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IED Villa Elisa
Así como los sentimientos, los valores y las emociones son importantes para la vida,
la escritura es necesaria para comprender el mundo para relacionarnos y
1
TORREZ MARTINEZ, Gertrudys. Desarrollo del niño en la edad escolar. Unidad 6. Algunos aspectos sobre el
aprendizaje y el escolar. Universidad Santo Tomás. 1986. Segunda Edición.
2
VELASQUEZ, Alexander. OSPINA, Elena María. Ocho formas de contra una historia.. Feria del libro. Bogotá.
1995.
sorprendernos con lo que en éste ocurre 3. Sin embargo, este proceso suele verse
trastornado cuando se pretende que niños y niñas aprendan sin que se encuentren
realmente motivados. El desconocer las fases de un acto de aprendizaje y los
procesos asociados a ellos puede conducir a la apatía, rechazo y aversión hacía las
actividades escolares y en especial las acciones que demandan en ellos la expresión
escrita.
Así mismo, de su entorno el niño infiere los códigos alfabéticos y desarrolla un tipo de
escritura primaria (“garabateo”) que va evolucionando a lo largo de su vida escolar. Por
ello no se puede enseñar a un niño a escribir en forma lógica repitiendo fonemas o
como se utilizó alguna vez, sílaba por sílaba, repitiendo infinidad de veces, sino que se
aprende “escribiendo”, experimentando, “vistiendo” de símbolos nuestros deseos 5. De
la misma forma se (debe) aprende(r) a escribir hacia adentro; la habilidad de escribir
3
FLOREZ, Rita. CUERVO, Clemencia. “El lenguaje de la comunicación. Una perspectiva fonoaudiológica”
Capítulo I. El lenguaje en la educación. Universidad Nacional de Colombia. Rita Flores Editora. Bogotá,
Colombia. 2004.
4
GOODMAN, Kenneth“El lenguaje Integral”. Tercera Edición. Editorial AIQUE. Argentina. Pág. 68-69.
Al respecto, Goodman se refiere a la escritura y la lectura como “(…) Prácticamente todos los bebés aprenden a
hablar su lengua maternal notablemente bien en poco tiempo, sin una enseñanza formal. Pero cuando van a la
escuela muchos parecen tener dificultades, en especial con el lenguaje escrito. Incluso bajo la dirección de
maestros dirigentes provistos de materiales costosos y cuidadosamente elaborados (…)”
5
JARAMILLO, Adriana. NEGRET, Juan Carlos. La lengua escrita y el constructivismo. Revista Alegría de
Enseñar N° 11.
no es más que un conjunto de esquemas espaciales en el cerebro, por lo cual no se
puede enseñar a leer y escribir de igual forma como se aprenden instrucciones
mecánicas para hacer diferentes actividades, puesto que toda condición humana se
encuentra mediada por el deseo (Erich Fromm, 1956). Escribir hacia adentro es darle
un sentido y un uso real a los símbolos, a nuestros deseos e intereses, a lo que
queremos expresar, a lo que queremos plasmar con la escritura.
Cuando los símbolos se hacen, significan “algo” en la mente de cada uno, puesto que
se relacionan patrones espacio-temporales con los sucesos que allí ocurren. Por este
motivo, es necesario tener en cuenta algunos factores determinantes en el proceso de
aprendizaje de la lectura y la escritura de los niños, puesto que no todos se encuentran
rodeados y pertenecientes a un grupo social que les incentive, así como tampoco no
todas las personas tienen las mismas habilidades mentales y motrices. Aun mas es
necesario identificar como primera medida, donde se desenvuelve habitualmente el
niño, de qué forma, cómo se relaciona, que intereses persigue, que habilidades posee,
que dificultades presenta y en qué condiciones se encuentra para aprender.
Las actividades realizadas por el primer bloque fueron: lectura de un cuento por parte
del docente y escritura libre del mismo hecha por los niños, quienes, utilizando frases
como “¿qué escribo?”, “…no sé que escribir…”, demostraron apatía e indecisión
para la realización del trabajo.
6
Tomado de “Gestión ambiental urbana”. Número 1,2 y 4. Fundación EDNA América Latina. Colombia
7
Ministerio de Educación Nacional. Series Lineamientos curriculares en Lengua Castellana. Bogotá, Colombia.
2002.
Posteriormente se desarrollaron una serie de estrategias didácticas tales como la
lectura de un cuento utilizando diferentes matices y entonaciones de voz,
acompañadas de láminas para colorear y rompecabezas para armar.
Por último se aplicó la estrategia motivante “Diferentes formas de contar una misma
historia: La carta” con la cual los estudiantes escribieron en una forma más fluida, con
mejores argumentos y un mayor vocabulario, a la vez que plasmaron parte de sus
sentimientos, necesidades y fantasías.
Estas actividades se realizaron trabajando a la par con los niños los diferentes estilos
narrativos, de forma individual y posteriormente grupal, teniendo en cuenta los
procesos de la escritura8. Cuando se trabajó la estrategia didáctica “Diferentes formas
de contar una misma historia”, se encontró que la mayoría de los niños estuvieron
atentos y motivados, ésto se reflejó en la calidad de su participación en las actividades
8
GOODMAN, Kenneth“El lenguaje Integral”. Capítulo 6. El desarrollo de la lectoescritura: lenguaje integral
durante todo el proceso. Tercera Edición. Editorial AIQUE. Argentina. Págs.: 64 a 68. .
realizadas: “qué trabajo tan chévere…”, y otras similares fueron expresiones
utilizadas por los estudiantes refiriéndose a la actividad realizada.
Como primera medida se observó que los niños de la muestra se mostraron alegres,
curiosos y perceptivos ante las actividades realizadas en la biblioteca, pero cuando se
les pidió que reescribieran el cuento leído por cada uno, lo hicieron sin interés ya que
algunos solo escribieron el titulo, o lo iniciaron y no lo terminaron, otros no siguieron un
eje temático, en otros no hay concordancia entre sujeto y verbo y el uso de conectores
es mínimo.
Posteriormente se les leyó a los estudiantes los cuentos “Caperucita Roja” y “El niño
que perdió el miedo” en los diferentes estilos (cuento original, carta, poema, informe
policial, aviso publicitario, noticia). Se trabajó el aviso publicitario e informe policial,
según el consenso general de los estudiantes. Al contrastar los instrumentos usados
en ambos momentos, se encontró que la receptividad fue mayor, se vieron actitudes
motivantes, hicieron muchas preguntas y solicitaron leer sus escritos ante los demás
compañeros. Sus textos fueron bastante creativos, más fluidos y acompañados de
ilustraciones. Se registró como relevante la construcción en equipo (trabajo hecho en
parejas y posteriormente en grupos).
Según los datos obtenidos al contrastar los resultados registrados en los instrumentos
aplicados para la recolección de información se observó que la motivación y la forma
como se emplee, es un elemento que influye en la producción de los escritos de los
niños.
Por lo anteriormente expuesto, se concluyó que es necesario el incentivar la lectura y
la escritura en la niñez, en especial si se halla bajo ciertas “incomodidades” producidas
por la sociedad misma, para que tengan nuevas herramientas de expresar lo que
sienten y piensen de forma sana, además importa poco el tipo de motivación (didáctica
o recreativa), lo importante es motivar a los estudiantes en su proceso escritural.
Así mismo, es motivante para el estudiante saber que el profesor trabajó con él las
actividades, no como un supervisor del cumplimiento de éstas, sino como un par
acompañante que a la vez iba haciendo sus propios escritos. También fue importante
que ellos supieran que sus trabajos serían conocidos por sus padres y algunos
docentes de otras instituciones. Los trabajos realizados fueron socializados en el salón
de clase en la dinámica de la escritura como proceso, al darle una audiencia genuina y
un propósito real al escrito, hecho que mejoró notablemente la calidad de éstos (Ver
anexo 3).