Está en la página 1de 38

Escuela Nacional de Ciencias Biológicas

TESIS:
Listeria monocytogenes y su relación con el
proceso de autofagia

PARA OBTENER EL TÍTULO DE


QUÍMICO BACTERIÓLOGO PARASITÓLOGO

P R E S E N T A:

Resendiz Ortiz Edson


Director: Dra. María del Rosario Espinoza Mellado
Co Director: Dr. Oscar Rodas Suarez

México CDMX 2019


I Índice 2
II Índice de tablas 3
III Índice de figuras 4
IV Abreviaturas 5
V Resumen 6
1. Antecedentes 7
2. Justificación Científica 8
3. Justificación Personal 8
4. Material y métodos 8
5. Objetivo General 8
6. Objetivos Particulares 8
7. Esquema General del trabajo 9
8. Listeria 10
8.1 Generalidades de Listeria monocytogenes 11
8.2 Distribución geográfica 15
8.3 Cuadros Clínicos 15
8.4 Patogenia 17
8.5 Factores de virulencia 19
9. Muerte celular 21
9.1 Muerte celular Regulada dependiente de 22
caspasas
9.2 Muerte celular Regulada independiente de 23
caspasas
9.3 Muerte celular Programada dependiente de 25
caspasas
9.4 Muerte celular Programada independiente de 25
caspasas
9.4.1 Necroptosis y Autofagia 25
10. Autofagia 26
10.1 Tipos de autofagia 26
10.1.1 Agrefagia 28
10.1.2 Proteafagia 29
10.1.3 Mitofagia 29
10.1.4 Pexofagia 29
10.1.5 Xenofagia 29
10.1.6 Autofagia Selectiva 29
10.2 Cascada de señalización 30
11. Relación entre las bacterias y la autofagia 32
11.1 Bacterias que inducen autofagia celular 32
11.2 Inducción de autofagia por Listeria 33
monocytogenes
12. Conclusiones
13. Bibliografia

2
II. Índice de Tablas
Descripción Página
Tabla 1. Principales genes de virulencia 21

3
II. Índice de figuras

Descripción Página
Figura 1. Relación filogenética entre las especies de Listeria 10
Figura 2. Morfología microscópica con tinción de Gram de L. 11
monocytogenes
Figura 3. Movilidad en medio semisólido a 28oC L. 12
monocytogenes
Figura 4. Prueba de hidrólisis de la esculina inoculada con L. 13
monocytogenes
Figura 5. Morfología colonial de L. monocytogenes en Agar 13
Sangre
Figura 6. Prueba CAMP en L. monocytogenes 14
Figura 7. Mecanismo de patogenicidad de Listeria spp 19
Figura 8. Organización física y transcripcional de los genes 20
de virulencia de L. monocytogenes
Figura 9. Proceso de Macroautofagia 27
Figura 10. Esquema que muestra los principales tipos de 30
proteínas implicados en la macroautofagia selectiva
en células animales
Figura 11. Proceso de autofagia 31
Figura 12. Interacción de la autofagia con Listeria 35
monocytogenes
Figura 13.
Figura 14.

4
IV. Abreviaturas
Abreviatura Definición
LLO Listeriolisina O
PCR Polymerase Chain Reaction
InIA Internalina A
InIB Internalina B
ActA Proteína inductora de ensamblaje actina
LRR Región N-terminal rica en leucina
FbpA Proteína fijadora de fibronectina
PLC Fosfolipasa C
Hpt Transportador de hexosa-fosfato
LAMP-2A Lysosome Associated Membrane Protein
type
LAMP.1 Lysosome Associated Membrane Protein
type
CMA Chaperone-Mediated Autophagy
ALR Auphagic lysosome reformation
PINK1 PTEN-induced putative kinase 1
mTor Receptor de la rampamicina de los
mamíferos
PrfA Proteína reguladora A
ROS Especies reactivas de oxígeno de lípidos
WD Degeneración walleriana
PAR Poli ADP-ribosa
TLRs Toll-like receptors
LC3 Cadena ligera 3
ULK-1 Cinasa activadora de la autofagia tipo unc-
51
GAS Streptococcus del Grupo A
CRV Vacuolas replicativas de Coxiella
TNFR1 Tumor necrosis factor receptor 1
FAS Fas Cell Surface Death Receptor
PI3P Fosfatidil Inositol 3 Fosfato
PAMP patrones moleculares asociados a
patógenos bacterianos
SLAPs Spacious Listeria Containing Phagosomes
RE Retículo endoplásmico
PGRP-LE Peptidoglycan-recognition protein LE
ATG Proteína relacionada con la autofagia
NLR NOD-like receptors
NOD Nucleotide-binding and oligomerization
domain

5
V. Resumen
L. monocytogenes es un patógeno intracelular, oportunista, que causa síntomas como:
meningitis, septicemia y encefalitis, abortos espontáneos y muerte fetal, gripe común, fiebre
leve, dolor de cabeza y muscular. Por otro lado, el proceso de autofagia es un mecanismo
que ha tenido reciente importancia debido a su papel homeostático en la degradación de
desechos celulares incluyendo algunos agentes patógenos como L. monocytogenes.
L. monocytogenes se introduce a la célula huésped por fagocitosis, se forma un fagosoma,
que posteriormente es lisado por la hemolisina LLO y la fosfolipasa C; ya en el citoplasma,
se replica y mueve por la polimerización de actina, para llegar a una célula adyacente. Tal
proceso sucede en caso de que la autofagia no sea efectiva ya que, si lo es, se produce un
autofagolisosoma que degrada a la bacteria.
El papel que desempeña la autofagia en las interacciones entre el patógeno y el hospedero
sigue siendo objeto de estudio, existen trabajos en donde se ha observado esta relación;
algunos de los modelos utilizados son células epiteliales y macrófagos, en estudios in vitro,
en los que se ha observado cómo la célula es capaz de limitar el crecimiento de la bacteria
englobándola en el autofagosoma por medio del proceso autofágico. Por otro lado, en
modelos organotípicos de sistema nervioso, infectados con el patógeno y utilizando PCR
en tiempo real, se ha concluido que los genes que se expresan en la interacción entre la
bacteria y la célula pertenecen en su mayoría a los procesos homeostáticos de la misma.
Recientemente se demostró que L. monocytogenes tiene la capacidad de inducir el proceso
de mitofagia y se determinó un nuevo receptor (NRLX1) para este proceso, en cual tiene
relación con las proteínas LC3, y es inducido por medio de las LLO que utiliza el patógeno,
lo cual otorga una ventaja a este. En nuestro grupo de trabajo además se tienen datos
donde se están observando que se presenta el proceso de autofagia en cepas de aislados
clínicos provenientes de infecciones, para conocer a fondo la interacción entre esta bacteria
y el proceso de autofagia.
Hasta el momento se han descrito tres procesos mediante el cual L. monocytogenes se
relaciona con el proceso de autofagia, en el primer caso infecta células adyacentes por
medio de listeriolisinas, otra donde es contenida y se replica en un autofagosoma, y una
última donde es degradada por el autofagolisosoma; esto recientemente se atribuye a un
proceso de homeostasis celular y no a una respuesta inmune. En este trabajo se abarcaran
las interacciones que se presentan entre el patógeno y la célula, cuando realiza el proceso
denominado autofagia.

6
1. Antecedentes
Listeria monocytogenes se ha convertido en un paradigma para la investigación
inmunológica sin embargo es un modelo útil en la investigación de los mecanismos
moleculares del parasitismo intracelular de otras bacterias. La razón de que los científicos
hayan fijado su atención en este microorganismo es su impacto a la salud pública y la
seguridad en la industria de alimentos. Los procesos celulares que interaccionan entre
marcadores de virulencia con los receptores de la célula hospedero, han sido estudiados
desde mediados de los años ochenta. (Torres et al. 2005)
En 1972 el científico belga Christian de Duve y sus colaboradores descubrieron al
lisosoma que es un organelo celular que contiene enzimas que digieren contenido celular.
Dos años más tarde, se observó que la célula podía llevar material al lisosoma para su
degradación, dentro de vesículas llamadas autofagosomas, con esto acuñó el término
autofagia con el cual ganó el premio Nobel de Medicina de 1974 (URL 5)
La autofagia es definida como el proceso homeostático y de degradación celular en el cual
una parte del citoplasma y organelos son secuestrados en una vesícula simple o de doble
membrana y liberados en el interior de un lisosoma, para después la liberación y reciclaje
de las macromoléculas resultantes (Peña-Sanoja et al.2013)
En los años 90 cuando se continuaron los estudios de la función de la autofagia y
su importancia, gracias a los trabajos de Yoshinori Ohsumi quien descubrió la autofagia
en levaduras en el año 1988 y años más tarde específicamente en el 2016 se le otorgaría
el Premio Nobel de Medicina al japonés por sus descubrimientos relacionados con la
autofagia celular. El definió que existen determinadas señales de estrés actúan como
inductoras de la autofagia. Por ejemplo escasez de nutrientes, con lo cual se genera un
mecanismo celular que utiliza material viejo o innecesario. Para degradarse y reutilizarse
en funciones más importantes. (URL 6)
Se ha demostrado que para sobrevivir en las células huésped, las bacterias intracelulares
tienen mecanismos evolucionados, por ejemplo: Shigella flexneri puede evadir, Legionella
pneumophila puede inhibir y Coxiella burnetii subvertir el proceso de autofagia. Otro caso
es el de Anaplasma phagocytophilum la cual induce activamente autofagia, y esto facilita
su mecanismo de infección, ya que se cree que el autofagosoma proporciona nutrientes
del citoplasma. L. monocytogenes que será el microorganismo de estudio de este trabajo
utiliza varios de virulencia, para evitar ser atrapado en autofagosomas (Desai et. al 2015)
Sin embargo recientemente también se ha observado una manipulación de autofagia, e
incluso se ha demostrado que puede secuestrar el proceso de mitofagia para evadir la
muerte y obtener nutrientes. (Zhang et al. 2019)

7
2. Justificación científica
Se ha observado que L. monocytogenes induce el proceso de autofagia, este
proceso puede ser benéfico para las células huésped debido a que autolimitaría a
los patógenos, sin embargo, L. monocytogenes podría utilizar su mecanismo de
evasión para infectar a más células sin que intervenga el sistema inmune. Es
importante conocer la relación que hay entre la patogenia del microorganismo y el
proceso de defensa que induce en la célula.

3. Justificación Personal
L. monocytogenes ha tenido una gran relevancia en las últimas décadas ya que ha
generado problemas a la salud pública, el conocer los mecanismos de infección de
este microorganismo y su relación que tiene con los procesos celulares, como la
autofagia, es de ayuda para entender de mejor manera a esta bacteria.

4. Material y métodos
Búsqueda de libros, videos, bases de datos, normas oficiales, artículos y revistas
científicas.

5. Objetivo general
Realizar una síntesis compleja de información actual, acerca del mecanismo de
muerte celular, denominado autofagia y su relación con la especie de Listeria
monocytogenes

6. Objetivos particulares
• Dar a conocer las características e importancia de la especie Listeria
monocytogenes
• Describir el proceso denominado autofagia y sus diferencias con otros mecanismos
de muerte celular
• Realizar un concentrado de información acerca de la relación que presentan las
bacterias haciendo énfasis en la especie Listeria monocytogenes

8
7. Esquema general del trabajo

Asignación de
Titulo

Fijación de
objetivos y
justificacion

Busqueda de
antecedentes

Lectura y revision
bibliografica

Desarrollo del
escrito

Conclusión y
Anexos

9
8. Listeria
El género Listeria pertenece al phylum Fermicutes, y la familia bacillaceae, está relacionado
con bacterias de géneros como Staphylococcus, Streptococcus, Clostridium, Enterococcus
y Bacillus (principalmente B. subtlis); estos se caracterizan por tener bajo contenido en
guanina – citosina (38%) (Vázquez-Boland et al. 2001). En este género se incluyen ocho
especies, las primeras seis descritas entre las que se encuentran L. monocytogenes, L.
ivanovii, L. seeligeri, L. grayi, L. innocua, L. welshimeri y dos últimas descritas en 2010 L.
marthii y L. rocourtiae (Remuzgo-Martinez et al. 2014) En la Figura 1 se observan la
relación filogenética entre las especies de Listeria antes mencionadas.

Figura 1. Relación filogenética entre las especies de Listeria Tomado de Remuzgo-Martinez et al. 2014.

Listeria fue descrita por primera vez por Murray et al. en 1926 mientras estudiaba una
infección epidémica en ratones y conejillos de india en la Universidad de Cambridge y
denominada primero como Bacterium monocytogenes , debido a que causaba monocitosis
en animales infectados con este microorganismo, en el siguiente año Pirie se nombró como
Listerella hepatolytica ya que esta había sido aislada de focos necróticos de hígado de
gerbo en honor a Joseph Lister, quien era un cirujano británico muy importante en la época
(Mateus et al. 2013) después de esto se modificó el nombre de este microorganismo. En
1929 fueron aislados los primeros casos de Listeriosis humana, también se denominó a

10
esta bacteria como Bacterium monocytogenes hominis y Corynebacterium parvulum
(Nyfeldt 1929; Schultz et al. 1934)

8.1. Generalidades de Listeria monocytogenes


Listeria monocytogenes es una bacteria patógena intracelular, es un bacilo Gram positivo
(Figura 2), no capsulado y no productor de esporas (Vera et al. 2013).

Figura 2. Morfología microscópica con tinción de Gram de L. monocytogenes. Tomado URL 2.

Este microorganismo puede causar algunas manifestaciones clínicas entre las cuales
destacan septicemia, meningitis y encefalitis o muerte en neonatos, además de que en
mujeres embarazadas se pueden presentar síntomas parecidos a los de la gripe, incluyendo
a la fiebre, también puede producir abortos espontáneos causados por infecciones
intrauterinas o cervicales (Bittencourt y Garcia 2002)

11
L. monocytogenes es un microorganismo que puede sobrevivir a altas concentraciones de
NaCl, tolera un rango de pH que va desde los 4.5 a los 9.2, además de crecer en
temperaturas desde los 0 a los 45oC (Rocourt et al. 2007), con un óptimo crecimiento entre
los 30 y 37oC y movilidad a los 28oC (URL 1) Una manera de determinar la movilidad de
este microorganismo es sembrar este en medio semisólido, con esto se puede observar la
forma característica de crecimiento en paraguas cercano a la superficie como lo
observamos en la figura 3 (Benadof 2008)

Figura 3.Movilidad en medio semisólido a 28oC L. monocytogenes. Tomado de Benadof 2008.

Algunas de las características bioquímicas generales que presenta el microorganismo se


encuentran: oxidasa negativa, catalasa positiva (Seeliger y Jones 1986) También puede
hidrolizar la esculina, (Figura 4) tiene la capacidad de crecer en bilis hasta el 40% y puede
fermentar glucosa y maltosa. El patrón de sensibilidad de L. monocytogenes es
generalmente sensible a: eritromicina, ampicilina, aminoglucósidos, cotrimoxazol,
penicilina, rifampicina, tetraciclina y vancomicina (Benadof 2008)

12
Figura 4. Prueba de hidrólisis de la esculina inoculada con L. monocytogenes. Tomado de Benadof 2008.

Esta bacteria tiene como morfología colonias de 0.5-1,5 mm de diámetro, redondas


blancas, grisáceas, traslúcidas, convexas y suaves, no pigmentadas, con apariencia central
cristalina y presentan hemólisis que excede escasamente el borde de la colonia (Figura 5)
(Lynch et al. 1984; Benadof 2008)

Figura 5 .Morfología colonial de L. monocytogenes en Agar Sangre. Tomado de Seoane 2013.

13
Su óptimo crecimiento es a una atmósfera de 5% de oxígeno y de 5 a 10% de dióxido de
carbono, y tiene como requerimientos nutricionales vitaminas del grupo B como son biotina,
tiamina, riboflavina y ácido tióctico, algunos aminoácidos como cisteína, glutamina, leucina,
isoleucina y valina, además de carbohidratos tales como la glucosa (Vazquez-Boland et
al.2001).

L. monocytogenes produce una hemolisina que lisa a los eritrocitos, debido a esto se ha
utilizado para su identificación, ya que aunque la hemólisis de algunas cepas de L.
monocytogenes es lo suficiente visible en las placas de agar, existen otras que no son
capaces de producir una hemolisis visible, por tanto una forma de rápida identificación es
la prueba de CAMP la cual ha sido adoptada como un método oficial para el aislamiento e
identificación debido a la sinergia que presenta con otros microorganismos como
Staphylococcus aureus y Rhodococcus equi , debido a esto la prueba resulta positiva para
la mayoría de las cepas (McKellar; 1994) Este microorganismo también genera reacciones
de Voges-Proskauer y rojo de metilo positivas, no hidroliza la urea ni la gelatina; no
producen indol ni ácido sulfhídrico . (URL 1)

Figura 6. Prueba CAMP en L. monocytogenes (NCTC 11994), L. seeligeri (DSM 20751), L. ivanovii (NCTC
11846) y L. innocua no hemolítico (NCTC 11288), L. grayi (DSM 20596) y L. welshimeri (DSM 20650) (rayas
horizontales, en orden descendente) utilizando S. aureus (NCTC 1803; derecha vertical) y R. equi (NCTC
1621; izquierda vertical).Tomado de Allerberger 2002.

14
8.2. Distribución geográfica
En el ambiente L. monocytogenes está ampliamente distribuida puede ser encontrada en
animales domésticos y salvajes entre estos se encuentran los animales comerciales que se
utilizan para alimento como vacas, ovejas, cabras, cerdos y conejos; animales de compañía
como perros, gatos, caballos y roedores. Además de algunos animales salvajes entre los
cuales se encuentran algunas aves, peces, anfibios, reptiles e insectos. Este
microorganismo puede sobrevivir en el intestino de algunos de estos animales e incluso de
los seres humanos durante largos períodos de tiempo sin causar infección. También esta
bacteria puede estar distribuida en el suelo, en aguas residuales, o en las plantas en
proceso de descomposición donde puede fungir como saprobio (Doyle 2001; Lecuit 2007;
Remuzgo-Matinez et al. 2014).En alimentos también se puede hallar en carne cruda,
embutidos, mariscos, pescados, pollo, vegetales crudos, leche o productos lácteos
derivados de la leche no pasteurizada, quesos blandos, helados, y algunos alimentos
después de su preparación. Incluso en superficies hechas de metal, madera o polietileno
(Lecuit 2007; Qvist et al. 1994).

8.3. Cuadros Clínicos


Listeria monocytogeneses causante de infecciones severas para las personas que son
susceptibles (Que presentan un inmunocompromiso). Se han encontrado principalmente
dos formas de infección las cuales son Listeriosis perinatal y del adulto las cuales en ambos
casos se presentan como infección localizada o diseminada en el sistema nervioso central
(SNC) La primera de estas puede iniciar después de que L. monocytogenes se establece
en macrófagos, estos infectan las células endoteliales y después al feto, provocando
abortos, o infección generalizada en el neonato conocida como granulomatosis
infantiséptica la cual se caracteriza por microabscesos piogranulomatosos diseminados
sobre el cuerpo diseminados particularmente en hígado, bazo y vellosidades coriónicas;
con mortalidad del 35 al 10%. Los síntomas generalmente incluyen dolor pulmonar,
debilitamiento del corazón, deficiencias respiratorias, cianosis, vómito, convulsiones y
descarga temprana del meconio, además de que incluso puede provocar la muerte del feto.
Otra forma de contagio es a través del paso del canal de parto y con lo cual se puede
desarrollar una sepsis o meningitis severa en un periodo de 1 a 8 semanas posterior al
nacimiento. En este caso de listeriosis las consecuencias de la infección pueden dar como
resultado a padecimientos como hidrocefalia o retraso psicomotor (Doyle 2000; Schlech
1996; Vázquez-Boland et al. 2001). Con mayor frecuencia los casos relacionados a la

15
listeriosis en el feto ocurren después del quinto mes de embarazo, aunque se han
presentado casos de infecciones tempranas que ocasionan daños en el embrión (Silver
1998)

También existe aunque en menor frecuencia la listeriosis neonatal tardía con apenas entre
el 10 al 15% de casos perinatales, esta se presenta aproximadamente entre la semana 1 a
la 8 después del parto e involucra un cuadro de fiebre relacionado con meningitis,
gastroenteritis y neumonía, principalmente por la aspiración durante el parto de exudados
maternales infectados, aunque se han reportado casos en donde la enfermedad es
adquirida mediante transmisión horizontal por personal médico en unidades pediátricas o
incluso por fómites, la mortalidad que puede alcanzar esta manera de infección va del del
13 al 43% en pacientes tratados y de 100% en pacientes no tratados (Slutsker y Schuchat
1999; Vázquez-Boland et al. 2001).

Las madres de los productos de aborto o neonatos infectados están relacionadas con
frecuencia a sintomatologías de infección parecidos a los de influenza con fiebre
escalofríos, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular, dolor articular o infección de vías
urinarias en las semanas que preceden el parto. Durante esta etapa los cultivos de sangre
materna son positivos para L. monocytogenes. La listeriosis materna puede acelerar el
parto y provocar muerte fetal o parto pretérmino de un feto infectado. La mujer puede portar
el microorganismo en el tracto genital por un lapso determinado, ocasionando
complicaciones en embarazos posteriores (Schuchat 1997; Vázquez-Boland et al. 2001)

En caso de los adultos, la listeriosis es de carácter invasivo y se presenta como sepsis,


bacteriemia o meningoencefalitis secundaria a una bacteriemia lo cual en algunos
pacientes se ha llegado a observar que está asociado a cambios severos en la conciencia,
trastornos de movimiento y parálisis de nervios del cráneo, su mortalidad es alta, puede
alcanzar hasta el 30%. La principal vía de entrada es el tracto gastrointestinal, y con esto
algunos de los sectores de la población más afectados son susceptibles los pacientes de
edad avanzada o que ya presentan alguna otra enfermedad o inmunodeficiencia. Algunos
ejemplos de estas son las neoplasias, hematológicas, trasplantes de órganos, colagenosis,
diabetes mellitus y SIDA entre otras. (URL1; Vázquez-Boland et al. 2001)

Para realizar el diagnóstico clínico de Listeriosis el microorganismo debe ser aislado de


zonas que usualmente son estériles por ejemplo del torrente sanguíneo, líquido
cefalorraquídeo (LCR) u otros sitios del organismo humano. El período de incubación de

16
esta bacteria es prolongado ya que puede durar hasta 20 o 30 días, debido a esto, este
puede ser de difícil detección. Cuando la infección no es detectada en etapas tempranas,
el tratamiento adecuado con antibióticos no es administrado a su debido tiempo lo cual
provoca dificultad en su eliminación (Lecuit, 2007)

8.4. Patogenia

La fisiopatología de la infección por L. monocytogenes tanto en humanos como en los


animales se deriva principalmente de la interpretación epidemiológica, clínica, y hallazgos
histopatológicos y observaciones realizadas en animales con infección inducida, por
ejemplo en murinos como sujeto de estudio. Debido a que los estudios sobre listeriosis
requieren de un modelo animal en el cual el agente infeccioso pueda manifestar tropismo
celular y tisular, (causante de los daños inmunopatológicos) y cosiderando que la vía de
inoculación es a través del tracto gastrointestinal se cree que este es el sitio primario de
entrada del microorganismo en el hospedero (Vázquez-Boland et al. 2001; Lecuit y Cossart
2002).

La listeriosis como definición clínica es descrita como el momento en el que el


microorganismo es aislado de sangre, líquido, LCR o de otros sitios del organismo humano
o animal, que normalmente son estériles (como la placenta) (Low y Donachie 1997) El ciclo
clínico de infección en casos de gastroenteritis comienza en la mayoría de los casos
aproximadamente 20 horas después de la ingestión de alimentos contaminados, mientras
que en la enfermedad invasiva el período de incubación es generalmente mucho más
prolongado, aproximadamente entre 20 y 30 días. (Vázquez-Boland et al. 2001) Sin
embargo la susceptibilidad del hospedero es crucial en la aparición de la enfermedad luego
de la exposición al patógeno; por lo tanto los pacientes que presentan un defecto fisiológico
o patológico que compromete inmunidad mediada por células T son más propensos y en
general son mayoría en los reportes de infección por este microrganismo, por esta razón es
clasificado como un patógeno oportunista (Remuzgo- Martinez et al. 2014)

L. monocytogenes puede entrar, sobrevivir y multiplicarse en células fagocíticas por ejemplo


macrófagos y neutrófilos y no fagocíticas como son enterocitos, hepatocitos, fibroblastos,
células epiteliales, células endoteliales y células dendríticas (Dussurget, 2008).

17
En la figura 7 se observa el mecanismo de patogenicidad de Listeria spp. El cual es de tipo
intracelular. El ciclo comienza cuando los macrófagos fagocitan a los microorganismos por
medio de mecanismos dependientes o independientes de opsoninas Para el caso de las
células no fagocíticas, este proceso es inducido por la bacteria En estas últimas al llegar a
la pared del intestino el microrganismo se adhiere a la célula blanco y es introducido por
fagocitosis, en este paso intervienen las proteínas InIB y ActA las cuales se asocian a la
adhesión a las células epiteliales no polarizadas y polarizadas respectivamente; La InlA se
encarga solo de la entrada en células epiteliales de las barreras intestinal, fetoplacentaria
y hematoencefálica; por otro lado la InlB es quien colabora en el proceso de ingreso a una
gran variedad de tipos celulares entre las cuales pueden ser, células epiteliales,
endoteliales, hepatocitos y fibroblastos) Estas proteínas están compuestas por una región
N-terminal rica en leucina (LRR), una región intermedia conservada y una región C-terminal
específica para cada una (Remuzgo-Martinez et al. 2014; Pizarro-Cerdá et al. 2012).

L. monocytogenes tiene una gran especificidad debido a que las LRRs y la región intermedia
de la InlA interactúan con los dominios extracelulares del receptor celular transmembrana
E-cadherina, (Remuzgo 2014, Cossart, 2011). Este receptor se encuentra en algunas
células epiteliales del intestino, en células dendríticas, en hepatocitos, membrana
plasmática basal y apical de sincitiotrofoblastos y citotrofoblasto velloso, en las células
endoteliales microvasculares de la barrera hematoencefálica y en las células epiteliales del
plexo coroideo que están en contacto con el LCR (Remuzgo-Martinez et al. 2014) Las
autolisinas Ami, p60, y la proteína fijadora de fibronectina (FbpA) también se han asociado
a la adhesión bacteriana. La bacteria queda en un fagosoma primario, sin embargo
utilizando la hemolisina (LLO) y fosfolipasa C (PLC): puede escapar de este y comenzar
su multiplicación en el citoplasma por el transportador de hexosa-fosfato Hpt, el
microorganismo se mueve por medio de la polimerización de actina dirigida por ActA, forma
un fagosoma secundario de doble membrana que le permite el escape a la célula
adyacente (Pizarro-Cerda et al. 2012)

18
Figura 7. Mecanismo de patogenicidad de Listeria spp Modificado de Pizarro-Cerda et. al. 2012.

8.5. Factores de virulencia


Los factores de virulencia de L. monocytogenes están codificados a nivel cromosomal.
Algunos genes como plcA, hly, mpl, actA, plcB, inlA, inlB, inlC y hpt se encuentran en una
isla de patogenicidad conocida como la LIPI-1 (Figura 8) son asociados a la infección
intracelular y regulados principalmente, por la proteína reguladora PrfA, que es la que está
involucrada directamente en la expresión de los genes y puede actuar como activador o
represor de los estos (Vera et al. 2013; Chakraborty et al. 2000) La isla de patogenicidad
LIPI – 1 está presente tanto en L. monocytogenes como en L. ivanovii; y está insertada en
el cromosoma (Vázquez Boland et al. 2001; Schmidt y Hensel 2004). El gen prfA no está
presente en L. innocua ni en L. welshimeri; sin embargo, está presente, pero silenciado, en
L. seelegeri, y la actividad de la proteína es desconocida hasta el momento (Vera et al.
2013).

19
Figura 8. Organización física y transcripcional de los genes de virulencia de L. monocytogenes. Modificado de
Vázquez Boland et al. 2001.

Una de las claves de la patogénesis de este microorganismo es la activación y la expresión


de factores de virulencia importantes después de la infección, estos son activados en su
mayoría a 37°C por PrfA (factor regulador positivo A), que tiene función de regular la
temperatura en procesos de transcripción (Remuzgo-Martinez et al. 2014; Dussurget,
2008). La señal que regula PrfA cuando L. monocytogenes está presente de manera
intracelular, podría ser la disponibilidad de nutrientes (Remuzgo-Martinez et al. 2014) L.
monocytogenes tiene una regulación coordenada de expresión de los genes de virulencia
al invadir al hospedero ya que evoluciona de saprófito a parásito intracelular y PrfA está
muy involucrado en este proceso por lo cual el control mediado por este gen es más
importante (Remuzgo-Martinez et al. 2014; Vera et al. 2013).

Un regulador de estrés es el factor σB, que tiene un papel importante, en la sobrevivencia


de L. monocytogenes al ser expuesta a un estrés ambiental, y en la regulación de la
transcripción de genes de virulencia. VirR también es importante ya que es un sistema que
pertenece a uno de los 17 sistemas. Hay dos componentes presentes en L.
monocytogenes. VirR/VirS y VirR el primero actúa como control positivo de la transcripción
de 17 genes mientras que el segundo se encarga de la activación del gen dltA involucrado
en la D-alanilación de los ácidos lipoteicoicos y en la virulencia de Listeria. También tiene
relación con el gen mprFy su activacion, este está involucrado en la modificación de
fosfolípidos y da resistencia a péptidos antimicrobianos (Vera et al. 2013).
Otro mecanismo importante es la movilidad ya que por esta la bacteria se adapta y
sobrevive en diferentes ambientes; Listeria regula la síntesis de flagelo mediante tres
reguladores que son MogR, DegU y GmaR13. A temperatura fisiológica (37 °C) se reprime
la transcripción de los genes involucrados en la movilidad a través del represor
transcripcional, MogR. A temperaturas menores a 30 °C sin embargo, DegU activa la

20
expresión del anti-represor GmaR, y esta inhibe específicamente la represión de MogR lo
cual permite la movilidad (Vera et al. 2013).

Tabla 1. Principales genes de virulencia Modificado de Vera et al. 2013

Principales factores de virulencia de L. monocytogenes


Locación Gen Producto del gen Función
cromosoma
LIPI-1 hly Listeriolisina o (LLO) Lisis del fagosoma
pkA Fosfatidilinositol Lisis del fagosoma
fosfolipasa C
pKB Fosfatidilcolina Lisis del fagosoma
fosfolipasa C
mpl Precursor zinc Procesa al precursor PC-PLC a su
metaloproteasa forma madura
prfA Factor regulador Requerida para la expresión de los
positivo A factores de virulencia de L.
monocytogenes
actA Proteína inductora de Participa en la movilidad intracelular
ensamblaje actina
Exterior de hpt Proteína Requerido para el crecimiento
LIPI - 1 transportadora de intracelular
hexosa fosfato
inlA Internalina A Participa en la invasión celular
inlB Internalina B Molécula señalizadora y participa
en la invasión celular
inlC Internalina C Proteína secretada, contribuye a la
virulencia de Listeria
inlJ Internalina J Adhesión celular, contribuye a la
virulencia de Listeria

9. Muerte Celular
La muerte celular programada tiene importancia en el desarrollo embrionario, y juega un
papel de gran importancia en la homeostasis de los tejidos del organismo, además de que
elimina las células dañadas Sin embargo, la muerte celular excesiva o defectuosa puede
causar una gran variedad de patologías humanas. A baja velocidad la muerte celular puede
inducir enfermedades autoinmunes o cáncer a alta velocidad en cambio puede tener
consecuencias como el desarrollo de una enfermedad neurodegenerativa, atrofia muscular
o inmunodeficiencia (Marchal et al. 2014; Baeza et al. 2014).

21
Existen biomarcadores específicos para cada muerte celular los cuales son importantes de
conocer ya que con estos se puede realizar una prueba rápida, para un posible diagnóstico
de una patología y con esto llevar a cabo un tratamiento farmacológico especifico (Neves y
Brindle 2014;Li et al. 2014; Baeza et al. 2014)

De acuerdo con el Comité de Nomenclatura sobre muerte celular (NCCD) existen trece
tipos de muerte celular, los cuales pueden ser en divididas en tres grupos: programada,
regulada, y accidental (Galluzzi et al. 2012; Baeza et al. 2014).

Entre las muertes accidentales se encuentran: la oncosis, que según el Comité de


Nomenclatura de la muerte celular, se refiere al proceso fisiológico de aumento del volumen
celular y, por lo tanto la Necrosis accidental como la “Necroptosis” tiene en común el
proceso de "oncosis”, que se caracteriza por la afluencia de iones Na+, responsables del
aumento del volumen celular; este proceso induce la formación de ampollas en la
membrana y su ruptura (Kroemer et al. 2009; Simard et al. 2012). La necrosis es la muerte
celular causada por factores ambientales drásticos, como anoxia, congelación o
descongelación entre otras. Las condiciones morfológicas que generan una muerte
necrótica son principalmente: la inflamación celular y de organelos, además de la pérdida
de la integridad de la membrana (Baeza et al. 2014; Galluzi et al. 2011).

Existen algunas formas de muerte celular las cuales son inducidas o inhibidas por un gen
o un mecanismo molecular específico y se dividen en dos grupos las dependientes de
caspasas y las independientes de caspasas, que son proteínas efectoras de los procesos
de muerte celular. Las caspasas son proteasas cisteína-dependientes y aspartato-
específicas altamente conservadas (Baeza et al. 2014; URL3)

9.1. Muerte celular regulada dependiente de caspasas

Entre los tipos de muerte celular que se conocen dependientes de caspasas se encuentran:
La Anoikis que es un mecanismo que previene la formación de células cancerosas, debido
a que no permite que las células que se encuentran fuera de la matriz extracelular (ECM)
colonicen en distintos órganos adyacentes (Baeza et al. 2014)

22
La catástrofe mitótica que se define como la muerte celular que da como resultado de
una mitosis precoz o inapropiada en la célula. (Portugal et al. 2010; Li et al. 2010 Baeza et
al. 2014).

La Pyroptosis que es el proceso de señales químicas pro-inflamatorias que produce fiebre


e inflamación, posteriormente lisis celular y liberación del contenido del citoplasma, como
mecanismo de inmunidad (Miao et al. 2011; Baeza et al. 2014)

La Emperitosis definida como el proceso de muerte celular que llevan a cabo


exclusivamente las células asesinas del sistema inmunológico, presentando actividad
citotóxica, este tipo de muerte celular se realiza con la internalización en células tumorales
para provocar su destrucción (Baeza et al. 2014).

Parthanatos. Es la muerte celular causada por la molécula poli ADP-ribosa (PAR) la cual
se produce principalmente en el núcleo y es señal de pro-muerte (Harranz et al. 2008).

Y por último la cornificación que es la muerte celular programada en la piel y en caso de


no llevarse a cabo de forma correcta puede provocar una gran variedad de enfermedades,
incluyendo cánceres de la piel, ictiosis y la psoriasis (Wu et al. 2011; Baeza et al. 2014).

9.2. Muerte celular regulada independiente de caspasas

Para el caso de los tipos de muerte celular regulada independiente de caspasas se tienen
a:

La Degeneración walleriana (WD) que es un proceso activo, programado y regulado que


tiene un conjunto de eventos moleculares y celulares de un programa de auto-destrucción
con este se llevan a cabo eventos de degeneración de axones lo que provoca la
desaparición de la mielina posterior a una lesión del nervio (Baeza et al. 2014).

Ferroptosis o muerte celular oxidativa de hierro-dependiente; esta se produce por una


acumulación dependiente de hierro de las especies reactivas de oxígeno de lípidos (ROS)
y es inducida por dos pequeñas moléculas estructuralmente no relacionadas, denominadas
erastin y RSL3. Dixon et al. (2012) Demostró que podía ser iniciado por la inhibición de la
absorción de cisteína en las células RAS (gen mutante oncogénico); se ha observado
además el glutamato y molécula de erastin que se utiliza como terapia contra el cáncer para

23
bloquear la muerte excitotóxica de las neuronas patológicas, inhiben la absorción de
cisteína por el sistema antiportador cistina/glutamato por tanto las enzimas dependientes
de hierro pueden provocar la muerte celular oxidativa (Baeza et al. 2014).

Paraptosis Esta es definida como la muerte celular caracterizada por la inflamación del
citoplasma y vacuolización que comienza en el retículo endoplásmico (RE) y las
mitocondrias. En esta debido a un desequilibrio en la homeostasis de iones se producen
células hinchadas con agua lo cual en casos más graves puede provocar la lisis osmótica
(Baeza et al. 2014).

Entosis en esta la célula huésped es parasitada e invadida por las células internalizadas
llegando incluso a dividirse. Aunque alrededor del 20% de las células internalizadas son
capaces de escapar, el 50% de las células muere. Por la LAMP1, (proteína de la membrana
lisosomal) localizada alrededor de la célula que muere degradándola (Florey et al. 2009;
Baeza et al. 2014).

Methuosis.
Esta forma de muerte celular es provocada por cambios en el tráfico de endosomas
independiente de clatrina. Se forman vacuolas gigantes llenas de líquido que interfieren en
la actividad metabólica, provocan la ruptura de la membrana y la muerte de la célula. (Cai
et al. 2013; Maltese y Overmeyer 2014).

ETosis es descrita como el proceso de muerte celular a través de las trampas


extracelulares (ETs) compuestas de ADN con histonas y proteínas citoplasmáticas
granulares antimicrobianas las cuales en conjunto crean una malla extracelular que atrapa
y mata a los microorganismos (Radic y Kaplan 2013).

NETosis: en esta los neutrófilos fagocitan a los microorganismos en los fagosomas y estos
se unen a los gránulos para degradarlos, pero además pueden realizar degradación
extracelular por medio de trampas extracelulares (Brinkmann y Zychlinsky 2012).

Y por último EETosis o Etosis es un proceso que se presenta en eosinófilos en esta a


diferencia de la anterior los gránulos son liberados al medio extracelular por exocitosis o
degranulación (Brinkmann 2012).

24
9.3. Muerte celular programada dependiente de caspasas

Apotosis
La muerte apoptótica, es definida como la perdida de funcionalidad celular permanente.
Produciéndose: colapso en el citoesqueleto, condensación de la cromatina nuclear, perdida
de la integridad de la membrana celular, desprendimiento de cuerpos apoptóticos, entre
otros. (Baeza et al. 2014).

9.4. Muerte celular programada independiente de caspasas

9.4.1 Necroptosis y autofagia

Necroptosis

Este tipo de muerte celular es programada, está regulada genéticamente, es muy parecida
a la necrosis, algunas de las características que presenta son la inflamación celular, la
pérdida de la función mitocondrial, la permeabilización de la membrana celular, y la
liberación del contenido citoplasmático lo que provoca reacciones y genera inflamación en
el tejido. (Wu et al. 2011). La "Necrosis accidental" a diferencia de la necrosis regulada o
“Necroptosis” no presenta señalización de los receptores de muerte TNFR-1 o FAS (Simard
et al. 2012);

Autofagia.
De Duve y Wattiaux en 1966 introdujeron el término autofagia refiriéndose al proceso de
vacuolización y transporte de material intracelular a los lisosomas para su degradación.
Autofagia significa "auto-alimentación” derivada del griego "auto" y "fagos"; una de sus
funciones principales es la regulación homeostática intracelular, a través de la degradación
de material citoplasmático (incluyendo organelos disfuncionales), en esta degradación
participan lisosomas y lo generado a partir de esta, se utiliza en el metabolismo energético.
(Mizushima y Komatso 2011). Para este trabajo abordaremos de manera más extensa este
tipo de muerte celular.

25
10. Autofagia

La autofagia es un proceso, presente en todas las células eucariotas tiene diferentes


clasificaciones entre estas morfológicamente ha sido definida como una forma de muerte
celular programada asociada a la acumulación masiva de autofagosomas en el
citoplasma, frecuentemente con aumento de flujo aufágico; la muerte celular generada por
este proceso es parecida a la necroptosis, e igual es independiente de caspasas (Baeza
et al. 2014; URL 4).

El papel de la autofagia es múltiple, es el encargado del control de daños intracelular ya


que elimina lo que no sea útil, y ajusta el metabolismo celular., participa en procesos
naturales como el crecimiento, el desarrollo embrionario o el envejecimiento (Nezis et al.
2010), Si este proceso no funciona puede tener relación con enfermedades respiratorias,
cardiovasculares, enfermedades neurodegenerativas o metabólicas y con el cáncer (Choi
et al. 2013; URL 4). Se han identificado más de 30 genes reguladores de la autofagia en
levaduras (entre los que destacan los genes Atg) por tanto es considerado como un tipo de
muerte celular programada, y puede funcionar como un mecanismo que combate los
factores ambientales de estrés (Hale et al. 2013); la autofagia puede ser inducida como
respuesta al estrés metabólico u oxidativo, o también a través del hambre. Todas estas vías
convergen en una maquinaria molecular llamada genéricamente como genes relacionados
con la autofagia (Czaja et al. 2013; URL 4).

10.1. Tipos de autofagia


Existen tres tipos de autofagia identificados en las células eucariotas: macroautofagia,
autofagia mediada por chaperonas (CMA de sus siglas en inglés: Chaperone-Mediated
Autophagy) y microautofagia (Mizushima y Komatso 2011; Peña-Sanoja et al. 2013) de
estos la macroautofagia se ha descrito como la que tiene mayor relevancia (Kawanten et
al. 2014).
La CMA entrega proteínas a degradar selectivamente a los lisosomas algunas de estas la
cuales son restringidas a un subgrupo, KFERQ, reconocidas por una proteína chaperona
citosólica (Hsc70) que media la traslocación de sustratos desdoblados a través de la
membrana del lisosoma y la proteína de membrana lisosomal LAMP-2A (Lysosome
Associated Membrane Protein type) las cuales son reconocidas por las proteínas similares

26
a las de choque térmico 70 (HSC70) y por co-chaperonas (Peña-Sanoja et al. 2013;
Kawanten et al. 2014).

En el proceso de microautofagia una pequeña porción del citoplasma es envuelta


directamente en el lisosoma por invaginación, protrusión y septación de la membrana
lisosomal. Se ha obervado que en hongos, la remoción de peroxisomas por microautofagia
ocurre en condiciones específicas (Peña-Sanoja et al. 2013)

El proceso de macroautofagia (figura 9) da inicio al formarse una estructura de doble


membrana formada de novo (también conocido como membrana de aislamiento o
fagóforo) este contiene material citoplasmático (como proteínas de larga duración)
posterior a esto genera un autofagosoma El autofagosoma se une a un lisosoma para
formar un autolisosoma y degradar su contenido por las proteasas lisosómicas (como las
catepsinas) y otras enzimas hidrolíticas (Ravikumar et al. 2010; Peña-Sanoja et al. 2013;
Ryter et al. 2014). Los autofagosomas son generados de en las priximidades del retículo
endoplasmático (RE). Aunque aún no está definido si el RE es utilizado para su formación.
En algunos estudios se ha visto que las membranas provenientes del aparato de Golgi,
las mitocondrias, y la membrana plasmática participan en la formación de autofagosomas
(Baeza et al. 2014) La activación para la formación del autofagosoma se produce con la
síntesis de PIP3 de ciertas áreas de diferentes membranas de la célula. Las PIP3 dan la
señal de atracción a diversas proteínas que provocan la evaginación y desprendimientos
de esas porciones de la membrana (URL 4).

Figura 9. Proceso de Macroautofagia tomado de URL 4

27
Cuando existe autofagia tras un estrés celular la cantidad de lisosomas disminuye de
manera considerable. Durante la autofagia los lisosomas decrecen a las 4 horas de
privación de alimentos, pero aumentan de nuevo a las 11 h. El número de lisosomas tiene
que regenerarse de nuevo para que la célula vuelva a ser funcional. Una de las formas de
regeneración es por tubulación de las membranas de los autofagolisosomas. En este
proceso participa el citoesqueleto generando vesículas (mediadas por clatrina) en sus
extremos, que al ser liberadas se acidifican hasta transformarse en lisosomas maduros
(Pasan de ser protolisosomas a lisosomas funcionales). A esta serie de pasos se le conoce
como regeneración de lisosomas (ALR: auphagic lysosome reformation) (URL 4).

Además de estos 3 tipos de autofagia selectiva se ha dado a conocer el proceso


denominado Crinofagia el cual consta de la fusión de vesículas que salen por exocitosis
con el lisosoma (URL 4)

Además de los mecanismos “no selectivos” de autofagia, existen los tipo de autofagia
altamente selectivos, en estos hay posibles receptores de reconocimientos de organelos
que facilitan la incorporación de estos al interior del lisosoma, en estos tipos de
mecanismos de autofagia los nombres asignados dependen del organelo que se degrada:
para retículo endoplásmico (RE) (retículofagia o refagia), peroxisoma (peroxifagia),
mitocondria (mitofagia), gotas de lípidos (lipidofagia), gránulos secretorios (zimofagia),
incorporación progresiva del núcleo (nucleofagia), patógenos (xenofagia) y ribosomas
(ribofagia) (Peña-Sanoja et al. 2013)

10.1.1. Agrefagia
La agrefagia definida como el proceso de autogagia selectiva en el que se degradan
agregados proteicos potencialmente citotóxicos que se encuentran en el medio celular y
muy grandes para ser degradados por el proteasoma. Esta ruta utiliza la ubiquitinación
como señal, y se ha descrito un papel principal de NBR1 como mediador entre la
autofagia y los agregados, recientemente se ha observado que Salmonella es un
microorganismo capaz de inducir este tipo de autofagia (Marshall y Vierstra 2018; Baena
2019; Sevilla-Navarro 2019)

28
10.1.2. Proteafagia
Es la degradación autofágica del proteasoma y han identificado dos vías, la inducida por
deficiencia de nitrógeno y la regulada por la quinasa ATG1, es decir una es por medio
degradación masiva y la otra es sensible a la inactivación del proteasoma e independiente
de ATG1 (Baena 2019).

10.1.3. Mitofagia
La mitofagia es el proceso mediante el cual sucede la degradación por autofagia de las
mitocondrias, especificamente de proteínas de su membrana externa. En mamíferos este
proceso usa la ubiquitinación a través de la ubiquitina-ligasa PARKIN y su quinasa
reguladora PINK1 (PTEN-induced putative kinase 1), para después reclutar otros
receptores de autofagia que contienen AIMs como NDP52, OPTN, ATG32 o TAX1BP1
(Marshall y Vierstra 2018; Baena 2019)

10.1.4. Pexofagia
En este tipo de autofagia se degradan los peroxisomas afectando su integridad por daño
oxidativo autoinfringido. Los genes ATG2, ATG3 y ATG7 son relevantes en este proceso,
ya que existeuna pexofagia basal que se encarga de regular el número de peroxisomas
(Baena 2019).
10.1.5. Xenofagia
Tipo de autofagia encargada de la defensa frente a diversos patógenos que incluyen
bacterias, hongos y virus. Sin embargo no siempre la autofagia es efectiva contra algunas
bacterias y hongos, En algunos casos, elementos de los patógenos inducen la señalización
de la autofagia por ejemplo, secretando efectores que inhiben a mTOR y activan la autofagia
o se unen a los proteasomas y activan la proteafagia, o incluso que contienen un AIM y se
unen a ATG8 desplazando a NBR1 y afectando la integridad celular (Baena 2019)

10.1.6. Autofagia Selectiva

La macroautofagia selectiva es un proceso molecular que sucede de manera similar en la


mayoría de las estructuras que se van seleccionar y a degradar (Figura 10). En las células
animales se realiza el marcaje normalmente por ubiquitinación. Y después de esto los
receptores que reconocen ese marcaje interaccionan con las proteínas ancladas a las
membranas del fagóforo, como en organelos con ubiquitinación que se encuentran en

29
citosplasma con proteínas ancladas a sus membranas, por ejemplo las peroxinas de los
peroxisomas, o proteínas de la membrana externa de las mitocondrias. Una excepción es
el retículo el cual no es seleccionado por utiquitinación sino por proteínas
específicas expresadas en sus membranas. Además existe la autofagia selectiva que
elimina patógenos intracelulares mediada también por ubiquitinación de sus proteínas
(URL4).

Figura 10. Esquema que muestra los principales tipos de proteínas implicados en la macroautofagia selectiva
en células animales. Tomado de URL 4.

10.2 Cascada de señalización


En 2014 y Kwanten y colaboradores encontraron que la formación del fagóforo está
regulada por el complejo ULK1 (iniciación), que está bajo el control del complejo receptores
de la rampamicina de los mamífero (mTOR) y la beclin-1/VSP34 interacción compleja
(nucleación). Dos grandes complejos conjugados ubiquitina-como se encargan de la
elongación de la doble membrana: cadena ligera 3 (LC3)-II y ATG5-Atg12-ATG16L1. La
ATG7 es una de las proteínas necesarias para la formación de ambos complejos de
elongación.
Por otro lado, para demostrar que la muerte celular en un modelo in vivo o in vitro es
causada por la autofagia hay que demostrar que dicha muerte es inhibida por agentes que
interrumpen el ciclo de la autofagia. Los agentes químicos presentes pueden ser 23
(agentes dirigidos contra VPS34), algunos genéticos (ARNsi 3-metil-adenina) o
moduladores de la autofagia (AMBRA 1, ATG 5, beclín), (Galluzzi et al. 2012).

30
Figura 11. Proceso de autofagia Tomado de Almaguer-Maderos et al. 2016.

31
11. Relación entre las bacterias y la autofagia
La macroautofagia puede comportarse como mecanismo de defensa celular frente a
infecciones por protozoos, bacterias y virus. El termino antes mencionado: “xenofagia” es
el cual se le ha dado para llamar a este tipo de autofagia. Hay diferentes niveles en los
cuales actúa; elimina los patógenos que han entrado en la célula, activa señales a las
células del sistema inmunológico quienes se encargan de degradar a los patógenos
detectados, además de que procesan y exponen algunos antígenos en superficie. Como
por ejemplo las proteínas denominadas TLRs (Toll-like receptors) que se encuentran en las
membranas de los endosomas y que reconocen ácidos nucléicos de los patógenos que han
entrado en la célula. Debido a esto se disocia el complejo formado por las proteínas
BCL2/Beclin1, y se provoca el inicio de la autofagia. Entonces se marcan los patógenos con
ubiquitina para su eliminación (URL 4)

11.1. Bacterias que inducen autofagia celular


La autofagia ha sido demostrada como un mecanismo de defensa clave para el control de
la infección bacteriana tanto in vitro como in vivo. Muchos estudios han sido realizados para
conocer los mecanismos de eliminación xenofágica de las bacterias. Algunas de las
bacterias sin limitadas por la la autofagia son por ejemplo: Streptococcus del Grupo A
(GAS), Mycobacterium tuberculosis, Rickettsia conorii, Salmonella typhimurium y S. flexneri
y en estas el proceso de autofagia es capaz de limitar su crecimiento (Desai et al. 2015).

La primera observación de la autofagia provocada por la infección se describió en una


infección con bacterias intracelulares (Desai et al. 2015).

Las bacterias intracelulares han desarrollado mecanismos para evadir, inhibir y subvertir la
autofagia (por ejemplo Shigella flexneri, Legionella pneumophila y Coxiella burnetii
respectivamente) (Remuzgo-Martinez et al. 2013).

Algunas bacterias inducen la autofagia para apoyar la creación de la vacuola especializada


en la que se replican. C. burnetii sobrevive en grandes vacuolas replicativas de Coxiella
(CRV) las cuales contienen LC3 y Beclin1. La expresión en gran cantidad de LC3 o Beclin1
promueve la infección bacteriana y provoca el aumento en la cantidad y tamaño de los CRV
durante la infección temprana, en cambio sí hay una inhibición de la autofagia la formación
de CRV y la replicación bacteriana se ven afectadas (Remuzgo-Martinez et al. 2013).

32
La muerte fagolisosómica puede ser realizado por el mecanismo alternativo de fagocitosis
asociada a LC3. En este caso, después de la absorción de una bacteria invasora por la
fagocitosis, la maquinaria de autofagia realiza mejoras en la maduración de los fagosomas
a través de complejos como Beclin1-VP34 y sistemas de conjugación LC3,
independientemente de ULK1. Otros factores de virulencia que inducen la autofagia son los
patrones moleculares asociados a patógenos bacterianos (PAMP) (Desai et al. 2015).

L. monocytogenes utiliza varios factores de virulencia, incluidos el LLO y la proteína de


polimerización de actina ActA, para evitar el atrapamiento en los autofagosomas (Remuzgo-
Martinez et al. 2013).

Inducción de autofagia por Listeria monocytogenes


Ahora que se ha revisado el proceso de autofagia el cual ha generado una atención
particular por su posible función como componente fundamental de la respuesta inmune
innata contra un conjunto de patógenos, incluidos parásitos, virus y bacterias. (Remuzgo –
Martinez et al. 2013) Y considerando que es visto como un poderoso método de eliminación
intracelular de bacterias patógenas, parecida al de los organelos dañados, como L.
monocytogenes en el cual este trabajo se enfoca, es importante conocer algunas de las
características del mecanismo exacto de reconocimiento bacteriano por autofagia sin
embargo, sigue siendo desconocido. (Desai et al. 2015)

Las bacterias son fagocitadas por los macrófagos, y para posteriormente ser degradadas
en los fagolisosomas. L. monocytogenes tiene la capacidad de expresar LLO y PLCs para
interrumpir la membrana del fagosoma, con esto se crean poros mediante LLO en esta, lo
que favorece el bloqueo de la fusión con el lisosoma y provoca que no haya maduración de
este componente (Shaughnessy et. al. 2006) L. monocytogenes puede entonces ser
degradada en los autolisosomas al inducir el proceso de autofagia o evadir su crecimiento
por el sistema de autofágico, posiblemente a través de los PLCs (fosfoinositida fosfolipasa
C) bacterianos. Existe una pequeña cantidad de población de L. monocytogenes con baja
o ineficiente actividad de LLO. Esto conlleva a un bloqueo de la maduración del
compartimento vacuolar, pero no es suficiente para escapar del compartimento
membranso. Cuando este es dañado de manera continua se manda la señal de reclutar
más autofagosomas, lo cual da lugar a la formación de vesículas espaciosas grandes o

33
SLAPs (Spacious Listeria Containing Phagosomes). La formación de estas estructuras
provoca la disminución drástica de la replicación de este patógeno, sin embargo no elimina
la infección. Por lo tanto, la formación de SLAPs puede el producto de la relación entre la
virulencia mediada por LLO y el proceso de autofagia del macrófago, dando como resultado
una infección persistente. Por último es posible que L. monocytogenes cause una infección
aguda al escapar del fagosoma usando LLO y PLCs, y se replique en el citoplasma, ActA
recluta interviene en la prolimerización de actina, que por tanto es un mecanismo de
evasiopn de la autofagia basada en motilidad de actina y propagación a células adyacentes
(Birmingham et. al. 2008).

L. monocytogenes es uno de los ejemplos mejor estudiados de inducción bacteriana de la


autofagia. Al llegar al citoplasma L. monocytogenes silvestre genera a LC3 y después de
una hora de infección, alrededor de 37% de bacterias intracelulares quedan con este
marcador de autofagia. Por otro lado: el reclutamiento de LC3 no sucede durante la
infección por una cepa que presenta la deleción hly (el gen que codifica LLO), esto
posiblemente debido a que requiere LLO para la inducción de autofagia. Algunas
investigaciones han demostrado que LLO puede activar AMPK y, con esto, disminuye la
regulación de mTORC1, que es un nodo de control en la regulación de la autofagia inducida
por el hambre (Desai et al. 2015).

34
Fig. 12 Interacción de la autofagia con Listeria monocytogenes. Modificado de (Desai et al.2015)

12. Conclusiones
13. Bibliografía

Bartolome HA. 2012 Papel de TSC2/mTORC1 en proliferación, autofagia y estrés de


retículo endoplasmático en célula β pancreática. Tesis doctoral Universidad Complutense,
Madrid España.

Benadof Dona 2008 Listeria monocytogenes Rev Chil Infect 2008; 25 (5): 350

Bénédicte F. Py Marta M. Lipinski Junying Yuan 2007 Autophagy Limits Listeria


monocytogenes Intracellular Growth in the Early Phase of Primary Infection.

Bittencourt A L, García A G. 2002. Pathogenesis and pathology of hematogenous infections


of the fetus and newborn. Pediatr Pathol Mol Med; 21 (4):353-99.

35
Birmingham CL, Canadien V, Kaniuk NA, Steinberg BE, Higgins DE, Brumell JH 2008.
Listeriolysin O allows Listeria monocytogenes replication in macrophage vacuoles. Nature;
451:350-354

Chakraborty T, Hain T, Domann E. 2000 Genome organization and the evolution of the
virulence gene locus in Listeria species. Int J Med Microbiol; 167-74.

Cossart P, Toledo-Arana A. Listeria monocytogenes, a unique model in infection biology:


An overview. Microbes Infect 2008; 10: 1041-50.

Doyle, G 2000 Microbiología de alimentos ed. Zaragoza España; 355- 367

Dussurget O. New insights into determinants of Listeria monocytogenes virulence. Int Rev
Cell Mol Biol 2008; 270: 1-38.

Espinoza-Mellado MR, Reyes-Picaso C, Garcés-Pérez MS, Jardón-Serrano CV


López-Villegas EO, Giono-Cerezo S,2015; Haemophilus influenzae triggers autophagy in
HEp-2 cells Arch Microbiol DOI 10.1007/s00203-015-1167-3
Lecuit M, Cossart, P. 2002 Genetically-modified-animal Models for Human Infections;
the Listeria Paradigm. TRENDS Mol Med; 8(11): 537-542

Lecuit M. Human listeriosis and animal models. Microbes Infect 2007; 9: 1216-25.

Mateus T., Silva J., Maia R. L., and Teixeira P; 2013 Listeriosis during Pregnancy: A
Public Health Concern Article ID 851712, 6 pages http://dx.doi.org/10.1155/2013/851712

McKellar R. C. Use of the CAMP Test for Identification of Listeria monocytogenes


applied and environmental microbiology, Dec. 1994, p. 4219-4225

Nyfeldt, A. 1929. Etiologie de la mononucléose infectieuse. C. R. Soc. Biol. 590.

Peña-Sanoja M, De Sanctis J. Autofagia y respuesta inmunitaria. Investigación clínica.


2013; 54(3): 1 – 13.

Py BF, Lipinski MM, Yuan J, 2007 Autophagy Limits Listeria monocytogenes Intracellular
Growth in the Early Phase of Primary Infection Autophagy. 3(2).117-125.

Pizarro-Cerda, Cossart, P, J. & Lecuit, M. 2012 Invasion of mammalian cells by Listeria


monocytogenes: functional mimicry to subvert cellular functions. Trends Cell Biol. 12: 23-31

Qvist S. Sehested K. Zeuthen P. 1994 Grow supression of Listeria monocytogenes in a meat


product Int J Food Microbiol. 24: 283-293

36
Rocourt J, Buchrieser C. Chapter 1: The Genus Listeria and Listeria monocytogenes:
Phylogenetic Position, Taxonomy, and Identification. Rysr E. & Marth E, editors.
Listeria, Listeriosis, and Food Safety, 3rd ed. CRS Press, Taylor & Francis Group
2007; p. 1-20
Recent Patents on Inflammation & Allergy Drug Discovery 2013, 7, (3):3

Seeliger HPR., Jones D., 1986. Genus Listeria. In Bergey's manual of systematic
bacteriology, vol. 2. Sneath P.H.A., Mair, N.S., Sharpe, M.E., Holt, J.G. (eds.). Baltimore:
Williams & Wilkins, 1235-1245.

Schlech W. Overview of Listeriosis. Food Control 1996; 7(4): 183-186.

Schuchat A. Robinson K. Wenger JD et al. 1997 Bacterial meningitis in the United States in
1995 N Engl J Med 337: 970-976

Schmidt H, Hensel M. Rev 2004 Pathogenicity islands in bacterial pathogenesis. Clin


Microbiol; 14-56.

Schultz, E.W., Terry, M.C., Brice, A.T. and Gebhardt, L.P. 1934. Bacteriological observation
on a case of meningoencephalitis. Proc. Soc. Biol. Med. 16(6):1021-1023.

Slutsker L, Schuchat A. Listeriosis in Humans. 1999. Listeria, Listeriosis and Food Safety.
Ryser E T, Marth E H. New York, Márcel Dekker Inc: 75-95.

Torres K., Sierra S., Poitou R., Carrascal A. and Mercado M. Pathogenesis of Listeria
monocytogenes, microorganism zoonotic emergent 2005 Rev. MVZ Córdoba, 10:511-543

Vázquez-Boland J, Kuhn M, Berche P, Chakraborty T, Domínguez-Bernal G, Goebel W.


2001 Listeria Pathogenesis And Molecular Virulence Determinants. Clin Microbiol Rev.
14:584-640

Vera A, González G, Domínguez M y Bello Rev H Principales factores de virulencia de


Listeria monocytogenes y su regulación; Chilena Infectol 2013; 30 (4): 407-416

URL

URL1
Jesús Oteo y Juan Ignacio Alós. Servicio de Microbiología. Hospital de Móstoles.
Móstoles. Madrid. Listeria y LISTERIOSIS https://www.seimc.org › ccs ›
revisionestematicas › bacteriologia › listeria (25 de agosto 2019 07:36 h)
URL 2
https://www.etsy.com/es/listing/288223591/listeria-bacteria-bacteria-

37
art?utm_source=OpenGraph&utm_medium=PageTools&utm_campaign
=Share (25 de agosto 2019 07:36 h)
URL 3
Raquel Parada Puig Caspasa: estructura, tipos y funciones
https://www.lifeder.com/caspasa/ (25 de Octubre 2019 07:25 h)

URL 4
La célula. Ampliaciones, Autofagia https://mmegias.webs.uvigo.es/5-
celulas/ampliaciones/5 (08 de noviembre 2019 17:19 h)
URL 5

https://elpais.com/elpais/2016/10/03/ciencia/1475486879_892946.html(14
Boviembre 2019 07:36 h)

URL 6
https://www.dciencia.es/autofagia-comerse-a-uno-mismo-bien-vale-un-nobel/

38

También podría gustarte