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El informe de lectura

El informe de lectura es un género académico que se caracteriza por presentar una


síntesis de distintas fuentes bibliográficas que abordan un mismo tema desde diversas
perspectivas. Cabe señalar que no se trata de una mera sucesión de resúmenes de los textos
leídos, sino que la información y los diversos puntos de vista que se indagan deben aparecer
confrontados, con un señalamiento de las diferencias y los puntos de contacto entre los
diversos autores. Además de esto, el autor de un informe de lectura debe presentar su propia
visión crítica acerca de los materiales leídos y llegar a una conclusión acerca de ellos. Por estas
características, las secuencias dominantes en este género son la expositiva (que aparece
fundamentalmente en la introducción y en el desarrollo) y la argumentativa (observable
básicamente en la conclusión pero también construida a lo largo del desarrollo).
El informe de lectura se utiliza en diversas circunstancias. Por ejemplo, en el proceso
de una investigación realizada por un equipo, cuyos miembros se hacen cargo de la lectura de
distintos textos bibliográficos para luego exponerlos al grupo. Pero, en la interacción
docente-alumno, suele ser usado como un instrumento de evaluación. A través de esta clase
de textos, el profesor observa diversos aspectos relacionados con la comprensión de un corpus
bibliográfico: la selección de las fuentes, el reconocimiento de temas y subtemas, la
discriminación de ideas principales y secundarias, el establecimiento de relaciones entre las
ideas de distintos autores y la capacidad de evaluar la importancia de la fuente, por ejemplo.
El informe de lectura requiere de parte del estudiante habilidades de escritura: la
elaboración de un plan de texto a partir de la jerarquización de ideas, la organización de la
exposición en diferentes apartados con subtítulos adecuados, la utilización de los recursos de
la exposición y la argumentación, la capacidad de sintetizar la información, y la habilidad de
revisar críticamente su propia escritura, entre otros aspectos. En suma, para la realización de
un informe se llevan a cabo tanto operaciones de lectura como de escritura.

Organización textual
El informe presenta diversas partes, cada una de las cuales responde a una función y
está precedida por un título que la explicita y anticipa. Como en la mayoría de los textos
académicos, dichas partes son la introducción, el desarrollo, la conclusión y la bibliografía. En
el caso de tratarse de un informe solicitado por una cátedra, el trabajo debe presentarse
precedido por una portada, en la que consten el título del informe, el nombre de la materia,
del profesor y del alumno. También debe consignarse el año y el cuatrimestre del curso.

La introducción
La introducción de un informe cumple las siguientes funciones:
-presentar al lector el tema general del trabajo y el aspecto específico que en él se aborda, que
suele estar formulado como una pregunta;
-proponer una justificación de la relevancia de su tratamiento;
-indicar las fuentes consultadas para la elaboración del informe;
-señalar el objetivo del trabajo;
-anticipar los distintos ejes o subtemas que se tratarán en el desarrollo;
-puede presentar la conclusión a la que se ha arribado.

El desarrollo
El desarrollo constituye la parte central de un informe de lectura. En él, se exponen
distintos subtemas, desde el punto de vista de dos o más autores, que aparecen organizados
en distintos apartados señalados con subtítulos. Esto implica que, previamente a su escritura,
es necesario rastrear en el corpus bibliográfico cuál es la postura de cada autor con respecto a
cada uno de los ejes que se va a tratar y volcar esta información en un cuadro de doble
entrada o en fichas de lectura.
Luego, las ideas de cada autor se exponen en distintos párrafos. Para ello, se debe
utilizar el discurso referido (directo o indirecto) y dejar bien en claro a qué autor corresponde
cada opinión. Debe tenerse en cuenta que el informe tiene que ser comprensible aun para una
persona que no conozca los textos-fuente, por lo cual es necesario explicarlos con claridad a
través de reformulaciones, explicaciones causales u otros recursos.
Los párrafos expositivos se presentan adecuadamente vinculados a través de
conectores que expresan cuál es la relación entre los distintos puntos de vista. Si muestran
coincidencias aparecerán conectores como asimismo, de igual modo, de acuerdo con. Si existe
oposición, pueden usarse en cambio, por el contrario, por otra parte, pero, sin embargo.

La conclusión
En la conclusión de un informe de lectura suelen aparecer:
-una síntesis de las posturas de los distintos autores,
-una evaluación de las fuentes presentadas,
-la formulación de la opinión del autor del informe, que responde a la pregunta presentada en
la introducción y aparece como una consecuencia lógica del desarrollo;
-pueden también plantearse preguntas sobre aspectos no desarrollados y que merecerían un
tratamiento especial en otro trabajo.
Por último, no conviene olvidar que debe observarse la coherencia entre la
introducción, el desarrollo y la conclusión. En la introducción se plantea un problema que
admite varias respuestas, y que la intención del enunciador consiste en demostrar que la suya,
que se explicita en la conclusión, es la más acertada, para lo que, en el desarrollo, muestra las
posturas de distintas autoridades en la materia, las que funcionan como argumentos para
sostener su opinión.

La bibliografía
En la sección ​Bibliografía de un informe de lectura se consignan las fuentes
consultadas, ordenadas alfabéticamente por el apellido del autor y de acuerdo con las
convenciones vigentes para las referencias bibliográficas.

Un buen informe de lectura debe presentar las siguientes cualidades:


● Autonomía​: el informe debe poder dar cuenta del contenido del texto fuente de modo tal
que toda la información relevante sea comprendida incluso por un lector que no haya leído el
texto original. Para lograrlo, debe incluir toda la información básica, desarrollar los conceptos
centrales y cuidarse de que la progresión de los temas sea coherente. El contenido del texto
debe ser descrito de forma concisa y clara.
● Fidelidad​: el informe de lectura puede sintetizar o ampliar los conceptos del texto original, e
–incluso– relacionarlos con otras fuentes no mencionadas, pero no puede, en ningún caso,
distorsionar esos conceptos. Para hacer referencia a ellos, es válida tanto la reformulación en
los términos del autor del informe –siempre precisos y específicos– como el empleo de la cita
directa al texto original (aunque estas deben restringirse a los casos en que la literalidad sea
relevante).
● Confiable delimitación de las voces del texto​: en el informe se cruzan dos discursos, el texto
fuente y el que lo analiza. Es importante que estas voces queden claramente delimitadas: que
siempre quede indicado quién se responsabiliza por las aserciones vertidas.
● Registro formal y léxico específico​: como todo género académico, el informe debe expresarse
en un registro formal y con un léxico especializado –aun cuando reformule los contenidos–, y
construir un enunciador objetivo, moderado y riguroso, de modo que pueda ser tomado
como una fuente confiable de información.

En la etapa de revisión, conviene controlar:

● que reproduzca adecuadamente las ideas del texto fuente: que dé cuenta tanto de las
ideas principales como de los tipos de relación que las unen; que no altere en nada su
contenido;
● que aparezca la descripción de la estructura del texto: partes, capítulos, cantidad de
páginas, etc.;
● que la consignación de los datos bibliográficos del texto que se analiza sea completa;
● que quede mencionado lo más relevante de la trayectoria del autor (datos biográficos,
antecedentes académicos o profesionales, etc.);
● que el informe establezca relaciones con conceptos del autor publicados
anteriormente, en caso de que los haya, y con textos de otros autores que aborden la
temática planteada;
● que el texto en sí mismo sea claro y que explicite toda la información necesaria para
ser comprendido sin que haya que acudir al texto fuente;
● que se trate de un texto cohesivo, coherente y correcto ortográfica y gramaticalmente.

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