Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
2. Reconciliarme
con
mi
cuerpo,
aceptar
mis
brazos
y
piernas
que
tanto
odiaba
y
simplemente
buscar
una
forma
saludable
de
darle
a
mi
cuerpo
lo
que
realmente
necesitaba.
Sí,
tomé
la
decisión
#2,
porque
ya
no
podía
más.
Si
escogía
la
#1,
era
como
escoger
suicidio.
Ok,
quizás
un
poco
exagerado,
pero
sí,
sentía
que
me
estaba
muriendo
lentamente.
Había
perdido
un
poco
la
alegría
de
vivir.
Me
eché
a
perder
mi
metabolismo,
mi
sistema
digestivo
y
llegué
a
perder
mi
dignidad.
Todo
porque
se
me
metió
una
idea
tóxica
de
que
mi
cuerpo
no
era
suAiciente.
Así
que
hice
una
de
las
cosas
más
diIíciles
que
he
tenido
que
hacer:
aceptar
la
realidad.
Y
aunque
al
principio,
aceptar
la
realidad
parecía
como
un
fracaso,
como
un
"darse
por
vencida",
me
quité
un
peso
de
encima.
No
sucedió
de
la
noche
a
la
mañana
pero
poco
a
poco,
con
paciencia
y
mucha
compasión,
lo
logré.
No
puedo
describir
la
sensación
de
libertad.
Ya
no
tenía
que
seguir
luchando
para
convertirme
en
alguien
que
no
era.
Ya
no
tenía
que
seguir
tratando
de
cambiar
mis
brazos.
Ya
no
tenía
que
comer
menos.
Podía
comer
lo
que
mi
cuerpo
me
estaba
pidiendo.
Y
como
magia,
sin
querer,
y
sin
darme
cuenta:
COMENCÉ
A
ADELGAZAR.
¡¡¿¿¿Cómo????!!!!!
A
ver,
en
serio,
¿cómo?
Por
años
hice
todo
para
adelgazar
y
cuando
por
Ain
dejo
de
intentar
¿adelgazo?
Para
mí,
parecía
broma.
Y
admito,
una
broma
un
tanto
cruel.
¿Por
qué
nadie
me
había
dicho
que
eso
funcionaba?
¿Por
qué
me
decían
que
simplemente
“cerrara
el
pico”
y
no
me
atascara
las
galletas
que
me
comía
cuando
me
daban
mis
ataques
de
ansiedad?
Lo
que
tuve
que
aprender
para
adelgazar:
¿Por
qué
tuve
que
abusar
de
mi
cuerpo
durante
tantos
años
para
darme
cuenta
que
lo
que
realmente
funcionaba
era
respetarlo,
aceptarlo
y
amarlo?
Yo
tenía
que
vivir
todo
eso
para
llegar
al
nivel
de
saturación
que
me
obligó
prácticamente
a
aceptar
mi
realidad.
Algunas
de
las
cosas
que
tuve
que
aprender
para
adelgazar
fueron
las
siguientes:
• Me
di
cuenta
de
las
creencias
tóxicas
falsas
que
tenían
a
mi
cuerpo
en
un
estado
de
almacenaje
de
grasa.
• Me
liberé
del
miedo
a
engordar
(que
de
hecho,
te
puede
engordar
más
que
la
misma
comida).
• Me
liberé
de
la
culpa
de
comer
(que
también,
te
puede
engordar
más
que
la
misma
comida).
• Aprendí
por
qué
era
necesario
aceptar
mi
cuerpo
primero
para
poderlo
cambiar.
• Aprendí
a
vivir
en
paz
con
mi
cuerpo.
• Aprendí
a
disfrutar
mi
cuerpo
con
todo
y
lo
que
no
me
gustaba:
celulitis,
grasa
en
las
caderas,
brazos
gordos,
etc.
www.mariamontemayor.com
¿Cuál
es
el
mensaje
para
poder
adelazar?
Claro,
este
es
un
mini
resumen
de
TODO
lo
que
hice,
todas
las
herramientas
que
tuve
a
mi
disposición,
todo
lo
que
tuve
que
cambiar.
Pero
el
resultado
fue
un
metabolismo
sano,
una
mejor
digestión,
más
energía,
más
alegría,
más
libertad,
más
placer
y
una
talla
de
menos.
Lo
más
importante
de
todo
fue
que
mi
vida
cambió.
Mi
relación
con
la
comida
cambió.
La
relación
con
mi
cuerpo
cambió.
Aún
si
no
hubiera
bajado
de
peso,
lo
que
gané
no
tiene
precio.
Porque
¿de
qué
me
hubiera
servido
bajar
de
peso
si
hubiera
seguido
odiando
mi
cuerpo?
El
mensaje
es
este:
Si
tú
quieres
cambiar
tu
cuerpo,
primero
tienes
que
cambiar
tu
mente.
Y
no,
no
te
puedo
prometer
que
si
amas
tu
cuerpo
es
seguro
que
vas
a
bajar
de
peso.
Pero
sí
te
puedo
prometer
que
si
no
empiezas
a
amarlo,
cualquier
cambio
que
veas,
no
va
a
ser
sostenible
y
va
estar
guiado
por
miedo,
culpa
y
auto
desprecio.
www.mariamontemayor.com
Y
sí,
ya
me
imagino
lo
que
has
de
estar
pensando.
“¡Qué
Ilojera!
Yo
no
quiero
aceptar
la
realidad.
Mejor
dame
una
pastilla
para
adelgazar
o
pásame
tu
dieta.”
Pero
la
realidad:
es
que
no
existe.
No
existe
una
solución
rápida
y
sencilla
para
adelgazar.
Al
menos
no
una
que
funcione
a
largo
plazo….
¿Cómo
lo
sé?
Por
que
ya
la
hubiéramos
encontrado.
Si
yo
lo
logré,
¡tú
también
puedes!
Y
tu
puedes
decirme:
"pero
Maria,
es
que
tú
no
tenías
sobrepeso".
Y
yo
te
contesto:
"¡Con
mayor
razón!"
Las
herramientas
en
Psicología
de
la
Alimentación
funcionan
para
todas.
Tanto
para
las
que
tienen
realmente
sobrepeso,
como
para
las
que
imaginan
que
tienen
sobrepeso.
(yo
era
de
las
que
lo
imaginaban).
El
reto
es
el
mismo.
La
estrategia
es
la
misma.
Creemos
lo
que
imaginamos.
Durante
años
creía
que
estaba
gorda,
y
¿adivina
qué?
Engordé.
Aquí
la
clave
es
cambiar
lo
que
imaginamos.
Así
que
el
día
de
hoy,
te
toca
a
ti.
Yo
las
probé
y
me
sirvieron.
Las
he
compartido
con
cientos
de
mujeres
y
les
han
servido
(conoce
sus
testimonios).
Quiero
invitarte
a
que
tú
también
pruebes
muchas
de
las
herramientas
que
me
han
servido
a
mí
y
a
muchas
otras
a
transformar
la
forma
en
la
que
se
ven
a
sí
mismas,
su
cuerpo
y
su
relación
con
la
comida.
Escríbeme
a
maria@mariamontemayor.con
con
tu
historia.
Cuéntame
qué
has
aprendido
en
este
recorrido
juntas.
Estoy
segura
que
tenemos
alguna
herramienta
que
te
puede
servir
a
ti.
www.mariamontemayor.com
¿Qué
te
garantizo?
Garantía
de
60
días
Estoy
tan
segura
del
contenido
de
mis
programas,
que
si
al
Iinal
de
tomarlos,
me
puedes
asegurar
que
no
te
sirvieron
para
nada,
te
regreso
TODA
TU
INVERSIÓN.
Empieza
tu
transformación
aquí:
www.mariamontemayor.com