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Elogio de las juntas durante la guerra de la Independencia (1808)

[...] Agregado incoherente y sobrado numeroso de individuos en que se confundía el


hombre del pueblo con el noble, el clérigo con el militar, estaban aquellas autoridades
animadas del patriotismo más puro, sin que a veces le adornase la conveniente
ilustración. Muchas de ellas pusieron todo su conato en ahogar el espíritu popular, que les
había dado el ser, y no le sustituyeron la acertada dirección con que hubieran podido
manejar los negocios hombres prácticos y de estado. Así fue que bien pronto se vieron
privadas de los inagotables recursos que en todo trastorno social suministra el entusiasmo
y facilita el mismo desembarazo de las antiguas trabas; no pudiendo en su lugar
introducir orden ni regla fija, ya porque las circunstancias lo impedían, y ya también
porque pocos de sus individuos estaban dotados de las prendas que se requieren para ello.
Hombres tales, escasos en todos los países, era natural que fuesen más raros en España,
en donde la opresiva humillación del gobierno había en parte ahogado las bellas
disposiciones de los habitantes. […] No obstante, justo es decir que los esfuerzos de las
juntas no fueron tan cortos ni limitados como algunos han pretendido…
[…] Acompañó al sentimiento unánime de resistir al extranjero otro no menos importante
de mejora y reforma. Cierto que éste no se dejó ver ni tan clara ni tan universalmente
como el primero.
Conde de Toreno. Reproducido en J. L. Gómez Urdáñez y otros, “Textos y documentos de Historia
Moderna y Contemporánea (siglos XVIII-XX)”, en M. Tuñón de Lara (dir.), Historia de España, t. XII,
Barcelona, Labor, 1985, pp. 109-111.

COMENTARIO
El documento propuesto se trata de un texto primario, ya que está escrito en el mismo
momento en que suceden los hechos (1808), de naturaleza histórica, debido a que
muestra algo que ha sucedido pero dando una visión subjetiva de los hechos, aunque
podría considerarse también de naturaleza política, ya que el autor propone su ideal
acerca de los acontecimientos sucedidos en España, y además con un cierto valor crítico
que constituirá un concepto clave dentro del mismo. El autor del texto (el Conde de
Toreno) es un vocal de la junta revolucionaria conocida como Junta Suprema Central,
formada tras la victoria española de Bailén (1808) por los principales representantes de
anteriores juntas locales y provinciales creadas para apoyar al desterrado Fernando VII
frente a Napoleón y a su hermano, el rey José I, durante la Guerra de la Independencia
española (1808-1814). Esta Junta fue establecida en un principio en Aranjuez y se
encargó de dirigir dicha Guerra de Independencia y de gobernar al país en las zonas no
ocupadas por los franceses. El destinatario quedaría en la figura misma de las juntas o
algunos de sus miembros, aunque se trata principalmente de un destinatario público.
La finalidad principal del documento es la de realizar una valoración del papel de las
Juntas en el inicio de la Guerra de la Independencia, a la vez que critica la política
absolutista y la sociedad estamental del Antiguo Régimen. En cuanto a las circunstancias
espacio-temporales podemos destacar las abdicaciones de Carlos IV y su hijo Fernando
VII, obligados por Napoleón, el cual puso en el trono español a su hermano José
Bonaparte (Abdicaciones de Bayona, mayo de 1808). José pretenderá la liquidación del
Antiguo Régimen, haciendo, por tanto, propuestas reformistas, pero, sin embargo, no
serían aceptadas por el pueblo en general, que se sublevó en la conocida revuelta popular
del 2 mayo madrileño, iniciando, a pesar de su fracaso, un levantamiento general en el
país que culminó en la Guerra de la Independencia
Por lo tanto, este texto fue escrito en una época turbulenta para España y envuelta en una
serie de revueltas populares, momento en el que se crean las Juntas, organismos
revolucionarios que el texto ensalza y que surgen como consecuencia del vacío de poder
que llega con la ausencia del "deseado" Fernando VII y que intentan frenar el avance
francés, asumiendo la soberanía del país, a pesar de que - paradójicamente- eran los
mismo franceses los que traían el progreso a España.
El tema principal muestra la opinión y valoración del autor sobre las juntas: éstas,
constituidas por los diferentes estamentos que formaban entonces la sociedad
(campesinos, nobles, clérigos..), no llegaban a tener una buena organización, muy
posiblemente por la poca formación política y cultural de muchos de sus miembros, y no
tenían la energía suficiente para hacer una gran rebelión contra el invasor. No llegaron,
pues, a tener un efecto decisivo, pero, a ojos del autor, tampoco fueron tan insignificantes
e inútiles como algunos pretendían hacer creer ("No obstante, justo es decir que los
esfuerzos de las juntas no fueron tan cortos ni limitados como algunos han pretendido…
"). Con el grupo de personas tan diverso que en ellas se concentraba, quizás no se
llegaron a conseguir todos los objetivos que se buscaban, pero sí lograron al menos
oponerse con firmeza al invasor extranjero. La reforma y mejora de las condiciones
políticas y sociales dejó, sin embargo, todavía mucho que desear.
La falta de recursos y la desorganización de la resistencia frente a los invasores
napoleónicos, plasmadas en este texto, a pesar de la fuerza inicial ("Así fue que bien
pronto se vieron privadas de los inagotables recursos que en todo trastorno social
suministra el entusiasmo"), son las que llevaron al bando "patriota" a numerosas derrotas,
injustificadas y criticadas en el texto( Ejemplos tales son las derrotas de Somosierra o de
Tudela) Sin embargo, el texto también habla también del esfuerzo y espíritu, que se
podría relacionar, en cierto modo, con la resistencia por parte de ciudades como
Zaragoza, Gerona y Tarragona. Se aprecia que el pueblo está unido para el rechazo del
que consideran extranjero, José Bonaparte. Dejan sus diferencias estamentales a un lado y
hacen un frente común para luchar contra él ("sentimiento unánime de resistir al
extranjero"). Este frente tiene muchas carencias, no saben organizarse ni tienen quién les
dirija correctamente, falta energía, pero aun así, no quieren a un extranjero como rey.
Otra idea importante que el texto critica es la referencia al gobierno de estas juntas y al
papel que ocupan en ellas los distintos grupos sociales: frente a la concepción de estos
organismos, caracterizados por la unión de grupos sociales, patriotismo y espíritu
popular, su dirección, o bien es incapaz, o bien tiene un claro interés por difuminar esa
idea de unidad "nacional". Así, en el texto se explica "Muchas de ellas pusieron todo su
conato en ahogar el espíritu popular, que les había dado el ser, y no le sustituyeron la
acertada dirección con que hubieran podido manejar los negocios hombres prácticos y
de estado". También hay una clara crítica a todo lo que supuso el Antiguo Régimen en
España, ya que habla de que "la opresiva humillación del gobierno había en parte
ahogado las bellas disposiciones de los habitantes".
El texto, no puede considerarse objetivo ya que tiene un valor crítico, que además va
acompañado de adjetivos y aportaciones personales del propio autor ("Agregado
incoherente"), ("no fueron tan cortos y limitados como algunos han pretendido..."); pero
sí podría considerarse verídico ya que está basado en la situación real del momento. Las
revueltas de las que habla el texto, no de forma explícita pero sí implicitamente,
corresponden, por ejemplo a la sublevación madrileña del 2 de mayo del 1808,
sublevación que lejos de lo que ha quedado dicho, no fue sino el levantamiento de unos
pocos. Dicho acontecimiento, como ya sabemos, desembocarán sin embargo en la
sublevación general del país, momento en que aparecen las juntas locales de las que nos
habla Toreno.
No podemos considerar al texto de gran importancia a nivel histórico, ya que no supondrá
o acarreará ninguna consecuencia directa en cuanto a la historia de España. Pero, sin
embarog, sí que nos da una pista sobre lo que pasará pocos años después: ese sentimiento
de unión de clases, ese deseo de "mejora y reforma" aparecido en las Juntas y que,
inicialmente parece que se han apagado, seguirán vivos y esto quedará demostrado
claramente en las Cortes de Cádiz (1810-1814), de las que Toreno será miembro como
diputado del ala liberal, y que, además de organizar la dirección de la guerra, se encargará
de desmontar la España del Antiguo Régimen que claramente critica aquí (Constitución
de Cádiz de 1812).
Un texto que quizá, no suponga grandes consecuencias para la historia, pero que sin
embargo, sí habla de sucesos que supusieron en España grandes cambios, como la Guerra
de la Independencia, que cambió la mentalidad de la época y el protagonismo del pueblo
español, hecho que supuso la crisis del Antiguo Régimen y la creación de un Estado
liberal, que terminariá con el absolutismo monárquico, y que finalmente se instauraría
con el inicio de la monarquía de Isabel II.

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