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Análisis del relato de la película “Macario” del director Roberto Gavaldón desde el modelo

actancial de Algyrdas Julien Greimas

Enrique José Estrada Serrano


Octubre 2019
Universidad Anáhuac Mayab
Escuela de Comunicación
Narrativa Multimedia y Semiótica Digital
Abstract
El análisis realizado en el presente ensayo está basado en el filme mexicano Macario,

dirigido por Roberto Gavaldón y lanzado en 1960, nominada al Oscar por “mejor película

extranjera” y ganadora de “mejor película hispanoamericana” por el Círculo de escritores

cinematográficos. Utilizando como métodología de comprobación el modelo actancial de Julien

Greymas, la hipótesis propuesta consistió en demostrar que el filme cumple con dicho modelo.

Apoyado por autores como Barthez, Blanco y Bueno, Saniz y Landó, el análisis actancial,

que consiste en identificar a los seis actantes y a los 3 ejes que están conformados por un sujeto,

un objeto, ayudantes y oponentes; fue exitoso y se concluyó que la metodología es válida y que

puede ser aplicada tanto a este filme como a cualquier otro.

Keywords: modelo actancial, Greimas, Macario, funciones, sujetos, objetos, análisis del

relato, filmes.
Introducción

Dentro de la cultura mexicana, el filme Macario es un emblema de los filmes alusivos a

la festividad de Día de Muertos. El filme trata sobre un hombre campesino, trabajador con una

familia numerosa a quien lleva el sustento diario con lo que gana de vender leña, que tiene el

anhelo de poder disfrutar de una comida, un guajolote, solo para él, sin tener que compartirle a

nadie. Su esposa cumple su deseo al conseguir un guajolote y cocinárselo. Mientras huye, se

encuentra a varios personajes, entre ellos La Muerte, quien le dará un obsequio por su buen gesto

de convidarle de sus alimentos. Este obsequio iniciará una cadena de eventos que transformarán

la vida de Macario.

El objetivo de el presente documento es validar la hipótesis formulada, que consiste en

probar que el filme cumple con el modelo actancial propuesto por Julien Greimas. En este, se

identificarán los diversos actantes, relacionándolos y explicando su ubicación dentro de la

producción cinematográfica a los componentes de dicho modelo, es decir, seis actantes y tres

ejes.

Se desglosarán las tres pruebas que componen el relato, como lo son la prueba calificante,

principal y glorificante, así como el establecimiento de los eventos que representan la ruptura del

orden, con el fin de realizar la comprobación de la hipótesis formulada.


En el filme Macario, del director mexicano Roberto Gavaldón, es el personaje del mismo

nombre a quien se le atribuye y realiza la función actancial del sujeto, que es en términos

generales aquel que efectúa la acción y que tiene un propósito, que se encuentra en búsqueda de

cumplir un objetivo para el cual, como plantean Blanco y Bueno (1989) deberá estar

debidamente calificado, esto con el fin de cumplir la transformación proyectada para este. Tal

como puede observarse desde el inicio de la película, el rol de Macario es fundamental en la vida

de sus hijos y su esposa al ser quien lleva el sustento con su trabajo y que por ende resulta

fundamental en el desenvolvimiento de la trama.

En el modelo actancial de Greimas, se pueden identificar dos tipos de objetos: objetos

modales y objetos principales. El objeto del deseo u objeto principal es aquel que el sujeto anhela

poseer o alcanzar o también que busca evitar a toda costa (objeto temido). Tal como dice

Greimas en Blanco y Bueno (1989, p.90.) “Todo objeto de deseo es un objeto investido de valor”

y así como puede ser un valor positivo, puede ser un valor negativo. Cabe mencionar que el

objeto es sobre quien recae la acción. No se trata necesariamente de un artefacto real, puede

encontrarse representado en situaciones o circunstancias diversas y tal como acotan Blanco y

Bueno (1989, p.83) “los objetos concretos representan siempre valores abstractos”, es decir, un

objeto concreto tiene proyectada sobre sí una situación o circunstancia ulterior.

En el caso de Macario, el poder tener la capacidad de disfrutar de una abundancia y

plenitud tal que le permita disfrutar de una comida solo para él, sin tener que compartir o darle a

nadie más, representa este objeto del deseo. Esto puede identificarse al observar los gestos y la

actitud de Macario al tener que resignarse con una porción menor de alimentos después de que su

esposa da de comer a toda la familia, los cuales surgen a partir de una serie de eventos que se dan

en la venta de la leña que Macario realiza en el pueblo, como la conversación que tiene con el
panadero sobre la muerte y los guajolotes que se cocinan en los mismos hornos que se hornea el

pan. Este último personaje, juega un rol importante más adelante.

Retomando el tema de los objetos, el objeto modal es aquel que se obtiene como

herramienta para alcanzar el objeto principal. “Es el elemento de la competencia necesario para

realizar la transformación que llevará al sujeto a la obtención del Objeto-valor”. (Blanco y

Bueno, 1989 p. 83). Este objeto ve cumplida su función en el agua que La Muerte le entrega a

Macario al haber compartido con él su guajolote como prueba de su amistad. Esta agua le

permite sanar a aquel enfermo que se encuentre en su lecho de muerte, siempre y cuando La

Muerte no esté en la cabecera de la cama del enfermo, sino a sus pies.

Habiendo identificado al sujeto y al objeto del deseo, es posible identificar la articulación

del querer o el llamado Eje del deseo. De acuerdo con Saniz (2008) “traza la trayectoria de la

acción y la búsqueda del héroe o del protagonista. Está llena de obstáculos que el sujeto debe

vencer para avanzar”. Este eje se encuentra representado en el filme mediante la necesidad de

Macario de poder tener la capacidad y el alcance económico de poder disfrutar de sus alimentos

por su cuenta, siendo apoyado por la Muerte, Don Ramiro y los distintos personajes que le pagan

por sus servicios quienes fungen como ayudantes.

En el caso de Macario, la función actancial de destinador se ve cumplida en un plano por La

Muerte, que es quien facilita el objeto modal, que es el agua con la que Macario luego cura a los

enfermos, así como su esposa, quien consigue al guajolote que le permite entrar en contacto con

personajes como el Diablo, Dios y la misma muerte y que luego le da acceso a la primera prueba

calificante, así como el mismo Macario al hacer llegar el agua a los enfermos agonizantes.

retomando lo que dice Barthes (1977, p. 30.) “los términos de una secuencia pueden muy bien

imbricarse unos en otros: una secuencia no ha concluido cuando ya, intercalándose puede surgir
el término inicial de una nueva secuencia…”, por lo cual, no resulta extraño que se encuentren

dos objetos modales de dos destinadores distintos, aunque uno probablemente presente más

protagonismo que otro. Cabe resaltar que el destinador es quien facilita el hacer para que el

objeto llegue al destinatario, como plantean Blanco y Bueno (1989, p. 106) “el saber hacer es un

saber ordenado a la acción”.

Habiendo identificado al destinador, es esencial identificar la función actancial del

destinatario. El destinatario es aquel que recibe el objeto. En este caso, Macario cumple dicha

función actancial, tanto con su esposa como con La Muerte, ya que es quien recibe el objeto. De

igual forma, el pueblo cumple en una parte del filme la función de destinatario al recibir el

beneficio del objeto.

La acción en la que se traslada el mismo objeto de comunicación de un sujeto a otro

representa otro eje actancial que recibe el nombre de eje de comunicación o del saber. Tanto

Macario como su esposa, (incluso Dios, El Diablo y La Muerte) actúan en función del guajolote

en una primera instancia. A medida transcurre el filme, tanto La Muerte como Macario, así como

Macario y el pueblo actúan en función del agua que cura a los enfermos, esto demuestra el

cumplimiento de lo planteado por Saniz (2008) “El eje destinador- destinatario es el del control

de los valores y por ende de la ideología. Decide de la creación de los valores y de los deseos y

de su repartición entre los personajes”. Ambos objetos facilitan la comunicación entre los

actantes mencionados.

Tanto Don Ramiro, como La Muerte, la esposa de Macario y los habitantes del pueblo

cumplen la función actancial de ayudantes. De acuerdo con Landó (2015), los ayudantes “son los

que colaboran con el sujeto a conseguir el objeto”. Estos ayudan a Macario a conseguir un

trabajo al otorgarle el agua que cura, consiguiendo pacientes que le pagan a Macario por sus
servicios y el anhelado guajolote del personaje principal. Por otro lado, se encuentran los

oponentes, quienes básicamente “obstaculizan o se oponen a que el sujeto consiga el objeto”

(Landó, 2015). En esta función actancial podemos encontrar al Virrey, a los inquisidores, al

sistema clerical de la época en la que se desarrolla Macario e incluso al mismo Macario, al

imponer obstáculos que le impiden a Macario disfrutar del objeto, ya sea mediante acusaciones,

encarcelamiento y en el caso de Macario, el incumplimiento de las condiciones que en un

principio fueron impuestas por La Muerte.

Continuando con los actantes identificados en el párrafo anterior, en el eje de poder que

de acuerdo con Saniz (2008) “facilita o impide la comunicación. Produce las circunstancias y las

modalidades de la acción”, los contratiempos que se le presentan por sus oponentes versus los

esfuerzos de Don Ramiro, La Muerte, la esposa de Macario y los habitantes del pueblo de

apoyarle a conseguir su objetivo, conforman la dinámica del eje mencionado.

En el plano de la ruptura del orden, que es el punto de inflexión en la trama que

determina un cambio en el curso del relato, la ruptura se da cuando la esposa de Macario hurta el

guajolote para llevarlo a su esposo. Considerando que las circunstancias normales de la vida de

Macario y su familia eran cortar leña, vender la leña recolectada para comprar alimentos que solo

racionados alcanzaban para alimentar a la familia y que todos iban a dormir aún con hambre, el

poder disfrutar de un guajolote entero representa una disrupción en el curso normal de su rutina.

Es a partir de este acontecimiento que aparecen personajes que no se habían visto antes,

ofreciendo a Macario cosas a las que antes no tenía acceso y permitiendo así la definición de las

funciones actanciales atribuidas a los distintos personajes.

Como se mencionó anteriormente, el sujeto debe estar debidamente capacitado y

preparado para obtener su objeto principal. La manera de determinar si la preparación es la


debida es la prueba calificante, que es en la que se obtiene el objeto modal, que en este caso es el

agua curadora que le entrega La Muerte a Macario. La prueba calificante resulta ser el pedido

que le realiza de poder compartir el festín, ya que como había sido mostrado anteriormente,

Macario no quiso compartir ni con su familia, ni con el Diablo ni con Dios de su guajolote. Es

este gesto final hacia la muerte el que le permite acceder a este objeto que luego le abre otras

puertas.

El actante debe de igual forma, presentar una prueba principal. En ella debe de

evidenciarse un cambio significativo, crucial. Existen varios elementos por los cuales se

caracteriza esta prueba, como lo son el orden, la decisión del héroe, el combate, la victoria y la

liquidación de la carencia. En el caso de Macario, el orden se encuentra representado en su estilo

de vida. La decisión del héroe se da cuando Macario toma el reto de salvar al hijo del virrey. El

combate se presenta cuando discute con La Muerte, quien se encuentra en la cabecera de la cama

niño en señal de que va a fallecer, al pedirle que no se lo lleve y que respete el haberle llamado

su amigo. La victoria sucede aparentemente cuando, ya en la gruta de La Muerte, toma su vela de

la vida (la cual está a punto de apagarse).

Finalmente, la prueba glorificante es aquella en la que el reconocimiento llega al

personaje al haber cumplido su misión. En el caso de Macario, luego de haber debatido con la

muerte, fallece, sin embargo, al encontrar su cuerpo, su esposa determina criar a sus hijos como

su padre, un hombre honesto y ejemplar, lo cual sirve como reconocimiento a la calidad de

persona que fue en vida.


Conclusión

Tomando como base el filme Macario y de acuerdo con la metodología propuesta por

Julien Greimas en su modelo actancial, se realizó el análisis del relato y se pudo comprobar la

hipótesis propuesta. El filme posee todas las características que el modelo actancial de Greimas

propone y tanto sus actantes como las funciones que desempeñan dentro del modelo pueden ser

identificadas en las distintas secuencias del filme. Se identifico tanto los actantes como los ejes a

los que pertenecen y en los cuales funcionan como elementos, se ubicaron dentro de la

cronología de la producción cinematográfica y se señalo la ruptura del orden, así como las

diferentes pruebas que la teoría menciona y que pueden evidenciarse en el filme.

Finalmente, una vez realizado el análisis de todos los elementos propuestos, es posible

concluir que en efecto la hipótesis formulada es verdadera y que el cumplimiento del modelo

actancial de Greimas es comprobable en esta cinta.


Referencias:

Barthes, R. (1977). Introducción al análisis estructural de los relatos (Octava Edición).

Buenos Aires: Centro Editor de América Latina.

Blanco, D., & Bueno, R. (1989). Metodología del Análisis Semiótico (Tercera Edición). Lima,

Perú: Universidad de Lima Fondo Editorial.

Oribe, A. (productor) Gavaldón, R. (director). (1960). Macario [cinta cinematográfica]. México.

Saniz Balderrama, Ligia. (2008). El esquema actancial explicado. Punto Cero, 13(16), 97.

Recuperado en 28 de octubre de 2019, de

http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1815-

02762008000100011&lng=es&tlng=es.

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