Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
MÓDULO 1
ESQUEMA DE CONTENIDOS
1 Copyright: Antonio Moreno Hernández, UNED, 2016. Prohibida la reproducción de este material.
1
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
- Desinencias de la 1ª declinación
RESULTADOS DE APRENDIZAJE
2. Adquirir una noción clara sobre la realidad histórica del latín desde estos puntos
de vista:
2
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
Pero un estudio de estas características no es tan simple; requiere adoptar una serie
de decisiones sobre la manera de entender la lengua, los métodos de trabajo o la
misma finalidad del análisis gramatical, lo cual ha originado distintos enfoques y
corrientes en los estudios lingüísticos, que en el último siglo han venido
desarrollándose desde perspectivas muy diversas.
Hay una distinción habitual en la lingüística moderna que conviene tener clara. Se
trata de la contraposición entre las nociones de sincronía y de diacronía: El estudio de
una lengua en un momento dado de su historia permite definir el sistema o complejo
de sistemas que la articulan. Gracias a ello puede establecerse lo que podemos llamar
una descripción sincrónica de la misma.
3
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
Así por ejemplo, la expresión del complemento indirecto a través del dativo (dare
alicui) en época clásica se fue perdiendo en el latín tardío a causa, entre otras razones,
de la erosión del sistema casual, primando en su lugar la construcción de un sintagma
preposicional (ad + acusativo) -recurso ya vigente en época clásica- y que ha pasado a
la mayoría de las lenguas romances.
El dominio del latín se situó inicialmente en un área muy reducida de la zona central
de la península itálica, en el Lacio, una región habitada por los latinos, cuya progresiva
expansión permitió también la implantación del latín por toda la Italia antigua, donde
se hablaban otras lenguas y dialectos itálicos.
4
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
El latín se encuadra dentro del grupo de lengua itálico, que comprende el latín, del cual
proceden las lenguas romances (castellano, catalán, dálmata, francés, gallego y
portugués, italiano, sardo, occitano, retorromano y rumano) y los denominados
dialectos itálicos, entre los cuales se encuentran el osco y el umbro.
LATÍN PRELITERARIO
Este período corresponde con la expansión progresiva del latín por la península itálica,
en el contexto de una cultura eminentemente agraria y un régimen político de carácter
republicano, tras abolirse la monarquía primitiva, en torno al 509 a.C. Aunque ya están
conformadas las principales estructuras gramaticales latinas, durante esta etapa los
testimonios conservados reflejan una significativa evolución tanto en los aspectos
fonético, fonológico, morfológico y léxico, como en el desarrollo de la sintaxis, sobre
todo en la articulación de la oración compuesta.
5
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
LATÍN LITERARIO
LATÍN ARCAICO
Se define así al período que discurre desde los primeros testimonios propiamente
literarios (principios del s. III a.C.) hasta el primer cuarto del s. I a.C.
aproximadamente, correspondiendo con la República primitiva. Se caracteriza por el
surgimiento de las primeras obras en verso y en prosa, y las tensiones
generadas por la influencia de la cultura y la lengua griegas. Se van configurando
lentamente todos los recursos de una lengua literaria al tiempo que comienza la
expansión militar y cultural fuera de Italia.
Testimonios:
Entre los autores en verso de este período destaca la obra de Livio Andronico (c.
284-204 a.C.), traductor de la Odisea de Homero e introductor del teatro, y otros
poetas y autores teatrales como Nevio (270-190 a.C.) y Ennio (239-169 a.C), y
los comediógrafos Plauto (c. 250 -184 a.C.) y Terencio (c. 193 -159 a. C.) y la
sátira de Lucilio (c. 180-102 a.C). La literatura en prosa tiene entre sus primeros
testimonios los tratados de Catón el Viejo (234-149 a.C.).
LATÍN CLÁSICO
6
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
Testimonios:
Tras la prosa de Varrón (c. 116-27 a.C.) y la poesía de Lucrecio (c. 99-55 a.C.) y
Catulo (c. 87-54 a.C.), que engarzan todavía con la época anterior, se desarrolla
la obra en prosa de César (100-44 a.C.), Salustio (86-35 a.C.), Cicerón (106-43
a.C.) y Tito Livio (59 a.C.- 17 d.C.), y surge la obra de los grandes poetas clásicos
de Época Augústea: Virgilio (70-19 a.C.), Horacio (65-8 a.C.), Ovidio (43 a.C.-17
d.C.), Propercio (c. 47-15 a.C.) y Tibulo (c. 48-19 a.C.).
7
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
LATÍN POSTCLÁSICO
El latín postclásico se sitúa entre el 14 d.C. (muerte de Augusto) y finales del s. II d.C,
período conocido como 'Edad de Plata', coincidiendo con el establecimiento del
régimen imperial y la mayor expansión político-militar de Roma.
La literatura de esta época surge en función de varios factores, entre los cuales hay
que destacar éstos: por un lado, la reacción ante la literatura latina clásica
anterior, cuyos presupuestos estéticos se cuestionan y revisan (por ejemplo, Séneca
frente a Cicerón en prosa; y Lucano frente a Virgilio en poesía); por otro lado, como
reflejo de una nueva situación política, en la que se impone un férreo control
ideológico y político por parte del régimen imperial, lo que provoca, entre otras cosas,
que la oratoria pierda el peso que tenía en época republicana y se refugie en el ámbito
escolar. Entre las corrientes estéticas de esta época se advierte el peso de una cierta
tendencia al efectismo retórico, la búsqueda de originalidad y la ruptura con el
equilibrio estilístico de la época anterior con el deseo de provocar un impacto
emocional en el público, mientras se continúa explorando las posibilidades de la
lengua y sus registros, dando lugar a la evolución de los géneros ya existentes y al
desarrollo de las primeras manifestaciones de otros nuevos, como la novela latina
(Petronio y Apuleyo) y afianzando un nuevo estilo, en buena medida contrapuesto al
clásico.
8
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
Testimonios:
- Época Flavia (69 – 96): durante la etapa de los emperadores de esta dinastía,
Vespasiano, Tito y Domiciano (71 – 96 d.C.). De este momento data la obra en
verso de poetas épicos como Silio Itálico (26 – ca. 101 d.C.) y Valerio Flaco
(segunda mitad del s. I d.C.), los epigramas de Marcial (ca. 40 – 104 d.C.) o la
poesía de Estacio (45 – ca. 95 d.C.), y prosistas como Plinio el Viejo (ca. 23 -79
d.C.) y su enciclopedia del saber de su tiempo sobre la naturaleza (Historia
Natural), Frontino (ca 40 - 104 d.C., autor de prosa técnica sobre la
construcción de acueductos), y Quintiliano (muerto hacia el 95 d.C.) y su
fundamental obra retórica.
9
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
LATÍN TARDÍO
El latín tardío, a veces también llamado ‘latín vulgar’, se desarrolla desde comienzos
del s. III, coincidiendo con el inicio de la literatura latina cristiana, hasta el fin de la
Antigüedad Tardía (s. VI d.C). El latín es adoptado por buena parte de las poblaciones
del Imperio. Es una época de gran tensión interna –acontece la llamada 'Crisis de los
Severos', asesinatos de emperadores, levantamientos militares, usurpaciones...– y
externa –presión de los pueblos fronterizos: persas, germanos, bereberes... – y surgen
los primeros indicios de la fragmentación del ámbito lingüístico de la Romania.
Durante este período proliferan los testimonios que se alejan de la norma clásica y
dejan traslucir una lengua más próxima a la realidad de la lengua coloquial que a la
estilización literaria, como muestran documentos como el “Apéndice de Probo”
(Appendix Probi), de los ss. III- IV d.C., que ofrece una relación de discrepancias entre la
escritura clásica y la pronunciación y la gramática de la época (como: “auris non
oricla”, auris es la forma correcta desde el punto de vista del latín clásico, frente a
oricla, forma vulgar (de la que procede esp. “oreja”).
Entre los rasgos propios de esta época se encuentran dos fenómenos que afectan a la
estructura de la lengua latina y que se hacen patentes en la Antigüedad Tardía:
10
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
Testimonios:
Entre los primeros autores cristianos sobresalen Tertuliano (c. 160- c. 225 d.C),
Cipriano (c. 200-258 d.C.) y las primeras traducciones de la Biblia, denominadas
Veteres Latinae, de los ss. II-III d.C. Esta literatura alcanza un gran desarrollo en el s.
IV gracias a la obra de Lactancio (245-325 d.C), Agustín (354-430 d.C.) y Jerónimo
(c. 340-420 d.C), surgiendo también una brillante poesía cristiana de la mano de
Ambrosio (c. 347-397 d.C), Hilario (principios del s. IV - c. 367 d.C), Prudencio (348-
después del 405 d.C) y Juvenco, autor del primer gran poema épico cristiano, en
torno al 330 d.C. Al mismo tiempo se sigue cultivando literatura más próxima a la
tradición pagana con exponentes como la poesía de Ausonio (310-393 d.C) y
Claudiano (finales del s. IV - comienzos del V d.C), así como la prosa histórica de
Amiano Marcelino (c. 330-395 d.C). Este período culmina con la obra de Boecio
(476-524 d.C).
Latín Medieval
Testimonios:
Entre los frutos más notables de este período en España está la literatura visigótica, que
se desenvuelve entre los ss. Vl-VII: surge la figura de Isidoro de Sevilla (obispo entre el
602 y el 636 d.C) y otros obispos escritores como Braulio de Zaragoza, Eugenio de Toledo
o Julián de Toledo, así como el auge de la literatura hagiográfica, la literatura de tradición
mozárabe en España y el renacimiento carolingio (ss. VIII-IX). En el siglo XII, coincidiendo
con el desarrollo de la Escolástica en Europa y la Reconquista en España, aparecen obras
destacadas en terrenos como la historiografía (la Historia Compostelana), la épica (el
Poema de Almería) o la lírica del Cancionero de Ripoll.
LATÍN RENACENTISTA
Así se denomina al latín recuperado por los humanistas de los ss. XV y XVI
intentando emular a los escritores clásicos, con la pretensión de contraponerse al
latín medieval, del que, sin embargo, es continuador. Este latín humanista, cuyos
precedentes arrancan ya de los ss. XIII y XIV, es en cierto modo una lengua
artificial, puesto que ya no es la lengua vernácula, si bien alcanza un gran
desarrollo literario y científico en los ambientes académicos y universitarios,
donde se escribe y se habla, y sigue vigente como vehículo de comunicación
accesible que coexiste con las distintas lenguas locales que progresivamente se van
imponiendo en la escritura.
Testimonios:
Entre los humanistas que cultivaron el latín en el Renacimiento destacan, entre
otros muchos: en Italia, Marsilio Ficino (1433-1499), Angelo Poliziano (1454-
1594), Leonardo Bruni (1370-1444) o Aldo Manuzio (1450-1515); en los Países
Bajos, Erasmo de Rotterdam (c. 1469-1536) y Justo Lipsio (1547-1606); en
Inglaterra, Tomás Moro (1478-1535); en Francia, Julio César Escalígero (1484-
1558) o los hermanos Estienne; en España, Antonio de Nebrija (c. 1441-1522),
Juan Luis Vives (1492-1540), Francisco Sánchez de las Brozas (1523-1600), Juan
Ginés de Sepúlveda (1490-1573) o Arias Montano (1527-1598), entre otros.
12
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
Así mismo hay que señalar la aparición, desde las décadas finales del XIX, de diversas
iniciativas que trataron de recuperar el latín clásico como lengua vehicular de uso
universal, lo que se ha denominado latín contemporáneo.
13
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
El latín es, ciertamente, una lengua de la que ya no existen hablantes que, en términos
de la gramática generativa, tengan competencia lingüística en la misma, es decir,
hablantes que hayan aprendido como lengua materna el latín y que tengan capacidad
para crear nuevos enunciados en ella. Por tanto, el objeto de estudio de la gramática
latina se basa en un corpus de lengua escrita con una cronología que va desde los
primeros testimonios epigráficos de la época arcaica hasta las diversas tentativas de
restauración del latín como lengua de cultura que se vienen propiciando desde los
tiempos del Humanismo Renacentista.
Esta ausencia de testimonios orales tiene, así mismo, una serie de repercusiones muy
relevantes cuyo alcance debe tenerse en cuenta. El estudio de la lengua latina se basa,
en efecto, en textos. Pero ¿son los textos el material idóneo para conocer una lengua?
¿Hasta dónde se puede conocer una realidad lingüística partiendo de ellos? ¿Qué es, en
definitiva, lo que estamos estudiando?
Tales preguntas suscitan una cuestión de gran trascendencia: las relaciones entre el
latín escrito -en particular, el latín literario- y el latín hablado. Se ha subrayado
frecuentemente el alejamiento que en la misma Roma Clásica sufrió la lengua literaria
respecto a la lengua hablada coetánea, hasta el punto de que no han faltado estudiosos
que tilden de un carácter en cierto modo artificial a la primera, sujeta a unos moldes
estilísticos sofisticados y relativamente estrictos, frente a la lengua hablada, dentro de
la cual habría, al mismo tiempo, divergencias significativas entre los hablantes cultos y
las clases populares. La imposibilidad de contar con el testimonio de éstos, como se ha
indicado anteriormente, no permite establecer con toda certeza la distancia real que
existió entre lengua literaria escrita y lengua hablada, pero sí hay varias matizaciones
que deben tenerse en cuenta:
b) Esta distancia entre lengua hablada y lengua escrita no impide, sin embargo, una
influencia mutua, una osmosis intensa en las dos direcciones que se advierte
claramente en la Roma Clásica:
Así, por un lado, penetra, por distintos medios, la lengua hablada en la literatura:
muchos de los grandes prosistas y poetas, a pesar de enmarcarse dentro de
modalidades literarias muy normativizadas, se esfuerzan en apropiarse de
expresiones, giros o palabras del entorno sociocultural que les rodea, con el fin de
llegar más directamente a muchos de sus lectores. Es el caso del poeta Catulo (84-54
a.C), que en muchas de sus composiciones recurre al vocabulario de la lengua
ordinaria, situándose más cerca de la frescura y la espontaneidad de la comedia que
del estilo más codificado y severo acuñado para la tragedia o la épica, una frescura y
espontaneidad bajo la cual, claro está, se descubre una elaboración artística muy
14
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
Un buen ejemplo de ello son los graffiti pompeyanos, es decir, las pintadas que
individuos anónimos plasmaron en las paredes de las casas de la ciudad que el
Vesubio cubrió de cenizas el año 79 d.C. Gracias a esta circunstancia, por otra parte
trágica, hemos recuperado, tras concienzudas excavaciones, una imagen fidedigna de
la vida romana en la Pompeya de la época. Aunque ni siquiera estos graffiti son
completamente ajenos al influjo de la lengua literaria, el estudio de estos testimonios
ha revelado indicios muy valiosos sobre la lengua de la época, algunos de los cuales
reflejan que muchas de las transformaciones experimentadas por el latín en el camino
que llevó a la aparición de las lenguas romance se atisbaban ya en esta época
temprana, o incluso en la literatura arcaica más próxima a la lengua popular, por
ejemplo en las comedias plautinas (s. III a.C), como si el flujo del latín hablado siguiera
discurriendo mientras se reelaboraba la lengua literaria.
No sólo se transformó el latín a lo largo de su historia, sino que dentro de una misma
época presenta variedades o modalidades que se agrupan tradicionalmente en función
de:
15
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
Pero con el paso del tiempo surgen varios factores que propician una evolución
diferenciada del latín, como acredita la diversidad de lenguas romances surgidas de él.
Los factores más significativos que explican tal proceso son éstos:
a) Por un lado, el latín de la ciudad de Roma -sermo urbanus- frente al del campo -
sermo rusticus- o las provincias -sermo peregrinus-. El desarrollo de la cultura latina
tiene un componente urbano fundamental: es en la propia Roma donde se genera el
clima intelectual y social que impulsa el desarrollo de las ideas, del arte y de la
literatura latinas. El caldo de cultivo de este clima es precisamente un lenguaje en
plena ebullición, frente al carácter más tradicional del mundo y el habla rural.
b) Por otra parte, están las lenguas de grupo, con un mayor o menor grado de
diferenciación respecto a la lengua común, creando sus propias jergas, como por
ejemplo la lengua militar. Un caso muy peculiar es el latín de los cristianos (s. III d.C. -
s. VII d.C), considerado durante mucho tiempo como una auténtica 'lengua especial', si
bien los estudios actuales se inclinan por entenderlo como una modalidad más del
latín tardío caracterizada por un gran desarrollo en el plano léxico (creación de
palabras nuevas, adopción de hebraísmos y helenismos, etc.) y semántico (creación de
nuevos sentidos y acepciones de las palabras para dar cuenta de la cosmovisión
cristiana).
Hay otra distinción fundamental, que se refiere a las diferencias entre la lengua escrita
y la lengua hablada. Para aludir a ésta, y en particular a la lengua hablada por las clases
populares, se ha aplicado en ocasiones la equívoca designación de latín vulgar, con
que también se alude, en el ámbito de la filología románica, al latín hablado en el bajo
Imperio y posteriormente hasta la aparición de las lenguas romances.
16
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
EL ALFABETO
ABCDEFGHIKLMNOPQRSTVXYZ
LA PRONUNCIACIÓN
En el caso del latín se suele distinguir la pronunciación clásica latina (una restitución
que intenta aproximarse a la forma de pronunciación del s. I a.C.), las pronunciaciones
nacionales (adaptadas a las peculiaridades de cada país), y la pronunciación romana
(propia del mundo eclesiástico, y acuñada en la época de redacción de los textos
litúrgicos cristianos).
SISTEMA FONEMÁTICO
17
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
A) VOCALES:
a) la zona de articulación (anterior o palatal [E, I] / media [A] / posterior o velar [0,
U]);
En cuanto a este último rasgo, el estatuto fonológico de las vocales largas no ha dejado
de suscitar controversia entre los lingüistas, ya que, a pesar de la relevancia fonológica
de la cantidad en época clásica, para algunos de ellos las vocales largas no son sino una
geminación o un grupo difonemático de dos vocales breves.
La combinación de estos tres rasgos permite distinguir diez fonemas en latín clásico (Ā
Ē Ī Ō Ū; Ă Ĕ Ĭ Ŏ Ŭ). Dado que el rasgo de la cantidad no se marcaba gráficamente, el
alfabeto latino sólo disponía de cinco letras vocales para los diez fonemas.
El latín clásico contaba así mismo con un reducido número de diptongos, es decir, una
combinación de fonemas equivalentes, desde el punto de vista de la cantidad, a una
vocal larga: AE, OE, AU, EU, y, en ocasiones, UI.
B) CONSONANTES:
18
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
Entre los fonemas vocálicos algunos casos de neutralización son, por ejemplo, la
pérdida de la oposición de cantidad de una vocal delante de otra, abreviándose
siempre la primera, o también la pérdida de la oposición de timbre en sílaba interior
abierta en latín arcaico (maxumum/maximum); entre los fonemas consonánticos, un
ejemplo de neutralización es la pérdida de la oposición simple/geminada, en latín
clásico, en cualquier posición que no sea intervocálica.
SÍLABA
Se define la sílaba como el sonido o sonidos articulados que constituyen un solo núcleo
fónico que puede distinguirse en la emisión de voz. La sílaba se caracteriza por dos
rasgos esenciales:
1º) Cuenta siempre con un núcleo vocálico (vocal o diptongo). No existen sílabas que
no cuenten con apoyo vocálico, de manera que una sílaba puede estar constituida por
una sola vocal (a-pertus; u-tor), pero no hay sílabas formadas por una sola consonante.
2º) Admite la posibilidad de ser acentuada: Una sílaba puede ser átona o bien tónica,
cuando el culmen acentual de una palabra recae sobre ella: así la sílaba pro es átona en
el verbo pro-cé-do (palabra llana por ser la penúltima sílaba larga), mientras es tónica
en pro-do (palabra bisílaba, acentuada siempre en penúltima sílaba).
En latín las combinaciones más habituales (no las únicas) que conforman sílabas son:
consonante más vocal (da-re; fun-da-men-tum), vocal más consonante (um-bra; o-ti-
um), vocal (a-dopto; re-i), o consonante más vocal más consonante (cum; tym-pa-
num). Los diptongos pueden naturalmente ocupar la posición de la vocal.
19
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
Pero esta oposición de cantidad no sólo afecta a las vocales, sino también a las sílabas,
que pueden ser, a su vez, largas y breves. Se dice habitualmente que las vocales son
largas o breves por naturaleza (es decir, en función de la propia historia de la lengua,
que ha determinado que sean largas o breves), y su cantidad afecta a la sílaba en la que
se encuentran. La cantidad silábica está íntimamente relacionada con la vocálica, pero
no son idénticas.
a) Porque contienen una vocal larga (fi-dē-lis, dic-tā-tor) o un diptongo. Los diptongos
latinos en época clásica son ae, oe, au, eu, y, en ocasiones, ui. En el resto de casos en que
haya una secuencia de dos vocales, se produce un hiato, es decir, se trata de sílabas
distintas.
b) Porque contienen una vocal breve seguida de dos o más consonantes (sa-gĭt-ta). Se
trata de sílabas cerradas o trabadas, las cuales son largas por posición.
En cambio, las sílabas pueden ser breves por alguna de estas razones:
b) Porque contienen una vocal que, aunque sea larga o haya un diptongo, va seguida de
otra vocal que pertenece a la sílaba siguiente (diligen-tĭ-a). Es decir, “vocal ante vocal
abrevia" (vocalis ante vocalem corripitur).
En el caso de las vocales, es fácil que surja la duda sobre si es larga o breve. Aunque el
diccionario distingue normalmente las vocales largas con una raya encima de la
misma, podemos distinguirlas en muchas ocasiones cuando se trata de diptongos, de
vocales que proceden de contracción o diptongo (cōgo de co-ago), o bien por la
evolución romance. Así, por ejemplo, la e breve tónica ha diptongado en castellano
(bĕne > bien; vĕnit > viene), en cambio si la e tónica no ha diptongado, es que se trata
de una e larga (plēnus > lleno).
20
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
El acento latino, cuyo origen, bien intensivo o melódico-musical, sigue siendo debatido,
está sujeto en época histórica a unas normas de colocación relativamente estrictas que
establecen un procedimiento mecánico para determinar el culmen acentual de una
palabra. Este automatismo del acento latino supone que este rasgo, a diferencia de la
cantidad, no es capaz por sí solo de diferenciar palabras.
a) No existen palabras polisilábicas agudas, salvo algunas excepciones. Por ello los
bisílabos se acentúan siempre en la penúltima sílaba: nobis, tua, se pronuncian [nóbis],
[túa].
Ejemplos
La palabra le-ga-tus es llana por ser la penúltima sílaba larga (-ga-), al ser su
vocal larga.
La palabra can-di-dus es esdrújula por ser la penúltima sílaba breve (-dĭ-), dado
que su vocal es breve.
Los monosílabos, naturalmente, tienen el acento en su única sílaba. tu, es, laus, se
pronuncian [lux], [tú], [és], [láus].
21
Fundamentos de Latín (UNED) Módulo 1
1.- Toda sílaba debe tener al menos una vocal; puede no tener consonante o tener
una o varias.
2- Los diptongos latinos son ae, oe, au eu y, excepcionalmente, ui. En el resto de los
casos de contactos entre vocales, se produce un hiato y por lo tanto pertenecen a
sílabas distintas, a las que cabe aplicar la norma de que "vocal ante vocal abrevia".
3.- Una sola consonante entre vocales pertenece a la segunda sílaba (fi-li-us, cae-lum).
5.- La secuencia "oclusiva + líquida" admite dos posibilidades de corte silábico. Así la
palabra volucres puede silabizarse de dos maneras: vo-lu-cres (penúltima sílaba breve
y acento en antepenúltima), y vo-luc-res (penúltima sílaba larga y por consiguiente
acentuada).
7.- Las excepciones a las reglas de acentuación latinas son muy escasas: una de las
más importantes es que las palabras que reciben una enclítica (es decir una partícula
que se añade al final de una palabra, como -ue, -ne, -ce, -que) preferentemente
acentúan, según indican los gramáticos antiguos, en la sílaba que precede a la
partícula.
22