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ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LAS FUENTES.

PRIMERAS APROXIMACIONES A LAS FUENTES DEL MUNDO ANTIGUO

Autora: Mgter. María Rosa Oliver


Cátedra: Historia Asia y África I. Escuela de Historia. CEDCU -UNR
Cátedra: Historia Mundial I (Prehistoria y Oriente) IES 28 y IES 29/V Anexo

Resumen:
En este artículo se plantean algunas reflexiones sobre el tratamiento de las fuentes y sobre
todo en cuanto a la especificidad de las fuentes del Antiguo Oriente, campo de nuestro
análisis histórico. Se incluyen algunas herramientas teórico-metodológicas que posibilitan la
interpretación, conceptualización y reconstrucción histórica a través de las mencionadas
fuentes, interpeladas desde esta metodología.
Palabras claves: Fuentes, interpretación Histórica, Reconstrucción Histórica, Herramientas
teórico-metodológicas

Abstract
In this article we set out some reflexions about the treatment of sources, specially that of our
field of historical analysis, Ancient Orient. Theoretical and methodological tools are included
as well, to avail the interpretation, conceptualization and historical reconstruction among the
mentioned sources, pleaded from this methodology.
Key words: sources, historical interpretation, historical reconstruction, theoretical and
methodological tools.

INTRODUCCIÓN

Existe una estrecha relación entre los historiadores y las denominadas fuentes, entendemos por
ellas, los restos o testimonios dejados por los diferentes grupos humanos, considerados tanto en su
condición de sujetos individuales como colectivos, en el pasado (antiguo/reciente). Se comprende
este último en relación con los estratos del tiempo: historia que se registra, historia que se
desarrolla e historia que se rescribe1 que en base a las fuentes permite la reconstrucción histórica.
Las fuentes pueden clasificarse en:
Fuentes Orales

1
KOSELLECK, Reinhart; Los estratos del tiempo: estudios sobre la historia. Paidós, Barcelona., (2001 [2000]); pp.9-
93

1
Las que nos llegan a través de la oralidad, de la palabra hablada pero también inscripta en la
memoria, deben ser pensadas en por lo menos dos grandes carriles en cuanto a su transmisión: la
tradición oral2 que nos permite el rescate a través de anécdotas, refraneros populares, relatos,
cuentos, etc.; y la Historia Oral que construye sus fuentes orales realizando entrevistas, pautadas
con diversas estrategias metodológicas que van de un rango estructurado a desestructurado pasando
por diferentes matices hasta las “historias de vida”, realizadas a los protagonistas de un proceso
histórico por lo general velado por la “historia oficial”, recuperando la memoria social y sobre todo
la de aquellos grupos que históricamente habían sido dejados de lado3: sectores subalternos,
minorías étnicas, mujeres, homosexuales, jóvenes, victimas de genocidios y dictaduras, entre otros.
Las fuentes orales se encuentran circunscriptas a un tiempo reciente, ligado a la temporalidad de la
vida humana. Sin embargo en nuestra búsqueda e indagación en las fuentes textuales antiguas –
mesopotámicas especialmente- se trata de inferir la riqueza de la oralidad a través de la
especificidad de lo escrito, universo limitado y ordenador, aproximación más certera pero al mismo
tiempo más sesgada, rescatando la oralidad a través de la impronta escrita.
Fuentes Materiales
Son las fuentes privilegiadas por/para la arqueología: monumentos, viviendas, basureros, utensilios,
armas, entre otros, (prácticamente toda presencia material) que conforman el registro arqueológico
y los artefactos testigos de un contexto estático que deberá transformarse en dinámico para su
análisis, apelando con múltiples recaudos a la etno-arqueología4.
Estos objetos palpables ofrecen la paradoja de una doble pertenencia para nuestro campo de estudio.
El objeto es en si mismo parte del registro arqueológico que nos posibilita reconstruir su contexto
material, pero sí además este objeto contiene signos que denominamos escritura, ya sean
inscripciones, textos, etc., cumple un rol importantísimo porque nos da pautas para complementar
su contexto social -cultural. Es decir que lo textual nos facilita otra forma de acceder al contexto
dinámico de producción de las fuentes materiales.
Fuentes Escritas o textuales
La tradicional consideración de las “fuentes de la historia” como las referidas casi exclusivamente a
la documentación original de archivo, debe ser sustituida hoy por una concepción y tratamiento
mucho más amplio. Una de las características más acusadas de la actual utilización de la

2
MOSS, William W.: “La historia oral: ¿Qué es y de donde proviene?” En Dora Schawarzstein (comp.) La Historia
Oral, CEAL, Bs. Aires, 1991; pp. 21-33
3
Ver entre otros THOMPSON, Paul: The voice of the past. Oral History, Oxford; 1978; JOUTARD, Phillipe: Esas
voces que nos llegan del pasado. FCE, México; 1986
4
GAMBLE, Clive: El poblamiento paleolítico de Europa. Crítica, Barcelona, 1990, pp. 39-40. El autor explicita de que
manera los grupos de cazadores-recolectores actuales muestran el camino para comprender las pautas culturales de estos
grupos en el pasado remoto y los recaudos que hay que tener para que no aparezcan los grupos paleolíticos clonados de
los actuales bosquimanos kung o los esquimales nunamiut .
2
documentación histórica es la concepción cada vez más extendida de que “fuente para la historia”
puede ser y de hecho es, cualquier tipo de documento existente, cualquier realidad que pueda
aportar testimonio, huella o reliquia, cualquiera que sea su lenguaje5. Bajo la denominada “Escuela
de Annales” comienza a ampliarse la noción de documento… Lucien Febvre ya lo decía:
“Hay que utilizar textos, sin duda. Pero todos los textos. Y no solamente los
documentos de archivo, en favor de los cuales se ha creado un privilegio...También un
poema, un cuadro, un drama son para nosotros documentos, testimonios…” 6

La tradición historiográfica decimonónica que establecía la supremacía absoluta del documento


escrito, desestimando el marco teórico-conceptual y las interpretaciones, hace tiempo que se ha
visto cuestionada. La historiografía positivista no aceptaba la interpretación de fuentes textuales
sino que reducía su función a información simple.
Los testimonios que nos llegan a través de la palabra escrita ya sea impresa, manuscrita, grabada en
piedra o en tablillas, entre otros objetos, si bien son el verdadero material para el historiador, es
necesario tener en cuenta que la reconstrucción histórica – en el estado actual de nuestros
conocimientos- no puede realizarse sin apelar al diálogo entre disciplinas como la arqueología, la
antropología, la lingüística, entre otras. Estos testimonios sólo se convierten en fuentes cuando el
historiador los interroga -como nos recordaba Marc Bloch7-. Para poder llevar a cabo la
reconstrucción histórica, entonces, se deberá apelar tanto al marco teórico como al contexto
histórico; se podrá así: señalar problemas, elaborar hipótesis, extraer y construir datos; en definitiva
conceptualizar. Recién en este momento el testimonio se convierte en fuente, esto permitirá su
ubicación temporal, su lugar de procedencia, su emisor o emisores, su receptor o receptores si se
analiza desde la teoría de la comunicación, si se lo hace desde el análisis del discurso se tendrán en
cuenta al sujeto de la enunciación8 y los destinatarios posibles en la que será fundamental la
reconstrucción del contexto y la apelación al aparato conceptual. Tendrá especial importancia el
tipo de fuentes textuales con las que se trabajare (documentos oficiales, contables, administrativos,
de archivos privados, correspondencia epistolar, entre una gran gama de opciones).
Estas técnicas teórico-metodológicas aplicadas al análisis de las fuentes facilitarán el otro nivel de
análisis la interpretación histórica de las mismas. Estas cuestiones generales sobre el tratamiento

5
AROSTEGUI, Julio: La investigación histórica: Teoría y Método, Crítica, Barcelona, 1995, pp. 327-336
6
Ibidem, pp. 336
7
Bloch, Marc: Introducción a la Historia, FCE, México, 1952
8
La noción de sujeto es necesaria para dar cuenta de la transformación de la lengua en discurso. El sujeto productor del
discurso se une a la observación de su presencia en su propio discurso. “El acto individual de apropiación de la lengua
introduce al que habla en su habla” (Benveniste, 1970) El discurso es el lugar de construcción de su sujeto. A través del
discurso el sujeto construye el mundo como objeto y se construye a sí mismo (Greimas, 1976/1979). Nos interesa
conocer el discurso y su sujeto, al que solo podemos conocer por su discurso, sujeto de la enunciación que no debe
confundirse con el sujeto empírico (emisor, autor) que efectivamente haya producido el texto. El discurso es un proceso
social de producción de sentido que establece sus propias coordenadas muestra su contexto, construye un espacio, un
tiempo y unos actores.
3
de las fuentes adquieren un matiz especial cuando se refieren a sociedades antiguas: fuentes
epigráficas, tablillas con escritura cuneiforme, estelas, papiros escritos en jeroglíficos, etc.

PRIMERAS APROXIMACIONES AL ANÁLISIS


DE FUENTES TEXTUALES MESOPOTÁMICAS

En el área específica del Cercano Oriente Antiguo la problemática puede rondar en torno a
cuestiones internas a esa sociedad o al tipo de relaciones interestatales, o con otros niveles de
agregación: comunidades de aldea, tribus, grupos nómades, pastores, etc. Sobretodo con estás
últimas “las voces” que sobresalen son estatales o ligadas al poder.
A través del análisis e interpretación de fuentes se logrará entonces, lo fundamental del trabajo del
historiador: la reconstrucción histórica. Siempre que se tenga en cuenta la relatividad del
conocimiento histórico (y del conocimiento en general), y que por lo mismo, no pueden tomarse las
fuentes literalmente. Comprender que la reconstrucción histórica es preliminar, una aproximación,
un acercamiento al proceso histórico que nunca puede asirse totalmente, siempre está sujeto a
cambio y a revisión.
Uno de los problemas a considerar es que las fuentes escritas, de las sociedades que nos
corresponde analizar, pertenecen al universo de los letrados -ligados al poder- en un mundo casi
totalmente excluido de la escritura/lectura; donde estaría muy bien empleada la expresión de
Foucault “El saber es poder”.
Es un universo sesgado, el de la escritura/lectura de los signos cuneiformes, sólo para unos pocos,
aquellos que se encontraban al servicio del poder político, muy ligado a lo ideológico como soporte
de su legitimación, nos presenta un primer problema para el análisis, que es el de la mediatización
de las fuentes escritas. Allí comienza el primer ejercicio, intentar desbrozar, localizar, estas
mediatizaciones para encontrar la intencionalidad de la redacción del documento en cuestión, ya sea
que surja del ámbito del Estado (el material más abundante): registros contables, edictos, estelas,
listas reales, cartas, normativas legales, tratados, mitos cuentos, himnos, o cualquier otra
producción literaria o del ámbito de esfera particular (el material más escaso, salvo que los
protagonistas estén relacionados con la esfera pública) : un contrato matrimonial, un proceso
judicial, etc. Entre ellas se encuentran las fuentes epistolares, las cartas, que requieren de una
metodología especial, sobre todo si han sido grabadas en tablillas, luego transliteradas y finalmente
traducidas aunque acompañadas en muchos casos con la versión en acadio, como es el caso de las
fuentes mesopotámicas.

4
Tabillas con escritura cuneiforme del III y II milenio a. C.

Como una instancia ejemplificadora, situaremos conceptualmente la correspondencia9 de la


sociedad de Mari10, se pondrán en juego algunas de las herramientas que se han mencionado: el
análisis del discurso y su aplicación en la correspondencia epistolar femenina históricamente

9
En agosto de 1933, arqueólogos franceses estaban cavando una tumba en Tell Hariri, cuando descubrieron una estatua
de piedra de un hombre sin cabeza. Las noticias del descubrimiento llegaron a París en octubre. El curador de
antigüedades orientales del Louvre envió al arqueólogo A. Parrot a investigar. En la segunda temporada, se encontraron
más estatuas, entre ellas una con unas palabras inscriptas en cuneiforme en el hombro: “rey de Mari”. Las excavaciones
continuaron, y subsiguientemente se descubrieron dos palacios usados por Zimri-Lim, el último rey de Mari, que habría
gobernado unos quince años entre 1775-1760 AC. Los palacios habían sido quemados, presumiblemente por los
soldados de Hammurabi. El más grande fue excavado primero y se volvió conocido como el palacio de Zimri-Lim.
Después de seis campañas de excavación, Parrot estimó que había 20.000 tablillas cuneiformes escritas en acadio.
Fueron limpiadas, horneadas, empacadas y enviadas al Louvre. Uno de los cuarto del patio principal interior,
identificado como el cuarto 115, contenía los restos de los archivos epistolares reales. En las habitaciones de las
mujeres, se encontraron cartas del rey a sus esposas, estas fueron denominadas “correspondencia femenina”.
10
Mari -un importante centro urbano que se encontraba sobre las riberas del río Eufrates-, también era la capital de una
de las cuatro unidades administrativas llamadas “distritos”, cada uno administrado por un gobernador, sāpitum
conjuntamente con los jefes de distrito, hazanu, y existían también funcionarios “prefectos de palacio” que ocupaban
un rol muy importante en la capital (Kupper, J.R., 1985). Los distritos de Mari, Terqa y Saggaratum constituían el
centro del reino de Zimri-Lim; como una unidad, ellos eran llamados la “Ribera del Eufrates” .El cuarto distrito era el
valle del Habur cuya capital era Qattunam hasta la margen sur de las planicies norte (Heimpel, Pág.8). En esta región
coexisten y se entrecruzan dos elementos contrastantes y a la vez fuertemente interconectados: el nómade y el
sedentario; tradicionalmente analizados como binomios de oposición: tribu-palacio, movilidad-estabilidad, agresividad-
defensa (Liverani, Pág. 299). La estructura urbana, liderada por la vida de los palacios parece estar condicionada por
recursos humanos, tecnológicos y económicos. Los palacios lejos de temer la llegada de los nómades, esperaban
ansiosamente su llegada; de la misma manera, se presenta la unión entre pastoreo y agricultura. Las evidencias muestran
la coexistencia en el mismo territorio de dos sistemas económicos y políticos distintos por su naturaleza y necesidades
basado en ensamblajes espaciales y temporales (Liverani, Pág. 303). Se presenta como una región bisagra que oficiaba
de límite y de articulación entre las tierras occidentales y la llanura mesopotámica.
5
situada. El análisis del discurso11 en el sentido instrumental que antes se esbozara, posibilita la
interpretación de las fuentes escritas y una reconstrucción histórica que permite descubrir los
múltiples condicionamientos que atraviesan lo textual pero también lo social.
La apelación a este recurso no debe confundirse con los postulados postmodernos en los cuales: ¡El
mundo es un texto!, que puede ser leído en base a múltiples interpretaciones, postura que llevada a
extremos invalida la posibilidad del conocer. El análisis que se privilegia es histórico, donde el
contexto económico social está señalando relaciones sociales y elementos estructurales y simbólicos
que pueden adquirir una mayor relevancia al ser repensadas a través de este instrumento.
El discurso y su sujeto12, al que solo podemos conocer por su discurso, adquiere ciertas
peculiaridades en una sociedad antigua como la que se analiza. La mayoría de su población es
iletrada (de un 90 a un 99%), se toma contacto con aquellos sujetos a través de tablillas
cuneiformes, (descifradas, transliteradas, normalizadas) convertidas en fuentes textuales en su
mayoría “oficiales”, a las que se incorporan fuentes literarias y algunas, muy pocas del ámbito de lo
familiar-privado, de ahí la importancia de esta correspondencia femenina que quizá pueda ser
considerada como “doméstica-palacial”, que posee un importante grado de riqueza aunque no se
debe olvidar que han llegado hasta nosotros a través de un contexto discursivo histórico y
arqueológico13 que necesita ser revisado.
Su procedencia suele ser mayoritariamente estatal, la realeza y su aparato burocrático se constituyen
en muchos casos en el sujeto de la enunciación y las mujeres que buscamos se encuentran de
ligadas a él, interactuando en ciertos espacios y solo aparecen por su relación con el mundo
masculino del poder. Esa escritura que representa solo a una minoría debe ser pensada tratando de
rescatar la oralidad a través de la impronta escrita.
La correspondencia epistolar es una de las pocas capaces de hacernos vislumbrar el espacio
complejo, en él circulan mensajes que tienen por protagonistas a mujeres y hombres; sus
emociones y angustias, sus decisiones, sus intrigas todo esto entrelazado con cuestiones
absolutamente prácticas o domésticas o de la más alta política que a través de las mismas se ponen
en evidencia, se hacen vívidas.

11
El discurso se visualiza como un producto social que constituye al sujeto. Se postula un sujeto productor y una
relación dialógica entre autor-lector. La noción de sujeto es necesaria para dar cuenta de la transformación de la lengua
en discurso (Lozano, J., Peña-Marin, C. y G. Abril, 1997) El sujeto productor del discurso se une a la observación de su
presencia en su propio discurso. “El acto individual de apropiación de la lengua introduce al que habla en su habla”
(Benveniste, 1970). El discurso es el lugar de construcción de su sujeto. A través del discurso el sujeto construye el
mundo como objeto y se construye a sí mismo (Greimas, 1976/1979).
12
El sujeto de la enunciación que no debe confundirse con el sujeto empírico (emisor, autor) que efectivamente haya
producido el texto. El discurso es un proceso social de producción de sentido que establece sus propias coordenadas
muestra su contexto, construye un espacio, un tiempo y unos actores (Lozano, J., Peña-Marin, C. y G. Abril, 1997).
13
La apelación a la arqueología que es muy significativa para el análisis de este tipo de sociedades, sin embargo sus
hallazgos, las fuentes materiales encontradas y analizadas, también se vuelven textuales y sufren las mediatizaciones
mencionadas.
6
El análisis de este tipo de fuentes posee la particularidad de que el enunciado epistolar es bifocal,
dialógico (donde el otro está siempre presente, el yo incluye siempre a un tú). Todo enunciado
responde a otros enunciados pasados y futuros, el enunciado epistolar se modela en una respuesta
futura que se perfila, se caracteriza por la intensa anticipación de la respuesta del destinatario
ausente14. Ese otro en la correspondencia de Mari, está expresado en diferentes interlocutores: desde
las reinas (esposa, madre, suegra), las hijas, varios funcionarios, hasta otros reyes y reyezuelos. Es
paradigmático en la correspondencia femenina el lugar que ocupa Šiptu, la reina, la mayor parte
dirigida a su marido, poniéndolo al tanto de las últimas informaciones, sugiriendo, notificando sobre
cumplimiento de sus órdenes, alertándolo sobre situaciones difíciles basándose tanto en evidencias
reales como simbólicas. Las misivas de Zimrî-Lîm dirigidas a su reina tienen regulaciones y tareas
que la misma deberá realizar, sobreentendidos y códigos que es necesario desentrañar.

1166 [X 126]
DILE a ŠIBTU: así habla Zimri-Lim tu Señor
Aquí te envío las (mujeres que deban convertirse en) tejedoras. Entre ellas, hay sacerdotisas- ugbabtum.
Identifica las sacerdotisas y remítelas al barrio de tejedoras.
Entre las tejedoras de aquí y las tejedoras de allá, elijes entre ellas 30 o más si es posible, excelentes que no
tengan el menor defecto desde la uña del pie hasta los cabellos de la cabeza, y envíalas a Warad-ili-šu15
para que les enseñe la orquesta, coros o música “subareana” (de Subur).
Por otra parte, se necesitará que sus apartamentos sean instalados en un lugar diferente. Vigila bien por
sus raciones alimentarias para que su belleza no se altere.
Por su parte, cuando tú hagas la elección entre las tejedoras, se necesitará que sea en presencia de Warad-
ili.šu.
Además, da instrucciones a Mukannisšum16 para que la belleza del resto de las tejedoras que tú le confiarás,
no se altere.

14
Planteo de Batjin considerado por BOUVET, Nora E., La escritura epistolar. EUDEBA, 2006, p.81
15
Jefe de música del palacio de Mari
16
Encargado del tesoro y de distribuir las raciones.
7
Carta X126 transliterada/ normalizada en acadio y traducida al francés por Dossin

En esta carta en particular se percibe el lugar que les estaba adjudicado a aquellas mujeres.
Como se ha expresado según el modelo de belleza de la época se dirimía el lugar que ocuparían las
mismas. Es interesante observar como la reina debe “elegir” entre esas mujeres cuales serán las que
pertenecerán a la “orquesta” eso sí acompañada por un hombre, un alto funcionario “el jefe de los
músicos” que deberá garantizar que la elección sea la adecuada y que alguna debilidad –celos,
envidia o falta de la apreciación masculina- de la reina no arruine la “orquesta”.
Zimrî-Lîm se ocupa de regular el tipo de lugar donde se alojarán y de las raciones que les deberán
adjudicar – suficientes para que su “belleza no se altere” y allí está apelando a otro funcionario, al
guardián del tesoro, al encargado de las raciones. Gelb -ya había planteado - que éstas raciones,
eran escasas, en niveles de subsistencia, para los prisioneros/as dedicados al trabajo más duro. En
este caso el rey parece estar consciente de los riesgos de una mala alimentación para la pérdida de la
belleza femenina. No suficiente con esto en la carta 1167 el rey se arrepiente y decide que no hagan
la elección ni su reina ni sus subordinados que lo va hacer él mismo, cuando vuelva17:
El artefacto interlocutivo inscripto en la carta regula las relaciones entre los interlocutores reales y
los discursivos, establece claramente el contrato entre ellos, define el carácter epistolar de las

17
1167 [X 125]
Dile a ŠIBTU: ASÍ HABLA TU SEÑORº
En lo que concierne a la elección de jovenes niñas destinadas a la orquesta sobre el botín que yo he hecho llevar, tema
de una carta mía anterior, en efecto, no es necesario elegir para la orquesta sobre ese botín. Esas jovenes muchachas
[jovencitas] deben ser dedicadas al tejido.
Yo espero aún hacer botín. [Lo que quiere decir “faire du butin” es que “espera traer más (mujeres) como botín”]
Soy yo mismo el que elegiré entre ese botín para la orquesta y las haré enviar.
8
relaciones y legitima a los sujetos implicados18 . En este sentido se perciben en las misivas: las
jerarquías, de qué manera circula la información y cuáles son los roles que se asumen. La autora19
plantea una reciprocidad de cuerpos escritos, en nuestro caso, la materialidad de la tablilla, muestra
un intercambio de bienes simbólicos de objetos, de sujetos y de cuerpos que circulan entre sus
líneas.

A MANERA DE REFLEXIÓN FINAL

Las dificultades/desafíos se acrecientan si consideramos que la mediatización de los mensajes es


profunda en el tipo de fuentes textuales que nos ocupan: fuentes editas, que nos sumergen en la
problemática lingüística. Son parte de un proceso de transformación desde las tablillas en
cuneiforme (lenguas sumerias, acadias), hasta las transliteraciones, normalizaciones y posteriores
traducciones en que las recibimos. Los filólogos son los especialistas en este campo, pero el trabajo
del historiador es el de interpretación, contextualización y conceptualización de las fuentes dentro
de la problemática de un tiempo histórico determinado.
Se podría considerar que estás dificultades iniciales señaladas, se ven compensadas por el acceso a
la discusión filológica más actual (bibliografía actualizada, vocabularios, diccionarios, fuentes,
también vía Internet, cursos de iniciación a la lengua acadia) de importantes centros de estudios
internacionales; pero sobre todo por nuestra posibilidad de interpretación y de reflexión crítica
sobre los procesos históricos desde una mirada que se agudiza en el ejercicio de la relación:
Pasado/Presente, Presente/Pasado.

18
Ibidem, pp. 78-79
19
Bouvet, op.cit., pp. 86-88
9
BIBLIOGRAFÍA:
AROSTEGUI, Julio: La investigación histórica: Teoría y Método, Crítica, Barcelona, 1995.
BLOCH, Marc: Introducción a la Historia, FCE, México, 1995
BOUVET, Nora E; La escritura epistolar. EUDEBA,2006
CIVIL, Miguel: “Les limites de l’information textuelle” en Colloques internationaux du
C.N.R.S. Nº 580. L’archéologie De L’iraq: Perspectives Et Limites De L’interprétation
Antropologique Des Documents. París, 1980. En castellano: “Los límites de la información
textual”.Traducción: María Rosa Oliver,
GAMBLE, Clive: El poblamiento paleolítico de Europa. Crítica, Barcelona, 1990
JOUTARD, Phillipe: Esas voces que nos llegan del pasado. FCE, México, 1986
KOSELLECK, Reinhart; Los estratos del tiempo: estudios sobre la historia. Ed. Paidós,
Barcelona, 2001
LE GOFF, Jacques; El Orden de la Memoria. (cap. II “Documento/Monumento”). Paidos,
Barcelona, 1991 [1977]
LIVERANI, Mario; El Antiguo Oriente. Historia, sociedad y economía, Crítica, Barcelona,
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LOZANO, J., PEÑA MARTIN, C. y G. ABRIL: Análisis del discurso. Cátedra, Madrid,
1999.
MARAFIOTI, Roberto (comp.): Recorridos semiológicos. Signos, enunciación y
argumentación. EUDEBA, 1997
MOSS, William W.; “La historia oral: ¿Qué es y de donde proviene?” En Dora Schawarzstein
(comp.) La Historia Oral, CEAL, Bs. Aires, 1991
OSSANA, Edgardo., Eva BARGELLINI. y Elsie.LAURINO,: El Material Didáctico en la
enseñanza de la Historia, El Ateneo, Bs. Aires, 1990.
RABANAL, Manuel A.y Federico LARA PEINADO: Comentario de textos históricos.
Cátedra, Madrid, 1997.
RIEKENBERG, Michael; “El trabajo con fuentes y la enseñanza de la historia” En Revista
Propuesta Educativa FLACSO, Año 5, Nº8, 1993
THOMPSON, Paul; The voice of the past. Oral History, Oxford, 1978.

CORPUS DE FUENTES:
DURAND, J.-M., Les documents épistolaires du palais de Mari, Les Éditions du Cerf, París,
Tomo I 1997; Tomo II, 1998; Tomo III, 2000
HEIMPEL, W. Letters to the king of Mari, Eisenbrauns, Winona Lake, 2003
DOSSIN, G.; Correspondance Feminine. En Archivos Reales de Mari, Tomo X, Libraire
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