Está en la página 1de 142

Ciencia Política

UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES


Rector Rubén Hallu
Vicerrector Alberto Edgardo Barbieri
Secretaría de Asuntos Académicos María Catalina Nosiglia
Subsecretaria de Innovación y Calidad Académica Marilina Lipsman

PROGRAMA UBA XXI

Directora Claudia Lombardo


Vicedirectora Diana Mazza
Coordinación Desarrollo Pedagógico María Alejandra Codazzi
Coordinación Producción Multimedial Liliana Castillo
María Alejandra Batista
Ariadna Pou
Patricia Bucich
Ariel F. Guglielmo
Coordinación Comunicación Integral Marcela Gamberini

GUÍA DE ESTUDIO

Equipo Docente
Profesora adjunta de Ciencia Política Soledad Méndez Parnes
Especialistas en contenidos Soledad Méndez Parnes
Ana Mangialavori
Alicia Olivieri
Maissa Havela
Ciencia política : guía de estudio . - 1a ed. - Buenos Aires : Eudeba, 2012.
- (UBA XXI; 0)
E-Book.

ISBN 978-950-23-2032-8

1. Ciencias Políticas.
CDD 320

Eudeba
Universidad de Buenos Aires

1° edición: agosto de 2012

© 2010
Editorial Universitaria de Buenos Aires
Sociedad de Economía Mixta
Av. Rivadavia 1571/73 (1033) Ciudad de Buenos Aires
Tel.: 4383-8025 / Fax: 4383-2202
¿Qué es UBA XXI?

UBA XXI es el Programa de Educación a Distancia de la Universidad de Buenos Aires, dirigido a


alumnos interesados en adoptar esta modalidad de enseñanza para cursar algunas materias del
Ciclo Básico Común.
Es una propuesta multimedial que brinda distintos materiales y recursos para organizar el
estudio de modo autónomo, sin la obligación de asistir a clases.
En la página web institucional, http://www.uba.ar/academicos/uba21, se encuentra la
información sobre esta propuesta de estudio y las primeras orientaciones para incorporarse al
Programa.
Además, UBA XXI cuenta con un Campus virtual, http://www.ubaxxivirtual.uba.ar, un
entorno en el cual los alumnos interactúan con docentes y compañeros, así como también acceden
a actividades, materiales didácticos y recursos multimediales para acompañar el cursado de las
asignaturas elegidas.

Ciencia Política en UBA XXI

Para abordar los contenidos de la materia Ciencia Política en esta modalidad, usted cuenta con
los siguientes materiales y recursos didácticos:
- Textos impresos de lectura obligatoria: Guía de Estudio de Ciencia Política y Bibliografía.
- Un espacio en el Campus virtual desde el cual podrá acceder al correo electrónico para
consultas sobre la materia, actividades de aprendizaje, como foros de discusión y de orientación
pedagógica, y a otros recursos didácticos que lo acompañarán en su estudio. Se recomienda
escuchar los programas grabados de radio, disponibles en la Mediateca.
- Tutorías presenciales que son encuentros optativos para abordar los temas del programa,
aclarar dudas sobre los contenidos y sobre las actividades de aprendizaje.
- Programas de radio sobre diversos temas de la asignatura, que se emiten por: FM Radio UBA
90.5
- Sala de lectura en la que se puede consultar la bibliografía obligatoria para el estudio de la
materia, en la Sede Central, Pte. J. E. Uriburu 950, 1° piso, correo electrónico:
bibliotecaubaxxi@rec.uba.ar.
Guía de Estudio de Ciencia Política es una herramienta didáctica que acompaña la lectura
de la bibliografía obligatoria de la asignatura. El objetivo principal es guiar a los alumnos en
la comprensión de la materia. Está organizada siguiendo el desarrollo del programa. En cada
unidad se anticipan los temas y la bibliografía, se sugieren preguntas y actividades de
aprendizaje y se incluyen mapas conceptuales y los "Documentos de Cátedra", que son textos
elaborados por los profesores en los que se hace referencia a las ideas principales y su
relación con los textos de la bibliografía obligatoria de los autores tratados. Se posibilita y
estimula, de esta manera, la reflexión y el análisis, así como la adquisición de conceptos,
categorías e interpretaciones teóricas propias de la disciplina.

Este material didáctico es de lectura obligatoria.

Recomendamos ingresar con frecuencia al espacio que la materia tiene en el Campus virtual
para participar de los foros y de otras actividades que allí se proponen.
Bienvenida

Brindamos una cordial bienvenida a los estudiantes que están comenzando sus estudios
universitarios y que, en esta oportunidad, han elegido la materia Ciencia Política dentro del
Programa de Educación a Distancia de la Universidad de Buenos Aires, UBA XXI.
El objetivo de estas líneas es presentarnos y proponer algunas sugerencias acerca de cómo
abordar las diferentes herramientas y materiales didácticos que les ofrecemos para tener éxito
en su cursada.
El profesor Luis Aznar es el docente titular de la Cátedra y es quien ha tenido la
responsabilidad del armado del programa, sus contenidos y la selección del material de lectura
obligatoria. El resto de los docentes que componemos la cátedra tenemos a nuestro cargo el
dictado de tutorías, la selección de contenidos para el Campus virtual, el seguimiento de los
foros, así como también, la redacción y actualización de la Guía de Estudio de la materia. Este
equipo se completa con la colaboración de los docentes y responsables de las sedes del interior
del país que ofrecen este curso. Por último, nuestra tarea no sería posible sin la cooperación
de todo UBA XXI, en especial su equipo pedagógico, el departamento de medios, el Campus
virtual y el área de material impreso.
Todos hemos trabajado con gran esfuerzo para ofrecerles una materia que, cumpliendo con
los requisitos de contenido y metodología que entendemos deben estar presentes en un curso
introductorio a una disciplina tan compleja y controversial como es la Ciencia Política, les
resulte a la vez entretenida y desafiante al iniciarse en la reflexión sobre los procesos
sociopolíticos.
Para tener éxito en el cursado de esta materia, en primer lugar, consideramos necesario
tener siempre a mano como material de consulta el programa. El mismo se compone de seis
unidades que recorren una variedad de temas que constituyen los problemas centrales de la
reflexión politológica. Al programa hay que conocerlo, entender su lógica y familiarizarse con
los materiales obligatorios de cada una de las unidades. Todas ellas son igualmente
importantes. Son muchos los textos de la bibliografía, por lo cual nos permitimos sugerirles no
atrasarse con su lectura, manifestar sus dudas y realizar las actividades de esta guía. Para
avanzar en el estudio, el Programa UBA XXI y esta cátedra ofrecen a los alumnos distintas
herramientas y recursos pedagógicos:
- Las tutorías presenciales, a las cuales invitamos a asistir, constituyen una adecuada
instancia de interacción e intercambio con los docentes. Su objetivo es debatir los núcleos
centrales del programa, constituyendo una suerte de acompañamiento para la comprensión de
los contenidos.
- La participación y consulta permanente en el Campus virtual de la materia. Allí se
encuentra una serie de instrumentos y recursos que ayudarán a los alumnos a familiarizarse
con los temas que se estudian en la materia. Por ejemplo, material de lectura complementaria,
artículos periodísticos, entrevistas, documentos, actividades, auto test, entre otras.
Además, se abrirán foros por unidad con actividades disparadoras que, entendemos,
contribuirán a la comprensión del contenido de la materia. Asimismo, consideramos que los
foros son una instancia interesante que invitan al debate serio sobre los fenómenos políticos.
Por último, cabe destacar que el campus también es una instancia de comunicación entre la
Cátedra y los alumnos. Allí, a través del uso del correo electrónico o de los chats que puedan
oportunamente pautarse, se podrá interactuar con los docentes y hacerles llegar dudas y
comentarios.
- Por otra parte, la Cátedra ha armado y preparado una Guía de Estudio, cuya consulta es
obligatoria. Ella persigue una doble finalidad. Por un lado, busca acompañar a los alumnos en
el estudio de esta materia. Por ello se incluyen: una presentación en cada unidad que orienta
la lectura de los materiales obligatorios y resume los conceptos que nos interesa subrayar en
cada autor; documentos de Cátedra, escritos ad hoc para explicitar y clarificar algún tema;
mapas conceptuales que muestran las relaciones entre categorías de análisis. Por otro lado, se
incorpora a la guía una serie de actividades de aprendizaje agrupadas por unidad que tienen
por objetivo proponer tareas para el estudio y aplicación de los conceptos y brindar
herramientas que permitan estimar el grado de comprensión de los contenidos de la materia.
- Por último, invitamos a escuchar los programas de radio que hemos preparado
especialmente. En ellos, se presentan los temas que, consideramos, concitan mayor interés.
Deseamos a todos los estudiantes mucho éxito en la cursada y esperamos despertar la
curiosidad por el conocimiento de los fenómenos políticos. Nuestra mayor aspiración es que
los alumnos y quienes participen con nosotros en este curso, compartan con Luis Aznar la
siguiente apreciación: "A comienzos del siglo XXI, cualquier intento de discutir sobre la
política en tanto objeto de estudio es un emprendimiento ciertamente tan complicado como al
mismo tiempo interesante".

Quedamos a disposición de los alumnos para responder las preguntas e inquietudes y atender
las sugerencias.
La Cátedra
Programa de la materia

Objetivos

- Identificar el objeto de estudio y las herramientas y técnicas metodológicas más utilizadas


por la Ciencia Política.
- Conocer y valorar la contribución de la Ciencia Política al desarrollo de las sociedades
contemporáneas, a partir de sus aportes teóricos y metodológicos sobre el tratamiento de los
fenómenos sociopolíticos.
- Desarrollar un conocimiento crítico de los fenómenos políticos de las sociedades
contemporáneas, apreciando a la política como una actividad que permite canalizar e
institucionalizar (aunque no necesariamente solucionar) conflictos sociales.
- Definir y aplicar con propiedad los conceptos y categorías de análisis que contribuyen a la
comprensión de los fenómenos sociopolíticos en las sociedades contemporáneas. En especial,
los conceptos de: Estado, orden político, régimen político y forma de gobierno.
- Establecer relaciones entre las categorías y los procesos y/o fenómenos sociopolíticos para
avanzar en el análisis de casos o en la búsqueda de ejemplos empíricos.
- Explicar y comprender la relación dinámica entre Estado y sociedad, enfatizando el análisis de
la tensión entre las esferas del Estado y el No Estado.
- Adquirir las primeras nociones para la reflexión acerca del cambio político.

Unidad 1. La política, el poder y el orden político

La política. Evolución del concepto de política. La política como acción o praxis humana. El
fenómeno político y su vinculación con otros aspectos de la realidad social. La autonomía de lo
político. La política y lo político. La política como objeto de estudio: reflexiones sobre la
política. Las transformaciones de la política. El poder y la política. El poder como relación y las
relaciones de poder. La relación entre coerción y consenso como medios de control político: el
problema de la legitimidad del poder. Legitimidad política y legitimidad socioeconómica.
Legitimidad y dominación. Poder, política y dominación. Orden político. Incertidumbre del orden
político.

Unidad 2. El Estado

Estado y orden político. El Estado como instancia política de dominación. El Estado nación
como primera construcción sociopolítica de la modernidad. Autonomía y soberanía. La formación
histórica del Estado: el proceso de construcción social y la emergencia del aparato estatal.
Burocracia. Relación Estado-sociedad. Las transformaciones del Estado: Estado absolutista,
Estado liberal, Estado democrático, Estado de Bienestar. Estado, sociedad y clases sociales. El
Estado de Bienestar: génesis, apogeo y crisis.

Unidad 3. El régimen político, las democracias y las alternativas no


democráticas

Orden político y régimen político. Definición de régimen político. Tipos de régimen político
según legitimidad, representación y autoridad. La democracia en perspectiva histórica:
democracia directa y democracia representativa. Las dimensiones del fenómeno democrático. La
democracia contemporánea: democracia y poliarquía. Los regímenes no democráticos:
autoritarismo y totalitarismo. Transición y consolidación de la democracia. Las democracias no
institucionalizadas. La calidad de las democracias.

Unidad 4. El gobierno

Gobierno: definición del concepto. Gobierno y representación. Gobierno y participación.


Gobierno, eficacia y legitimidad. Gobierno y gobernabilidad. Instituciones y procesos
gubernamentales. El gobierno y la elaboración de políticas. Los antecedentes históricos de las
estructuras de gobierno contemporáneas. Morfología de los gobiernos y modelos constitucionales:
presidencialismo, parlamentarismo y semipresidencialismo. Análisis comparado de las formas de
gobierno. Presidencialismo argentino y estadounidense: su génesis y características.

Unidad 5. Los partidos políticos

Los partidos políticos: concepto, origen y transformación. Los partidos políticos como
estructuras de intermediación de intereses en las democracias contemporáneas. Los partidos
políticos y las clases sociales. Los partidos políticos como organizaciones en competencia por el
poder. Los partidos políticos y el gobierno. La crisis de los partidos políticos y la representación
partidaria. Partidos políticos y democracia.

Unidad 6. la participación política, los movimientos sociales y los grupos de


interés

La participación política y social. La representación política. El interés y los grupos. La


intermediación y la articulación de intereses. Los grupos de presión, los grupos de interés, las
corporaciones y el lobbying. Las asociaciones voluntarias y los movimientos sociales.
Pluralismo, corporativismo y neocorporativismo. El pluralismo democrático. El asociacionismo y
la democracia. Nuevas formas de movilización política y social.
Bibliografía

Le sugerimos que lea los textos de la bibliografía en el orden presentado.


Unidad 1. La política, el poder y el orden político

Bibliografía obligatoria

- Unidad 1 en la Guía de Estudio de Ciencia Política, producida por UBA XXI y editada por
Eudeba, a partir de la edición de 2010.
- BOBBIO, N. (1985). Política. En Bobbio, N., Matteucci, N. y Pasquino, G. Diccionario de
política. México: Siglo XXI.
- RITZER, G. (1993). Teoría sociológica clásica. Madrid: Mc Graw Hill.
- WEBER, M. (1984). Primera parte: Teoría de las categorías sociológicas (pp. 43-45). Punto III.
Los tipos de dominación (pp. 171-20 y 214-217). En Economía y Sociedad. Esbozo de la
sociología comprensiva (1922). México: Fondo de Cultura Económica.
- AZNAR, L. (2004). La gobernabilidad como mercancía. Acerca de la incertidumbre y el orden
político. POSTData. Revista de Reflexión y Análisis Político. N°10. Buenos Aires.

Bibliografía optativa

- MACHIAVELLI, N. El Príncipe(Il Principe, 1513). Varias ediciones (selección de capítulos).


- PEARSON, F. y ROCHESTER, J.M. (2000). Capítulo 1: Estudio de las relaciones
internacionales o manejando el mundo. En Relaciones Internacionales: situación global en el
siglo XXI. México: Mc Graw Hill Interamericana.
- SARTORI, G. (1992). Política. En Elementos de Teoría Política. Madrid: Alianza Editorial.
- STTOPINO, M. (1994). Che cosa é la politica? Quaderni di scienza politica. 1, pp. 1-34.
(Traducción de la Cátedra).
- VALLES, J. (2000). Capítulos 1 y 2. En Ciencia Política. Una introducción (pp. 17-43).
Barcelona: Ariel.

Unidad 2. El Estado

Bibliografía obligatoria

- Unidad 2 en la Guía de Estudio de Ciencia Política, producida por UBA XXI y editada por
Eudeba, a partir de la edición de 2010.
- BOBBIO, N. (1989). Estado, gobierno y sociedad. México: Fondo de Cultura Económica.
- WEBER, M. (1984). Segunda parte. Punto IX. La institución estatal racional y los partidos
políticos y parlamentos modernos (sociología del Estado), pp.1047-1076. En Economía y
Sociedad. Esbozo de sociología comprensiva(1922). México: Fondo de Cultura Económica.
- MARX, K. y ENGELS, F. El Manifiesto del Partido Comunista. Varias ediciones (selección de
capítulos).
- ISUANI, E.A. (1991). Bismark o Keynes: ¿Quién es el culpable? Notas sobre la crisis de
acumulación. En Isuani, E.A., Lo Vuolo, R. y Tenti, E. (comp.) El Estado de Bienestar: la crisis
de un paradigma. Buenos Aires: CIEPP-Miño y Dávila.
- BOBBIO, N. (1997). El Estado. En Ni con Marx ni contra Marx. México: Fondo de Cultura
Económica.
- D'ALESSANDRO, M. (2004). Control estatal y administración. Una reseña de su desarrollo.
POSTData. Revista de Reflexión y Análisis Político. N°10. Buenos Aires.
- MÉNDEZ PARNES, M.S. (2010). Documento de Cátedra: Estado moderno y Sociedad civil.
En la Guía de Estudio de Ciencia Política. Buenos Aires: Eudeba, y en el Campus virtual de UBA
XXI.

Bibliografía optativa

- SCHIERA, P. (1985). Estado moderno. En Bobbio, N., Matteucci, N. y Pasquino, G.


Diccionario de política. México: Siglo XXI.

Unidad 3. El régimen político, las democracias y las alternativas no democráticas

Bibliografía obligatoria

- Unidad 3 en la Guía de Estudio de Ciencia Política, producida por UBA XXI y editada por
Eudeba, a partir de la edición de 2010.
- MÉNDEZ PARNES, M.S. y Negri, J.J. (2010). Democracia. En Aznar, L. y de Luca, M.
Política. Cuestiones y problemas. Buenos Aires: Cengage Learning Editores.
- MORLINO, L. (2004). Las alternativas no democráticas. POSTData. Revista de Reflexión y
Análisis político. N°10. Buenos Aires.
- O'DONNELL, G. (1993). Acerca del Estado, la democratización y algunos problemas
conceptuales. Una perspectiva latinoamericana con referencias a países poscomunistas.
Desarrollo Económico. Revista de Ciencias Sociales (IDES). N°130 (vol. 33). Buenos Aires.

Bibliografía optativa

- DAHL, R. (1991). Capítulos: 1, 2 y 15. En La democracia y sus críticos. Buenos Aires: Paidós.
- DAHL, R. y Lindblom, C. (1971). Capítulo 10: La poliarquía: el control sobre los líderes, y
Capítulo 11: La poliarquía: el control sobre los líderes (continuación). En Política, Economía y
bienestar. La planificación y los sistemas político-económicos reducidos a procesos (pp. 289-
336). Buenos Aires: Paidós.
- FRIEDRICH, C. y BRZEZINSKI, Z. (1981). Las características generales de la dictadura
totalitaria. En AA.VV. El gobierno: Estudio comparado. Buenos Aires: Alianza.
- MORLINO, L. (1985). ¿Cuál es la crisis democrática de Italia? Crítica & Utopía. N°13 (pp. 65-
106). Buenos Aires.
- MORLINO, L. (1988). Los autoritarismos. En Pasquino, G. (comp.). Manual de ciencia
política(pp. 179-215). Madrid: Alianza.
- O'DONELL, G. (1992). Democracia delegativa. Cuadernos del CLAEH. N°61. Montevideo.
- PEARSON, F. y ROCHESTER, J.M. (2000). Capítulo 2: Breve versión del pasado: el
desarrollo histórico del sistema internacional. En Relaciones Internacionales: situación global
en el siglo XXI. México: Mc Graw Hill Interamericana.
- PORTANTIERO, J.C. (1985). La consolidación de la democracia en sociedades conflictivas.
Crítica & Utopía. N°13 (pp. 39-50). Buenos Aires.
- SARTORI, G. (1992). Dictadura. En Elementos de Teoría Política. Madrid: Alianza.
- WEFFORT, F. (1993). Nuevas democracias, ¿qué democracias? Sociedad. N°2. Buenos Aires:
Facultad de Ciencias Sociales. UBA.

Unidad 4. El gobierno

Bibliografía obligatoria

- Unidad 4 en la Guía de Estudio de Ciencia Política, producida por UBA XXI y editada por
Eudeba, a partir de la edición de 2010.
- ZELAZNIK, J. (2003). Capítulo 5: Gobierno. En Pinto, J. (comp.). Introducción a la Ciencia
Política. Buenos Aires: Eudeba.
- SARTORI, G. (1994). Capítulos: V, VI y VII. En Ingeniería constitucional comparada. Una
investigación de estructuras, incentivos y resultados. México: Fondo de Cultura Económica.
- ETCHEMENDY, S. (1998). Los fundamentos teóricos de los presidencialismos argentino y
norteamericano: una comparación entre Alberdi y "El Federalista. Agora. N°8 (pp. 169-198).
- MÉNDEZ PARNES, M. S. (2010). Documento de Cátedra: El estudio de las formas de
gobierno. En la Guía de Estudio de Ciencia Política. Buenos Aires: Eudeba, y en el Campus
virtual de UBA XXI.

Bibliografía optativa

- ALBERDI, J.B. (1981). Bases y puntos de partida para la organización política de la


República Argentina (párrafos: I, XII, XXII, XXV y XXXIV). Buenos Aires: Plus Ultra.

Unidad 5. Los partidos políticos

Bibliografía obligatoria

- Unidad 5 en la Guía de Estudio de Ciencia Política, producida por UBA XXI y editada por
Eudeba, a partir de la edición de 2010.
- CINGONALI, L. (2010). Partidos políticos. En Aznar, L. y de Luca, M. (comp.) Cuestiones y
problemas. Buenos Aires: Cengage Learning Editores.
- LINZ, J. (2004). Los partidos políticos en las democracias contemporáneas: problemas y
paradojas. POSTData. Revista de Reflexión y Análisis Político. N°10. Buenos Aires.

Bibliografía optativa

- BARTOLINI, S. (1988). Partidos y sistemas de partidos. En Pasquino, G. (comp.). Manual de


Ciencia Política. Madrid: Alianza Editorial.
- CATTERBERG, E. y BRAUN, M. (1989). ¿Izquierda y derecha en la opinión pública argentina?
Crítica & Utopía. N°18. Buenos Aires.
- GROSSI, M. y GRITTI, R. (1989). Los partidos políticos frente a una democracia difícil: la
evolución del sistema partidario en la Argentina. Crítica & Utopía. N°18. Buenos Aires.
-KIRCHHEIMER, O. (1980). El camino hacia el partido de todo el mundo. En Lenk, K. y
Neumann, F. (eds.). Teoría y sociología críticas de los partidos políticos. Barcelona: Anagrama.
- MCGUIRE, J. (1997). Partidos Políticos y Democracia en Argentina. En Mainwaring, S. y
Scully, T. (eds.). La Construcción de Instituciones Democráticas. Sistemas de Partidos en
América Latina. Santiago de Chile: CIEPLAN.
- PRZEWORSKI, A. (1988). Capítulo 1: La socialdemocracia como fenómeno histórico. En
Capitalismo y Socialdemocracia(pp. 17-60). Madrid: Alianza.
- WEBER, M. (1984). Primera parte (pp. 228-232) y Segunda parte (pp. 693-694 y 10761094).
En Economía y Sociedad. Esbozo de sociología comprensiva(1922). México: Fondo de Cultura
Económica.

Unidad 6. La participación política, los movimientos sociales y los grupos de interés

Bibliografía obligatoria

- Unidad 6 en la Guía de Estudio de Ciencia Política,producida por UBA XXI y editada por
Eudeba, a partir de la edición de 2010.
- VALLÈS, J. (2000). La acción colectiva: (1) Los grupos de interés y los movimientos sociales.
En CienciaPolítica. Una Introducción. Barcelona: Ariel.
- SCHMITTER, P. (1992). ¿Continúa el Siglo del Corporativismo? En Schmitter, P. y Lembruch,
G. Neocorporativismo I. Más allá del estudio y el mercado. México: Alianza.
- DELAMATA, G. (2003). (2003). De los estallidos provinciales a la generalización de las
protestas en la Argentina. Perspectiva y contexto en la significación de las nuevas protestas.
Revista de Ciencias Sociales. N°14. Buenos Aires: Universidad Nacional de Quilmes.

Bibliografía optativa
- ALBERTI, G. ACUÑA, C. Y GOLBERT, L. (1980). Intereses Industriales y Gobernabilidad
Democrática. Boletín InformativoTechint. N° 235 (pp. 80-96).
- OFFE, C.(1988). Capítulo 3: Democracia de competencia entre partidos y el Estado de
Bienestar keynesiano. Factores de estabilidad y de desorganización. En Partidos políticos y
nuevos movimientos sociales. Madrid: Sistema.
- PALERMO, V. (1988). Problemas de participación política en la Argentina contemporánea.
Crítica & Utopía. N°9 (pp. 105-123). Buenos Aires.
- PARAMIO, L. (2002)(2002) Democracia y ciudadanía en el tiempo de los medios
audiovisuales. Desarrollo Económico. N°167 (vol. 42). Buenos Aires.
- PASQUINO, G. (1988). Participación política, grupos y movimientos. En Pasquino, G. (comp.)
Manual de Ciencia Política (pp. 179-215). Madrid: Alianza.
- TOCQUEVILLE, A. de (1980). La democracia en América. Madrid: Alianza. (Selección de
capítulos).
Introducción a la materia

El contenido y abordaje de la materia Ciencia Política está orientado por un propósito básico:
introducir a los estudiantes que inician su formación universitaria en el conocimiento de las
estructuras teórico-conceptuales de la Ciencia Política. Se trata de una disciplina que reconoce
como campo autónomo de interés el análisis empírico de los procesos y fenómenos políticos. Este
acercamiento busca enriquecer y promover, en quienes cursan la materia, una lectura crítica de la
realidad política ofreciéndoles un conjunto de herramientas conceptuales y analíticas propias de
esta disciplina. En este sentido, la ciencia entabla un diálogo constante con la realidad, intentando
aprehenderla para conocerla, describirla, explicarla y contribuir en su transformación. En otras
palabras, la Ciencia Política propone comprender los fenómenos y procesos sociopolíticos a
través de las categorías de análisis que son su expresión teórica, como resultado de un trabajo
intelectual definido como el proceso de producción de conocimientos científicos sobre lo
concreto real.
Como el resto de las ciencias sociales, uno de los problemas que debe enfrentar la Ciencia
Política es la construcción de un lenguaje técnico y especializado. Estas ciencias, en general, y la
Ciencia Política, en particular, en muchas ocasiones se ven atrapadas por la ambigüedad y
vaguedad de los conceptos y categorías de análisis que utilizan. Esta falencia encuentra
explicación en que la raíz de los términos es el lenguaje coloquial nutrido de carga emotiva. Por
ello, algunos de los conceptos en determinados contextos históricos poseen una carga valorativa
positiva o negativa. Sin ir más lejos, en la actualidad, el mismo término "política" conlleva una
connotación negativa. Por el contrario, la idea de "democracia" hoy goza de buena imagen y se le
suele adjudicar un valor positivo que de alguna manera influye en las denominadas Teorías de la
Democracia. Pero no está de más recordar que la democracia tenía una connotación negativa en
los filósofos griegos clásicos.
Es en virtud de cuestiones como las señaladas en el párrafo anterior, que interesa remarcar la
importancia de la historicidad de las categorías de análisis y la influencia que ejercen los
contextos históricos en la producción del pensamiento y teorías políticas. Así, muchas de las
nociones y conceptos contemporáneos tienen su origen en otros contextos y circunstancias
históricas muy distintas a las de esta época, pero su actualización y reformulación los mantienen
vigentes. De esta manera, interactúan dentro de la disciplina viejas y nuevas categorías de análisis
que la enriquecen. A diferencia de los enfoques ahistóricos, esta cátedra considera que la
incorporación de la historia en los análisis políticos es necesaria tanto para dar cuenta de las
transformaciones empíricas como para comprender la historicidad de las categorías que se
emplean para su aprehensión.
El programa de Ciencia Política que ofrecemos en el marco de UBA XXI presenta un doble
carácter o intención. Por un lado, uno teórico-conceptual, que tiene por finalidad que el alumno
incorpore los conceptos e ideas rectoras de la Ciencia Política, por ejemplo: poder, Estado,
régimen político, representación política, entre otros. Por otro lado, se sigue un enfoque, que
podríamos denominar histórico-empírico, que tiene por objetivo que el alumno conozca y aprecie
la influencia del tiempo histórico en la producción de las teorías e ideas políticas. Asimismo, se
espera que reconozca referentes empíricos de los procesos e instituciones que se analizan dentro
de los marcos teóricos.
Otro de los aspectos que interesa particularmente a quienes pensamos y diagramamos esta
propuesta es que los estudiantes aprendan a relacionar los conceptos estudiados en todo el
programa. Al respecto, se debe considerar que las unidades que lo integran lejos de ser
compartimentos estancos constituyen un todo coherente a la luz de los objetivos presentados en los
párrafos precedentes.
Para que se comprenda el hilo conductor que une a las distintas unidades del programa, éste se
inicia con un primer acercamiento a la materia a través de un breve recorrido por algunos de los
principales conceptos de la disciplina, entre ellos: política, ciencia política, orden político,
poder, dominación y legitimidad. Para luego, en las unidades siguientes, presentar y avanzar en la
explicación y reflexión de los grandes ejes de análisis de la Ciencia Política desde una
perspectiva conceptual y empírica. Por ejemplo, la relación Estado-sociedad; los regímenes
políticos democráticos y no democráticos; las diferentes formas de gobierno y las instituciones
que la conforman; los partidos políticos y su influencia en el proceso de toma de decisiones
colectivas y la representación y participación política en las sociedades contemporáneas.
Resulta apropiado señalar que el pensamiento político definido en términos científicos no ha
existido desde siempre, y hasta podríamos decir que es relativamente reciente si uno toma en
consideración la historia de las ideas políticas. Ello obliga a remitirnos al siglo VI a.C. como el
momento en el que se inicia el pensamiento griego antiguo y con él una larga tradición reflexiva
sobre la naturaleza política del hombre, que desembocará en la conformación de una ciencia
política moderna, racional y empírica, y que alcanzará su institucionalización como tal entrado el
siglo XX.
En la segunda unidad, se presentan las distintas formas de Estado desde una doble mirada:
como formación histórica pero también como instancia de dominación, para lo cual es relevante
analizar la relación Estado - sociedad no como algo estático, sino como una relación en constante
movimiento y transformación que muestra la tensión entre el ámbito del Estado y el No Estado.
Una de las ideas que sobresalen en el análisis es que el Estado materializa su función de
dominación a través de instituciones que constituyen y estructuran un régimen político.
Precisamente, esta dimensión institucional será objeto de estudio de la tercera y cuarta unidad del
programa. En ellas, se presentan, respectivamente, los regímenes políticos (democráticos y no
democráticos) y las formas de gobierno de los Estados contemporáneos (monarquía parlamentaria,
república presidencialista, semipresidencialista y parlamentarista). En particular, el material de
lectura seleccionado enfatiza el análisis del origen de las formas de gobierno y la descripción
detallada y comparada de sus instituciones específicas.
En la quinta unidad, se estudia uno de los actores inherentes a la democracia moderna: los
partidos políticos, entendidos como estructuras de intermediación de demandas entre el Estado,
sus estructuras de gobierno y la ciudadanía. El análisis se centrará, primero, en el concepto de
partido político, su origen y las transformaciones que han sufrido en los últimos dos siglos. En
segundo lugar, se estudiará los sistemas de partidos y su influencia en el funcionamiento de las
formas de gobierno.
Para finalizar, la última unidad el programa se aboca al análisis de los problemas
contemporáneos de la política, como la crisis de los partidos políticos, la expansión de nuevas
formas de participación política y social, por ejemplo, la movilización y el corporativismo.
Temas todos ellos que nos invitan a reflexionar sobre los problemas y dilemas que enfrentan las
democracias actuales.
Unidad 1. La política, el poder y el orden político

Temas

La política. Evolución del concepto de política. La política como acción o praxis humana. El
fenómeno político y su vinculación con otros aspectos de la realidad social. La autonomía de lo
político. La política y lo político. La política como objeto de estudio: reflexiones sobre la
política. Las transformaciones de la política. El poder y la política. El poder como relación y las
relaciones de poder. La relación entre coerción y consenso como medios de control político: el
problema de la legitimidad del poder. Legitimidad política y legitimidad socioeconómica.
Legitimidad y dominación. Poder, política y dominación. Orden político. Incertidumbre del orden
político.

Bibliografía obligatoria

Le sugerimos que lea los textos de la bibliografía en el orden presentado.


- Unidad 1 en la Guía de Estudio de Ciencia Política,producida por UBA XXI y editada por
Eudeba, a partir de la edición de 2010.
- BOBBIO, N. (1985). Política. En Bobbio, N., Matteucci, N. y Pasquino, G. Diccionario de
política. México: Siglo XXI.
- RITZER, G. (1993). Teoría sociológica clásica. Madrid: Mc Graw Hill.
- WEBER, M. (1984). Primera parte: Teoría de las categorías sociológicas (pp. 43-45). Punto III.
Los tipos de dominación (pp. 171-20 y 214-217). En Economía y Sociedad. Esbozo de la
sociología comprensiva (1922). México: Fondo de Cultura Económica.
- AZNAR, L. (2004). La gobernabilidad como mercancía. Acerca de la incertidumbre y el orden
político. POSTData. Revista de Reflexión y Análisis Político. N°10. Buenos Aires.

Bibliografía optativa

- MACHIAVELLI, N. El Príncipe El Príncipe(Il Principe, 1513). Varias ediciones (selección de


capítulos).
- PEARSON, F. Y ROCHESTER, J.M. (2000). Capítulo 1: Estudio de las relaciones
internacionales o manejando el mundo. En Relaciones Internacionales: situación global en el
siglo XXI. México: Mc Graw Hill Interamericana.
- SARTORI, G. (1992). Política. En Elementos de Teoría Política. Madrid: Alianza Editorial.
- STTOPINO, M. (1994). Che cosa é la politica? Quaderni di scienza politica. 1, pp. 1-34.
(Traducción de la Cátedra).
- VALLÈS, J. (2000). Capítulos 1 y 2. En Ciencia Política. Una introducción. (pp. 17-43).
Barcelona: Ariel.

Presentación de la Unidad

La reflexión sobre los fenómenos políticos en Occidente no es nueva; al contrario, presenta una
larga tradición que nos obliga a situarnos en la Grecia clásica del siglo V a.C., ámbito en el cual
filósofos y pensadores reflexionaron sobre la naturaleza política del hombre, la necesidad de un
orden político y los fines de la comunidad política. En esa coyuntura histórica encuentra su origen
la palabra "política", derivada de los términos griegos polis, politeis, politica y politiké. Este
último, remite al arte de gobernar y al estudio de la vida en común de los hombres.
Durante la Edad Media, la noción de política se teologizó bajo la influencia del cristianismo y
la fusión entre autoridad espiritual y autoridad política, en especial a partir del Edicto de Milán[1]
y el Código de Teodosio [2] del siglo V, que instituyen al cristianismo como religión oficial del
Imperio romano de Oriente. A partir del Renacimiento, el pensamiento político comienza su
proceso de secularización y redefine a la política asociándola a la idea de poder, ya no celestial,
sino terrenal, es decir, al poder del nuevo Príncipe, en otras palabras al poder del Estado. En este
sentido, la política supone relaciones de jerarquía, autoridad y control. De modo paulatino, cobra
relevancia la importancia práctica de la política definida en términos de actividad, que como tal,
apunta a un fin y para alcanzarlo emplea medios y técnicas útiles que encuentran fundamento en el
arte de gobernar.
Como vemos, definir a la política no es una tarea sencilla, tampoco resulta fácil situarla en un
ámbito propio de actuación. Para algunas perspectivas de análisis, la política se encuentra
diseminada en todas partes y en todas las personas que de alguna manera hacen política o influyen
en ella. En cambio, otras posiciones la sitúan en el terreno de actuación de las personas que hacen
de la política su profesión y, en consecuencia, la limitan a ámbitos institucionales, como los
gobiernos, los parlamentos, los partidos políticos, etc.
Por su parte, el profesor Luis Aznar delimita "lo político" al ámbito de la sociedad en el que se
producen relaciones de mando y obediencia, en el que se dirimen conflictos y se confrontan
intereses entre distintos grupos sociales por la distribución de bienes colectivos.
En conclusión, la reflexión sobre la política, su definición y su alcance tiene una larga tradición
que no debería ser confundida con la historia de la Ciencia Política. El origen e
institucionalización de esta última como saber empírico, especializado, autónomo, proposicional y
metódico es más reciente. Al igual que la mayor parte de las ciencias sociales, el estudio
científico de los fenómenos políticos se inicia en la segunda mitad del siglo XIX, pero se organiza
y alcanza madurez científica hacia mediados del siglo XX en el ámbito académico norteamericano
y bajo la influencia de la revolución conductista. Los conductistas alcanzaron el objetivo de
convertir el estudio de la política en una disciplina en sentido estricto, dotada de objeto de
estudio, métodos científicos y lenguaje técnico. Gracias a los aportes de conductistas como David
Easton,[3] precisaron un objeto de estudio: el sistema político (conjunto observable y medible de
conductas interrelacionadas, mediante el cual se asignan autoritariamente valores a la sociedad) y
desarrollaron metodologías cuantitativas de relevamiento y procesamiento de datos.
Desde entonces, la Ciencia Política se especializa y adopta preceptos y procedimientos
aceptados por la comunidad científica. Como resultado de ello, hoy la Ciencia Política es una
disciplina autónoma, reconocida por el resto de las ciencias sociales, que toma como objeto de
estudio las diferentes dimensiones del fenómeno político: las instituciones políticas, los regímenes
y formas de gobierno, la política comparada, las políticas públicas, las relaciones internacionales,
la opinión pública, por citar las más relevantes. En palabras de Aznar (2004), la Ciencia Política
se especializa en el estudio de la realidad sociopolítica, enfocándose en el análisis y explicación
de la génesis y la transformación de las estructuras sociales objetivas con el fin de producir
conocimiento crítico.
El estatus científico alcanzado por la Ciencia Política ha permitido avanzar en la distinción
entre "ciencia política en sentido amplio" y "ciencia política en sentido estricto" (Bobbio,
1985). El primer concepto incluye a todos los estudios de los fenómenos políticos; en cambio, el
concepto técnico alude a estudios delimitados, especializados e institucionalizados, que se apoyan
en los métodos de contrastación empírica y cuyos realizadores se reconocen como cientistas
políticos.
En sintonía con este breve marco de referencia, la Unidad 1 del programa tiene por finalidad
presentar a la Ciencia Política y es de carácter esencialmente conceptual. Su objetivo es mostrar
los conceptos y problemas esenciales de la Ciencia Política, los cuales serán objeto de análisis y
referencia en las cinco unidades restantes del programa. Se destacan los conceptos de: política,
orden político, poder, dominación y legitimidad. Para tal fin, se eligió como bibliografía inicial
de la materia unas páginas del Diccionario de Política, de Norberto Bobbio, destinadas a la
presentación y análisis de los conceptos "política" y "ciencia política", enfatizando la distinción
entre ciencia política en sentido amplio y en sentido estricto, y diferenciando la ciencia política de
la filosofía política. Estas últimas representan dos modalidades diferenciales de organización del
saber con distinto valor cognitivo sobre la política.[4]
Asimismo, en esta unidad se hace referencia a algunas de las tensiones que caracterizan al
pensamiento y a la actividad política, como por ejemplo, la relación entre política, poder y moral.
Nuestras lecturas continúan con algunas páginas de Teoría sociológica clásica de George
Ritzer y la obra clásica de Max Weber, Economía y sociedad. Esbozo de la sociología
comprensiva. En ella, Weber presenta y explica los conceptos fundamentales de la sociología
política comprensivista, entre ellos: acción, acción social y relación social. Según este autor, la
sociología es la ciencia a la cual le compete la comprensión interpretativa de la acción social y,
por lo tanto, la explicación causal de su curso y sus consecuencias. Para ello, Weber ofrece y
desarrolla técnicas científicas basadas en el uso de tipos ideales como herramienta metodológica
y heurística. A través del empleo de los tipos ideales, la sociología puede no sólo analizar
causalmente acciones y relaciones sociales específicas, sino construir una explicación
comprensiva del sentido de las mismas. Por sentido, Weber entiende la forma en que los
individuos les dan significado a sus acciones sociales. Por su parte, la relación social es definida
como una conducta plural basada en un sentido recíproco. La asignación compartida del sentido es
lo que hace comprensible a la relación social, la cual se orienta por la representación de la
existencia de un orden legítimo.
El siguiente ejemplo los ayudará a comprender la interrelación de estos conceptos. Imaginemos
un cruce de calles sin semáforo y con tránsito pesado. Un agente de policía percibe el caos de
tránsito y, con el sentido de ordenarlo, se ubica en la mitad del cruce, toca su silbato, alza la mano
izquierda en señal de stop hacia una de las calles y con su mano derecha da orden de paso a los
conductores de la otra calle. Los conductores, una vez que comprendieron el sentido del accionar
del policía, se disponen a frenar o avanzar en cumplimiento de la señal que reciben, significando
su acción de parar o avanzar en relación con un orden social considerado legítimo en materia de
tránsito. Esta interacción colectiva del sentido es la base de la relación social.
Como se trata de un curso de Ciencia Política, nos interesa la teoría weberiana sobre la
dominación social, definida como la probabilidad de que un mandato con contenido determinado
sea obedecido. Respetuoso de su enfoque metodológico, Weber propone un análisis basado en
tres tipos ideales de dominación según la pretensión de legitimidad:

1. dominación social tradicional, basada en la creencia cotidiana de la santidad de las


tradiciones y en la aceptación del mandato ejercido por aquellos a quienes las normas
tradicionales indican como detentores de autoridad;
2. dominación social carismática, basada en la creencia en las cualidades extraordinarias del
líder o caudillo;
3. dominación social racional legal, basada en la creencia en la legalidad de lo estatuido
positivamente y en la aceptación del mandato ejercido por aquellos a quienes las normas
legales señalan como detentores de puestos de autoridad.

Como se puede observar, Weber reflexiona sobre uno de los grandes problemas del
pensamiento político: ¿por qué los hombres aceptan ser dominados y obedecer los mandatos
emitidos por una autoridad? Las teorías políticas han elaborado explicaciones muy variadas;[5]
Weber, con gran astucia, encuentra en la legitimidad su respuesta. Precisamente, este elemento es
tomado por él para distinguir el poder de la dominación. El primero es la probabilidad de
imponer la voluntad propia en una relación social aun contra cualquier tipo de resistencia por
parte de los otros involucrados de esa relación. En cambio, la dominación es la probabilidad de
que un mandato sea obedecido en base a la creencia en su legitimidad.
Para finalizar proponemos como material de lectura el artículo del profesor Aznar "La
gobernabilidad como mercancía. Acerca de la incertidumbre y el orden político". En él, el autor
retoma la teoría weberiana de la dominación con el objetivo de destacar que uno de los
componentes de la legitimidad es su precariedad, lo cual, en principio, condenaría a la
incertidumbre al orden político. Esta trampa, por llamarla de alguna manera, en la cual queda
encerrado el orden político sugiere la necesidad de estudiar el problema de la gobernabilidad. De
este modo, Aznar intenta cerrar un triángulo cuyos vértices en tensión permanente se encuentran
representados por la legitimidad, la estabilidad y la gobernabilidad.
En conformidad con este enfoque, los fenómenos políticos se caracterizan por la presencia
concomitante de elementos permanentes y regulares, que se plasman en instituciones y
comportamientos predecibles y aceptados socialmente con cierta tendencia a la variabilidad y al
cambio. Ello explica la estabilidad relativa y transitoria de las estructuras políticas, que contienen
en sí relaciones contradictorias y conflictivas, que explican su dinámica caracterizada por la
incertidumbre. En este sentido, la existencia de un orden político no supone ausencia de conflicto,
sino la necesidad de su institucionalización y la búsqueda de soluciones a través del
comportamiento de las instituciones políticas.

Actividades de aprendizaje

Filosofía Política y Ciencia Política Actividad

Actividad 1

La reflexión sobre los fenómenos políticos se inició en la Grecia clásica, época en la cual
Platón[6] en su obra República se preocupó por la constitución de un orden político virtuoso,
mientras que Aristóteles definía al hombre como un animal político y al Estado (la polis) como la
forma de asociación humana más compleja. La aspiración suprema del orden político platónico
consistía en la creación de un orden moral capaz de garantizar la realización de la virtud (en
especial de la justicia). Además, Platón consideraba que el filósofo era el verdadero hombre de
Estado con capacidad para guiar a los ciudadanos a la justicia. Como podemos apreciar, para
Platón la política formaba parte de la ética y del Estado, en consecuencia, perseguía un fin
eminentemente moral.
Frente al idealismo platónico, Aristóteles [7] adoptó una perspectiva más empirista. Su método
se basó en la experiencia sensible, interpretada a la luz de la inteligencia. Para él, el
procedimiento intelectivo consistía en ir de la experiencia (de lo que existe) a la razón. Pero su
empirismo, tal como aparece expresado en la Política, es limitado, pues aunque parte de
presupuestos empíricos, en el fondo es una construcción racional. Por caminos distintos, ambos
filósofos han adjudicado un sentido similar a su pensamiento cuya intención consistió en moralizar
la política otorgándole jerarquía ética, persuadidos de que la vida política era el ámbito donde el
hombre alcanza su plenitud y perfección. Al respecto, Aristóteles sostenía que el hombre es un
animal político, destinado a vivir en sociedad, y que la tarea de la política, definida como un
saber especializado, consiste en encontrar la mejor forma de Estado, en el cual los ciudadanos
puedan alcanzar la felicidad.
En conclusión, el pensamiento filosófico de la Grecia clásica tiende al normativismo con
contenido antropológico y ético. Su finalidad es la reflexión por el deber ser de la política y del
orden político. El giro hacia el realismo político, en los comienzos de la Edad Moderna, con los
aportes del italiano Nicolás Maquiavelo, del francés Jean Bodin y del inglés Thomas Hobbes,
marca el inicio del pensamiento secular y la construcción de una teoría política pura.
A partir de entonces, y de manera gradual, comienza a visualizarse una división entre distintos
tipos y grados de organización del conocimiento, que recién madurará con el surgimiento y
posterior institucionalización de la ciencia política durante las primeras décadas del siglo XX. Un
primer tipo estaría constituido por la Filosofía Política que busca indagar y reflexionar
críticamente sobre las esencias (la naturaleza del hombre, la mejor / peor forma de Estado, el
orden político más / menos virtuoso, entre otras). Lejos de aspirar a la comprobación de los
hechos políticos, busca trascenderlos. En cambio, la Ciencia Política se basa en la comprobación
empírica de los hechos a través del empleo de métodos y técnicas científicas que permitan relevar
fenómenos políticos para poder describirlos, explicarlos y, de ser posible, predecirlos a partir de
la elaboración de leyes consideradas probabilísticas o de tendencia. El desarrollo de la ciencia
política, y su reconocimiento como tal, implicó la selección y precisión de un objeto de estudio
propio de la disciplina, la formación de un lenguaje especializado y el uso de métodos científicos.
Esta tarea facilitó el pasaje de la ciencia política en sentido amplio a la ciencia política en sentido
estricto.
A partir de la lectura de la introducción a esta actividad y de los textos de la bibliografía
obligatoria, le proponemos que resuelva los siguientes puntos:
a. Identifique el significado clásico y el moderno que se le adjudican al término: política.
b. Mencione las características principales de la Ciencia Política en sentido amplio y en
sentido estricto. Luego compárelos.
c. ¿En qué se diferencia la Ciencia Política de la Filosofía Política?
d. Bobbio enumera una serie de elementos que caracterizan a la Ciencia Política. Entre ellos
menciona al empirismo. Defina qué se entiende por "empirismo" para luego explicar por qué
la Ciencia Política es considerada una ciencia empírica.
e . Ubique históricamente el surgimiento de la Ciencia Política y su posterior
institucionalización.
f. ¿Qué se entiende por institucionalización de la Ciencia Política?
g. A partir de la lectura del artículo de Aznar, identifique el objeto de estudio de la Ciencia
Política.
h. ¿Cuáles son los métodos científicos utilizados por la ciencia política que se mencionan en
la bibliografía?
i . ¿Cuál es la posición de Bobbio respecto de la introducción de juicios de valor en el
análisis científico de lo político?

Política, poder y poder político

Actividad 2

El período renacentista es una etapa de transición entre los tiempos medievales y modernos. En
su transcurso, nacieron los primeros Estados nacionales modernos y se establecieron fuertes
monarquías en España, Francia e Inglaterra, mientras Italia y Alemania permanecían divididas en
pequeños principados y ciudades-estado. Asimismo, con Nicolás Maquiavelo, [8] Jean Bodin[9] y
Thomas Hobbes,[10] el pensamiento político también se moderniza y se tiñe de un realismo hasta el
momento desconocido. Paulatinamente, la concepción clásica de política entendida como una
forma de saber especializado en los asuntos de la polises reemplazada por la noción moderna de
política asociada a la idea de actividad.
De esta manera, la política se convirtió en un "hacer" del hombre en relación con otros
hombres para influir en sus comportamientos. En consecuencia, la política se asoció a la noción
de poder, para dar nacimiento a la idea de "poder político" como una de las formas en las que
puede presentarse el poder en la sociedad. En este sentido, mientras más moderna es la sociedad
más complejo es el fenómeno del poder, el cual se expresa en una variedad de formas y alcances,
por ejemplo: el poder económico, el poder empresarial, el poder de los medios de comunicación,
el poder de las corporaciones, entre otros. Dada esta diversidad y vaguedad que afecta a la idea
de poder, nos interesa analizar en particular los elementos y atributos específicos del poder
político, para lo cual le proponemos trabajar los siguientes puntos tomando como marco de
referencia la definición de "Política" de Bobbio.
a . Analice la siguiente definición de política: "La política es el arte de gobernar
ambiciones sin límites entre bienes limitados"(Maquiavelo).
b. La política puede ser definida como la actividad de unos hombres en relación con otros
hombres para que estos últimos desarrollen comportamientos afines a los intereses y
objetivos que los primeros proponen. En primer lugar, usted debe indicar si esta noción de
política corresponde al sentido clásico o moderno del término y luego relacionarlo con la
idea de poder trabajada por Bobbio.
c. Mencione las tipologías de poder para la tradición clásica (Aristóteles e iusnaturalistas).
¿Cuál es la crítica de Bobbio sobre estos criterios?
d. La tipología moderna del poder propone un nuevo criterio para diferenciar las formas de
poder. Identifique ese criterio y luego describa las tres grandes clases de poder: poder
económico, poder ideológico y poder político.
e. El sociólogo alemán Max Weber al analizar al Estado, en tanto asociación política, aclara
que no es posible definir esta última señalando los fines de su acción; sino que sostiene que
sólo se la puede definir por el medio específico que emplea y que para su esencia le es
indispensable: la coacción física. En este sentido y a la luz de lo analizado por Bobbio: ¿Es
posible afirmar que la definición weberiana de asociación política es teleológica? ¿En qué
medida Bobbio estaría de acuerdo con esta perspectiva de análisis weberiana para
identificar y comprender el fenómeno del poder político?
f. Explique por qué el uso de la fuerza es una condición necesaria pero no suficiente para la
existencia del poder político.
g . Según Bobbio, el poder político se caracteriza por su universalidad, exclusividad e
inclusividad. Explique cada una de estas categorías.
h. Explique en qué se diferencian las perspectivas descriptivas de las visiones teleológicas
de la política. Ejemplifique.

Política y moral

Actividad 3

Uno de los temas más debatidos en el seno de la filosofía política es la relación entre política y
moral. Incluso en nuestros tiempos es un problema ampliamente discutido, presentado, en muchos
ámbitos, como una demanda a favor de la moralización de la política. No obstante, desde los
albores del pensamiento político moderno se entiende que la política y la moral, más allá de sus
contenidos materiales, constituyen dos prácticas sociales de diferente naturaleza. Por su parte, la
política conceptualiza un tipo específico de actividad humana: la dirigida a la formación del orden
colectivo más general de un grupo humano (Dowse y Huges, 1979: 22;[11] Sartori, 1984[12]) y la
moral constituye un conjunto de principios evaluativo-prescriptivos de toda conducta humana y de
sus diferentes objetivaciones (normas, costumbres, instituciones, estados, etc.). En este sentido, la
moral pretende representar un orden que dice lo que es justo o correcto, y de este modo, ordena
conductas.
Posiblemente, Maquiavelo fue el primer pensador en sentar las bases de la secularización de la
política y del realismo político al afirmar que la moral nada tiene que hacer con respecto a la
actividad política. Más aún, el pensador florentino sostenía que la política, como ámbito
autónomo y delimitado, se rige por sus propias normas éticas basadas en principios instrumentales
(engaño, astucia, valentía, simulación, disimulación, prudencia, entre otros), diferentes a las
normas de contenido moral o religioso. Sin dudar, escribía "quien deja de lado lo que se hace
por lo que se debería hacer [según lo dictan los valores morales], aprende antes su ruina que su
preservación".
Este debate es retomado por Weber en el capítulo III de Economía y Sociedady en la
conferencia La política como profesión. El sociólogo alemán no considera a la política
únicamente como un poder desnudo; por el contrario, entiende que está y debe estar basada en
valores, en convicciones, en elementos de carisma y de racionalidad. Lo novedoso de su análisis
es que indaga las características de la moral política a partir de la distinción entre la ética del la
convicción (privada) y la ética de la responsabilidad (pública), los dos polos dentro de los
cuales se mueve la acción política. La primera está animada únicamente por la obligación moral y
la intransigencia absoluta en el servicio a los principios. La segunda, en cambio, valora las
consecuencias de sus actos y confronta los medios con los fines, las consecuencias y las diversas
opciones o posibilidades ante una determinada situación. Es una expresión de racionalidad
instrumental, en el sentido que valora menos los fines y más los instrumentos para alcanzar
determinados fines.
a. A partir del material de lectura obligatoria, reflexione en qué medida la siguiente apreciación
puede ser considerada correcta:

"Weber no rechaza de plano una ética de la convicción; simplemente piensa


que ésta no puede convertirse en rectora de la acción política." ("El
concepto de racionalidad", artículo de Miguel A. Pineda, Profesor Titular
adscrito al Departamento de Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias de
la Educación de la Universidad de Carabobo).

b. Tomando en consideración este marco de referencia y lo analizado por Bobbio, le proponemos


la lectura del comentario de la obra teatral Las Manos Suciasde Jean-Paul Sartre[13] para que
reflexione y explique si alguna de las acciones podría analizarse desde los dos polos o lógicas de
la relación política-moral que propone Weber. Para ello, le solicitamos que se sitúe y asuma un
rol de autoridad y evalúe cuál es la mejor acción entre diversas posibles, teniendo en cuenta
valores como bienestar general, consecuencias de la acción, responsabilidad, libertad, entre otros.

La obra teatral Las manos sucias transcurre durante la Segunda Guerra Mundial en un país
imaginario y tiene como principales personajes a Hugo y Hoederer.
Hugo es hijo de una familia burguesa, pero por razones intelectuales ingresa en el partido
comunista. Lleno de ideales y ansioso por purificar el mundo, recibe la misión de matar a
Hoederer por ser considerado un traidor. Por otra parte, Hoederer, líder de izquierda, es la
personificación del pragmatismo y realismo político, se acerca al partido conservador para
evitar miles de pérdidas humanas y poder resistir a los alemanes, pero también para garantizar
a su partido una representación en el Parlamento, de manera tal de fortalecerse políticamente y
mantenerse en el poder.
Hugo se identifica fanáticamente con el fin, para él "solo hay un fin: conseguir el triunfo de
nuestras ideas". Por lo tanto, la alianza de su partido con el partido conservador representa
una traición a sus principios y valores de izquierda. En cambio, Hoederer le responde
reprochando su enajenación en los principios: "tú no quieres a los hombres [...] tú solo amas
a los principios"; "Todos los medios son buenos cuando son eficaces"; "A ti te interesa
mucho la pureza, ¿no? Bueno, pues, la pureza es un asunto de faquires y de monjes. Yo
tengo las manos sucias, hasta los codos. Las he metido en excremento y sangre. ¿Y qué?
¿Crees de verdad que se puede gobernar inocentemente?".[14]

La sociología política weberiana. Acción social y relación social. Tipos ideales


Actividad 4

Max Weber (1864-1920), abogado y sociólogo alemán, a lo largo de su vida se interesó por la
relación entre la economía, la sociología y la historia. El resultado de su labor como investigador
fue una obra fructífera, dentro de la cual se destaca La ética protestante y el espíritu del
capitalismo (1904) y Economía y sociedad (publicada tras su fallecimiento, en 1922). Hoy es
considerado el padre de la sociología política, y dentro de sus aportes más destacados se
encuentra el estudio sobre las relaciones sociales de dominación social, la burocracia, la política
como profesión y la relación entre religión y capitalismo. En cuanto a su perspectiva
epistemológica, Weber se identifica con la sociología comprensiva, razón por la cual entiende que
el fin del estudio sociológico es la explicación comprensiva de las acciones y relaciones sociales.
Para ello, Weber trató de usar las herramientas de la hermenéutica o arte de interpretación como
procedimiento de estudio racional. Precisamente por su importancia y la trascendencia que a lo
largo del tiempo ha caracterizado a la teoría weberiana, evaluamos necesario su inclusión en el
programa de la asignatura Ciencia Política.
Para iniciarse en el estudio de la mencionada teoría, le proponemos la lectura del capítulo
"Max Weber" correspondiente al libro Teoría sociológica clásica (Ritzer, 1993). En él,
encontrará una breve aproximación a los conceptos sociológicos fundamentales de dicha teoría, en
especial la noción de acción social. Asimismo, hallará en el texto una breve explicación sobre los
aspectos metodológicos que caracterizan a la sociología comprensiva (tipos ideales, la relación
entre historia y sociología, la hermenéutica). A partir de la lectura de Ritzer, le proponemos
responder las siguientes preguntas:
a. ¿Qué son los tipos ideales y cómo se construyen? ¿Cuál es la ventaja que representa el uso
de tipos ideales para el investigador?
b. Explique el concepto de acción social. Analice los tipos ideales de acción social.
c. Construya ejemplos de tipos ideales de acción social. Piense, primero, en las acciones que
de modo frecuente usted realiza, por ejemplo, vestirse; segundo, reflexione sobre el sentido
que le asigna a dicha acción, y tercero, identifique a cuál de los cuatro tipos ideales de
acción se aproxima.
d. Una vez que tenga en claro el concepto de acción social, realice la lectura del siguiente
material escrito por Weber en el que encontrará uno de los aportes más importantes de su
teoría: el concepto de relación social. A partir de esta lectura, le proponemos que identifique
los elementos estructurantes de una relación social:

Por relación social debe entenderse una conducta plural -de varios-que, por
el sentido que encierra, se presenta como recíprocamente referida,
orientándose por esa reciprocidad. La relación social consiste, pues plena y
exclusivamente, en la probabilidad de que se actuará socialmente en una
forma (con sentido) indicable; siendo indiferente, por ahora aquello en que
la probabilidad descansa.
1. Un mínimo de recíproca bilateralidad en la acción es, por lo tanto, una
característica conceptual. El contenido puede ser el más diverso: conflicto,
enemistad, amor sexual, amistad, piedad, cambio en el mercado,
cumplimiento, incumplimiento, ruptura de un pacto, competencia
económica, erótica o de otro tipo, comunidad nacional, estamental o de
clase [...] El concepto pues nada dice sobre si entre los actores existe
"solidaridad" o precisamente lo contrario.
2. Siempre se trata de un sentido empírico y mentado por los partícipes -sea
en una acción concreta o en un promedio o en el tipo "puro" construido y
nunca de un sentido normativamente "justo" o metafísicamente "verdadero".
La relación social consiste sola y exclusivamente -aunque se trate de
formaciones sociales como "estado", "iglesia", "corporación", o
matrimonio- en la probabilidad de que una forma determinada de conducta
social, de carácter recíproco por su sentido, haya existido, exista o pueda
existir [... ]
3. No decimos en modo alguno que en un caso concreto los partícipes en la
acción mutuamente referida pongan el mismo sentido en esa acción, o que
adoptan en su intimidad la actitud de la otra parte, es decir, que exista
"reciprocidad" en el sentido. Lo que en uno es "amistad", "amor", "piedad",
"fidelidad contractual", "sentimiento de la comunidad nacional", puede
encontrarse en el otro con actitudes completamente diferentes. Entonces
unen los partícipes a su conducta un sentido diverso: la relación social es
así, por ambos lados, objetivamente "unilateral". Empero no deja de estar
referida en la medida que el actor presupone una determinada actitud de su
contrario frente a él (erróneamente quizá, en todo o en parte) y en esa
expectativa orienta su conducta, lo cual basta para que pueda haber
consecuencias, como las hay las más de las veces, relativas al desarrollo de
la acción y a la forma de relación. Naturalmente sólo es objetivamente
bilateral cuando el sentido de la acción se corresponde -según las
expectativas medias de cada uno de los partícipes- en ambos; por ejemplo,
la actitud del hijo con respecto a la actitud del padre tiene lugar
aproximadamente como el padre (en el caso concreto, por término medio o
típicamente) espera. Una acción apoyada en actitudes que signifiquen una
correspondencia de sentido plena y sin residuos es en la realidad un caso
límite. Sin embargo, la ausencia de reciprocidad sólo excluye, en nuestra
terminología, la existencia de una relación cuando tenga estas
consecuencias: que falte el hecho de la referencia mutua de las dos
acciones. En la realidad, la regla es, como siempre, que exista toda suerte
de situaciones intermedias. (Weber, 1984: 21-22)

Teoría de la dominación en el pensamiento de Max Weber


Actividad 5

a. Poder y dominación
Al analizar el poder político, Bobbio lo definió como la relación entre sujetos activos que
buscan condicionar el comportamiento de otros sujetos pasivos, para lo cual poseen el uso
exclusivo de la fuerza. Esta relación fue ampliamente trabajada por Weber, quien llega a la
conclusión de avanzar en la distinción entre poder y dominación, como dos formas distintas de
relación social.
Por ello, le solicitamos que defina y compare los conceptos de poder y dominación. Le
recordamos considerar para la comparación los conceptos de: relación social, obediencia y
legitimidad.

b. Tipos ideales de dominación


Como exponente del comprensivismo, Weber construye tipos ideales de dominación social.
Como ya hemos aprendido a partir de lo trabajado en actividades anteriores, los tipos ideales son
herramientas de carácter conceptual sin contenido empírico alguno. Le proponemos para una
mayor comprensión del tema, que complete el cuadro comparativo entre los tipos ideales de
dominación social.
c. Tipos puros / ideales e impuros / mixtos de dominación
En la actividad previa se han trabajado los tipos ideales de dominación social. En esta
oportunidad, le proponemos relacionar estos tipos puros de dominación con los denominados
tipos impuros o mixtos, que corresponden a las formas en que la relación social de dominación se
presenta empírica e históricamente. Para Weber los tipos impuros presentan simultáneamente
rasgos y características de por lo menos dos tipos ideales de dominación.
A continuación le proponemos un análisis de casos. Usted debe identificar a qué tipos puros de
dominación se aproximan y qué atributos de los tipos ideales aparecen en cada uno de ellos.

Primer caso:

El rey reina pero no gobierna. Pero, ¿era el rey en los años en que Montesquieu publica El
Espíritu de las Leyes el tercer poder en Inglaterra? ¿Era el titular efectivo del Poder
Ejecutivo? Como bien dice Bagehot, el rey no era entonces, ni es ahora más que un ejecutor
formal, porque sus actos son los actos de sus ministros. Cole resume una realidad para todos
evidente tanto en el siglo XVIII como en este siglo, diciendo que la más importante función
personal realizada por el rey es dar continuidad a la vida política del Estado, obrando como
transición entre un gobierno y otro.
En 1721 como en la actualidad, luego de cada elección general convoca al Palacio de
Buckingham el jefe del partido (entonces liberal o conservador, ahora laborista o
conservador) que obtiene el mayor número de bancas en la Cámara de los Comunes y le
ofrece el cargo de primer ministro. En 1721, como en 2001, usa de la prerrogativa de disolver
el Parlamento, pero sólo a pedido del primer ministro, cuyo gabinete ha apreciado que es
políticamente conveniente llamar a elecciones generales antes de la fecha de la renovación
normal del Parlamento (cada cinco años).[15]

Segundo caso:

Si bien las bases del movimiento popular eran una forma de autoridad tradicional, ésta se
combinaba con los elementos del carisma; "ese dominio [...] que se basa en una devoción
extraordinaria a la cualidad sagrada o al vigor heroico o al carácter ejemplar de una persona,
y en el orden revelado o creado por ésta. La autoridad carismática, mientras dura su
inspiración, no reconoce las limitaciones de las reglas (ya sean tradicionales o racional
legales); pero puede combinarse con otras formas de autoridad [...] Lo mismo es cierto de
Zapata, cuyo carisma sirvió para unificar a la revolución suriana, dentro de Morelos y fuera
de ese estado. Los hombres siguieron a Zapata, igual que a Villa, y a los jefes menores, por
cariño, por estima personal genuino y hasta por afecto; sin embargo, en Morelos el carisma
continuó estando firmemente subordinado a la autoridad tradicional de la sociedad aldeana.[16]

Tercer caso:

¡Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte, para que, sacudiendo el ensangrentado polvo
que cubre tus cenizas, te levantes a explicarnos la vida secreta y las convulsiones internas que
desgarran las entrañas de un noble pueblo! Tú posees el secreto: revélanoslo. Diez años aun
después de tu trágica muerte, el hombre de las ciudades y el gaucho de los llanos argentinos,
al tomar diversos senderos en el desierto decían: "No, no ha muerto. Vive aún. Él vendrá".
Cierto, Facundo no ha muerto; está vivo en las tradiciones populares, en la política y
revoluciones argentinas; en Rosas su heredero, su complemento: su alma ha pasado a este otro
molde, más acabado, más perfecto y lo que en él era sólo instinto, iniciación, tendencia,
convirtióse en Rosas en sistema, efecto y fin. La naturaleza campestre, colonial y bárbara
cambióse en esa metamorfosis en arte, en sistema y en política regular capaz de presentarse a
la faz del mundo, como el modo de ser de un pueblo encarnado en un hombre, que ha aspirado
a tomar los aires de un genio que domina los acontecimientos, los hombres y las cosas.[17]

El estudio científico de los procesos políticos y sociales

Actividad 6

Consideramos pertinente la inclusión del artículo de Aznar en la primera unidad de este


programa puesto que no sólo repasa, en forma sintética, el desarrollo histórico del pensamiento
político en Occidente; sino que además, introduce una discusión, por demás interesante, respecto
del debate epistemológico dentro de la ciencia política. Aznar identifica al orden político, su
construcción y mantenimiento, como uno de los grandes problemas de debate y discusión en la
reflexión política. Asimismo, su lectura le permitirá reconocer algunas de las categorías
weberianas trabajadas en las actividades anteriores.
En los primeros tres apartados del artículo, Aznar analiza su posición epistemológica sobre el
estudio de los procesos sociopolíticos. Explique la siguiente frase del autor: "Nuestro punto de
partida para ordenar la discusión siguiente es el principio epistemológico según el cual los
objetos de análisis -los procesos políticos y sociales, en este caso- no son aprehensibles a
través de la experiencia inmediata, sino que deben ser captadas mediante las categorías de
análisis que son su expresión teórica".

La institucionalización de la ciencia política: la revolución conductista y las nuevas


perspectivas teóricas

Actividad 7

En esta unidad hemos aprendido que la reflexión sobre los fenómenos políticos tiene una larga
historia dentro del pensamiento occidental, que se inicia con los aportes de los filósofos de la
Grecia clásica. También consideramos necesario y pertinente distinguir el pensamiento político de
carácter filosófico del conocimiento científico de los fenómenos políticos. Este último es
reconocido como tal en las últimas décadas del siglo XIX, pero recién llega a institucionalizarse
con la Revolución Conductista de mediados del siglo XX. El estatus científico de la Ciencia
Política está dado por haberse constituido como un saber especializado y autónomo, en la medida
en que ha identificado un objeto de estudio y ha desarrollado métodos considerados científicos a
partir de un abordaje cuantitativo, otorgando una mayor objetividad al estudio de los fenómenos
políticos.
En este sentido, los aportes de Easton, representante del enfoque sistémico, han sido muy
valiosos. Por ello le proponemos avanzar en la resolución de las siguientes actividades:
a. Identifique los elementos constitutivos del sistema político.
b . Complete el siguiente cuadro, que tiene por finalidad sintetizar las características más
destacadas del conductismo:

c. Como habrá podido leer en el artículo de Aznar, el conductismo no es el único marco teórico
que ha contribuido al desarrollo de la Ciencia Política; por el contrario, tanto sus continuadores
como retractores han dado a luz distintos marcos teóricos. Por ello, proponemos que identifique
l a s perspectivas teóricas que se desarrollan desde la década de 1960, señalando sus
características más destacadas con relación a: objeto de estudio y aportes teórico-metodológicos.
Orden político, incertidumbre y gobernabilidad

Actividad 8

El profesor Aznar enfatiza la idea de que el orden político, en cierta medida, siempre es
precario y continuamente se encuentra amenazado. Por ello, uno de los temas que más ha
obsesionado a los politólogos en las últimas décadas es el estudio de la gobernabilidad. Desde
que Maquiavelo escribió El Príncipey definió a la política como el arte de gobernar que implica
no sólo la capacidad de mando a partir de una relación vertical de dominio, sino también la
capacidad de administrar la mencionada relación, el tema de la gobernabilidad ha sido recurrente.
Como contracara, surge otro dilema asociado a la necesidad de control del ejercicio de la
autoridad. De esta manera, los conceptos de gobernabilidad y accountability (al cual podemos
definir como "control" o siguiendo a otros autores como "responsabilización") son considerados
piezas clave para la institucionalización y estabilidad de las democracias. En ellas, el
accountability se expresa en una doble dirección: 1. Accountability vertical: control que ejercen
los ciudadanos sobre los representantes y actos de gobierno, por ejemplo a través de sus
preferencias electorales; 2. Accountabilityhorizontal: control de base republicana que
instituciones especializadas llevan a cabo sobre los representantes y actos de gobierno (control
interpoderes, auditorías, ombudsman).
Para profundizar el estudio de estas cuestiones, le proponemos resolver los siguientes puntos:
a . Analice el concepto de gobernabilidad de Francois Bourricaud,[18] quien define a la
gobernabilidad como el conjunto de condiciones que -a prior- aseguran el ejercicio del poder en
una sociedad sin excesivo riesgo de que ésta llegue a desarticularse violentamente.
b. A partir de la definición de Bourricaud arme un listado de las condiciones que a su criterio
preservan, en términos relativos, la unidad en las sociedades.
c . Explique la perspectiva de análisis del profesor Aznar al definir la gobernabilidad como
mercancía.
d. Lea el siguiente apartado correspondiente al artículo elaborado por el Consejo Científico del
Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD), "La Responsabilización
('accountability') en la Nueva Gestión Pública Latinoamericana". Luego, relacione estas ideas
con el análisis que realiza Aznar sobre la necesidad de que la sociedad civil vuelva a apropiarse
de la gobernabilidad.

Las formas de participación social son piezas clave de la gobernabilidad


democrática por dos razones. La primera es que tales mecanismos pueden
vincular el proceso de reforma del Estado con la consolidación de la
democracia en América Latina. Además, si el Estado necesita recuperar
legitimidad social y política para llevar a cabo su reconstrucción, la
responsabilización mediante la participación social puede ser un
instrumento para (re)aproximar el Poder Público a la sociedad. Esta
transformación realiza el pasaje desde una perspectiva Estado-céntrica, que
predominó en el período anterior, a una óptica socio-céntrica que, al
ampliar y remodelar el espacio público, propicia las condiciones para una
nueva gobernabilidad democrática.

Orientaciones para las respuestas

El propósito de incluir estas orientaciones es que usted pueda tener referencias luego de
construir sus propias respuestas. En algunas actividades encontrará orientaciones con
contenidos puntuales; en otras se lo remite a partes específicas de la bibliografía para que
confronte sus respuestas con lo expuesto por los autores; también hallará aclaraciones sobre
algunos conceptos que hubieran podido presentar dificultades. Además, se incluyen reflexiones
sobre los procesos que se utilizan cuando se aprende, con el objetivo de ayudarlo a encontrar
su propio método de estudio.
Tenga presente que puede consultar a su tutor en las tutorías presenciales, online o por
correo electrónico, quien lo orientará en su trabajo.

En esta unidad hemos planteado distintos tipos de actividades que requieren del desarrollo de
capacidades diferentes para su resolución:
- Actividades que apuntan a la identificación, construcción o revisión de conceptos: persiguen por
objetivo que los alumnos se familiaricen con los conceptos principales de esta disciplina, de
modo tal que luego puedan emplearlos con precisión evitando la tendencia a la vaguedad y
estiramiento conceptual. Estas actividades requieren de una lectura detallada de los materiales.
- Actividades basadas en la explicación o relación entre dos conceptos o categorías de análisis.
En ellas el alumno debe organizar conceptos de tal modo que pueda dar cuenta de la relación, por
lo general causal, entre ellos.
- Actividades que se orientan hacia la comparación de categorías de análisis que pueden tener
algunos atributos en común o semejantes, pero también puntos de choque o tensión entre ellos.
Comparar significa señalar similitudes y diferencias. En algún caso esta comparación se construye
a partir del trabajo sobre un cuadro de doble entrada que debe ser completado por el alumno.
- Actividades de aplicación de conceptos o categorías al análisis de casos. En ellas, los alumnos
deben primero haber comprendido el material de lectura para luego poder examinar casos desde
un determinado cuerpo teórico o conceptual. Estas actividades implican un mayor grado de
dificultad, pero son más entretenidas y desafiantes.
Para poder resolver las actividades usted debe:
1. Leer el material de lectura obligatoria.
2. Prestar atención a la presentación de la unidad y al encabezado de las actividades.
3. Leer las consignas e identificar lo que éstas le piden, antes de responder.
4. Puede consultar la resolución de las actividades en las tutorías presenciales o vía correo
electrónico con los profesores de la Cátedra.

Actividad 1
Para responder satisfactoriamente las consignas de esta actividad, habrá tenido que leer y
analizar los distintos aspectos que integran la definición de "ciencia política" del Diccionario de
Política de Bobbio. Allí habrá podido advertir la distinción que presenta el autor entre "ciencia
política en sentido amplio" y "ciencia política en sentido estricto", por medio de la cual se
pretende diferenciar aquellos estudios generales de los fenómenos políticos de los estudios más
técnicos que se proponen aplicar una metodología científica, como la observación y la
experimentación (en sentido laxo). Esta evolución permite la constitución de la ciencia política
como disciplina autónoma separada de su matriz jurídica, ética y filosófica, más preocupadas por
prescribir y establecer el deber ser de la política. La ciencia política emerge como una ciencia
empírica de los fenómenos políticos, capaz de realizar las operaciones propias de una ciencia
moderna: crear un lenguaje especializado, explicar y clasificar fenómenos sociopolíticos,
formular generalizaciones y leyes científicas.

Actividad 2

El objetivo de esta actividad es que se familiarice con los conceptos de poder y política a fin
de desarrollar una actitud reflexiva sobre los mismos. En los materiales de lectura, en particular,
el capítulo de Bobbio, encontrará las herramientas necesarias para abordar esta actividad. El
autor analiza la evolución a lo largo del tiempo del término "política": desde la visión amplia que
incluye todo lo referido a la polis o ciudad-estado hasta ser entendida como una esfera particular
de las relaciones sociales.
Por otra parte, Bobbio interpreta al poder como una relación entre hombres y explica los
distintos tipos de poder, sus esferas y medios de acción propios hasta arribar a una concepción
del poder político delimitado y definido por su medio específico de acción. Para comprender el
concepto de poder en su totalidad, le proponemos que tenga en cuenta términos como:
intencionalidad o interés, voluntariedad (que no significa que se trate de un comportamiento libre),
probabilidad, asimetría, exclusividad, universalidad, inclusividad, autoridad, legitimidad y
obediencia.

Actividad 3

Para responder satisfactoriamente esta actividad, usted habrá tenido que diferenciar y
reflexionar sobre los dos tipos de responsabilidades que plantea el autor. Por un lado, la
responsabilidad política y, por el otro, la responsabilidad individual. Concluida esta tarea, al
considerar las consecuencias de la acción, en este punto usted habrá notado que cada uno de los
personajes de la obra teatral se rige por distintas responsabilidades, uno en el marco de su rol de
autoridad tratando de lograr lo mejor para el partido de izquierda y el otro movilizado por sus
convicciones políticas. Ahora bien, le proponemos que se cuestione sobre el tipo de
responsabilidad que es conveniente que posea una autoridad que toma decisiones que inciden en
el bienestar de la sociedad o al menos de parte de ella.

Actividad 4
Actividad 4

Weber define la sociología como: "una ciencia que se propone comprender por
interpretación, la actividad social y a partir de ahí explicar causalmente su desarrollo y sus
efectos". De allí que los tres pilares de la sociología weberiana son la comprensión, la
interpretación y la explicación de la acción social. Al respecto, Ritzer explica cómo partiendo del
concepto de acción entendida como una conducta humana con sentido para el sujeto que la realiza,
Weber construye el concepto de acción social, definiéndola como una acción en la que el sentido
mentado por un sujeto o sujetos está referido a la conducta de otros.
Dado que en la acción social se pueden observar ciertas regularidades, es posible diferenciar
tipos de acción social según el sentido asignado a la acción, lo cual incluye también las
expectativas del actor. En este contexto, para responder satisfactoriamente esta actividad, tendrá
que reflexionar sobre estos conceptos e intentar avanzar en la comprensión del sentido de cada
tipo de acción. Para identificar ejemplos de los distintos tipos de acción social, le proponemos
que piense en su vida cotidiana y analice sus propias acciones y el sentido que le asigna a las
mismas teniendo en cuenta el sentido mentado socialmente. Por otra parte, le sugerimos recordar
que detrás del concepto de relación social subyace la idea de interacción, reciprocidad o
bilateralidad. En virtud de ello, es posible comprender que la relación social se funda en la
existencia de un sistema de normas obligatorias orientadas en función de un orden social
considerado válido.

Actividad 5

Luego de la lectura usted habrá comprendido por qué el autor propone la elaboración y la
utilización de los tipos ideales para la interpretación de la acción y relación social. Así como
también, que el orden social se sustenta en la dominación, la obediencia y la legitimidad. En esta
actividad buscamos que dirija su atención al estudio de los tipos ideales de dominación social.
Para ello le propusimos un análisis de carácter conceptual y comparativo de las diferencias y
semejanzas entre los tres tipos ideales de dominación, tomando como referencia las variables que
hemos consignado en el cuadro que debe completar. En segundo lugar, queremos testear si usted
ha comprendido la distinción entre un tipo puro y uno impuro de dominación. De ser así, habrá
notado que los tipos puros no se encuentran en la realidad, puesto que carecen de contenido
empírico, siendo construcciones únicamente teóricas; en cambio, los tipos impuros o mixtos
representan relaciones de dominación de contenido real / histórico. Se los denomina "mixtos" o
"impuros" porque presentan rasgos de al menos dos de los tres tipos puros de dominación social.

Actividad 6

Para responder exitosamente esta actividad, le recordamos que la ciencia política es una
ciencia empírica o fáctica, es decir, su objeto de estudio (los procesos políticos y sociales) son
objetos con existencia propia, reales, y para su estudio los politólogos utilizan métodos científicos
como, por ejemplo, el control comparado, el control estadístico y el control histórico. Respecto
de este último, el autor enfatiza la importancia de tomar en consideración la historicidad de las
categorías de análisis. Asimismo, le sugerimos prestar especial atención a la idea de categorías de
análisis, y a la relación entre teoría, método y realidad aprehensible.
En este sentido, debemos comprender que las teorías, categorías y conceptos se apropian y
reproducen el objeto de estudio, no sólo para describirlo, explicarlo o comprenderlo, sino incluso
para legitimarlo o para reflexionar sobre la probabilidad de su transformación. Ello dio lugar a
una división entre las teorías del orden y las teorías del conflicto. Como señala Sheldon Wolin,
autor citado por Aznar, la investigación política siempre se dirige en alguna medida hacia el
estudio de los factores que favorecen u obstaculizan el mantenimiento del orden. Así, por ejemplo,
Hobbes, obsesionado por la necesidad de construcción de un orden social, encontró en la idea de
contrato social la base de legitimidad de un orden válido; por su parte, el padre del liberalismo
político, Locke, destinó gran parte de sus esfuerzos teóricos a legitimar el accionar revolucionario
de la burguesía y la constitución de una monarquía parlamentaria que pusiese fin a la monarquía
absoluta que en el siglo XVII regía en Inglaterra. En cambio, la teoría marxista, que reconoce
como objeto de estudio la historia de los modos de producción en general y del modo capitalista
en particular, está destinada a discutir la problemática del cambio social revolucionario. Todo lo
señalado nos conduce a reflexionar sobre la relación entre orden político e incerti-dumbre. Usted
habrá notado el rol contenedor de la incertidumbre que Aznar le asigna a la ciencia política.

Actividad 7

La resolución de esta actividad le habrá permitido construir una imagen acerca del desarrollo
de la ciencia política en los últimos 60 años. Le recordamos que la ciencia política es una ciencia
joven, que nace en el último tercio del siglo XIX y se institucionaliza durante la inmediata
posguerra. Es decir, se convierte en un saber autónomo de estatus científico, que reconoce un
objeto de estudio y desarrolla técnicas metodológicas propias. En dicho proceso de
institucionalización, es clave el papel cumplido por la revolución conductista. El conductismo fue
el paradigma hegemónico en la década de 1950. Posteriormente, y producto del legado y crisis del
conductismo, se desarrollan nuevos enfoques, algunos de raíz conductista y otros muy alejados de
esta teoría que aportan al desarrollo de la ciencia política.

Actividad 8

El concepto de gobernabilidad, como la mayoría de las categorías de análisis utilizadas por las
ciencias sociales, presenta niveles diferenciados de vaguedad y ambigüedad. No obstante, resulta
interesante el esfuerzo del autor por construir un concepto claro de gobernabilidad como
mercancía, destacando su rasgo central: su dinamismo. La óptica que sigue Aznar en este artículo
intenta vincular la gobernabilidad con la capacidad de control horizontal y vertical existentes al
interior de un orden político. Es respetando esta línea de análisis que usted debe encarar la
resolución de esta actividad.
Unidad 2. El Estado

Temas

Estado y orden político. El Estado como instancia política de dominación. El Estado-nación como
primera construcción sociopolítica de la modernidad. Autonomía y soberanía. La formación
histórica del Estado: el proceso de construcción social y la emergencia del aparato estatal.
Burocracia. Relación Estado - sociedad. Las transformaciones del Estado: Estado absolutista,
Estado liberal, Estado democrático, Estado de Bienestar. Estado, sociedad y clases sociales. El
Estado de Bienestar: génesis, apogeo y crisis.

Bibliografía obligatoria

Le sugerimos que lea los textos de la bibliografía en el orden presentado.


- Unidad 2 en la Guía de Estudio de Ciencia Política, producida por UBA XXI y editada por
Eudeba, a partir de la edición de 2010.
- BOBBIO, N. (1989). Estado, gobierno y sociedad. México: Fondo de Cultura Económica.
- WEBER, M. (1984). Segunda parte. Punto IX. La institución estatal racional y los partidos
políticos y parlamentos modernos (sociología del Estado), pp. 1047-1076. En Economía y
Sociedad. Esbozo de sociología comprensiva(1922). México: Fondo de Cultura Económica.
- MARX, K. y ENGELS, F. El Manifiesto del Partido Comunista. Varias ediciones (selección de
capítulos).
- ISUANI, E.A. (1991). Bismark o Keynes: ¿Quién es el culpable? Notas sobre la crisis de
acumulación. En Isuani, E.A., Lo Vuolo, R. y Tenti, E. (comp.) El Estado de Bienestar: la crisis
de un paradigma. Buenos Aires: CIEPP-Miño y Dávila.
- BOBBIO, N. (1997). El Estado. En Ni con Marx ni contra Marx. México: Fondo de Cultura
Económica.
- D’ALESSANDRO, M. (2004). Control estatal y administración. Una reseña de su desarrollo.
POSTData. Revista de Reflexión y Análisis Político. N°10. Buenos Aires.
- MÉNDEZ PARNES, M.S. (2010). Documento de Cátedra: Estado moderno y Sociedad civil.
En la Guía de Estudio de Ciencia Política. Buenos Aires: Eudeba, y en el Campus virtual de UBA
XXI.

Bibliografía optativa

- SCHIERA, P. (1985). Estado moderno. En Bobbio, N., Matteucci, N. y Pasquino, G.


Diccionario de política. México: Siglo XXI.
Presentación de la Unidad

El jurista francés Maurice Hauriou define al Estado como la "institución de las instituciones",
debido a que no existe otra con igual poder de integración, siendo la comunidad política casi
excluyente de los tiempos modernos. Su origen se ubica en los albores de la Edad Moderna en
occidente. A partir de entonces, fue objeto de estudio y reflexión por parte del pensamiento
político. Aunque hoy no se considera al Estado como el único objeto de atención de los
politólogos, no hay duda de que toda teoría política contemporánea de alguna manera lo roza;
tanto al estudiar el sistema político, el régimen político o la forma de gobierno del Estado; o
cuando se indaga en materia de políticas públicas; o en el campo de las relaciones
internacionales, ámbito en el cual los Estados nacionales, su accionar y posicionamiento ocupan
un lugar sobresaliente. Por otra parte, la ciencia política ha reflexionado sobre su origen,
transformaciones y, en la actualidad, sobre la supuesta crisis del Estado.
En conclusión, el Estado ocupa un lugar relevante en los estudios politológicos y por ello su
análisis merece un destacado lugar en el Programa de esta materia.
Los alumnos curiosos en indagar sobre la Teoría del Estado tomarán conocimiento de que
distintas disciplinas han contribuido a su desarrollo, como por ejemplo: el derecho, la filosofía y
la historia, entre otras. Pero desde la perspectiva politológica, el Estado se define a partir de una
característica fundamental: el dominio. Este último se manifiesta por medio de la titularidad y del
ejercicio del poder de tomar decisiones colectivas y vinculantes para toda la sociedad y de
imponerlas por medio de la fuerza legítima.
Sin lugar a dudas, usted notará que existe una íntima vinculación entre esta concepción de
Estado y las teorías de la dominación de Weber analizadas en la Unidad 1. Este autor define al
Estado moderno como una asociación de dominación, con formato de instituto político que
pretende para sí la monopolización de la aplicación de la violencia legítima al interior de un
territorio, contando para ello con personal político y burocrático profesional. Racionalidad y
legalidad son los atributos a partir de los cuales el Estado desarrolla un conjunto de capacidades
y funciones de penetración e intervención en la sociedad civil, empleando para ello diversas
estrategias, desde la cooptación a la represión. Es decir, el Estado es un actor social diferenciado
que cuenta con un aparato institucional y normas que orientan su accionar.
Hay que tener en cuenta que el Estado moderno no fue la única comunidad política en la cual
los hombres han vivido. Como señalan Weber, Marx y Bobbio, su surgimiento se da en un
determinado contexto histórico en el cual interactúan una serie de factores y causas que nos
permiten comprender su origen. Asimismo, las distintas coyunturas históricas han influido en los
cambios que ha tenido el Estado durante los últimos 500 años. Para analizarlos, Bobbio propone
el criterio histórico como uno de los caminos posibles para estudiar al Estado. La idea primaria
que se desprende de este texto es que desde su origen situado en los comienzos de la Edad
Moderna hasta nuestros días, el Estado ha transformado numerosas veces su estructura,
instituciones y funciones; lo cual obliga a preguntarnos sobre la existencia de distintos tipos de
Estado. Además, el autor plantea el supuesto de que a cada tipo le corresponde una particular
manera de vinculación con la sociedad civil.
De esta forma, resulta factible identificar Estados mínimos desligados (relativa aunque no
absolutamente) del ámbito de la sociedad civil y limitados al papel de garantista de derechos
individuales y Estados más intervencionistas, en algunos casos comprometidos con el bienestar
socioeconómico de sus miembros. Norberto Bobbio propone el criterio relacional para analizar
los vínculos entre el Estado y la sociedad civil, o, como los denomina el autor, entre la esfera del
Estado y la esfera del No Estado.
Pocos temas han causado tanto debate en la teoría política cómo la relación Estado - sociedad
civil. Parte de la discusión ha girado en torno a la necesidad de delimitar el alcance y ámbito de
actuación de ambos sujetos. otras posturas, en cambio, se inclinan por examinar los procesos
políticos y sociales que producen la incierta pero valiosa distinción entre Estado y sociedad
(Mitchell, 1991). En esta misma línea se ubica el texto de Bobbio, que sostiene que el Estado y el
No Estado son realidades distintas pero que se presentan históricamente como inseparables.
Las obras clásicas de Carlos Marx y de Weber se inscriben en esta línea de argumentación.
Además en ellas sobresale la idea del Estado entendido como una instancia de dominación.
Consideramos valioso la lectura de este material por diversos motivos. En primer lugar la
convicción de que los clásicos y sus aportes no han muerto, muy por el contrario sus
contribuciones conceptuales y metodológicas han sido retomadas en numerosas oportunidades y
son la base de muchas perspectivas teóricas contemporáneas. En segundo lugar, adentrarse en las
concepciones marxis-ta y weberiana del Estado nos permite introducir a los estudiantes de este
curso en el uso de la comparación como recurso metodológico de las ciencias sociales. En este
sentido, aspiramos a que se identifiquen semejanzas, puntos de acercamiento y tensión entre ambas
teorías. En tercer lugar, tal como señala Martín D'Alessandro (2004) en su artículo, tanto Marx
como Weber intentan brindar una explicación histórica sólida de los procesos sociales que
desembocan en las sociedades modernas industrializadas.
Brevemente, y a modo de guía de lectura, recordamos que Marx parte de la idea de que el
hecho fundante de una sociedad es su estructura productiva o base material, donde tiene lugar la
organización de las fuerzas productivas bajo determinado tipo de relaciones sociales de
producción. En el modo de producción capitalista, estas últimas se expresan como relaciones
antagónicas entre clases sociales con intereses opuestos. En consecuencia, el problema del poder
y del ejercicio del poder por parte del Estado se inscribe dentro de este enfoque. Es decir, el
poder y su estudio remite siempre al conflicto de clases sociales, siendo su finalidad la de
legitimar y contribuir a través de su accionar a la reproducción del modo de producción
capitalista y la explotación de una clase sobre otra. Así el Estado, asociado a la idea de coacción
y violencia, representa a nivel de la superestructura la dominación que la clase burguesa ejerce
sobre el proletariado a nivel de estructura productiva. De este modo, queda implantada una
relación específica entre el poder material (productivo / económico) y el poder espiritual
(político), que delimita la discusión sobre la dominación de clase y el poder ejercido por las
ideas de la clase dominante.
Por su parte, la visión weberiana toma distancia del enfoque marxista. En primer lugar, parte
de considerar que el poder o el dominio político no se derivan necesariamente de los recursos
económicos que se posean. En segundo lugar, piensa que el fin del poder no es necesariamente
perseguir ventajas económicas o productivas. Lo cual no quiere decir que esto no pueda
acontecer. Ello obedece, entre otros factores a la creencia weberiana de que el poder y las
relaciones de dominio no se reducen a meros epifenómenos; muy por el contrario, el poder excede
en mucho a las relaciones económicas. Múltiples y variadas son las situaciones en que un
individuo o un grupo de individuos pueden gozar de la probabilidad de imponer su voluntad a otro
(poder) o de lograr que su mandato sea obedecido (dominación).
Para Weber, en las sociedades modernas la institución política por excelencia que aspira al
monopolio del ejercicio de la dominación es el Estado racional, que reúne dentro de sus atributos
un cuadro administrativo burocrático que guía su accionar por la precisión, la disciplina y la
profesionalidad. De este modo, el Estado, siendo un tipo impuro de dominación, se aproxima al
tipo ideal legal racional, caracterizándose por su ejercicio continuado, sujeto a ley, con un sistema
institucional de autoridades fijas y un aparato de funcionarios regulado por el principio de
jerarquía administrativa y la plena separación patrimonial entre ellos y los medios de
administración. Weber concluye que el Estado moderno es la forma más racional de ejercicio de
una dominación, siendo imprescindible para la administración de sociedades complejas, ya sean
capitalistas o socialistas.
Estas ideas son revisadas por D'Alessandro, quien afirma que durante la Edad Moderna se
produce el proceso de concentración y centralización política que culmina por consagrar una
matriz estadocéntrica, en la cual el Estado ha usurpado y reunido una serie de funciones que se
encontraban dispersas durante el Medioevo. Dicho proceso consagra al Estado moderno como una
unidad suprema de decisión que goza de una autonomía relativa. Ello nos conduce a reflexionar
sobre los límites de la presencia estatal en la sociedad respecto de los actores sociales e intereses
económicos. Es en este punto del análisis donde el autor plantea un interrogante: ¿hasta dónde el
Estado puede fijar sus objetivos e intereses, gozando tan sólo de una autonomía insertada y
limitada socialmente?
El debate que recrea D'Alessandro en su artículo cobra especial relevancia en momentos de
crisis del Estado, como el que debió atravesar en las décadas de 1920 y 1930 y que marcó el
pasaje del Estado liberal clásico al Estado de Bienestar. Cabe señalar que este último emerge
como un intento de reestructuración del capitalismo democrático obligado a atender la cuestión
social.
Usted podrá encontrar un estudio del Estado de Bienestar y del Estado de Bienestar keynesiano
en el artículo de Ernesto Aldo Isuani. El autor sigue un esquema de análisis prolijo que se detiene
en las condiciones que explican el surgimiento de nuevas modalidades de Estado caracterizadas
por una mayor intervención en esferas consideradas hasta entonces privativas de la sociedad civil.
Distingue y compara dos tipos de Estado, uno al cual se refiere como Estado de Bienestar,
comprometido con el problema de la redistribución; y otro, al cual identifica como Estado de
Bienestar keynesiano, que planifica su intervención con el fin de regular el ciclo económico. El
autor finaliza su artículo planteando un conjunto de hipótesis que explicarían la crisis de estos
tipos de Estado y el avance de la estrategia conservadora en la década de 1980.

Bibliografía de referencia
- MITCHELL, T. (1991). The limits of the State: Beyond statist approaches and their critics.
American Political Science Review. N° 1 (vol. 85, pp. 85-96).
Documento de Cátedra

Estado moderno y sociedad civil

María Soledad Méndez Parnes

El Estado moderno se caracteriza por su doble carácter. Por un lado, es conceptualizado como
una instancia de articulación de relaciones sociales; y por otro lado, constituye un aparato
institucional que lo convierte en un actor social diferenciado poseedor de una racionalidad
sustantiva orientada por metas y el logro efectivo de objetivos políticos sucesivos (Etkin, 2000).
Desde su surgimiento en los albores de la modernidad, distintas concepciones y teorías
deontológicas, sociológicas, jurídicas y políticas se han esforzado por construir un concepto de
Estado moderno definiendo sus atributos y alcance. Desde la perspectiva politológica, el Estado
se define a partir de una característica fundamental: el dominio. Este último se manifiesta a través
de la titularidad y el ejercicio del poder de tomar decisiones colectivas y vinculantes para toda la
sociedad y de imponerlas por medio de la fuerza legítima.
La teoría weberiana y las diversas escuelas de la modernización han considerado al Estado
como un indicador de modernización política.[19] Para el autor alemán Max Weber, el Estado
moderno es una asociación de dominación, con formato de instituto político que pretende para sí
la monopolización de la aplicación de la violencia legítima al interior de un territorio, contando
para ello con personal político y burocrático profesional. Racionalidad y legalidad son los
atributos a partir de los cuales el Estado despliega un conjunto de capacidades y funciones de
penetración e integración de la sociedad civil, empleando para eso diversas estrategias, desde la
cooptación a la represión.
A partir de ello, el Estado a través de las instituciones de gobierno tiene la tarea -a priori
indelegable- de definir prioridades, armonizar intereses de los distintos sectores sociales en
escenarios concretos y arbitrar los conflictos sociales en el ámbito de la ley. Para lograr sus
cometidos, el Estado desarrolla un amplio abanico de actividades que descansan en la adopción e
implementación de políticas públicas. En ellas se resumen todas las variantes empíricas de
programas de acción encomendadas a las burocracias públicas para su ejecución, que incluyen
tanto una ley, decreto, resolución como programas o proyectos concretos (Mayntz, 1979). Este
concepto amplio de políticas públicas conlleva a definirlas como las iniciativas y/o respuestas
que brinda el Estado para hacer frente a las demandas, contradicciones y conflictos sociales. En
este sentido, el proceso de toma de decisiones que se cristaliza en la formulación e
implementación de políticas es la esencia de la actividad estatal y supone la expansión e
intervención del Estado en espacios sociales diferenciados que constituyen el ámbito del No
Estado (Bobbio, 1989), en términos más clásicos, el ámbito de la sociedad civil.
Pocos temas han causado tanto debate como la relación Estado - sociedad civil. Parte de la
discusión gira en torno a la necesidad de delimitar el alcance y ámbito de actuación de ambos
sujetos. otras posturas, en cambio, se inclinan por examinar los procesos políticos y sociales que
producen la incierta pero valiosa distinción entre Estado y sociedad (Mitchell, 1991). En esta
misma línea se ubica Norberto Bobbio, al sostener que el Estado y el No Estado son realidades
distintas pero que se presentan históricamente como inseparables. Preguntarse por la relación
Estado - sociedad conduce necesariamente a ahondar en la relación entre gobernantes y
gobernados. Así, queda planteado uno de los grandes problemas de la filosofía y de la ciencia
política: cómo se concibe y se construye la relación Estado - No Estado. Por ejemplo, en la
Antigüedad se entendía que el hombre estaba al servicio del Estado, pero en la Modernidad, a
partir de los aportes del iusnaturalismo, se invierte la mencionada ecuación. Es el Estado el que
debe estar al servicio del individuo, puesto que sus cimientos descansan en el reconocimiento de
ciertos derechos fundamentales de carácter individual, en especial la libertad frente a la opresión
política.
En consecuencia, el liberalismo político ha defendido la necesidad de institucionalizar límites
claros a la actividad estatal en beneficio de la libertad de los hombres. En este sentido, John
Locke, el Barón de Montesquieu, Madison y Benjamin Constant, entre otros, definieron al
liberalismo como gobierno de la ley (rule of law), distinguiéndolo del librecambismo, en tanto
sistema económico. El Estado moderno devino en Estado liberal, el cual no debería ser
caracterizado por su dimensión o por la cantidad de cosas que hace o no hace; sino por su
estructura de base constitucional y garantista de derechos (Sartori, 1992).
Posteriormente, en el siglo XIX, desde posturas teóricas e ideológicas divergentes como el
anarquismo, el socialismo y el liberalismo más ortodoxo, se defendió la tesis según la cual el
devenir histórico avanzaba de la esfera Estado hacia el No Estado, como resultado de la
atenuación del primero (teorías sobre el Estado mínimo), lo cual podría conducir incluso a su
desaparición o extinción. No obstante, el Estado no sólo prolongó su existencia, sino que
consolidó su posición como la identidad primaria que la mayoría de los hombres han elegido en el
siglo XX. Así, el Estado moderno, territorialmente definido, pasó a reclamar derechos sobre
todos sus habitantes. Al respecto, en una conferencia del año 1993, el historiador Eric Hobsbawm
(1993) sostuvo: "Si esa persona es un ciudadano, el Estado reclama el derecho a disponer de su
lealtad por encima de los otros demandantes, [...] y, en tiempos de guerra, de su propia vida".
Precisamente, tras la crisis del 29, y en parte como solución a los problemas que ella puso al
descubierto, el Estado debió intervenir de manera innovadora en ámbitos como la política fiscal,
la política monetaria, la producción, la inversión y la distribución de recursos de valor social. El
surgimiento de los distintos tipos de Estado intervencionista (de Bienestar, keynesiano, populista,
entre otros) es un indicador de ello. Tanto desde la academia como desde la ideología, se han
multiplicado los debates y justificaciones sobre los límites de hecho y de derecho, condiciones,
recursos, capacidades y objetivos de la creciente expansión de la actuación estatal.
Otros análisis se enfocan en el problema de la legitimidad de la intervención del Estado. Las
respuestas se dividen entre las posturas que, por un lado, respetando la tradición weberiana,
consideran que la base de legitimidad del Estado y sus acciones descansa en la aceptación por
parte de los gobernados de las razones que dan los gobernantes para justificar su acceso a puestos
de dominación como sus posteriores decisiones. En cambio, por otro lado, están los que sostienen
que el Estado basa su legitimidad en los resultados y el rendimiento de sus propias actuaciones.
En síntesis, como bien señala Bobbio, la relación Estado - No Estado depende en gran parte
del grado de expansión y penetración del primero sobre el segundo. Ello abre la puerta a un
conjunto variado de tipos de Estado, siendo que la materialización histórica de cada uno de ellos
responde a un tipo particular de estructuración de la relación Estado - sociedad. En los extremos,
suelen ubicarse tipos de Estado de nula concreción real en términos absolutos. En uno, el Estado
total que cubre en su totalidad al No Estado, y en el otro, el Estado completamente neutral que se
abstiene de intervenir y regular, permitiendo la expansión casi absoluta del No Estado.
Lejos de estar resuelto este problema, el escenario planteado por la crisis de los Estados de
Bienestar, la globalización y los cambios productivos y tecnológicos de las últimas décadas
incrementan su interés. En este contexto, se suele bucear en la hipótesis de la supuesta erosión de
las capacidades de los Estados en tanto actores políticos soberanos y autónomos, lo cual podría
conducir, progresivamente, a la superación del "estadocentrismo" o "Estado magnificado". En este
sentido, Daniel Bell, Samuel Huntington y Samuel Brittan, desde una perspectiva ortodoxa,
consideran que el Estado habría perdido su capacidad de hegemonía como resultado lógico de las
consecuencias perniciosas del intervencionismo estatal (Bell, 1976; Brittan, 1975). Asimismo,
interpretan la superación de la cultura de la estadolatría como un nuevo avance hacia
desestatización de la vida pública en pos de la consecución de la libertad económica y política.
Desde una visión más heterodoxa, y sin negar el repliegue del Estado, se indagan nuevas
estrategias de fortalecimiento de los atributos de estatidad. En esta línea de interpretación se
ubican autores como Renate Mayntz (1979) y Geoffrey Garrett (1999), quienes insisten en que
aunque el nuevo escenario impone limitaciones a las opciones de las capacidades estatales,
genera un conjunto de incertidumbres y consecuencias sociales cuyos costos tenderían a ser mucho
más gravosos que la intervención del Estado para mitigarlos.
En síntesis, estos autores defienden la hipótesis según la cual el Estado cuenta aún con un
conjunto de recursos y capacidades intransferibles que despliega a partir de diversas estrategias
de intervención en materia macroeconómica y social que generan beneficios que pueden ser
calificados como atractivos (Garrett, 1999). Posiblemente, los mecanismos de intervención
utilizados años atrás ya no sirvan, y en este punto radica el desafío que deben enfrentar aquellos
que se dedican a la administración pública.

Bibliografía de referencia

- BELL, D. (1976). The cultural contradictions of capitalism. Nueva York: Basic Books.
- BRITTAN, S. (1975). The economic contradictions of democracy. British Journal de Political
Science. N°5.
- CERNY, P.G. (1997). Paradoxes of the competition state: the dynamics of political
globalization. Government and opposition (vol. 32). London School of Economics and political
Science.
- ETKIN, J. (2000). (2000). Política, gobierno y gerencia de las organizaciones. Acuerdos,
dualidades y divergencias. Buenos Aires: Prentice Hall.
- FERNÁNDEZ SANTILLÁN, J. (1996). Norberto Bobbio: el filósofo y la política (Antología).
México: Fondo de Cultura Económica.
- GARRETT, G. (1999). Mercados globales y política nacional: ¿colisión inevitable o círculo
virtuoso? Desarrollo Económico. Revista de Ciencias Sociales. N°15 (vol. 38, pp. 883-924).
- HOBSBAWM, E. (1993). Nación, Estado, etnicidad y religión: transformaciones de la
identidad. Conferencia inaugural del Congreso Internacional: Los nacionalismos en Europa.
Pasado y Presente. Santiago de Compostela. Revista Anuario. N°16. Universidad Nacional de
Rosario.
- MAYNTZ, R. (1979). Public burocracies and policy implementation. International Social
Science Journal. N° 4 (vol. XXXI).
- MITCHELL, T. (1991). The limits of the State: Beyond statist approaches and their critics,
American Political Science Review N°1 (vol. 85, pp. 85-96).
- OSZLAK, O. (1978). Formación histórica del estado en América Latina: elementos teóri-co-
metodológicos para su estudio. Estudios CEDES. N°3. Buenos Aires.
- NOZICK, R. (1988). Anarquía, Estado y utopía. México: Fondo de Cultura Económica.
- SARTORI, G. (1992). Elementos de teoría política. Madrid: Alianza Singular.
- SKOCPOL, T. (1989). El Estado regresa al primer plano: estrategia de análisis en la
investigación actual. Zona Abierta, N°50 (pp. 71-122), Madrid.
Actividades de aprendizaje

Estado y tipos de Estado según Norberto Bobbio

Actividad 1

Desde tiempos inmemorables el hombre ha organizado su vida social en comunidades o


sociedades con mayor o menor nivel de complejidad. Las tribus, los clanes, las polis son ejemplo
de ello. Pero, debemos saber que la forma de comunidad política que se identifica con los tiempos
modernos es el Estado moderno. Este último se origina por determinados cambios económicos y
sociales que ocurrieron en Europa entre los siglos XIV y el XVII. Su nacimiento se ubica en el
Renacimiento europeo, escenario de importantes cambios en el ordenamiento político y, como
hemos visto en las actividades de la unidad anterior, en el pensamiento político. Paulatinamente,
surge en las comunidades un sentimiento de identificación cultural y nacional en un territorio con
fronteras determinadas y con un gobierno que dirige los destinos del pueblo. Ello condujo a los
monarcas interesados en concentrar el poder en su persona a negociar o enfrentarse con los
señores feudales, tranzando derechos individuales sobre sus feudos a cambio de importantes
privilegios. De este modo, el concepto feudal de lealtad y la organización política descentralizada
son reemplazados por el de autoridad y obediencia, propios de un Estado con poder centralizado.
Este pasaje del Estado feudal al moderno fue lento y conflictivo.
Usted encontrará en los textos de lectura obligatoria un análisis detallado del contexto de
surgimiento de los Estados modernos y explicaciones de qué son los Estados, cuáles son sus
atributos y cuáles sus características sobresalientes. Para comenzar, le proponemos que
identifique en el texto de Bobbio los dos criterios que utiliza el autor para analizar al Estado. Uno
que podríamos llamar histórico o empírico, y que hace referencia a las formas que a lo largo del
tiempo ha adoptado el Estado, y un segundo criterio de nivel teórico que examina la relación
Estado - sociedad a partir del grado y alcance de expansión del primero sobre la segunda.
Tomando en consideración ambos criterios, lo invitamos a resolver las siguientes consignas:
a. Identifique las formas que en términos históricos ha adoptado el Estado desde su surgimiento.
b. Mencione y explique las características del Estado representativo.
c. Explique la principal diferencia que establece Bobbio entre los Estados representativos y los
Estados socialistas.
d . Explique la distinción que realiza Bobbio entre la esfera del Estado y la esfera del No
Estado.
e . Caracterice y compare los tipos históricos de Estado moderno en función de la expansión e
intervención del Estado sobre la esfera del No Estado.
f. Defina: Estado abstencionista, Estado totalitario, Estado confesional y Estado laico.
g . A partir de lo estudiado, ¿cómo calificaría al accionar del Estado nacional en la actualidad
respecto de su grado de expansión sobre el No Estado? Intente elaborar un ejemplo.
Liberalismo y Estado representativo

Actividad 2

En términos coloquiales empleamos el término liberalismo para hacer referencia,


simultáneamente, a un sistema político que garantiza el gobierno de la ley y el pleno goce de los
derechos individuales y a un sistema económico que delega en el mercado la asignación de los
recursos económicos. En este curso introductorio de Ciencia Política, vamos a trabajar con la
primera acepción del término. En este sentido, un Estado liberal es un Estado constitucional que
predica y garantiza el valor de la vida y la persona humana frente a cualquier tentativa de
concentración del poder. Así, los súbditos del orden feudal se convierten en ciudadanos provistos
de un conjunto de derechos, sólo al interior de modos de organización social que permiten y
alientan una variedad de estructuras de poderes intermedios y equilibrados (Sartori, 1992).
El liberalismo fue el marco teórico y también ideológico[20] que estimuló y legitimó las
Revoluciones Burguesas, en especial la Gloriosa Revolución Inglesa del siglo XVII, que terminó
por instaurar en Inglaterra la primera monarquía parlamentaria con distinción de las funciones
legislativas y ejecutivas del Estado.
A partir de este breve marco de referencia, la presentación de la unidad y el Documento de
Cátedra, responda: ¿Qué relaciones puede establecer entre el liberalismo y el Estado
representativo?

El Estado según Carlos Marx y Max Weber

Actividad 3

Marx y Weber son considerados hoy dos representantes destacados de la sociología clásica. El
primero nació en Alemania 1818, pero vivió gran parte de su vida enInglaterra y murió en 1883.
Dedicó su vida al estudio de los modos de producción, en particular al modo de producción
capitalista. Con el objetivo de aclarar conceptos, debemos recordar que un modo de producción
representa la forma en que los hombres establecen relaciones entre sí y con la naturaleza para
producir su vida material, haciendo uso para ello de los medios y fuerzas de producción. A partir
de ello, Marx desarrolla una concepción materialista de la historia, según la cual los modos de
producción constituyen la estructura sobre la que se erige una superestructura en donde se
encuentra el Estado.
Weber, por su parte, como Marx, estudia al capitalismo y la relación entre éste y el Estado,
pero desde una perspectiva no materialista de la historia. Weber considera que el sentido del
devenir histórico implica el paso de formas de organización social (en un sentido amplio), menos
racionales a otras más racionales. De este modo, el vínculo que él ve entre razón e historia está
dado por la racionalidad con arreglo a fines, es decir, por una racionalidad instrumental, basada
en la calculabilidad de medios y procedimientos que, según Weber, alcanza su máxima expresión
en la economía capitalista y en la administración de los cuadros burocráticos de los Estados
modernos.
Esta actividad tiene como objetivo que usted se familiarice y comprenda las perspectivas
teóricas sobre el Estado de ambos autores. Para lo cual deberá leer los textos de Bobbio ("El
Estado"), el de Marx y Engels y el de Weber.
a . ¿Por qué Bobbio considera que el concepto de Estado es un problema para el marxismo
clásico?
b . Explique por qué para Marx cualquier forma estatal puede definirse en términos de
superestructura. Responda cuál es la forma específica que adquiere el Estado bajo el régimen de
producción capitalista e identifique su funcionalidad para los intereses de la clase dominante.
c. A partir de la lectura y teniendo en cuenta el análisis de Bobbio, analice el siguiente fragmento
de El manifiesto del Partido Comunista:

Tan pronto como, en el transcurso del tiempo, hayan desaparecido las


diferencias de clase y toda la producción esté concentrada en manos de la
sociedad, el Estado perderá todo carácter político. El poder político no es,
en rigor, más que el poder organizado de una clase para la opresión de
otra. El proletariado se ve forzado a organizarse como clase para luchar
contra la burguesía, la revolución le lleva al poder, tan pronto como desde
él, como clase gobernante, derribe el régimen vigente de producción, con
este hará desaparecer las condiciones que determinan el antagonismo de
clases, las clases mismas y, por tanto, su propia soberanía como tal clase.
(Marx y Engels, 2003: 74-75)

d. Lea la siguiente definición weberiana de Estado moderno, identifique y analice cada uno de
sus elementos.

El Estado moderno es un instituto político, de actividad continuada, en la


medida en que su cuadro administrativo mantenga con éxito la pretensión al
monopolio legítimo de la coacción física para el mantenimiento del orden
vigente. (Weber, 1984)

e . ¿Cuál es el rol de la burocracia en el Estado moderno? Explique la frase "Socialización


creciente significa, inexorablemente, burocratización creciente".
f. Desarrolle las diferencias planteadas por Weber entre el funcionario profesional y el político
(funcionario político) respecto al rol y la responsabilidad de cada uno. Para ello tenga en cuenta
la distinción entre "administrar" y "gobernar".
g. Le proponemos que retome la noción de racionalidad en Weber y explique cómo se vinculan
entre sí los procesos de surgimiento del Estado moderno, la economía capitalista y la burocracia
como forma de administración.
h. Compare la perspectiva marxista y weberiana del Estado, completando la siguiente tabla.
Surgimiento y consolidación del Estado moderno

Actividad 4

En esta actividad le proponemos trabajar con el artículo de D'Alessandro. Al comienzo, el


autor repasa la perspectiva weberiana sobre la dominación social. Ello le servirá como marco de
referencia para avanzar en la comprensión de la segunda parte del artículo, en la cual el autor
analiza los orígenes históricos del Estado. Usted debe tener en cuenta que esta actividad tiene un
doble objetivo: por un lado, afianzar conceptos ya aprendidos y profundizar los conocimientos
sobre la contextualización histórica de determinados procesos políticos, asociados al surgimiento
y consolidación del Estado moderno. Teniendo en cuenta estas observaciones le proponemos
trabajar sobre los siguientes puntos:
a . ¿Con cuál de los tipos ideales de dominación social identifica D'Alessandro al Estado
moderno? Justifique su respuesta.
b. Defina qué entiende el autor por oeconomia y explique la tensión entre oeconomiay Estado.
c. Explique el proceso de disolución del sistema feudal y de construcción del Estado moderno. Le
sugerimos prestar atención al política necesario para la construcción del Estado.proceso de
concentración y centralización
d . Thomas Hobbes, representante del contractualismo inglés del siglo XVI, en su obra
Leviatánjustificó la necesidad de un Estado absoluto. Para Hobbes, en los comienzos el hombre
vivía en Estado de naturaleza, ámbito en el cual rigen leyes naturales que mandan conservar la
vida. En dicho estado, la ausencia de leyes destinadas al bien común abre paso a un conflicto
permanente entre los hombres. Ello genera una situación de guerra de todos contra todos, en el
cual el hombre es lobo del hombre. Los hombres para salvar su vida, gracias a su cualidad de
seres racionales, pactan someterse a un poder común. El contenido del contrato establece que los
hombres autorizan y conceden el derecho de autogobierno, cediendo esa autoridad a esa persona o
asamblea de hombres, con la condición de que cada uno de los hombres también le conceda su
propio derecho de autogobierno de igual manera. De este modo, el Estado surge de un pacto que
los individuos establecen entre sí y que tiene el objetivo de obtener la seguridad de la vida
mediante la sumisión recíproca a un solo poder.
Le proponemos la lectura del siguiente pasaje del Leviatán, con la finalidad de que usted
identifique las características del Estado hobbesiano, según D'Alessandro primera forma material
del Estado moderno.

Una multitud así unida en una persona es lo que llamamos Estado, en latín
Civitas. De este modo se genera ese gran Leviatán, o mejor, para hablar con
mayor reverencia, ese dios mortal a quien debemos, bajo el Dios inmortal,
nuestra paz y seguridad. Pues es gracias a esta autoridad que le es dada por
cada hombre que forma parte del Estado, como llega a poseer y a ejercer
tanto poder y tanta fuerza; y por el miedo que ese poder y esa fuerza
producen puede hacer que las voluntades de todos se dirijan a lograr la paz
interna y la ayuda mutua contra los enemigos de fuera. Y es en él en quien
radica la esencia del Estado, al que podríamos definir así: una persona de
cuyos actos, por mutuo acuerdo entre la multitud, cada componente de ésta
se hace responsable, a fin de que dicha persona pueda utilizar los medios y
la fuerza particular de cada uno como mejor le parezca, para lograr la paz
y la seguridad de todos.
Esa persona del Estado está encarnada en lo que se llama el Soberano; y
cada uno de los demás es su súbdito.

e . Describa las características del Estado liberal clásico. Señale las principales diferencias con
el Estado absoluto.
f . Le proponemos reflexionar sobre las tareas y funciones que desempeña la administración
pública en la actualidad y sobre las que usted cree que debería desempeñar. Luego, le pedimos
que vuelva al artículo de D'Alessandro y analice el concepto de administración pública vinculado
a la noción de capacidad del Estado.

Soberanía y autonomía estatal

Actividad 5

El concepto de soberanía encuentra su primera formulación teórica en Los 6 libros de la


República, del francés Jean Bodin, publicado en 1576, donde define a la soberanía como el poder
absoluto y perpetuo de un Estado. Además, aclara que el poder soberano de un Estado consiste en
el poder de hacer leyes generales que involucran a todos los miembros de una sociedad.
Según el pensador francés, la soberanía presenta un conjunto de atributos, entre ellos, el ser
absoluta (la soberanía se ejerce sobre todo y todos), suprema (no está sujeta al mandato de otros),
perpetua (sin limitación temporal), ilimitada (sólo encuentra límite en las leyes de la naturaleza y
leyes divinas) e imprescriptible. La idea de Bodin es que solamente la unidad del Estado
aseguraría su supervivencia. De todas maneras, Bodin introdujo la noción de la separación entre
Estado -sujeto titular de soberanía- y el gobierno -encargado del ejercicio de la soberanía.
a . Mencione cuáles de los atributos de la soberanía mencionados en el párrafo anterior son
retomados y analizados por D'Alessandro.
b . Explique el alcance de los conceptos: soberanía negativa, soberanía positiva y soberanía
operativa.
c. ¿Por qué D'Alessandro sostiene que los Estados gozan de una autonomía relativa respecto del
resto de los actores sociales?
Alcance y límites del Estado de Bienestar

Actividad 6

Uno de los fenómenos más relevantes que se produjeron en el siglo XX como respuesta a la
gran depresión del 29 fue el surgimiento de lo que con el tiempo llegaría a denominarse el Estado
de Bienestar. Para algunos, este tipo de Estado es el aporte más importante de Franklin D.
Roosevelt[21] a los Estados Unidos. Pero los norteamericanos no fueron los precursores en la
materia. En efecto, su origen ha de rastrearse en Europa, y más precisamente en la Alemania del
conde Otto von Bismarck.[22] En dicho país, la política económica, lejos de verse influenciada por
las máximas del librecambismo clásico de David Ricardo, no renegaba de las intromisiones del
gobierno. Conforme a la tradición prusiana y alemana, al Estado se lo consideraba un actor
competente, benéfico y sumamente prestigioso, más aún en el contexto de desarrollo industrial
vertiginoso que alteraba las bases de la sociedad. Temerosos de la activa militancia de la clase
obrera y de la expansión de las ideas marxis-tas, Bismarck transformó el miedo a la revolución en
incentivos para la reforma. Por ello, se adoptaron un conjunto de leyes que otorgaban una
protección elemental bajo la forma de seguros en previsión de accidentes, enfermedades,
ancianidad e invalidez.
Esta tendencia se expandió a otros países como Austria, Hungría y luego, en 1911, a Gran
Bretaña con las reformas de David Lloyd George,[23] quien estableció seguros de invalidez,
enfermedad y desempleo. A partir de entonces, y hasta mediados de la década de 1970, las
sociedades industrializadas en Europa Occidental y América del Norte crearon programas
sociales cuya cobertura y extensión varió según los países. Ello facultó al Estado para estar a
cargo de la provisión de servicios que anteriormente habían sido provistas por el mercado. Estos
servicios tendieron a incluir complementos de ingresos, beneficios a las familias, cuidado de la
salud, pensiones, etc. Pero la crisis fiscal de los Estados, los cambios en los patrones de
producción por la nueva revolución tecnológico-productiva, sumado a los efectos de una
economía cada vez más globalizada, abrieron el debate sobre la legitimidad y eficacia de los
Estados de Bienestar.
El texto de Isuani indaga estas cuestiones enriqueciendo la discusión sobre la relación Estado -
sociedad, proponiendo para ello un análisis basado en la distinción entre el Estado de Bienestar
(en adelante EB) y el Estado keynesiano (en adelante EK) a fin de señalar que el
desmantelamiento del EK no implica necesariamente la desaparición de las instituciones del EB.
a. Identifique los rasgos particulares que permiten definir al Estado de Bienestar con respecto al
tipo de instituciones e instrumentos de intervención que originan.
b. Explique en qué sentido sostiene Isuani que el desarrollo del EB está ligado a la evolución y
consolidación de la democracia representativa.
c. Existe la creencia de que el EB se basa en dos pactos: uno social entre el capital y el trabajo,
por el cual los capitalistas aceptan que el Estado limite su potencial económico e intervenga,
regulando, la economía, mientras que el asalariado renuncia al objetivo de llevar a cabo una
revolución social. Y un segundo pacto de contenido político encaminado a llegar a un consenso
dentro de la clase política entre demócrata-socialistas y liberal-conservadores.
A partir de la lectura que usted ha realizado del texto de Isuani, ¿considera que el autor de
alguna manera recrea esta creencia generalizada? De ser así, identifique los párrafos, pasajes o
frases que expresan esta posición.
d. Describa las características del EK, a partir del contexto histórico de surgimiento, los ámbitos
de intervención y las instituciones que lo definen.
e . Explique por qué para Isuani el desmantelamiento del EK no implica necesariamente la
desaparición de las instituciones del EB.
f. ¿Cuál es la opinión de Isuani sobre la crisis del EBK?

Orientaciones para las respuestas

Actividad 1

Luego de la lectura del artículo de Bobbio, habrá distinguido que el Estado no siempre se
organizó de la misma manera. Muy por el contrario, a lo largo de la historia, ha cambiado su
forma, algunos de sus atributos, funciones y la manera en que se relacionó con la sociedad civil.
Teniendo en cuenta ello, le pedimos que identifique cada uno de los tipos históricos del Estado en
Occidente.
Tras la caracterización de cada uno de ellos, aspiramos a que focalice su atención en el Estado
representativo que nace en el contexto histórico de las Revoluciones Burguesas. También habrá
comprendido que el elemento distintivo del Estado representativo es el reconocimiento de los
derechos del hombre y del ciudadano. En palabras del autor, en este tipo de Estado: "El individuo
es primero que el Estado; el individuo no es para el Estado sino el Estado para el individuo".
Este reconocimiento de los derechos individuales del ciudadano se garantizará a partir del
imperio de la ley. Tenga en cuenta entonces que el Estado representativo de Bobbio es el que
otros autores denominan "Estado de derecho".
A continuación debe detenerse en el análisis de las dificultades para caracterizar a los Estados
socialistas y las diferencias existentes entre éstos y el Estado representativo, dentro de las cuales
podemos mencionar la presencia de sistemas multipartidistas y la pluralidad de la representación,
a diferencia de los sistemas de partido único con monopolio de la representación ciudadana de los
primeros.
Luego de este análisis, el autor introduce la distinción entre la esfera del Estado y del No
Estado. A partir de esta última categoría se hace referencia a la existencia de un espacio en el cual
el Estado -a priori- no tiene injerencia, ya que corresponde a la esfera privada del individuo. Esta
esfera del No Estado puede asumir dos formas: la religiosa y la económica.
Seguidamente habrá comprendido que las relaciones del Estado con el No Estado varían de
acuerdo con la mayor o menor expansión del primero hacia el segundo. En este sentido, habrá
podido distinguir entonces que en la esfera religiosa es posible diferenciar los Estados
confesionales, en los cuales el Estado asume una religión oficial (Israel y Estados musulmanes) de
los Estados laicos como Francia; en tanto en la esfera económica, encontramos, por un lado,
Estados intervencionistas y, por otro, abstencionistas.

Actividad 2

En esta actividad le proponemos trabajar la relación entre el liberalismo y Estado


representativo. Para poder resolverla, le sugerimos leer la introducción de esta unidad, el
encabezado de la actividad y el Documento de Cátedra. A partir de estos materiales de lectura,
habrá desarrollado una primera, aunque breve, aproximación al pensamiento liberal clásico.
Además, debe considerar que las Revoluciones Burguesas, que cuestionaron el Estado absoluto y
defendieron formas de gobierno dividido (monarquía parlamentaria o república) y que introducen
prácticas sustantivas de representación, tomaron como propio el ideario liberal.

Actividad 3

Bobbio sostiene que Marx no escribió ninguna obra destinada expresamente al análisis del
Estado. Por ello, considera que no hay una teoría del Estado marxista en sentido estricto. En
consecuencia, propone reconstruir los lineamientos centrales del pensamiento de Marx a partir de
ciertos elementos clave: la crítica a la filosofía hegeliana, la definición del Estado como
superestructura, haciendo especial hincapié en la forma que adquiere el Estado en el modo de
producción capitalista y el fin del Estado al desaparecer las condiciones históricas que le dieron
origen.
Como habrá comprendido, la crítica a la filosofía hegeliana es clave para entender la
concepción marxista del Estado, en tanto la inversión de la relación entre éste y la sociedad civil
permite a Marx sostener que el Estado refleja y legitima con su accionar las relaciones de
dominación establecidas en la base material de la sociedad. Por lo tanto, para Marx, al estar
subordinada la instancia estatal a la sociedad civil, el Estado se reduce a ser un mero instrumento
de dominación política de clase. Por ello, en el Estado se libra la lucha de clases que tiene su
origen en la situación de enajenación y desigualdad de clases, producto de las relaciones sociales
de producción que se dan a nivel de la estructura o la base material de lo social. En este sentido,
la clase que posee los medios de producción necesita tomar el Estado para colocar su interés de
clase como interés del todo. Concebido en estos términos, es lógico pensar que el Estado es,
básicamente, un aparato represivo a través del cual la clase dominante oprime, pero también
asegura y "falsamente" legitima su predominio sobre la o las clase/s subalterna/s. Así, en el modo
de producción capitalista, el Estado es el garante del predominio de la burguesía por sobre el
proletariado. Como señala Marx, el Estado burgués "es pura y simplemente, el Consejo de
administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa" (Marx y Engels, 2003:
44).
Como habrá podido apreciar, el marxismo clásico concibe a la historia desde una perspectiva
dialéctica. Ello explica el hecho de que cada modo de producción encierre la semilla de su propia
destrucción. A modo de ejemplo, en el modo de producción capitalista el desarrollo de las fuerzas
productivas conduce al antagonismo de clases, a la lucha cuyo desenlace sería la victoria del
proletariado sobre la burguesía. El resultado de ello sería la superación del capitalismo basado en
la propiedad privada de los medios de producción y la constitución de un nuevo modo de
producción basado en el régimen de propiedad colectiva. Esto último supone, según Marx, no sólo
la desaparición del antagonismo burguesía - proletariado, sino la de todo antagonismo de clase,
puesto que el régimen social basado en la propiedad colectiva origina una sociedad sin clases y,
por lo tanto, una sociedad en la cual la instancia de dominación política estatal es innecesaria.
Sin embargo, como habrá comprendido, la transición del capitalismo a la sociedad sin clases
supone la existencia de una etapa intermedia denominada "dictadura del proletariado", producto
de la toma revolucionaria del poder político por parte de esta clase. La "dictadura del
proletariado" es la que permite sentar las bases para la transformación radical de las relaciones
sociales de producción y, por consiguiente, es la antesala de la desaparición del Estado. Es por
esta razón que Bobbio sostiene que en Marx existe una concepción negativa del Estado, en tanto la
superación completa de las relaciones sociales de producción propias del capitalismo supone la
desaparición de cualquier forma estatal. En síntesis, la sociedad comunista sería una sociedad sin
Estado.
Finalmente, y al comparar ambas definiciones, habrá comprendido que en Marx el Estado es
una instancia de dominación coactiva, de allí que el marxismo clásico lo reduzca al aparato
represivo estatal. En cambio, en Weber el Estado monopoliza la amenaza y el ejercicio de la
coacción o violencia legítima, siendo éste el medio específico pero no el único para garantizar el
orden social. Como habrá advertido, mientras que el marxismo clásico subordina la política a la
base material, en el caso de la teoría weberiana no existe tal determinación o condicionamiento
economicista. Finalmente, mientras que la posibilidad de la desaparición del Estado está presente
en el marxismo clásico, dicha hipótesis no es planteada en los escritos de Weber.
Para comprender satisfactoriamente la concepción weberiana del Estado moderno, es necesario
conocer el contexto histórico en el que surgen éste y el capitalismo. Sugerimos para realizar esta
actividad incorporar lo estudiado en el texto de Bobbio y en el de D'Alessandro. En líneas
generales, habrá notado que el Estado moderno y el capitalismo son producto de tres grandes
procesos: la racionalización creciente, la secularización del poder y la expansión del derecho
estatuido positivamente.
Para arribar a una definición del Estado moderno, tendrá que tener presente lo expuesto
anteriormente y analizar, además, los dos elementos centrales del proceso de racionalización: el
derecho positivo y la burocracia moderna. Asimismo, debe sumar al análisis las siguientes
variables: territorialidad, monopolio de la fuerza física, estructura impersonal del poder y
legitimidad. En este punto, le sugerimos repasar lo estudiado en la Unidad 1 sobre los tipos
ideales de dominación social.
Un tema no menor es el análisis de las burocracias modernas como la forma más racional de
administración. Para ello deberá examinar sus características sobresalientes: competencias y
habilidades profesionales, cargos, examen, salario, estabilidad, reglamentación, jerarquías,
control, separación de la propiedad de los medios de administración etc. Al conocer estas
características, estará en condiciones de comprender por qué en las sociedades de masa, todas las
asociaciones, cualesquiera sean su naturaleza, intereses y fines, necesitan de cuadros burocráticos
para gestionarse. En este sentido, vale la pena recordar la posición de Weber al calificar el
proceso de burocratización como inevitable. Esto último constituye una amenaza para la política,
por ello, el sociólogo alemán debate sobre la necesidad de generar mecanismos de control de las
burocracias.
Con todo lo trabajado, ya cuenta con las herramientas para diferenciar al burócrata del político.
Mientras que el primero administra de manera imparcial, ateniéndose a las normas y la
reglamentación, siendo esta su responsabilidad, el político gobierna, para lo cual toma decisiones
y tiene como principal objetivo mantener el orden.

Actividad 4

Usted habrá notado que D'Alessandro propone un análisis histórico para el estudio del Estado,
que recorre su etapa de surgimiento y formación, su organización e institucionalización bajo la
fórmula absolutista, liberal y keynesiana. En cada una de estas etapas, el Estado se relacionó de
manera diferencial con la sociedad civil, siendo este aspecto uno de los más importantes que le
interesa destacar al autor.
Al finalizar esta actividad, usted debería estar en condiciones de dar cuenta de la dimensión
teórico-conceptual del Estado, así como también de su dimensión histórica. Recuerde que los
conceptos son categorías de análisis dotados de historicidad, pensadas para dar cuenta de
determinadas relaciones sociales. Ello facilita la labor de los cientistas sociales al reducir el
nivel de vaguedad y ambigüedad que caracteriza al lenguaje utilizado por las ciencias sociales.
Ejemplo de ello lo constituyen las distintas denominaciones que en esta unidad ha estudiado para
dar cuenta del objeto de estudio Estado: Estado feudal, Estado estamental, Estado moderno,
Estado representativo, Estado burgués, Estado de derecho, Estado socialista, Estado keynesiano,
Estado de Bienestar.

Actividad 5

El objetivo de esta actividad es que reflexione sobre el concepto de soberanía, el cual notará
es suplantado en el análisis de D'Alessandro por el de autonomía relativa, al momento de explicar
los márgenes de acción de los cuales gozan los Estados en la actualidad. Sugerimos que preste
atención a la hipótesis según la cual el Estado goza de una autonomía relativa y nunca total, por lo
cual sus potencialidades y atributos se ven condicionados. El grado y tipo de condicionamientos
marca cuán autónomo es el Estado al momento de tomar decisiones.

Actividad 6

Como habrá podido observar, Isuani delimita claramente el campo de acción del Estado de
Bienestar (EB) respecto del terreno en el cual opera el Estado keynesiano (EK). Mientras que el
primero interviene en el campo de lo social respondiendo a motivaciones de índole político
social, el segundo lo hace en el terreno de la producción y amparándose en una lógica
estrictamente económica. De allí que el autor sostenga que las instituciones del EB actúen en el
terreno de la redistribución (o distribución secundaria del ingreso), en tanto el EK lo hace en el
campo de la distribución primaria. Ahora bien, como habrá notado, las instituciones propias del
EB son anteriores a las del EBK, en tanto el primero surge en Alemania a fines del siglo XIX a
partir de la iniciativa del canciller Bismark. Habrá comprendido que una de las instituciones
fundamentales de la intervención estatal es la del seguro social, cuyo principal beneficiario es el
trabajador, y que se diferencia claramente de otras instituciones de la "protección social". Hacia
la década de 1940 y en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, la intervención del EB se torna
más igualitaria y universalista.
El autor sostiene que tanto la necesidad de mantener el orden y "resolver" la cuestión social
como la progresiva ampliación de la participación política de las masas están asociadas al
desarrollo y ampliación de las instituciones del EB. Podría sostenerse que la universalización de
los derechos sociales es paralela a la consolidación de la ciudadanía política, en tanto son las
instituciones del EB las que legitiman y permiten morigerar el conflicto social al asegurar
determinadas condiciones de vida a los sectores obreros, en un principio, y más tarde al
ciudadano en general.
En cuanto al EK, habrá notado que la preocupación por regularizar el ciclo económico impone
la necesidad de ampliar las funciones del Estado. Isuani identifica como institución clave del EK
al pleno empleo.
Finalmente, el autor presenta una serie de hipótesis sobre las causas de la crisis del EK. Como
habrá observado, entiende que una de las variables fundamentales para explicar la crisis de
acumulación de los 70 es el hecho de que las instituciones del EK debilitaron los mecanismos
tradicionales de disciplinamiento de la fuerza de trabajo. La puja distributiva en un contexto
democrático y de pleno empleo fue resuelta a través del mecanismo inflacionario. De lo anterior,
deduce Isuani que la salida de la crisis del EKB no implicaría necesariamente el
desmantelamiento del EB, sino el abandono del intervencionismo estatal en el terreno económico.
Unidad 3. El régimen político, las democracias y las
alternativas no democráticas

Temas

Orden político y régimen político. Definición de régimen político. Tipos de régimen político
según legitimidad, representación y autoridad. La democracia en perspectiva histórica:
democracia directa y democracia representativa. Las dimensiones del fenómeno democrático. La
democracia contemporánea: democracia y poliarquía. Los regímenes no democráticos:
autoritarismo y totalitarismo. Transición y consolidación de la democracia. Las democracias no
institucionalizadas. La calidad de las democracias.

Bibliografía obligatoria

Le sugerimos que lea los textos de la bibliografía en el orden presentado.


- Unidad 3 en la Guía de Estudio de Ciencia Política, producida por UBA XXI y editada por
Eudeba, a partir de la edición de 2010.
- MÉNDEZ PARNES, M.S. Y NEGRI, J.J. (2010). Democracia. En Aznar, L. y de Luca, M.
Política. Cuestiones y problemas. Buenos Aires: Cengage Learning Editores.
- MORLINO, L. (2004). Las alternativas no democráticas. POSTData. Revista de Reflexión y
Análisis político. N°10. Buenos Aires.
- O'DONNELL, G. (1993). Acerca del Estado, la democratización y algunos problemas
conceptuales. Una perspectiva latinoamericana con referencias a países poscomunistas.
Desarrollo Económico. Revista de Ciencias Sociales (IDES). N°130 (vol. 33). Buenos Aires.

Bibliografía optativa

- DAHL, R.(1991). Capítulos: 1, 2 y 15. En La democracia y sus críticos. Buenos Aires: Paidós.
- DAHL. R. Y LINDBLOM, C. (1971). Capítulo 10: La poliarquía: el control sobre los líderes, y
Capítulo 11: La poliarquía: el control sobre los líderes (continuación). En Política, Economía y
bienestar. La planificación y los sistemas político-económicos reducidos a procesos
- FRIEDRICH, C. Y BRZEZINSKI, Z. (1981). Las características generales de la dictadura
totalitaria. En AA.VV. El gobierno: Estudio comparado. Buenos Aires: Alianza.
- MORLINO, L. (1985). ¿Cuál es la crisis democrática de Italia? Crítica & Utopía. N°13 (pp. 65-
106). Buenos Aires.
- MORLINO, L. (1988). Los autoritarismos. En Pasquino, G. (comp.). Manual de ciencia política
(pp. 179-215). Madrid: Alianza.
- O’DONNELL, G. (1992). Democracia delegativa. Cuadernos delCLAEH. N°61. Montevideo.
- PEARSON, F. Y ROCHESTER, J.M. (2000). Capítulo 2: Breve versión del pasado: el
desarrollo histórico del sistema internacional. En Relaciones Internacionales: situación global
en el siglo XXI. México: Mc Graw Hill Interamericana.
- PORTANTIERO, J.C. (1985). La consolidación de la democracia en sociedades conflicti-vas.
Crítica & Utopía. N°13 (pp. 39-50). Buenos Aires.
- SARTORI, G. (1992). Dictadura. En Elementos de Teoría Política. Madrid: Alianza.
- WEFFORT, F. (1993). Nuevas democracias, ¿qué democracias? Sociedad. N°2. Buenos Aires:
Facultad de Ciencias Sociales. UBA.

Presentación de la Unidad

El objetivo de esta unidad es que los alumnos se familiaricen con el concepto de régimen
político, al cual definimos como un conjunto de reglas que establecen quién está autorizado para
gobernar y bajo qué procedimientos. En un mundo tan complejo como el que vivimos, no existe un
único tipo de régimen sino varios. Para su estudio proponemos seguir la siguiente clasificación
entre regímenes democráticos y regímenes no democráticos.
En el primer grupo incluimos todas las variantes de democracias políticas, a las cuales es
factible subdividir entre democracias consolidadas y democracias en vías de institucionalización.
Las primeras se caracterizan por presentar altos niveles de calidad democrática, con tradiciones
pluralistas arraigadas, sociedades relativamente homogéneas con capacidad para corregir las
desigualdades sociales, contando para ello con una sociedad civil activa y elevados niveles de
institucionalización política combinados con eficaces mecanismos de control. Como
contrapartida, las democracias en vías de institucionalización, conocidas como democracias
imperfectas o híbridas, presentan serios déficits en materia de calidad democrática, tradición y
cultura política con tendencia al autoritarismo, sociedades con marcados clivajes
socioeconómicos, ciudadanos poco comprometidos con la vida pública, bajos niveles de
institucionalización política e ineficaces mecanismos de control. Guillermo O'Donnell, en su
artículo, se refiere a este tipo de democracias en América Latina bajo el nombre de democracias
delegativas. En estas últimas, quien gana las elecciones se siente con derecho a gobernar como
mejor considere y en la medida que se lo permitan las relaciones de poder existentes.
De todas maneras, siempre se debe recordar que todas las democracias, más allá del grado de
institucionalización y consolidación que hayan alcanzado, comparten el principio de legitimidad
basado en la elección popular de sus representantes.
Para el estudio de las democracias contemporáneas, debemos recordar que en 1974 se inicia la
Tercera Ola de Democratización, [24] cuya tendencia globalizante parece haber consagrado el
aparente triunfo de la democracia liberal y sus instituciones. Dentro de estas últimas sobresalen:
un concepto amplio e incluyente de ciudadanía, la aceptación del método electoral como el único
legitimado para la creación de gobiernos; la institucionalización del voto universal, secreto y de
igual peso; la competencia política por el voto libre y limpia entre alternativas reales; la libertad
de asociación y reunión, el control ciudadano sobre los líderes electos; la libertad de expresión y
el libre acceso a diversas fuentes de información, el imperio de la ley, es decir, el Estado de
derecho.
Asimismo, el debate académico actual sobre la democracia se circunscribe a las llamadas
"democracias representativas", partiendo de la premisa de que la representación es connatural a la
democracia moderna. Por lo tanto, se sobreentiende que la dinámica democrática es
representativa, y en consecuencia, las decisiones colectivas son tomadas no directamente por
aquellos que forman parte de la comunidad política, sino por un grupo de personas elegidas para
tal propósito (los representantes). Este tipo de democracia busca solucionar en nuestras
sociedades el dilema causado por la imposibilidad de mantener vigentes prácticas asociadas a la
democracia directa (Dahl, 2004). Estas últimas se basan en la participación directa, sin
mediaciones, de los ciudadanos con su voz y voto en los procesos de toma de decisiones. Es
decir, el ciudadano reunido en la asamblea delibera y decide. El antecedente original de las
democracias directas nos remite a las polis griegas, en especial a Atenas del siglo V a.C., donde
la idea de autogobierno descansaba en el bien común, entendido como el poder de deliberar y
coincidir en lo que es bueno para la ciudad.
Numerosos son los temas y problemas que analizan las teorías de la democracia. Por ejemplo:
la tensión democracia ideal-democracia real, los modelos de democracia (entre los cuales
sobresalen la democracia mayoritaria y democracia consen-sual), la relación entre democracia y
variables socioeconómicas, la transición desde regímenes autoritarios, el problema de la
estabilidad y consolidación democrática, la calidad democrática, los dilemas y desafíos que las
democracias deben enfrentar en la actualidad. Varios de estos ejes de análisis son tratados por la
bibliografía que la Cátedra propone como material de lectura obligatoria.
El segundo grupo de regímenes políticos agrupa a todas las variantes de regímenes no
democráticos, entre los cuales se encuentran el totalitarismo, los autoritarismos, el sultanismo y
las dictaduras de tipo más tradicional. Este tema será objeto de análisis del artículo de Leonardo
Morlino, quien propone un análisis comparado en base a un conjunto de dimensiones que incluyen:
el grado de tolerancia al pluralismo político, la justificación ideológica del régimen, la
conformación de la elite o grupo gobernante, el grado de politización / despolitización y la
definición de normas como base legal del régimen. Uno de los desafíos que presenta este material
de lectura es que los estudiantes puedan estar en condiciones de identificar el tipo o los tipos de
regímenes no democráticos que se han dado en el pasado en nuestro país.

Actividades de aprendizaje

La democracia

Actividad 1

El estudio de la democracia ha cautivado la atención de los politólogos, especialmente,


después de la Segunda Guerra Mundial. En las últimas décadas, gracias a la Tercera ola de
Democratización, la democracia goza de una popularidad notable en numerosos países de todos
los continentes. La Ciencia Política ha explorado distintos temas que se vinculan con la
democracia entendida como régimen político.
En primer lugar, se destinaron esfuerzos a definir qué es la democracia. En este sentido, cabe
señalar la inexistencia de un consenso dentro de la disciplina. No obstante, y a fin de evitar el
estiramiento conceptual, algunos politólogos como Robert Dahl han trabajado el concepto de
democracia política en términos de poliarquías asociadas a un conjunto de requisitos
institucionales necesarios para afirmar su existencia. Esta tarea permitió avanzar en la
construcción de definiciones minimalistas o procedimentales de democracia. En segundo lugar,
distintas teorías han intentado responder al problema de cómo medir la democracia, lo cual abrió
la discusión sobre la existencia de distintos grados de democratización. otro tema no menor es el
análisis de sus tipos o modelos.
Llegado este punto, es deseable recordar que el origen de la democracia se ubica en la Atenas
de Pericles en el siglo V a.C., siendo su rasgo particular y específico la participación directa de
los ciudadanos en el proceso de toma de decisiones colectivas. En esos tiempos, y a diferencia de
lo que sucede en la actualidad, la democracia no era apreciada por los filósofos más destacados.
Platón sostenía la existencia de un único gobierno perfecto (la monarquía) y un ciclo político
degenerado cuyas formas más corruptas son la democracia y la tiranía. Para Aristóteles, en
cambio, eran tres las formas de gobierno rectas cuyo objetivo es el bien común (monarquía,
aristocracia y república); pero por otro lado, eran tres las formas de gobiernos degeneradas cuyo
objeto es el interés particular de los gobernantes (tiranía, oligarquía y democracia).
Por su parte, la democracia moderna se asienta sobre reglas asociadas a la representación
política, siendo un régimen cuyo atributo prominente es que permite y garantiza el goce y ejercicio
de los derechos políticos (libertad de expresión, libertad de reunión, libertad de asociación,
libertad de elegir, libertad de ser elegido). Por lo tanto, podemos coincidir en sostener que la
democracia contemporánea es ante todo representativa y electiva. En consecuencia, el ciudadano
no gobierna de manera directa, sino que delega el arte de gobernar en sus representantes, a los
cuales elige conforme a las pautas del sistema electoral.
El objetivo de esta actividad es que profundice algunos de los aspectos que explican el
funcionamiento de las democracias contemporáneas.
a. Acerca del problema de la definición
a.1. Explique por qué la democracia puede ser definida en términos de régimen político.
a.2. ¿Cómo se expresa la estrecha vinculación entre democracia y la noción de igualdad en la
democracia clásica y en las democracias modernas?
a.3. ¿Cuáles son los factores de naturaleza teórica y empírica que explican el problema de la
definición de la democracia? ¿Qué alternativas usó la Ciencia Política para intentar solucionarlo?
Para responder correctamente esta pregunta, debe prestar atención a los usos que se le puede dar a
la noción de democracia como variable discreta o variable continua.
a. 4. A partir de lo estudiado en este apartado, le proponemos que construya un concepto de
democracia.
b. Poliarquía
b.1. Identifique y explique los requisitos a partir de los cuales Robert Dahl caracteriza a las
poliarquías.
b.2. ¿Qué limitaciones u observaciones se le suele hacer a las definiciones minimalistas de
democracia?
c. Tipos y modelos de democracia
c.1. En el texto de Méndez Parnes y Negri varias veces se aclara que no existen dos
democracias iguales, por ello le pedimos que mencione los aspectos en que puede diferir una
democracia de otra.
c.2. En la Unidad 1 de este programa, hemos explicado que la Ciencia Política para gozar de
estatus científico debe emplear técnicas científicas para abordar su objeto de estudio. En este
sentido, en el capítulo "Democracia" se mencionan y explican los métodos y herramientas
científicas más usadas por los politólogos para estudiar los tipos de democracia. Por tal motivo,
le solicitamos que identifique en el texto las herramientas metodológicas que se mencionan.
c.3. Los dos grandes tipos de democracia son la democracia directa y la democracia
representativa. Por tal motivo, consideramos necesario no sólo que usted pueda caracterizar a
cada una de ellas, sino que avance en el ejercicio de la comparación. Para ello, recuerde que
comparar significa señalar tanto las similitudes como las diferencias. Le pedimos que complete la
siguiente tabla, en la cual se identifican las variables -objeto de la comparación.

c.4. Bobbio identifica dos criterios para el estudio de la democracia. Uno que descansa en las
pautas procedimentales del régimen político. Y un segundo criterio que se apoya en la mayor o
menor realización de los valores considerados democráticos. A partir de ello, identifica dos
subtipos de democracia: las democracias consolidadas y las democracias imperfectas. Explique la
diferencia fundamental entre ambos subtipos.
c.5. Tomando en consideración el criterio procedimental, Bobbio distingue las democracias
presidenciales y parlamentarias (será objeto de estudio en la Unidad 4) y las democracias
mayoritarias y consociativas. Estas últimas se relacionan íntimamente con una de las instituciones
de la democracia: el sistema electoral. Por ello, en primer lugar, le solicitamos que busque una
definición de sistema electoral y mencione los sistemas electorales más conocidos; para así poder
comprender las diferencias entre las democracias mayoritarias y consociativas. Explique la
dinámica de cada una de ellas.

Incertidumbre de los regímenes políticos

Actividad 2

Le proponemos un juego de relación entre el artículo del Aznar correspondiente a la Unidad 1


del programa, en el cual se plantea la hipótesis de considerar a la incerti-dumbre como un
elemento concomitante de cualquier orden político y el texto que se cita a continuación escrito por
Adam Przeworski.[25] A propósito, esperamos, en primer lugar, que reflexione sobre la siguiente
lectura, para luego contarnos cuál es su opinión sobre ella. Después, explique la frase: "La
democracia es sólo un sistema para elaborar los conflictos sin matarse", para lo cual le
pedimos que tome en cuenta las ideas de consenso, disenso y pluralismo.

La democracia es el reino de la indeterminación; el futuro no está escrito.


Los conflictos de valores e intereses son inherentes a todas las sociedades.
La democracia es necesaria precisamente porque no podemos ponernos de
acuerdo. La democracia es sólo un sistema para elaborar los conflictos sin
matarse; un sistema en el cual existen diferencias, conflictos, ganadores y
perdedores. La ausencia de conflictos sólo se da en los sistemas
autoritarios.[26]

Procesos de democratización

Actividad 3

Al reflexionar sobre los procesos de democratización debemos indagar sobre el surgimiento de


las democracias y su posterior proceso de institucionalización. Ello nos conduce a analizar dos
conceptos. Por un lado, el de transición a la democracia desde regímenes no democráticos; y, por
otro, el de consolidación del régimen. Al respecto responda:
a. ¿Cuáles son las dos perspectivas teóricas y metodológicas desde las cuales se aborda el estudio
de los procesos de democratización? Explique cada una de ellas. Cite ejemplos.
b. Analice los factores que según Samuel Huntington explican la Tercera Ola del Proceso de
Democratización. Luego: ¿considera que estos factores han ejercido alguna influencia en la
última transición a la democracia en la Argentina?
c . Describa las condiciones sociopolíticas que conducen a una transición a la democracia por
colapso o a una transición por transformación.
d. ¿Qué significa institucionalización del régimen democrático?

Democracia, derechos y ciudadanía

Actividad 4

El debate sobre la ciudadanía es uno de los temas importantes que las ciencias sociales
discuten de forma permanente. Las perspectivas teóricas y realidades sobre la ciudadanía han
cambiado de forma tajante en los últimos años, no sólo en las formulaciones y prácticas que
históricamente se reconocen desde los griegos o los romanos, en la Edad Media o en la
modernidad, sino en las transformaciones y desafíos del siglo XXI. Abordar este tema nos
conduce nuevamente al liberalismo político clásico y a revisar algunos de los aportes realizados
por sus exponentes más destacados. Pero debemos tener en cuenta que, aunque la teoría liberal
pueda ser considerada como la primigenia en construir un concepto acabado de ciudadanía, y a
partir de ello se convirtió en el punto de partida de un debate y discusión, existen distintas teorías
de la ciudadanía que proponen conceptos diferenciados. En el capítulo "Democracia" se analizan
tres de ellas, a saber:
a. Teniendo en cuenta esta breve referencia, le pedimos que explique cada una de estas tres
concepciones.
b. Thomas Marshall[27] ha planteado la necesidad de ampliar la idea de ciudadanía, incorporando
a dicho término la dimensión social. De esta manera, Marshall sostiene que la ciudadanía se
compone de tres generaciones de derechos: 1) los derechos civiles y las libertades individuales,
que se establecen a partir del siglo XIX; 2) los derechos políticos que se establecen en el
ejercicio democrático y electoral, que llega a su nivel histórico más alto con la generalización del
sufragio universal en la primera mitad del siglo XX; y 3) los derechos sociales de la seguridad
social y el bienestar. Partiendo del supuesto de que compartimos la posición de Marshall y
retomando la discusión sobre los Estados de Bienestar, ¿cómo cree usted que la crisis y posterior
repliegue de las funciones de estos Estados puede llegar a lesionar a la ciudadanía?
c. En el apartado "Democracia, derechos y ciudadanía" del capítulo "Democracia", se mencionan
y analizan un conjunto de tensiones entre liberalismo clásico y democracia. Le proponemos
explicar el contenido y alcance de dichas tensiones.
d. Identifique las condiciones para alcanzar una ciudadanía democrática plena para los teóricos
de la sociedad civil.
e . Algunos autores como Danilo Zolo[28] advierten con preocupación el estiramiento conceptual
que padece el concepto de ciudadanía en la actualidad. ¿Cuáles son los factores que explican la
sobreutilización del dicho concepto?

Democracia ideal y calidad democrática

Actividad 5

a. La noción de democracia ideal es ambigua, por ello consideramos conveniente que identifique
sus distintas acepciones.
b . Algunos análisis sobre la calidad democrática parten de la hipótesis de la necesidad de
medirla por el grado de vigencia y respeto por los derechos políticos y libertades civiles. Otros
investigadores, como José Corbetta y Aníbal Pérez Liñan, comparten este criterio metodológico,
pero estudian la calidad democrática a partir de cuatro dimensiones. Identifique cada una de ellas
y evalúe en qué medida cree que dichas dimensiones están presentes en la democracia argentina.
c. Las dos referencias realizadas en torno a la medición de la calidad democrática en el punto
anterior limitan el objeto de medición a factores o variables institucionales. Otros autores estiman
necesario incluir la discusión sobre las condiciones económicas y sociales de la democracia. En
palabras de Atilio Borón, ello implica reflexionar acerca de cuánta pobreza y exclusión puede
tolerar la democracia. Este debate nos conduce a revisar la correlación entre sistema político y
las condiciones de desarrollo y bienestar. Al respecto le pedimos que analice la hipótesis según la
cual sin condiciones sociales mínimas, la calidad democrática es más bien una ilusión.

Desafíos actuales de la democracia


Actividad 6

a . Uno de los desafíos más importantes a los que se enfrentan las democracias actuales es el
problema de la gobernabilidad de la democracia. Para poder valorar con exactitud este tema, le
recordamos que existe una estrecha vinculación entre gobernabilidad, legitimidad y eficacia.
Defina estos tres últimos conceptos. Luego, identifique los requisitos que a priorifavorecen la
gobernabilidad democrática.
b . L a estabilidad / inestabilidad de la democracia es otro de los desafíos que afecta a las
democracias contemporáneas, en especial a las democracias emergentes o con bajos niveles de
institucionalización. ¿Cómo sugiere Linz que puede resolverse al menos en parte este problema?
c . En la primera unidad hemos presentado el concepto de accountability, el cual no puede ser
eludido a la hora de analizar las democracias y los roles que desempeñan en ellas las instituciones
y la ciudadanía. En tal sentido, nos interesa que reflexione sobre la importancia de los
mecanismos de control vertical y horizontal (accountability) para la institucionalización y
estabilidad de las democracias.
d . Ya hemos aprendido que el régimen democrático supone la existencia y tolerancia del
pluralismo. Entonces ¿por qué las sociedades crecientemente plurales pueden ser un problema
para la democracia?

Las democracias no institucionalizadas

Actividad 7

a. Le proponemos leer con atención el artículo del politólogo argentino Guillermo O'Donnell,
quien se destaca como profesor investigador de la Universidad de Nótre Dame en los Estados
Unidos. En el texto de O'Donnell, encontrará un diagnóstico sobre la situación política y social en
los países latinoamericanos caracterizada por las crisis recurrentes de los Estados y, en materia
de régimen político, por democracias débiles aún no institucionalizadas. El autor ha
confeccionado un listado con los indicadores que relevó para realizar el mencionado diagnóstico.
Nosotros hemos resumido los indicadores en los ítems que se citan a continuación. La actividad
consiste en que explique el significado de cada uno de estos indicadores y la relación entre ellos:

Atomización del Estado y la sociedad


Crisis del espacio público
Ciclo de espirales descendentes
Expansión de zonas marrones
Tendencia a la democracia delegativa
Democracia plebiscitaria
Ciudadanía de baja intensidad
Actividad
b. Construya una definición de democracia delegativa y señale cuáles son los déficits en materia
institucional que éstas presentan.
c . En actividades previas hemos trabajado el problema de la estabilidad de la democracia
política, en especial en aquellos países con democracias emergentes. Al respecto, la imagen de la
historia política de la Argentina en el siglo XX es, en cierta medida, la historia de la democracia
fallida, pero también la historia de las experiencias autoritarias fallidas. La transición por ruptura
a la democracia que se inicia tras la derrota de la Guerra de Malvinas marca el inicio de un nuevo
proceso de democratización. Ya han pasado más de 25 años y el interrogante para hacernos es,
como lo propone O'Donnell en su artículo: ¿Qué tipo de democracia se está consolidando en
América Latina en general, y en la Argentina en particular?
d . En actividades previas se ha trabajado en profundidad la noción de ciudadanía, así como
también los atributos de una ciudadanía democrática. Por otra parte, se ha afirmado que uno de los
derechos que le asiste a la ciudadanía es el control vertical del proceso político. Para la
institucionalización democrática, el accountability que la ciudadanía puede ejercer es un requisito
deseable. Tomando en cuenta este marco, lo invitamos a discutir la noción de ciudadanía de baja
intensidad introducida por O'Donnell.

Los regímenes no democráticos

Actividad 8

Luego de haber analizado las características de los regímenes democráticos, le proponemos


avanzar en el estudio de las alternativas no democráticas. Para ello, deberá trabajar conjuntamente
el texto de Méndez Parnes y Negri y el artículo de Morlino. Usted debe tener en cuenta que dentro
de las alternativas no democráticas se suele agrupar un conjunto de regímenes políticos que
presentan dentro de sus atributos y rasgos sobresalientes elementos que tienden a limitar en mayor
o menor medida el ejercicio de los derechos políticos. Asimismo, las instituciones de la
democracia política como los valores con los cuales se asienta (tolerancia, pluralismo, no
violencia, por citar sólo algunos) suelen ser precarios o directamente están ausentes. El alcance y
extensión de estas restricciones y el nivel de discrecionalidad en el proceso de toma de
decisiones permiten construir tipologías y clasificaciones con la finalidad de identificar las
principales características de los regímenes no democráticos desde los totalitarismos hasta los
regímenes considerados menos autoritarios.
Para profundizar el estudio de este tema le presentamos los siguientes ejercicios:
a. Identifique los regímenes no democráticos que se mencionan en los textos de la unidad.
b. ¿Cómo define Morlino al régimen autoritario? ¿Cuáles son las principales dimensiones que
toma el autor para construir este concepto?
c . De la lectura de los textos se desprende que el autoritarismo y el totalitarismo son dos
modalidades de regímenes autoritarios. Por tal motivo, pretendemos que compare ambos
regímenes a partir de los siguientes elementos:
- Estructuración institucional y normativa del régimen
- Grado de tolerancia al pluralismo político
- Justificación ideológica del régimen
- Composición de la coalición gobernante
d. Para estimar si ha comprendido el tema, y tomando en consideración la historia de golpes de
Estado y regímenes no democráticos en nuestro país, le planteamos una actividad de aplicación de
las categorías trabajadas en los textos al caso argentino. Para ello, responda: ¿Cuáles de los
subtipos de regímenes autoritarios se han dado en la Argentina desde su independencia?

Orientaciones para las respuestas

El objeto de estudio de esta unidad son los regímenes políticos. Para diferenciarlos se ha
tomado como criterio la división entre regímenes democráticos y alternativas no democráticas. El
material de lectura obligatoria le permitirá abordar de manera profunda este tema, haciendo
especial énfasis en el análisis de sus características institucionales. No obstante, se introducen
referencias a los métodos y herramientas científicas empleadas por los politólogos para estudiar,
medir y diagnosticar los regímenes políticos. Al respecto, es importante recordar lo estudiado en
la Unidad 1 del programa. Además, se apela continuamente al contexto histórico de surgimiento y
desarrollo de los regímenes políticos. En este sentido, la comprensión del tema no se agota
únicamente en su dimensión teórica conceptual, sino que solicitamos un esfuerzo adicional para
tomar en consideración los dos aspectos mencionados (el metodológico y el histórico).
En esta unidad se presentan actividades muy diversas. Algunas de carácter conceptual, otras de
contenido empírico, buscando la aplicación de conceptos y categorías de análisis a casos
específicos, en especial al caso argentino. También, en muchas actividades se plantean relaciones
con temas ya trabajados en la materia, con el objetivo de que se integren los contenidos del
programa.

Actividad 1

Esta actividad aborda el problema de la definición de la democracia. Habrá notado que así
como no hay dos democracias iguales, tampoco hay un único concepto de democracia. No
obstante, existe un amplio consenso en definir a la democracia en términos de régimen político. Y
es con este alcance que debe trabajar el tema. En tanto régimen político, la democracia establece
un conjunto de reglas que determinan quién ejerce el poder y cómo debe ejercerlo. Usted debería
estar en condiciones de identificar esas reglas. Comprendido esto, debería poder agrupar las
definiciones de democracia en dos: las minimalistas o procedimentales y las maximalistas.
Dentro de las primeras, debería trabajar en profundidad la definición de Dahl de democracia
política, para lo cual habrá notado que introduce un nuevo concepto: "poliarquía". Esta hace
referencia a las democracias políticas reales (no ideales) y es definida a partir de ocho atributos o
requisitos considerados necesarios para la existencia de una poliarquía. Estos son: derecho al
voto, derecho a ser electo, derecho de los líderes a competir por el voto popular, elecciones
libres y justas, libertad de asociación, libertad de expresión, libertad de prensa y el voto popular
como fuente de legitimidad de las instituciones públicas.
Si leyó con atención, se habrá dado cuenta de que hay otras perspectivas teóricas que optan por
un abordaje cuantitativo-estadístico y, en consecuencia, se centran en la medición del grado de
democracia.
Para abordar el estudio de los tipos de democracia, debería haberse detenido en la
identificación de las herramientas metodológicas que usan los politólogos para su estudio:
construcción de modelos, tipologías y el uso del control comparado.
Con respecto a los tipos de democracia, particularmente interesa la distinción entre democracia
directa y democracia representativa. Para su estudio, se elaboró un cuadro de doble entrada para
facilitar la comparación en torno a un conjunto de variables que sobresalen. Son estas últimas las
que debe profundizar.
A esta altura, tendrá en claro que las democracias contemporáneas poco tienen en común con la
democracia clásica. Las primeras, a diferencia de las segundas, se caracterizan por ser
representativas, electivas, competitivas y pluralistas. Para adentrarnos en el estudio de ellas,
creemos que un camino adecuado es incorporar al análisis los dos criterios que emplea Bobbio
para identificar los tipos de democracia. El primero de ellos es de carácter procedimental y
permite distinguir a las democracias por su forma de gobierno y por las normas que rigen el
sistema electoral. El segundo criterio se apoya en la mayor o menor realización de valores que
generalmente son asociados a la democracia. Entre ellos, la no violencia, la tolerancia, la
igualdad y la libertad personal.

Actividad 2

En esta actividad se retoma uno de los temas planteados en el artículo de Aznar, material de
lectura obligatoria de la Unidad 1. Usted debe recordar que Aznar plantea que uno de los
elementos concomitantes de todo orden político es la tendencia a la incertidumbre. Habrá
comprendido que para que esta tendencia no se convierta en un proceso entrópico, el orden
político establece reglas de juego que permiten canalizar e institucionalizar tensiones y conflictos.
Con esto en claro, debe relacionar estas ideas con la opinión de Przeworski acerca de que la
democracia permite institucionalizar conflictos sin "matarse". Por otra parte, una vez que haya
completado la tarea de Morlino, debería poder reflexionar sobre las condiciones que harían
menos inciertos a los regímenes autoritarios. En otras palabras, debería preguntarse sobre la
correlación entre control desde arriba y niveles de incertidumbre o previsibilidad.

Actividad 3

Estudiar los procesos de democratización conduce a la reflexión sobre el problema del cambio
de régimen político, puesto que partimos de escenarios caracterizados por regímenes no
democráticos (tradicionales, autoritarismos o totalitarismos) para atravesar una etapa de
transición, en la cual se produce la liberalización del régimen en retirada y posteriormente la
instauración del régimen democrático.
Habrá reconocido en la lectura que se identifican tres olas (procesos) de democratización, que
deberá ubicar históricamente. Además, debe profundizar el estudio de la tercera ola, deteniéndose
en el análisis de los factores que explican la democratización según Huntington.
Con respecto a la transición a la democracia, debe habrá notado que en el capítulo se explican
dos tipos de transición, una basada en la negociación y el pacto, y un segundo tipo caracterizado
por la ruptura abrupta del régimen previo. La idea es que, una vez que pueda caracterizar estos
dos tipos, luego, pueda aplicar estas categorías a la última transición democrática en la Argentina.

Actividad 4

Esta actividad busca relacionar los conceptos de democracia, derechos y ciudadanía. En


primer lugar, debería atender al debate conceptual sobre la ciudadanía. El objetivo es que pueda
reconocer y caracterizar cada una de las definiciones. Por otra parte, para resolver exitosamente
esta actividad, debería haber revisado lo visto en unidades previas acerca del liberalismo
político, para poder ponderar la importancia de este marco teórico en el desarrollo de las teorías
de la ciudadanía. Por ello, se pretende que esté en condiciones de reconocer y analizar las
tensiones, por más paradójicas que resulten, entre liberalismo y democracia. Al respecto, debería
reflexionar sobre el apartado que se cita de El Federalista, en el cual se expresa el temor a la
tiranía de las mayorías.
Además, se espera que relacione lo aprendido sobre el Estado de Bienestar con el abordaje de
Marshall sobre la ciudadanía. Al analizar este punto, habrá comprendido que la ciudadanía
presenta como cualidad destacada su dinamismo. Al respecto, una de las hipótesis que se
desprenden del texto es que desde las Revoluciones Burguesas el sentido de la historia en materia
de ciudadanía sigue la ruta de la ampliación de su contenido (de menos a más derechos). Sin
embargo, algunos estudiosos del tema opinan que esta tendencia se está revirtiendo en las últimas
décadas, producto de la crisis de los Estados de Bienestar, las nuevas formas de exclusión, la
globalización y los cambios que se originan por la Revolución Tecnológica Productiva.
Por otra parte, al avanzar en la lectura, habrá trabajado las condiciones que posibilitan una
ciudadanía democrática y que reintroducen en el debate la idea de virtud y lo que significa un
ciudadano virtuoso.
Por último, consideramos necesario terminar la discusión sobre la ciudadanía planteando la
advertencia de Zolo sobre el proceso de inflación normativa que sufre el concepto de ciudadanía,
que podría llegar a diluir su importancia histórica y funcional.

Actividad 5

El debate sobre la democracia tiene una doble faceta. Por un lado, se centra en qué son y cómo
funcionan las democracias y, por el otro lado, qué deberían ser y cómo deberían funcionar. Ello
permite identificar teorías descriptivas y prescriptivas, normativas e incluso axiológicas de la
democracia.[29] Usted habrá tomado nota de que uno de los problemas que enfrenta el tratamiento
de la democracia ideal es la ambigüedad del término, lo cual se expresa en la existencia de
distintos significados: 1) la democracia ideal como un tipo ideal caracterizado por la ausencia de
condiciones empíricas; 2) la democracia ideal interpretada como la democracia mejor; 3) la
democracia ideal como valor que hace de la democracia un régimen deseable por sobre otros.
El análisis de la calidad democrática es uno de los grandes temas de abordaje de la reflexión
politológica en la actualidad. Ello obedece al éxito de la tercera ola de democratización, en el
sentido de que hay más países que tienen regímenes democráticos, pero con destacadas
diferencias respecto del grado de calidad del régimen, por ejemplo en materia institucional. Tras
la lectura del tema, habrá notado la formulación de una ley tendencial según la cual, a priori, y
generalizando, las democracias consolidadas presentarían niveles más elevados de calidad
democrática que las democracias emergentes no institucionalizadas. Al respecto, habrá podido
identificar las distintas estrategias que permiten medir la calidad democrática. En pocas palabras,
una estrategia se limita a relevar datos institucionales y una segunda estrategia introduce en la
medición otro tipo de indicadores vinculados a las condiciones socioeconómicas.

Actividad 6

A partir de la resolución de esta actividad, está en condiciones de identificar y explicar cuáles


son los desafíos y amenazas que enfrentan las democracias actuales en un mundo distinto al
conocido por los teóricos clásicos de la democracia y la ciudadanía. Dentro de estos dilemas se
mencionan en el texto algunos de orden socioeconómico y otros vinculados claramente a la
dimensión institucional. En este sentido, deberá identificar los problemas asociados a la
gobernabilidad y estabilidad del régimen democrático. Para dar cuenta de ellos, es conveniente
que sea preciso en el uso de conceptos como eficacia y legitimidad. Este análisis lo habrá
obligado a detenerse en la reflexión, por ejemplo, de los resultados de las decisiones y políticas
públicas adoptadas por los gobiernos.
Adicionalmente, habrá advertido que otro dilema que afronta la democracia es el excesivo
pluralismo de las sociedades contemporáneas. Ello conduce a preguntar cuánta diversidad tolera
la democracia. Asociado a ello, se plantea el problema de la integración social, en sociedades
con fuertes clivajes y presencias de subculturas que socavan por ejemplo dimensiones tales como
la cultura nacional. A ello, se agrega la crisis que atraviesan los Estados en tiempos en los cuales
se ven obligados a redefinir sus funciones y maneras de relación con la sociedad civil, que pasan
de comportamientos fluctuantes entre la apatía, que se traduce en ausencia o carencias en materia
de accountability vertical, y la sobrecarga de demandas a un Estado que se muestra con grados
importantes de incapacidad de respuesta.
A modo de conclusión, habrá comprendido, que el espacio-tiempo en el cual se desarrolla la
democracia sufre procesos de cambios continuos que se traducen en demandas y dilemas que los
Estados democráticos, en muchas ocasiones, no saben o no cuentan con los recursos
institucionales para poder afrontar satisfactoriamente.

Actividad 7

Posiblemente, el artículo de O'Donnell le demande más de una lectura y encuentre algunas


dificultades de carácter conceptual. Nuestro objetivo al incluirlo en esta unidad es que logre
reflexionar sobre los problemas que atraviesan las democracias débiles, escasamente
institucionalizadas y con una lógica más delegativa que representativa para la toma de decisiones.
Dentro de este tipo de democracias, O'Donnell ubica a las latinoamericanas y en especial a la
argentina. Para realizar esta actividad, le proponemos tomar en cuenta las siguientes sugerencias:

Leer las notas al pie de página. En ellas el autor define o aclara conceptos.
Distinguir el concepto de Estado del de régimen político.
Prestar atención a las tres dimensiones del Estado: a) dimensión burocrática; b) dimensión
legal; c) pretensión de guiar las decisiones basándose en algún concepto de bien público.
Repasar la tensión entre espacio / acciones / decisiones públicas y espacio / acciones /
decisiones privadas.
Recordar la necesaria vinculación entre Estado y sociedad a partir de las múltiples formas
en que el Estado, a través de sus acciones y decisiones penetra en la sociedad. Ello
condiciona y explica el conjunto de interrelaciones entre orden político, orden social y orden
económico.
Para comprender los problemas que enfrenta hoy el régimen democrático y que a su vez
limitan las posibilidades de un Estado democrático, le sugerimos tomar en cuenta los efectos
y consecuencias de las crisis económicas.

En la medida en que haya seguido estas sugerencias, no habrá tenido problemas para armar una
definición de democracia delegativa dando cuenta de sus características más destacadas.
Asimismo, resulta interesante volver a discutir la ciudadanía en las democracias emergentes, en
este caso en las democracias delegativas. Con las lecturas de esta unidad, habrá comprendido que
cualquier debate sobre la democracia incluye un debate sobre la ciudadanía. Al respecto ya se ha
trabajado el problema de la definición del término, el concepto de virtud ciudadana, las
condiciones de una ciudadanía democrática y la importancia del control que los ciudadanos, en
teoría, deberían ejercer sobre los actos de gobierno. Al leer el artículo sobre democracias
delegativas, usted habrá advertido que el autor señala que en los Estados con estos regímenes
políticos la ciudadanía es de baja intensidad, en consecuencia no cumple con su rol de ciudadano
que participa, se compromete y controla. Se limita prácticamente a expresar su voluntad al
momento del voto, al cual interpreta como un mecanismo de delegación y no de creación de
representantes.

Actividad 8

La lectura del texto de Morlino le habrá permitido comprender las principales diferencias que
existen entre los regímenes democráticos y las alternativas no democráticas y advertir, a su vez,
que al interior de esta categoría se nuclean diferentes regímenes, algunos más tradicionales, otros
más modernos, unos dictatoriales, otros autoritarios y otros totalitarios.
De todas formas, habrá notado que el autor se concentra especialmente en los regímenes
autoritarios, entendiendo por tales: "todos los sistemas políticos con un pluralismo político
limitado, no responsable; sin una ideología elaborada y directora (pero con una mentalidad
peculiar), carentes de una movilización política intensa o extensa (excepto en algunos puntos
de su evolución) y en los que un líder (o un grupo reducido) ejerce el poder dentro de límites
formalmente mal definidos, pero en realidad bastante predecibles". En este sentido, habrá
observado que las principales dimensiones que destaca para llegar a esta definición son el grado
de pluralismo político, la justificación ideológica del régimen, el grado de participación o de
movilización política, la presencia o composición del grupo que ejercita el poder y la presencia
de normas o límites formalmente mal definidos.
A continuación, y una vez que haya comprendido los principales elementos que supone el
concepto, habrá identificado distintos casos de autoritarismos: regímenes personales, regímenes
cívico-militares y de movilización. También habrá comprendido que los conceptos de
autoritarismo y totalitarismo, que muchas veces en el lenguaje cotidiano se usan en forma errónea
indistintamente, representan realidades políticas diferentes.
Luego de haber trabajado los conceptos a nivel teórico, le propusimos que identificara en el
caso argentino alguno de los tipos de autoritarismos desarrollados por Morlino. Para ello, habrá
tenido que hacer una referencia obligada a los regímenes cívico-militares y/o a alguno de los
subtipos que se desarrollan en el texto, como los regímenes burocrático-autoritarios.
Unidad 4. El gobierno

Temas

Gobierno: definición del concepto. Gobierno y representación. Gobierno y participación.


Gobierno, eficacia y legitimidad. Gobierno y gobernabilidad. Instituciones y procesos
gubernamentales. El gobierno y la elaboración de políticas. Los antecedentes históricos de las
estructuras de gobierno contemporáneas. Morfología de los gobiernos y modelos constitucionales:
presidencialismo, parlamentarismo y semipresidencialismo. Análisis comparado de las formas de
gobierno. Presidencialismo argentino y estadounidense: su génesis y características.

Bibliografía obligatoria

Le sugerimos que lea los textos de la bibliografía en el orden presentado.


- Unidad 4 en la Guía de Estudio de Ciencia Política, producida por UBA XXI y editada por
Eudeba, a partir de la edición de 2010.
- ZELAZNIK, J. (2003). Capítulo 5: Gobierno. En Pinto, J. (comp.). Introducción a la Ciencia
Política. Buenos Aires: Eudeba.
- SARTORI, G. (1994). Capítulos: V, VI y VII. En Ingeniería constitucional comparada. Una
investigación de estructuras, incentivos y resultados. México: Fondo de Cultura Económica.
- ETCHEMENDY, S. (1998). Los fundamentos teóricos de los presidencialismos argentino y
norteamericano: una comparación entre Alberdi y "El Federalista. Agora. N°8 (pp. 169-198).
- MÉNDEZ PARNES, M. S. (2010). Documento de Cátedra: El estudio de las formas de
gobierno. En la Guía de Estudio de Ciencia Política. Buenos Aires: Eudeba, y en el Campus
virtual de UBA XXI.

Bibliografía optativa

- ALBERDI, J.B. (1981). Bases y puntos de partida para la organización política de la


República Argentina (párrafos: I, XII, XXII, XXV y XXXIV). Buenos Aires: Plus Ultra.

Presentación de la Unidad

Desde los tiempos de la Grecia clásica, preocupó a los filósofos el estudio de las formas de
gobierno. En tal sentido, Platón distinguió las formas virtuosas de las formas no virtuosas de
gobierno. Luego Aristóteles retomó esa discusión y dividió entre formas buenas y formas malas de
gobierno, identificando a las primeras con la monarquía (gobierno de uno), la aristocracia
(gobierno de pocos) y la política (gobierno de muchos); en cambio, en la segunda categoría agrupa
a la tiranía (gobierno de uno), a la oligarquía (gobierno de pocos) y a las democracias (gobierno
de muchos).
La ciencia política moderna orientó sus esfuerzos a la construcción de teorías más empíricas
que, lejos de prescribir buenas o malas formas de gobierno, analizan y explican cómo funcionan
las formas de gobierno y sus instituciones. Se trata de un enfoque destinado al estudio de casos y a
la elaboración de tipologías. Es desde esta perspectiva que la Cátedra propone el estudio acerca
de cómo los Estados modernos han organizado sus instituciones políticas en distintas formas de
gobierno.
Para el abordaje de este tema es recomendable comenzar con la lectura del texto "Gobierno"
escrito por Javier Zelaznik (2003) y continuar con los capítulos del libro Ingeniería
constitucional comparada. Una investigación de estructuras, incentivos y resultados, de
Giovanni Sartori (1994). Una vez comprendidas la idea de gobierno y su clasificación, sugerimos
finalizar con la lectura del artículo "Los fundamentos teóricos de los presidencialismos argentino
y norteamericano: una comparación entre Alberdi y El Federalista" de Sebastián Etchemendy
(1998).
En el primer texto mencionado, Zelaznik analiza el gobierno y sus distintas formas en cuanto
representan "las organizaciones en las que desenvolvemos nuestra interacción política en el
contexto del Estado nacional" (p. 21). Como sostiene el autor, el gobierno como fenómeno
político puede ser abordado a partir de tres visiones alternativas y complementarias. Una primera
aproximación subjetiva del poder define al gobierno como conjunto de actores y se focaliza en el
análisis del conjunto de personas que ejercen el poder político, es decir, los gobernantes. Por lo
general, predomina una concepción estricta de gobierno asociada al Poder Ejecutivo.[30]
Una segunda concepción entiende que el gobierno representa, ante todo, un conjunto de
funciones, dentro de las cuales sobresalen las funciones de gobierno y la administración. Estas
funciones remiten al análisis weberiano sobre la escisión entre política y administración
burocrática, estudiada en unidades previas. Cabe aclarar que posiciones teóricas más recientes
consideran que la separación política / administración es más metodológica que empírica, puesto
que en la realidad se observa una mutua dependencia. La función política fija los objetivos y
adopta decisiones y políticas que requieren de implementación por parte de quienes conforman las
burocracias.
La tercera perspectiva teórica propone un concepto objetivo del gobierno, al cual lo identifica
con un conjunto de instituciones que configuran el marco en el que se toman las decisiones
políticas, condicionando la manera en que actúa el orden político.[31] Las instituciones, de acuerdo
con lo establecido por el marco constitucional y legal, poseen atribuciones para el ejercicio del
poder con independencia de las personas que las integran.
Es necesario abordar esta cuestión teórica para evitar la vaguedad y ambigüedad a la hora de
definir conceptos. De esta manera, categorías de análisis que en el lenguaje coloquial tienden a
ser tratados como sinónimos cobran relevancia connotativa y explicativa en el marco de la
disciplina científica. En este sentido, es importante considerar la distinción propuesta en el texto
de Zelaznik entre los conceptos de sistema político, régimen político y gobierno.
En la mayoría de los Estados contemporáneos, una Constitución, en tanto ley fundamental,
expresa los valores acordados por la comunidad y define la organización del gobierno. De esta
manera, las instituciones de gobierno quedan sujetas a limitaciones legales y jurídicas que
garantizan el imperio de la ley, y en consecuencia, limitan la tendencia a la tiranización del poder.
En este sentido, la Constitución establece criterios de división de poderes. Por un lado, un criterio
de tipo territorial y que supone una división vertical del poder entre el gobierno central y los
poderes locales (provincial y / o municipal), estableciendo controles mutuos y el grado de
concentración / dispersión del poder. De acuerdo con esto último, es posible distinguir entre
gobiernos unitarios, federales o confederados. Un segundo criterio es de tipo funcional y se
corresponde con la división horizontal de poder entre las distintas ramas del gobierno (Ejecutivo,
Legislativo y Judicial), cuyo resultado, según el grado de división / fusión de poderes, explica la
existencia de distintas formas de gobierno: presidencial, parlamentaria y semipresidencial.
Precisamente, el análisis comparado de estas formas de gobierno es uno de los temas centrales
de esta cuarta unidad del programa. De manera particular, nos interesa el estudio de las
características de los distintos diseños institucionales y su incidencia en la estabilidad del
régimen político. En otras palabras, anhelamos que los alumnos puedan identificar los rasgos
sobresalientes de las tres formas de gobierno mencionadas para luego analizar su eficacia en
términos de estabilidad política, tanto del Poder Ejecutivo como del régimen democrático. Ello
nos conduce al estudio de la relación entre los poderes políticos del Estado, en especial la
relación Poder Ejecutivo - Poder Legislativo en una democracia. En este punto, se destaca el rol
de los partidos políticos y la influencia del sistema de partidos en el funcionamiento y dinámica
de cada forma de gobierno.
Al respecto, Sartori en su obra Ingeniería constitucional comparadaanaliza cómo y quiénes
conforman el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo y de qué manera se relacionan entre sí en las
distintas formas de gobierno. Desde la Cátedra opinamos que una buena estrategia para abordar
este tema supone la selección previa de variables y su posterior análisis comparado. Entre ellas,
es importante profundizar el estudio de la composición del Poder Ejecutivo y del Poder
Legislativo; la fuente de legitimidad de ambos poderes, la duración de los mandatos, la relación
entre Jefe de Estado y Jefe de Gobierno, los mecanismos de control entre los poderes del Estado,
las condiciones institucionales que favorecen el consenso y la formación de coaliciones políticas.
Este análisis permitirá luego avanzar sobre el estudio de las consecuencias de los diseños
institucionales sobre las pretensiones de estabilidad del gobierno y del régimen político. En este
sentido, los autores advierten que la historia política del siglo XX demuestra que la relación entre
forma de gobierno presidencial y democracia se ha traducido, por lo general y con la clara
excepción de los Estados Unidos, en la inestabilidad del régimen político. Desde el
institucionalismo se argumenta que las características del presidencialismo como la legitimidad
electoral del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo, la rigidez de los mandatos y la
personalización de la política en la figura del presidente explicarían las falencias del
presidencialismo en materia de estabilidad. Otros enfoques no institucionalistas entienden que la
mayoría de los fracasos de la forma de gobierno presidencial en regiones como América Latina
obedecerían a factores extra institucionales, como la cultura política y las condiciones
socioeconómicas.
Este tema se complementa con la lectura del artículo de Etchemendy, en el cual usted
encontrará un análisis comparado de las formas de gobierno presidencial argentina y
norteamericana. Etchemendy toma como base de su estudio a las dos obras rectoras de los Padres
Fundadores de ambos Estados: Bases y puntos de partida para la organización de la República
Argentina, de Juan Bautista Alberdi y El Federalista, de J. Madison, A. Hamilton y J. Jay. El
autor analiza las diferencias entre ambos diseños institucionales respecto del esquema de división
de poderes vertical y horizontal y sostiene como hipótesis que las divergencias encuentran
fundamento, tanto en las visiones y las fuentes doctrinarias que sustentaron las posiciones de los
Padres Fundadores de los dos modelos, como en los problemas y desafíos sociales, económicos,
culturales y políticos que debían enfrentar.
Documento de Cátedra

El estudio de las formas de gobierno

María Soledad Méndez Parnes

El estudio de las formas de gobierno se ha venido realizando desde dos perspectivas de


análisis distintas, aunque resulte posible establecer vínculos entre ellas. Una histórica, que indaga
la evolución de las formas de gobierno, es decir, los modos en que a lo largo del tiempo se han
organizado los poderes o funciones del Estado o comunidad políticamente organizada. Y otra, que
podríamos denominar teórica, que rastrea cómo las formas de gobierno fueron abordadas y
analizadas dentro del pensamiento político.

Perspectiva histórica respecto de la evolución de las formas de gobierno

Las primeras formas de gobierno datan de hace aproximadamente 12.000 años atrás, en los
comienzos del neolítico, cuando el hombre pasó del nomadismo al sedentarismo y empezó a
complementar la caza y la recolección con la agricultura. El posterior descubrimiento del cobre y
la rueda permitieron el desarrollo del transporte y de las vías de comunicación. Desde entonces,
los clanes familiares y comunidades desarrollaron su lengua y cultura constituyendo gradualmente
civilizaciones que establecieron reglas destinadas a regular la vida social y los principios de
autoridad.
Fue en la Mesopotamia, con los sumerios, que se estableció el primer imperio formado por
ciudades-estado autónomas que compartían cultura, lengua, comercio y solidaridad militar,
regenteados por un sumo sacerdote. Con el advenimiento del reino babilónico aparece el primer
referente de un gobierno centralista y autocrático. Tendencia que se consolida hacia el 3000 a.C.,
cuando los egipcios reunieron en la cabeza de su emperador (faraón) los poderes político, judicial
y administrativo, así como la autoridad religiosa. Por su parte, en el mundo helénico las primeras
ciudades-estado, o polis, se organizaron como monarquías que entre los años 800 y 650 a.C.
fueron reemplazadas por gobiernos aristocráticos basados en el control de una clase social que se
consideraba la mejor (aristos: mejor, kratos poder). Pero la aristocracia griega adquirió un
carácter oligárquico, en el cual el gobierno era controlado por un grupo de personas que actuaban
según su propio interés sin tener en cuenta el bienestar del pueblo. Cerca del año 650 a.C., muchas
de estas oligarquías helénicas fueron sustituidas por plebeyos enriquecidos o aristócratas
desafectos, llamados tiranos. La democracia correspondió al cuarto período político de Grecia,
que se consolidó con Pericles en el Siglo de Oro de Atenas.
Paralelamente, en la península Itálica, se desarrolló otra de las grandes civilizaciones de la
antigüedad: Roma, que según cuenta la leyenda, fue fundada el año 753 a.C. por Rómulo, el
primer rey. Roma se organizó, en primer lugar, como una monarquía, hasta la caída de Tarquino,
El Soberbio, en el año 509 a.C. Esta forma de gobierno se caracterizó por la existencia de tres
instituciones con funciones diferenciadas: la magistratura, la Asamblea de los Ancianos y la
Asamblea Popular, encarnadas por el rey que presidía y resolvía, por el senado, [32] que
aconsejaba y ratificaba las decisiones comiciales y por el pueblo o comicios, que deliberaban y
asentían o rechazaban las decisiones reales. A la monarquía le sucedió la República romana,
caracterizada por su constitución compleja, reconocida como el principal antecedente del
principio moderno de división de poderes. Sus instituciones eran el Senado, la Asamblea
Legislativa (de los comicios, constituidos por todos los ciudadanos y la conciliación o consejos,
asambleas de grupos específicos de ciudadanos para el tratamiento de problemas específicos), la
Asamblea de los Siglos (Centuriata Comitia, entre cuyas funciones sobresale la elección de
magistrados como pretores y cónsules), la Asamblea de las Tribus (Comitia Tributia) [33] y un
conjunto de Magistrados (cónsules, pretores, ediles, cuestores, dictadores entre otros), que
desempeñaban el rol ejecutivo. Finalmente, el Imperio se estableció en el año 23 a.C., en que el
poder tribunicio, el imperium militar (o mando supremo) y el poder religioso fueron delegados a
una nueva autoridad real, absoluta y suprema: el emperador. Éste organizó una estructura
administrativa y militar diseñada para garantizar el control de los extensos territorios que
integraban el imperio. Paralelamente, el Senado conservó el control de Roma, la península Itálica
y las provincias más romanizadas y pacíficas. Mientras que las provincias fronterizas fueron
gobernadas por autoridades nombradas y controladas directamente por el emperador.
En Europa, a partir de la caída del Imperio Romano de Occidente (con excepción del
interregno carolingio), se produjo un proceso de fragmentación y dispersión del poder entre reyes,
príncipes, duques, marqueses y condes que tuvo su correlato económico en el feudalismo
medieval basado en la tenencia de la tierra. Numerosos factores políticos, sociales y
económicos[34] explican la decadencia del feudalismo y la concepción de un nuevo cambio
político hacia el surgimiento de los primeros Estados nacionales en Occidente y con ellos de una
autoridad central, capaz de imponer un orden político. La nueva organización monárquica
centralizó los tres poderes del Estado en una sola persona, que por vía hereditaria tenía el derecho
a reinar como cabeza de Estado con carácter vitalicio. El símbolo emblemático de esta forma de
gobierno fue el rey francés Luis XIV, quien afirmaba "El Estado soy yo".
No obstante, es importante analizar a los Parlamentos en Europa, con destacada presencia
desde los siglos XII y XIII. A través de ellos se gestó una tradición parlamentaria que expresaba,
en esencia, la representación política. En sus orígenes, ésta última era de tipo estamental con
mandato imperativo con representación de nobles y eclesiásticos, como consejo del Rey y
autoridad judicial. Luego, con las reformas del siglo XIII, se incorporaron los representantes de
los condados y burgos. Por ello, estas instituciones suelen ser consideradas antecedentes del
parlamentarismo liberal con capacidad de iniciativa legal que equilibraba los poderes del rey. Al
respecto, el caso paradigmático es el inglés, caracterizado por un máximo de continuidad
evolutiva parlamentaria; cosa que no ocurre en la Europa continental, donde la historia
parlamentaria presenta una mayor tendencia a la ruptura entre los parlamentos o cortes medievales
y modernas[35] (Cotta, 1988).
Las Revoluciones Burguesas[36] echaron por tierra al absolutismo monárquico en pos de formas
de gobierno basadas en el principio de división de las funciones del Estado. Ello supuso el pasaje
de un modelo monista, con un solo foco de poder, el rey, a un modelo dual basado en una doble
legitimidad: la tradicional, materializada en la figura real, y la legitimidad "popular", corporizada
en un Parlamento encargado de legislar y sin cuyo voto las decisiones del rey no entran en
vigencia. Como podemos ver, en el parlamentarismo moderno se modifica el sujeto y el contenido
de la representación. Mientras que la representación feudal era de tipo estamental y con mandato
imperativo, la representación moderna es de tipo general y con mandato libre. De acuerdo con la
concepción liberal clásica, el representante debía deliberar y actuar con independencia y según su
libre juicio en el interés general de la nación, puesto que las funciones legislativa y de gobierno
eran consideradas cuestiones de juicio y de razón al alcance únicamente de la altura moral y
formativa de los elegidos.[37]
De más está decir que la ruta seguida hacia la conformación de las formas de gobierno que en
la actualidad rigen en la gran mayoría de los países del planeta (monarquías parlamentarias y
repúblicas parlamentarias, presidencialistas y semipresidencialistas) es diferente en cada caso.
La monarquía parlamentaria nace en Inglaterra como consecuencia de la Gloriosa Revolución
Inglesa. A partir de entonces, gobierna el gabinete integrado por diputados, líderes del partido que
tiene la mayoría parlamentaria, y la función del rey es dar continuidad a la vida y unión política
del Estado y la de procurar la existencia de un gobierno. Este modelo fue evolucionando hasta
adoptar su formato actual.[38]
El modelo de la república federal y representativa adoptado por la constitución de 1787 de los
Estados Unidos es el resultado del legado parlamentario de las asambleas coloniales, del proceso
independentista y de las limitaciones de la fórmula confederal durante los primeros años de vida
del Estado. Este modelo constitucional fue ampliamente comentado, explicado y defendido por
Madison, Hamilton y Jay en los artículos que componen El Federalista. Una vez sancionada la
constitución, ésta sufrió modificaciones a través del mecanismo de enmiendas que dan forma a la
estructura y el funcionamiento de la república norteamericana en la actualidad.
El sistema semipresidencialista francés es hijo de la historia de ese país, sintetiza una serie de
legados que se remontan al ideario de la Revolución Francesa, a las consecuencias de las dos
Guerras Mundiales y a las ideas políticas del líder francés Charles De Gaulle, quien en el
Discurso de Bayeux en 1946 expuso los principios básicos de la futura V República Francesa: la
necesidad de un jefe de Estado con poderes importantes como garante de la integridad e
independencia nacional, cuya legitimidad debe provenir de una elección, y de quien dependerá el
Poder Ejecutivo en la medida que debe nombrar al jefe de gobierno. De esta manera, se plasma un
modelo de división de poderes con rasgos presidencialistas. No obstante, la República
semipresidencialista sancionada por la Constitución del 4 de octubre de 1958 como la forma de
gobierno de la V República Francesa es una fórmula mixta que en su devenir político ha fluctuado
entre dos polos, adquiriendo por momentos rasgos semipresidencialistas y en otros,
características del semiparlamentarismo.

Teoría de las formas de gobierno en la historia del pensamiento político


Con respecto a los modos en que el pensamiento político abordó el estudio de las formas de
gobierno, cabe señalar que, por lo general, las teorías sobre el tema suelen incluir dos aspectos:
uno descriptivo, que apunta a la elaboración de tipologías o clasificaciones de los diversos tipos
de formas de gobierno que empíricamente han existido o existen; y un segundo aspecto
prescriptivo o axiológico, que tiende a valorar las formas de gobierno descriptas como buenas o
malas, mejores o peores, más justas o menos justas, más óptimas o menos óptimas, más estables o
menos estables, sentando en muchos casos una jerarquía u orden de preferencia. Además,
numerosas teorías de las formas de gobierno parten de dos interrogantes: quién/es gobierna/n y
cómo gobierna/n. Ello permitió la conformación de una relativa tradición del discurso en torno a
ciertos núcleos problemáticos más allá de la diversidad de respuestas o soluciones.
La historia del pensamiento político con relación a la teoría de las formas de gobierno, se
inicia con Heródoto,[39] quien clasifica a las formas de gobierno en monarquía (gobierno de uno),
aristocracia (gobierno de pocos) y democracia (gobierno de muchos). Esta tarea fue continuada
por Platón, quien aclara en la Repúblicaque las formas buenas de gobierno, monarquía (gobierno
de uno) y aristocracia (gobierno de pocos), representan un modelo que está más allá de la historia.
En esta última, a su criterio, sólo se suceden las formas malas o corruptas, que degradan la unidad
y armonía del Estado, en grado decreciente: la timocracia,[40] la oligarquía, la democracia y la
tiranía. Consecutivamente, Aristóteles en el capítulo tercero y en el cuarto de la Política, propone
una nueva clasificación, tomando como criterio el interés perseguido por quienes gobiernan. En
este sentido, diferencia las formas buenas de las malas. Dentro de las primeras, encontramos: la
monarquía (gobierno de uno, la mejor de las formas buenas), la aristocracia (gobierno de los
mejores) y la politia (gobierno de muchos, la menos buena), donde los gobernantes ejercen el
poder teniendo en cuenta el bien o interés común. Y dentro de las malas: la democracia (la mejor
de las malas), la oligarquía y la tiranía (la peor de las malas), donde sólo se atiende el bien
individual.
La teoría clásica[41] fue sistematizada por al historiador griego Polibio,[42] quien estableció: 1)
que existen seis formas de gobierno: tres buenas (monarquía, aristocracia y democracias) y tres
malas (tiranía, oligarquía y oclocracia);[43] 2) las seis formas se suceden históricamente en un
proceso cíclico que se repite en el tiempo; 3) en Roma, su constitución surge como la séptima
forma de gobierno, síntesis de las tres formas buenas. Uno de los aportes más importantes de
Polibio al pensamiento político es la adopción de nuevos criterios para distinguir las formas de
gobierno: uno, basado en la fuerza o en el consenso, y un segundo criterio que apunta a la noción
de gobierno de leyes o gobierno ilegal (Bobbio, 1987).
En el Medioevo, previo a la escolástica,[44] no existió un vasto interés por las formas de
gobierno debido a una multiplicidad de factores, entre los cuales se destacan que las obras de
Aristóteles recién fueron conocidas a partir del siglo XIII, la imperante concepción negativa del
Estado,[45] la preponderancia de la Iglesia sobre las instituciones seculares y del ámbito espiritual
sobre el temporal, el uso que el cristianismo hizo de conceptos vinculados con la actividad
política y los problemas que concentran el debate de los pensadores cristianos, ante todo de
contenido moral. Sin embargo, cabe resaltar la inclinación por el estudio de la tiranía, con algunos
aportes interesantes como el introducido por Bartolo al diferenciar el tirano que ejerce
abusivamente el poder del que lo es porque adquirió el poder sin tener derecho a él.
En términos generales, el comienzo de la modernidad y el surgimiento de los primeros Estados
nacionales despiertan el interés por el estudio de las formas de gobierno. Maquiavelo es un
ejemplo claro de ello. El pensador florentino reemplaza la división tripartita de las teorías
clásicas por una bipartita, tomando como criterio de distinción cuántos gobiernan: uno
(principados) o varios, que pueden ser pocos o muchos (repúblicas aristocráticas o
democráticas). Para el estudio de los principados introduce como criterio diferenciador el modo
por el cual se lo adquiere. Así, distingue entre principados hereditarios, en los cuales el poder se
transmite en virtud de normas sucesorias, y principados nuevos, en los que el poder es
conquistado por virtud, fortuna, violencia o consenso. Por otro lado, su realismo político[46] lo
conduce a distinguir la buena de la mala política por el éxito en la conservación y supervivencia
del Estado.
Por su parte, el francés Jean Bodin (1529-1596) incorpora para el estudio de las formas de
gobierno la distinción entre la titularidad de la soberanía (no divisible ni partible) de su ejercicio
(que puede dividirse por funciones), lo cual lleva a diferenciar la noción de Estado de la idea de
régimen y gobierno. De acuerdo con ello, y retomando la división tripartita clásica, para Bodin
son tres regímenes políticos que pueden ser adoptados por un Estado: la monarquía, la
aristocracia y la democracia. Además, conforme al modo en que se ejerce el gobierno, la
monarquía puede ser real, despótica y tiránica; la aristocracia puede ser legítima, despótica y
facciosa, y la democracia puede ser legítima, despótica y tiránica.
El pensador inglés Thomas Hobbes (1588-1679) considera que el origen del Estado se halla en
el contrato,[47] por el cual los hombres han renunciado a todos los derechos que poseían en el
estado de naturaleza (estado de anarquía o vacío político) para otorgárselos a un soberano que le
garantice su vida, la seguridad y el orden. Para ello, Hobbes sostiene que es necesario instituir un
poder común, un Estado todopoderoso, ejercido por un hombre o asambleas de hombres que dirija
las acciones hacia el beneficio colectivo. Según su razonamiento, al surgir todo Estado de un
pacto, que consagra como principio de legitimación el consenso de quien se somete, no existiría el
poder ilegítimo por más despótico que éste fuera. La soberanía absoluta del Estado descansa en el
poder de crear, dar y quebrar la ley, siendo el soberano quien fija los parámetros de justicia,
incluso en materia espiritual o religiosa. La forma de gobierno que adopta el Estado dependerá de
si su representante es un hombre, entonces el gobierno será una monarquía, o varios hombres
reunidos en asamblea, que podrá ser aristocrática o democrática. Por otro lado, debemos
considerar que Hobbes cuestiona los gobiernos mixtos basados en la separación funcional de los
poderes del Estado, pues entiende que un poder dividido pierde su cualidad de soberano.[48]
Esta discusión es retomada por el inglés John Locke (1632-1704) en los Dos ensayos sobre el
gobierno civilal analizar la monarquía constitucional, basada en la distinción entre dos partes del
Estado: el rey y el parlamento. Este último goza de la autorización del pueblo, otorgada por
contrato, para hacer las leyes y ejecutarlas en su nombre según convenga al bien público, además
de facultarlo para delegar funciones ejecutivas en el rey. También por contrato se instituye un juez
para decidir en las disputas y un poder federativo que tiene a su cargo la seguridad exterior del
país. Para Locke, el poder legislativo, como poder supremo, es el alma que da forma y unidad a la
comunidad política, aunque tiene restricciones. No puede modificar las leyes para aplicarlas a
casos concretos y sus normas sólo perseguirán el bien de la comunidad sin violar los derechos
naturales, "la ley natural subsiste como norma eterna de todos los hombres sin exceptuar a los
legisladores". Si esto es incumplido, el pueblo como titular de la soberanía, conserva el derecho
de rebelión.
El Barón de Montesquieu (1689-1755) también es un referente obligado a la hora de repasar la
historia del pensamiento político sobre las formas de gobierno.[49] Parte de considerar al Estado
como un ente soberano cuyas funciones pueden estar divididas o concentradas. En el segundo libro
Del Espíritu de las Leyes describió tres tipos de gobierno: el republicano, el monárquico y el
despótico. En el primero, todo el pueblo o parte de él conserva el poder supremo. En la
monarquía, uno solo gobierna pero sujeto a leyes fijas y preestablecidas, y limitado por la
mediación de poderes intermedios que desarrollan funciones estatales.[50] Por último, en el
gobierno despótico, el poder también está en uno solo pero gobierna sin leyes ni frenos. Su interés
por analizar las formas de gobierno obedece a su decisión de considerarlas un indicador de la
libertad política. Al respecto, sostenía que a mayor división de poderes, mayor es el grado de
libertad política que puede haber en un Estado. Por otra parte, Montesquieu considera que cada
una de estas especies responde a un principio que le imprime su carácter específico. El principio
republicano se basa en la virtud, entendida como un sentimiento de amor a la patria que conduce a
la moderación y la igualdad; la forma monárquica está basada en el honor o gloria del príncipe, y
el despotismo en el miedo o temor a un castigo. Para concluir, Montesquieu realiza varios aportes
sobre la división de poderes que caracterizan a los gobiernos moderados, que pueden ser
monárquicos o republicanos y se basan en la división de funciones que se controlan
recíprocamente, la función legislativa, ejecutiva y judicial, evitando así el abuso del poder.
Por su parte, el filósofo alemán Friedrich Hegel[51] entiende que la forma de gobierno de un
Estado es la estructura política de una sociedad bien determinada, por lo cual toda sociedad tiene
su propia constitución y no puede tener otra. Para su caracterización, retoma críticamente la teoría
de las formas de gobierno de Montesquieu y afirma que aquellas históricamente relevantes son: el
despotismo (oriental), la república (antigua) y la monarquía (moderna, en la cual el rey ejerce el
poder por medio de los llamados cuerpos intermedios y la libertad civil está mejor protegida que
en cualquier otra constitución). Dentro del modelo hegeliano, el principio de la división de
poderes es más que una fórmula para evitar la tiranización del poder; es un principio que rige la
organización del cuerpo político y es la forma racional de la unidad política de la vida social
moderna.
Para culminar con esta breve revisión de la historia del pensamiento político en torno a las
formas de gobierno, consideramos necesario recordar una de las ideas mar-xistas sobre este tema.
Hemos aprendido en la Unidad 2 que Marx (1818-1883) desarrolla una visión negativa del
Estado, en tanto es considerado solamente en su aspecto represivo. Para el filósofo alemán, el
poder político del Estado no es más que el poder de una clase organizada para oprimir a la otra.
Por ello, cualquier forma de gobierno que el Estado pueda adoptar es un dato menor, porque lo
que cuenta es la relación real de dominio cualquiera sea la forma institucional que ésta adopte
(Bobbio, 1987).

Bibliografía de referencia
- BOBBIO, N. (1987). La teoría de las formas de gobierno en la historia del pensamiento
político. México: Fondo de Cultura Económica.
- COTTA, M. (1988). Parlamentos y representación. En Pasquino, G., Bartolini, S., Cotta, M. y
otros. Manual de ciencia política, Madrid: Alianza.
- HOBBES, T. Leviatán. Varias ediciones.
- MAQUIAVELO, N. (1983). El Príncipe. Madrid: Sarpe.
- PASTOR REYNA, GARCÍA DE ENTERRÍA, E. Y KIENIEWICZ, I. (1991). Estructuras y
formas de poder en la historia. Salamanca: Universidad de Salamanca.
- PÉREZ FRANCESCH, J. L. (2002). El gobierno. Madrid: Tecnos.
- SARTORI, G. (1992). Parlamento. En Elementos de teoría política. Madrid: Alianza.
- WOLIN, S. (1960). Política y perspectiva. Continuidad y cambio en el pensamiento político
occidental. Buenos Aires: Amorrortu.
Actividades de aprendizaje

¿Qué es el gobierno?

Actividad 1

Como ocurre con otros conceptos de la politología, el término "gobierno" es sobreutilizado y,


en consecuencia, muchas veces erróneamente usado. El estiramiento conceptual conduce a niveles
crecientes de ambigüedad y vaguedad. Por ello, y convencidos de que usted habrá empleado y
escuchado el término en distintas frases y contextos, le solicitamos que explique qué entiende por
"gobierno" en cada uno de los enunciados que se citan a continuación:

"Elgobierno no actúa con eficacia"


"La culpa no es del gobierno"
"El gobierno debería ocuparse de estos problemas"

Actividad 2

Ahora lo invitamos a trabajar la idea de gobierno pero desde concepciones académicas. Lo


primero que debe tener en cuenta es que la idea de gobierno, inevitablemente, está asociada a la
política y al ejercicio del poder, puesto que resulta inimaginable este último sin una estructura
institucional encargada de tomar decisiones e imponerlas.
Al leer el texto de zelaznik, notará que no hay un concepto único de gobierno. Muy por el
contrario, en el marco de la reflexión política, el concepto de gobierno ha sido objeto de múltiples
reconstrucciones producto de la existencia de distintas formas de abordaje y marcos teóricos.
Tampoco hay una única manera de organizar el gobierno, y en virtud de ello, se desarrollan las
distintas teorías sobre las formas que debe adquirir.
Siguiendo con la metodología empleada en las unidades anteriores, en esta actividad nuestro
interés es que se centre en el primero de los aspectos citados: el problema de la definición.
Zelaznik hace referencia a tres perspectivas que giran en torno a conceptualizaciones distintas
sobre qué es el gobierno:
A partir de la lectura de la bibliografía, responda:
a. La primera acepción es de carácter subjetivo, puesto que se centra en las características de los
actores en el gobierno, es decir, en las personas que ocupan puestos de autoridad en un régimen
político.
a.1. Identifique los límites que presenta esta interpretación.
a.2. Explique la diferencia entre estructuras de autoridad y las autoridades.
b . La segunda concepción define al gobierno por las funciones o actividades que realiza o
debería realizar.
b.1. Identifique los límites que presenta esta interpretación.
b.2. Mencione la función típica de un gobierno y luego explíquela.
b.3. Distinga la idea de gobierno de la de administración (al respecto recuerde los aportes de
Weber estudiados en las Unidades 1 y 2).
b.4. Relacione las características del Estado liberal y del Estado de Bienestar (analizados en la
Unidad 3) con las funciones asumidas por el gobierno.
c . La tercera definición apunta a enfocar al gobierno en términos institucionales. Ello permite
avanzar hacia una definición objetiva del gobierno. Dicha concepción de objetividad deriva de la
existencia de normas que establecen las reglas de juego institucional. En tal sentido, le
proponemos que explique la proposición según la cual el poder es inherente al cargo y, sólo a
través de éste, se atribuye dominio a quien lo detenta.

Sistema político, régimen político y gobierno

Actividad 3

a . observe el gráfico sobre sistema político del texto de zelaznik, en el se diferencian los
conceptos de sistema político, régimen político y gobierno. En esta actividad le solicitamos que
construya una definición para estos tres conceptos y que explique la relación entre los mismos.
b. Defina gobierno en sentido amplio y gobierno en sentido estricto.

Actividad 4

Previa realización de esta actividad, le sugerimos leer el Documento de Cátedra sobre el


estudio de las formas de gobierno. Allí se describen brevemente las dos perspectivas histórica y
teórica a partir de las cuales se ha venido estudiando este tema. Al respecto, la Cátedra ha
adoptado para este curso un enfoque que tiende más hacia el institucionalismo, con énfasis en el
análisis de las formas de gobierno vigentes en los Estados con regímenes políticos democráticos:
parlamentarismo, presidencialismo y semipresidencialismo. Para tal fin, le proponemos que
complete el cuadro que se presenta a continuación.
Formas de gobierno y estabilidad democrática

Actividad 5

En numerosas actividades hemos insistido con la idea de que todo orden político es precario e
incierto. La incertidumbre puede expresarse a través de distintos indicadores, como el grado de
estabilidad del sistema democrático y de las instituciones políticas. Al respecto, la historia del
siglo XX advierte sobre la posible relación inversa entre la forma de gobierno presidencial y la
estabilidad democrática. La mayor parte de los países que adoptaron la república presidencialista
al estilo norteamericano han sufrido quiebres democráticos o al menos serias dificultades para
institucionalizar la democracia. Ello ha conducido a los teóricos institucionalistas a sostener que
el parlamentarismo es la forma de gobierno que posee mejores condiciones institucionales para la
estabilidad democrática. Teniendo en cuenta estas consideraciones, le proponemos resolver las
siguientes cuestiones:
a . ¿Qué observaciones realizan los autores Zelaznik y Sartori sobre la relación entre forma de
gobierno y estabilidad democrática?
b. Identifique los recursos institucionales de la forma de gobierno parlamentaria que posibilitan y
explican la relación positiva entre parlamentarismo y estabilidad del régimen.
c . Los especialistas en formas de gobierno suelen sostener que la gran diferencia entre el
parlamentarismo y el presidencialismo es que el primero lleva implícita la cooperación inmediata
entre los poderes, mientras que en el segundo el Jefe de Gobierno debe generar incentivos para
que esta cooperación se dé. Explique por qué la cooperación entre poderes se expresa de manera
diferente en cada una de las formas de gobierno mencionadas y determine cuáles pueden ser las
posibles consecuencias políticas de ello.
d. ¿Qué factores explicarían la relación positiva entre estabilidad democrática y presidencialismo
en el caso de los Estados Unidos?

Formas de gobierno y sistema de partidos


Actividad 6

En las próximas unidades vamos a profundizar el estudio de los partidos políticos, pero a esta
altura del programa ya hemos hecho referencia a los mismos. En la unidad anterior hemos
aprendido que una de las características de la democracia moderna es la de ser representativa,
electiva y competitiva. Precisamente, son los partidos políticos uno de los actores centrales del
juego democrático, ya que ellos presentan candidatos y propuestas de gobierno con vistas a
competir por el voto popular. Por eso, algunos al referirse a la democracia moderna utilizan el
término "partidocracia".
Como podrá notar, es importante analizar la relación entre partidos y forma de gobierno. En
otras palabras, se plantea el problema de la incidencia del sistema de partidos y los partidos
relevantes en la forma de gobierno y viceversa. A priorise suele asociar al parlamentarismo con el
multipartidismo, por un lado; y al presidencialismo con el bipartidismo, por el otro. Más allá de
la correlación teórica que se pueda establecer en el sentido descripto, lo cierto es que la historia
política muestra que la realidad es mucho más compleja, y las mencionadas tendencias no siempre
se manifiestan empíricamente. Por todo ello le proponemos responder los siguientes puntos:
a. Indique si los autores de la bibliografía obligatoria de esta unidad concordarían con la siguiente
afirmación. Justifique su respuesta.

Sólo en el presidencialismo se pueden dar los gobiernos sin mayoría


parlamentaria, también llamados gobiernos divididos, circunstancia en la
que el partido o coalición del Jefe del Gobierno no es la misma que el
bloque o coalición mayoritaria del Legislativo.[52]

b . A partir de la lectura del Párrafo 1, que se cita a continuación, y teniendo en cuenta las
características de la forma de gobierno presidencial y la influencia del sistema de partidos en su
funcionamiento, explique por qué el presidencialismo es afectado por la disciplina partidaria.

Párrafo 1:

El presidencialismo también es afectado por cuán disciplinados son los


partidos políticos. Los partidos disciplinados proporcionan un mayor nivel
de previsibilidady facilitan las relaciones entre el ejecutivo y el legislativo.
Sin embargo, los partidos extremadamente disciplinados pueden obstruir las
relaciones presidente - parlamento cuando el presidente no tiene la mayoría
y pueden anular las ventajas del presidencialismo cuando sí la tiene.[53]

c . A partir de la lectura del Párrafo 2, que se cita a continuación, y teniendo en cuenta las
características de la forma parlamentaria y la influencia del sistema de partidos en su
funcionamiento, explique por qué los partidos disciplinados son una condición necesaria para el
correcto funcionamiento del parlamentarismo.

Párrafo 2:
En cambio, los partidos disciplinados son verdaderamente una condición
necesaria para el funcionamiento de los sistemas parlamentarios. Dicho de
otra manera, con partidos indisciplinados los sistemas parlamentarios se
convierten en sistemas de asambleas no funcionales. (Sartori, 1994)

d. De acuerdo con lo planteado por los autores, le proponemos un ejercicio de síntesis en el cual
debe poder consignar en tres o cuatro ideas conclusivas, cuál es la influencia que el sistema de
partidos ejerce sobre la forma de gobierno y cómo se expresa.

La forma de gobierno presidencial en la Argentina y en Estados Unidos

Actividad 7

El objetivo de esta actividad es profundizar el estudio de la forma de gobierno


presidencialista, puesto que es la predominante en América y la adoptada por nuestro país. Como
ya hemos mencionado, aprovechamos la oportunidad para recordarle que la república
presidencialista nace en los Estados Unidos con la sanción de la Constitución de Filadelfia y es el
resultado de una obra de ingeniería institucional en busca de una forma de gobierno sustituta de la
monarquía. La preocupación central que manifiestan los Padres Fundadores del constitucionalismo
norteamericano es la construcción de un sistema equilibrado sobre la base de un sistema de pesos
y contrapesos por medio del cual se limite la tentación tiránica del poder. El resultado de ello fue
la institucionalización de una república presidencial, representativa y federal. Este esquema se
importó en las ex colonias españolas en América Latina, aunque introduciendo ciertas
modificaciones que explican el carácter menos republicano y equilibrado del sistema de división
de poderes en las constituciones latinoamericanas. Distintos factores incidieron en las opciones
institucionales y en las prácticas políticas que culminaron por institucionalizar un esquema
hiperpresidencial.
Para trabajar este tema le proponemos que resuelva los siguientes puntos:
a . La forma de gobierno presidencialista se rige por el principio de división de poderes. Para
comprender correctamente qué implica este principio y qué alcance tiene, le pedimos que explique
el siguiente fragmento:

La separación de poderes implica, además de la relativa autonomía de las


instituciones que ejercen determinadas funciones dentro del sistema
político, un modelo en el que se comparten poderes y se busca la
colaboración de los mismos, ya que éstos no son recíprocamente
independientes en todos los aspectos.[54]

b. En su artículo, Etchemendy analiza las fuentes de las repúblicas presidenciales en Estados


Unidos y en la Argentina. Para ello, toma como referencia las dos obras principales de los padres
fundadores de la Argentina y de Estados Unidos: Bases y puntos de partida para la organización
de la República Argentina, de Juan Bautista Alberdi, y El Federalista, de J. Madison, A.
Hamilton y J. Jay. Luego de la lectura del artículo, le proponemos que realice la siguiente
actividad de comparación entre las Bases... de Alberdi y El Federalista, teniendo en cuenta los
siguientes puntos:
b.1. ¿Cuáles son los desafíos y problemas a los que buscan responder satisfactoriamente los
diseños institucionales propuestos en cada caso?
b.2. ¿Cuáles son los distintos fundamentos teóricos sobre los cuales los autores proyectan sus
instituciones?
b.3. Identifique los principales obstáculos mencionados por Alberdi para la construcción de
una República en nuestro país y por qué propone un Poder Ejecutivo fuerte.
b.4. Explique la idea de "la república posible" empleada por Alberdi.
c. Compare ambos diseños institucionales, teniendo en cuenta la relación entre el Poder Ejecutivo
- Poder Legislativo, por un lado; y el gobierno federal - gobierno provincial o estadual, por el
otro.

El presidencialismo en la Argentina tras la reforma constitucional de 1994

Actividad 8

Diversos estudios sobre el sistema presidencialista adoptado por la Constitución de 1853-60


señalan el desequilibrio de poderes a favor del Poder Ejecutivo frente al Poder Legislativo, lo
cual motivó que se denominara al presidencialismo argentino como "hiperpresidencialismo" o
"presidencialismo imperial". A ello deberíamos adicionar la historia de quiebres democráticos
del siglo XX en nuestro país. Ambos factores incidieron en la necesidad de reforma constitucional
que se plantea durante la transición democrática. Constitucionalistas y politólogos
institucionalistas tienden a coincidir en el diagnóstico según el cual para garantizar la
consolidación democrática republicana es necesario introducir cambios en el sistema institucional
argentino. Más allá de los factores coyunturales que explican la Reforma de 1994, argumentos
como el señalado legitimaron el proceso constitucionalista.
De hecho, parte de la clase política argentina y algunos constitucionalistas consideraban que la
reforma constitucional era, ante todo, una oportunidad para atenuar el sistema presidencial. No
obstante esa interpretación, hoy se discute si en la práctica algunas de las nuevas atribuciones del
Poder Ejecutivo, como la constitucionalización de los decretos de necesidad y urgencia, lejos de
disminuir la discrecionalidad ejecutiva, la fortalecieron.
Para ahondar en el funcionamiento del presidencialismo argentino, le proponemos que realice
una lectura atenta de la Constitución de la Nación Argentina, en especial de aquellos artículos
cuyo contenido versa sobre el tema mencionado (arts. 94, 99,100 y 101) para luego responder:
a. La Constitución de la Nación Argentina adopta como forma de gobierno la república
presidencialista. Ello implica la existencia de tres poderes del Estado, cuyas relaciones se rigen
por el principio de división de poderes, el cual establece funciones y facultades propias de cada
uno de ellos y otras (menos en cantidad) que se comparten. Además, este principio supone la
práctica de múltiples controles interpoderes. Ello hace inevitable, como ya se ha analizado en
actividades previas, el surgimiento de escenarios políticos que pendulan entre la colaboración, la
tensión y el conflicto. Lo invitamos a leer los siguientes artículos e identificar en ellos las
características de la república presidencialista argentina:

Art. 29 sobre la prohibición de otorgar facultades extraordinarias al Poder Ejecutivo


Art. 45 sobre la composición y forma de elección de los diputados
Art. 53 sobre juicio político
Art. 71 sobre interpelación de ministros
Art. 75 inc. 21 sobre admisión o no de los motivos de renuncia del Presidente o
Vicepresidente
Art. 76 sobre delegación legislativa
Art. 83 sobre veto presidencial e insistencia

b. Desde 1983, distintos presidentes argentinos han hecho uso de los decretos de necesidad y
urgencia: Raúl Alfonsín dictó 10; Carlos Menem, 540 y Néstor Kirchner, 270. Averigüe qué son
los decretos de necesidad y urgencia y explique cómo afectan o alteran el principio de división de
poderes.
c. Lea los artículos 71, 75 inc. 21, 76, 83, 94, 99, 100 y 101; luego identifique los elementos del
presidencialismo, del parlamentarismo y del semipresidencialismo que, a su criterio, están
presentes o recreados en dichos artículos. Justifique.
d. A partir de todo lo estudiado en esta unidad, ¿cree usted viable la instauración de un sistema
parlamentario en la Argentina? Fundamente su respuesta.

Orientaciones para las respuestas

Actividades 1 y 2

Estas actividades le ofrecen la posibilidad de trabajar sobre uno de los conceptos


frecuentemente empleado en el análisis político: el gobierno. Pero antes de analizar la bibliografía
sugerida en el programa, creemos necesaria una reflexión previa sobre los usos cotidianos que le
damos al término "gobierno". Por lo general, se asocia desde el sentido común la idea de gobierno
con la de poder, autoridad ejecutiva o administración de los asuntos del país. Como vemos, se
trata de un término con una importante carga de vaguedad y ambigüedad; ello condujo a los
teóricos de las formas de gobierno al desafío de acotar los posibles significados del término. No
obstante, de acuerdo con la perspectiva teórica, encontramos tres formas distintas de concebir la
idea de gobierno: 1) como conjunto de acores; 2) como conjunto de funciones; y 3) como conjunto
de instituciones.
Tras la lectura del texto de Zelaznik, habrá comprendido las diferencias entre estas tres
perspectivas teóricas. La primera de ellas busca identificar al gobierno con el conjunto de
individuos que ejercen el poder de autoridad en un sistema político. Para responder a la cuestión
de los límites que ofrece esta interpretación, habrá debido hacer referencia a la relación entre
gobernantes y el Poder Ejecutivo.
El enfoque funcionalista define al gobierno como un conjunto de funciones y actividades
desarrolladas para la conducción de una sociedad. En cuanto a la naturaleza de dichas funciones,
habrá hecho referencia, por un lado, a la dirección política y por el otro, a la administración. Con
relación a las funciones asumidas por el Estado liberal y por el keynesiano, habrá notado que el
primer tipo se corresponde con la idea de un Estado mínimo o gendarme, lo cual tiene un efecto
reductor sobre su grado de injerencia y penetración en la sociedad civil. En cambio, el Estado
keynesiano exige la ampliación de los campos de acción estatales.
Por último, la actividad le habrá permitido analizar la perspectiva institucionalista, que
entiende al gobierno como un conjunto de instituciones a partir de las cuales se ejerce la
autoridad. En el cuadro elaborado por el autor (Zelaznik) habrá podido observar la diferenciación
progresiva entre sistema político y el régimen político, el cual ha su vez está integrado por
distintos componentes, uno de los cuales es el gobierno, en tanto estructura de autoridad para la
toma de decisiones. Con relación a este punto, se distingue entre el gobierno entendido como
conjunto de estructuras de toma de decisiones y el gobierno como órgano particular de las
estructuras de toma de decisiones. Esta distinción lo habrá situado en la discusión sobre las
formas de gobierno que constituye el eje central de esta unidad.

Actividad 3

Esta actividad es eminentemente teórica. Su objetivo es que pueda distinguir los conceptos de
sistema político, régimen político y gobierno. Tras la lectura del material, debería estar en
condiciones de definir cada uno de esos conceptos y de explicar la relación entre ellos.
Por otra parte, para precisar y delimitar aún más el concepto de gobierno, debería poder
distinguir el concepto de gobierno en sentido amplio y el de gobierno en sentido estricto.

Actividad 4

En esta actividad le proponemos que complete el cuadro en el cual se identifican las variables
a partir de las cuales se puede comparar, y así establecer semejanzas y diferencias, entre el
parlamentarismo, el presidencialismo y el semipresidencialismo. Para ello, le indicamos
completar la lectura de la bibliografía con el "Documento de Cátedra" en esta Guía de Estudio.
En particular, debe concentrarse en la composición colegiada o unipersonal del Poder
Ejecutivo, las funciones y jefaturas que éste desempeña y si éstas recaen en la misma persona en
tanto agente de autoridad o si están divididas. Por otra parte, nos interesa que profundice el
estudio de la relación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. El objetivo es que usted
comprenda los principios de división y fusión de poderes y pueda identificar las consecuencias de
un esquema y de otro. Asimismo, tras el análisis realizado, habrá notado que el
semipresidencialismo es una fórmula mixta con rasgos tanto del parlamentarismo como del
presidencialismo. Su principal característica consiste en combinar una estructura de gobierno
parlamentaria con un presidente elegido directamente por el pueblo. De tal manera, esta forma de
gobierno, al igual que el parlamentarismo, supone la distinción entre la jefatura de Estado, que
recae en el Presidente, y la jefatura de gobierno ejercida por el Primer Ministro, quien está sujeto
a un doble voto de confianza: por un lado, el del Parlamento y, por el otro, el del Presidente.
Para completar el cuadro, le propusimos que cite ejemplos de cada forma de gobierno. Los
referentes empíricos le pueden ser muy útiles al momento de la comprensión. Para tal fin, le
sugerimos analizar algún texto constitucional de un país parlamentario, de uno presidencialista y
de uno semipresidencialista, de modo tal de avanzar en la identificación de semejanzas y
diferencias entre estas formas de gobierno.

Actividad 5

A esta altura del programa, habrá notado que uno de los ejes transversales del mismo es el
problema de la precariedad / incertidumbre de todo orden político, idea sobre la cual venimos
insistiendo desde la primera unidad. Con relación a la discusión en torno a la forma de gobierno,
este elemento de incertidumbre se ve reflejado en la estabilidad y correcto funcionamiento de las
instituciones de gobierno. Los procesos políticos del siglo XX marcan, en este sentido, una
correlación de tendencia positiva entre parlamentarismo y estabilidad democrática, debido a que
esta forma de gobierno es menos rígida y permite encontrar salidas institucionales frente a una
crisis de legitimidad o eficacia de la jefatura de gobierno, como por ejemplo un voto de censura.
Ello no estaría presente en el esquema presidencial, puesto que el parlamento no cuenta con
mecanismos de remoción, salvo juicio político, y a su vez la historia enseña que la caída del
presidente conlleva a la caída del sistema democrático. Es dentro de esta perspectiva de análisis
que esperamos que pueda responder a esta actividad.
Le sugerimos para facilitarle la tarea reflexionar sobre el caso argentino, para lo cual puede
emplear el texto de O'Donnell de la Unidad 2, y también el de Sartori, en el cual se exponen los
motivos y posibles razones que explican la mayor estabilidad relativa del régimen norteamericano
en comparación con los presidencialismos latinoamericanos, como por ejemplo: las
características del sistema de partidos y del esquema federal.

Actividad 6

Esta actividad tiene por objeto que reflexione sobre la influencia de los sistemas de partidos en
la dinámica del funcionamiento de las formas de gobierno. Para ello, le propusimos que se centre
en el análisis de algunos elementos: el número de partidos políticos, el grado de disciplina
partidaria y la formación de coaliciones de gobierno.
Debe recordar para este análisis que en el presidencialismo y en el semipresidencialismo
puede darse la posibilidad de que el presidente pertenezca a un partido político que no constituya
la primera minoría en el parlamento o congreso, dándose el supuesto conocido como "democracia
o gobierno dividido". Por ello, el grado de disciplina partidaria puede ser, según el caso, un
factor funcional o disfuncional al esquema presidencialista.
Por otro lado, habrá notado que el parlamentarismo requiere para su correcto funcionamiento
de partidos disciplinados, de manera que el gabinete ejecutivo que sostiene su mandato en la
medida que conserva la confianza del Parlamento no se vea amenazado por la posibilidad de un
voto de censura que ponga fin a su gobierno.
Con respecto a las coaliciones, debemos considerar que el parlamentarismo y el
semipresidencialismo desarrollan rasgos institucionales que incentivan la formación de las
mismas. El diseño presidencial, en cambio, al ser el jefe del Ejecutivo unipersonal, presenta
dificultades para el reparto de cargos y responsabilidades que supone la conformación de una
coalición. La rigidez del presidencialismo explica las continuas crisis que se manifiestan en este
esquema de gobierno y la ausencia de salidas institucionales para solucionarlas. En otras
palabras, si se quiebra la coalición que sostiene políticamente al presidente, probablemente éste
no pueda sostenerse en el cargo por el tiempo que establece su mandato.

Actividad 7

Esta actividad tiene por finalidad que usted conozca las raíces de nuestro sistema presidencial
y pueda, en la siguiente actividad, analizar las modificaciones que introdujo la reforma de la
Constitución de la Nación Argentina de 1994. Para responder satisfactoriamente tendrá que haber
comprendido acabadamente el sistema presidencialista. Ello implica analizar el contenido,
funcionamiento y alcance del principio de división de poderes que rige una república
presidencialista. Al respecto, la división de poderes no implica en ningún caso la ausencia o
negación de facultades compartidas o colaboración entre ellos. Muy por el contrario, este sistema
prevé la existencia de facultades compartidas o la intervención de ambos poderes en un mismo
asunto. Para ejemplificar, basta con citar el mecanismo de sanción de leyes, en el cual, a pesar de
ser una facultad que hace a la esencia del Poder Legislativo, también interviene el Poder
Ejecutivo al momento de enviar un proyecto de ley para su consideración por parte del
Parlamento, al vetarla, al promulgarla y mandarla a publicar.
Habrá notado que los Padres Fundadores de las repúblicas de ambos países se encontraban en
contextos socioeconómicos y políticos distintos, expuestos a diferentes desafíos. Para responder
la consigna, en primer lugar, tendrá que señalar las características económicas, políticas y
sociales de cada país en el momento histórico que escriben Alberdi y Madison, Hamilton y Jay, de
manera tal de poder identificar cuáles eran los principales obstáculos para la instauración de
principios de autoridad legítimos.
En segundo lugar, tendrá que identificar los fundamentos teóricos en los que se apoyan Alberdi
y los autores de El Federalista para desarrollar y sostener su ideario. Ello lo llevará a trabajar el
concepto de República Posible, la cual emerge como un modelo alternativo frente a la
imposibilidad que encuentra Alberdi para trasladar sin modificación alguna la forma de gobierno
estadounidense.
Por último, le solicitamos que vuelva a ejercitar la comparación, en este caso señalando
semejanzas y diferencias entre los dos modelos de presidencialismo analizados por Etchemendy.
Ello lo obliga a volver al principio de división de poderes horizontal, es decir, interpoderes, y
vertical entre el Estado federal y los estados subnacionales. Al culminar con esta tarea, habrá
comprendido que los fundamentos teóricos en los que se sustenta el pensamiento de los Padres
Fundadores cumplen un rol esencial al momento de la definición institucional.

Actividad 8
Esta actividad tiene por objeto que pueda caracterizar la forma de gobierno que corresponde a
nuestro país a partir de la Reforma Constitucional de 1994. Previamente a responder la actividad,
nos permitimos sugerirle que si alguno de los términos empleados en el texto constitucional no lo
comprende, por ejemplo el de veto o insistencia, tenga a bien consultar su significado.
De los artículos citados habrá podido extraer las siguientes conclusiones: 1) que la
Constitución prevé mecanismos de control interpoderes: interpelaciones, juicio político, admisión
de renuncia, veto e insistencia, entre otros; 2) que admite el veto total o parcial por parte del
Ejecutivo a una ley sancionada por el Legislativo; 3) el texto constitucional admite la delegación
legislativa en determinadas circunstancias; 4) la existencia de un presidente con legitimidad
electoral propia, que asume en su persona la jefatura de Estado y la jefatura de gobierno; 5) la
existencia de un jefe de gabinete de ministros que es nombrado por el presidente y que es
responsable tanto frente al presidente como frente al Congreso, institución facultada para ejercer
una moción de censura sobre su figura y así lograr la remoción del cargo.
Nos interesa que usted evalúe, por un lado, el funcionamiento del principio de división de
poderes en nuestro país de acuerdo con el texto constitucional; y por el otro, en qué medida estas
modificaciones implican la introducción de elementos propios del parlamentarismo en un esquema
que esencialmente es presidencialista, al punto tal de tornarlo más semipresidencialista.
Si tiene en cuenta lo desarrollado en los puntos antecedentes, lo expuesto por Sartori y Zelaznik
respecto al desarrollo histórico de los parlamentarismos europeo, tendrá las herramientas
necesarias para fundamentar por qué sería o no factible instaurar un sistema parlamentario en
nuestro país.
Unidad 5. Los partidos políticos

Temas

Los partidos políticos: concepto, origen, génesis y transformación. Los partidos políticos como
estructuras de intermediación de intereses en las democracias contemporáneas. Los partidos
políticos y las clases sociales. Los partidos políticos como organizaciones en competencia por el
poder. Los partidos políticos y el gobierno. La crisis de los partidos políticos y la representación
partidaria. Partidos políticos y democracia.

Bibliografía obligatoria

Le sugerimos que lea los textos de la bibliografía en el orden presentado.


- Unidad 5 en la Guía de Estudio de Ciencia Política, producida por UBA XXI y editada por
Eudeba, a partir de la edición de 2010.
- CINGOLANI, L. (2010). Partidos políticos. En Aznar, L. y de Luca, M. (comp.) Cuestiones y
problemas. Buenos Aires: Cengage Learning Editores.
- LINZ, J. (2004). Los partidos políticos en las democracias contemporáneas: problemas y
paradojas. POSTData. Revista de Reflexión y Análisis Político. N°10. Buenos Aires.

Bibliografía optativa

- BARTOLINI, S. (1988). Partidos y sistemas de partidos. En Pasquino, G. (comp.). Manual de


Ciencia Política. Madrid: Alianza Editorial.
- CATTERBERG, E. y BRAUN, M. (1989). ¿Izquierda y derecha en la opinión pública argentina?
Crítica & Utopía. N°18. Buenos Aires.
- GROSSI, M. y GRITTI, R. (1989). Los partidos políticos frente a una democracia difícil: la
evolución del sistema partidario en la Argentina. Crítica & Utopía. N°18. Buenos Aires.
- KIRCHHEIMER, O. (1980). El camino hacia el partido de todo el mundo. En Lenk, K. y
Neumann, F. (eds.). Teoría y sociología críticas de los partidos políticos. Barcelona: Anagrama.
- MCGUIRE, J. (1997). Partidos Políticos y Democracia en Argentina. En Mainwaring, S. y
Scully, T. (eds.). La Construcción de Instituciones Democráticas. Sistemas de Partidos en
América Latina. Santiago de Chile: CIEPLAN.
- PRZEWORSKI, A. (1988). Capítulo 1: La socialdemocracia como fenómeno histórico. En
Capitalismo y Socialdemocracia (pp. 17-60). Madrid: Alianza.
- WEBER, M. (1984). Primera parte (pp. 228-232) y Segunda parte (pp. 693-694 y 10761094).
En Economía y Sociedad. Esbozo de sociología comprensiva(1922). México: Fondo de Cultura
Económica.

Presentación de la Unidad

De acuerdo con lo estudiado en las Unidades 3 y 4 de esta materia, podemos concluir que los
partidos políticos, a pesar de ser organizaciones de existencia relativamente reciente, son un actor
relevante de los regímenes políticos contemporáneos, en especial de las democracias
representativas. Al respecto, Luciana Cingolani enfatiza el rol de los partidos políticos como
agentes que transforman demandas sociales en acciones políticas, siendo los principales
mediadores en la relación Estado - sociedad. Por otra parte, hay que considerar que los partidos
políticos, al ser organizaciones que cuentan con una estructura interna, normas propias, esquemas
de autoridad y personal constituyen una forma institucionalizada de participación política, lo cual
representa una garantía de los derechos políticos de reunión, asociación y expresión.
En su trabajo, Cingolani explora las dimensiones de análisis sobre las organizaciones
partidarias que ocupan un lugar destacado en el abordaje politológico. Así, comienza su análisis
discutiendo qué son los partidos políticos y qué funciones desempeñan. En segundo lugar, indaga
sobre su origen y evolución histórica, para luego presentar las principales tipologías que distintos
autores han elaborado para caracterizarlos. Posteriormente, se centra en el estudio de los sistemas
de partidos y analiza el rol de los partidos en el gobierno y la oposición. Finaliza con un repaso
de los desafíos y obstáculos que deben enfrentar los partidos políticos en la actualidad, en
especial con relación a su legitimidad e institucionalización.
Como ocurre con la mayoría de los conceptos en la ciencia política, no existe un total consenso
sobre qué son los partidos políticos. No obstante, resulta factible reconocer una cualidad que es
tomada en cuenta por todos los enfoques teóricos (funcionalista, normativo y racionalista) en sus
análisis y que podemos plantear de la siguiente manera: los partidos políticos son instituciones
que vinculan al Estado con la sociedad civil. Para ello, desempeñan un conjunto de funciones que
facilitan su articulación con el Estado, por un lado, y con la sociedad, por el otro. Entre dichas
funciones se destacan la estructuración de las demandas sociales y la del voto, la organización y
canalización de la participación política, el reclutamiento y formación de dirigentes políticos y el
seguimiento y control de las políticas y acciones de los representantes.
Con respecto a la clasificación de los partidos políticos, los criterios seguidos son numerosos,
pero se sugiere sintetizarlos en dos. Una perspectiva diacrónica, por un lado, que da cuenta de los
cambios que sufren los partidos políticos en su evolución. Así, se los tipifican en función del
momento histórico en: partidos de notables, partidos de masas, partidos atrapatodo y partidos
cartelizados. Por otro lado, la perspectiva sincrónica, que prioriza el análisis de la naturaleza de
la organización partidaria (partidos de estructura fuerte / débil), la orientación programática o
ideológica (partidos ideológicos / pragmáticos) y las conductas partidarias en términos de
tolerancia frente a sus competidores (partidos pluralistas o de tendencia hegemónica).
otro tema no menor es el análisis de los sistemas de partidos. Como hemos visto al estudiar las
democracias políticas representativas, son los partidos políticos los que proponen plataformas
electorales que articulan propuestas de políticas de gobierno y candidatos que competirán por el
voto electoral. En este sentido, interesan las relaciones de competencia y cooperación que se
establecen entre ellos. Para clasificar a los sistemas de partidos se suelen analizar las siguientes
variables: el número efectivo de partidos con representación parlamentaria, el grado de
polarización ideológica y el grado de institucionalización. Este último aspecto suele vincularse
con la estabilidad de los patrones de competencia, el grado de legitimidad y aceptación de los
partidos en la sociedad y el menor grado de personalismo partidario que admite el sistema.
A partir de la articulación de las tres variables mencionadas, es posible reconocer distintos
sistemas de partidos. Proponemos para su estudio seguir la clasificación realizada por Sartori,
quien identifica: sistemas de partidos no competitivos (sistema de partido único, sistema de
partido hegemónico) y sistemas de partidos competitivos (sistema de partido predominante,
bipartidistas y multipartidistas moderados, polarizados y de atomización).
En democracias con competencia efectiva, el resultado electoral (según las normas y reglas
fijadas por los sistemas electorales) determinará qué partido/s desempe-ñará/n el rol de partido
de gobierno, logrando así influir en el proceso de toma de decisiones e incluso llegar a tomar el
control del Estado y sus recursos. A esto deberíamos adicionar lo ya estudiado en la Unidad 4,
acerca de los incentivos y condiciones que las formas de gobierno generan y que repercuten en la
función e incidencia de los partidos políticos. Así, la forma de gobierno presidencialista limita el
papel de los partidos políticos en la formación y sostenimiento del gobierno, a la vez que reduce
las posibilidades de formar coaliciones partidarias debido a su dinámica plebiscitaria y la
tendencia a la personalización de las elecciones. En cambio, los parlamentarismos alientan el rol
relevante de los partidos al momento de la creación y mantenimiento de los gobiernos y fortalecen
la disciplina partidaria y la inclinación a formar gobiernos de coalición.
Con respecto al análisis que desde la teoría política se realiza sobre el supuesto control
ejercido por los partidos políticos del Estado y sus recursos, se observan dos visiones
contrapuestas. Una destaca el creciente acercamiento entre los partidos y la estructura estatal al
punto de que denominan a los partidos como agencias semiestatales.[55] A la vez, califican al
régimen como de partidocracia, entendida como una forma de ejercer el poder en la cual los
partidos poseen un control amplio y diversificado sobre los recursos estatales y los procesos
decisorios. En contraposición, otros enfoques identifican una serie de factores que erosionan el
poder e influencia de los partidos políticos en el manejo de la agenda y recursos públicos. Entre
ellos: la globalización, las nuevas modalidades de gestión pública, la desideologización, el
deterioro de la imagen partidaria y la personalización política (Kirchheimmer, 1966 [56]; Lane y
Ersson, 1999[57]; Fiorina, 2002[58]).
Para complementar la lectura del texto de Cingolani, complejo en términos de la cantidad de
categorías de análisis que trabaja, se propone la lectura del artículo de Juan Linz, "Los partidos
políticos en las democracias contemporáneas: problemas y paradojas", que considera la
necesidad de avanzar en el estudio de los principales desafíos que los partidos políticos enfrentan
en la actualidad en un contexto de crisis de representación política y resignificación de la relación
representantes - partidos políticos - representados.
El autor comienza su ensayo señalando lo que a su entender es una contradicción de los tiempos
políticos actuales. Por un lado, opina que somos todos testigos de la extensión de la democracia a
casi todas las latitudes del planeta; pero como contrapartida, se observa la creciente desconfianza
hacia los partidos políticos, siendo éstos los actores por excelencia del régimen democrático.
Como resultado se da una situación, no menos paradójica, según la cual se consideran a los
partidos políticos como necesarios pero no confiables, dados los niveles de personalización y
profesionalización del poder, creciente corrupción y relaciones algo turbias con los grupos de
interés. Asimismo, considera que estas suspicacias se dan en Estados muy diversos en cuanto a su
forma de gobierno y condiciones socioeconómicas.
Linz fundamenta estas opiniones en el análisis que realiza sobre las principales actitudes y
opiniones de los ciudadanos sobre los partidos políticos y sus consecuencias sobre la legitimidad
democrática. A modo de reflexión final citamos el cuestionamiento disparador que plantea Linz en
su artículo: "¿Cuánto puede crecer en la población y en intensidad la insatisfacción con y la
desconfianza en los partidos y los políticos (más que en líderes particulares) sin llevar a un
cuestionamiento fundamental de la función de los partidos en una democracia, sin despertar el
rechazo a la misma democracia representativa, y sin disparar la búsqueda de formas
alternativas de legitimación, como ocurrió en el 'corto siglo veinte', gracias a los atractivos
ideológicos antidemocráticos del comunismo, el fascismo, el corporativismo y el autoritarismo
militar?"(Linz, 2004: 216).
Actividades de aprendizaje

Los partidos políticos: definición y funciones

Actividad 1

Resulta difícil imaginar a las democracias contemporáneas sin partidos políticos. Ellos son, sin
lugar a dudas, actores protagonistas del juego democrático, que desarrollan múltiples funciones
relacionadas con la dinámica electoral, pero también con la formación y gestión de gobierno, tal
como hemos aprendido en la unidad anterior.
Esta actividad tiene por finalidad responder a dos cuestiones: qué son los partidos políticos y
qué funciones cumplen. El primer interrogante nos obliga a revisar la definición de partidos
políticos, contenido y alcance. La vaguedad, la ambigüedad y la falta de consenso sobre un
concepto unívoco también se encuentran presentes a la hora de definir a los partidos políticos.
Básicamente, predominan tres enfoques:

a. ¿Cómo entienden y caracterizan cada uno de estos enfoques a los partidos políticos?
b. Cingolani cita varias definiciones de partidos políticos. Lo invitamos a detenerse en la de Alan
Ware, que plantea a un partido político como "una institución que a) busca tener influencia
sobre el aparato del Estado, generalmente a través de cargos en el gobierno; y b) suele
consistir en más de un interés de la sociedad, procurando agregar varios de ellos".
Responda: según Cingolani, ¿qué ventajas presenta esta definición?
c. Más allá de la existencia de distintas perspectivas teóricas sobre los partidos políticos, todas
ellas tienden a coincidir al momento de sugerir que los partidos son instituciones políticas que
vinculan al Estado con la sociedad civil.
Explique por qué se destaca este aspecto relacional de los partidos políticos y cómo se
expresa. Responder estas cuestiones lo conducirá a reflexionar sobre las funciones de los partidos
políticos.
d. Explique las principales funciones que suelen desempeñar los partidos políticos.

Origen de los partidos políticos

Actividad 2

Los especialistas en partidos políticos coinciden en que el nacimiento de éstos es un fenómeno


relativamente reciente asociado primero a la consolidación del principio de representación
moderna, y con ella al auge del parlamentarismo moderno y a la extensión de la democratización a
partir de la sanción del sufragio universal. Pero para el abordaje teórico del surgimiento de los
partidos políticos, es posible distinguir dos enfoques: el institucional y el sociológico o genético.
Para poder comprender su alcance, le proponemos desarrollar las distintas explicaciones que
dichos enfoques han elaborado sobre el origen de los partidos políticos.

Los partidos políticos: clasificaciones y tipologías

Actividad 3

Cingolani destaca que existen diversos criterios para clasificar a los partidos políticos. Sin
embargo, gozan de mayor consenso las tipologías que tipifican a los partidos en función del
momento histórico en que han prevalecido. En base a este criterio, se han identificado a los
partidos de notables, los partidos de masas, los partidos atrapatodo o profesional - electorales y
los partidos cartelizados.
a. Complete el siguiente cuadro con las características de los partidos de notables, los partidos
burocráticos de masas, los partidos profesional - electorales o atrapatodo y los partidos
cartelizados, teniendo en cuenta: surgimiento, organización interna, liderazgo, consistencia
ideológica, relación con el electorado. Cite ejemplos.

b. Richard Katz y Peter Mair consideran que en la actualidad es necesario analizar a los partidos
políticos menos por sus vínculos sociales que por los vínculos que establecen con el Estado. Al
punto tal que estos autores emplean el término de "agencias semiestatales" para referirse a los
partidos políticos. Responda:
b.1. ¿Qué factores explicarían el progresivo enquistamiento de los partidos en el Estado?
b.2. Katz y Mair utilizan el término "cartel" para caracterizar a un tipo de partido político que
desde la década del 70, y de modo gradual, ha pasado a formar parte del Estado. Si buscamos en
un diccionario el término "cartel", su significado supone la idea una gran organización ilícita o
conjunto de organizaciones delictivas que establecen acuerdos de autoprotección, colaboración y
reparto de territorios para llevar a cabo sus actividades criminales. Como vemos, se trata de una
noción que encierra una clara connotación negativa. ¿Por qué considera usted que los autores han
empleado este mismo término para denominar determinado tipo de partidos políticos?
b.3. ¿Qué críticas u observaciones han recibido recientemente las visiones teóricas que
caracterizan a los partidos como una suerte de agencias semiestatales y que conducen a analizar a
los partidos en el gobierno? (Consulte el apartado 8 del texto "Los partidos en el gobierno", de
Cingolani)
c. Gunther y Diamond realizan un gran esfuerzo para reordenar las tipologías de partidos políticos
existentes en la literatura académica y llegan a identificar cinco géneros de partidos y sus
respectivas quince especies de partidos políticos, a los cuales caracterizan a partir de tres
variables: 1) la naturaleza de la organización partidaria; 2) la orientación programática del
partido; 3) el nivel de tolerancia frente a sus competidores.
Le proponemos trabajar sobre el siguiente cuadro. Tilde lo que corresponde para identificar las
características en torno a las tres variables mencionadas de cada uno los cinco géneros de
partidos políticos según la clasificación elaborada por Gunther y Diamond (2003).

d. A partir de las características partidarias relevadas en los puntos a, b y c, ¿con cuál/es de los
modelos de partido puede identificar o relacionar los partidos políticos que compiten actualmente
en el sistema de partidos argentino? Justifique.
Institucionalización de los partidos políticos

Actividad 4

Angelo Panebianco ha incorporado el análisis del desarrollo organizacional al estudio de los


partidos políticos, concepto que proviene de las Ciencias de la Administración y que alude a un
proceso sistemático y planificado de cambio, en el cual se introducen los principios y las
prácticas de las ciencias del comportamiento en las organizaciones, con la meta de incrementar la
efectividad individual y de la organización. En otras palabras, el desarrollo organizacional puede
ser definido como un proceso para comprender y mejorar las prácticas de la organización, el
desempeño de cualquier tarea y el logro de cualquier objetivo.
Con este aporte, Panebianco deja de conceptualizar a la estructura partidaria como algo
estático para analizar su dinamismo a partir de dos variables esenciales: 1) las características que
acompañaron al partido durante su gestación; y 2) la forma y alcance de su institucionalización.
a. Defina institucionalización partidaria. Mencione indicadores de institucionalización partidaria.
b . Identifique los factores que, estando presentes al momento de surgimiento de los partidos
políticos, inciden favorablemente en el proceso hacia una institucionalización fuerte.
c . Explique por qué Cingolani, parafraseando a Panebianco, sostiene que a mayor presencia de
elementos carismáticos en la fase originaria de los partidos, menores son las chances de
institucionalización.

Sistemas de partidos

Actividad 5

Como bien señala Cingolani, los partidos políticos no actúan solos en un medio aislado, sino
que están en permanente interacción con otros partidos que también aspiran a ganar elecciones e
influenciar en el proceso de toma de decisiones colectivas. Al respecto, le sugerimos recordar lo
estudiado en la Unidad 3 con relación a los sistemas democráticos. Recordará usted que la
democracia política supone, entre otras características, la competencia libre y limpia entre
partidos políticos. Por lo tanto, este régimen exige para su funcionamiento la conformación de un
sistema de partidos. Este tema fue abordado desde distintas perspectivas de análisis, entre ellos el
enfoque morfológico, el enfoque racional y el enfoque genético.
Para su estudio le sugerimos trabajar sobre los siguientes puntos.
a. Explique el enfoque morfológico de los sistemas de partidos.
b. Explique el enfoque racional de los partidos políticos y su modelo de competencia espacial.
¿Qué críticas ha recibido este enfoque?
c. ¿Cuáles son los aportes que realiza Sartori para el estudio de los sistemas de partidos?
d. Identifique los indicadores que permiten distinguir a un partido relevante del que no lo es.
e . Para analizar un sistema de partidos, Sartori destaca la necesidad de circunscribir el análisis
fundamentalmente a cuatro variables: 1) la cantidad de partidos relevantes; 2) la fragmentación
ideológica entre partidos relevantes, con la intención de medir el grado de fragmentación
ideológica; 3) el tipo de competencia que se establece entre los partidos relevantes, la cual puede
ser nula, controlada o libre; y 4) la estructura de poder, que puede ser: monopólica, jerárquica, de
concentración unimodal, bipolar, baja fragmentación y segmentación polarizada.
Teniendo en cuenta lo señalado, le solicitamos que complete el siguiente cuadro, con el
objetivo de comparar las características sobresalientes de los distintos sistemas de partidos según
el análisis de Sartori.

f. Cingolani analiza el enfoque genético para explicar la lógica de interacción entre los partidos
políticos. Este enfoque se centra con exclusividad en los clivajes o fracturas sociales existentes en
una sociedad. Mencione las cuatro fracturas sociales que inciden en los partidos políticos y en la
evolución del sistema de partidos.
g . ¿Cuál es la hipótesis fundamental que plantea la teoría del congelamiento de los sistemas de
partidos? ¿Qué cuestionamientos recibe esta teoría?
h. En la década de 1980, el alemán Klaus von Beyme expuso un nuevo enfoque teórico, conocido
como "la teoría de las familias de partidos", que intenta analizar a los partidos políticos como
familias espirituales que nuclean a organizaciones partidarias que tienen similares concepciones
del mundo y que suelen emerger y participar de la vida política en distintos países. Identifique y
caracterice los tipos de familias espirituales mencionadas en el texto.

Sistemas de partidos y régimen político

Actividad 6

Por lo general vinculamos la existencia de partidos políticos y de las elecciones a la


democracia representativa. No obstante, en la Unidad 3 hemos estudiado que algunos regímenes
no democráticos institucionalizan elecciones y permiten e incluso alientan la formación y accionar
de un partido o varios. Este tema reaparece en esta unidad al momento de analizar algunos de los
sistemas de partidos, como el de partido único u hegemónico, que se asocian a lógicas de
competencia electoral restrictivas, controladas o directamente no competitivas, acompañadas por
límites al pluralismo partidario y político. En función de estas cuestiones, le planteamos la
siguiente actividad.
a. ¿Cuáles de los sistemas de partidos analizados, usted identifica con prácticas propias de un
régimen democrático o con prácticas características de regímenes no democráticos? Justifique.
b. Lea el siguiente fragmento y describa la situación planteada. Luego reflexione acerca de ella.
¿Por qué puede resultar irónica la respuesta del "Coronel"?[59]
- Jefe, lo hice todo como Ud. me ordenó. Ahora quisiera saber por quién voté.
- Muchacho, no me hagas esa clase de preguntas y sobre todo no olvides que el voto es
secreto.
(Diálogo entre el "Coronel" Chico Heraclio y un votante de Limoeiro, Estado de Pernambuco,
Brasil.)[60]

Los sistemas de partidos en América Latina y la Argentina

Actividad 7

Al repasar la historia del sistema de partidos en América Latina, lo primero que uno nota es
que en su etapa fundacional, influida por la experiencia estadounidense, fue esencialmente
bipartidista y los clivajes ideológicos se expresaban en torno a problemas tales como la
organización del Estado (unitaria, con una matriz centralista, o federal, con una matriz
descentralizada) y el modelo de desarrollo económico-social que produjo la división entre
liberales y conservadores. En general se trataba de partidos oligárquicos o dominados por algún
grupo de notables con gran influencia social. Los cambios económicos y sociales que se producen
en los últimos años del siglo XIX y, en especial, después de la Primera Posguerra y la crisis del
30, conducen a la crisis de los regímenes oligárquicos y abren el debate sobre la democratización
de la vida política en el continente. Precisamente, en esos años y gradualmente en varios países de
la región (escapan a esta tendencia: Colombia y Uruguay por citar algún ejemplo), el bipartidismo
cede frente al multipartidismo de influencia europea. El abanico partidario y el grado de
fragmentación ideológica se ensanchan con la aparición y posterior organización de partidos
radicales, socialistas, sindicalistas y anarquistas.[61]
Pasado el primer tercio del siglo XX, algunos partidos conservadores de la región pasan a
constituir Partidos Demócratas Cristianos, como ocurrió en Chile, Ecuador, Costa Rica y El
Salvador. A fines del siglo XX y principios del XXI, algunos países como Venezuela, Perú,
Argentina y El Salvador padecen la crisis de sus partidos relevantes, los cuales sufrieron
escisiones e incluso en algunos casos hasta desaparecieron del escenario político. En
consecuencia, son pocos los países de la región en los que existe actualmente un sistema de
partidos relativamente estable e institucionalizado. Ellos son: Brasil, Chile, Uruguay, Ecuador,
Costa Rica y República Dominicana.
Con este marco de referencia y a partir de la lectura de Cingolani, responda:
a . ¿Cuáles son las dificultades que presenta el estudio de los sistemas de partidos en América
Latina?
b. Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores y la bibliografía, ¿cuál es la situación de los
sistemas de partidos en esta región, en especial respecto a su institucionalización?
c . En este ejercicio, le solicitamos que relacione lo estudiado sobre forma de gobierno
presidencial con sistema de partidos. Para ello le presentamos la siguiente hipótesis: El
comportamiento del sistema de partidos en la Argentina, por lo menos hasta 1995, se
caracterizaría por la combinación entre un bipartidismo para las elecciones presidenciales y
multipartidismo para las legislativas.
c.1. Explique por qué una elección presidencial tendería a polarizar más el voto que una
elección legislativa.
c.2. Investigue qué factores influyeron para que esa tendencia sea menor a partir de 1995.

Crisis de los partidos políticos

Actividad 8

Luego de haber estudiado la definición, surgimiento y evolución de los partidos políticos, nos
vemos obligados a introducirnos en una problemática actual: la denominada "crisis de
representación". Al respecto, le sugerimos relacionar el apartado 8 del texto de Cingolani con el
artículo de Linz "Los partidos políticos en las democracias contemporáneas: problemas y
paradojas", para luego resolver los siguientes puntos:
a. ¿Cuáles son las principales actitudes de la ciudadanía respecto de los partidos políticos en las
democracias contemporáneas?
b. ¿Cómo se expresan esas actitudes en la participación electoral y en el voto?
c . Revise las funciones que los partidos políticos han desarrollado históricamente. Luego
reflexione sobre cuáles de estas funciones ya no son monopolio de los partidos políticos.
d. Observe el siguiente cuadro respecto de la opinión de los ciudadanos sudamericanos sobre la
democracia, la relación democracia - partidos políticos y el grado de confianza en estos últimos;
la fuente de los datos es Latinobarómetro 1996-2009. Luego responda:
d.1. ¿Qué semejanzas y diferencias encuentra usted entre los resultados de Latinobarómetroy
los datos que analiza Linz en su artículo?
d.2. ¿Cómo explicaría esta aparente contradicción entre el apoyo a la democracia y el bajo
nivel de confianza en los partidos políticos de la opinión pública sudamericana?
d.3. Indique qué factores considera que afectan la credibilidad de los partidos políticos en
Sudamérica.
Comparación Histórica, 1996 - 2009. Apoyo a la democracia en Sudamérica

Grado de
acuerdo con
Apoyo a la a frase: no hay
País Grado de confianza en los partidos políticos 2009
Democracia 2009 democracia sin
partidos
2009
Uruguay 82 81
Venezuela 84 80
Bolivia 71 51
Brasil 55 48
Chile 59 59 Ningún país de la región supera el 24%, con la
única excepción de Uruguay.
Paraguay 46 63
Colombia 49 43
Argentina 64 70
Perú 52 50
Ecuador 43 44

Fuente: Latinobarómetro 1996-2009

Orientaciones para las respuestas

Nos parece pertinente una aclaración y una sugerencia general para resolver todas las
actividades. El texto "Partidos políticos y sistemas de partidos", de Luciana Cingolani,
seleccionado para esta unidad presenta una riquísima revisión del pensamiento político
contemporáneo sobre los partidos políticos y sus distintas dimensiones de análisis. En este
sentido, se trata de un trabajo realmente ambicioso que demanda una lectura pausada y atenta para
no confundir enfoques teóricos y categorías de análisis. Por ello, las actividades apuntan a
desglosar y desmenuzar este trabajo de modo tal que usted pueda avanzar en su aprendizaje y
comprensión.

Actividad 1

Cingolani es muy clara cuando niega la existencia de una única definición de partido político;
además señala que el contenido y alcance de esta última dependerá del enfoque teórico desde el
cual se observen y analicen científicamente los partidos: el enfoque funcionalista, el enfoque
normativo y el enfoque racional - empírico. Tras la lectura del material usted debería estar en
condiciones de identificar cuáles son los elementos centrales que cada una de estas perspectivas
teóricas toman para avanzar hacia la construcción de una definición de partido político.
Habrá apreciado que tras esta presentación, la autora cita varias definiciones de partidos y se
detiene en la de Ware. Ésta es particularmente interesante porque no ve al partido únicamente
como una organización que persigue votos y maximiza elecciones, sino que además busca
influenciar en el Estado, y ello implica influenciar en el proceso de toma de decisiones y en la
adopción de políticas públicas, colocando a su gente, es decir, a sus dirigentes, en puestos de
gobierno. Para lo cual, el medio, al menos en las democracias pluralistas consolidadas, es, por
excelencia, obtener un buen resultado electoral.
Como habrá observado, la autora se inclina por aquellas definiciones que de alguna manera
hacen alusión al rol / ubicación que los partidos políticos desempeñan y ocupan en la relación
entre el Estado y la sociedad. Para medir el alcance de ello, es necesario detenerse en las
funciones que históricamente han desempeñado los partidos políticos (más allá de que algunas de
ellas ya no sean monopólicas de los partidos políticos). Entre estas funciones se destacan: la
estructuración de demandas sociales, la estructuración del voto, fomentar la socialización política,
organizar y canalizar la participación política, reclutar y formar líderes políticos, colaborar en el
diseño y seguimiento de las políticas públicas y controlar a los representantes.

Actividad 2

Esta actividad tiene por objeto que usted reflexione sobre el origen de los partidos políticos.
Para ello sería pertinente que indagara sobre el contexto histórico en el cual los partidos políticos
nacen. La lectura lo remite a las Revoluciones Burguesas, a partir de las cuales aumenta y crece en
importancia el rol de los parlamentos, cuya consecuencia necesaria es la institucionalización de la
representación política moderna. Al respecto, le sugerimos releer lo trabajado en la unidad
anterior sobre estos temas.
Asimismo, el avance de la democratización del sistema político a partir de las reformas
electorales que se suceden desde mediados del siglo XIX en Europa y luego en América, y que
culminan con la sanción del sufragio universal, juega un rol preponderante en el surgimiento e
importancia creciente de los partidos políticos.
Por otro lado, habrá notado que existen distintos enfoques teóricos que abordan el problema
del surgimiento de los partidos políticos, dentro de las cuales se destacan los enfoques
institucionalistas y los enfoques sociológicos o genéticos. Los primeros se centran en el desarrollo
de la institución partidaria a partir de los cambios que se dan en los parlamentos. A partir de ello,
avanzan en la distinción de los partidos de creación parlamentaria o extraparlamentaria. Por su
parte, los enfoques sociológicos analizan los clivajes o fracturas sociales que se producen y
caracterizan a los procesos de modernización que se dan entre mediados del siglo XIX y la
Segunda Guerra Mundial. Entre ellos, se pueden mencionar el clivaje centro - periferia, el clivaje
Iglesia - Estado y los cambios productivos a partir del desarrollo industrial que configuran una
nueva sociedad con nuevas tensiones sociales.

Actividad 3

El objetivo de esta actividad consiste en introducirlo en el estudio de los distintos tipos de


partidos políticos teniendo en cuenta una doble perspectiva de análisis: diacrónica y sincrónica.
La primera le va a permitir analizar a los tipos de partidos según el contexto histórico y así dar
cuenta de sus transformaciones a lo largo del tiempo. La segunda perspectiva, que Cingolani llama
"sincrónica", intenta diferenciar los tipos de partidos que conviven en un tiempo y espacio
determinado.
Usted habrá notado que Cingolani se detiene en la primera de estas perspectivas, destacando
que los cambios en el sistema electoral, en especial la ampliación del sufragio y la participación
política, son variables a considerar (aunque no las únicas) al momento de analizar el cambio del
partido político de notables al partido burocrático de masas. A su vez, la crisis de estos últimos y
la irrupción de los medios de comunicación masivos en las relaciones políticas alteran las
funciones que tradicio-nalmente desempeñaban los partidos políticos, y con ello, éstos se
transforman en partidos profesionales electorales o partidos atrapatodo.
Además de la clasificación que podríamos denominar "clásica" de los partidos políticos, la
autora presenta en detalle nuevos aportes en esta materia. Entre ellos, las tipologías elaboradas
por Katz y Mair, que distinguen los partidos de elite, de masa, atrapatodo y partidos cartel. Esta
última es una nueva categoría que remite al estudio del comportamiento de ciertos partidos que se
enquistan en el Estado funcionando como agencias semiestatales. Los autores adoptan como
criterios de clasificación trece variables: período temporal de actuación de estos partidos; el
grado de inclusión sociopolítica; el nivel de distribución de recursos; los principales objetivos
que persiguen las políticas públicas; las bases de la competencia electoral; la naturaleza de las
actividades partidarias; la principal fuente de recursos; las relaciones entre la dirigencia
partidaria y los miembros del partido; el carácter de pertenencia al partido; los canales de
comunicación partidaria; la posición del partido frente a la sociedad civil; y el Estado y el estilo
representativo que expresan a través de sus prácticas y acciones.
A su vez, habrá tomado nota de que se incluye en el texto la tipología compuesta por cinco
géneros y quince especies de partidos elaborada por Gunther y Diamond, a partir de la
identificación y comparación de tres variables: la organización formal, la orientación
programática y la tolerancia frente a los competidores.
El objetivo es que pueda conocer estas tipologías. Todas ellas responden a cánones
académicos, no hay una más importante que otra. Nosotros aspiramos a que las valore como
herramientas de análisis para extraer las características fundamentales de cada uno de estos tipos
de partidos de modo tal que pueda evaluar las diferencias que existen entre ellos. Por esta razón,
cerramos esta actividad proponiéndole un ejercicio de aplicación que le permitirá comprobar su
nivel de comprensión sobre el tema.

Actividad 4

Esta actividad se centra en el análisis del desarrollo partidario a partir de la idea de


institucionalización. Este término implica un proceso de rutinización organizacional y de
prácticas, ligadas a la existencia de normas de organización interna y al nivel de autonomía
partidaria alcanzado. Al leer el texto, debería estar en condiciones de extraer los indicadores de
institucionalización partidaria. A su vez, habrá notado que la autora menciona la existencia de
niveles o grados de institucionalización: fuerte o débil. Es interesante que pueda apreciar qué
factores inciden en el grado de institucionalización, en especial, el factor carisma. En este sentido,
habrá observado que existiría una relación inversa entre presencia de elementos o líderes
carismáticos y grado de institucionalización.

Actividad 5

Cingolani presenta distintos enfoques: morfológico, racional y genético, a partir de los cuales
analiza el sistema de partidos. Comienza con el estudio de Duverger, considerado un clásico en la
materia, para luego presentar el trabajo realizado por Sartori y finalizar citando los aportes más
novedosos del enfoque genético y de las familias de partidos. Por ello, para responder a la
totalidad de la actividad, usted habrá tenido que leer todas las caracterizaciones teóricas
mencionadas.
No obstante, particularmente nos interesa que profundice su conocimiento sobre la tipología de
Sartori, que parte de identificar una serie de variables y propiedades a partir de las cuales se
pueden analizar los sistemas de partidos: cantidad de partidos relevantes, el grado de
fragmentación ideológica y la aceptación de las reglas de juego democráticas en torno a la
competencia partidaria. A partir del cruzamiento de estas variables, Sartori identifica siete
sistemas de partidos que usted debería caracterizar.
Para finalizar con este tema, le proponemos unos ejercicios que son de control de lectura y que
le permitirán a detenerse en el análisis de las categorías fundamentales del enfoque genético y del
de las familias de partidos.

Actividad 6

Otro tema que lo invitamos a trabajar es la relación entre régimen político y sistema de
partidos. Hemos estudiado en la Unidad 3 que los regímenes democráticos representativos se
caracterizan por la competencia electoral entre distintas opciones políticas. Por ello, hemos
concluido que los partidos juegan un rol relevante en este tipo de regímenes. No obstante, también
hemos observado que algunos regímenes no democráticos, como los totalitarismos, también apelan
a las elecciones como fuente de legitimación y a los partidos políticos como organización capaz
de socializar y canalizar la participación electoral y política. En este sentido, a partir de los
ejercicios que le proponemos aspiramos a que usted vuelva a reflexionar sobre estas relaciones
para llegar posiblemente a la conclusión de que partidos e instancias electorales son muchas
veces recreadas en situaciones o regímenes no democráticos. Un ejemplo de ello es el diálogo que
le presentamos entre un coronel y un elector, siendo una manifestación clara de manipulación del
voto a través de prácticas que, a priori, poco tienen que ver con la democracia pluralista.
Usted, al finalizar esta actividad, habrá estudiado que la democracia política exige la
institucionalización de la competencia partidaria libre y limpia. En consecuencia, y siguiendo la
clasificación de Sartori, habrá notado que los sistemas de partido único, el sistema de partido
hegemónico y el sistema de atomización no son en principio compatibles con el juego
democrático.

Actividad 7

A través de esta actividad intentamos que note cómo las categorías de análisis de las
actividades anteriores pueden ser aplicadas para analizar casos, en esta oportunidad, el sistema de
partidos en Latinoamérica y la Argentina. En primer lugar, le planteamos un ejercicio que lo
remite a la lectura del texto de Cingolani para que identifique qué factores contribuyen a que el
sistema de partidos en la región adopte determinadas características. Luego, nuevamente
esperamos que usted trabaje con el concepto de institucionalización, en este caso del sistema de
partidos latinoamericano. Ello implica la rutinización de ciertas reglas de juego en la relación
interpartidaria en torno a la cantidad de partidos relevantes, el grado de fragmentación ideológica
y la tolerancia a la competencia, entre otros factores. En este sentido, el texto advierte la situación
transicional de varios de los sistemas de partidos en la región.
Para finalizar, le planteamos un ejercicio de relación entre formas de gobierno y sistema de
partidos. Este tema ya fue trabajado en la unidad anterior, esta actividad tiene por objetivo
complementar lo ya estudiado. Para ello, le pedimos que reflexione sobre los efectos que puede
generar una determinada forma de gobierno sobre la conformación del sistema de partidos.

Actividad 8

La resolución de esta actividad le habrá permitido aumentar su comprensión acerca de las


críticas de las que son objeto los partidos políticos y de la supuesta crisis de representación de
los mismos tan debatida en los ámbitos académicos.
En primer lugar, y luego de la lectura del texto de Linz, habrá advertido que pese al acuerdo
generalizado que existe en la sociedad en relación con la vigencia del régimen democrático, al
mismo tiempo la opinión pública con cierta frecuencia manifiesta su desconfianza o insatisfacción
respecto de los partidos políticos. En general las principales críticas apuntan a que "los partidos
son todos iguales", "los partidos sólo sirven para dividir al pueblo", "los partidos están
interesados en los votos de la gente pero no en sus opiniones", "no les importan los intereses y los
problemas de la gente", y se los vincula con cierta frecuencia con casos de corrupción, no se está
dispuesto a contribuir con el financiamiento de los mismos, o se considera que deberían ser más
democráticos.
Habrá comprendido, a su vez, que la idea de la crisis de la representación es alimentada por
aquellos que se aferran a las funciones que durante mucho tiempo ejercieron en forma monopólica
los partidos políticos (agregación y filtro de demandas, movilización e integración social,
estructuración del voto, reclutamiento del personal político y formulación de políticas públicas,
entre otras) que en los últimos años han sido desafiadas por nuevos elementos del contexto
sociopolítico: el surgimiento del llamado neocorporativismo, el auge de los medios de
comunicación, las transformaciones de la estructura social, el aumento de la complejidad social y
la consecuente aparición de nuevos movimientos sociales.
Por tal motivo, algunos autores prefieren reemplazar la noción de "crisis de representación"
por la de "metamorfosis de la representación" (Manin) o "adaptación" (Mair). En el primer caso,
lo que estaríamos presenciado son transformaciones en el modo en que los partidos políticos
ejercen la representación ciudadana. En este sentido, no es que ya no representen a los votantes,
sino que lo harían de un modo distinto. En el segundo, los partidos se habrían adaptado
modificando su rol tradicional: de ser los partidos los representantes de la sociedad ante el
Estado, ahora el Estado se habría transformado en un nexo entre la sociedad y los partidos.
A continuación, habrá analizado en qué medida los partidos siguen cumpliendo sus funciones
históricas en forma monopólica, o al contrario habrá identificado ejemplos de organizaciones en
el seno de la sociedad que parecen poner en tela de juicio este supuesto monopolio.
En este sentido, y como ya fue destacado, habrá comprendido cómo el surgimiento de los
movimientos sociales genera un desafío al histórico modo de representación político-partidaria,
en la medida en que aquéllos parecen disputar este monopolio de la representación, al erigirse
como portadores de determinados intereses y canalizadores de demandas sociales, lo cual no
obsta la vigencia del resto de las funciones de los partidos, como así tampoco la vigencia de su
función de representación de las demandas ciudadanas en los canales institucionales.
Para cerrar con el trabajo de esta unidad, le brindamos una serie de datos extraídos de
Latinobarómetro 1996-2009, para que pueda relacionar lo trabajado por Linz en su artículo con
la realidad sudamericana.
Unidad 6. La participación política, los movimientos sociales y
los grupos de interés

Temas

La participación política y social. La representación política. El interés y los grupos. La


intermediación y la articulación de intereses. Los grupos de presión, los grupos de interés, las
corporaciones y el lobbying. Las asociaciones voluntarias y los movimientos sociales.
Pluralismo, corporativismo y neocorporativismo. El pluralismo democrático. El asociacionismo y
la democracia. Nuevas formas de movilización política y social.

Bibliografía obligatoria

Le sugerimos que lea los textos de la bibliografía en el orden presentado.


- Unidad 6 en la Guía de Estudio de Ciencia Política, producida por UBA XXI y editada por
Eudeba, a partir de la edición de 2010.
- VALLÈS, J. (2000). La acción colectiva: (1) Los grupos de interés y los movimientos sociales.
En CienciaPolítica. Una Introducción. Barcelona: Ariel.
- SCHMITTER, P. (1992). ¿Continúa el Siglo del Corporativismo? En Schmitter, P. y Lembruch,
G. Neocorporativismo I. Más allá del estudio y el mercado. México: Alianza.
- DELAMATA, G. (2003). De los estallidos provinciales a la generalización de las protestas en
la Argentina. Perspectiva y contexto en la significación de las nuevas protestas. Revista de
Ciencias Sociales. N°14. Buenos Aires: Universidad Nacional de Quilmes.

Bibliografía optativa

- ALBERTI, G. ACUÑA, C. Y GOLBERT, L.(1980). Intereses Industriales y Gobernabilidad


Democrática. Boletín InformativoTechint. N° 235, pp. 80-96.
- OFFE, C. (1988). Capítulo 3: Democracia de competencia entre partidos y el Estado de
Bienestar keynesiano. Factores de estabilidad y de desorganización. En Partidos políticos y
nuevos movimientos sociales. Madrid: Sistema.
- PALERMO, V. (1988). Problemas de participación política en la Argentina contemporánea.
Crítica & Utopía. N°9 (pp. 105-123). Buenos Aires.
- PARAMIO, L. (2002) Democracia y ciudadanía en el tiempo de los medios audiovisuales.
Desarrollo Económico. N°167 (vol. 42). Buenos Aires.
- PASQUINO, G. (1988). Participación política, grupos y movimientos. En Pasquino, G. (comp.)
Manual de Ciencia Política (pp. 179-215). Madrid: Alianza.
- TOCQUEVILLE, A. DE (1980). La democracia en América. Madrid: Alianza. (Selección de
capítulos).

Presentación de la Unidad

En esta unidad se prosigue con el estudio y análisis de algunos de los problemas políticos
actuales vinculados a los tipos y modalidades de participación y representación. Ello nos
permitirá comprender que en las sociedades complejas como en las que nos toca vivir, la
participación y representación no se restringen únicamente a la participación partidaria y a la
representación política de los ciudadanos en las instituciones de gobierno, especialmente en los
Parlamentos. Por el contrario, debemos considerar que la política no es una actividad exclusiva
de los actores políticos (partidos políticos, dirigentes políticos y representantes políticos); más
aún en regímenes democráticos pluralistas.
Además, cabe recordar lo estudiado en la Unidad 2 respecto del Estado de derecho, en el cual
rige el imperio de la ley que garantiza la vigencia y el respeto de los derechos políticos. Estos
últimos no se circunscriben únicamente al derecho al voto, sino que aluden a un concepto amplio
de participación que otorga contenido al rol y alcance de la idea de "ciudadanía" y que incluyen
los derechos de asociación, reunión, movilización, petición y control. Así, en las sociedades
modernas se produce la tendencia a canalizar la participación a través de organizaciones e
instituciones como los partidos políticos u otras organizaciones no esencialmente políticas como
pueden ser los grupos de interés, corporaciones, organizaciones no gubernamentales, entre otras.
Sin embargo, en todo el mundo se suceden protestas, marchas y acciones lideradas por
movimientos sociopolíticos, que también son parte del fenómeno de la participación política no
limitada a cánones preestablecidos institucionalmente.
Teniendo en cuenta todo lo señalado, optamos por una definición laxa de participación política,
entendida como la actividad voluntaria de un individuo en asuntos públicos con la intención de
influir en éstos. Congruente con ello, podemos visualizar a la política como el ámbito social en el
cual se dirimen conflictos y tensiones entre grupos sociales por la distribución y control de los
bienes colectivos. En otras palabras, la política es el espacio donde se expresa la lucha de
intereses no exclusiva ni únicamente de modo formal y cuyo resultado es favorecer a unos con
preferencia a otros (Aznar, 2004). En consonancia con esta perspectiva de análisis, los problemas
vinculados a la representación política, en general, y la representación de intereses, en particular,
cobran real trascendencia.
Para poder comprender la distinción y las múltiples interrelaciones entre la representación
política propiamente dicha y la representación de intereses, resulta necesario, en primer lugar,
identificar los actores sociales que cumplen el rol de mediadores en las relaciones de
representación para, en segundo lugar, avanzar en el estudio de los distintos tipos de
representación canalizados por diversos actores colectivos. Al respecto, encontrará en el texto de
Valles una clara comparación de los principales actores colectivos actuales: partidos políticos,
grupos de interés y movimientos sociales.
En la unidad anterior, se han analizado los partidos políticos y se los ha definido como
instituciones que median y articulan la relación entre el Estado y la sociedad y que pretenden
influenciar en el proceso de toma de decisiones colocando su personal político en puestos clave
de autoridad. Por ende, los partidos políticos son instituciones que cuentan con una estructura y
normas de funcionamiento que hacen previsible su comportamiento. Además, más allá del sesgo
ideológico partidario, los partidos tienen una vocación de representación universal, en tanto
necesitan de la mayor cantidad posible de votos para lograr su principal objetivo de hacerse del
poder para estar en condiciones legítimas y legales de ejercerlo.
Por su parte, los grupos de interés también suelen ser actores institucionalizados con un grado
de estructuración fuerte y relativamente estable; pero, a diferencia de los partidos políticos, no
orientan su acción hacia el ejercicio del gobierno, sino a ejercer presión sobre él con la intención
de que las decisiones gubernamentales los beneficien o los perjudiquen lo menos posible. En este
sentido, representan intereses sectoriales, por lo general vinculados a la esfera económica. No
obstante, cabe señalar el crecimiento de grupos de interés en torno a posiciones culturales, de
género, ambientalistas, etc.
Usted deberá vincular este análisis sobre los grupos de interés con el texto de Philippe
Schmitter, quien incursiona en el tema de los neocorporativismos para discutir el problema del
sistema de representación de intereses en las sociedades modernas. Este autor entiende que el
corporativismo moderno, o "neocorporativismo", puede ser pensado como una respuesta
alternativa a la representación pluralista en tiempos de cambio en la economía mundial. Aun
asumiendo su potencialidad como mecanismo de representación de intereses en las sociedades
contemporáneas, el propio autor advierte que esta modalidad de representación resulta, en muchas
ocasiones, sobrepasada por el auge de movimientos sociales y acciones espontáneas de protesta
que desafían los límites institucionales de la acción colectiva.
Con respecto a esto último, los movimientos sociales y políticos son un tercer tipo de actor
colectivo, que establecen redes informales (no institucionalizadas o con bajos niveles de
institucionalización) de interacción compuesta por individuos, grupos e incluso organizaciones de
estructura débil o circunstancial. Al igual que los partidos, estos movimientos tienden a socializar
a sus miembros en creencias compartidas que proveen de un sentimiento de pertenencia e
identidad colectiva. Estos movimientos apelan a la acción a través de protestas, movilizaciones
populares, acciones mediáticas, entre otras, para hacer llegar sus demandas al Estado. Como
vemos, los movimientos sociales expresan sus preferencias a través de vías de intervención no
convencionales.
Su falta de institucionalización es un indicador de la precariedad a lo largo del tiempo. Es
decir, su pretensión de perdurabilidad es limitada. Como señala Josep Valles en el texto, el
desvanecimiento de los movimientos sociales puede ser fruto tanto de su éxito como de su fracaso.
En el primer caso, habrán evolucionado hacia otras formas de organización social (partidaria o
corporativa); en el segundo caso, su desaparición habrá de asociarse a la pérdida de apoyo social
de su demanda e incluso a la desaparición de la misma.
Esta temática es abordada lateralmente por Gabriela Delamata en su artículo, quien realiza un
estudio sobre los procesos de protesta social que han tenido lugar en nuestro país desde la década
del 90, haciendo hincapié en las condiciones sociales, económicas y políticas que dieron lugar a
su surgimiento. La inclusión de esta lectura tiene por objetivo que profundice y aplique a nuestra
realidad sociopolítica la discusión en torno de la representación de intereses, la participación
política y la movilización social.

Actividades de aprendizaje

Actores políticos colectivos

Actividad 1

A lo largo del programa de la materia, hemos abordado el conocimiento de la realidad política


desde distintas dimensiones como, por ejemplo, el tipo de comunidad política, el sistema y
régimen político y las formas de gobierno. Una ruta alternativa es conocerla estudiando a los
actores que la impulsan. Al aproximarse de esa manera a lo político, uno se encuentra, en primer
lugar, con individuos y con diferentes tipos de actores colectivos que participan de la vida
política desarrollando distintos tipos de acciones.
El objetivo general de esta actividad es que usted esté en condiciones de comprender el
fenómeno de la participación política en las sociedades contemporáneas. En unidades previas,
hemos aprendido que: 1) la participación política no se restringe únicamente a los regímenes
democráticos, aunque éstos son los que generan mejores condiciones para la plena vigencia y goce
del derecho a la participación; 2) la participación política no se expresa sólo a través de la
participación electoral, aunque ésta sea una de sus manifestaciones más relevantes y
exponenciales por la cantidad de gente que interviene y la función de la misma consistente en
crear gobiernos a través del voto; 3) los regímenes no democráticos establecen reglas
discrecionales de participación que abarcan distintos objetivos desde la prohibición del derecho,
pasando por múltiples modalidades de restricción o control de la participación, hasta la
participación dirigida desde arriba, es decir desde el Estado.
La participación política en las sociedades modernas nos conduce al estudio de los actores
colectivos, entre ellos partidos políticos, grupos de interés y movimientos sociales y políticos.
Éstos, que pueden ser muy diversos, tienen en común que están formados por individuos asociados
libremente con fines semejantes y con voluntad de intervenir en el conflicto político.

a. Valles propone caracterizar a los actores colectivos a partir de cuatro características comunes.
Mencione cuáles son.
b. Determine y explique cada uno de los criterios que permiten diferenciar a los actores colectivos
(partidos políticos, movimientos sociales y grupos de interés).
c. Explique por qué los actores políticos colectivos adquieren protagonismo en sociedades
complejas en condiciones de políticas de masas.

Grupos de interés

Actividad 2

Uno de los actores colectivos presentes en las sociedades contemporáneas son los grupos de
interés. Existe una amplia variedad de ellos: los que persiguen fines económicos, los que
defienden intereses laborales, los que representan a los estudiantes y los que sostienen posturas
éticas y morales, específicamente en los derechos humanos y en el campo de la fe. A partir de lo
señalado, podemos inferir que los grupos de interés canalizan y representan intereses sectoriales.
Esperan que la dirigencia política adopte medidas que de alguna manera los satisfagan, caso
contrario, y según los recursos con los que cuentan, comienzan a desplegar su acción, la cual
supone un conjunto de estrategias y pasos sucesivos:

Algunos autores interpretan estas acciones como mecanismos que se desarrollan para ejercer
presión sobre el Estado, de allí que en parte de la literatura especializada en la materia se los
denomine también "grupos de presión".
a . Defina grupos de interés, teniendo en cuenta los indicadores considerados por Valles para
clasificarlos por:
- objetivos;
- tipo de acciones desarrolladas;
- recursos disponibles.
b. Explique la siguiente frase de Valles (2000: 348):

"Los grupos de interés pretenden convencer al poder institucional y a las


elites que lo gestionan de que los intereses particulares de dichos grupos
coinciden con los intereses generales de la sociedad.".

c . En esta actividad ya hemos trabajado la idea de que los grupos de interés, cuando se ven
obligados a utilizar mecanismos de presión para conseguir lo que desean, pueden tratar de acceder
directamente con sus dirigentes para persuadir a la autoridad pública respectiva acerca de la
importancia de su demanda. Pero existen también otras posibilidades, por ejemplo, que el grupo
recurra a una persona que tenga más fácil acceso a la autoridad, por razones de amistad,
influencia, o alguna otra, para que haga de puente o intermediario en el planteamiento de la
demanda y en la obtención de un resultado favorable. Esa persona o tercero realiza una gestión de
interés para el grupo. A estos procedimientos se los suele denominar "hacer lobby.[62] Con
respecto a su origen, algunos autores señalan que el mismo nace en Inglaterra en la época de los
Whig y de los Tories en el parlamento inglés, donde los ciudadanos circulaban por los pasillos o
vestíbulos (lobby) para concurrir a las oficinas y salas de reuniones de los parlamentarios, con el
objetivo de abordarlos, en forma verbal o por escrito, para persuadirlos de que aprueben o
rechacen determinado asunto de tratamiento parlamentario. Con el tiempo esa práctica se
especializó y profesionalizó, pasando a ser una actividad remunerada.[63] No obstante, hay quienes
sostienen que el lobby es una creación norteamericana, cuando empiezan las tensiones entre el
Norte y el Sur por las leyes de prohibición de la esclavitud. Personas influyentes presionaban a
los congresistas y funcionarios en un gran lobby o vestíbulo de un hotel de la ciudad de
Washington D.C. para abogar por sus intereses. De todas maneras, es durante la presidencia de
Roosevelt que el lobby se generaliza como práctica profesional, al punto tal que desde la década
de 1950 se adoptan medidas tendientes a regular la actividad. Hoy la misma se rige por una ley de
1995 que estableció el registro de lobistas y sus actividades.[64] Actualmente el número de
organizaciones que se dedican al lobby en los EE.UU. superan las 23 mil.
Valles analiza el proceso de lobby, por lo tanto le proponemos que a partir de la lectura construya
una definición de lobby y explique qué relación existe entre los lobbiesy los grupos de interés.
d. Analice la conclusión a la que arriban Roth y Wilson respecto de que el lobby constituye la
gestión de intereses privados en el ámbito de lo público.[65]
e. Mencione grupos de interés relevantes de nuestro país y señale a qué sector social representan.

Movimientos sociales

Actividad 3

El segundo tipo de actores colectivos que vamos a analizar son los movimientos sociales. Su
origen suele situárselo con las Revoluciones Burguesas, y luego, en el siglo XIX, a partir del
conflicto social de clases. Por lo tanto, los primeros movimientos sociales tenían una base
eminentemente clasista, en especial, de los sectores obreros. A partir de mediados del siglo XX,
los movimientos sociales se multiplican y ensanchan el contenido de sus idearios, demandas e
intereses que representan. En la actualidad el abanico es amplísimo: movimientos indigenistas,
agrarios, ecologistas, étnicos, antiglobalización, entre otros.
a. Caracterice a los movimientos sociales a partir del grado de integración, grado de organización
y tipo de discurso.
b. Una de las características que sobresalen de los movimientos sociales es su celeridad y la falta
de vocación por perdurar. En este sentido, le solicitamos que explique por qué la desaparición de
un movimiento social puede ser tanto fruto de su éxito como de su fracaso. Ejemplifique.
c . ¿Qué factores explican el surgimiento de los nuevos movimientos sociales? ¿Qué tipo de
movimientos Valles engloba dentro de esta categoría?
d. ¿Qué tipo de acciones suelen desarrollar los movimientos sociales? Explique la doble lógica
que subyace al accionar de los movimientos sociales (como instrumentos de participación y
medios de expresión de determinando contenido simbólico).
e. A continuación, le presentamos una serie de fragmentos que aluden a dos procesos distintos de
movilización política. Los primeros tres documentos[66] hacen alusión a la movilización popular
del 17 de Octubre de 1945. El cuarto documento sintetiza una de las protestas más importantes en
los orígenes del movimiento de antiglobalización.
f . Lea los documentos citados y luego compare los dos procesos de movilización política
reseñados distinguiendo: los actores sociales involucrados, grado de organización de los mismos,
objetivo de la protesta, escenario de actuación (so-cial/ político, nacional/ mundial), estrategia
(conflictiva/ no conflictiva), posición frente al poder institucional y recursos disponibles.

Una multitud pidió en la Plaza de Mayo la libertad de Perón[67]

Una jornada dramática vivió ayer Buenos Aires, tal vez, la más tensa desde los días que
precedieron y siguieron a la renuncia del ex vicepresidente coronel Juan Domingo Perón. Una
multitud se reunió ayer frente a la Casa de Gobierno, en la Plaza de Mayo, para pedir a gritos
la libertad de Perón. [...] Un intento del Presidente Farrell de calmar a la multitud fracasó
poco después de las 11.15. El presidente inició su discurso con la frase (sic) "trabajadores",
pero fue interrumpido por los gritos de "Perón, Perón" de los manifestantes [...] Para entonces,
las seccionales de toda la Capital informaban que miles de personas se reunían en varios
puntos de la ciudad para marchar hacia la Casa de Gobierno [...] se informó que en la calle
Callao y Cangallo, Callao y Córdoba y Montevideo y Cangallo se habían formado tres
columnas de diez cuadras de extensión que marchaban a Plaza de Mayo. [...] El Coronel Perón
llegó a la casa de gobierno a las 22.25 y a las 23 salió a los balcones para hablar a la
multitud. "Hace dos años pedí confianza. Me dijeron que este pueblo, al cual yo sacrificaba
todas mis horas de sueño y de trabajo había de traicionarme. Que sepan hoy los indignos
farsantes que este pueblo [...] no engaña a nadie, que no los traiciona [...]. La CGT dio
comienzo a las dos de la madrugada de hoy jueves 18 a un paro general de 24 horas.

Tierra sin nada, tierra de profetas[68]

Llegaban cantando y vociferando, unidos en una sola fe. Era la muchedumbre más heteróclita
que la imaginación puede concebir. Los rastros de sus orígenes se traslucen en sus fisonomías.
Descendientes de meridionales europeos iban junto al rubio de trazos nórdicos y al trigueño
de pelo duro en que la sangre de un indio lejano sobrevivía aún. [...] Venían de las usinas de
Puerto Nuevo, de los talleres de Chacarita y Villa Crespo, de las manufacturas de San Martín
y Vicente López, de las fundiciones y acerías del Riachuelo, de las hilanderías de Barracas.
Brotaban de los pantanos de Gerli y Avellaneda. Hermandados en el mismo grito y en la
misma fe, iban el peón del campo de Cañuelas, el tornero de precisión, el fundidor, el
mecánico de automóviles, la hilandera y el empleado de comercio. Era el subsuelo de la
patria sublevado. Era el cimiento básico de la nación que asomaba, como asoman las épocas
pretéritas de la tierra en la conmoción del maremoto.

"El Huracán de la Historia"[69]

No hay nada en nuestra historia que se parezca a lo del 17 de octubre. [... ] Porque lo más
singular del 17 de octubre fue la violenta y desnuda presentación de una nueva realidad
humana que era expresión auténtica de la nueva realidad nacional. Y eso es lo que resultó más
chocante a esta Buenos Aires orgullosa de su rostro europeo: reconocer a esa horda
desaforada que tenía el color de la tierra, una caricatura vergonzosa de su propia imagen.
Caras, voces, tonos desconocidos: la ciudad los vio con la misma aprensión con que vería a
los marcianos desembarcando en nuestro planeta. [... ] Empezaba la mañana cuando
comenzaron a llegar rotundos, desafiantes, caminando o en vehículos que habían tomado
alegremente por asalto y cuyos costados repetían hasta el hartazgo el nombre de Perón en tiza,
cal y carbón. A medida que avanzaban, las cortinas de los negocios bajaban abruptamente con
tableteo de ametralladoras. Venían de las zonas industriales aledañas a Buenos Aires. Nadie
los conducía, todos eran capitanes.

La "Batalla de Seattle" adelanta el inicio del nuevo milenio[70]

Frente a la convocatoria de la reunión de la OMC en Seattle en el mes de noviembre para el


inicio del Millenium Round organizado por la OMC (Ronda del Milenio, negociaciones
gubernamentales tendientes a la liberalización mundial del comercio), una declaración de los
miembros de la sociedad civil internacional que se oponían a la constitución de un "mercado
global" dominado por las corporaciones transaccionales comenzó a circular desde inicios de
1999. Impulsada por un numeroso y diverso conjunto de organizaciones sociales dicha
declaración había logrado reunir, hacia agosto de ese año, más de ochocientas adhesiones
provenientes de más de setenta países del mundo, centralizadas por la organización Amigos de
la Tierra (Friends of the Earth) con sede en Londres.
[...] El escenario estaba pronto. Los torrentes subterráneos de rechazo al liberalismo
económico estaban listos para desembocar en Seattle y demostrar al mundo, y a los
desprevenidos funcionarios gubernamentales, que comenzaba a llegar a la ciudad el día 26 de
noviembre, la silenciosa pero pujante fuerza que se había ido construyendo. Un rápido repaso
de los hechos nos muestran el intenso y ferviente debate y la magnitud de la protesta: el 26 y
27 se celebró la conferencia del International Forum on Globalization en la que participaron
académicos y representantes de organizaciones. Al día siguiente un foro discutió la OMC y el
sistema de guerra global, mientras Jubileo 2000 organizaba una misa. El 29 un nuevo foro
abordaba la cuestión del libre comercio y la salud y medioambiente. Estudiantes y militantes
norteamericanos comenzaban a converger en la ciudad.
El 30 de noviembre se libraba en las calles la "Batalla de Seattle". Miles de estudiantes
marcharon al centro de la ciudad. Miles de ecologistas, feministas, campesinos y agricultores,
activistas de derechos humanos se sumaron a la protesta contra las políticas de la OMC. Las
intersecciones de las calles fueron bloqueadas por las "tortugas de Seattle"; los estudiantes
realizaron sentadas frente a los hoteles de las delegaciones oficiales y sobre todo alrededor
del Centro de Convenciones en donde estaba prevista la ceremonia de apertura de la Ronda
del Milenio. La policía reprimió salvajemente con balas de goma y gases pimienta y las
famosas imágenes de los manifestantes disfrazados de tortugas verdes recorrieron el mundo.
El Memorial Stadium fue escenario del gigantesco acto Labor Rally donde participaron
30.000 militantes sindicales. Al finalizar el acto, 50.000 personas marcharon por la calles de
Seattle haciendo fracasar la apertura de la reunión de la OMC y bloqueando las reuniones en
los hoteles. Durante toda la noche se libró una verdadera batalla en las calles donde miles de
activistas fueron detenidos. La protesta callejera y la represión se prolongaron hasta el día 3,
momento en que estallaron las diferencias en el seno de la OMC y numerosos representantes
de los países del Tercer Mundo elevaron su voz contra las negociaciones de los países
industrializados y la "farsa del milenio". El fracaso de la reunión exacerbó las controversias
comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea.

Comparación de los actores colectivos

Actividad 4

Nos interesa particularmente que pueda establecer una comparación entre partidos políticos,
grupos de interés y movimientos sociales, reconociendo las diferencias y similitudes entre estos
actores. Por ello, es necesario que tenga bien presente, la noción de pluralismo democrático y las
funciones que han desempeñado históricamente los partidos políticos, temas que hemos abordado
en la Unidades 3 y 5.
a. En esta actividad lo invitamos a trabajar nuevamente con las definiciones de partidos políticos,
grupos de interés y movimientos sociales. El objetivo consiste en que explique las diferencias
entre los tres tipos de actores colectivos, expuestas en el cuadro elaborado por Valles en su texto
(Cuadro V2.2.1, "Una tipología ideal de actores colectivos").
b. Para trabajar la relación entre los movimientos sociales y los partidos políticos le proponemos
lo siguiente:
b.1. Lea el párrafo extraído del texto de Linz, que citamos a continuación.
b.2. Confeccione dos listados: en uno enumere las características que Linz les atribuye a los
movimientos sociales y en otro a los partidos.
b.3. Compare sus listados con los atributos que Valles les asigna a estos actores colectivos y
extraiga conclusiones.

Algunos especialistas y un número significativo de ciudadanos han visto a


los movimientos sociales como más atractivos que los partidos y como la ola
del futuro. Esto está basado en una equivocación acerca de su naturaleza y
funciones. Los movimientos sociales, generalmente enfocados sobre un tema
singular, no tienen que sopesar demandas en conflicto y cumplir
compromisos, y pueden movilizar el entusiasmo de minorías fuertemente
comprometidas, al menos de manera temporaria, de formas que no lo
pueden hacer los partidos menos ideológicos, que intentan ganarse el apoyo
de una gran y heterogénea mayoría de votantes. Los movimientos sociales
pueden criticar a los partidos por sus compromisos y ambigüedades,
contrastando su posición principista o idealista con el pragmatismo de los
partidos que tienen que gobernar o aspiran a gobernar. (Linz, 2004: 200)

c. Explique la siguiente afirmación identificando las diferencias entre los partidos políticos y los
grupos de interés:

En definitiva podemos concluir que son grupos de presión los grupos


organizados que, a pesar de que tratan de influir en la distribución de los
recursos dentro de una sociedad ya sea para mantenerla invariada ya sea
para cambiarla a su favor, no participan directamente en el proceso
electoral y, en cierto modo, no están interesados realmente en administrar
por cuenta propia el poder político.[71]

Movimientos sociales en la Argentina reciente

Actividad 5

La mayor parte de la literatura especializada señala que la crisis de representación política


está indiscutiblemente asociada a la aparición de nuevas formas de asociación política que
rechazan los tradicionales mecanismos de representación de intereses y canalización de demandas
partidarias. En el artículo de Delamata se analiza la evolución de los movimientos sociales
locales a lo largo de dos décadas, haciendo hincapié en las condiciones sociales, económicas y
políticas que dieron lugar al surgimiento de los mismos. En este sentido, Delamata propone una
serie de claves de lectura para comprender y explicar las nuevas modalidades de protesta en la
Argentina actual y su impacto sobre la concepción de lo público, la política y la ciudadanía.
Le recomendamos que para trabajar sobre esta temática, tenga bien presente los siguientes
puntos: 1) crisis del Estado keynesiano de bienestar; 2) partidos y funciones, objeto de estudio en
las Unidades 3 y 5 de este programa.
a . Teniendo en cuenta elementos que menciona Delamata como centrales para explicar la
transformación y complejización de la protesta en la Argentina de los 90, explique los rasgos
característicos de la protesta laboral tradicional y el rol que les cae a los sindicatos en dicho
esquema.
b. Delamata sostiene que en la década del 90 surgen dos formas novedosas de protesta social (los
estallidos y los cortes de ruta) a raíz de la combinación del drástico cambio en el mercado de
trabajo y el agotamiento de la red de seguridad social. ¿Cuáles son las diferencias y las
semejanzas entre ambas modalidades?
c. Explique las razones por las cuales la autora señala que tras el triunfo de la Alianza en 1999, la
protesta se fortalece y se multiplica. Tenga presente los conceptos de estructura, de oportunidad
política y fractura del sistema político para dar cuenta de ello.
d. A partir de 2001, se verifica la emergencia de nuevos actores en el escenario de la protesta que
engloba a sectores de la clase media. Caracterice a dichos actores.
e. ¿Qué relación establece la autora entre las distintas formas de protesta y la resignificación de la
ciudadanía en nuestro país?
f . Considerando las categorías utilizadas por Valles para definir a los movimientos sociales,
compare a los principales actores colectivos analizados por Delamata:

g. Desde hace unos años las relaciones entre el gobierno de la presidenta Cristina Kirchner y el
sector rural son conflictivas. Su máxima tensión se dio a mediados de julio del año 2008, cuando
se sucedían movilización, discursos y contra discursos en vísperas a la sesión de la Cámara de
Senadores para tratar la derogación de la Resolución 125 sobre retenciones a las exportaciones de
productos agrarios.
g.1. Lea el artículo periodístico que citamos a continuación.
g.2. Identifique los actores colectivos que se mencionan en dicho artículo y señale los intereses
que representan.
g.3. Mencione las medidas de acción directa citadas en el artículo.
g.4. Analice cuáles fueron las reacciones del gobierno frente a las presiones del sector rural.
Crisis agraria en Argentina genera movilizaciones masivas (Agencia AP)

BUENOS AIRES, Argentina, julio 15, 2008.- El Gobierno argentino y las patronales
agrarias hicieron este martes una demostración de fuerza en multitudinarias movilizaciones
paralelas en Buenos Aires, convertidas en un reflejo de la grave división que sufre el país
desde que estalló el conflicto hace más de cuatro meses. Lejos de acercar posiciones, el
oficialismo y los líderes de las entidades agrarias endurecieron sus críticas y se reafirmaron
en sus posiciones, en vísperas de que se debata en el Senado el polémico decreto de subida de
los impuestos a la exportación de granos que fue el detonante de la crisis.
Los partidarios del Gobierno abarrotaron la plaza del Congreso para escuchar al ex
presidente Néstor Kirchner, líder del Partido Justicialista (peronista) y, según analistas
locales, la persona que concentra el poder en Argentina. Ante más de 300 mil personas según
los organizadores, cifra reducida a unas 95 mil por fuentes extraoficiales citadas por medios
locales, Kirchner cargó de nuevo contra los productores agrarios, a los que acusó de apoyar a
la dictadura militar y tratar de desestabilizar a su esposa, la presidenta Cristina Fernández.
"Acá quisieron destituir al Gobierno y desestabilizar a la patria", sostuvo el ex gobernante,
que reiteró que el Gobierno acatará "sea cual fuere" la decisión del Parlamento sobre el
polémico proyecto tributario que lo mantiene enfrentado con el sector rural desde hace 126
días.
Dirigentes sindicales, gobernadores, ministros y altos funcionarios del Gobierno arroparon a
Kirchner durante su intervención, su última baza antes del debate del decreto.
Poco después, y a apenas unos kilómetros al norte del Congreso, unas 225 mil personas, según
fuentes extraoficiales, se concentraron en el barrio de Palermo para expresar su rechazo a la
política de los Kirchner y acompañar a los productores agropecuarios.
Uno por uno, los principales líderes de las organizaciones agrarias, acompañados de
dirigentes de la oposición y de reconocidos peronistas críticos con el Gobierno, denunciaron
la estrategia del Ejecutivo, rechazaron las acusaciones de Kirchner y pidieron a los senadores
que voten en contra de la reforma tributaria.
"¿Es tan débil un presidente para que una resolución lo voltee?", se preguntó el titular de la
Federación Agraria de la provincia de Entre Ríos, Alfredo de Angeli, convertido en un
símbolo del llamado "sector duro" de la protesta rural. "El ex presidente quiere manejar el
barco desde la sala de máquinas y lo va a estrellar al barco que es el país y no se lo vamos a
permitir", insistió De Angeli.
"No vinimos acá a presionar a nadie. No queremos condicionar la voluntad de ningún
legislador. Simplemente solicitamos a los senadores que voten a conciencia. Un conflicto de
esta magnitud no puede dirimirse en el estrecho marco de las fidelidades partidarias", dijo el
presidente de la Sociedad Rural, Luciano Miguens.
El presidente de las Confederaciones Rurales Argentinas, Mario Llambías, apuntó que "hay
senadores que se van a jugar por el país, otros que están dudando, y quienes por una mal
llamada disciplina partidaria juegan en contra los intereses del pueblo, pero lo peor es que
hay legisladores que están siendo presionados por el gobierno para que cambien su voto". "A
los que están indecisos, les digo que acá está el pueblo apoyándolos y pidiéndoles que voten
por nosotros", apuntó por su parte De Angeli. Unos y otros coincidieron en que la lucha rural
no concluirá mañana, independientemente del resultado de la votación en el Senado, y
reclamaron un plan agropecuario nacional.
"Esto va a seguir. Ganemos o perdamos mañana, esta medida (de las retenciones) no va a
poder continuar", concluyó el presidente de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi.
El conflicto del campo se ha convertido en la más grave crisis que enfrenta Cristina Fernández
en sus seis meses de mandato. Las huelgas comerciales agrarias y los cortes en las rutas
convocados por las patronales agropecuarias durante los 126 días de conflicto han supuesto
pérdidas millonarias para el país, han agudizado la división interna y han precipitado una
caída en picado de la imagen de la presidenta.

El corporativismo

Actividad 6

Schmitter entiende al corporativismo como un sistema moderno y distintivo de representación


de intereses y, para abordarlo, propone un concepto operativo del mismo y la distinción de
subtipos de corporativismo. Esta última ejemplifica modalidades particulares y diferentes de
relaciones entre las organizaciones, los partidos políticos, las asociaciones y el Estado y un
distanciamiento del concepto de pluralismo tan en boga en Estados Unidos.
a. El autor, luego de delimitar el concepto de sus acepciones ideológicas, como producto de una
cultura política o de un Estado orgánico, define el corporativismo de manera operativa. Defina y
desarrolle dicho concepto y explique por qué Schmitter sostiene que su conceptualización remite a
una descripción de un "tipo ideal". Para ello retome el concepto weberiano trabajado en la Unidad
1.
b. En el transcurso del capítulo, Schmitter sostiene que el corporativismo y el pluralismo, aunque
comparten ciertos presupuestos básicos, difieren sustanciosamente en las respuestas que dan
ambos a los problemas y hechos de la política moderna. Explique los presupuestos que comparten
y aquellos en los que se diferencian.
c. Al definir el concepto de corporativismo, analice detalladamente los elementos estructurales y
funcionales que componen dicha definición y explique a partir de ellos el corporativismo estatal y
el corporativismo social.
d. Le proponemos un ejercicio de integración con las Unidades 2 y 3. Para ello vamos a retomar
lo estudiado sobre tipos de Estado y tipos de régimen político, para que identifique los sistemas
políticos en los cuales existen mayores probabilidades de que surjan los distintos subtipos de
corporativismo.

Actividad 7

La propuesta de la presente actividad es la de integrar los distintos conceptos que hemos


trabajado a lo largo del programa. Le sugerimos que escriba un párrafo o confeccione un cuadro
sinóptico a partir de relacionar los siguientes conceptos:
Poliarquías/ ciudadanía/ crisis de representación política/ partidos políticos /corporativismo
social/ movimientos sociales.

Orientaciones para las respuestas

Actividad 1

En términos generales, la lectura del texto de Valles le habrá permitido comprender que la
participación política y la representación de intereses en las sociedades democráticas suponen la
existencia de una pluralidad de actores colectivos con distintos niveles y grados de organización,
entre los que se destacan los partidos políticos, los grupos de interés y los movimientos sociales.
Si bien los partidos políticos son los únicos que monopolizan la función electoral y la
administración directa del poder, compiten con éstos otros actores en términos de ser canales de
participación, crear identidades, agregar y articular demandas y representar a los diversos grupos
sociales. Esta diversidad de actores en el marco de las democracias políticas, como hemos
trabajado a lo largo de la materia, se enmarca en dos supuestos básicos de la política moderna:
pluralismo y conflicto.
En la lectura del texto, habrá podido apreciar que aunque los actores sociales colectivos
comparten algunas características, es posible distinguirlos en función de algunos criterios básicos:
la estabilidad de su estructura, el tipo de discursos u objetivos que persiguen y el escenario en el
que actúan, entre otros.
Por último, nos interesa que reflexione a cerca de las condiciones sociales que favorecen el
surgimiento y acción de los actores colectivos. En tal sentido, citamos una de las frases de Valles
respecto de la relación existente entre la política de masas y los actores colectivos.

Actividad 2

Este conjunto de ejercicios agrupados en esta actividad tienen por foco el análisis de los
grupos de interés. Estos últimos pueden concebirse como asociaciones de tipo voluntario que
nuclean a determinados colectivos sociales o económicos con el fin de influir sobre las políticas
públicas. En este sentido, los grupos de interés representan intereses sectoriales y su grado de
estructuración es alto. Valles, como habrá notado, entiende que los recursos con los que cuentan
son básicamente dos: económicos y conocimiento experto. Entre los recursos de poder se le dará
especial atención a las gestiones de lobby que llevan a cabo los grupos, ya sea de manera directa
o mediante la contratación de servicios de lobbystasprofesionales. Como usted habrá apreciado,
los grupos de interés no son lobbies; estos últimos, en tanto agencias conformadas por equipos de
profesionales y expertos en determinadas temáticas, tienen como objetivo relacionarse con el
poder estatal a fin de influenciar decisiones gubernamentales. Y es por ello que el autor los
clasifica dentro de las agencias gubernamentales y empresas de servicios profesionales, que en
muchos casos brindan el servicio de lobbying a los grupos de interés. A partir de ello, esperamos
que pueda reflexionar y extraer conclusiones sobre la opinión de Roth y Wilson acerca del lobby y
la contraposición que se establece entre intereses privados e intereses públicos.
Para terminar, le planteamos un ejercicio de aplicación que tiene por finalidad que logre
identificar en el escenario político argentino, los grupos de interés relevantes, es decir, aquellos
que tienen capacidad para influenciar en las decisiones del gobierno, por persuasión, por lobby,
por amenaza o por acción directa.

Actividad 3

Esta actividad tiene por finalidad el análisis de los movimientos sociales. A partir de la lectura
habrá comprendido que los movimientos sociales, como forma de acción colectiva, tienen
características propias. Habrá notado que los actores involucrados son tan diversos como los
objetivos que persiguen: obreros, pacifistas, feministas, ecologistas, estudiantes, minorías étnicas,
religiosas, sexuales, antiglobalización, entre otros, y han protagonizado protestas a lo largo de la
historia haciendo política por medios no convencionales. Quizás este último punto sea el que más
los distancia de los partidos y los grupos de interés: el escenario de su actuación es social y no
institucional, por lo tanto, su grado de organización es muy variable. Su orientación hacia el poder
estatal supone la existencia de un conflicto frente al cual el Estado debe dar respuesta, siendo la
movilización popular uno de los recursos básicos de este tipo de actor colectivo.
Una vez finalizado el estudio conceptual, le planteamos detenernos en el análisis empírico, de
modo tal de poder apreciar si resulta factible la aplicación de las categorías de análisis
aprendidas. En esta actividad le propusimos comparar dos movimientos sociales diferentes
utilizando las categorías presentadas por Valles. Para responder correctamente esta actividad,
debería haber considerado los siguientes elementos, entre otros. Como sabrá, el primero de ellos,
se produjo en nuestro país el 17 de octubre de 1945 y se trató principalmente de una movilización
obrera cuyo objetivo primordial consistía en exigir la libertad de Perón, por aquel entonces
depuesto Secretario de Trabajo y Previsión Social. La segunda movilización, mucho más reciente,
tiene características muy distintas. Como habrá apreciado, el escenario de actuación no es
nacional, sino transnacional; los actores sociales que protagonizan la protesta son también
diferentes, ya no se trata sólo de obreros y sindicatos, sino más bien de diversos colectivos
sociales (sindicatos, intelectuales, estudiantes, redes sociales, asociaciones, ONG, publicaciones,
etc.), cuya articulación es descentralizada y no jerárquica. Y es la oposición a la liberalización
mundial del comercio y a la reunión de la OMC lo que nuclea a los actores, atravesando a las
diferentes clases sociales. A partir de la lectura del fragmento, habrá notado también que los
métodos de protesta son novedosos, aunque la protesta callejera continua siendo la clave.

Actividad 4

La resolución de esta actividad permite profundizar la comprensión de los conceptos


trabajados en la unidad. Para explicar las diferencias expuestas en el cuadro V2.2.1, "Una
tipología ideal de actores colectivos", de Valles, necesitó tener bien presentes las definiciones de
partido político, grupo de interés y movimiento social. El ejercicio que tenía que realizar es el de
comparación. A modo de ejemplo, respecto de la estrategia y la orientación hacia el poder
institucional de los actores: en el caso de los movimientos sociales, las acciones políticas son no
convencionales y sabemos que carecen de inserción institucional, por lo que podríamos suponer
que su estrategia es la del enfrentamiento o conflicto. Una situación distinta es la que presentan los
grupos de interés, cuya actuación no es enteramente extra institucional, y cuyo objetivo primordial
consiste en presionar e influenciar políticas públicas, por lo que les interesa tener acceso a los
lugares de toma de decisión del Estado. Finalmente, los partidos políticos son los únicos que
monopolizan la función de gobierno, y tienen, por lo tanto, una clara inserción institucional y su
estrategia es la confrontación electoral con otros partidos.
Luego le pedimos que explique una de las principales diferencias entre los partidos políticos y
el resto de los actores colectivos. Para ello habrá debido recordar lo estudiado en la Unidad 5,
cuando se analizaron las funciones y fines de los partidos políticos.
En los puntos siguientes se insiste en la comparación entre partidos políticos y movimientos
sociales, por un lado, y partidos y grupos de interés, por el otro. Usted debe haber notado que se
reiteran varias de las características analizadas por Valles. Por ello creemos que este ejercicio
permite terminar de comprender la naturaleza distintiva de cada uno de estos actores colectivos.

Actividad 5

Esta actividad tiene por finalidad aplicar al caso estudiado por Delamata las categorías
propuestas por Valles en su análisis de los movimientos sociales. Para resolverla correctamente,
es necesario que usted identifique a los protagonistas de los piquetes, las asambleas y los
ahorristas. Así, habrá comprendido que mientras los primeros nuclean a trabajadores
desempleados (en sus orígenes de ciudades del interior del país), en las asambleas y el
movimiento de ahorristas convergen principalmente clases medias urbanas. Por otro lado, habrá
notado que los objetivos y los discursos de cada uno de estos actores colectivos no pueden ser
comprendidos por fuera del escenario histórico en el cual emergen. De esta manera, la demanda
de mayor participación política de las asambleas se inscribe en la Argentina de 2001, y el rechazo
al desempleo y la precarización laboral que proclaman los piquetes data de mediados de la
década de los noventa. Lo anterior también explica, como sabrá, las diferencias en cuanto a las
modalidades de protesta. Por ejemplo, los piquetes desde sus orígenes adoptaron el corte de rutas
nacionales como modalidad, en tanto la demanda de inclusión estaba dirigida al Estado nacional.
Otra cuestión que habrá tenido presente está asociada al grado de estructuración. En este punto,
habrá notado que a diferencia de lo acontecido con las asambleas y los ahorristas, los piquetes
han logrado una organización mayor que les ha permitido trascender en el tiempo.
Por último, completamos el estudio sobre los movimientos sociales en la Argentina reciente a
partir de un artículo de la Agencia AP que nos sirve como disparador para analizar la
movilización rural desatada a partir de la crisis en la relación entre el gobierno de la presidenta
Kirchner y los grupos de interés del sector agrario. Nuestro objetivo es que pueda examinar el
artículo a la luz de los conceptos trabajados por los autores de la unidad.

Actividad 6

Para responder satisfactoriamente la actividad, usted tendrá que haber estudiado en primer
lugar los conceptos weberianos de la Unidad 1, los tipos de Estado presentados en la Unidad 2, en
especial el Estado liberal, el estado Benefactor y el Estado keynesiano, y su relación con el modo
de producción capitalista, los tipos de régimen democrático y no democrático presentados en la
Unidad 3 y, por último, el texto de Schmitter propuesto en esta unidad. Este último está
representado en la actividad siguiente, sin embargo es aconsejable tener una lectura previa al
abocarse al tema del corporativismo o neorcorporativismo.
Una vez definido el concepto de corporativismo y diferenciado del pluralismo, podrá notar que
el primero es una particular manera de representación de intereses que enmarca la participación
política presente en las sociedades modernas de diversos países tanto europeos (España, Portugal,
Italia, Suecia, Bélgica, etc.) como americanos (Brasil, Chile, Perú, México, etc.) muy diferentes
entre sí y que poseen regímenes políticos distintos. Es decir, le habrá llamado la atención que el
corpora-tivismo esté presente en sociedades democráticas donde se expresan ciertas libertades y
garantías de participación, pero también en sociedades donde el régimen político es autoritario y
con las características que usted ya estudió en las unidades anteriores.
Por este motivo, es menester y relevante diferenciar los subtipos de corporati-vismo, dado que
de esta manera es posible comprender por qué este sistema de intereses está presente, como se
dijo, tanto en sociedades democráticas como en autoritarias.
En primer lugar, habrá tenido que observar cómo es el sistema político de los países donde se
implementó el corporativismo estatal, es decir, su sistema de partido, el sistema electoral, la
ideología de la clase política, etc., así como también habrá tenido que diferenciar el grado de
desarrollo del modo de producción capitalista en cada país y la inserción en el sistema
internacional. En segundo lugar, deberá haber comparado cómo estas categorías se hacen
presentes en los países donde se desarrolló el corporativismo estatal.
Es así que habrá podido observar, por ejemplo, que en un caso encontramos un sistema político
abierto y democrático, con elecciones libres, un sistema de partido competitivo, una sociedad y
una clase política e ideológicamente heterogénea, subculturas estratificadas, modo de producción
capitalista desarrollado y en el otro que el Estado asume un rol particular en el desarrollo del
capitalismo, entre otros puntos.

Actividad 7

Nos interesa aquí que usted haya ecuperado algunos conceptos trabajados en la materia y los
haya integrado con los de la presente unidad. En este sentido, esta actividad supone invitarlo a
reflexionar sobre las posibles relaciones que pueden establecerse, por ejemplo, entre:

Democracias reales y actores colectivos en el contexto de la crisis de representación


política de los actores políticos tradicionales.
Poliarquías y corporativismo social.
Expansión de la ciudadanía y actores colectivos no tradicionales.
Notas
[1]El Edicto de Milán, conocido como La tolerancia del cristianismo, fue promulgado en el año
313 y por él se estableció la libertad de religión en el Imperio romano, dando fin a las
persecuciones dirigidas por las autoridades contra ciertos grupos religiosos, particularmente los
cristianos.
[2]El Código Teodosiano es una compilación de leyes de carácter oficial, cuya elaboración fue

iniciativa del Estado en la época del Imperio romano. Fue dictado en 438 por el emperador
Teodosio II.
[3]David Easton nació en 1917 en Canadá. Sociólogo de profesión y especialista en ciencias

políticas, cambió el análisis tradicional de los sistemas políticos por un análisis sistemático sobre
las transacciones entre el sistema político y su medio. Su obra más destacada es A system's
analysis of political life (1965), traducido en su versión en español como Esquema para el
análisis político.
[4]Sartori, G. (1984). La política. Lógica y método en las ciencias sociales. México: Fondo de

Cultura Económica.
[5]Las respuestas sobre las razones de la aceptación de la dominación dieron paso a la formación

de variadas teorías, algunas de ellas presentadas dogmáticamente: doctrinas de contenido


religioso, basado en el derecho divino (se obedece porque así Dios lo dispuso); argumentos
basados en el derecho del más fuerte por sobre los débiles. También se han esbozado doctrinas y
teorías jurídicas de contenido patriarcal, patrimonialista y contractual que justifican el dominio. A
esta lista podemos adicionar las justificaciones de carácter teleológico y teorías psicosociales que
plantean la hipótesis de que existe una tendencia humana natural a establecer relaciones de
dominio.
[6]Platón nació en Atenas y vivió entre los años 427 y 347 a.C. Está situado cronológicamente

entre Sócrates, del que fue discípulo, y Aristóteles, del que fue maestro. Perteneció a la clase rica
ateniense.
[7]Aristóteles vivió en Atenas, nació en el 384 y murió en el 322 a. C. Era un meteco (libre sin

derecho a voto). A los 17 años ingresó a la Academia de Platón, donde permaneció hasta la
muerte del maestro, llegando a desempeñarse como profesor. Fue preceptor de Alejandro Magno
durante tres años hasta que éste llegó a la administración del reino. Fundó en el año 335 a.C. el
Liceo, nueva escuela de orientación menos matemática y más biológica y naturalista que la
Academia de Platón. Además llevó a cabo la recopilación de más de 150 constituciones griegas y
de otras ciudades de fuera de Grecia que consiste en una síntesis del régimen de gobierno de
distintas polis. De este trabajo sólo se conserva en la actualidad la constitución de los atenienses.
[8]Nicolás Maquiavelo (Florencia, 1469-1527). Escritor y estadista italiano. Nacido en el seno de

una familia noble empobrecida, Maquiavelo vivió en Florencia en tiempos de Lorenzo y Pedro de
Médicis. Se desempeñó como diplomático, actividad que influyó en la formación de su
pensamiento político, centrado en el funcionamiento del Estado y en la psicología de sus
gobernantes. En El príncipe, obra inspirada en la figura de César Borgia, Maquiavelo describe
distintos modelos de Estado según cuál sea su origen (la fuerza, la perversión, el azar) e infiere
las políticas más adecuadas para su supervivencia. Así, analiza las virtudes que debe reunir el
príncipe en su tarea de gobierno, como por ejemplo: aparentar poseer ciertas cualidades
apreciadas por el pueblo, disimular bien y subordinar todos los valores morales a la razón de
Estado, encarnada en su persona.
[9]Jean Bodin (Angers, 1530-Laon, 1596). Pensador francés, jurista de formación, quien ocupó

diversos cargos (abogado en el Parlamento de París desde 1560, procurador del Tercer Estado en
los Estados Generales de 1576) en épocas de guerras civiles entre católicos y protestantes
(hugonotes). Preocupado por el clima de violencia y el debilitamiento francés, Bodin organizó el
partido de los "políticos", que proponían la tolerancia religiosa y el reforzamiento de la autoridad
del Estado como árbitro que garantizara la paz social. Sus propuestas conducían a un
reforzamiento del poder monárquico, por lo cual se lo suele considerar un precursor teórico del
absolutismo de Luis XIV. No obstante, Bodin incluía varios límites frente a la arbitrariedad del
soberano, como la obligación de respetar las leyes divinas y naturales, o la prohibición de
imponer nuevos tributos sin consentimiento de los representantes de los contribuyentes. Además,
se manifestó a favor del mercantilismo y proteccionismo estatal en materia económica.
[10]Thomas Hobbes (Westport, 1588-Hardwick Hall, 1679). Filósofo contractualista inglés. Sus

conocimientos y contactos con científicos de su época, fueron decisivos para la formación de sus
ideas filosóficas, que lo llevaron a fundir su preocupación por los problemas políticos y sociales
con su interés por la geometría y el pensamiento mecanicista. Su pensamiento político pretende ser
una aplicación de las leyes del mecanicismo a los campos de la moral y la política. Así, sostenía
que las leyes que rigen el comportamiento humano son las mismas que rigen el universo, y todas
ellas son de origen divino. Por ello, el hombre en estado natural es antisocial y sólo se mueve por
el deseo y el temor. Su primera ley natural, que es la auto conservación, lo induce a imponerse
sobre los demás, de lo que se deriva una situación de permanente conflicto: "la guerra de todos
contra todos", en la que "el hombre es un lobo para el hombre". En consecuencia, para sobrevivir
debe consentir la construcción de una sociedad, para lo cual es necesario que cada individuo
renuncie a una parte de sus deseos y llegue a un acuerdo mutuo de no aniquilación con los demás.
Se trata de establecer un "contrato social", de transferir los derechos que el hombre posee
naturalmente sobre todas las cosas en favor de un soberano dotado de derechos ilimitados. Este
monarca absoluto, cuya soberanía no reside en el derecho divino sino en los derechos
transferidos, sería el único capaz de hacer respetar el contrato social y garantizar, así, el orden y
la paz, ejerciendo el monopolio de la violencia.
[11]Dowse, R. y Hughes, J. (1979). Sociología Política. Madrid: Alianza.
[12]Sartori, G. (1984). La política. Lógica y método en las ciencias sociales. México: Fondo de

Cultura Económica.
[13]Filósofo francés, dramaturgo, novelista y periodista político. Nació en París el 21 de junio de

1905 y murió el 5 de abril de 1980, considerado hoy uno de los más importantes representantes
del existencialismo.
[14]Sartre, J. P. (1996). Las manos sucias. Buenos Aires: Losada. (Párrafos extraídos de las

páginas 82 y 84)
[15]Pellet Lastra, A. (2001). El estado y la realidad histórica. (3S ed., pp. 38-39). Buenos Aires:

Ad Hoc.
[16]Knight, A. (1985). Caudillos y campesinos en el México Revolucionario, 1910 - 1917, (p.
68). México: Fondo de Cultura Económica.
[17]Sarmiento, D. F. (1971). Facundo (p.53). Buenos Aires: Kapelusz.
[18]Francois Bourricaud (Saint-Martin-du-Bois, Gironde, 1922). Sociólogo francés que ha

demostrado que las técnicas basadas en la observación microsociológica permiten formular


hipótesis aplicables a la sociedad global. Es autor de Esbozo de una teoría de la autoridad
(1961) y Poder y sociedad en el Perú contemporáneo (1967).
[19]Para la escuela de la modernización, los indicadores de modernización política son: matriz

monocéntrica en el procesos de toma de decisiones, racionalidad de la acción política, la noción


extendida jurídica y socialmente del ciudadano como reemplazo del súbdito, la expansión
progresiva de derechos políticos y la diferenciación estructural vía la especificidad funcional.
[20]El concepto de ideología es de origen francés y se lo suele atribuir a Antoine L. Destutt de

Tracy (1754-1836), filósofo francés, autor de Elementos de Ideología (1804). Podemos definirlo
como un complejo de elementos racionales y no racionales, con los que se han expresado los
movimientos políticos de los últimos 250 años y que constituyen representaciones y tomas de
conciencia de la realidad, sin ser ni totalmente falsas ni totalmente verdaderas, pero que se
muestran como su imagen objetiva. Las ideologías tienden a conservar o transformar el sistema
económico, social, político y cultural existente. En este sentido, tiene dos elementos principales:
una representación social y un programa político de acción.
[21]Franklin Delano Roosevelt (Nueva York, 1882 - Warm Springs, Nevada, 1945) fue el 32°

presidente de los Estados Unidos de América. Frente al reto de la "gran depresión", Roosevelt
impulsó un programa político conocido como New Deal (nuevo trato). Aconsejado por un entorno
de intelectuales y técnicos progresistas, este programa aplicó de forma intuitiva las recetas de
política económica que por los mismos años teorizó John M. Keynes. Promovió la intervención
del Estado para sacar a la economía del estancamiento y para paliar los efectos sociales de la
crisis. Entre sus medidas iniciales (1933) cabe destacar la reforma agraria, la Ley de
Reconstrucción Industrial y la creación de la Autoridad del Valle del Tennessee (que suponía un
ambicioso programa de obras públicas, arrogándose por primera vez el Estado una función
planificadora). Durante una segunda fase (1935-36) reguló las relaciones laborales a favor de los
trabajadores, garantizó la libertad sindical, creó pensiones de paro, jubilación e invalidez,
instauró la semana laboral de 40 horas y el salario mínimo.
[22]Otto Von Bismark (1815-1898) fue un político prusiano, artífice de la unidad y posterior

expansión alemana. Ocupó varios cargos públicos, el más importante: ser canciller del rey
Guillermo I.
[23]David Lloyd George (1863-1945). Político liberal británico, accedió al gobierno como

ministro de Comercio (1905-08) y de Hacienda (1908-15). En ese tiempo introdujo reformas


tendientes a mantener el apoyo del electorado obrero, con las que sentó las bases del Estado de
Bienestar británico (Ley de pensiones para la vejez en 1908, seguro sanitario nacional en 1911).
Introdujo además significativas reformas tributarias, como el aumento del impuesto de sucesiones
o la creación de un moderno impuesto sobre la renta personal de carácter progresivo. La
oposición que encontró a sus reformas en la Cámara de los Lores lo obligó a impulsar la reforma
del sistema político en un sentido más democrático, apoyando la reducción de los poderes de la
cámara alta.
[24]La Primera ola de Democratización tuvo lugar a fines del siglo XIX y principios del siglo XX
con las reformas electorales que introdujeron al sufragio universal como institución de la
democracia política. Durante la segunda posguerra, con la caída de los regímenes de corte
fascista, se produjo la Segunda ola de Democratización.
[25]Adam Przeworski nació en Varsovia, Polonia, en 1940. Se graduó en Filosofía en la

universidad de su ciudad natal en 1961 y poco después viajó a Estados Unidos, donde recibió su
doctorado en la Northwestern University, en el año 1966. En las universidades norteamericanas en
donde ha trabajado (Universidades de Washington, Chicago, Pennsylvania, New York, entre
otras), desarrolló una prolífera carrera en el área de las ciencias políticas, lo que lo ha
posicionado como uno de los más emblemáticos teóricos y analizadores de las sociedades
democráticas, la teoría democrática y economía política; ha desempeñado la labor de profesor en
distintas ciudades del mundo.
[26]Przeworski, A. (1995). Democracia y mercado: reformas políticas y económicas en Europa

del Este y América Latina (p. 163). Cambridge University Press.


[27]Thomas Marshall (1893-1982), historiador y sociólogo británico, heredero del liberalismo

inglés del siglo XIX, fue uno de los grandes teóricos del concepto de ciudadanía. Su concepción
sobre los derechos civiles, sociales y políticos fue presentada por Marshall en una conferencia
dictada en el London School of Economics, posteriormente publicada en 1949 bajo el título de
Ciudadanía y clase social.
[28]Danilo Zolo (1936), jurista y filósofo italiano, catedrático de Filosofía del Derecho en la

Universidad de Florencia, donde preside el Jura Gentium, centro de filosofía del derecho
internacional y de la política global, fundado en 2001. Ha sido Research Associatey Visiting
Fellowen varias universidades inglesas y norteamericanas, entre las cuales figuran las de
Cambridge, Harvard y Princeton. En el año 1993 le fue otorgada la Jemolo Fellowship en el
Nuffield College de Oxford.
[29]En este punto le sugerimos recordar lo estudiado en la Unidad 1 del programa acerca de la

distinción entre ciencia y filosofía política.


[30]Orlando, H. y Olivieri, A. (1998). Las instituciones políticas de gobierno. En Orlandi, H.

(comp.) Las instituciones políticas de gobierno (vol. I). Buenos Aires: Eudeba.
[31]Ridley, F. (1975). Political Institutions. The script not the play. Political Science (vol. XXIII).

N° 2 y 3.
[32]Los miembros del senado eran los jefes de los gens -agrupaciones familiares ampliadas que

descendían de un tronco común- en que se dividía el reino. Su organización era similar a la de un


pequeño Estado, porque sus miembros estaban subordinados a la voluntad de un jefe que tenía
función de sacerdote, juez y comandante de ejército, y porque las relaciones de sus integrantes
estaban reguladas por un derecho especial: el ius gentilitatis, y por un culto compartido.
[33]La Comitia Tributa representaba a las 35 tribus en que se dividía geográficamente a Roma.

Tenía funciones de control sobre ciertos actos de algunos magistrados.


[34]Algunos de ellos: las luchas entre señores feudales y vasallos, las cruzadas, el desarrollo de

las primeras urbes, el auge del comercio y con él la formación de un nuevo sector social: la
burguesía.
[35]A modo de ejemplo podemos tomar los casos de España y Francia. En España, las viejas
Cortes o los tradicionales Consejos Reales no perdieron su carácter estamental, por lo cual no
pueden ser subsumidos en el concepto político liberal del parlamentarismo representativo. En
Francia, aun en el siglo XVI, época de mayor esplendor de los Estados Generales, éstos se
limitaban a exponer quejas y formular reivindicaciones, sin adoptar un verdadero rol legislativo.
Luego dejarían de reunirse entre 1614 y 1689, y el rey se convirtió en soberano absoluto y único
representante de la nación.
[36]Fundamentalmente hacemos referencia a la Gloriosa Revolución Inglesa del siglo XVII, la

Revolución Francesa de 1789 y la Independencia de los Estados Unidos de América de 1776.


[37]Quien mejor ha expresado esta concepción de representación de mandato libre fue Edmund

Burke en su Discurso a los Electores de Bristol en 1744 (Speech to Electors of Bristol).


[38]Una de las reformas importantes es introducida por el Parliament Act de 1911, que despojó a

la Cámara de los Lores de sus facultades, salvo la de dilatar la aprobación de leyes ya


sancionadas por los Comunes.
[39]Heródoto fue un historiador y geógrafo griego que vivió entre el 484 y el 425 a. C. Su

clasificación sobre las formas de gobierno la escribió en su obra Los nueve libros de la historia.
[40]El concepto de timocracia fue introducido por Platón como una forma de transición entre la

constitución ideal y las tres formas malas tradicionales.


[41]La teoría clásica de gobierno formulada por los griegos se basó en la observación de las

constituciones de las polis, sus características y transformaciones.


[42]Polibio, historiador griego, nació en Megalópolis, hoy desaparecida, aproximadamente en el

200 a.C., y falleció en el 118 a.C. Cabe señalar que se conserva la mayor parte de su obra, escrita
con un método riguroso, basado en una estricta documentación y en su presencia en el lugar de los
hechos que describe. Su extensa Historiageneral contaba con 40 volúmenes. En el libro VI expone
su análisis sobre la constitución romana y las formas de gobierno.
[43]El término "oclocracia" designa la forma corrupta de la democracia. Etimológicamente

significa gobierno de la multitud, de la plebe.


[44]Escolástica es el movimiento teológico y filosófico que intentó utilizar la filosofía grecolatina

clásica para comprender la revelación religiosa del cristianismo. Dominó en las escuelas
catedralicias y en los estudios generales que dieron lugar a las universidades medievales
europeas, en especial entre mediados del siglo XI y mediados del XV.
[45]La concepción negativa del Estado, en el sentido de que su tarea esencial es solucionar la

naturaleza malvada de los hombres, fue desarrollada por Isidoro de Sevilla (550-635). Por ello,
el Estado es considerado sólo en su aspecto represivo como un instrumento de constricción
(Bobbio, 1987).
[46]El realismo político entiende que la política debe ser la ciencia y el arte de lo posible, de lo

dado, de lo real. El término fue acuñado por el escritor alemán Ludwig von Rochau en 1853, al
criticar la falta de realismo en la política instrumentada por los liberales germanos durante el
proceso revolucionario de 1848-1849.
[47]Thomas Hobbes, John Locke y Jean Jacques Rousseau, entre otros, son exponentes del

contractualismo moderno. Este último abarca una serie de teorías políticas que conciben el origen
de la sociedad y el fundamento del poder político en un contrato o pacto de asociación que
libremente celebran los hombres.
[48]En el pensamiento hobbesiano gravitó la situación histórica que atravesaba Inglaterra, signada
por las contiendas y continuos conflictos entre el rey y el parlamento, y que dio origen a la guerra
civil, que Hobbes interpreta como la disolución del Estado.
[49]El objetivo de Montesquieu consiste en elaborar una física de las sociedades humanas para

explicar su variedad y la de sus respectivos gobiernos. Para ello adopta como método el análisis
histórico comparativo, partiendo de la observación de los hechos para extraer leyes generales.
[50]La monarquía sujeta a restricciones en base al principio de división funcional de los poderes

del Estado es para Montesquieu la forma que más se adecua a las sociedades modernas, porque
permite la unión de las diferencias que en ellas están presentes.
[51]Friedrich Hegel (Stuttgart, 27 de agosto de 1770 - Berlín, 14 de noviembre de 1831), filósofo

alemán considerado por la Historia Clásica de la Filosofía como representante del idealismo
filosófico y como un revolucionario de la dialéctica, que habría de tener un impacto profundo en
el materialismo histórico de Carlos Marx.
[52]Alcantará Sáez, M. y Sánchez López, F. (2001). Las relaciones ejecutivo-legislativas en

América Latina: un análisis de la estructura de veto-insistencia y control político. Revista de


Estudios Políticos (Nueva Época), N° 112. España.
[53]Mainwaring, S. y Shugart, M. S. (1998). Presidencialismo y sistema de partidos en América

Latina. POSTdata. Revista de Reflexión y Análisis Político. N° 3-4. Buenos Aires.


[54]Alcantará Sáez y Sánchez López (2001).
[55]Katz, R. y Mair, P. (1997). Party Organization, Party Democracy and the emergency of the

cartel Party. En Mair, P. (ed.). Party System Change: Approaches and Interpretations (pp. 93-
119). Oxford: The Clarendon Press.
[56]Kirchheimer, O. (1966). The transformation of the Western Europe Party System. En La

Palombara, J. y Weiner, M. (eds). Political Parties and Political Development. Princeton


University Press.
[57]Lane, J. E. y Ersson S. (1999). Politics and society in Western Europe. Londres: Sage.
[58]Fiorina, M. (2002). Parties, participation and representation in America: theories face new

realities. En Katznelson, I. y Milner, H. V. (eds). Political Science: the state of the discipline.
Nueva York: W.W. Norton.
[59]El término "coronel" aparece entre comillas puesto que remite a un conjunto de prácticas

políticas, conocido como "Coronelismo" durante la República Vieja en Brasil (1889-1930). El


término refirió al sistema clásico bajo el cual el control del patrocinio fue centralizado en las
manos de un jefe localmente dominante conocido como "Coronel", que dispensaba favores a
cambio de lealtad. Las máquinas políticas generadas en torno a la relación vertical patrón-cliente
incluyeron prácticas electorales, como la del voto gregario o vendido, especialmente en los
estados cafeteros con dominio político a nivel estadual de los hacendados devenidos en
oligarquías agrarias locales.
[60]Citado por Rouquié, A. (1982). El análisis de las elecciones no competitivas: control clientelar

y situaciones autoritarias. En Hermet, G., Rouquié, A. y Linz, J. ¿Para qué sirven las elecciones?,
México: Fondo de Cultura Económica.
[61]Los partidos de mayor influencia fueron en la Argentina la UCR (Unión Cívica Radical) y el PS

(Partido Socialista), y décadas más tarde el PJ (Partido Justicialista). En Perú, el APRA (Alianza
Popular Revolucionaria de América); en México el PNR (Partido Nacional Revolucionario),
luego devenido en el PRI (Partido Revolucionario Institucional); en Venezuela la Acción
Democrática; y en Brasil el PTB (Partido Trabahlista Brasileño).
[62]La palabra lobby es de origen inglés y en castellano fue traducida como "cabildeo".
[63]Meynaud, J. y Lancelot, A. (1962). Las actitudes políticas. Buenos Aires: Eudeba.
[64]Lobbying Disclosure Act. (1995).
[65]Roth, F. y Wilson, F. (1983). Estudio comparativo de la política. México: Fondo de Cultura

Económica.
[66]Los tres fragmentos fueron extraídos de Caraballo, L., Charlier, N. y Garulli, L. (1997).

Documentos de Historia Argentina (1970 - 1955). Universidad de Buenos Aires: Oficina de


Publicaciones del CBC.
[67]Una multitud pidió en la Plaza de Mayo la libertad de Perón (1945, octubre 18). Clarín.
[68]Scalabrini Ortiz, R. Tierra sin nada, tierra de profetas. Buenos Aires: Historia Viva.
[69]Luna, F. (1986). El 45. Buenos Aires: Hyspamérica.
[70]Seoane, J. y Taddei, E. (2001). De Seattle a Porto Alegre. Pasado, presente y futuro del

movimiento anti-mundialización neoliberal. En Resistencias mundiales (De Seattle a Porto


Alegre). Buenos Aires: Clacso.
[71]Bobbio, N., Matteucci, N. y Pasquino, G. (1995). Grupos de Presión. En Diccionario de

Política. (9a ed., p. 730). México: Siglo XXI.

También podría gustarte