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Reforma y Contrarreforma (32)

Camilo Londoño Zapata

La Reforma Protestante no fue más que un cambio que se vivió en la sociedad, esto
debido a la inconformidad que presentaban las personas al darse cuenta que lo que ellos
pensaban y creían siempre estaba regido por una autoridad (la iglesia). Fue aquí en
donde llega la inconformidad, al darse cuenta que no podían ser libres de creencias y
pensamientos, y por ello la gente se revela ante este acontecimiento. En esta etapa de la
Reforma Protestante la religión y la iglesia jugaban un papel muy importante ya que
estas estaban unidas a los reinados, esto significa que tuvo gran alcance en el poder, esta
unión prácticamente era el centro o universo de la sociedad. La iglesia católica, cada vez
se solidificaba más, su fuerza y dominio eran cada vez mayores, estaba estrechamente
ligada a aspectos políticos y de gobierno del pueblo, también la influencia en la
educación de los individuos era dominante, pues ella dictaminaba no solo las maneras
cómo se impartirían las cátedras, sino también que era conveniente enseñar en las
escuelas, solamente aquellas cosas que no atentaran contra el dominio y poder de la
iglesia. La Iglesia era una sociedad mucho más universal y con mayor cobertura que el
estado y ejercía muchas de las funciones que ahora consideramos competencia del poder
político1.

La iglesia contaba con diferentes roles que le permitirían a la gente sentirse


identificados con ellos y que fuera de alejarlos, los acercara más a su centro. El primer y
principal rol lo tenía (aún lo tiene) el Vaticano, este funciona como el paraíso en la
tierra y como la mayor autoridad religiosa sobre la misma, de aquí se desprende otro
papel del mismo nivel de importancia, el Papa, que es la representación de Dios. El
siguiente rol lo ocupan los Sacerdotes, este viene siendo como el mediador entre Dios y
el hombre. En 1560 que fue cuando se dio la Reforma Protestante nace el espíritu
pensador y es aquí en donde nos topamos con un importante personaje que es el
elemento principal de esta reforma, Martín Lutero que trajo una reforma en un
principió positiva para la iglesia, algo que la revitalizó, le dio frescura. Pero, al interferir
los fanáticos, esto se desvirtuó y perdió toda pureza, como consecuencia sectas,
sufrimientos, etc.

La crisis generada por el protestantismo llevó a la Iglesia a reformarse intentando


recuperar su integridad moral. El Concilio de Trento fue convocado por Paulo III. En
éste Concilio se discutieron dos tipos de cosas: con respecto al dogma, se confirmaron
la doctrina del pecado original, la perpetuidad del matrimonio, la devoción por los
santos, los 7 sacramentos, se introdujo la doctrina del purgatorio, y se estableció la idea
de la salvación por la fe y las obras, se reafirmó el celibato eclesiástico, la inquisición,
el índice de los libros prohibidos por la iglesia, y para mejorar esto se crearon los
primeros seminarios. El concilio de Trento es el más importante de todos los concilios
que se hayan dado en toda la historia de la Iglesia porque gracias a sus decretos se
sentaron las bases fundamentales de las creencias y dogmas del catolicismo, también
gracias a este concilio se resolvió el problema del fanatismo religioso y muchas
personas de la clase menos culta de la sociedad pudo finalmente solucionar sus dudas y
decidir si serían católicos o no.

1
Dawson, Christopher. Historia de la cultura Cristiana. Editorial Fondo de Cultura Económica.
México, 2006. p. 195
1
Dawson, Christopher. Historia de la cultura Cristiana. Editorial Fondo de Cultura Económica.
México, 2006. p. 195

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