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SEMIOLOGÌA DEL TEXTO JUGUETE

Los niños, esos mismos a los que se les ha robado el sentido de creatividad e
imaginación por medio de la reproducción reducida de objetos humanos, los mismos
a los que las sociedades desde que son pequeños en un inconsciente están siendo
preparados para formar parte del status quo; aquello que para la sociedad ya es
algo totalmente normal; estamos hablando específicamente del juguete francés,
porque todo juguete francés tiene un significado y ese significado siempre está
totalmente socializado. Para explicarlo mejor tendremos en cuenta el siguiente
análisis semiológico de acuerdo a lo que está escrito en el mito “juguetes” de Roland
Barthes, en lo que analizaremos dos ejemplos de juguete, el de un niño y el de una
niña, así:
Juguete de cinturón de herramientas. Su significante es un cinturón de tela con
hebillas para abrochar de material de plástico que contiene unos huecos en donde
se insertan herramientas de juguete del mismo material como el martillo, el
destornillador, la sierra, la llave etc.
Juguete de bebé que orina y llora. Su significante es una muñeca de plástico a la
que se le inserta en su boca un biberón del mismo material lleno de agua y al cabo
de unos minutos ésta la expulsa tal y como lo hacemos los humanos cuando
ingerimos algún alimento.
Ambos juguetes tanto el del niño como el de la niña, tienen un significado social,
estos productos están preparando al niño en un inconsciente para ser adulto, a lo
que barthes crítica en su mito; ya que esto impide que el niño sea creador de su
imaginación, al contrario, se limita a pensar en la única función que el juguete le
brinde; como en el caso del cinturón de herramientas por ejemplo, para que el niño
sea quien hace “las tareas difíciles de la casa” sea “el hombre fuerte de la casa”
taladrando una pared, colgando un cuadro o haciendo cualquier otra actividad
mientras hace uso de estos elementos, o en el caso de la niña y el juguete del bebé
que orina, está siendo preparada para algún día ser madre en la sociedad,
cambiando el pañal de la muñeca, arrullandola si llora y jugando a darle de comer.
Un juguete para todos puede denotar lo mismo, es algo que se le compra a los
niños y que estos usan para su ocio y distracción, pero la connotación de un juguete
es infinita ya que cada uno ha tenido una experiencia propia con el mismo; si
quisiéramos adentrarnos más en el tema que este mito incluye y por cierto es muy
amplio, seleccionaríamos diez personas: cinco adultos y cinco jóvenes a los que les
dejariamos como tarea leer este mito para después preguntarles cómo ven que fue
su experiencia con sus juguetes cuando eran niños y quizá la respuesta sea la
misma, estaban siendo preparados para al crecer entrar en el status de la sociedad
y hacer las diferentes tareas que sus juguetes les ofrecían y que por supuesto
cuando eran niños no veían porque no lo sabían, solo jugaban a ser mamás,
cocineros/as, doctores/as, constructores/as, cajeros/as etc.
Los juguetes siempre nos enseñan algo cuando somos niños, por ejemplo a mi con
todas las muñecas que tuve, las cocinitas, los kits de maquillaje entre muchos otros,
me enseñaron que el rosado “era el color de las niñas”, “que siempre debía estar
arreglada”, “que si mi muñeca lloraba tenía que cuidarla”, “que debía saber cocinar”,
y todo esto para al crecer estar en ese círculo social donde al final si yo quiero puedo
ser cualquier cosa, menos con la que jugué alguna vez. Barthes a través de su mito
nos muestra una realidad que puede cambiar para dejar de limitar a los pequeños y
en eso hace una excepción con los juguetes de fichas para armar, porque con ellas
el niño deja de ser un productor, comienza a crear y llevar su imaginación al más
allá.
Finalizando Barthes nos dice que el aburguesamiento del juguete no sólo se
reconoce en sus formas absolutamente funcionales, sino también en su sustancia,
dónde dice que los juguetes corrientes son de un material desagradable y que son
producto de un proceso químico no natural, a lo que aparecen dos nuevos signos
en el mito: El plástico y la madera, el significante del plástico un material químico, el
de la madera un material natural, barthes señala que el plástico es frío y hueco, que
se daña rápido, no dura mucho, al contrario de la madera que proviene del árbol, es
caliente al tacto, está viva y como dura más, puede crecer con el niño, un juguete
de madera es una pieza más familiar, el niño tiene un contacto continuo con el
árbol, es artesanal, requiere de más trabajo, la madera no hace daño, hace objetos
de siempre, ya casi no se encuentran de estos juguetes, ahora el juguete es químico
en sustancia y en color, toda una imitación.

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