Está en la página 1de 6

Diplomado Derecho Marítimo y Gestión Portuaria Las Averías y Reglas para su Liquidación /

Avería Particular

2 LA AVERÍA SIMPLE O PARTICULAR

Es avería particular todo perjuicio parcial del objeto asegurado o los gastos que, sin
alcanzar el importe total asegurado, hayan sido realizados en razón de la
materialización de un riesgo cubierto por el seguro, pero que no redunden en
beneficio de los demás intereses si se trata de una aventura marítima1 y que no
constituya avería gruesa ó común.

El Art. 1529 del Cco., al definirla señala como avería simple o particular, los daños o
pérdidas que sean objeto del buque o la carga, por fuerza mayor o caso fortuito, por
vicio propio o por hechos de terceros en beneficio del buque o de la carga.

Según lo anteriormente expuesto, cabe afirmar que los elementos características de


esta avería son:

- Que el perjuicio o daño, no redunda en beneficio o utilidad común de los


interesados en la expedición.

- El hecho que da origen al daño resulta indiferente.

- Las consecuencias del gasto o sacrificio los soporta el titular del bien dañado o
sacrificado.

De acuerdo con estos elementos puede definirse la avería particular o simple, como
aquellos perjuicios, cualquiera que sea su origen, que no hayan redundado en
beneficio y utilidad común de todos los interesados en la expedición marítima. Razón
por la cual las averías particulares, tienen un carácter residual, pues todos los daños o
gastos que no sean averías gruesas, serán particulares, constituyendo una especie de
Nomen Iuris para englobar los supuestos de posibles daños y gastos accidentales que
ocurran en un viaje y que siguiendo las reglas generales han de recaer sobre el
propietario del bien (Art. 1530). 2

1SORLI ROJO, Víctor y CUADRADADO ECHEVERRIA, José Luís, 1996, Los Siniestros y Las Averías
en el seguro de Transportes, Bosch, Editor S.A.

2 VELASQUEZ MORENO, Lucia, 2007

ABB 82
Diplomado Derecho Marítimo y Gestión Portuaria Las Averías y Reglas para su Liquidación /
Avería Particular

Nuestra legislación no contiene una enumeración exhaustiva de los supuestos de


avería simple o particular, razón por la cual expresaremos algunos supuestos que
doctrinara y jurisprudencial se han venido señalando, por lo tanto, serán averías
simples o particulares, por regla general, todos los gastos y perjuicios causados en el
buque o en su cargamento que no hayan redundado en beneficio y utilidad común de
todos los interesados en el buque y su carga, y especialmente las siguientes:

1. Los daños que sobrevinieren al cargamento desde su embarque hasta su


descarga, así por vicio propio de la cosa como por accidente de mar o por
fuerza mayor, y los gastos hechos para evitarlos y repararlos.

2. Los daños y gastos que sobrevinieren al buque en su casco, aparejos, armas y


pertrechos, por las mismas causas y motivos desde que se hizo a la mar en el
puerto de salida hasta que ancló y fondeó en el de su destino. La mención de
casco y aparejo, armas y pertrecho, debe interpretarse de acuerdo con la
navegación moderna, por lo que serán las averías, todos los daños y gastos que
recaigan sobre el buque como Universidad del Derecho, esto, es, sobre las
partes constitutivas o pertenencias y no sobre los simples accesorios.

3. Los daños sufridos por las mercaderías cargadas sobre cubierta, excepto en la
navegación de cabotaje, si las Ordenanzas marítimas lo permiten.

4. Los sueldos y alimentos de la tripulación cuando el buque fuere detenido o


embargado por orden legítima o fuerza mayor, si el fletamento estuviere
contratado por un tanto el viaje.

5. Los gastos necesarios de arribada a un puerto para repararse o aprovisionarse.

6. El menor valor de los géneros vendidos por el Capitán en arribada forzosa, para
pago de alimentos y salvar a la tripulación, o para cubrir cualquiera otra
necesidad del buque, a cuyo cargo vendrá el abono correspondiente.

7. Los alimentos y salarios de la tripulación mientras estuviere el buque en


cuarentena.

8. El daño inferido al buque o cargamento por el choque o abordaje con otro,


siendo fortuito e inevitable.

Si el accidente ocurriere por culpa o descuido del Capitán, éste responderá de


todo el daño causado.

9. Cualquier daño que resultare al cargamento por faltas, descuido o baraterías


del Capitán o de la tripulación, sin perjuicio del derecho del propietario a la
indemnización correspondiente contra el Capitán, el buque y el flete.

ABB 83
Diplomado Derecho Marítimo y Gestión Portuaria Las Averías y Reglas para su Liquidación /
Avería Particular

Así las cosas, se considera avería simple o particular, aquel gasto y todo daño que
teniendo la condición legal de avería, afecte al buque o al cargamento, y que, por no
redundar en utilidad común debe ser soportado por el dueño de la cosa sobre la que
recaiga (Art. 1530 Cco).

Y no se encuentran comprendidos dentro del concepto de avería simple ó particular,


los gastos de salvamento ni los gastos de conservación ó particulares.

2.1 Justificación y liquidación de la avería simple o particular

Nuestra legislación comercial no contempla el procedimiento específico a seguir para


la justificación y liquidación de la avería simple o particular en el título de la avería,
pero al fijar las funciones y obligaciones del capitán, señala en el numeral 10 del Art.
1501 del Cco que éste debe “sentir por los hechos que mas adelante se enuncian,
cuando ocurran durante la navegación, al acta de protesta en el libro de navegación, o
bitácora y presentar copia de ella a la autoridad competente del primer puerto de
arribo, dentro de las doce (12) horas siguientes a la llegada de la nave: “ Pérdidas o
averías conocidas o presuntas al buque o de la carga”.

Esta obligación es imperativa, razón por la cual, no puede ser modificada por voluntad
de las partes.

2.2 La avería particular en el seguro marítimo de mercancías

Los daños parciales sufridos por las mercancías objeto de seguro, durante su
transporte, o los gastos incurridos en su recuperación o readecuación, deben ser
considerados, como hemos dicho, averías particulares.

Para el caso de la Póliza Española de 1.927, para el Seguro de Mercancías y Otros


Intereses de Cargador, que se inspira, en gran parte y casi textualmente, en los
preceptos del Código de Comercio de España y que, aunque desfasada, se sigue
utilizando como Condiciones Generales, reduce las averías particulares indemnizables
a las derivadas únicamente de los "cuatro casos"; varada, incendio, naufragio o
abordaje.

Art.1.- La compañía toma a su cargo, con arreglo a las disposiciones generales del
Código de Comercio, en cuanto no sean modificadas o sustituidas por las condiciones
generales, particulares o especiales de esta póliza, los siguientes riesgos de mar, de
ríos, de canales, de embarque y desembarque, en puertos marítimos o fluviales
propiamente dichos, y de transbordo, en su caso, que acaecieren a las cosas
aseguradas porteadas en las bodegas del buque:...

ABB 84
Diplomado Derecho Marítimo y Gestión Portuaria Las Averías y Reglas para su Liquidación /
Avería Particular

De avería simple o particular (cuando el buque porteador sea vapor o motonave)


únicamente cuando proceda de los siguientes casos: naufragio, incendio a flote o en
tierra..., varada o abordaje.

La compañía indemnizará dicha avería particular en lo que exceda de las franquicias


especificadas en la tabla inserta al final de la presente póliza, calculadas sobre el valor
asegurado de cada bulto siniestrado, o de cada conocimiento cuando las mercancías
aseguradas se transporten a granel.

Los asegurados --igual que ocurre con el seguro de cascos-- suelen ampliar la
cobertura mediante la inclusión en las pólizas, como "condiciones particulares", de
cláusulas especiales específicas para cada riesgo deseado o de juegos completos de
cláusulas, tales como los editados por el Instituto de Aseguradores de Londres.

Estos Clausulados denominadas conocidas como I.C.C. “A”, “B” y “C”, según el alcance
de su cobertura expresan con sencillez y claridad los aspectos de su contenido.3

Los tres juegos son idénticos con la excepción de la Cláusula 1, de “Riesgos


Cubiertos”, que marca la amplitud de los peligros amparados en cada juego, siendo el
“C” el que ofrece una cobertura más restringida –equivalente a nuestras Condiciones
Generales”- y el “A” el más amplio.

La cláusula de “Riesgos Cubiertos” delimita las coberturas y las diferencia entre sí de


forma que el juego de cláusulas (A) desarrolla la cobertura en base al sistema
conocido como de “universalidad de riesgos”, según el cual se hallan cubiertos todos
los riesgos con excepción de los expresamente excluidos, y los juegos (B) y (C) siguen
el sistema de “enumeración de riesgos” que, como su nombre indica, relaciona los
riesgos cubiertos excluyendo los que no figuren entre los expresamente citados,
además de los que se excluyen en las citadas cláusulas 4,5,6 y 7.

También responden los aseguradores de la contribución de la carga a la Avería


Gruesa, a los gastos de salvamento y los gastos “Sue & Labour”.

La modalidad “C” cubre:

• Pérdida o daños por incendio y/o explosión –y los producidos por


calentamiento- razonablemente atribuibles a tal causa, que no debe de estar
excluida por las cláusulas 4 a 7,4

3
Recomendamos ver las obras “Manual de Derecho del Seguro Marítimo” de los profesores José
María Ruiz Soroa, Angel Arranz de Diego y Santiago Zabaleta Sarasúa; “Estudios de Seguro Marítimo”
del Prof. D. José Luis Rodríguez Carrión y, “Los siniestros y las Averías en el Seguro de Transportes”
del Capitán José Luis Cuadrado Echeverría y Victor Sorli Rojo, para acceder a un análisis más
exhaustivo de las tres modalidades de cláusulas.

ABB 85
Diplomado Derecho Marítimo y Gestión Portuaria Las Averías y Reglas para su Liquidación /
Avería Particular

• Pérdida o daños sufridos por la carga a consecuencia de varada, embarrancada,


hundimiento o naufragio del buque porteador o por vuelco o descarrilamiento
del vehículo de transporte terrestre.5

• Pérdida o daños a consecuencia del abordaje del buque o contacto del mismo
con cualquier elemento que no sea agua.6

• Pérdida o daño razonablemente atribuido a la descarga en cualquier puerto,


distinto del de destino, al que el buque porteador llegue de arribada forzosa.7

• Pérdida o daños causados por sacrificio en Avería Gruesa.8

• Echazón.

• Pérdida Total Constructiva.

• Contribución de la carga a la Avería Gruesa y al salvamento.


• La indemnización que suponga la proporción de responsabilidad por colisión
en caso de existencia de una cláusula de “ambos culpables del abordaje” inserta
en el C/E o en el contrato de fletamento.9

Además de los riesgos cubiertos por el juego de cláusulas tipo “C”, la modalidad “B”
ampara:

4
Para que la cobertura entre en vigor, tan sólo es necesario probar que la pérdida o daño son
razonablemente atribuibles a incendio o explosión no causados por un riesgo excluido. En este epígrafe
se incluirían los daños por calor.
5
Se acepta toda pérdida razonablemente atribuible a toque de fondos, vuelco o hundimiento del buque,
en el caso de vuelco o descarrilamiento de vehículos de transporte terrestre se aplica el mismo sentido
que el caso anterior.
6
El hielo es agua de mar y, en línea con el sentido de las antiguas cláusulas, se halla excluido de la
cobertura.
7
Entendiendo como tal el puerto diferente al de descarga en destino.

8 No sería necesario que el asegurado esperase a la liquidación de la Avería Gruesa para que sus

aseguradores le indemnizaran por las mercancías sacrificadas en la misma, pudiendo aquellos


resarcirse en vía de subrogación del resto de intereses contribuyentes.

9 Cláusula “Both to blame collision” (ambos culpables del abordaje), para cubrir a un asegurado que
haya firmado un contrato de fletamento en el que se recoja tal cláusula, válida en algunos países, por la
que el fletante o el porteador puede reclamar de los propietarios de las mercancías -en virtud del
principio de solidaridad- la proporción de las cantidades a las que se vea obligado a hacer frente, a
causa de un abordaje con concurrencia de culpas.

ABB 86
Diplomado Derecho Marítimo y Gestión Portuaria Las Averías y Reglas para su Liquidación /
Avería Particular

• La pérdida o daños a la carga causados próximamente por terremotos,


erupciones volcánicas y rayos, tanto durante el transporte marítimo como en el
terrestre.10

• Pérdida de la mercancía arrastrada por las olas, siempre que se demuestre este
extremo.

• Pérdida o daños a la carga por entrada de agua de mar en la bodega,


contenedor o lugar de estiba o almacenaje.11

• Pérdida total de bultos completos caídos al agua durante las operaciones de


carga y descarga.

10No es preciso que el rayo produzca incendio para que sus efectos, al descargar sobre las mercancías,
puedan ser objeto de reclamación.

11 No agua ni condensación en bodega.

ABB 87

También podría gustarte