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Época: Décima Época

Registro: 2018357
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 60, Noviembre de 2018, Tomo III
Materia(s): Constitucional, Penal
Tesis: I.9o.P.228 P (10a.)
Página: 2526

REPARACIÓN INTEGRAL DEL DAÑO MATERIAL A LA VÍCTIMA U


OFENDIDO DEL DELITO. A FIN DE HACER EFECTIVO ESTE DERECHO
HUMANO CONFORME A LOS PARÁMETROS ESTABLECIDOS EN LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL Y EN LA LEY GENERAL DE VÍCTIMAS, AL
FIJAR EL MONTO RESPECTIVO DEBEN PONDERARSE LOS INTERESES
MORATORIOS CALCULADOS EN EL INCIDENTE DE LIQUIDACIÓN
PROMOVIDO EN EL JUICIO EJECUTIVO MERCANTIL
CORRESPONDIENTE.

El derecho de las víctimas a la reparación del daño derivado de la


comisión de un delito está previsto en el artículo 20, apartado C,
fracción IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.
Por su parte, en la legislación ordinaria, se reconoce en los artículos
*45 del Código Penal para el Distrito Federal, aplicable para la Ciudad
de México y 12, fracción II, de la Ley General de Víctimas, que
establecen la obligación de la autoridad ministerial de solicitar la
reparación del daño y del juzgador de condenar al enjuiciado cuando
haya emitido una sentencia condenatoria;

Código Penal de Yucatán articulo 36


Articulo 12 Ley General de Victimas
A que se les repare el daño en forma expedita, proporcional y justa
en los términos a que se
refiere el artículo 64 de esta Ley y de la legislación aplicable. En los
casos en que la autoridad
judicial dicte una sentencia condenatoria no podrá absolver al
responsable de dicha
reparación. Si la víctima o su Asesor Jurídico no solicitaran la
reparación del daño, el Ministerio Público está obligado a hacerlo;

así como que las víctimas tienen derecho a que se les repare el
daño en forma expedita, proporcional y justa, respectivamente.

Además, los diversos 42 del código citado y 64 de la ley indicada,


señalan un estándar mínimo del alcance de la reparación del daño,
el cual también depende de la naturaleza del delito de que se trate,
y que deben compensarse todos los perjuicios, sufrimientos y
pérdidas económicamente valuables que sean consecuencia de la
comisión de un delito.

Al respecto, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, en la tesis aislada 1a. CCLXXII/2015 (10a.), ha establecido
los parámetros que deben observar las autoridades para cumplir
con la finalidad constitucional de la reparación del daño derivada
de un delito, la cual debe cubrirse en forma expedita, proporcional
y justa;

debe ser oportuna, plena, integral y efectiva, en relación con el


daño ocasionado como consecuencia del delito, lo cual comprende
que se establezcan medidas de restitución, rehabilitación,
compensación y satisfacción;

con la reparación integral debe devolverse a la víctima u ofendido


a la situación anterior a la comisión del delito, lo que comprende
cualquier tipo de afectación generada: económica, moral, física,
psicológica, entre otras;
la restitución material comprende la devolución de bienes
afectados con la comisión del delito, y sólo en caso de que no sea
posible, el pago de su valor, y la efectividad de la reparación del
daño dependen de la condición de resarcimiento que otorgue a la
víctima u ofendido del delito, que deberá ser proporcional, justa,
plena e integral pues, de lo contrario, no se satisface el
resarcimiento de la afectación.

Con base en lo anterior, no basta que la autoridad responsable se


pronuncie respecto a la condena a la reparación del daño material
con base en el dictamen de contabilidad correspondiente, sino que
debe resolver por completo dicho tópico y, en su caso, ponderar los
intereses moratorios calculados en el incidente de liquidación
promovido en el juicio ejecutivo mercantil respectivo, ya que estos
incidentes tienen como objetivo determinar con precisión la
cuantía de las prestaciones a que quedaron obligadas las partes en
el juicio y así perfeccionar la sentencia en los detalles relativos a
esas condenas,

pues sólo así se hace efectivo el derecho humano a una reparación


integral del daño material de la víctima u ofendido del delito,
conforme a los parámetros establecidos en la Constitución Federal
y en la Ley General de Víctimas;

máxime que este último ordenamiento establece una serie de


principios, definiciones y reglas que han conseguido reafirmar al
conjunto de derechos humanos de las víctimas, por lo cual, dada su
construcción, más allá de ser un ordenamiento declarativo,
constituye una auténtica herramienta para hacer efectivos sus
derechos en todas y cada una de las esferas, públicas y privadas, en
las que estén inmersos, por lo que debe considerarse que por su
diseño multidimensional, esta ley abarca todos los ámbitos de
protección de las víctimas como personas portadoras de derechos,
más allá del sistema procesal que rija al procedimiento penal en el
que deban dirimirse sus prerrogativas fundamentales, entre otras,
las relativas a la justicia, verdad y reparación integral del daño.

NOVENO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER


CIRCUITO.

Amparo directo 139/2018. 23 de agosto de 2018. Mayoría de votos.


Disidente: Irma Rivero Ortiz de Alcántara. Ponente: Emma Meza
Fonseca. Secretario: Martín Muñoz Ortiz.

Nota: La tesis aislada 1a. CCLXXII/2015 (10a.), de título y subtítulo:


"REPARACIÓN DEL DAÑO DERIVADA DE UN DELITO. PARÁMETROS
QUE DEBEN OBSERVARSE PARA CUMPLIR CON ESTE DERECHO
HUMANO." citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de la
Federación del viernes 11 de septiembre de 2015 a las 11:00 horas
y en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima
Época, Libro 22, Tomo I, septiembre de 2015, página 320.

Esta tesis se publicó el viernes 09 de noviembre de 2018 a las 10:20 horas en el


Semanario Judicial de la Federación.
Época: Décima Época

Registro: 2017736

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 57, Agosto de 2018, Tomo III

Materia(s): Civil

Tesis: XXVII.3o.68 C (10a.)

Página: 2651

DAÑO MORAL. PARA LA CUANTIFICACIÓN DE LA INDEMNIZACIÓN, EN CASO


DE PÉRDIDA DE LA VIDA, DEBEN CONSIDERARSE LOS PARÁMETROS
INTERNACIONALES.

La jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos precisó que el pago de


la reparación del daño moral debe comprender la pérdida o menoscabo sufrido en el
patrimonio, en los sentimientos, afectos, vida privada u otros elementos que integran el
aspecto moral de los dependientes económicos o derechohabientes de la víctima, así como
los gastos funerarios efectuados, las erogaciones que se realizaron para tratar de restablecer
estados de salud y otros más, que sólo las circunstancias del caso pueden determinar y que
son consecuencia directa e inmediata de la comisión de ese evento. En otras palabras, el
derecho humano a la indemnización por daño moral en caso de la pérdida de la vida humana
debe implicar una restitución integral a favor de los familiares dependientes, lo anterior se
explica porque en términos del artículo 63, numeral 1, de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, ante la violación de un derecho humano surge la garantía de
resarcimiento; sin embargo, en el caso del derecho a la vida, no es posible la restitutio in
integrum de manera que es necesario buscar formas sustitutivas de reparación en favor de los
familiares y dependientes de las víctimas, como la indemnización pecuniaria. En
consecuencia, esta indemnización se refiere primeramente a los perjuicios sufridos y éstos
comprenden tanto el daño material como el moral, y para llegar a un monto adecuado sobre
los daños sufridos por las víctimas, deben partir de los siguientes parámetros: a)
Corresponder a cada una de las familias de las víctimas; b) Considerarse la edad de las
víctimas al momento de su muerte y los años que les faltaban para completar la expectativa
de vida y los ingresos que obtenían con base en su salario real; y, c) A falta de salario real, o
de la información respectiva, en el salario mínimo mensual vigente en el país, pero estimando
la situación real económica y social para el cálculo de la indemnización.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO SÉPTIMO CIRCUITO.

Amparo directo 171/2017. 15 de noviembre de 2017. Mayoría de votos. Disidente: Selina


Haidé Avante Juárez. Ponente: Jorge Mercado Mejía. Secretaria: Dulce Guadalupe Canto
Quintal.

Esta tesis se publicó el viernes 31 de agosto de 2018 a las 10:39 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.
Época: Décima Época

Registro: 2017771

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 57, Agosto de 2018, Tomo III

Materia(s): Constitucional, Civil

Tesis: XXVII.3o.67 C (10a.)

Página: 3040

REPARACIÓN DEL DAÑO MORAL EN CASO DE PÉRDIDA DE LA VIDA. EL ARTÍCULO


132 DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL ESTADO DE QUINTANA ROO, AL LIMITAR SU
CUANTIFICACIÓN MEDIANTE LA FIJACIÓN DE UN MÍNIMO Y UN MÁXIMO PARA

SU PAGO, ES INCONVENCIONAL.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos estableció como criterio para los

casos de violación del derecho a la vida, que ante la imposibilidad de restituir éste,
es necesario buscar formas sustitutivas de reparación en favor de familiares y

dependientes como lo es la indemnización pecuniaria. Al respecto, no se soslaya


que la vida humana no puede restituirse en dinero, empero, la privación de este
derecho humano amerita una reparación integral, que sea suficiente, justa y
permita al afectado atender todas sus necesidades y llevar una vida digna. Es por

esta razón que el artículo 132 del Código Civil para el Estado de Quintana Roo es
inconvencional porque la legislación civil vigente en esta entidad, remite

expresamente a la norma laboral de manera subsidiaria y establece un parámetro


mínimo y máximo para concretar la indemnización por daño moral. Esa regulación

respecto a la cuantificación del daño moral es lesiva al marco jurídico convencional


de índole internacional, porque en el artículo 132 citado, fue el legislador local

quien, arbitrariamente, fijó montos indemnizatorios, al margen de los casos que


pudieran actualizarse y su realidad económica y social, es decir, se califica de

inconvencional, porque el pago de la reparación del daño moral en caso de muerte


debe comprender la pérdida o menoscabo sufrido en el patrimonio, en los

sentimientos, afectos, vida privada u otros elementos que integran el aspecto


moral de los dependientes económicos o derechohabientes de la víctima, así como

los gastos funerarios efectuados, las erogaciones que se realizaron para tratar de

restablecer estados de salud y otros más, que sólo las circunstancias del caso
pueden determinar y que son consecuencia directa e inmediata de la comisión de
ese evento. Dicho de otra manera, el derecho humano a la indemnización por daño
moral en caso de muerte debe implicar una restitución integral. Este aserto

encuentra sustento en los criterios jurisprudenciales emitidos por la Corte


Interamericana de Derechos Humanos, en lo relativo a la manera en que puede

determinarse la indemnización por la pérdida de la vida de una persona. Conforme


a los cánones internacionales que rigen en materia de indemnización por daño en

caso de pérdida de la vida, parten de los siguientes parámetros: A. Debe


corresponder a cada una de las familias de las víctimas. B. Debe considerarse la

edad de las víctimas al momento de su muerte y los años que le faltaban para

completar la expectativa de vida y los ingresos que obtenían con base en su salario
real. C. A falta de salario real, o de la información respectiva, en el salario mínimo

mensual vigente en el país, pero estimando la situación real económica y social


para el cálculo de la indemnización. La Corte Interamericana de Derechos Humanos

ha definido que para establecer la reparación del daño con motivo de la muerte de
una persona, pueden tomarse como base, aplicando un criterio de compensación,

los ingresos que los familiares dependientes podrían haber percibido de parte de la
víctima, durante los años de la vida de ésta; asimismo, ha señalado que "a falta de

información precisa sobre los ingresos reales de la víctima, debe tomar como base
el salario mínimo para la actividad correspondiente en el país"; pero este criterio se

acota a considerar por razones de equidad la situación real, económica y social


latinoamericana. Si esto es así, haciendo una comparación entre el límite

establecido para el pago de daño moral que establece la legislación civil local, con
los estándares internacionales mencionados, se concluye que el artículo 132

referido, que establece una cantidad fija mínima y máxima para la indemnización
en caso de muerte resulta inconvencional, pues no satisface los estándares

internacionales, ya que no considera la afectación que produjo esa muerte en los


familiares de la víctima. Lo anterior es así, porque en los términos y alcances en que
se redactó el artículo 132, se contiene una limitación al juzgador para apreciar: las
circunstancias particulares de cada caso concreto, al establecer un límite fijo

impuesto en cantidad mínima y un límite superior susceptible que impide graduar


el monto de la indemnización y lo anterior impide que la restitución sea integral.

Consecuentemente, el artículo 132 citado, al limitar la cuantificación mediante la


fijación de un mínimo y un máximo para el pago del daño moral, resulta contrario a

lo que en jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos se ha


establecido; motivo por el cual, la responsabilidad civil que deriva de la privación

de la vida de una persona no puede ser enmarcada dentro de un límite que así lo

prevenga.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO SÉPTIMO CIRCUITO.

Amparo directo 171/2017. 15 de noviembre de 2017. Mayoría de votos. Disidente:

Selina Haidé Avante Juárez. Ponente: Jorge Mercado Mejía. Secretaria: Dulce
Guadalupe Canto Quintal.

Esta tesis se publicó el viernes 31 de agosto de 2018 a las 10:39 horas en el


Semanario Judicial de la Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2017115

Instancia: Segunda Sala

Tipo de Tesis: Aislada


Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 55, Junio de 2018, Tomo II

Materia(s): Administrativa

Tesis: 2a. LIX/2018 (10a.)

Página: 1474

DAÑO MORAL. FACTORES QUE DEBEN OBSERVARSE PARA SU


INDIVIDUALIZACIÓN.

Si bien el precepto 64 de la Ley General de Víctimas no establece qué


elementos deben considerarse para reparar las afectaciones por daño moral,
lo cierto es que, atendiendo a la naturaleza de las lesiones inmateriales, así
como al deber de que las compensaciones logren, en la medida de lo posible,
la íntegra reparación de la víctima de delitos –cuando el responsable del hecho
ilícito se haya sustraído de la justicia, haya muerto o desaparecido o se haga
valer un criterio de oportunidad–, deben analizarse: (I) el tipo de derecho o
interés lesionado; (II) la magnitud y gravedad del daño; (III) las afectaciones
inmateriales o incluso patrimoniales que derivaron del hecho victimizante; (IV)
el nivel económico de la víctima; (V) otros factores relevantes del caso –como
lo es la pertenencia a algún grupo vulnerable–; y (VI) que el monto
indemnizatorio respectivo debe resultar apropiado y proporcional a la
gravedad del hecho punible cometido, bajo criterios de razonabilidad. Los
anteriores elementos resultan relevantes, pues a pesar de que no puede
asignarse al daño inmaterial un equivalente monetario preciso –en tanto el
sufrimiento, las aflicciones o la humillación, sólo pueden ser objeto de
compensación–, ello no significa que la naturaleza y fines del daño moral
permitan una cuantificación absolutamente libre, reservada al subjetivismo de
la autoridad, ya que, como se ha razonado, esa determinación debe partir del
examen de factores o elementos que permitan lograr una individualización
proporcional y equitativa para cada caso.

Amparo en revisión 1094/2017. Laura Cecilia Rojas Parra y otros. 7 de marzo


de 2018. Unanimidad de cuatro votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán,
Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco González Salas y Eduardo Medina
Mora I.; votó con reservas José Fernando Franco González Salas. Ausente:
Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretario:
Isidro Emmanuel Muñoz Acevedo.

Esta tesis se publicó el viernes 08 de junio de 2018 a las 10:14 horas en el


Semanario Judicial de la Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2012442

Instancia: Primera Sala


Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 34, Septiembre de 2016, Tomo I

Materia(s): Constitucional, Penal

Tesis: 1a. CCXIX/2016 (10a.)

Página: 510

REPARACIÓN DEL DAÑO DERIVADA DE UN DELITO. PARÁMETROS QUE

DEBEN OBSERVARSE PARA CUMPLIR CON SU FINALIDAD

CONSTITUCIONAL.

Para cumplir con la finalidad constitucional de la reparación del daño derivada de

un delito, como protección y garantía de un derecho humano en favor de la víctima

u ofendido, deben observarse los parámetros siguientes: a) el derecho a la

reparación del daño deberá cubrirse en forma expedita, proporcional y justa, como

resultado de la conclusión del proceso penal, en el que el Ministerio Público tiene la

obligación de solicitar la condena y el juzgador está obligado a imponerla siempre

que dicte sentencia condenatoria; b) la reparación debe ser oportuna, plena, integral

y efectiva, en relación con el daño ocasionado como consecuencia del delito, lo cual

comprende el establecimiento de medidas de restitución, rehabilitación,

compensación y satisfacción; c) la reparación integral tiene como objetivo que con


la restitución se devuelva a la víctima u ofendido a la situación anterior a la comisión

del delito, aspecto que comprende cualquier tipo de afectación generada:

económica, moral, física, psicológica, etcétera; d) la restitución material comprende

la devolución de bienes afectados con la comisión del delito y, sólo en caso de que

no sea posible, el pago de su valor; y, e) la efectividad de la reparación del daño

depende de la condición de resarcimiento que se otorgue a la víctima u ofendido del

delito, que deberá ser proporcional, justa, plena e integral; de lo contrario, no se

permitiría una satisfacción del resarcimiento de la afectación.

Amparo directo en revisión 3166/2015. 18 de mayo de 2016. Mayoría de cuatro

votos de los Ministros José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo,

Norma Lucía Piña Hernández y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien reservó su

derecho para formular voto concurrente. Disidente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea,

quien reservó su derecho para formular voto particular. Ponente: José Ramón

Cossío Díaz. Secretario: Horacio Vite Torres.

Esta tesis se publicó el viernes 02 de septiembre de 2016 a las 10:11 horas en el

Semanario Judicial de la Federación.

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