LA REVISTA

• E HDLOS CAPITAL

Año I, N° 1, agosto de 2002

Editor responsable: 2 Los tres pilares:

HOLOS CAPITAL Proceso personal, Formación, Supervisión
Centro Argentino Manuel Artiles - Abel Kogan - Mirto. Deluca
de Psicología Humanística
y Counseling

Directora: 3 Hoy Consultante, mañana Consultor

Laura Miserendino Nora Elbert

Diseño, edición
y producción gráfica:
Mario Cozzi
II Cuando toda certeza se suspende.
Esperanza y desesperanza en la relación de ayuda
Manuel Artiles
Se autoriza la reproducción
parcial o total del contenido
de esta publicación
sólo citando ta fuente.
15 Rogers por Gendlin
Eugene P. Gendlin

CENTRO
ARGENTINO
DE PSICOLOGÍA
19 XII Jornadas de Psicología Humanística 2002
HUMANÍSTICA
Y CDUNSEUNG

Av. Córdoba 4448 - Buenos Aires, Arg.

Tel.: 4775-3622/3638 Fax: 4774-6877
23 Encarnar la Sabiduría de la Vida
Ricardo Toledo
holos@holos-counselingcapital.com
www.holos-counselingcapital.com

Dirección general:
26 Desarrollo y expresión de mi "supervisor interno"
Counselor Elena Frezza
Julián Lichtmann
Counselor Martha Van Rafelghem

Dirección Académica y Rectoría:

Prof. Lie. Abel Rogo» 29 "Aportaje" con Luis María De Nicola
Dto. de Extensión Académica:
Prof. Lie. Abel Kogwn

Dto. de Investigación Científica:

38 ¿Qué es el Focusing para vos?
Elena Frezza
Dr. Jorge Poliak

Dto. de Extensión Cultural:

Laura Miserendino 33 Counseling Psicocorporal

Asesor Honorario:
Prof. Manuel Artiles
Introductor del Counseling en Argentina Actividades del 2° cuatrimestre
COUNSELING

Con HACHE de HOLOS

y de HUMANÍSTICO

Con H de humano
De hilo y de hermano,
de habilidad, habitante y hábito,
de habla, hacedor,
de hado y halago,
de hallar, hazaña, hechos, herida,
de héroe, herramienta,
de hijo, hierba,
de hilaridad y de himno,
de hogar, hombre, hembra, hondo,
de honrar, horizonte, hospedar,
de humor y humildad,
de hoy.
«plorar aouello Que nos define y nos constituye en nues-
Con C de COUNSELINC tra especificidad, volver a las fuentes, en esta realidad. Abrir los
y de CAPITAL, ojos y hacer bien nuestro trabajo. Completar desde el silencio y la
reflexión las palabras Que usamos para pronunciarnos como profe-
De consultor, contacto,
sionales y ver en cada uno de nosotros de Qué hablamos cuando
celebración y consejo,
hablamos de aceptación, de empatia, de comprensión, de escucha,
de contorno, ceremonia,
contención y certero, de presencia.

de ciclo, coraje, cifra,

de columna y cuenco,
de cimentar, comienzo, cintura,
compadecer, confirmar, claridad,
y cohesión,
de cosecha, cortés, claroscuro,
creíble, confianza y coetáneo,
de coherente, congruente,
de color, cabal, cooperación y calma,
de cultura, cambio, cuerpo, caminante,
Poner en claro nuestros apodos -formación, supervisión, pro-
ceso personal-, ineludibles e interdependientes en el ejercicio del
counseling.
Saber acerca de la esperanza y la desesperanza cjue conlleva la
relación de ayuda y también adcjuirir técnicas para ampliar las posi-
bilidades de acción, pero sabiendo Que son sólo herramientas efica-
ces en la medida de la mano Que las sustenta.
Y dejar Que la mano vaya sin desconocer Que nuestra tarea

curación y canto, tiene Que ver con un modo de ser Que encarna lo Que creemos, Que

de consciente, cántaro y caricia,
de consonancia, compañía, cálido,
y cuidado,
de carrera, casa, cautela, compromiso,
complejidad y concierto.
se pone de manifiesto en cada actitud, en cada decir, en un modo de
estar verazmente presente para el otro; Que somos depositarios de
confianza, y Que ella se sostiene en una coherencia entre el modo
de pensar, sentir, hacer, encuadrada en una ética Que ilumina y guía
la conducta en el camino.

Counselors Elena Frezzaj Martha Van Rafelghem


E s habitual, entre los profesionales de la ayuda, refe-
rir los términos "proceso personal" a la persona del clien-
te o del paciente, según se trate de Counseling o de Psico-
terapia. Creo, por mi parte, que estos términos tienen por
objeto una primera instancia: la persona del counselor o
del psicoterapeuta. Aportaré aquí, sucintamente, algu-
nos elementos para la reflexión del lector. Rogers, a la que
es tal vez su más valiosa obra la tituló precisamente: El
proceso de convertirse en persona. Pienso que éste es el pre-
supuesto básico en el counselor: ser persona. Y serlo es un
proceso que compromete la vida misma del individuo en
distintos planos. Uno de ellos es el plano existencial. En
él se juega el éxito de un proceso totalizante individual y
social, que se da progresivamente en el tiempo.
Considero a ese plano o nivel existencial, caracteri-
zado por las actitudes por medio de las cuales la persona
se liga a valores estimados como dadores de sentido al
curso de su propio vivir.
Asumir la pesada responsabilidad de una profesión
de ayuda, como es el Counseling, supone insoslayables
elementos de madurez y desarrollo humano en el
counselor. Esta profesión implica que. al buscar asumirla
como modo de vivir y como servicio al otro, la misma
tenga como terreno humano ciertas condiciones ya reali-
zadas o en avanzada vía de realización. En términos de
Maslow, se trata de hallarse profundamente comprome-
tido en un proceso de autorrealización personal; estimo
que previa a la profesional o ajustadamente paralela a esta
última.
Hablar de proceso es hablar de devenir. Este proceso
o devenir comienza en nuestra primerísima infancia y
jamás concluye, salvo por la muerte que lo clausura defi-
nitivamente bien o mal, según se ha vivido.
Rogers hace una pregunta aquí pertinente: "¿ (..^pue-
do yo ser capaz de ver a ese otro individuo como una
persona que está en devenir, o estaré maniatado por su
pasado y el mío?". Counselor y cliente, en su relación,
juegan toda su vida personal y su capacidad de ser
personas.
en el Counselor
PROF. MANUEL F. ARTILES
Además del nivel de autorrealización (ciertos lími-
tes y la frustración de la propia vida frustran aquella), es
necesario el planteo rogenano del "funcionamiento ópti-
mo" (como horizonte) del counselor, la autointegración,
la capacidad empática espontánea, la actitud alocéntrica
(lo opuesto al narcisismo), la sensibilidad hacia los otros,
la apertura al propio "experiencing"...
Tal vez lo que resume este proceso personal del
counselor está dado por el concepto rogeriano de con-
gruencia, es decir, el "coraje de ser" uno mismo, como
dice Rogers, de ser fiel a la propia imagen, de ser autén-
tico, es decir, ser coherente en lo que se vive, lo que se
dice, lo que se hace. Ser congruente, en fin, es ser verda-
dero y no mentiroso en su propia vida. Y esto es un ar-
duo esfuerzo. Pero este devenir o proceso, cuando se
... éste es el presupuesto
básico en el counselor: ser persona.
Y serlo es un proceso que compromete
la vida misma del individuo
en distintos planos.
hace coincidir con una profesión de ayuda tiene para
mí, impostergablemente -como lo testifica mi experien-
cia de decenios con psicoterapeutas-, una exigencia:
que el counselor, presente o futuro, haga la experiencia
de sí mismo y su conflictiva a través de un proceso per-
sonal o de psicoterapia, según el caso. Se juega aquí la
responsabilidad profesional y la autenticidad
existencial. O sea, "el proceso de convertirse en
persona"...personalizante. El compromiso lúcido de ser
uno mismo para sí y para el otro, más allá de las flaque-
zas e imperfecciones de todo ser humano.
 La Formacion académica
del Consultor Psicológico
E l ejercicio responsable de una profesión de ayu-
da exige una capacitación adecuada. Por esta razón, el
plan de estudios abarca temas, contenidos y prácticas que
garantizan una formación básica y suficiente para la tarea
enunciada.
Al iniciar la formación en Consultoría Psicológica
(Counseling), son indispensables asignaturas de acerca-
miento e introducción. Para ello se incluye en el plan de
estudios materias tales como: "Introducción a la
Consultoría Psicológica", "Aproximación a la Obra de Carl
Rogers", e "Introducción al enfoque Centrado en la Per-
sona", que acercarán a los alumnos los conceptos y actitu-
des elementales y fundamentales para su capacitación en
la Carrera. Asimismo son básicas las asignaturas de refe-
rencia y horizonte teórico, como "Fundamentos de Psi-
cología", "Psicología de la Personalidad", "Introducción
a la Filosofía", "Introducción a la Antropología Filosófi-
ca" e "Introducción a la Sociología", que contextualizan
la formación troncal brindando un marco sólido y ade-
cuado. Todas las asignaturas mencionadas constituyen el
primer año de la carrera.
El segundo año permite al estudiante abordar las
temáticas y problemáticas centrales de la carrera. "Teoría
y Práctica de la Consultoría Psicológica" y "Consultoría
Psicológica aplicada" son las asignaturas medulares de
este nivel. En ellas, los alumnos incorporan y profundi-
zan los conocimientos acerca de la tarea y el desempeño
del rol de Counselor; internalizan y desarrollan las acti-
tudes favorables para un adecuado proceso de ayuda; ad-
quieren las habilidades necesarias para un eficaz desem-
peño profesional.
Además, se capacita al alumno para la adecuada y
correcta discriminación entre el funcionamiento normal
y el anómalo de la personalidad. "Psicología Evolutiva"
explica el desarrollo normal y sus crisis; "Personalidad
Normal", la estructura y la dinámica de la personalidad;
y "Personalidad Anormal", los criterios para el estableci-
miento de la discriminación entre normalidad y los tras-
tornos de la personalidad.
Lic. ABEL KOGAN
También se establece en este segundo año la aplica-
ción del Counseling a los grupos pequeños ("Dinámica
Grupal en Counseling I y II").
El tercer año de la carrera, sin descuidar la forma-
ción teórica, enfatiza la capacitación práctica. Por ello, ade-
más de las aplicaciones del Counseling ("Consultoría La-
boral", "Consultoría Educacional", "Consultoría en Ado-
EI Lic. Abel Kogan,
rector de Holos Capital,
explica los fundamentamentos
según los cuales se ha diseñado
el plan de estudios
de la carrera.
lescencia , "Consultoría en Sexualidad", "Consultoría en
Adicciones" y "Consultoría en Pareja y Familia") y de los
aspectos éticos del ejercicio de la profesión ("Ética y Deon-
tología profesional"), incluye la ejercitación de los alum-
nos en diversos aspectos y situaciones posibles en el desem-
peño de la actividad, sus implicaciones emocionales y el
compromiso actitudinal ("Entrenamiento del Rol I y II").
Finalmente, las asignaturas "La Entrevista en
Consultoría Psicológica" y "Práctica de la Consultoría
Psicológica" brindan la posibilidad del desempeño de la
actividad con consultantes reales bajo la supervisión,
orientación y capacitación de profesionales docentes in-
tegrantes de las cátedras mencionadas.
La formación incluye un cuarto año de Posgrado,
que capacita a los egresados en las especializaciones en
Desarrollo Personal, Consultoría Laboral, Consultoría
Educacional y Consultoría Pastoral.
 LOS TRES PILARES

La formación académica del Consultor Psicológico

Para graficar el desarrollo de la carrera de Consultoría Psicológica, las interrelaciones entre

las materias y su articulación, podemos visualizar el plan de estudios como si fuese un árbol.
Luego, se dará la formación específica en las diversas áreas de especialización, en un proceso
posterior y continuo, del cual cada profesional es responsable, sea cual fuere su labor y campo
de aplicación.

Las ramas
de ese árbol
imaginario
están constituidas
por las aplicaciones
del Counseling.

Debemos
imaginar el tronco
constituido por las
asignaturas que
abordan la temática
central del
Counseling.

La base del tronco incluye las materias

del Enfoque Centrado en la Persona.

En las raíces que

alimentan el árbol
ubicamos a las asignaturas
filosóficas y también alas
materias psicológicas.
 Reflexiones acerca del espacio
E nombre supervisión quizás no constituye una
expresión apropiada para lo que significa, en realidad un
espacio compartido de reflexión sobre nuestro trabajo. Se
trata en realidad de una visión en perspectiva, a una dis-
tancia temporo-espacial creada ad hoc para favorecer el
proceso de verse a sí mismo en el vínculo con otro,
consultante, grupo o institución.
Es decir, de producir una tercera posición desde don-
de la mirada, más abarcativa, nos permita percibir, en toda
su complejidad, cuestiones referidas al campo que se ha
estructurado.
Este campo incluye:
a) aspectos relacionados con el consultante, el con
sultor, el vínculo, el encuadre, los objetivos de
la consulta y
b) la conceptualización de la experiencia.
Desde el E.C.P, el espacio de supervisión -para usar
el nombre más frecuente- se constituye en una instancia
donde se intenta, básicamente, que el consultor, en un
clima de seguridad, se sienta en libertad de explorar sus
sentimientos, de recuperar su propia autoridad, de cono-
cerse a sí mismo y ganar autonomía para el desarrollo de
su tarea.
Esta visión en perspectiva es fundamental para tra-
bajar, sobre todo cuando, desde el enfoque, estamos per-
manentemente afirmando que no son técnicas sino acti-
tudes las que producen el cambio en una relación de ayu-
da. Las actitudes del consultor, profundamente arraiga-
das en los valores y creencias que sustenta, pueden favo-
recer u obstaculizar las posibilidades de vivir un vínculo
facilitador del desarrollo.
Esta visión en perspectiva implica:
1) Un espacio de aprendizaje múltiple.
2) Una oportunidad de autoconocimiento.
3) Un análisis del proceso y revisión del vínculo.
de supervisión
Lie. MIRTA DELUCA
Un espacio de aprendizaje múltiple.
Esto significa:
a) Revisar la comprensión alcanzada respecto del marco
de referencia interno del consultante.
Por ejemplo: como supervisora con frecuencia le
pido al consultor que "encarne" a su consultante, mien-
tras solicito a un compañero que desempeñe el rol de
consultor. Este movimiento permite, por un lado,
comprehender empáticamente y, al mismo tiempo, per-
cibir de qué forma el acompañamiento produce efectos y
respuestas en el consultante).
b) Revisar conceptos teóricos, articulados con la experiencia.
La referencia a textos o bibliografía que permita ac-
ceder a información nueva o ya conocida que pueda favo-
recer la comprensión.
c) Constituir un espacio de capacitación permanente.
ha actualización de conocimiento, el aporte de nue-
vos desarrollos y la propia evolución de los integrantes
del grupo, con su posibilidad de reelaborar conceptos,
conforman un corpus de herramientas válidas para la
siempre inacabada preparación profesional.
d) Promover el mejoramiento de habilidades
de comunicación y el entrenamiento en asertividad.
En muchas oportunidades la dificultad mayor no
está en la captación de lo que ocurre, sino en su comuni-
cación. La adquisición de destrezas y el logro de una mayor
claridad en la expresión de sentimientos y sensaciones se
constituye en un valioso recurso. El espacio de supervi-
sión es ideal para realizar este tipo de entrenamiento.
Como oportunidad de autoconocimiento
Prestamos especial atención al consultor y a su nece-
sidad de ampliar la conciencia acerca de sus creencias,
pensamientos y emociones.
El pensamiento establece fronteras que determinan
y limitan nuestra percepción, con lo cual el indispensa-
 Reflexiones acerca del espacio de supervisión
ble trabajo personal del consultor, deberá complementar-
se con una sincera exploración de la manera en que sus
formas de funcionamiento, características de personali-
dad y dificultades, obstaculizan su tarea.
Podría afirmar que prefiero ocupar el mayor tiempo
de la supervisión en asistir al consultor en este aspecto,
para facilitar su posibilidad de acceder a una mayor
comprensión de sí mismo, y de su forma de estar en el
vínculo.
Las situaciones que se presentan con mayor frecuen-
cia son:
a) Momentos de "identificación":
El consultor se mimetiza con el consultante, se "em-
pasta", pierde perspectiva, se siente invadido por senti-
mientos tan intensos que le impiden realizar el proceso
de disociación necesario para poner a disposición del
consultante una comprensión "inteligente"
(Krishnamurti define a la inteligencia como la integra-
ción del intelecto con los sentimientos).
En este momento, el consultor no puede
pensar,"impotentizado" con la impotencia de su
consultante, se empieza a preguntar qué sentido tiene su
trabajo; o, extremadamente "temeroso" frente al miedo
del otro, empieza a temer "la crisis": se "confunde" frente
a una persona confundida.
Muchas veces el consultor "dramatiza" involunta-
riamente aquello que lo está atravesando en la relación, y
se muestra confuso, impotente o temeroso en el espacio
de supervisión.
b) Revisión de patrones vinculares:
Los patrones vinculares que estén constituyéndose
en obstáculos para la validación incondicional de la ex-
periencia del consultante, esto es, las propias cuestiones
no resueltas (me refiero a no vistas, no conscientes o no
trabajadas) pueden impedir, distorsionar o interrumpir
el libre desarrollo de aquello que el cliente está
experienciando.
c) Revisión del sistema de creencias y valores personales
del consultor:
Nuestro campo perceptual se estructura sobre esta
base. Vemos el mundo y nos manejamos con este sistema
de valores de acuerdo con el nivel de conciencia alcanza-
do en nuestro despliegue personal. Se puede estar siendo
congruente o auténtico y, al mismo tiempo, estar impidien-
do la autonomía y el autoconocimiento del consultante.
d) Necesidad de recobrar la confianza en sí mismo
y en el proceso:
Muchas veces, la necesidad del consultor se relacio-
na con sentimientos de inadecuación, desorientación o
descalificación de su trabajo o de las propias capacidades.
El vínculo con el facilitador del espacio de supervisión
juega aquí un rol fundamental: la confianza genuina y la
calidez constituirán la base sobre la cual estos sentimien-
tos puedan ser expresados y explorados en profundidad.
Análisis del proceso y evolución del vínculo
Hemos visto en los puntos anteriores al consultante
y al consultor, pero es la dinámica especial del vínculo, es
la relación -ese espacio entre ambos, único e irrepetible-
lo que es visto en perspectiva. Las preguntas a las que les
damos lugar son:
¿Quésentido está teniendo este encuentro?
¿Para qué ocurre?
¿Cómo está transcurriendo este tiempo compartido?
Personalmente prefiero brindar un espacio grupal,
que aumente la resonancia y posibilite una mayor con-
tención y comprensión de la experiencia, constituyéndo-
se en una instancia de aprendizaje significativo para to-
dos los participantes.
Como puede advertirse, el espacio de supervisión es
una instancia integradora de los conocimientos teóricos,
el indispensable proceso personal y la continua revisión de
la tarea a la que estamos comprometidos quienes asumimos
la responsabilidad de trabajar en relación con personas. •

Hoy Consultante,
mañana consultor
POR
CLOR. NORA ELBERT
c 'orno Coordinadora del .Servicio Asistencial
de Holos Capital, me gustaría transmitirles por qué
considero indispensable, en la adecuada formación de
un counselor, transitar también el lugar de consultante.
"En ninguna otra profesión tiene tanta impor-
tancia la persona del profesional como en el
counseling. Los counselors en formación deben
dedicar tanto tiempo a su autoconocimiento como
a la adquisición de contenidos teóricos y habilida-
des. Contribuyen a esta tarea el estar abierto a la
supervisión, aceptar los fracasos o críticas de los clien-
tes, tener un proceso personal de counseling y res-
petar los propios límites."1
Para que podamos pensar sobre la importancia y el
valor del autoconocimiento, nos serviría recordar el
concepto del dinamismo de la percepción: el hombre
percibe la realidad —compleja y/o ambigua— en fun-
ción de la estructura de su personalidad.
En la relación con un otro, el counselor se encuen-
tra con las vivencias del cliente a quien se dispone a
escuchar y ayudar. Para poder percibir con claridad cuál
es la experiencia del consultante, el consultor deberá
conocerse a fondo, es decir registrar sus propias nece-
sidades, temores, aspiraciones, preferencias, rechazos y
prejuicios.
S E R V I C I O A S I S T E N C I A L
DIRIGIDO A ALUMNOS, FAMILIARES Y AMIGOS - EQUIPO INTEGRADO POR COUNSELORS, PSICÓLOGOS Y PSIQUIATRAS
Entrevista
de admisión:
- Su finalidad es la derivación al profesional
más adecuado.
- Es gratuita y puede solicitarla personal o
telefónicamente
Arancel por entrevista:
Miniproceso de ocho: $15
Proceso de Counseling: $20
Psicoterapia y Psiquiatría: $30
Otra cuestión importante —además de conocerse,
o mejor dicho, que implica conocerse— es una acep-
tación realista de sí mismo. Esta aceptación significa
tener conciencia tanto de los propios límites y caren-
cias como de los recursos y capacidades.
Desde nuestro modelo teórico "Centrado en la Per-
sona", es fundamental que el counselor esté lo más
libre posible de preocupaciones personales sin resol-
ver. Es decir, disponerse a entrar en el mundo
perceptual del cliente y de esta forma lograr una ma-
yor escucha empática. Si el consultor se siente bien
consigo mismo, seguramente tendrá una mejor dispo-
sición para dedicarse al otro.
En este sentido, Rogers expresa con franqueza:
"Según mi experiencia, cuando mi actitud es
condicional, la otra persona no puede cambiar o
desarrollarse en los aspectos que no soy capaz de
aceptar. Cuando trato de descubrir las razones por
las que he sido incapaz de aceptarlo en todos sus
aspectos, suelo descubrir que ello se debió a que
me sentía temeroso o amenazado por alguno de
sus sentimientos. Si deseo brindar una mejor ayu-
da, antes debo desarrollar y aceptar esos aspectos
en mí".2
Considero que, para llegar a ser un facilitador en la
relación de ayuda, es necesario animarnos con nosotros
mismos. Esto implica, entre otras cosas, sensibilidad,
flexibilidad, una dosis de paciencia, y, sobre todo, auten-
ticidad. Creo que todo esto vale la pena porque nos per-
mite vivir una existencia más plena, más intensa. •
1. MEIF.R, Scott T. y Susan R.DAVI.S: Elements of counseling.
Traducción Mariana Gancedo.
2. ROGERS: Carl . El proceso de convertirse en persona.
Especialidades:
Desarrollo Personal • Pareja y Familia • Adolescencia
Niños • Orientación Vocacional • Sexualidad.
Nuestro equipo está constituido por:
- Coordinación y Supervisión: Lie. Mirta Deluca.
- Entrevista de Admisión: Clor. Nora Elbert.
- Counselors: Liliana Cardullo, Alejandro Corbalán, Raquel
Finkelstein, Lilla Grosz, Julián Lichtmann, Paula Rodrigué.
- Psicólogas: Lie. Mirta Deluca, Lie. Graciela Tierno.
- Psiquiatra: Dr. Walter Ghedín.
ENCUENTRO CON MANUEL ARTILES

Cuando toda
certeza se
ende
Suspende
ESPERANZA Y DESESPERANZA
E N L A RELACIÓN DE A V U D Á
 El 6 de mayo de este año tuvo lugar el primer
encuentro de una serie de siete que estamos
realizando en Holos Capital con el profesor
Artiles, introductor del Enfoque Centrado en
la Persona y del Counseling en la Argentina.

Lay en la relación de ayuda tres elementos
en juego: la esperanza, la desesperanza y la deses-
peración.
Todo esto hace a lo empático y a la dimensión
existencial. Entiendo lo existencial como las
circunstancias de ser humano. Yo existo —como dice
Ortega— en ciertas circunstancias, en la condición
de existente humano. Esto, para mí, es un eje en el
pensamiento de Rogers.
Entonces, como Rogers, voy a referirme a
actitudes (no a técnicas) que hacen a lo fundamen-
tal. Los procesos, sean terapéuticos o de Counsel-
ing, están dinamizados por la relación, que se
concreta en la actitud.
Me gustaría leerles lo que dice Rogers en la pá-
gina dieciséis de El proceso de convertirse en persona:
"Esta obra se refiere al sufrimiento y a la
esperanza, a la ansiedad y a la satisfacción que llenan
el consultorio de cada terapeuta. Se refiere a la
unicidad de la relación que cada terapeuta establece
con cada cliente e, igualmente, a los elementos
comunes que descubrimos en todas estas relaciones.
Se refiere también a las experiencias altamente
personales de cada uno de nosotros. Trata acerca
del cliente que en mi consultorio se sienta en un
extremo del escritorio, luchando por ser él mismo,
y sin embargo mortalmente temeroso de serlo..."
Vean: esfuerzo, esperanza, temor; dice: "trata
también de mí mismo..." Se refiere tanto al paciente
como a mí, al universo como un todo* Se refiere a
la vida, con su poder de destrucción y su impulso al
crecimiento...
Yo defino la actitud, en cuanto a lo psicológico
en general, como la tendencia constante a percibir
y a reaccionar en determinado sentido. Pero nosotros
hablamos de la actitud rogeriana, que supone una
tendencia constante a percibir al otro como persona,
y a reaccionar centrado en la persona.
Y están las tres actitudes que ustedes ya conocen,
que son empatia, aceptación y autenticidad, y eso
en un determinado sentido, que es crear un clima
que facilite el crecimiento de esa persona.
La esperanza
Me encanta referir los términos a la etimología,
ya que la etimología desentraña. "Esperanza", del
latín spectare: está en relación con "espectador".
¿Qué hace un espectador? Mira, observa. Spectare
es, además, mirar hacia delante.
La esperanza es eso: mirar hacia delante con un
objeto por lograr. Es la expectación del consultante,
al cual no podemos ver como un paciente, como un
anónimo. Yo uso la palabra paciente en el sentido
latino original, de patiens, el que padece, el que
sufre. Si una persona va a un médico, a un
psicoterapeuta o a un counselor, es porque sufre,
tiene una situación de patiens, de padecimiento. En
una palabra, es el sufriente.
El counselor- es un especialista en dolores
humanos. ¿Dolores de qué tipo? Fundamentalmente
-no de modo exclusivo-, dolores psicológicos,
emocionales y existenciales. Además, el counselor
es reparador de las carencias y de las insuficiencias
de las personas. Tiene la tarea de responder al otro
desesperanzado. Está desesperanzado porque no
puede esperar salir solo de esta situación penosa en
la que se encuentra.
Si yo soy terapeuta o counselor, mi vida tiene un
sentido respondiendo al llamado de los otros que
sufren. Y que vienen desesperanzados.
Eso apunta a lo que yo denomino la dimensión
normal en el ser humano, que es la transición
pendular, ese oscilar entre el bienestar y el malestar.
Como la vida, con ese ritmo. Y con grados entre
ambos extremos. El terapeuta o el counselor tienen
que recibir ese llamado.
LA ESPERANZA ES PARA MÍ,
EN LO PROFUNDO, EL CORAJE DE SER
Y EL CORAJE DE EXISTIR.
Para el consultante está en cuestión su
autoimagen. En Rogers es muy importante -y creo
que poco estudiada- la cuestión de la imagen de sí
mismo. Nuestra conducta se manifiesta a imagen y
semejanza de nosotros mismos. Una persona que
es cliente o paciente está cuestionando su propia
imagen. También hay valores de vida que se
cuestionan: los de nuestra existencia, y los de plano
ético. Y además el mundo de significaciones. Llega
un momento en que las significaciones en que la
persona se apoyó para construir su vida están
temblando. La psicoterapia y el counseling son un
medio, un recurso!, para que la persona, a través de
un proceso, pueda resignificar su vida, y su situación
-a veces muy concreta-. Porque el counseling, sobre
todo al comienzo, está referido a situaciones.
Yo soy un admirador profundo de los griegos.
Mi amigo entrañable, el psiquiatra y psicoterapeuta
Jorge Saurí, siempre decía que el pensamiento
occidental no son más que notas al pie de página
del pensamiento de los filósofos griegos.
Y hay una dimensión dentro del pensamiento
griego que es la mitología. La mitología encarna y
pone en situación de drama el drama humano, en
todas sus dimensiones.
¿La conocen a Pandora, la de la caja? Bueno, en
realidad no era una caja, sino una vasija de barro.
Pandora era muy curiosa, la abrió y pasó algo
tremendo: hizo que todas las desgracias humanas
se desparramaran por el mundo. Pero ¿saben qué
quedó en el fondo? Elporé, que era la hija de
Prometeo: la esperanza.
El hombre como peregrino
Recuerden las peregrinaciones a Santiago de
Compostela, a La Meca, a Jerusalén. No por
casualidad se peregrinaba. En cualquier teología
(cristiana, hebrea, musulmana), todo peregrinar va
a la fuente de la esperanza.
El hombre es un peregrino y, como dice
Machado, "Caminante, no hay camino, se hace
camino al andar". Yo soy el camino, yo hago el
camino, no hay un camino. Piensen en un campo de
trigo: cuando entramos en él, cada paso abre un
espacio y el anterior se cierra. Aludiendo a los
navegantes, Goethe escribió: "La esperanza es la
estrella de los cansados".
Pero, además, el hombre es peregrino de sí
mismo. Su vida es un peregrinar, externo e inte-
rior: dolor, peligros, amenazas, logros y fracasos.
Saint Exupéry, en El Principito dice: "Aquello
que embellece el desierto es que en algún lado oculta
un pozo". Pónganle imaginación. Alguien camina
por el desierto y busca un pozo, un oasis. Hasta
llegar a encontrar agua. Lo que embellece el desierto
es que en algún lugar hay agua. Lo que embellece
la vida es que en algún lugar hay esperanza.
El counselor y el psicoterapeuta están ante el
proceso donde hay esperanza, desesperanza y
desesperación. Y el cliente o paciente se tiene que
adiestrar en la espera. La espera nace como situación
vital con el bebe, que tiene que aprender a esperar
la teta. Es el primer aprendizaje. Thomas Mann,
en El señor y su perro, define al perro como al ser de
la espera.
La espera, en la relación de ayuda, como para el
bebe o para el perro, supone tiempo. El cliente o
paciente, en el proceso, va a tener que aprender a
esperar. Porque viene con la urgencia de la desazón,
y quiere ya. <Y qué quiere? Quiere soluciones. Y si,
para peor, se encuentra con un rogeriano, está
perdido.
¿Y qué hay detrás de la espera? La esperanza de
alcanzar la realización del deseo. De esto hablaron
muy bien Freud, los psicoanalistas, y los griegos.
 Hay tres cosas que quiero volver a puntualizar:
la espera como actitud de afirmación del deseo y de
la esperanza -y los dos regulados por el tiempo-;
la desesperanza, que es la duda sobre el resultado
del esfuerzo del proceso terapéutico; y la
desesperación, que es la convicción de que no hay
más expectativa, de que el logro no es posible.
Luego aparece en el cliente la resistencia al
cambio, ahí está el absurdo. Vive la relación
oponiéndose al terapeuta o al consultor. Se siente
humillado (esto puede ser un momento en el
proceso). Además, sabotea, ¿cómo?: llegando tarde,
por ejemplo, o faltando a la sesión, o con los
honorarios.
La desesperanza es el desaliento, es perder el
aliento, el aire, el oxígeno. El desaliento lleva a la
angustia, el abandono y la resignación
El counselor debe inspirar confianza, alentarla,
y eludir la desesperación, y también tiene que eludir
la tentación de sobreproteger, que es uno de los
pecados capitales de esta profesión. La sobrepro-
tección crea seres desvalidos para enfrentar la vida.
Otra tentación, sobre todo del counselor ansioso,
es empujar al paciente o al proceso. "No empujes
el río: el arte es navegar el río y con el río".
Por eso, yo recomiendo fervientemente que el
counselor, y el futuro counselor, hagan su proceso
personal de counseling o de psicoterapia.
La desesperación
La desesperación es la convicción de que no hay
alternativa: se acabó el juego, no va más... Negro el
seis y yo tenía el once. Ya no hay esperanza. Este el
gran fantasma de los terapeutas: la desesperación
que lleva al suicidio.
Recordemos a ilustres figuras, sobre todo del
arte y de la ciencia: Gauguin, Lugones, Favaloro,
Lisandro de la Torre, Horacio Quiroga, Novalis,
Primo Levy, Bettelheim -que es uno de los grandes
psicoterapeutas infantiles-. Es la desesperación, que
en sí misma, no necesariamente tiene que ser consi-
derada una patología, salvo, pongamos, en una
problemática esquizofrénica, psicótíca, que
evidentemente está en conexión con la patología.
Pero en la vida cotidiana va a haber otras
motivaciones para el suicidio, que no
necesariamente tienen por qué llamarse patologías.
La tristeza, la depresión, no llevan al suicidio. Lo
que lleva al suicidio es la desesperación, es la
convicción de que no hay alternativa.
Por eso, la esperanza es para mí, en lo profundo,
el coraje de ser y el coraje de existir, como lo dice
Tilich —teólogo y filósofo alemán— en El coraje
de ser. En una conversación pública que tuvo con
este filósofo, Rogers lo llamó "el coraje de existir".
La esperanza tiene por objeto, en la situación de
counseling, que la persona adquiera lo que le está
faltando: ese coraje de existir. Porque para eso viene,
porque está desesperanzado, ¿no es cierto? No de-
sesperado: está desesperanzado. Su meta es llegar
al coraje de existir.
LLEGA UN MOMENTO EN QUE
LAS SIGNIFICACIONES EN
QUE LA PERSONA SE APOYÓ PARA
CONSTRUIR SU VIDA ESTÁN
TEMBLANDO.
No quiero dejar de hacer una puntualización:
creo que hay una base desde Rogers que apunta -y
esto es muy audaz en él- a una base biológica de la
esperanza, cuando habla de la Tendencia
Actualizante.
La Tendencia Actualizante es un impulso a
mayor vida, a adaptarse a las circunstancias para
seguir viviendo. Yo he visto en las casas y en el
campo, que es extraordinario cómo las trepadoras
suben y hacen unos troncos que, si uno no está
atento, le cierran una ventana. ¿Qué hace la
enredadera? Vivir, expandirse, crecer. Creo que eso
tiene que ver con la esperanza.
Entonces, mediante la relación de ayuda, el cliente
¿qué hace? Mantiene y concreta su impulso de vida,
para sí mismo y para los otros... Siempre los otros.
El pensamiento existencial -al que le tengo gran
afecto- dice: "Yo no existo, yo co-existo". Esta es
una clave del pensamiento existencial. Yo no puedo
existir solo, no puedo desarrollarme. El bebe, el
joven y el adulto no se pueden desarrollar si no
coexisten.
Bueno, en la relación de ayuda tengo que hacer
el aprendizaje de ese impulso de vida que es el
coexistir: el ser para mí y el ser para los otros. •
C A R L R . R O G E R S S Y M P O S I U M 2 0 0 2

"No quise
encontrar
una manera
centrada
en el diente,
quise
encontrar
una manera de
ayudar a las
personas"
C.R.

Con motivo del centenaria de su nacimiento,

se realizó en La Jolla, California, un simposio

en homenaje a Carl Rogers, que tuvo lugar en la

Universidad de California, San Diego, entre

el 24 y el 28 del pasada mes de julio de 2OO2.

En las páginas siguientes, Eugene Gendlin

recuerda a su maestra en un emotiva artículo

que entregó especialmente a Elena Frezza,

quien lo tradujo para Hache.

 C arl Rogers murió
repentinamente el 4 de febrero
de 1987, luego de una inter-
vención quirúrgica a la que tuvo
que someterse por una fractura
de cadera. Había nacido en Chi-
cago el 8 de enero de 1902. Se
encontraba activo aún en el
Centro de Estudios de la Per-
sona en La Jolla, California,
lugar al que se había mudado
en 1963. Previamente había
enseñado en las Universidades
de Wisconsin, Chicago y Ohio
State y dirigido el Child Guid-
ance Center en Rochester.
Rogers es reconocido mun-
dialmente por haber dado ori-
gen y desarrollado la tendencia
humanista en psicoterapia, ten-
dencia que prevalece actual-
mente sobre las demás. Fue un
pionero en la investigación,
cuya influencia abarcó todos los
campos relacionados con la psi-
cología.
Lo visitaban desde todas par-
tes del mundo. Algunos, en un
solo encuentro con él, hallaban
en sí mismos la fuente inspi-
radora de su propio poder.
Otros se alejaban decepciona-
dos: Rogers parecía una perso-
na común, no era un conversa-
dor brillante. Ciertamente, te es-
cuchaba con verdadero interés.
Se inclinaba hacia delante y te
miraba a los ojos deseando es-
cuchar lo que esta persona -tú-
tuviera para decir. Luego res-
pondía lo que había compren-
dido, en lugar de contestar con
detalles a tus detalles. En silen-
cio guardaba para sí sus nue-
vas ideas, tal vez aún sin pala-
bras. Cuando estaba listo, las
escribía, y rompía así los esque-
mas establecidos.
Si bien expresaba con fuer-
za sus sentimientos y necesida-
des, no los volcaba sobre la otra
persona. Si su secretaria habla-
ba por teléfono con una amiga,
esperaba pacientemente con sus
notas en mano hasta que ella hu-
biera terminado. Sin embargo,
tuvo que enfrentar el odio pro-
fesional pues en el trabajo, en
las clases, en el consultorio y
en todo su entorno puso "pa-
tas arriba" todo un sistema so-
cial.
Le importaba cada persona,
pero no las instituciones. No le
interesábanlas apariencias ni los
roles, clases sociales, títulos o po-
siciones, y ponía en duda toda
autoridad, incluyendo la suya.
Su inmenso poder estribaba,
en el hecho de que, una vez que
descubría algo, no cesaba en su
empeño de seguirlo hasta el fi-
nal, sin limitarlo por todas aque-
llas irrelevancias que detienen
a la mayoría. De esta manera,
pudo lanzar prácticas que revo-
lucionaron el campo de la psi-
cología.
 En los '40, fue acusado de
"destruir la unidad del psicoa-
nálisis". Fundó un método fran-
camente diferente, "la terapia
no-directiva", que significó la
guerra a la autoridad monolí-
tica. Ganó esa guerra. Hoy con-
tamos con muchos métodos y
también con la posibilidad de
cuestionarlos abiertamente.
Insistió en "testear" su nue-
va terapia para comprobar si
funcionaba. Para Rogers, esto
ROGERS DESCUBRIÓ
QUE UN PROCESO
AUTOPROPULSADO
EMERGE
DESDE ADENTRO.
significaba una investigación
objetiva y cuantitativa. Pero ha-
bía pocos procedimientos en
uso y ningún ejemplo de inves-
tigación en psicoterapia. Tal in-
vestigación era considerada im-
posible porque los terapeutas no
dejaban escuchar sus sesiones y
menos aún medir y comparar
resultados. Rogers grabó sesio-
nes de terapia en los primitivos
discos de vidrio de la época. Fue
acusado de "violar la santidad
de la relación psicoanalítica":
otra guerra.
Rogers quería una investiga-
ción comparativa, e intentó rei-
teradamente que los psicoana-
listas accedieran a grabar y
testear su terapia. Durante
años, la respuesta fue: "Puedes
grabar a los residentes". En
otras palabras, a los que entre-
naban. Esto demostraba la "san-
tidad" de quiénes estaba siendo
protegida.
El grupo de Rogers fue el pri-
mero (por más de veinte años)
en analizar cada frase de cien-
tos de transcripciones y en me-
dir los resultados de tests
psicométricos -y de algunos
otros recientemente delineados-
que se les daba a los clientes
antes y después de la terapia y
también al grupo de control.
Rogers ganó esa batalla: tal in-
vestigación es ahora común.
Proclamó una nueva ética: el
grabar requería el permiso del
cliente. Además enfatizó la
confidencialidad, y la respues-
ta a toda indagación por parte
de alguna autoridad era sola-
mente ésta: "La persona estuvo
en terapia aquí". En espíritu, su
ética es aceptada ahora, pero en
aquel entonces era nueva, ya que
la "ética profesional" significa-
ba mayormente el deber de un
doctor de proteger a un colega.
Rogers arribó a un nuevo mé-
todo, a su manera, con una ca-
racterística que le era propia:
encontraba algo y, si no había
un elemento relevante que lo li-
mitara, seguía con ello. (Otto
Rank interpretaba sólo cuando
el paciente "se encontraba con
su verdadera experiencia sien-
do interpretada". Jesse Taft y
también Frederick Alien -con
quien Rogers estudiaba- halla-
ban esta conjunción sólo cuan-
do interpretaban la interacción;
si no, permanecían en silencio.)
Rogers, en cambio, eliminó toda
interpretación: cotejaba su com-
prensión en voz alta, tratando
de asir exactamente lo que el
paciente intentaba transmitir.
Al hacer esto, descubrió que,
usualmente, el paciente corre-
gía este primer intento. El se-
gundo se acercaba más, pero
aún así el consultante lo volvía
a ajusfar. Rogers tomaba cada
corrección hasta que el pacien-
te le indicaba: "Sí, es así; eso es
lo que siento". Después había
un silencio especial. Durante
ese silencio, luego de que ese algo
era totalmente recibido, algo nue-
vo aparecía en el cliente, con
frecuencia, más profundo.
FUE UN PIONERO
EN LA INVESTIGACIÓN,
CUYA INFLUENCIA ABARCÓ
TODOS LOS CAMPOS
RELACIONADOS
CON LA PSICOLOGÍA.
Rogers descubrió que un pro-
ceso autopropulsado emerge
desde adentro. Cuando una ex-
presión es recibida en su totali-
dad, con su exacta intención,
produce un nuevo espacio in-
teriotxEntonces, cada paso se
profundiza más y más.
 Llamémosle una manera de
circunvalar las defensas o de
acercarse el máximo posible sin
imposiciones. Como sea que lo
llamemos, observemos los resul-
tados. Para Rogers, la teoría es
posterior a la experiencia. Escri-
bió una teoría en La Terapia Cen-
trada en el Cliente y luego una
más amplia en El Proceso de Con-
vertirse en Persona, su libro más
conocido. Pero no trató de con-
vencer por la teoría; escribió:
"Pruébese la hipótesis operacio-
nal, y vean qué pasa".
En la silla del terapeuta, esta
manera de escuchar es entera-
mente diferente. En vez de pre-
pararse para "lidiar" con lo que
la persona dice, de "moverla"
de algún modo, de acordar con
una parte y diferir con otra, uno
escucha para captar lo que la
persona intenta transmitir, el
sentido que eso cobra cuando es
sentido como esa persona lo
siente.
¡El descubrimiento de Rogers
nos llevó aún más lejos! Encon-
tró que cada persona, da un
sentido a lo que experimenta.
Ese sentido evoluciona y se co-
rrige a medida que se profun-
diza. Este descubrimiento puso
a Rogers nuevamente en una
posición de vanguardia en su
país. En 1945, negros, mujeres,
personas gays y otros, se sentían
ayudados en el Centro de
Counseling, ya que estos tera-
peutas sabían que cada
consultante nuevo tenía un
mundo para mostrarles. Un
cliente negro podía pasarse
meses enseñando a su terapeu-
ta acerca de su experiencia de
ser negro. Y algún otro cliente
de color podría decir con alivio,
después de una hora: "Contigo
puedo olvidarme de la raza".
Estos terapeutas nunca impo-
nían principios a sus clientes.
No coaccionaban a una mujer
a permanecer casada -como
hacían los psicoanalistas enton-
ces-, ni decidían acerca de la
Su INMENSO PODER
ESTRIBABA EN EL HECHO
DE QUE, UNA VEZ
QUE DESCUBRÍA ALGO,
NO CESABA EN SU EMPEÑO
DE SEGUIRLO
HASTA EL FINAL.
sexualidad de otra persona.
Para los terapeutas entrenados
por Rogers, era obvio que toda
persona está en el centro de la
dirección de su vida y que se pue-
de ayudar a la gente únicamen-
te siguiendo sus intrincados ca-
minos y con sus propios pasos.
Rogers publicó sus transcrip-
ciones de un caso fracasado. En
su propio grupo de internos pa-
saba grabaciones como mode-
los, pero a veces presentaba
uno, diciendo: "No sé qué anda
mal aquí". Los estudiantes se
daban cuenta de lo que andaba
mal y a su vez esto les permitía
presentar con confianza sus pro-
pias entrevistas equivocadas.
Consideraba que los diag-
nósticos eran inadecuados, per-
judiciales y frecuentemente
mal usados, así que los eliminó.
Fue otra "afrenta" a la profesión,
pero hizo del espacio de la psi-
coterapia una recepción abierta.
Rogers renombró a su tera-
pia: "No directiva, Centrada en
el Cliente", y luego como "Cen-
trada en la Persona". Al igual
que en la ley, decide el cliente,
no el abogado. Pero esto fue tan
solo el signo visible del rompi-
miento con el modelo médico de
"enfermedad", de "diagnósti-
co" y de "el doctor sabe más".
Hoy la mayoría de los tera-
peutas ven clientes y no pien-
san en la terapia como análo-
ga a la medicina.
Los descubrimientos de
Rogers tuvieron implicancias en
otros campos, y los siguió como
le era habitual: ¿es esto también
cierto en la educación? ¿qué
procesos más profundos se de-
sarrollan desde adentro? Rogers
comenzó a enseñar repartiendo
listas de recursos disponibles, y
luego haciendo un seguimiento
minucioso de cada una de las
propuestas de sus estudiantes.
El resultado siempre posibilita-
ba una clase muy motivada,
donde cada participante dirigía
su propia exploración. Sin de-
bereá, sus estudiantes leían y
hacían mucho más que bajo el
viejo sistema. Rogers, por lo tan-
to, contribuyó a una nueva lite-
ratura que influyó en toda una
generación de educadores.
 Para aprender esta forma de
terapia se requieren varios años
de práctica, supervisión y con-
sultas, porque una educación
meramente académica no ayu-
da. Esto condujo a Rogers a la
conclusión de que no se necesi-
tan títulos para ser terapeuta.
Nueva guerra: "¿Por qué no en-
trenar asistentes pastorales, en-
fermeras, madres, maestros, o a
cualquier otra persona para ser
terapeuta?" No había ninguna
razón inherente que lo impidie-
ra, y lo que él consideraba irre-
levante no lo detenía.
Sin embargo, a pesar de que
se entrenaron millones de per-
sonas, Rogers no ganó esta gue-
rra. El método fue simplificado,
y se convirtió en una mera re-
petición verbal más que en una
manera de captar y significar
cada parte de lo comunicado.
En consecuencia, resultó des-
acreditado. Actualmente, el en-
trenamiento es mucho más pre-
ciso. Este tipo de escucha es di-
fícil de aprender.
Rogers era invitado constan-
temente a muchos lugares. Tra-
taba de decidir, preguntándo-
se: "¿Donde haré más impac-
to?" Con frecuencia se inclina-
ba por un grupo de enfermeras
o de educadores.
¿Podría aplicarse este abor-
daje en ámbitos laborales? En
1947, Rogers abandonó la di-
rección del Centro de Counsel-
ing de Chicago. Los estudian-
tes, los internos, secretarios y
educadores podían dirigirlo
adecuadamente. Más tarde,
cuando el centro perdió su sub-
vención, este modelo tuvo que
volver a su antigua estructura.
Todos compartieron su sueldo
y trabajaron por muy poco has-
ta que se consiguió una nueva
subvención.
El modelo no estaba exento
de problemas. En Wisconsin
(adonde Rogers fue invitado
para investigar con esquizo-
frénicos), una persona antiética,
que no coincidía con este mo-
delo organizacional, delibera-
damente destruyó datos, falseó
y trató de publicar resultados
inexactos de la investigación.
Por lo tanto, el trabajo tuvo que
rehacerse. Si bien de manera
menos dramática, este tipo de
problemas pudo observarse en
otras ocasiones.
Rogers alentaba organiza-
ciones basadas en el Enfoque
Centrado en la Persona, pero no
deseaba estar al frente. Ayudó
a fundar -pero no a liderar-
otros grupos, como el movimien-
to de Grupos de Encuentro, el
campo del Counseling, la Aso-
ciación Humanística, la Asocia-
ción Conjunta de la Academia
Americana de Psicología y Psi-
quiatría, entre otras.
Había muy poco para criti-
car en Rogers. Algunos opina-
ban que, al no expresar enojo,
forzaba a los de su entorno a
expresarlo, peleándose entre
ellos. Pero estas peleas más bien
respondían a su negativa a
cumplir con un rol. Al abando-
nar el control, lo hacía en su to-
talidad. Se negaba a decidir aun-
que ello forzara a los demás a
pelearse. Pero esta crítica es
insignificante comparada con
tantas contribuciones y tantos
aportes nuevos, su honestidad
y su coraje.
Durante sus últimos quince
años aplicó su método a la polí-
tica, entrenando a los "hacedo-
res de política", a líderes, a gru-
pos en conflicto. Se pueden to-
mar mejores decisiones empati-
zando con lo que las situacio-
nes significan para la otra par-
te; nunca son solamente "los
otros" a los que nos oponemos.
Rogers decía que el mundo
es "frágil", y trabajó para la paz.
Pasados sus ochenta años con-
dujo multitudinarios workshops
en países tales como Hungría,
Brasil y la Unión Soviética, y
también facilitó Grupos de Co-
municación en Sudáfrica.
Me alegro de que Carl me
haya escuchado decir estas co-
sas buenas sobre él. La última
vez fue en un panel que com-
partimos hace unos meses y que
fue grabado (1988). Después de
un tiempo hubo desacuerdos
entre los que sostenían el más
puro Enfoque Centrado en el
Cliente y los que lo integraban
a otros abordajes. Yo manifesté
que necesitamos a ambos gru-
pos, pero Carl dijo: "No quise
encontrar una manera centra-
da en el cliente, quise encontrar
una manera de ^ayudar a las
personas".»
* GENDLIN, Eugene T. , PHD; University of
Chicago: "Carl Rogers (1902-1987)".
American Psychologist, Vol. 43 N°2, págs.
127-128. Febrero 1988.
Traducción exclusiva para Hache por
Elena Frezza.
 XII Jornadas
de Psicología
Humanística
20 y 21 de septiembre de 2002
en la sede de HOLOS CAPITAL
Av. Córdoba 4448

TEMA
Deseo y realidad:
Un encuentro posible

Centro Argentino de Psicología Humanística y Counseling

Av. Córdoba 4448 Capital
Tel: 4775-3622/3638
e-mail:*holos@holos-counselingcapital.com
 H, e oído lo que hablaban los habladores,

ia fábula del principio y del fin,

Pero yo no hablo ni del principio ni del fin.

Nunca hubo más principio que ahora,

Ni más juventud ni vejez que ahora,

Ni habrá más perfección que ahora,

Ni más infierno ni cielo que ahora.

Impulso, impulso, impulso,

Siempre el impulso, generador del mundo.

(Fragmento del poema de Walt Whitman

Informes e Inscripción Canto de mí mismo, de HOJAS DE HIERBA,
con traducción de Jorge Luis Borges)
Córdoba 4448 - Capital
Tel. 4775-3622/ 3638
Arancel general: $ 20
Coordinadora
Laura Miserendino
 ENFOQUE PSIGQ-CDRPDRAL
Encarnar
la Sabiduría
de la Vida
M . i gran motivación fue
siempre encontrar evidencias y
confirmaciones de que la Vida
contiene una sabiduría esencial
básica.Y que esa sabiduría de la Vida
puede ser contactada, expresada,
honrada y facilitada.
En mi experiencia personal
encontré, con mucha claridad, que
esa sabiduría esencial de la Vida se
manifiesta a través de mi cuerpo.
O tal vez mejor podría decir que el
cuerpo es la manifestación de esa
sabiduría de la Vida hecha carne.
"La vida es eso que nos pasa
mientras estamos
ocupados en otra cosa".
John Lennon
POR RICARDO TOLEDO
También encontré que, para
contactar y desplegar esa sabiduría,
era imperioso llevar la atención hacia
los procesos que se desenvuelven
por sí mismos a través de todo el
organismo.
La palabra "organismo" es aún
más abarcadora que "cuerpo" ya
que incluye las funciones y
estructuras completas del ser
viviente, en este caso, el ser
humano. Entonces la sabiduría
organísmica contiene a los diversos
procesos de la experiencia humana:
esta sensación, tal imagen, la
emergencia de una emoción, el
tono de mis pensamientos y su
secuencia, la organización de mis
tensiones musculares, los impulsos,
el modo de respirar, etc. Así es que
el encuentro de la atención y la
consciencia con los procesos
globales de la experiencia vivida en
el momento presente, abarcando
ésta a "cuerpo" y "mente", me
abrían la puerta a niveles muy
profundos, y a la vez sabiamente
organizadores, del misterio de la
vida y la existencia. Y a su vez el
simple pero poderoso acto de
atender en plena presencia
consciente facilitaba el despliegue
de lo que exactamente necesitaba
emerger. Es decir, este organismo,
cuando es facilitado a través de la
atención y la consciencia, sabe
cómo regularse, desarrollarse,
crecer y repararse (entre sus
maravillosas capacidades intrín-
secas está la de curarse a sí mismo).
Siguiendo esta motivación, hice
algunos descubrimientos. Hallé que
la Vida era poco comprendida y
bastante maltratada desde los
diversos órdenes de nuestra
cultura, sociedad y civilización
contemporánea. Y por cierto no
sólo la vida humana sino la vida de
la naturaleza, de los distintos reinos
biológicos, del planeta entero.Y que,
como especie, teníamos gran y
obvia responsabilidad en este
estado de cosas. Esto me llevó a
rastrear los distintos procesos
históricos de la humanidad: la
historia del pensamiento, los
procesos socio-culturales, el
desarrollo científico, la filosofía y la
religión. La pregunta era: "¿cómo
llegamos a esto?". Presté mucha
atención al paradigma fundante de
nuestra era moderna, pero también
exploré, a veces teórica y a veces
experiencialmente, algunas prácti-
cas y cosmovisiones de otras cul-
turas antiguas o pre-industriales,
 orientales o de pueblos originarios
de América.
Verdaderamente, seguir hasta el
fondo las preguntas acerca de la
sabiduría de la vida y del posible
oscurecimiento de esa sabiduría
gatillo en mí respuestas/preguntas
en disímiles y variados órdenes: el
científico, el social, el espiritual, el fi-
losófico, el del vivir cotidiano, el
de las relaciones interpersonales,
el de la política, etc. De hecho, en-
tre los pensadores consultados
encuentro gran resonancia y
afinidad con el biólogo Gregory
Bateson y su hábito de preguntarse
por "la pauta que conecta": "¿Qué
pauta conecta al cangrejo con la
langosta y a la orquídea con el narciso,
y a los cuatro conmigo? ¿Ya mí
contigo? ¿Y a los seis con la ameba,
en una dirección, y con el esqui-
zofrénico retardado en la otra?".
En el contexto de este artículo,
la pregunta es: ¿cuál es la pauta que
conecta la sabiduría de la vida con
un enfoque "psico-corporal" de las
profesiones de ayuda?
Decididamente, el dualismo
enfatizado por la revolución
científica del siglo XVII -raíz de
nuestra cosmovisión contempo-
ránea acerca de la vida, la naturaleza,
el hombre y el universo, y también
raíz de la consecuente construc-
ción de un sistema social, político,
económico y tecnológico- es el
fundamento de cierta actitud
dominadora y excluyente con
respecto a dimensiones de la vida
manifestadas como aspectos
"materiales": el cuerpo humano, los
animales, los vegetales, en fin, la
naturaleza entera. La "cosa mate-
rial" (res extensa) quedó aislada y
separada de la "cosa pensante" (res
cogitans). A su vez, el aspecto mate-
rial de la vida quedó reducido para
su estudio, comprensión y manipu-
lación, desde perspectivas mecani-
cistas, a un tratamiento similar al de
las máquinas. Y en el otro extremo,
como entidad distinta y suprava-
lorada, quedó lo pensante, el uni-
verso de la razón, la mente, el
espíritu. Parece ser que con esta
división y separación, Descartes
pretendía preservar al dominio de
lo humano del avance arrollador de
las perspectivas mecanicistas, pero
de alguna manera terminó propi-
ciando nuestro "desencarnar la
vida" y nuestro "enseñoreamiento"
sobre la naturaleza.
Esto provocó que, como dijera
el gran neurobiólogo chileno Fran-
cisco Várela, la característica más
UN ENFOQUE
PSICOCORPORAL
BUSCA HONRAR LA SABIDURÍA
PROPIA DE LA VIDAMISM
EN EL CONTEXTO
DE LAS PROFESIONES
DE AYUDA.
propia del paradigma cartesiano,
racionalista y positivista sea, en
términos del cognitivismo, "la
actitud abstracta".
Las nuevas perspectivas, en
cambio, hablan de que lo "mental"
es el proceso mismo de autoor-
ganización de la vida, la capacidad
autorreguladora de los organismos
enteros. El cerebro es solamente
el órgano biológico que tiene la
función de centralizar esa tarea
compleja que lleva a cabo la
totalidad. Lo mental o cognitivo
abarca a la inteligencia de cada
célula, cada órgano, cada sistema
viviente como totalidad. Vida y
Conocimiento son inseparables. El
dualis/no cartesiano ha sido
superado por la Nueva Biología.
El "cuerpomente-en-relación"
En el contexto de las
profesiones de ayuda, el enfoque
"psico-corporal" postula que el
estar con una persona implica estar
con la persona entera: no acotarse
a sus expresiones verbales, sus
pensamientos, su discurso, su
argumento, sus insights concep-
tuales; no limitarse a escuchar sus
palabras. De algún modo, enfatizar
únicamente la "escucha" es perma-
necer dentro de la actitud abs-
tracta. Un enfoque psico-corporal,
además de escuchar, ve. Y además
de ver, siente. Toma lo que ve
manifestarse a través del cuerpo
(gestos, movimientos, posturas, etc.)
como expresión de una infor-
mación sumamente valiosa y signi-
ficativa. Y no sólo lo ve sino que,
además, hoce algo específico con ello,
de modo que sea facilitador del
proceso.
Un enfoque psico-corporal
sabe que el cuerpo humano es una
caja de resonancias sumamente
inteligente y organizada, y que habla
un lenguaje muy específico y claro
a través de sus sensaciones sen-
tidas. Y sabe que atender a estas
sensaciones significativas, recibién-
dolas y respetando el orden según
quieren venir, es atender a la
sabiduría de la vida misma arro-
jando sus botellas con mensajes
certeros acerca de lo que necesita
esta existencia justo aquí y ahora.
Este enfoque invita al
profesional a estar abierto a su
propio cuerpo y a todo su lenguaje
cuando acontece el encuentro con
el otro: lo que pasa con mi estado
de ánimo, mi respiración, mis
movimientos involuntarios, mis
tensiones musculares, mi postura,
mis imágenes internas, mis propias
"sensaciones sentidas".
Un enfoque psicocorporal
trabaja con el cuerpo o la estruc-
tura física, utilizando el movimiento
y el contacto físico preciso para
facilitar que, a partir de la toma de
consciencia de la corporalidad y
sus distintas partes y funciones, el
organismo todo se reorganice
siguiendo su propia dirección
interna y encontrando un funcio-
namiento humano más pleno:
mayor relajación, mayor amplitud
de movimientos, mayor descarga,
más espacio interno, mayor claridad
mental, más energía, mayor
capacidad de sentir placer, de rela-
cionarse con otros, o lo que fuera
necesario.
En definitiva, más allá de la
utilización de técnicas y meto-
dologías propias del campo de lo
corporal, un enfoque psicocorporal
invita a encarnar la presencia plena-
mente. Ir mucho más allá de lo
meramente conceptual, para
recobrar lenguajes olvidados o una
cultura que ha marginado al
cuerpo, a la magia, a lo qua no
obedece a nuestro c o n t r o l , al
espíritu encarnado. Una cultura que
ha encajonado a la Vida... O tal vez
deba decir: que ha pretendido
encajonar a la Vida.
Un enfoque psicocorporal
busca honrar la sabiduría propia de
la vida misma en el contexto de las
profesiones de ayuda. Y trabaja
conjuntamente con muchos pen-
sadores de distintos campos que
intentan reparar o sanar la
hendidura o escisión provocada en
nuestra comprensión y expe-
riencia de la vida por el paradigma
cartesiano. Por este camino
transitan grandes científicos de
vanguardia (G. Bateson, H. Maturana,
F. Várela, F. Capra); un camino que a
veces implica retornar a perspec-
tivas y prácticas más holísticas,
propias de otras culturas antiguas.
Entonces, nuestro modo de
realizar el Counseling desde una
perspectiva psicocorporal implica
trabajar con la persona entera.
"¿Cómo estás vos? ¿Cómo está tu
cuerpo?" son las dos preguntas
orientadoras (no necesariamente
explicitadas pero sí implícitas) y
organizadoras del encuentro de
Counseling Psicocorporal. Dos
preguntas que deberían ser una
sola, pero que no lo son porque,
en nuestra cultura, aprendimos a
dejar afuera el registro sensible de
nuestro cuerpo. Y así, este enfoque
trabaja con la mente del cuerpo o
con el cuerpo de la mente (ya que
el lenguaje obedece al paradigma
IR MUCHO MÁS ALLÁ DE LO
MERAMENTE CONCEPTUAL,
PARA RECOBRAR LENGUAJES
OLVIDADOS 0 UNA CULTURA
QUE HA MARGINADO AL CUERPO,
A LA MAGIA, A LO QUE
NO OBEDECE A NUESTRO
CONTROL, AL ESPÍRITU
ENCARNADO. UNA CULTURA QUE
HA ENCAJONADO A LA VLDA ...
dominante, tal vez sea necesario ir
construyendo un nuevo lenguaje y
encontrar nuevas palabras).
Nosotros preferimos decir que el
dominio del Counseling Psicocor-
poral es el del "cuerpomente-en-
relación".
En fin, el enfoque psicocorporal
busca ser un aporte más a lo que
el historiador de la ciencia Morris
Berman llamó "el reencantamiento
del mundo". Es el esfuerzo de
muchos por comprender mejor la
Vida, protegiéndola y honrándola
en todos sus niveles.
De esto nos habla Rodolfo
Braceli en un poema de su libro La
conversación de los cuerpos:
HACE FRIÓ
EN LA TIERRA
En estos días del mundo
tantos cuerpos deambulan
afuera de los cuerpos.
La fricción civilizante les ha
desangrado la sangre.
Han perdido todo impulso los
dedos,
y parecen desmayados.
Las bocas no recuerdan la saliva,
ni la que se da, ni la que se
recibe.
Están cansados de un cansancio
incoloro, los cuerpos.
Necesitan el sosiego para
recuperar la furia
que los hará desembocarse,
como la Vida manda.
Por eso, porque los cuerpos
están así de apagados,
la tierra ha comenzado a
enfriarse
y en el remoto fondo de su
cuero polvoriento
late apenas.
Y la madera cada vez estalla
menos.
Y el mar no extraña la orilla.
Y los pájaros bostezan en pleno
trayecto,
y se derrumban.
Y esto proseguirá
de mal en peor,
de tibio en frío,
mientras
los cuerpos no vuelvan a los
cuerpos.'
 Desarrollo
y expresión
de mi
"supervisor
interno"

POR

JULIÁN
LICHTMANN
¿Puedo reconocer
y aceptar la experiencia
de mi relación
con un consultante,
más allá de mis
expectativas de ser
"un buen counselor"?
U ! no de los aspectos de
mi formación que valoro espe-
cialmente es haber desarrolla-
do una actitud reflexiva, ex-
presada en dicha pregunta.
No ha sido fácil. Entre otras
cosas, implicó desaprender un
rol de "buen alumno" que me
habían enseñado en la escue-
la y la universidad, desde el
cual tendía a esforzarme en
"no equivocarme" y a enojar-
me por todo desempeño per-
sonal que no concordase con
mis expectativas. La imagen
de un "counselor ideal" no tar-
dó mucho en aparecer en mi
horizonte luego de conocer la
obra de Rogers: alguien capaz
de ofrecer consistentemente
empatia, congruencia y acep-
tación incondicional en una
relación.
Tras leer ejemplos y ejem-
plos de entrevistas en la que
esas actitudes eran expresadas
de un modo constante y efec-
tivo, mis expectativas, al co-
menzar mis prácticas de
counseling, quedaron asocia-
das fuertemente a dicho logro.
No sospechaba que el desafío
de ser congruente en una re-
lación de counseling implica-
ría también reconocer y acep-
tar mi dificultad -y a veces mi
imposibilidad- de aceptar o
empatizar con un consultante.
Por el contrario, hoy en día me
he dado cuenta de que, cuan-
to más desarrollo mi capaci-
dad de ofrecer empatia, cali-
dez y aceptación incondicional
en una relación, mayor es asi-
mismo mi capacidad para re-
conocer mi dificultad e impo-
sibilidad de ofrecer dichas cua-
lidades. En este sentido, con-
sidero a la actitud de percibir
y aceptar la ausencia de la ca-
lidad relacional y experiencial
"ideal" de una relación de
counseling, como una compe-
tencia fundamental para mi
labor como counselor. Suelo
referirme a esa competencia
como mi "supervisor interno".
Sin duda, el contexto que
más me ha ayudado en su de-
sarrollo ha sido el espacio de
supervisión; en particular,
luego de desarrollar suficiente
confianza en el vínculo para
poder compartir honesta y
profundamente -con mi su-
pervisor y conmigo mismo-
aquellos aspectos de mi expe-
riencia de trabajo que me in-
quietan.
En este artículo, me gusta-
ría compartir otras prácticas y
contextos -además del de su-
pervisión- que me han resul-
tado muy útiles para el desa-
rrollo y expresión de mi "su-
pervisor interno". Espero de
este modo estimular en los
lectores una reflexión relevan-
te para sus propias prácticas
y aprendizaje.
Recursos
del "supervisor
interno"
Como resultado de mi re-
flexión sobre mi práctica y mis
dificultades más frecuentes en
ella, he escrito una lista con
mensajes para leer antes de
cada sesión. Esa lista me ayu-
da a concentrarme, a recordar
aquellas tendencias persona-
les que quiero evitar en mi
práctica, y a estar atento a
cómo me siento para encarar
un nuevo encuentro con un
consultante.
Su lectura, hecha con cal-
ma y atención, funciona como
una voz interna que me asiste
poderosamente en mi prácti-
ca. Con relativa frecuencia,
voy cambiando parte del con-
tenido de la lista, en función
de integrar nuevas inquietudes
y experiencias.
Inmediatamente después
de una sesión, tomo notas en
las que expreso mi percepción
sobre el proceso del consul-
tante, sobre el proceso de la
relación y sobre mi propio pro-
ceso en esa sesión. Creo que
esta manera de organizar mis
notas, y particularmente el
hecho de tener un espacio es-
pecífico para volcar la percep-
ción de mi experiencia de mí
mismo durante el encuentro,
es muy útil para el ejercicio y
desarrollo del "supervisor in-
terno" al que aquí me refiero.
A modo de ejemplo, a conti-
nuación presento un breve ex-
tracto de dichas notas:
Proceso del consultante:
"...Dificultad de X de con-
fiar en hombres; hoy exploró
cómo esto afecta su relación
con su esposo y revisó aspec-
tos de su relación con su pa-
 Desarrollo
y expresión
de mi
"supervisor
interno"
dre y hermanos en el presente
y en el pasado."
Proceso de la relación:
"...Por momentos sentí ma-
yor intimidad en mi relación
con X. Por momentos, una gran
distancia. Raro sentir tanto
cambio en una misma sesión.
Lamento no haberle comenta-
do a X sobre mi vivencia de di-
chos cambios en la sesión..."
Proceso del counselor: ^ de intervención sería: "...Re-
"...Cuando X me nablaba
de lo difícil de establecer una
relación de confianza con un
hombre, no podía evitar pen-
sar en nuestra relación en fun-
ción de eso, y desear que pu-
diera confiar en mí. ¡Otra vez
mi necesidad de querer con-
trolar el proceso de la relación!
Me gustaría tener cuidado con
esto, para poder aceptar tan-
to a la parte de X que puede y
quiere confiar en mí como
aquella que no. Estaría bueno
escuchar el cassette de la se-
sión en función de esto."
Una herramienta que en-
cuentro muy efectiva para el
desarrollo y expresión de mi
"supervisor interno" ha sido
grabar algunas sesiones de
counseling y escuchar frag-
mentos, prestando atención a
mi manera de estar presente
en la relación con el consul-
tante. Esto me ayuda a pensar
cuestiones que quiero compar-
tir con mi supervisor. Asimis-
mo, compartir con mi super-
visor algunos fragmentos de
grabaciones me resultó extre-
madamente útil y revelador.
En último término, me gus-
taría referirme a algunos as-
pectos de mi participación en
grupos de encuentro y otros
grupos de desarrollo personal.
Uno de los momentos que
más valoro de dichos grupos
es cuando alguien reconoce
explícitamente su incongruen-
cia en el aquí y ahora de la
interacción con los demás.
Esto, en mi experiencia, tien-
de a ser facilitador de con-
gruencia, tanto en la perso-
na que lo expresa como en el
grupo.
Un ejemplo de dicho tipo
cién cuando estaba hablando
no estaba siendo honesto con
cómo me sentía... Me cuesta
poder contarles de qué se tra-
ta eso... Hasta me cuesta estar
hablando sobre esto en este
momento... Creo que porque
no sé cómo reaccionarían us-
tedes... Pero esta sonrisa que
ven en mi cara está llena de
tensión... No es de verdad... La
verdad es que estoy más bien
irritado con lo que pasó antes
en el grupo, pero nó sé bien
cómo expresarlo..."
Cuanto más participo de
grupos en los que siento que
dicho tipo de intervenciones
son profundamente acepta-
das, más desarrollo mi habili-
dad para expresar las mismas
en mis otras relaciones, inclu-
yendo aquellas que mantengo
con mis consultantes y con mi
supervisor. Asimismo, la capa-
cidad de tomar consciencia de
mis dificultades para ser con-
gruente y empático y para
aceptar la experiencia del otro
en una relación es desarrolla-
da más profundamente cuan-
do puedo compartir esas difi-
cultades con otras personas
que son testigos o partícipes de
las relaciones a las que me re-
fiero.
Esta es otra ventaja de los
grupos en donde uno es abier-
to sobre las relaciones del aquí
y el ahora, en comparación
con el espacio de supervisión -
en el que uno reflexiona sobre
la relación con una persona
ausente en la sala (el consul-
tante), lo cual se evita gradual-
mente con el uso de grabacio-
nes de sesiones.
En este artículo he señala-
do la importancia que para mí
ha tenido desarrollar una com-
petencia de autorreflexión so-
bre la práctica de counseling
que reconozca y acepte aque-
llas experiencias en las que me
descubro como un counselor
no ideal -es decir, no empá-
tico, incongruente y juzgando
aspectos de mi persona y del
consultante-. Me he referido a
esta competencia como "su-
pervisor interno", y he com-
partido algunas prácticas que,
en mi experiencia, han sido
muy útiles para su desarrollo.
Espero que éstas hayan sido
de interés para los lectores. •
Si desearan comunicar otras
prácticas que les hayan resulta-
do útiles para la expresión y de-
sarrollo de sus "supervisores in-
ternos", estaré encantado de que
me contacten a
julianlichtmann@datamarkets.com.ar.
 ACERCAMIENTO
TRANSFORMACIÓN
"Aportaje" con Luis María De Nicola
(primera parte)
—¿Por qué "aportqje", acercamien-
to y transformación?
—Porque es un placer aportarnos, a modo
de reportaje, una oportunidad de acercamien-
to, de aproximación, de apertura al diálogo en-
tre nosotros, en relación con interrogantes y
cuestiones que surgen de nuestra práctica per-
sonal-profesional. Es una invitación, no a com-
portarnos sino a aportarnos, es abrir puertas
para este presente, para que suceda la transfor-
mación como lo que genuinamente es: la única
y principal protagonista.
—Seguramente hablaremos de ello
enseguida, pero antes de hacerlo, ¿que-
rrías contarnos algo de vos para pre-
sentarte?
—Con todo gusto: no hacemos otra cosa
que presentarnos a cada momento. Me gusta
vivir, goce o sufra. Me apasiona escuchar,
comprender, experimentar sorpresa, dejarme
guiar por la curiosidad, explorar caminos
diferentes, probar, constatar, contemplar el
misterio cotidiano de que las cosas son lo que
son, ni más ni menos. Y disfrutar de la belleza, el
amor y la libertad que surgen cuando los
condicionamientos, los juicios y prejuicios a los
que fui iniciado para convertirme en otro
miembro de la tribu desaparecen, abriendo
espacio y silencio a la maravilla de la existencia
por la existencia misma. Amo la naturaleza y me
gusta sentir y saber que soy y somos ella. Disfruto
de la música, la poesía, la plástica, la danza y
todas las artes, como expresiones concretas del
arte fundamental que les da origen: la existencia,
la vida misma creándose, transformándose de
instante en instante. Esta es la creación más origi-
nal y originante a la que pertenecemos, a la que
portamos pero no controlamos. Y es
infinitamente más fascinante ser artista, ser
"expresor" que represor de la vida.
—¿Y qué es lo que más te apasiona?
—Me encantan la lectura y los conversares
que nosllevan más allá o más acá de lo conoci-
do. Las "nuevas visiones en ciencias" y también
esas otras percepciones, esa otra sabiduría que
late en el corazón de tantas tradiciones de la
humanidad, propias del mundo pre-moderno,
pre-colombino. como el Zen o el taoísmo. To-
das ellas influyen en mi trabajo, enriqueciéndolo.
No hay límites a nuestra capacidad de ser per-
ceptores, si podemos librarnos de la cárcel de
nuestros condicionamientos, de nuestra mente
"normal-normalizadora" que, al volvernos in-
genuos, nos impide ser inocentes, abiertos. Sigo
haciendo este trabajo de limpieza, de vaciamiento.
No siempre me gusta cómo soy o estoy: hago
idioteces, puedo ponerme defensivo y distante,
soy capaz de crueldad, y aunque siento que cada
vez hay menos lugar tomado por el miedo y la
violencia de nuestro mundo humano, en mi vida
no siempre me atrevo a ser plenamente todo lo
que descubro que soy y somos. En fin, voy sien-
do y haciendo lo que puedo y lo que quiero
siempre que puedo. Por suerte soy afortunado
al poder saborear y apreciar la vida en su in-
mensa variedad de formas, y por contar con la
mayor de las riquezas que el dinero y la codicia
no pueden comprar ni vender: ir caminando
por la vida sostenido por el aprecio de personas
queridas, mis familiares, amigos, maestros, co-
legas, estudiantes, y por la presencia más o me-
nos cercana de tantos seres que se han cruzado
en mi vida, y por todo este "universo que camina
conmigo" (como dice Atahualpa Yupanqui). —
 ACERCAMIENTO
TRANSFORMACIÓN
Todo, incluso los daños que hacen de mi vida lo
que es: camino, viaje de transformación, infini-
to, eterno volver a estar en casa. Me siento agra-
decido de estar en la existencia. Me apasiona
intentar este modo de vivir y trabajar y de ganar-
me la vida al que llamamos Acercamiento Cen-
trado en la Persona.
—¿Sos counselor? ¿Psicólogo?
—Soy una persona, y me gusta decir que
trabajo como "consultor personal". Participo en
relaciones personales cuyo propósito es la
facilitación de la transformación, el crecimiento,
la ayuda personal. Me ocupo con las personas
en tanto personas, no como "psiques", "cuer-
pos", "comportamientos sociales", o patologías.
Me ocupo de los "problemas" y "conflictos" sólo
en tanto expresiones de la experiencia personal
humana en el mundo. Y trabajo afrontando la
creencia tan popular de que la vida se vive como
problema a solucionar. ¡A tal punto nos hemos
alejado de nuestro ser organísmico íntegro! Me
ocupo, no de resolver hechos de la vida, sino de
poder compartir con las personas nuestra "ex-
periencia" de tales hechos, aquello de "qué nos
pasa con lo que pasa". Me ocupo, momento a
momento, de afirmar la vida con toda su capaci-
dad y su potencia, en un mundo en el cual existe
el proyecto deshumanizante de que no seamos
concientes, de que reprimamos y olvidemos
nuestro ser como ser, y nuestra condición de
personas como resonancias, sonidos, vibracio-
nes del ser, para conformarnos con un funcio-
namiento automático, robótico, de esclavos in-
felices o felices, pero esclavos, obedientes a imá-
genes enajenadas de nosotros mismos, tratando
de no quedarnos afuera de las cajas que han y
que hemos acondicionado para sobrevivir en
ellas. Las experiencias de mi vida y de mi estan-
cia en el Acercamiento Centrado en la Persona
me confirman la necesidad, la urgencia
impostergable de dar amparo a nuestras perso-
nas amenazadas con el acorralamiento, ya no
de la propiedad privada sino de toda la existen-
cia. Y, tengámoslo bien presente, la mayor de las
amenazas ya está incorporada: es nuestra ima-
gen de nosotros mismos. Para nuestro modo de
ver y de escuchar, ser consultores es ofrecernos
una alternativa para otra existencia en esta mis-
ma vida diaria, para volver a ser ese latido
organísmico en comunión con toda la existencia.
—¿Qué nombre le pondrías a este
modo de interactuar en tu trabajo y tu
vida?
—No me preocupa mayormente llamar a
esta confianza, a esta actitud, a esta filosofía, a
esta acción -rigurosamente vocacional más que
profesional- counseling, psicoterapia, coaching,
u otra cosa. Me es suficiente llamarla Acerca-
miento Centrado en la Persona o consulta per-
sonal. Entiendo como consulta personal no sólo
... EN MI VIDA el trabajo con personas, parejas o familias y gru-
pos en consultorio sino también el trabajo en
NO SIEMPRE ME los grupos de "desarrollo personal", de apren-
dizaje, y entrenamiento y supervisión centrados
ATREVO A SER en la persona. No deseo cambiar, curar ni ense-
ñar a nadie, pero me apasiona compartir con
PLENAMENTE consultantes, estudiantes, participantes de gru-
pos y colegas, la aventura de transformarnos,
TODO LO QUE encontrando en ella aprendizaje, sanación y sa-
biduría.
DESCUBRO QUE —tComo comenzó este camino?
SOY Y SOMOS. —Por formación académica soy licenciado
en Psicología. Por afinidad vocacional, es decir,
como respuesta a la escucha de una llamada,
EN FIN, VOY
soy un practicante del ACP Inicié una formación
sistemática e intensa en la institución que fue
SIENDO pionera en difundir esta orientación en Argenti-
na: el Centro de Estudios Psicológicos de Orien-
Y HACIENDO tación Rogeriana, con la dirección de Manuel
Artiles, quien fue mi maestro, terapeuta y super-
LO QUE PUEDO visor. Con él compartimos el entusiasmo y la de-
dicación por la obra y el pensamiento de Rogers
Y LO QUE y el ACR Durante varios años permanecí como
docente de Psicoterapia de Rogers, facilitador
QUIERO de seminarios, terapeuta, supervisor y partici-
pante en otros proyectos. Entre éstos, fui miem-
bro del primer equipo asistencial de counseling
SIEMPRE QUE
en Argentina, allá por los '80, cuando aún no
existía la carrera de counseling. Y también fui
PUEDO.
docente de ECP en el comienzo de la carrera de
counseling, anterior a la apertura de Holos como
institución.
A la par de estas actividades, ejercí la docen-
cia universitaria. He asistido a todos los encuen-
tros latinoamericanos y argentinos del ACP y he
participado de la organización de los mismos.
He presentado en ellos trabajos que reflejan parte
de mi experiencia y reflexiones acerca de nues-
tra aproximación.
 —¿Sos un ayudador profesional?
—No, como consultor más bien soy un ayu-
dante, un asistente, un escuchante, un resonan-
te. Paulo Freiré, en los 70, hablaba de la educa-
ción "bancaria", una educación de depósitos,
depositantes y depositados. El docente detentaba
el saber y el alumno el no saber, y todo al servi-
cio de la dominación como modelo de las rela-
ciones sociales. Presentaba su alternativa como
educación para la libertad, sosteniendo una mu-
tua implicación de educandos y educadores, en
la cual ambos, mediatizados por el mundo,
aprenden y enseñan juntos modificándose y
transformando su mundo. Obviamente, esta si-
tuación tenía y aún tiene su paralelo en los ámbi-
tos de la medicina, de la psicología, el counseling,
etc. Hay prácticas "bancarias" y prácticas para
la libertad también en la consulta de asistencia y
en los grupos y talleres.
Al modo de Freiré, diría que, en el ámbito de
la consulta, el consultor es consultor-consultante,
y su consultante es consultante-consultor: am-
bos son participantes, "ayudantes" de la trans-
formación y se necesitan mutuamente. Y ambos
son transformados en esa práctica.
Cuando estoy en la consulta me dispongo a
que la transformación, la ayuda (sinónimos en
este caso) me utilice como su instrumento, su
canal de paso, su portal. Procuro no interferiría
y, en cuanto esté a mi alcance, intento que mis
consultantes sean mis ayudantes, al servicio no
de mí sino de la ayuda.
—¿Y qué señales te ayudaron a dar-
te cuenta de esto?
—En los primeros años de mi carrera uni-
versitaria en Psicología tuve que realizar una
práctica en un célebre hospicio psiquiátrico. En
la primera visita, absolutamente solo, recorría
los pasillos del hospital. Había entrado en el de-
pósito social de la locura, y me sentía perdido,
raro, solo en un mundo extraño buscando a un
interno a quien debía administrarle unas prue-
bas proyectivas. Había comenzado a experien-
ciar los primeros estadios del extrañamiento, en
nombre de convertirme en un "¿curador?". De
pronto, un hombre me rescató en el pasillo, me
hizo alguna pregunta, me confirmó como estu-
diante y me dio la lección fundamental número
uno. Me describió los diversos modos de pre-
sencia (o ausencia) en el lugar, dijo que algu-
nos iban al hospital unas pocas horas y luego se
retiraban (doctores, enfermeros, estudiantes).
Pero luego estaban los que sí sabían qué mundo
era ése: eran los que no salían, los que estaban
todos los días, todo el día, hora tras hora, y ahí
recién caí en la cuenta de que quien dialogaba
conmigo, me escuchaba, me orientaba y escla-
recía era uno de los "residentes", un "interno",
un paciente. Por suerte, yo todavía seguía vien-
ME SIENTO do delante de mí personas, más o menos extra-
ñas, pero siempre personas. La lección fue:
AGRADECIDO acércate, está aquí, ahora, escucha, observa,
pregunta, fíjate en lo que te pasa, déjate cono-
cer, solicitar, responder y sabrás, sabrás lo que
DE ESTAR EN LA
hay que saber; ellos te van a ayudar, contá con
ellos. Jamás olvidé este aprendizaje visceral, pero
EXISTENCIA. por un tiempo el "saber académico", el discur-
so deiáíTáulas y los pretendidos conocedores
ME APASIONA me alejó de esta experiencia. Cuando unos años
más tarde descubrí a Rogers y la ACP, volví a
INTENTAR quedarme, había encontrado nuestro lugar y mi
lugar.
ESTE MODO
—Hablaste de tu descubrimiento de
Rogers y el ACP ¿Cómo fue?
DE VIVIR Y
—El primer contacto fue en la universidad,
TRABAIAR Y DE con la lectura de "Hablando personalmente",
capítulo inicial de El proceso de convertirse en
GANARME LA persona, que por entonces no estaba traducido
al castellano: llegó a mis manos, tocó mi cora-
zón y me abrió la cabeza. Fue un auténtico en-
VIDA AL QUE
cuentro personal, y marcó mi vida para siem-
pre. No se parecía en nada al estilo académico
LLAMAMOS reinante: se expresaba como una persona, com-
partiendo humildemente experiencias a las que
ACERCAMIENTO consideraba como su guía más confiable. Y se
dirigía a mí como a otra persona, rescatándome
CENTRADO EN del mero rol de "estudiante", me devolvía a mí
mismo en esa relación persona a persona. Ese
LA PERSONA. hombre me escuchaba, expresaba experiencias
vividas por mí, sentía, pensaba, conocía mi mun-
do, entraba en él y me invitaba a compartir el
suyo. Nos acercábamos, de centro a centro, cru-
zábamos fronteras, construíamos puentes y yo
participaba en su aventura, que también era la
mía. Y decía cosas como: "Comprender es peli-
groso, puedes cambiar por esta comprensión";
"soy más efectivo cuando puedo ser yo mismo y
puedo escucharme aceptándome"; "me gusta-
ría reducir las barreras entre los otros y yo";
 ACERCAMIENTO
TRANSFORMACIÓN
"cuando más me abro hacia las realidades mías
y de la otra persona, menos deseo 'arreglar las
cosas'; "puedo confiar en mi experiencia".
Y ahí quedó claro en la experiencia lo que
luego fue aclarándose también en la reflexión: el
modo de hacer es estar y ser, el hacer es expre-
sión de la presencia, y la ayuda no se da ni se
recibe, a la ayuda se asiste. De modo que, al
encontrarme con Rogers, me encontré con el
ACP y conmigo mismo
—¿Y qué haces en la consulta?
—A modo de acercamiento, diría que mi
"hacer" es más bien un "no hacer", es acción y
suscita efectos en mi consultante y en la rela-
ción. Pero no la experimento como pensada y
dirigida a un objeto con la intención de produ-
cir un cambio en el consultante. Surge de otro
modo, viene por sí misma del total de la situa-
ción, y de mi organismo más que de mi mente;
es acción y no reacción, brota de mi experiencia
del estar junto al otro. Se trata más bien de ser,
de ser parte de lo que ahí pasa próximo al otro,
todo lo cerca que nos permitamos, todo lo pre-
sentes que podamos vivirnos. Me dispongo a es-
tar en copresencia, a dejarme ser escucha in-
condicional, sin interponer referencia, compa-
ración, juicios, presupuestos, calificativos, de-
beres, y a aceptar mi dificultad para ello si ése es
el caso, y aprovecharla para comprender qué
sucede en y entre nosotros, según las formas en
que recíprocamente afectamos nuestras expe-
riencias y despertamos resonancias.
Me ocupo e intereso, no de la conducta por
sí misma, sino en cuanto manifestación de la
experiencia. Procuro que vayamos haciendo
lugar a todo lo que se presenta, vaciando, des-
prendiendo lo que sobra. Sin interferir, con con-
fianza en que llegaremos a puerto, o sea a puer-
tas. Y le ofrezco todo lo que me parezca y acepte
para que pueda "ser su experiencia" aquí, con-
migo, vivirla, aceptarla, comprenderla, expre-
sarla de la forma más libre posible.
—Entonces, ¿te llamarías "roge-
riano"?
—Rogers era él mismo, aunque influido por
muchas presencias. No alentaba que fuéramos
repetidores: él no lo era. Sabía que lo mejor y lo
único que podemos ser es ir siendo quienes
somos, irnos descubriendo, creando, constru-
yendo, guiados por nuestra experiencia perso-
nal. Él nos mostró su experiencia, nos abrió a
las preguntas y compartió sus respuestas. Dejó
huellas, y nosotros -para ser fieles a nosotros
mismos y a su trayectoria- hemos de ir más allá
de esas huellas. Eso es la vida: transformación,
creación, destrucción. No soy rogeriano, pero
el ACP es una forma de caminar afín a lo que soy
y camino con ella, haciendo mis aportes y reci-
biendo los de otras personas en afinidad y reso-
FACILITAR LA
nancia. Eduardo Galeano nos cuenta una histo-
INTEGRIDAD
ria: el maestro alfarero, al retirarse, regala su
mejor pieza al discípulo. Este la recibe, la rompe
y, tomando los pedazos, los incorpora a su pro-
PERSONAL
pio barro, a su propia obra.
ES NUESTRA —Tal como hizo Rogers...
—Claro, él no copió a nadie: se hizo unas
TAREA; SI NO, preguntas y se lanzó a contestarlas, investigación
y observación mediante. Se preguntó algo ob-
ESTAMOS HA- jáo: ¿qué tienen en común las personas que son
percibidas como eficaces, capaces de ayudar?
CIENDO ¿Cuáles son los componentes, el clima que pro-
picia la transformación? ¿De qué modo pode-
OTRA COSA mos ser de ayuda? Yo sigo ocupándome tam-
bién de esta cuestión, que no es la de quiénes
—Y PODEMOS
ayudan sino la de cómo es que la ayuda sucede.
Dicen en el zen que "cuando el dedo apunta a la
luna es estúpido mirar el dedo". Rogers es el
HACER OTRA
dedo, señala la dirección, el movimiento hacia
lo que está y es: la persona en relación, ese fluir,
COSA, SÓLO
ese curso, la vida hecha carne en la persona
como libertad, presencia, apertura, contacto.
QUE NO
Yo aprendí que si puedo ser plena escucha,
tal vez no hay nada más que hacer. No hay
DEBEMOS
transformación sin atención - comprensión -
contemplación - constatación espontánea y
INFUNDIRLAS-.
plena, sin ver y escuchar originalmente,
inocentemente, novedosamente, descondicio-
nadamente. No hay transformación sin vivir la
presencia de lo que ahora somos y cómo
estamos, sin experimentar el contacto genuino,
sin confiar activamente en el poder transfor-
mativo de la existencia.
—¿Counseling y Enfoque o ACP son
lo mismo?
—El counseling es un abanico de prácticas
y modalidades. De modo que son posibles tan-
tas modalidades de counseling como escuelas y
teorías existen en psicología, además de los mar-
cos filosóficos inherentes a cada teoría. Existe
counseling de orientación conductista, sistémi-
co, psicoanalítico, cognitivista, etc. Este panora-
ma no es todavía muy visible en Argentina pero
sí en Estados Unidos y Europa, lugares desde los
cuales se extendió hasta el resto del mundo.
Otra cosa: fuera de nuestro país, el counseling
no se identifica, como aquí, casi exclusivamente
con la consulta individual y el desarrollo perso-
nal. Tiene mucho campo de acción en el ámbito
educacional, empresarial, recreacional, etc.,
donde confluye con la labor de otros profesio-
nales como los psicólogos que no hacen clínica
ni psicoterapia, y que están habilitados para ello
por formación, interés y marco legal. Por mo-
mentos es muy difícil establecer una línea diviso-
ria entre actividades profesionales cuyos oríge-
nes son cercanos. Aparecerá más nítida allí don-
de esté la capacitación más adecuada, el desem-
peño más eficaz en la tarea, y una integridad
personal más plena.
Ahora bien, el ACP es otra cosa. Se puede
hacer educación, medicina, abogacía, servicio
social, counseling, psicoterapia, con una filoso-
fía y una actitud centrada en la persona. El
counseling es una de las formas posibles de prac-
ticar el ACE Existen personas en el ambiente del
counseling que dicen trabajar con una modali-
dad centrada en la persona, pero que, según mi
parecer, están haciendo otra cosa. Más allá de
los títulos y las certificaciones académicas, de las
teorías y técnicas, y sobre todo en el caso del
ECP, lo decisivo pasa - e n consonancia con la
investigación de Rogers- por otro lado: la mag-
nitud de la transformación personal, y por tanto
la experiencia real y no imaginaria de las actitu-
des básicas en la relación consigo mismo y con
el otro. De modo que cuando los counselors
emplean nociones de empatia, congruencia,
aceptación, confianza en la tendencia actualizante
y otros desarrollos afines, no están describien-
do el "counseling" a secas, están describiendo
una modalidad de counseling heredera de la
tradición proveniente del ACR
—¿ ECP es un recurso para llevar
adelante un proceso?
—No. Si afirmáramos que el ECP es un re- .
curso utilizado entre otros posibles, según la
ocasión, no hemos comprendido qué es el ECR
No es algo que podamos usar o descartar, no es
un recurso, es un curso que se sigue, en el que
se está y se navega, en el que se participa, por el
que se viaja. Es un moverse de cierta manera, un
transcurrir, una dirección en la que se transita:
la de la transformación. Un recurso es algo que
se utiliza con un fin, un curso es aquello de lo
EL ACP ES que se es parte, en lo que ponemos nuestro ser
y capacidades, es un compromiso, una entrega
OFRECIMIENTO, que va creando su propio rumbo y objetivos, es
lo que posibilita y da sentido a los recursos, vol-
viéndolos eficaces y no al revés. Plantear el ACP
ES UNA
como recurso es situarnos en el discurso
tecnocrático y servir a sus fines, que no son los
PRESENCIA
nuestros: facilitar la integridad personal es nues-
tra tarea; si no, estamos haciendo otra cosa -y
LIBRE Y podemos hacer otra cosa, sólo que no debemos
confundirlas-.
CREATIVA QUE,
El ACP, aunque transformable, es una moda-
lidad completa en sí misma y va generando sus
MÁS QUE
propios recursos.
BUSCAR UN —¿Y "alcanza"?
—Si alcanzar es producir cambios de con-
RESULTADO
ducta, no. No alcanza porque no los busca: los
recibe, los acoge cuando vienen desde ese cur-
CONOCIDO, SE
so que juntos recorremos con el consultante. El
ACP claramente no es una receta o conjunto de
ABRE A LA recetas: es ofrecimiento, es una presencia libre y
creativa que, más que buscar un resultado co-
PRESENTACIÓN nocido, se abre a la presentación de lo desco-
nocido en lo conocido. Y ciertamente el mejor
DE LO recurso en este curso es la persona íntegra del
consultor, la del consultante y la transformación
DESCONOCIDO que toma lugar en ellos y entre ellos.
Finalmente, no podemos empujar o asegu-
EN LO rar un proceso, podemos no interferirlo al par-
ticipar abierta y honestamente en él y ponernos
CONOCIDO. a su servicio. Entonces ese curso nos utilizará
como sus recursos vivientes y creativos.
—¿Cuál es, entonces, el lugar de las
técnicas en esta aproximación?
—En la consulta centrada en la persona no
sólo desplegamos modalidades de operatoria
técnica, sino que lo hacemos con un sentido
muy preciso. No para alcanzar fines predetermi-
nados, no para decodificar verdades latentes o
ajustar conductas inadecuadas. Nuestra concep-
ción de la vida como dinámica autogenerativa,
autoorganizativa es diferente del envejecido pa-
radigma mecanicista-objetivista-determinista,
con su modelo de causalidad lineal. Nos intere-
sa una modalidad de intervención por resonan-
cia, a la manera de un acoplamiento o asocia-
ción rítmica que no busca suscitar un cambio,
porque el cambio, o mejor la transformación ya
está disponible, está ahí pero bloqueada. Nues-
tra intervención quiere facilitar, colaborando
en retirar las barreras que impiden la acción
organísmica espontánea, la expresión íntegra,
congruente y característicamente personal. Por
todo ello nos interesa la utilización de la técnica
como posibilidad expresiva, amplificadora,
comunicadora de la experiencia vivida en el aquí
y ahora del encuentro. Nos interesa la técnica
como expresión de las actitudes vividas en la
relación tanto por el consultante como por el
consultor. No nos interesa un "hacer técnico"
para modificar otro hacer considerado inade-
cuado, o peor aún, para modificar un ser "falla-
do" al que habría que reparar mecánicamente,
sino dejar lugar al ser que pueda expresarse en
un accionar, en un hacer, según sus propias di-
recciones. En el ACP existe un modo muy preci-
so y eficaz de operar de acuerdo con estas pre-
ferencias. Se llama reflejo.
—¿Cómo definirías el reflejo?
—Es escuchar lo que es, con interés, y afir-
marlo como experiencia vivida. Recordaría lo
que dice M. Kinget: el propósito de nuestra inter-
vención es operar como resonadores, partici-
pando de la experiencia inmediata vivida por el
consultante, y no más. La experiencia es un
"experiencing", ese flujo constante del cual sur-
gen en todo momento nuevas significaciones. Y
el reflejo es esa manera de no detener el flujo
sino de asociarnos con él, de estar en sincronía,
en resonancia con el fluir que el otro es a cada
instante y que nosotros también somos.
Es una modalidad muy sencilla, que en ma-
nos virtuosas puede operar milagros porque no
atenta contra el milagro que la vida es en ese
preciso instante. De la guitarra de un músico
verdaderamente entregado no ya a "tocar" mú-
sica, sino a convertirse en, a "ser" música, brota
la maravilla que nos compromete y alcanza la
totalidad de nuestro ser. De la guitarra de quien
no se entrega salen ruidos o interferencias. No
hay presencia: hay abstención, ausencia. Se oye
mucho hablar del reflejo como si fuera un rete-
nerse, un frenarse, un inhibirse, un callarse, en
la suposición de que si el consultor se calla el
consultante lo seguirá en ese callarse y no se
entregará. Esto viene de malentender lo que es
la aceptación o validación incondicional, la cual,
primeramente, no se refiere a la conducta sino a
la experiencia, y luego no consiste en una nega-
SE TRATA MÁS ción para que pase algo que "debiera pasar",
sino en la más estricta afirmación de lo que es y
BIEN DE SER, lo que pasa, con su propia movilidad trans-
formativa. No se trata, pues, de callarse, se trata
de algo muy diferente: de estar en el silencio,
DE SER PARTE
vacío de juicio, comparaciones, referencias, fi-
nalidades, expectativas, de todo ese parloteo que
DE LO QUE
constituye normalmente la actividad del Yo, del
sí mismo, del controlador que se aparta de la
AHÍ PASA experiencia para consolidar una imagen fija de
nuestro ser móvil.
PRÓXIMO AL
Por todo esto, es absurdo proponerse "ha-
OTRO, TODO
cerle reflejos" al consultante: dejemos que se
manifieste con el brillo u opacidad que su expe-
riencia tenga, y dejemos que, en nosotros, nues-
LO CERCA
tra experiencia de estar con él nos haga saber
qué está pasando ahora, aquí, y compartamos
QUE NOS sin miedo esto con él. De lo contrario, la preten-
sión de reflejar no es otra cosa que hacer violen-
PERMITAMOS, cia en nuestra experiencia primero, y en la del
consultante después: exactamente lo opuesto del
TODO LO respeto genuino que declaramos considerar.
Esto mismo hizo que Rogers dejara de hablar
PRESENTES QUE sobre el reflejo y las técnicas para enfatizar la im-
portancia de las actitudes vividas en la relación.
PODAMOS Sucedió cuando quisieron imitarlo, repetir la cas-
cara de la fruta sin tener jugo dentro y, como
consecuencia, el proceso se detenía, la ayuda
VIVIRNOS.
no fluía, siendo que este es justamente el sufri-
miento del consultante: la congelación y
detenimiento de su existir como flujo transfor-
mativo.
No podemos hacer reflejos, sino hacemos
reflejo, volvernos reflejo al soltar ese espejo in-
completo de nosotros mismos, nuestra imagen,
nuestro Yo, y dejar de anteponerlo entre noso-
tros y el otro. Esa es nuestra transformación
personal, y el consultante puede ayudarnos
también, si nos abrimos a entrar en su expe-
riencia.
 —¿Cómo definirías ACP?
—Carl Rogers dijo alguna vez: "Es primera-
mente un modo de ser que encuentra su expre-
sión en actitudes y conductas que crean un cli-
ma promotor de crecimiento. Una filosofía bási-
ca, más que simplemente una técnica o método.
Cuando esta filosofía es vivida ayuda a la perso-
na a expandir el desarrollo de sus capacidades.
Si el terapeuta vive estas condiciones en la rela-
ción, deviene un compañero del cliente en su
viaje al corazón de sí mismo". Es un acercamien-
to, un aproximarnos, un aprojimarnos, un vol-
vernos próximos-prójimos, un volvernos únicos,
propios y disfrutar de esto, para lo cual necesa-
riamente nos necesitamos unos a otros, dado
que es en la reciprocidad interpersonal y con la
totalidad del mundo donde podemos caracteri-
zarnos y enriquecernos y descubrir nuestro ser.
En inglés, to approach es "ir hacia", moverse en
dirección hacia, acercarse, sin pretender ago-
tar, cerrar un suceso, una cuestión, y es un ir
siendo parte de eso a lo que nos acercamos para
captarlo o vivirlo desde cerca, desde adentro.
Lo más verdadero que nos es posible es este
ir yendo, este estar siendo, este seguir fluyendo
como la experiencia misma. Y esta es la filosofía
en Rogers y el ACP, porque -aprovechemos para
decirlo-, si bien no es un "sistema filosófico",
es, como el taoísmo, una sabiduría en movimien-
to, y es filosofía como amor a la sabiduría, o
sabiduría que es amor y no acumulación de co-
nocimientos. Es la sabiduría de poder ser parte
del flujo transformativo de la existencia, sin re-
sistirla, y sí, en cambio existiéndola.
Podemos ya ir soltando aquella filosofía-psi-
cología del sujeto-yo-sí mismo como centro del
mundo y pretensión codiciosa de dominio y con-
trol. Porque ella y no otra cosa es lo que se opo-
ne en nosotros y nos impide "aceptar", "com-
prender empáticamente", "ser congruentes" y
"confiar en la tendencia transformativa".
La filosofía y la teoría centrada en la persona,
no es entonces una teoría y pensar de las sustan-
cias fijas y objetivas, como estamos acostumbra-
dos a concebir el mundo y a nosotros. No es
pretensión de explicar objetivamente y desde
afuera: es intención, e intención de implicarnos,
de darnos cuenta de nuestro propio ser en el
mundo y de nuestro estar como presencia, an-
tes de toda juiciación y prejuiciación. Es la in-
condicional afirmación de que el acto de existir
es acto de presencia incondicional.
El ACP para mí es una filosofía radical, sub-
versiva y conversiva. Propone librarnos del pre-
juicio mayor, el más obvio y por eso más
fundante: la creencia de que somos ese revoltijo
ruidoso y parloteante de toda clase de creen-
N O HAY
cias, mandatos y deberes sobre lo que se debe
ser para que este "orden" mundial pueda se-
TRANSFORMACIÓN
guir ahogándonos y que en nuestra "intimidad"
solemos llamar "yo mismo".
SIN VIVIR LA
El ACP nos ofrece condiciones-descondicio-
PRESENCIA DE nantes para centrarnos como personas, es de-
cir, como resonancias del ser, que es lo que es, o
LO QUE AHORA sea transformación. Y esta es la afirmación bá-
sica y el pilar que sostiene todas las construccio-
nes del ACP, y fuera de la cual ninguna tiene sen-
SOMOS Y CÓMO
tido, ni las actitudes ni el reflejo, ni nada. La afir-
mación es: "Podemos confiar, podemos en-
ESTAMOS, SIN
tregamos (no "creer en", no "tener fe en") a lo
que somos, porque no somos esto o aquello,
EXPERIMENTAR no debemos ser así o asá; antes de todo ese rui-
do, está la tranquilidad. Somos, ya estamos
EL CONTACTO aquí, no tenemos que ir a ninguna parte ni ser
otros, porque lo que somos no podemos dejar
GENUINO, SIN de serlo, a menos que querramos la locura y la
normalidad. Somos, ¿qué somos?, ¿quiénes so-
CONFIAR mos? Personas, ¿y eso? Es sonido, vibración,
energía, resonancia del ser incondicional, cuya
manifestación es ser transformación, eterna
ACTIVAMENTE EN
(intemporal) creación, construcción y decons-
trucción de formas que contiene ahí mismo su
EL PODER
propia significación. No hay la forma final, apro-
bada, concluyeme, última. La existencia es, y es
TRANSFORMATIVO
ahora, pero es in-finita, ahí esta la plenitud, ya
hemos llegado a casa, ahora descansemos, aflo-
DE LA jemos, no es necesario forzar. Somos fuerza,
poder (no omnipotencia ni impotencia de pe-
EXISTENCIA. queños yoes individuales, grupales o de corpo-
raciones): somos poder, capacidad de afirma-
ción, de realización, de expresión (de ex -pri-
sión). Somos libertad, creatividad, somos vida
junto a toda forma de vida.
El ACP, y toda práctica que lo encarne
-counseling, psicoterapia, facilitación grupal,
etc.- es, entonces, centrarse en la transforma-
ción. Y es, si se quiere, una descripción trans-
personal, de la experiencia de ser personas. •
¿Qué es el Focusing
para vos?
POR
Durante el 14° Congreso de Focusing
realizado en California, en mayo
de este año, formulé esta pregunta
a diferentes colegas. A continuación
transcribo algunas de las respuestas:
Eugene Gendlin, filósofo y
precursor de la Psicología
Experiencial, cuenta en uno
de sus artículos que él era un
estudiante ávido de desarro-
llar "un método para comu-
nicarse tanto con la gente
religiosa como con la atea,
tanto con conductistas co-
mo con freudianos". De
joven, ya estaba pregun-
tándose acerca de la cons-
trucción de significado y la
creación de las experiencias
significativas.
En esa búsqueda se en-
contró, en la Universidad de
Chicago, con algunos artícu-
los de Carl Rogers sobre las
emociones y la empatia.
Intuyó enseguida sus conse-
cuencias: ¡los rogerianos no
imponían interpretaciones!
Fue así como se convirtió en
discípulo y luego colabora-
dor de Carl Rogers. Allí mis-
mo empezó a reformular la
teoría rogeriana y a concre-
tar cada vez más su propio
método: el Focusing.
Focusing es el resultado
de muchos años de investi-
gación científica fundada en
la filosofía fenomenológica
y en la psicología huma-
ELENA FREZZA.
nística, especialmente en el
Enfoque Centrado en la Per-
sona.
Las actitudes planteadas
por Rogers son replanteadas
por Gendlin. Crea un proce-
so, decodificando pasos muy
específicos que nos permiten
acceder a una sensación físi-
camente sentida (feltsense),
anterior a las palabras, pen-
samientos y conceptos, a tra-
vés de la cual nos conecta-
mos con un lugar de sabidu-
ría experiencial. Desde allí sur-
ge la dirección adecuada
para la resolución de nues-
Windy: Generalmente digo que es una téc-
nica a las personas que no lo conocen, por
falta de una palabra mejor, pero para mí es
más. Es una manera de vivir, una manera de
ser. Como un chequeo interno cotidiano,
como un permanecer con la sensación senti-
da por algunos minutos cada día, o el tiem-
po necesario para poder darme cuenta cómo
me siento desde adentro.
Nuestra sociedad, especialmente aquí en
EEUU nos dice: "no prestes atención" a cómo
te sentís, toma esta pastilla o hace esto o
aquello y se te va a pasar" pero sabemos
que no se va a pasar, la tarjeta se sigue car-
gando...
Windy Child USA Counselor deportólogo.
Heleen: Para mí, Focusing es realmente
poder acceder a tu self más profundo, que
tros conflictos o situaciones
vitales no resueltas, la explo-
ración y el descubrimiento de
uno mismo.
Gendlin nos dice: "Focus-
ing es una vía directa de ac-
ceso a un nivel corporal más
profundo de 'experiencia im-
plícita', no descubierta por
la mayoría de las perso-
nas".
Con Focusing sentimos
que vivimos y hablamos des-
de una profundidad que va
más allá de lo ya conocido,
de lo que ya sabemos. Los
pasos de pensamientos o ac-
ciones que necesitamos to-
mar en cualquier situación
nos sorprenden cuando los
dejamos surgir desde esta
"fuente superior".
Al conectarnos con "este
lugar", el despliegue de la
persona —la tendencia
actualizante— se hace visible,
palpable en el aquí y el aho-
ra, surgiendo ante los pro-
pios ojos.
A través del Focusing,
Gendlin nos muestra
"cómo". •
Clor. Elena Frezza.
atesoras en tu cuerpo. Y permanecer con las
preguntas dirigidas a " e l " más que a la
mente; desde " é l " realmente surge tu
verdadera naturaleza, sin los censores
internos que tu mente utiliza. Creo que el
cuerpo es nuestra fuente más antigua e
instintiva. Cuando podemos acceder a su in-
terior y preguntarle, nunca miente y nos da
muchos mensajes sobre nuestra verdad
esencial (o nuestra propia verdad interior).
Heleen Brenner PhD. USA. (Psicóloga)
Larry: Focusing para mí es realmente
fascinante, porque te lleva a conectarte con
un conocimiento dentro de tí anterior a las
palabras. Existe una conciencia y un darse
cuenta, y ese darse cuenta tiene una
inteligencia en sí mismo, diferente a tu
inteligencia normal, que no es interferida por
palabras. Por eso, Focusing es algo mara-
villoso para mí, ya que me conecta con lo
más verdadero de mi ser, mi experiencia direc-
ta de la vida, y eso sana. Desde ese lugar
muchas heridas pueden ser sanadas, que no
podrían sanarse de ninguna otra forma.
Larry Letich PhD. USA.
Jane: Focusing ha sido una manera de
conectarme con la verdad de quién soy.
De explorarme profundamente y honrar mi
totalidad sosteniéndola en esa luz; y cuando
logro hacerlo toca mi naturaleza divina y me
permite vivir conectada a mi alma, a la
travesía de mi alma. Así que Focusing es el
trabajo fundante de todos mis trabajos en el
mundo porque permite "todo". Cuando
enseño Focusing les digo a mis alumnos que
miren a la naturaleza como el espejo, nunca
juzgamos a la naturaleza, tenemos lluvia,
tenemos nieve, tenemos viento, días nublados
o de sol y recibimos "todo", posiblemente
nos guste más el sol, pero necesitamos la
lluvia para nutrir la tierra. Bueno, nuestra
naturaleza emocional es como la naturaleza
por lo tanto necesitamos poder acompañar
todas nuestras partes para poder ser
realmente un "todo". Focusing me enseñó
cómo hacerlo sin juzgar ninguna parte de mí
que surge.
Jane Bell PhD.Counselor.
Mako: Mi inglés no es muy bueno, trataré de
contestarte. Comencé con Focusing con el
objetivo de entrenarme como counselor, pero
desde el primer workshop me di cuenta de
que no solamente era para mi vida profesio-
nal sino también para mi vida personal. Así
que continué estudiando y aprendiendo más
y comencé nuestra propia comunidad en
Japón, la llamamos en japonés "Yamatomla"
(Big Harmony in a relationship) que significa
"Gran armonía en la relación". Me ayuda
mucho, el grupo en sí mismo es una gran
contención para mí; y como counselor, Fo-
cusing hace la diferencia.
Mako Hikasa (Japón)Counselor.
Roberto: Focusing para mí es una manera
de ser con los otros y conmigo, es excitante,
fértil y MAS...
Elena: Si se lo tuvieses que presentar a los
counselors o a un terapeuta en cuanto a cómo
podría realzar o aportar a su profesión : ¿Qué
les dirías?
Roberto: Les diría que Focusing comienza
cuando estar centrado u orientado a los
sentimientos termina, y va más allá... también
diría que es tu mejor amigo como terapeuta
y tu mejor amigo como consultante.
Robert Lee PhD.Costa Rica. Psicoterapeuta.
Elena: Gene, querrías incluirte en esta
entrevista y decirme qué es Focusing para vos?.
Gene: Sí, claro, es pasar un tiempo con algo
físicamente sentido pero poco claro y que
tiene que ver con algo en tu vida. Se siente
difuso u opaco pero en realidad es una puerta.
Eugene T. Gendlin PhD.
¿Y para vos, Elena, me preguntaron,
qué es el Focusing para vos?
Elena: Focusing me muestra de una manera
suave y amorosa el "cómo" llegar al núcleo
de mi experiencia interior, zambulléndome
en lo intrincado de mi existencia y poder ser
más enteramente quien soy conmigo misma
y con los otros.
Focunsing me abre el umbral de la "Creación"
donde puedo tocar lo "Divino" en mí
nutriendo mi alma con "su" amor.
Me permite encontrar y aceptar los lugares
más oscuros, escondidos, doloridos o aban-
donados dentro de mí, esos lugares que creo
a veces que nunca van a cambiar, sabiendo
que puedo transitarlos sin miedo ya que en
ellos está la llave de su verdad, abriendo puer-
tas, iluminando mi camino, a veces sin darme
cuenta.
En cuanto a mi profesión, no me puedo pensar
como counselor sin Focusing, sería imposible
para mí estar plenamente presente en la
relación. No lo puedo evitar, Focusing siempre
aparece para ambos, siempre presente,
ofreciéndonos él "COMO" acercarnos a lo
implícito de nuestra experiencia.*
 Focusing Institute
ARGENTINA
Avalado por The Focusing Institute New York

DIRECTORA:

Clr. Elena Frezza

INTRODUCTORA REPRESENTANTE DE FDCUSING EN ARGENTINA

Clr. Dolores Achával Rodríguez Clr. Paula Travaglini

CERTIFIED TRAINER CERTIFIED TRAINER

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diferentes áreas como "Focusing y el Niño Interior",
"Focusing y Miedos", "Focusing y Traumas", "Focusing y Sueños",
"Focusing y Hakomi","FOCUSING"...

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Sábado 2 de noviembre 10.00 hs a 19.30 hs.

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Comienza nuevamente este ciclo de práctica gratuita para estudiantes y egresados de
Focusing a partir del Segundo Nivel.
Jueves de 13.00 hs. a 15.00 hs.
Coordinado por: Clr. Lily Crespo

• Espacio de Supervisión
Miércoles de 15.30 hs.a 17,30 hs.
Coordinado por Clr. Elena Frezza y Clr. Dolores Achaval

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6 al 12 de Noviembre de 2002
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y nos adentramos en la filosofía y práctica del
Budismo Zen compartiendo lecturas y
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Dirección: Counselors Elena Frezza - MarthaVan Rafelghem
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 CELEBRACIÓN
Nada sé de tí, sólo que eres...
Momento a momento creo descubrir lo misterioso,
tu trama oculta,
el pequeño gran mundo detrás de tus palabras.
Sigo el movimiento, es como una danza,
por momentos juntos, en otros te miro,
y trato de sentir aquello que te impulsa.
Describo simplemente,te cuento lo que veo,
sé que hay mucho más de lo que miro.
Sobrevuelo en tu presencia para ampliar mi perspectiva.
Me dejo atravesar por mis imágenes,
las dejo entretejerse con las tuyas.
Me dejo impresionar por tu persona,
tus historias, tus dolores y tus sueños.
Trato de adivinarte ahí donde el silencio
se adueña de tu luz y te ensombrece,
y también allí donde súbitamente te ilumina.
Modelamos nuestro encuentro como en arcilla blanda,
ambos somos en contacto.
El uno con el otro nos vamos construyendo...
Tú ya eres parte de mí, y yo también soy parte de tu historia.
¿Qué es de quien? No lo sabremos...
y lo mejor es que no importa.
Me cuentas de tí, y yo me transformo
en relator de aquello que se devela ante mis ojos.
En el próximo
Soy el espejo, que en el espejo te permite ver tu espalda,
número
aquello que sólo un otro, en su sostén,
de HACHE:
puede ayudar a descubrir.
EL TRABAJO Y tengo el privilegio de transformarme en tu asistente.
CON SUEÑOS Estoy ahí cuando aparece en tu mirada
DESDE EL E.C.P. la chispeante alegría de tu reencuentro contigo.
por Graciela Tierno Soy testigo del derrumbe
de prejuicios que te ataban a alto precio.
EL SUFRIMIENTO, Puedo oler tu nuevo perfume a libertad...
TAREA DEL Siento latir tu ser cuando renaces,
COUNSELOR
después de alguna de tus tantas muertes.
por Manuel Artiles
Puedo escuchar tu ser salvaje, liberado en tu interior,
APORTAJE II PARTE
gozar en sus praderas.
por Luis De Nicola Y cada encuentro será una ceremonia,
la gratitud asistirá en silencio,
Recibimos tu mensaje y la celebración será una gloria.
pa>a inaugurar
el correo de lectores. MIRTA DELUCA