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POSITIVISTA
La realidad latinoamericana para el siglo XIX fue la de una anarquía que se genera
por la salida del imperio español y la toma del poder por parte de los latinoamericanos,
esto sin duda, genero en un primer momento un caos y un desorden social porque había
que generar un nuevo sistema de organización con el nuevo régimen republicano que ya
no era el del imperio español. En este sentido, los latinoamericanos en el intento de generar
un nuevo sistema se adelantaron a mucho de lo que plantea la corriente positivista es decir,
en esa búsqueda del orden en medio del caos desarrollaron aspectos que serán semejantes a
los que planteará la corriente positivista.
Está claro que el hombre no solo se quedo en ver estas diferencias raciales como
una causa del caos en Latinoamérica si no que asumiendo esa realidad, se atrevió a dar ese
cambio en el sentido de que habiendo visto el progreso hace las reformas necesarias para
lograrlo es decir, crean un revolución que partiendo de esas diferencias raciales logra el
progreso y lo hacen teniendo como base la educación es decir creando una nueva manera de
educar que no falsee y destruya la raíces que constituyen al hombre positivo.
Leopoldo Zea sitúa a ese hombre positivo de cara a la filosofía, una filosofía “que
considera ha de ser propia de esta nuestra América; una filosofía para la solución de los
problemas de la misma. En este sentido, una filosofía de lo concreto, de los problemas
concretos de los hombres de esta América, como toda auténtica filosofía, la misma filosofía
que se viene haciendo en Europa y los Estados Unidos. Filosofías prácticas, encaminadas
todas a resolver los problemas de sus pueblos y a transformar su realidad2.”
Él consideraba al igual que Ángel Floro Costa que la filosofía debía partir de la
realidad concreta que vivía Latinoamérica para que de esta manera, se pudiera eliminar
toda esa tradición escolástica y mitológica que se venía estudiando de generación en
generación y que no tenía ningún tipo de relación con la realidad concreta de nuestro
continente es decir, se modifica la manera de estudiar filosofía dejando de lado toda esa
tradición antigua, la cual gracias a positivismo se ve que no tiene relación directa con lo
que acontece en nuestra realidad y por ende, no ejerce ninguna consecuencia sobre nuestro
continente .
2
Ibídem., P. 12.
necesidad de encontrar una ciencia que nos permita conocer el sentido de lo que acontece
en nuestro continente dejando a un lado la ignorancia.
3
Ibídem., P 22.