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IMPORTANCIA DEL COLAGENO

El colágeno responde al patrón estructural que caracteriza


al conjunto de las proteínas, una disposición
tridimensional de cadenas polipeptídicas, es decir,
integradas por secuencias de péptidos o pequeñas
asociaciones de aminoácidos genéticamente programadas,
que otorga a estas macromoléculas unas singulares
propiedades físicas y químicas que las hacen diferentes al
resto de los principios inmediatos, dotándolas de enorme
trascendencia en variados fenómenos biológicos.

El colágeno revela una serie de particularidades en cuanto


a su composición en aminoácidos que merece la pena
destacar. En primer lugar que uno de ellos, la glicina o
glicocola, polariza la atención por constituir un tercio de los
presentes. Prolina e hidroxiprolina le siguen en orden de
importancia, llegando a sumar un 10 % del total y a título
cualitativo, es relevante la presencia de hidroxilisina, pues
el colágeno es una de las escasas proteínas de cuya
composición forma parte tal aminoácido. Desde la
perspectiva contraria, el colágeno es muy deficitario en
triptófano, uno de los aminoácidos esenciales más
limitantes desde el punto de vista nutricional.

 La presencia de hidroxiprolina es un eficaz criterio de


calidad a la hora de evaluar analíticamente la cantidad
de tejido conectivo presente en productos cárnicos a
los que se les ha transformado la estructura celular
aparente, como puede ser los embutidos o las carnes
picadas, y cuya calidad comercial es inversamente
proporcional a la cantidad de hidroxiprolina presente,
por ser indicador de elevado contenido de tejido
conectivo en detrimento de carne magra, muy escasa
en colágeno.

 La hidroxilisina y la hidroxiprolina no son, por así


decirlo, aminoácidos primarios, pues son productos de
una reacción química de hidroxilación en el seno de
las cadenas polipeptidicas (en este caso particular, mil
aminoácidos por cadena), que modifica la composición
atómica de la prolina y la lisina.

Glicocola aminoácido de menor tamaño

 En la secuencia de las cadenas de colágeno, la


glicocola está uniformemente distribuida hasta el
punto de estar presente en una de cada tres posiciones,
algo de lo que resultan una excepción los extremos de
las cadenas.

 Si nos fijamos no ya en la composición de las cadenas


sino en lo que se llama la estructura secundaria de la
proteína, es justamente el reducido tamaño de la
glicocola (el aminoácido de menor tamaño de los
veintidós existentes) lo que hace posible los
entrecruzamientos de tres en tres cadenas unidas
mediante enlaces covalentes, que a su vez adoptan un
ángulo de giro concreto debido a la rigidez ocasionada
por el carácter anillado de la molécula de prolina.

Esa estructura secundaria de la que hablábamos, basada en


los entrecruzamientos de cadenas polipeptídicas que
forman una triple hélice dextrógira denominada
tropocolágeno, se ve aumentada conforme envejece el
organismo que aloja ese colágeno, ya que los puentes de
unión covalentes se forman por intervención del enzima
lisinoxidasa que convierten la lisina y la hidroxilisina en
aldehidos que pueden sufrir un fenómeno posterior de
condensación con otros grupos moleculares.

Características físicas

En cuanto a las características físicas de esta sustancia,


varios son los aspectos por los que destaca entre sus
homólogas y en los que parece oportuno profundizar:
 El colágeno se concentra especialmente en tejidos
destinados a soportar el peso del organismo (huesos y
cartílagos) y en aquellos que ejercen como correa de
transmisión de la fuerza en los movimientos, como
tendones y ligamentos.
 El colágeno aparece asimismo abundantemente en
aquellos lugares, como la dermis o las fascias (finas
láminas de tejido conjuntivo que tapizan la
musculatura), necesitados de una sustancia capaz de
hacer frente a la tracción y a los cambios de volumen.
 A gran escala, configura un tupido entramado de
microfibrillas escrupulosamente ordenado al que
ningún órgano ni víscera es ajeno. No obstante, las
diferentes ubicaciones del colágeno difieren en cuanto
a la disposición de sus fibras, de suerte que, por
ejemplo, esta es paralela en los tendones, mientras que
en la dermis aparecen íntimamente entrelazadas en
todos los planos.

El colágeno y la temperatura

 El colágeno, en común con el resto de las proteínas, es


susceptible de ser desnaturalizado por elevación de la
temperatura, de la cual la primera consecuencia es un
acortamiento de las fibras. Como dato característico,
debe saberse que cada especie animal tiene asociada
una determinada temperatura, rebasada la cual se
desencadena ese fenómeno de desnaturalización, pues
es aquella directamente proporcional al contenido de
prolina e hidroxiprolina, que no es igual para todos
los colágenos. En este sentido, destaca la menor
temperatura de desnaturalización del colágeno de los
peces y otras especies marinas, que en algunos
ejemplares de agua fría puede producirse por debajo
de 20ºC. Como manifestación de este fenómeno por
todos conocida, citaremos que en el cocinado de los
alimentos, el colágeno se transforma en la sustancia
que conocemos como gelatina tras la sucesión de una
fase de ebullición y otra de enfriamiento.

 Una de las peculiaridades físicas de las fibras


colágenas con mayor relevancia en el desarrollo de sus
funciones biológicas es compaginar su flexibilidad con
su poderosa resistencia a la tracción. Esta exacerbada
característica puede corroborarse con un dato
arrollador: el punto de ruptura de las fibras colágenas
que integran un tendón requiere alcanzar una presión
de cientos de kilogramos por centímetro cuadrado.

Tipos de Colágeno y sus Funciones

El hecho de que cada órgano y tejido tenga una resistencia


diferente se debe a la diversidad de tipos de colageno
presentes en cada uno. Aunque existen más de 20 tipos de
colageno, no todos tienen la misma implicación en la
función biológica que la naturaleza reserva a esta proteina
estructural. Hagamos un repaso de cada uno de ellos:

 Tipo I: es el mayoritario en el cuerpo humano, no en


vano constituye el 90 % del colágeno corporal, siendo
especialmente trascendente en la piel y con bastante
presencia en tendones, dentina, córnea y huesos. Es
sintetizado por los fibroblastos y confiere a los tejidos
de los que forma parte de una singular resistencia al
estiramiento. Con el paso del tiempo la formación de
este tipo de colágeno se ralentiza, lo que provoca un
aumento de la flacidez cutánea y la formación de
arrugas, así como el desencadenamiento de problemas
articulares y reumáticos.
 Tipo II: este tipo de colágeno es el principal
componente de los cartílagos y del humor vítreo,
habiendo estado presente en los estados embrionarios
de la córnea y la notocorda (precursor de la columna
vertebral). Está llamado a otorgar resistencia a esa
presión discontinua que soportan las articulaciones.
Este tipo de se diferencia del anterior en que no suele
forman las características fibras de este. En otro orden
de cosas, cabe señalar que su ubicación en el perimisio
y endomisio del músculo de los animales de abasto, le
hace responsable de la dureza de la carne. Para más
información sobre este tipo hacer click aquí.
 Tipo III: lo encontramos en dermis, vasos sanguíneos,
tejidoconjuntivo laxo y músculos estriados, dando
capacidad de sostén a tejidos caracterizados por
practicar movimientos “de acordeón” periódicos. El
tipo III forma fibras similares a las del tipo 1, con la
diferencia que en el extremo carboxilo no adquieren la
forma de hélice propia.
 Tipo IV: dotado de una configuración
desestructurada, ocupa un lugar preeminente en las
membranas de todos los tejidos, en cuya matriz
extracelular forma una malla que filtra el paso de
sustancias de elevado tamaño y sostiene todo el
entramado tisular. Para esta labor de sostén se vale del
apoyo de otras proteínas como los proteoglicanos y la
fibronectina.
 Tipo V: presente en la mayoría de los tejidos internos,
otorgando capacidad de estiramiento y resistencia a
presiones y tracciones.
 Tipo VI: coincide en las localizaciones con el anterior,
aunque su función difiere en el sentido de que hace de
anclaje en el tejido intersticial para las células del
entorno asociado al tipo I.
 Tipo VII: localizado en la lámina basal de muchos
tejidos, con mención especial para la separación entre
las fibras musculares y la piel, a la cual proporciona
firmeza y elasticidad.
 Tipo VIII: en el interior de las células del endotelio
vascular que tapiza los vasos sanguíneos y los
capilares, hace que estos adquieran su peculiar
capacidad de elongación y resistencia a romperse.
 Tipo IX: determinante en las articulaciones, a cuyos
cartílagos confiere capacidad de soportar las típicas
presiones intermitentes que sufren.
 Tipo X: es el componente de dos modalidades
específicas de cartílagos, el hipertrófico y el
mineralizado.
 Tipo XI: también vinculado al tejido cartilaginoso, en
combinación con los tipos II y X, a los que refuerza en
la función de dotar a aquel de la suficiente elasticidad
y dureza.
 Tipo XII: tiene un excepcional protagonismo en
tendones y ligamentos, dos elementos anatómicos
sometidos regularmente a elevadas tensiones en los
que trabaja en sinergia con los tipos I y III para
dotarlos de elasticidad y firmeza en la sujeción de las
estructuras asociadas (huesos, cartílagos y músculos).
 Tipo XIII: ejerce su función en las membranas
celulares, cuya presencia en ellas es la que permite la
capacidad de extensión que les caracteriza.
 Tipo XIV: la médula ósea y la placenta son los órganos
en los que desarrolla su función, con el resultado de
una mayor consistencia de ambas.
 Tipo XV: su papel queda reducido a la etapa
embrionaria, en la que desempeña una labor de
fortalecimiento de estructuras derivadas del
mesénquima que están en formación.
 Tipo XVI: ubicado en diversos músculos lisos, se
encuentra muy presente en células musculares lisas de
las arterias, a las que dota de elasticidad.
 Tipo XVII: de manera análoga al tipo XIII, es un
integrante de las membranas celulares, a las que
contribuye a dotarlas de resistencia.
 Tipo XVIII: sus principales localizaciones las
representan la piel y los vasos sanguíneos.
 Tipo XIX: el hígado, órgano en el que la presencia del
colágeno solo un alcanza el 4 %, uno de los menores
porcentajes del organismo, es el lugar donde mayor
cantidad de este tipo puede encontrarse, formando
parte de sus conductos mesenquimatosos.
 Tipo XX: tendones, córnea y cartílagos ven
incrementada su capacidad de resistencia por la
participación de este tipo de colágeno.
 Tipo XXI: potencia la aptitud para el estiramiento y la
resistencia en el corazón, el tejido gingival y la matriz
ósea.

Una vez completada la perspectiva de las variantes que nos


ofrece esta estratégica proteína, podemos afirmar, grosso
modo, que se trata del principal elemento estructural de la
matriz extracelular y de la sustancia con mayor incidencia
en la resistencia y elasticidad de los tejidos, impregnando
con sus características físico-químicas las propiedades
físicas y biológicas de estos.
La interactuación de las células con la matriz extracelular,
que tiene lugar por cauces tanto mecánicos como químicos,
da origen a sustanciales efectos en la morfología de los
tejidos. Esto es así porque sobre las fibras de colágeno
secretadas se ejercen tracciones y presiones que provocan
su compresión o estiramiento, según los casos.

En el caso especial de la piel, el papel del colágeno aplicado


cosméticamente para el mantenimiento de las propiedades
de la dermis se proyecta sobre:

1. La hidratación:

Su efecto hidratante deriva de su extraordinaria capacidad


de retención de agua, lo que bajo la forma de colágeno
nativo soluble, a concentraciones del 0,05 %, se traduce en
un poder hidratante equivalente a un 10 % de urea o
sorbitol.

2. El relieve cutáneo:

Alisa la superficie de la piel gracias a sus propiedades


hidratantes y filmógenas, que se ven reflejadas en:

 Elasticidad cutánea: disminuye el valor de la fuerza


de rotura de la piel.
 Estimulación del crecimiento celular: las fibras de
colágeno ejercen un quimiotactismo positivo sobre los
fibroblastos, algo que podría explicar su influencia
favorable en la cicatrización.
 Poder contra la irritación provocada por los agentes
químicos: el colágeno adopta la forma de un film
alrededor de las micelas de estos y amortigua su
efecto.
Qué es, Para qué sirve, Cuándo y Cómo tomarlo

a) Qué es el colágeno hidrolizado

Para que el concepto colágeno hidrolizado pueda ser


asimilado con facilidad, es preciso partir de una descripción
minuciosa de lo que representa el colágeno en estado puro,
antes de ser sometido a manipulación alguna. Se trata de la
proteína que mayor protagonismo alcanza en el organismo
humano, pues no en vano constituye alrededor de un tercio
del contenido proteico total del mismo, con la
particularidad de aparecer enormemente disperso por los
diferentes órganos y tejidos que lo configuran. Y como telón
de fondo, se manifiesta ejerciendo una función altamente
estratégica como matriz de ese tejido de sostén que es el
conjuntivo. Desde esa perspectiva, guarda cierto
paralelismo con el ácido hialurónico, sustancia igualmente
presente en todo el entramado conectivo.
En especial el cólageno es muy abundante en la
composición química de las células de cartílagos y huesos y
en la sustancia fundamental que rellena los espacios
intercelulares, suponiendo además, aproximadamente, un
6-7 % del peso de los tendones y ligamentos. Como puede
observarse, la intervención del colágeno hidrolizado en la
arquitectura corporal es determinante.

Esta proteína tiene tres componentes principales en su


estructura molecular, que son la prolina, la glicina y la
hidroxiprolina, sendos aminoácidos que confieren al
colágeno una notable estabilidad y, a resultas, contribuyen a
que este, como matriz molecular de los tejidos conectivos,
haga posible que las células puedan coexistir en un
completo equilibrio.

¿Cuándo acumulamos más colágeno?

Desde su nacimiento y hasta alcanzar la plena juventud es


la etapa en la que una persona acumula sus más elevados
índices de presencia de colágeno en sus tejidos, de lo que se
deriva el normal aspecto exterior de todo individuo menor
de 30 años sin presencia de arrugas o pliegues en la piel.
Como veremos más adelante, fomentando la elasticidad y
firmeza del sistema tisular de la piel, en base a lograr
estabilidad en la cantidad de colágeno presente, se demora
la aparición de las denostadas arrugas.

El colágeno es, por consiguiente, el soporte estructural del


organismo, no olvidando su presencia nada despreciable en
vísceras como los pulmones, el hígado o el bazo y, por otro
lado, en músculos, vasos sanguíneos y linfáticos, dientes,
etc., todos ellos portadores de una importante cantidad de
colágeno.

¿Tiene sentido incorporarlo en nuestro organismo?

Pero, ¿tiene sentido incorporar


en nuestro organismo, como un ingrediente alimenticio
más, colágeno en estado puro? Hablamos de una proteína
de digestión compleja, difícilmente asimilable por el
aparato digestivo (prácticamente no se llega al 1 %), que
requiere un tratamiento de “acondicionamiento” para
obtener el máximo aprovechamiento.

Y este tratamiento, de naturaleza química, se conoce como


hidrólisis enzimática, gracias a la cual las cadenas
polipeptídicas, compuestas por múltiples moléculas de
aminoácidos, son fragmentadas en sencillas agrupaciones
de unos pocos de ellos llamadas péptidos, cuyo peso
molecular, mayormente más bajo de 4000 daltons, hace que
se comporten como fáciles sustratos para los jugos
digestivos, y son los que constituyen lo que conocemos
como colágeno hidrolizado. Se estima que la absorción de
este ya supera el 80 %, y sus metabolitos son capaces de
atravesar la barrera intestinal y, a través del torrente
circulatorio, colonizar los tejidos colaginosos donde se
pondrá en marcha un proceso bioquímico crucial de
nuestro organismo: la síntesis endógena de colágeno.

Una vez repartido por esos tejidos colaginosos, las células


responsables de llevar a cabo esa síntesis, que, entre otras,
son los condrocitos en los cartílagos, los osteoblastos en
huesos y los fibroblastos en la piel y el tejido conjuntivo, se
ven estimuladas por la sola presencia de colágeno
hidrolizado, dando lugar a la regeneración de los tejidos.

b) Propiedades y Beneficios el colágeno hidrolizado:


¿Para qué sirve?

Además de sus archiconocidas propiedades estructurales, el


colágeno hace el papel de catalizador del crecimiento en
edades tempranas y constituye algo así como la sustancia
reparadora de la inmensa mayoría de los tejidos. Es más,
puede decirse que en muchas de las patologías asociadas al
envejecimiento, el colágeno se reserva un destacado rol.

Una carencia de colágeno suele implicar, por norma, a todo


el organismo, manifestándose con síntomas de carácter un
tanto inespecífico, acentuados conforme mayor es la edad,
como debilidad, astenia, fatiga, dolor leve de articulaciones
y una degradación del estado general de la persona.
Para frenar ese deterioro provocado por un proceso natural
del organismo, el colágeno hidrolizado es un excelente
recurso, estando ampliamente avalado por profesionales de
la medicina y del mundo de la investigación y habiendo
cosechado notables éxitos en multitud de pacientes.

Subgrupos de población

Dentro de su utilidad, es interesante hacer un desglose


entre dos posibles subgrupos de población:


 Personas que no practican deporte: es ideal para
adultos de edad avanzada o al menos que han
superado los 50 años, aunque en su espectro de
consumidores potenciales entra cualquier persona que
desee reforzar su salud. Muy eficaz en preparaciones
combinadas con vitaminas C, B2 y B6, condroitina,
magnesio y ácido hialurónico, todas ellas con una
especial aptitud para potenciar la salud de las
articulaciones.

 Deportistas: la enorme exigencia provocada por los
entrenamientos y la competición termina señalando a
ligamentos y articulaciones como elementos
anatómicos envueltos en un serio riesgo de deterioro.
Por ello, es muy conveniente que consuman estos
productos, que contribuyen a fortalecer las estructuras
locomotoras y mejorar la recuperación de las posibles
lesiones. Para optimizar su efecto, es interesante
combinar el colágeno hidrolizado con
metilsulfonilmetano (fuente natural de azufre
biodisponible, esencial para la integridad del tejido
conjuntivo) o hidroximetilbutirato (existe de manera
natural en el organismo por degradación del
aminoácido leucina).

Combinaciones colágeno hidrolizado

Este que sigue podría ser un cuadro muy representativo del


tipo de combinaciones que pueden conseguirse con una
base de colágeno hidrolizado:

 Ácido hialurónico, una sustancia cuyas propiedades


humectantes ayudan a mejorar la tersura de la piel y
cuya producción endógena también disminuye con el
paso de los años.
 Vitamina A, un eficaz freno a las arrugas que
contribuye a limar imperfecciones en la piel.
 Vitamina B5, que estimula el mantenimiento de la
capa adiposa de la piel.
 Coenzima Q10, un antioxidante elemental en el
metabolismo celular que protege de los radicales
libres.
 Vitamina C, el verdadero motor de la fabricación de
colágeno dentro del organismo.
 Vitamina E, otro potente antioxidante que ayuda al
mantenimiento de la elasticidad cutánea.

Aunque una dieta abundante en esta proteína podría no


hacer necesaria su suplementación, el problema estriba en
que buena parte del colágeno que ingerimos no genera los
efectos deseados en el organismo con la misma eficiencia.
Paralelamente nos tropezamos con el problema de que
muchos de los alimentos que aportan sensibles cantidades,
a su vez se caracterizan por un perfil nutricional
desaconsejado para el seguimiento de una dieta saludable,
como pueden ser los embutidos por su alto contenido en
grasas saturadas o los postres gelatinosos por su
abundancia en azúcares. Aparte, otros tienen el hándicap
de sus largos tiempos de elaboración, como es el caso de los
caldos de carne y pescado y ciertas comidas tradicionales
que incorporan cartílago de cerdo.

c) Importancia de su consumo de colágeno hidrolizado a


partir de los 30 años

La disminución de la síntesis endógena de esta proteína da


comienzo muy sutilmente alrededor de los veinticinco años,
manteniendo a partir de entonces una reducción sostenida
(cada 12 meses, la cantidad de colágeno en nuestro cuerpo
disminuye el 1 %) que experimenta una caída brusca con la
llegada de los cincuenta y especialmente de los sesenta. Esta
evolución negativa, basada en la disminución de la
capacidad de las células especializadas en sintetizar
colágeno, explica algunas de las manifestaciones que
acostumbramos a observar en personas de media y
avanzada edad, como:

 Disminución de la elasticidad y la firmeza de la piel,


que se traduce en la aparición de estrías, arrugas y
áreas de flacidez, lo que da una sensación de
envejecimiento precoz.
 Fragilidad de los capilares sanguíneos, que provoca
una frecuente y aparentemente sin causa formación de
hematomas, los típicos moratones.
 Dolores musculares característicos de la fibromialgia.
 Dolores articulares propios de la artrosis, con especial
incidencia en la articulación de la rodilla, pues el
cartílago ve mermados su grosor y su resistencia,
haciendo poco a poco que los huesos empiecen a
friccionarse cuando se producen los movimientos
articulares.
 Incremento de la porosidad de la matriz del hueso,
debido a una descalcificación paralela como
consecuencia de la pérdida de las sales cálcicas que
están adheridas al colágeno. Su consecuencia directa
es un mayor riesgo de padecer osteoporosis.

d) Cómo y cuándo tomar colágeno hidrolizado

En el mercado se comercializan múltiples formatos y


presentaciones a base de colágeno, solo o en combinación
con otras sustancias, como cápsulas, comprimidos, líquidos
concentrados, polvos solubles, mascarillas, cremas, etc. En
función del producto seleccionado, se tratará de
administrarlo por vía tópica o por vía oral, las dos únicas
opciones existentes.
Concretamente, las presentaciones de colágeno hidrolizado
fabricadas en polvo soluble tienen el objetivo de poder
proceder a su mezcla con líquidos fríos o calientes, como
agua, zumos, té, sopas, etc. En este sentido resulta
interesante saber que su ingestión acompañada de líquidos
da lugar a una más rápida absorción, debido a su más
breve tránsito por el tracto intestinal, en comparación con
una ingesta como materia sólida.

Lo principal de estas formulaciones es que esas mezclas no


actúan en detrimento de las propiedades fisiológicas de esta
proteína procesada, garantizándose que no se vean en
absoluto afectadas y haciendo que se trate de un producto
extraordinariamente apto como suplemento alimenticio.

Un importante detalle adicional es que hay uniformidad de


criterio entre los especialistas en recomendar la toma de
estos suplementos de colágeno hidrolizado en ayunas, ya
que ese estado de vacuidad gástrica asegura que no se
produzcan interferencias metabólicas con otras proteínas,
monosacáridos, ácidos grasos, hidratos de carbono o
cualquier otro tipo de sustancia ingerida que compita por
ser absorbida en el tracto digestivo.

e) Dosis necesaria
En cuanto a la dosis necesaria, no podemos mencionar una
cantidad precisa porque depende lógicamente de la
formulación consumida. De cualquier modo, todos los
productos comercializados en el territorio de la Unión
Europea llevan incorporada, por imperativo legal, una
etiqueta donde figura la dosificación recomendada para
lograr el efecto óptimo, por lo que ese aspecto no debe ser
objeto de preocupación. Para mayor seguridad, los
fabricantes de colágeno hidrolizado en polvo suelen incluir
dentro del embalaje una cucharilla dosificadora para
asegurar que se tome la dosis de entre 9 y 10 gramos diarios
de colágeno como sustancia pura (en cuanto al preparado
global, la cantidad dependerá del volumen de excipiente
que lleve), una dosis que numerosos y solventes estudios
clínicos han probado como la más efectiva.

Y antes de abordar el siguiente capítulo, conviene efectuar


un recordatorio: el colágeno hidrolizado no es un
medicamento ni tiene efectos inmediatos tras su ingestión,
sino que dada su condición de suplemento alimenticio,
requiere adoptar una disciplinada actitud de consumirlo
todos los días y nunca durante periodos inferiores a 3
meses, pues de lo contrario se perderá la base de su éxito
que radica en un efecto acumulativo. Explicado de otro
modo, puede decirse que el efecto del colágeno es dosis-
dependiente, lo que significa que por debajo de cierto
umbral de dosificación carece de efecto. Este umbral lo
marcan los 8 gramos diarios durante 3 meses, que
garantizan una concentración basal de péptidos de
colágeno con capacidad para mantener activo el proceso de
regeneración de tejidos o la mitigación del dolor articular
de desgaste si es el caso.
f) Dónde comprar colágeno hidrolizado puro

Por lo general, puede encontrarse colágeno hidrolizado en


polvo en variados tipos de establecimientos especializados,
como tiendas naturistas, herbolarios, parafarmacias, tiendas
de artículos deportivos y aquellas orientadas a la dietética,
pero su venta ya se ha expandido a las oficinas de farmacia
e incluso a comercios minoristas generalistas como
supermercados e hipermercados, aunque en estos casos lo
más habitual es encontrarnos con marcas dotadas de menor
reconocimiento en cuanto a su calidad, no soliendo tratarse
de las procedentes de los laboratorios especializados en
nutrición saludable y dietética.

Desde nuestra perspectiva, aconsejamos comprarlo en el


portal online HSNstore.com, en cuyo seno el consumidor
tiene a su disposición la línea de productos HSN
Essentials, dentro de la cual se ofrecen formatos de
colágeno hidrolizado en comprimidos y en polvo. Es
importante dar a conocer que en ambos casos se trata de
colágeno de origen marino y asimismo que son
formulaciones en las que viene asociado con magnesio, un
oligoelemento esencial que despliega en el organismo una
eficaz complementariedad con aquel.

g) Diferencia entre pastillas de colágeno y suplementos en


polvo
Médicos y nutricionistas tienen un criterio bastante
homogéneo a la hora de establecer diferencias entre las
pastillas de colágeno y los suplementos en polvo.
Argumentan que las primeras tienen una capacidad
bastante limitada de proporcionar sustancia biodisponible,
mientras que el polvo soluble de hidrolizado guarda una
excelente relación entre cantidad de producto biodisponible
y cantidad de producto global ingerido, siendo máximo
este cociente si la sustancia preparada para su consumo va
asociada a un medio ácido, como puede ser un zumo de
frutas. Como veremos más adelante, el polvo hidrolizado
tiene mayor facilidad de absorción y esta, además, se lleva
a cabo en las etapas incipientes del proceso digestivo,
brindando al torrente sanguíneo un altísimo porcentaje del
colágeno ingerido en una forma metabólicamente eficaz.

Por norma general, los suplementos que se toman en


pastillas no aportan colágeno en sí mismo, ya que contienen
complejos de aminoácidos destinados a proveer al
organismo de materia prima especializada para que este
fabrique colágeno.

En definitiva, ningún fabricante puede asegurar que sus


pastillas contienen colágeno, sino aminoácidos o péptidos
(pequeñas cadenas de aminoácidos).

Colágeno hidrolizado vs cartílago de tiburón

Diferencias entre colágeno hidrolizado y cartílago de


tiburón

A la hora de plantearse el consumo de colágeno


hidrolizado hay que comprender lo que significa el proceso
que se lleva a cabo en la industria de transformación de esta
proteína partiendo de su estado natural: mediante una
reacción de hidrólisis enzimática, el colágeno, cuyo peso
molecular es bastante notable (lo que le da la condición de
poco digerible), es degradado a pequeñas fracciones
moleculares llamadas péptidos que ya son capaces de
atravesar la barrera intestinal para, a través de los vasos
sanguíneos, terminar colonizando sus tejidos diana. Es el
sometimiento a hidrólisis lo que hace posible que esta
sustancia pueda implantarse sin intermediación alguna en
huesos, cartílagos, piel y otros órganos vitales en los que
desarrolla sus funciones.

Haciendo una breve reseña histórica sobre el cartílago de


tiburón, diremos que dos décadas atrás, el doctor W. Lane,
graduado en Ciencias de la Nutrición y Bioquímica, recibió
del Food and Drug Administration de Estados Unidos la
patente para la comercialización de aquel como
suplemento alimenticio, considerándose este hecho como
el antecedente original de su empleo en el ámbito de la
dietética.

Composición de la aleta de tiburón

Dado que el cartílago de tiburón está constituido


mayoritariamente por colágeno, la decisión de consumir
cartílago de tiburón o bien colágeno hidrolizado estará en
función de los resultados que deseen obtenerse y de los
síntomas que estén manifestándose. En principio no puede
negarse al cartílago de tiburón su aptitud para aportar una
dosis correcta en bastantes pacientes necesitados de un
refuerzo regenerativo para sus huesos y articulaciones.
Profundizando un poco en la composición química de esta
interesante sustancia, diremos que cerca del 40 % de la
aleta de un tiburón es colágeno y el 60 % restante se
reparte entre minerales (básicamente calcio), sulfato de
condroitina (en el que seguidamente abundaremos) e
hidratos de carbono, destacando entre estos los
mucopolisacáridos, unas voluminosas moléculas dotadas
de una reconocida acción en pos de la salud articular. De su
composición, considerada en su globalidad, se deriva un
más que apreciable efecto antiinflamatorio y una
potencialidad para favorecer al organismo en sus procesos
de regeneración de los tejidos de complejas articulaciones
como pueden ser la rodilla o la cadera.

¿Qué es mejor colágeno hidrolizado o cartílago de


tiburón?

En principio, consumiendo colágeno hidrolizado


proporcionamos al organismo la sustancia matriz en torno a
la cual se sintetizan los tejidos conectivos y de sostén de
aquel. Pero el consumo de los llamados condroprotectores,
entre los que se encuentra el cartílago de tiburón, amplía el
espectro de efectos beneficiosos. De suerte que ante
problemas degenerativos serios como la artrosis o la
osteoporosis, quizá por sí solo el colágeno hidrolizado no
colmase las necesidades terapéuticas requeridas.

En consecuencia, la presencia de condroitín sulfato, una


sustancia extraída del cartílago de tiburón (del cual Japón
es el principal productor) se hace sumamente interesante
como principio activo destinado a paliar la inflamación de
los tejidos de conexión y sujeción de los huesos en las
articulaciones. Su mecanismo de acción se basa en su
destilación en el líquido sinovial, lo que facilita el juego
normal de las articulaciones como un lubricante que
absorbe el impacto.

Se ha explicado anteriormente que añadir un suplemento


de colágeno hidrolizado en la dieta puede aportar
muchísimos beneficios, pero hacerlo a partir de cartílago de
tiburón amplía las expectativas de regeneración de los
cartílagos, fortalecimiento de articulaciones y remisión de la
destrucción tisular precursora de la artrosis.

En otro orden de cosas, no está de más apostillar que el


cartílago de tiburón se catapultó a la fama hace unos años
en la faceta de estimular la producción de anticuerpos,
considerándose a estos efectos un inmunopotenciador. Esta
condición se ve a su vez reforzada por la acción de los
mucopolisacáridos, que asociándose con el colágeno en piel
y mucosas se comportan como una barrera contra las
infecciones bacterianas.

Progresos científicos usando cartílago de tiburón

Y dentro de una cierta incertidumbre, los últimos progresos


científicos permiten albergar la posibilidad de que el cartílago
de tiburón pudiese actuar como inhibidor del crecimiento de
células cancerosas. Algo que en modo alguno permite
posicionarlo entre las estrategias de tratamiento oncológico
alternativo, dado el todavía inestable carácter de las
conclusiones obtenidas.

De todo lo anterior se desprende que situaciones diferentes


demandan siempre soluciones diferentes. Dado que la
eficacia de todo suplemento alimenticio basado en colágeno
depende, como se expuso a propósito del capítulo dedicado
a los suplementos de colágeno, de la cantidad de esta
proteína asimilable o biodisponible que contenga, en
aquellos preparados cuyo etiquetado refiere contener
cartílago de tiburón, lo normal es que no se alcancen los 10
gramos por dosis que representan el umbral cuantitativo
para la eficacia del colágeno hidrolizado en relación con lo
que se le exige a esta última sustancia.

Qué es mejor, el colágeno hidrolizado o la glucosamina

La efectividad de la glucosamina para mitigar el dolor


originado por el desgaste de las articulaciones es una
cuestión sobre la que mucho se ha escrito en el pasado más
reciente.

¿Qué es la glucosamina?

Lógicamente, antes de abordar la veracidad de esta


afirmación o desmentirla, es inexcusable conocer de qué
sustancia hablamos. La glucosamina es una molécula de
naturaleza mixta (proteica/azucarada), a su vez precursora
de los glucosaminoglicanos, cuyo origen encontramos en el
exoesqueleto de revestimiento de algunos crustáceos, en los
que predomina como elemento de constitución el
polisacárido quitina, del cual se obtiene aquella.
Bajo su forma química genuina, el sulfato de glucosamina, y
actuando en sinergia con el sulfato de condroitina, parecer
tener una sólida intervención en la reconstrucción y
prevención de la degeneración del tejido cartilaginoso
presente en las articulaciones. La explicación fisiológica a
tamaña aseveración vendría dada por su condición de
sustancia limitante en la formación endógena del colágeno,
siendo fabricada por las células especializadas del tejido
cartilaginoso, los condrocitos, para cuya síntesis utilizan
como sustratos la glucosa y el aminoácido glutamina.

Testimonios

Pero si bien no puede negarse al sulfato de glucosamina la


existencia de reiterados testimonios de pacientes que avalan
su eficacia en la disminución del dolor producido por la
inflamación de las articulaciones, hasta la fecha se carece de
estudios clínicos de reconocida solvencia que den soporte
científico al poder de esta sustancia para contribuir tan
intensamente a la reconstrucción del cartílago articular. Los
citados testimonios deben ser analizados
complementariamente a aquellos otros emanados de los
mismos pacientes que al parecen sufrieron un retroceso en
su evolución cuando abandonaron su tratamiento a base de
glucosamina.

Relevancia

La escasa relevancia de esta sustancia en términos


porcentuales en la composición química del cartílago (este
se compone de un 67 % de colágeno y solo un 1 % de
glucosamina) pudiera ser el argumento que explicara esa
aparente contradicción, siendo la glucosamina una
sustancia de relevancia cuantitativa solamente en el líquido
sinovial.

Esta realidad es la que nos hace pensar en una única


aportación de la misma: la lubricación de las articulaciones,
más allá de una virtual faceta de reconstructor del cartílago
que sí cabe asignar al colágeno hidrolizado. Sobre este
último existe una profusa bibliografía que destaca por su
contundencia en el poder de regeneración global de la
articulación englobando a todos sus integrantes: tendones,
ligamentos, cartílagos, músculos y cápsula sinovial.

Explotación

La glucosamina, de cara a su explotación comercial, se sintetiza


mediante la hidrólisis de los exoesqueletos de crustáceos, siendo
utilizada frecuentemente en el tratamiento de la artritis, a
pesar de que su aceptación como sustancia con fines
terapéuticos siga siendo, cuando menos, conflictiva.
Ventajas

Una de las ventajas del sulfato de glucosamina es su


excelente solubilidad en agua, una condición siempre
favorable cuando de procesos biológicos se trata. Gracias a
ella, se absorbe muy bien en el intestino delgado y es
rápidamente distribuido hacia los tejidos diana por agentes
transportadores de la sangre.

Aparte de esta característica química, las ventajas del


sulfato de glucosamina obedecen a otras dos
peculiaridades:

 Por un lado, su marcado tropismo positivo por el


tejido cartilaginoso, de lo que se deriva la elevada
biodisponibilidad que alcanza a nivel articular.
 Por otro, su bajo peso molecular, gracias al cual la
barrera hematosinovial exhibe una alta permeabilidad
hacia este compuesto, lo que le hace capaz de
atravesarla fácilmente experimentando una rápida y
eficaz difusión a nivel microarticular.

Quizá el mayor interés del empleo de la glucosamina en el


tratamiento paliativo de la artrosis estribe en que si bien es
una enfermedad esencialmente degenerativa, no está exenta
de tintes inflamatorios; por otra parte, sabido es que la
administración sistemática durante periodos prolongados
de antiinflamatorios no esteroideos (como el ibuprofeno)
suele acarrear sensibles efectos secundarios, especialmente
a nivel de mucosa gástrica y parénquima renal. En tales
circunstancias, la alta tolerancia del sulfato de glucosamina
y sus aceptables prestaciones en el tratamiento específico de
la artrosis le confieren un papel protagonista en este
ámbito. De hecho, se está utilizando como suplemento
natural para combatir el dolor de la artrosis y otras
alteraciones articulares degenerativas asociada a complejos
vitamínicos, comprobándose su contribución a la mejora de
la calidad de vida de los pacientes.

Estudios recientes

Un reciente estudio llevado a cabo por una universidad de


Bélgica reveló en pacientes con osteoartritis de rodilla de
intensidad moderada que fueron tratados a base de 1,500
mg diarios de esta sustancia una reducción del dolor y la
limitación motriz de alrededor de un 25 % adoptando
como muestra de contraste un tratamiento de placebo.
Adicionalmente quedó constancia en dicho estudio de que
se produjo una cierta disminución en la evolución el
progreso degenerativo. No obstante, la comunidad
científica asume que se precisa un mayor elenco de datos
para cotejar fehacientemente la efectividad de la
glucosamina en estas lides.

Efectos secundarios

En cuanto a su seguridad en materia de efectos secundarios,


ya se ha adelantado que es una sustancia sensiblemente
menos lesiva que, por ejemplo, los AINEs, pero así y todo
se han registrado, con escasa casuística, manifestaciones de:

 En el ámbito digestivo, molestias gástricas, náuseas,


diarrea y estreñimiento.
 Hiperglucemia, hipercolesterolemia e incremento de los
niveles sanguíneos de triglicéridos.
 Desequilibrios de la presión arterial.
 Reacciones anafilácticas graves en personas alérgicas al
marisco (no olvidemos su procedencia).

Colágeno hidrolizado y ácido hialurónico

El ácido hialurónico es un hidrato de carbono sintetizado,


al igual que el colágeno , por el propio organismo. Su más
característica función le viene de ser una molécula
hiperdotada para la retención de agua, hasta el punto de
que es capaz de absorber hasta 1000 veces su propio peso
molecular. A esta labor, de cuyas importantes y positivas
consecuencias hablaremos seguidamente, hay que añadir
que participa en el transporte de nutrientes y desechos
orgánicos hacia microrregiones anatómicas desabastecidas
de riego sanguíneo (como es el caso de las células
cartilaginosas y su entorno extracelular).

Los puntos de localización del ácido hialurónico se concentran


básicamente en el humor vítreo del ojo, el líquido sinovial, la
matriz extracelular, el cordón umbilical y la piel. Pero, de
manera análoga a lo que sucede con el colágeno, el paso del
tiempo va mermando la capacidad de nuestro organismo
para sintetizarlo, por lo que habitualmente surgen
situaciones en las que puede ser conveniente un aporte
exógeno.

En los últimos años, el ácido hialurónico se ha convertido


en el protagonista estrella de muchos productos cosméticos,
proliferando su presencia en las composiciones de sérums y
cremas hidratantes por esa brillante capacidad de retención
hídrica con cuya mención comenzábamos este capítulo.
Comparte con el colágeno sus propiedades de hidratación y
mejora de la elasticidad cutánea, objetivos que se logran con el
recurso a las inyecciones, ya sean de colágeno o de ácido
hialurónico. En el caso particular de este último es así
porque las zonas que quedan saturadas de ácido
hialurónico mantienen un estado de óptima hidratación,
desapareciendo o al menos minimizándose toda suerte de
arrugas y surcos faciales.

Ese rasgo definitorio que lo cataloga como una de las


sustancias más hidrofilicas de la naturaleza permite a su
vez tildarle de “fuente de juventud natural”. No obstante,
esa aludida reducción sistemática y progresiva de la síntesis
de ácido hialurónico lleva asociada la paulatina pérdida de
la capacidad del organismo para retener el agua en las
células y tejidos, algo que, al margen de la edad, puede
acelerarse por predisposición genética y por la intervención
de ciertos factores de tipo ambiental y nutricional,
destacando en este último bloque las deficiencias de
magnesio y zinc.

Singularidades que deben conocerse para elegir entre uno


u otro

Si hablamos en paralelo del colágeno hidrolizado y del


ácido hialurónico, hemos de decir que se trata de dos
sustancias posicionadas en campos de intervención muy
similares, pero con determinadas singularidades que deben
conocerse para decantarse por uno u otro a la hora de
formular un tratamiento:

 Mientras que el colágeno es una proteína, el ácido


hialurónico es un hidrato de carbono (en concreto, un
polisacárido). Esta diferencia de naturaleza química
explicaría que no sea infrecuente en las inyecciones de
colágeno la aparición de reacciones alérgicas, bastante
dependientes, todo hay que decirlo, del origen y las
garantías del mismo. En contrapartida, apenas se
refieren situaciones de ese tipo con las inyecciones de
ácido hialurónico.

 El método de empleo del ácido hialurónico, por norma


general, se basa en inyecciones realizadas en centros
especializados, un terreno en el que, de hecho, está
adquiriendo sensible ventaja sobre el colágeno
hidrolizado, no siendo tan habitual encontrarlo en
forma de suplementos alimenticios. El colágeno,
simultáneamente, está experimentando un auge de
consumo como suplemento oral en cápsulas o en
polvo.

 Un factor clave en este tipo de tratamientos


rejuvenecedores o antiedad es su duración, y en este
aspecto, el ácido hialurónico garantiza que los
resultados del tratamiento se prolonguen
apreciablemente más que los de colágeno.
Membrana sinovial y ácido hialurónico

Para entender cómo se desencadenan los beneficios de esta


sustancia, haremos un somero repaso anatómico diciendo
que las articulaciones están tapizadas por una membrana
sinovial, la cual describe una cápsula que envuelve las
superficies terminales de los huesos. Dicha membrana
segrega el llamado líquido sinovial, que baña las cavidades
articulares y, entre otras cuestiones, actúa como lubricante,
amortiguador de impactos y transportador de nutrientes.
Pues bien, un componente esencial de ese líquido sinovial
es el ácido hialurónico.

El cartílago es un tejido no vascularizado, es decir, por él no


transitan vasos sanguíneos, un hecho que otorga gran
importancia al líquido sinovial, con su componente estrella
el ácido hialurónico, como único vehículo que asegura que
los nutrientes lleguen al cartílago y, en sentido inverso, que
las sustancias de desecho puedan evacuarse.

Con el envejecimiento aumenta la viscosidad del líquido


sinovial, lo que supone un factor predisponente para que
surjan problemas de rigidez articular, dolor en las
articulaciones, artritis, artrosis, etc. Por este motivo, un
suplemento de ácido hialurónico puede ayudar a minimizar
estos problemas por mantener la fluidez del líquido
sinovial y, en consecuencia, garantizar la suficiente
amortiguación en las articulaciones y el estado nutritivo de
los cartílagos.
Trastornos de tejido

Ahondando más en las implicaciones del ácido hialurónico,


podemos mencionar que ciertos trastornos de tejido
conjuntivo guardan relación directa con anomalías de
aquel, como paralelamente las guardan con deficiencias en
los niveles de colágeno; podemos hablar, a título de
ejemplo, de:

 Síndrome de Ehlers-Danlos
 Síndrome de Marfan
 Osteogénesis imperfecta
 Síndrome de Stickler

Quien se plantee la posibilidad de someterse a un


tratamiento antiedad a base de inyecciones de colágeno o
ácido hialurónico, debe recurrir a una valoración por parte
de profesionales del sector, ya que en muchos casos es
necesario practicar un estudio personalizado para ver cuál
de las dos sustancias puede ofrecer mejores prestaciones en
función de la idiosincrasia del paciente.

Normalmente es elevado el grado de satisfacción revelado


por las personas que se someten a estos tratamientos, que
como ventaja añadida admiten retoques periódicos, una vez
obtenidos los resultados de las primeras sesiones. Y a su
vez permiten eludir complicadas intervenciones quirúrgicas
de largos e incómodos periodos posoperatorios.

Fibras colágenas elásticas y flexibles


Para ser conscientes de la auténtica relevancia que atesora
el colágeno en la naturaleza, baste decir que constituye más
del 25 % del conjunto proteico del organismo de los
animales mamíferos, superando con creces al resto de
moléculas de este grupo molecular.

Su mayor singularidad, al margen de ese factor meramente


cuantitativo, estriba en su capacidad de diseñar una
estructura enormemente trabada a base de las llamadas
fibras colágenas, formaciones macromoleculares dotadas de
una extraordinaria combinación de elasticidad y
flexibilidad que hace de esta proteína el sustento ideal para
mantener la integridad de elementos tisulares repartidos
por las diferentes regiones anatómicas, con especial
mención para piel, articulaciones, huesos, músculos y
tendones y siendo en general la sustancia más relevante del
tejido conjuntivo.

 Las entrañas de la composición química de esas fibras


colágenas, secretadas fundamentalmente por unas
células constituyentes del tejido conjuntivo conocidas
como fibroblastos.
 El proceso de síntesis bioquímica en los organismos
pluricelulares del reino animal.
 Los elementos que favorecen la formación del
colágeno endógeno, que resultan de capital
importancia para mantener el equilibrio en la
composición química del organismo.
 Aquellas situaciones, que podríamos llamar
aberraciones, en las que la síntesis de colágeno se
desvía de los patrones naturales y da lugar a
patologías cuyas consecuencias describiremos en
detalle.
 Cuáles son los tipos de colágeno presentes en la
naturaleza y la implicación biológica de cada uno de
ellos.

¿Qué es el Colágeno?

Si hacemos un recorrido por la anatomía del cuerpo


humano podremos hacernos eco del trascendente papel que
el colágeno, agrupados sus diferentes tipos de moléculas en
las fibras colágenas, juega como matriz extracelular para el
relleno de los espacios dejados entre las células de la piel,
en la que acapara las tres cuartas partes de su composición
química, de los tendones y los ligamentos, que básicamente
podría decirse que “son colágeno” por ser este el 90 % de su
existencia, de la córnea, donde alcanza un 64 %, de los
cartílagos, cuya mitad es colágeno, del hueso cortical (23
%), de la arteria aorta y otras arterias principales (12 %), de
los pulmones (10 %) o del hígado, donde representa un 4
%, básicamente ubicado en el llamado mesénquima
hepático.

Colágeno el pegamento del cuerpo

Metafóricamente puede considerarse al colágeno como el


pegamento o el cemento del cuerpo, una suerte de
argamasa que mantiene cohesionado el entramado de un
tejido sin cuya presencia sería frágil y fácilmente
disgregable. Dicha función es llevada a cabo a través de
diferentes tejidos conectivos, todos ellos variantes de un
tejido primario conocido como conjuntivo: osteo-tendinoso,
cartilaginoso, muscular, ligamentoso, cutáneo y adiposo,
que serían sus principales protagonistas.

Sin esa participación del colageno como matriz de soporte


no es posible concebir el cuerpo humano o el de un
mamífero cualquiera tal como lo concebimos, abarcando un
contenido de tamaña envergadura y morfología tan dispar,
al margen de la imposibilidad que acarrearía para mantener
ese vital equilibrio hídrico que garantiza la piel.

En consecuencia, al colágeno debemos atribuirle la misión


estratégica de preservar la firmeza e integridad física de
tejidos, órganos, aparatos y sistemas, así como un estado
adecuado de hidratación. Para desarrollar tan elevada tarea,
las fibras colágenas se asocian a una amplia gama de
sustancias, tanto orgánicas como minerales, y bajo formas
tanto mecánicas como químicas, dando lugar a efectos
determinantes en el entramado tisular en función del
diámetro de las fibras que intervengan en cada caso y de su
disposición espacial en el seno de los tejidos.

Colágeno se pierde con la edad

Pero en la línea de lo que sucede con otros muchos


componentes y otras muchas funciones vitales, esa
capacidad inherente al cuerpo humano de generar
colágeno endógeno se ve sensiblemente mermada con el
transcurso de la edad, irrumpiendo en una cierta etapa de
la vida, variable según las personas, la necesidad de contar
con aportes externos que mitiguen en la medida de lo
posible esa pérdida de presencia estratégica del colágeno
allí donde su actuación es demandada.

Cuando eso sucede, puede hablarse de un evidente punto


de inflexión que señala el inicio de manifestaciones
pseudopatológicas indicadoras de una cierta pérdida de la
funcionalidad de esas zonas sobre las que el colageno
proyecta un efecto crucial, que lógicamente empezarán a
envejecer pudiendo derivar ulteriormente en serias
anomalías que entran de lleno en el terreno de la patología.

¿Pero en qué edad se empieza a perder colágeno?

Ese descenso en el ritmo de la síntesis autónoma de


colágeno por parte del organismo, si bien, como es lógico
tratándose de un hecho biológico, carece de un límite
estricto, tiene tendencia a iniciarse a tempranas edades, no
más allá de los 30 – 35 años, por lo que será el momento a
partir del cual deberemos plantearnos en qué medida
intervenimos, con los recursos que la alimentación, la
ciencia farmacológica y la cosmética ponen a nuestro
alcance, para amortiguar ese progresivo déficit de colageno.

Lo esperable, según atestiguan solventes estudios


realizados al respecto, es una disminución de la capacidad
sintética en torno al 1 % anual una vez rebasada la barrera
de los 40, porcentaje que se eleva hasta el 30 % a partir de
los 70 años.

No obstante, estas cifras deben interpretarse en clave de


normalidad fisiológica, pues determinadas situaciones son
capaces de intensificar ese ritmo llevando a una
degradación precoz, como es el caso del climaterio en las
mujeres o el abuso de la práctica deportiva o el ejercicio
físico, la obesidad o el sedentarismo en ambos sexos.

De esta paulatina evolución, ¿qué consecuencias cabe


esperar? Sin ánimo de agotar el catálogo, señalaremos estas:

Formación del Colágeno

El momento álgido en la formación de colágeno coincide


con las etapas de sueño, existiendo un pico de producción
en la primera parte del mismo, momento de máxima
relajación del organismo. En la misma están implicados:

 La suficiente disposición de los nutrientes necesarios


para que las células encargadas de esta tarea, los
fibroblastos, puedan llevar a cabo su función.
 El sistema endocrino. Unos niveles más elevados de
somatotropina u hormona del crecimiento estimulan
la formación de colágeno. Por su parte, se sabe que
durante la menopausia, la menor producción de
estrógenos arrastra a la de colágeno.

Pero en este apartado vamos a hacer especial hincapié en el


rol de la vitamina C o ácido ascórbico, sin cuya
participación la limitación del proceso sería crítica. La
vitamina C trabaja en el proceso de transformación del
procolágeno en colágeno, contribuyendo decisivamente en
la hidroxilación de los restos de prolina y lisina. ¿Cómo?
Actuando como cofactor en una reacción de sustitución de
un grupo hidroxilo y un átomo de hidrógeno dentro los
residuos de prolina en ciertos puntos en las cadenas
polipeptídicas, reacción en la que se consume de forma
estequiométrica una molécula de ácido ascórbico por cada
átomo de hidrógeno que es sustituido.

De lo anterior se desprende la existencia de un estrecho


vínculo entre ácido ascórbico y colágeno. Por dicha razón,
debemos asegurar que el organismo disponga de niveles de
esta vitamina que garanticen la optimización de la
formación de colageno para que aquellos no se conviertan
en factor limitante de esta.
Además de la vitamina C, en este ámbito merecen
particular referencia otros tres nutrientes:

 Vitamina E o tocoferol, potente antioxidante que actúa


en sinergia con el ácido ascórbico en los procesos de
formación de colágeno, y una de cuyas
particularidades es requerir la presencia de grasa
adecuada en la dieta para su correcta absorción al
torrente sanguíneo.
 Cobre, un oligoelemento que constituyó el objeto de
un estudio publicado en el “Journal of Trace Elements in
Medicine and Biology” que reveló una relación
causa/efecto entre la suplementación de cobre y la
formación de colágeno en mujeres jóvenes.
 Silicio, otro oligoelemento involucrado en ciertas
reacciones enzimáticas determinantes en la formación
de colageno.

Fuentes de Colágeno

Hay que dejar claro que el colágeno es una proteína


estrictamente vinculada al reino animal,
independientemente del origen terrestre o marino. Por
tanto, el vulgarmente llamado “colágeno vegetal” no existe
en la naturaleza, dada la incompatibilidad funcional de
esta proteína con los organismos vegetales, carentes de
movilidad. Tal errónea denominación ha sido adjudicada a
ciertos polisacáridos de origen vegetal como el agar-agar, la
goma de guar, el carragenato o el material gelatinoso de
típico de la planta del aloe vera, a los que en un ejercicio
hiperbólico del marketing se les ha asociado a un término
que debe quedar reservado en exclusividad a los
organismos animales.

Esos compuestos que, como decimos, se denominan


errónea o deliberadamente colágeno vegetal o también
fitocolágeno, no actúan de forma tan completa como el
colágeno real. Existe una proteína vegetal, la extensina, que
también contiene hidroxiprolina entre sus aminoácidos de
estructura, pero a pesar de ello su actuación no es
comparable a la del colágeno, al que nunca debe sustituir.

La eficacia de cualquier producto a base de colágeno


destinado a consumirse como complemento alimenticio está
en función no de su origen, sino de su contenido en
colágeno asimilable. Este grado de biodisponibilidad a su
vez depende de la intensidad de la hidrólisis o predigestión
a la que haya sido sometido, ya que solo si ha sido
suficientemente hidrolizado será posible que logre
atravesar la barrera intestinal y alcance todos los tejidos en
los que deberá desarrollar su misión.

Dentro de la procedencia de esos complementos


alimenticios de colágeno los hay de origen marino y
terrestre (bovino, porcino, …). Si nos preguntamos cuál es
más asimilable, hay estudios que apuntan al de origen
bovino siguiendo el criterio de que su estructura molecular
es la más similar a la del colágeno que originariamente
sintetiza el organismo humano. Pero en la práctica veremos
seguidamente cómo la realidad es algo diferente.

El colágeno de las especies vertebradas superiores se


caracteriza por tener una temperatura de desnaturalización
más elevada. Pero por otro lado, la molécula de colágeno
procedente de las pieles de especies piscícolas es menos
abundante en enlaces covalentes que la del colágeno de
pieles bovinas o porcinas; este hecho le proporciona una
mayor solubilidad, propiedad que tecnológicamente resulta
muy favorecedora a la hora de obtener la forma nativa, el
gel de colágeno. Y es que la obtención del colágeno a partir
de pieles de mamíferos hace necesario someterlas a un
agresivo tratamiento químico y/o enzimático, cuya
consecuencia inevitable es la degradación de la proteína.

Tipos de Colágeno según su procedencia

Colágeno bovino

La fuente de la que se extrae el colágeno bovino es la piel


de vaca, que es esterilizada, purificada y transformada
tecnológicamente en una preparación líquida de uso
cosmético cuyo principal mercado está representado por
productos destinados al relleno de la piel.

La Food and Drugs Administration de Estados Unidos, un


organismo de la Administración norteamericana que en
muchas cuestiones relativas a los ámbitos de alimentación y
farmacia se considera un referente en Europa, dio el visto
bueno al empleo del colágeno bovino en cirugía estética
hace tres décadas, al considerarlo de carácter menos
invasivo que otras alternativas.

Esta proteína bovina, en concreto, entraña un riesgo


sanitario por eventual presencia de priones, unas proteínas
potencialmente dañinas cuya modificación de su
configuración natural es capaz de convertirlas en agentes
infecciosos de enfermedades mortales del sistema nervioso
central como la enfermedad de Creutzfeld-Jacob o el kurú.
Tal riesgo es inexistente en el caso de los peces, en los que
hasta el momento, como en el resto de organismos
inferiores, está descartada la presencia de priones.

Podría hablarse de ciertos riesgos adicionales asociados al


uso de colágeno bovino, como reacciones alérgicas o
trastornos del tejido conectivo, como artritis y lupus
eritematoso, que no obstante registran una mínima
incidencia entre sus consumidores.

Por otra parte, debe tenerse en cuenta que el colágeno


bovino se degrada progresivamente en el cuerpo, por lo que
sus efectos no suelen extenderse más allá de un año.

Colágeno porcino

Extraído, de forma análoga al caso anterior, de la piel del


cerdo, está especialmente indicado para los tratamientos de
reemplazo de colágeno mediante inyección subcutánea
para lograr el alisamiento de la piel.

En este capítulo alcanza gran relevancia la seguridad


sanitaria del ganado, en el cual las autoridades de control
oficial aseguran la total ausencia de agentes patógenos
mediante un férreo seguimiento de su alimentación, en la
que queda completamente proscrita la inclusión de
proteínas de subproductos de origen animal en la
formulación de los piensos.

Todas las explotaciones porcinas son monitorizadas con


vistas a garantizar la completa trazabilidad y sometidos a
un control veterinario exhaustivo todos los movimientos de
entrada de nuevos animales, a los que se les exige un
estatus sanitario igual o superior que el de la explotación de
destino.

Colágeno marino

El colágeno marino, contrariamente a lo consolidado por


ciertas leyendas urbanas, no procede de algas sino de las
espinas y la piel de los peces. Su valor biológico y su
biodisponibilidad son equiparables a los de origen terrestre,
pero a diferencia de estos, el colágeno marino se consume
como complemento alimenticio o en presentaciones de uso
tópico, nunca en forma inyectable.

Funcionalmente tiene una excelente virtud: estimula la


producción endógena de colágeno, no limitándose a
reemplazar al ausente. En su forma hidrolizada, que es la
que debe utilizarse, contribuye a preservar la salud
osteoarticular en personas mayores o aquejadas de
dolencias de ese tipo, así como a frenar el
desencadenamiento de los clásicos procesos degenerativos
como la osteoporosis y la osteoartritis. Diversas compañías
de cosméticos ya abastecen el mercado de diferentes cremas
y comprimidos a base de colágeno marino.

Son muchas las propiedades inherentes al colágeno


marino, que sintetizaremos en las que se proyectan sobre
los siguientes objetivos:

 Piel: prolonga su elasticidad y evita la aparición de


arrugas, dotando a la piel de mayor capacidad de
retención de agua y favoreciendo la regeneración de
las células dérmicas.
 Cabello: los folículos pilosos se ven vigorizados,
ganando el cabello en ritmo de crecimiento, calibre y
vitalidad.
 Huesos y uñas: se trata de dos elementos anatómicos
tendentes a aumentar su riesgo de quebrarse,
pudiendo verse frenada esta tendencia con la ingesta
de colágeno marino, que fomenta la síntesis de este
material de soporte.
 Músculos: el colágeno marino contribuye a optimizar
la síntesis de creatina, un ácido orgánico indispensable
en el transporte de energía hacia el citoplasma de las
miofibrillas.

Alimentos Ricos en Colágeno

Para llevar una alimentación completa y equilibrada es


imprescindible tener conocimiento de qué alimentos
contienen colágeno natural, porque sin él, nuestros
fundamentos nutricionales quedarían cojos.

Tener un aspecto joven y saludable es un objetivo muy


plausible pero que trasciende de la mera cuestión de
adquirir los más avanzados productos que nos brinda la
industria cosmética o los más eficaces y tolerados
suplementos alimenticios a base de colágeno hidrolizado,
de los que en artículos anteriores hemos dado todo lujo de
detalles. Por supuesto que también juega un importante
papel la práctica deportiva regular. Pero nada de ello es
capaz de abarcar la totalidad de los fines pretendidos si
prescindimos del consumo de alimentos que sean fuente de
colágeno natural, terrestre o marino.

En consecuencia, hay que ajustar en lo posible nuestra dieta


para proporcionar al organismo las herramientas que
demanda para llevar un adecuado ritmo en la síntesis de
colágeno, y ello pasa por incluir suficientes aportes de
aminoácidos, minerales (especial, pero no exclusivamente,
magnesio, cobre y azufre), proteínas, hidratos de carbono y
vitaminas, especialmente la C.

Debe tenerse muy claro que las fuentes genuinas de esta


proteína solo vamos a encontrarlas en organismos animales,
ya que tanto el reino vegetal como el resto de seres vivos
viven completamente ajenos a su existencia. Se menciona
con cierta asiduidad la expresión “colágeno vegetal” o
fitocolágeno, pero desde aquí debe advertirse que no se
trata de ninguna sustancia equiparable en modo alguno al
verdadero colágeno. No obstante, el consumo de productos
(al margen de sus virtudes en otros campos de la nutrición)
puede proporcionarnos sustancias capaces de estimular al
organismo humano para sintetizarlo, como es el caso de los
cítricos con la vitamina C, las frutas rojas o moradas con las
antocianinas, etc.

Dicho esto, pasemos a detallar cuáles son los alimentos


ricos en colágeno que debemos tener más en cuenta a la
hora de optimizar nuestra alimentación en este terreno:

A) Alimentos que directamente contienen colágeno


Esta lista resulta más que obvia: contienen esta proteína las
carnes de todos los animales domésticos de abasto, es decir,
pollo, pavo, cerdo, vacuno, caprino, ovino y equino, entre
otras, y además las carnes de especies de caza silvestre,
como el ciervo o el venado, y los pescados (colágeno
marino).

Su reparto es más bien irregular, predominando en algunas


especies como el cerdo en las patas (colágeno porcino) y en
otras como el vacuno (colágeno bovino), en el tejido que
cubre la musculatura.

B) Alimentos que estimulan la producción de colágeno

Todos los que se citarán a continuación tienen la propiedad


de predisponer al organismo para que engrase la
maquinaria de síntesis de esta proteina, en mayor o menor
intensidad. De suerte que podemos hablar de:

 Alimentos ricos en vitamina C: todos ellos son


vegetales, básicamente muchas frutas como el kiwi, la
naranja, el limón, el pomelo, la piña, el melón, el
aguacate o el mango, pero también hortalizas como las
coles de Bruselas, el repollo, el tomate, el pimiento, la
espinaca, la escarola, la coliflor y la berenjena.
 Alimentos ricos en algunos aminoácidos como lisina
y prolina, eficientes para la síntesis de los 21 tipos de
colágeno existentes. Las principales fuentes de estos
aminoácidos son los productos lácteos, seguidos de la
clara de huevo, las carnes magras y los pescados
grasos y semigrasos.
 Frutos rojos ricos en licopeno, un principio activo
muy señalado como antioxidante pero que también
fomenta la producción de colágeno. Principalmente
está contenido en el pimiento rojo, el tomate, la
remolacha, la sandía, las cerezas, las fresas y las
frambuesas.
 Frutas ricas en antocianinas, con su peculiar tonalidad
roja o morada oscura, presentes en cerezas, arándanos,
frambuesas y moras, que aumentan la concentración
intracelular de vitamina C y frenan la destrucción del
colágeno en la piel y el tejido conjuntivo.
 Alimentos con ácidos grasos poliinsaturados,
principalmente los aceites de semillas como el de
girasol, los pescados azules, los crustáceos y algunas
verduras.
 Frutos secos: es aconsejable, para incrementar la
producción de colágeno, comer frecuentemente de
todos ellos.
 Alimentos que contienen genisteína, que son la leche
de soja y algunos tipos de queso. Es una sustancia que
interviene en el organismo como intermediaria en
reacciones bioquímicas presentes en la síntesis de
colágeno.
 Alimentos que contienen azufre: este mineral,
componente del condroitín sulfato y del sulfato de
glucosamina, es altamente eficiente como precursor de
la producción de colágeno, encontrándose sobre todo
en el pollo, el pato, el ajo, el perejil, la cebolla, el
plátano, el té, el tofu, el coco o la papaya.
 Alimentos que contienen cobre: el cobre es un
oligoelemento que actúa como cofactor de dos
enzimas que intervienen en la formación del colágeno,
siendo abundante en vísceras, mariscos, verduras de
hoja verde, nueces y legumbres.

Puede comprobarse que la variedad de alimentos que


directa o indirectamente influyen en la producción de
colágeno es ingente. Conviene combinarlos en el seno de
una dieta equilibrada, pues ahí radica uno de los
principales secretos de una vida saludable.

Alimentos naturales que aportan beneficios en relación


con el Colágeno

 Frutas ricas en antocianidinas: son las caracterizadas


por su color rojo o morado oscuro, como cerezas,
arándanos, frambuesas y moras. Sus antocianidinas
protegen contra la acción los radicales libres y
aumentan los niveles de vitamina C intracelular, por
todo lo cual combaten la destrucción del colágeno en
la piel y el tejido conjuntivo.
 Alimentos ricos en vitamina C: no vamos a
reiterarnos en los efectos en la producción de colágeno
de esta vitamina, que se puede encontrar en naranjas,
pomelos, limones, fresas, tomates, pimientos y
brócolis, entre otros.
 Alimentos ricos en prolina y lisina: la lisina,
aminoácido esencial, se encuentra en carnes magras,
pescados, legumbres y lácteos, y la prolina, no
esencial, en la clara de huevo y el germen de trigo.
 Soja y derivados: la soja y sus derivados, como el tofu,
el tempeh y la leche vegetal de soja, son claros
precursores de la formación de colágeno.
 Alimentos ricos en cobre: este oligoelemento, como
cofactor en reacciones enzimáticas, ayuda en la
formación del colágeno, pudiendo conseguirse
interesantes aportes con el consumo de vísceras,
mariscos (especialmente ostras), verduras de hoja
verde, nueces y legumbres.

El colágeno, por la complejidad que le caracteriza como


molécula, es difícil de absorber por el tracto intestinal, algo
perfectamente conocido por la industria de los
complementos alimenticios, que comercializa un formato
de colágeno en forma hidrolizada a base de pequeños
péptidos cuya biodisponibilidad es excelente.

El colágeno hidrolizado, ingerido a razón de más de diez


gramos diarios, genera en los tejidos un estímulo de la
síntesis de colágeno tisular debido en parte a que a su vez
fomenta la síntesis de componentes de la matriz
extracelular como son los proteoglicanos y la fibronectina.
Algunas presentaciones están en forma de polvo soluble,
ingerible disuelto en cualquier alimento líquido, pero restan
pureza al producto reduciendo su tasa de absorción
intestinal.

La mejor forma de tomar colágeno


Diversos estudios clínicos han
comprobado los efectos de los suplementos de colágeno
hidrolizado en enfermedades degenerativas como la
fibromialgia crónica o el dolor articular, con una evidente
mitigación de los síntomas. Estos estudios concluyen a su
vez que el formato más asimilable de colágeno como
complemento nutricional es la cápsula, pues debido a su
recubrimiento la liberación del colágeno es más controlada
y alcanza en su mayoría el tracto intestinal, optimizándose
así la biodisponibilidad. De esta circunstancia da testimonio
la demostración clínica realizada sobre un producto de
colágeno hidrolizado en cápsulas en forma de matriz
exclusiva, capaz de manifestar sus efectos en su máxima
expresión con una dosis diaria de solo 1,2 gramos.

El formato en comprimido o en polvo, por su parte, reduce


la biodisponibilidad del producto por las pérdidas
acontecidas durante el trayecto hacia el estómago y una vez
en este, por la acción de los jugos gástricos.

Por último, comentar que hay muchos productos en el


mercado que asocian al colágeno ciertos nutrientes como la
vitamina C, el magnesio o el ácido hialurónico. Realmente
la clave al elegir un complemento alimenticio de colágeno
radica en la procedencia del mismo como ingrediente
básico y en su estado hidrolizado, ya que el resto de
nutrientes pueden garantizarse mediante una dieta
equilibrada.

Propiedades del colágeno


Durante largos años, las propiedades de esta proteína han
sido objeto de sesudas investigaciones de las que han
conseguido extractarse importantes conclusiones, la
mayoría favorables hacia su grado de bondad sobre el
funcionamiento de diversas partes del cuerpo humano.
Precisamente con la inercia de los más recientes estudios y
sus concluyentes resultados se ha producido una profusión
de productos que han copado el mercado de la dietética a
base de mezclas de colágeno de origen marino
especialmente con ácido hialurónico, colágeno con
magnesio y vitamina C.

Si nos adentramos en aspectos bioquímicos, diremos que la


unidad estructural de la molécula de colágeno es el
tropocolágeno, una proteina integrada por tres cadenas, dos
de ellas clónicas, las alfa1, y una tercera ligeramente
diferente, la alfa2. Todas ellas quedan interrelacionadas
mediante puentes de hidrógeno que salen de los restos del
aminoácido glicina y de las cadenas laterales de la
hidroxiprolina. El resultado es una triple hélice que da al
colágeno su singular configuración.

Dentro de las variantes con las que la molécula de colágeno


manifiesta en la naturaleza, llegando a conocerse veintiún
tipos de la misma, a la hora de clasificar las propiedades del
colágeno podemos efectuar una síntesis del siguiente tenor:

 Colágeno de tipo I: sin duda, el de mayor presencia


tisular, siendo la sustancia química prioritaria en los
tendones, los cartílagos fibrosos y el tejido conectivo
denso repartido por gran parte del organismo, siempre
formando las llamadas fibras colágenas.
 Colágeno de tipo II: se presenta básicamente en los
cartílagos elásticos, los discos intervertebrales y los
ojos. Su principal utilidad como aportación exógena se
basa en el tratamiento de la artrosis y la reconstrucción
de los cartílagos de las articulaciones.
 Colágeno de tipo III: forma fibras reticulares (en
forma de red) y se localiza principalmente en la
musculatura lisa que configura la pared de las
estructuras tubulares del organismo, el endoneuro
(capa interior de tejido conjuntivo de los nervios), las
trabéculas de la sustancia fundamental amorfa y el
mesénquima hepático.
 Otros tipos de colágeno presentan ubicaciones muy
dispares, muchos de ellos compartiendo ubicación,
con funciones similares a los ya mencionados.

Dentro de los campos en los que mayor trayectoria lleva


acumulada el uso de colágeno está el de mantenimiento de
las propiedades físico-químicas y mecánicas de la piel en
aplicación cosmética potenciando estas características:

 Hidratación: su efecto hidratante deriva de la enorme


capacidad de retención de agua que caracteriza a la
molécula de colágeno.
 Relieve cutáneo: provoca un alisamiento de la
superficie cutánea que la suaviza, efecto que es
también en parte una consecuencia de sus propiedades
hidratantes.
 Elasticidad: la mecánica de la piel está marcada por su
rigidez o su elasticidad. La influencia del colágeno
comporta una reducción de la fuerza de ruptura, lo
que confiere una mayor elasticidad a la piel.
 Estimulación del crecimiento celular, muy
importante en los procesos de cicatrización, por el
hecho de que las cadenas del colágeno generan lo que
se conoce como quimiotactismo sobre los fibroblastos,
las células del tejido conjuntivo sintetizadoras de
colágeno.
 Efecto contra la irritación provocada por agentes
químicos, formando un film alrededor de las
partículas que aglutinan moléculas del agente.

Beneficios de tomar colágeno

Los beneficios de un tratamiento con colágeno aparecen


siempre a largo plazo y solo cabe esperarlos si se integra en
el día a día como un hábito más, con rigor y disciplina en
las tomas del producto que se haya considerado.

Consumir los preparados de colágeno es la opción más


inteligente cuando se trata de suplir carencias en la
nutrición en los siguientes casos:

 Por ser una persona de edad madura o un anciano.


 Por padecer algún cuadro clínico con implicaciones
nutricionales.
 Por sufrir una enfermedad crónica que ocasione
trastornos en la absorción de nutrientes, entre ellos las
proteínas.

Aunque el colágeno hidrolizado carece de todo peligro,


pues apenas se registran reacciones adversas en su
consumo, no por ello deja de ser recomendable pedir
opinión médica antes de iniciar un tratamiento.

A la hora de hablar de tratamientos a base de colágeno


hidrolizado, el repertorio de indicaciones para las que
tienen cabida es muy prolijo. No obstante, conviene
asimilar que está sujeto a ciertas limitaciones y que en
algunos casos (eso sí, excepcionales) puede provocar efectos
secundarios que pueden obligar a suspender el tratamiento.
Hagamos un repaso de todos los beneficios que puede
comportar:

1. Tonifica la piel: en condiciones fisiológicamente


normales, el colágeno supone el 90 % del peso seco de
la piel, estando comprobado que tomarlo mejora el
aspecto general de esta, pues regenera su tejido
conectivo y estimula la formación del colágeno
endógeno, lo que da como resultado una piel flexible y
más resistente, disminuyendo sus irregularidades
(arrugas, bolsas, líneas de expresión…).
2. Supone un freno a la celulitis y la impopular “piel de
naranja”: una adecuada cantidad y calidad de
colágeno en la piel impide que la grasa emerja hacia la
epidermis, evitando que aparezca ese antiestético
aspecto.
3. Mantiene huesos y articulaciones en buenas
condiciones: por un lado, ayuda al mantenimiento de
óptimos niveles de densidad ósea contribuyendo a
retener las sales de calcio en la matriz, blindando así a
los huesos de los riesgos de su rotura. Por otra parte,
estabiliza la cápsula de las articulaciones, favoreciendo
el engranaje de las mismas en los movimientos
cotidianos, y amortigua las contusiones sufridas por
ligamentos y articulaciones, algo especialmente
apreciado por los deportistas.
Al debilitarse el espesor del cartílago, la fricción de
huesos entre sí es causa de fuertes dolores y
deformaciones en las articulaciones, algo a lo que
también contribuye la pérdida del líquido sinovial de
estas, que quedan privadas de la capacidad lubricante
y protectora de aquel. El aporte de colágeno es capaz
de robustecer esa estructura deteriorada, confiriéndole
suficiente fuerza y resistencia y ralentizando el
proceso degenerativo del tejido cartilaginoso.
Finalmente, dentro de lo que representa el aparato
locomotor, puntualizar además que ayuda a preservar
la integridad de los discos intervertebrales y los
meniscos, con la subsiguiente minoración del riesgo de
padecer hernias discales y problemas ligados a estos
últimos.
4. Como consecuencia indirecta del beneficio anterior,
conviene resaltar que reduce la necesidad de consumir
analgésicos, librando al organismo de exigencias
metabólicas poco convenientes.
5. Influye en buena medida en la regulación del
sistema hormonal: es algo que sobre todo se aprecia
en las mujeres durante su ciclo menstrual,
amortiguando los frecuentes cambios de humor que
este acarrea. Asimismo favorece el funcionamiento de
la glándula tiroides y frena el estrés metabólico por
disminuir la producción de glucocorticoides en las
glándulas adrenales.
6. Estimula la digestión: aligera el tránsito
gastrointestinal, logrando que el aparato digestivo se
distienda y trabaje con menor estrés, lo que repercute
en mejores digestiones y ausencia de acidez gástrica. A
su vez, promueve el equilibrio de la flora bacteriana
que actúa en la mucosa gastrointestinal, hecho que
acentúa el beneficio anterior. Y en último término,
debido a su acción coloidal se comporta como un
factor de prevención de las patologías del colon y del
estreñimiento crónico.
7. Evita la descalcificación de los huesos, con un papel
muy significativo en situaciones críticas como el
embarazo o el climaterio. En consecuencia, es un
importante recurso para combatir la osteoporosis.
8. Potencia la fortaleza de los tejidos de las uñas y el
cuero cabelludo, dando lugar a una mayor resistencia
que evita que uñas y pelo se tornen quebradizos.
9. Aumenta el rendimiento cardiaco y el de la
musculatura estriada en general.
10. Trabaja en la regeneración de los órganos
vitales, con un importante rol en preservar la
integridad del sistema inmunológico. El sistema
linfático se ve favorecido y con ello, aumenta la
eficacia del organismo para eliminar toxinas.
11. Por favorecer el funcionamiento de la
musculatura lisa, incrementa la elasticidad de los
vasos sanguíneos y linfáticos, razón por la cual es un
factor preventivo de arteriosclerosis y varices, además
de que, al evitar el endurecimiento de aquellos,
contribuye a controlar los niveles de presión arterial.
12. Es un factor revitalizante, pues fomenta la
producción de energía, algo que resulta
particularmente práctico a la hora de la recuperación
tras llevar a cabo un ejercicio físico exigente. En
paralelo a su influencia en el metabolismo energético
global, debe destacarse que, como precursor de
aminoácidos esenciales, ejerce un efecto positivo en el
metabolismo de la energía dentro de la fibra muscular,
una célula especialmente sensible a los factores
limitantes de la producción de energía.
13. Es una sustancia a la que se le reserva un papel
estratégico en las dietas adelgazantes por su efecto
saciante. Consumiendo colágeno hidrolizado media o
una hora antes del almuerzo o la cena se pone en
marcha el mecanismo neurológico que regula la
sensación de saciedad, lo cual da lugar a una
reducción de la cantidad de calorías ingeridas.
14. Y un cajón de sastre entre el que podría hablarse
de:
o Mejora la memoria y la capacidad visual.
o Incentiva el equilibrio entre los diferentes tipos
de colesterol en beneficio de las HDL sobre las
LDL.
o Desempeña un papel auxiliar en prevención de la
osteoartritis reumatoide y de lesiones deportivas.
o Su acción antioxidante le otorga cierto poder de
controlar los radicales libres en las membranas
celulares.
o Supone un factor de refuerzo en los tejidos de
dientes y encías.

Efectos de la falta de colágeno

Dolor articular

, que se manifiesta en más dos tercios de las personas


mayores de 50 años y que normalmente va asociado a un
proceso de artrosis, siendo la tasa de incidencia más
acentuada en dos colectivos muy precisos: mujeres y
deportistas.

Pérdida de densidad ósea:

la estructura de los huesos en el recién nacido obedece casi


en su totalidad a la presencia del colágeno alojado en una
matriz que, desde la más tierna infancia, comienza un lento
pero contumaz proceso de calcificación para pasar a perder
densidad. Que esta última etapa sea menos intensa
depende de que exista una buena matriz de colágeno donde
puedan fijarse las sales de calcio que se suplementen en la
dieta.

Flacidez dérmica:

la capa intermedia de la piel, llamada dermis, es la


responsable de mantener la tersura y elasticidad de ese
envoltorio natural del organismo, para lo cual requiere la
intervención sinérgica del colágeno y otra proteína de
similares características y funcionalidad, la elastina, ambas
susceptibles de esa degradación que provoca la aparición
de arrugas y bolsas cutáneas.

Puede resultar ilustrativo ver las diferencias en relación a la


forma de actuar del colágeno en las distintas parcelas
anatómicas en las que despliega su función:

 En la piel, por ejemplo, forma una malla


tridimensional en asociación con la elastina,
constituyendo la denominada sustancia fundamental
amorfa del tejido conjuntivo.
 En el hueso, aparece mezclado con cristales de
hidroxiapatita, a los que sirve de soporte para
proporcionar a la matriz ósea la estructura rígida que
apreciamos. Las fibras se disponen en ultrafinas
láminas superpuestas en paralelo, a la vez que forman
ángulo recto con las de las capas adyacentes.
 En los cartílagos que ocupan las articulaciones, su
combinación con la elastina da lugar a una textura de
gel idónea para amortiguar los efectos de los
constantes impactos que recibe la cápsula
intraarticular, confiriendo al cartílago su genuina
resistencia a la compresión.
 En el tejido adiposo, por su parte, es parte integrante
de los la sustancia que conecta los adipocitos donde se
almacena la grasa.
 En el ojo, es la córnea el órgano diana del colágeno, y
a este le debe su transparencia como resultado de la
finísima red que forma dentro de ella, disponiéndose
las fibras de forma análoga a lo descrito a propósito
del hueso.
 En los riñones constituye el soporte de los canalículos
que configuran el sistema de filtrado de sangre para la
producción de orina.
 En intestinos, vasos sanguíneos, tráquea y árbol
bronquial las fibras de colágeno son responsables de
la firmeza de toda esa estructura tubular que
representan.
 En los órganos hematopoyéticos, término que
describe a los formadores de células sanguíneas como
es el caso de la médula ósea, adopta la forma de un
tejido conjuntivo altamente especializado.

Colágeno y magnesio, la combinación ideal


Colágeno y magnesio forman una combinación con
multitud de sinergias

Como ya se ha comentado en anteriores artículos, la


capacidad de regeneración del colágeno en nuestro
organismo decrece con el transcurso del tiempo,
acentuándose exponencialmente a partir de los 40 años.

Pero la edad no actúa en solitario como factor


desencadenante de la carencia de esta proteína. En
concreto, se sabe que existe un perfil determinado de
población cuyos hábitos alimenticios y su idiosincrasia
genética en cuanto a los procesos de absorción y
metabolización les hacen ser especialmente vulnerables al
déficit de un mineral indispensable en el contexto del
metabolismo orgánico: el magnesio. Por ello en a
continuación explicaremos como combinar colágeno con
magnesio, una combinación sinérgica y bajo nuestro punto
de vista ideal.

Efectos de la falta de magnesio

Estas personas cuyos niveles tisulares y sanguíneos de


magnesio son deficientes suelen revelar una sintomatología
bastante reconocible, de la cual forman parte frecuentes
calambres, convulsiones y temblores musculares, además
de disturbios gastrointestinales, hipertensión arterial,
astenia, fatiga, somnolencia, cuadros neuropáticos de
depresión e irritabilidad, inapetencia y un largo etcétera.

Suplementos de magnesio

Por ello, y dada la frecuente cohabitación de la demanda de


aportes extraordinarios de colágeno y de magnesio, se ha
hecho un hueco importante en el mercado un nutrido
elenco de productos en cuya composición entran ambas
sustancias y cuyo objetivo es que estas actúen
sinérgicamente para optimizar la reparación de tejidos
como los tendones y los músculos.

Beneficios de tomar magnesio y porque es intersante


combinarlo con colágeno

El magnesio tiene reconocida eficiencia en la lucha contra


los fenómenos de deterioro de los tejidos conjuntivo y
muscular y además destaca por contribuir a la
estabilización del ritmo cardiaco, evitar la fatiga y prevenir
la aparición de calambres musculares. Por eso su
combinación con el colágeno lo convierte en una tandem
ganador.

1) Procesos en los que interviene el magnesio

Grosso modo, puede asignarse al magnesio la


responsabilidad de intervenir, en mayor o menor medida,
en procesos vitales como:
 Activación del aparato muscular
 Producción de energía
 Regulación general de la actividad neurológica

Beneficios de combinar colágeno y magnesio

Pero, ¿a qué cabe atribuir la excelencia que últimamente se


le reconoce a los suplementos alimenticios que combinan
colágeno con magnesio? Intentaremos exponer el más
completo listado de beneficios que pueden obtenerse con
una ingestión correctamente pautada de esta combinación
de magnesio con colágeno:

 Potenciación de la síntesis de colágeno en cartílagos,


huesos, tendones, ligamentos y dermis.
 Relajación de la musculatura estriada, función de la
que se deriva un mejor descanso corporal y una menor
incidencia de calambres y contracturas.
 Mejor fijación del calcio en los huesos, pues para que
ese proceso se realice eficazmente, el magnesio actúa
como factor limitante.
 Regulación de la homeostasis, es decir del equilibrio
orgánico general, y en especial de la temperatura
corporal y de los niveles de glucosa y colesterol en
sangre.
 Optimiza la metabolización de otros minerales como el
hierro, el zinc o el selenio.
 Contribuye a estabilizar el ritmo cardiaco y la tensión
arterial, un hecho por el que puede considerársele un
modulador del sistema cardiovascular.
 En las mujeres en edad fértil, contribuye a mitigar el
dolor abdominal propio de la menstruación.
 Ralentiza el inexorable envejecimiento de huesos y
articulaciones.
 Facilita la sinapsis nerviosa, modulando la transmisión
de los impulsos a nivel neuronal.
 Es un excelente preventivo contra las migrañas.

Quienes deben tomar suplementos que combinan


colágeno y magnesio

Como se ha visto, algunos factores genéticos influyen en


gran medida en la necesidad de tomar mezclas de colágeno
y magnesio para equilibrar los niveles de estos en el
organismo. Pero debe hacerse alusión a otros motivos que
pueden aconsejar asimismo adoptar ese hábito, como
desarrollar una actividad laboral o de cualquier otra índole
al aire libre o someter a esfuerzos continuados al aparato
locomotor. De todos es conocido que forma parte de la
normalidad que los deportistas consuman suplementos de
magnesio en situaciones de mayor fatiga y padecimiento de
calambres musculares, especialmente agravados en épocas
de calor por el exceso de sudoración.

Dado que el magnesio estimula el buen funcionamiento del


metabolismo celular y el colágeno es fundamental para
mantener una piel saludable y una arquitectura orgánica
resistente, usados conjuntamente ambos actúan como un
tándem que enlentece el envejecimiento celular.

A tener en cuenta a la hora de elegir suplementos a base


de colágeno y magnesio

Por norma general, los fabricantes de suplementos


alimenticios que incorporan colágeno y magnesio velan en
el proceso de mezcla por que la absorción del magnesio,
una vez en el tracto digestivo, no se vea interferida por la
presencia del colágeno. En algunos casos puede llegarse a
dar esta circunstancia, lo que hace preciso segregar la toma
de ambos principios por separado.
Ya sabemos que la dosis recomendada de colágeno está en
torno a los 10 gramos al día en un adulto sano. Pues bien,
en relación a cuando y cuanto magnesio tomar, se
determina una ingesta máxima de 350 miligramos diarios,
cifra que los numerosos estudios científicos realizados al
respecto han establecido como umbral de seguridad por
debajo del cual no debe aparecer reacción adversa alguna
en personas adultas y sanas.

El mercado abastece hoy en día de combinaciones de


colágeno con magnesio de diferentes formatos. Pero no
conviene lanzarse a comprar productos de esta naturaleza
sin antes hacerse eco de estas advertencias:

 Todos estos productos tienen una base de origen


animal. Ello deben tenerlo en consideración
especialmente quienes sigan una dieta vegetariana o
quienes padezcan de algún tipo de alergia o
intolerancia.
 Para cubrir con seguridad y efectividad todos los
aspectos antes relatados, lo razonable es ponerse a
disposición de un facultativo especialista que ajuste las
dosis y la duración del tratamiento con arreglo a las
necesidades específicas de cada uno.
 En caso de estar siendo medicado para otras
patologías, debe consultarse asimismo con el
especialista antes de iniciar un tratamiento de
colágeno con magnesio, pues se corre el riesgo de
interferencias con ciertas sustancias que pudieran no
ser absorbidas o metabolizadas eficazmente.

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