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Los 21 Concilios Ecuménicos

El presenta artículo trata principalmente de los asuntos teológicos y canónicos relativos


a los concilios que son ecuménicos en el sentido estricto del término. Artículos
especiales dan la historia de cada sínodo importante bajo el título de ciudad o
la sede en la que se celebró. Pero para dar al lector una base para la discusión de los
principios que seguirán, se adjunta una lista de los veintiún concilios ecuménicos con
unos breves párrafos sobre cada uno.

Primer Concilio Ecuménico: Primer Concilio de Nicea (325). El concilio de Nicea duró
dos meses y doce días. Contó con la asistencia de trescientos dieciocho obispos. Hosio,
obispo de Córdoba, asistió como legado del Papa San Silvestre I. El
emperador Constantino también estaba presente. A este concilio le debemos el Credo
(Symbolum) de Nicea, que definió contra Arrio la verdadera divinidad del Hijo de
Dios (homoousion), así como la fijación de la fecha para celebrar la
Pascua de Resurrección (contra los cuartodecimanos)

Segundo Concilio Ecuménico: Primer Concilio Ecuménico de Constantinopla (381). A


este concilio, bajo el Papa Dámaso y el emperador Teodosio I, asistieron 150 obispos.
Se dirigía contra los macedonios, los cuales impugnaban la divinidad del Espíritu Santo.
Añadió al Credo de Nicea las cláusulas que se refieren al Espíritu Santo (qui simul
adoratur) y todo lo que sigue hasta el final.

Tercer Concilio Ecuménico: El Concilio de Éfeso (431), con más de doscientos


obispos, fue presidido por San Cirilo de Alejandría representando al Papa San Celestino
I, definió la verdadera unidad personal de Jesucristo, declaró a María la Madre
de Dios (theotokos) contra Nestorio, obispo de Constantinopla y renovó la condena
de Pelagio.

Cuarto Concilio Ecuménico: En el Concilio de Calcedonia (451) doscientos cincuenta


obispos, bajo el Papa San León I Magno y el emperador Marciano, definió las
dos naturalezas (Divina y humana) en Cristo contra Eutiques, quien fue excomulgado.

Quinto Concilio Ecuménico: El Segundo Concilio Ecuménico de Constantinopla (553),


de 615 obispos bajo el Papa Vigilio y el emperador Justiniano I, condenó
los errores de Orígenes y ciertos escritos (los Tres Capítulos) de Teodoreto,
de Teodoreto, obispo de Mopsuestia y de Ibas, obispo de Edesa. Confirmó los cuatro
primeros concilios generales, especialmente el de Calcedonia, cuya autorizad era
discutida por algunos herejes.

Sexto Concilio Ecuménico: Al Tercer Concilio Ecuménico de Constantinopla (680-


681), bajo el Papa Agatón y el emperador Constantino Pogonato, asistieron los
patriarcas de Constantinopla y Antioquía, 174 obispos y el emperador. Puso fin
al monotelismo definiendo las dos voluntades en Cristo, la divina y la humana, como dos
principios distintos de operación. Anatematizó a Sergio, Pirro, Pablo, Macario y a todos
sus seguidores.

Séptimo Concilio Ecuménico: Nicea II (787). El Segundo Concilio de Nicea (787) fue
convocado por el emperador Constantino VI y su madre Irene, bajo el Papa Adriano I;
presidido por los legados del Papa Adriano; reguló la veneración de imágenes sagradas.
Asistieron entre 300 y 367 obispos.
Octavo Concilio Ecuménico: IV (869). El Cuarto Concilio Ecuménico de
Constantinopla (869), bajo el Papa Adriano II y el emperador Basilio, contó 102 obispos,
3 legados Papales y 4 patriarcas, arrojó a las llamas las Actas de un concilio irregular
(conciliabulum) reunido por Focio contra el Papa San Nicolás I e Ignacio, el patriarca
legítimo de Constantinopla. Condenó a Focio, que se había apoderado ilegalmente de la
dignidad patriarcal. El cisma de Focio, sin embargo, triunfó en la Iglesia Griega y ya no
volvió a celebrarse en Oriente ningún otro concilio general.

Noveno Concilio Ecuménico: El Primer Concilio de Letrán (1123), el primero


celebrado en Roma, se reunió bajo el Papa Calixto II. Asistieron alrededor de 900
obispos y abades. Abolió el derecho que reclamaban los príncipes laicos de la
investidura con un anillo y báculo de los beneficios eclesiásticos y trató de la disciplina
de la Iglesia y de la recuperación de Tierra Santa de manos de los infieles.

Décimo Concilio Ecuménico: El Segundo Concilio de Letrán (1139) se celebró en


Roma bajo el Papa Inocencio II, con la asistencia de unos mil prelados y el emperador
Conrado. Su objetivo fue poner fin a los errores de Arnoldo de Brescia.

Undécimo Concilio Ecuménico: El Tercer Concilio de Letrán (1179) se efectuó bajo


el Papa Alejandro III y el emperador Federico I. Hubo trescientos dos obispos presentes.
Condenó a los albigenses y valdenses y emitió numerosos decretos para la reforma de
la moral.

Duodécimo Concilio Ecuménico: El Cuarto Concilio de Letrán (1215) se realizó bajo


el pontificado del Papa Inocencio III. Estuvieron presentes los patriarcas de
Constantinopla y Jerusalén, 71 arzobispos, 412 obispos y 800 abades, el primado de
los maronitas y Santo Domingo Guzmán. Emitió un credo ampliado (símbolo) contra los
albigenses (Firmiter credimus), condenó los errores trinitarios del abad Joaquín y
publicó setenta importantes decretos reformatorios. Es el más importante concilio de la
Edad Media y marca el punto culminante de la vida eclesiástica y del poder Papal.

Décimo Tercer Concilio Ecuménico: El Primer Concilio General de Lyons (1245) fue
presidido por el Papa Inocencio IV, los patriarcas de Constantinopla, Antioquía y Aquilea
(Venecia), 140 obispos, el emperador de oriente Balduino II. Asistió San Luis rey
de Francia. Excomulgó y depuso al emperador Federico II y dirigió una nueva cruzada,
bajo el mando de San Luis contra los sarracenos y mongoles.

Decimocuarto Concilio Ecuménico: El Segundo Concilio General de Lyons (1274) fue


realizado por el Papa Gregorio X, los patriarcas de Constantinopla y Antioquía,
15 cardenales, 500 obispos y más de 1000 otros dignatarios. Logró una reunión
temporal de la Iglesia Griega con Roma. Se añadió al símbolo de Constantinopla la
palabra Filioque y se intentó encontrar medios para recuperar Palestina de los turcos.
Se establecieron reglas para las elecciones Papales.

Decimoquinto Concilio Ecuménico: El Concilio de Vienne (1311-1313) fue celebrado


en esa ciudad francesa por orden del Papa Clemente V, el primero de
los Papas de Aviñón. Asistieron los patriarcas de Alejandría y Antioquía, 300 obispos
(114 según algunas autoridades) y 3 reyes---Felipe IV de Francia, Eduardo II de
Inglaterra y Jaime II de Aragón. El sínodo trató sobre los crímenes y errores atribuidos a
los Caballeros Templarios, los Fraticelli y los begardos y las beguinas, proyectando una
nueva cruzada, la reforma del clero y la enseñanza de idiomas orientales en
las universidades.
Decimosexto Concilio Ecuménico: El Concilio de Constanza (1414-1418) se celebró
durante el Gran Cisma de Occidente con el objeto de terminar con las divisiones dentro
de la Iglesia. Solamente se convirtió en legítimo cuando el Papa Gregorio XI lo convocó
formalmente, y por ello logró poner fin al cisma eligiendo al Papa Martín V, lo que
el Concilio de Pisa (1403) no había logrado conseguir por su ilegalidad. El Papa legítimo
confirmó los decretos anteriores del sínodo contra John Wyclif y Jan Hus. Así pues este
concilio es ecuménico sólo en sus últimas sesiones (XLII - XLV inclusive) y respecto a
los decretos de las sesiones anteriores aprobados por Martín V.

Decimoséptimo Concilio Ecuménico: Basilea-Ferrara-Florencia (1431-1439).


El Concilio de Basilea se reunió primero en esa ciudad, siendo bajo el pontificado
de Eugenio IV y Segismundo emperador del Sacro Imperio Romano. Su objetivo fue
lograr la pacificación religiosa de Bohemia. Surgieron dificultades con el Papa y el
concilio se trasladó primero a Ferrara (1438), y después a Florencia (1439), donde se
logró una unión breve con la Iglesia Griega, habiendo aceptado los griegos las
definiciones de los puntos controvertidos del concilio El Concilio de Basilea es sólo
ecuménico hasta el final de la vigésimo quinta sesión y de sus decretos, Eugenio IV
aprobó solamente los que trataban de la extirpación de la herejía, la paz en
la cristiandad y la reforma de la Iglesia y los que al mismo tiempo no derogaban
los derechos de la Santa Sede. ( Ver también Concilio de Florencia.)

Decimoctavo Concilio Ecuménico: (1512-1517). El Quinto Concilio de Letrán (1512–


1517), bajo los Papas Julio II y León X, siendo emperador Maximiliano I. Asistieron 15
cardenales y alrededor de 80 arzobispos y obispos. Sus decretos son principalmente
disciplinarios. Se planteó también una nueva cruzada contra los turcos, que quedó en
nada, debido al cataclismo religioso en Alemania causado por Martín Lutero.

Decimonoveno Concilio Ecuménico: El Concilio de Trento duró 18 años (1545-1563),


bajo cinco Papas, Paulo III, Julio III, Marcelo II, Paulo IV y Pío IV, y bajo los
emperadores Carlos V y Fernando. Estuvieron presentes 5 cardenales legados de la
Santa Sede, 3 patriarcas, 33 arzobispos, 235 obispos, 7 abades, 7 generales de
órdenes monásticas y 160 doctores en teología. Se convocó para examinar y condenar
los errores promulgados por Lutero y otros reformadores y para reformar la disciplina
eclesiástica. Es el concilio de más larga duración, publicó la mayor cantidad de decretos
dogmáticos y reformatorios y produjo los resultados más benéficos.

Vigésimo Concilio Ecuménico: El Concilio Vaticano I (1869-1870) fue convocado por


el Papa Pío IX. Se reunió el 8 de diciembre de 1869 y duró hasta el 18 de julio de 1870,
y no terminó sino que fue interrumpido por la invasión de los Estados Pontificios por las
tropas piamontesas. El 20 de octubre el Papa publicó la bula Postquam Dei munere", la
cual prorrogaba el concilio indefinidamente. Estaban presentes 49 cardenales, 11
patriarcas, 680 arzobispos y obispos, 28 abades, 29 generales de órdenes religiosas;
803 en total. Además de importantes cánones sobre la fe y la constitución de la Iglesia,
el concilio decretó la infalibilidad del Papa cuando habla ex cátedra, es decir, cuando
como pastor y maestro de todos los cristianos define una doctrina sobre la fe o moral
que ha de observar toda la Iglesia.

Vigésimo Primer Concilio Ecuménico: Concilio Vaticano II (1962-1965). (N. del T.). El
artículo es de principios del siglo XX., por lo que añado provisionalmente una breve nota
sobre este concilio: fue convocado por el Papa Juan XXIII, tuvo cuatro sesiones; la
primera la presidió en 1962, Juan XXIII que murió el 3 de junio de 1963. Las otras tres
etapas fueron convocadas y presididas por su sucesor, Papa Paulo VI, hasta su
clausura en 1965. Ha sido el concilio más representativo de todos; asistieron alrededor
de mil padres conciliares de todo el mundo y miembros de otras confesiones cristianas.
La finalidad del concilio fue el "aggiornamento" o puesta al día de la Iglesia, renovando
lo viejo, revisando el fondo y la forma de su acción, en un diálogo con el mundo
moderno. No hubo definiciones dogmáticas.

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