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Delitos Contra La Confianza y La Buena Fe en Los Negocios PDF
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§1. Antecedentes.
1. Las más remotas expresiones negativas al sistema del crédito hallan sus raíces
tratativas en las instituciones del Derecho Civil, asumidas, luego, por las especialidades del
Derecho Comercial hasta llegar a obtener naturaleza de hecho punible.
2. En las primeras etapas del Derecho Romano, las figuras jurídicas de la quiebra y
la insolvencia eran analizadas dentro del ámbito del derecho de las obligaciones. La Ley de
las XII Tablas la regula en el apartado de las garantías personales junto a las deudas
generadas. Así, el acreedor no satisfecho de la deuda, podía coger a su deudor y llevarlo a
los tribunales a fin de resolver su pago. Esta institución es conocida bajo el nomen “actio
manus iniectio”. La solución consistía en la prisión del deudor por un tiempo de setenta
días. Esto no era más que la prisión por deudas que en la actualidad se encuentra desfasada
en todas las legislaciones. En dichos casos, la garantía personal era tan lesiva que el deudor
perdía su libertad convirtiéndose hasta en esclavo de su acreedor.
6. En España, los Códigos penales de 1822, 1848, 1850 y 1870 presentan normas
represivas para los casos de insolvencia y quiebra fraudulenta, bajo la clásica nomen
“alzamiento”, y que el vigente Código Penal de 1995 sigue manteniendo(4).
1
Cfr. Mezger, 1959, p. 278.
2
Cfr. Peña Cabrera II-B, 1995, p. 650; Angeles Gonzales/Frisancho Aparicio/Rosas Yataco III, 1997, p.
1369.
3
Históricamente, el origen de las insolvencias punibles en el derecho italiano reside su razón en la necesidad
de castigar hechos de bancarrota dolosos que daban lugar a situaciones de insolvencia imprudentes (Suárez
González en Rodríguez Mourullo, 2000, p. 729).
4
En el derecho comparado se han desarrollado tres sistemas de tipificación de los delitos de insolvencia y
quiebra: sistema español, sistema alemán y sistema italiano. En el sistema español se distingue de tres
formas (quiebra, concurso y suspensión de pagos) un denominador común: el estado de insolvencia. Así se
les denomina delitos de alzamiento. Siguen este modelo los códigos de Suiza, Honduras, Colombia y
Uruguay, entre otros. El sistema alemán estructura los delitos basándose en la amenaza de la ejecución
sobre los bienes del deudor, quien enajena o separa los bienes de su patrimonio y así impedir que el
acreedor vía judicial logre satisfacer su crédito. Sigue este modelo, el Código de Paraguay. En el sistema
italiano se constituye más a la tutela de la autoridad de las decisiones judiciales (Boumpadre en Política
criminal, derechos humanos y sistemas jurídicos en el siglo XXI, 2001, pp. 166-167).
punibles”. El Código Penal de 1924 presenta figuras delictivas de quiebra bajo el título
“Delitos en la quiebra y en las deudas” dentro de la sección VI “Delitos contra el
patrimonio”. Las fuentes legislativas para éste último título fueron los preceptos del Código
Penal argentino de 1921 y del Anteproyecto Suizo de 1918. Sobre el desarrollo normativo
anterior, el Código Penal de 1991 mantiene las fórmulas delictivas en el Capítulo I,
“Atentados contra el Sistema crediticio”, dentro del Título VI “Delitos contra la confianza
y la buena fe en los negocios”.
8. Si bien, las legislaciones que nos precedieron en materia penal, acuñaban a estos
ilícitos “delito de quiebra”, actualmente ya no se puede hablar con dicha propiedad ante el
cambio estructural de los tipos penales concursales. Menos podemos denominarlos delitos
de insolvencia o insolvencias punibles, como ya la doctrina española le asignaba como
rúbrica, esto en razón a que el tipo básico contempla la posibilidad de que el ilícito se
consuma en el ámbito de procedimiento distintos a la insolvencia, como lo es el
procedimiento simplificado, el concurso preventivo y el transitorio ( 5). En nuestra doctrina
se ha acostumbrado utilizar estas dos formas denominativas; pero, a excepción de la última,
no son del todo perfectas. Aún así, estimamos utilizar la denominación de insolvencia,
porque en la mayoría de los ilícitos ésta se presenta como un denominador en común,
como un presupuesto de hecho (6).
5
Caro Coria en Revista de Doctrina y Jurisprudencia 3, 2002, p. 149.
6
Vid. Suárez González en Rodríguez Mourullo, 2000, p. 728; Terradillos Basoco, 1995, p. 140; Guinarte
Cabada en Jueces, 2003, p. 374.
situación de hecho donde “el importe de las obligaciones exigibles supera al de los bienes
y derechos realizables” (7). Esta situación de hecho se presenta como un desequilibrio
patrimonial en el cual se encuentra una persona, sea física o jurídica, y en el que el activo
no es suficiente para hacer frente al pasivo ( 8). La insolvencia descansa sobre un
presupuesto inicial, que es una relación jurídica obligacional, y en ella encontramos, por
un lado, al acreedor como sujeto activo de dicha relación, quien exige el cumplimiento del
crédito; y por otro, el deudor como sujeto pasivo, quien tiene que satisfacer la exigencia.
11. Hay que distinguir cuándo nos encontramos frente a una insolvencia o frente a
una insuficiencia o falta de liquidez (9). En la insuficiencia, el pasivo es superior que el
activo presente, pero existen posibles expectativas que pueden generar créditos que
satisfacen las deudas. En la falta de liquidez, también el deudor no puede cumplir con sus
obligaciones, ya que una porción de su patrimonio no es pasible de ser ejecutado al
instante; pero aun así, el activo en su conjunto es mayor que el pasivo ( 10). En estas dos
últimas situaciones, se presencia una insuficiencia, pero que es momentánea, ya que se dan
posibilidades de enfrentar las obligaciones. El Derecho Penal no tutela dichos estados, ya
que esas insolvencias pueden ser afrontadas por el deudor. Lo que se busca es una
insolvencia “definitiva y no meramente transitoria o coyuntural”(11).
En nuestro caso, esas reglas pueden ser incumplidas a través de la cesación de pagos
generados por la insolvencia en que se encuentra la persona. Esta insolvencia puede ser
tratado por los mecanismos que normas extrapenales -Derecho Civil y Derecho Comercial-
contengan. Pero, ¿es aquí donde el Derecho Penal debe de intervenir?. De hecho, que la
respuesta debe ser negativa, ya que no se castiga la insolvencia en cuanto tal, ni siquiera
cuando su alcance económico sea extenso y los perjuicios que provoca afecten a múltiples
sujetos: Si el simple incumplimiento de una obligación fundamentara la responsabilidad
penal, se estaría
instaurando la prisión por deudas (12) (13), invadiendo, sin razón, cuestiones de derecho
privado y a su vez faltando a la garantía de la intervención mínima ( 14). Sólo se debe tener
como referencia o base común al estado de insolvencia pero nunca como razón de
punición.
13. La punición debe de identificar la finalidad del individuo antes que los hechos
ejecutados. La intervención del Derecho Penal se justifica por la actitud dolosa, culposa o
fraudulenta con la cual el individuo busca la insolvencia. Se va a sancionar la conducta
fraudulenta que causalmente haya originado tal estado (15), siendo el engaño el elemento
que quebranta la confianza que los acreedores depositan en la buena fe y capacidad de
12
Idem. Vid. Muñoz Conde, 2002, p. 439; Serrano Gómez, 2002, p. 432.
13
Jurisprudencia Española: “Es evidente que no se trata de una corrección penal frente a un simple
incumplimiento contractual, que sería contrario a los más elementales principios de nuestro derecho
penal y conduciría o podría conducir a situaciones próximas a la prisión por deudas, de triste recuerdo
histórico”. Sentencia del Tribunal Supremo del 7 de noviembre de 1987 en Jordana de Pozas, Código penal
II, 1997, p. 2858.
14
Calderón Cerezo en Calderón Cerezo/Choclán Montalvo II, 2001, p. 270. Cfr. Beneytez Merino en
Bacigalupo, 1998, p. 170; Corcoy Bidasolo/Cardenal Montraveta/Fernández Bautista/Gallego Soler/Gómez
Martín/ Hortal Ibarra, 2002, p. 146.
15
Calderón Cerezo en Calderón Cerezo/Choclán Montalvo II, 2001, p. 270; Bajo Fernández en Bajo
Fernández/Silvina Bacigalupo, 2001, p. 379. Vid. Gonzales Rus en Cobo del Rosal, 2000, p. 468.
pago del deudor (16). También es recalcable dicha exigencia por la jurisprudencia nacional
devenida durante la vigencia del Código Penal de 1924:
14. Legislativamente, se puede afirmar que el bien jurídico que se pretende proteger
es el sistema crediticio pero también cabe señalar a la buena fe o la confianza como bienes
jurídicos, esto debido a los títulos y capítulos de los delitos concursales asignados por el
Código Penal (20), aunque esto no implique definir en forma concluyente la tutela penal. Por
ello, en la doctrina se han dado diferentes teorías para identificar el verdadero objeto de
protección.
16
Cfr. Calderón Cerezo en Calderón Cerezo/Choclán Montalvo II, 2001, p. 270. “Su importancia
criminológica estriba en uno de sus efectos más significativos: la reacción en cadena, ya que se van
trasmitiendo de unos comerciantes a otros las dificultades de pago y las crisis, los despidos masivos de
trabajadores, el alza de interés en los institutos de crédito, etc.” (Bajo Fernández en Bajo Fernández/Silvina
Bacigalupo, 2001, p. 372). Vid. tab. Bisbal Méndez en El nuevo derecho penal español. Estudios penales en
memoria del profesor José Manuel Valle Muñiz, 2001, pp. 964-965.
17
Ejecutoria del 6 de octubre de 1927 en Espino Pérez, 1988, p. 330.
18
Bramont-Arias Torres/García Cantizano, 1998, p. 400.
19
Lamas Puccio, 1996, p. 156.
20
Para el Código Penal de Uruguay se identifican como delitos contra la economía y la hacienda pública
(Título IX); el Código Penal de El Salvador lo señala como delitos relativos al orden socioeconómico
(Título IX); el Código Penal de Costa Rica lo ubica en los delitos contra la buena fe en los negocios (Título
VIII); el Código Penal de Colombia lo identifica como delitos contra el patrimonio económico (Título VII);
los Códigos Penales de Argentina, Bolivia y Chile los agrupan dentro de los delitos contra la propiedad en
sus títulos VI, XII y IX respectivamente.
La economía pública se protege frente a insolvencia fraudulentas o culposas, se
entiende entonces, como un objeto jurídico colectivo a favor de la sociedad. Esta
posición es preconizada por los mercantilistas de la época.
Destaca dentro de sus tratadistas CANDIAN, quien sostiene que la quiebra “es un
delito contra la economía pública, partiendo de la idea de que al alterarse los
compromisos contraídos por el quebrado, se perturba el calendario de compromisos
de sus acreedores y todo ello repercute negativamente dentro de la economía” (21).
Si bien, en el Código Penal, el Título que acoge los delitos concursales y otros
delitos se denomina “Delitos contra la confianza y la buena fe en los negocios”,
estas expresiones son vagas y abstractas (22) y no especifican lo que verdaderamente
reflejan los tipos penales afines.
es así se vulnera no sólo la confianza, sino también la buena fe del acreedor ( 24).
BRAMONT ARIAS/BRAMONT-ARIAS TORRES establecen que el bien jurídico es “el
interés público concerniente a la inviolabilidad de la buena fe y lealtad en las
relaciones crediticias, que el Estado tutela contra las acciones que prescinden del
interés de los acreedores a una satisfacción completa o en el más alto grado posible
de sus pretensiones jurídico-patrimoniales (25).
Uno de sus máximos defensores, NURVOLONE, sostiene que “el derecho de crédito
no estaría tutelado por las leyes sobre quiebra, en su expresión individual, sino
desde el punto de vista colectivo” (26). Se entiende a la tutela dirigida a un interés
publicístico-procesal, constituido por la quiebra documental a la veracidad de la
documentación contable y por aquellos patrimoniales conservados entre los bienes
del fallido(27).
Para CREUS, la protección reside en “la incolumidad del patrimonio como prenda
común de los acreedores, procurando que puedan ellos cobrar sus deudas,
26
Cfr. Lamas Puccio, 1996, p. 162.
27
Peña Cabrera II-B, 1995, p. 685.
28
Lamas Puccio, 1996, p. 162.
29
Fontán Balestra, 1998, p. 562.
30
Creus I, 1990, p. 562.
31
Quintero Olivares, 1999, p. 565.
32
Terradillos Basoco, 1995, p. 140 y 142.
33
Serrano Gómez, 2002, p. 433.
34
Gonzales Rus en Cobo del Rosal, 2000, p. 469.
35
Guinarte Cabada en Jueces, 2003, p. 376.
36
Vives Antón/González Cussac en Vives Antón/Boix Reig/Orts Berenguer/Carbonell Mateu/González
Cussac, 1999, p. 484.
37
Muñoz Conde, 2002, p. 436.
ejecutando los bienes que lo componen, en igualdad de condiciones con los otros
acreedores” (38). GONZALES RUS establece que los delitos de insolvencia comparten
semejante dinámica comisiva: se integran no por el apoderamiento de cosas ajenas,
sino por la realización de actuación sobre el propio patrimonio para perjudicar a los
acreedores e impedir que puedan ver realizado sobre el mismo sus derechos de
crédito (39). “Son, pues, delitos contra el patrimonio y no contra el orden
socioeconómico, aunque indirectamente puedan tener consecuencias para el buen
funcionamiento del sistema crediticio” (40). También MUÑOZ CONDE identifica al
derecho de crédito de los acreedores como bien jurídico, y afirma que se concretan
como “el derecho a la satisfacción que tienen sobre el patrimonio del deudor en el
caso de que éste incumple con sus obligaciones, como contrapartida al deber que
tiene el deudor de responder en caso de incumplimiento de sus obligaciones con
todos sus bienes presentes o futuros” (41). Dicho autor identifica en el derecho de
crédito dos intereses diferentes y con distintas consecuencias: por un lado, el
derecho al cumplimiento de la obligación; por otro, el derecho a satisfacerse con el
patrimonio del deudor en caso de incumplimiento, pero será lo último lo que tiene
trascendencia rescatable para la delimitación del bien jurídico en los delitos de
insolvencia (42). Al final, agrega MUÑOZ CONDE, que el derecho de crédito en su
propia estructura es entendido como “un derecho patrimonial, lo que posibilita una
mejor delimitación del bien jurídico protegido y una interpretación restrictiva de los
tipos delictivos” (43).
En nuestra doctrina, GARCÍA CAVERO precisa que “en los delitos concursales, no se
protege otra cosa que el patrimonio de los acreedores, pero teniendo en cuenta para
ello el contexto propio de la insolvencia y las normas especiales de participación de
los acreedores en el concurso. La protección penal busca evitar que los acreedores,
cuyos créditos han vencido o aún no, se ven perjudicados por actos de organización
previos del deudor orientados a no pagar las deudas mediante el aprovechamiento
de la insolvencia” (44). Tomando en cuenta la última modificatoria legislativa,
GARCÍA
CANTIZANO interpreta que, “si por una lado se afirma la protección del sistema
crediticio, y por otro, en realidad lo verdaderamente garantizado es el derecho de los
acreedores” (45).
Esta posición no puede ser acogida en nuestra legislación penal, pues a primer vista
el legislador ha dado como solución los atentados contra el sistema crediticio.
Además, estos tipos de conductas no se encuentran dentro del Título V, “Delitos
38
Creus I, 1990, p. 562.
39
Gonzales Rus en Cobo del Rosal, 2000, p. 468.
40
Idem.
41
Muñoz Conde, 2002, p. 436.
42
Idem, p. 438.
43
Idem, p. 439.
44
García Cavero en Cátedra Año III N° 5, 1999, p. 235.
45
García Cantizano en Sección Actualidad Jurídica Nº 68-B, 1999, pp. 59 y 62.
contra el patrimonio”. Los tipos responden más bien a una afectación colectiva que,
en principio, evita cualquier intervención privada (aunque esto no es lo que persigue
el artículo 243° del Código Penal) (46).
Considera QUERALT, que no interesa tanto el daño concreto que pueda infligirse a
personas o personas concretas, en estos delitos prima más una burla al sistema de
crédito que la de la defraudación patrimonial concreta, siendo así, “cabe sostener
que el bien jurídico – penalmente protegido es la exigencia del sistema de crédito
que se basa en la fluidez de las operaciones y en la confianza en el buen éxito de las
mismas” (51). Considera CARO CORIA, que el Derecho Penal Económico protege un
conjunto de intereses estrictamente individuales, dotados de una dimensión
colectiva porque permiten el funcionamiento del sistema económico (52). Luego
CARO señala que la protección del sistema crediticio no opera como un fin en sí
mismo, sino por su función parea el mantenimiento del orden socioeconómico
como bien colectivo (53). Así, concluye que “único bien jurídico merecedor y
necesitado de protección penal, al ser complementario de bienes individuales, es el
orden socioeconómico (...). Consecuentemente, el sistema crediticio es un
instrumento u objeto al servicio de este
Algunos en la doctrina han incidido dicho carácter ( 55). CALDERÓN CEREZO señala
que en estos delitos se pone de manifiesto una “naturaleza mixta, patrimonial y
socioeconómico, en cuanto que el bien jurídico protegido sigue siendo el derecho de
crédito del acreedor, conducente a la satisfacción de su contenido sobre el
patrimonio del deudor, pero además el delito adquiere relevancia colectiva de
infracción contra el orden socioeconómico, en atención a las consecuencias sociales
que estas conductas pueden producir” (56). Sin el rigor de adoptar esta posición,
CARO CORIA nos dice que de “un lado se tienen los intereses de los acreedores que,
ante el fraude, reclaman la satisfacción de su crédito valorable en dinero. Pero existe
un interés ulterior de carácter colectivo relacionado con la credibilidad en el
sistema crediticio(57).
15. A través de las diferentes legislaciones, los delitos concursales se han tipificado
de tres maneras:
a) Sistema privatista.-
Sus bases reside en las duras críticas de los penalistas iniciados por CARRARA y que
terminaron relegando los tipos penales en leyes extrapenales (58). Los delitos de
55
Los que estiman como bien jurídico principal es el derecho de crédito y el orden socio económico como
bien jurídico secundario están: Bajo Fernández en Bajo Fernández/Silvina Bacigalupo, 2001, p. 371;
Jordana de Pozas en Código Penal II, 1997, p. 2849.
56
Calderón Cerezo en Calderón Cerezo/Choclán Montalvo II, 2001, p. 271. También lo recalca: Gonzales
Rus en Cobo del Rosal, 2000, p. 468.
57
Caro Coria en Revista Peruana de Doctrina y Jurisprudencia Penales Nº 3, 2002, p. 128. Esta conjunción
entre lo individual y lo colectivo se observa en los delitos concursales (Idem, p. 128).
58
Peña Cabrera II-B, 1995, pp. 687-688.
insolvencia y quiebra fraudulenta pasan a ser regulados por leyes civiles o
comerciales, los cuales van a fijar las penas y sanciones que correspondan. Así
tenemos a la ley alemana de 1877, la ley italiana de 1942, la ley chilena de 1931 y la
ley mexicana de 1942.
b) Sistema publicista.-
c) Sistema mixto.-
Llamado también sistema franco-español, a través del cual las conductas delictivas
concursales son acogidas en las leyes civiles o comerciales, quedando sólo la labor
de fijar el marco punitivo para el Derecho Penal. Las legislaciones que asumen este
sistema contienen verdaderas normas penales en blanco.
6.1. Generalidades.
16. Con la reforma de 1999 dado por la octava disposición final de la LFSRP, la
figura delictiva de insolvencia fraudulenta ingresa a nuestro Código Penal reemplazando a
la figura de la quiebra fraudulenta (60). No obstante que esta reforma ha generado cambios
sustanciales en el campo de la intervención penal, más adelante, notamos que la nueva
estructura típica de la insolvencia fraudulenta recoge casi las mismas conductas delictivas
de su anterior composición; y esto nos va a llevar a una análisis más detallado y a la
ubicación de nuevos elementos constitutivos para este tipo penal. También, hay que
agregar, que el antiguo tipo penal de la connivencia maliciosa que se hallaba regulada en el
artículo 213° del Código Penal, ahora pasa a formar parte del tipo penal del presente delito,
constituyéndose como una de las conductas delictivas específicas de la insolvencia
fraudulenta.
61
Artículo 209º. “Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años e
inhabilitación de uno a tres años conforme al artículo 36, incisos 2 y 4, el comerciante declarado en
quiebra que, en fraude a sus acreedores: 1. Simule, suponga o contraiga efectivamente deudas,
enajenaciones, gastos o pérdidas. 2. Sustraiga u oculte bienes que correspondan a la masa o no justifica su
salida o existencia. 3. Concede ventajas indebidas a cualquier acreedor. Si el acto hubiese sido cometido
dentro de un proceso de titulización la pena será privativa de la libertad no menor de cinco ni mayor de
ocho años e inhabilitación de tres a cinco años conforme el artículo 36, incisos 2 y 4”.
62
Artículo 209º. “Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años e
inhabilitación de tres a cinco años conforma al artículo 36 incisos 2 y 4, el deudor, la persona que actúa en
su nombre, el administrador o el liquidador, que en un procedimiento de insolvencia, procedimiento
simplificado o concurso preventivo, realizara, en perjuicio de los acreedores, alguna de las siguientes
conductas: 1. Ocultamiento de bienes; 2. Simulación, adquisición o realización de deudas, enajenaciones,
gastos o pérdidas; y, 3. Realización de actos de disposición patrimonial o generador de obligaciones,
destinados a pagar a uno o varios acreedores, preferentes o no, posponiendo el pago del resto de
acreedores. Si ha existido connivencia con el acreedor beneficiado, éste o la persona que haya actuado en
su nombre, será reprimido con la misma pena. Si la junta de acreedores hubiere aprobado la
reprogramación de obligaciones en un procedimiento de insolvencia, concurso preventivo o procedimiento
simplificado, según el caso o, el convenio de liquidación o convenio concursal, las conductas tipificadas en
el inciso 3 sólo serán sancionadas si contravienen dicha reprogramación o convenio. Asimismo, si fuera el
caso de una liquidación declarada por la Comisión, conforme a lo señalado en la ley de la materia, las
conductas tipificadas en el inciso 3 solo serán sancionadas si contravienen el desarrollo de dicha
liquidación. Si el agente realiza alguna de las conductas descritos en los incisos 1, 2 y 3, cuando se
encontrare suspendida la exigibilidad de obligaciones del deudor, como consecuencia de una declaración
de insolvencia, procedimiento simplificado o concurso preventivo, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho años e inhabilitación de cuatro a cinco años, conforme al
artículo 36 incisos 2 y 4”.
18. El delito de insolvencia fraudulenta (63) se encuentra tipificado en el artículo
209°, Capítulo I (Atentados contra el Sistema Crediticio), Titulo VI (Delitos contra la
confianza y la buena en los negocios), Libro Segundo (Parte Especial Delitos) del Código
Penal vigente:
Artículo 209º. “Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni
mayor de seis años e inhabilitación de tres a cinco años conforma al artículo 36 incisos
2 y 4 el deudor, la persona que actúa en su nombre, el administrador o el liquidador,
que en un procedimiento de insolvencia, procedimiento simplificado, concurso
63
El delito de insolvencia fraudulenta en otras legislaciones penales: En el Código Penal de Argentina:
artículo 179º. “Será reprimido con prisión de uno a cuatro años, el deudor no comerciante concursado
civilmente que, para defraudar a sus acreedores, hubiere cometido o cometiere alguno de los actos
mencionados en el artículo 176º [1º simular o suponer deudas, enajenaciones, gastos o pérdidas; 2º no
justificar la salida o existencia de bienes que debiera tener; substrae u ocultar alguna cosa que
correspondiere a la masa; 3º conceder ventajas indebidas a cualquier acreedor] Será reprimido con prisión
de seis meses a tres años, el que durante el curso de un proceso o después de una sentencia condenatoria,
maliciosamente destruyere, inutilizare, dañare, ocultare o hiciere desaparecer bienes de su patrimonio o
fraudulentamente disminuyere su valor, y de esta manera frustrare, en todo o en parte, el cumplimiento de
las correspondientes obligaciones civiles”. En el Código Penal de Bolivia: artículo 344º. “El que no siendo
comerciante se alzare con sus bienes o los ocultare o cometiere otro fraude, con el propósito de perjudicar
a sus acreedores, incurrirá en privación de libertad de dos a seis años”. En el Código Penal de Chile:
artículo 466º. “El deudor no dedicado al comercio que se alzare con sus bienes en perjuicio de sus
acreedores o que se constituya en insolvencia por ocultación, dilapidación o enajenación maliciosa de esos
bienes, será castigado con presidio menor en cualquiera de sus grados. En la misma pena incurrirá si
otorgare, en perjuicio de dichos acreedores, contratos simulados”. En el Código Penal de Colombia:
artículo 253º. “El que alzare con sus bienes o los ocultare o cometiere cualquier otro fraude para perjudicar
a su acreedor, incurrirá en prisión de uno (1) a tres (3) años y multa de diez (10) a doscientos (200) salarios
mínimos legales mensuales vigentes”. En el Código Penal de Costa Rica: artículo 234°. “Será reprimido
con prisión de uno a cuatro años, el deudor no comerciante concursado civilmente que, para defraudar a
sus acreedores, hubiere cometido o cometiere alguno de los actos referidos en el artículo 231 (1) Simular o
suponer deudas, enajenaciones, gastos, pérdidas o créditos; 2) Sustraer u ocultar bienes que
correspondieren a la masa o no justificar su salida o su enajenación; 3) Conceder ventajas indebidas a
cualquier acreedor; y 4) Haber sustraído, destruido o falsificado en todo o en parte los libros u otros
documentos contables, o los hubiere llevado de modo que se hiciere imposible la reconstrucción del
patrimonio o el movimiento de los negocios)”. En el Código Penal de España: artículo 257º. “1. Será
castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses: 1.º El que se
alce con sus bienes en perjuicio de sus acreedores. 2.º Quien con el mismo fin, realice cualquier acto de
disposición patrimonial o generador de obligaciones que dilate, dificulte o impida la eficacia de un
embargo o de un procedimiento ejecutivo o de apremio, judicial, extrajudicial o administrativo, iniciado o
de previsible iniciación. 2. Lo dispuesto en el presente Artículo será de aplicación cualquiera que sea la
naturaleza u origen de la obligación o deuda cuya satisfacción o pago se intente eludir, incluidos los
derechos económicos de los trabajadores, y con independencia de que el acreedor sea un particular o
cualquier persona jurídica, pública o privada. 3. Este delito será perseguido aun cuando tras su comisión
se iniciara una ejecución concursal”. En el Código penal de El Salvador: artículo 241º. “El que para
sustraerse al pago de sus obligaciones, se alzare con sus bienes, los ocultare, simulare enajenaciones o
créditos, se trasladare al extranjero o se ausentare sin dejar representante legal o bienes en cantidades
suficientes para responder al pago de sus deudas o realizare cualquier otro acto en fraude a los derechos
de sus acreedores, será sancionado con prisión de uno a tres años”. En el Código Penal de Uruguay:
artículo 255º. “El deudor civil que, para substraerse al pago de sus obligaciones, ocultara sus bienes,
simulara enajenaciones o créditos, se trasladara al extranjero o se ocultare sin dejar persona que lo
represente, o bienes a la vista en cantidad suficiente para responder al pago de sus deudas, será castigado
con pena de tres meses de prisión a tres años de penitenciaría”.
preventivo, procedimiento transitorio u otro procedimiento de reprogramación de
obligaciones cualesquiera fuera de su denominación, realizará, en perjuicio de los
acreedores, alguna de las siguientes conductas:
1. Ocultamiento de bienes;
19. Sus antecedentes nacionales los ubicamos en el Código Penal de 1863 en sus
artículos 339°, 340° y 341°. También se presenta en el Anteproyecto de Código Penal de
1877 en los artículos 464°, 469° y 470°; y el Proyecto de Código Penal de 1916 en su
artículo 245°. El Código Penal de 1924 lo acoge en su artículo 252° ( 64), tomando también
el mismo texto penal, el original artículo 209° del vigente Código Penal ( 65). Toma como
64
“Será reprimido como quebrado fraudulento, con penitenciaría no mayor de seis años o prisión no mayor
de dos años y, en todo caso, inhabilitación especial no mayor de diez años, el comerciante declarado en
quiebra que, en fraude a sus acreedores, hubiere incurrido en alguno de los hechos siguientes: 1. Simular
o suponer deudas, enajenaciones, gastos o pérdidas. 2. No justifica la salida o existencia de bienes que
debiera tener; substraer u ocultar alguna cosa que correspondiere a la masa. 3. Conceder ventajas
indebidas a cualquier acreedor”.
65
“Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años e inhabilitación de
uno a tres años conforme al artículo 36, incisos 2 y 4, el comerciante declarado en quiebra que, en
fuentes legales extranjeras al numeral 1 del artículo 140° del Anteproyecto Suizo de 1918 y
el artículo 176° del Código Penal de Argentina de 1921.
21. Ya hemos establecido, que para estos ilícitos ante una insolvencia, se requiere
previamente la existencia válida de una relación jurídica obligacional privada (67), donde
encontramos al objeto que es la pretensión (lo que exige el acreedor); a su vez, el objeto de
dicha pretensión, vienen a ser aquí el objeto material de la acción. En otras palabras, los
bienes, sean materiales o inmateriales, muebles o inmuebles, que integran el patrimonio del
deudor, son objetos materiales de la acción, así como también pueden serlo los derechos
crediticios (exigencia de patrimonialidad). Las meras expectativas no pueden constituirse
objeto material (68). De lege ferenda, no se precisa cuantía alguna valorativa de los bienes
sujetos a las obligaciones, que nos permite delimitarlos alcances del tipo penal. Se debe
entender que estos objetos deben estar libres de cualquier tipo de medidas que les
constituyan como exigibles, que impida que sean potenciales para el cumplimiento de las
obligaciones (exigencia de embargabilidad) (69). En resumen, para constituirse en objeto
material del delito de insolvencia fraudulenta se exigen sólo dos requisitos:
patrimonialidad y embargabilidad (70) (71).
fraude a sus acreedores, incurre en alguno de los hechos siguientes: 1. Simula o supone deudas,
enajenaciones, gastos o pérdidas. 2. Sustrae u oculta bienes que correspondan a la masa o no justifica su
salida o existencia. 3. Concede ventajas indebidas a cualquier acreedor”.
66
Vid. Supra. num. 14, f).
67
Vid. Supra. num. 9. Boumpadre en Política criminal, derechos humanos y sistemas jurídicos en el siglo
XXI, 2001, p. 170.
68
Jordana de Pozas en Código Penal II, 1997, p. 2851.
69
Cfr. Vives Antón/González Cussac en Vives Antón/Boix Reig/Orts Berenguer/Carbonell Mateu/González
Cussac, 1999, p. 490; Gonzales Rus en Cobo del Rosal, 2000, p. 470; Luzón Cuesta, 2000, p. 150;
Boumpadre en Política criminal, derechos humanos y sistemas jurídicos en el siglo XXI, 2001, p. 169.
70
Beneytez Merino en Bacigalupo, 1998, p. 175.
71
Resulta rescatable algunas jurisprudencias extranjeras como la argentina que deduce la solvencia del
patrimonio del deudor basándose en una perspectiva genérica: “No corresponde encarar los efectos del
delito desde el patrimonio de los acreedores, es decir, merituando sólo si surge o no perjuicio o posibilidad
de ello para la masa concursal, pues lo esencial es saber si el patrimonio del deudor, que es su garantía
común, posee la capacidad de solvencia esperada, más allá de que pudiere resultar suficiente para
satisfacer cada crédito en particular”. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la
Capital Federal, Sala IV. Causa 44.119, resuelta el 29 de agosto de 1994 en
Jurisprudencia Española: “Se deduce como punto de partida o presupuesto básico
de la infracción analizada, la existencia de uno o más créditos, generalmente
preexistentes, reales y, de ordinario vencidos, líquidos y exigibles” (72). En otro caso:
“Exige este delito la existencia de una relación jurídica obligacional preexistente a la
comisión del delito; mas es preciso reconocer que el tipo penal no demanda que
aquélla esté vencida. La jurisprudencia de esta Sala viene exigiendo al respecto que
la obligación dineraria del deudor sea generalmente vencida, líquida y exigible, y que
los acreedores lo sean realmente y no meramente en potencia” (73).
http://www.lexpenal.com.ar/Archivos/jurisprudencia/1994_3.htm.
72
Sentencia del Tribunal Supremo del 21 de mayo de 1990 en Jordana de Pozas, Código penal II, 1997, p.
2862.
73
Sentencia del Tribunal Supremo del 27 de julio de 1990. Idem., p. 2865.
74
García Cantizano en Sección Actualidad Jurídica Nº 68-B, 1999, p. 60.
75
Sentencia del Tribunal Supremo del 27 de abril de 1990 en Jordana de Pozas, Código penal II, 1997, pp.
2859-2860.
76
Para algunas legislaciones, todavía se precisa la calidad de deudor “no comerciante” o “civil” del sujeto
activo: artículo 234° del Código Penal de Costa Rica; artículo 344º del Código Penal de Bolivia; artículo
466º del Código Penal de Chile; artículo 255º del Código Penal de Uruguay. Otras ya no inciden en esta
distinción: artículo 241º del Código Penal de El Salvador; artículo 253º del Código Penal de Colombia;
artículo 257º del Código Penal de España.
77
Bajo Fernández en Bajo Fernández/Silvina Bacigalupo, 2001, p. 380; Suárez González en Rodríguez
Mourullo, 2000, p. 731; Jordana de Pozas en Código Penal II, 1997, p. 2850. Cfr. Boumpadre en Política
criminal, derechos humanos y sistemas jurídicos en el siglo XXI, 2001, p. 168.
Jurisprudencia Española: “Este delito sólo puede ser cometido por aquellas
personas que tengan o adquieran la condición de deudor, bien directa o
subsidiariamente” (78).
23. El sujeto pasivo viene a ser la sociedad como titular del funcionamiento del
sistema crediticio, aunque también se afectan con estas conductas los acreedores titulares
de los bienes o los derechos. Así pues, el sujeto pasivo del delito es la sociedad; pero el
sujeto pasivo de la acción vendrían a ser los acreedores (79).
24. La esencia ilícita de este delito radica en la naturaleza de los actos que ejecuta el
agente, que es fraudulenta (80). La insolvencia fraudulenta se presenta como una verdadera
defraudación a la sociedad y a los acreedores debido a que las conductas típicas que lo
conforman, buscan la disminución del patrimonio del deudor frente a sus acreedores ( 81).
De lege ferenda, la antigua redacción del tipo penal del artículo en estudio mencionaba
expresamente el carácter defraudatorio de estas conductas y ahora no lo hace así el nuevo
tipo penal, debiéndose deducir este carácter de la redacción de las conductas delictivas
señaladas.
25. Antes de analizar las conductas delictivas, hay que tomar en cuenta el
momento y circunstancia en el que el agente delictivo puede cometerlos, pues no resultará
idóneo ejecutarlo en cualquier situación. Siguiendo la redacción del tipo, será durante un
procedimiento de insolvencia, procedimiento simplificado, concurso preventivo,
procedimiento transitorio u otro procedimiento de reprogramación de obligaciones
cualesquiera que fuera su denominación (82). Para entender estos procedimientos y sus
78
Sentencia del Tribunal Supremo del 28 de mayo de 1990 en José Moyna Méndez/Rogelio Gómez
Gullamón/José María Luzón Cuesta/Juan Cesareo Ortiz/Eduardo Torres-Dulce Infante, 2000, p. 652.
79
Es entendible en doctrinas que ubican como objeto de protección los derechos crediticios, sean los
acreedores los sujetos pasivos del delito. Vid. Supra. num. 14, d).
80
El punto delimitante entre insolvencia fraudulenta y estafa se halla en el engaño mismo: en la estafa, el
engaño se presenta como uno de los elementos determinantes (medio delictivo) para el perjuicio
patrimonial de quien cae en el error, mientras que en la insolvencia fraudulenta, existe previamente luna
obligación validamente constituida, pero que es burlada por una posterior conducta fraudulenta del deudor
(Bajo Fernández en Bajo Fernández/Silvina Bacigalupo, 2001, p. 377; Guinarte Cabada en Jueces, 2003, p.
375). Jurisprudencia Española: “El alzamiento de bienes y la estafa pueden presentar caracteres
diferenciales en la existencia de una acción o conducta engañosa, un engaño previo, del cual derivan (en
cadena) el error, la disposición patrimonial de bienes ajenos, el perjuicio y el provecho. Sin embargo, en el
delito de alzamiento el desplazamiento patrimonial, con fines de ocultación o de disposición fraudulenta de
los propios bienes no tiene origen en el engaño o conducta engañosa de un tercero, aunque puede
acompañar a la estafa como acción posterior, impune si se estima como un simple agotamiento del tipo, o
generar un concurso real de delito cuando hay matices que permitan otorgarle sustantividad propia”.
Sentencia del Tribunal Supremo del 28 de marzo de 1991 en Jordana de Pozas, Código penal II, 1997, pp.
2883-2884.
81
Cfr. Creus I, 1990, p. 563: En su caso, comentando el delito de quiebra fraudulenta.
82
En otras legislaciones se limita el ámbito donde se ejecuta el delito en procesos civiles como lo señala el
artículo 241º del Código Penal de El Salvador y el artículo 255º del Código Penal de Uruguay. Para el
segundo párrafo del artículo 179º Código Penal de Argentina el ámbito de comisión delictiva se circunscribe
límites hay que remitirnos a una ley extrapenal (ley penal en blanco), en este caso a la Ley
de Reestructuración Patrimonial (LRP) (Decreto Legislativo 845), a la LFSRP (Ley 27146),
y la LGSC (Ley 27809). Por el momento, estamos frente a un procedimiento de insolvencia
al solicitado ya sea por el acreedor o el deudor cumpliendo los requisitos exigido por las
leyes anteriores. El procedimiento simplificado es aquel que se halla destinado para
aquellas acreencias cuyo monto no permite acudir a un proceso concursal debido a los
costos que éste supone. El concurso preventivo es todo procedimiento solicitado por
cualquier deudor que se caracteriza por ser subsidiario frente a los demás procedimientos.
El legislador permite la incorporación de otros procedimientos al tipo penal, siempre y
cuando estos tengan la finalidad de reprogramar las obligaciones. Así denotamos esta
primera exigencia como un elemento constitutivo del tipo penal, que en el texto penal
anterior sólo se remitía a la exigencia de la declaración de quiebra que es una etapa
posterior a las señaladas aquí.
26. La situación de insolvencia que pretende el sujeto activo debe de ser cometido
mientras siga en curso uno de los procedimientos mencionados, desde la admisión de su
solicitud hasta la resolución final. Cualquier conducta cometida fuera de estos parámetros
queda fuera del tipo.
28. Tomando en consideración el ámbito en el cual se debe cometer este delito, las
conductas delictivas esencialmente fraudulentas que en sí buscan tergiversar el monto
patrimonial en perjuicio de los acreedores, son el ocultamiento de bienes; la simulación,
durante el curso de un proceso después de una sentencia condenatoria, sin precisar la especialidad del
proceso entendiéndose así procesos como los civiles, penales, laborales, administrativos entre otros.
83
García Cantizano en Sección Actualidad Jurídica Nº 68-B, 1999, p. 60.
84
Creus I, 1990, p. 564.
85
Boumpadre en Política criminal, derechos humanos y sistemas jurídicos en el siglo XXI, 2001, p. 178.
86
Breglia Arias/R. Gauna, 1987, pp. 646-647.
29. El ocultamiento de bienes consiste en sacar o transferir todo o parte de los
bienes que forman el patrimonio del deudor y llevarlos a lugares que impiden ser
alcanzados por los acreedores, obstruyéndose, con ello, el ingresos de los bienes a los
procedimientos concursales señalados anteriormente. Al respecto, estima LAJE ANAYA que
ocultar significa esconder materialmente la cosa o impedir de otra manera que los
acreedores conozcan su existencia (87). Los medios delictivos, que puede emplear el agente,
son genéricos.
87
Laje Anaya II, 1979, p. 194. Para JORDANA DE POZAS no resulta necesario la desafectación de los bienes
objeto del delito del patrimonio del deudor, bastando sólo con la creación de una desaparición ficticia de
tales bienes (Código Penal II, 1997, p. 2852).
88
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, Sala VII (Sentencia.
"Y", sección. 36). Causa 13.972, resuelta el 31 de octubre de 1990 en
http://www.lexpenal.com.ar/Archivos/jurisprudencia/1990_6.htm
89
Asimismo, la jurisprudencia argentina: “Impedir el incremento del patrimonio puede configurar el delito
de insolvencia fraudulenta. El heredero que renuncia a una sucesión, la repudiación del legado, el silencio
del heredero que equivale a renuncia, son casos de acción omisiva que frustran el cumplimiento de
obligaciones”. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, Sala
V. Causa 20.279, resuelta el 15 de noviembre del 2002.
http://www.lexpenal.com.ar/Archivos/jurisprudencia/2002_3.htm
90
Laje Anaya II, 1979, p. 194.
91
Fontán Balestra, 1998, p. 570.
92
Calderón Cerezo en Calderón Cerezo/Choclán Montalvo II, 2001, p. 272.
93
Gonzales Rus en Cobo del Rosal, 2000, p. 470. Cfr. Terradillos Basoco, 1995, p. 141.
31. Se admite ejecutar la ocultación, indirectamente, así cuando se oculta el título
que representa a los bienes (94). Esta ocultación puede ser total o parcial. La primera, se da
si se oculta todos los bienes; la segunda, cuando solo se oculta parte de ellos. La última
forma resultará idónea para los requerimientos típicos cuando el bien que queda visible a
las exigencias de los acreedores es satisfactoria todavía a las deudas.
32. También puede ser física o jurídica. Una ocultación física sucede cuando se
esconde los bienes o se traslada físicamente a lugares en los cuales los acreedores lo
desconozcan; mientras que, una ocultación jurídica implica la transferencia de la
titularidad de los bienes a terceros (98). Con los actos materiales de ocultamiento el agente
logra evitar que sus bienes formen parte del procedimiento concursal, generando fraude en
perjuicio de sus acreedores.
Jurisprudencia Argentina (99): “La venta de los únicos bienes que integraban el patrimonio
societario de la empresa demandada en el juicio laboral, no es un acto de administración, sino
de disposición de bienes. Acto de administración es aquél que tiende a mantener en su
integridad el patrimonio, e inclusive aumenta por medio de una explotación normal, los bienes
que lo componen. En cambio el acto de disposición, implica el egreso de bienes, y por lo tanto,
una modificación sustancial de la composición del patrimonio” (100). Jurisprudencia Española
94
Laje Anaya II, 1979, p. 194. En la doctrina española se entiende la ocultación jurídica, pero en la doctrina
argentina se entiende la ocultación indirecta.
95
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, Sala VII. Causa
17.418, resuelta el 13 de febrero del 2002 en
http://www.lexpenal.com.ar/Archivos/jurisprudencia/2002_1.htm
96
Otra jurisprudencia: “El requisito básico y fundamental en este delito es una actividad del deudor
consistente en la sustracción de todos o alguno de los elementos de su activo patrimonial de modo que los
acreedores no puedan ejecutar sus créditos por no encontrar bienes libres de otra responsabilidad en que
hacerlos efectivos”. Sentencia del Tribunal Supremo del 17 de abril de 1990 en Jordana de Pozas, Código
penal II, 1997, pp. 2867-2868.
97
Sentencia del Tribunal Supremo del 27 de abril 1990. Idem, p. 2871.
98
Vives Antón/González Cussac en Vives Antón/Boix Reig/Orts Berenguer/Carbonell Mateu/González
Cussac, 1999, p. 491. Vid. Gonzales Rus en Cobo del Rosal, 2000, p. 470; Muñoz Conde, 2002, p 444.
99
Otra jurisprudencia: “Configura el delito de insolvencia fraudulenta, la acción del procesado que durante
la tramitación de un proceso penal en su contra, se insolventó fraudulentamente, vendiendo bienes muebles
e inmuebles”. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, Sala
VI. Causa l7.l40, resuelta el 20 de abril de 1989 en
http://www.lexpenal.com.ar/Archivos/jurisprudencia/1989_2.htm
100
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, Sala I. Causa
36.255, resuelta el 9 de marzo de 1989 en http://www.lexpenal.com.ar/Archivos/jurisprudencia/1989_1.htm
(101): “La
expresión ocultar bienes ha de entenderse como comprensiva no sólo de los casos en los que el
deudor esconde materialmente sus bienes apartándolos del lugar donde antes se encontraban
para impedir su traba o embargo, sino también aquellos otros supuestos, que son los más
frecuentes, en los que se les excluye de la posibilidad de soportar la acción ejecutiva del
acreedor mediante un negocio jurídico de enajenación a favor de tercera persona o de
constitución de gravámenes que sirven para tal finalidad” (102).
34. “Adquirir” significa conseguir, obtener obligaciones para así disminuir sus
activos en perjuicio de los acreedores. “Realizar” es efectuar o hacer efectiva la obtención
de obligaciones para así reducir los activos. A través de estas dos conductas, el activo del
deudor ingresa al procedimiento concursal de manera reducida a la que anteriormente se
encontraba. Si bien no se dislumbran actitudes fraudulentas, sino decisiones claras de
perjudicarse, la afectación está dirigida a los acreedores, aunque el mismo deudor se vea
perjudicado. Si el representante del deudor, administrador o liquidador ejecutase estas
conductas sin el consentimiento del deudor, los sujetos pasivos serán la sociedad y los
acreedores, y en relación al deudor se cometería el delito de apropiación ilícita (artículo
190°, Código penal).
101
Otra jurisprudencia: “Tal ocultación, en la que caben, modalidades muy diversas, puede hacerse de modo
elemental apartando físicamente algún bien de forma que el acreedor ignore dónde se encuentra, o puede
cometerse de modo más sofisticado, a través de algún negocios jurídico por medio del cual se enajena
alguna cosa a favor de otra persona, generalmente parientes o amigos, o se constituye un gravé, que
impide o dificulta la posibilidad de realización ejecutiva”. Sentencia del Tribunal Supremo del 27 de abril
de 1990 en Jordana de Pozas, Código penal II, 1997, pp. 2871-2872.
102
Sentencia del Tribunal Supremo del 26 de diciembre de 1989. Idem, pp. 2870-2871.
103
Laje Anaya II, 1979, p. 193.
104
Creus I, 1990, p. 566.
105
Sentencia del Tribunal Supremo del 27 de abril de 1990 en Jordana de Pozas, Código penal II, 1997, p.
2871.
35. De estas tres conductas, cualquiera debe estar dirigidas a deudas, enajenaciones,
gastos o pérdidas. Deudas son obligaciones de entrega de bienes o suma de dinero.
Enajenaciones son traspasos de dominio de los bienes a través de una acto jurídico.
Gastos son sumas de dinero pertenecientes a los pasivos de la empresa destinadas para el
pago o la obtención de algo. Pérdidas son mermas o daños en los bienes o en el giro
global de los
negocios (106). Todas estas obligaciones forman parte del pasivo del deudor y generan una
disminución al activo presente.
38. El beneficio que se deriva de estos actos se dirige a uno o varios acreedores. No
es necesario que el deudor entregue las ventajas a los acreedores que él ha estimado
preferentes. Se incurre en error al momento de plantearse la ventaja, beneficiando a
106
Fontán Balestra, 1998, p. 569. Cfr. Laje Anaya II, 1979, p. 193.
107
El favorecimiento fraudulento de acreedores como figura autónoma es acogida en otras legislaciones
penales. Así, en el Código Penal de España: artículo 259º. “Será castigado con las penas de prisión de uno
a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses, el deudor que una vez admitida a trámite la solicitud
de quiebra, concurso o suspensión de pagos, sin estar autorizado para ello ni judicialmente ni por los
órganos concursales, y fuera de los casos permitidos por la Ley, realice cualquier acto de disposición
patrimonial o generador de obligaciones, destinado a pagar a uno o varios acreedores, preferentes o no,
con posposición del resto”. En el Código Penal de Paraguay: artículo 182º. “1º El que conociendo su
iliquidez, otorgara a un acreedor una garantía o cumpliera una obligación no exigible o no exigible en esa
forma o tiempo y así, intencionalmente o a sabiendas, le favoreciera en perjuicio de los demás acreedores,
será castigado con pena privativa de libertad de hasta dos años o con multa. 2º En estos casos, será
castigada también la tentativa. 3º En lo pertinente se aplicará también lo dispuesto en el artículo 178,
inciso 1º, numeral 3”.
108
Bajo Fernández en Bajo Fernández/Silvina Bacigalupo, 2001, p. 396.
acreedores que él no ha señalado como los preferentes, incluso puede entregar ventajas sin
determinar cuáles de los acreedores son o no los beneficiados. El resultado de estos actos es
que el pago sea pospuesto para el resto de los acreedores, es decir, dar prioridad a ciertos
acreedores en el pago frente a otros. El orden con el cual se paga lo establece
maliciosamente el deudor perjudicando a los demás acreedores en el tiempo del pago,
incluso dejándolos para el final donde quizás el deudor carezca de bienes para afrontar
sus deudas. Por ende, estas dos conductas deben estar dirigidas a favorecer a unos
acreedores frente a otros, con perjuicio cierto de los demás ( 109). El beneficio debe estar
dirigido a quien es acreedor, y no a otro, de lo contrario estaríamos hablando de la segunda
modalidad conductual de la insolvencia fraudulenta ( 110). Habrá coautoría, si el
deudor se confabula con otro acreedor para lograr el beneficio de aquel y perjudicar a los
demás. En principio, el deudor deberá actuar independientemente del acreedor beneficiado,
quien desconoce su condición de privilegio.
39. Se entiende que la sanción penal no va dirigida por el pago que hizo el acreedor
privilegiado, sino por el pago, que con ventaja sobre los demás acreedores, efectúa el
deudor (111). Se quebranta el trato igualitario que se debe de tener con los acreedores por la
acción del deudor (112), disminuyendo su patrimonio que luego va a ser distribuido por los
demás acreedores. ROY FREYRE establece que “esta falta de lealtad constituye (...) un
atentado contra el principio de la par conditio omnium creditorum en la medida que
significa una disminución en el activo realizable que redunda en perjuicio de los
acreedores discriminados” (113).
109
Calderón Cerezo en Calderón Cerezo/Choclán Montalvo II, 2001, p. 277. Cfr. Suárez González en
Rodríguez Mourullo, 2000, p. 736.
110
Fontán Balestra, 1997, p. 570.
111
Peña Cabrera II-B, 1995, p. 701.
112
Fontán Balestra, 1998, p. 570.
113
Roy Freyre III, 1983, p. 286. Cfr. Bajo Fernández en Bajo Fernández/Silvina Bacigalupo, 2001, p. 396;
Suárez González en Rodríguez Mourullo, 2000, p. 736; Corcoy Bidasolo/Cardenal Montraveta/Fernández
Bautista/Gallego Soler/Gómez Martín/ Hortal Ibarra, 2002, p. 151.
114
La connivencia fraudulenta como figura autónoma es acogida en otras legislaciones penales. Así, en el
Código Penal de Argentina: artículo 180º. “Será reprimido con prisión de un mes a un año, el acreedor que
consintiere en un concordato, convenio o transacción judicial, en virtud de una connivencia con el deudor
o con un tercero, por la cual hubiere estipulado ventajas especiales para el caso de aceptación del
concordato, convenio o transacción. La misma pena sufrirá, en su caso, todo deudor o director, gerente o
administrador de una sociedad anónima o cooperativa o de una persona jurídica de otra índole, en estado
de quiebra o de concurso judicial de bienes, que concluyere un convenio de este género”. En el Código
Penal de Costa Rica: artículo 235º. “Será reprimido con prisión de tres meses a dos años o sesenta a ciento
cincuenta días multa, el acreedor que consintiere en un avenimiento, convenio o transacción judicial en
connivencia con el deudor o con un tercero y hubiere concertado ventajas especiales para el supuesto de
aceptación del avenimiento, convenio o transacción. La misma pena se aplicará al deudor o a las personas
a que se refiere el artículo 233 que concluyeren un convenio de este género”.
que el acuerdo dado entre el acreedor o una persona que actúa en su nombre con el deudor
para fijar las ventajas y así perjudicar a los de más acreedores. Se excluye en la tipificación
las meras tratativas, es necesario que el acuerdo se perfeccione para estar ante una
connivencia.
41. Se presenta también como una etapa previa de la modalidad conductual anterior,
resultando también los acreedores beneficiados sancionados como autores ( 115). Por ende, el
acreedor de buena fe que resulte beneficiado por las maquinaciones del deudor no incurre
en responsabilidad penal (116). Este supuesto no es más que una salvaguarda de
participación necesaria (117), que extiende la punibilidad al acreedor, si se da el caso de
existir, durante el procedimiento concursal, un acuerdo para fijar las ventajas para una de
las partes de su acuerdo (se sobreentiende para el acreedor).
42. La connivencia puede ser iniciada por el deudor o acreedor. Puede darse de
manera verbal o escrita, no siendo necesaria la presencia de formalidades especiales
durante el acuerdo. Se debe de establecer como objeto del acuerdo a las ventajas a favor
del acreedor. Estas ventajas fijadas pueden responder al supuesto anterior a través de sus
dos formas conductuales. Así, se da el caso de que el deudor se haya comprometido a
disponer su patrimonio al acreedor o contrae obligaciones para con él y así generar las
ventajas.
43. Siguiendo con la lectura del texto penal, el artículo 209º delimita el campo de
actuación del agente delictivo en relación a las dos últimas conductas delictivas. Ya
habíamos señalado que las modalidades de conductas delictivas deben de ejecutarse
durante los procedimientos concursales, pero además para las dos últimas conductas
delictivas se le condiciona a su tipificación siempre y cuando contravengan la
reprogramación de obligaciones que haya sido aprobada por la junta de acreedores. Esto
nos lleva a dividir en dos supuestos a estas dos últimas conductas delictivas: si la junta de
acreedores haya aprobado la reprogramación de obligaciones durante un procedimiento
concursal, se le exige para la tipificación ,a actuación contraria a dicho acuerdo; si la junta
de acreedores no ha aprobado la reprogramación de obligaciones durante el procedimiento
concursal, no se exige dicho elemento antijurídico. Asimismo, se da el caso, si durante el
procedimiento concursal la Comisión encargada declara la liquidación del patrimonio del
deudor, la tipificación de estas dos últimas conductas delictivas dependerá de la
contravención a dicha declaración, si es que se produce; pues de no darse, es necesario su
contravención.
115
En otras legislaciones extranjeras como la española carecen de ésta fórmula donde comúnmente se
identifican a los acreedores de mala fe como partícipes a título de inducción (instigación) o
cooperador(cómplice primario) del tipo penal de alzamiento favoreciendo a algunos acreedores (artículo
259º, Código penal español de 1995). Cfr. Luzón Cuesta, 2000, p. 153; Beneytez Merino en Bacigalupo,
1998, p. 194.
116
Serrano Gómez, 2002, p. 441.
117
Caro Coria en Revista Peruana de Doctrina y Jurisprudencia Penales Nº 3, 2002, p. 158.
44. De las cuatro modalidades delictivas, el deudor logra la insolvencia necesaria
118
( ) para perjudicar a los acreedores durante los procedimientos concursales, ya señalados.
Entre las conductas delictivas y la insolvencia debe de existir una relación de causalidad:
las conductas delictivas deben de lograr, por ende, la insolvencia y así reducir las
expectativas de satisfacer las deudas frente a sus acreedores (119). Esto es el final
característico que le acuña el nomen de insolvencia fraudulenta.
45. Ahora, esta insolvencia (120) debe ser permanente, y no transitoria, en la cual el
deudor puede recuperarse y cumplir con sus deudas: Esto, en exigencia de un elemento
constitutivo del tipo penal: “la presencia del perjuicio a los acreedores”. Este elemento es
característico de los delitos patrimoniales, pero el resultado de la insolvencia fraudulenta
que afecta a la sociedad se va a presenciar con el peligro concreto del sistema crediticio y
no la lesión del
derecho de crédito de los acreedores (121). MUÑOZ CONDE identifica las diferencias de la
insolvencia del deudor y el perjuicio de los acreedores ( 122). Si se considera que el
resultado consiste en un perjuicio efectivo y material en el patrimonio de los acreedores, la
simple constatación de un estado de insolvencia que no llega a producir ese efectivo
perjuicio deberán estimarse como forma imperfecta de ejecución (123).
46. Estamos frente a una figura dolosa, ya que se requiere de conciencia y voluntad
de ejecutar las conductas de insolvencia fraudulenta durante un procedimiento concursal. El
agente debe de conocer que está ejecutando cualquiera de las conductas delictivas durante
un procedimiento concursal. No es exige la presencia de elementos subjetivos adicionales (
124
). También resulta discutible la configuración de dolo eventual (125)
118
Vid Supra. nums. 8, 10 y 11. Jurisprudencia Española: “Es preciso que, el deudor como consecuencia de
sus maniobras elusivas, devenga, total o parcialmente, insolvente, o experimente una acusada, aunque
ficticia, disminución de su acervo patrimonial, imposibilitando el cobro de sus créditos por parte de sus
acreedores, o al menos, dificultándolo en grado sumo”. Sentencia del Tribunal Supremo del 21 de mayo de
1990 en Jordana de Pozas, Código penal II, 1997, p. 2868.
119
Cfr. Vives Antón/González Cussac en Vives Antón/Boix Reig/Orts Berenguer/Carbonell Mateu/González
Cussac, 1999, p. 490; Calderón Cerezo en Calderón Cerezo/Choclán Montalvo II, 2001, p. 272; Muñoz
Conde, 2002, p. 444.
120
Se precisa también que la insolvencia relevante es la real. “Quien ha puesto su patrimonio a buen recaudo
de los acreedores es, frente a ellos, insolvente. Y quien pretexta simplemente carecer de bienes en una
situación tal en que los acreedores pueden proceder con éxito contra su patrimonio, no incurre en
insolvencia aparente: es solvente” (Terradillos Basoco, 1995, p. 140). Cfr. Guinarte Cabada en Jueces,
2003, p. 374.
121
Cfr. Queralt, 1996, p. 571; Luzón Cuesta, 2000, p. 150.
122
Muñoz Conde, 2002, p. 445.
123
Idem.
124
Así también lo precisan: Caro Coria en Revista Peruana de Doctrina y Jurisprudencia Penales Nº 3, 2002,
p. 162; Reyna Alfaro, 2002, p. 352. Vid, tab. Bramont-Arias Torres/García Cantizano, 1998, p. 409.
125
Cfr. Serrano Gómez, 2002, p. 433.
Jurisprudencia Argentina (126): “En la figura de insolvencia fraudulenta, el dolo del
autor comprende el saber que existe un proceso en su contra, que no le permite sacar
bienes de su patrimonio, conclusión que se ve conformada por la no posibilidad que se
de el dolo de segundo grado y el eventual” (127).
126
Otra jurisprudencia: “La insolvencia fraudulenta requiere dolo directo de frustrar el cumplimiento de la
obligación durante el curso de un proceso o luego de la sentencia condenatoria. Para imputar el delito es
necesario que exista un conocimiento real de la demanda por el demandado. El momento en que el
encargado tomó conocimiento fehaciente del juicio ejecutivo no puede fijarse antes de la notificación y, en
consecuencia, debe disponerse el sobreseimiento del imputado respecto del delito de insolvencia
fraudulenta”. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, Sala
VI. Causa 18.878, resuelta el 31de octubre del 2002 en
http://www.lexpenal.com.ar/Archivos/jurisprudencia/2002_3.htm
127
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, Sala VI. Causa
l7.l40, resuelta el 20 de abril de 1989 en http://www.lexpenal.com.ar/Archivos/jurisprudencia/1989_2.htm
128
No hay que olvidar que en el estado actual de la ciencia penal nacional no se ha llegado a un consenso en
esta materia. Tanto la doctrina como la jurisprudencia mantiene en discusión la punibilidad del partícipe en
delitos especiales siguiendo dos posturas: la tesis de la unidad del título de imputación y la tesis de la
accesoriedad de la participación.
50. En aquellas circunstancias donde la condición de deudor o su representante,
administrador o liquidador que fundamenta la penalidad de la insolvencia fraudulenta lo
contenga una persona jurídica, se entenderá como responsable penal a aquellas personas
naturales que hayan actuado en la representación de ésta (artículo 27°, Código penal).
Jurisprudencia Española: “Este delito sólo puede ser cometido por aquellas personas
que tengan o adquieran la condición de deudor. Se entiende también a las personas
jurídicas, si bien su responsabilidad sólo puede concentrarse en las personas físicas
que ostenten cargos de dirección y responsabilidad en las sociedades aún cuando no
concurran en ellos las condiciones, cualidades o relaciones que constituye la esencia
de la relación jurídica protegida por el tipo penal” (129).
6.8. Pena.
52. Para el tipo básico la pena es privativa de libertad no menor de tres ni mayor de
seis años e inhabilitación de tres a cinco años conforma al artículo 36 incisos 2 y 4. Para el
tipo agravado la pena es privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho años e
inhabilitación de cuatro a cinco años conforme al artíuclo3 6 incisos 2 y 4.
53. El artículo 213º del Código Penal expresa que el delito de insolvencia
fraudulenta , al igual que los demás delitos conformantes de los atentados contra el sistema
crediticio, son denunciados por acción penal privada, siendo ventilados en proceso por
querella que son procesos de rasgos sumarios. Ante esa perspectiva, no comprendemos la
actitud legislativa, si hemos precisado que se el capítulo I del título VI asume un bien
129
Sentencia del Tribunal Supremo del 28 de mayo de 1990. En José Moyna Méndez/Rogelio Gómez
Gullamón/José María Luzón Cuesta/Juan Cesareo Ortiz/Eduardo Torres-Dulce Infante, 2000, p. 652.
130
García Cavero en Cátedra Año III N° 5, 1999, p. 239.
jurídico patrimonial colectivo (131). Ante la falta de la denuncia por vía privada (de los
acreedores), intervendrá en el ejercicio de la denuncia el Instituto Nacional de Defensa de
la Competencia y de la Propiedad Intelectual (INDECOPI). En todo caso, si se ha hecho
ejercicio de la acción privada, el papel del INDECOPI en el proceso será a título de parte
interesada.
54. Se presenta en el artículo 212º in fine una serie de beneficios para los individuos
(autores y partícipes) que proporcionen información necesaria para evitar el delito o para
facilitar la investigación fiscal o judicial. GARCÍA CANTIZANO lo atilda como una “pseudo–
ley de arrepentimiento (...) que muestra que lo que realmente le interesa al legislador no es,
ni mucho menos la restitución del sistema crediticio quebrantado, sino el pago efectivo a
los acreedores comprometidos con un deudor insolvente, o en vías de ser declarado como
tal” (132).
II. Usura.
§1. Antecedentes.
57. Entre todos los delitos ubicados en el Título VI “Delitos contra la confianza y la
buena fe en los negocios”, la usura se presenta como la figura más arcaica, confrontándose
en el momento mismo en que el hombre crea los medios que le permiten darle más eficacia
a sus actividades económicas e intercambio.
131
García Cantizano en Sección Actualidad Jurídica Nº 68-B, 1999, p. 59.
132
Idem, p. 62.
58. Durante la edad antigua, la conducta usuraria era proscrita en muchos pueblos.
En Grecia, sus filósofos lo combatían y sancionaban. Entre estos, Aristóteles, defendió la
máxima “dinero no engendra dinero”. En Israel, la usura era considerada como un acto
pecaminoso como criminal, se le identifica con la expresión “Nesek” que significa
“mordedura” o daño ocasionado por las serpientes venenosas (133). En el libro del Exodo
(capítulo 20, versículo 24) se relata las reglas que Dios presentó a su pueblo por medio de
Moisés, y en ellas se encuentra la prohibición de intereses usurarios: ”Si prestas dinero a
uno de mi pueblo, al pobre, que tú conoces, no serás como el usurero, no le exigirás
intereses”. En Roma, los primero preceptos, en materia de usura, aparece con la Ley de las
XII Tablas, aunque su identificación es incierta y dudosa. Aún así, para Mommsen “la
represión penal de la usura parece haber sido abolida o haber caído en desuso”(134). Aún lo
señalado por el citado autor, podemos presenciar a la usura como conducta criminal en la
Lex Genucia con la que sancionaba a los usureros con penas pecuniarias, aunque esta ley
también caía en desuso (135). Durante el imperio romano se desarrollaba ampliamente la
usura de mercancías (136). En épocas de Justiniano la usura carecía de toda sanción penal
(Codex IV).
60. Con la edad moderna, bajo la influencia del Renacimiento, se presenta una
serie de beneficios y privilegios de carácter procesal para los usureros, convirtiéndose los
133
Cfr. Peña Cabrera II-B, 1995, p. 754.
134
Citado por Fragoso I, 1987, p. 486.
135
Fragoso I, 1987, p. 486.
136
Era la venta a precios excesivos de cosas de comercio limitada “dardanariat”. Mezger, 1959, p. 287.
137
Feuerbach, 1989, p. 283.
138
Mezger, 1959, p. 288.
139
Idem.
dispositivos prohibitivos de la usura sólo en simples simbolismos ( 140). Aún así, en Francia
una ley especial de 1807 sancionaba a la usura profesional, y otra de 1850 criminaliza a la
usura habitual.
62. No obstante, son pocas las legislaciones que deciden acoger la licitud de la usura
(143). El Código Penal Italiano en su artículo 644º exige que la acción sea ejecutada
aprovechándose de la necesidad de la víctima, igual planteamiento tiene el artículo 468º del
Código Penal Toscano de 1853. En Latinoamérica, esta influencia europea es acogida por
el Código Penal Argentino de 1921.
63. Nuestra Código Penal carecía de una fórmula sancionadora de usura. Sólo a
través de pocas leyes especiales se proyectaba sancionar a las conductas usurarias. El
primer antecedente normativo lo constituye la ley que penalizaba al delito de agio –es el
beneficio que se obtiene del cambio de monedas o pagarés- y usura, Ley 2760 promulgada
el 26 de junio de 1918. Durante el gobierno de la Junta Militar se dicta el Decreto Ley
11078 de fecha 5 de agosto de 1949 con la cual se complementa la ley anterior ( 144).
Nuestro Código Penal actual es el primero, frente a los otros códigos que nos antecedieron,
en acoger un tipo penal de usura en su catálogo de delitos.
64. La usura, como figura delictiva, ha sufrido serias objeciones en la historia del
Derecho Penal. Con la influencia ideológica del liberalismo económico en una economía de
libre mercado, la intervención estatal en los contratos usureros era intolerable. Las
relaciones contractuales eran consideradas incólumes ante la inquietud regulativa estatal,
esto generó mayor rigor al Derecho Civil de entonces en su naturaleza individual, pero el
cambio se va a sentir en el ámbito penal. En algunos contratos establecidos, donde una de
las partes va a abusar de su poder o circunstancia, se estipulaban cláusula usureras que
140
Cfr. Peña Cabrera II-B, 1995, p. 755.
141
Vid. Infra. num. 64.
142
Cfr. Muñoz Conde, 1995, p. 377.
143
El Código Penal de España de 1995 ha suprimido el tipo penal de usura.
144
En el artículo 2º se definía a la usura: “a. Todo contrato, obligación o pacto sobre prestamos de dinero
con o sin garantía prendaria, en que se estipule un interés, manifiesto o no, superior al 14 por ciento anual,
si la cantidad prestado es de 500.00 o más soles; y de 18 por ciento al año, si es menor de esta suma. (...) c.
Toda clase de préstamo con garantía hipotecaria que no esté de acuerdo con los tipos de interés y
modalidad que señala la Ley de Bancos”.
quebrantaban el normal desarrollo del sistema de crédito a favor de un orden
socioeconómico, pero para los seguidores del liberalismo económico, esto no bastaba,
siendo la intervención punitiva algo fastidiosa e impertinente. Se estipulaba que toda
intervención del Estado en esta materia era contraria a la libertad de contratación (145)
(146).
Artículo 214º. “El que, con el fin de obtener una ventaja patrimonial, para sí o
para otro, en la concesión de un crédito o en su otorgamiento, renovación, descuento o
prórroga del plazo de pago, obliga o hace prometer pagar un interés superior al límite
fijado por la ley, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor
de tres años y con veinte a treinta días – multa.
145
Muñoz Conde, 1995, p. 377; Gómez IV, 1941, p. 326.
146
Para algunas jurisprudencias nacionales es criticable la constitución de la usura como hecho punible: “Con
respecto al delito de usura se sostiene que la razón que impulsó a muchos legisladores a la incriminación
de la usura se encuentra más en el ámbito social y ético, que un auténtico desvalor de la acción, sobre
todo, si se tiene en cuenta que en este tipo de supuestos media siempre o casi siempre, el consentimiento de
la víctima; este dato, de otro lado, se convierte en el principal escollo a salvar a la ahora de determinar el
exacto contenido del bien jurídico protegido en este delito”. Ejecutoria de la Corte Superior de Justicia de
Lima del 30 de enero de 1998. Exp. 377-93 en Dialogo con la Jurisprudencia, Año 5, Nº 14, noviembre
1999, pp. 170-171.
67. Con esta conducta delictiva las afectaciones generadas son múltiples, pasando
primero por el patrimonio del sujeto pasivo (147), fin único que busca el agente -esto de
acuerdo al texto penal en análisis-, luego el equilibrio económico en aspectos monetarios (
148
), es decir el sistema de pagos. Esto concluye en una protección básica ya establecida al
inicio de nuestro estudio, mejor dicho el buen funcionamiento del sistema de crédito(149)
traducido en el orden socioeconómico. Cuando una conducta en el cual se fijan tasas
excesivas de intereses en los créditos establecidos, repercuten a la protección que el
Derecho Penal ha señalado a estos casos.
Jurisprudencia: “El delito de usura tiene una gran connotación social y ética, por
ser la colectividad la directamente afectada, y es por tal razón que con la tipificación
de este ilícito en el grupo de los delitos socio-económicos se protege el sistema
económico crediticio” (150).
71. El sujeto activo del delito puede ser cualquier persona física (delito de
dominio). Por lo común, va a tener la calidad de prestamista. Si la exigencia proviene en
nombre de una persona jurídica, la coacción se entiende que tiene origen en su
representante y con quien la víctima acuerda el contrato de usura. Se excluye los casos de
funcionarios de empresas del sistema financiero o de seguros, que fijan tasas intereses de
acuerdo con su normatividad correspondiente.
72. El sujeto pasivo del delito viene a ser la colectividad por ser el titular del bien
jurídico tutelado. El sujeto pasivo de la acción puede ser cualquier persona física o
jurídica que por lo común se le llamará prestatario, el cual sufre de su patrimonio al pagar
intereses excesivos.
cuentas mercantiles, bancarios o similares. Sobre esta base de una relación contractual del
pago de intereses, la vida económica es normal para los efectos penales. El Código Civil
precisa la ubicación de los límites para el pago de los intereses, si se sobrepasa los límites
la intervención inicial es extrapenal, estableciendo la devolución o la imputación la capital,
a voluntad del deudor (artículo 1243°, Código civil), luego la intervención necesariamente
es penal, si se afecta al bien jurídico que es el funcionamiento del sistema crediticio.
75. Aunque la conducta delictiva puede cometerse bajo cualquier tipo de intereses,
el momento de su ejecución no puede ser ejercida en cualquiera de las dadas en una
relación usurera. El texto penal especifica el momento en el cual debe de cometerse el
injusto, y será durante la concesión de un crédito, en el otorgamiento del crédito, durante la
renovación del crédito, en su descuento o en la prórroga del plazo del pago de los intereses.
Solamente en dichos lapsos el agente puede cometer el delito de usura. Este exigencia se
presenta en el tipo penal como elementos normativos. “Durante la concesión de un
crédito” es el momento en el cual se trasladan sumas de dinero a otra persona que lo
solicita a condición de que cuando devuelva el importe de la suma, él adicionará otra suma
de dinero. “El otorgamiento de un crédito” implica la misma idea que conceder un
crédito. Consideramos reiterada esta última expresión en el tipo penal, bastando sólo la
primera expresión. “La renovación de un crédito” es la concesión de un nuevo crédito en
reemplazado de otro anteriormente establecido. Con la renovación, el crédito primigenio es
reemplazado parcial o totalmente. “Durante el descuento del crédito”, el crédito ya fijado
va a sufrir una serie de reducciones por materia del acuerdo fijado por las partes. En estas
circunstancias, que pueden darse en el momento mismo de la concesión del crédito o
posterior a él antes del pago del crédito y su interés; se estipula que la suma del crédito
fijado va a ser reducido, aunque la suma del interés pueda ser ampliada. “La prórroga del
pago de intereses” consiste en la ampliación del tiempo límite para el pago de intereses.
En el momento de la concesión del crédito se fija el plazo de pago de intereses, pudiendo
fijarse más adelante la prórroga del pago de intereses. En el instante en que se estipula
dicha prórroga se puede cometer la conducta delictiva. Así pues no se puede cometer el
delito durante el plazo del pago de intereses ni durante su prórroga, sólo en tiempos
específicos donde se acuerden la concesión, renovación, descuento del crédito o prórroga
del plazo para su pago.
disposición del sujeto pasivo (156). Entre las posiciones que identifican una naturaleza
coactiva en los verbos rectores y otros que señalan que los medios son los que llevan el
tinte de la coacción. Nuestra posición es la de identificar dicha naturaleza coactiva de la
acción delictiva que, si bien el texto penal no específica los medios delictivos, no se puede
decir que éstos puedan ser de cualquier forma, la idoneidad de los medios debe traducirse a
los efectos del verbo rector. Así, si dichos verbos son de carácter coactivo, también los
medios responde a este rasgo. Por ello, la violencia o la intimidación son los medios más
eficaces para facilitar la ejecución de la usura, pero no son los únicos. La jurisprudencia
nacional también precisa la identificación de la naturaleza coactiva en la conducta (157):
155
Creus I, 1990, p. 559.
156
PEÑA CABRERA identifica en estas conductas un carácter coactivo(II-B, 1995, p. 770), así también REYNA
ALFARO hace referencia de la presencia de una violencia o intimidación (2002, p. 380), aunque BRAMONT-
ARIAS TORRES/GARCÍA CANTIZANO son de la idea de señalar métodos de cualquier tipo donde pueden
comprenderse a la violencia o la intimidación en cuanto son formas más persuasivos de lograr a otro a
hacer lo que no quiere(1998, p. 428). RISCO VALERA los considera como una coacción contractual,
entendiéndose ambos verbos recortes como el impulso a hacer o cumplir una cosa, o ganar la voluntad de
alguien a cambio de algo (En Temis Nº 35º, 1997, pp. 98-99 ). SALINAS SICCHA tiene una posición más
independiente identificando que estos verbos se obtienen con fraudes sui generis frente al de la estafa, ya
que en el delito de usura hay más un abuso que un inducir en error (1997, p. 151).
157
Otras jurisprudencias: “Para que se configure este ilícito penal es necesario que se pruebe la coacción
contra el agraviado y el estado de necesidad de éste; no adecuándose la conducta atribuida al tipo penal
procede declarar fundada la excepción de naturaleza de acción deducida” Ejecutoria Superior de la Sala
de Apelaciones para Procesos Sumarios con Reos Libres de la Corte Superior de Justicia de Lima del 16 de
setiembre de 1997. Exp. 4370-97 (La Rosa Gómez de la Torre, 1999, p. 350). “Para que se configure el
ilícito señalado por el artículo 214 es necesario que se exija que el agraviado acepte los intereses
superiores, por circunstancias específicas, tales como la coacción” Ejecutoria Superior de la Sala de
Apelaciones para Procesos Sumarios con Reos Libres de la Corte Superior de Justicia de Lima del 24 de
octubre de 1997. Exp. 2629-97 (Idem, p. 362).
158
Ejecutoria Superior de la Sala de Apelaciones para Procesos Sumarios con Reos Libres de la Corte
Superior de Justicia de Lima del 22 de junio de 1997. Exp. 1442-97. Idem, p. 357.
159
Ejecutoria de la Corte Superior de Justicia de Lima del 30 de enero de 1998. Exp. 377-93 en Dialogo con
la Jurisprudencia, Año 5, Nº 14, noviembre 1999, p. 170.
78. La conducta delictiva está dirigida al pago de intereses superiores al límite
fijado por la ley. Con este elemento normativo, precisamos que estamos ante una ley penal
en blanco, ya que se remite a otro precepto extrapenal que precisa de los límites del pago de
intereses. Las normas, a que se remite el texto penal, son los artículos 1243º y 1244º del
Código Civil donde se deja a constancia del Banco Central de Reserva (BCR) la tarea de
fijar la tasa máxima del interés convencional sea compensatorio o moratorio ( 160). Su Ley
Orgánica, Decreto Ley 26123 precisa los datos límites en el artículo 51º (161).
extrapenales los efectos de este tipo son vigentes. Ya habíamos identificado un elemento
previo al tipo, en ese sentido sus efectos civiles son indiferentes en la configuración típica,
solamente nos importa como referencia para la configuración del primer elemento
constitutivo que es el momento en el que se debe ejecutar la acción delictiva.
82. Estamos frente a un figura dolosa, por ello es necesario cometer el ilícito con
conciencia y voluntad de obligar o hacer prometer al sujeto pasivo de la acción del pago de
intereses que sobrepase los límites legales. El agente debe de tener previo conocimiento
165
Cfr. Peña Cabrera II-B, 1995, pp. 768-769.
166
Cfr. Salinas Siccha, 1997, p. 151.
167
Ejecutoria Suprema del 5 de noviembre de 1997. Exp. 2148-96 en Rojas Vargas, 1999, p. 466.
168
Bramont-Arias Torres/García Cantizano, 1998, pp. 427-428.
adelantado de dichos límites legales, pues sino los tienes estaremos ante un error de tipo de
un elemento normativo.
Adoptar la primera solución nos llevaría sólo a exigir la concurrencia del dolo y darle más
autonomía al tipo penal, incluso se podría hablar de un dolo eventual. Con la segunda
posición, se entendería demasiado si se pretende construir el tipo de usura con la presencia
de un animus dirigido sólo contra el sistema crediticio, resultando casi utópico, además hay
que tener en cuenta la dificultad procesal para su identificación. Si sólo estuviéramos ante
un dolo y un animus de lucro confirmaríamos la existencia de un bien jurídico múltiple
cuya protección reside primordialmente al sistema crediticio frente al fin único del agente
que es la ventaja patrimonial donde no resulta indispensable su concreción.
169
Idem, p. 429.
170
Labatut, 1983, p. 238.
171
Por el contrario, Noguera Ramos sostiene que “la tentativa es posible, cuando los actos idóneos para la
terminación del contrato usurero se ve interrumpido por circunstancias ajenas a la voluntad del agente”
(1998, p. 161).
172
Muñoz Conde, 1995, p. 382. Cfr. García del Río, F., 2002, p. 303.
173
Ejecutoria de la Corte Superior de Justicia de Lima del 8 de enero de 1998. Exp. 4395-97 en Dialogo con
la Jurisprudencia, Año 6, Nº 16, enero 2000, p. 222.
85. Existen jurisprudencias nacionales en las que se exige la concurrencia del cobro
o pago de los intereses usureros como elementos típicos, lo cual es criticable, siendo más
bien elementos que constituyen una consumación material (delito agotado) (174):
“Si bien es cierto se fija elevados intereses sobre una cantidad de dinero, el hecho
ocurrido no contiene los elementos constitutivos del delito investigado, cuales son, el
cobro y pago de intereses sumamente elevados” (175).
86. Quien por sí mismo logra obligar o hacer prometer el pago de intereses usureros,
se constituye en el autor inmediato del injusto penal (dominio del acción). También
resultan configurables casos de autoría mediata (dominio de la voluntad) y coautoría
(dominio del hecho funcional). Si en la práctica, aparece en el contrato usurero una persona
jurídica como prestamista, se entiende que es el representante de ésta quien obligó o hizo
prometer al sujeto pasivo al pago de los intereses usureros, siendo él responsable
penalmente (artículo 27°, Código penal).
88. Se fundamenta las agravantes del delito de usura sobre la base de las peculiares
circunstancias en la que se encuentra el sujeto pasivo de la acción y del cual el agente se
aprovecha, por ello, se suele afirmar en la jurisprudencia que estamos ante casos de
préstamo leonino.
174
Existen Códigos Penales donde la concreción del pago de los intereses usureros se presentan como
elementos constitutivos. Así, el artículo 472º del Código Penal de Chile: “El que suministrare valores, de
cualquiera manera que sea, a un interés que exceda del máximo que la ley permita estipular, será
castigado con presidio o reclusión menores en cualquiera de sus grados”. El artículo 305º del Código Penal
de Colombia: “El que reciba o cobre, directa o indirectamente, a cambio de préstamo de dinero o por
concepto de venta de bienes o servicios a plazo, utilidad o ventaja que exceda en la mitad del interés
bancario corriente que para el período correspondiente estén cobrando los bancos, según certificación de
la Superintendencia Bancaria, cualquiera sea la forma utilizada para hacer constar la operación, ocultarla
o disimularla, incurrirá en prisión de dos (2) a cinco (5) años y multa de cincuenta (50) a doscientos (200)
salarios mínimos legales mensuales vigentes”.
175
Ejecutoria de la Corte Superior de Justicia de Lima del 30 de enero de 1998. Exp. 377-93 en Dialogo con
la Jurisprudencia, Año 5, Nº 14, noviembre 1999, p. 171.
Jurisprudencia: “El artículo 214 del Código Penal que tipifica el delito de crédito
usurario señala como agravante del mismo, el hecho objetivo que el agente obligue o
haga prometer al sujeto pasivo el pago de intereses leoninos, abusando de que éste es
incapaz o que se halla en un estado de necesidad” (176). En otro caso: “El punto sobre
el que gira toda la problemática de la usura se centra en torno al llamado préstamo
usurario donde se acepta, por concurrir un estado de extrema necesidad por la
propia inexperiencia o dada la evidente limitación de las facultades del prestatario
conocido como préstamos leoninos” (177).
176
Ejecutoria Superior de la Sala de Apelaciones para Procesos Sumarios con Reos Libres de la Corte
Superior de Justicia de Lima del 16 de marzo de 1998. Exp. 7061-97 en Baca Cabrera/Rojas Vargas/Neira
Huamán, 1999, p. 402.
177
Ejecutoria de la Corte Superior de Justicia de Lima del 30 de enero de 1998. Exp. 377-93 en Dialogo con
la Jurisprudencia, Año 5, Nº 14, noviembre 1999, p. 171.
178
El Código Penal de Costa Rica identifica esta forma delictiva bajo una forma típica autónoma con la
denominación “Explotación de incapaces” en su artículo 237º: “Será reprimido con prisión de uno a
cuatro años quien con ánimo de lucro y abusando de las necesidades, pasiones o inexperiencia de un
menor o de una persona con deficiencias de su capacidad cognoscitiva o volitiva, lo induzca a realizar un
acto que importe efectos jurídicos perjudiciales a él o a un tercero”.
Esta agravante se presenta en otras legislaciones penales como un elemento
constitutivo del tipo básico (179). Para nuestra legislación penal no resulta de ese
modo, sino como un elemento cuantificador de la punibilidad.
Jurisprudencia: “Se entiende que el estado de necesidad debe ser extremo, además
de actual e inmediato, circunstancias que motiva al agraviado a que se vea forzado a
aceptar el pago de intereses superiores a los permitidos por la ley, en el presente caso
al no existir indicios de necesidad extrema por parte del agraviado, ello hace que la
conducta del procesado no se adecue a la agravante del delito de usura” (180).
El agente debe conocer esta situación para logra que su víctima acceda a sus
exigencias. Hay que agregar, que dicho estado debe manifestarse en el momento de
la fijación de los intereses usureros, pudiendo haberse iniciado desde antes.
179
El artículo. 175º Bis, del Código penal argentino señala: “El que, aprovechando la necesidad, la ligereza o
la inexperiencia de una persona le hiciere dar o prometer, en cualquier forma, para si o para otro,
intereses u otras ventajas pecuniarias evidentemente desproporcionadas con su prestación, u otorgar
recaudos o garantías de carácter extorsivo, será reprimido con prisión de uno a tres años y con multa de $
3.000 a $ 30.000”. El artículo 193º del Código penal de Paraguay expresa: “1º El que explotando la
necesidad, ligereza o inexperiencia de otro, se hiciera prometer u otorgar, para sí o para un tercero, una
contraprestación que es evidentemente desproporcionada con relación a la prestación en los casos de: 1.
un alquiler de vivienda o sus prestaciones accesorias; 2. un otorgamiento de crédito; 3. un otorgamiento de
garantías excesivas respecto al riesgo; o 4. una intermediación en las prestaciones anteriormente
señaladas, será castigado con pena privativa de libertad de hasta tres años o con multa ”. El artículo 360º
del Código Penal de Bolivia expresa. “El que aprovechando la necesidad, la ligereza o la inexperiencia de
una persona, diere en cualquier forma, para si o para otros, valores o especies a cambio de intereses
superiores a los fijados por ley u otras ventajas pecuniarias evidentemente desproporcionadas con la
prestación, será sancionado con reclusión de tres meses a dos años y multa de treinta a cien días”. El
articulo 236º del Código Penal de Costa Rica señala: “Será reprimido con prisión de seis meses a dos años
o con veinte a ochenta días multa, el que, aprovechado la necesidad, la ligereza o la inexperiencia de una
persona, le hiciere dar o prometer cualquier ventaja pecuniaria evidentemente desproporcionada con su
prestación, u otorgar garantías de carácter extorsivo”.
180
Ejecutoria Superior de la Sala de Apelaciones para Procesos Sumarios con Reos Libres de la Corte
Superior de Justicia de Lima del 16 de marzo de 1998. Exp. 7061-97 en Baca Cabrera/Rojas Vargas/Neira
Huamán, 1999, p. 402.
documento cualquier cuestión respecto de los efectos que trajo aparejado éste
corresponde que sea debatida en otra sede jurisdiccional distinta de ésta” (181).
181
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, Sala IV, resuelto el
29 de noviembre del 2002 en http://www.lexpenal.com.ar/Archivos/jurisprudencia/2002_3.htm
182
Fragoso I, 1987, p. 496.
183
Cfr. Laje Anaya II, 1979, p. 176.
184
CREUS considera que la necesidad se manifiesta “en apremios de carácter económico, de dinero o de
cosas”(I, 1990, p. 559). RICARDO NÚÑEZ aclara que se trata de “una situación patrimonial coactiva”(Citado
por Creus I, 1990, p. 559). BREGLIA ARIAS acepta otro tipo de naturaleza de la necesidad, a parte de la
económica(en Breglia Arias /R. Gauna, 1987, p. 643). FRAGOSO considera a la necesidad generalmente
como económica; pero añade que se excluyen otra forma de naturaleza como la necesidad de injuria,
necesidad de vida o la de preservar la propia honra(I, 1987, p. 496). Para MEZGER, en lo que respecta a la
situación de necesidad no es necesario que se trate precisamente de una situación de necesidad
económica(1959, p. 291). FONTÁN BALESTRA estipula que las clases de necesidad responden a un “carácter
material y con repercusión pecuniaria, tales como la comida, vestido, salud, situación comercial o
financieras extremas”(1998, p. 555). Jurisprudencia Argentina: “Debe señalarse que las "necesidades" a
que alude la norma son de carácter material y con repercusión pecuniaria -comida, vestido, salud y
situaciones comerciales o financieras extremas-, lo que excluye a los préstamos u otras obligaciones
usurarias contraídas por empresas”. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la
Capital Federal, Sala I. Causa 14.785, resuelto el 15 de marzo del 2001. En http://www.lexpenal.com.ar.
185
De la misma idea: Fontán Balestra, 1998, p. 555, Fragoso I, 1987, p. 496.
186
Laje Anaya II, 1979, p. 176; Breglia Arias en Breglia Arias /R. Gauna, 1987, p. 643.
187
Cfr. Fontan Balestra, 1998, p. 555; Laje Anaya II, 1979, p. 176; Creus I, 1990, p. 559.
188
Breglia Arias en Breglia Arias /R. Gauna, 1987, p. 643; Creus I, 1990, p. 559.
189
Cfr. Creus I, 1990, p. 559.
§9. Pena.
90. Para el tipo básico del delito de usura, al pena privativa de libertad será no
menor de uno ni mayor de tres años y con veinte a treinta días-multa. Para el tipo agravado,
la pena privativa de libertad será no menor de dos ni mayor de cuatro años.
§1. Generalidades.
91. Nuestra legislación penal de 1924 no contenía dispositivos específicos para este
tipo de delitos. Si se cometía alguna conducta consistente en girar un cheque sin los fondos
suficientes, sabiendo de ello, el juez o el tribunal de esos tiempos sólo ejecutaba la
adecuación en base a los tipos penales de estafa o defraudaciones especiales (190) (191).
Esto sucede, por que en realidad las raíces del libramiento y cobro indebido responde a
conductas fraudulentas. Se ha tratado de brindar protección a uno de los instrumentos más
importantes del tráfico comercial. Las legislaciones han comenzado la labor sancionadora
tratando a las conductas de libramiento y cobro indebido dentro del ámbito de las estafas.
Sobre esta asimilación, SOLER afirma que mediante los cheques se puede incurrir “en
delitos de estafa y con ellos también se puede cometer falsedades (...). Obsérvese que en un
documento de este tipo puede ser totalmente genuino y contener una orden realmente dada,
pero dada en falso, dada en conocimiento de que el destinatario de ella no está obligado a
cumplirla” (192). La tendencia actual se inclina por elaborar una fórmula penal autónoma
ante las demás fórmulas de estafa y defraudaciones, debido al preocupante incremento de la
cifra negra de la criminalidad de provecho ilícito de esta clase de titulo valor en perjuicio
del tráfico comercial en los sistemas crediticios (193).
190
Jurisprudencia: ”El acusado giró el cheque materia de este proceso a la agraviada en garantía de un
préstamo de dinero hecho por aquella, haciéndole la advertencia que debía esperar varios días para
hacer efectivo el cobro; de lo cual se colige que no hubo intención por parte del inculpado de engaño
para procurarse o procurar a un tercero un beneficio económico en perjuicio de otro”. Ejecutoria Superior
de Octavo Tribunal Correccional de Lima del 21 de enero de 1986. Exp. 523-86 (San Martín
Castro/Villavicencio Terreros I, 1988, p. 41). “La estafa mediante el giro de cheques sin fondos no
constituye apoderamiento de dinero, sino un engaño respecto a la provisión de fondos del banco” .
Ejecutoria Superior del 19 de junio de 1991 (Andía Chávez, 1996, p. 73). “El giro de cheques no
constituye apoderamiento de bienes sino un engaño respecto de si el girador tenía los fondos
correspondientes en la cuenta corriente bancaria, lo que constituye una modalidad especial de estafa”.
Ejecutoria Superior del 19 de julio de 1991 (Andía Chávez, 1996, p. 73). “El giro de cheques sin fondos
disponibles, da mérito al enjuiciamiento criminal por delito de estafa”. Ejecutoria del 9 de diciembre de
1916 (Espino Pérez, 1988, p. 311).
191
Existen código penales que siguen manteniendo la naturaleza fraudulenta del delito de libramiento
indebido. Así lo prevén el Código Penal de Venezuela en el último párrafo del artículo 464º, Capítulo III
(De la estafa y otros fraudes), Título X (De los delitos contra la propiedad); el Código Penal Federal de
México en el numeral XXI del artículo 387º, Capítulo III (fraude), Título XXII (Delitos en contra de las
personas en su patrimonio); Código Penal de Brasil en el parágrafo segundo, numeral VI del artículo 171º,
Capítulo VI (Del estelionato y otros fraudes), Título II (De los delitos contra el patrimonio).
192
Soler V, 1978, p. 383.
193
Estima TOCORA LÓPEZ, la descriminalización de las conductas especiales del cheque (libramiento
indebido), dejando a las fórmulas penales de la estafa y la falsedad su protección, invocando experiencias en
92. El Código Penal vigente acoge dicha postura y presenta un tipo penal autónomo
denominado por la doctrina y jurisprudencia con el nomen “Libramiento Indebido”,
describiendo en un mismo artículo cuatro conductas diferenciadas: giro de cheques sin
provisión de fondos o sin autorización de sobregiro, frustración maliciosa del pago, giro en
talonario ajeno, giro de cheque a sabiendas de su no pago legal . Con la nueva Ley de
Títulos Valores (LTV), Ley 27287 del 19 de junio del 2000 en su cuarta disposición
modificatoria suprime el supuesto de giro en talonario ajeno ( 194) (195) incluyendo dos
supuestos: revocación del cheque por causa falsa y suplantación al beneficiario o al
endosatario de un cheque, con ello el libramiento indebido esta compuesto por cinco
conductas. A través de ello, las conductas específicas de libramiento indebido se
independizan del grupo de conductas defraudatorias. Téngase en cuenta que los medios
fraudulentos y el resultado de perjuicio patrimonial delimita la identidad entre estafa y
libramiento indebido. Así, ante la falta de uno de los elementos constitutivos del tipo de
libramiento indebido se adecuará la conducta concreta al tipo de estafa o de defraudaciones
especiales, siempre y cuando se reconozca la idoneidad de los medios utilizados en el caso
en concreto como idóneos para producir error en la víctima y con ello se produzca perjuicio
patrimonial (196).
cheque sin provisión de fondos porque la dación de éstos fue el medio ardidoso
empleado para lograr fraudulentamente la disposición patrimonial de las víctimas”
(198).
Artículo 215º. “Será reprimido con pena privativa de la libertad no menor de uno
ni mayor de cinco años, el que gire, transfiera o cobre un Cheque, en los siguientes casos:
197
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, Sala IV. Causa
35.291, resuelta el 12 de mayo de 1989 en http://www.lexpenal.com.ar/Archivos/jurisprudencia/1989_2.htm
198
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, Sala V. Causa
24.006, resuelta el 22 de agosto de 1989 en
http://www.lexpenal.com.ar/Archivos/jurisprudencia/1989_3.htm
En los casos de los incisos 1) y 6) se requiere del protesto o de la constancia
expresa puesta por el banco girado en el mismo documento, señalando el motivo de la falta
de pago.
Con excepción del incisos 4) y 5), no procederá la acción penal, si el agente abona
el monto total del Cheque dentro del tercer día hábil de la fecha de requerimiento escrito y
fehaciente, sea en forma directa, notarial, judicial o por cualquier otro medio con entrega
fehaciente que se curse al girador.”
94. No existe uniformidad en la doctrina sobre el objeto de tutela penal. Se han dado
diferentes postulados, entendiendo como bien jurídico al patrimonio, al tráfico mercantil, a
la fe pública y la confianza, al sistema crediticio, incluso se han propuesto posiciones
eclécticas.
95. Aunque, el libramiento indebido se ubica bajo la rúbrica de los delitos contra la
confianza y la buena fe en los negocios ( 199)(200), somos de la consideración de estar ante
términos muy vagos que no nos dicen nada al respecto.
Existen muchas legislaciones que mantienen esta postura. Destacan el Código Penal
de Argentina en su artículo 302°, Capítulo VI (Del pago con cheques sin provisión de
fondos), Título XII (Delitos contra la fe pública); el Código Penal de Bolivia en sus
artículos 204° y 205°, Capítulo IV (Cheques sin provisión de fondos), Título IV (Delitos
contra la fe pública); El Código Penal de Ecuador en su artículo 368°; Capítulo VI (Del
pago con cheques sin provisión de fondos), Título IV (Delitos contra la fe pública).
97. Otra postura doctrinal acoge como bien jurídico el patrimonio del girado. Así,
Enrique Valencia indica que el bien jurídico que se lesiona “es el patrimonio del tomador y
de los eventuales contribuyentes a su circulación, que se afecta (...) por la delincuencia del
librador” (208). Lo asume también Peña Cabrera y estipula que en “este delito no se protege
la confianza en el cheque como orden incondicional de pago a la vista, como instrumento
sustitutorio de dinero, sino el patrimonio del girado” ( 209). Presenta, Salles Junior, al
derecho patrimonial como el objeto principal de tutela penal, pero indica que de modo
secundario, se tutela a la fe pública (210). Entre las legislaciones latinoamericanas, el Código
Penal de Colombia lo ubica dentro de los delitos contra el patrimonio económico (Título
VII; Capítulo IV, “Fraude mediante cheque”), como delito de emisión y transferencia ilegal
de cheque (artículo 248°).
99. Por otra parte, ha identificado REYNA ALFARO (216) a la funcionalidad del
sistema crediticio, mientras que ANGELES GONZALES/FRISANCHO APARICIO/ROSAS
YATACO (217) precisan al sistema crediticio mismo como objeto de tutela penal. Los tres
últimos autores estipulan que el cheque, como algunos instrumentos de crédito, “permiten
una mayor
212
Bramont Arias/Bramont-Arias Torres, 2002, p. 385.
213
Pelaez Bardales, 1998, p. 59.
214
Idem, p. 62.
215
Jurisprudencia Colombiana: “El objeto jurídico protegido no se limita al de orden económico y particular
del beneficiario; comprende de igual modo la seguridad del comercio y la fe o confianza que deposita en
los cheques, por las garantías legales (civiles y penales) establecidas para esta clase de documentos”.
Fallo de la Corte Suprema de Justicia. Sala Plena, Bogotá del 9 de marzo de 1971 en Fernando Tocora,
1984, pp. 147-157.
216
Reyna Alfaro, 2002, p. 387.
217
Angeles Gonzales/Frisancho Aparicio/Rosas Yataco III, 1997, p. 1399.
218
Idem.
219
Tocora López, 1984, p. 34.
220
Idem.
221
Idem.
222
Bramont-Arias Torres/García Cantizano, 1998, p. 432.
223
Citado por Breglia Arias en Breglia Arias /R. Gauna, 1987, p. 1010.
100. Se resalta, pues una multiplicidad de postulados que buscan determinar el
contenido del bien jurídico, aún así esto se abarca a lo que resaltamos como el bien jurídico
genérico, es decir el orden socioeconómico. Nuestra posición identifica al orden
socioeconómico como el bien jurídico protegido primordial (224), pero, a la vez, de forma
indirecta se afecta al patrimonio individual del girado y se crea también desconfianza a la
sociedad en la utilización del cheque (225); comprendemos esto sólo en un segundo plano,
ya que la protección específica y primordial se dirige a favor del buen funcionamiento del
sistema crediticio traducido en el tráfico jurídico comercial. El sistema crediticio no es más
que el genero detentor de la circulación de pagos en el ámbito comercial, dicho tráfico se ve
afectado cuando el agente decide aprovecharse del cheque para lograr disponer el
patrimonio de su víctima.
224
El Código Penal de El Salvador acoge al delito de libramiento indebido con la denominación “Cheque sin
provisión de fondos” en su artículo 243º, Título IX (Delitos relativos al orden socioeconómico).
225
Jurisprudencia Costarricense: “El delito de libramiento de cheque sin fondos es un ilícito pluriofensivo,
por afectar en primer término "la confianza pública" y en segundo lugar el "patrimonio" de un
determinado sujeto. La primera de esas tutelas parte del supuesto de que el cheque va a circular entre los
ciudadanos como una orden incondicional de pago, por ser esa la característica principal que la ley le
atribuye, prácticamente como sustitutivos de dinero, y que podría afectarse (peligro) a terceros de buena fe
que creyendo que el documento sí reúne las condiciones de instrumento de pago, lo aceptan como tal,
sintiéndose posteriormente defraudados. Ello afecta a la colectividad, poniéndose en peligro "la confianza
pública" en la medida en que existe interés general en que los cheques sean aceptados con todas las
características que la ley les atribuye, a efecto de no entorpecer las relaciones patrimoniales de los
ciudadanos y del Estado”. Sala Tercera Nº 15 de las 9,55 horas del 12 de enero de 1990 en
http://www.cienciaspenales.org/jurisprudenciaf.htm. “La doctrina ha discutido mucho sobre la ubicación y
sobre el tipo de bien jurídico lesionado con el delito de libramiento de cheques sin fondos, razón por la que
unos lo ubican como delito contra la fe o la confianza pública, otros lo catalogan como un delito contra el
patrimonio, e incluso algunos estiman que debe ubicarse entre los delitos contra la libertad. Sin embargo,
la doctrina es prácticamente unánime al considerarse ilícito como pluriofensivo, independientemente del
lugar donde lo ubique el legislador. Esta uniformidad de la doctrina, al considerar que el delito de
libramiento de cheques sin fondos también lesiona el patrimonio, independientemente de su ubicación entre
el respectivo Código Penal, nos permite concluir que los requisitos a que se refiere el artículo 77 citado
concurren en la especie, en especial que ese ilícito afecta bienes jurídicos patrimoniales. En el caso
costarricense se ratifica aún más, porque si el girador cubre el importe del cheque en el plazo prevenido,
no se aplica la pena en virtud de la excusa legal absolutoria, con lo que la imposición de la pena queda
condicionada a una lesión patrimonial." Sala Tercera, Nº 118 de las 9,55 horas del 4 de mayo de 1990. en
Idem.
Jurisprudencia (226): “El cheque girado sin uno de los requisitos estrictamente
formales que establece por la Ley de Título Valores no produce efectos cambiarios
ni puede generar una acción penal por no constituir strictu – sensu un título valor”
(227). En otro caso: “Para configurar el delito de libramiento indebido, es necesario
que el cheque cumpla con todos los requisitos señalados en la ley, faltando en el
presente caso la fecha de emisión, carece de validez como título valor para efectos
penales” (228).
102. El cheque es el instrumento bancario que permite a sus clientes pagar en forma
segura las deudas que mantengan con otras personas. Los sujetos que intervienen en este
titulo valor son: el emisor o girador que es la persona que gira el cheque debiendo para
ello ser titular de una cuenta bancaria que cuente con los fondos suficientes para cubrir el
importe que señala este titulo valor. El girado es el banco o empresa del sistema financiero
que, descontando de los fondos constituidos en la cuenta corriente de la que es titular el
emisor, debe efectuar el pago del importe del cheque a su tenedor. El tenedor, beneficiario
o titular es de quien se emite, a su favor, el cheque, el mismo que se dirigirá al banco para
cobrar el importe señalado en el título valor. Como ya adelantamos, el cheque como los
demás títulos valores cuenta con requisitos esenciales que debe tenerse presente a efectos
de su calificación. El artículo 174º de la LTV los señala ( 229): Primero, el número o código
de identificación que le corresponde. Segundo, la indicación del lugar y del fecha de su
emisión. Tercero, la orden pura y simple de pagar una cantidad determinada de dinero,
expresada ya sea en números, o en letras, o de ambas formas. Cuarto, el nombre del
beneficiado o de la persona a cuya orden se emite; a la indicación que se hace al portador.
Quinto, el nombre del domicilio del banco a cuyo cargo se emite el cheque. Sexto, la
indicación del lugar de pago. Sétimo, el nombre y firma del emitente, quien tiene la calidad
de obligado principal.
103. Es necesario incidir en la condición del cheque como una orden de pago y no
como una simple garantía, pues lo último lo constituye sin efectos cambiarios ( 230).
226
Otra jurisprudencia: “Los cheques con que se recaudó la denuncia, carecían de la formalidad exigida por
el artículo de la ley de títulos valores, y además no figura el motivo de la negativa para efectuar su pago
debidamente firmado por el funcionario respectivo” Ejecutoria Superior del Quinto Tribunal Correccional
de Lima del 26 de octubre de 1987. Exp. 165-86 en San Martín Castro/Villavicencio Terreros II, 1988, p.
86.
227
Ejecutoria Superior del Quinto Tribunal Correccional de Lima del 4 de setiembre de 1986. Exp. 241-86.
En San Martín Castro/Villavicencio Terreros I, 1988, p. 42.
228
Ejecutoria Superior de la Sala de Apelaciones para Procesos Sumarios con Reos Libres de la Corte
Superior de Justicia de Lima del 2 de diciembre de 1997. Exp. 1220-97 en La Rosa Gómez de la Torre,
1999, p. 394.
229
Entiéndase que los requisitos constitutivos del cheque deben ser esenciales e imprescindibles, no resultan
relevantes requisitos que podrían ser subsanables a disposición de la ley de títulos valores. Así el lugar de
pago no resulta requisito esencial al poder entenderse, ante la falta de su indicación, cualquiera de las
oficinas del banco girado en el lugar de emisión del cheque o sino a través de cualquiera de las oficinas del
banco en el país.
Cualquier operación comercial que desnaturaliza los efectos cambiarios del cheque
conllevaría a identificar atipicidad objetiva.
Jurisprudencia (231): “Para acreditar por medio idóneo que los cheques fueron
girados en garantía, debe probarse que el tenedor aceptó expresamente esta
condición impropia del título, por la cual deja de tener efectos cambiarios” (232). En
otro caso: “Si queda acreditado que el tenedor recibió el cheque en garantía, el titulo
valor no surte efectos cambiarios; en el presente caso mediante cláusula contenida en
el contrato de mutuo, se corrobora que el cheque fue emitido en garantía, al
precisarse que el indicado título valor será devuelto cancelado, que sea la obligación
principal; por lo que es procedente absolver a la procesada” (233).
105. El legislador ha previsto seis supuestos delictivos que configuran el tipo penal
de libramiento indebido, para ello se ha señalado los siguientes verbos rectores presentes en
cualquiera de los seis supuestos: girar, transferir o cobrar un cheque. Esta técnica legislativa
es incoherente, debido a que cada supuesto maneja su verbo rector siendo algunas veces
reiterativo su expresión, como es el caso del verbo girar; o inexistente como son los verbos
“transferir” o “cobrar”. No denotamos la coherencia típica, que sí lo manifestaba la formula
derogada.
230
Algunas legislaciones penales son expresas al negar como objeto material al cheque dado en garantía: El
artículo 204º del Código Penal de Bolivia: “En igual sanción incurrirá (...) el que lo utilizare como
documento de crédito o de garantía. En estos casos los cheques son nulos de pleno derecho”; el artículo
248º del Código Penal de Colombia: “La emisión o transferencia de cheque posdatado o entregado en
garantía no da lugar a acción penal”.
231
Otras jurisprudencias: “Dado que los cheques posdatados o girados en garantía desnaturalizan dicho
titulo valor y en consecuencia no producen efectos cambiarios, pierden igualmente el ámbito de protección
del derecho penal, por lo que debe absolverse al acusado”. Ejecutoria de la Corte Superior de Justicia de
Lima del 16 de setiembre de 1998. Exp. 3811-98-A (Dialogo con la Jurisprudencia, Año 6 Nº 25, octubre
2000, p. 165). “No da lugar a acción penal, el cheque que ha sido objeto de operaciones comerciales que
lo desnaturalizan de su carácter de mandato de pago”. Ejecutoria del 13 de julio de 1945 (Espino Pérez,
1988, p. 313). Vid. Tab.: Ejecutoria Superior del 9 de marzo de 1978 en Andía Chávez, 1996, p. 73;
Ejecutoria Superior del 19 de julio de 1989 en ídem, p. 71.
232
Ejecutoria Superior de la Sala de Apelaciones para Procesos Sumarios con Reos Libres de la Corte
Superior de Justicia de Lima del 20 de octubre de 1997. Exp. 3031-97 en La Rosa Gómez de la Torre, 1999,
p. 388.
233
Ejecutoria Superior de la Sala de Apelaciones para Procesos Sumarios con Reos Libres de la Corte
Superior de Justicia de Lima del 20 de octubre de 1997. Exp. 5190-97. Idem., p. 412.
emisor o girador (234). Dicha calidad, si es asumido por una persona jurídica, se
entiende que el responsable penal será quien suscribió el cheque en representación
de la persona jurídica. Si el emisor asume la calidad de endosante, no estaremos ante
este supuesto, sino ante el sexto supuesto, que ya analizaremos. Este librador del
cheque debe ser titular de una cuenta corriente del girado.
El sujeto pasivo del delito es la colectividad como titular del bien jurídico
protegido; el sujeto pasivo de la acción viene a ser el tenedor, beneficiario o titular
del cheque (236). En este supuesto se presentan dos formas de ejecución:
a.1 Giro de cheque sin tener provisión de fondos suficientes.- la acción consiste en
girar un cheque sin contar con fondos suficientes para su posterior pago. “Girar un
cheque” significa impregnar en dicho titulo valor una orden de pago dirigida al
banco para que se proceda al pago a quien porta el titulo valor. Se gira el cheque
sabiendo que carece de fondos y que al momento de su cobro no será satisfecho
(237):
sin contar en esos instantes con fondos suficientes, pero luego efectúa depósitos que
satisfagan el cobro antes de ello, no configura el tipo por estar ante un desistimiento
voluntario (artículo 18º, Código penal). Con la expresión “fondos suficientes” se
hace alusión que el pago es total y no parcial, pues de darse el caso de que los
fondos presentes en la cuenta corriente no satisfacen el pago total, el tipo se
configura (239).
a.2 Giro de cheque sin tener autorización para sobregirar la cuenta corriente.- La
acción delictiva también consiste en girar el cheque sin contar con la autorización
de sobregiro. La autorización de sobregiro es aquella que otorga el banco al
emisor del cheque cuando carece de fondos en su cuenta corriente, donde el mismo
banco va a pagar el cheque que tiene su beneficiario. El agente, al momento de
girar un cheque, lo debe hacer conociendo que carece de fondos y además que el
banco no le ha autorizado el sobregiro.
Jurisprudencia: “La declaración del representante legal del Banco Regional del
Norte del propio cheque resulta evidente que el cheque de la referencia se colocó la
frase “no conforme por falta de fondos” por que en el momento que fuera
presentado para su cobro carecía de fondos la cuenta corriente de la giradora, no
poseyendo sobregiro en su cuenta, lo que evidencia frente a la suma girada la
comisión del delito” (247).
Para efectos penales, dicho sobregiro resulta importante en el momento del pago,
pues de emitir un cheque sin provisión de fondos y sin autorización de sobregiro,
pero que durante el pago la autorización fue dada y también el sobregiro, por causas
ajenas, hablaríamos entonces de un error (aberratio ictus).
El sujeto activo del delito viene a ser el girador del cheque. El sujeto pasivo del
delito es la colectividad, sujeto pasivo de la acción es el tenedor del cheque.
La acción consiste en frustrar por cualquier medio el pago del cheque de manera
maliciosa. En esta caso el cheque ya ha sido girado y se cuenta con los fondos
suficientes para su pago, lo que va a ser el agente es evitar dicho pago a través del
verbo rector “frustrar” utilizando cualquier medio idóneo para ello. La frustración
equivale a malograr o impedir el pago (251). “La frustración ocurre cuando el agente
bloquea su cuenta; cuando retira incorrectamente los fondos disponibles, o cuando
da contra orden al banco para que no pague” ( 252). Los medios delictivos son
genéricos, siempre y cuando sean efectivos para la concreción del verbo rector
(delito de medios indeterminados). Así, por ejemplo se puede frustrar el pago
cerrando la cuenta corriente, buscando extraviar o adulterar el cheque del tenedor,
etc. Es por ello, que la doctrina también la denomina como bloqueo ilegal del
cheque (253).
249
Soler V, 1978, p. 388.
250
Citado por Breglia Arias en Breglia Arias /R. Gauna, 1987, p. 1012.
251
Cfr. Fontán Balestra, 1995, p. 1026.
252
Fragoso I, 1987, pp. 406-407. Cfr. Salles Junior, 1987, p. 212.
253
Este supuesto es acogida también en otras legislaciones penales: el numeral 3, artículo 302º del Código
Penal de Argentina; numeral VI, parágrafo 2, artículo 171º del Código Penal de Brasil; numeral 2, artículo
243º del Código penal de El Salvador.
La manera con la que el agente va a frustrar el pago del cheque debe ser maliciosa.
Por ello, en la imputación subjetiva además del dolo se va a exigir la presencia
maliciosa como elemento subjetivo cuya finalidad responde a no querer que el
tenedor se satisfaga con el importe del cheque y se perjudique. Con este elemento
sólo es permisible conductas cometidas por dolo directo, más no tendría cabida el
dolo eventual.
El sujeto activo del delito es el librador del cheque. El sujeto pasivo de delito es la
colectividad, sujeto pasivo de la acción es le tenedor del cheque.
El sujeto activo del delito es el que gira el cheque. Puede ser revocado también por
la entidad bancaria o financiera a través de sus representantes legales, ya sea en
complicidad con el librador o de manera independiente, pero a rigor de los tres
verbos rectores (“girar”, “transferir” o “cobrar”) no se le puede considerar como
sujeto activo del delito. A nuestro parecer, la alternativa legislativa vendría a ser la
eliminación de dichos verbos, para no dejar campo abierto al delito ( 259). El sujeto
pasivo del delito es la colectividad, el sujeto pasivo de la acción es el tenedor del
cheque.
258
Pelaez Bardales, 1998, pp. 80-81.
259
Vid. Supra. num. 105.
260
Este supuesto es acogida también en otras legislaciones penales: numeral 3, artículo 302º del Código Penal
de Argentina; artículo 248º del Código Penal de Colombia; numeral 2, artículo 243º del Código Penal de
Costa Rica; numeral 2, artículo 243º del Código Penal de El Salvador.
tiempo para que el tipo penal se configure. De no ser así, podríamos configurar la
conducta en la modalidad de frustración maliciosa del pago.
El sujeto activo puede ser cualquier persona natural, no necesariamente debe ser el
que gira el cheque. Aunque los verbos rectores impiden de manera muy vaga la
configuración del agente. El sujeto pasivo del delito es la colectividad, el sujeto
pasivo de la acción viene a ser la persona suplantada es decir el tenedor del
cheque, o de ser el caso el endosatario.
Jurisprudencia Argentina:
“Es necesario que exista una creación imitativa de la firma del facultado para librar
el cheque; por lo que al no existir similitudes entre la firma puesta y la rúbrica de los
titulares de la cuenta corriente, la conducta en estudio resulta atípica” (261).
El sujeto activo viene a ser el sujeto que transfiere la propiedad del título valor vía
endoso, es decir el endosante. El sujeto pasivo del delito viene a ser la colectividad,
sujeto pasivo de la acción es el endosatario.
El agente va a endosar conociendo que carece de fondos necesarios para el pago del
cheque. Dicho conocimiento es un elemento subjetivo del tipo que refuerza el dolo
a tal punto de no permitir el dolo eventual sino sólo el dolo directo.
§5.Imputación subjetiva.
106. Tomando en cuenta los elementos subjetivos precisados para algunos de los
supuestos, cualquiera de los supuestos requiere del dolo, es decir, conciencia y voluntad de
ejecutar cualquiera de estas modalidades.
109. Es posible encontrar casos de autoría mediata donde el intermediario obre sin
dolo, actúa en causa de justificación, u obre coaccionado. Así por ejemplo, uno de los
giradores obliga al otro bajo amenaza de muerte para emitir un cheque sin los fondos
suficientes al beneficiario; o tres sujetos que giran un cheque haciéndole creer al último que
cuenta con fondos suficientes para su pago, lo que es contrario a la realidad. En los
supuestos de libramiento indebido consistentes en girar, autorizar sobregiro, endosar o
revocar el cheque, se entiende que el intermediario o ejecutor material debe de ser el
girador o endosante. Para ellos, la LTV exige la capacidad de ejercicio contando muchas
veces para dicha actividad del documento de identidad que lo identifica como un ciudadano
hábil para el ejercicio comercial. Así resulta imposible configurar circunstancias de autoría
mediata por ejecutor material inimputable.
§7. Pena.
112. Por lo primero, este tipo de delitos se ventila en vía sumaria. Para lo supuestos
1º y 6º, el sujeto pasivo de la acción debe de realizar dos cosas, de manera alternativa:
protestar el cheque, ante el incumplimiento del pago o utilizar una forma sustitutoria del
cheque como es una constancia del banco con las iniciales NPPFF (“no pagado por falta de
fondos”) (265).
264
Vid. Supra. num. 49.
265
Legislación comparada: El Código Penal de Argentina señala: “y no lo abonare en moneda nacional
dentro de las veinticuatro horas de habérsele comunicado la falta de pago mediante aviso bancario,
comunicación del tenedor o cualquier otra forma documentada de interpelación”. El Código Penal de
Colombia señala: “la acción penal cesará por pago del cheque antes de la sentencia de primera instancia.
(...)No podrá iniciarse la acción penal proveniente del giro o transferencia del cheque, si hubieren
transcurrido seis meses, contados a partir de la fecha de la creación del mismo, sin haber sido presentado
para su pago” (artículo 248º). El Código Penal de Costa Rica señala: “en todo caso el librador deberá ser
informado personalmente de la falta de pago, mediante acta notarial, o por medio de la autoridad que
conozca del proceso. Quedará exento de pena, si abonare el importe del cheque dentro de los cinco días
siguientes a la notificación” (artículo 243º). El Código Penal de Ecuador señala: “y no abonase el valor
respectivo, en moneda de curso legal, dentro de veinticuatro horas de habérsele hecho saber el protesto en
cualquier forma” (Artículo 368º). El Código Penal de El Salvador señala: “en los casos de este artículo la
acción penal podrá ser intentada después de los tres días subsiguientes al del protesto o su equivalente”
(artículo 243º). El Código Penal Federal de México señala: “la certificación relativa a la inexistencia de la
cuenta o a la falta de fondos suficientes para el pago, deberá realizarse exclusivamente por personal
específicamente autorizado para tal efecto por la institución o sociedad nacional de crédito de que se
trate” (numeral XXI, artículo 387º).
266
Otras jurisprudencias: “Procede declararse fundada la cuestión previa, si en el titulo valor del Banco no
hace constar en forma expresa la falta de fondos o la inexistencia de la cuenta corriente sobre la cual fue
girado el cheque”. Ejecutoria Superior de la Sala de Apelaciones para Procesos Sumarios con Reos Libres
de la Corte Superior de Justicia de Lima del 4 de julio de 1997. Exp. 2103-97 (La Rosa Gómez de la Torre,
1999, p. 376). “El delito de libramiento indebido requiere que el agente sea informado de la falta de pago
mediante protesto notarial u otra forma documentada de requerimiento, los que deben formularse dentro
del plazo de vigencia del cheque; caso contrario deviene en un proceso de cobro de deuda” Ejecutoria
Suprema del 11 de octubre de 1996. Exp. 3665-96 Lambayeque (Rojjasi Pella, 1997, p. 191). Vid. Tab:
Ejecutoria Superior del 9 de noviembre de 1998 Exp. 98-176-JP01 Pucallpa en Serie de Jurisprudencia 4,
2000, p. 350; Ejecutoria Superior de la Sala de Apelaciones para Procesos Sumarios con Reos Libres de la
Corte Superior de Justicia de Lima del 4 de julio de 1997. Exp. 1112-97 en La Rosa Gómez de la Torre,
1999, p. 371; Ejecutoria del 6 de octubre de 1932 en Espino Pérez, 1988, p. 312.
girador” (267). En otro caso: “La constancia tardía puesta por el Banco al reverso
de un cheque no pagado por falta de fondos, que no obedece a retardo en su
presentación sino a la demora en la devolución por el Banco, no perjudica al
acreedor y hace procedente la denuncia” (268).
114. A todos los supuestos que hayan sido cometidos, se procede a denunciar por
acción penal pública. Solo los supuestos 4º y 5º están condicionados a la acción penal si es
que se abona el importe total del cheque dentro del tercer día hábil a la fecha de
requerimiento escrito y fehaciente ya sea de manera directa, notarial o judicial u otro a
forma efectiva. No se exige para los demás supuestos, debido a que no muestran claramente
la intención de no pagar.
PEÑA CABRERA analiza esta disposición como una respuesta a “una praxis político
criminal, recurriendo a la ley penal como la “última ratio” para proteger la bien jurídico,
267
Ejecutoria del 22 de marzo de 1938 en Espino Pérez, 1988, p. 312.
268
Ejecutoria del 7 de setiembre de 1972 en Espino Pérez, 1988, p. 318. Otra jurisprudencia: “La constancia
tardía puesta por el Banco al reverso de un cheque con la indicación “no pagado por falta de fondos” que
no obedece a retardo en su presentación sino a la demora en la devolución por la entidad crediticia, no
perjudica al acreedor, que en consecuencia puede denunciar”. Ejecutoria Suprema del 7 de setiembre de
1972 en Taramona, 1983, p. 68.
269
Ejecutoria Superior de la Sala de Apelaciones para Procesos Sumarios con Reos Libres de la Corte
Superior de Justicia de Lima del 9 de diciembre de 1997. Exp. 4183-97 en La Rosa Gómez de la Torre,
1999, p. 420.
270
Ejecutoria Suprema del 2 de julio de 1999. Exp. 5264-98-Lima en Revista Peruana de Jurisprudencia , Año
II – Nº 4, 2000, p. 378.
271
Ejecutoria Superior de la Sala de Apelaciones para Procesos Sumarios con Reos Libres de la Corte
Superior de Justicia de Lima del 30 de marzo de 1998. Exp. 7012-97 en Baca Cabrera/Rojas Vargas/Neira
Huamán, 1999, p. 393.
debiendo agotarse previamente todas las vías extrapenales que conduzcan a una viable
solución satisfactoria” (272).
272
Peña Cabrera II-B, 1995, p. 819.