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Breve análisis sobre los principios espirituales y su injerencia dentro de los


parámetros teológicos de las personas durante tiempos de la Reforma
protestante.

Alumno: Barbosa Martínez Jesús Antonio1

Benemérita universidad autónoma de puebla

Colegio de Historia

Asignatura: Historia del mundo moderno

Periodo: Primavera 2022

Tercer semestre

Maestra Ester Cuatzon Mora

04 de mayo de 2022

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Barbosa Martínez Jesús Antonio, Colegio de Historia jesus.barbosam@alumno.buap.mx
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Introducción

¿La reforma puede ser abordada como un factor de cambio espiritual, o está
condenada a ser vista como un simple ajuste de intereses grupales hegemónicos?

Comprendido el momento de cambios y turbulencias en la llamada Era de las


Reformas, se dejó implantada en el corazón de la vida común de la sociedad
europea (la cual, seguía completamente los valores ecuménicos) una elección de
“caminos de fe”, que si bien, en carne, dichos caminos pudieron estar determinados
por factores geográficos y políticos; la conciencia, que no podía ser encadenada,
dejaba libre el debate y elección sobre los valores que regirían el credo del individuo.
Esto sucedió en consecuencia a una serie de choques ideológicos entre el
humanismo, la filosofía teológica y la tradición, que avanzó de los centros
episcopales, las órdenes religiosas y de las iluminadas mentes de los hombres
modernos, hasta permear en el vulgo y en las producciones de las ideas.

Es así, que este texto se encargará de abordar los desencuentros religiosos,


enfocándonos en el análisis de las repercusiones de la Reforma en la composición
de la teología moderna tanto del lado reformista, como del católico romano.

La decadencia del sistema

Es claro que, en el avance sobre los horizontes religiosos del siglo XV , muchas
de las tradiciones cristianas llevadas a cabo desde el medievo habían sido víctimas
del hastió y de la condena de falta de propósito de las mismas, y , cada vez, salían
a la luz series de ideas seglares que expedían un cierto sentido de libertad de la
conciencia, a diferencia de las escuelas teóricas, que dejaban una impresión de
descontento entre las mismas, bajo una serie de divagaciones y complicados
edictos filosóficos.

Lutero tenia la idea de abordar las enseñanzas primigenias del evangelio,


condenando a Aristóteles y la búsqueda de razón dentro de los textos bíblicos, al
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igual, que despotricaba contra Roma y su tiranía al atentar contra la memoria de los
apóstoles y sobre la humanidad de Cristo. He aquí que se señala al organismo
religioso y a la vida monástica; comprendida como una mera fachada, para el
disfrute de una existencia entretejida de despilfarro y lujo, quebrantando la clausura,
los votos y, por lo tanto, el sentido como autoridad en la trayectoria del cristiano.

La iglesia es el organismo central en esta serie de debates, que desatará varias de


las polémicas que, harán del protestantismo, una lanza capaz de dividir al mundo
conocido. Roma se pervirtió ante la mundanidad de la riqueza material, a expensas
de la capitalización de las almas de un pueblo mal aleccionado en el ejercicio de la
oración y el temor a Dios.

Sobre Lutero

A sabiendas de la vida del devoto Lutero, es fácil comprender su enojo con el


cuantioso imperio construido sobre las indulgencias de crédulos seres que no
vislumbraban la verdadera gracia divina. Pero si algo era más grande que su ira
ante los terrenales era su miedo a la irai dei2. Su búsqueda por la comprensión del
misterio de la trascendencia y la incalculable omnisciencia de Dios le hizo desgarrar
su espalda más de una ocasión, albergando la duda en la flagelante senda del ex
monje de Wittemberg.

Cuando la corrupción fue despojando del sentido comunal de penitencia a sus


iguales, su propia vida habría de perder parte de su valor espiritual, sin embargo,
estos mismos caminos ayudarían al replanteamiento de una senda teológica que
discernía con lo comúnmente visto. Ante esto, lo consiguiente fue apaciguar la mea
culpa3, resguardando el sentido de sus creencias bajo el arduo estudio de las
escrituras, abriendo el alma al conocimiento que lo rebasa. Sumando, además, su
descontento con el poco ético sistema eclesiástico, hundido en el aquelarre de los
oportunos y avariciosos, que le hizo aclarar sus horizontes espirituales, guiado por

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La ira de Dios, el desencuentro y penitencia que pudiera ejercer
3
Admisión de la culpa sobre alguna cuestión, en este caso, la de Lutero sobre su fallo para alcanzar la gracia
de Dios
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la doctrina de Dios, convirtiendo las epístolas de Romanos4 y de Juan5, en armas


efectivas para refutar su contrato con el sacrosanto evangelio, haciendo el
cuestionamiento de la autoridad ultima de la iglesia.

Sobrepuestas las ideas se pueden rescatar dos principios fundamentales para


comprender la teología luterana. En primera instancia, tenemos el principio de
exclusividad, que comprende el actuar de Cristo solo, es decir, que no se necesita
de una intromisión del prójimo como mediador para determinar su salvación.

Si requerimos de una mayor comprensión del principio de exclusividad, y así poder


contrastar con los dictámenes de la iglesia, los reformadores atribuyeron 5 solas,
que resumen la enseñanza dada y resaltan la contraposición con la doctrina
romana. He aquí, una explicación más remarcada de cada una:

Sola scriptura. todo lo que se cree debe tener fundamento en la sola palabra de
Dios, es decir, que está construida por él, con el fin de inspirar a los hombres. Ante
esto, no hay autoridad humana que este arriba de la palabra que él ha entregado.

Sola gratia. La gracia de Dios es un derecho que no nos corresponde dar, ni recibir,
pero que Dios ha decidido impartir por su infinita misericordia. La salvación es
brindada por Dios y el no pide dar cuenta ni moneda por una buena obra, ni apela
al servicio de ninguna institución.

Sola fide. No hay seguridad que te pueda brindar la calma más que la fe en Dios,
nadie tiene poder sobre la salvación, ni tiene forma de impartirla a gusto de
mercantil.

Solus cristus. Jesucristo es el único mediador entre el hombre y Dios, ya que él es


propiamente Dios, y no hay nadie que pueda usar su nombre para una causa impía.

Soli deo gloria. La salvación viene de Dios, para su alabanza y gloria. No se puede
usurpar la imagen de Dios para hacer un acto de demostración de poder terrenal,
exaltando la imagen de un hombre.

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Sirve para ejemplificar la falta de ética de la Iglesia, desertando sobre el mensaje de Pablo.
5
Contra los errores Docetistas y los gérmenes del Gnosticismo a los cuales San Juan se esfuerza
en arrancar de su Evangelio.
5

Por otro lado, se encuentra el principio de pasividad, que nos remite a la inacción
de los seres humanos ante el actuar salvador de Dios.

Sobre lo ya dicho, el impacto posterior que tuvo Lutero fue imparable, primero, por
su carga espiritual encaminada hacia un mejor planteamiento de la fe, la enseñanza
y educación para la aplicación de un cristianismo real y, por otra parte, asuntos
políticos.

El poder del papado mermaba las intenciones de acaudalados hombres y


encadenaba a aquellos con sangre real, por lo que, desde la publicación de las 95
tesis, el revuelo causado dentro del espectro espiritual era inconmensurable,
haciendo de él, un escape de las cuentas del aparato religioso.

Todo esto sucedió, sin intención real de romper con los parámetros de la iglesia,
pero que, por el devenir histórico y los diversos intereses de los reinos europeos,
llego a convertirse en un fenómeno con una trascendencia mayor.

Debido al sacramento

Mientras tanto, los sacramentos pueden ser definidos como signos sensibles de
Dios. Para la iglesia católica suponen puertas para obtener la salvación eterna. Sin
embargo, estos elementos para Lutero podrían tener un ente blasfemo puesto que,
al comunicar el poder de Dios a través de un objeto, anulaban la sola gratia, lo que
supone una falta a los principios de las escrituras. Mucho del avance protestante
tiene que ver con la negación a la idea del sacramento, anulando ciertamente la
humanidad de cristo, un sentido terrenal que hacía conectar a los creyentes
católicos bajo una representación que les hacía sentir cerca de él, en el sentido más
mundano.
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Sobre la duda y el fallo de la Iglesia: Desde el siglo XIV al siglo XVI

Las voces de la razón dentro de los conventos resonaron, militando un rechazo a la


escolástica medieval y un artificio de innovación del aparato eclesiástico. Se pondría
a discusión el esbozo de un una teología nueva o un replanteamiento, adoptando
formas del humanismo que imperaba en esos años.

No debemos de creer que estos pensamientos fueron emitidos en un solo


intercambio de ideas. Por ejemplo, en regiones donde hubo previos heterodoxos
como en los territorios donde predico Pedro Valdo y Jan Hus, el luteranismo tuvo
una rápida recepción por la familiaridad de sus nociones. Otros espacios donde se
avivaron los debates sobre una reforma teológica fueron dentro de la universidad y
algunos conventos, en el que, el poder de Roma no partía ley contra aquellos que
le criticaran. Destacando casas de estudio como la Universidad de Alcalá y la
Universidad de Salamanca, que pugnaban por la adopción de dos principios
básicos: Fidelidad al papado y una reconstrucción imaginativa, tomando a
consideración las perspectivas del análisis, el equilibrio de la teología positiva6 con
la especulativa7, así también, como el despliegue de la teología práctica8.

Cuando se extendió la Bula Decet Romanum Pontificema a Martín Lutero el 3 de


enero de 1521, se marcó un punto de no retorno respecto al desencuentro de la fe
cristiana y las interpretaciones a las que se podía someter.

A la muerte de León X, la silla de Pedro fue utilizada por dos Medeci9, que tuvieron
poca vida y poca mano para corresponder a una reformación del aparato de poder.
Fue hasta el pontificado de Paulo III que se tuvo acción curial para sentar una
renovación interna del papado, haciendo de Roma el lugar adecuado para llevar a

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Es el estudio de la manera con que se nos revela Dios para hacernos experimentar, por medio de
su acción en la historia, su ser divino y el sentido de la condición humana.
7
Profundiza en las verdades reveladas, muestra su inteligibilidad, la conexión y armonía que reina
entre ellas, sirviéndose de la ayuda de las ciencias humanas
8
Se refiere a las actividades diarias donde se venera a Dios
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Adriano XI y Clemente VII
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cabo dichas ideas. La medida fue, hacer un llamado a cardenales destacados,


personalidades que fueran reconocidas por su disposición a seguirlo en el camino
de implementar una reforma. Destacando la figura de Gasparo Contarini, quien, se
encargaría de desarrollar un informe para el papa, el Consilium de emandanda
ecclesia. El informe en cuestión contenía un programa de cambio en la estructura
de la iglesia, insistiendo por la discusión de los abusos de esta y la renovación de
su imagen para una recaptación de antiguos simpatizantes.

“Con un empuje de audacia inaudita, el Consilium inauguraba la ofensiva del


movimiento reformista contra la ciudadela de la Curia romana, de cuya conquista
habría de depender el destino de la Iglesia” [ Jedin, 1, 341].

La figura de Gasparo estuvo presente en Worms en 1521 y presenció el despliegue


de la influencia de la iglesia primitiva, teniendo como vocero a Martin Lutero. Quien
después de exponer su opinión enfrente de los príncipes del Sacro Imperio Romano
quedaría abierto de conciencia. Esta fue una constante de varios inconformes ante
los argumentos católicos, que si bien, no traspasaban su fe a una fuente distinta por
interés de proteger sus bienes, si emanaba una mayor confianza en relación con la
salvación de su alma, más atrayente que la ya desgastada postura romana.

Los horizontes formales de la teología

Como ya hemos comprendido, tanto los elementos propios de la sapiencia de Martín


Lutero, teólogos varios y otros pensadores pro-reformistas; sumados a las cargas
desesperadas de una iglesia mermada, y teniendo a disposición, un lecho lo
suficientemente rico como para proclamar una nueva visión del mundo, se pondría
en marcha la formación de un horizonte teológico luterano, que se fundamentara
en oposición a la teología escolástica que, bajo interpretación protestante, estaba
encaminada al error. Ya recalcada la fuerza incorrupta de las santas escrituras, los
esfuerzos de esta nueva teología estarían dirigida a la evangelización verdadera,
enseñar la palabra y traducirla a aquellos pueblos que se mantenían expectantes a
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ante el latín profesado anteriormente por los católicos. Por otra parte, se debía
emprender una campaña para eliminar todo rastro de aspectos metafísicos y lógicos
que dificulten la comprensión de la Biblia.

La cruzada en contra de los rastros de la iglesia católica romana no solo repercutió


en la ordenanza religiosa. Con la religión, el aspecto cultural se puede ver alterado
(para bien o para mal) por lo cual, costumbres se desechaban y otras formas de ver
el mundo se integraron en la conciencia colectiva, por ejemplo, las peregrinaciones,
los votos y las reliquias fueron eliminadas; las obras de arte en un inicio fueron
decomisadas; la biblia fue traducida a lenguas vulgares; se pusieron en venta las
tierras de la iglesia, etc.

Con el tiempo varios de los aspectos aquí presentados se irían formando, pero si
hemos de destacar alguno, ese seria el de la representación pictórica. El arte, no
debía ser construida por el artista bajo intención de sustituir con la imagen la lectura,
mas bien, lo que se buscaba era hacer de la pintura un medio explicativo de lo que
decían las escrituras, teniendo en consideración a la biblia como el punto inicial de
todo análisis.

“Solo podría tener el sentido que su creador intentó para un espectador ya


entrenado en el pensamiento luterano. Así, suplementaría un texto o unas ideas
expresadas por escrito. La imagen no es un sustituto intercambiable por las ideas
escritas” (Noble, 2009, p. 28).

Conclusiones

En el entrecejo de la manera de concebir a Dios y su institución, las variantes del


pensamiento humano hacen enriquecedora la discusión entre los individuos, bajo la
cual, se suscitaron una serie de crisis de la verdad, en búsqueda de salvaguardar
el credo individual, ante la presencia en la que se obtendría la gracia y concilio con
Dios. Partiendo de la pregunta inicial, los intereses de la iglesia resultan tan
complicados, en un tejido gubernamental con tantas corrientes que, al final,
terminan limitando la actuación de esta. Su atención, se dividió entre los sectores
9

políticos y militares, por lo que, el que refiere a el esfuerzo secular se vuelve, en mi


opinión, un aparato inapelable para el aprendizaje de la palabra, que es en sí, el
punto más importante, la mera esencia del cristianismo. En este análisis, pude
comprender mejor el camino de Lutero y el desenvolvimiento y trasformación de sus
ideas.

Para alguien que partió de la orden de los agustinos y que vivió a carne propia la
flagelación, ante la duda de como complacer a Dios; la perversión de su oficio y
tener que verle el rostro al anticristo, me sorprende que no cayera ante obstinada
tarea de dominio, sino que se centró en el desarrollo de su doctrina en la tierra de
sus simpatizantes, conformando una base sólida de los miembros de su dogma,
haciendo de su trabajo, una verdadera grafía de lo que significa la elección y el
desarrollo de la fe.
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Referencias Bibliográficas:

Atkinson, J. (1971). Lutero y el nacimiento del protestantismo. (de la Cámara, A,


trad). Madrid, España: Alianza.

Belda Plans, Juan (2019). Reforma católica y Reforma protestante. Su incidencia


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[fecha de Consulta 4 de Mayo de 2022]. ISSN: Disponible en:
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La Salvación del Hombre en la Europa Occidental post-Reforma. Revista de historia
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