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Clase VIII, Parte I Revoluciones de Independencia y el discurso de la emancipación:

Halperin Donghi.

Ahora con el núcleo histórico. Vamos a tratar de ver cómo todo esto en el plano de la teoría
se puede aplicar más específicamente a los textos clásicos de la historia del pensamiento
latinoamericano.
Hoy vamos a empezar con el proceso de la independencia, nos vamos a centrar más en el
caso mexicano, que es en realidad el que ha servido como caso testigo para toda américa
latina y en general al nivel de la historia intelectual. Pero antes, me gustaría repasar un poco
del proceso de independencia más en general como es que se dio sobre todo a partir de la
perspectiva de Tulio Halperin Donghi, que creo que es particularmente interesante para esto
que analizamos nosotros, sobre todo en un texto que él que se llama Tradición política
española e ideología revolucionaria de mayo, que es un texto temprano de Halperin,
cuando todavía era muy joven.
Bueno, se acuerdan, habíamos visto en François-Xavier Guerra, para él, para las escuelas
revisionistas en general, y sobre todo a partir del debate que se dió en torno al bicentenario de
las independencias, se impuso esta visión que en realidad es una visión que tiene ya larga
data, arranca en realidad en el momento mismo de la independencia, que entiende que el
proceso por el cual se llegó a la revolución de independencia no fue un proceso
endógenamente generado en la colonia, que en realidad esta sociedad no estaban aún
preparadas en ese momento para el autogobierno, la república, la democracia, y van a
enfatizar ya sea factores endógenos como la llegadas de las ideas ilustradas. En el caso de
Guerra, el énfasis va a estar más puesto en la escuela revisionista, que fue una suerte de
implosión del imperio español, debido sobre todo a la crisis producida por la vacancia real
con la abdicación de Fernando VII, deja acéfalo el reino y que de alguna forma la revolución
de independencia serían forzadas por estas circunstancias.
Esta imagen de la falta de un proceso endógenamente generado, se relaciona estrechamente a
una visión más bien estática que se suele tener del pasado colonial. Para en general, en la
historiografía latinoamericanista, todo el periodo colonial fue como una suerte de tres siglos
siempre iguales a sí mismos, donde no pasó absolutamente nada, no cambió nada, que España
estaba por extensión, aferrada a la tradición católica feudal, etc. Bueno, esto en realidad es
una visión bastante básica y pobre, que tiene que ver más bien con un desconocimiento que
solemos tener aquellos que nos dedicamos al periodo independiente de lo que fue el pasado
colonial ¿No? En este texto que les mencionaba de Halperin Donghi, ofrece una clave de
lectura ya muy distinta y que me parece fundamental tener en cuenta para ver cómo es que se
dió, cómo se dieron las revoluciones de independencia. Él, en ese entonces, estamos hablando
de los años ´60, creo que de 1962 es este texto, estaba el debate centrado, bueno la
historiografía latinoamericanista enfatizaba, se acuerdan, la modernidad de las revoluciones
latinoamericanas que son el resultado de la llegada del pensamiento, la ilustración francesa.
Por otro lado, había una tradición opuesta, que era básicamente la tradición historiográfica
católica que insistía en que la idea, sobre todo de pacto social, que dio origen a las
revoluciones de independencia, es decir caída la monarquía, la soberanía retrovertía en el
pueblo, como decía Mariano Moreno, es una idea que tenía profundas raíces en el
pensamiento hispano que le llegó a los revolucionarios, en realidad la tradición pactista
neoescolástica del siglo XVII español. Entre los latinoamericanistas, esta versión no tuvo
mucho apoyo porque parecía muy aferrada a la derecha ultracatólica. Halperin cuando viaja a
España descubre que esta tradición tiene un fundamento mucho más profundo de lo que se se
suele tener en cuenta en América Latina, conoce toda una historiografía muy sólida que había
desarrollado incluso bajo el franquismo en España, con figuras como Antonio Maravall, entre
otros historiadores muy interesantes, aún hoy siguen siendo muy interesantes, que van a
insistir sobre la existencia detrás de esa tradición política española. Lo que hace Halperin
entonces va a ser, retomar por una lado esta tradición de política española para discutir la
visión latinoamericanista, sobre todo cuestionarle que esta visión lo que hace básicamente es
retomar la propia imagen que se forjaron los revolucionarios de sí, como que la revolución
fue una especie de aurora de la libertad, una ruptura radical con el pasado. Bueno, a él lo que
le interesa analizar es esta cierta, lo que él llama una paradoja, hasta qué punto es misma
vocación de ruptura respecto del pasado le llega a los revolucionarios de mismo pasado con
el cual quisieron romper y es eso lo que se propone desentrañar esa paradoja. Pero frente a la
visión hispanista, al mismo tiempo intenta discutir como, si bien el discurso revolucionario
latinoamericano va hundir sus raíces con lo que es el pasado, esto no quiere decir que va a ser
una continuación lineal de esta tradición. Y acá hay una paradoja que es cómo ideas que en
realidad estaban profundamente enraizadas en el sistema absolutista monárquico hispánico
para terminar dando como resultado la destrucción de ese mismo orden.
Bueno, y acá es donde se va terminar apartando de hecho, con la vieja tradición de historia de
ideas. Este es un buen ejemplo de Halperin, hasta qué punto, muestra cómo lo que cambian
no son las ideas a lo largo de la historia, sino los modos en que se articulan esas ideas, que si
nos quedamos de donde, las ideas vienen de los neoescolásticos del siglo XVII o de la
ilustración del siglo XVIII, no tiene ningún sentido porque lo que importa no es de dónde
vienen las ideas, sino qué hicieron concretamente con esas ideas. Les leo una cita de
Halperin:

Buscando la continuidad en el plano de la ideas, se corre el peligro de subrayar


la afinidad entre el mundo de las ideas revolucionarias y el vigente arte de la
revolución, olvidando un hecho más esencial que esa afinidad misma, que como
se ha señalado ya, con esas ideas se estructuran una ideología revolucionaria, un
instrumento ideológico para negar y condenar todo un pasado.

Bueno aca el objetivo de él es trazar como se dan esa serie de torsiones ideológicas en el
interior de ese discurso tradicional para terminar dando como resultado algo completamente
imprevisible y de hecho opuesto a lo que fue su punto de partida ¿No? Creo que esto es un
buen ejemplo de lo que Hans Blumenberg llama un “Trabajo de Efectos”, una serie de
desplazamientos sucesivos donde el resultado final termina siendo ya muy diverso al
previsible en el punto de origen. Eso lo desarrolla en el único de sus libros que aún no está
traducido al español, que es “La génesis del mundo copernicano”, donde muestra como la
revolución copernicana fisica moderna, surge no tanto como un intento de destruir la física
aristotélica, sino más bien como un intento de salvarla frente a ciertas anomalías que van
ocurriendo, terminan en realidad minando a sus mismos presupuestos.
Bueno en el caso que analiza Halperin Donghi, lo primero que le interesa señalar que si bien
es cierto que la idea de pacto social ya estaba en la tradición política hispana en el siglo XVII,
sobre todo en el neoescolastisismo, como Francisco Suárez, había una diferencia fundamental
con el concepto partita de la ilustración. El concepto partita de la ilustración no está ligada a
la génesis voluntarista de la sociedad, el origen de la sociedad no está en la voluntad de los
sujetos, sino que la idea de pacto social tiene que ver con cierta legitimidad de fines. Lo que
señala la idea de pacto es que la la investidura real le fue conferida al monarca no para
beneficio propio sino para beneficio de la comunidad y hay ciertos fines, ciertos principios
eternos de justicia que el monarca/soberano no puede trastocar sin convertirse en un tirano
¿No? Bueno esa es la primera diferencia fundamental de la idea neoescolástica de pacto. La
segunda tiene que ver con imposibilidad de pensar la existencia de la comunidad desprendida
de la figura real. Para todo el pensamiento del siglo XVII, incluso un parte del siglo XVIII, la
comunidad no preexiste al pacto porque el poder y la comunidad se constituyen
simultáneamente, como dicen “solo gracias al rey existe el cuerpo político”, no puede existir
una comunidad sin un centro político de poder en torno al cual aglutinarse. Francisco Suárez
ya decía en "Defensio fidei" (Defensa de la Fe): un cuerpo sin cabeza es mutilado y
monstruoso. Si se cae la autoridad política, se disuelve la comunidad misma. Se convierte en
un mero conjunto de individuos dispersos, no existe la autoridad del soberano que articula esa
pluralidad de individuos en una comunidad ¿No?
Bueno, acá es donde se produce la primera torsión o el primer deslizamiento, tiene que ver
con el primero de los puntos que señalaba recién. Ya en el neoescolastisismo empieza a
redefinirse la cuestión de cuáles eran aquellos fines a los cuales estaba orientada la comunidad
y en función de los cuales debía organizarse la acción del poder político, que se va a
reinterpretar ya no en un sentido trascendente sino cada vez más en un sentido profano.
Digamos, en el pensamiento tradicional, esos fines fines estaban como decía Thomas “Una
visión de Dios”, lograr la comunión con Dios observando esos principios universales de
justicia establecidos por Dios mismo, que están inscriptos en la naturaleza misma de las cosas.
Bueno, eso empieza a cambiar ya a fines del siglo XVII con Juan de (14:33) y otros
pensadores del periodo. Entonces el objetivo de la comunidad política no es realizar el reino
de Dios en la tierra, sino que se reinterpreten en el sentido del bien común. El bien común
ahora es definido Filiquitas irritatios (15:11) y los ciudadanos en cuanto tales. Básicamente el
objetivo del poder político es lograr la felicidad y el bienestar de sus sujetos, bregar por eso.
Bueno, en este sentido la ilustración que va a empezar a introducirse en el siglo XVIII en el
imperio hispano no va a ser contradictoria con el régimen absolutista monárquico, sino al
contrario, pues la crisis del racionalismo va a marcar un mayor asentuamiento del empirismo,
de los datos de la experiencia, pero este racionalismo va a funcionar como una suerte de
reforzamiento de orden racional del concepto absolutista. La idea de justicia como principios
universales estaba asociada a la idea de la trascendencia de las normas y que esos principios
de justicia eran autoevidentes y por lo tanto cualquier sujeto moralmente apto podía acceder a
esos ideales de justicia. Y esto hacía imposible para el neoescolastolisimo, dar una respuesta
al problema fundamental que surge en esos años que es el de la legitimidad del tiranicidio,
que cualquiera podría entonces juzgar acerca de la legitimidad del poder político, del poder
real, si ha violado o no esta normas de justicia. Desde el momento que las normas rigen el
ordenamiento político, ya no son trascendentes, sino que pasan a ser el bienestar de la
comunidad, esos escapan ahora al alcance de cualquier sujeto ¿No? Ahora esto va a suponer
un saber de tipo especializado como es el arte del gobierno y solo aquellos que están educados
en el arte del gobierno podrían entonces acceder a la racionalidad que ordena el poder político
y por lo tanto ya no estaría a disposición de cualquier sujeto juzgar acerca de las acciones de
gobierno. De alguna forma el racionalismo ilustrado refuerza la idea del arcano del poder, de
cuál es el tipo de saber que justifica la preeminencia de ciertos sujetos sobre otros y que es lo
que justifica por qué unos gobiernan y otros son gobernados. Supuestamente la idea de que
algunos saben ciertas cosas y que eso los autoriza a dictaminar la forma en que deben
gobernarse al rey.
Bueno, el segundo deslizamiento surge ahora cuando en el siglo XVIII empieza también sin
embargo a difundirse cierta conciencia en el imperio hispano de la decadencia del mismo, a
partir de la pérdida de las colonias de Europa, en los Países Bajos y en sur de Italia, en
Nápoles, abre una crisis seria en el final del reinado de Felipe II y empieza, ya en siglo XVIII,
a surgir una especie de corriente que se llama Constitucionalista Histórica, que va a empezar a
denunciar que lo males del imperio hispano tienen que ver con el apartamiento de la
constitución tradicional española, una supuesta constitución tradicional española. Eso
reformula o da origen a esta corriente va a ser Melchor Gaspar de Jovellanos, en el discurso
de introducción a la academia de historia. Empieza este constitucionalismo hispano a rastrear
en el pasado nacional para descubrir allí cuál sería esa supuesta constitución tradicional
hispana de la cual el despotismo ministerial (siempre van a ser a los ministros a quienes se les
haga las críticas) cuál sería entonces esa constitución tradicional a la que se quería tratar de
restaurar. Pero esto da como resultado un desarrollo particular, aca se da la segunda de las
torsiones, que va a empezar a aparecer la idea de la existencia, de un sujeto nuevo que va a ser
ahora objeto de análisis que es la nación. La existencia de un cuerpo de nación que existe con
independencia del aparato de estado absolutista monárquico y que eventualmente entonces
podría subsistir a sus propias caídas. Dice Halperin Donghi:
Patria y nación son nociones que invocan racionalmente sobre el pensamiento
político tradicional en la medida que se ven de modo cada vez más decidido como
entidades que son capaces de subsistir al margen de las organizaciones estatales.

Bueno, junto con esto no solo surge una idea de nación articulada, al margen de aparato de
estado monárquico, sino que va a empezar en la lucha de que se entabla por un lado las
corporaciones humanas frente a los intentos de centralización monárquica por parte de los
borbones. Los borbones van a tener una política de intervenir más directamente sobre los
asuntos internos en las colonias denunciando sobre todo la corrupción, la ilegalidad de las
autoridades locales, y sobre todo las oligarquías urbanas y va a imponer una serie de controles
como auditorías sobre las cuentas de los cabildos de los municipios y una mayor presión y
control sobre los funcionarios locales y estos van a reaccionar invocando, justamente, al
pueblo, van a hablar en nombre del pueblo. Y con esto no solo va a surgir la idea de que el
pueblo, la nación o la comunidad existe con independencia del poder monárquico, sino
además que tiene a alguien ahora que pueda hablar en nombre de ellos que no sean el propio
monarca, y eso pone una quiebra más drástica con la lógica del antiguo régimen. De hecho,
todos los levantamientos que se dan en esos años siguen un patrón característico, para 1760
Motín de Esquilache en España, en 1780 se dan en las colonias, el más conocido es el que se
da en el Macizo Andino, siempre se termina firmando un acuerdo por el cual se desarma los
insurgentes, entregan las armas, y una vez que se firma el acuerdo, la autoridades reales
terminan enjuiciando en la mayoría de los casos, encarcelando o asesinando a los líderes
rebeldes ¿No? Y siempre se hace con el mismo argumento, que esos acuerdos que se habían
firmado eran todos inválidos porque los líderes insurgentes habían firmado en nombre del
pueblo y lo que les decía es ¿Quién les confirió esa autoridad? ¿Quién los habilita para hablar
en nombre del pueblo? El único que puede hablar en nombre del pueblo es el propio monarca,
ustedes son individuos que pueden hablar por sí mismo pero nadie los autoriza a rogarse la
representatividad del conjunto de la nación o del pueblo.
Bueno, esto es lo que régimen monárquico no podía aceptar, otra instancia que se arrogue, la
expresión, la encarnación de la voluntad general de la nación que no sea el propio estado
absolutista, en última instancia el monarca que era la encarnación misma de la república.
Entonces, nos encontramos acá con la vacancia real generando ya así, generando una nueva
figura, completamente extraña a la lógica del poder monárquico, que tiene que ver la idea del
surgimiento de un poder constituyente en Cádiz, como cuando se sanciona finalmente la
constitución de Cádiz en 1802. Ya habíamos visto, Guerra mismo retomó una frase de T
(25:50): “Desde el momento que la constitución de la nación se volvió objeto de problema, ya
el antiguo régimen había terminado”, esto tiene que ver con que surge un problema nuevo,
completamente ajeno a la lógica del antiguo régimen que es ¿Cómo es que la nación se
constituye a sí misma? Y en realidad, este punto no va a aparecer y vuelve el todo en Cádiz, y
este es uno de los problemas en la interpretación de Guerra, él ve por un lado la ruptura que
supuso la institución de un poder constituyente y el surgimiento de lo que se llama el primer
liberalismo hispano, pero este tiene un límite porque la vacancia real había dado lugar en
España, en la península un levantamiento espontáneo de la población, que es lo que se conoce
como la guerra de independencia, que fue retratada por Goya en la serie “Los Horrores de la
Guerra”. Pero el propio alzamiento espontáneo de la población parecía dar cuenta y mostrar la
existencia de esa nación y que lo que estaba en juego en Cádiz no era verdaderamente
constituir la nación sino constituir un poder político, un nuevo aparato de estado, un nuevo
orden constitucional frente a la crisis de la monarquía. Pero la constitución de un nuevo
estado, de un nuevo orden político presuponía ya la existencia de un sujeto que pudiera
instituir ese orden político, es decir que suponía la existencia de una nación.
Bueno, es eso lo que no va a existir en las colonias, se va a plantear ya la paradoja de que no
solo se debe instituir un poder político sino que al mismo tiempo debe instituirse el propio
sujeto que debe instituir ese poder político, y esto tiene que ver con que en América Latina
todo discurso político va a adquirir un tono más fuerte de fundacional, que acá el pacto no se
habría dado, entonces las naciones no existen y hay que constituir la propias naciones.
Además va a tener un carácter más refundacional y más radical porque la diferencia de lo que
pasaba en la península y esto es lo que no se pierde de vista en Guerra. En la península es
cierto que desaparecido el poder estatal, las distintas juntas que se forman van a asumir el
poder en nombre del monarca, y de hecho se va a transferir el poder político de esas nuevas
juntas que surgen en España. Ahora en las colonias el aparato colonial seguía intacto, de
hecho la formación de juntas o algún tipo de órgano de autogobierno en las colonias suponían
los hechos el desconocimiento de las autoridades coloniales que habían sido instituidas por el
monarca, y que de hecho, obviamente, esas autoridades coloniales estaban absolutamente en
contra de la formación de este tipo de junta u organismo de autogobierno. De hecho el
proceso de independencia va a terminar siendo una guerra civil entre aquellos que siguen
sosteniendo la legitimidad tradicional, lo que seguía en pie, el viejo aparato colonial,
encabezados por guerreros y funcionarios, frente a aquellos que lo cuestionaban.
Bueno lo que vemos acá entonces, termina ese viejo pactismo escolástico termina dando lugar
a un discurso revolucionario y es eso lo que se pierde de vista, según Halperin, esta
perspectiva reaccionista pierde de vista el dato fundamental, que es la revolución fue
efectivamente una revolución. El punto es cómo se llega a ella, analizar cómo se dan esos
procesos y eso es lo que las historia de las ideas no nos permite entender. Si nos limitamos a
discutir, si las ideas vienen de tal lado, problema de la filiación, es problema de la escolástica,
lo que está haciendo Halperin no es buscar el origen de las ideas en sí mismo sino analizando
cómo se dan los procesos ideológicos, como se van desenvolviendo esas ideas, torsionando y
transformando en el marco de la nuevas situaciones políticas que se van produciendo en cada
momento, cómo se van alterando no ya las ideas pero si las condiciones de enunciación y de
articulación de esas ideas y como terminan dando lugar a consecuencias absolutamente
imprevisible y aun opuestas a aquellos objetivos originales entre las cuales esas ideas se
habían desarrollado originalmente ¿No? Esto tampoco tiene que ver con alguna idea muy
establecida en la teoría latinoamericanista de que se trataría de la hibridación. García Canclini
habla de “Culturas Híbridas”, todo sería híbrido, una mezcla de tradicionalismo y
modernismo. Pero en realidad, esta idea de hibridación parte también de la existencia de
modelos diversos normalmente, como dice Raymond Williams: “uno residual, otro emergente
que se superponen”, lo que es una idea bastante banal, obviamente, siempre en toda sociedad
hay ideas más nuevas y más viejas que coexisten. Pero eso escabulle la cuestión de fondo, es
la idea de un modelo emergente que no explica todavía como surgen esas mismas ideas
emergentes en el interior de esos imaginarios tradicionales, como se producen estos
fenómenos, estos procesos de torsión ideológicas, que es lo que creo yo que Halperin analiza
de forma realmente extraordinaria, sobre todo si tenemos en cuenta el momento.
Bueno, una vez producida la revolución de independencia, aparece una idea de nación. Esta es
otra crítica con la vieja historia de ideas. Como vemos el surgimiento de la idea de nación no
es una idea que nace es una realidad nueva que aparece. Tradicionalmente la vieja historia de
ideas piensa que de repente a alguien se le ocurre algo, esa idea se difunde en la sociedad y se
termina imponiendo, pero la idea de nación no es algo que a alguien se le haya ocurrido, tuvo
que ver con cambios objetivos en la realidad que dieron origen a la existencia de un sujeto
nuevo que no existía antes en la nación. Y lo cierto que el surgimiento de esta idea nueva de
nación no iba a hacer que fuera inevitable la independencia, si va a plantear una nueva
paradoja porque va a instituir la existencia de dos soberanías contrapuestas en un mismo
plano de realidad, la soberanía nacional y la soberanía real, y si bien esto no hacía inevitable
la revolución, necesariamente una soberanía iba terminar subordinado a la otra.
La crisis de independencia, sin embargo, va a hacer que en América Latina, pronto esa idea de
la preexistencia de la nación se va a volver problemática. Se va a partir del que supuesto no
existía ese pacto, no hubo sociedades constituidas, que acá el pacto fue el resultado de un acto
violento de conquista, sino porque además rápidamente se va a dar un proceso de
desintegración territorial donde las distintas secciones del imperio van a empezar a cobrar
independencia, Nueva Granada se va a dividir en varios naciones, lo mismo con el Virreinato
del Río De La Plata, en el caso de México por ejemplo, el Virreinato de Nueva España va a
abarcar desde Panamá hasta Oregón. Vamos a entrar ya en México.
La revolución Mexicana va a tener un carácter extraño, particular, porque va a ser una
revolución conservadora. En México ahora sigue festejandose el 16 de Septiembre, que
refiere al Levantamiento de Grado en 1810 y es como el Día de la Independencia, pero en
realidad fue derrotado y la revolución se logra en 1821 y quien declara la independencia fue
un general realista, Iturbide, que participaba del ejército real que luchaban contra los
insurgentes. Esto se da porque en 1820, en España se estaba montando una flota que iba a
venir a reconquistar aun los baluartes que quedaban todavía de resistencia en América Latina
y en la mayoría de las colonias todavía seguía el poder español, y esta flota venía a
reconquistar estas regiones, pero quien estaba al mando de esta flota era el almirante Rafael
Riego, que era un liberal y estaba en contra de del absolutismo de Fernando VII, que había
vuelto al trono en 1814 tras la caída de Napoleón y había impuesto una política absolutista,
había abolido la constitución liberal de 1812, la de Cádiz. Riego lo que le impone a Fernando
VII, se levanta contra él, lo que se llama la “Revolución de Riego”, es la restauración de la
constitución de 1812 y empieza lo que se conoce en España como el trienio liberal. Lo que se
da es que aquellos que estaban luchando por el imperio real, al reinstaurarse una consitución
liberal se sienten desautorizados y deciden abandonar la lucha y es ahí donde finalmente se
produce el desmoronamiento del Imperio Hispano en América.
Y en el caso de México, el propio de los generales a cargo, Iturbide, no solo decide abandonar
al imperio real sino que decide ponerse a la cabeza del proceso revolucionario. Lo cierto es
que se alía con sus antiguos enemigos y juntos terminan declarando la independencia e
instaurando mediante un movimiento militar, lo consagran a Iturbide como el emperador de
México. Un imperio que empieza con una gran pompa de júbilo pero luego se desvanece. A
los nueve meses ocurre una gran crisis en el congreso, de hecho era una alianza muy
inestable, el congreso se convierte en un foco de disidencia donde los viejos insurgentes van a
terminar tirando abajo al imperio. Pues se forma primero un gobierno tripartito, un triunvirato
y finalmente se sanción en 1824 se sanciona la primera constitución federal y uno de los
antiguos insurgentes que es Guadalupe Victoria, va a ser el primer presidente constitucional
de México. En realidad va a ser el primero, y por mucho tiempo el único que va a terminar su
mandato.
A partir de la caída de Guadalupe Victoria va a haber una sucesión de golpes de estado, de
hecho van a haber 33 presidentes en 22 años, una sucesión permanente de golpes de estados y
de la inestabilidad política crónica. Bueno, a raíz de estos enfrentamientos se da ya durante el
gobierno de Guadalupe Victoria, que se produce la división en Logias, surgen dos:
1) La logia de los Yorkinos.
2) La logia de los Escoceses.
Entonces estos gobiernos practican lo que se llama una lógica de la amalgamación, integrar en
sus gabinetes distintas fuerzas políticas, va a haber representantes de las distintas facciones
dentro del propio gabinete. Y eso va a ser clave de una inestabilidad, los distintos ministros
van a conspirar entre sí. Normalmente los que tiran abajo un gobierno van a ser fuerzas
apoyadas del propio gobierno por alguno de sus ministros. Bueno, acá la lucha que se
establece entre Yorkinos y Escoceses, los primeros empiezan a iniciar un curso de
radicalización que tiene su pico en la sanción de las leyes de expulsión de los españoles
mexicanos. Hay noticias de que en La Habana, Cuba, bajo dominio español se está
preparando una flota para reconquistar México, restaurar el virreinato de la nueva España, y
eso da lugar a la reacción contra todos los españoles residentes en México para que ordene la
expulsión, y eso da lugar a su vez a una gran movilización popular. Muchos campesinos van a
ocupar las haciendas de cuyos dueños eran españoles, un proceso de gran agitación y
movilización popular. Los escoceses van a denunciar esto como una medida demagógica y
que atenta contra la seguridad individual.
Bueno, el autor que vamos a ver ahora, que es José María Luis Mora, y este periódico que
tienen algunos artículos, que es "El Observador de la República Mexicana" va a ser el órgano
de la logia escocesa, que se va a oponer a ese proceso de radicalización que inician los
Yorkinos dirigidos por Lorenzo de Zavala. Como les decía antes, retomando el hilo de la
discusión, en ese entonces empieza a entrar en crisis la idea de misma nación, con el caso de
la caída de Iturbide, Guatemala se separa de México, y se forman las Repúblicas
Centroamericanas. También de ahí empieza un proceso de disgregación territorial, a su vez en
los años siguientes, las distintas ciudades cabecera que estaba subordinadas a Guatemala van
a declararse ellas mismas independientes y se van a formar 5 repúblicas en lo que era la
República Centroamericana, pero también, a su vez esas ciudades subordinadas, de esas
ciudades cabecera, van a reclamar lo mismo y así al infinito. Lo que se termina demostrando,
ya Lorenzo de Zavala que era el líder de los Yorkinos, apoya la independencia guatemalteca
y, de hecho, les va a decir a aquellos que se oponen, de hecho el gobierno de Guadalupe
Victoria envía tropas al mando del General F (45:31) para restaurar la obediencia a México en
Guatemala, decía ¿Cómo le vamos a negar el derecho que nosotros mismos le reclamamos a
España? Y a su vez los mismos le van a decir a las ciudades subordinadas. Digamos el
principio de autodeterminación nacional, según la idea pactista, presupone a un criterio de
marcación de delimitación, no cualquier grupo humano puede reclamar derecho soberano,
pero no posee ninguno debido al carácter genérico del sujeto, pero en última instancia lo que
se termina revelando es el carácter indecidible ¿Dónde empieza y dónde terminan las
naciones?
Bueno, el gran debate político que se produce en México, en realidad tiene que ver con lo que
expresa la carrera de Mora es a su vez, como entra en crisis otra de las categorías, que es la
idea de opinión pública. La idea de nación está a su vez estrechamente ligado al surgimiento
de la idea de una nueva fuente de autoridad que es la opinión pública. Esta va a actuar con una
suerte de poder contralor frente al poder del estado. Y en última instancia esta opinión pública
se van a elegir como la voz de la nación y esto es lo que asume a su vez como propia la tarea
de publicista, de periodista político. Estos órganos de prensa se van a titular, se van a postular,
se van a sí mismo de encarnación, de materialización de esa voz popular, de esa opinión
pública. Lo que va a debatir entonces acá, en El Observador, cuál es el origen y la naturaleza
de la fuente de esta nueva sede del poder que es la opinión pública, que es lo que vamos a ver
ahora a partir de los escritos de Mora.
El Observador tiene dos épocas: de 1827 a 1828, que son los artículos que vamos a analizar
acá. Fue una primera época que abarcó el fin del gobierno de Guadalupe Victoria, el golpe de
estado que se produce luego de la elección y el surgimiento del gobierno de Guerrero, este
que es un Yorkino. Lo que en realidad ocurre es lo siguiente: en 1828 termina el mandato de
Guadalupe Victoria, se hacen elecciones, la ganan los escoceses de Gómez Pedraza, pero los
Yorkinos se consideran ellos mismos más populares a partir de estas leyes de expulsión de
Españoles Mexicanos, habían hecho en efecto que sean una fuerza política mucho más
popular, entonces desconocen el resultado de las elecciones, dan un golpe de estado, llaman a
nuevas elecciones y terminan los Yorkinos con Guerrero como presidente. En ese momento,
el Observador se vuelve un opositor del gobierno de Guerrero, y este termina cerrandolo.
En 1830 se produce un nuevo golpe de estado, el gobierno de Guerrero solo dura 2 años
porque la elección se da pero no había una fórmula presidencial, el presidente se elegía por
una lado, el vice por el otro, y este último, que era un escocés, provoca el golpe a Guerrero, y
da comienzo a un gobierno escocés. Bustatamante se declara presidente y ahí se reabre El
Observador, y bajo el gobierno de Bustamante se produce la segunda etapa. Este va a tener un
comité de redacción, pero Mora va a ser el más importante. Pero luego vamos a ver, el
gobierno de Bustamante entra en crisis y ya nuevamente va a caer por un golpe de estado y El
Observador se va a cerrar antes que eso.

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