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Cómo examinar una religión

Para juzgar una religión cualquiera, lo primero que debemos considerar son
sus fuentes doctrinales, su doctrina en sí y que es lo que se exige de aquel que
profesa tal religión. Este es el camino que proponemos para todo aquel que busca
tener un conocimiento más claro y preciso de una religión determinada. Luego hay que
evaluar si la conducta de aquel que profesa cierta fe o religión responde a los
principios doctrinales de su ideología religiosa. Porque, aunque doctrina y conducta
debiesen ser estimadas como una sola, se debe examinar si la indignidad de una
religión cualquiera se debe a su doctrina que implica en una conducta inmoral,
perversa y obscena, o más bien una falta de compromiso del profesante hacia su
credo religioso.
Por esta razón, para evaluar al cristianismo y juzgarle, primero hay que
conocer las fuentes de su doctrina. Cualquier estudioso serio que pretenda examinar
la religión cristiana debe ir a sus fuentes, la Biblia. Pues el cristianismo pretende ser la
religión del Libro. Nuestro consejo seria comenzar por los cuatros Evangelios, pues allí
está la historia de su fundador, Jesucristo. Por tanto nuestro punto de partida será con
la vida y enseña de Jesucristo. Y en este punto queremos hacer un alcance, no
pretendemos estudiar todo lo que se ha investigado acerca de la persona de Cristo, ni
de las distintas teorías que circulan en varios libros acerca de Jesús y su figura
histórica. Nuestra intención es considerar la Persona de Jesucristo tal cual nos es
presentado en el texto Sagrado. Pues nuestra intención es ver si la conducta
indecorosa y obscena de algunos cristianos en la historia de la iglesia responde algún
tipo de enseñanza de Cristo o más bien es una corrupción de su enseñanza original.
Luego, una vez que hemos profundizado en sus enseñanzas y evaluado su
estilo de vida, debemos ir a la enseñanza de los Apóstoles. El testimonio de los
apóstoles es fundamental, porque creemos que estos hombres fueron comisionados
por Jesús para que diesen a conocer su Evangelio. Por esta razón en este presente
estudio no solo consideraremos los cuatro primeros evangelios, sino que todas las
epístolas, o sea, todo el Nuevo Testamento.
Finalmente haremos un recorrido por la historia de la iglesia, desde el siglo II
hasta hoy. Esto es para examinar como se ha conducido la iglesia a través de la
historia, considerando sus contribuciones y errores.

Razón de ser de este ensayo


La razón de ser de este ensayo se debe al descredito del cristianismo en pro
de una religiosidad secularizada. Estos intentos por, de alguna manera, erradicar la
religión cristiana, no ha sido nueva. Desde los inicios del cristianismo en el siglo
primero sufrió la persecución tanto por parte del judaísmo como del imperio romano.
Más en algunos momentos de nuestra historia, también un cierto sector de la
cristiandad, se convirtió en verdugo y perseguidor. Pero como veremos y probaremos,
la corrupción de la iglesia acontece en un contexto cuando esta, o por lo menos su
dirigencia, dejo de lado el libro sagrado, las Santas Escrituras, creando o inventando
sus propias normas que conllevaron al abuso en todos los sentidos. Todo esto llega a
su clímax en la Reforma Protestante del siglo XVI, que pretendió purificar el
cristianismo regresando a la sencillez y profundidad de las Sagradas Escrituras. Pero
tan poco estuvo eximida de problemas tanto por la tradición católica romana, como
también por el protestantismo naciente. En ambos bandos hubo derramamiento de
sangre, injusticia, fanatismo que poco y nada tiene que ver con la enseñanza del
evangelio tal cual esta revelado en el Nuevo Testamento. Finalmente siempre han
existido los abusos por parte de algunos dirigentes de la clerecía, tanto protestantes
como católicos romanos, que conllevaron al desagrado de muchos que vieron en ellos
solo un grupo opresor, aprovechadores del pueblo. Juan Calvino, uno de los
reformadores se refiere a este punto cuando dice: “Es verdad, lo confieso, que
muchísimos hombres astutos e ingeniosos han inventado muchas cosas en la religión
para mantener al pueblo en una devoción e infundirles miedo, a fin de poderlos tener
más obedientes…”1 Mas delante analizaremos en su contexto este pasaje del
reformador, pero cabe mencionar que en pleno siglo XVI, ya había una conciencia
que el problema de la religión, no era la religión en sí, sino lo que se le había
inventado y agregado con el propósito de manipular al pueblo. Por otro lado nuestra
intención es probar que el Evangelio en su estado de pureza está muy lejos de ser una
religión que pretenda aprovecharse de la ingenuidad del pueblo. Pues creemos que el
problema de fondo es lo que algunos inventan en la religión cristiana fuera de su
norma de fe. En virtud de esto, será de suma importancia analizar como el
reformador ginebrino refuta la idea de que la religión ha sido inventada por algunos
hombres astutos.
Pero para no extendernos más, creemos que es difícil erradicar este tipo
pensamiento, y lograr un convencimiento absoluto del lector que piensa que la religión
es un instrumento de dominación inventado por el hombre. Mas esperamos que este
escrito pueda convencer en lo posible de que la religión cristiana para nada es algo
negativo y mucho menos ha sido creada para manipular y aprovecharse de los
ingenuos, y mucho menos presentar un mundo irreal y fantasioso.
De Seguro que este escrito no satisfará, ni logrará convencer a todo el mundo.
Pero queremos tomarnos la libertad y el derecho de defender la Religión Cristiana tal
cual como ha sido revelada en el Libro Sagrado y como la han profesado muchos
hombres piadosos y de buen testimonio a través de la historia.

1
Juan Calvino, Institucion de la Religion Cristiana, Libro I, Cap.III, 2.
Lo que dijo Marx acerca de la Religión

Hace algunos siglos atrás algunos han dicho que la religión es el opio del
pueblo en un sentido peyorativo. Lamentablemente se han dado justas razones para
considerar la religiosidad cristiana como un opio, como un agente adormecedor para el
aprovechamiento de los más vulnerables. Pero cabe preguntarse si el cristianismo es
un tipo de religión que nos presenta una realidad ilusoria como un mecanismo de
opresión y esclavitud a la libertad humana.
En el siglo XIX Karl Marx en su artículo “Critica de la Filosofía del Derecho de
Hegel” dice:
“El fundamento de la crítica irreligiosa es: “el hombre hace la religión, la religión no
hace al hombre”2.

Esta sentencia es de suma importancia para comprender la idea que el mundo


occidental tiene acerca de la religión. Pues en estos tiempos todo indica que la religión
es un una invención del ser humano. Esto se puede deducir de la primera frase de la
Critica irreligiosa: “El hombre hace la religión”. Pero si el hombre hace la religión, o si
el hombre es un inventor de religiones, ¿De dónde le nace esta conciencia religiosa?
¿De dónde proviene esta necesidad de una religión? Estas preguntas son claves para
probar si en realidad la religión es una invención con ciertos fines perversos, o más
bien responde a otra cosa distinta y necesaria de investigar.
Como el ser humano es un inventor de la religión luego Marx dirá que “La
religión es el suspiro de la criatura agobiada, el estado de ánimo de un mundo sin corazón,
porque es el espíritu de los estados de cosas carentes de espíritu.” Es decir que la religión
no es otra cosa que un escape de la realidad, un consuelo ante la miseria de la
realidad, por eso antes dice: “La miseria religiosa es, de una parte la expresión de la miseria
real y, de otra parte, la protesta contra la miseria real”. Sobre esta sentencia resulta
interesante el reconocimiento de una realidad miserable, pero para Marx, los hombres
necesitan crear una religión para abstraerse de esta realidad, y es en esta abstracción
que Marx concluye: “La religión es el opio del pueblo.”
Para Marx la religión es un tipo de droga creado por el ser humano para eludir
la realidad. En cierto sentido no debemos restarle crédito a lo que se quiere dar a
entender con esta afirmación marxista. Porque hay expresiones religiosas que el ser
humano ha creado para estos fines. Y en cierto sentido, dentro de la cristiandad se
han levantado movimientos religiosos que de alguna manera se alinean con las
observaciones, aunque como vinos ya en el siglo XVI Calvino ya lo había dicho con la
salvedad de que los hombres no inventaron la religión, sino que los hombres
perversos invitan elementos de opresión en la religión.
La pregunta que debemos responder si esta evaluación sobre la religión se ha
de aplicar a todas las religiones por iguales. Nosotros creemos que no y esperamos en
este ensayo responder a esta pregunta.
Ahora bien ¿cuál es el propósito de esta crítica irreligiosa que Karl Marx
elabora contra la religión? Bueno este pensador lo dice de la siguiente manera:

2
http://archivo.juventudes.org/textos/Karl%20Marx/Critica%20de%20la%20Filosofia%20del%20Derecho
%20de%20Hegel.pdf
“La crítica de la religión desengaña al hombre para que piense, para que actúe y
organice su realidad como un hombre desengañado y que ha entrado en razón, para que gire
en torno a si mismo y a su sol real. La religión es solamente el sol ilusorio que gira en torno al
hombre mientras éste no gira en torno a sí mismo”.

En primer lugar Marx pretende que el hombre regrese a su realidad lejos de


cualquier expectativa trascendente. Lo trascendente es ilusorio, fantástico que nos
mantiene engañados en la irracionalidad. El verdadero despertar ocurre en la auto
ciencia. Para Marx no hay un más allá de felicidad y eternidad, el ser humano llega a
ser feliz en la realidad real y material. Se pude deducir que la verdadera felicidad y
bienestar esta en esta vida y el hombre la debe descubrir en sí mismo y en la realidad
que le rodea.
Por esta razón lo que realmente importan y donde la filosofía y la teología
deben poner sus fuerzas no es en el mas allá, en la trascendencia, sino en la
inmanencia. De los asuntos celestiales a los asuntos terrenales , “de la crítica del cielo a
la crítica del derecho, de la crítica de la teología a la crítica política”. Sin embargo aunque al
parecer su intención es trasladarnos a una realidad material, cabe preguntarnos, si lo
que está haciendo es llevarnos a un tipo de religiosidad inmanente, pues no es otra
que trasladar nuestra expectativa de felicidad de una realidad trascendente a una
material e inmanente.
Como sea, al parecer Marx piensa que la religión solo se ocupa de la
trascendencia, que para él es una realidad ilusoria, pero en el caso del Cristianismo
¿puede ser entendido como una religión trascendente ilusoria que no tiene nada que
ver con la realidad y la miseria de este mundo? Las principales fuentes doctrinales
del cristianismo ¿Solo se ocupan de aquella realidad espiritual trascendente y no de la
realidad inmanente y material? Estas preguntas las abordaremos más adelante, pero
es necesario establecerlas en este punto, porque consideramos que existen varios
tipos de religiosidad que coinciden con la visión de Marx cuya propuesta es más una
ilusión fantástica que no se vincula con la realidad.

La enseñanza de Cristo
Se podrán tener mil interpretaciones del texto Sagrado, pero la narrativa del
mismo no puede ser alterado. Por tanto cuando hablamos de la de la enseñanza de
Jesús, debemos considerar en primer lugar quién es Él.
¿Quién es Jesús?
1. Jesús es Dios
Nadie puede objetar que Jesús fue un buen hombre. Todos sabemos que hizo
muchas obras de caridad, obras sin igual. Pero con todo Jesús fue más que un buen
hombre, Jesús es Dios. Creo que es importante considerar el Testimonio de las
Sagradas Escrituras del Nuevo Testamento para probar esto.
El evangelio según san Juan nos enseña varios asuntos fundamentales acerca
de su divinidad.
“En el principio existía la Palabra, la Palabra esta junto a Dios, y la
Palabra era Dios. Ella estaba en el principio junto a Dios. Todo se hizo
por ella, y sin ella nada se hizo.”3

Sobre la divinidad de Jesucristo, tenemos a lo menos tres declaraciones


importantes acerca de este asunto en este pasaje del Nuevo Testamento.
1. Jesús es el Prexistente. “El Principio existía la Palabra.” Es decir que Jesús
existió antes de la creación junto a su Padre.
2. Jesús es Dios. “Y la Palabra era Dios”. Esto significa que es de la misma
naturaleza que su Padre.
3. Jesús es el Creador. “Todo se hizo por ella (por la Palabra), y sin ella nada se
hizo”. Es decir que Jesús fue el que creo todo cuanto vemos, el universo las
estrellas nuestro mundo y a nosotros.
Con estas tres declaraciones se puede deducir que Jesús es presentado como el
Dios Todopoderoso, omnipotente, es decir, Jesús es más que un simple hombre, es
Dios, es Dios hecho hombre.
En otros lugares del Nuevo testamento se hacen declaraciones similares acerca de
Jesús. Por ejemplo en la anónima Epístola a los Hebreos.
“A quien constituyo heredero de todas las cosas y por el cual
hizo también los siglos, quien siendo el resplandor de su gloria y
la imagen misma de su ser, y quien sustenta todas las cosas con
la palabra de su poder…”4

1. Jesús como Dios e Hijo de Dios Padre es Heredero por derecho


legítimo de todo. “A quien constituyo heredero de todas las cosas”
2. Jesús como Dios e Hijo de Dios Creo lo tiempos. “y por el cual hizo
también los siglos”
3. Jesús como Dios e Hijo de Dios Padre Gobierna y mantiene con su
poder toda la creación. “Y quien sustenta todas las cosas con la
palabra de su poder…”
Las Sagradas Escrituras del Nuevo Testamento tiene un sin número de
referencias donde Jesús es revelado como Dios. Quizás usted se está preguntando
¿Cómo es posible que Jesús sea Dios junto con su Padre, es posible que los dos sean
Dios y no dos dioses? Permítame responder de la siguiente manera: Nuestra
3
Juan 1:1-3 Biblia de Jerusalén.
4
Hebreos 1:2-3 Biblia Textual.
intención no es evadir esta pregunta, pues su respuesta nos demandaría hablar
acerca del misterio de la trinidad más adelante y quizás nos tomaría varias páginas.
En esta sección nuestra intención es probar que Jesús de Nazareth es mucho más
que un simple buen hombre, es Dios, y de esta manera lo revela el Nuevo
Testamento.

2. Jesús es perfecto hombre


A la luz de lo que vimos anteriormente pareciera que fuera un absurdo que
Jesús es Dios y al mismo tiempo perfecto hombre. Cuando hablamos de Jesús como
hombre estamos hablando de su encarnación y de cómo vivió en este mundo.
Usted se estará preguntando ¿qué es la encarnación? La encarnación no es
otra que Dios haciéndose ser humano. Es el Dios Todopoderoso ingresando a nuestra
historia en forma humana. Por esta razón cuando hablamos de Jesús hablamos del
Dios encarnado. Como vimos en el punto anterior Jesús es Dios. Ahora ¿qué significó
su humanización o encarnación?
La epístola del apóstol San Pablo a los Filipenses nos puede ayudar a explicar
mejor este asunto:
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también
en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el
ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó
a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los
hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí
mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de
cruz”.5

San Pablo en su doctrina inspirada por el mismo Dios, nos presenta algunas declaraciones que
son importantes acerca de la humanidad de Cristo unido a su Divinidad.

1.

5
Filipenses 2:5-8
Pero comencemos por Cristo, hablemos acerca de su enseñanza y obra, y
acerca de la religiosidad de su tiempo.
Cualquier lector, sobre todo aquellos que no comparten nuestras creencias, se
darán cuenta que hubo una gran diferencia entre la enseñanza, vida y obra de
Jesucristo vs la religiosidad de su época. El estilo de vida de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo despertó la envidia de muchos, porque su forma de vivir coincidía
con su enseñanza, no hallándose ni una pisca de hipocresía o fraude en su estilo de
vida. Permítame presentarle algunos ejemplos.
Nuestro Señor Jesucristo siendo Dios hecho hombre, vivió como el más
humilde de todos los hombres. Varios pasajes del Nuevo Testamento declaran que
Jesús es Dios y creador del universo entero. Pero fue este Dios Todopoderoso quien
se hizo hombre, por amor a nosotros, para liberarnos de la maldición del pecado y
darnos una nueva vida y relación con Dios mediante la fe en Él. En este sentido se
hizo humilde, siendo rico, se hizo semejante a los seres humanos para condolerse de
sus penas y dolores. No vistió ropas ostentosas, ni tuvo un hogar propio en esta tierra,
fue un peregrino que sanaba las dolencias físicas y del alma de todas las personas
que se lo requerían, a sabiendas que muchas de ellas le iba a traicionar y pedir que
fuera crucificado. Todo esto no es más que prueba de su gran amor por nosotros, no
solo demostrado con palabras, sino con sus hechos.
Cristo fue el primero quien se opuso a la opresión del pueblo mediante el uso
de la religión. Nunca perdamos de vista que Cristo es Dios y Creador de todo, y fue
este mismo Dios en persona que confronto a los líderes religiosos por el mal uso que
ellos hacían de los preceptos divinos. En los tiempos de Jesús hubo varias sectas del
judaísmo pero la más conocida y popular era la secta de los Fariseos. Jesús les
confrontó en varias ocasiones por hacer mal uso de la religión. Veamos algunos
ejemplos.
Jesús y la sanación del Paralitico.
Esta historia se encuentra en los tres primeros evangelios (Mateo 9:1-8, Marcos 2:1-12
y Lucas 5:17-26)
En esta historia usted puede examinar la actitud de Jesús vs la Actitud de los
Escribas y Fariseos. Nada habían hecho por este paralitico, cuando Jesús se dispuso
a perdonar sus pecados, estos comenzaron a chismear en sus corazones diciendo
que Jesús es un blasfemo, porque solo Dios puede perdonar pecados. En esto último
estaban en lo cierto, solo Dios puede perdonar los pecados, lo que ellos no sabían es
que estaban delante de la presencia misma de Dios hecho hombre. Jesús no solo
perdono los pecados del Paralitico, sino también le sano. Jesús no le juzgo, sino que
le dio una nueva vida distinta, restaurando su relación con Dios y su cuerpo para que
aprendiese a ser dependiente de Dios y estar lejos de toda maldad e injusticia.
La religión opresora solo busca juzgar aquel hace el bien, los que viven este
tipo de religiosidad no están dispuesto a ayudar a su prójimo en sus debilidades, sino
más bien a juzgarle y condenarle, tal fue el tipo de religiosidad que juzgo a Jesús por
haber perdonado y sanado aquel paralitico. De esta manera Jesús esta mostrándonos
a un Dios no tiránico, sino compasivo que se conduele con la condición miserable del
Ser humano, soportando con paciencia aquellos que incluso se le oponen como los
escribas y fariseos.
Jesús sobre el día de reposo (Mateo 12:1-8; Marcos 2:23-28 y Lucas 6:1-5)
Esta es otra historia donde Jesús es confrontado por los Fariseos. Los
discípulos de Jesús comenzaron a comer espigas en el día de reposo. Esto causa una
gran ofensa para los religiosos porque estaba estrictamente prohibido hacer cualquier
cosa en ese día, tomándose la ley al pie de la letra. Jesús les menciona dos ejemplos
de cómo David y los sacerdotes profanan lo sagrado sin incurrir en culpa. Porque
dicha profanación no es maligna, sino por necesidad. Pero nuevamente, lo que ellos
no sabían es que Jesús es el creador del día de reposo, él es el soberano del mundo y
de los días, entonces Jesús da el verdadero sentido de esta ley y dice: Misericordia
quiero y no sacrificio. La ley de la misericordia y de la compasión está por sobre la
letra de la ley que prohíbe alguna actividad en día de reposo. La religión opresora
entiendo esto a la inversa, la ley de la letra está por sobre toda compasión y sentido
común.
Finalmente y para no extendernos más, pues usted puede leer más historias
semejantes a estas en los evangelios veamos como Jesús describe la religión
opresora.
La Primera característica de la Religión opresora es si inconsecuencia. Jesús ordena
sus discípulos obedecer todo lo que los escribas y fariseos ordenaban de cuerdo a la
ley de Moisés, pero que no sigan su ejemplo, porque ellos dicen una cosa, pero no lo
hacen. Por eso en Mateo 23, Jesús va denunciar públicamente el tipo de religiosidad
que oprime al pueblo.
1. La religión opresora impone cargas que son imposibles o difíciles de sobre
llevar. V.3
2. La religión opresora busca ostentar sus lujos V.4
3. La religión opresora ama la Vana Gloria V.5-7
4. La religión opresora impone condiciones durísimas a la gente cerrándoles toda
posibilidad de bienaventuranza v.13
5. La religión opresora abusa de la gente más vulnerable v.14
6. La religión opresora busca engañar y reproducir engañadores. V.15
7. La religión opresora observa las cosas realmente sagradas con superficialidad.
V.16-22
8. La religión opresora pone su énfasis en los ritos, que en el amor, la
misericordia y la justicia.
9. V.23
10. La religión opresora cuida de las apariencias y no de su alma. V.24-28
En toda esta sección se puede resumir de la siguiente manera, una religión
opresora es una religión hipócrita, que vive de apariencias no solo en su forma de
vestir, sino en aparentar piedad. Vea usted mi querido lector que la doctrina de Cristo
aborrece la hipocresía en la Religión, pues el mismo condena dicha actitud diciendo:
“¡Serpientes generación de víboras! ¿Cómo escapareis de la condenación del
infierno?
Pues el fundador del cristianismo prohíbe la hipocresía en sus discípulos y cualquier
tipo de opresión al pueblo so pretexto de ser una ordenanza por Dios, imponiendo por
la violencia aquello que Dios no ha ordenado. Pues veamos qué fue lo que Jesús
ordeno a sus discípulos:
1. Jesús invito a sus discípulos a tratarse como hermanos, esto fue para evitar
que alguno de ellos busque la preminencia. Pues su único Padre es Dios, y su
único Maestro y superior es Cristo. V 8-9
2. Los discípulos son invitados a ser siervos y no señores v.10-11
3. Los discípulos son invitados a sobre llevar una vida de humillación delante de
Dios, desechando la soberbia y el orgullo. V.12

Estas características nada tienen que ver con la práctica de una religión opresora,
sino con una religión que contempla, la dependencia absoluta de Dios, sirviendo a
Dios y al prójimo en humildad. Tal es la doctrina moral de la religión cristiana
enseñada por su Maestro, nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
La religión opresora justifica la violencia para conseguir sus fines.
En este punto investigaremos como la religión en tiempos de Cristo justificaba la
violencia como un instrumento válido para alcanzar sus fines.

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