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2.

Características de la Relación de Ayuda

Apunte Bárbara Okun1

Dentro de las relaciones de ayuda2 tenemos las Formales y las Informales:

Formales: Son aquellas en las que los papeles de persona que ayuda y persona que
recibe la ayuda están definidos en un contrato o por la posición que ocupa cada uno, y
en las que se sabe que el motivo de la relación es la facilitación específica de una ayuda.
Suelen tener lugar en un entorno institucional.

Informales: Tiene lugar cuando la ayuda es algo secundario ya sea informal o


formalmente: (director/empleado; amigo/amigo) Estas pueden tener lugar o darse en
cualquier sitio.

Distingue tres tipos de personas que comúnmente prestan ayuda:

1) Profesionales: Son especialistas que reciben una extensa formación


universitaria en el estudio de la conducta humana, aprenden estrategias aplicadas
de ayuda y realizan prácticas clínicas supervisadas de ayuda a individuos,
familias y grupos.
2) Trabajadores de los Servicios Sociales (sin formación profesional):
Suelen recibir una formación especializada en relaciones personales a un nivel
preuniversitario y suelen formar equipo con profesionales o tener acceso a ellos
para consultas y supervisiones.
3) Personas no Profesionales: Personas que ofrecen su ayuda a los demás a
pesar de no ser profesionales de la ayuda. Aunque lo más probable es que no
hayan recibido una educación formal respecto a como ayudar, es posible que
asistan de vez en cuando a seminarios sobre los servicios de asesoramiento en
relaciones personales.

El denominador común de estos tres tipos de ayudadores es que todos deben usar con
eficacia las habilidades de comunicación para iniciar y desarrollar las relaciones de
ayuda que establecen. Deben aplicar ciertas estrategias de comunicación y, dichas
estrategias o aplicación de las mismas, requiere una formación y experiencia formales;
dicho de otro modo, las habilidades básicas de comunicación que estudian los
profesionales son necesarias para establecer relaciones de ayuda, formales e informales.

1
“Ayudar de Forma Efectiva. Counseling” Okun, Bárbara F. Barcelona, Edit. Paidós 2001. Págs.
25 a 30; 45 a 51 y 59 a 74.
2
Relación de Ayuda: Vínculo profesional, en donde una de las partes (consultante) demanda un
pedido de solución a y/o alguna problemática por parte de otra parte que se supone preparada (consultor)
para satisfacer ese pedido.

1
El propósito de una relación de ayuda es satisfacer las necesidades de la persona que ha
acudido en busca de ayuda, no las de quien la proporciona. Las personas que ayudan
asesoran y apoyan a otras personas para que puedan enfrentarse a sus problemas a través
de la exploración, la comprensión y la acción. En una relación de ayuda no se le hace
algo a otra persona para convertirle en alguien mejor; se trabaja de manera conjunta en
la búsqueda de la mejor solución y, si es posible, su puesta en práctica.

Por lo tanto, una Relación de Ayuda beneficiosa es un proceso de aprendizaje


conjunto en el que participan la persona que recibe la ayuda y otra u otras personas. La
eficacia de dicha relación depende de la habilidad de la persona que ayuda para:

1) Comunicar su comprensión de las emociones, la visión del mundo y el


comportamiento de la persona que recibe la ayuda.
2) Determinar y definir el problema.
3) Aplicar estrategias de ayuda apropiadas para facilitar la exploración y la
comprensión de sí mismo, la resolución de problemas y la toma de
decisiones del cliente o consultante.

Una relación de ayuda se realiza en un clima de:

 Confianza3
 Empatía
 Autenticidad
 Preocupación y Cuidado
 Respeto
 Tolerancia
 Aceptación
 Sinceridad
 Compromiso con la relación y la dependencia debida

La persona que ayuda y la que recibe la ayuda mantienen siempre una comunicación
recíproca. Entran en relación con una serie de actitudes, necesidades, valores, creencias
y expectativas. La persona que proporciona la ayuda puede comunicar su sinceridad,
empatía, ausencias de juicio de valor y tolerancia para reducir las posibilidades de
resultados adversos, sobre todo, cuando estas características sean distintas a las del
consultante. La relación de ayuda recibe influencias de los contextos en los que se
establece: socioculturales, políticos, económicos u organizacionales.

Comunicación Eficaz

Un requisito indispensable para la relación de ayuda es el de una Comunicación


Eficaz y Empática. Para ayudar debemos ser capaces de:

1) Entender la Preocupación del Consultante


2) Comunicar nuestras Emociones y Pensamientos

3
Confianza: Se establece cuando un individuo percibe y cree que la otra persona no va a engañarle ni a
hacerle ningún daño.

2
Estos dos procesos4 dependen de nuestra capacidad de comunicarnos. La
comunicación es nuestra capacidad para escuchar, prestar atención, percibir y responder
de manera verbal y no verbal a una persona de tal modo que le demostremos que le
estamos prestando atención, escuchando y entendiendo de manera adecuada. Uno de los
problemas fundamentales de quienes buscan ayuda profesional es su incapacidad para
reconocer y comunicar sus problemas o preocupaciones. Una buena comunicación
verbal y no verbal es esencial para las etapas del proceso de ayuda. Por lo tanto, es
necesario fijarse detenidamente en el proceso de comunicación que tiene lugar
dentro de las relaciones de ayuda, en las conductas que fomentan y dificultan la
comunicación.

Conductas en una Relación de Ayuda Eficaz


(Los consultores comunicaban al consultante)
(Ver tabla 2.1 del apunte Pág. 50)

 Escucha y Atención
 Comunicación Empática
 Ánimo y Apoyo
 Sinceridad
 Preocupación
 Fuerza y Aceptación Incondicional

Estas conductas les sirven de ayuda a los clientes porque les hacen sentirse valorados
como personas y aceptados por otro ser humano (consultor), y por lo tanto, con permiso
para ser ellos mismo y explorar sus verdaderas preocupaciones.

Por otra parte están las conductas que no favorecen a una eficaz relación de ayuda.
Algunas de estas conductas son las siguientes:
(Ver tabla 2.1 del apunte Pág. 50)

 Falta de Atención
 Imposición de los valores y creencias de la persona que ayuda
 Juicios
 Actitudes Negativas: (“yo-se-lo-que-es-mejor-para-ti”; “yo-soy-mejor-que-tu”)

Estas conductas constituyen obstáculos porque ponen a las personas que reciben la
ayuda a la defensiva y les hacen sentir que tienen tan poco valor que su elección más
lógica será la evitación en lugar de las conductas de aproximación.

Apunte Jorge Andrés Kappel 5

Según Carl Rogers, la relación de ayuda es: “Toda relación en la que al menos una
de las partes intenta promover en el otro el desarrollo, la maduración y la capacidad de
funcionar mejor y enfrentar la vida de manera más adecuada. Unos de los participantes

4
Proceso: Secuencia de acontecimientos que tienen lugar a lo largo de un periodo de tiempo
determinado.
5
“Crear Salud o Curar Enfermedad”, Sánchez Bodas Andrés y Colaboradores. Buenos Aires,
Edit. HOLOS, 1993. Pag. 69 a 73. La Relación de Ayuda Psicológica como eje del Counseling, Jorge
Andrés Kappel.

3
intenta hacer surgir, de una o ambas partes, una mejor apreciación y expresión de los
recursos latentes del individuo, y un uso más funcional de estos”.

Para Jorge Kappel, la relación de ayuda es el eje de la tarea del counselor . La


relación de ayuda es personal e íntima. Implica un compromiso recíproco y se efectúa
con consentimiento mutuo de los participantes. En ella se expresa afecto; los
participantes revelan su YO siendo sensibles a las manifestaciones del otro. La
relación entre consultor-consultante, reduce la ansiedad que se genera como
consecuencia de las tensiones de la relación de ayuda. En el vínculo entre consultor-
consultante, actúan factores cognitivos (pensamiento, intelecto) y afectivos
(emociones).

De una relación de ayuda se excluyen la impostura, el engaño y la simulación .


En la relación de ayuda psicológica cada participante está afectado por la comunicación
verbal y no verbal del otro y también por su silencio.Los participantes se proponen ser
mutuamente honestos (intelectual y emocionalmente). Las personas se reconocen como
auténticas y dignas de fe. La comunicación y la interacción cognitiva y afectiva entre
consultante-consultor, sólo puede realizarse en un clima de confianza y en un marco de
libertad. La valoración, el reconocimiento, la confirmación y el éxito son necesarios
para cada miembro a fin de mantener una relación de ayuda que dé sus frutos; para lo
cual ambos trabajan en un esfuerzo cooperativo.

El objetivo de una relación de ayuda es el cambio. Cambio interno y externo


que se manifestará en el consultante a través de sus actitudes y la manera de
percibirse a sí mismo, a los otros y al mundo en general.

Apunte Patterson Lewis & Reynolds Welfel 6

Características de la Relación de Ayuda:

1) Comprensión del Comportamiento Humano: El Counselor debe tener un


profundo conocimiento y comprensión del comportamiento humano en su
contexto social y cultural.
2) Cambio en el Cliente: Ayudar al cliente para que adquiera esa clase de
cambio que él considere satisfactorio.
3) Calidad de la Relación: La calidad debe proveer un clima provocador de
cambio y desarrollo.
4) El Proceso: Movimiento secuencial hacia logros identificables.
5) La Autoexploración y la Autoconfrontación: El consultor debe facilitar,
interactuando con el cliente, la autoexploración y autoconfrontación que
provocarán el cambio.
6) La Experiencia de Intenso Trabajo: Para el counselor, la actividad
intelectual y la experiencia emocional, requieren una sostenida emergía. Lo

6
“Una Perspectiva sobre la Ayuda Efectiva” TRADUCCIÓN. Patterson Lewis E. y Reynolds
Welfel E. “The Counseling Process” Edit. Belmont, California. Books/Cole Publishimg Company.
1994. capítulo I.

4
mismo para el cliente que debe esforzarse por comprender lo difícil de
comprender, soportar la confusión, el conflicto, la incerteza, etc…
7) La Conducta Ética: Ejercer la labor de una forma ética según códigos
normados por las asociaciones profesionales pertinentes.

Apunte Bermejo José Carlos 7

La relación de ayuda está compuesta por diversos elementos:

1) Conjunto de conocimientos: Saber


2) Capacidad de utilizarlos en la práctica (destresas-habilidades): Saber Hacer
3) Actitudes que permitan establecer buenas relaciones humans con el que sufre:
Saber Ser

Concepto de la relación de ayuda:

Carl Rogers… Es aquella en la que uno de los participantes intenta hacer surgir, de
una o ambas partes, una mejor apreciación y expresión de los recursos latentes del
individuo y un uso más funcional de estos.

Georg Dietrich… La relación auxiliante busca crear un clima e iniciar un diálogo con
el sujeto que permita a éste aclararse sobre su propia persona y sus propios problemas;
liberarse y encontrar recursos para la solución de sus conflictos, y activar siempre su
propia iniciativa y responsabilidad.

Casera… Ayudar es promover un cambio constructivo en la mentalidad (reacciones


habituales) y en el comportamiento. Es la mentalidad la que condiciona la conducta.

Jesús Madrid Soriano… Facilitar el crecimiento de las capacidades secuestradas de


la persona en conflicto. El fundamento que sustenta toda Relación de Ayuda debe ser
una visión positiva de las capacidades de la persona para crecer y afrontar positivamente
sus conflictos. La relación de ayuda es una experiencia humana privilegiada que ofrece
el marco adecuado para facilitar el desarrollo de las capacidades bloqueadas.

Bermejo, para referirse a la Relación de Ayuda, utiliza la metáfora Caminar Juntos.


Caminar juntos expresa el lado arriesgado y la dimensión de CONFIANZA, de
PACTO y de GRATUIDAD. El acompañante y el acompañado escrutan o exploran
juntos los signos indicadores de la buena dirección, comparten las ansias y las
esperanzas. La relación de ayuda es elemento terapéutico y no es otra cosa que el
EJERCICIO DE LA PROPIA HUMANIDAD.

El Fundamento Metodológico de la relación de ayuda es la Reflexión sobre la


Experiencia (como fuente de aprendizaje).

7
“Apuntes de Relación de Ayuda” Bermejo José Carlos. Madrid. Cuadernos del centro de
humanización de la salud. 1995. Págs. 11 a 28.

5
Las Actitudes fundamentales de la relación de ayuda son la COMPRENSIÓN
EMPÁTICA; la CONSIDERACIÓN POSITIVA o ACEPTACIÓN
INCONDICIONAL y la AUTENTICIDAD o CONGRUENCIA.

Hipótesis general Rogeriana: Si puedo crear un cierto tipo de relación, la otra


persona descubrirá en sí misma su capacidad de utilizarla para su propia maduración y
de esa manera se producirá el cambio y el desarrollo individual.

Diferentes Estilos de Relación de Ayuda.


Hacia el Estilo Empático.

La relación de ayuda se configura a partir de dos elementos principales:

1) La Disposición del Ayudante: en este caso, la relación de ayuda,


puede estar centrada en el problema o en la persona:

a) Centrada en el Problema: El ayudante se identifica con la situación


presentada por el ayudado, sin tener en cuenta los aspectos subjetivos con
los que el problema es vivido por este.
b) Centrado en la Persona: El ayudante presta atención a la persona, al
modo como ésta vive el problema, toma en consideración al individuo en su
totalidad.

2) El Uso del Poder del Ayudante: La relación del ayudante-asesor,


puede ser directiva o facilitadora:

a) Directiva: El ayudante ejerce un poder que está fuera de la persona


ayudada (la propia competencia, el propio rol). El ayudante recurre a un
conjunto de comportamientos y técnicas que van en la línea de la
persuasión; propuesta de soluciones inmediatas, de juicios moralizantes,
reprimendas, manipulación, chantaje, culpabilización.
b) Facilitadora: El ayudante recurre al poder, a la autoridad, a los recursos
presentes en la persona ayudada. Tiende a hacer propuestas, dar sugerencias
e informar, proponer alternativas. Asumen importancia la escucha activa y
la comprensión.

Cuando las actitudes, directiva y facilitadora, se combinan con las centradas en la


persona y en el problema, se obtienen estilos de relaciones de ayuda, a saber:

1) Estilo Autoritario: El ayudante se centra en el problema del ayudado y quiere


ayudarle a resolverlo en forma directiva. Centrándose más en los propios
recursos que en los del ayudado. Relación de dominio-sumisión. La persona
ayudada es considerada como un ejecutor de un proyecto que posee bien claro el
ayudante.
2) Estilo democrático Cooperativo: Se centra en el problema del interlocutor o
ayudado, pero con una actitud facilitadora. El ayudante propone las soluciones,

6
acompañando al ayudado a encontrar alternativas válidas y animándose a utilizar
los propios recursos para lograr este fin.
3) Estilo Paternalista: Centrado en la persona. Implica un acercamiento al
ayudado, pero sin confiar en él. El ayudado se siente responsable de realizar la
salvación del otro. Ambos demuestran una atención sobre todo “a lo que yo
querría que tú fueras”.
4) Estilo Empático-Participativo: Centrado en la persona y sus intervenciones
se inspiran en la actitud facilitadora. Se interesa de que el ayudado tome
conciencia profundizando así el conocimiento de sí mismo (self), de sus
dificultades y de sus recursos. Acompaña al ayudado para que identifique lo que
quiere y cree que debe hacer en relación a lo que puede.
5) Estilo Centrado en la Persona: Consideración Holística. Centrarse en la
persona para tener buenos resultados en la relación significa superar la tentación
de captar una sola de las dimensiones del hombre. Tomar conciencia de las
mismas y de cómo éstas quedan afectadas por el impacto de una situación
crítica, puede ayudarnos a hacer un proceso de acompañamiento que sea
realmente eficaz. El ayudante tiene también el reto de considerarse así mismo en
sentido global (total), integrando todas las dimensiones de su persona.

Dimensiones de la persona que debe tener en cuenta una Relación de Ayuda:

a) Dimensión Corporal: Es elemento esencial de la persona. Es lenguaje,


expresión de la interioridad. Nuestro cuerpo no es un mero instrumento,
sino que es un medio de comunicación con los semejantes, una mediación
del don total y sustancial del sí mismo “self”, que es el amor.
b) Dimensión Intelectual: Toda crisis es elaborada cognitivamente y recibe
significado por parte de cada persona. De ahí la importancia que tiene en la
relación de ayuda, el captar el impacto y la valoración cognitiva que la
crisis tiene de modo individualizado en cada persona.
c) Dimensión Emotiva: Para poder comprender al que sufre se necesita un
trabajo previo sobre el propio self. Se necesita un trabajo previo con el
propio “sí mismo” para derribar las barreras de comunicación impuestas
por los sentimientos.
d) Dimensión Social: No hay crisis que no afecte a la dimensión relacional.
Un sano equilibrio en las relaciones sociales del consultor le permitirá
cultivar sus diferentes dimensiones y desarrollar los distintos roles que sea
capaz de ejercer.
e) Dimensión Espiritual- Religiosa: Es importante que el consultor trabaje
estas dos áreas, siendo capaz de distinguir entre la dimensión espiritual y
religiosa: la religiosa comprende la disposición y vivencia de la persona de
sus relaciones con Dios dentro del grupo al que pertenece como creyente y
acorde a modos concretos de expresión de fe y de relaciones. La dimensión
espiritual, abarca también el ámbito de los valores y la pregunta por el
sentido último de las experiencias.

Apunte Mearns, Dave & Thorne, Brian 8


8
“El Uso del Propio Yo del Counselor” Mearns,Dave & Thorne, Brian. “Person Centered
Counseling in Action”. London, SAGE publ. 1991, cap. II.

7
Relación de Ayuda Sana

Cuando el counselor se siente “encasa” en su mundo interior y cómodo con su manera


de ser, es seguro que en su trabajo con los clientes llegará a tener una relación sana
dentro de la tradición del ECP. El counselor se debe relacionar con sus clientes sobre
una base de igualdad, sin caer en el error del “experto en diagnósticos” o en “brindar
tratamientos”. Será abierto con sus propósitos y no tratará de evadir las preguntas que
el cliente le hará para decidir su embarque en la relación de counselling. El consultante
debe estar para aclararse y aclararle al cliente lo que le ofrecerá en la relación, para no
comprometerse con cosas más haya de sus posibilidades. El counselor debe ser claro
con lo que va a ofrecer y el cliente tiene que entenderlo perfectamente.

El counselor no determina el progreso del cliente; tiene una confianza básica en la


naturaleza humana y cree que en cada uno de nosotros hay un deseo de verdad. No es
ingenuo y ciego a la perversidad humana, pero está dispuesto a creer en aquellos que no
son aparentemente creíbles, de manera que puedan descubrir su propia integridad. El
consentimiento de un counselor a ser engañado puede ser un signo de relación sana.
Mostrando que no le interesa jugar juegos de poder, el counselor espera que el cliente
gradualmente no necesite recurrir al engaño y a la manipulación para preservar su frágil
identidad. Acepta que el cliente esté haciendo lo mejor que puede, dentro de sus
circunstancias, para crecer y protegerse.

Un error es pensar que el proceso de counselling será a corto plazo. Hay muchos
clientes que desean interactuar durante muchos meses, e incluso años, mientras
gradualmente se van reorientando. El counselor debe atender escrupulosamente al
proceso de cada cliente.

1) El counselor es abierto acerca de sus propósitos


2) Es responsable ante su cliente y no por él
3) No manipula a su cliente, pero está dispuesto a ser manipulado por él
4) No pretende saber lo que es bueno para su cliente
5) No se preocupa por el éxito
6) Tiene en claro lo que está dispuesto a ofrecer al cliente en cada etapa
7) Se compromete con el cliente y lucha por la relación
8) Está dispuesto a brindarse en la relación, sin condiciones
9) Desea la libertad del cliente para que éste pueda ser él mismo

8
3.Características de quien brinda ayuda
eficaz.

Apunte Bárbara Okun9

Para que una persona que ayuda tenga éxito debe:

1) Estar familiarizada con muchos enfoques y estrategias para seleccionar


el/la que más le convenga para satisfacer las necesidades del cliente.
2) Personalidad adecuada, pues, todos los enfoque o estrategias pasarán por el
filtro de su personalidad (percepciones, actitudes, pensamientos, sentimientos,
etc...)
3) Confianza, en el vínculo establecido entre consultor y consultante.
4) Empatía, es decir, la comprensión de las emociones y sentimientos de otra
persona poniéndose en su lugar y asumiendo su punto de vista.
5) Factores Culturales, tenerlos en cuenta cuando se escoge la estrategia de
ayuda. Esto favorece la eficiencia para trabajar con clientes extranjeros.

La persona que brinda ayuda debe tener la capacidad de relacionarse con los demás en
los ámbitos afectivos (sentimientos-emociones), cognitivos (pensamiento – intelecto)
y conductual (acciones – hechos), enseñando a los clientes a funcionar mejor en estos
ámbitos. Por lo tanto, las personas que desean proporcionar ayuda deben estar
continuamente renovando los conocimientos que tienen de sí mismas; deben ser
concientes de cuáles son sus propios valores sociales, económicos y culturales para
poder reconocer sus necesidades y problemas y separarlos de los de sus clientes.

Por otra parte, las personas que ayudan deben tener conciencia de sí mismas y asumir la
función de catalizadores o facilitadores del cambio. La formación sobre los contenidos
podría no ser tan importante como la formación sobre los procesos, las habilidades y el
conocimiento de uno mismo. La integración de experiencias personales con
experiencias supervisadas y la formación académica es fundamental para el desarrollo
de la capacidad de ofrecer ayuda.

Investigación Sobre las Características de la Ayuda Eficaz

Nota preliminar:
Ser Humano Autoactualizado: aquel que ha logrado entenderse a sí mismo y
realizarse como persona. Un ayudador eficaz, debiera ser una persona autoactualizada.

Combs (1989): Las personas que ofrecen ayuda…

9
“Ayudar de Forma Efectiva. Counseling” Okun, Bárbara F. Barcelona, Edit. Paidós 2001. Págs.
25 a 30; 45 a 51 y 59 a 74.

9
 Actitud hacia Otras Personas: Creen que las personas son capaces , son
valiosas, dignas de confianza, sirven de ayuda.

 Autoimagen: piensan de sí mismas que están bien y que responden a la altura


de las diferentes circunstancias. No se sienten aisladas y se comunican e
identifican con los demás.

 Aproximación a la Ayuda: están más orientadas a las personas que a las


cosas y se aproximan a las personas de manera subjetiva fenomenológica, es
decir, poniéndose en el lugar y asumiendo el punto de vista de la persona que
recibe la ayuda.

Carl Rogers (1958): En un terapeuta deben darse las siguientes condiciones…

 Aceptación Incondicional: la persona que ayuda debe comunicar que acepta


al otro como persona digna de ser valorada, independientemente de quién sea o
de lo que haga o diga.

 Autenticidad y Congruencia: la persona que ayuda debe ser auténtica y


sincera, honesta y clara. Debe hablar y comportarse con congruencia dentro de la
relación de ayuda. Debe practicar lo que predique.

 Empatía: debe ser capaz de comunicar su comprensión empática de los marcos


de referencia del otro y debe hacerle saber que percibe y entiende sus
preocupaciones asumiendo su propio punto de vista.

Carkhuff y Berenson (1967): rasgos básicos de la persona que presta ayuda…

 Empatía
 Respeto y Aceptación
 Autenticidad
 Concreción: responder clara, adecuada e inmediatamente al cliente.

Corey (1195): Las personas que brindan ayuda deben aprender sí mismas dentro de la
relación…

 Autoconocimiento: el conocimiento de uno mismo hace posible la


autenticidad.

 Interés: por la cultura de cada persona.

 Conocimientos y Habilidades: integrar la práctica y la teoría psicológica con


sus significados personales.
Sue (1990): Las personas que ayudan deben ser concientes de sus propios estándares,
valores y presuposiciones, es decir, deben desarrollar la Autoconciencia. Deben saber
que factores sociopolíticos operan en el mundo de sus clientes, Conocimiento. Ser
capaces de la Comprensión entendiendo la visión del mundo de cada cliente.

10
Egan (1990): Desarrolla el concepto de empatía….

Empatía Primaria: las personas que ayudan prestan atención, escuchan y repiten
para comunicar que han entendido el mensaje de su cliente.

Empatía Precisa Avanzada: además de comunicar empatía primaria, el terapeuta


ejerce cierta influencia sobre su cliente a través de la explicación de cosas sobre sí
mismo a través de ciertas directivas o de la interpretación.

Brammer (1981): las personas que ayudan deben poseer…

 Autoconciencia
 Interés
 Conducta Ética

Ivey, Ivey y Simek-Downing (1987) e Ivey, Ivey y Simek-Morgan (1993) han hecho
una síntesis de los hallazgos hasta ahora presentados…

 Empatía (primaria y precisa avanzada)


 Aceptación Incondicional: señalar las cualidades positivas de la persona que
recibe la ayuda atendiendo de manera selectiva a los aspectos positivos de sus
verbalizaciones y conductas.
 Respeto: formular opiniones positivas sobre la persona que recibe la ayuda y
reconocer y apreciar las diferencias con tolerancia y sinceridad.
 Calidez: mostrar preocupación por la persona que recibe la ayuda a través de la
comunicación no verbal.
 Concreción: aclarar los hechos y emociones de manera específica.
 Inmediatez: hablar en tiempo presente en lugar de pasado o en futuro.
 Confrontación: comentar las diferencias, los mensajes ambivalentes, las
incongruencias y las discrepancias entre las conductas verbales y las conductas
no verbales.
 Autenticidad: ser auténtico, espontáneo y sensible a las necesidades de la
persona que recibe la ayuda.

Características Contextualizadas

1) Autoconciencia: Los individuos que están continuamente desarrollando la


comprensión y la conciencia que tienen de “sí mismos” es probable que sean
más eficaces proporcionando ayuda, ya que tienen más facilidad para separar sus
propias necesidades, percepciones y emociones de las de sus clientes; los podrán
ayudar a desarrollar su propia autoconciencia. Los ayudadores que desarrollan
su autoconciencia podrán experimentar el proceso, placentero y doloroso, del
desarrollo humano y el impacto que tienen las influencias sociales, culturales y
familiares sobre su conducta.

2) Género y Conciencia Cultural: Los terapeutas que son sensibles a la


influencia que su género y cultura pueden ejercer sobre sus propias
percepciones, valores, actitudes y creencias, suelen ser más receptivos a los
efectos que estas variables pueden tener en los demás. Estos son capaces de

11
entender y sentirse cómodos con las diferencias de género, raza y etnia presentes
entre ellos mismos y los demás y de valorar en lugar de menospreciar esas
diferencias.

3) Sinceridad: Es uno de los ingredientes básicos para cualquier relación de


ayuda. Es imprescindible para el desarrollo de la confianza. Siempre podemos
no estar de acuerdo con lo que diga otra persona, pero si creemos que está siendo
sincera, podemos respetarlo. Los terapeutas pueden transmitir su sinceridad
siendo abierto con sus clientes, poniendo todo su empeño en contestar a sus
preguntas y admitiendo sus errores o lagunas de conocimientos. La sinceridad
implica algo más que ser digno de confianza; implica estar abierto a la
exploración y ser justo en las valoraciones. Nuestra sinceridad pude ser
evaluada invitando a los clientes o colegas a que nos hagan una devolución de
cómo nos ven.

4) Congruencia: Un individuo que lleva un estilo de vida congruente con sus


creencias y valores comunica más credibilidad y ejerce un mayor efecto como
modelo que otro que emplea toda su energía en la negación de sus
incongruencias. Cuando uno define y toma posesión de su propio sistema de
valores, es capaz de expresar sus valores y creencias sin imponerlos a los demás,
haciendo posible una relación más sincera, sin juicios. Congruencia entre lo que
creen, lo que dicen y lo que viven. Este tipo de congruencia hace que la persona
no se sienta amenazada frente a valores y creencias que divergen o contrastan
con los propios. Por ello estas personas son más capaces de ayudar con eficacia
a un conjunto más amplio de personas.

5) Capacidad de Comunicación: La capacidad para comunicar de manera


verbal y no verbal lo que percibimos, sentimos y creemos constituye una ayuda
para cualquier relación interpersonal. El desarrollo y el uso de habilidades de
comunicación ejerce un efecto positivo sobre las relaciones de ayuda.

6) Conocimiento: Los profesionales de la ayuda deben estar familiarizados con la


teoría psicológica, antropológica y sociológica. La psicología les permite saber
que características son propias del desarrollo normal y anormal, del aprendizaje
y la motivación, del desarrollo de la personalidad y de la identidad sexual y de la
teoría de sistemas. De la sociología extraen conocimientos sobre los roles, las
organizaciones y las relaciones intra e intergrupales. Y la antropología les
permite saber de qué modo la cultura ejerce su influencia sobre la conducta y el
desarrollo psicológico.

7) Integridad Ética: Estima la determinación conciente por parte del terapeuta


de comportarse de manera responsable, moral y ética. Esto implica un trabajo de
reflexión profunda y continua, el estudio de posibles conflictos entre los criterios
éticos personales, los de las organizaciones de asistencia sanitaria y empresarial,
los sociales y los profesionales, y cierta apertura al cambio. Los terapeutas deben
ser capaces de tolerar la ambigüedad, la incertidumbre y la ambivalencia. Las
sensaciones de ansiedad que acompañan a estos estados pueden ser incómodas al
mismo tiempo que peligrosas. Quizás una de las imposiciones más importantes
de la ética sea la valoración del bienestar de los clientes por encima de las
necesidades de los terapeutas o de las organizaciones.

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Autoevaluación del Terapeuta

Para evitar que se establezca una relación de dependencia con la persona a la que
prestamos ayuda, es importante que seamos concientes de cuáles son nuestras propias
necesidades, sentimientos y problemas. Debemos asumir la responsabilidad de no
establecer relaciones dependientes y animar a las personas a ser responsables de sus
propias acciones. Es muy importante que las personas que facilitan ayuda realicen una
evaluación constante de sus necesidades y emociones, que reflexionen sobre el lugar en
que están en cada momento formulándose así mismas los siguientes tipos de preguntas:

1) ¿Me doy cuenta de los momentos en que me siento incómodo con un cliente
o con algún tema en particular?

2) ¿Soy conciente de mis propias estrategias de evitación? ¿reconozco cuándo


evito ciertos temas, cuando permito que mis clientes se vayan por las ramas
o formulen demasiadas preguntas para ocultar mi inseguridad?

3) ¿Puedo ser realmente sincero con la persona a la que estoy ayudando? ¿Mi
miedo a no gustarle al consultante está haciendo que tenga miedo a
enfrentarme a él o a ayudarle a centrarse en algo desagradable? ¿Tengo
que ser perfecto y tener razón en todo momento o puedo ser auténtico?

4) ¿tengo siempre la sensación de que debo tener la situación bajo control?


¿Puedo seguir los pasos de otra persona sin intentar llevarla a dónde yo
creo que debería estar? La escucha activa nos puede servir de salvavidas
contra el control en el proceso de comunicación.

5) ¿Me molesto cuándo los demás no ven las cosas de la misma manera que yo
o cuándo mis clientes no responden tal como yo creo que deberían hacerlo?

6) ¿Me siento a menudo como si tuviera que ser omnipotente, como si debiera
hacer algo para que mi cliente se “ponga mejor” y así mantener una
relación exitosa con él? Puedo sentirme bien conmigo mismo cuando vea
que las personas a las que ayudo asumen la responsabilidad sobre sí mismas
y sus acciones.

7) ¿Estoy tan orientado hacia los problemas que siempre busco lo negativo, los
problemas, y nunca respondo ante lo positivo, ante lo bueno? Es importante
identificar y responder a los afectos y los contenidos cognitivos positivos
para equilibrar la propia perspectiva y, lo que es aún más importante, para
reforzar lo positivo.

8) ¿Soy capaz de ser tan abierto con mis clientes como me gustaría que ellos lo
fueran conmigo? Una buena regla general es no pedirle nunca a nadie que
haga o hable de nada que nosotros (consultor) no quisiéramos hacer o no
quisiàramos comentar en esa situación o en otra similar.

La capacidad del consultor para comunicarse de manera eficaz va unida al desarrollo


continuado de su sensibilidad y autoconciencia.

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Apunte Jorge Andrés Kappel 10

Características tomadas de las 10 preguntas que se hace Carl Rogers.

 Digno de fe
 Coherente y Seguro en sentido profundo
 Expresivo para poder comunicar lo que “es”.
 Actitudes de calidez, cuidado, agrado, interés y respeto.
 Fuerte a nivel personal como para “distinguirse” del otro.
 Seguro de sí mismo.
 Respeto por la individualidad del otro.
 Penetrar el mundo de los sentimientos y significados del consultante para
verlos tal cual él los ve. “empático”.
 Sin deseos de evaluar o juzgar al otro.
 Aceptación incondicional.
 Conducta delicada, no amenazante.
 Conciencia de sí mismo.

Apunte Patterson Lewis & Reynolds Welfel 11

Los Ayudadores Efectivos son:

1) Hábiles para entrar en contacto: Capaces de generar una


comunicación abierta y honesta. Poseen una escucha activa y comprometida. Se
concentran totalmente en lo que les está siendo comunicado, no sólo
comprendiendo el contenido sino apreciando también el significado que lo
verbalizado tiene para el cliente.

2) Inspiran sentimientos de confianza, credibilidad y seguridad:


Los ayudadores efectivos son creíbles. El cliente siente que es seguro arriesgarse
a exponer sus sentimientos y preocupaciones. Sienten que nada malo puede
pasar como consecuencia de compartir, por el contrario, hay una gran
posibilidad de que algo valioso surja de ello.

10
“Crear Salud o Curar Enfermedad”, Sánchez Bodas Andrés y Colaboradores. Buenos Aires,
Edit. HOLOS, 1993. Pag. 69 a 73. La Relación de Ayuda Psicológica como eje del Counseling, Jorge
Andrés Kappel.
11
“Una Perspectiva sobre la Ayuda Efectiva” TRADUCCIÓN. Patterson Lewis E. y Reynolds
Welfel E. “The Counseling Process” Edit. Belmont, California. Books/Cole Publishimg Company.
1994. capítulo I.

14
3) Están en contacto con el otro y en contacto con su propio self 12:
Pueden responder con profundidad a la pregunta ¿quién soy yo? Muestran un
compromiso no defensivo en la autoexploración y autoconfrontación continua.
Son concientes de los sentimientos que experimentan y de la fuente de esos
sentimientos. Pueden manejar la ansiedad.

4) Comunican cuidado y respeto por las personas a quienes


intentan ayudar: Respeto significa creer que el cliente es capaz de aprender,
de superar obstáculos en su desarrollo, de madurar hacia un estado más
responsable y autónomo. Son congruentes y respetan el bagaje cultural, étnico y
social del cliente. Los ayudadores efectivos cuidan y respetan porque “se cuidan
y respetan” a ellos mismos.

5) Gustan de sí mismos, se respetan y no usan a las personas a


quienes ayudan para satisfacer sus propias necesidades: Se sienten
seguros de ellos mismos, por lo tanto, no dependen de que las personas a
quienes ayudan les devuelvan respeto, reconocimiento y consideración. Pero,
ven comprometida su efectividad, aquellos counselors que padecen BURNOUT:
aparece cuando los counselors dejan que el trabajo se concierta en el único foco
de sus vidas, trabajando bajo condiciones stressantes; ello consiste en
sentimientos de agotamiento, de alienación emocional de sus clientes o un
sentido de futilidad respecto a su trabajo.

6) Tienen habilidades e información en algún área, que puede ser


de especial valor para la persona ayudada: Se refiere a las diferentes
especializaciones que se refieren a las relaciones de ayuda, en nuestro caso, al
counseling. Todo counselor tiene el deber de derivar a un counselor
especializado cuando, un cliente, trae una situación en la que no es competente o
en la que no ha sido formado.

7) Intentan comprender el comportamiento de las personas


ayudadas sin imponer juicios de valor: Consideran que todo
comportamiento tiene un sentido en cada persona, por lo tanto, ayudar a esa
persona significa comprender las razones por las cuales tiene esa conducta, sin
juzgarla ni catalogar la misma de “buena o mala”.

12
Self: “El sí mismo”. El self, como lo define la Terapia Gestalt, se manifiesta a través de las
funciones, funciones indisociables a no ser por razones de índole retórica, pudiendo ser privilegiadas las
unas con respecto a las otras según losmomentos de la experiencia. Así, lo que atañe a las necesidades,
apetitos, instintos, deseos, competerá fundamentalmente a la “funciónello” del self. Lo que concierne a
las representaciones, o sea, a la experiencia anterior y al conocimiento de sí mismo, será designado por el
concepto “función-personalidad” del self. La implicación de estos dos modos de funcionamiento del self
en la actividad actual, a saber, su actualización en las elecciones y rechazos, en la experiencia de contacto
organismo / entorno, será generada por el self en su “función-ego”. Estas funciones se pliegan y repliegan
en el contacto con la fantasía, las emociones o sensaciones y el entorno, es en el límite de contacto del
organismo y su entorno que se manifiestan estas funciones del self.

15
8) Piensan en términos de “sistemas13”: Son concientes de los
diferentes sistemas sociales a los que pertenece el cliente, cómo es afectado éste
por el sistema, y cómo a su vez el cliente afecta a dicho sistema.

9) Se mantienen al día y tiene una visión sobre los eventos


mundiales y sus efectos: Debe tener una profunda comprensión de las
cuestiones sociales y de cómo estas afectan la percepción de los clientes,
especialmente con respecto al futuro. Lo contrario sería estar encapsulado.

10) Están capacitados para identificar patrones de comportamiento


que son autofrustrantes y para ayudar al cliente a cambiar estas
conductas por otras más gratificantes: Pueden ayudar a sus clientes a
reconocer que están repitiendo conductas que los lleva a situaciones no queridas;
pudiéndose desarrollar planes alternativos para que los clientes cambien su
comportamiento.

11) Pueden distinguir entre conductas saludables o no saludables y


pueden ayudar a desarrollar patrones saludables: Tienen un modelo
sobre el funcionamiento óptimo de la personalidad, dentro del cual, poseen
conocimientos sobre las maneras efectivas o inefectivas de enfrentar las
situaciones complicadas de la vida.

Apunte Bermejo José Carlos 14

Carl Rogers… Cuando el psicoterapeuta cumple estas tres condiciones:


autenticidad, aceptación incondicional, comprensión empática; y el cliente las
percibe, se logra el movimiento terapéutico; el cliente comienza a cambiar de modo
doloroso pero preciso y tanto él como su terapeuta considera que ha alcanzado un
resultado exitoso. Son estas actitudes y no los conocimientos técnicos o habilidades del
terapeuta, los principales factores determinantes del cambio terapéutico.

Apunte Mearns, Dave & Thorne, Brian 15

 El Amor a Sí Mismo: Es muy importante que el counselor desarrolle el amor


propio, esto será básico para la eficacia de su labor terapéutica. Es imposible
ofrecer aceptación, empatía y congruencia a un cliente si esas condiciones no se
experimentan en el sí mismo. El amor a sí mismo requiere del deseo de darse
tiempo, atención y cuidado a uno mismo por un sentido de responsabilidad para
con el cliente.

13
Sistema: Un sistema es una entidad organizada en la cual cada componente se relaciona con los otros
y con el sistema como TOTALIDAD.
14
“Apuntes de Relación de Ayuda” Bermejo José Carlos. Madrid. Cuadernos del centro de
humanización de la salud. 1995. Págs. 11 a 28.
15
“El Uso del Propio Yo del Counselor”Mearns,Dave & Thorne, Brian. “Person Centered
Counseling in Action”. London, SAGE publ. 1991, cap. II.

16
 Escuchando al Propio Yo: El amor a uno mismo puede convertirse en auto-
decepción si no está sólidamente anclado en el autoconocimiento. El counselor
necesita cultivar la capacidad de escucharse a sí mismo. Esa habilidad no es
solamente crucial para el desarrollo de la autopercepción, pues, es uno de los
aspectos básicos de la congruencia o autenticidad que deberá ofrecerles a sus
clientes.

 Auto-Aceptación: En las capas más profundas del Yo, frecuentemente hay


una falta de contento, una inquietud muchas veces acompañada de autocrítica,
que puede volcarse fácilmente al auto-rechazo. El counselor trabaja el área de
la aceptación con sus clientes, por lo tanto, no tener auto-aceptación es
contradecirse en la práctica terapéutica. La auto-aceptación no tiene sentido si no
va acompañada del deseo de crecer y enfrentar la verdad. La verdad sobre
nosotros mismos muchas veces implica sentimientos de culpa. La culpa es una
emoción compleja que puede tener diferentes orígenes. Hay una culpa que surge
de no llegar a cumplir las expectativas de los otros. En el ECP es una “culpa
descolocada”, la cual implica no llegar a cumplir las condiciones de valor
impuestas por los otros y no con traicionar al “Yo Organísmico”. En esta
última traición subyacen los sentimientos de culpa que pertenecen
verdaderamente al individuo, ya que surgen de la sensación de haberse fallado a
sí mismo, de no haber llegado a darle sentido a su propia existencia. La culpa
descolocada no necesita perdón; requiere un proceso de clarificación para
extinguir o reducir su poder sobre nosotros. La culpa del “yo organísmico”
necesita de paciencia compasiva de parte de quien la experimenta, deseo de no
condenarse a uno mismo, porque su personalidad no se ha abierto lo suficiente
todavía. Si la auto-aceptación es una obligación primaria para el counselor,
su continuo logro será entonces un compromiso de por vida.

 La Empatía: La auto-aceptación se fortalece al experimentar una creciente


capacidad empática. La empatía requiere del delicado proceso de “calzarse los
zapatos del otro” y mirar el mundo a través de sus ojos, sin perder contacto
con la propia realidad. El counselor se beneficia si busca el contacto de
quienes conoce menos, o de aquellos por quien se siente intimado o amenazado.
Abrirse socialmente aumenta la confianza y también la humildad, ambas
facilitadoras de la empatía. También se debe estimular la imaginación si se
quiere desarrollar la habilidad empática.

 Ser Genuino: Muy relacionado con la forma de conducirse en sus relaciones


sociales. Aprender a ser genuino es un proceso gradual que implica un
compromiso delicado y duradero. Tiene que experimentar, con delicadeza, con
sus reacciones hacia otras personas y sucesos, y agradecer el feed-back
(devolución instantánea) de cómo los demás lo perciben. Este examen de sí
mismo se extiende a todo el campo comunicacional y relacional del counselor.
Este trabajo ayuda a ganar confianza en sí mismo y a ser capaz de enfrentar
situaciones más complejas cada vez.

Apunte Auspitz M. y Wang D.16


16
“De Terapias y Personas” M. Auspitz y D. Wang, Editorial EUDEBA, 1997, págs. 177 a 188.

17
Los terapeutas no podemos más que estar enteros en el ejercicio de nuestra práctica
profesional. Es de este modo como nos visualizan los pacientes (consultantes). Todo lo
que somos tiene que estar presente. Los aspectos personales del terapeuta constituyen su
estilo propio de hacer terapia, inciden directamente sobre su trabajo. Favorecen o
dificultan, potencian o paralizan. Nunca están ausentes. Todo lo que somos y lo que nos
constituye como personas se juega una y otra vez en el encuentro con el otro. No
podemos trabajar negándo nuestros pensamientos y sentimientos, ello se puede
convertir en una guerra contra nosotros mismos, puede convertirse en algo TOXICO,
para nosotros y para el consultante.

Mony Elkaïm dice: “lo que siente el terapeuta remite no sólo a su historia personal,
sino también al sistema en que este sentimiento emerge: el sentimiento y la función de
esta experiencia vivida, se vuelven herramienta de análisis y de intervención al servicio
mismo del sistema terapéutico”.

Para que el trabajo sea posible tenemos que estar concientes de los que nos va pasando
durante la consulta. Esto, nos permitirá decidir ¿qué hacemos? Con eso que nos pasa:
qué, cómo, cuánto y cuándo jugaremos estos sentimientos con el paciente (cliente) o no;
si compartiremos con el paciente esta intersección de su historia con la nuestra; de su
vivencia con la nuestra, o no. Para que el terapeuta pueda usar lo que le sucede en la
consulta es indispensable que:

Se Conozca a sí Mismo: verse tanto en las falencias, vulnerabilidades, escotomas,


vergüenzas, incapacidades, como en los gustos, talentos, fortalezas, habilidades,
sabiduría y conocimientos. Así también en los prejuicios y preferencias, idiosincrasia e
ideología, sistema de creencias, mandatos familiares. Uno no se conoce así mismo de
una vez para siempre, es un proceso de irse conociendo. Para conocerse es
fundamental la REFLEXIÓN sobre las distintas cosas que vivimos y nuestras relaciones
interpersonales. El conocimiento propio nos permitirá estar alertas, precavidos, más
inteligentes, en aquellas situaciones que sabemos “nos tocan un punto sensible”, pueden
lastimarnos o resultan peligrosas.

Se Cuida a sí Mismo: Ante cada nueva consulta, siempre podemos decidir si tomamos
al consultante o no, si se trata de una persona o una situación que nos permite trabajar o
no. Una vez que decidimos emprender el trabajo, el cuidado de uno mismo pasa por
estar alerta ante las propias percepciones de incomodidad, peligro, incompatibilidad,
disgusto, crítica, todas ellas trabajan como indicadores de algo que sucede en la relación
y les damos crédito. Cuando nos conocemos a nosotros mismos, sabemos cuándo
confiar en nuestras percepciones.

La Supervisión: es una de las instancias fundamentales en el trabajo de la terapia.


Permite hacer particular lo general y ver la articulación entre la teoría y la práctica
clínica en situaciones concretas y singulares. La supervisión es un lugar y un momento
privilegiados para la docencia y el aprendizaje. La supervisión debe volver útil la
RESONANCIA (lo que sentimos, experimentamos, pensamos, percibimos, etc…),
transformarla en un aliado de nuestro trabajo. Conocemos dos enfoques básicos posibles
en ella:

1) Trabajar con los problemas de los pacientes (consultante)

18
2) Trabajar con el problema que tiene el terapeuta (counselor) en su trabajo con
estos pacientes.

El trabajo con la persona del terapeuta abre un abanico de niveles interconectados:

 El terapeuta en ese caso


 El terapeuta con sus ideas acerca de qué es hacer terapia
 El terapeuta en su historia y familia de origen
 El terapeuta en su entorno relacional (familia actual, amigos, colegas)
 El terapeuta en su sistema de creencias

La supervisión se va construyendo en la interacción entre supervisor y supervisado, con


lo que piensan, con lo que sienten, con lo que son ese día y en ese momento. Juntos
arman el diálogo, permiten el fluir de las ideas, las conductas y las palabras de una
determinada manera. Así como no hay una manera única de resolver problemas y de
hacer terapia, tampoco hay una manera única de supervisar.

4.Similitudes y diferencias entre


Counselling y Psicoterapia.
Apunte Bárbara Okun17

Los Psiquiatras: Médicos que residen en hospitales mentales o en unidades


psiquiátricas de hospitales generales. Su contribución a las relaciones de ayuda está
constituida por sus conocimientos farmacológicos y el permiso para prescribir
medicaciones, el conocimiento que tienen de las enfermedades médicas y su tratamiento
y experiencia con enfermos graves.

Los Psicólogos: Se forman en ciencias conductuales y en las teorías psicológicas del


aprendizaje, del desarrollo y de la personalidad, en lugar del modelo médico de los
psiquiatras. Su contribución tiene lugar en el campo de los diagnósticos y la
metodología de investigación.

Los Orientadores: Ponen énfasis en los servicios preventivos y facilitadores.

Los Trabajadores Sociales: Conocimientos sobre los servicios comunitarios y


gubernamentales disponibles y la coordinación de estos.

Apunte Jorge Andrés Kappel 18


17
“Ayudar de Forma Efectiva. Counseling” Okun, Bárbara F. Barcelona, Edit. Paidós 2001. Págs.
25 a 30; 45 a 51 y 59 a 74.
18
“Crear Salud o Curar Enfermedad”, Sánchez Bodas Andrés y Colaboradores. Buenos Aires,
Edit. HOLOS, 1993. Pag. 69 a 73. La Relación de Ayuda Psicológica como eje del Counseling, Jorge

19
Estas son algunas de las similitudes que comparten el counseling con la psiquiatría, la
psicología y la asistencia social. Estas, son todas profesiones que crean y realizan
“relaciones de ayuda”.

 Comparten el concepto de que la conducta tiene causas y es modificable.


 Ayudan al consultante a convertirse en una persona que funcione
plenamente y logre integración, identidad personal y autorrealización.
 Su medio auxiliante es una “relación de ayuda personalizada”.
 Reconocen la importancia de la prevención.
 Todos pasan por un periodo de capacitación para comprender la conducta
y para crear las relaciones de ayuda.

Anillado Counseling Humanístico

La delimitación o especificidad se hace necesaria por:

1) Una Identidad de la Profesión.


2) Razones Operativas.
3) Razones Éticas.
4) Disposiciones Legales acerca del ejercicio Profesional.
5) Adecuación de la Formación Profesional.
6) Información Preventiva al público que desea consultar.

Terapia deviene de terapéutica, que proviene del Griego therapeuein, que significa
“cuidar, servir”. Terapeuta es el que cuida, el que sirve, el que ayuda. Hasta aquí,
psicoterapia sería el que cuida, sirve o ayuda en el campo de lo psíquico, es decir, del
alma. (psyché: alma). Por lo tanto, la psicoterapia es la disciplina que se ocupa del
tratamiento de las enfermedades psíquicas.

El counseling, desde lo etimológico, se puede considerar como una psicoterapia ya


que es una relación de ayuda que cuida y acompaña, a la persona en su desarrollo
humano; pero desde el uso común y legal, el counseling, no s una psicoterapia, dado que
su eje o incumbencia no es el tratamiento de enfermos psíquicos.

Para George Dietrich… la psicoterapia se ocuparía del tratamiento de dificultades


graves de la personalidad cuya curación es posible mediante un cambio radical de la
estructural básica formada en el desarrollo individual. En cambio, el counseling, se
refiere al diálogo consigo mismo y el entorno para la solución de problemas presentes, y
el aprendizaje de modelos para el enfrentamiento de problemas futuros, de personas que
no están gravemente perturbadas. Reorientación ante la crisis.

La diferencia está en: la normalidad-anormalidad del consultante. Desde la


“normalidad” se apunta al cambio, la prevención, el desarrollo; desde la “anormalidad”
se apunta a la curación y a la modificación profunda de la personalidad. La normalidad

Andrés Kappel.

20
es campo del Counseling; la anormalidad es campo de la psicoterapia. Nuestra visión
separa de esta manera ambas disciplinas.

Apunte Patterson y Welfel. 19

Psicoterapia: Tiene sus raíces en la tradición médica. Se ocupa del sufrimiento que
producen las enfermedades y trastornos mentales. Sin embargo es este apunte,
Patterson, la relaciona ínfimamente con el counselling

19
“Comprendiendo el Counselling como Proceso” Patterson y Welfel. Traducción “The
Counselling Process” capítulo II.

21
5.Similitudes y diferencias entre
Counselling y Educación.

Anillado Counselling Humanístico 20

Educación: Viene del Latín educatio, de educare, por ex (fuera) y ducare, de


ducere, por conducir, guiar. Implica enseñar, orientar, conducir, guiar, facilitar el
aprendizaje y la instrucción.

El counseling es, sin ninguna duda, un proceso de educación, pero realizado en un


marco de consulta específica, centrada en el presente y en un futuro de corta
duración. Educación no es counseling, aunque el counseling sí puede ser educativo. La
principal diferencia radica en que la educación no pretende provocar cambios ante
problemas puntuales y existenciales, sino sentar bases desde la instrucción cognitiva y
experiencial para un desarrollo global; su accionar no se centra en un problema
psicológico concreto.

Dietrich George establece seis criterios de diferenciación entre counseling, educación


y psicoterapia, a saber:

Educación Counseling Psicoterapia


Ocación y Vínculo docente- Cuando se busca Cuando se tiene
Razón. alumno. Adquirir prevenir, superar una problemática
conocimiento o dificultades de tipo psicológico
¿Cuándo?
capacitación en psicológicas intra o profunda,
forma interpersonales, o estructurada o
sistematizada desarrollar crónica (trastorno).
potencialidades.
Las Personas Personas que Personas “normales” Personas con
¿Quién? buscan adquirir que quieren alguna clase de
conocimientos o incrementar sus trastorno
capacitación en potencialidades para psicológico.
algún área. afrontar la situación
que viven.
La Finalidad. Capacitación, Autodirección, Curación.
Objetivos obtener un “título”. autoayuda.
El Tiempo Prolongado. Breve o prolongado. Prolongado o
Continuo, Discontinuo breve. Discontinuo.
sistematizado.
Los Medios “Clases” “Consulta/Entrevista” “Sesiones”
Modalidades de Modalidades de
20
“Counseling Humanístico” Teoría y Práctica. Sánchez Bodas Andrés y Colaboradores.
Compilado. Edición HOLOS SI 2004. Aregntina.

22
intervención intervención
diferentes según diferentes según
marco teórico marco teórico.
Roles o Papeles Asimétricos. Simétrico Asimétrico.
Vínculo: docente- Vínculo: Consultor- Vínculo:
alumno Consultante. Terapeuta-paciente.

6.¿Cuáles son los objetivos y finalidades


del Counselling? Descríbalos.

Apunte Patterson & Welfel. 21

Los objetivos y finalidades del counselling se pueden clasificar en dos tipos: como
Resultado y como proceso.

Objetivos del Counselling como Resultado: se refiere a las metas deseadas de


un proceso de counselling. Es aquello que el consultante quiere obtener como
resultadote su acción con el counselor. Estos objetivos son:

1) El Cambio: la toma de conciencia de que el counselling lleva a producir un


cambio elimina la tentación de pensar que el counselling es una “simple
conversación”, y establece el contexto del trabajo duro, y a veces doloroso, que
el counselling efectivo requiere. En un proceso de counselling exitoso, el cliente
experimenta cambios gratificantes y estimulantes, pero estos resultados positivos
no suceden mágicamente y requieren un compromiso real. La comprensión de
este hecho es fundamental para que el cambio sea posible.

2) Libertad y Responsabilidad: uno de los roles del counselor consiste en


acompañar al cliente a establecer los márgenes de su libertad enfocando sus
pensamientos en las consecuencias de sus acciones y decisiones. Los counselors
deben respetar la libertad de sus clientes y ayudarlos a ser responsablemente
respetuosos de la libertad de los demás.

3) Ansiedad y Pérdida: La meta del counselling es ayudar a las personas a


entender sus ansiedades y reducir la ansiedad que debilita. La elaboración de
pérdidas es un motivo muy común de consulta. El counselling ayuda a las
personas a buscar, encontrar o reencontrar el sentido de sus vidas en el contexto
de dichas pérdidas.

21
“Comprendiendo el Counselling como Proceso” Patterson y Welfel. Traducción “The
Counselling Process” capítulo II.

23
Objetivos del Counselling como Proceso: son los eventos que el counselor
considera útiles e instrumentales para lograr esos resultados queridos por el cliente.
Tienen lugar en las sesiones y en el consultorio. Pueden referirse a las acciones del
counselor y a los efectos experienciados por el cliente.

1) Algunas Acciones del Counselor: proveer las condiciones terapéuticas que


ayuden a construir la relación, a saber, comprensión empática, congruencia,
aceptación positiva incondicional, inmediatez, confrontación, role playing,
establecimientos de metas y planes de acción, etc.

2) Algunos Efectos en el Cliente: exposición, autoexploración,


autoconocimiento, autoaceptación, establecimiento de metas, impulso a la
acción, compromiso, cambio, etc.

Etapas de un Proceso de Counselling

Inicialmente el counselor y el consultante deben establecer contacto, definir juntos


“donde se encuentra el cliente” en su vida, e identificar sus dificultades. Esto es seguido
luego por una exploración que lleva al cliente a una más profunda comprensión de sus
necesidades y deseos en el contexto de su mundo intra e interpersonal. Finalmente se
definen metas y objetivos y se pasa a la acción. El tiempo que lleve este proceso
dependerá de la persona y el problema.

7. Tipos de Prevención en Counselling.


Características

Libro ¿Qué es el Counseling? 22

Prevención y Promoción: Es una doble tarea, ya que, por un lado, prevenir es


buscar anticipación acerca de algo que se supone mórbido (enfermo u ocasionador de
enfermedad), conflictivo o dañino; en este caso el objetivo es crear un campo de
condiciones relacionales que pueda evitar dichos males. Por otro lado,
promover/promocionar es en este caso generar acciones que, unidas a las de prevención,
favorezcan el acceso a mejores y/o mayores niveles de vida y/o bienestar.

Su marco actitudinal, su mirar y escuchar, crean un modo de relación con “el otro” y
con el propio sí mismo “Self” que abre la posibilidad de un darse cuenta anticipado, o
de proveerse de autorecursos para confrontar las dificultades o conflictos por-venir, para
promocionar así, mejores modos de estar y ser consigo mismo y los demás.

22
“Qué es el Counseling” Sánchez Bodas Andrés. Buenos Aires, ediciones Lea, 2008.

24
Según el Doctor G. Caplan, la tarea concreta de la prevención se desarrolla en tres
tipos:

Prevención Primaria: Trabaja en la comunidad (counselling comunitario, pastoral,


institucional), para abastecer e investigar sobre riesgos, y desde allí orientar, aconsejar,
o sugerir actuaciones a seguir que minimicen o anulen los riesgos.

Prevención Secundaria: Se brinda en un marco asistencial propiamente dicho, desde


programas de acción tendientes a reducir factores de riesgo, propios de los consultantes
o de personas o grupos de familiares allegados.

Prevención Terciaria: Se realiza a posteriori de los tratamientos, Es una tarea que


tiende a la superación del malestar o conflicto, a la resocialización, rehabilitación,
reincorporación labora o familiar. La tarea es contenedora, orientativa sobre el camino a
seguir post problema grave superado.

Una de las principales tareas del counseling es, justamente, la de crear condiciones de
bienestar que dificulten la aparición de patologías.

25

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