"Muchas personas razonables creen en fenómenos psíquicos y muchos escépticos
razonables descartan estas creencias. Estábamos interesados en saber por qué hay diferencias de opinión tan grandes entre personas igualmente razonables". Esta duda que plantea David Gallo es la que quiso resolver junto a su colega de la Universidad de Chicago Stephen Gray. ¿Qué distingue a quienes creen en lo paranormal? Se trata de una pregunta nada fácil de contestar, por mucho que la intuición haga creer que la respuesta es sencilla. El estudio también mostró que quienes creen en la parapsicología tienden a estar más satisfechos con su vida que los escépticos Y sobre todo, hablando de ciencia, se trata de llegar a conclusiones comprobables. A través de una serie de estudios múltiples, Gallo y Grey han dado con una correlación: quienes creen en la parapsicología son algo peores en pensamiento analítico que aquellos que desconfían de la existencia de lo paranormal. Puede parecer una perogrullada pero, hasta hoy, los estudios que han tratado de explicar el fenómeno no habían atado una conclusión tan nítidamente. Gallo explica que muchas veces se ha propuesto que existen diferencias cognitivas entre creyentes en ciencias ocultas y escépticos, diferencias que llevan a creer en estos fenómenos. "Pero al mirar a través de la literatura científica, nos dimos cuenta de que había poca investigación para probar esta hipótesis", lamenta. Una hipótesis cacareada pero poco comprobada. Otros investigadores que trataron de encontrar correlación entre creencias esotéricas y el nivel de inteligencia o el desempeño académico habían fracasado: la gente que cree en médiums o la telepatía ni es más tonta ni tiene peor titulación. Estos psicólogos diseñaron un estudio lo más completo posible para tratar de despejar algunas incógnitas de la ecuación. Muestrearon grupos de personas —con altos niveles de educación— que estuvieran convencidas de la existencia de poderes parapsicológicos o que fueran especialmente escépticas con estos fenómenos. Y se los comparó en numerosas tareas cognitivas: pruebas de lógica, de memoria, de lenguaje, de asociación... sin encontrar apenas diferencias. En primer lugar, estudiaron en detalle su memoria episódica (el recuerdo preciso de acontecimientos que uno había experimentado en su pasado), un apartado en el que no encontraron diferencias entre grupos. Gallo y Grey, especializados en este campo, pensaban —por error— que la memoria podría estar en el origen de distorsiones y sesgos que ayudaran a que una videncia encajara gracias a recuerdos mal seleccionados o manipulados a posteriori, por ejemplo. Otros investigadores que trataron de encontrar correlación entre creencias esotéricas y el nivel de inteligencia o el desempeño académico habían fracasado: ni son más tontos ni tienen peor titulación El hallazgo clave fue descubrir que los creyentes hicieron peor algunas pruebas de pensamiento analítico, no con gran diferencia pero sí de forma sólida a través de diversas pruebas de lógica. Para Gallo, estos resultados pueden significar que tienden a procesar la información de una forma menos analítica y más intuitiva que los escépticos. "Esto podría causar que los creyentes rindan peor en las pruebas de pensamiento analítico y también podría apoyar sus creencias en lo paranormal", explica. Curiosamente, el estudio también mostró que quienes creen en la parapsicología tienden a estar más satisfechos con su vida que los escépticos. Gallo recuerda que es una diferencia que ya se había observado en estudios previos y que "podría indicar que procesar la información de forma más intuitiva tiene ventajas, quiza hace que la gente sea más feliz en general". La psicóloga Helena Matute, de la Universidad de Deusto, coincide en que es algo habitual y que determinadas supersticiones, a un nivel adecuado, pueden tener aspectos positivos. Matute publicó recientemente un estudio que encaja bastante bien con los resultados de Gallo y Grey, ya que mostraba que los creyentes en lo paranormal tienden a crear ilusiones causales. "Tiene mucho que ver con lo que nosotros estamos viendo, parecen tener menos pensamiento crítico y sesgan la información que reciben".