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Valentina Velásquez Robayo-A00043416

Ingeniería Industrial
Postmodernidad, Psicoanálisis y Tragedia Griega

ICESI

Reflexión sobre la pintura “Saturno devorando a sus hijos- Francisco de Goya”

Del contexto ubicado en el marco temporal del desarrollo de la obra, se permite entender la
relación que hay entre el autor, que en este caso es Francisco Goya, y el ambiente que se
vivía en la España de 1823. El contemplador de la obra se contextualiza, así mismo, siente
el arte de otra manera. Un arte sombrío, como el de las pinturas negras de Goya, transmite
un mensaje anímico, critico y realista, alejado de lo contemporáneo, que también ha sido
retratado como convencional, de manera que la experiencia sensible no se distancia
conceptualmente de la temática. La forma en que se representa el dios Saturno (de
homónimo Cronos, en la mitología griega) es cruda, poco normal a la manera en que se
representa la divinidad en el arte, siendo un anciano, con los ojos casi salidos, y de aspecto
cadavérico, dando la sensación de miedo, angustia, e ira.

Un aspecto importante a tener en cuenta, es la sociedad en la que se encontraba Goya en


el momento de realizar la obra, siendo una época posbélica, el monstruo que se devora a
su hijo es una muestra de la violencia y desesperanza vivida por el autor, es por ello que
no solo la obra seleccionada en este texto presenta esta dinámica, sino la mayoría que se
realizaron en el posmodernismo, la idea de expresar en historias divinas las condiciones
temporales se verá reflejada, como por ejemplo en el Jardín de las delicias (El Boscos), El
paso de la laguna Estigia (J Pattinir), David vencedor de Goliat (Caravaggio). En la
exposición de las obras más representativas del Museo del Prado en el Boulevard del río
Cali, cada cuadro esconde una historia detrás de él, cada detalle en la pintura basta para
expresar un concepto al que el autor toma como tesis, por lo tanto, esta experiencia lleva
al lector por un viaje en la historia de las culturas españolas, italianas, y flamencas, una
discrepancia del tiempo, contemplada por el arte de grandes autores.

Aprovechar esta herramienta ha permitido trazar los detalles morales de los humanos, cómo
se concibe el entorno, resulta casi como un estudio al pensamiento, y éste se vuelve la
principal tarea para aquel que visite la exposición: La reflexión del mensaje en claro que
deja el autor en cada una de las obras.

Una experiencia sensible que me ha conllevado la obra de Francisco Goya se desarrolla


dentro de una reflexión acerca de la ira y la avaricia. El mito griego del rey Cronos es una
de las mejores maneras de explicar estos dos términos, cuenta que Cronos era un dios que
en el pasado empuñó una hoz para así castrar a su padre, éste atemorizado de aquel
destino, decidió devorar a todos los hijos que tuviera, no siendo así con su sexto hijo, dado
que su esposa Celestina lo resguardara en la isla de Creta, y lo llamaría Zeus, aquel que lo
destronara del Olimpo. Este mensaje mítico representa el camino del miedo a perder el
poder. La avaricia corresponde a esa hambre de poder que sucede en cada ser humano,
no obstante, dentro de la mitología griega el sentir corresponde a un dios al que nada
antropogénico le sucedería, pero el mensaje es claro, ni los dioses se escapan de ella.

De esta manera aquel mito y la obra, se han relacionado con el mandato del Rey Fernando
VII devorándose a su pueblo en la guerra, por el mismo miedo a perder el poder. Por otra
parte, la ira se explica como una consecuencia de la avaricia, conllevando a saldar las
cuentas por medio de la violencia, viéndose como el camino más corto por el cual llegar a
ese objetivo al que hambría de cumplir, tal como Cronos se comía a sus hijos evitando su
destrono y previniendo su destino, que, para sorpresa de él, le tocaría vivir al perder la
batalla con Zeus.

La reflexión invita a pensar sobre hasta dónde podemos crearnos necesidades en la cabeza
para saciarlas, un placer que ningún ser humano se escapa.

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