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Lesiones Más Comunes

Es impresionante descubrir lo complicado de la anatomía del pie: tiene 26 huesos, 33 articulaciones y


más de 100 músculos, tendones y ligamentos, sin mencionar los vasos sanguíneos, tejidos blandos y
piel que rodea todo lo anterior. Y cada una de estas partes puede lastimarse.

Ruptura del Tendón de Aquiles


La mayoría escuchamos hablar del tendón de Aquiles en algún momento, aunque no nos demos cuenta
de lo importante que es este músculo para realizar actividades cotidianas.
El tendón va desde el hueso del talón hasta la parte posterior de la pantorrilla. Cuando se rompe, el
trabajador siente un chasquido y, probablemente, no pueda volver a caminar bien con esa pierna.
Un tropiezo en una superficie irregular o una caída son suficientes para causar una ruptura.

Fractura por Sobrecarga


Las fracturas por sobrecarga por uso excesivo y movimientos repetitivos. Aunque los huesos siempre
están en proceso de desarrollarse, los movimientos repetitivos lo desgastan más rápido

Fracturas
Cuando un hueso se fractura, no importa la gravedad, puede necesitar meses de recuperación y, a veces,
una reparación quirúrgica
Los huesos se pueden romper de muchas maneras, como caídas, golpes de objetos que caen o de
maquinarias pesadas.

Lesión de Lisfranc
También conocida como lesión en la parte media del pie, se refiere al daño causado a huesos, tendones
y ligamentos. Una caída puede causar fácilmente este tipo de lesiones y a menudo puede dislocar
físicamente los huesos.

Congelación
Si un trabajador se expone a temperaturas frías extremas sin el equipo de calentamiento apropiado,
podría congelarse en cuestión de minutos. La congelación superficial solo afecta la piel, pero la
congelación profunda puede dañar el tejido de abajo. En casos extremos, se necesita amputar los dedos
u otras partes del pie.
El trabajador estadounidense promedio con diagnóstico de lesión en el pie necesita 26 días para volver
al trabajo. Si el empleado no busca atención médica de inmediato, puede necesitar procedimientos
médicos adicionales y más tiempo fuera del trabajo.
Lesiones en los dedos de los pies
Los dedos aplastados son de las lesiones más frecuentes y las que han dado origen al calzado de
seguridad y de protección. En ambos casos, la solución es incorporar al calzado una puntera de acero,
sin olvidar las reglas básicas del calzado en general, es decir, sin que deje de ser un zapato cómodo y
saludable. El calzado adecuado para la protección de los dedos de los pies frente a la caída de objetos
pesados debe:
• Soportar golpes con una fuerza de 200 Julios en el caso del calzado de seguridad y de 100 Julios
en el caso del calzado de protección, mientras conserva un espacio mínimo bajo la puntera de
13.5 a 14 mm, para la talla base de la gama.
• Soportar pesos que ejerzan una fuerza de 15 kN en el caso del calzado de seguridad y de 10 kN
en el calzado de protección, mientras conserva un espacio mínimo bajo la puntera de 13.5 a 14
mm, para la talla base de la gama.
Lesiones en el empeine
En este caso, la protección se amplía al empeine para evitar cortes, sobre todo en los sectores de
trabajos rurales (trabajadores que utilizan máquinas cortacéspedes o pequeños tractores mecánicos).
Para ello, el empeine del calzado se complementa con refuerzos metálicos, siempre y cuando estos
refuerzos, añadidos a los de las punteras, no hagan que el zapato sea muy pesado y, por consiguiente,
incómodo. Otros materiales, como los plásticos o policarbonatos, pueden suplir la utilización de
refuerzos metálicos en el empeine. En cualquier caso, la protección del empeine es un campo de
investigación pendiente.
Lesiones en la planta del pie
Se producen cuando algún elemento punzante (clavos, astillas, chatarra, etc.) atraviesa la suela del
calzado llegando al pie e hiriéndolo. También el refuerzo metálico de la suela es una solución, pero
sucede como en el caso de la protección del empeine. Un refuerzo metálico, unido a los de puntera y
empeine, pueden hacer que el zapato pese demasiado y sea incómodo y poco funcional. La resistencia
de la suela, se utilice el material que sea, frente a la penetración de un clavo debe ser de 1.100 N. Este
es otro campo en el que la investigación y la utilización de nuevos materiales pueden ser de gran ayuda
en el futuro.
Lesiones por cortes
En los trabajos forestales se pueden producir cortes y lesiones por el uso de herramientas afiladas a la
altura de los pies (desbroce de caminos rurales, limpieza de bosques, etc.). En estos casos, el calzado a
utilizar se suele elaborar con materiales externos que disponen de un espesor adecuado. Una bota de
cuero de 2 mm de espesor es lo mínimo en estos casos. En concreto, y según el material, los espesores
mínimos recomendados son:
• Cauchos: 1,50 mm
• Polímeros:1,00 mm

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