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Unidad IV

Platón (429-364)
Nació en Atenas de familia nobilísima. Su verdadero nombre es “Aristócles” (Platón: ancho de hombros). Recibió una
educación esmeradísima; Cratilo es su primer maestro (seguidor de Heráclito, pero exageraba aún más el pensamiento de
Heráclito; no nos bañamos dos veces en el mismo rio, no caminamos dos veces por el mismo lugar, somos siempre
distintos) de filosofía, pero su vocación se despertó al conocer a Sócrates. Desde entonces perteneció al círculo socrático
y a la muerte de su maestro huyó a “Megara” (los filósofos matemáticos que seguían a Parménides - Uclides). Desde esta
ciudad viajó a Creta, Egipto y Cirene (Siria). Regresando a Atenas en el 396, durante estos viajes escribió los diálogos
llamados de “Juventud”.

En el 390 realizó un viaje a la Magna Grecia donde se relacionó con los pitagóricos, “Dionisio el Viejo”, tirano de Siracusa
disgustado con Platón ordenó que fuera vendido como esclavo; afortunadamente lo reconoció y lo rescató “Anníceris” y
pudo regresar a Atenas. Allí fundó la Academia (escuela de Platón) (Perípatos/Liceo - Aristóteles). No estaba exactamente
en la ciudad / allí había una estatua del héroe Akademos. Tenía entre 3 y 4 hectáreas y quedaba a 3 kilómetros / Tenía un
salón de clases, biblioteca y un Aula Magna, salón de actos y algunas otras dependencias, jardines, belleza y tranquilidad,
sino no se puede estudiar) (Se cuenta que Platón le quiso devolver a Anníceris lo que pagó y no quiso, entonces fundó la
Academia) y durante 20 años se dedicó a enseñar y escribir los diálogos llamados de “Transición”. En el 366 Platón viaja
por segunda vez a Siracusa en este tiempo escribe los diálogos “Sofista y Político” y empieza a expresar su desencanto. En
el 361 acompañado de los miembros más ilustres de la Academia vuelve a Siracusa para instalar un gobierno de filósofos,
pero regresa a Atenas de la que ya no volvió a salir. Sus últimos años los pasa escribiendo los llamados “Diálogos de Vejez”.
Falleció en el aniversario de su nacimiento (signo de sabiduría) y fue enterrado en el jardín de la Academia.

Obras
Poseemos actualmente todos los escritos Platón mencionados por los antiguos. En sus obras Platón adopta la forma de
diálogo (dialogo: dos razones, dos puntos de vista), cada diálogo puede ser considerado un “drama filosófico” completo
(obra teatral, acción dramática) sobre la investigación de un tema, sobre el que no siempre se da una respuesta; Platón
expone sus teorías, pero no da respuestas. El número de personajes que intervienen es variable, pero cada uno de ellos
corresponde a tipos característicos de la Grecia del siglo IV: políticos, filósofos y aristócratas; y todos han podido ser
identificados con personajes reales de la época.

Características de su pensamiento
Es ágil y no sistemático, pero se puede sistematizar, unificar en torno a dos cuestiones: a) una vehemente aspiración hacia
una realidad fija, estable y necesaria por encima de la impermanencia del mundo fijo. B) por el profundo sentido moral de
su filosofía (siempre virtuosa). Así surge una ontología completa y una moral trascendente.

Influencias en el pensamiento platónico


Tiene una gran facultad asimiladora, sabe encontrar elementos aprovechables en todos los pensadores que conoce
(ecléctico). Aristóteles señala tres influencias fundamentales: Heráclito, Sócrates y los pitagóricos. Diógenes Laercio afirma
que Platón explicó: lo sensible según Heráclito, lo inteligible según los pitagóricos y los eleáticos (Parménides,
Megara) y lo político según Sócrates. Guillermo Fraile señala cuatro influencias:

a) Heráclito

Platón recibió sus primeras lecciones de Cratilo, discípulo de Heráclito, quien exageraba la movilidad, la impermanencia
y “no-ser” de las realidades y por lo tanto de la relatividad de nuestro conocimiento sobre ellas.

b) Eleatismo

La “Teoría de las Ideas” distingue dos mundos: “Mundo Sensible” objeto de opinión (dosa) por su movilidad; y el “Mundo
de las Ideas” objeto de verdad y ciencia, por su estatismo (quieto, inmóvil, no cambia). El “Mundo Inteligible o de las Ideas”
es concebido según Parménides.

c) Sócrates

De Sócrates, toma Platón, la forma dialógica, el método inductivo y la preocupación por los problemas morales y políticos.
La influencia socrática es fuerte en los diálogos “De Juventud”, pero disminuye en los de “Transición y Vejez” a medida
que va planteando la “Teoría de las Ideas”.
d) Pitagorismo

Toma Platón, el “origen celeste” y la “preexistencia de las almas”, el cuerpo como cárcel y la necesidad de la virtud y el
ascetismo para liberar el alma del estorbo del cuerpo. También la inmortalidad del alma, las sucesivas reencarnaciones y
la mística de los números.

La ciencia: grados del Ser y del Saber


El concepto presocrático de ciencia como conocimiento fijo, estable cierto, necesario y universal contrapuesto a la
opinión cambiante y particular, hace que Platón intente buscar objetos estables que puedan servir de fundamento al
conocimiento científico (o de objeto de ciencia).

Platón trata de superar el movilismo de Heráclito y hallar en la realidad objetos con los caracteres del Ser de Parménides
y que respondan al concepto Socrático de esencia. Para Platón el ser y el conocer son correlativos (tienen relación) y se
escalonan en “grados jerárquicos de perfección”. El “no-ser” no se puede conocer, solo se puede conocer el ser. A
mayor grado o perfección del Ser, corresponde una mayor ciencia para conocerlo (correlativos).

Ideas (ontología, Gnoseología


verdadera ciencia) Dialéctica

Gráficos, matemática Diámora

Physis Sensible

Fantasías, sombras Sombras


Imágenes, reflejos.

Para Platón el “Mundo Sensible” es copia del “Mundo Inteligible”, pero los dos mundos es la realidad, el “Mundo
Inteligible” no es un mundo lógico, es un mundo real, más real que el “Mundo Sensible”, y la Idea es un Ser. Mediante el
pensamiento va a ascender por la dialéctica, por el conocimiento, por el amor y por la virtud.

La ciencia es una ascensión hacia el Ser, la ascensión del conocimiento tiene tres grados bien definidos:

1) Conocimiento Sensitivo: tiene por objeto los materiales y sensibles (sombras, cosas).
2) Conocimiento Racional Discursivo (diámora): versa sobre el número, los conceptos, la cantidad y las figuras
geométricas.
3) Conocimiento Racional Intuitivo: versa sobre los seres carentes de materia, de cantidad (Ideas).

La ciencia se da en el conocimiento de las Ideas, seres que no tienen materia y cantidad y que no pueden ser percibidos ni
por los sentidos o la razón discursiva. El concepto ascendente de ciencia lo simboliza Platón, en dos alegorías: 1) la de la
“línea dividida en segmentos” y 2) “la de la Caverna”, ambas en el diálogo “República”; también en el “República” hay una
jerarquía de saber en el plan de educación: las “Artes” para las clases inferiores (arquitectos, ingenieros, médicos, tejedores,
zapateros), todos los que hacen cosas sensibles produciendo algo, porque no hacen ciencia. La geometría, aritmética,
astronomía y música para los guerreros o guardianes (diámora). La dialéctica o conocimiento de las Ideas para los
filósofos gobernantes.

Dialéctica
La dialéctica tiene en Platón dos aspectos: uno lógico y otro ontológico (lógico: por medio del alma voy a llegar al Mundo
Inteligible o de las Ideas (por el amor, el conocimiento y la virtud); ontológico: los seres del Mundo Inteligible y de las
Ideas (Eidos: ver con el ojo de la mente, no es una fantasía, ni imaginación). Ambos son inseparables.

a) Dialéctico Lógico:

Significa el arte de la discusión por medio del diálogo, consiste en saber preguntar y responder acerca del objeto
examinado. Resulta una investigación en común y un procedimiento de enseñanza. También un método
investigativo legítimo que plantea hipótesis y deduce de ellas consecuencias hasta llegar a confirmarlas o bien
sustituirlas por otras que aproximan más a la verdad universal que se busca conocer. Desde este aspecto lógico la
dialéctica tiene dos fases complementarias: el primero es ascendente o de síntesis (inducción) por el cual,
eliminando las diferencias particulares, se llega al concepto común. Y el segundo descendente o de análisis
(deducción) por el cual, se divide el ser común o general en sus distintas especies siguiendo sus articulaciones
naturales hasta llegar al individuo o especie indivisible en las que está la forma propia del objeto que se quiere conocer.
Ambos procedimientos deben combinarse para llegar a la claridad de conceptos que requiere la filosofía. La dialéctica
tiene también un aspecto defensivo o “erística” que consiste en oponer argumentos o razonamientos cortos a los
largos discursos en una discusión. (lógico: síntesis, análisis y erística).

b) Dialéctico Ontológico (Ideas)

Mediante la dialéctica en su aspecto lógico se alcanza conceptos generales suficientemente fijos, estables, universales como
para poder hacer ciencia, pero a Platón no le es suficiente la universalidad lógica y atribuye a los conceptos realidad
ontológica de Seres que están el Mundo Inteligible. Con esto la dialéctica platónica cambia de carácter y pasa a ser
ontología y como ciencia suprema (noésis) que tiene por objeto las entidades trascendentes del Mundo Inteligible. De esta
manera al grado supremo de Ser, “Ideas”, corresponde el grado supremo de conocimiento, “dialéctica”. El filósofo es el que
llega a conocer el verdadero Ser de las cosas, las Ideas y en especial la Idea de Bien que es la cumbre de todas las Ideas. No
obstante, la contemplación directa de las Ideas se alcanza después de la muerte: obsis (separamos para unir, sinóptico).

Los caminos del amor y del ascetismo


Con la “Teoría de las Idas”, Platón, tiene una solución al problema del Ser y de las Ciencias, pero también le sirve para
orientar el sentido práctico de la vida humana. Sus creencias en la preexistencia, inmortalidad y trasmigración de las almas
le sugieren medios extrarracionales para trascender el Mundo Sensible. Estos medios son el amor y la virtud;
inteligencia y voluntad convergen al mismo término por distintos caminos.

El Amor, Eros (deseo que mueve la Voluntad) como relación, como principio de unión. Fue utilizado metafísicamente por
los presocráticos, pero en Platón es un concepto fundamental. El amor es amor a algo, el que ama no posee aún aquello
que ama, porque entonces ya no lo desearía, pero tampoco esta desposeído de él, pues entonces no lo amaría, el amor es
una oscilación entre el poseer y el desposeer. Se calma solo con la posesión de lo que se desea; en el “Banquete” es filosofía
y la filosofía consiste en un conocimiento perfecto que lo tienen los dioses y la ignorancia que no tiene ninguna necesidad
de aprender, la filosofía es una locura divina que concede al hombre el proceso ascensional.

Eros belleza en sí.

El proceso ascensional del “Banquete” (el eros, el amor o lo bello) tiene cuatro grados:

1) El amor a los cuerpos bellos conduce al amor de la belleza impersonal.


2) El amor de la belleza impersonal conduce al amor moral de las almas bellas.
3) El amor moral de las almas bellas conduce al amor de los bellos sentimientos y pensamientos.
4) El amor de los bellos sentimientos y pensamientos conduce al amor de la “belleza” absoluta, trascendente y
suprasensible (ya no tiene materia), causa de la belleza de todas las cosas.

La aspiración de llegar al Mundo Inteligible por el conocimiento en el “Banquete” se vuelve una aspiración de orden
afectiva, emocional de alcanzar las Ideas purificándose el alma de las adherencias del cuerpo. Con esto, la filosofía
platónica, adquiere un sentido moral y se convierte en una “meditatio mortis”, en una preparación para la muerte. En el
“Fedón” es preciso liberar el alma, acostumbrarla a dejar la envoltura del cuerpo (ascetismo) para llegar a la contemplación
de las cosas superiores; el verdadero filósofo debe disponerse a separar el alma del cuerpo; en el “Fedro” se acentúa el
sentido ascético del “Fedón”, el filósofo realiza su misión por los caminos del amor y de la ciencia, el alma impulsada por
el amor y mediante la “reminiscencia” tiende a retornar a su estado celeste, la contemplación directa de las Ideas no es
posible mientras el alma esté unida al cuerpo, pero si es posible el anhelo, la tendencia o la sabiduría bajo el impulso del
amor. La etimología de la palabra Filosofía, amor a la sabiduría, adquiere así pleno sentido.

La Reminiscencia
La reminiscencia o anamnesis es distinta de la memoria que es conservación de sensaciones. La reminiscencia consiste en
el despertar del conocimiento que el alma poseía antes de venir a este mundo (preexistencia del alma) cuando
contemplaba el Mundo de las Ideas, conocer es recordar lo ya conocido en su existencia anterior, a ello contribuyen la
vista de las bellezas del Mundo Sensible y los procedimientos racionales de la dialéctica.
El Ser
El Mundo de las Ideas

La “Teoría de las Ideas” constituye el eje central del pensamiento platónico, aunque a lo largo de su vida le da diversas
modalidades y le hace correcciones no lo abandona jamás. Platón vio que la existencia de seres múltiples, contingentes y
mudables postulan necesariamente una realidad fija, estable y absoluta. Creyó hallar la solución atribuyendo a los
conceptos el valor ontológico (reales verdaderos; considerándolos seres reales situados en un mundo superior al Mundo
Sensible), de esta manera la realidad queda dividida en dos mundos contrapuestos y distintos, por una parte, el Mundo
Superior, invisible, eterno e inmutable de las Ideas subsistentes; y por otra parte el Mundo Sensible, visible, material,
sujeto al cambio y la mutación. Estos dos mundos se contraponen como lo perfecto a lo imperfecto en el orden ontológico;
y gnoseológicamente hay entre ellos una separación en el modo de conocer. En los diálogos de “Juventud” aparece ya un
esbozo de la Teoría de las Ideas, pero en el período de “Transición” aparece como doctrina corriente y se precisan los
caracteres de las Ideas. Las entidades del Mundo Inteligible son invisibles, eternas, simples, son esencias sustanciales o
individuales, que tienen toda la realidad que es posible tener, son verdaderamente seres, modelo de las cosas del mundo
sensible. En el “República” Libro V, se ve claramente la contraposición entre el Mundo Inteligible (que es el Mundo del
Ser Perfecto) y el Mundo Sensible de los seres físicos que son y no son por ser copias de los Seres perfectos y estar sujetos
al cambio. El Mundo Inteligible está ordenado jerárquicamente a manera de una monarquía (todo viene de un mismo
principio: mono arjé), por encima de todas las Ideas está la Idea de Bien, es la Idea Suprema que condensa toda la plenitud
del Ser y de la perfección. La Idea de Bien es la “Idea de las Ideas” (el Sol del Mundo Sensible) es la causa, el fin y la razón
del Ser de la Verdad y la fuente del conocimiento, el fin del conocimiento intelectivo y también el término del proceso del
amor y la virtud. Es el Sol del Mundo Inteligible que está presente en todas las Ideas, pero las trasciende a todas,
permaneciendo distinta y separada (no se confunde con las otras Ideas). La Idea de Bien es infinita, está más allá de toda
esencia y limitación (cada Idea es individual, no es la relación de muchas cosas, ella sola es en sí, pero representa una
esencia, la esencia que comparten muchos individuos) y como el Sol del Mundo Inteligible produce la luz que permite ver,
conocer; la Idea de Bien, permite al ojo del alma ver las Ideas y dar la esencia y la existencia a todas las cosas. Platón nunca
determina un número de Ideas, es que debería ser igual a loas especies de cosas en el Mundo Sensible. En el “Parménides”
y en el “Sofista”, Platón, hace una crítica de la Teoría de las Ideas; en el primero supera el movilismo de Heráclito
mostrando que a pesar de la dificultad de la relación posible entre dos mundos tan distintos, las consecuencias que surgen
para el conocimiento, si no existe el Mundo Inteligible, son desastrosas; y en el segundo (sofista) trata de libertarse del
inmovilismo de los elatas. En el “Sofista”, el personaje “el extranjero de Elea” al considerar el estatismo de las Ideas, se
extraña que unos seres tan perfectos estén privados de vida y movimiento, así Platón presenta la modificación que el Ser
es estático y dinámico a la vez, para esta modificación introduce los “Géneros Supremos”. El movimiento y la quietud
son géneros distintos y contrarios, pero ambos se comunican con el Ser; dando un paso más, se dice que cada uno de estos
tres géneros es idéntico a si mismo y diverso a todos los demás. Platón prosigue estableciendo la noción del “no-ser”. De
cada uno de los cinco géneros mencionados puede decirse que “es” en cuanto que participa del Ser y es idéntico consigo
mismo; y no es en cuanto es diverso de todas las demás cosas de las cuales se distinguen: el “no-ser” no es lo contrario del
Ser, sino lo diverso del Ser y en unión con lo diverso, distingue las Ideas y las cosas unas de otras. Por último, Platón,
señala otro género supremo: el “Logos” que es un “Otro del Ser”. El Logos es la trama, el complejo de las relaciones
posibles entre las Ideas. Las Ideas pueden mezclarse y comunicarse entre sí, aunque no todas, sino solamente las que son
afines y no implican contradicción.

Según Aristóteles en “Metafísica” Libro I, Platón en la última fase de su pensamiento lo revistió todo con expresión
matemática, los seres matemáticos serían intermediarios entre los objetos sensibles y las Ideas.

Relación entre el Mundo Inteligible y el Mundo Sensible


Entre los dos mundos existen paralelismos, pero las relaciones entre ambos plantean problemas que Platón trata de
resolver recurriendo a dos teorías:

a- Participación
b- Imitación

No se decide por ninguna como solución.

a- Participación:

Consiste en tomar o recibir parte de algo, las cosas tienen ser en cuanto tienen una parte de ese algo superior, que son las
Ideas. Esta solución esta propuesta en el “Banquete”, “Fedón” y “República”, pero es sometida a crítica en el “Parménides”.
Sirve para explicar la realidad ontológica de las cosas, pero compromete la unidad y la trascendencia de las Ideas.
b- Imitación:

Consiste en reproducir en forma exacta o muy semejante una cosa modelo. Esta solución aparece en el “Fedro”, deja a
salvo la naturaleza de las Ideas, pero quita ser a las cosas sensibles, que solo serían sombras o copias. En el “Sofista”, Platón,
trata de conciliar ambas teorías: la participación se da en el Mundo Inteligible y la imitación se da entre el Mundo
Inteligible y el Mundo Sensible. En el “Timeo” toda la obra creadora del Demiurgo es por imitación.

Teología
La noción de “lo divino” es sumamente vaga en Platón, no se concentra es una sola entidad personal, sino que es una
noción amplísima y difusa que se aplica a muchas entidades (el divino Platón). Ser viviente y ser divino son para él
equivalentes (dos cosas idénticas entre sí/ a mayor ser, mayor divinidad: Bien). La jerarquía de las divinidades va
descendiendo: “Idea de Bien”, Ideas en general, Demiurgo (artesano), el Alma Cósmica. El atributo de “lo divino” es la
inmutabilidad (no tiene perfección para adquirir).

Pruebas de la existencia de Dios

Son pruebas de la existencia de muchas entidades divinas, trata de discutir con ellas las teorías mecanicistas (atomistas)
y el ateísmo (no hay ley moral). Platón conserva respetuosamente los dioses tradicionales de Grecia, pero trata de
encontrar respuestas más elevadas.

Pruebas

a- Por medio de la dialéctica que llega al conocimiento de la existencia del Mundo de las Ideas trascendentes. El
alma que trasciende el Mundo Sensible llega a percibir la “Idea de Bien”.
b- Por los caminos extrarracionales del amor, se llega a la contemplación de la “Belleza” en sí. (Idea de Bien).
c- La existencia del Mundo Sensible exige la existencia de una causa eficiente, el Demiurgo (“Timeo”).
d- El orden y la armonía del Universo revelan la existencia de una causa inteligente (“Timeo y Filebo”).
e- El movimiento del Universo reclama la existencia de un primer motor, el primer motor es el “Alma Cósmica”
(“Leyes”).
f- La vida de los vivientes mortales reclama la existencia de una vida inmortal.
g- Por la sanción moral. (Platón es el primero que plantea una escatología). Platón alude a mitos escatológicos de
recompensas o castigos para las sanciones.

Crítica

En lo moral, la purificación y el retorno es una labor particular de cada hombre, nada indica que las Ideas conozcan las
almas, ni se preocupen por ellas. Sin embargo, la Teología platónica plantea perfectamente la necesidad de la existencia
de Dios, partiendo de un mundo contingente, las escuelas antiguas posteriores se basan en ella, y los caminos trazados
por Platón son los mismos que Santo Tomás de Aquino, sobre otras bases, convierte en las cinco vías para elevarse hasta
la realidad trascendente.

Mundo Sensible: obra del Demiurgo


En el “Timeo” para explicar el origen y el orden del Mundo, Platón presenta “el Demiurgo” (alfarero, artesano) mito de su
invención. El Demiurgo es un ser divino, pero de categoría inferior a las Ideas; comete la travesura de organizar el Universo
Sensible, introduciendo en la materia una copia de los arquetipos ideales (el Demiurgo lo hace jugando, sin finalidad,
para entretenerse). El Demiurgo no es la causa del mal (el hizo lo mejor que pudo, al ser limitado por la materia), él es
bueno y sin envidia. Platón sostiene que desde toda la eternidad existe: a) el Mundo Inteligible y debajo de ellas el
Demiurgo que lo contempla (contempla las Ideas); b) la materia caótica; c) el espacio vacío (jora). Con estos elementos,
las Ideas como modelo, la materia como material y el espacio vacío como lugar para colocar sus creaciones, el Demiurgo
comienza su labor. Primeramente, creó el “Alma Cósmica” (que está en todos lados, que impulsa y anima todo) para que
fuese principio de vida y de movimiento, la creó con elementos ideales, sin nada material. Segundamente, creó el “Cuerpo
del Mundo” con toda la masa de la materia y la unió al “Alma Cósmica” para que el Mundo tuviera vida. Luego formó los
astros, los dioses inferiores y la parte superior de las almas humanas (el alma tripartita) con los residuos que le quedaron
del “Alma Cósmica”. Los dioses inferiores, utilizando los cuatro elementos, formaron los cuerpos para las almas, creando
además un “alma mortal” con dos partes: irascible y concupiscible y unieron las almas a los cuerpos. Los dioses inferiores
crearon, además, dos especies de vivientes: los peces y las aves. Platón sostiene el optimismo universal, su convicción es
que la obra del Demiurgo es la obra más perfecta y divina que se podía realizar en la materia.
Antropología
La antropología de Platón es una Piscología, un estudio del alma de carácter ético. Con ella trata de explicar el conflicto
interior del hombre compuesto de dos elementos contrarios y distintos: el alma (de origen celeste) y el cuerpo (material).
El alma es inmaterial, simple, divina e inmortal. El cuerpo es un conglomerado de elementos materiales que se disuelve
con la muerte. Debido a su origen celeste y su inmortalidad, lo propio del alma es el pensamiento. Del cuerpo son las
sensaciones. El alma es connatural con las Ideas, y participa de la “Idea de Vida”, es única e invisible, ella da vida y
movimiento al cuerpo al que esta unida de manera accidental y momentánea  dualismo platónico.

El Alma
El alma consta de tres partes con tres funciones distintas (tripartita). La primera parte la hizo el Demiurgo (es inmortal),
es la parte o alma racional (nous), es decir, la inteligencia y la voluntad; se aloja en la cabeza, es inmortal y dirige las
operaciones superiores del hombre (inteligencia y voluntad). La segunda parte, es el alma pasional (calórica, lo que
motiva) (sumós), se aloja en el pecho, tórax; es la fuente de las pasiones nobles y generosas (fortaleza, morir por la patria).
La tercera parte, es el alma concupiscible o apetitiva (epizumía); se aloja en el vientre (debajo del diafragma / se ponen
en relación con la médula espinal) de ella provienen los apetitos groseros y las pasiones inferiores.

La inmortalidad del alma

Platón sostiene la inmortalidad del alma racional y la existencia de una vida después de la muerte. En el “Fedón” da cuatro
pruebas de la inmortalidad del alma:

1- Por sucesión cíclica de los contrarios: los contrarios se suceden alternativamente: “el sueño sucede a la vigilia
y la vigilia al sueño”. Ahora bien, vida y muerte son cosas contrarias, es claro que a la vida sigue la muerte, así a la
muerte debe seguir la vida.
2- Por la reminiscencia: para recordar es preciso haber aprendido antes lo que se recuerda. Experimentamos la
reminiscencia de lo que el alma aprendió antes del nacimiento, luego el alma preexistió al cuerpo y por lo tanto
es natural que le sobreviva.
3- Por la simplicidad del alma y su afinidad con las Ideas: el alma cuando está aún unida al cuerpo tiende por sí
misma hacia las Ideas, realidades superiores, invisibles, divinas, simples, inmutables. El cuerpo material no. Esto
es una prueba de que el alma pertenece a la clase superior de seres y por lo tanto es simple e inmortal como ellos.
4- Por la participación de la Idea de Vida: cada cosa no puede participar a la vez de Ideas contrarias entre sí, por
ejemplo: lo par y lo impar. Ahora bien, vida y muerte son contrarias, si el alma participa de la Idea de Vida, no
puede participar de su contrario, la Muerte, por consiguiente, el alma es inmortal.

Escatología y Sanciones

El carácter moral de la filosofía platónica y la convicción de una vida ultraterrena hacen que Platón imagine la suerte de
las almas según su conducta aquí. En la “Apología” Sócrates, parte esperanzado hacia el Hades (Plutón), pues allí hay
jueces justos; en “Gorgias”, “Fedón” y “República” desarrolla tres fases distintas y complementarias de un mismo mito: las
almas se presentan desnudas ante un tribunal en la bifurcación de dos caminos: el que lleva a la “Isla Afortunada” y el que
lleva al “Tártaro”, lugar de expiación. Las almas justas y virtuosas van a la región “etérea” (celeste) donde moran con los
dioses por siempre. Las almas mediocres son embarcadas hacia la laguna “Aquerusia”, allí expían un tiempo, luego vuelven
a reencarnarse en cuerpos mortales. Los grandes criminales son conducidos a las zonas infernales (inferior), pero al pasar
por la laguna pueden pedir perdón a sus víctimas, si éstas los perdonan pueden volver a reencarnarse, los que no lo logran
son precipitados al Tártaro por siempre (apokastastasis- arrepentirse y tener otra oportunidad). En el mito de “Er” en el
“República”, Platón, presenta las almas en el momento de retornar a la tierra, cada 1000 años, eligiendo el género de vida
que desean en su reencarnación, antes de volver beben de las aguas del “Améles” o “Leteo” y pierden la memoria de sus
vidas anteriores, en las “Leyes” perdura el concepto de una sanción más allá de esta vida. Las almas que hayan vivido en el
vicio habitarán por siempre en un lugar expiatorio; Las virtuosas en un lugar santo.

Ética
Los hombres aspiran a la felicidad, pero ¿cuál es el objeto capaz de hacer feliz al hombre, es decir, el Sumo Bien? En el
círculo socrático se debatía la primacía entre dos clases de vida que podían hacer feliz al hombre, si la entrega al placer o
so las consagrada a la sabiduría y a la práctica de la virtud. De estas controversias surgen dos escuelas antitéticas,
opuestas totalmente: la hedonista de “Aristipo” o la escuela cínica (perro/Diógenes/forma de vida) de “Antístenes”
que defendía la virtud. Platón adopta una posición intermedia y equilibrada, sin condenar el placer, trata de regular con
la razón y atribuye al Sumo Bien como propiedad fundamental “la suficiencia o autarquía” (es su propio principio/ él es
suficiente en sí mismo, por sí mismo para hacer feliz al hombre), para asegurar al hombre con su posesión. El Sumo Bien,
que es suficiente por sí mismo para hacer feliz al hombre, no puede ser el puro placer sensible que es inestable y solamente
atiende a la parte más baja del hombre (alma concupiscible), una vida entregada al placer es de animal y el hombre tiene
un alma inteligente, pero el hombre no es tampoco inteligencia pura, sino que consta también del cuerpo, por lo tanto, la
sabiduría no sería totalmente el bien del hombre pleno o completo. El Bien del hombre consistirá en llevar una vida mixta
alimentada por dos fuentes: la del placer que puede compararse a una fuente de miel y la de la sabiduría de la cual brota
agua pura y saludable. En la mezcla deberá entrar toda el agua, pero no toda la miel (“Filebo”). Platón, en el “Filebo”,
establece una escala de bienes conforme a la triple norma griega de la medida, verdad y belleza (“Kalón te kai Agathón, de
nada con excesos), que son las tres Ideas con las que se puede aferrar el bien. La mezcla dosificada de placer y sabiduría,
armonizados en una vida virtuosa, darán por resultado la felicidad de la que es capaz el hombre en este mundo. El
pensamiento de platón por el Sumo Bien se complementa para determinar el sentido práctico de la vida y la conducta
humana con la Teoría de las Ideas; las dialécticas combinadas de la inteligencia y la voluntad tienen por objeto el Ser
inmutable y verdadero, que es a la vez el bien absoluto al cual tiende la vida virtuosa (la ética de platón es trascendente).

La Virtud
El Sumo Bien se alcanza por la práctica de la virtud. Platón supera el realismo sofistico, pues siguiendo la tradición griega,
relaciona la virtud con el Ser, la Ley, la Justicia y con el “Orden Cósmico”. El orden jurídico y social deben imitar el Orden
Cósmico, con estos criterios tradicionales platón trata de establecer que es la virtud, es decir, su naturaleza.

a) La virtud es armonía entre alma y cuerpo: integra los elementos contrarios, alma y cuerpo, sometiéndolos a la
razón.
b) Es salud del alma: es el resultado de la armonía y proporción en la vida humana.
c) La virtud es purificación: tiene por función reprimir las pasiones inferiores y preparar el alma para separarse del
cuerpo.
d) La virtud es imitación de Dios: en las “Leyes” la virtud aparece como la expresión más perfecta de la religiosidad:
Dios es la medida de todas las cosas, para hacerse amigo suyo es preciso asemejarse a él por medio de una conducta
virtuosa.

División de las virtudes

Platón define las funciones de las distintas virtudes que fundamentaran tres clases de vida: según la sabiduría, según la
virtud y según el placer.

1. Justicia: (dykaiosine) virtud general que comprende las otras virtudes, pone orden y armonía en el conjunto,
tanto en orden individual como el orden social.
2. Prudencia o sabiduría (frónesis): es la propia del alma racional (Nous) que es lo divino en el hombre. Regula
y dirige la vida práctica, llega a conocer el Bien Supremo para así dirigir la conducta toda.
3. Fortaleza o valor (andreia): virtudes masculinas: regula las pasiones nobles, hace que el hombre se sobreponga
al dolor sacrificando los placeres para cumplir con su obligación; regula el alma fogosa o pasional (tórax, irascible).
4. Templanza (sofrosyne): implica serenidad, domino de sí mismo, regula el alma concupiscible. Pone orden y
moderación en las actividades de la parte inferior del hombre.

Política
Platón concede gran importancia a la ciencia política, le dedico tres diálogos: “Republica”, “Político” y “Las Leyes”. Platón
señala el origen de la sociedad en factores de orden económico, el hombre aislado no se basta a sí mismo. Para vivir
humanamente y atender a su perfección intelectual y material necesita de la cooperación de sus semejantes. El hombre es
un animal social, en agrupación con otros hombres encuentra el complemento para satisfacer sus necesidades primarias
de subsistencia y defensa y a sus aspiraciones intelectuales (habitación, alimentación, vestido). Una vez agrupados
los hombres en sociedad, paulatinamente, esta se convierte en “ciudad de estado”: Polis (primero se asocia, después se
organiza, después se dan leyes) cuyo fundamento es la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. En la sociedad brota
de manera espontánea la división del trabajo, las necesidades naturales (alimento, vestido, habitación) dan origen a los
distintos oficios (zapatero, carpintero, albañil, arquitecto). Conforme crece la ciudad aparecen más necesidades como el
comercio y la navegación. La ambición o la necesidad de ampliar el territorio hará que se necesite la función de defensa
(ejercito) y la vida misma de la ciudad requerirá de la función de gobierno.

De la división del trabajo se origina la división de la Polis en clases sociales, que además estarán en relación con el tipo
de alma predominante en cada clase.

a) El elemento concupiscible predominara en la clase inferior, creadora de riqueza, que se dedica a los oficios
y a las artes (carpintero, arquitecto, medico, comerciante). Esta clase ha de ser la más numerosa, podrá tener
hijos y familia propia. La virtud que debe desarrollar esta clase es la templanza.
b) El elemento pasional predomina en la clase de los guardianes que velan y guardan (defienden la ciudad). Su
número no debe exceder de mil y su virtud es el valor, pero también deberán ser temperantes, ágiles, sagaces
y hasta un poco filósofos, por lo que se les ensañara un poco la ciencia dialéctica. De esta clase se eligen los
gobernantes. Los guardianes viven a cargo del estado y en edificios del estado, no podían tener bienes ni
familia propia (había guardianes mujeres y varones).
c) El elemento racional es propio de los gobernantes o guardianes superiores a quienes se les enseña toda la
ciencia dialéctica. Su misión es administrar, legislar y vigilar el cumplimiento de las leyes. Su virtud es la
sabiduría.

Formas de gobierno
Platón sintetizo en el “Republica” los regímenes políticos según la parte del alma que predomina en la ciudad. Los
regímenes se van degenerando a partir del más perfecto al peor hasta recomenzar.

a) Monarquía o aristocracia: forma pura o perfecta de gobierno, el mando es ejercido por el mejor o por un
grupo de mejores que rigen la ciudad conforme a la prudencia. De la degeneración provienen las otras formas
de gobierno.
b) Timocracia: (timo: glándula cerca del esternón; emociones) predomina el elemento pasional o irascible
que ambiciona conquistas y honores. Manda la clase militar (guardianes). Este régimen conserva aún virtudes
del antiguo régimen y el amor a la patria (sentimientos altruistas, sentimientos de solidaridad).
c) Oligarquía (Oligo: pocos / gobierno de unos pocos): la creciente ambición de riquezas queda en pocas manos,
minoría riquísima y mayoría empobrecida y sin medio de vida. Dominan por el temor y la inseguridad.
d) Democracia: el pueblo extermina a los oligarcas y se apoderan del gobierno. Los cargos se escogen por
elección popular y recaen en los miembros menos dignos y preparados. No hay libertad sino libertinaje.
e) Tiranía: en ese exceso de libertinaje, predominan los más audaces y violentos. El demagogo (el que conduce
a las masas) favorito del pueblo se apodera del mando y se erige en tirano, suprime la libertad política. Es el
grado más bajo en que puede llegar la degeneración de las formas de gobierno.

Al derecho inevitable de la degeneración progresiva platón propone sostener la ley.

Justicia
Individual: es una virtud del alma que da orden y armonía entre las tres partes del alma.

Social: armonía entre clases, prudencia.

La justicia es la garantía del bien común.

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