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ENSAYOS DE DOMESTICACIÓN:

Los orígenes de la agricultura andina, como en todo el nuevo mundo, no han sido aun cabalmente
determinados. La agricultura del nuevo mundo constituye un desarrollo independiente. Tanto las
Técnicas como las plantas cultivadas difieren notablemente de las del viejo mundo. En el conjunto
de la agricultura del nuevo mundo se encuentran las tradiciones divergentes. La primera se
localiza ampliamente en el sur de Mesoamérica y se funda en la reproducción vegetativa, es decir,
esquejes. Los productos incluidos en esta tradición de cultivo dan principalmente féculas y azúcar
y son pobres en proteínas y grasas. El producto principal es la yuca(Manihot utilissima) y ha sido
cultivada durante tanto tiempo que casi ha perdido la capacidad de producir granos. Las yucas mas
antiguas son de sabor dulce y no venenosas, cultivadas en la región del Caribe y Brasil, pero
desconocida en Mesoamerica, en Colombia y en la costa del Perú. Otro producto de este
generoes el camote(Ipomoea batata), cuyo origen tropical, no andino, es evidente.

La agricultura andina perteneció a la otra gran tradición de cultivo en el nuevo mundo, basada en
la plantación de granos. Esta no exige la reproducción por esquejes. Cada año se consideran
almacenes y escogen los granos en función de las cualidades deseadas y se siembran de nuevo.
Cabe señalar que la siembra de granos predomino en las tierras bajas, a lo largo de la costa, donde
el cultivo de tuberculos al parecer no alcanzo la importancia de la sierra.

El area andina careció evidentemente de plantas que pudieran reproducirse por esquejes, y
ninguno de los de origen americano conocidos se encuentran en estado silvestre. La tradición de la
plantación de granos tuvo probablemente un origen diferente de la basada en la reproducción por
esquejes. Sus descubridores fueron al parecer los mismos recolectores de granos, que habitaron
los valles o quebradas interandinas, donde existen lugares bien regados y mejor favorecidos,
donde las cosechas de granos silvestres eran regulares aunque no se lograron en otras zonas. Sin
embargo plantas como el quenopolio, la quinua, son propias de las grandes alturas, y ocupan en
estas altas montañas el lugar del maíz.

Hacia el año 2,000 A.C. el cultivo no era un fenómeno aislado en la costa centroandina, sino un
aspecto esencial de su existencia. A lo largo de los valles se hallaban establecidos ya comunidades,
algunas completamente ya sedentarias. Entonces se cultivaban ya calabazas, algodón y frejoles, a
los que se había añadido un poco mas tarde el maíz, completando asi los tres elementos básicos
de la alimentación de la costa centroandina.

Los vestigios mas antiguos de la cultura del maíz en la costa centroandina proceden del norte:
Huaca Prieta, Huarmey, Aspero, donde estratos arqueológicos que datand el año 2,000 A.C. han
revelado plantas de maíz con granos pequeños semitunicados, y que tienen a la vez las
características del maíz reventador.

Aunque el maíz se conoció en el viejo mundo, en 1492 cuando lo descubrieron los españoles
enviados por Colón para explotar el territorio de Cuba, ya estaba establecido en el nuevo mundo
desde hacía tiempo como planta de cultivo. Hay prueba de que existía como tal en América del
Norte, hace mas de 6 mil años.
De hecho todas las principales razas de maíz reconocidas en la actualidad son anteriores a Colon, y
cada uno de estos tipos se incluyen dentro de la misma especie: Zea mays.

Se reconocen varios tipos de granos de maíz. En primer lugar está el llamado maíz palomero, cuyos
granos se dilatan y estallan al ser sometidos a la acción del calor, dejando expuesta la parte
interior del grano. El segundo tipo es el denominado maíz de harina, en este caso el almidon suave
de las cedulas del endospermo forman fácilmente una pasta cuando se le agita en agua. El tercer
tipo es el maíz duro, en esta variedad toda la parte exterior del grano esta compuesta por almidon
duro.

El maíz se conoce actualmente solo cultivado, aunque algunos granos de polen con atiguedad de
70 a 80 mil años fueron recuperados de una excavación a una profundidad de 60m. en el subsuelo
de la ciudad de Mexico. De hecho en su forma actual, el maíz difícilmente podría existir en estado
silvestre. Las mazorcas están cubiertas por las grandes hojas de envoltura que evitaran la
distribución del grano. Asimismo si una mazorca llegaze a caer al suelo, sus granos podrían
germinar al mismo tiempo, con lo cual se formaría una masa competidora de plantas en
crecimiento, sin la probabilidad que ninguna de ellas alcanzaría la madurez.

El procedimiento usual para tratar de determinar el origen de un cultigeno es ver la distribución de


sus familiares silvestres mas cercanos. En consecuencia, respecto al origen del maíz como especie
se ha puesto gran atención en una planta silvestre centroamericana que los aztecas llamaban
teocintl, y que, ahora, se denomina teosinte. Su nombre botánico es Euchlaena mexicana.

El origen del maíz a partir del teosinte( Ascherson, Hackel, Schumann, Wordsdell, Emerson y
Beadle) o de su progenitor ancestral común de ambos(Weatherwax, Randolph) se encuentra entre
las hipótesis más antiguas. George Beadle actualmente sugiere que el maíz derivo del teosinte por
una sucesión de mutaciones simples en un reducido numero de genes. El teosinte era utilizado ya
como elemento humano, pero al ser suplantado por el maíz, revertió a un habito silvestre. Entre
tanto el maíz bajo el influjo de la selección humana, se alejo de sus formas morfológicas primitivas
hasta alcanzar las actuales. Iltis postula que la complejidad de la estructura de la mazorca de maíz
que es del tipo polístico, se diferencia de la inflorescencia femenina del teosinte que es dística, por
un simple sistema génico. Tanto Galinat como Iltis señalan que Nobogame teosinte es el probable
precursor del maíz, antes que el Teosinte Balsas.

Una posición opuesta a lo señalado es la planteada por Mangelsdorf, quien sugiere que:

1.-El precursor del maíz es maíz; 2.-no hay suficiente evidencia de que el teosinte sea el resultado
de un cruce de maíz tripsacum, y 3.- el maíz moderno se origina por introgresion de teosinte en el
maíz primitivo, a lo que siguió un prolongado proceso de selección e hibridación. Un ultimo
planteamiento es el de Galinta, quien describe al Tripsacum como productor de la hibridación de
maíz silvestre Manisuris, (Grobman, 1974).

Respecto al origen del maíz como planta cultivada, es decir el origen de su domesticación, la gran
acumulación de evidencias arqueológicas permite sugerir en las fecha que existen por lo menos
dos centros de domesticación independiente: Mesoamerica y los Andes centrales, con una
antigüedad aproximada de 5000 años.

En los andes centrales, en el Perú, en el valle de Ayacucho y en el horizonte del complejo Piki,
correspondiente a 5,000-3800 A.C. aparecen las primeras y más antiguas mazorcas de maíz
encontradas hasta ahora en América del Sur y casi contemporáneas con las de Mexico. Grobman,
que ha estudiado dichas mazorcas, las incluye dentro de las razas denominadas Protoconfite
Morocho y Confite Chavinense, cuya existencia quedaría de esta manera verificada y confirmada.

Estas dos razas serranas, junto con las costeñas de Ica y Huarmey, que les corresponden en
horizontes cronológicos, resultarían asi independientes de las de Mesoamerica, tanto en origen
como en analogías morfológicas. Según Grobman, ambas razas no presentan evidencia alguna de
introgresión de teosinte y menos conexión filogenética con las de mesoamerica, apuintando
definitivamente a su origen independiente, probablemente en la vecindad de los andes centrales.

En todo caso, el postulado de domesticación independiente del maíz en varios centros ha cobrado
mayor fuerza con las evidencias arqueológicas descubiertas por Mac Neish(1970), Grobman y
Ravines(1974), Bonavia(1978), Kelley y Boavia(1963) y Grobman y Bonavia(1978), y las evidencias
citológicas de bajo numero de nudos cromosómicos en maices andinos, desarrolladas por
Grobman y otros(1961), Longly y Kato(1965) y McClintock(1959).

De acuerdo a lo postulado por Grobman(1974) esta domesticación habría resultado en la


formación de aproximadamente 4 lineas primarias de evolución que serian:

Mesoamerica: Palomero Toluqueno

Chapalote*nel Tél

Area Andina: Proto Confite Morocho

Confite Chavinense

La línea evolutiva Kculli adicional, postulada por Mangelsdorf con Pira Naranja, serian posteriores
o secundarias. El Chullpi, señalado por Mangelsdorf como primario, parece con seguridad ser un
resultado de evoluvion posterior del Confite Chavinense.

En suma, respecto a la costa del Perú, tal como lo han señalado ya Moseley(1974) y Bonavia y
Grobmann(1978), el maíz aparece poco antes de 1800ª.C., pero presumiblemente después del año
2,000A.C. en un limitado numero de estaciones costeñas en la sección norte de la costa central del
Perú, en una difusión que va de norte a sur. Asi, en la costa norcentral aparece por primera vez
durante el preceramico VI, luego en la costa norte y centronorte a comienzos del periodo inicial,
mientras que en la costa central el maíz se encuentra en el periodo inicial medio y tardio y en el
valle de Ica a fines de dicho periodo.

Las evidencias actuales parecen indicar, pues la existencia de un centro de domesticación


independiente del maíz en el area andina, siendo mas antiguo en la sierra que en la costa. Por otro
lado, que durante el periodo preceramico VI, en la costa, este era un cultigeno significativo, que al
desarrollarse de manera organizada produjo incluso un superávit que hizo posible el desarrollo de
un sistema de almacenamiento y conservación.

El segundo elemento de la trinidad de plantas y granos de la costa es el frejol( Phaseolus Vulgaris),


rico en proteínas y grasas, que generalmente se comen bien hervido. Parece que el primer centro
de distribución del frejol en el nuevo mundo fue Mesoamerica, pero las diferentes especies se
adataron a las condiciones climaticas muy distintas. El frejol común(Phaseolus Vulgaris) es
característico de las tierras intermedias y no prospero ni en las llanuras ni en terrenos demasiado
elevados. El pallar( Phaseolus Lunatus) es un producto de las regiones calidas y generalmente
tropicales, de clima netamente secos, y tuvo en los valles costeños del Perú un gran centro de
cultivo. Las primeras evidencias del frejol en la costa centroandina datan del año 4,000 A.C. El
frejol aunque es anterior al maíz y en la costa se cultivo con algunos milenios de anterioridad, las
antiguas conocidas hasta la fecha proceden de la sierra(Kaplan, Lynch, Smith Jr. 1973).

L a tercera especie de plantas importantes que forman la trinidad andina son las cucúrbitas y
lagenarias. La calabaza( cucúrbita moschatay C. máxima) y el zapallo( lagenaria siceraria) se
encuentran entre los restos más antiguos de productos agrícolas que se han encontrado tanto en
Mesoamerica como en el Perú. En ambas regiones se adelantaron a los frejoles y al maíz. Al
principio se buscaron y luego se cultivaron por sus semillas aceitosas y ricas en proteínas, mas bien
por su pulpa. Constituyen todavía una parte importante de la alimentación de los habitantes de la
costa. Las variedades silvestres no tienen pulpa, pero el ingenio humano ha producido una gran
cantidad de variedades ricas en almidony azukar.

En el area andina se cultiva especialmente el zapallo( cucúrbita máxima) que parece ser originario
de las tierras orientales de sudamerica. En Colombia se conoce un tipo especial de C. moschata,
llamada localmente aullana. Los otros tipos de esta especie se conocen en Mexico y
Centroamerica, area de donde se supone que vinieron los ancestros de la variedad colombiana.

DE LA RECOLECTA HACIA LA AGRICULTURA:

El hombre que llego a los Andes en condiciones de cazador y recolector, una vez adaptado al
ambiente, identificado con la enorme variedad de recursos ecológicos, de relieves naturales,
desde los valles profundos hasta las altas montañas, fue descubriendo los secretos de las plantas y
de los animales. En forma particular, el ciclo vital y las cualidades benignas o malignas para su
salud. De esta manera, descubre las virtudes de muchas especies y la posibilidad de ser
controladas racionalmente. Los primeros intentos de seguir el crecimiento y producción de
algunos cultígenos habría empezado casi en los finales del pleistoceno. Lynch(1974) ha encontrado
evidencias de plantas de plantas cultivadas con antigüedad aproximada de 6,000 A.C. Esto significa
que ya los grupos asentados en algunos valles de los andes estuvieron ensayando una nueva
forma económica.

Naturalmente, el proceso de desarrollo cultural no fue uniforme, ni menos igual en todos los
ámbitos del territorio andino. Algunos grupos se mantuvieron estacionarios y aun marginales. En
cambi, otros siguieron una rápida evolución, forzada por el constante crecimiento de sus fuerzas
productoras, que beneficiados por la presencia de condiciones climaticas y naturales favorables,
rompieron con la vieja tradición de la caza y recolecta especializada o selectiva, para orientarse
hacia nuevas formas socioeconómicas, pues al final del postglaciar tardio se presenta el periodo
denominado del optimun climaticum, es decir de clima benigno y saludable, que favorece la
multiplicación de la biomasa, especialmente en los valles interandinos.

Los cazadores-recolectores, que habían alcanazdo un notable desarrollo tecnológico,


incrementando su industria lítica como una necesaria ampliación de sus energias y fuerzas de
trabajo, aumentan también sus recursos de subsistencia. Su economía extractiva fue totalmente
dependiente de la naturaleza. Su organización social obviamente pre-sedentaria, nomada, se
caracterizaba por su dispersión, agrupados como estaban en pequeños grupos, que los
antropólogos denominan ´´bandas´´, ´´hordas´´, ´´tribus´´, o simplemente poblaciones nomadas.
Fueron clanes dispersos, que en algunos casos llegaron a organizarse en complejos grupos
conexos, con ´´campamentos-base´´ y campamentos transitorios. Dentro de la heterogeneidad de
relaciones sociales, hubo también ´´nomadismo estacional´´, una especie de trashumancia que
obligaba a los grupos a rotar de areas de provision de recursos, entre la sierra y las lomas
costeñas. Quiza fueron los cazadores altoandinos, que bajaban a las cabeceras de la costa en pos
de su presa- cérvidos y camelidos- dentro de los cambios cíclicos de climas, para luego, después
del cambio estacional, volver nuevamente a su punto de origen. Mientras que otros gruos, los que
mejor se acomodaron a las condiciones de la biomasa cordillerana, prefirieron rotar su actividad
dentro del mismo piso ecológico. Este es el caso de los primeros habitantes de Junin, que cuando
mas habrían bajado a los valles inmediatos.

Dentro de una compleja situación interna, posiblemente de luchas entre los mismos grupos que
pugnaban por dominar mayores areas de aprovisionamiento de recursos, asi como de una
naturaleza que se tornaba mas compleja en su contexto biológico, se presenta un periodo critico
que obliga al hombre a buscar alternativas de salida. Las nuevas fuerzas de producción exigen
necesariamente un cambio en el manejo económico. La población aumenta y las necesidades
igualmente. La economía de caza y recolecta era ya insuficiente para satisfacer la demanda. Fue
entonces conveniente asumir nuevas formas económico-sociales. Esta transición, de una
economía extractiva, muchas veces depredadora, de caza y recolecta, hacia una productiva, de
subsistencia, racional y controlada, es lo que caracteriza al periodo arcaico.

En el area andina hubi sectores que conocieron las practicas agrícolas, sin haber pasado
exactamente por la ´´revolución neolitica´´ Hubo también grupos marginales o marginados, que
sobrevivieron por varios siglos, en condiciones de cazadores y recolectores, junto con los agro-
alfareros. Este es el caso del valle del Mantaro.

Sien embargo, es preciso enfatizar que las viejas técnicas de caza, recolecta y pezca, nunca fueron
abandonadas totalmente. Subsistieron durante todo el proceso andino,y de acuerdo al desarrollo
de los pueblos y las condiciones climaticas, sirvieron desde sosten familiar hasta de practicas
meramente deportivas, pasando por las eeconomias complementarias.
Vavilov(1951), estudioso ruso de la domesticación de las plantas, señala la región de los andes
centrales( Perú, Ecuador y Bolivia), como uno de los centros de origen de las plantas cultivadas,
considerándola como el area VIII en su clasificación general de lugares donde se han producido los
esfuerzos de domesticación. Considera, además, que aquí se incorporaron 45 especies originales.
Posteriormente otros botánicos, Como Jorge Leon(1964), discuten del carácter de los ´´centros de
origen´´ de Vavilov, y, más bien, plantean que se trata de ´´centros de concentración de genes´´,
que podrían ser de variedad varietal, en muchos casos promovidos por el hombre, antes que una
expresión natural del ambiente. Esta atingencia se basa también en la relación que existe también
en los centros de origen de la domesticación de plantas y la mayor antigüedad de las culturas
clásicas del mundo, como China, India, Cercano y Medio Oriente, Perú y Mexico. Las cunas de las
culturas marginales o tardias no muestran esta misma relación.

Sobre la cantidad de plantas domesticadas en los Andes se han hecho cálculos aproximados, pero
creemos que todos ellos son mas especulativos que seriamente establecidos. Se habla desde 30
hasta 400. Lo cierto es que hasta la fecha todavía no se cuenta con un buen inventario de
muestras modernas( como un laboratorio de paleo-botanica andina), que podría permitir
identificar los culigenos utilizados durante la historia prehispánica. No queremos negar los
esfuerzos aislados por identificar o estudiar seriamente algunas plantas como el maíz, la papa, los
frijoles, el algodón, etc. Pero esta aun por hacer un registro empirico del materia. Lo que se tiene
principalmente son las referencias documentales que nos han dejado los relatos de los siglos XVI y
siguientes, informaciones de los viajeros, principalmente de los naturalistas. Pero de allí hacia una
comprobación científicamente arqueológica o paleo-botanica, aun se esta en los comienzos,
naturalmente con meritorias excepciones que deben ser consideradas como estudios pioneros.

En cuanto al problema de los focos de origen y dispersión de la agricultura andina, los diversos
postulados y discusiones se plantean cada uno en base a evidencias objetivas. Unos señalan las
tierras bajas de la región amazónica. Su principal defensor es Sauer(1950,1952), seguido por varios
otros, entre los que destaca Lathrap(1970). Julio C. Tello postulo la teoría del origen e la cultura en
la Hoya amazónica, en la floresta tropical. Los antecedentes de Chavin se encontrarían en ese
ámbito, avanzando luego hacia los valles interandinos y la costa. Existe una relación bastante
importante de plantas que tienen su mejor centro de desarrollo en las vertientes orientales de los
Andes y las tierras bajas de la amazonia. Su desplazamiento hacia los valles interandinos es
también reconocido, tales como sucede con la yuca(manihot utilissima); guanabana( annona
muricata), ajies(capsicum spp.), papaya(carica spp.) lúcuma( lúcuma bífera), pacae,(Inga feuillei),
etc., que naturalmente no fueron los cultigenos mas importantes que soportaron el paso del
desarrollo de la cultura andina, pero, en cambio, fueron las primeras especies que sirvieron como
indicadores en la larga tarea de incorporación a la economía controlada.

Como una segunda opción, hay también quienes sostienes como posible centro de domesticación
de plantas a los valles de la costa. Naturalmente existen una lista larga de cultigenos encontrados
en asentamientos pre-ceramicos. Engel(1966,1971) ha publicado una abundante información al
respecto. Boavia y Grobman(1978), en un etudio serio, discuten el origen andino de la
domesticación del maíz, sobre la base de evidencias arqueológicas, botánicas y genéticas.
Como se puede apreciar, existen abundantes evidencias de cultigenos relacionados a las tres
principales regiones que necesariamente tienen que ver con el origen y desarrollo de la cultura
andina: la región amazónica, los valles interandinos y los valles de la costa.

Vavilov(1957) señala con seguridad que ´´la agricultura surgió en las montañas de los subtropicos y
trópicos, donde había las mejores condiciones( mas calor y luz) para el cruze de los cereales
silvestres alejados por las condiciones, (zonalidad actitudinal), pero próximos territorialmente. En
los valles de las montañas casi siempre hay agua fácil de suministrar a los pequeños campos´´. Los
microambientes mas conocidos en los Andes Centrales como ´´nichos ecológicos´´, también fueron
los lugares de mayor concentración de familias de plantas, permitiendo con relativa facilidad los
cruzamientos de genes y cromosomas, dentro de los ensayos genéticos.

Las primeras incursiones en el problema de la domesticación de cultigenos y su posible difusión,


en principio fueron realizados por botánicos como Vavilov(1951-1957), Cook(1904,1919,1925),
Sauer, (1950,1952), Weberbauer(1946), y geógrafos como Troll(1937,1958). Luego de los primeros
hallazgos en 1946, de una ocupación sedentaria pre cerámica en Huaca Prieta, en el valle de
Chicama, costa norte del Perú, (Bird, 1948), de restos culturales asociados a semillas de
frijoles(phaseoulus spp.), lagenarias (Cucurbitaceas spp.) y algodón(Gossypium Barbadense), los
arqueólogos empiezan a discutir sus implicancias en las relaciones económico- sociales dentro de
estos grupos. Inmediatamente después se define un periodo de agricultura incipiente en la cultura
andina.

A la luz de las recientes investigaciones en torno al origen y dispersión de los cultigenos en el area
andina, ya no es posible seguir aceptando un solo centro. Se ha superado la tesis difusionistas que,
con cierta comodidad, ligaron al origen de la cultura andina con la mesoamerica, especialmente a
la domesticación de plantas y su distribución, al respecto hay cultigenos que son comunes a ambas
areas, mesoamerica y los andes, y otros que son particulares a cada región. En el segundo grupo,
el mayor numero de especies incorporados a la economía racional se presenta en los andes, al
igual que en las especies de animales.

En cuanto al ´´focus´´ o centro de origen de la agricultura, es preciso considerar al mismo cultigeno


y la tecnología asociada, que, a su vez, implica desde el uso de herramientas hasta las mismas
creencias ideologicas del agricultor. Dentro de esta formulación, se puede considerar tres
complejos interactuantes, con relativa independencia zonal, pero con marcadas relaciones
verticales y transversales. El proceso de agriculturación tuvo singular tendencia progresiva tanto
en su desarrollo como en su dispersión espacial. En tal sentido, los focos señalados en las areas
tropicales o subtropical, en los valles interandinos y la costa, habrían sido excelentes centros de
agriculturacion. Sin embargi, cabe destcar que no por ello siguieron el mismo proceso, o que la
iniciaron al mismo tiempo y dentro de los mismos mecanismos. De acuerdo a las informaciones de
que se dispone a cada región se presentan modelos singulares, tanto en sus relaciones internas
como externas. En cuanto a la originalidad, los recientes descubrimientos para la sierra permiten
señalar una mayor antigüedad con relación a las otras, la misma que refuerza la hipótesis del
origen cordillerano de la agricultura. De la misma manera, las evidencias de la zona tropical
también aspiran a la primigenitud del evento.

Dentro del espectro de evidencias actuales, los centros de dispersión de cultigenos se pueden
agrupar, momentáneamente, en tres complejos. Ellos serían:

1. El complejo cordillerano, cuyo principal mentor teorico, Luis Guillermo Lumbreras(1974),


señala ´´que el nucleo generador de los procesos de agriculturacion en estas areas se
encuentra en la región circum- titicaca y eventualmente en la vecina región tropical
boliviana´´. Estaria basada en el proceso de domesticación de camelidos y de algunas
plantas de origen micro- térmico. En el altiplano de Junin nosotros hemos venido
rescatando una serie de evidencias al respecto. Por eso, sin descartar la posibilidad de la
sierra sur- oriental, llamamos la antencion sobre la importancia de las punas de junin y sus
contrafuertes orientales, como otro centro importante para una evaluación de los
procesos de sedentarización, la domesticación de camelidos y la agriculturacion.

2. El complejo valluno, que debido a las condiciones ecológicas y geomorfológicas favorables


dio paso a la agricultura mesotermica, principalmente en las hoyas interandinas y
amazónicas. Estos espacios fueron los mas importantes durante el proceso andino.
Durante las variaciones de climas, concentraron el mayor impacto de la explotación,
permitiendo el avance progresivo de la sociedad, que luego de la domesticación se libero
del dominio de la naturaleza. La independencia, relativa por cierto, se mantiene gracias al
equilibrio con los procesos naturales. Durante los cambios térmicos e hídricos, fueron el
soporte de la presión demográfica. Cuando se presentaron los movimientos glaciares,
después del Optimun Climaticum y entre los siglos XIV-XVI, por ejemplo, los niveles de
cultivo bajaron y los valles se convirtieron en escenarios de mayor producción. De la
misma manera, durante los periodos cíclicos de sequía, también los valles permitieron
encauzar una red de cisternas y canales para habilitar mas tierras de cultivo.

3. El complejo costeño, que se caracteriza por una trilogía de fuente de recursos: las lomas,
apropiadas para el pastoreo; los valles, principalmente adecuados para los cultivos
macrotermicos; y el litoral, con su fauna ictiológica. Hay algunos arqueólogos que sugieren
el posible centro de origen de los cultigenos, inclusive de la cultura andina, en la costa.

El problema de los orígenes de la agricultura, con el complejo mecanismo de ensamble de


cultigenos, la tecnología, la ecología y la superestructura, se encuentra en los casos de los Andes
Centrales en etapa inicial de recopilación de informaciones empiricas, evaluación de las ya
existentes y la discusión comparativa, en esta tarea debemos destacar el afinamiento de las
técnicas, los nuevos ensayos metodológicos y la correlacion de investigaciones interdisciplinarias,
que ahora permiten diagramar el proceso y ensayar algunas inferencias acerca del transfondo
social, económico y cultural. Como secreta. Al respecto, la ultima década ha sido fructífera. Ya se
puede afirmar, sobre la base de evidencias científicas, que los andes centrales fueron un centro de
domesticación y de agriculturacion, con productos propios y siguiendo un proceso particular.

Kaplan, Lynch y mith(1973) revelan la presencia de plantas cultivadas en la sierra norte, en el sitio
de Guitarrero, que estudio Lynch(1970). El hallazgo consiste en frijoles(Phaseolus spp.) con
antigüedad de 5730ª.C., casi igual a los que encontraron en Ayacucho, en las fases deJaywa y Piki,
Mac Neish, Nelken-Terner y Garcia(1970). Con antigüedad no menos espectacular, igualmente, se
enuncian evidencias de cucurbitáceas, ajies y otros productos propios del segmento oriental de los
Andes. La información revela que estos primeros intentos de agriculturación fueron paralelos a la
recolecta especializada y selectiva, generalmente realizada por la mujer, mientras que el varon
dedicaba mas su esfuerzo físico a tareas fuertes, como la caza. La recolecta irracional de las
plantaspuede llevar al aniquilamiento del ambiente, provocando un desequilibrio en el contexto
ecológico. De tal manera, al descubrir el ciclo vital de las plantas, y al dejarse algunas raíces,
semillas o tallos dentro de un tiempo determinado, se puede esperar nuevos productos. El
mecanismo fue repetir periódicamente, iniciándose de este modola horticultura, actividad previa a
la agricultura.

Estos ensayos, que se deben haber iniciado con plantas que no se requieren de mucho cuidado,
como los frijoles, calabazas, etc., en sus comienzos hacia 6,000 A.C. coincidiendo con el Optimun
Climaticum fueron todavía actividades secundarias. La base de la economía siguió siendo la
recolecta y la caza, hasta que la crisis estructural, provocada por el aumento poblacional, mayor
demanda de productos y la imposición de nuevas de nuevas fuerzas productivas que caracterizan
este periodo, concluyen que un cambio económico- social, cual es el transito de presedentarios a
sedentarios, y que se conoce como arcaico.

El proceso de domesticación iniciado tempranamente en los Andes a continuado por varios


milenios después. Lumbreras(1974) señala: ´´ la domesticación e inicia hacia 3,800 (o antes) y
concluye hacia el 800 A.C. Del análisis de las plantas cuya datación ha sido precisada, aparece que
el 14% fueron domesticadas en el Arcaico Inferior, el 33% en el arcaico superior, el 27% en el
formativo y el 25% solo tienen referencias indirectas a travez del arte, en periódicos muy
avanzados´´.

Despues de la producción de cultigenos de secano, de relativo cuidado por parte del hombre,
habrían seguido los granos o ´´seudocereales´´, (quinua, cañigua, etc.), el maíz, y luego las
solanáceas. Los frutales deben tener temprana datación, El caso singular del algodón, para la
costa, ha determinado la división del periodo precereamico en dos fases: la mas antigua sin
algodón, o pre-algodonera, y la segunda preceramico con algodón. La antigüedad de esta planta
esta calculada en los 3,000 A.C., dando lugar al surgimiento de una serie de manufacturas
relacionadas con la textileria.

Entre las plantas identificadas con la ecología altoandina y valles adyacente, se señalan las varias
especies de papas( solanum spp.) oca(oxalis tuberosa). Mashua(tropueolum tuberosum), ullocu(
ullucus tuberosus), maca(lipidium meyenii), quinua( Chenopodium quinoa), cañigua(
Chenopodiumpallidicaule). Cada una de estas plantas tiene una variedad de especies, unas veces
relacionadas con el ambiente térmico, otras con su genética y los cruzamientos provocados por el
hombre. Estos productos son los que particularmente caracterizan a la agricultura cordillerana, y
que sumados a los camelidos y el cuy, podrían definir ´´el complejo cordillerano´´ que postula
Lumbreras(1974).

Los cultigenos que mejor definen su ecología en los valles y tierras bajas, señala León(1964) son los
siguientes:arrancacha( arracacia xanthorrhiza, llacón( polymnia sonchifolia), achis(Amaranthus
caudatus), tarhui( lupinus mutabilis), varias especies de papayas y otros frutales menores.

Los cultivos adaptados en mejor forma en valles tropicales o subtropicales, con area de dispersión
hacia las vertientes amazónicas, menciona León(1964), serian: la achira(canna edulis), pepino
dulce( solanum muricatum), uchuva( Physalis peruviana), varias especies de aji( capsicum spp.),
granadillas( Passiflora spp.), papayas( carica spp.), lúcuma( lúcuma bífera), pacae( Inga feuillei)
varios arbustos con frutos comestibles que perteneces a la familia de las solanáceas.

Finalmente las plantaas adaptadas a los valles de la costa, serian el algodón( Gossypium
Barbadense), algunas legumbres( Canavalia spp.), y pocos frutales.

Naturalmente, hay una lista considerable de especies que se adaptaron y produjeron en varios
ambientes, especialmente en los valles de la costa, los interandinos y las vertientes orientales.
Dentro de ellas se pueden señalar la yuca( Manihot utilissima), camote( Ipomoea batatas), maíz(
Zea maíz), caigua( Ciclanthera pedata), paltas( persea americana), etc. Sauer(1964) y otros
consideran que la yuca y el mani( Arachis Hypogaea) son originarios de la selva amazónica. Sobre
el maíz, Bonavia y Grobman(1978), después de un acucioso estudio bibliográfico y de evidencias
botánico-geneticas, señalan que ´´dos rzas primitivas de maices reventadores fueron potulados en
los Andes Centrales, Proto-Confite Morocho y Proto- confite chavinense, que fueron domesticados
por los antiguos pobladores de la region´´. Comentando los análisis de Galinat(1972), refieren que
´´La correspondencia entre los tipos de Ayacucho, cuya edad aproximadamente se señala en 6,000
años, y los de los cerrillos de la costa, en Ica, descritos por Grobman(1961) cuya edad es
aproximadamente 2,500 años, es perfecta en cuanto a caracteristics morfológicas externas e
internas de las mazorcas´´. Conluyen estos autores señalando definitivamente el origen andino de
la domesticación de una especie de maíz, independientemente del mesoamericano.

A la relación general de las plantas que hemos mencionado, habría que agregar muchas otras
especies y subespecies. Ademas, habría que señalar que los esfuerzos de domesticación de nuevas
especies a la economía andina, siguieron por muchos siglos después del formativo.

Termica y climáticamente, los primeros siglos de nuestra era fueron los mas benignos después del
Optimun Climaticum. En efecto, es de suponer que la aclimatación de los cutigenos a nuevos pisos
ecológicos, asi como la multiplicación de las epecies, habrias ocurrido con mayores ventajas
durante este periodo, que, además, podría ser considerado como el de mayor explosión
demográfica, de perfeccionamiento de tecnologías y de conocimiento de los suelos. La
agriculturación debe haber alcanzado la plenitud de su desarrollo durante el periodo de
Desarrollo Regional.
Resumiendo, durante el periodo arcaico la agricultura en la selva y las hoyas subtropicales, si bien
es cierto que fue muy temprana, no alcanzo desarrollo cualitativo o cuantitativo. Se quedo en su
condición original de ´´inicial´´ o ´´incipiente´´. De la misma manera en la costa, que también se
estanco en sus condiciones iniciales hasta retomar impulso solo después del formativo. No afecto
sustancialmente la estructura de las organizaciones sociales, ni menos impactó en las formas de
producción, que siguieron siendo dependientes de los recursos marinos.

La ´´Revolución neolitica´´ solo ocurrió al final del arcaico superior, dando paso al formativo
inferior. En las hoyas amazónicas todo siguió igual, hasta periodos muy tardíos.

En cambio, en la sierra, la agricultura como tecnología y como un modo de producción andino,


alcanzo un desarrollo notable que Lumbreras(1974) con acierto denomina ´´complejo
cordillerano´´, y lo caracteriza como ´´una asociación indestructible animal-vegetal, con el papel
predominante de la papa, quinua, y la llama´´. Enfatiza además: la papa y la llama son los factores
definitivos en la eclosión revolucionaria de los andes, tanto o mas que el maíz´´.

Las regiones altiplánicas, las punas y los altos valles y quebradas, presentan una biomasa mas
notable que otros pisos ecológicos. En tal sentido las alternativas estacionales, si bien es cierto que
afectan el crecimiento de las plantas, no por eso tienden a su destrucción o baja en la producción.
Los campesinos criadores de animales o agricultores de plantas altoandinas supieron adecuar su
producción a los cambios estacionales, y desarrollaron la ´´agricultura de secano´´, y articularon
perfectamente sus relaciones de preoduccion, animal o vegetal, con su fuerza de trabajo,
alcanzando una conveniente autosuficiencia en la satisfacción de sus necesidades. Por eso la
caracterización del proceso andino como ´´sociedades hidraulicas´´, como postula Wiltfoguel,
(1964), debe tener validez muy relativa. Tiene alguna explicación feliz para las sociedades
avanzadas de la costa, no asi para los periodos iniciale y arcaicos. En el caso de la sierra esta teoría
no tiene éxito.

La tradición cordillerana, con sus cultigenos, sus practicas de cultivo, sus herramientas y sistemas
de trabajo desarrollados, podrían definir la agricultura andina, que tiene su pareja en la crianza y
pastoreo de rebaños. Algunas plantas que bien pudieron haber tenido su centro de dispersión en
los flancos orientales de los Andes, como el ají( Capsicum chínense), relacionado con el desarrollo
de la agricultura tropical, como señala Pickersgill(1969), han logrado aclimatarse fácilmente en los
valles interandinos, siguiendo nuevos pasos de crecimiento y desarrollo cuantitativo y cualitativo.

Leon(1964) el señalar los métodos y técnicas de trabajo en la agricultura andina, enumera las
dificultades que presenta el ambiente natural poco favorable. Menciona cinco de estas
dificultades:1) el periodo de crecimiento de las especies cultivadas, de 6-8 meses, limitando la
producción a los periodos de lluvias; 2) precipitación irregular, con años de sequía y de fuertes
lluvias; 3) topografía desfavorable, con pendientes agudas y erosion creciente; 4) suelos pobres;
(aunque es interesante notar que fue precisamente en el altiplano de Perú y Bolivia, de suelos
inferiores, donde la agricultura tuvo su mejor desarrollo); y 5) la ausencia de animales de tiro. A
todo ello se debe agregar las dificultades de la adaptación a las alturas.
Frente a etos problemas, señala Leon, el hombre andino logro una serie de invenciones para
alcnzar un alto grado de desarrollo en el manejo agrícola. Señala 5 de estos avances: 1)
instrumentos de trabajo, con el descubrimiento del arado de pie, (chaki-tajlla); 2) la construcción
de andenes y terrazas para defensa de la erosion; 3) el sistema de riego, durante la agricultura
avanzada; 4) la estrategia en la conservación de alimentos, tanto de origen animal mcomo vegetal,
como el charqui, ´´chuno´´, etc,, y 5) uso de fertilizantes.

De esta manera, las bandas de cazadores y recolectores que habitaban los resquicios naturales,
cuevas o abrigos, empezaron a fundar campamentos abiertos. El etimulo para la crianza de
animales en las punas, y del cuidado del crecimiento y producción de plantas en los valles y la
puna baja, indujeron a la construcción de las primeras aldeas. De esta manera, surgen los primeros
centros comunales, que son reconocidos como aldeaso villorrios dispersos, que promovieron las
condiciones rudimentarias de una organización tribal. En Junín se puede observar con cierta
claridad esta transición a partir de las viviendas de cuevas, y el surgimiento de aldeas, sin
abandonarse los abrigos, sino como una extensión obligada por el crecimiento demográfico. De los
campamentos- base salen a construir viviendas rudimentarias en espacios abiertos( por ejemplo
de Pachamachay y Curimachay, van a asentarse en Ondores).

Este transito también debe estar relacionado con el surgimiento de ideas religiosas, que en el caso
de Junin, L auricocha y Toquepala, están explicitadas por los dibujos que dejaron en sus antiguas
viviendas. En los altiplanos del centro existen complejos diseños de caza, crianza, de algunas
manifestaciones de comportamiento del hombre frente a los animales,etc., que obviamente
deben reflejar el mundo supraorganico de estos habitantes.

Surgen también nuevas manifestaciones tecnológicas, como el tejido, los tallados en hueso y
madera, uso de elementos decorativos, entierros humano con ajuar funerario, etc. Que
demuestran el complejo avance cultural y el cambio hacia las sociedades avanzadas del formativo.

ALGUNOS ELEMENTOS REVELADORES DE CAMBIO HACIA ARCAICO:

Se ha repetido con insistencia que los elementos fundamentales que caracterizan el arcaico
andino fueron precisamente la domesticación de plantas y de animales, es decir un proceso que
provoco cambio en la estructura económica, que llega a su climax con la Revolución neolítica.

Durante esta transición, entre el periodo lítico y el formativo, el crecimiento de las fuerzas
productivas y el surgimiento de complejas tenologias ha conllevado naturalmente al
descubrimiento de nuevos mecanismos de trabajo, de adquisición de recursos, de formas de
vivienda y de manifestaciones artísticas.

El cambio sugiere haber sido drástico. No fue la cerámica el indicador principal como se había
pensado en las décadas pasadas. Tampoco lo fueron otros elementos de arte moviliar. Lo fueron
las formas de trabajo y de producción. Es precisamente en este momento cuando se perfila la
llamada formación económico-social andina.

En base a los hallazgos en las punas de Junin, quisiéramos adelantar algunos datos.
INDUSTRIA LITICA:

La industria lítica en Junin es casi homogénea. Ha seguido una misma tradición tecnomorfologica y
posiblemente funcional. Existen pocas variaciones, tanto en el espacio como en el tiempo. Lo mas
significativo es la variación cuantitativa de tipos en un corte estratigráfico. En una publicación
anterior, (Matos 1974), por ejemplo, señalábamos la orginal presencia de grandes unifaces semi-
lunares en los estratos mas profundos, seguidos luego de cuchillos- raederas con singular aumento
proporcional de raspadores y puntas bifaciales. Esta es una tendencia de cambios que se
presentan en el proceso histórico de los grupos asentados en la puna.

Rick(1978) en el informe de sus excavaciones en Pachamachay, da cuenta de la frecuencia de tipos


de herramientas por niveles. Dentro de la distribución se nota claramente los cambios ocurridos
entre los 6,000-5,000 .C Se trata de los niveles medios, ( niveles 20-15 en su estratigrafía), una
tendencia de crecimiento que podría significar mayor producción tecnológica y esto, a su vez,
mayor demanda de herramientas debido al aumento considerable de la población. Este hecho
coincide precisamente con los primeros signos de sedentarización y con la aproximaxión hacia los
inicios del proceso de domesticación de los camelidos.

En los estratos superiores, el porcentaje de los implementos baja notoriamente. Disminuye la


importancia de material lítico como base en la fabricación de herramientas. Esto no significa su
desaparición. El uo de las piedras como materia prima ha seguido por todo el proceso
prehispánico, especialmente en el tallado de puntas, cuchillos y otros implementos domesticos,
aparte del arte moviliar. Durante este periodo también se nota la utilización de antiguos
artefactos, tallando nuevamente o simplemente adaptándolos.

Rick (1978) ha agrupado las herramientas de piedra en cuatro grupos: herramientas pesadas,
(nucleos y lascas primarias), lascas utilizadas (con evidencia segura o relativa evidencia de haber
sido tallados exprofesamente para ser utilizados como herramientas, y pueden ser divididas en
lascas retocadas y lascas desgastadas por el uso), los bifaces( son las piezas mas tradicionales en la
industria pre-alfarera de Junin, elegantemente tallados y con formas casi regulares). El tamaño
varia, desde los pequeños ojivales, hasta las puntaas de proyectil ayanpitinensis, Tiene una gran
variedad, y los unifaces( se excluye los cuchillos propiamente dichos, con filo recto o de angulo
obtuso, los planos convexos, raspadores con o sin espiga, raederas, etc.). Es interesante anotar la
ausencia de buriles, asi como la presencia muy ocasional de perforadores, taladros, puntas
denticuladas y puntas con muesca. Estos últimos solo han sido hallados en los abrigos rocosos de
Tilarnioc, y que pueden ser comprendidos dentro del arcaico.

La industria lítica toma un sentido mas funcional. Con los rebaños controlados ya no eran
necesarios implementos mas contundentes. En cambio, crean nuevas estrategias para la captura
de sus presas. Las pinturas rupestres por un lado y las evidencias culturales por otro, revelan el uso
de cuerdas, quizá trampas, boleadoras o liwis. Las puntas de proyectil se utilizan mas para la caza
de animales menores. Quiza sea esta la razón para que, durante las fases tardias del proceramico,
los implementos disminuyan en tamaño, y aumenten los llamados ´´microlitos´´. Estas fases en
Junín denominamos: K´ellka Wasi, Ondores y Chupaca( extensivo al valle del Mantaro), y en
Ayacucho se llama Chiwa y Cachi. Tanto los raspadores como las puntas diminuyen a su minima
expresión. Muchos de ellos, en vez de ser utilitario, hasta sugieren haber sido tallados para el
juego.

Otros tipos de artefactos hallados en este periodo, los contituyen algunas ´´bolas´´, cantos rodados
de rio, que deben haber sido utilizados para liwis. Chancadores, manos mortero, igualmente de
cantos rodados y piedras esféricas pulidas, generalmente pequeñas, que deben haber cumplido
alguna función de aleación. La pizarra aparece conjuntamente con la ocupación altarera. En
cambio, la obsidiana es utilizada en minima proporción( solo hemos hallado pequeñas esquirlas)
en el arcaico superior.

Las herramientas de hueso, que naturalmente aparecen desde el periodo lítico, aumentan en
cantidad. De las descripciones son notables su utilización durante el arcaico. Se ha encontrado en
en los diferentes sitios excavados o sondeados de Junín, punzones hechos en hueso y cuernos,
herramientas dentadas, muy frecuente en San Blas y Ondores, esteques, agujas de diferentes
dimensiones, escapulas incididas y pulidas, huesos largos trabajados y utilizado como tubos( quizá
como instrumentos musicales). Discos y tubos como adorno de collares y pendientes. L a
conservación de estos objetos ha sido relativa por acción del tiempo y la humedad del suelo, por lo
que durante las excavaciones muchos de ellos se han destruido y otros pasaron desapercibidos.

El arte parietal es abundante en los abrigos rocosos del altiplano de Junín. Se tiene registrado unas
30 cuevas con pintura rupestre. Hasta la fecha ninguna de ellas ha sido estudiada con rigor
científico. En tal sentido seria pura especulación periodificarlas.

Sin embargo, con las informaciones que se tiene para otros sitios, creo que se puede comentar
algo mas. Es posible que la idea de pintar o grabar las paredes de la rocas, constituya una
impresión muy antigua. Pero creemos, en base a la ultima evidencia comprobada en Toquepala, se
puede inferir que la plasmación del arte rupestre andino ha sido desarrollada durante el periodo
arcaico, coincidiendo con el proceso de la domesticación de los camelidos. El 90% de las
representaciones ubicadas en Junin, muestran diseños o siluetas de camélidos en diferentes
escenas, desde la caza hasta la crianza en corrales. De Cardich (1964) para Lauricocha,
Chaclarragra y otros lugares aledaños, asi como de las descripciones de Ravines y Bonavia(1972)
para varios lugares del Perú, se puede inferir que esta forma de manifestación artística tiene su
mejor expresión en este periodo.

Naturalmente el estudio del arte rupestre andino no es uno de los temas mas complejos.
Nisiquiera se dispone de una orientación metodológica, y no hay al momento alguien que pueda
iniciarlo. Por otro lado, la actitud de grabar o pintar las rocas empieza en el periodo lítico y
subsiste hasta la colonia, muchas veces repitiendo los mismos diseños y temas, y no hay manera
como diferenciarlos, tanto mas cuanto que los tintes empleados son igualmente de la misma
naturaleza. Sin embargo, se puede adelantar que los petroglifos, por ejemplo, son expresiones
posteriores a las pinturas rupestres como los de toquepala, Junin y Lauricocha. Ademas
Cardich(1964), intentando secuncializar los tipos de pintura hallados por el, muestra algunos
diseños que incluso podrían ser emparentados cpm Kotosh y otros con Chavin, y que
corresponderían a fases posteriores a los dibujos que muestran escenas de caza en el abrigo de
Chaclarragra.

En cuanto a la vida domestica, se ha podido notar en Pachamachay la funcional división del lecho
habitacional. La parte interior de la cueva fue utilizada principalmente como abrigo y como
dormitorio, mientras que el talud, siempre fue el area de actividad. En esa parte se hallaron los
talleres de tallado de piedra, de huesos y mas tarde, inclusive, del modelado de las vajillas de
arcilla. Alli quedaron in situ los restos del trabajo ejecutado y los arqueólogos los desentierran con
cuidado.

Luego también en Pachamachay, se ha encontrado hornos, posiblemente construidos para la


cocción de alimentos. Fueron cuidadosamente edificados con piedras pequeñas y cubiertas con
barro, de forma circular y adecuados para el uso permanente.

Finalmente, algunas de estas cuevas, después de impacto de la abundancia de recursos durante el


Optimun Climaticum, cambian su modalidad de vida hacia un comportamiento sedentario y
adecuan sus viviendas, unas veces ampliando el lecho internp, construyendo paredes de
protección, o simplemente limitando el epacio habitacional. Esto debe coincidir con el surgimiento
de los campamentos abiertos. Evidencias de ello e tiene en Ondores y Palomay.

EL CASO DEL EXTREMO SUR:

El area extremo sur andino, integrada por los valles situado al sur del rio Majes y norte de Chile
hasta el desiertod e Atacama, es un area con un desarrollo diferente al area centro andina. En ella
se reconoce un prolongado periodo preceramico con una economía depredadora basada en la
caza, pezca y recolección, y un periodo agro-alfarero tardio, encontrándose entre ambos un
periodo de transición tipificado por una horticultura incipiente.

El periodo preceramico del extremo sur se caracteriza por una economía marina, de pezca y
recolección, de la que quedan evidencias en las grandes acumulaciones de conchas que componen
los basurales del area, El periodo mas temprano, fechado hacia 4,500 A.C., se conoce en la costa
del norte grande de Chile bajo el nombre de ´´Cultura del anzuelo de concha´´, debido a la
popularidad de tales utensilios, hechos en valvas de Choro (choro mytilus horus). Fue definida
inicialmente en los yacimientos deQuiani en el area de Arica, punta Pichalo en el area de Pisagua y
Cerro Coloradoen el area de Taltal (Bird, 1943). Ademas de los anzuelos de concha otros artefactos
que caracterizan a este perido son: anzuelos compuestos con pesos de piedra, arpones, cuencos y
morteros de lava volcánica, a los que se suman pequeñas puntas foliáceas de proyectil y
raspadores de piedra (Bird, 1946).

La distribución de esta cultura parece ser muy amplia. Al sur de Arica, sitios con Anzuelos de
concha se han encontrado en la herradura, valle de Elqui, Coquimbo( Irribarren, 1956). En
Guanagueros, 40km. Al sur de La Serena (Irribarren, 1956), Bird señala que cuencos de lava se han
encontrado en Hitil, entre Santiago y Valparaiso, y un anzuelo compuesto en Llollco, al sur de
Valparaido (Bird, 1946). Al norte de Arica, en actual territorio peruano, tres son los yacimientos
que pueden asignarse a esta cultura y que presentan elementos culturales semajantes: playa
Chira, entre los valles de Camana y Ocoña; Mollendito, en la provincia de Islay, e Ilo, en el
departamento de Moquegua. Estas tres poblaciones pre-agricolas son similares en las de los
niveles mas tempranos de Quiani y Punta Pichalo. Entre sus elementos culturales se cuentan
anzuelos de concha, anzuelos compuestos ( combinación de gancho con plomada) arpones y
cabezales desprendibles con barbas de hueso y punta lítica. Ademas, tazones de piedra o lava,
puntas dobles y chuzos de huesos para mariscar, los que a diferencia de la zona de Arica no
superviven en los niveles alfareros.

El segundo periodo preceramico, que se inicia hacia el año 3,500 A.C., fue definido
estratigráficamente en Quiani y Pisagua y aparece superpuesto a la cultura de anzuelos de concha.
Corresponde a grupos con igual tendencia económica, pero con dieta complementada mediante la
casa terrestre. Este periodo se caracteriza por la popularidad del anzuelo confeccionado a partir
de espinas de cactus. Sin embargo, en su inventario cultural figuran además choppers, raspadores
laterales, cuchillos de laminas amorfas hechos mediante presión bilateral; morteros de cuenta
conica y tazones confeccionados en lava volcánica de color negro, puntas y cabeceras de hueso
para arpones, pesas como cigarros, plomadas para lienzas, piezas en forma de bolas, puntas de
arpones diferentes al periodo anterior. Las puntas de proyectil son triangulares con pedúnculo
estrecho y triangulares de base escotada con barba, que son los predominantes.

Algunas de estas poblaciones correspondientes a este segundo periodo se establecieron en areas


cercanas a desembocaduras de ríos y tuvieron mayores posibilidades de iniciar mas tarde una
agricultura incipiente con practicas de riego artificial e introducción paulatina de la alfarería.
Surgen asi, los grupos que componen el complejo que en el area chilena se ha denominado
Chinchorro, que perdura hasta en el 500 A.C. aproximadamente, y de cuyos finales son buenos
representantes los sitios Faldas del Morro y el Laucho, en Arica; y los sitios de Catarindo, Matarani,
Mollendito y el estrato final de la cuenta de Toquepala en las provincias peruanas de Islayy,
Arequipa y Tacna, respectivamente.

Estos grupos parecen estar vinculados a elementos de las tierras najas orientales. Su organización
inicial fue al parecer a nivel de banda, para luego desarrollar una estructura semialdeana. El
inventario de su cuenta material es variado e incluye cestería decorada, gran cantidad de
calabazas, tejidos sencillos de lana en colores natural y rojo, tocados de fibras con plumas de aves
tropicales, y en las fases mas desarrolladas elementos confeccionados en madera y hueso,
correspondientes al empleo de alucinógenos. Son comunes en estas fases anzuelos de cactus,
propulsores y arpones de hueso. Las complejas practicas mortuorias, como las observadas en
Faldas de Morro y Matarani, comprenden tratamiento post mortem de disecación, vaciado del
cuerpo, y posterior relleno con pajas y basuras, y su cobertura final con capas de barro. La
presencia de deformación craneana intencional, sugiere un elaborado sistema de creencias.

Durante este periodo se observa una diferente modalidad de ocupación de hábitat, y corresponde
a los pueblos llamados Conanoxa en Chile, y que se detectan también en Pichalo y Tiviliche( en
Chile), Ilo y Toquepala( en Perú). Estos grupos muestran una dinámica de desplazamientos
estacionales o trashumancia, que van de la costa a las lomas y de las lomas a los valles y pampas
inferiores. Esta trashumancia obedecería de manera fundamental a necesidades alimenticias
básicas y de complementariedad, teniendo como base aprovechamiento máximo de diversos
recursos en micro ambientes. Una característica de este complejo es una industria lítica muy
completa de cuarzos cripto cristalinos, trabajdos por percusión y presión.

Las poblaciones que se concentran en la costa y particularmente en las zonas de eficiencia de la


desembocadura de los ríos, adquirirán paulatinamente niveles de desarrollo mas complejos, en los
que se intensifica el aprovechamiento de los recursos naturales, hasta conformar exonomias
regionales mas integradas. La zona litoral y los valles se incorporan posteriormente en una
modalidad agromaritima, que perdura hasta la época inca. En la zona de los valles Moquegua,
Tacna y Arica, las actividades básicas son de tipo agropecuario, con una agricultura en terrazas en
la cuenta media del valle, y crianza de camelidos en las tierras mas altas.

Finalmente, entre los años 500 A.C. y 400 D.C. en esta area se configuran una serie de patrones
que va de una economía de caza-recolección a una con regímenes de cultivo inicial, y de una
sociedad de banda a una de organización tribal. Arqueologicamente las evidencias mejor
conocidas corresponden al denominado complejo Faldas del Morro, identificado en diversas
localidades del norte Grande de Chile y en las localidades de Puyenca e Islay, en el departamento
de Arequipa, de la costa sur del Perú. Presentan contextos de caza, recolección y cultivos dentro
de un patrón de trashumancia, producto de su ubicación en diversos nichos ecológicos. Los
cementerios, particularmente kis dek Norte Grande, de Chile, incluyen individuos con cráneos con
turbantes de hilos teñidos o de madejas de pelo humano, mantas felpudas, empleo profuso de
fibra vegetal en cestería decorada, esteras, y uso del cuero. La alfarería es aparentemente
experimental, tosca, de paredes gruesas y sin decoración. Sin embargo, técnicas como la cestería y
textiles están mucho mas desarrolladas. Es característica de esta época también el uso de
narcoticos y de la metalurgia de cobre y oro.

En el area de Islay se desarrolla durante este periodo una cerámica tosca, de pasta roja, que se
asocia con algunos objetos de cobre, y al parecer una agricultura estable de la que no se conocen
antecedentes locales.

En general, en el area extremo sur, a partir del siglo V A.C. se va plasmando la emergencia de una
nueva sociedad, producto de un mejor aprovechamiento del medio y de la llegada de grupos
serranos que traen elementos de cambio. Puede, en todo caso, sugerirse para el extremo andino
un desarrollo similar al are andina central, anterior a la difusión de Tiahuanaco.

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