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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

(Universidad del Perú, DECANA DE AMÉRICA)

FACULTAD DE PSICOLOGÍA
ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

“Año de la lucha contra la corrupción e impunidad”

ENFOQUE EVOLUTIVO DE GINZBERG

Curso:
ORIENTACIÓN VOCACIONAL

Profesor:
Mg. Juan Pequeña Constantino

Estudiantes:
ALTAMIRANO ZAPATA, Carmen 15180004
JOO PEÑA, María 15180085
MARAVÍ SILVA, Claudia 15180022
PÉREZ PINEDO, Yomira 15180100
RAMOS DE LA CRUZ, Alisson 15180029
VALDIVIA CLEMENTE, Valeria 15180036

Lima, CU
2019
RESUMEN

El modelo evolutivo de Ginzberg fue propuesto en 1951 y


reexaminado en 1972, en donde se reconceptualizó a la elección
vocacional como un proceso que se da a lo largo de la vida,
sentando las bases del enfoque evolutivo. Además, cuenta con
tres periodos: fantástico, en donde el niño cree que puede ejercer
cualquier profesión que desee; de tanteo, en el que el adolescente
esboza algunas posibilidades solo en función de factores internos;
y realista, en donde la persona toma en cuenta los factores
externos que influyen en su elección. Esta propuesta fue sometida
a diversos estudios que la verificaron y ampliaron; sin embargo,
cuenta con datos cuestionables. A pesar de ello se propondrán
otras teorías de orientación vocacional.

Palabras clave: Elección profesional, desarrollo, orientación


vocacional.
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………... 2
CAPÍTULO I: Supuestos del Modelo evolutivo de Ginzberg………………….. 4
CAPÍTULO II: Periodos en el desarrollo vocacional…………………………... 8
2.1. Periodo fantástico…………………………………………………………….... 8
2.2. Periodo de tanteo………………………………………………………………. 8
2.2.1. Etapa de los intereses…………………………………………………... 8
2.2.2. Etapa de las capacidades……………………………………………….. 9
2.2.3. Etapa de los valores…………………………………………………….. 9
2.2.4. Etapa de transición……………………………………………………... 9
2.3. Periodo realista………………………………………………………………… 9
2.3.1. Estadio exploratorio……………………………………………………. 9
2.3.2. Estadio de cristalización………………………………………………... 10
2.3.3. Estadio de especialización profesional…………………………………. 10
CAPÍTULO III: Evidencia empírica acerca del modelo……………………….. 11
3.1. Investigaciones de los autores…………………………………………………. 11
3.2. Otras investigaciones………………………………………………………….. 12
CAPÍTULO IV: Críticas y trabajos posteriores basados en el modelo………. 14
4.1. Críticas al modelo…………………………………………………………...… 14
4.2. Trabajos posteriores basados en el modelo……………………………………. 14
4.2.1. Modelo de Super……………………………………………………….. 14
4.2.2. Modelo de Tiedeman y O′Hara………………………………………… 14
CONCLUSIONES……………………………………………………………...…. 16
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS…………………………………………... 17
INTRODUCCIÓN

La orientación vocacional constituye un proceso esencial en la vida de las


personas, cobrando especial importancia durante la adolescencia, ya que es durante los
últimos años de educación secundaria cuando las presiones externas e internas impulsan
una reflexión más concienzuda acerca del desarrollo de un proyecto de vida. No
obstante, es común encontrar adolescentes que no saben qué carrera elegir o que basan
sus elecciones en ideales que no siempre se corresponden con la realidad, lo que
ocasiona que concurran en deserción estudiantil e, incluso, subempleo o graves
conflictos laborales. Es así que los agentes del proceso orientador juegan un rol
importante, pues podrán guiar a los individuos en la toma de decisiones vocacionales
promoviendo el conocimiento de sí mismo y de la realidad circundante. Esto supone que
estos profesionales deben disponer de un amplio conjunto de conocimientos y
competencias, incluyendo el dominio teórico de enfoques y modelos que permitan
analizar e intervenir sobre casos concretos que se presenten.

Así, esta revisión bibliográfica pretende reunir mayor información acerca del
Modelo evolutivo de Ginzberg con el fin de recoger sus aportes y discutir sus
limitaciones. El mencionado modelo permitió el desarrollo del enfoque evolutivo en
orientación vocacional y fue propuesto en 1951 como resultado de estudios sobre la
dinámica de la elección vocacional en jóvenes predominantemente varones y
procedentes de clases socioeconómicas altas, siendo criticado por no representar a
mujeres o individuos de clases bajas, entre otros. En 1972, Ginzberg presentó un
replanteamiento en el cual se modificaron algunos puntos de los tres elementos básicos,
concibiendo a la elección vocacional como un “proceso de toma de decisiones que se
extiende a lo largo de la vida, en el cual el individuo busca encontrar el ajuste óptimo
entre su preparación profesional, sus objetivos y la realidad del mundo laboral” (p. 4).

El presente trabajo monográfico está constituido por cuatro capítulos en los


cuales se ha buscado desarrollar diversos aspectos relacionados al Modelo Evolutivo de
Ginzberg. El capítulo I, Supuestos del Modelo Evolutivo de Ginzberg, expone
información general acerca de la concepción del proceso de elección vocacional. El
capítulo II , Periodos en el desarrollo vocacional, describe con mayor detalle los tres
periodos y siete estadios propuestos por el modelo. Luego, en el capítulo III, Evidencia
empírica acerca del modelo, se procederá a recopilar las principales investigaciones que
se han realizado para analizar el ajuste del modelo a la realidad. Finalmente, el capítulo
IV, Críticas y trabajos posteriores basados en el modelo, abordará las limitaciones
señaladas por diversos autores y los trabajos que se formularon para mejorar el modelo
original.
CAPÍTULO I

Supuestos del Modelo evolutivo de Ginzberg

El Modelo evolutivo de Ginzberg o también llamado Modelo de opción


ocupacional fue planteado inicialmente en la obra Occupational Choice: An Approach
to a General Theory publicada en 1951 (Lonsway, 1969). El modelo propone que la
elección vocacional es un proceso que se desarrolla a lo largo de la vida del individuo y
que se enmarca dentro del desarrollo global del sujeto (Centro de Investigación y
Documentación Educativa [CIDE], 2009).

De acuerdo con Lonsway (1969) el modelo concibe a la elección vocacional


como “una preferencia declarada” (p.261). Con base en ello, en la teoría original
existían tres elementos básicos que podrían ser examinados (Ginzberg, 1952; Ginzberg,
1972):

a) La elección vocacional es un proceso.


Este proceso se extiende desde la pre pubertad hasta los 25 años
aproximadamente, cuando el individuo hace un compromiso ocupacional,
terminando permanentemente con el proceso. Además, consta de tres periodos y
siete estadios por los cuales transcurren las personas de acuerdo a su edad.
b) El proceso es irreversible.
Este elemento hace referencia a las dificultades u obstáculos tanto del exterior
como del interior de la persona para cambiar su elección vocacional cuando ya
se han emprendido compromisos y acciones para cristalizarla. Las dificultades
surgen a partir de presiones de la realidad o del mismo sujeto en forma de
barreras emocionales como el temor al fracaso y la disminución de la
autoestima.
c) El compromiso es un aspecto esencial dentro de la elección.
El compromiso se da a partir de la elección vocacional del propio sujeto ya que
representa la satisfacción de metas basadas en sus intereses, capacidades,
oportunidades o limitaciones provenientes de su entorno.

Sin embargo, en 1972, Ginzberg señaló que el estudio que originó al modelo se
basó en adultos jóvenes procedentes de clases altas. En este artículo también introduce
modificaciones en el modelo original referidos a los tres elementos básicos previamente
mencionados:
a) La elección vocacional es un proceso abierto.
Este proceso se extiende a lo largo de la vida y puede darse paralelamente a la
vida laboral del individuo. Así, por ejemplo, algunos profesionales pueden
intentar dedicarse a nuevas ocupaciones incluso después de su retiro. Además,
mediante investigaciones, observaron dificultades respecto a la duración de los
periodos y a diferencias con las elecciones ocupacionales y el desarrollo de
carrera de las mujeres. Al respecto de este último punto, encontraron que
muchas mujeres interrumpen su preparación educativa al contraer matrimonio,
modificando sus objetivos profesionales o dejando sus empleos. Con respecto a
la duración de los periodos, hallaron que algunas personas tomaron su elección
vocacional mucho antes y otras, aplazaron dicha decisión durante mucho tiempo,
sin que esto afectara su futuro desenvolvimiento. El autor indica que estas
modificaciones en el proceso pueden deberse a la retroalimentación a partir de la
experiencia laboral, ya sea por insatisfacción o por conocer nuevas
oportunidades de carrera que le garanticen mayor satisfacción. No obstante, las
probabilidades de que una persona realice modificaciones y tome una nueva
decisión dependerá de su grado de libertad respecto a la situación en la que se
encuentre su familia y las presiones acerca de su trabajo que le fuercen a buscar
uno nuevo o que le faciliten pasar al retiro para explorar.
b) El proceso es reversible.
Los jóvenes buscan desarrollar estrategias que les permitan mantener sus
opciones ocupacionales abiertas, al menos hasta que ingresen a la universidad o
consigan un empleo que les produzca satisfacción. Esta modificación se
introdujo debido a que se encontró que las decisiones tomadas antes de los 20
años pueden tener poco impacto en la vida de algunas personas, quienes
prefieren mantener abiertas sus opciones. Asimismo, se halló que muchos
jóvenes que realizan servicio militar logran seguir una formación especializada
gracias a los beneficios obtenidos. De esta forma, el autor señala que el
mantenimiento de la elección vocacional y el posterior desarrollo profesional
estará influido por los continuos cambios que se presentarán a lo largo de su vida
y su trabajo.
c) La optimización es un aspecto esencial dentro de la elección.
Debido a que los individuos deben elegir lo que más se acomode a sus deseos y
circunstancias cambiantes, lo que se contrapone a la satisfacción de todas sus
necesidades y deseos principales, que es lo que se formuló inicialmente. Así, la
búsqueda de la mejor elección es continua e impulsada por su entrada al mundo
del trabajo.

El nuevo modelo de Ginzberg (1972) concibe a la elección vocacional como un


“proceso de toma de decisiones que se extiende a lo largo de la vida, en el cual el
individuo busca encontrar el ajuste óptimo entre su preparación profesional, sus
objetivos y la realidad del mundo laboral” (p. 4). Además, si bien el proceso se extiende
durante toda la vida, se reporta una mayor intensidad entre los 10 y 15 años (Rivas,
1976).

De acuerdo con CIDE (2009) la modificación más importante radica en la


concepción de un proceso de elección vocacional que puede revertirse. Así, el nuevo
modelo indica que la elección vocacional asumida por una persona puede ser reversible,
especialmente en edades tempranas, y se mantiene por un compromiso que ha adquirido
con la sociedad y consigo mismo, el cual, además, está basado en la satisfacción de
necesidades y el servicio que se hace a la sociedad. Además, el compromiso representa
un final del proceso e incluye un conocimiento pleno de los intereses, capacidades,
valores y oportunidades (Lonsway, 1969).

Ginzberg (1972) indica que existen restricciones en la elección vocacional que


obstaculizan el proceso en un gran grupo de la población. Estas limitaciones se
encuentran en función de las condiciones socioeconómicas de la familia, las que
dificultan seguir estudios superiores y limitan el acceso a una educación de calidad; de
los largos procesos de preparación, ante los cuales los individuos prefieren empleos no
calificados para insertarse al mercado laboral rápidamente; y de las brechas en la
orientación vocacional, obtaculizando la difusión de información relevante y
capacitación que les ayude a desenvolverse en un empleo.

Como se mencionó previamente, el proceso elección vocacional propuesto por el


modelo consta de tres periodos: el periodo fantástico, de tanteo y realista (Ginzberg,
1952). Además, el periodo de tanteo se divide en el estadio de intereses, estadio de
capacidades, estadio de valores y el estadio de transición; mientras que el periodo
realista se subdivide en el estadio de exploración, estadio de cristalización y estadio de
especificación. El autor indica que estos periodos y estadios son claramente
reconocibles y comunes en diversos grupos de personas, tanto hombres como mujeres o
aquellos pertenecientes a clases sociales altas o bajas.

A pesar de reportar una estructura estable, Ginzberg (1952) también reporta dos
tipos de variación “normales”: los patrones en la elección y el tiempo en el cual puede
cristalizarse una elección. Respecto al primer tipo menciona que existen personas que
han desarrollado talentos y habilidades desde edades tempranas, de manera que su
elección es singular; mientras que otros van delimitando su área de interés durante la
adolescencia. El segundo tipo de variación se da porque, si bien el periodo de
cristalización se desarrolla entre los 19 y 21 años de edad, en algunos casos puede darse
antes o después.

Por otro lado, también existen desviaciones que se corresponden a los dos tipos
de variaciones previamente mencionadas (Ginzberg, 1952). Así, señala que un patrón de
elección es defectuoso cuando una persona se encuentra en un periodo atrasado
significativamente de la norma para su edad. El segundo tipo de desviación consiste en
la incapacidad para cristalizar su elección debido a una patología o a que se encuentra
tan orientado al placer que no logra hacer los compromisos necesarios.

Respecto a las implicaciones para la orientación vocacional, Ginzberg (1952)


sostiene que el modelo brinda un marco de referencia a través del cual puede esperarse
que una persona se encuentre en determinado periodo de acuerdo a su edad. Asimismo,
facilita la identificación de individuos que están enfrentando importantes desviaciones
en cuanto al proceso de elección vocacional. También, los periodos pueden sugerir el
tipo de ayuda necesaria para superar dichas dificultades. En suma, a pesar de las
limitaciones de su formulación inicial, el modelo ha sentado las bases del enfoque
evolutivo y sus influencias han marcado otras teorías posteriores de orientación
académico-profesional (CIDE, 2009).
CAPÍTULO II

Periodos en el desarrollo vocacional

2.1. Periodo fantástico.

De acuerdo con Ginzberg (1952) este periodo se da desde el nacimiento hasta,


aproximadamente, los 11 años de edad. Esto último debido a que, según sus
investigaciones, a dicha edad los niños son capaces de reconocer que deben hacer algo
para seleccionar una ocupación en la cual trabajar. No obstante, la elección está basada
en los juegos y opiniones, lo que ocasiona que esta sea poco fiable pues las profesiones
no son cabalmente conocidas y se hallan idealizadas (CIDE, 2009).

Esta etapa se caracteriza por la creencia del niño de que puede desempeñarse en
cualquier trabajo que él quiera (Ginzberg, 1952). Además, Rivas (1975) señala que
existe el deseo de ser adulto. Así, para Valls (1996) el niño siente satisfacción al imitar
actividades u ocupaciones de los adultos durante el juego, por tanto, estas suelen ser
sumamente cambiables.

2.2. Periodo de tanteo.

Ginzberg (1952) indicó que esta segunda etapa transcurre durante la


adolescencia, desde los 11 a los 17 años. Durante este periodo, su camino sigue un curso
exclusivamente en razón de factores subjetivos, como sus intereses, capacidades y
valores.

Se caracteriza por la progresiva la toma de conciencia de la necesidad de afrontar


un compromiso vocacional futuro (previsión), aunque eso implique dejar de lado
algunas satisfacciones inmediatas (postergación). Sin embargo, en esta etapa, el
adolescente aún no tiene bien esbozado su proyecto de vida aún (CIDE, 2009).

2.2.1. Etapa de los intereses.

Es la primera etapa del periodo del tanteo. Recibe ese nombre porque en ella, el
adolescente realiza una serie de elecciones tentativas basadas casi exclusivamente en
sus propios intereses.
2.2.2. Etapa de las capacidades.

En la segunda etapa del periodo del tanteo, el adolescente toma en consideración


también sus propias capacidades para sus elecciones tentativas.

2.2.3. Etapa de los valores.

Posteriormente, en la tercera etapa, toma en cuenta también sus valores, y estos


influyen en el esbozo de sus elecciones futuras.

2.2.4. Etapa de la transición.

En esta última etapa del periodo del tanteo, el adolescente mira hacia adelante en
busca de una universidad o empleo en el que pueda desenvolverse.

2.3 Periodo realista.

Esta etapa empieza alrededor de los 17 años y concluye en la adultez joven o


cuando la persona ya ha logrado elegir los planes para su futuro profesional. En este
periodo el adolescente toma en consideración los factores de la realidad, es así que la
búsqueda de un trabajo está en compromiso con sus intereses capacidades, valores,
teniendo en cuenta sus oportunidades y limitaciones del medio (Ginzberg, 1952).

En esta etapa, la elección vocacional alcanza una dimensión social, por lo que
las motivaciones que se valoran y tienen en cuenta dejan de ser puramente individuales.
La persona establecerá un compromiso por medio del cual sus servicios profesionales le
aportan lo suficiente como para considerarlo un ámbito básico de su desarrollo personal.
Encontrar satisfacción en el trabajo propio es lo que resulta significativo y cumple un
rol importante (CIDE, 2009).

2.3.1. Estadio exploratorio.

Este estadio sucede cuando el sujeto tiene entre 17 y 18 años de edad. En esta
fase se pone a prueba las primeras elecciones y tentativas, se dan las primeras
experiencias laborales y se hace una evaluación realista de experiencias vividas (CIDE,
2009).

Durante este estadio, la persona busca familiarizarse con sus alternativas por
última vez para tomar una decisión definitiva (Ginzberg, 1952).
2.3.2. Estadio de cristalización.

Comprendido entre las edades de 19 y 21 años de edad. En él, el individuo


determina su elección consolidado el estadio anterior (CIDE, 2009).

2.3.3. Estadio de especialización profesional.

Este estadio se desarrolla a partir de los 22 años de edad hacia adelante. La


decisión vocacional es acogida y puesta en marcha por la persona (CIDE, 2009).
CAPÍTULO III

Evidencia empírica acerca del modelo

Se realizaron diversas investigaciones por Ginzberg y colaboradores para


proponer el modelo y posteriormente otros autores realizaron estudios para corroborar
esta propuesta.

3.1. Investigaciones de los autores.

El modelo propuesto por Ginzberg y sus colaboradores fue diseñado a partir de


investigaciones que realizaron en adolescentes de clase alta o excepcionales,
posteriormente con el fin de generalizar el modelo realizan más estudios en personas de
clase baja o muchachos desamparados y mujeres (Osipow, 1976).

a) Grupos excepcionales

Esta primera investigación fue realizada en un grupo de estudiantes de


clase alta, a quienes se le realizaron entrevistas a profundidad con el objetivo de
identificar el proceso de orientación vocacional en personas con mínimas
presiones ambientales, por tanto, la teoría inicialmente estuvo dirigida para
estudiantes universitarios y contaba con los periodos y factores, pero estos eran
descritos de manera general.

b) Muchachos desamparados

En esta fase el estudio fue realizado con una muestra de jóvenes que
presentaban limitaciones ambientales, pertenecían a una religión, sus padres
tenían trabajos no calificados o semicalificados y su ingreso era de 2500 a 3000
dólares en 1974. La investigación se estructuró de manera similar al anterior
grupo, con entrevistas y observaciones generales, a partir de ello notaron que
ambos grupos tenían un comportamiento similar; sin embargo, sus elecciones
diferían y sus metas eran menos altas. No obstante, en la etapa de transición se
encontraron diferencias de modo que el presente grupo entraba en el periodo
realista a más temprana edad, esto se explica por las condiciones en las que vive,
pero las etapas de cristalización y especificación se realizaron a la misma edad
que el primer grupo.
Por otro lado, se encontraron que los sujetos de clase baja poseían más
experiencia, pero eran más pasivos en la elección vocacional, a pesar de
presentar similar interés y aparente igual conocimiento de lo que implicaba la
carrera que los de clase alta, parecían tener poca iniciativa al tomar una dirección
vocacional.

c) Grupo femenino

Esta investigación se realizó en una muestra de 10 estudiantes mujeres


intelectualmente capacitadas, donde 7 pertenecían a segundo año de educación
secundaria y 3 a nivel superior, a quienes se le realizó la entrevista a profundidad
con el objetivo de evaluar similitudes y diferencias en el proceso de elección
vocacional entre hombres y mujeres, pero los resultados se basaron en hechos
retrospectivos debido a la edad de las participantes.

Presentaron similitudes en el periodo tentativo, en mostrar preocupación


por sus habilidades y capacidades en la etapa de capacidades. Sin embargo, las
tareas vocacionales van diferenciándose dependiendo al sexo y en el proceso de
transición las mujeres se direccionan hacia el matrimonio y los varones se
enfocan en su plan vocacional. A los 17 años las jóvenes presentan problemas
respecto a su carrera debido al matrimonio y es debido a este último que los
planes vocacionales de las mujeres se caracterizaban por la incertidumbre e
ingenuidad pues no sabían en qué momento llegarían a casarse y si podrían
continuar su carrera luego de este suceso.

3.2.Otras investigaciones.

O’Hara y Tiedeman (1959), realizaron un estudio con 1021 estudiantes de un


colegio católico con el objetivo de explorar las aproximaciones evolutivas de la teoría
de Ginzberg respecto al autoconcepto. Se les aplicaron pruebas razonamiento verbal,
habilidades numéricas, razonamiento mecánico relaciones espaciales, razonamiento
abstracto, también se evaluó la clase social, valores generales, valores laborales, y
autoestimación (autoconcepto, aptitudes y valores). A partir de ello se realizaron
comparaciones sobre los datos de sujetos de la última mitad del periodo tentativo. Los
resultados corroboraron la teoría de Ginzberg, pero la única variable que falló fue el de
la clase social, pues se mantuvo constante a pesar del incremento de la autoestimación y
los cuatro periodos de edad. Asimismo, se encontró relación entre las capacidades,
intereses, valores laborales y valores generales con la autoestimación. En conclusión,
estos autores mencionan que la congruencia de los atributos incrementa la clarificación
vocacional como hecho evolutivo.

En el mismo estudio pudieron verificar la concordancia en la duración de las


etapas que propone Ginzberg. Sin embargo, en la muestra no existía el periodo de
aptitudes o de valores generales debido a que estos se incrementaban su congruencia
durante todas las etapas de manera constante.

En el estudio realizado por Tucci (1963) se tomó una muestra de 163 estudiantes
que recientemente habían ingresado a la universidad, se les preguntó cuánto tiempo
habían mantenido su decisión vocacional, de estos un 34% señaló que lo habían
decidido definitivamente, 48% indicó que habían decidido provisionalmente y 18%
afirmó que estaban indecisos, los estudiantes que estaban definitivamente decididos
habían establecido su meta vocacional a los 14.63 años en promedio, los que tenían una
decisión provisional lo habían realizado a los 15.38 años. Los resultados del primer
grupo difieren con la propuesta de Ginzberg, ya que según esta teoría aún se
encontraban en proceso de elegir una carrera, pero se podría explicar con que hayan
tenido un desarrollo vocacional precoz o puede que su decisión no corresponda con la
realidad. El segundo grupo se aproxima al modelo de Ginzberg, pues la profesión a la
que ingresaron sería una elección tentativa.
CAPÍTULO IV

Críticas y trabajos posteriores basados en el modelo

4.1.Críticas al modelo.

Según lo expresado por Osipow (1976), la propuesta de Ginzberg y sus


colaboradores es coherente y sistemático, además tiene un soporte teórico amplio en la
psicología evolutiva; sin embargo, las descripciones de las etapas suelen ser amplias y
difusas como para sugerir técnicas de orientación vocacional. Esto se puede atribuir al
modo en el que se planteó inicialmente este modelo, pues fue estructurada luego del
análisis de comportamientos recogidos en entrevistas individuales sin un soporte teórico
inicial, además la muestra en las investigaciones presentadas por los autores era
demasiado pequeña y pertenecían solo a la etapa de la adolescencia, por lo resultaría
difícil generalizar los datos de dicha muestra. Por otro lado, no se informó sobre análisis
o pruebas con base estadística y aparentemente el modelo se estableció con las
interpretaciones de las entrevistas.

4.2. Trabajos posteriores basados en el modelo.

La teoría de Ginzberg, Ginsburg, Axelrad y Herma ha influenciado sobre las


teorías vocacionales que se desarrollaron posteriormente, especialmente en aquellas que
presentan consideran el desarrollo evolutivo (Cepero, 2009).

4.2.1. Modelo de Super.

Super propone que la persona busca formar un concepto de sí mismo para luego
elegir una carrera u ocupación que le permita expresarse tal como es; sin embargo,
señala que el proceso de conocerse a sí mismo va en un continuo evolutivo. Se
consideran cinco periodos. El primero es la cristalización, que va de 14 a 18 años; el
segundo, la especificación, de 18 a 21 años; el tercero, la realización, de 21 a 24 años, el
cuarto, la incorporación, de 25 a 35 y la consolidación que va de 35 en adelante (Rivas,
1976).

4.2.2. Modelo de Tiedeman y O’Hara.

La teoría de Tiedeman y O’Hara fue planteada a partir de la corrección de la


teoría de Ginzberg, incluye las hipótesis de Roe y el desarrollo vocacional de Super y
considera el desarrollo vocacional desde esquemas socio-económicos (Rivas, 1976).
El modelo es nombrado como Programa de Diferenciación e Integración y tiene
como objetivo averiguar y estimular el área de congruencia entre la persona y el mundo
vocacional. Es así que cuenta con dos periodos, el primero es de anticipación o
preocupación, la cual cuenta con cuatro etapas: exploración, cristalización, elección y
esclarecimiento; y el segundo periodo, de implementación o instrumentación y ajuste o
adaptación que presenta tres etapas: inducción, transición o reforma y mantenimiento o
integración, estos periodos y etapas se desarrollan en un continuo evolutivo (Cepero,
2009).
CONCLUSIONES

● La reformulación del modelo original propuesto por Ginzberg y colaboradores


permite formular periodos a través de los cuales puede comprenderse este
proceso dinámico y de interacción entre el individuo y su entorno, que
constituye la orientación vocacional. Sin embargo, también ha logrado
identificar y analizar aspectos de la realidad que influyen en él, entre ellos las
limitaciones por la condición socioeconómica, las brechas de género, la
desigualdad de oportunidades tanto en el acceso a una educación de calidad
como en el acceso al mercado laboral. En suma, resulta de suma importancia
resaltar el papel del planteamiento para el desarrollo posterior del enfoque
evolutivo.
● El desarrollo vocacional se inicia desde el nacimiento, y atraviesa distintos
periodos que se van complejizando a medida que el individuo se hace adulto.
Así, por ejemplo, en el periodo de la fantasía (de 0 y 11 años), sus elecciones
profesionales están en función de su tipo de juego y opiniones, además hay una
idealización de ciertas profesiones; luego, en el periodo del tanteo, se toman en
cuenta intereses, capacidades y valores propios de la persona, sin embargo, la
elección no está del todo clara; por último, en el periodo realista, se toman en
cuenta las oportunidades y amenazas del medio para tomar una decisión más
objetiva.

● La teoría evolutiva planteada por Ginzberg se desarrolló a partir de


investigaciones principalmente realizadas en poblaciones de adolescentes, las
cuales han ido corroborando y ampliando la propuesta inicial. Asimismo, otros
investigadores han realizado estudios con el fin de verificar el modelo planteado,
en su mayoría, los resultados fueron semejantes a lo que se planteó inicialmente,
sin embargo, se encontraron datos que no eran coherentes a la propuesta.

● Las críticas a la teoría de Ginzberg se centran en los estudios que realizaron


inicialmente debido a la incertidumbre a nivel metodológico, por las
características de la muestra y la generalización a partir de estudios sin
procesamiento estadístico; y a nivel teórico, por la falta de un marco teórico
inicial.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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educativa: Fundamentos teóricos, modelos institucionales y nuevas perspectivas
(2da edición). Recuperado de
https://diversidad.murciaeduca.es/orientamur/gestion/documentos/inv2008oeftm
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Cepero, A. (2009). Las preferencias profesionales y vocacionales del alumnado de


secundaria y formación profesional específica (Tesis para optar título en Ciencias
de la educación). Universidad de Granada, España. Recuperado de:
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Vocational Guidance Journal, 30(7), 491–494. doi: 10.1002/j.2164-
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Ginzberg, E. (1972). Toward a Theory of Occupational Choice A Restatement. The


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O'Hara, R., & Tiedeman, D. (1959). Vocational self concept in adolescence. Journal of
Counseling Psychology, 6(4), 292-301.

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Rivas, F. (1976). Teorías vocacionales y su aportación a la orientación. Revista española


de Pedagogía, 34(131), 75-106.

Tucci, M. (1963). Freshmen and Vocational Choice. Vocational Guidance Quarterly, 27-
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Valls, F. (1996). Programa autoaplicable de asesoramiento vocacional. Almería,


España: Universidad Almería.

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