuatro objetivos:

Aumentar la autoestima.

Potenciar la toma de decisiones.

Adoptar una personalidad responsable.

Lograr la autocongruencia.

Virginia Satir pensaba que si cada uno de los miembros alcanzaba esos
propósitos, la familia se fortalecería y sería capaz de resolver sus conflictos.

1. Aumentar la autoestima

Para Satir el concepto “autoestima” hace referencia a nuestra percepción profunda


de nosotros mismos e incluye la conciencia. Según sus planteamientos una
autoestima alta se relaciona con la identificación del self con la energía espiritual.

Artículo relacionado: "¿Autoestima baja? Cuando te conviertes en tu peor


enemigo"

2. Potenciar la toma de decisiones

En este sentido, uno de los objetivos de la terapia familiar de Satir es el


empoderamiento de los pacientes para que puedan tomar sus propias decisiones
en pos de conseguir un estado de salud psicológica y física. La trascendencia
personal se relacionaría con la experiencia de libertad de acción.

3. Adoptar responsabilidad personalidad

Satir defendía que el hecho de experimentar nuestro self de forma completa nos
permite responsabilizarnos de éste y conocernos verdaderamente a nosotros
mismos. Tales hechos contribuirían de forma central al desarrollo humano de los
individuos.

4. Lograr la autocongruencia

La congruencia personal se define como la armonía entre la experiencia de un


individuo y su “energía vital”, relacionada con la trascendencia del self. En este
sentido son importantes aspectos como la autenticidad y la sinceridad, tanto por
parte del cliente como del terapeuta, que debe servirle de modelo.

La Familia.

La vida familiar se parece un poco a un “iceberg”. Sólo se percibe una pequeña


parte de la totalidad – la parte que todos pueden ver y oír – y frecuentemente la
gente cree que esa fracción representa la totalidad.

Hay quienes sospechan que puede existir más pero no saben qué es y mucho
menos como descubrirlo.

El lado oculto del iceberg se pretende aclararlo mediante un examen de cuatro


aspectos:

Los sentimientos e ideas que uno tiene sobre sí mismo: LA AUTOESTIMA.

Las formas desarrolladas por la gente para expresar lo que quieren decirse uno al
otro: LA COMUNICACIÓN.

Las normas utilizadas por las personas para actuar y sentir que llegan a constituir:
EL ENLACE CON LA SOCIEDAD.

Por lo tanto, en todas las familias: · Cada persona tiene una valoración de sí
mismo, positiva o negativa; la cuestión es, ¿Cuál de las dos?

· Cada persona se comunica; la cuestión es, ¿Cómo y cuál es el resultado?

· Cada persona sigue REGLAS; la cuestión es, ¿qué clase de reglas, y cómo
funcionan para ella?

· Cada persona tiene un enlace con la sociedad, la cuestión es ¿Cómo y cuáles


son los resultados?

La familia es el único grupo social donde tantos cambios y las diferencias deben
acomodarse en tan poco espacio y en tan corto tiempo. En suma: la gente nace,
crece, trabaja, se casa, se convierten en padres, envejece y muere. Esa es la
condición humana.

Familias conflictivas y nutridoras.

· Los padres se consideran guías y no jefes autoritarios. Reconocen ante ellos sus
desaciertos igual que sus aciertos. Asimismo, su disgusto, coraje o desengaño
tanto como su alegría. Estos progenitores, quizá una de sus características más
sobresalientes, comprenden que los cambios son inevitables.

· Los hijos, aún pequeños, parecen espontáneos y amables. El resto de la familia


los toma en cuenta como personas.

· En general existe armonía y fluidez en las relaciones interpersonales. Si sucede


algo imprevisto sus miembros se acomodan al cambio. Se le da una gran
importancia a los sentimientos y a la persona.

· Sus integrantes presentan cuerpos ágiles y expresiones tranquilas. Ven a la cara,


no con miradas esquivas ni bajando la vista. Hablan con voz clara y sonora. Ven
como normal el contacto físico y demuestran afecto, cualquiera que sea su edad.

A su vez, se sienten libres para expresar sentimientos, hablar de todo:


desengaños, temores, penas, críticas o alegrías y éxitos.

Muy conflictiva. Características.

· Los padres están ocupados diciéndole a sus hijos lo que deben y no deben
hacer. De esa manera, nunca llegan a conocerlos, ni los disfrutan como personas
y tampoco los hijos a ellos.

· Esta familia invierte todas sus energías en un esfuerzo inútil por evitar que
aparezcan dificultades y cuando suceden, como es lógico, ya no tienen recursos
para buscar soluciones.

· A veces predomina cierta frialdad. El ambiente en extremo cortés o lleno de


secretos, evidenciándose una atmósfera de tensión. Cada quien aburrido. No hay
alegría.

· Sus integrantes, se evitan unos a otros. Se dedican demasiado al trabajo y


demás actividades fuera del hogar. Es común encontrar en ellos males físicos,
pues sus cuerpos responden, como es de esperarse, ante un ambiente inhumano.

En general, los miembros de la familia muestran rostros de aspecto huraños o


tristes, inexpresivos como máscaras. Los ojos esquivan la mirada. Las voces son
duras, estridentes o apenas audibles. Con frecuencia el sentido del humor es
amargo, sarcástico y cruel.

La Autoestima Es el factor crucial en lo que acontece tanto dentro de las personas


como entre ellas, es el concepto del valor individual que cada quien tiene de sí
mismo. Esta no se transmite por genes, se aprende en el seno familiar. El registro
de autoestima del niño, durante los primeros cinco o seis años, se forma casi
exclusivamente en la familia. Luego como adulto evidencia integridad,
responsabilidad, compasión, amor, tiene fe en su propia competencia. Solicita la
ayuda de los demás porque confía en sus propias decisiones. Al apreciar su
propio valor, está dispuesto a valorar y respetar el valor de los demás. En algunas
situaciones de la vida los toma como una crisis momentánea de la cual podrá salir
adelante. En general, los sentimientos positivos sólo pueden florecer en un
ambiente donde se toman en cuenta las diferencias individuales, se toleran los
errores, la comunicación es abierta y las reglas son flexibles, típica atmósfera de
una familia nutridora.

Lo contrario a eso (Baja autoestima) Piensa que vale poco. Espera ser engañada,
humillada, menospreciada. Anticipa lo peor, lo atrae y generalmente les llega.
Como defensa se oculta detrás de un muro de desconfianza. Le resulta difícil ver
oír y pensar con claridad y por consiguiente tienen mayor propensión a humillar y
despreciar a los demás.

¿Qué se entiende por resiliencia familiar?

Las familias resilientes son aquellas en las que la unidad familiar crea formas
activas, saludables y sensibles de satisfacer las necesidades de sus integrantes,
sin comprometer la integridad total de la familia y sin abandonar las necesidades
individuales y de desarrollo de cada uno de sus miembros.

Características de las familias resilientes

Desean intentar cosas nuevas y nuevos procedimientos.

Son libres de expresar enojo, culpa, resentimiento y piedad de sí mismas.


Permiten la participación de ambos padres, particularmente si viven juntos o están
comprometidos con el cuidado del niño.

Conservan la esperanza que proviene del alivio personal y/o espiritual.

Tienen la sensación de no estar aisladas o excesivamente limitadas por las


adversidades de sus integrantes.

Muestran un fuerte compromiso en la búsqueda continua de maneras de mejorar


el bienestar de sus integrantes.

Consideran que sus hijos con necesidades especiales tienen cualidades


individuales positivas que han ayudao a fortalecer y mhjorar la familia de muchas
maneras

Están abiertos y se muestran francos ante cualquier situación, no esconden u


ocultan que su familia es, de hecho, especial y que no es perfecta en el momento
de resolver situaciones.

Son persistentes en la creación de relacióones múltiples, positivas y, a menudo,


duraderas con profesionales y maestros a quienes ven como socios o aliados en
la ayuda que les brindan a sus hijos y familia; y

Tienen la sensación de que la finalidad o significado de sus vidas proviene de su


propia experiencia de ser padres de un niño con necesidades especiales,
experiencia que a menudopadres y hermanos expresan de manera altruista,
ayudando a otras personas y buscando mejorar el apoyo y servicios de otros
niños, al igual que los de su propio hijo.

RECUERDA

La felicidad no depende de la realidad que vivas, sino de la


interpretación de la realidad que haces.

Crisis evolutivas y crisis no normativas

Por otro lado, a lo largo de la vida de todas las personas, parejas, y


familias se producen cambios. Se denominan crisis evolutivas a
aquellos cambios por los que pasan de forma esperada la mayoría de
las familias. Dentro del ciclo vital podemos reconocer las siguientes
etapas: noviazgo, constitución de la pareja, nacimiento y crianza, hijos
en edad escolar, adolescencia, salida de los hijos del hogar, etapa
madura, y ancianidad. Todos estos cambios afectan con mayor o
menor intensidad al desarrollo de la familia o sus miembros, y
requieren aprender un nuevo modo de funcionamiento. Pero pueden
ocurrir también crisis no normativas, es decir, hechos inesperados o
no previstos, como la separación y el divorcio, un accidente, o la
pérdida del trabajo. Ante todas estas crisis, se pueden adoptar dos
posturas radicalmente diferentes: introducir cambios para seguir
creciendo y madurar, o quedarse estancado y retroceder.

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