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5 juegos para escribir microrrelatos

by Andrea Núñez-Torrón Stock

De un tiempo a esta parte, los microrrelatos se han asentado como una


modalidad narrativa divertida, sugerente y creativa que puede plasmarse en
redes sociales de microblogging como Twitter o en plataformas personales de
publicación. En Literaturbia queremos proporcionarte un montón de buenas ideas
para que puedas desarrollar tus propias creaciones.

En primer lugar, ¿ya sabes lo qué es un microrrelato? Este formato se trata de


una modalidad narrativa que exige del lector la máxima concisión de ideas en
el menor espacio posible. Es decir, que debe cumplir los principios básicos de la
narratividad de una manera extremadamente concentrada. Despojado de casi todo
adorno dada su brevedad, el microrrelato pone a prueba las rutinas del lectura y la
imaginación, convirtiéndose en un pequeño laboratorio de experimentación con
el lenguaje. Suele presentar los siguientes rasgos:

 Brevedad máxima: Las técnica de la elipsis está presente en todo microrrelato


para conseguir una historia con potencial.
 Secuencia narrativa incompleta: Los microrrelatos no siguen el esquema
tradicional del relato dividido en planteamiento, nudo y desenlace.
 En la gran mayoría de los microrrelatos hay una única línea temporal, un único
espacio y un único personaje -aunque a veces podemos hallarnos frente a dos o
tres-. Es extraño que se empleen formatos como los diálogos.
 Lenguaje preciso y habitualmente cargado de intencionalidad, admitiendo el
registro poético, irónico, la parodia o la
 Desenlaces abruptos, impredecibles y abiertos a múltiples interpretaciones. La
sorpresa es un elemento clave de los microrrelatos.
 Tendencia a plantear mundos ficcionales no solucionados, con un alto grado
de indefinición.
 Presencia de la intertextualidad para aportar sentido a la historia.
 Condensación del tiempo narrativo. En muchos casos se prescinde de técnicas
como el diálogo, la pausa o la descripción.
 Las posibilidades alrededor del relato -aunque no estén presentes en las líneas de
texto-, influyen poderosamente en su significación. Así, el subtexto es
especialmente relevante en los formatos narrativos.

¿Cuáles son los orígenes de los microrrelatos?


Si nos remontamos décadas, siglos e incluso milenios atrás, los formatos
narrativos breves, tanto escritos como orales, han aparecido en múltiples culturas
y épocas: instrucciones sumerias y egipcias, fábulas grecolatinas,
adivinanzas populares, parábolas bíblicas, sugerentes epitafios o graffitis
urbanos. En el mundo occidental, además de las citadas fábulas, encontramos
ejemplos de escritura fragmentaria como epigramas y aforismos antiguos, o
bestiarios medievales, y en las culturas al margen de Occidente destacan los
textos sobre los sarcófagos de los faraones y los haikus o poemas breves
japoneses. En cuanto a los orígenes estrictamente literarios, los críticos del
mundo castellanoparlante ubican las raíces directas a la micronarratividad
en el modernismo hispanoamericano y las vanguardias. Herramientas
actuales como la blogosfera, la proliferación de concursos literarios en la red o el
uso literario de Twitter han fomentado que sea de los formatos más atractivos para
usuarios y escritores.

No pares de jugar

Escribir jugando es una de las mejores maneras de obtener buenas ideas y


exprimir tu mente en la búsqueda de los mejores microrrelatos. Fíjate en algunos
ejemplos famosos como «Cuando se despertó, el dinosaurio todavía estaba
allí» (Augusto Monterroso) o «Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató
de ello» (Gabriel Jimenez Emán) o «Despiértese, que es tarde, me grita desde la
puerta un hombre extraño. Despiértese usted, que buena falta le hace, le contesto
yo. Pero el muy obstinado me sigue soñando.» (Ana María Shua). Lo primero que
debes hacer es fijarte una extensión máxima, que habitualmente oscila entre las
100 y las 200 palabras, aunque algunos prefieren prefijarla en el número de líneas.

Sigue cualquiera de los siguientes 7 juegos para escribir microrrelatos:

1. La caja mágica: Introduce en una caja de cartón o estuche un elevado número de


palabras escritas en pequeños papeles. Para realizar tu microrrelato, mete la
mano en ella y escoge dos al azar para incluirlas en tu pequeña trama de la
manera que te parezca más adecuada. Cuanto más insólitas o polisémicas sean
las palabras de tu caja mágica, más complicado y divertido será tu proceso de
creación.
2. Los saltos temporales: Dado que te verás obligado a utilizar la elipsis como
recurso, lo ideal es que tu microrrelato comience en un momento intermedio. Sitúa
a tu personaje en medio de un juicio, de un hospital, de una cama vacía, de
una cárcel, de un púlpito o de una catástrofe natural e intriga a tu lector para
que intente averiguar cómo ha llegado a su situación presente.
3. Las canciones magnéticas: Utiliza una canción como punto de partida para crear
tu microrrelato. Para ello, crea tu propia lista con géneros y artistas musicales
variados en plataformas como Youtube o Spotify y aleatoriamente pulsa el play.
Inspírate en lo que suena, utiliza incluso elementos de la propia letra y déjate
llevar para comenzar a escribir un microrrelato sorprendente.
4. Las listas de personajes: Como hemos señalado, habitualmente los
microrrelatos sólo cuentan con un personaje, por lo que su originalidad -aunque
su descripción sea lógicamente omitida- es fundamental. Por eso, lo más
importante son los roles, trabajos y conflictos asociados al protagonista de tu
historia. Elabora una lista con todo lo que se te ocurra: un médico que experimenta
con víctimas terminales, una monja con doble vida que se prostituye, una
excursionista convertida a un culto satánico o un director de instituto condenado a
pena de muerte pueden ser buenas ideas para comenzar.
5. Las situaciones límite: Por su carácter breve, los microrrelatos comprenden un
escenario y una única línea de tiempo. Si extremas la condición o condiciones a
las que está sometido tu protagonista, el interés que este puede llegar a suscitar
en tu receptor será mayor. Las situaciones límite, ya sean extravagantes,
desproporcionadas, cómicas o desesperantes te resultarán armas muy
jugosas para crear historias brillantes. Escribe varias, numéralas y tira un dado
para comenzar a jugar.

¿A qué estás esperando? Ponte manos a la obra y empieza a crear microrrelatos


mágicos y suculentos. ¡Puedes dejar un comentario y enseñarnos el resultado de
tus experimentos!

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