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¿Qué autores desarrollan teorías sobre la domesticación del maíz?

Mesoamérica era un área de “cultivadores superiores dentro de la cual no sobrevive


ninguna tribu no cultivadora,” continúa Kirchhoff.
Las investigaciones más importantes sobre plantas cultivadas en el mundo
incluyendo las del área mexicana-centroamericana comenzaron a realizarse en la
segunda y tercera década de este siglo por el botánico soviético Nikolas l. Vavilov.
delimitaron con precisión ocho centros independientes de donde proceden las
principales especies vegetales domesticadas. Uno de estos centros,
correspondiente a México y Centroamérica que coincide con el área conocida como
Mesoamérica, resultó la zona originaria de más de cincuenta especies vegetales
cultivadas, sin considerar las ornamentales. Richard S. Mac Neish, que la
domesticación y desarrollo histórico del maíz y de otras especies fue “un proceso
disperso y geográficamente fragmentado”, que tuvo lugar simultáneamente en
varias regiones. Una de ellas fue sin duda la del centro-sur del México actual, en la
que al parecer se domesticó el maíz.
Mangelsdorf y otros especialistas aseguran que, poco antes de la invasión europea
“el complejo agrícola de Mesoamérica incrementado con nuevas plantas
desarrolladas localmente e importadas de otras áreas era el más rico conjunto de
plantas comestibles del hemisferio occidental”.
Arturo Warman, no tiene padre conocido; no existe en la actualidad una raza de
maíz silvestre que sea aceptada de forma unánime como tal. Existe una tendencia
a considerar que el padre puede ser el llamado por los botánicos “teocentli” (que
debiera llamarse correctamente acecentli) (Euchlaena mexicana o Zea mexicana).
G. Beadle, hay que reconocerle al hombre prehistórico de México el haber producido
“el mayor cambio morfológico de cualquier planta... y haber adaptado el maíz al más
amplio rango geográfico”.
Las pruebas más antiguas de la presencia del maíz en América proceden de la
cuenca de México, en donde se encontró fósil de polen de maíz o de su ancestro
silvestre, en capas fechadas en 80 mil años (cuando excavaron los cimientos de la
Torre Latinoamericana, en el centro de la ciudad de México), y de los valles de
Tehuacán y de Oaxaca. En las cinco cuevas excavadas en Tehuacán por Mac Neish
(Coxcatlán, Purrón, San Marcos, Tecorral y El Riego), se encontraron numerosos
restos de maíz primitivo ya domesticado, que son los más antiguos hasta ahora y
que probablemente son de un progenitor de las actuales “razas antiguas” llamadas
chapalote y nal-tel.
Mangelsdorf y otros autores sostienen que “es muy posible que el florecimiento de
la civilización en Mesoamérica esté relacionado con el arribo a la región de estas
razas sudamericanas, superiores desde el punto de vista agrícola”.
En la sección conocida como la Magdalena, Michoacán, se encontró un fragmento
de lava volcánica con impresiones de mazorcas de maíz domesticado, Wellhausen
dice que corresponde a un volcán inactivo y se desconoce la ultima fecha de
erupción, dice que la datación puede ser de miles de años.
En Naquitz, Oaxaca, se encontraron granos de polen de teocinte en niveles cuyo
fechamiento se remonta al 2700 A.P, esta investigación es por Flannery.
¿Cómo se dio el proceso de domesticación del maíz?

En América el extraordinario fenómeno del surgimiento de la agricultura sólo tuvo


lugar en dos áreas, probablemente tres: Mesoamérica, el área andina y el área
circuncaribe. En Mesoamérica el inicio de la domesticación de plantas de cultivo
ocurrió entre 7500 y 5000 años antes de nuestra era, es decir hace 9500 a 7000
años.
Una de las teorías más aceptadas es la construida por N.I. Vavilov en su
investigación sobre los centros de domesticación de plantas en el mundo. Para él,
y posteriormente para otros, el principal factor que interviene en el surgimiento del
cultivo en una región determinada es la gran diversidad y riqueza de su vegetación
natural. Según Vavilov, México y la parte adyacente de Centroamérica reunía sin
duda esta condición, derivada en gran medida de la diversidad ambiental producida
por las grandes diferencias internas, climáticas, de altitudes, temperatura y régimen
pluvial, principalmente. Un escenario así brindaba a los potenciales domesticadores
una gran variedad de plantas susceptibles de domesticar y cultivar.
R.S. Mac Neish y K.V. Flannery, principalmente en los valles de Tehuacán y
Oaxaca, nos han permitido conocer parte de este proceso extraordinario de cambio,
indican que es poco probable que alguna vez se llegue a conocer la cronología
exacta de la domesticación de plantas en México, debido a que los sitios en donde
es posible localizar los vestigios (es decir, sitios precerámicos) están muy dispersos,
pocos han sido excavados, las condiciones de preservación son muy impredecibles
y las fechas de radiocarbono (técnica usada para fechar los restos arqueológicos
orgánicos, entre ellos los de plantas), son muy ambiguas.

La domesticación de plantas poco a poco los convirtió en sedentarios: la necesidad


de vigilar las siembras y de realizar las labores de cultivo para facilitar el ciclo de
crecimiento vegetal y con ello obtener cada vez mejores resultados, los arraigó poco
a poco al mismo suelo en que sembraban y cosechaban. No bastaba ya con revisar
de vez en vez el estado de las plantas en crecimiento, había que estar más cerca,
cuidarlas, vigilarlas y propiciar lo mejor para ellas. Este proceso, conocido como
sedentarización fue, como el de la domesticación de las plantas, prolongado y
paulatino. El hecho extraordinario es que, ya entre 1500 y 1000 años a. de C., a
todo lo ancho y largo de Mesoamérica, de Tamaulipas a Oaxaca, de Guatemala a
la cuenca de México, empezaron a surgir pequeños poblados de cultivadores
sedentarios que también se dedicaban a tejer cestería y a manufacturar objetos de
cerámica y piedra, surgiendo los primeros especialistas.

Durante el Formativo (1500-300 años a. de C.), continuó el proceso de


domesticación de vegetales, la actividad de cultivarlas y la vida en aldeas. Se
supone que la agricultura que se practicó inicialmente era de temporal, quizá
combinada con el aprovechamiento de los lechos húmedos de los arroyos (a la
manera de los arenales) y, durante la época de lluvias, de las terrazas bajas de ríos,
arroyos y barrancas.
Todo parece indicar, como lo ha afirmado Richard S. Mac Neish, que la
domesticación y desarrollo histórico del maíz y de otras especies fue “un proceso
disperso y geográficamente fragmentado”, que tuvo lugar simultáneamente en
varias regiones. Una de ellas fue sin duda la del centro-sur del México actual, en la
que al parecer se domesticó el maíz. (Rojas Gabriela)

El inicio de la domesticación del maíz no ocurrió en una sola localidad, si no en un


amplio sector, donde además de estar presente la teocinte, existían diversos
atractivos para que la sedentarización se pudiera realizar de una manera adecuada,
por ejemplo: la pesca, la caza y recolección.
El fenómeno Hombre – Teocinte se dio en todos los sitios donde convivían los dos
organismos, pero en todos ellos prospero el proceso de domesticación primera, para
dar paso a la interdependencia que poco a poco se fue fortaleciendo entre el maíz
y el hombre; esta interdependencia nació entre el rio Balsas, la Sierra Volcánica
Transversal de México y la cuenca de los ríos Lerma – Santiago. Para el Valle de
México se han encontrado granos de polen de maíz domesticado, en estado fósil, a
los cuales se les atribuye una antigüedad de 60 000 a 80 000 años, según
Barghoornm y Mangelsdorf. (Miranda Colin)

¿Cómo fue el proceso de la domesticación del frijol?

El género Phaseolus incluye cinco especies domesticadas en época prehispánica, Se ha recuperado


de contextos arqueológicos variedades cultivadas del frijol común desde Chile hasta el nordeste de
Estados Unidos.
Originalmente las capas donde se recuperó el material se fecharon usando la técnica de
radiocarbono convencional aplicado a carbón asociado con los hallazgos de material vegetal. El
fechamiento directo de los restos botánicos por AMS ha mostrado en algunos casos variaciones en
las fechas.
En el caso de los restos arqueológicos, aunque los ejemplares identificados como tipo “phaseolin”
o leguminoso, no se consideran ancestros del frijol común, sí se observa un cambio en el tamaño
de la semilla entre éstos y los ejemplares domesticados.
Kaplan (1981), propuso la hipótesis de que la evolución del tamaño de la semilla se debió a que el
sistema poligenético que contribuye a este incremento se vio favorecido por la hibridación a
través de la polinización por abejas, entre el P. coccineus y el P. vulgaris silvestres. Ambas especies
tienen una distribución amplia en Mesoamérica.
Respecto a la domesticación y dispersión del frijol común (P. vulgaris) se han propuesto tres
hipótesis:
a. La existencia de una región única de origen en Mesoamérica, de la cual fue transportado a
Sudamérica.
b. La posibilidad de que el frijol común fue domesticado en Sudamérica y transportado a
Norte América.
c. Origen independiente basado en la presencia del frijol común alrededor del 7000 ap en
ambas regiones, lo cual es anterior a los contactos culturales. Esta propuesta se basa en
que la evidencia de frijol en las costas de Perú y Ecuador es más tardía por lo que no pudo
ser transportado.
El análisis electroforético de la proteína phaseolin ha sido usado como marcador para rastrear las
posibles rutas de dispersión del frijol común de sus centros de domesticación a otras regiones.
(McClung)
Frijol (Phaseolus spp.). Los frijoles, como el maíz, llegaron a tener una amplia distribución
en el territorio agrícola prehispánico de México y Centroamérica. Frijoles y maíz
constituían una combinación dietética inseparable pues las semillas secas de frijol
aportaban proteínas vegetales, triptófano y lisina, un aminoácido esencial del que el maíz
es deficitario.
Como el maíz, el frijol tenía una presencia muy amplia en Mesoamérica y como éste,
además de producirse en las diversas regiones, circulaba a través del comercio y la
tributación.
Las trojes o silos se usaban para almacenar productos secos como maíz, frijol, chía Las
formas, tamaños y materiales de las trojes presentaban variaciones según fueran
domésticas de campesinos, en las parcelas, de los nobles o del estado y sus diversas
dependencias. (Rojas Rabiela)
En la cueva de Guilá Naquitz se encontraron una semilla y una vaina silvestre en un nivel
precerámico, pero no corresponden al género Phaseolus. Sin embargo, un análisis más detallado
usando la microscopía electrónica reveló características de la tribu Phaseolinae, por lo que dichos
ejemplares se excluyen como posibles ancestros del frijol común.
El ejemplar supuestamente más antiguo de P. vulgaris procedente de la Cueva Coxcatlán es un
fragmento de vaina, recuperado de la fase Coxcatlán (5000-3500 aC) y le corresponde un
fechamiento por AMS mucho más temprano

¿Cómo fue el proceso de la domesticación de la calabaza?

Todas las especies del género Cucurbita son originarias del continente americano,
éstas se pueden separar en dos grupos claramente distinguibles de acuerdo con
sus características fitogeográficas, como son: a) especies anuales que crecen en
zonas húmedas y, b) especies perennes que crecen en zonas áridas.
La mayor parte de las especies silvestres estaban pobremente estudiadas hasta
hace poco y su principal investigador, Bailey (1943) se basó en muestras
incompletas, de tal forma que algunos investigadores como Nee piensan que el
género sólo incluye doce o trece especies.
Cada especie domesticada de Cucurbita está relacionada con un ancestro silvestre
del cual se desarrolló. El centro de diversidad de la especie domesticada, en todo
caso, se encontrará generalmente en el rango geográfico de distribución de su
especie silvestre progenitora y el registro arqueológico será más prolongado y
antiguo.
La relación de C. argyosperma con un centro de domesticación originario en México
y Centroamérica se ve reforzado con el registro arqueológico, pues se encuentra
prácticamente ausente fuera de esta región. Aún en la actualidad, el proceso de
domesticación parece continuar en el occidente de México.
Los restos más antiguos de Cucurbita recuperados en contexto arqueológico
provienen de la cueva Guilá Naquitz en Oaxaca, donde se fecharon semillas de
Cucurbita pepo por AMS entre 7610±60 a 8990±60 años de radiocarbono (entre
8300 y 10,000 años ap) (Smith, 1997a: 933). (McClug)
¿Cuáles son las evidencias arqueológicas sobre el origen de la agricultura y su
antigüedad?

Mesoamérica era un área de “cultivadores superiores dentro de la cual no sobrevive


ninguna tribu no cultivadora,” continúa Kirchhoff.
Las investigaciones más importantes sobre plantas cultivadas en el mundo
incluyendo las del área mexicana-centroamericana comenzaron a realizarse en la
segunda y tercera década de este siglo por el botánico soviético Nikolas l. Vavilov.
delimitaron con precisión ocho centros independientes de donde proceden las
principales especies vegetales domesticadas. Uno de estos centros,
correspondiente a México y Centroamérica que coincide con el área conocida como
Mesoamérica, resultó la zona originaria de más de cincuenta especies vegetales
cultivadas, sin considerar las ornamentales. Richard S. Mac Neish, que la
domesticación y desarrollo histórico del maíz y de otras especies fue “un proceso
disperso y geográficamente fragmentado”, que tuvo lugar simultáneamente en
varias regiones. Una de ellas fue sin duda la del centro-sur del México actual, en la
que al parecer se domesticó el maíz.
Mangelsdorf y otros especialistas aseguran que, poco antes de la invasión europea
“el complejo agrícola de Mesoamérica incrementado con nuevas plantas
desarrolladas localmente e importadas de otras áreas era el más rico conjunto de
plantas comestibles del hemisferio occidental”.

La agricultura comenzó a practicarse en los siglos XVII y XVIII con


la llegada de los misioneros jesuitas y, posteriormente, de grupos
de familias de Sonora, Sinaloa y Nayarit, las cuales crearon con las
comunidades locales una cultura híbrida conocida como
"rancheros".
Un importante recurso que permitió el establecimiento de la
agricultura en zonas áridas fueron los oasis, los cuales son fuentes
naturales de agua permanente que brindan condiciones para el
establecimiento de vegetación que en el área circundante no
prospera y que además es el único tipo de agricultura que no
requiere extraer agua del subsuelo para practicarse.
Del trabajo de Vavilov, complementado por los de otros botánicos como el del
norteamericano Robert L. Dressler, publicado en 1953, puede deducirse que antes de la
conquista se cultivaban en Mesoamérica 88 especies diferentes, 71 de las cuales eran de
origen mexicano-centroamericano y 17 introducidas de diversos lugares.

La difusión de especies desde sus regiones de origen a toda el área mesoamericana,


especialmente las del complejo agrícola básico formado por maíz, frijoles, calabazas y
chile, se produjo aproximadamente hacia el año 2000 a. de C., “revolucionando la
naturaleza del cultivo de un nivel de agricultura incipiente a uno de agricultura de aldea”,
es decir que permitió la vida sedentaria y la formación de los primeros pueblos agrícolas.
(moreno calles)
Dispersión del Aparición de Aparición de la Aparición de la Conquista
Teocintle desde los calendarios Cerámica Cerámica
el Sureste de
Guatemala-
Honduras
10 000 A.P.

Los sistemas agroforestales de México

los sistemas tradicionales o de la "tradición moderna", como los


definen Toledo y Barrera-Bassols (2008). Los sistemas
agroforestales tradicionales y sus prácticas son formas de uso del
suelo con una larga historia de manejo en México, incluso
precolombina.

En estos sistemas se desarrollará

1) la preservación selectiva de componentes forestales o


silvícolas.
2) el manejo de elementos agrícolas que incluyen plantas
perennes o anuales cultivadas.
3) manejo de animales silvestres, en proceso de domesticación.
4) unidades sociales de producción de los distintos componentes
interacciones ecológicas entre los elementos forestales y
agrícolas del sistema dentro de un contexto ecológico,
cultural y económico.

en la última década se han incrementado los estudios de estas


formas de uso de la tierra y actualmente se están desarrollando
estrategias conjuntas entre organizaciones para el mejoramiento
de los SAF.

los SAF cuya descripción se seleccionó tomó en cuenta:

1) que fueran representativos de los grandes tipos de sistemas.


2) sistemas agrícolas con largo tiempo de permanencia en
México.
3) sistemas utilizados en la actualidad.
Ubicación del sistema Incluye tres componentes principales: el
monte, la parcela y el huerto o solar. Es
posible identificar los sistemas
agroforestales aquí.
Intensidad de manejo Considera la duración del descanso de la
tierra o barbecho, uso del agua y suelo,
para esto se dividen en 3 aspectos: 1)
Sistemas de baja intensidad. 2)
Sistemas de mediana intensidad. 3)
Sistemas intensivos.
El contexto ecológico Las diversas condiciones climatológicas
han planteado sistemas agroforestales
permanentes.
El contexto biocultural La cultura como guía entre los seres
humanos y su medio ambiente influyen
a los sistemas agroforestales.

Las chinampas han sido de gran interés académico puesto que son
considerados de los sistemas más intensivos del México
prehispánico que perviven hasta nuestros días. Estos sistemas
agroforestales son extraordinariamente fértiles y productivos
debido al suelo orgánico que los compone, lo que les permitió
albergar una gran cantidad de cultivos que han sido capaces de
abastecer una elevada población.
El sistema de calal combina franjas angostas de tierra rodeadas
por los cuatro lados con zanjas o canales de drenaje; la
construcción de estos canales implica la excavación del suelo, el
cual es colocado sobre la tierra entre los canales, dando como
resultado plataformas elevadas para el cultivo y una matriz de
canales en el paisaje.
El huerto, solar, patio y ekuaro. se encuentra cerca o al lado de la
casa, donde se manejan múltiples especies perennes y anuales y
en algunas ocasiones animales. Existen varias hipótesis acerca del
surgimiento de estos espacios cuya característica principal es su
ubicación al lado de las habitaciones humanas, y podría
considerarse uno de los sistemas agroforestales más antiguos en
México: En el Valle de Tehuacán, MacNeish (1967) propone que
hace aproximadamente unos 5,000 años se desarrolló la
"horticultura de barranca", la cual define el autor como la siembra
de cultivares resistentes (calabazas) en las barrancas que se
encontraban cercanas a las cuevas habitadas por seres humanos.
La agricultura en época prehispánica: cultivos principales,
implementos y sistemas agrícolas

Para México Prehispánico se ven diferentes tipos de cultivos,


por ejemplo:
Las chinampas han sido de gran interés académico puesto que son
considerados de los sistemas más intensivos del México
prehispánico que perviven hasta nuestros días. Estos sistemas
agroforestales son extraordinariamente fértiles y productivos
debido al suelo orgánico que los compone, lo que les permitió
albergar una gran cantidad de cultivos que han sido capaces de
abastecer una elevada población.
son parcelas artificiales de forma rectangular con islotes largos y
angostos, cuyas proporciones permiten la captura de humedad de
las zanjas o canales chinamperos. Se piensa que las chinampas
fueron construidas "a mano" sobre entretejidos de vegetación
acuática natural conocidos como céspedes, atapalacatl o pantano,
apilando sobre estos lodos del lago, tierra y otros conglomerados.
Entre los cultivos de la época prehispánica se describen maíz (Zea
mays), uauhtli o amaranto (Amaranthus cruentus), jitomate
(Lycopersicon esculentum), frijol (Phaseolus vulgaris), tomate
(Physalis philadelphica), calabaza (Cucurbita pepo), chía (Salvia
hispanica).
Para el sistema de canal combina franjas angostas de tierra
rodeadas por los cuatro lados con zanjas o canales de drenaje:
entre las especies mas importantes para el cultivo son los frutales
tejocote y capulín. Arbustos como asomiate, son empleados como
combustible para los temazcales y fogones.

El huerto, solar, patio y ekuaro. se encuentra cerca o al lado de la


casa, donde se manejan múltiples especies perennes y anuales y
en algunas ocasiones animales. se desarrolló la "horticultura de
barranca", la cual define el autor como la siembra de cultivares
resistentes (calabazas) en las barrancas.
En las zonas altas, la construcción de terrazas favorecía la defensa
de los territorios por la visibilidad y la dificultad de ascenso a ellas,
lo que fomentaba su construcción para el establecimiento de
viviendas y zonas de cultivo.

El ekuaro es un espacio productivo manejado principalmente por


mujeres y niños, y se encuentra inserto en una estrategia local de
subsistencia que incluye la recolección y el manejo del bosque, el
cultivo de parcelas agrícolas y el aprovechamiento de recursos
lacustres.

Los solares de las partes altas de la Cuenca del Lago de Pátzcuaro


son muy relevantes para el cultivo de las variedades de maíz
nativo de color rojo (tsiri charhápiti) y azul (tsiri tsirangui).

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