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La enseñanza es gratuita y obligatoria de los 7 a los 15 años.

Este período cubre los seis años de


educación Primaria y los tres primeros años de Secundaria. Para pasar a Secundaria se exige a los
alumnos superar un examen. También existe una selectividad para entrar en la Universidad,
conocida como “el infierno de los exámenes”. La escolarización puede llevarse a cabo tanto en
centros públicos como privados. Apenas hay diferencias pedagógicas entre ellos, ya que el Estado
ejerce un importante control. Los alumnos disfrutan de un almuerzo gratuito en la escuela.

3. El Estado y los ciudadanos realizan una gran inversión en educación. La República de Corea le
dedica casi un 7 % de su PIB (en España es un 4,5 %) y destina partidas para enviar a los mejores
alumnos a estudiar a Estados Unidos, China o Europa. Una vez cumplida la enseñanza obligatoria,
el 90 % las familias invierte unos 400 euros mensuales (casi un 20% de su salario) para que sus
hijos completen su formación académica y logren cursar una carrera. Además, es habitual que las
familias realicen donativos a las escuelas públicas para mejorar las instalaciones o el profesorado.

4. Las políticas educativas son a largo plazo, pero los currículos se actualizan. Las leyes educativas
no se ven afectadas por los cambios de Gobierno. Sin embargo, los surcoreanos modifican el
currículo escolar cada cinco años para adaptarlo a las necesidades laborales y de crecimiento del
país. De este modo, los estudiantes salen preparados para las exigencias de la sociedad en la que
viven.

5. Los profesores son muy respetados. Al igual que en Finlandia, los docentes se cuentan entre los
profesionales mejor pagados y más venerados del país. “No debes pisar ni siquiera la sombra del
maestro”, reza un proverbio coreano. Solo acceden a las escuelas de Magisterio los mejores
alumnos de cada promoción, un 5 % de los aspirantes, y a lo largo de la docencia se someten a
evaluaciones anuales, en las que también participan los alumnos y sus familias. A los maestros más
destacados se les proporciona una formación específica, para liderar, a modo de élite de la
docencia, la pedagogía en las escuelas.

6. Los alumnos reciben más de 10 horas de clase al día. Los surcoreanos pasan en la escuela entre
6 y 7 horas. A las cinco de la tarde, el propio centro les ofrece una cena rápida para que lleguen
puntuales a la academia o hagwon, donde reciben de cuatro a cinco horas más de clases
particulares. Su jornada no acaba ahí, ya que en casa siguen estudiando. Los estudiantes
surcoreanos estudian 16 horas más a la semana que la media de la OCDE.

7. La competitividad y los resultados gobiernan el sistema. Para los surcoreanos, si alguien no tiene
éxito en la escuela, tampoco lo tendrá en la vida. Estudian para dirigir empresas que lideren el
desarrollo económico del país, no para ser empleados. Estas ideas se traducen en un alto nivel de
exigencia a la hora de estudiar. Sin unos buenos resultados, los alumnos no podrán acceder a las
mejores universidades ni elegir el camino que desean seguir para alcanzar un buen puesto laboral.
Esta idea genera mucha presión. Por eso, según las encuestas de la OCDE, los alumnos
surcoreanos son los más infelices. Como consecuencia, la tasa de suicidios entre menores de 24
años es la más alta del mundo.
8. Los niños no tienen tiempo para jugar o relacionarse, y en las aulas hay mucha disciplina. Las
obligaciones escolares apenas les dejan tiempo para dormir, por lo que socializar se considera una
pérdida de tiempo. Quizá por este motivo, los adolescentes se envían hasta 60 sms al día, y uno de
cada seis niños afirma sentirse solo. En las escuelas, la disciplina es férrea. Ser impuntual o no
hacer los deberes se considera una falta grave, y puede comportar incluso un castigo físico. Y la
mayoría de las escuelas censura los noviazgos, ya que restan a los alumnos horas de estudio.

9. El sistema fomenta la memorización, y deja de lado la creatividad. Los profesores explican a


toda velocidad. Lo importante es que los alumnos adquieran conocimientos. Cuantos más, mejor.
De este modo, se descuida la comprensión conceptual y la creatividad. Esto podría explicar que,
siendo los primeros en las pruebas de acceso a universidades como Harvard o Yale, una vez allí,
casi el 44 % fracase, al no saber improvisar o trabajar en equipo.

10. Se apuesta por la tecnología en las aulas. La competencia digital se considera una prioridad, ya
que su desarrollo permite a los alumnos afrontar los retos laborales del siglo XXI. Los profesores
reciben formación para integrar las TIC en sus clases, y la tecnología se considera una herramienta
para que todos tengan acceso a la educación. Casi tres millones de alumnos estudian por Internet
desde casa gracias al sistema Cyberhome, una plataforma digital que les permite reforzar su
educación sin tener que asistir a academias privadas. Por otro lado, el Gobierno anunció en 2011
su intención de implantar los libros de texto digitales en las escuelas. Así, a finales de este año se
prevé que los alumnos ya no utilicen libros impresos.

Periodo educativo Edad Años necesarios

Guardería 3-6 años No es obligatorio

Escuela elemental 7 -12 años 6

Escuela primaria 13- 15 años 3

High School 16 -18 años 3

Junior College 19 -21 años 2-3

Universidad 19-22 años 4

Postgrado

MA Degree 22-24 2-3

PH Degree 24-27 2-4


onstituida formalmente como República desde 1948, Corea del Sur ha enfrentado tiempos difíciles
y aun así, hoy en día su economía es una de las más poderosas del mundo según el FMI, ubicada
en el puesto 9 junto con Australia[1].
Corea del Sur es un país lleno de historia, cultura y tradición. Hay evidencia de restos humanos
hallados en la región desde hace más de 500.000 años y en el pasado formó parte del imperio de
Japón, hasta el año 1919 que se constituyó oficialmente como un país independiente. Sin
embargo, la historia de Corea como un solo país terminaría y en 1945, a raíz de la segunda guerra
mundial esta península del nororiente asiático se dividiría en la república República Popular
Democrática de Corea (RPDC, Corea del Norte o Norcorea)y Corea del Sur. Actualmente, a pesar
de las similitudes que ambos países tuvieron en el pasado, su régimen de gobierno y economía
distan bastante de Corea del Norte.

Aunque Corea del Sur tiene un sistema educativo donde el esfuerzo y el empeño son premiados, la
gran presión ejercida en sus alumnos tiene consecuencias físicas y anímicas para ellos.

Radiografía general del sistema

El sistema educativo de Corea también se destaca por el buen desempeño de sus estudiantes a
nivel internacional. Por ejemplo, en las pruebas PISA del 2014, Corea y Singapur obtuvieron el
lugar en resolución creativa de problemas[2]. También, durante las pruebas del 2006, 2009 y 2015,
Corea del Sur obtuvo puntajes superiores a la media sugerida por la OECD en lectura y
matemáticas[3].

Sin embargo, este sistema es también célebre por la gran presión que ejerce sobre los jóvenes
estudiantes. La educación es sumamente valorada en el país y vista como una forma de obtener
prestigio profesional. El sistema es sumamente competitivo y los estudiantes tienen una presión
muy alta de sus padres para obtener las mejores notas y poder ingresar a las tres mejores
universidades del país, conocidas con el acrónimo de SKY: Seoul National, Korea y Yonsei. Estudiar
en estas universidades, les garantizará un estatus social privilegiado y las posiciones laborales más
apetecidas y con mejor salario[4].

La presión excesiva ejerce sus frutos positivos, al ubicar casi siempre a Corea del Sur en las
primeras posiciones de rankings internacionales. Sin embargo, el estrés deja consecuencias que
van desde malestares físicos, depresión y en algunos casos, hasta suicido[5]. Tanto profesores
como padres de familia, son conscientes de esta presión debido a la trascendencia que tiene este
tipo de formación y del peso del buen nivel educativo que afectará inefablemente la vida de todo
surcoreano. Por eso, se han reportado casos donde los padres intentan técnicas que van desde
contratar tutores privados hasta inclusive sobornos y otras prácticas poco éticas con tal de ubicar
a los estudiantes en una buena universidad[6].

Etapas y niveles del sistema educativo surcoreano

La educación en Corea del Sur es pública y privada. En ambos casos se recibe subsidios del
gobierno aunque no en la misma cantidad. El kindergarden no está incluido en la etapa obligatoria
del sistema por lo que no está cubierto. Sin embargo, la “edad” es algo que funciona de una
manera peculiar en Corea del Sur. Los años se cuentan a partir de la concepción, así que
técnicamente un niño al nacer ya tiene un año, no cero como en el caso de países occidentales.
Durante el curso de su vida, los años también se cuentan de manera diferente. Si por ejemplo un
niño nació el 16 de marzo de 1990, este año tendrá 25 años y el 1 de enero del 2016,
automáticamente tendrá 26 años, sin que necesariamente tenga que esperar al 16 de marzo. Este
dato es importante para tener en cuenta a la hora de explicar las etapas de la educación.

A partir de los 6 o 7 años, los niños forman parte del sistema e inician su etapa educativa dentro
del sistema. La escuela primaria o elemental, tiene seis grados y va hasta los 13 años. La escuela
media tiene tres grados y va desde los 14 hasta los 16 años y en la escuela superior se cursan
también tres grados que van desde los 17 hasta los 19 años. En la escuela primaria y media, los
estudiantes tienen muchas tareas y una carga extra curricular alta.

Al finalizar la escuela, los jóvenes inician la etapa universitaria y una gran mayoría formará parte
de la educación superior, por dentro o fuera del país. Los niños y jóvenes estudian con mucho
esfuerzo durante todas estas fases, ya que, como se dijo anteriormente, la educación es de gran
relevancia para la vida de un surcoreano y de su buen desempeño depende su destino profesional.

Para entrar a la universidad los estudiantes deben tomar un examen llamado en coreano “su-
neung”, un día muy importante y decisivo en el futuro de los jóvenes. Cabe anotar que aunque el
examen tiene mucha relevancia, al aplicar a universidades se tienen en cuenta otros requisitos
como records académicos, entrevistas, etc, pero en muchos casos este examen es lo único que
piden las universidades. Es por esta alta relevancia que en la última etapa de la escuela las clases
se enfocan sobre todo en este examen.
Debido al alto nivel de competencia, los estudiantes no solo cuentan con el estado para la
educación. También toman en cuenta academias y tutores privados, lo cual implica una inversión
económica muy alta de parte de los padres. En muchos casos, luego de terminar la jornada escolar
hacia las 4 o 5 de la tarde, muchos continúan en casa estudiando hasta las 10 u 11 de la noche
para poder tener el nivel exigido por los objetivos que desean alcanzar e ingresar a las
universidades SKY, localizadas en Seúl, la capital del país. Los pregrados duran cuatro años por lo
general, excepto en el caso de medicina. Durante el curso de la universidad, los hombres deben
realizar un año de servicio militar obligatorio, por lo que las mujeres se gradúan antes que ellos.

Al ingresar a la universidad, las edades de los estudiantes varían. Algunos deben retomar el
examen y estudiar hasta dos años más para poder obtener el puntaje que necesitan. Otros lo
logran de inmediato y pueden tener, por un momento, un respiro. Pero, el alto nivel de
competencia continúa durante el pregrado y deben esforzarse por tener los primeros puestos. Las
buenas notas son tenidas en cuenta a la hora de ser contratados por empleadores.

Conclusión

Aunque los resultados de las pruebas y del buen desempeño escolar en Corea del Sur son muy
favorables, la excesiva presión en los jóvenes deja algunas consecuencias que deberían ser
reevaluadas. El ambiente competitivo hace que por ejemplo, las clases sean en muchos casos
rígidas. Una estudiante surcoreana consultada por Palabra Maestra describió el sistema como
“tieso y sin creatividad”. Asimismo, durante este período los estudiantes no realizan exposiciones
y existen pocos trabajos en grupo. Debido al ambiente competitivo, en algunos casos la
interacción entre alumnos es restringida.

La disciplina y filosofía de trabajo duro de los surcoreanos es indudablemente, uno de los motores
que transformó al país y lo sacó de una profunda crisis. En décadas, el país pasó de la ruina a ser
una gran potencia económica. Sin embargo, encontrar empleo sea una tarea ardua y los niveles de
endeudamiento de sus ciudadanos son altos. Cabe anotar que el sistema y su alto nivel de
competitividad afecta significativamente el bienestar de la población.

Nueva Zelanda

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